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INDICE
ESTRATEGIAS DE VENTA
En esta fase de Evaluación de Opciones otro problema es cuando hay muchas personas tomando
decisiones e influyendo en las decisiones, muchas veces hay una persona en la cuenta ya está convencido
de la necesidad y que ahora está buscando opciones alternativas. Simultáneamente, en la misma cuenta,
puede haber otras personas que no están tan convencidas de que realmente haya necesidad de un cambio.
Las señales que nos demuestran que se ha entrado en la fase de evaluación de opciones
• Descubrir el Criterio de Decisión. Encontrar qué factores o criterios son los que el cliente usara para
elegir entre distintos vendedores. Por ejemplo qué es más importante ¿precio o cantidad?
• Maximizar la Actitud del Producto para calzar con los Criterios de Decisión. Demostrar al
consumidor que su producto o servicio calza perfectamente con los criterios utilizados por el
cliente para tomar la decisión.
Para poder lograr estos objetivos es importante saber cómo las personas y las organizaciones toman sus
decisiones. El proceso de decisión pasa normalmente por tres etapas claramente definidas, que son:
1. Identificando Diferenciadores
2. Estableciendo la relativa importancia de los Diferenciadores
3. Usando los Diferenciadores para juzgar alternativas
Al principio de la fase de Evaluación de Opciones, el cliente tiende a otorgar, irrealmente, igual importancia
a todos los criterios. De esta forma, encontrara clientes que honestamente creerán encontrar la mayor
calidad, versatilidad, confiabilidad y menor precio, todo en el mismo productor del competidor. Cuando
acepta que no hay un producto que les de todo junto, intercambian un criterio por otro. Como resultado,
algunos de sus criterios de decisión antes calificados como cruciales, pueden ser re-calificados como menos
importantes.
El criterio de decisión del cliente está directamente relacionado al éxito de una venta, mientras más
cercanía hay entre el criterio de decisión del cliente y el producto que estamos ofreciéndole, más
posibilidades habrá de que el cliente elija nuestro producto. De este modo al momento de planear una
visita, se podrá saber con anticipación que tan bien posicionado esta competitivamente, y como resultado,
desarrollar mejores estrategias competitivas.
Los buenos vendedores influencian criterios de decisión para producir un mejor acercamiento con sus
productos.
LA CUENTA PUEDE ESTABLECER CRITERIOS ANTES DE QUE LAS NECESIDADES SEAN TOTALMENTE
ESTABLECIDAS.
La mayoría de los vendedores experimentados resaltan una diferencia entre “criterios para una sola vez” y
“criterios constantes”. Los criterios para una sola vez, son los que establece el cliente para una sola
compra. Los mejores vendedores sienten que, a menos de que sea un negocio estratégicamente muy
importante, es mejor no desafiar este tipo de criterios. Consideran que no es necesariamente malo ser
excluido de vez en cuando, siempre que la exclusión tenga alguna posibilidad de negocio futura, por
ejemplo cuando por norma no se pueden otorgar todos los servicios al mismo proveedor.
Por otro lado, cuando ciertos criterios excluyen a algún vendedor continuamente, lo que llamamos criterio
de constante exclusión, entonces no tendrá otra alternativa que desafiar los criterios que lo han excluido.
Esta historia nos enseña que vale más la pena tomar por lo menos el desafío de explorar, especialmente si
uno siente que puede satisfacer las necesidades del cliente, aun cuando no satisfaga los criterios de
selección.
Los criterios de decisión preexistentes muchas veces pueden producir problemas en una venta
especialmente cuando se está tratando de vender a expertos. Si un producto no satisface los criterios,
encontraremos que el experto se resiste a discutir las necesidades.
Si logra influenciar positivamente los criterios de decisión, entonces el cliente podrá juzgar su producto de
una forma que lo diferencia favorablemente de la competencia. Es por eso que influenciar los criterios de
decisión es la primera labor de venta estratégica durante la fase de Evaluación de Opciones. Mientras más
se sabe acerca de sus productos y mercados, mas fácil es caer en la trampa de saber como “deberían ser”
los criterios de decisión y asumir que así también es como el cliente decide.
Existen cuatro estrategias importantes para influenciar criterios de decisión. Algunas son más fáciles de
usar que otras:
Existen cuatro métodos que funcionan muy bien en ayudar a reducir la importancia de criterios cruciales
de decisión: Superarlos, Redefinirlos, Intercambiarlos, Crear soluciones alternativas.
SUPERARLOS. El primer método para manejar criterios cruciales (por ejemplo, precio) que no puede
satisfacer, es tomar un criterio que si puede satisfacer – preferentemente uno que ya tiene importancia
para el cliente – e incrementar su importancia, de manera que supere el factor precio y lo reemplaza como
el criterio de más importancia.
La Redefinición es una herramienta esencial que ayuda a alcanzar el objetivo estratégico clave de la fase de
Evaluación de Opciones de la venta – influenciando criterios de decisión de manera que su producto
satisfaga los criterios lo mas que se pueda. Las cuatro técnicas que hemos discutido aquí son útiles para
influenciar la percepción que el cliente tiene sobre sus criterios de decisión. Sin embargo, apuesto dinero a
que la Redefinición es el ganador en términos del numero de ventas exitosas.
INTERCAMBIARLOS. En un mundo ideal sería posible que un producto tuviese fortalezas en todas las
áreas. Pero en la vida real, distintos intercambios son necesarios para lograr el éxito, si el producto tiene
más calidad, será más caro. Si hacemos ver al cliente que satisfacer uno de sus criterios puede significar
sacrificar otras áreas, se puede demostrar muchas veces que los criterios cruciales de decisión tienen
multas que reducen la importancia percibida por el cliente. Intercambio es la identificación de los límites,
multas o desventajas que resultan de satisfacer todos los criterios cruciales de decisión.
Es especialmente útil en el manejo de temas de precios. Si su producto o servicio cuesta más que el de la
competencia, es generalmente porque tiene ventajas en otras áreas, como calidad, confiabilidad o apoyo
post-venta. Se pueden utilizar estas fortalezas como intercambio para compensar el alto precio.
CREAR SOLUCIONES ALTERNATIVAS. El último método para manejar criterios cruciales que no puede
satisfacer es uno que requiere imaginación y creatividad. No es siempre apropiado o posible usar este
método, pero cuando se usa es probablemente el más efectivo para manejar temas difíciles de criterios de
decisión. Crear Soluciones Alternativas tiene elementos en común con la Redefinición. Como en la
Redefinición, este método cambia el significado de los criterios cruciales de decisión, pero tiene un
elemento adicional que lo hace distinto: la acción – hay que encontrar una forma activa de proporcionar al
cliente una alternativa aceptable. Por ejemplo una empresa que requiere la entrega de ciertas partes a un
tiempo mínimo, una posible solución sería que el vendedor, previa investigación y acuerdo con su
organización, le ofrezca al cliente instalar una tienda de partes dentro de sus instalaciones.
Los cuatro métodos que hemos planteado para manejar criterios cruciales de decisión comienzan con el
mismo principio psicológico: nunca tratar directamente de aminorar o minimizar algo que es realmente
importante para otra persona. Al desafiar directamente criterios cruciales de un cliente, lo único que se
logra es fortalecerlos en lugar de debilitarlos. La mejor estrategia es comenzar por aceptar que estos
criterios son legítimamente importantes.
Diferenciación es la forma en que un vendedor convence al cliente de que hay diferencia entre él y todo el
resto de la competencia. Y no estamos hablando de diferencias al azar sino de diferencias reales que lo
hacen superior al resto, en términos de dimensiones claves que influencian los juicios del cliente.
El objetivo de la diferenciación competitiva es hacer que su producto se diferencie de las otras alternativas
disponibles, en la mente del consumidor. El éxito de las ventas en mercados competitivos se basa en como
diferenciar su producto de las alternativas existentes.
Un buen diferenciador debe tener dos características: debe relacionarse a las necesidades del cliente, y
debe diferenciar al producto de otras alternativas competitivas. Desde el punto de vista del vendedor, un
buen diferenciador debiera ser también uno donde el producto o servicio del vendedor debiera ser
superior al de la competencia.
Los Diferenciadores “fuertes” – los que pueden ser objetivamente medidos por el cliente: precio, tamaño,
peso, velocidad, compatibilidad y entrega. En tanto los diferenciadores “suaves” – los que son materia de
juicios o que no pueden ser objetivamente medidos son: calidad, respuesta, o niveles de servicio. Si una
persona me dice que sus clientes ponen mas peso en los diferenciadores “fuertes” que en los “suaves” al
emitir juicios, entonces la venta competitiva será más sencilla para el vendedor. Pero, como ocurre a
menudo, si los diferenciadores “suaves” son criterios igual o más importantes que los “fuertes”, entonces
es muy probable que el vendedor necesite de una habilidad considerable y de un plan estratégico muy
cuidadoso para lograr el éxito en la fase de Evaluación de Opciones.
La situación ideal de un vendedor es cuando su producto tiene una clara superioridad en términos de sus
diferenciadores “fuertes”. Existe evidencia de que mientras más corto el periodo de evaluación, más se
apoyará el cliente en diferenciadores “fuertes” e ignorará los “suaves”. Los vendedores más agresivos que
presionan al cliente para apresurar el ciclo de decisión pueden, sin darse cuenta, llevar al cliente a poner
más peso a los diferenciadores “fuertes”.
Bajo las compras impulsivas, que decisiones apresuradas tienden a ser mas emocionales y que las
decisiones tomadas con calma son más racionales. En una pequeña venta impulsiva, quizás sí. Pero no en
una venta estratégicamente grande e importante. Algunas de estas diferencias significan que las cosas que
influencian positivamente decisiones cuando la venta es chica, tendrán un efecto negativo conforme la
venta va creciendo.
Frente a lo anterior nos podemos preguntar ¿Cómo ayudar a los clientes a comprender mejor un
diferenciador “suave”, tal como la calidad de un producto, en términos que le permita ser usado como
criterio de decisión efectivo? Una de las maneras más efectivas de fortalecer diferenciadores “suaves”,
como la calidad, es llevar a cabo un proceso de 3 pasos con los clientes: definir, refinar y reposicionar:
REFINAR EL DIFERENCIADOR.
No tenga miedo de añadir información que ayude al cliente a decidir sobre que buscar al momento de
evaluar un diferenciador “suave”. Sin embargo, es igualmente importante estar seguro que sus
pensamientos sean solo una extensión de la definición hecha por el cliente. Llamamos Refinar al proceso
de añadir ideas a la definición del cliente. Para ser efectiva, la refinación debe hacerse sobre el intento del
cliente por definir el diferenciador “suave”.
REPOSICIONAR.
Si el cliente es el único tomador de decisiones, entonces quizás sea menos necesario tomar tiempo
definiendo y refinando los diferenciadores “suaves”.
El hecho de que los criterios difíciles de compartir sean descontados y jueguen una parte menos crucial o
importante en una decisión, está en la naturaleza de las decisiones compartidas. Contrariamente, los
criterios medibles tienden a volverse aun más importantes.
• ¿Existen usos alternativos para este presupuesto? Muchas veces las empresas utilizan
presupuestos generales para las adquisiciones y que podrían ser utilizados para apoyar otros
proyectos, por lo que hay que tratar de establecer si es que un presupuesto específico ha sido
separado para la compra. Si es así, entonces hay poca probabilidad de tener competidores de usos
alternativos. Pero si encuentra que la compra será financiada con el presupuesto general, entonces
sería bueno hablar con el cliente y averiguar si la compra tiene alta prioridad en el presupuesto o si
hay otras demandas alternativas sobre el mismo presupuesto, consideradas más importantes.
Ya vimos cómo cambiar los criterios de decisión y reducir su importancia: Superarlos, Redefinirlos,
Intercambiarlos, Crear soluciones alternativas. El segundo paso para contrarrestar la vulnerabilidad es
Incrementar sus Fortalezas:
Corrigiendo cualquier malentendido. Muchas veces el cliente tiene una imagen débil de usted, debido a
algún malentendido o porque no tienen la correcta. Para ello entonces debemos ir más allá y ofrecerle una
prueba. Si no tenemos o no podemos otorgarle al cliente una prueba real y objetiva para respaldarse, se
podría recurrir a un cliente satisfecho con una llamada o una carta.
El tercer paso es Reducir a la Competencia, pero hay que tener mucho cuidado, ya que si uno ataca al
competidor o hace algún comentario negativo acerca de él o de su producto, estará al mismo tiempo
reduciendo su propia credibilidad. Y esto no es el único peligro, cuando un vendedor utiliza el tiempo de su
visita para discutir con el cliente acerca de sus competidores, está perdiendo el tiempo que debería utilizar
en ganar más entendimiento con el cliente, saber más sobre sus necesidades y sobre sus criterios de
decisión. Cuando la conversación se desvía hacia el producto ofrecido por el competidor, usted arriesga
muchos aspectos, como que dañará su imagen al hablar demasiado de su competidor, especialmente si
lleva la delantera; Puede suceder que sin darse cuenta termine hablando de las ventajas y fortalezas del
competidor también; Mientras más se habla de su competidor, más importancia se le da.
Se puede debilitar a la competencia sin dañar nuestra propia imagen como vendedor/empresa,
mencionando las debilidades indirectamente. Algunas veces los clientes nos hacen preguntas como ¿Cuál
es la diferencia entre su producto y el de Exocom? ¿Cómo se compara su velocidad con la de ellos? Una
forma de contestar seria, “Exocom es más caro, más lento y su producto no tiene tanta confiabilidad”. Pero
la otra manera de responder es concentrándose en su producto, y no en el de Exocom, “Nuestro producto
es más barato, tiene más velocidad y tenemos un record superior de confiabilidad”. Ambas respuestas dan
exactamente la misma información, pero el efecto psicológico en el cliente es distinto. Y más peligroso aun,
si enfoca la discusión hacia el competidor, hará que el cliente piense en el producto del competidor y no en
el que estamos ofreciendo.
Otra estrategia para debilitar la percepción de fortaleza que un cliente pueda tener de la competencia, es
exponer sus debilidades genéricas. Una manera más efectiva y directa de manejar la discusión sobre las
posibles debilidades de un competidor, seria concentrarse en la razón genérica para la debilidad, no en la
debilidad misma. Una debilidad genérica es una falla en el método o tecnología utilizada por un
competidor, en lugar de una crítica específica al competidor, veámoslo en un ejemplo descrito por
Huthwaite:
Cliente: He oído que el procesador de Shamco es muy rápido, tanto que un ciclo toma menos de dos
minutos.
Vendedor: La velocidad del ciclo de todos los productos en este mercado depende de la tecnología de
procesamiento. Shamco utiliza un proceso de intensificación de imagen húmeda. Cualquier máquina que
se base en ese proceso puede usar sólo fijadores de baja temperatura, lo que forzosamente significa que es
más lenta que los métodos avanzados de imagen seca utilizados en procesadores como los que nosotros
ofrecemos.
Vendedor: Sí, el proceso de imagen húmeda es muy confiable. Pero una dificultad en el diseño de
máquinas donde todo el procesador está en una misma unidad, hace que cuando se echa a perder, la falla
es inaccesible y hay que desarmar toda la maquina, lo que es un gran trabajo. Por otro lado, procesadores
modulares como los nuestros son mucho más fáciles de arreglar cuando se echan a perder, ya que cada
parte está separada. La mayoría de los problemas pueden ser solucionados por los usuarios, sin necesidad
de llamar a un ingeniero
Cliente: En todo caso creo que vale la pena el riesgo. Siempre puedo hacer un contrato de servicios con
ellos.
Note que el vendedor suena mucho mas objetivo. Se han hecho críticas, pero no directamente dirigidas al
competidor. En lugar de eso, el vendedor se refiere a debilidades genéricas de los procesos y métodos
utilizados por el competidor. En la vida real, el efecto acumulativo de muchas críticas en un periodo de
tiempo tan corto probablemente tendría un efecto muy negativo.