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La historia de la antigua civilización maya se divide en tres períodos principales: El Preclásico, Clásico y
Posclásico.1 Estos fueron precedidos por el Período Arcaico, que vio los primeros asentamientos y el
desarrollo temprano de la agricultura.2 Los estudiosos modernos consideran estos períodos como divisiones
arbitrarias de la cronología de la civilización maya, en lugar de indicar su evolución cultural o su decadencia.3
Las definiciones de las fechas de inicio y fin de los periodos pueden variar hasta un siglo, según el autor.4 El
Preclásico duró desde aproximadamente 2000 a. C. hasta aproximadamente el 250 d. C.; fue seguido por el
Clásico, entre 250 d. C. y 950 d. C. aproximadamente, y luego por el Posclásico, desde 950 d. C. hasta la
mitad del siglo XVI.5 Cada período principal tiene subdivisiones:
Cronología maya5
Período División Fechas
Índice
Período Preclásico (2000 a. C.-250 d. C.)
Periodo Clásico (250-900 d. C.)
Colapso maya del periodo Clásico
Periodo Posclásico (950-1539 d. C.)
Periodo de contacto y conquista española (1511-1697 d. C.)
Persistencia de la cultura maya
Investigación de la civilización maya
Notas
Referencias
Período Preclásico (2000 a. C.-250 d. C.)
El desarrollo de la civilización maya se inició en el período
Preclásico.9 Los estudiosos continúan discutiendo cuando comenzó
esta era de la civilización maya. Descubrimientos de ocupación maya
en Cuello, Belice han sido datados por carbono hacia 2600 a. C.10
Los asentamientos del periodo se establecieron alrededor de
1800 a. C. en la región del Soconusco en la costa del Pacífico, y ya
estaban cultivando los alimentos básicos de la dieta maya, incluyendo
el maíz, frijol, calabaza y chile.11 Este período, conocido como el
Preclásico Temprano,11 se caracterizó por las comunidades
Estructura 5 en Takalik Abaj fue
sedentarias y la introducción de la cerámica y figurillas de barro
construida durante el Preclásico
cocido.12 maya.8
Murales excavados en 2005 han hecho retroceder el origen de la escritura maya por varios siglos, y una
escritura desarrollada ya estaba siendo utilizada en San Bartolo, en Petén hacia el siglo III a. C., y ahora es
evidente que los mayas participaron en el desarrollo más amplio de la escritura mesoamericana en el
Preclásico.18 En el Período Preclásico Tardío, la enorme ciudad de El Mirador creció hasta cubrir
aproximadamente 16 km².19 Poseía avenidas pavimentadas, complejos de pirámides triádicas masivas datadas
cerca de 150 a. C., y estelas y altares que se levantaron en sus plazas.19 El Mirador es considerado como una
de las primeras capitales de la civilización maya.19 Los pantanos de la cuenca del Mirador parecen haber sido
la atracción principal para los primeros habitantes de la zona, como lo demuestra la inusual agrupación de
grandes ciudades alrededor de ellos.20 La ciudad de Tikal, que más tarde sería una de las ciudades más
importantes del período Clásico, ya era una ciudad importante en torno al 350 a. C., aunque no se comparaba
con en El Mirador.21 El florecimiento cultural del Preclásico Tardío se derrumbó en el siglo I d. C. y muchas
de las grandes ciudades mayas de la época fueron abandonadas; la causa de este colapso es aún
desconocido.14
En las tierras altas, Kaminaljuyú surgió como un centro principal en el Preclásico Tardío, conectando las rutas
comerciales de la costa del Pacífico con la ruta del río Motagua y aumentando el contacto con otros sitios a lo
largo de la costa del Pacífico.22 Kaminaljuyú estaba situado en un cruce de caminos y controlaba las rutas
comerciales hacia el oeste a la costa del Golfo, al norte en las tierras altas, y a lo largo de la llanura costera del
Pacífico hasta el Istmo de Tehuantepec y El Salvador. Esto le dio el control de las redes de distribución de
bienes importantes, como el jade, la obsidiana y el cinabrio.23 Dentro de esta ruta comercial extendida,
Takalik Abaj y Kaminaljuyú parecen haber sido los dos focos principales.24 El estilo de escultura maya
temprano se extendió por toda esta red.25 Takalik Abaj y Chocolá fueron dos de las ciudades más importantes
de la llanura costera del Pacífico durante el Preclásico Tardío,26 y Komchen creció hasta convertirse en un
centro importante en el norte de Yucatán durante el Preclásico.27
Periodo Clásico (250-
900 d. C.)
El período Clásico se define en gran
medida como el período durante el
cual en las tierras bajas mayas se
levantaron monumentos fechadas,
utilizando el calendario de la cuenta
Kaminaljuyu en las tierras altas, y El Mirador en las tierras bajas, eran
larga.28 Este período marcó el auge importantes ciudades en el preclásico tardío
de la construcción a gran escala y el
urbanismo, el registro de
inscripciones monumentales, y demostró un significativo desarrollo intelectual y artístico, sobre todo en las
regiones de las tierras bajas del sur.28 El panorama político del período Clásico ha sido comparado con el de
la Italia del Renacimiento o de la Grecia clásica, con múltiples ciudades-estado involucrados en una compleja
red de alianzas y enemistades.29
En 629, B'alaj Chan K'awiil, un hijo del rey de Tikal K'inich Tikal Muwaan Estela D de Quiriguá,
Jol II, fue enviado a fundar una nueva ciudad en Dos Pilas, 120 km al oeste representa al rey K'ak' Tiliw
en la región de Petexbatún, al parecer como un puesto de avanzada para Chan Yopaat30
extender el poder de Tikal fuera del alcance de Calakmul. El joven príncipe
tenía sólo cuatro años de edad en el momento.35 Con el establecimiento del
nuevo reino, Dos Pilas proclamó su origen mediante la adopción del emblema de Tikal como propio.36
Durante las siguientes dos décadas luchó lealmente para su hermano y señor de Tikal. En el año 648, el rey
Yuknoom Ch'een II ("Yuknoom el Grande") de Calakmul atacó y derrotó a Dos Pilas, capturando B'alaj Chan
K'awiil. Casi al mismo tiempo, el rey de Tikal fue asesinado. Yuknoom Ch'een II luego reinstaló a B'alaj Chan
K'awiil en el trono de Dos Pilas como su vasallo.37 En un extraordinario acto de traición de parte de un
miembro de la familia real de Tikal, sirvió posteriormente como un aliado leal de Calakmul, el enemigo jurado
de Tikal.38
En el sureste, Copán fue la ciudad más importante.32 Su dinastía del período clásico fue fundada en el 426
por K'inich Yax K'uk' Mo'. El nuevo rey tenía fuertes lazos con el centro de Petén y Teotihuacan, y es
probable que él fuera originario de Tikal.39 Copán alcanzó el apogeo de su desarrollo cultural y artístico
durante el gobierno de Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil, que reinó de 695 a 738.40 Su reinado terminó
catastróficamente en abril de 738, cuando fue capturado por su vasallo, el rey K'ak' Tiliw Chan Yopaat de
Quiriguá.41 El señor capturado de Copán fue llevado a Quiriguá y fue decapitado en un ritual público a
principios de mayo de 738.42 Es probable que este golpe de estado fuera respaldado por Calakmul, con el fin
de debilitar a un poderoso aliado de Tikal.43 Palenque y Yaxchilán fueron las ciudades más poderosas de la
región Usumacinta.32 En las tierras altas, Kaminaljuyú en el valle de Guatemala ya era una gran ciudad para
el 300 d. C.44 En el norte del área maya, Coba fue la capital más importante.45
Los monumentos más notables del Clásico son las pirámides-templos y los palacios que construyeron en los
centros de las ciudades más grandes.50 En esta época se generalizó el uso de la escritura glífica en los
monumentos y se dejó una gran cantidad de información, incluyendo registros dinásticos fechados, alianzas y
otras interacciones entre las entidades políticas mayas.51 La escultura de estelas de piedra se extendió por todo
el territorio maya durante el periodo Clásico,52 y los emparejamientos de estelas esculpidas y altares circulares
bajos se consideran una característica distintiva de la civilización maya clásica.53 Durante el periodo Clásico
casi todos los reinos mayas en las tierras bajas del sur levantaron estelas en sus respectivos centros
ceremoniales.54 El epigrafista David Stuart sugirió inicialmente que los mayas consideraron sus estelas como
te tun, "árboles de piedra", aunque posteriormente revisó su lectura en lakamtun, que significa "piedra
bandera".55 De acuerdo con Stuart, esto puede referirse a las estelas como versiones de piedra de los
estandartes verticales que se colocaron en lugares prominentes en los centros de las ciudades mayas, como se
muestra en los antiguos murales mayas.56 El principal propósito de una estela era de glorificar al rey.57
La civilización maya participó en el comercio a larga distancia, e importantes rutas comerciales corrían desde
el río Motagua hasta el Mar Caribe, luego hacia el norte hasta la costa de Yucatán. Otra ruta iba desde Verapaz
a lo largo del río La Pasión al puerto comercial en Cancuén; desde allí rutas comerciales corrieron hacia el este
hasta Belice, hacia el norte hasta el centro y norte de Petén, y más allá hasta el Golfo de México y la costa
oeste de la península de Yucatán.58 El jade, la cerámica fina y las plumas de quetzal eran importantes
productos comerciales de la élite.59 Los productos comerciales más básicos pueden haber incluido la
obsidiana, la sal, y el cacao.60
Durante el siglo IX, la región central maya sufrió un gran colapso político, marcado por el abandono de las
ciudades, el final de las dinastías y un desplazamiento del foco de actividad hacia el norte.61 Este descenso
coincidió con el cese de las inscripciones monumentales y de la construcción arquitectónica a gran escala.
Ninguna teoría universalmente aceptada explica este colapso, pero es probable que fuese el resultado de una
combinación de factores, incluyendo la guerra endémica interna, la sobrepoblación que resultó en una
degradación ambiental grave, y la sequía.62 Durante este período, conocido como el Clásico Terminal, las
ciudades septentrionales de Chichén Itzá y Uxmal mostraron un
aumento de actividad.61 Las principales ciudades en el norte de la
península de Yucatán continuaron siendo habitadas mucho tiempo
después de que las ciudades de las tierras bajas del sur dejaran de
levantar monumentos.63
Para los siglos IX y X, esto se tradujo en el colapso del sistema de gobernación basado en torno al poder
divino del señor gobernante. En el norte de Yucatán, el reinado individual fue reemplazado por un consejo de
gobierno formado a partir de linajes de la élite. En el sur de Yucatán y el centro de Petén, hubo un declive
general de los reinos; en Petén occidental y algunas otras áreas, los cambios fueron catastróficos y dieron lugar
a la rápida despoblación de las ciudades.66 Dentro de un par de generaciones, grandes extensiones de la zona
central maya fueron casi totalmente abandonadas.67 Un colapso relativamente rápido afectó a porciones de la
zona sur maya que incluía el sur de la península de Yucatán, el norte de Chiapas y Guatemala, y el área
alrededor de Copán en Honduras. Las ciudades más grandes tenían poblaciones que sumaban 50.000 a
120.000 habitantes y estaban vinculados a las redes de ciudades subsidiarias. Tanto las capitales y sus centros
secundarios fueron generalmente abandonados en un plazo de 50 a 100 años.68
A finales del siglo VIII, la guerra endémica había envuelto a la región de Petexbatún, Petén, lo que resultó en
el abandono de Dos Pilas y Aguateca.69 Uno por uno, muchas otras grandes ciudades dejaron de esculpir
monumentos fechados y fueron abandonados; los últimos monumentos de Palenque, Piedras Negras y
Yaxchilán fueron fechados entre 795 y 810, y en las décadas siguientes, Calakmul, Naranjo, Copán, Caracol y
Tikal cayeron todos en el olvido. La última fecha de cuenta larga fue inscrita en Toniná en 909 d. C.. Las
estelas ya no fueron levantadas, y ocupantes ilegales se instalaron en los palacios reales abandonados. Las
rutas comerciales de Mesoamérica cambiaron y excluyeron a Petén.70 .
En vísperas de la conquista española, las tierras altas de Guatemala fueron dominadas por varios poderosos
estados mayas.89 En los siglos anteriores a la llegada de los españoles, los quichés (k'iche') habían construido
un pequeño imperio que cubría una gran parte del altiplano occidental de Guatemala y la llanura costera del
Pacífico. Sin embargo, a finales del siglo XV los kaqchikeles se rebelaron contra sus antiguos aliados quichés
y fundaron un nuevo reino hacia el sureste, con Iximche como su capital. En las décadas anteriores a la
invasión española, el reino kaqchikel estaba erosionando constantemente al reino de los quichés.90 Otros
grupos del altiplano incluyeron a los zutuhil (tz'utujil) alrededor del lago de Atitlán, los mam en el altiplano
occidental, y los poqomam en las tierras altas orientales.91 Las tierras altas centrales de Chiapas estaban
ocupadas por un gran número de pueblos mayas,92 incluyendo los tzotziles, que fueron divididos en varias
provincias,93 y los tojolabales.94
Los mercados comunitarios y el comercio de productos locales continuaron mucho tiempo después de la
conquista. Ocasionalmente, la administración colonial fomentó la economía tradicional con el fin de extraer
tributo en la forma de cerámica o textiles de algodón, aunque, por lo general, estos fueron elaborados a las
especificaciones europeas. Las creencias y los idiomas mayas persistieron, a pesar de los grandes esfuerzos de
cambiarlas por parte de los misioneros católicos.106 El tzolk'in, el calendario ritual de 260 días, sigue en uso
en las comunidades mayas modernas en las tierras altas de Guatemala y Chiapas,107 y millones de hablantes
de idiomas mayas habitan en el territorio en el que sus antepasados desarrollaron su civilización.108
Investigación de la civilización maya
Desde el siglo XVI en adelante, los soldados españoles, el clero y
administradores estaban familiarizados con la historia y las creencias
de los mayas precolombinos. Los agentes de la Iglesia católica
escribieron relatos detallados de los mayas para apoyar sus esfuerzos
de evangelización y de absorción en el Imperio español.109 Incluso
los escritos del obispo Diego de Landa del siglo XVI, que había
quemado una gran cantidad de libros mayas, contienen muchos
detalles de la cultura maya, incluyendo sus creencias y prácticas
religiosas, el calendario maya, aspectos de su escritura glífica, y la
historia oral.110 Esto fue seguido por varios sacerdotes españoles y Dibujado por Frederick Catherwood
funcionarios coloniales que dejaron descripciones de las ruinas que en el complejo de Uxmal
visitaron en Yucatán y América Central. Estos primeros visitantes eran
muy conscientes de la asociación entre las ruinas y los habitantes
mayas de la región.111
En 1839, el viajero y escritor estadounidense John Lloyd Stephens, familiarizado con las investigaciones
españolas anteriores, visitó a Uxmal, Copán, Palenque, y otros sitios, con el arquitecto y dibujante inglés
Frederick Catherwood.112 Sus relatos ilustrados de las ruinas provocaron gran interés popular para la región y
el pueblo maya, y trajeron la civilización maya a la atención del mundo.109 Sus relatos fueron recogidos por
anticuarios del siglo XIX, como Augustus Le Plongeon y Désiré Charnay, quien atribuyó las ruinas a las
civilizaciones del Viejo Mundo, o continentes hundidos.113 A finales del siglo XIX se vio el registro y la
recuperación de los cuentos etnohistóricos de los mayas, y los primeros pasos en el desciframiento de los glifos
mayas.114
Durante las dos últimas décadas del siglo XIX se inició la arqueología
científica moderna en la región maya, con el trabajo minucioso de
Alfred Maudslay y Teoberto Maler.115 Sitios como Altar de
Sacrificios, Coba, Ceibal, y Tikal, fueron desmontados y sus ruinas
dibujadas y fotográfiadas.116 A principios del siglo XX, el Museo
Peabody decidió patrocinar excavaciones en Copán y en la península
de Yucatán,116 y los artefactos fueron llevados fuera de la región
para ser incluidos en la colección del museo. En las dos primeras
décadas del siglo XX, se lograron avances en el desciframiento del
1892 fotografía del templo de calendario maya, así como en la identificación de las deidades, fechas,
Kukulkán ("El castillo") en Chichen
y conceptos religiosos.117 Sylvanus Morley inició un proyecto para
Itzá, tomada por Teoberto Maler.
documentar cada monumento maya e inscripción glífica conocida,
registrando los textos de monumentos que, en algunos casos, han sido
destruidos posteriormente.118 El Instituto Carnegie patrocinó
excavaciones en Copán, Chichén Itzá, y Uaxactún, y sentó la base de los estudios mayas modernos.119 A
partir de la década de 1930 en adelante, el ritmo de exploración arqueológica aumentó considerablemente, y se
llevaron a cabo excavaciones a gran escala en toda la región maya.120
Sin embargo, en muchos lugares, las ruinas mayas fueron cubiertas por la selva, llegando a ser lo
suficientemente densa como para ocultar de un observador las estructuras arquitectónicas, incluso a pocos
metros de distancia. Para encontrar las ruinas no identificadas, los investigadores han recurrido a imágenes de
satélite, con el fin de observar el espectro visible y la región espectral del infrarrojo cercano. Debido a su
construcción de piedra caliza, los monumentos afectaron la composición química del suelo mientras se
deterioraban; algunas plantas amantes de la humedad son totalmente ausentes, mientras que otras fueron
exterminadas o descoloradas.121
En la década de 1960, el distinguido mayista J. Eric S. Thompson promovió la idea que las ciudades mayas
serían centros ceremoniales esencialmente vacantes que servían a una población dispersa en la selva, y que la
civilización maya hubiera sido regida por sacerdotes-astrónomos pacíficos.122 Estas ideas surgieron de la
limitada comprensión de la escritura maya en el momento;122 y comenzaron a derrumbarse con los
importantes avances en el desciframiento de la escritura en el siglo XX, iniciados por Heinrich Berlin, Tatiana
Proskouriakoff, y Yuri Knorozov.123 Con los avances en la comprensión de la escritura maya que se lograron
desde la década de 1950 en adelante, los textos revelaron las actividades bélicas de los reyes mayas clásicos, y
ya no podía sostenerse la idea de que los mayas fuesen pacíficos.124 Investigaciones detalladas del patrón de
asentamiento de las ciudades mayas revelaron evidencia de grandes poblaciones urbanas, poniendo fin al
modelo del centro ceremonial vacante.125
Notas
28. Coe 1999, p. 81.
1. Estrada-Belli 2011, pp. 1, 3.
29. Martin y Grube 2000, p. 21.
2. Sharer y Traxler 2006, p. 98. Estrada-Belli
2011, p. 38. 30. Schele y Mathews 1999, pp. 179, 182–183.
3. Estrada-Belli 2011, p. 1. 31. Sharer y Traxler 2006, p.1.
4. Demarest 2004, p. 17. 32. Olmedo Vera 1997, p.36.
5. Estrada-Belli 2011, p. 3. 33. Foster 2002, p. 133.
6. Sharer y Traxler 2006, p. 98. 34. Demarest 2004, pp. 224–226.
7. Masson 2012, p. 18238. Pugh y Cecil 2012, 35. Sharer y Traxler 2006, pp. 383, 387.
p. 315. 36. Sharer y Traxler 2006, p. 383.
8. Schieber de Lavarreda y Orrego Corzo 2010, 37. Salisbury, Koumenalis & Barbara Moffett
p. 1. 2002. Martin & Grube 2000, p. 108. Sharer &
9. Estrada-Belli 2011, p. 28. Traxler 2006, p.387.
10. Hammond et al 1976, pp. 579–581. 38. Martin y Grube 2000, pp. 54–55.
11. Drew 1999, p.6. 39. Martin y Grube 2000, pp 192–193. Sharer y
Traxler 2006, p. 342.
12. Coe 1999, p. 47.
40. Martin y Grube 2000, pp. 200, 203.
13. Olmedo Vera 1997, p.26.
41. Martin y Grube 2000, pp. 203, 205.
14. Martin y Grube 2000, p.8.
42. Miller 1999, pp. 134–135. Looper 2003, p.
15. Sharer y Traxler 2006, p.214.
76.
16. Sharer y Traxler 2006, p. 276.
43. Looper 1999, pp. 81, 271.
17. Sharer y Traxler 2006, pp. 182, 197.
44. Demarest 2004, p. 75.
18. Saturno, Stuart y Beltrán 2006, pp. 1281– 45. Sharer y Traxler 2006, p. 554.
1283.
46. Martin y Grube 2000, p.19.
19. Olmedo Vera 1997, p.28.
47. Martin y Grube 2000, p.21.
20. Hansen et al 2006, p.740.
48. Carmack 2003, p. 76.
21. Martin y Grube 2000, pp. 25–26.
49. Carmack 2003, pp. 76–77.
22. Love 2007, pp. 293, 297. Popenoe de Hatch
y Schieber de Lavarreda 2001, p. 991. 50. Demarest 2004, p. 89.
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25. Orrego Corzo y Schieber de Lavarreda 2001, 9.
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26. Sharer y Traxler 2006, p. 236. 55. Miller 1999, pp. 78, 80.
27. Sharer y Traxler 2006, p. 275. 56. Stuart 1996, p. 154.
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82. Caso Barrera 2002, p. 17. 115. Demarest 2004, pp. 37–38.
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84. Estrada-Belli 2011, p. 52. Rice y Rice 2009,
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