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DIPLOMATURA EN MÚSICAS EN TERRITORIO

-Laboratorio de Experimentación Musical-


Docente: Juan Cerono

En términos populares podría decirse que la música en su conjunto es la melodía cuyo


texto es el mundo. (Mauricio Kagel)

POEMARIO CAPRICHOSO

Beatriz Vignoli (1965)

VITRAUX

Resplandece el azul en su contorno oscuro:


el ramaje invernal del fresno abraza
los últimos cristales.

COOL LIGHT

Un farol redondo de luz fría


se ilumina a sí mismo;
no alumbra nada fuera de su esfera.

Ha quedado vacía
la noche alrededor.
Irene Gruss (1950-2018)

NOTAS DE MEMORIA

Este silencio en el jardín, casi noche.


Cantabas, ¿te acuerdas?
Eras con el rocío, sin nada que nombrar.
Saciada; el amor lejos,
lejos. Pero saciada.
Escucha ahora, como si este silencio fuese ayer, y
¿oyes?, por fin ahora,
cantaras.

PASA

Y este plácido despejarse del cielo


como el viento, suave, en la cara,
y el reflejo del agua contra la pared en esa terracita, abajo
y la copa del gomero que insiste roza la cornisa
parece que cae y no, sube,
la noche contra el día,
y se ha vuelto a nublar, pasa, pasa.

Juan Gelman (1930-2014)

XII

Lo que me diste
es palabra que tiembla
en la mano del tiempo
abierta para beber
callada
está la casa
donde nos besamos
adentro del sol

**********

XXVI

el deseo es un animal
todo vestido de fuego/
tiene patas tan largas
que llegan al olvido/

ahora pienso
que un pajarito en tu voz
arrastra
la casa del otoño/

Leila Sucari (1987)

Mi alma es
un terreno baldío
Después de la lluvia
los insectos florecen
la tierra se hunde
aparecen yuyos en cualquier parte
todo brilla y se desarma.

**********

Ya no encuentro el fondo
todo volvió a ser, como siempre,
una ciénaga.

El amor es hacer pie


en un mundo que se derrumba
no hay lugar donde colgar la ropa.

Fabián Casas (1965)

AUTORRETRATO

Una casa abandonada


rodeada de un jardín agreste
con la luz de la entrada encendida
para que no parezca
una casa abandonada

UCRONÍA

Todo el tiempo piensa en la ucronía.


Que no pase lo que pasó.
Siguen juntos, criando a los niños,
que crecen mirando dibujos animados japoneses.
Ellos cocinan y se ríen, encontraron
una forma secreta de vencer
al largo y despiadado verano
donde el parásito que incubaron
está por nacer.
María Eugenia Simionato (1987)

LA NOCHE ABIERTA

El flujo de la lluvia,
un sol acurrucado entre las rejas:
tocábamos la única ventana
en la pequeña claridad del cuarto.
Decíamos la luz
como si hubiese una palabra
capaz de traspasar la sombra.

ATRAVESAR EL GRITO

Si algo sabés, es que el miedo


tiene un padre que enseña,
y que solo con tiempo es posible
atravesar el grito sin caer.

Si pudiera romper la reja


que creció al margen de mis ojos,
si pudiera amarte
más allá del trueno y el espanto,
acercaría tu mano
para que vea
el lugar donde tu nombre camina.

Clara Muschietti (1978)

La flecha del corazón


es pequeña pero inamovible.
Ya está,
todo lo que hago es a conciencia
y está lastimado.

**********

Daba la impresión de que correr por el bosque


era algo incomparable, pero primero
tuvimos que preguntar ¿esto es acaso un bosque?
después corrimos intentan do grabar todo el verde
lo natural parece inofensivo.
Lo nuevo prometía un relieve perfecto
para un país quebrado.

Belen Rossi (1995)

Quise contar lo que siento


pero me encariñé con el silencio
falté a todos lados
alguien me abrazó y no le creí

**********

Lo que me inclinó
una y otra vez
hacia a vos
fue la insistencia
en ir hacia lo que se aleja

lo que te inclinó
una y otra vez
hacia a mí
fue la insistencia
en no ir porque ya llegué
Vicente Luy (1961-2012)

Si fuera Dios me haría hombre, pero no otro.

Apostaría todo a la transformación.

Mi desesperación y mi miseria

son la plataforma desde donde me intuyo.

Sólo soy tuyo siendo yo.

**********

¿Venderle el alma al diablo? Sí, pero cara.


Y si se puede, venderle también otras cosas.
Y venderle a Dios lo que el diablo no compre.

Juana Bignozzi (1937-2015)

VUELVO A PINTAR...

vuelvo a pintar las flores de mi juventud


vuelvo a ver el amanecer
sin temor
y nunca nadie podrá decirme estas no son horas
veo amanecer como una mujer no como una joven temerosa
de la ley tu ley
el acero de esta luz para una mujer sola
que no debe temer sino decidir.

H. M.

Que haría yo sin tus flores


que haría yo sin esta permanencia
de tu gesto y tu lugar
Que haría yo si debiera pensar
en pérdida olvido y sobre todo final
Que haría yo si no tuviera
la certidumbre de tu memoria
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SUGERENCIAS

Martín Pucheta (1981)

A DIOS, ¡YO LE VOY A DAR!

Yo le voy a rezar al Universo


para que Dios esté más arriba,
para que salga de ese espacio
del ángel apagado y la virgen dormida,
para que suba a la tierra
y vuelva a dar la cara.

Yo le voy a rezar al Universo


para que Dios cuando suba
se defienda.

Que saquen las cruces que lo atraen


a morir de antemano,
que alejen todo el vino que lo emborrache.
Yo le voy a rezar al Universo
porque quiero agarrarme a las trompadas con Dios,
sin mandamiento de nadie
o por el ruido de la sangre,
de pura valentía cósmica,
de pura camorra celestial.

A Dios, ¡yo le voy a dar!

Sin rayos poderosos


ni milagros
ni Papas alentadores,
solos, yo y Él,
y que el Diablo
también se quede afuera.

Una pelea
sin perjuicio para nadie,
sin mágicas hostias
ni santas trinidades,
yo y Él,
a puño limpio,
de Hombre a hombre
con los pies sobre la tierra.

Quiero dejarle los ojos de mora,


e pie mocho,
la nariz estrangulada,
morderlo si hace falta
y por último arrancarle el corazón.

Y si muere por fin, si lo mato,


podré calmar la sed
y el hambre que me sobre.
Yo le voy a rezar al Universo
porque Dios está sordo
o se hace, pero está.
A Dios, ¡Yo le voy a dar!

Rosina Valcárcel

PEQUEÑA ILUSIONISTA, a May Rivas

Pequeña ilusionista / aún parece que te veo bajo la bruma

Danzar la noche entre olas marinas

Por qué serpenteas / gata azul de obsidiana

Te escucho lejos del viento del Sur

Lejos las estrellas / el rubí y el lamento del hipocampo

Por qué fui la barca y tú los ojos de la golondrina

Entre el aroma de caña y la arboleda de plata

Por un instante mi corazón se detuvo, doncella

No te hundiste bajo la espada de las heroínas

Caíste sobre el espejismo del jade y las amatistas

Al amanecer cuando el eco del gallo reinaba la ciudad

Destruiste las ramas de las moras que sembramos

Al mediodía cuando la flor dorada abrió su mano


Te quitaste el traje y descubrí tus espinas

¿Dónde estás pálida amiga?

Tu perfil camina cual un indicio vano

En la tarde de Barranco

¿Hacia dónde giran tus ojos?

Valeria Mire

A ESE LAGO DE TUS OJOS

A ese lago de tus ojos lo contuvieron mil gestos,


lo acorralaron tus días,
se fue cerrando tu vida.

Y esa mirada de agua


que retorna y me conmueve
era de cauce y andanza
con cascadas, saltos, pausas…

Era lago de palabras


mudas, ya no rebasaban.
No llovían de sonidos,
se hizo de piedra tu abrigo.

Hoy que no está “luz de agua”,


la que era de brillo y calma…
Hoy que la veo quieta,
estancada y ya no canta:
Busco un momento de aire,
ya no agua quieta que calla,
siento una voz encantada
de ser río, ritmo, valsa.

Un dolor profundo observa


con ojos de musgo y alga
cómo se paralizó el eco,
ése, de tiempo sin magia.

¿Por qué te quedaste quieta?


¿Dónde el impulso que anima?
¿Cuáles eran las verdades
postuladas en tus rimas?

Fueron más que este misterio.


Desapareció la caricia.
El abrazo se hizo cerco
y abrí tranquera de vida.

**********

ALETEO DE CANCIONES

Aleteo de petreles
que se acercan a la orilla
patalean y salpican
este mar de mis canciones.

Se iluminan de arcoíris
mientras se nubla mi vista.
Juegan con la “brisa-viento”
y con la helada llovizna.

Ya presienten mis mejillas


gotitas de agua salada:
parecieran golondrinas
por su fluir de “danza-hadas”.

Tornasol de picos y olas


son del color de la sombra
aunque esclarecen mis días
y en su planear me acarician.

Imagino que mis alas


también resisten la helada:
fuerza y levedad conectan
de alguna “súper vivencia”.

El cuerpo busca la pausa


entre las algas húmedas,
en los puntitos de arena,
en la ruptura, en la piedra:

la imagen de este vacío


me sobrevuela la letra.

**********

SIGO TU HILO

El día en que un río desborda

borda al paso nueva orilla


Mientras sacude el tiempo,

todo mueve, muestra furia.

Cimientos nacimientos cruza

parecidos a la arena y

deja brillo en la mirada

de quien a su andar se posa.

Ella, toda barca, toda puente,

desbordó: y sólo así

bordó su tiempo maestro

de saberes muy profundos,

de momentos más amables.

De amar hasta por los huesos

amantes fueron sus brazos.

En- ojo- de- luna.

Fortaleza de tus manos.

Posibilidad.

Acto que transforma días de espera en aliento de vida.


Se cruzan las nubes, siempre pasajeras.

Pasan pájaros agudos

nombrando el dolor

que no escuchamos.

Luis Alberto Spinetta (1950-2012)

IV

intensa luz azul


de rayos y de veranos
¿era triste la flor que disipaste en tu viento?
¿frágil la libélula natural?
¿anciana la marmita de resplandores ocultos?

ágil color que serpenteas la mente:


debiste venir con el señuelo del sol
y hubieras descansado junto a los hombres

**********

MIRADA

los pájaros en el oriente


son mensajeros de la luz
en la continua respiración del valle
los animales han vuelto a serenarse
en sueños
y las brisas pasan lentamente

alguna trompeta en ese amanecer


intentará exhalar la lejanía
es su sonido
surcando las enigmáticas plantas del verano

hasta que se venza esa mirada


y vuelva a caer el manto de la noche
y se entumezca levemente la nostalgia en las sombras

Víctor Villagra

Quizás mi infierno
es tu boca de sol hablando

Las manos son resaca de algún mar muerto

Quizás mi infierno sea


mi boca de barro

El cuerpo es tronco viejo

**********

Joven alma de río


cuerpo de mármol
acuná en tu mano
las palabras que más quieras
y guarda en el pecho
las gemas que encuentres en las fuentes
que son los pétalos
que cayeron de tu canto

Lucio Mantel

VAPOR

Sé siempre vapor
No encontrarás otra forma de ser vos mismo
En el abismo más hondo verás brillo

**********

OTOÑO

El otoño viene así


Nunca con aviso
Trae siempre un aluvión
Y no pierde tiempo en decir que llegó
Es una invasión
Al cuerpo y a la mente

**********

SUPERSTICIONES

No escribas tu nombre en la pared de la celda


porque si te vas y queda tu nombre acá
podés volver algún día.
Si se te vuelca la azúcar, libertad
y si es yerba, traslado.

Cuando te vayas no mires para atrás.


Las que quedamos nos unimos en un
solo aplauso de despedida.

Yuliana Ortiz Ruano ( Ecuador, 1992)

Me quedo a lamer
el hondo ombligo envenenado
de la locura,
a besar los labios sangrientos
de la soledad.
En multitudes,
busco la tristeza
tan a fin a mí,
cuando vuela
la intento aprisionar,
la tomo por los cabellos,
lloro y la obligo a acompañarme,
a que traiga consigo
el deforme cuerpo del insomnio,
que vengan en comparsa
las violetas medias lunas
bajo los secos ojos.
Pues ya no sé de cortarle los talones a la noche.
¿Por qué no vivir
Bajo manto oscuro y briza?
Busco la tristeza,
busco sus caderas
las palpo como a mí.
Busco muerte o verso,
como mirarse reflejado en un espejo
sin hallar diferencia.
Las Ítacas de ambas
son la nada

**********

Posé tres veces mis muslos coloidales sobre ese frío congelador,
El soundtrack festivo contrastaba con la ternura de iceberg de sus besos.
Su temor y asco eran palpables,
vomitó en mi lengua canciones con hedor a hierba buena.
Soplé la cintura de sus ojos y corté mis brazos (ríos de verbena putrefacta)
para calmar su soledad.
Sus órbitas calientes me buscan
por el telón de cristal que separa la divina condición de poseedor y cliente
frecuente.
Bebo todo cuanto pasa por mi cuello y cabalgo un equino de ansiedades.

Laura Nivela ( Ecuador, 1998)

PUNTO A.O/ QUIERO ESCAPAR

Cada uno de nosotros es un paréntesis en la ciudad/poema.

Dentro de nosotros el grito ajeno es vacío, el sonido se traga así mismo como
una tarántula en celo.

Empiezo a dudar de lo que llamamos comunicación porque lo único que


encuentro en este desierto son paredes de cal donde me accidento
constantemente.
Se me congelan los huesos, la red que me mantiene unida se debilita con cada
paso.

Mi memoria es un problema de lenguaje, me olvidé de cómo hablar y perdí los


recuerdos. Ahora, juego a las escondidas con ellos.

Por las noches los persigo en un gran pasillo oscuro con una linterna en la
mano izquierda y una pluma en la mano derecha.

Converso con ellos en infinita soledad de la mano con ciudad roída, son
extraños en mi enjambre mental.

Siento que vivo la misma escena centenares de veces, un lugar nuevo es un


escenario ya vivido.

Mi lengua carcomida guarda pequeños detalles de lugares pasados y los


convierte en presente.

A veces mi lengua carcomida me dice el futuro en sueños.

Tenemos soledad que explorar en un constante ajetreo con los extraños,

los extraños con lo que convivimos, nosotros como meros invasores del
cuerpo.

La abstracción de un cuerpo otro puede ser una suma en nuestro cuerpo.

La falta y la reinauguración de la lengua

es la creación de un lenguaje maravillado por la naturaleza.

De una sonrisa en medio del tráfico.

De una sonrisa jamás envejecida.

Por eso me pregunto si no nos cansamos de esta relación compleja donde


luchamos con nosotros mismos para llegar de forma física y lingüística al otro
lado, aunque sepamos que jamás llegamos enteros al punto
B./siemprelugarequivocado/ porque parte de nosotros se quedó en el punto
A./0-el vientre de nuestra madre, siemprelugardesconocido/.

María Auxiliadora Balladares ( Ecuador, 1980)

Eres el niño caballo del árbol torcido


Eres la polenta de la humanidad recostada
Haces los sonidos de las mariposas al comer del gajo
Eres todo lo mínimo
Lo que descalabra el equilibrio de los tapiales
Eres lo mínimo subyacente
Lo que casi no acontece
Lo que viene de la nada
Y aglomera la sangre en las venas de las cabras
Somos verdaderos Roque
La justicia del reino vegetal
Somos la madre a quien el hijo doblega en su peso de espuma
Quién si no nosotros Roque
Cavará los huecos de los huertos
Te encargo enterrar mi mano cuando nadie más la vea
Cuando las luciérnagas nos pierdan de vista
Y no acontezca nada más que tu aliento en este mundo
Entierra mi mano hijito del eucalipto y el capulí
Mi mano que es tierna entre tus colmillos afilados
Que lames como se lamen las ventanas de los trenes
Que quieres como quieren los recién llegados al faro

**********

MATERIALIDAD
He lamido por largo tiempo
al cachorro
Parece que sólo así
sus músculos
se acostumbran al aire
y sus formas
dejan de ser arbitrarias

He golpeado
a los adultos
que se acercan a olfatearlo
o quieren tomarlo
en brazos
Nada nuevo hay
bajo el sol
a otras crías sus manazas

No quiero dormir
porque puede que la muerte
me someta
en el instante en que
mis ojos cierre
Tantas otras madres
recién paridas
reventadas de tanto abrirse
a la existencia
mueren cazadas
por la noche
aun cuando en el sueño
todo aparentara
ser apacible
y la vida
eterna
Michael Santana ( Ecuador, 1996)

XIV

Tiemblo porque al miedo sucedo


porque del trueno se destilan
los destiempo de este brote

tiemblo porque en mí anidan


fragmentos escondidos
por escribas y lorolenguas
negociantes del templo

tiemblo porque vivo


porque muero

porque soy una tajada que tuerce


la memoria de la esfera
las fronteras y lluevo como llueve
acariciando el pantano
las esquinas
las raíces de la sombra

tiemblo porque al trueno sucedo


porque del miedo se destilan
los destiempos de este brote

tiemblo porque mis huesos conducen una bomba

de ocho puntas
una colmilluda flora

de metálica serpiente
que de hambre se hilvana

tiemblo porque trino


porque cuero
porque soy piedra que camina
piel que se tropieza con la nada
polvo ante la jirafa granate
tras el río primigenio

Tiemblo porque al espacio sucedo


porque del tiempo se destilan
las máscaras del gran monte

Tiempo porque canto


porque muerdo

Tiemblo cual las crines de una mantarraya


que nos flota y no la vemos
por buscarle el rrabo al verbo
antes que a la carne

**********

VI

aquí el animal
habla poco
los silencios están repletos

gemir es mejor

de seguro no ven la calle acariciada


el carnaval calavera
ni tragan el olor a sexo de este libro

el poema debería dar aires


de cada rincón y ser vivo
pero la danza es el aire
y el rincón

la caca es lo más parecido al tiempo

Lisberth Alezandra Oña (Ecuador, 1996)

CIRCO EN LA LLUVIA

Regreso a la lluvia
camino en ella, me columpio.
¿En la cuerda floja?
Tomo un paraguas, me balanceo
-Cabeza chapote ante, divagas en espejos lodosos-
Imagino un circo que atraviesa mi tristeza guardo la lluvia que no me limpia
que se me olvida de pronto caigo
tropiezo, lloro, decido, me lastimo caigo.
Me toma un cometa…
en el séptimo vuelo explotan mis pulmones. Transmuto…
Quiero unirme al sistema pájaro.
En Vuelco auto suicida de nubes en polvo
Que se prolifera, transforma.
Me pongo melancólica
Me hace falta el asco de mis gritos,
Pero regreso a la lluvia y me columpio en ella Tal vez…
¿En la cuerda floja?
Turbulencia de un ascendiente
A papa le gustaban las fieras locas intensas… De chiquito proliferaban notas
suaves.
Degustaba de noches alucinadas Y el verde plateado de su tiempo.
Degustaba de putitas babeantes
“Ellas”
le daban las cenizas de sus ojos.
Un poco, pálido, moreno, ondulado Degustaba del encierro y el fastidio De la
iglesia,
cada 5 años se golpeaba el pecho culposo. Degustaba dar serenos a iguanas.
A papito le gustaba beber…
Creyendo que el alcohol era un karma (y era feliz). Dormitaba y soñaba con
fieras locas intensas
Que lloraban las cenizas de sus días
E impregnadas
Absorbían el verde plateado de su tiempo.

**********

ALIMAÑAS UN GRITO AL OLVIDO

Sigo habitando en tu mente/ en el cristal del lente izquierdo que se te quebró


anoche./En los insectos que moran gatos enfermos y una que otra rata.
Un viaje a Manta era lo que necesitábamos/ ver cruzar mariposas, mosquitos
tristes, mosquitos soñadores./ Ver fijarse en nuestros pechos cigarras que
extraían la savia del poco amor que nos teníamos. /
Ver congas y hormigas mutantes de pena que poco a poco subían las
extremidades./
Ya no importaba la mirada triste/ nos convertíamos en crustáceos/ en seres
torpes de ojos borrosos que tropezaban en recuerdos./
Sigo habitando en la memoria del 98/ cuando soñaba volar el Cotopaxi/
curiosear el hielo sin quemarme y convertirme en llama errante./
Sigo habitando en la memoria de otra gente/ en la salinidad de la costa/ en el
frio de la sierra./
Lo que necesitábamos era ser insectos volátiles que vaciaran el poco amor que
nos teníamos./
Sigo habitando en tu mente/aunque me haya marchado a la sierra/
y no me acuerde más de vos.

Juan Sebastián Castillo (Ecuador, 2001)

Todo lo que amo se ha instruido

con el vuelo de las aves

y el reptar de los hombres,

animando las corrientes aéreas

con aleteos infinitos y pasiones

ocultas en el laberinto.

¿He de amarme como amo

al movimiento esbelto del agua?

¿He de justificarme como lo hago

con ese espejo imperfecto,

para nosotros, que es la sombra?

Todo lo que quiero es fuerte

en la presunción de parirlo,
como decía Sócrates;

pero amarlo no lo realza al punto

de divisar las cuatro esquinas,

igual imaginarias, de la tierra.

Es más personal lo que deseo decir.

Tejer entre las formas un sueño,

permisivo a los infortunios,

que integre en mis manos

el inigualable aroma del jazmín

y el tacto impropio del pasto.

El deseo de comunicar algo íntimo;

un amor, un sueño, una amistad,

una guerra, un espejo, un idioma,

y tantas más que no conozco;

me justifican a existir en el verso,

y amo sin límites aquello.


Amo el miedo de terminar,

como dijo, para mí, Tiresias,

ignorando y despreciando lo oculto.

¿Cómo un hombre vive?

Seré más específico, por vosotros.

¿Cómo un hombre vive

cuando sabe que puede soñar,

cuando sabe que puede leer,

cuando sabe que existe la música,

cuando reconoce la urdimbre espiral del mundo,

y cuando es ignorado por las montañas?

Dentro de mi sentir está todo lo dicho

y dentro de lo dicho mi sentir,

me remonta a un cuento inigualable

(escrito por un bibliotecario ciego);

pero yo no soy él, yo no soy las letras


ocultas en ese escalón de signos.

La respuesta es más íntima y general,

cosa que aún busco,

pues responder demasiado joven

me causará arrepentimiento.

**********

LA REINA Y EL ZAGAL
“La reina, llena de envidia,
ambos los mandó cortar;
el zagal que los cortaba
no dejaba de llorar”.
Romance del Conde Olinos, anónimo.
La reina un zagal buscaba,
uno que sepa pastorear.
La envidiosa no paraba,
quería un rosal cortar.
-Muchacho ¿Cuál es tu nombre?
dile a tu reina la verdad.
-Mi nombre es y será hombre,
no ha de importar lo demás.
La reina al joven llevaba
al antiguo y bello altar
donde dormía su hijita,
la que murió de amar.
-Arranca ese rosal blanco
que florece sin parar,
que si ella ha muerto completa
en la tumba ha de quedar.
-No me obligue mi señora
el joven rosal cortar,
que es el corazón y manto
de la princesa real.
La reina furiosa manda
al rosal blanco cortar.
El muchacho no obedece,
pues teme, está haciendo mal.
-Mire de cerca ese espino,
junto a los hijos de Bibar,
aquel es el Conde Olinos
quién no la para de amar.
Yo puedo a él matarlo alegre
y al rosal prometo podar,
pero usted prometa en vida
que jamás lo tocará.
La reina queda pensando,
mira al Cristo del altar,
se pregunta cómo puede
al muchacho engañar.
-Es malo muchacho mío
a la reina no escuchar,
pero no habrá castigo cruel,
pues tu convenio tendrás.
El joven mata al espino
y un caballo empieza a llorar.
Se voltea sorprendido
pues el rosal se va a quemar.
La providencia interviene,
la reina empieza a rezar,
pues sabe que ha equivocado
al amor de Dios enfrentar.
Cortada el alma del conde
y libre la otra del mal,
se convierten en dos aves
que por el cielo volarán.
Para aquello dos testigos
que no pararon de llorar,
pues vieron al amor puro
nacer y por siempre brotar.

Marianela Saavedra (Argentina, 1978)

COMPARTHILIAR

Todxs habitamos
diferentes territorios,
diferentes paisajes,
aun en la misma ciudad,
aun en la misma habitación,
a pesar de las terminales,
a pesar de los aeropuertos
por encima de nuestros natalicios
o nuestros grupos sanguíneos
encima de nuestras muertes
y nuestras glorias,
tu territorio y el mio,
no son lo mismo
pero podemos
traspasar fronteras
y caminar
vos mi suelo
y andar yo
tus meridianos
y hacer del placer y el compartir
una geografía humana
trascendental
importando o sin importar
si mi paisaje
es de ocres y pasteles
y aguas sin marejada
y cielos siempre nublados

y si tu paisaje es
nocturno y melancolico
y de barros sin remilgos,
bien se puede coexistir
en la atemporalidad del deseo
imprevisto y meditado…
compartir una geografía
humana y trascendental.

Cuando junto coraje


Algunas noches
Tomo la ferviente decisión
De quedarme sentada
Sobre mi soledad
Obligándola a que observe
Una estrella,
Cualquiera
Y la torturo diciéndole
Que capaz,
Esa ya murió
Y que sin embargo,brilla,
Brilla,
Desaparecida, desvanecida,
Muerta,
La estrella brilla,
Brilla,
Entonces
Por que nos vamos a quedar
En este elenco estelar

Representando el mismo papel


Sin atrevernos a reventar
Este cuerpo-morada
Y ver que pasa
Mas alla de la costumbre
Y del miedo
A morirse o mudarse
O quedarse sentades
Con el culo apoyado
En la soledad
De saber que nadie
Nos va a complementar,
Porque
Somos completud
Aunque no sepamos
Que hacer con la soledad.
Yo conmigo misma, basto
Y por eso pierdo el miedo
A dejarte o buscarte.
Me pienso y existo
Te pienso y existes
Eh ahí, como nace una galaxia.
Juan Solá (Argentina, 1989)

LOS PERROS

A veces pienso que somos como los perros.
Crecí en un barrio donde había muchos perros. Todo el mundo tenía perros.
Nosotros teníamos como seis.
Cuando iba a tomar el colectivo, uno de mis perros siempre me acompañaba y
por el camino se cruzaba con todos los otros. La mayoría nos ladraba porque
no conocían a mi perro.
Pero, cada tanto, aparecía uno que nos movía la cola y se quedaba jugando
con nosotros. No nos conocía, pero le chupaba un huevo y se acercaba sin
miedo.
Hay que ser ese perro.

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