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“AQUÍ ESTÁ UN MUCHACHO”

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Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le
dijo: 9 Aquí está un muchacho, que >ene cinco panes de cebada y dos
pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Juan 6:8-9

INTRODUCCIÓN: A lo largo de las Escrituras encontramos nombres


sobre salientes, personajes dignos de honra y reconocimiento,
algunos fueron líderes de ejércitos, otros guerreros destacados,
algunos fueron ejemplos de Fe y obediencia, reyes, profetas,
márTres, etc., al grado que el autor de los hebreos ocupa un capítulo
(hebreos 11) para narrar las hazañas de estos hombres. Es tan amplia
la lista de historias grandiosas sobre «Hombres comunes y
corrientes» que con la ayuda de Dios marcaron historia.
Þ En esta ocasión intentaremos mirar aquellos otros menos
conocidos, toda obra posee ese Tpo de personajes, los
secundarios, extras o relleno como les llaman, pero que sin
ellos muchas cosas no se harían o sucederían.
Þ Dios hace los milagros, pero siempre hay alguien que por su fe
y acción los hace posible.
Þ Tal es el caso de mulTplicación de los panes y los peces el cual
por lo general es uno de los milagros más famosos de Jesús, sin
embargo, en este milagro aparece alguien que no se dice quién
es, solo se dice de un muchacho quién por su acción hizo
posible el milagro de la mulTplicación de panes y peces que
alimentó a una gran mulTtud de miles de personas.
Þ En este mensaje hablaremos de este personaje que Dios usó
para cumplir con los propósitos de Dios, ni siquiera tenemos el
nombre, su historia solo aparece una vez en uno o dos
versículos y vuelven luego al anonimato, pero su acción nos
deja un gran significado para nuestra vida, de lo que es obrar
en fe y dar para hacer posible los grandes milagros.
I.- LA GRAN NECESIDAD DE LA MULTITUD ¿Cómo suplirla?
Humanamente no hay manera. No tenemos ninguna filosofía y
métodos de vida que puedan suplir lo que la gente necesita. Esa gran
multitud las (7 mil almas) lo que necesitan es a Jesús, solo Él puede
suplir esa gran necesidad. Jesús está dispuesto a ayudarles, pero
quiere crear en nosotros el sentimiento de responsabilidad y
compromiso, es decir hacer lo que cada uno de nosotros debemos
hacer y que con lo poco que humanamente podemos contribuir se
pueda ver que lo imposible se hace posible. Sin embargo, muchos no
lo hacen porque piensan que no es necesario o porque consideran
que es muy poco e insuficiente.
a) Es el caso de Felipe quien veía en la multitud una dificultad muy
grande y una carga muy difícil para ser llevada por ellos. Él
estaba viendo con sus ojos naturales, quizás el bullicio de la
gente hambrienta, las murmuraciones de muchos entre el
grupo y la posibilidad de que este episodio termine en un
conflicto violento. ¿Cómo hacer posible lo imposible?
b) En esa carga tal vez empezaron a buscar que hacer, y en esa
búsqueda Andrés dijo aquí está un muchacho que tiene, pero
¿Qué es esto para tan gran necesidad? Hay muchos que tienen,
pero no están. Es decir, no están para dar. Hay quienes tienen,
pero no tienen para dar. Tienen, pero no tienen, hay pero no
hay. Es necesario que el que esta tenga, aunque lo que tenga
no sea lo suficiente.
c) Lo que para los hombres es algo insignificante, quien lo da con
fe y con el deseo de ayudar, en las manos de Dios con eso basta.
Dios hace lo imposible por lo que hacemos nosotros de forma
posible.

II.- UN COMÚN DENOMINADOR EN LOS MILAGROS DE JESÚS. En


muchos de los milagros que obró Jesús, pedía que las personas
pusieran algo de su parte, aunque fuese algo pequeño para cada
milagro:
a) Algunos sucesos que muestran la manera en que Dios actúa
para hacer posible los milagros:
1) Para dar de comer a las mulTtudes pidió unos pocos
panes y peces, con eso mulTplicó y hasta quedó de sobra.
(Mateo 14,17-21)
2) Para curar al ciego de nacimiento le pidió que fuese a
lavarse la cara en el pozo, aun estando ciego. (Juan 9,1-7)
3) Para curar al tullido le pidió que se levantara él solo, y que
tomara su camilla. (Juan 5,6-9)
4) Para proporcionar el vino en Caná, pidió a los sirvientes
que llenaran los cántaros con agua. (Juan 2,3-10)
5) Cuando Jesús pasaba a través de Samaria y Galilea, entró
en un pueblo, le salieron diez leprosos, se detuvieron a
distancia y le gritaron: "¡Jesús, Maestro, ¡ten compasión
de nosotros!" Al verlos, Jesús, les pide algo: "Vayan y
preséntense con los sacerdotes". (Lucas 17, 11-19)
b) Jesús quiere obrar milagros y hacer cosas extraordinarias,
pero… ¿Qué estás dispuesto a dar y hacer? 7 mil almas
necesitas. ¿Qué harás para que esa mulTtud reciba el milagro
de mulTplicación?
Þ En este milagro de la multiplicación de los panes, Jesús
involucra a sus discípulos para que brinden su ayuda y
colaboren con el Reino de Dios.
Þ Los panes y los peces los ofrece un muchacho, como
signo de lo que ofrece el pueblo a Dios. De aquí, es que
sabemos que Dios actúa en medio de nosotros, para
nosotros, y con nosotros.
c) El milagro de la multiplicación de los panes en otras épocas.
Þ En otro momento de la historia también se obró otro
milagro de la multiplicación de los panes. En el segundo
Libro de Reyes (4,42-44) se narra cómo el profeta Eliseo
alimentó a 100 personas con un poco de pan de cebada.
La historia fue así: "Llegó un hombre de Baal Salisá,
trayendo al hombre de Dios pan de los primeros frutos:
veinte panes de cebada y grano recién cortado, en una
alforja. Eliseo dijo: "Dáselo a la gente para que coman".
Pero su servidor respondió: "¿Cómo voy a servir esto a
cien personas?" "Dáselo a la gente para que coman,
replicó él, porque así habla el Señor: Comerán y
sobrará". El servidor se lo sirvió; todos comieron y
sobró, conforme a la palabra del Señor" (2 Reyes 4,42-
44) Ambas historias se parecen bastante.
Þ Estas alimentaciones también recuerdan al maná en el
desierto (Éxodo 16; Números 11) Así lo recuerda el
evangelista Juan (Juan 6,31-51), después de contar la
multiplicación de los panes.
d) Los frutos de este milagro. Los frutos del milagro de la
multiplicación de los panes, podrían decirse que fueron
muchos, incontables, pero aquí algunos que pueden
percibirse:
• Es una historia de compasión no solo de Jesús sino del
muchacho.
• La iniciativa de alimentar a la muchedumbre es de Jesús
y el muchacho se une con El para hacerlo posible.
• Jesús, aunque sabía lo que haría pide la colaboración de
los hombres: "Denles ustedes de comer" y lo hace no
haciendo llover pan, sino multiplicando los panes y los
peces de ese muchacho que estuvo dispuesto dar lo que
tenía.
• La generosidad de un muchacho hizo que El Señor diera
abundancia, es decir que la generosidad produce
abundancia. La historia dice "Y fueron saciados" (v. 12).
Pero sin derroche. No se bota nada. Recogieron doce
cestas de pedazos de pan de cebada (v. 13). Es decir,
una cesta por cada tribu de Israel, sin embargo, los
comentarios dicen que el muchacho fue bendecido en
abundancia pues él se llevó las 12 cestas. Sembró
generosamente y cegó generosamente.

CONCLUSIÓN: El Milagro de la multiplicación nos narra algo muy


interesante que debemos considerar: "Jesús tomó, bendijo, partió
y dio". ES DECIR QUE TOMÓ LO QUE EL MUCHACHO DIO PARA
BENDECIRLO. DESPUES DE BENDECIR LO QUE SE LE DIO LO PARTIO
ES DECIR LO MULTIPLICO PARA DAR. Jesús bendice y multiplica lo
que das…
Hoy en día también Jesús espera de nosotros que pongamos algo
de nuestra parte para obrar milagros y suplir las necesidades de las
multitudes. Estoy seguro de que, si das, Dios así como obró el
milagro de la multiplicación de los panes y peces, Él también
multiplicará lo que le damos hasta setenta veces siete, pero
tenemos que entregarle algo, tenemos que dar todo nuestro
esfuerzo, pues Jesús, estará siempre dispuesto a darnos lo que
pedimos si lo hacemos con absoluta fe y entrega. ¿Qué estás
dispuesto a darle a Jesús?

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