Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
IV. Introducción:
Para ninguno de nosotros es tarea fácil, tener que anteponer las necesidades de
otros, antes que las nuestras. Y es que en muchas ocasiones, hasta el instinto natural de
supervivencia nos empuja a actuar sin razonar bien, incluso en situaciones de peligro
extremo, necesidad, supervivencia, entre otros.
Esto nos empuja a meditar en lo que podemos llegar ha hacer en momentos de grave
crisis o supervivencia extrema. La pregunta es: ¿Qué estamos dispuestos a entregar en
situaciones de crisis? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar para favorecer el bienestar de
otro, antes que el nuestro?
V. Desarrollo:
1. Contexto histórico.
El pasaje narrado por el evangelista Juan en el Capítulo 6, nos describe el intenso
trabajo de enseñanza y predicación ejecutado por el Maestro, y aunque existe un
largo periodo de tiempo entre los sucesos del Cap.5 y este capítulo, sabemos que los
hechos milagrosos no cesaron, sino que Jesús continuó caminando de ciudad en
ciudad y en esta oportunidad se encontraba en Galilea en Tiberias.
Si hoy Jesús nos hace una pregunta como esta ¿Cómo estamos dispuestos a
responder?
Las escrituras son concretas cuando nos explican que “Nuestro Socorro viene de
Jehová…” (Salmos 121). Entonces mi estimado lector, ¿Cómo seguir creyendo que
dependemos de lo visible y tangible, si nuestras vidas son gobernadas y movidas
como un reflejo de lo sucedido en el plano espiritual? Sería una pérdida de tiempo
creer en Jesús si seguimos pensando que comemos gracias a que gozamos de
empleo y vivimos porque poseemos buena salud, entre otras cosas. Como diría un
reconocido ministro en la alabanza: "Todo se lo debo a Él…" esto nos enseña a
entregar nuestro yo y permanecer humildes siempre ante las cosas en que Dios desee
trabajar con nosotros.
Usted que hoy lee este escrito, Dios creador de todas las cosas, está frente a usted,
no importa que el enemigo intente aminorarte por ser un "MUCHACHO".
¿Sabes por qué? Porque Dios anda en busca de uno.
Joven, te invito a que creas lo escrito por el Apóstol Pablo a Timoteo. Que nadie
tenga en poco tu Juventud, dedícate y sé ejemplo a pesar de que piensen que
eres pequeño, es decir, un "MUCHACHO".
Y sabes que... ¡Sí, lo eres!
¡Un muchacho decidido y atrevido!
¡Un muchacho servidor!
¡Un muchacho con propósito!
¡Un muchacho que comparte!
¡Un muchacho consagrado!
¡Un muchacho con Fe!
Desde nuestras vidas físicas hasta la devocional, carecen de orden y disciplina, tanto
así, que se podría notar tan solo con entrar a las habitaciones, oficinas y hasta
hogares de muchos. Bien dice un adagio popular: “El pasajero... se saca por su
maleta". Sí, querido amigo y hermano que está leyendo, la desorganización es uno
de nuestros principales enemigos. Nunca olvide que usted es mayordomo,
administrador de las buenas nuevas de salvación y debemos garantizar que estas
lleguen a todos en la multitud.
Cada uno de ellos tomaron unas cestas, las cuales reposaban sobre sus espaldas,
estas eran lo suficientemente grandes para cargar una buena cantidad de alimento,
pero no demasiado como para golpear o rozar el suelo, pues sino, se romperían y
pondrían en peligro el producto en estas almacenado.
Cada uno tomó una cesta y comenzó a SERVIR, SÍ... SERVIR. Los Discípulos
iniciaron su faena para más de ¡cinco mil personas allí congregadas!
Pero el gran detalle, es que las cestas estaban pesadas y la gente se encontraba
recostada sobre la grama, esto colocaba a los discípulos en una posición incómoda,
teniendo que INCLINARSE cada vez que se disponían a dar pan o pescado a cada
grupo de personas. ¡Dios, que tremendo esfuerzo hicieron estos varones!
10. Inclínate.
El inclinarse es para muchos un acto de humillación y es por esto que nos cuesta
tanto hacerlo. ¿Pero acaso la biblia no nos dice que el orgullo, la altivez y la
arrogancia son actitudes las cuales desprecia, aborrece y abomina Jehová? tanto así,
que a quienes presentan estas características mira de lejos.
Cuando nos inclinamos estamos descendiendo a un nivel más bajo, esto con la
finalidad de empequeñecer nuestro yo.
Si Juan logró hacerlo ¿Por qué no hacerlo nosotros? Es mas, el Verbo mismo, antes
de su encarnación, lo hizo, pues el profeta Isaías nos declara, que Él mismo, de forma
voluntaria, se entregó y dijo: "Yo iré ".
¿Cuantas veces hemos gastado nuestro dinero, tiempo y fuerzas en cosas que
realmente no valen la pena y en nada son provechosas?
Estamos en un tiempo en el que cada movimiento que la iglesia ejecute, está siendo
observado y juzgado por los de afuera, seamos responsables y no derrochemos las
bendiciones que Dios a colocado en nuestras manos, pues esto garantizará que
muchos más sean bendecidos. Esto sin olvidar que mientras a usted más se le dé,
más se le demandará.
Usted que se encuentra leyendo esta enseñanza. Quizás eres de esos líderes que se
guardan para el Señor, trabajan duramente, no se cansan de enseñar y hasta en
problemas te has metido por tu empeño de que todo marche bien, pero sientes que
a pesar de eso, tu trabajo no es valorado y además tus ojos no logran distinguir que
exista algún fruto de esto.
Hoy a usted quiero dirigirme. ¡NO TE RINDAS! Los discípulos, al principio, no tenía
ni idea de lo que Jesús estaba a punto de hacer y mucho menos lograban comprender
lo que ellos tendrían que hacer, pero aunque al inicio les faltó fe, luego les sobrevino
la obediencia. Esto sucedió al momento en que agruparon a la gente y le ordenaron
recostarse sobre la hierba.
Sé obediente y sigue haciendo lo que haces como para el Señor, pues al principios
solo verás un terreno árido y lleno de maleza, también hay quienes ven un valle de
huesos secos; pero no te detengas, porque no todo el tiempo es lo que vemos, ni lo
que parece. Esa maleza será cortada y tendrás un terreno apto para la siembra y
pronto esos huesos secos vivirán.
El enemigo quiere engañarte y tu carne desmotivarte para que te rindas y bajes los
brazos, pero hoy te digo que no estás hecho para ser un perdedor, pues has ido
llamado y escogido de entre muchos para ser quien salga de la multitud y marques
un precedente y la diferencia. Sé tú el detonante, sé tú el muchacho, atrévete a cargar
una cesta y seguro que Dios al final de la jornada tendrá para ti un galardón, salvación
y vida eterna, sirve con amor, pasión y agradecimiento por lo que Él ya hizo por
nosotros.
VI. Conclusión:
Estimado amigo, hermano o creyente. Este aún, no es un tipo de aguda crisis o persecución
como les mencioné en la introducción del sermón, las circunstancias más complejas ponen
al descubierto y a prueba nuestras verdaderas intenciones e incluso nuestros instintos más
oscuros y desesperados pueden llegar a aparecer, como en el caso de la colisión en los
Andes, un evento desafortunado, donde familiares y amigos tuvieron que consentir que los
otros sobrevivientes comieran de los cuerpos de sus propios amigos y familiares para
sobrevivir.
La condición del hombre antes de la revelación de nuestro Señor Jesucristo, no era muy
diferente, nos encontrábamos perdidos, al descubierto, golpeados, heridos y sin esperanzas,
pero cuenta la historia de este suceso que uno de ellos, sin importarle a qué se estaba
arriesgando, se separó del grupo y propuso en su corazón ir en busca de ayuda para salvar
la vida de sus compañeros, sabiendo que en el intento podría perder la suya. Este hombre
no se quedó inmóvil esperando ver llegar su muerte, sino que renunció a ser parte del
problema y se determinó a convertirse en parte de la solución.
Dios está en busca de un Muchacho que sea desprendido y tenga fe, el Señor está en busca
de hombres y mujeres que se sumen en obediencia y agradecimiento a inclinarse cuántas
veces sea necesario para alimentar a los que no le conocen y se encuentran perdidos y sin
esperanza, sin importar cuantas veces seas menospreciado. Dios necesita un muchacho.
Pastor.
Henyember Yendi L.
San Salvador de Jujuy, Argentina.