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Tema. 7 verdades que pueden Cambiar sus vidas.

Base Biblica. Juan 6:1-14.


Tesis. CINCO PANES Y DOS PECES

Durante su vida terrenal Jesús realizó varios milagros, cada uno de ellos fue
fantástico, pero solamente dos son mencionados en los cuatro evangelios: La
resurrección y la alimentación de los 5.000
Hoy veremos el milagro de la alimentación de los cinco mil o también
conocido como “Los Cinco Panes y Dos Peces”, y aprenderemos siete
verdades que te ayudarán a crecer en tu vida espiritual, verdades que pueden
ser aplicadas aquí y ahora. Para esto leamos el pasaje ubicado en Juan 6:1-14.
1ª VERDAD.  Hay gente que sigue a Dios por las razones
equivocadas. Leamos el verso 1, “Y le seguía gran multitud, porque veían las
señales que hacía en los enfermos”.

Por lo tanto, debemos preguntarnos, ¿por qué sigo a Jesús, ¿cuál es mi


motivación? No está mal esperar de él un milagro, una provisión, un sustento;
pero sí está mal que esa sea nuestro único propósito al acercarnos a Dios…,
“Él no es el genio de los tres deseos”. Jesús dijo en cierta ocasión: “Les
aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque
hayan entendido las señales milagrosas” (Juan 6:26).

2ª VERDAD: Dios siempre nos da Oportunidades para


desarrollarnos. Leamos el verso 5: “Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que
había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos
pan para alimentar a éstos?”

Lo que para muchos puede representar un problema es una oportunidad en las


manos de Dios, ¡es una oportunidad de crecimiento para sus hijos! Nótese que
el verso 6 declara que Jesús sabía cómo iba a solucionar el problema de la
alimentación, pero hizo la pregunta a Felipe para probarlo, para ver su
reacción, observar su capacidad de resolución. Así mismo es la vida, nos
presenta adversidades para foguearnos, hacernos fuertes y desarrollar en
nosotros la capacidad creativa con la que fuimos dotados. La Biblia declara:
“Todas las cosas ayudan para el bien de sus hijos” (Romanos 8:28).

3ª VERDAD: Hay cosas que no se resuelven en lo Natural, sino en lo


Sobrenatural. Leamos el verso 7: “Felipe le respondió: Doscientos denarios
de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco”. Vemos
una respuesta acertada aquí, al menos desde el punto de vista de la lógica.
Felipe está diciendo que ni siquiera con doscientos días de trabajo se podría
colectar el dinero suficiente para comprar alimento a tanta gente (1 denario en
aquellos días representaba la paga de un día de trabajo). La respuesta de
Felipe era cierta, pero no del todo. Él no había entendido aún que Dios se
mueve en el terreno de lo supra-material.

Y al igual que él muchas veces nosotros miramos nuestras billeteras, leemos


el informe médico, analizamos las circunstancias y decimos, “jamás
saldremos de ésta”, “nunca lo voy a lograr”; pero olvidamos que servimos a
un Dios que se mueve allá arriba y que los milagros rompen todo orden
natural; por tanto debemos aprender a confiar en el Dios que quiebra nuestra
lógica, nuestro orden, nuestros esquemas. Dios mismo declara: “Mis caminos
son más altos que los tuyos” (Isaías 55:9).

4ª VERDAD: No permitas que tus Pensamientos dudosos se materialicen en


Palabras desmotivadoras. Leamos los versos 8 y 9: “Uno de sus discípulos,
Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que
tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para
tantos?”.

Aparece en escena Andrés, uno de los cuatro discípulos íntimos del Maestro,
y a diferencia de Felipe que era todo matemático él era más aventado, estaba
un poco más aventajado en cuestiones de fe, pero no del todo, estaba en
proceso. Andrés dijo: “Acá hay un muchacho el cual tiene cinco panes y
dos pescaditos”, hasta ahí iba bien, pero luego él mismo retrocede en su
avance al decir, “¿pero ¿qué es esto para tantos?”.
Así mismo actuamos nosotros: Declaramos, guerreamos, oramos fuerte y
aseveramos que Dios hará, pero en nuestra mente las dudas surgen de
inmediato y prontamente caemos ante nuestros propios cuestionamientos. El
sabio Salomón enseña: “Cuidar las palabras es cuidarse uno mismo; el que
habla mucho se arruina solo” (Proverbios 13:3).

5ª VERDAD: Dios a menudo utiliza lo Ordinario para realizar lo


Extraordinario. Leamos los versos 8 y 9: “Uno de sus discípulos, Andrés,
hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene
cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?”.

El escritor bíblico hace énfasis en dos cosas aquí: El personaje central de este
milagro es apenas un muchacho, en otras versiones de la Biblia se menciona
que era un niño. Y lo segundo en observar era que este niño tenía en su poder
cinco pescaditos, no pescados, sino ejemplares muy pequeños y dos panes,
pero no cualquier tipo de pan, sino “pan de cebada que era el alimento de
los pobres”.

¿Por qué el escritor sagrado nos da estos detalles? Muy sencillo, porque
quería enseñarnos que el Dios del Universo utiliza lo pequeño, lo simple, lo
humilde, “lo poca cosa para hacer grandes cosas”. Este proceder lo vemos a lo
largo y ancho de toda la Biblia. Por tanto, no te avergüences de lo que tienes
en tu mano, Dios quiere utilizarlo para hacer un portento. Ya sea que tengas
una habilidad, una destreza, un capital, un trabajo humilde no pienses que eso
es poco, para Dios es más que suficiente para utilizarlo y bendecir tu vida y la
de muchos. En Éxodo encontramos una enseñanza maravillosa: “Entonces
Dios le preguntó: —¿Qué tienes en tu mano? —Una vara —contestó Moisés”
(Éxodo 4:2).
6ª VERDAD: Da gracias por lo que tienes, entrégale tus Proyectos y verás
cómo Él se hace cargo. En el verso 11 leemos: “Y tomó Jesús aquellos
panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los
discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto
querían”.

El accionar de Jesús aquí es maravilloso, Él no refunfuñó por los pocos peces


o los panes, en cambio dio gracias por ellos. El agradecer de Jesús aquí
implica tres cosas: 1) Acción de contentamiento, 2) Acción de entregar a Dios
nuestras cargas, proyectos, peticiones, capacidades, 3) Acción de esperar en
Dios.

Y eso mismo debemos hacer nosotros, agradecer por cada bendición ––por


más chiquita que ésta sea––, y encomendarle a Él nuestros proyectos, metas,
tareas, jornadas diarias y también nuestras peticiones, entonces veremos el
obrar del Señor a nuestro favor. Nuevamente Salomón nos enseña: “Deja en
manos de Dios todo lo que haces, y tus proyectos se harán realidad”
(Proverbios 16:3).

7ª VERDAD: Cuando Dios bendice siempre lo hace en Sobreabundancia.


Leamos los versos 12 y 13: “Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus
discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda
nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los
cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido”.

La Biblia también enseña que Dios no es tacaño con sus bendiciones, es


dadivoso, generoso y recompensador de los suyos. La Biblia también enseña
que cuando Dios bendice lo hace a lo grande, no se anda con pequeñeces, Él
derrama sus bondades de manera exagerada. Y recuerda esto, “cuando Dios
decide bendecirte no hay nadie que pueda impedirlo”. Jesús mismo declaró:
“Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia” (Juan 10:10).

CONCLUSIÓN.
Hay un viejo adagio que dice así: “Si quieres que Dios te hable mucho,
mucho, mucho; entonces lee la Biblia mucho, mucho, mucho”. Hoy hemos
visto siete consejos poderosos, los cuales nos haría muy bien de poner en
práctica. Vuelva a leer este pasaje en su casa y permítale al Espíritu Santo que
le susurre a su oído aquellas verdades que no hemos visto hoy, estoy seguro
que Dios tiene para usted mucho más que Cinco Panes y Dos Peces que
pueden cambiar su vida.

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