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El pasado Maya

La historia de la antigua civilización maya se divide en tres períodos principales:


Preclásico, Clásico y Posclásico. Estos fueron precedidos por el Período Arcaico,
que vio los primeros asentamientos y el desarrollo temprano de la agricultura. Los
estudios modernos consideran estos períodos como divisiones arbitrarias de la
cronología de la civilización maya, en lugar de indicar su evolución cultural o su
decadencia. Las definiciones de las fechas de inicio y fin de los periodos pueden
variar hasta un siglo, según el autor. El Preclásico duró desde
aproximadamente 2000 a. C. hasta aproximadamente el 250 d. C.; fue seguido por
el Clásico, entre 250 d. C. y 950 d. C. aproximadamente, y luego por el Posclásico,
desde 950 d. C. hasta la mitad del siglo XVI. Cada período principal tiene
subdivisiones:

Cronología maya
Período División Fechas
10000
Arcaico
-2000 a. C.

Preclásico Temprano 2000-1000 a. C.


Preclásico Medio Temprano 1000-600 a. C.
Preclásico Medio
Preclásico Medio Tardío 600-350  a. C.
Preclásico Preclásico Tardío
350-1 a. C.
Temprano
Preclásico Tardío
Preclásico Tardío Tardío 1 a. C. - 159 d. C.
Preclásico Terminal 159-250 d. C.
Clásico Temprano 250-550 d. C.
Clásico Clásico Tardío 550-830 d. C.
Clásico Terminal 830-950 d. C.
Posclásic Posclásico Temprano 950-1200 d. C.
o Posclásico Tardío 1200-1539 d. C.
Periodo de contacto/Conquista española 1511-1697 d. C.

Período Preclásico (2000 a. C.-250 d. C.)

Estructura 5 en Takalik Abaj fue construida durante el Preclásico maya.


El desarrollo de la civilización maya se inició en el período Preclásico. Los
estudiosos continúan discutiendo cuando comenzó esta era de la civilización
maya. Descubrimientos de ocupación maya en Cuello, Belice han sido datados por
carbono hacia 2600 a. C. Los asentamientos del periodo se establecieron
alrededor de 1800 a. C. en la región del Soconusco en la costa del Pacífico, y ya
estaban cultivando los alimentos básicos de la dieta maya, incluyendo el maíz,
frijol, calabaza y chile. Este período, conocido como el Preclásico Temprano, se
caracterizó por las comunidades sedentarias y la introducción de la cerámica y
figurillas de barro cocido.

Durante el Período del Preclásico Medio, pequeños pueblos comenzaron a crecer


para formar ciudades. Para el año 500 a. C., estas ciudades poseían grandes
templos decorados con máscaras de estuco representando a los dioses. Nakbé en
el departamento de Petén, Guatemala fue la primera ciudad bien documentada en
las tierras bajas mayas, donde las grandes estructuras se han fechado hacia
750 a. C. Nakbé ya contó con una arquitectura monumental, monumentos
esculpidos y calzadas que caracterizaron a las posteriores ciudades en las tierras
bajas mayas. Las tierras bajas del norte de Yucatán fueron ampliamente
colonizadas en el Preclásico Medio. Aproximadamente por el 400 a. C., cerca del
final del período Preclásico Medio, los gobernantes mayas tempranos fueron
levantando estelas que celebraban sus logros y validaban su derecho a gobernar.

Murales excavados en 2005 han hecho retroceder el origen de la escritura maya


por varios siglos, y una escritura desarrollada ya estaba siendo utilizada en San
Bartolo, en Petén hacia el siglo III a. C., y ahora es evidente que los mayas
participaron en el desarrollo más amplio de la escritura mesoamericana en el
Preclásico. En el Período Preclásico Tardío, la enorme ciudad de El Mirador creció
hasta cubrir aproximadamente 16 km². Poseía avenidas pavimentadas, complejos
de pirámides triádicas masivas datadas cerca de 150 a. C., y estelas y altares que
se levantaron en sus plazas. El Mirador es considerado como una de las primeras
capitales de la civilización maya. Los pantanos de la cuenca del Mirador parecen
haber sido la atracción principal para los primeros habitantes de la zona, como lo
demuestra la inusual agrupación de grandes ciudades alrededor de ellos. La
ciudad de Tikal, que más tarde sería una de las ciudades más importantes del
período Clásico, ya era una ciudad importante en torno al 350 a. C., aunque no se
comparaba con en El Mirador. El florecimiento cultural del Preclásico Tardío se
derrumbó en el siglo I d. C. y muchas de las grandes ciudades mayas de la época
fueron abandonadas; la causa de este colapso es aún desconocido.

En las tierras altas, Kaminaljuyú surgió como un centro principal en el Preclásico


Tardío, conectando las rutas comerciales de la costa del Pacífico con la ruta
del río Motagua y aumentando el contacto con otros sitios a lo largo de la costa del
Pacífico. Kaminaljuyú estaba situado en un cruce de caminos y controlaba las
rutas comerciales hacia el oeste a la costa del Golfo, al norte en las tierras altas, y
a lo largo de la llanura costera del Pacífico hasta el Istmo de Tehuantepec y El
Salvador. Esto le dio el control de las redes de distribución de bienes importantes,
como el jade, la obsidiana y el cinabrio. Dentro de esta ruta comercial
extendida, Takalik Abaj y Kaminaljuyú parecen haber sido los dos focos
principales. El estilo de escultura maya temprano se extendió por toda esta red.
Takalik Abaj y Chocolá fueron dos de las ciudades más importantes de la llanura
costera del Pacífico durante el Preclásico Tardío, y Komchen creció hasta
convertirse en un centro importante en el norte de Yucatán durante el Preclásico.

Periodo Clásico (250-900 d. C.)


El período Clásico se define en gran medida como el período durante el cual en
las tierras bajas mayas se levantaron monumentos fechadas, utilizando el
calendario de la cuenta larga. Este período marcó el auge de la construcción a
gran escala y el urbanismo, el registro de inscripciones monumentales, y demostró
un significativo desarrollo intelectual y artístico, sobre todo en las regiones de las
tierras bajas del sur. El panorama político del período Clásico ha sido comparado
con el de la Italia del Renacimiento o de la Grecia clásica, con múltiple ciudad-
estado involucrada en una compleja red de alianzas y enemistades.

Estela D de Quiriguá, representa al rey K'ak' Tiliw Chan Yopaat30

En su apogeo, durante el Clásico Tardío, Tikal se había expandido hasta alcanzar


una población de más de 100.000 habitantes. El gran rival de Tikal era Calakmul,
otra ciudad poderosa en la cuenca del Petén. Tikal y Calakmul desarrollaron
extensos sistemas de aliados y vasallos; ciudades menores que entraban en estas
redes ganaron prestigio por su asociación con la ciudad de primer nivel, y
mantenían relaciones pacíficas con otros miembros de la misma red. Tikal y
Calakmul dirigieron sus redes de alianzas en contra de su rival; en varios
momentos durante el periodo Clásico, uno u otro de estos poderes ganaría una
victoria estratégica sobre su gran rival, lo que resultó en los respectivos períodos
de florecimiento y decadencia.

En 629, B'alaj Chan K'awiil, un hijo del rey de Tikal K'inich Tikal Muwaan Jol II, fue
enviado a fundar una nueva ciudad en Dos Pilas, 120 km al oeste en la región de
Petexbatún, al parecer como un puesto de avanzada para extender el poder de
Tikal fuera del alcance de Calakmul. El joven príncipe tenía sólo cuatro años de
edad en el momento. Con el establecimiento del nuevo reino, Dos Pilas proclamó
su origen mediante la adopción del emblema de Tikal como propio. Durante las
siguientes dos décadas luchó lealmente para su hermano y señor de Tikal. En el
año 648, el rey Yuknoom Ch'een II ("Yuknoom el Grande") de Calakmul atacó y
derrotó a Dos Pilas, capturando B'alaj Chan K'awiil. Casi al mismo tiempo, el rey
de Tikal fue asesinado. Yuknoom Ch'een II luego reinstaló a B'alaj Chan K'awiil en
el trono de Dos Pilas como su vasallo. En un extraordinario acto de traición de
parte de un miembro de la familia real de Tikal, sirvió posteriormente como un
aliado leal de Calakmul, el enemigo jurado de Tikal.

En el sureste, Copán fue la ciudad más importante. Su dinastía del período


clásico fue fundada en el 426 por K'inich Yax K'uk' Mo'. El nuevo rey tenía fuertes
lazos con el centro de Petén y Teotihuacán, y es probable que él fuera originario
de Tikal. Copán alcanzó el apogeo de su desarrollo cultural y artístico durante el
gobierno de Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil, que reinó de 695 a 738. Su reinado
terminó catastróficamente en abril de 738, cuando fue capturado por su vasallo, el
rey K'ak' Tiliw Chan Yopaat de Quiriguá. El señor capturado de Copán fue llevado
a Quiriguá y fue decapitado en un ritual público a principios de mayo de 738. Es
probable que este golpe de Estado fuera respaldado por Calakmul, con el fin de
debilitar a un poderoso aliado de Tikal. Palenque y Yaxchilán fueron las ciudades
más poderosas de la región Usumacinta En las tierras altas, Kaminaljuyú en el
valle de Guatemala ya era una gran ciudad para el 300 d. C. En el norte del área
maya, Coba fue la capital más importante.

Las ciudades capitales de los reinos mayas podrían variar considerablemente en


tamaño, lo que parece ser relacionado con el número de ciudades vasallo que
estaban vinculados con la capital. Los dirigentes de ciudades-estados que
gobernaban sobre un mayor número de señores subordinados podrían obtener
mayores cantidades de tributo en la forma de bienes y mano de obra. Las formas
más notables de tributo representadas en la cerámica maya eran cacao, textiles y
plumas decorativas. La base social de la civilización maya clásica se conformaba
de una extensa red política y económica que abarcaba toda el área maya, y más
allá dentro de la gran región mesoamericana. Las entidades políticas dominantes
del periodo Clásico se encontraban en las tierras bajas centrales; durante este
período las tierras altas del sur y las tierras bajas del norte pueden ser
considerados culturalmente, económicamente y políticamente periféricas a esta
área. Las ciudades que se encontraban entre el núcleo y la periferia actuaban
como centros de comercio.

Los monumentos más notables del Clásico son las pirámides-templos y los
palacios que construyeron en los centros de las ciudades más grandes. En esta
época se generalizó el uso de la escritura glífica en los monumentos y se dejó una
gran cantidad de información, incluyendo registros dinásticos fechados, alianzas y
otras interacciones entre las entidades políticas mayas. La escultura de estelas de
piedra se extendió por todo el territorio maya durante el periodo Clásico, y los
emparejamientos de estelas esculpidas y altares circulares bajos se consideran
una característica distintiva de la civilización maya clásica. Durante el periodo
Clásico casi todos los reinos mayas en las tierras bajas del sur levantaron estelas
en sus respectivos centros ceremoniales. El epigrafista David Stuart sugirió
inicialmente que los mayas consideraron sus estelas como te tun, "árboles de
piedra", aunque posteriormente revisó su lectura en lakamtun, que significa "piedra
bandera". De acuerdo con Stuart, esto puede referirse a las estelas como
versiones de piedra de los estandartes verticales que se colocaron en lugares
prominentes en los centros de las ciudades mayas, como se muestra en los
antiguos murales mayas. El principal propósito de una estela era de glorificar al
rey.

La civilización maya participó en el comercio a larga distancia, e importantes rutas


comerciales corrían desde el río Motagua hasta el Mar Caribe, luego hacia el norte
hasta la costa de Yucatán. Otra ruta iba desde Verapaz a lo largo del río La
Pasión al puerto comercial en Cancuén; desde allí rutas comerciales corrieron
hacia el este hasta Belice, hacia el norte hasta el centro y norte de Petén, y más
allá hasta el Golfo de México y la costa oeste de la península de Yucatán. El jade,
la cerámica fina y las plumas de quetzal eran importantes productos comerciales
de la élite. Los productos comerciales más básicos pueden haber incluido la
obsidiana, la sal, y el cacao.

Colapso maya del periodo Clásico

Artículo principal: Colapso maya

Chichen Itzá una de las ciudades más importantes en la región maya norte.

Durante el siglo IX, la región central maya sufrió un gran colapso político, marcado
por el abandono de las ciudades, el final de las dinastías y un desplazamiento del
foco de actividad hacia el norte. Este descenso coincidió con el cese de las
inscripciones monumentales y de la construcción arquitectónica a gran escala.
Ninguna teoría universalmente aceptada explica este colapso, pero es probable
que fuese el resultado de una combinación de factores, incluyendo la guerra
endémica interna, la sobrepoblación que resultó en una degradación
ambiental grave, y la sequía. Durante este período, conocido como el Clásico
Terminal, las ciudades septentrionales de Chichén Itzá y Uxmal mostraron un
aumento de actividad. Las principales ciudades en el norte de la península de
Yucatán continuaron siendo habitadas mucho tiempo después de que las ciudades
de las tierras bajas del sur dejaran de levantar monumentos.

Hay evidencia de que la población maya sobrepasó la capacidad de carga del


medio ambiente, dando lugar al agotamiento de los recursos agrícolas como
la degradación del suelo, la deforestación y la caza excesiva de la megafauna.
Una larga sequía de 200 años parece haber ocurrido en la misma época. La
organización social maya del periodo Clásico se basaba en la autoridad ritual del
gobernante, en lugar de un control central del comercio y distribución de
alimentos. Este modelo de gobierno no estaba bien estructurado para responder a
cambios fundamentales, ya que la libertad de acción del gobernante se limitaba a
respuestas tradicionales. Los gobernantes respondieron en una forma
culturalmente delimitada, mediante la intensificación de actividades tales como la
construcción, los rituales y la guerra. Esto fue contraproducente y sólo sirvió para
exacerbar los problemas sistémicos.

Para los siglos IX y X, esto se tradujo en el colapso del sistema de gobernación


basado en torno al poder divino del señor gobernante. En el norte de Yucatán, el
reinado individual fue reemplazado por un consejo de gobierno formado a partir de
linajes de la élite. En el sur de Yucatán y el centro de Petén, hubo un declive
general de los reinos; en Petén occidental y algunas otras áreas, los cambios
fueron catastróficos y dieron lugar a la rápida despoblación de las ciudades.
Dentro de un par de generaciones, grandes extensiones de la zona central maya
fueron casi totalmente abandonadas. Un colapso relativamente rápido afectó a
porciones de la zona sur maya que incluía el sur de la península de Yucatán, el
norte de Chiapas y Guatemala, y el área alrededor de Copán en Honduras. Las
ciudades más grandes tenían poblaciones que sumaban 50.000 a 120.000
habitantes y estaban vinculados a las redes de ciudades subsidiarias. Tanto las
capitales y sus centros secundarios fueron generalmente abandonados en un
plazo de 50 a 100 años.

A finales del siglo VIII, la guerra endémica había envuelto a la región


de Petexbatún, Petén, lo que resultó en el abandono de Dos Pilas y Aguateca.
Uno por uno, muchas otras grandes ciudades dejaron de esculpir monumentos
fechados y fueron abandonados; los últimos monumentos de Palenque, Piedras
Negras y Yaxchilán fueron fechados entre 795 y 810, y en las décadas
siguientes, Calakmul, Naranjo, Copán, Caracol y Tikal cayeron todos en el olvido.
La última fecha de cuenta larga fue inscrita en Toniná en 909 d. C.. Las estelas ya
no fueron levantadas, y ocupantes ilegales se instalaron en los palacios reales
abandonados. Las rutas comerciales de Mesoamérica cambiaron y excluyeron a
Petén.
Periodo Posclásico (950-1539 d. C.)
Zaculeu era la capital posclásica del reino Mam en las tierras altas de Guatemala.

Hacia el comienzo del siglo X, con el inicio del colapso del periodo Clásico
Terminal, las grandes ciudades que dominaban Petén habían caído en la ruina. A
pesar de ser mucho más reducida, una significativa presencia maya permaneció
durante el periodo Posclásico, después del abandono de las ciudades durante el
Clásico Terminal; la población se concentró principalmente cerca de las fuentes de
agua permanentes. A diferencia de los ciclos de contracción anteriores en la
región maya, las tierras abandonadas no fueron rápidamente reasentadas durante
el Posclásico. El centro de actividad se trasladó a las tierras bajas del norte y las
tierras altas mayas; es posible que esto haya coincidido con la migración desde
las tierras bajas del sur, ya que muchos grupos del Posclásico maya tenían mitos
sobre migraciones.  Chichén Itzá surgió como una prominente ciudad en el norte
durante el siglo VIII, coincidente con los abandonos que se produjeron en el sur, lo
que sugiere el involucramiento de factores económicos y políticos en el colapso.
Chichén Itzá se convirtió en lo que fue probablemente la más grande, potente y
cosmopolita de todas las ciudades mayas. Chichén Itzá y sus
vecinos Puuc declinaron drásticamente en el siglo XI, y esto puede representar el
episodio final del colapso del período Clásico. Después de la caída de Chichén
Itzá, la región maya carecía de un poder dominante hasta el surgimiento de la
ciudad de Mayapán en el siglo XII. Nuevas ciudades surgieron cerca de las costas
del Caribe y del golfo de México, y se formaron nuevas redes de comercio.

El Período Posclásico estuvo marcado por una serie de cambios que distinguían a
sus ciudades de las de la época clásica anterior. La gran ciudad
de Kaminaljuyú en el Valle de Guatemala fue abandonada después de un periodo
de ocupación continua que se extendió por casi dos mil años. Esto fue sintomático
de los cambios que estaban barriendo a través de las tierras altas y la llanura de la
costa del Pacífico, en los cuales las ciudades situadas en terrenos expuestos
fueron reubicadas, al parecer debido a una proliferación de la guerra. Las
ciudades pasaron a ocupar lugares ubicados en cumbres, rodeados de profundos
barrancos que facilitaron su defensa, y a veces con defensas compuestas de
zanjas y paredes para complementar la protección proporcionada por el terreno.
Defensas amuralladas han sido identificadas en un gran número de sitios en el
norte, incluyendo Chacchob, Chichén Itzá, Cuca, Ek Balam,
Mayapán, Muna, Tulum, Uxmal y Yaxuná. Una de las ciudades más importantes
de las tierras altas de Guatemala en este momento era Q'umarkaj, la capital del
beligerante reino quiché. Por lo general los Estados mayas del Posclásico, desde
Yucatán hasta las tierras altas de Guatemala, fueron organizados bajo una forma
de gobierno conjunto o consejo de gobierno. Sin embargo, en la práctica uno de
los miembros del consejo podría actuar como gobernante supremo, con los demás
miembros sirviéndole como asesores.

Mayapán era una importante ciudad durante el Posclásico en el norte de


la península de Yucatán.

Mayapán fue abandonado alrededor de 1448, después de un período de


turbulencia política, social, y ambiental, que en muchos aspectos hizo eco del
colapso del periodo Clásico en la región sur. El abandono de la ciudad fue seguido
por un período de guerra prolongada en la península de Yucatán, que sólo terminó
poco antes del contacto con los españoles en 1511. Incluso sin una capital
regional dominante, los primeros exploradores españoles informaron sobre
ciudades costeras ricas y mercados florecientes.

Durante el Posclásico Tardío, la península de Yucatán estaba dividida en varias


provincias independientes que compartían una cultura común, pero variaban en su
organización sociopolítica interna. Dos de las provincias más importantes
eran Maní y Sotuta, que eran mutuamente hostiles. En el momento del contacto
con los españoles, las entidades políticas en el norte de la península de Yucatán
incluyeron Maní, Cehpech, Chakan, Ah Kin
Chel, Cupul, Chikinchel, Ecab, Uaymil, Chetumal, Cochuah, Tases, Hocabá, Sotut
a, Chanputun (Champotón moderna), y Acalan. Un número de entidades políticas
y grupos habitaban la parte sur de la península abarcando la cuenca del Petén,
Belice, y las zonas circundantes, incluyendo los quejaches, itzaes,  couohes,
yalain, chinamitas e icaichés, choles del Manché y mopán.
Los lacandones de habla cholano (no confundirse con los habitantes modernos de
Chiapas con ese nombre) controlaban el territorio a lo largo de los afluentes del río
Usumacinta, que abarca el este de Chiapas y el suroeste de Petén.

En vísperas de la conquista española, las tierras altas de Guatemala fueron


dominadas por varios poderosos estados mayas. En los siglos anteriores a la
llegada de los españoles, los quichés (k'iche') habían construido un pequeño
imperio que cubría una gran parte del altiplano occidental de Guatemala y la
llanura costera del Pacífico. Sin embargo, a finales del siglo XV los kaqchikeles se
rebelaron contra sus antiguos aliados quichés y fundaron un nuevo reino hacia el
sureste, con Iximche como su capital. En las décadas anteriores a la invasión
española, el reino kaqchikel estaba erosionando constantemente al reino de los
quichés. Otros grupos del altiplano incluyeron a los zutuhil (tz'utujil) alrededor
del lago de Atitlán, los mam en el altiplano occidental, y los poqomam en las
tierras altas orientales. Las tierras altas centrales de Chiapas estaban ocupadas
por un gran número de pueblos mayas, incluyendo los tzotziles, que fueron
divididos en varias provincias, y los tojolabales.
Periodo de contacto y conquista española (1511-1697 d. C.)

Artículos principales: Conquista española de los


mayas, Chiapas, Guatemala, Petén y Yucatán.

Véanse también: Conquista de México y Colonización de América.

Una página del Lienzo de Tlaxcala mostrando la conquista de Iximche, conocida


como Cuahtemallan en Nahuatl.

En 1511, una carabela española naufragó en el Caribe, y alrededor de una docena


de sobrevivientes tocó tierra en la costa de Yucatán. Ellos fueron capturados por
un señor maya, y la mayoría fueron sacrificados, aunque dos lograron escapar. De
1517 a 1519, tres expediciones españolas separadas exploraron la costa de
Yucatán, y participaron en una serie de batallas con los habitantes mayas.
Después de que la capital azteca Tenochtitlan cayó bajo el dominio español en
1521, Hernán Cortés envió a Pedro de Alvarado a Guatemala con una caballería
de 180 hombres montados, 300 soldados, 4 cañones y miles de guerreros aliados
del centro de México; los cuales llegaron a Soconusco en 1523. La capital
quiché, Q'umarkaj, cayó ante Alvarado en 1524. Poco después, los españoles
fueron invitados como aliados en Iximché, la capital kaqchikel. Las buenas
relaciones no duraron, debido a las demandas excesivas españolas para el oro
como tributo, y la ciudad fue abandonada unos meses más tarde. Esto fue
seguido por la caída de Zaculeu, la capital mam, en 1525.  Francisco de Montejo y
su hijo, Francisco de Montejo el Mozo, lanzaron una larga serie de campañas en
contra de las entidades políticas mayas de la península de Yucatán en 1527, y
finalmente completaron la conquista de la parte norte de la península en 1546.
Sólo los reinos mayas de la cuenca del Petén se mantuvieron independientes. En
1697, Martín de Urzúa lanzó un asalto contra Nojpetén, la capital itzá, que culminó
en la caída de la última ciudad maya independiente.

Persistencia de la cultura maya]

La conquista española eliminó la mayor parte de los rasgos definitorios de la


civilización maya. Sin embargo, muchas aldeas mayas se mantuvieron alejados de
la autoridad colonial española, y en gran medida continuaron manejando sus
propios asuntos. Las comunidades rurales mayas, y la familia nuclear,
mantuvieron su vida diaria tradicional. El cultivo de alimentos básicos, como el
maíz y frijoles, continuó, aunque la producción agrícola se mejoró con la
introducción de herramientas de acero. También se mantuvo la producción de la
artesanía tradicional, como el tejido, la cerámica y la cestería.
Los mercados comunitarios y el comercio de productos locales continuaron mucho
tiempo después de la conquista. Ocasionalmente, la administración colonial
fomentó la economía tradicional con el fin de extraer tributo en la forma de
cerámica o textiles de algodón, aunque, por lo general, estos fueron elaborados a
las especificaciones europeas. Las creencias y los idiomas mayas persistieron, a
pesar de los grandes esfuerzos de cambiarlas por parte de los misioneros
católicos. El tzolk'in, el calendario ritual de 260 días, sigue en uso en las
comunidades mayas modernas en las tierras altas de Guatemala y Chiapas, y
millones de hablantes de idiomas mayas habitan en el territorio en el que sus
antepasados desarrollaron su civilización.

Investigación de la civilización maya

Dibujado por Frederick Catherwood en el complejo de Uxmal

Desde el siglo XVI en adelante, los soldados españoles, el clero y administradores


estaban familiarizados con la historia y las creencias de los mayas precolombinos.
Los agentes de la Iglesia católica escribieron relatos detallados de los mayas para
apoyar sus esfuerzos de evangelización y de absorción en el Imperio español.
Incluso los escritos del obispo Diego de Landa del siglo XVI, que había quemado
una gran cantidad de libros mayas, contienen muchos detalles de la cultura maya,
incluyendo sus creencias y prácticas religiosas, el calendario maya, aspectos de
su escritura glífica, y la historia oral. Esto fue seguido por varios sacerdotes
españoles y funcionarios coloniales que dejaron descripciones de las ruinas que
visitaron en Yucatán y América Central. Estos primeros visitantes eran muy
conscientes de la asociación entre las ruinas y los habitantes mayas de la región.

En 1839, el viajero y escritor estadounidense John Lloyd Stephens, familiarizado


con las investigaciones españolas anteriores, visitó a Uxmal, Copán, Palenque, y
otros sitios, con el arquitecto y dibujante inglés Frederick Catherwood. Sus relatos
ilustrados de las ruinas provocaron gran interés popular para la región y el pueblo
maya, y trajeron la civilización maya a la atención del mundo. Sus relatos fueron
recogidos por anticuarios del siglo XIX, como Augustus Le Plongeon y Désiré
Charnay, quien atribuyó las ruinas a las civilizaciones del Viejo Mundo, o
continentes hundidos. A finales del siglo XIX se vio el registro y la recuperación de
los cuentos etnohistóricos de los mayas, y los primeros pasos en el desciframiento
de los glifos mayas.
1892 fotografía del templo de Kukulkán ("El castillo") en Chichen Itzá, tomada
por Teoberto Maler.

Durante las dos últimas décadas del siglo xix se inició la arqueología científica
moderna en la región maya, con el trabajo minucioso de Alfred
Maudslay y Teoberto Maler. Sitios como Altar de Sacrificios, Coba, Ceibal, y Tikal,
fueron desmontados y sus ruinas dibujadas y fotográfiadas. A principios del siglo
XX, el Museo Peabody decidió patrocinar excavaciones en Copán y en la
península de Yucatán,116 y los artefactos fueron llevados fuera de la región para
ser incluidos en la colección del museo. En las dos primeras décadas del siglo XX,
se lograron avances en el desciframiento del calendario maya, así como en la
identificación de las deidades, fechas, y conceptos religiosos.  Sylvanus
Morley inició un proyecto para documentar cada monumento maya e inscripción
glífica conocida, registrando los textos de monumentos que, en algunos casos,
han sido destruidos posteriormente. El Instituto Carnegie patrocinó excavaciones
en Copán, Chichén Itzá, y Uaxactún, y sentó la base de los estudios mayas
modernos. A partir de la década de 1930 en adelante, el ritmo de exploración
arqueológica aumentó considerablemente, y se llevaron a cabo excavaciones a
gran escala en toda la región maya.

Sin embargo, en muchos lugares, las ruinas mayas fueron cubiertas por la selva,
llegando a ser lo suficientemente densa como para ocultar de un observador las
estructuras arquitectónicas, incluso a pocos metros de distancia. Para encontrar
las ruinas no identificadas, los investigadores han recurrido a imágenes de satélite,
con el fin de observar el espectro visible y la región espectral del infrarrojo
cercano. Debido a su construcción de piedra caliza, los monumentos afectaron la
composición química del suelo mientras se deterioraban; algunas plantas amantes
de la humedad son totalmente ausentes, mientras que otras fueron exterminadas
o descoloradas.

En la década de 1960, el distinguido mayista J. Eric S. Thompson promovió la idea


que las ciudades mayas serían centros ceremoniales esencialmente vacantes que
servían a una población dispersa en la selva, y que la civilización maya hubiera
sido regida por sacerdotes-astrónomos pacíficos. Estas ideas surgieron de la
limitada comprensión de la escritura maya en el momento; y comenzaron a
derrumbarse con los importantes avances en el desciframiento de la escritura en
el siglo XX, iniciados por Heinrich Berlin, Tatiana Proskouriakoff, y Yuri Knorozov.
Con los avances en la comprensión de la escritura maya que se lograron desde la
década de 1950 en adelante, los textos revelaron las actividades bélicas de los
reyes mayas clásicos, y ya no podía sostenerse la idea de que los mayas fuesen
pacíficos. Investigaciones detalladas del patrón de asentamiento de las ciudades
mayas revelaron evidencia de grandes poblaciones urbanas, poniendo fin al
modelo del centro ceremonial vacante.

NUESTRA HISTORIA, NUESTRA INDEPENDENCIA


El 15 de septiembre de 1821 es un día memorable para nuestra Nación, cuando
representantes de las provincias centroamericanas declararon a Guatemala
independiente de España y conformaron una Junta Gubernativa Provisional que
firmó el acta de soberanía, que fue el camino para convertir a Guatemala en un
país libre y soberano.

Cuando se cumplen 199 años de la firma del acta, historiadores y políticos


consideran conveniente y necesario pensar en lo trascendental que ha sido para la
vida política y democrática para el país.

Según los historiadores, las acciones que precipitaron los acontecimientos del 15
de septiembre de 1821 en la Capitanía General de Guatemala, en donde se
redacta el Acta de la Independencia de Guatemala y la de Centroamérica,
destacan la invasión de Napoleón Bonaparte a España, que generó la caída de la
monarquía española en 1808.

Así mismo, en 1810, representantes de América y España se reúnen en las Cortes


de Cádiz y para 1812 surge una Constitución democrática, que el Rey Fernando
VII veta al asumir de nuevo el trono.

Otro motivo fue el descontento de los criollos, es decir, los hijos de españoles
nacidos en América, ya que éstos no tenían acceso al poder político que estaba
destinado a los nacidos en España y las ideas de la Ilustración, que consignaban
las ideas de igualdad, fraternidad y libertad comercial, y de pensamiento, por lo
tanto, iban en contra de las monarquías absolutas.

LA CAPITANÍA GENERAL

La república de Centroamérica, antes Reino de Guatemala, era una Capitanía


General Independiente bajo el sistema colonial. En 1820 ejercía el gobierno de sus
provincias en calidad de presidente y capitán general el teniente general Carlos de
Urrutia, cuando se restableció la Constitución española de 1812.

Este restablecimiento dio dos fuertes partidos que tomaron pretexto en las
elecciones populares de aquel año para diputados y municipales. El partido liberal
tendía a la independencia, y sus candidatos eran independientes; el de oposición
era el de los españoles europeos.
Los peligros a que estaba expuesta la tranquilidad pública persuadieron a la
diputación provincial de Guatemala que el general Urrutia por su avanzada edad y
por sus achaques era incapaz de gobernar, y le obligó a delegar los mandos en el
inspector general don Gabino Gaínza, que acababa de llegar de España. Gaínza
entró a ejercer el gobierno en marzo de 1821.

LOS SUCESOS PREVIOS

En 1821 todo el Reino de Guatemala estaba pacíficamente sometido al gobierno


español; no se ocupaban las autoridades y los pueblos sino de las innovaciones
que producía el sistema constitucional, la libertad de la imprenta y la exaltación de
los partidos, que nacían en las elecciones populares, extendían la opinión a favor
de la independencia.

Los independientes celebraban juntas en Guatemala, pero no tenían recursos ni el


valor necesario para insurreccionarse contra el gobierno; todo lo esperaban de los
progresos que hiciera en México el Plan de Iguala o Plan de Independencia. Así
mismo, no todos los independientes estaban conformes en el sistema de gobierno
proclamado por Iturbide, y mucho menos por la dinastía llamada al trono
mexicano  pero entonces sólo se trataba de independencia, reservando cada uno
su opinión en cuanto a las formas de gobierno.

El 13 de septiembre se recibieron en Guatemala las actas de Ciudad Real de


Chiapas y otros pueblos de aquel Estado adhiriéndose al Plan de Iguala; los
progresos que hacía el ejército daban toda su fuerza a los pronunciamientos de
Chiapas, que por sí misma nunca tuvo importancia política en aquel reino.

El síndico del ayuntamiento de Guatemala don Mariano Aycinena, pidió una sesión
extraordinaria para presentar en ella una petición con el objeto de que se
proclamase la independencia.

HISTÓRICO CONGRESO

El 29 de marzo de 1823, el general Vicente Filísola, consultando solamente con


los jefes y oficiales de la guarnición de Guatemala, expidió un decreto razonado
convocando el Congreso de Guatemala con arreglo al acta de 15 de septiembre
de 1821 anulada por la incorporación a México, para que este Congreso decidiese
con vista de las circunstancias sobre la suerte de aquellas provincias.

El primer Congreso constitucional se instaló en Guatemala el 6 de febrero de


1825, y muchos de sus miembros lo habían sido de la Asamblea constituyente.
INTRODUCCIÓN

La civilización maya habitó una vasta región denominada Mesoamérica, en el


territorio hoy comprendido por cinco estados del sureste de México que son,
Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en América Central, en
los territorios actuales de Belice, Guatemala, Honduras, y El Salvador, con una
historia de aproximadamente 3.000 años.

Los mayas hicieron grandes e impresionantes construcciones desde el Preclásico


medio y grandes ciudades como Nakbé, El Mirador, San Bartolo, Cival, localizadas
en la Cuenca del Mirador, en el norte del Petén, y durante el Clásico, las
conocidas ciudades de Tikal, Quiriguá,Palenque, Copán, Río Azul, Calakmul,
Comalcado y muchos otros sitios en el área. Se puede clasificar como un imperio,
pero no se sabe si al momento de colonizar impusieron su cultura o si fue un fruto
de su organización en ciudades-estado independientes cuya base eran la
agricultura y el comercio. Los monumentos más notables son las pirámides que
construyeron en sus centros religiosos, junto a los palacios de sus gobernantes y
los palacios, lugares de gobierno y residencia de los nobles, siendo el mayor
encontrado hasta ahora el de Cancuén, en el sur del Petén, muchas de cuyas
estructuras estaban decoradas con pinturas murales y adornos de estuco. Otros
restos arqueólicos importantes incluyen las losas de piedra tallada usualmente
llamadas estelas (los mayas las llamaban Tetún, o “tres piedras”), que describen a
los gobernantes junto a textos logográficos que describen sus genealogías,
victorias militares, y otros logros. La cerámica maya está catalogada como de las
más variadas, finas y elaboradas del mundo antiguo.

Los mayas participaban en el comercio a larga distancia en Mesoamérica, y


posiblemente más allá. Entre los bienes de comercio estaban el jade, el cacao, el
maíz, la sal y la obsidiana.
CONCLUSIÓN

La cultura Maya fue una de las culturas más importantes de américa.

Los mayas compartían muchos aspectos con la cultura azteca, pero aún así eran
únicos en cultura y como civilización.

En cuanto a cultura observamos los números mayas, estos estaban formados por
tres símbolos. El punto que representaba la unidad, la línea horizontal que
representaba cinco y la concha que representaba el cero.

El calendario maya es más exacto incluso que el actual y lo pudimos conocer a


fondo en este sitio.

Como pudimos observar en nuestro sitio, los Mayas estaban organizados


socialmente de una manera muy especial, en la que había cabida para un Rey
incluso para esclavos.

Practicaron los sacrificios humanos para satisfacer a los Dioses, Mataban a


personas como tributo a los sumos reyes.

Los mayas se incrustaban piedras preciosas en los dientes con lo que implicaba
todo el dolor de aquello.

La cultura Maya, por lo tanto, fue una cultura adoradora que creía en la vida
después de la muerte.

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