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Paramilitarismo

Los términos paramilitar y paramilitarismo se refieren a organizaciones particulares


que tienen una estructura, entrenamiento, subcultura y, a menudo, una función
igual a las de un ejército, pero que no forman parte de manera formal de las
fuerzas militares de un Estado. Se trata de grupos de poder en él enquistados, y
generalmente están fuera de la ley. Dentro de sus miembros suelen hallarse
fuerzas policiales, fuerzas militares, grupos de guerrilleros, de mercenarios e
integrantes de escuadrones de asalto o grupos de seguridad privados y políticos.

Estos grupos generalmente tienen un carácter de tropa irregular, por lo que


combaten sin obedecer las convenciones nacionales e internacionales para el
ejercicio de la guerra, lo cual les permite excesos de violencia que serían
inadmisibles en las fuerzas del Estado.

Según el derecho de la guerra, un Estado puede incorporar una organización


paramilitar o una agencia armada (como una policía nacional, una milicia
voluntaria privada) en sus fuerzas armadas combatientes. Las otras partes en un
conflicto deben ser notificadas al respecto.

Aunque un paramilitar no es una fuerza militar, generalmente es equivalente a la


fuerza de infantería ligera de un militar en términos de intensidad, potencia de
fuego y estructura organizativa. Un paramilitar también puede estar comúnmente
bajo el mando de un ejército, incluso a pesar de no ser parte del ejército o
desempeñar un papel de asistencia para los militares en tiempos de guerra. Las
fuerzas paramilitares también pueden incluir misiones privadas de contratación
militar.

Las organizaciones paramilitares suelen estar relacionadas con los gobiernos de


derecha, que en la mayoría de las ocasiones suelen ser los que alimentan
económica e ideológicamente a estos grupos. Tal fue el caso de la Alemania nazi,
la Italia fascista, la España franquista, Chile antes y durante la dictadura,
Argentina, Colombia desde la década de los ochenta hasta la actualidad, entre
muchos otros. Una organización paramilitar imita a una fuerza militar. De este
modo, copia su estructura y sus métodos de entrenamiento. Su accionar, a
diferencia de cualquier ejército convencional bajo un régimen democrático, se
ubica fuera de la ley.

Los paramilitares pueden ser mercenarios, guerrilleros o incluso miembros de las


fuerzas de seguridad que eligen actuar de manera clandestina e ilegal. Se trata de
tropas irregulares que no respetan las convenciones internacionales sobre el
comportamiento en conflictos armados y situaciones de guerra.
Esto lleva a que los paramilitares cometan todo tipo de delitos, desde secuestros y
torturas hasta asesinatos. Al no someterse al control legal, incurren en una
violencia desmesurada, a diferencia de las fuerzas convencionales que están
obligadas a acatar límites.

El alcance del término paramilitar varía según el país, al igual que las
características de estas bandas armadas. En Colombia, por ejemplo, se llama
paramilitar a grupos terroristas de extrema derecha que también se conocen con
el nombre de paracos o paras.

En suelo colombiano, la idea de paramilitar se refiere especialmente a la acción de


ciertos grupos armados que a lo largo de su historia estuvieron en el centro de
algunos de los momentos más violentos. Si nos situamos en el conflicto armado
interno, un periodo que lleva ocurriendo en Colombia desde los años 60, estos
grupos son de derecha o extrema derecha y se alzan en armas en medio del
conflicto bélico.

El más conocido de los grupos paramilitares de Colombia fue el llamado


Autodefensas Unidas de Colombia, a veces mencionado por su sigla AUC. Se
encontraba bajo el mando del Comandante, apodo que recibía Carlos Castaño Gil,
un paramilitar que reunió a más de un grupo armado, muchos de los cuales se
dedicaban al tráfico de drogas.

En cuanto al paramilitarismo en Venezuela.

En Venezuela, por otra parte, se suele asociar el concepto a estructuras violentas


que se identifican con el socialismo. Los colectivos han sido señalados de atacar
al personal de las empresas privadas de televisión venezolana, de enviar de
amenazas de muerte a periodistas, y de lanzar bombas de gas lacrimógeno a la
nunciatura apostólica del Vaticano en 2009 después de que Hugo Chávez los
acusó de intervenir con su gobierno. Hay entre 20 y 100 diferentes colectivos en
Venezuela, siendo los grupos más destacados los Tupamaros, el Frente Francisco
de Miranda, Alexis Vive, La Piedrita y Ciudad Socialista Frente 5 de Marzo. Fermín
Mármol León, criminólogo venezolano y autor de Cuatro crímenes cuatro poderes,
declaró que “si la revolución pierde la presidencia mañana, los colectivos
inmediatamente se convertirán en una guerrilla urbana”. Human Rights Watch los
describe como “bandas armadas que utilizan la violencia con impunidad” y que
acosan a los opositores políticos del gobierno venezolano.

En comparación con la información sobre el paramilitarismo de derecha, la


información sobre el de izquierda suele ser escasa. Esto no es porque no existan
dichos grupos o porque su accionar sea débil, sino porque no es políticamente
correcto hablar de ellos. Es claro que para la izquierda a nivel mundial personajes
como el Che, Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Stalin, Lenin, Mao Tse-
Tung, entre muchos otros, son ejemplos a seguir. Lo que se suele divulgar en la
mayoría de conferencias, redes, libros, etc., son los “logros sociales y económicos”
alcanzados por estos, y relacionarlos con los grupos paramilitares de izquierda
sería mostrar una realidad que dejaría en evidencia que las prácticas utilizadas por
ellos para alcanzar sus objetivos son igual de crueles y desalmadas que las
utilizadas por la derecha.

Pensando en Colombia Adrián Galindo establece que la finalidad del


paramilitarismo es la desarticulación y dislocación de movimientos contra
hegemónicos. “El objetivo de los despliegues clandestinos es preservar la imagen
democrática del gobierno, reforzando el falso perfil de neutralidad de los cuerpos
represivos del Estado, policiacos y militares, y evitar presiones internacionales por
la violación de derechos humanos. Por medio del discurso del “actor
independiente” o “incontrolable”, es decir, de grupos armados que se salen del
control del gobierno y que éste, a pesar de todos sus esfuerzos, no logra contener,
se desresponsabiliza al Estado y se deja impunes a quienes los financian, apoyan,
asesoran y justifican”. Galindo continúa: “Es importante recalcar que a pesar de
que el paramilitarismo es una estructura clandestina, su accionar esta
cuidadosamente planeado y existe una cercana convivencia con las estructuras
del poder político, lo cual tiene como uno de sus principales resultados la
impunidad, el terror y la parálisis social. En este sentido, uno de los objetivos
principales del paramilitarismo es la desmovilización total, la difusión del terror, el
inmovilismo político, la desarticulación de la sociedad y el aislamiento de sus
fracciones más radicalizadas. En pocas palabras, organizar el terror en la
sociedad”. Más adelante el analista establece: “La violencia paramilitar se inscribe
en un conjunto de técnicas coercitivas gubernamentales que, por medio de la
violencia reguladora planificada, buscan facilitar el tránsito hacia un Estado
autoritario de corte policial-militar. El paramilitarismo también es un dispositivo de
control territorial; es una forma de disputa geográfica que busca controlar
físicamente el territorio”

Tomando los elementos que se adecúan al conflicto, los objetivos de la promoción


del paramilitarismo en Venezuela serían:

1) Desmovilización de las manifestaciones de descontento con el gobierno


ante la ineficacia de la represión institucional
2) Difusión del terror entre la población para que se inhiba de exigir sus
derechos en el espacio público
3) Controlar territorios urbanos de valor simbólico para el gobierno (zonas
populares)
4) Violar derechos humanos de personas que ejercen su derecho a la
manifestación pacífica, obstaculizando que estas violaciones sean
adjudicadas a funcionarios estatales.
5) Encargarse de la realización de labores delictivas, preservando la imagen
de neutralidad de las Fuerzas Armadas y policiales, resguardando así la
imagen democrática del gobierno.

Subversión.

El concepto de subversión se encuentra relacionado a una rebelión, una alteración


o un daño, en especial en el sentido moral. Se denomina aquello que se propone o
que es capaz de subvertir un orden establecido, bien sea de índole política, social
o moral. Asimismo, como subversivo también puede calificarse aquello que
simplemente pretende alterar el orden público o la estabilidad política. Se refiere a
los intentos de socavar los cimientos de un sistema de poder, como el Estado.

De esta manera se puede determinar que todas aquellas acciones tales como un
golpe de Estado son una subversión, una forma de intentar destruir al régimen,
monarquía o gobierno reinante en ese momento en un lugar concreto.

La subversión se encuentra relacionada con la sedición, aunque no son


sinónimos: ésta última constituye un alzamiento que se manifiesta de manera
abierta y directa contra la autoridad, mientras que subversión es algo más
silencioso u oculto, que se realiza con sigilo.

De esta manera, la actividad subversiva consiste en colaborar y otorgar sustento


material o espiritual a personas, grupos u organizaciones que buscan derrocar un
gobierno a través de la fuerza y la violencia, o sea, de una revolución.

Las actividades voluntarias que se realizan en contra de los intereses de un


gobierno y que no pueden ser consideradas como sedición, sabotajetraición o
espionaje, son definidas como actividades subversivas.

El narcotráfico.

El narcotráfico es el comercio de sustancias tóxicas, que engloba la fabricación,


distribución, venta, control de mercados y reciclaje de estupefacientes, adictivos o
no, potencialmente dañinos para la salud (conocidos comúnmente como drogas)
así como también el tráfico de armas, tienen una gran participación en el mercado
de trata de blancas y el tráfico de órganos. La mayoría de las legislaciones
internacionales prohíben o limitan el narcotráfico, con penas que incluyen la
ejecución por diversos medios, aunque esto varía en función de la sustancia y de
la legislación local.
Grupos ilegales, mafias o en Sudamérica también denominados carteles gestionan
la cadena de suministro. Los cárteles varían en tamaño, longevidad y
organización, dependiendo de la sustancia, rentabilidad y volumen de cada
proceso. En la parte superior de la jerarquía de estas organizaciones se encuentra
el jefe del cartel, que controla la producción y distribución de la sustancia. Estos
junto con los intermediarios financieros, blanquean los capitales obtenidos de
actividades ilegales graves. En la parte inferior de la jerarquía se encuentran los
traficantes callejeros de bajo rango, quienes a veces son consumidores de drogas
ellos mismos y sufren drogodependencia,

El narcotráfico en Venezuela se refiere al negocio de las drogas ilícitas de efectos


psicotrópicos en Venezuela, la producción y distribución de estos productos, así
como la evolución histórica de esta actividad económica. Venezuela es un país de
importancia para las rutas de tráfico de drogas; la cocaína colombiana y otras
drogas transitan por Venezuela hacia Estados Unidos y Europa. Venezuela ocupa
el cuarto lugar del mundo en la cantidad de incautaciones de cocaína, después de
Colombia, Estados Unidos, y Panamá.

El gobierno del presidente Hugo Chávez “expandió la corrupción a niveles sin


precedentes”, corrompiendo al Ministerio Público, al sistema judicial y a las fuerzas
armadas, “donde habría llegado a salir el 90% de la producción de cocaína
colombiana hacia Estados Unidos y a Europa”, y a través del Plan Bolívar 2000,
habría otorgado a militares millones de dólares para subsidiar programas sociales
sin ningún control y que posteriormente desaparecieron. También habría otorgado
inmunidad legal a oficiales implicados en narcotráfico para mantener el poder y su
lealtad. Cuándo Chávez expulsó de Venezuela a la Administración para el Control
de Drogas (DEA) en 2005, Venezuela comenzó a ser una ruta más atractiva para
el comercio internacional de drogas. De acuerdo a fuentes de inteligencia
colombiana, un vigilante de drogas arrestado declaró que "personal con altos
cargos en la seguridad del presidente Hugo Chávez se encargaban de arreglar el
traslado de cargamentos de drogas en barcos que circulaban a través de rutas por
Venezuela". También se ha alegado que la Guardia Nacional había trabajado con
la guerrilla colombiana de las FARC en el tráfico de drogas. Oficiales británicos
declararon que aviones de Colombia con drogas fueron custodiados desde bases
de la Fuerza Armada Venezolana.

En marzo de 2012, la Asamblea Nacional de Venezuela retiró al juez del Tribunal


Supremo Eladio Aponte Aponte de su cargo después de que una investigación
revelara presuntos vínculos con el narcotráfico; el día en el que iba a ser juzgado
Aponte Aponte huyó del país, y ha buscado refugio en los EE.UU., donde empezó
a colaborar con la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Departamento
de Justicia. Aponte comenta que, mientras se desempeñaba como juez, se vio
obligado a absolver a un comandante del ejército que tenía conexiones con un
cargamento de dos toneladas métricas de cocaína. Aponte también afirmó que
Henry Rangel, exministro de Defensa de Venezuela y el general Clíver Alcalá
Cordones estaban del mismo modo involucrados con el tráfico de drogas en
Venezuela. Oficiales venezolanos también habrían estado trabajando con carteles
de drogas mexicanos.

El 11 de noviembre de 2015, agentes de la DEA arrestaron a dos sobrinos de Cilia


Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro. Los detenidos, Efraín Antonio
Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, fueron arrestados por fuerzas de
seguridad de la Administración para el Control de Drogas (DEA) estadounidense el
10 de noviembre de 2015 en Puerto Príncipe, Haití, después de que estos
hubiesen tratado de transportar 800 kilogramos de cocaína a los Estados Unidos.
Un año más tarde, el 18 de noviembre de 2016, los dos sobrinos fueron
encontrados culpables, con alegaciones de que el destino del efectivo era «ayudar
a su familia a mantenerse en el poder». Una fuente de la DEA declaró
extraoficialmente que no hay forma alguna de que tal cantidad enorme de cocaína
pasara a través de Venezuela sin niveles altos de corrupción en el gobierno.

En el mes de marzo de 2017 se presentó, ante el Comité de Relaciones Exteriores


del Senado de EE. UU., un testimonio que confirmó las conexiones venezolanas
con la industria del narcotráfico mundial. En ese momento, la experta del Consejo
de Relaciones Exteriores (CFR), Shannon O'Neil, dijo que "en términos de
seguridad, la voluntad de Venezuela de permitir a los narcotraficantes, redes de
delincuencia organizada, terroristas potenciales y otros actores nefastos dentro de
sus fronteras, afecta también a la seguridad nacional de los Estados Unidos". Los
informes elaborados por CFR muestran que las bandas criminales de Colombia
(BACRIM), las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) que no aceptaron los Acuerdos de La Habana y el Ejército de Liberación
Nacional (ELN) operan en el país, al igual que los cárteles de Sinaloa y Los Zetas
de México; este último, desaparecido en 2018 pero con una facción sobreviviente
llamada "Cartel del Noreste". Sin duda alguna, dijo O'Neil "Venezuela se ha
convertido en la ruta preferida de contrabando de drogas en Sudamérica, pues es
la vía que usan los narcotraficantes para traer la cocaína a los Estados Unidos, a
través de América Central y el Caribe Oriental, y a Europa, a través de África
Occidental. Por otro lado, el informe anual del Departamento de Estado sobre
estrategia para el control de narcótico dice que Venezuela se ha convertido en el
centro de distribución más importante para el tráfico de drogas en las Américas.
Expertos han señalado que se ha establecido que más de 200 toneladas de
cocaína pasan por el país sudamericano cada año, lo cual representa el 40 por
ciento del consumo mundial.
Los sobrinos de la pareja presidencial venezolana, Efraín Antonio Campo Flores y
Franqui Francisco Flores de Freitas, fueron ambos declarados culpables por un
jurado en Nueva York, de conspirar para traficar 800 kilos de cocaína de alta
pureza desde Venezuela a los Estados Unidos, vía Honduras.

Asimismo, el general Néstor Reverol, actual ministro de Interior y Justicia de


Venezuela y exjefe de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) de la nación
suramericana, fue acusado en Estados Unidos en agosto de 2016 por cargos de
tráfico de cocaína, junto con el exsubdirector del mismo ente, Edilberto Molina
Molina.

La lista de funcionarios implicados en el narcotráfico incluye otro exministro de


Interior y Justicia, dos altos oficiales de inteligencia y uno de rango medio que
actualmente es juzgado en los tribunales norteamericanos, un piloto que fue militar
y servía a la primera dama de Venezuela, Cilia Flores, y otros que tuvieron
vinculaciones con los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Pero a juicio del gobierno de Estados Unidos, las implicaciones de Venezuela con
el crimen organizado no se limitan únicamente al tráfico de cocaína y a la violencia
que se genera y cobra vidas en la frontera sur, sino que el caso del incremento del
narcotráfico en el país, bajo la tutela de Nicolás Maduro, incluye una enorme
actividad de lavado de dinero de origen ilícito, que compromete la integridad del
sistema financiero estadounidense.

La Oficina Nacional Antidrogas (ONA) es el ente encargado de luchar contra el


narcotráfico en Venezuela y es un organismo dependiente del Estado Venezolano
y adscrito al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y
Paz.

El 13 de mayo de 2013, el presidente Nicolás Maduro inició el Plan Patria Segura,


comentando en cadena nacional "hemos decidido luchar para construir una patria
segura". El plan, creado por Miguel Rodríguez Torres, incluyó el despliegue de
37.000 efectivos en todo el país. El objetivo del Plan Patria Segura era desarmar,
prevenir el crimen organizado y contra las drogas. Los medios implantados para
llevar a cabo estas tareas fueron: vigilancia, control de documentos, puestos de
verificación y asesoramiento a las comunidades .Algunos han criticado el Plan
Patria Segura llamándolo un fracaso, debido a que el crimen siguió aumentando
tras su aplicación.
Contrabando.

Es la entrada, la salida y la venta clandestina de mercancías prohibidas o


sometidas a derechos en el que se defrauda a las autoridades locales. También se
puede entender como la compra o venta de mercancías evadiendo los aranceles,
es decir evadiendo los impuestos.

La conducta humana denominada contrabando se inscribe en el marco del


derecho penal económico. La economía de las naciones necesita tener control
sobre sus importaciones y exportaciones, por cuanto hace a la vida de un país. De
esa forma, se considera que comete contrabando aquel que ejerce acciones u
omisiones, mediante una conducta ardidosa o engañosa, con el objeto de lograr
que determinada mercadería eluda el control del servicio aduanero.

Se han considerado como las dos modalidades más importantes de contrabando


el abierto y el técnico. Por contrabando abierto se entiende la modalidad más
elemental, según la cual simplemente se evade el control legal en torno de la
introducción de bienes en su transposición de fronteras. Así, ingresar mercancías
por sitios diferentes a los autorizados, empleando rutas diferentes a las
establecidas para el tránsito ordinario de mercancías, o en otros casos ocultando
las mismas para evadir la acción de la autoridad aduanera; representan llamativos
ejemplos de contrabando abierto que omitieron la verificación de la autoridad
estatal.

A su vez, se entiende por contrabando técnico a la utilización de canales


ordinarios de transporte e introducción de mercancías (puertos, plataformas,
aeropuertos, puentes de frontera), donde la conducta maliciosa consiste en fingir
declaraciones de importación, presentar documentos falsos o adulterados,
trastocar valores reales de la mercancía, emplear codificación aduanera errónea,
informar cantidades equivocadas, y un sinnúmero de conductas que pretenden
simular un proceso de legalización de importación conforme las normas existentes
sobre la materia, cuando en realidad las cantidades, los valores, la especie o la
calidad de las mercancías introducidas no se ajustan a los datos declarados.

El contrabando se tiene como un delito de creación legal. Muchas legislaciones lo


consideran como delito contra el orden económico o social, y guarda mucha
familiaridad de orden legal con las disposiciones de orden fiscal, de control de
cambios, del mercado de divisas, y ha terminado por establecerse como un
mecanismo apropiado para las operaciones de lavado de activos.
En la actualidad, y al haberse liberalizado la mayor parte de los mercados, el
contrabando suele darse en productos regulados por monopolios estatales o más
concretamente en aquellos fuertemente gravados fiscalmente, lo que implica que
haya una gran diferencia entre el precio económico real y el precio final de
mercado del producto. Esta diferencia es la que origina el margen que convierte
en atractivo el delito. Los casos más comunes son los hidrocarburos las Drogas y
el tabaco, así como el alcohol, aunque este en menor medida.

La desaparición de los monopolios estatales y la apertura de fronteras a la práctica


totalidad de los productos ha reducido la incidencia y relevancia de esta figura
jurídica.

Secuestro.

Un secuestro, también conocido como delito contra la libertad, es un delito que


consiste en privar de la libertad de forma ilícita a una persona o grupo de
personas, normalmente durante un tiempo determinado, con el objetivo de obtener
un rescate o el cumplimiento de otras exigencias en perjuicio del o los
secuestrados o de terceros.

Muchas veces la libertad es "vendida" a cambio de otras situaciones, lo cual es


conocido como secuestro extorsivo. El secuestro da pauta a la comisión de otros
delitos, como el tráfico de menores y la trata de personas. En este contexto, la
lucha contra el secuestro parte del intercambio de información que se establece
entre las diferentes instancias policiales, en relación con las estructuras, redes de
comunicación y formas de operación de las organizaciones delictivas existentes,
así como de las que vayan surgiendo, coordinándose con respecto a estas la
investigación llevada a cabo por distintas instituciones hasta determinar si los
indiciados o los detenidos pertenecen a la delincuencia organizada.

Los secuestradores, generalmente, y previo al secuestro de su víctima, siguen sus


movimientos cotidianos durante días anteriores al evento, con la finalidad de
conocer sus rutas de tránsito y horarios habituales para así lograr con mayor éxito
su empresa delictiva.

El Secuestro Extorsivo, el cual es aquel que arrebate, sustraiga, retenga u oculte a


una persona, con el propósito de exigir por su libertad algún provecho, o cualquier
utilidad, o para que se haga u omita algo, o con fines publicitarios o de carácter
político, es decir, que en esta modalidad del secuestro el sujeto activo tiene el
propósito de exigir algo por la libertad de la víctima.

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