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Asignatura:

Ergonomia

Catedratico:
Ing. Wilfredo Carpio

Alumna:
Diane Paz Fernandez
Numero de Cuenta:
201710010552

Campus:
San Pedro Sula

Fecha:
31-03-2020
Índice

-Introducción

-Objetivos

-Contenido

-Conclusión

-Bibliografía
Introducción
El presente informe habla sobre la fatiga laboral, cuales son los síntomas, que efectos
produce y cual es forma de prevenir la fatiga. Al estudiar los riesgos ergonómicos y
psicosociales, nos encontramos con una referencia constante a la fatiga, en sus
distintas modalidades física, mental, emocional y sensorial. Ésta se hace presente bien
como desencadenante de dificultades, lesiones o enfermedades o bien como
consecuencia de ellas, y va ligada habitualmente al esfuerzo, puntual o sostenido.
Objetivos
Describir la conceptualización de fatiga laboral, los factores contribuyentes, tipa; de
fatiga, sus efectos sobre la salud y el rendimiento laboral y formas de medición que
orienten la elaboración de un instrumento para la evaluación de fatiga laboral en un
puesto de trabajo.

Identificar los efectos que produce la fatiga laboral sobre la salud del trabajador y las
formas de prevenirlos.
Que es fatiga Laboral.
La fatiga laboral, es aquella que se origina en la relación persona - trabajo. La persona
no puede separarse del trabajador (es la persona misma quien trabaja, se relaciona con
sus amigos, disfruta y sufre, descansa, tiene un sueño reparador o se fatiga más aún) y
determinadas actitudes, vivencias o experiencias fuera del ámbito estrictamente laboral
van a condicionar tanto que se origine fatiga como la forma en que va a ser percibida.
De este modo habría al menos dos vías de intervención en la prevención de la fatiga: de
un lado las técnicas y estrategias centradas en la persona, de
otra las centradas en las condiciones de trabajo y su organización e incluso las que
pusieran su acento en la interacción de una y otra. Desde el punto de vista de la
institución, organización o empresa donde la persona desarrolle su trabajo será
necesario identificar cuáles son las características de las condiciones de trabajo o de su
organización que incrementan la fatiga para implantar medidas de prevención que
puedan aminorarla. Estas medidas no tienen por qué ser específicas, sino que al adoptar
aquellas otras que permiten eliminar o minimizar los riesgos estaríamos también
reduciendo los efectos de dichas condiciones de trabajo sobre la fatiga del trabajador.
Así, por ejemplo, si cuando utilizamos pantallas de visualización de datos adoptamos las
posturas adecuadas, disponemos de un asiento que reúna los requisitos ergonómicos,
la pantalla y el resto de los útiles de trabajo están dispuestos correctamente, las
condiciones ambientales son confortables y ajustadas a la exigencia de la tarea, los
programas que manejamos son intuitivos y fácilmente utilizables, gozamos de autonomía
que nos permita planificar nuestro trabajo y nuestras pausas y contamos con apoyo
social en el grupo de trabajo, no solo estaremos interviniendo sobre aspectos
ergonómicos y psicosociales, sino que, al hacerlo, prevenimos así mismo la posible fatiga
física, sensorial, mental y emocional. Además de esto, también se pueden desarrollar
acciones centradas en la persona, como el entrenamiento en estrategias y habilidades
de gestión del cansancio.

Características que se encuentran en común en los


diferentes tipos de fatiga:
Generalmente se traduce en una disminución de la capacidad de respuesta o de acción
de la persona.
Es un fenómeno multicausal, aunque se pueda encontrar que en su origen pese más
un factor concreto.
Afecta al organismo como un todo (físico y psíquico) y en grado diverso, dado que se
percibe de manera personal.
Sus elevados aspectos subjetivos y psicosomáticos.
Su dificultad reparadora.
Su tendencia para hacerse crónica y persistente.
Su implicación a todos los niveles profesionales.
Es un mecanismo regulador del organismo, de gran valor adaptativo, por cuanto nos
indica cuándo es necesario parar para descansar.

Las dificultades surgen cuando se mantiene independientemente de esta necesidad de


adaptación o cuando no nos resulta posible recuperamos adecuadamente de ella.
Entonces hablamos de fatiga crónica. De ahí la importancia que adquiere para la
prevención de los efectos negativos el diseño adecuado de condiciones, espacios y
herramientas y, en general la adaptación del trabajo a la persona, así como la escucha
del propio cuerpo.

Cómo se manifiesta
La fatiga se manifiesta en función de factores situacionales y características personales
y tienen siempre, además de unos efectos funcionales, un sustrato corporal subjetivo:
dolores de cabeza o musculares, picor de ojos, embotamiento, coraza tensional,
torpeza en los movimientos… Es decir, cada uno la experimentamos de nuestra propia
manera, en nuestro propio cuerpo y según la situación. Ese es el motivo de que se
encuentren diferencias entre unas personas y otras y en diferentes momentos de la
misma persona en cuanto a las formas y la intensidad de sentir la fatiga.

Cuáles son las diferentes formas de presentación de la fatiga.

Fatiga Física
En este caso, la fatiga se debe, bien a una tensión muscular estática, dinámica o
repetitiva, bien a una tensión excesiva del conjunto del organismo, o bien a un esfuerzo
excesivo del sistema psicomotor. Estos esfuerzos excesivos pueden estar causados
por:
 Factores dependientes de una incorrecta organización del trabajo.
 Factores dependientes del mismo individuo: defectos visuales, lesiones
esqueléticas preexistentes.
 Condiciones ergonómicas y ambiente de trabajo no satisfactorios.
Se trata de la disminución de la capacidad física del individuo después de haber
realizado un trabajo durante un tiempo determinado. La fatiga constituye un fenómeno
complejo que se caracteriza porque el trabajador:

 Baja el ritmo de actividad.


 Nota cansancio.
 Los movimientos se hacen más torpes e inseguros.
 Aparece una sensación de malestar e insatisfacción.
 Disminuye el rendimiento en cantidad y calidad.

La máxima cantidad de trabajo que puede realizar un músculo estará determinada por
el ritmo de trabajo, la tensión muscular y la circulación sanguínea. Por tanto, la
aparición de la fatiga estará relacionada con el mantenimiento de la irrigación y, en
definitiva, con el aporte de oxígeno al músculo.

Las exigencias físicas de trabajo que sobrepasen las capacidades del individuo
(sobrecarga de trabajo), pueden llevar a la situación de fatiga muscular. Si esta se
mantiene durante un tiempo, puede afectar no solo a los músculos directamente
implicados en la realización del trabajo, sino también a aquellos otros que no han
intervenido en el trabajo e incluso al propio sistema nervioso. De esta manera, se
pasaría de una situación de fatiga normal, con deterioro pasajero de la capacidad de
trabajo de determinadas partes del cuerpo, que es fácilmente reversible mediante la
introducción de descansos, a una situación de fatiga crónica o patológica, difícilmente
reversible y que supone graves repercusiones para el cuerpo humano.

El incremento de la frecuencia o la reducción del tiempo de los ciclos de trabajo, genera


síntomas de fatiga, dolor y tensión muscular. Más aún, el trabajo repetitivo puede
causar daño directo a los tendones, al someterlos a constantes contracciones y
elongaciones, así como también, incrementar la probabilidad de la fatiga de los tejidos,
al reducir las posibilidades de recuperación.

Los episodios repetidos de este tipo de trastornos pueden producir inflamación de los
tejidos blandos y reducción de la movilidad articular. Si la sobrecarga del trabajo afecta
a nervios, los síntomas pueden estar acompañados de pérdida de sensibilidad táctil y
sensación de adormecimiento de las extremidades.

En caso de exposiciones prolongadas a trabajo repetitivo, las personas pueden


desarrollar trastornos músculo-esqueléticos con incapacidad irreversible. Un claro
ejemplo de ello es el síndrome del túnel carpiano, característico de aquellas actividades
en las que se realizan movimientos repetitivos durante una parte importante de la
jornada laboral. Es el caso de los usuarios de pantallas de visualización de datos.
Fatiga Mental
Suele padecerse en trabajos que van acompañados de sedentarismo postural. Se trata
de actividades en apariencia cómodas, pero con carga física debido a que se
mantienen posturas estáticas, con frecuencia incorrectas o forzadas y con escaso
movimiento. Son tareas que exigen tratamiento de información y aplicación de
funciones cognitivas en intensidad variable (actividades mentales de comprensión,
razonamiento, solución de problemas; movilización de recursos como la atención, la
concentración, la memoria, etc.). Las molestias y el cansancio ponen de manifiesto el
desgaste que suponen y contradicen la creencia de que son trabajos
descansados. Junto con la fatiga mental, que puede desembocar en estrés, dan lugar a
trastornos musculo esqueléticos. Ambos, estrés y trastornos musculo esqueléticos
están siendo en Europa las principales causas de baja por enfermedad.

Son similares a la fatiga mental la hipo vigilancia, la sensación de monotonía y la


saturación mental por sobrestimación. En términos generales, estas desaparecen
cuando se producen cambios en la tarea o en las condiciones de trabajo. En cuanto a
la recuperación al cabo de la jornada, el sueño es el principal elemento reparador.

La monotonía es un estado de activación reducida, de lenta evolución, que puede


aparecer en el desarrollo de tareas largas, uniformes, repetitivas. Se asocia a la
somnolencia, disminución y fluctuación del rendimiento, y variabilidad de la frecuencia
cardíaca.

Es necesario tener en cuenta que, en algunas profesiones, las consecuencias de los


errores pueden ser graves, lo que incrementa el estado de tensión de la persona al
atender estos estímulos y, por tanto, los efectos de la fatiga. La relación, pues, entre
estrés y fatiga es directa: a mayor nivel de estrés, más esfuerzo y, en consecuencia,
más fatiga. A la inversa también se observa esta relación. Cuando existe sensación de
cansancio, las exigencias pueden generar estrés.

Otros tipos de fatiga


La fatiga de trabajo manual aparece en aquellos trabajos donde predominan los
esfuerzos físicos y que se caracterizan por procesos mecánicos, automáticos,
repetitivos, rutinarios, donde hay una reducción de la autonomía del trabajador y hay un
empobrecimiento de tareas que origina una infra estimulación sensorial y cognitiva.

La fatiga de trabajo predominantemente sensorial ocurre en aquellos trabajos cuya


demanda sensorial es elevada, por ejemplo, vista u oído. En algunas actividades, como
las que requieren el uso de pantallas de visualización de datos, se sumaría a la fatiga
física derivada del estatismo postural y la adopción de posturas inadecuadas, la fatiga
visual y la mental. También es posible que se pueda dar fatiga emocional en relación
con los aspectos psicosociales del trabajo.

La fatiga nerviosa está vinculada a actividades de carácter muy repetitivo y con un


ritmo de producción muy rápido.

La fatiga psicológica se generaría en trabajos que exigen mucha responsabilidad y


rapidez en la toma de decisiones.

La fatiga informativa se origina cuando el volumen de información es creciente y resulta


inmanejable y se considera propia de altos directivos.

La fatiga ocasionada por trabajos predominantemente emocionales: el síndrome del


trabajador quemado constituye un claro ejemplo de este tipo de fatiga. El trabajador
debe responder a las demandas de clientes, alumnos, pacientes… con fuertes
exigencias emocionales que siente que no puede atender, distanciándose él mismo de
un trabajo que en principio vivía con ilusión. Este tipo de fatiga se caracteriza por
despersonalización y actitud cínica desarrolladas como defensa ante la propia
frustración que se experimenta. En definitiva, es la situación en la que los trabajadores
sienten que ya no pueden dar más de sí mismos, que sus recursos emocionales están
agotados. También se conoce como Síndrome de Burnout, característico de
profesiones asistenciales, sanitarias y educativas.

Los principales mecanismos del cuerpo


humano afectados son:
 El Sistema circulatorio.

 El aparato digestivo.

 El Sistema nervioso.

 El Sistema muscular.

 El aparato respiratorio.

Los síntomas que provoca la fatiga pueden dividirse en las siguientes categorías:

 Síntomas fisiológicos: la fatiga se interpreta como una disminución de la función


de los órganos o del organismo completo. Pueden producirse reacciones fisiológicas,
como el aumento de la frecuencia cardíaca o de la actividad eléctrica muscular.
 Síntomas conductuales: la fatiga se interpreta, principalmente, como una
disminución de los parámetros del rendimiento. Entre los ejemplos está el aumento
en el número de errores cuando se realizan ciertas tareas o un aumento en la
variabilidad del rendimiento.

 Síntomas psicofísicos: la fatiga se interpreta como un aumento en la sensación de


agotamiento y un deterioro sensorial, dependiendo de la intensidad, la duración y la
composición de los factores de estrés.

Una de las dificultades que se presentan al tratar la fatiga es su medición. Otro problema,
es el grado de tolerancia del individuo frente a la misma. Además, existen muchas
variables exteriores al trabajo, que contribuyen a la fatiga del trabajador, pero estas son
en gran parte de tipo personal y están, por tanto, fuera de la capacidad de acción del
empresario. Por esta razón, las medidas recomendadas para prevenir la fatiga, combinan
acciones organizacionales e individuales, cuestión que veremos en nuestro próximo
post.

Consecuencias de la fatiga
 Mayor probabilidad de accidentes laborales.
 Mayor absentismo de los trabajadores fatigados.
 Incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
 Disminución del estado de alerta y vigilancia aun durante turnos diurnos.
 Reducción de discriminación visual y auditiva,
 Incremento de los errores de memoria
 Posible transformación en el síndrome de fatiga crónica de difícil solución médica
y con recaídas frecuentes
 Estrés, desmotivación, desarrollo de diferentes patologías.

Que efectos produce la fatiga laboral sobre la salud


del trabajador.
La fatiga no controlada puede degenerar en fatiga patológica, cuyas consecuencias son
de diversa índole. Chauchard (14) señala que, a nivel individual, el efecto más
importante de la fatiga, es el desarreglo funcional de los centros reguladores
hipotalámicos que perturba la homeostasis corporal y trae como consecuencia diversas
lesiones a nivel de sistemas y órganos, lo mismo que a nivel emocional. La fatiga
fisiológica es una voz de alarma o un indicador que debe ser tenido en cuenta para
mantener un trabajo humanizante y acorde con las capacidades del individuo; de lo
contrario, puede producir como lo expresa Douglas (6) problemas irreversibles a nivel
sensorial, como alteraciones visuales y auditivas. A nivel psíquico puede producir una
disminución en la atención y en la memoria y por consiguiente un rendimiento
intelectual pobre, una disminución en la percepción sensorial y de la capacidad de
reacción, alteraciones de la relación con el medio ambiente social: irritabilidad,
agresividad y alteraciones psicosomáticas. Se produce además una disminución de los
mecanismos automáticos y de la disposición volitiva para la defensa contra los
accidentes. Las acciones que comúnmente e denominan "actos inseguros", son
generalmente el resultado de una fatiga neuromuscular que produce alteraciones en la
coordinación de los movimientos y de los movimientos reflejos. En cualquier tipo de
fatiga resulta evidente una disminución de la capacidad funcional del individuo. El
trabajador que no puede tomar los descansos oportunos y el reposo adecuado para
eliminar la fatiga normal y recuperar sus capacidades, caerá paulatinamente en la
fatiga crónica y el desgaste que además de hacer al organismo más vulnerable a las
enfermedades, provoca un envejecimiento prematuro y hasta la muerte precoz.

Identifica los síntomas de la fatiga laboral


Un buen descanso es un elemento clave para ser productivo durante el día.

Es posible que en algunas ocasiones hayas sentido que tu energía en el trabajo no es


la habitual y que fue reemplazada por el cansancio, la falta de concentración o el bajo
rendimiento.
Esto es conocido como fatiga laboral y quizás es consecuencia de no haber tenido un
sueño reparador. Aunque pueden ser episodios aislados y no presentan consecuencias
mayores en tus tareas diarias, no está de más tener en cuenta los síntomas más
comunes de la fatiga:

 Dificultad para conciliar el sueño.


 Interrupciones del descanso durante la noche.
 Despertar muy temprano en la mañana.
 Cansancio durante el día.
 Dolor de cabeza.
 Mal humor.

Si ya has presentado alguno o varios de ellos y deseas evitar que se repitan es


importante que tomes algunas medidas que te ayuden a prevenirlos: un adulto debe
dormir ocho horas diarias en promedio.
Para iniciar nada mejor que incluir alguna actividad física en tu rutina para aumentar tu
energía. Al caer la tarde evita comer alimentos pesados a la hora de la cena y
reemplázalos por verduras y pastas.
Cuando vayas a la cama evita llevar quehaceres a tu lugar de descanso y reserva este
espacio solo para dormir.
Si luego de realizar estos cambios a tu cotidianidad persisten tus noches en vela o con
mala calidad del sueño es recomendable acudir al médico para que un especialista
evalúe tu caso y te asesore pues esta situación puede agravar y/o influir en la tensión
arterial, en el sistema inmunológico y el metabolismo.

Formas de prevenir la fatiga.


La empresa o institución donde se encuentra una persona afectada por fatiga debe
conocer cuáles son las tareas que la causan e implantar medidas de prevención para
reducirla.

Ante la sensación de fatiga, el individuo puede seguir los siguientes consejos o


estrategias durante la jornada laboral:

 Se evitarán, siempre que sea posible, las tareas que requieren niveles altos de
concentración. De este modo, las tareas críticas se desarrollarán de forma más
efectiva cuando el individuo sea capaz de afrontar las demandas de la actividad.
 Disminuir el ritmo de trabajo siempre que la demanda diaria o fecha límite lo
permitan.
 Utilizar agendas o recordatorios a través del correo electrónico para no tener que
emplear la memoria para fechas importantes de reuniones, plazos de entrega,
entre otros.
 Intentar repartir a lo largo de la jornada laboral las tareas que requieran
ausentarse del puesto de trabajo. Tareas como comprobación y recepción de
pedidos, envíos de documentación o incluso realizar fotocopias.
 Realizar pausas breves de descanso durante la jornada laboral. Es preferible
varias pausas breves y repartidas durante la jornada de trabajo que tener una
única pausa larga.
 Realizar comprobaciones del trabajo más exhaustivas de lo habitual.

Medidas para evitar la fatiga por parte de la empresa


Por otra parte, la empresa también puede adoptar una serie de medidas, entre las que
se encuentran:

 A través de la mejora de las condiciones de trabajo en general. Esta mejora se


basaría en optimizar las condiciones ambientales, proporcionar a los
trabajadores las herramientas necesarias para un eficiente desarrollo de sus
funciones, así como facilitar la conciliación de la vida familiar con el trabajo.
 Prever la necesidad y establecer un sistema de descansos para los
trabajadores. Sería idóneo que los trabajadores se pudieran organizar entre ellos
para tomar esos descansos y, de este modo, se aprovecharía al máximo la
capacidad reparadora de los mismos. Esto es porque la autogestión de los
descansos es un factor potenciador de su capacidad reparadora.

Cinco estrategias para enfrentar la fatiga laboral


La fatiga laboral es uno de los fenómenos comunes que se presentan cuando las
exigencias superan la capacidad de respuesta.

Todos en algún momento han experimentado pérdida de concentración, menor


capacidad para asimilar información, una disminución del rendimiento, acompañada o
no de sensación de cansancio, y en consecuencia, aumento de los errores en las
tareas diarias.

Lafatiga laboral, es un fenómeno común que se produce cuando las exigencias de las
tareas, la carga física, mental y psíquica- superan la capacidad de respuesta, esto se
traduce en un riesgo para la salud. Gilbert Carreño Gerente de Riesgos y Salud de
Willis Towers Watson propone cómo hacerle frente.

Cada año se presentan cerca de 160 millones de enfermedades laborales no mortales,


según estadísticas de la Organización Internacional de Trabajo, OIT. En Colombia los
principales problemas de salud en el trabajo están relacionados con desórdenes
músculo esqueléticos, representados en un 85% de los casos, según Fasecolda.
“Aquellos ámbitos laborales que combinan de manera simultánea el esfuerzo físico
(jornadaslaborales extenuantes, movimientos repetitivos y posiciones forzadas) y
mental, son los más propensos a contribuir en la aparición de síntomas
de fatiga y desórdenes músculo esqueléticos”, comenta Gilbert Carreño Gerente de
Riesgos y Salud de Willis Towers Watson.

Como ejemplo de lo anterior está el personal de salud, específicamente el de


enfermería, en el que el requerimiento físico y mental simultáneo es una constante en
la prestación de la atención a los pacientes. Su desempeño está directamente
relacionado con la aparición de eventos adversos que pueden incidir en la seguridad
clínica y por lo tanto en el bienestar del paciente de manera no intencional, como lo
concluyó un estudio canadiense realizado en 2004.

La fatiga relacionada con el ámbito laboral es una manifestación común entre el


personal de salud, con una prevalencia variable reportada entre 10% y el 40%. Para
prevenir la fatiga y la aparición de problemas musculo esqueléticos derivados del
esfuerzo físico, se deben adoptar medidas de control sobre:

1. Postura: Promover variedad de posturas y movimientos, considerando ángulos de


confort, efecto de la gravedad y duración.

2. Movimientos: Un segmento corporal que se hace trabajar en ciclos cortos y de


forma mantenida en el tiempo, con requerimientos de fuerza y/o con posturas forzadas
aumenta el riesgo de generar lesión.

3. Fuerza: Los planos y las zonas en las que se realizan acciones de manipulación
manual de carga, así como el peso, la frecuencia de los esfuerzos y las posturas
adoptadas determinan el nivel de riesgo.

Siempre que sea posible utilizar ayudas mecánicas que sustituyan el esfuerzo físico.

4. Tiempo de exposición: Promover esquemas de rotación de tareas que aumenten la


variedad y el dinamismo de posturas, fuerzas y movimientos, involucrando periodos de
recuperación.

5. Factores Organizacionales: Las jornadas laborales, el ritmo de trabajo, los


periodos de descanso, el nivel de entrenamiento y capacitación, la organización del
proceso, su nivel de automatización y factores ambientales son factores moduladores
de la carga física.

Adicionalmente, se ha considerado en este grupo laboral la baja remuneración, que,


además de producir desmotivación y poca adhesión a los métodos de trabajo, induce al
trabajador a prolongar su jornada en horas extra y/o trabajos alternos, lo que disminuye
la capacidad de responder a eventualidades.
Conclusión
En conclusión, la fatiga laboral es una enfermedad ocasionada por mucho trabajo, la
identificación de los síntomas o indicadores de fatiga es muy importante para dar al
cuerpo el reposo que demanda y prevenir así que la fatiga sea mayor y, por tanto, la
recuperación sea más difícil.
Bibliografía

https://www.grupoioe.es/fatiga-laboral/

http://www.revistaseguridadminera.com/salud-
ocupacional/fatiga-laboral-tipos-sintomas-y-consecuencias/.

https://www.colombia.com/vida-
sana/bienestar/sdi/160413/cinco-estrategias-para-enfrentar-
la-fatiga-laboral.

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