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CAPITULO II: MARCO TEÓRICO

2.1 ANTECEDENTES BIBLIOGRÁFICOS

2.1.1 ANTECEDENTES INTERNACIONALES

Estrada (2010), realizó la siguiente investigación para obtener el grado de


Magister en Democracia y derechos humanos: Feminicidio; Asunto de
discriminación de género y omisión en el acceso a la justicia en el estado
de México. El objetivo de la presente investigación fue evidenciar la
discriminación de género, la violación cotidiana y la permisividad el
aparato de justicia como práctica que en su conjunto contribuyen a la
reproducción del feminicidio en el estado de México.
A las conclusiones que el investigador arribó fueron las siguientes: La
minimización del problema por parte de las autoridades administrativas y
judiciales, al no responder con la debida seriedad y diligencia para
investigar, procesar y sancionar a los responsables. Esta situación se
corrobora con los argumentos que las autoridades dan a las causas que
provocan los feminicidios, destacando que son la pérdida de valores,
problemas económicos y la situación de riesgo en que se colocan las
propias mujeres. La concordancia con los datos obtenidos en la presente
investigación, resultan insostenibles los argumentos que confieren las
autoridades de procuración de justicia en el sentido de que el feminicidio
se acota centralmente en el espacio doméstico, en virtud de que fue
posible registrar que la mayoría de las mujeres asesinadas eran jóvenes,
desarrollaban sus actividades diarias en espacios públicos. Se confirma
que la discriminación de género; así como, la acción y la omisión por parte
de las autoridades encargadas de la procuración de justicia en el Estado
de México, han producido el patrón sistemático de vulneración de los
derechos humanos de las mujeres, donde la falta estructural de la
investigación de los casos, como lo establece la normatividad genera la
permisividad de que estos se continúen reproduciendo.
El investigador refiere que el feminicidio actualmente es uno de los
problemas que aquejan a muchas mujeres ya que son víctimas de abusos
hasta generarles la muerte. Las autoridades competentes no brindan la
importancia debida al tema propiciando que los agresores trasgredan los
derechos de sus víctimas y no reciban las sanciones que merecen. Esta
investigación da cuenta de esos hechos y brinda recomendaciones que
sería necesario atenerlas en cuenta para frenar esta penosa problemática.
Lagos (2010) realizó la siguiente investigación para obtener el grado de
Magister en Estudios de Género y Cultura: El feminicidio según la prensa
chilena: otra forma de violencia contra las mujeres. El objetivo de la
investigación fue describir y analizar las construcciones de género sobre
violencia contra las mujeres que hacen los diarios de circulación nacional a
través de su cobertura del feminicidio.
A las conclusiones que el investigador arribó fueron las siguientes:
América latina es la segunda región con índices más altos de muertes de
mujeres por violencia y “Los registros nacionales confirman la existencia
de esta problemática en varios países de la región”. (CEPAL, 2007: 71)
Comisión Económica para América Latina y el Caribe. En el caso chileno,
incluso, el crecimiento en las denuncias por violencia intrafamiliar supera
el de los delitos de mayor connotación social (Centro de estudios para el
desarrollo de la mujer). En un país donde la seguridad ciudadana se
cuenta hace años entre las tres principales preocupaciones de los
chilenos89, el dato no es menor. “Es importante señalar que existe un
abordaje más crítico en los medios de comunicación de estas muertes”
(CEPAL, 2007: 70). Esto es posible constatarlo, por ejemplo, ante la
evidente irrupción al debate público de un asunto que, en Chile, hasta
antes de los ’90, era considerado como un problema privado (Araujo,
Guzmán y Mauro, 2000). O sea, en poco más de una década, un breve
período en la historia para consolidar transformaciones sociales profundas
como sensibilizar sobre las desigualdades de género e implementar
medidas tendientes a revertirlas. Sin embargo, y a la luz del presente
estudio, también es posible afirmar que si bien hoy se habla de violencia
intrafamiliar, por ejemplo, y es motivo de debate, reformas, políticas,
noticias, su cobertura sigue anclada en buena medida en las concepciones
tradicionales, binarias, desiguales entre hombres y mujeres y de la
violencia de género en sí misma. Tal vez se trata de cuestiones formales…
pero la forma también es el fondo. Evidentemente, la omisión del
feminicidio y la violencia contra las mujeres por razones de género dentro
de la agenda de seguridad ciudadana no tiene que ver sólo con la
cobertura informativa y mediática. Dicha postergación dice relación, más
bien, con los estereotipos de género que se reproducen en los procesos de
construcción de agenda política e institucional, donde la labor de los
medios resulta más bien amplificadora y cuyos alcances debieran ser
motivo de otro estudio.

El investigador afirma que el feminicidio es otro de los problemas que


aqueja a la sociedad. Es por ello la importancia de plantear políticas a fin
de frenar a los victimarios y poner un alto a la ola de abusos contra la
mujer que cada día se perpetran.
Pacheco (2013) realizó la siguiente investigación para obtener el grado
de Magister en Derecho: El feminicidio y la violencia de género en la
provincia de Ocaña, Norte de Santander, entre los años 2004-2011:
análisis social de la comunidad y la normatividad imperante en Colombia.
El objetivo de la investigación fue es determinar la relación que existe
entre el feminicidio y la violencia de género en la provincia de Ocaña,
Norte de Santander, entre los años 2004-2011.
A las conclusiones a las que arribó el investigador fueron las siguientes:
Encontramos la importancia y avance que se han presentado a partir de
las diferentes expediciones de leyes que buscan la protección de la mujer
en Colombia, y la protección que pretende dar a las mujeres víctimas del
conflicto armado, quienes han tenido que soportar una serie de
violaciones de derechos humanos, crímenes y actos de lesa humanidad.
De acuerdo a las estadísticas analizadas, vemos el número de casos que se
presentan según el Instituto Colombiano de Medicina Legal, y los pocos
que son denunciados en la Fiscalía General de la Nación, constatando que
aún existe un temor por parte de las mujeres a presentar sus denuncias, y
que dicho temor pueda relacionarse con el sometimiento de nuevo a estas
conductas, que las mantienen en silencio, y que Pueden llegar a
convertirse en el tiempo en víctimas de feminicidio. A pesar de las
políticas que ha tratado de tomar el Estado colombiano en busca de la
erradicación de las formas de violencia en la mujer, no han sido suficientes
pues vemos los múltiples casos que se siguen presentando y quedando en
la impunidad, haciendo que tan solo se cumpla una parte de las
recomendaciones que se han dado por parte de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos con respecto a los casos que se han dado a conocer
ante su instancia, o a las recomendaciones que se presentan por las
comisiones.
El investigador asevera que el feminicidio constituye una grave
problemática la cual debe ser considerada en la mesa de dialogo de cada
uno de los países con la finalidad de revertir el problema y revalorizar a la
mujer como un ser humano que tiene la capacidad de aportar a la
sociedad.
feminicidio un problema social y de salud pública. (2013). Elaborado por:
Doris Stella Tejeda Puentes. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
En este ensayo se expone la magnitud del feminicidio a nivel mundial y
nacional; en el marco de la teoría feminista, se realiza una aproximación a
las deliberaciones teóricas sobre la violencia contra las mujeres, para
contextualizar el surgimiento del concepto feminicidio y a partir de allí se
revisan algunos determinantes sociales señalados en estudios de la
violencia contra las mujeres, así como las clasificaciones surgidas en el
análisis de casos de feminicidios en distintos contextos latinoamericanos.
Finalmente se retoman las políticas nacionales que pueden ser útiles para
incidir en la reducción de las cifras de 19 feminicidio del país y se dejan
planteados algunos retos para la salud pública con relación al tema
tratado.
El feminicidio: realidad o mentira dentro de la política pública colombiana.
(2013). Elaborado por: Marien Yolanda Correa Corredor, Noris Mendoza
Pérez, Clara Milena Rincón Guauque, Yenny Marcela Arenas Rueda, Erick
Johann Aguilar Noriega, José Eliecer Villamizar Mendoza. Universidad
Cooperativa de Colombia, Bogotá. Este ejercicio académico parte del
estado del arte del feminicidio en seis países de América Latina —entre
ellos Colombia— durante los dos últimos lustros, para evidenciar la
necesidad de proponer la tipificación del feminicidio, no como agravante
del homicidio, sino como delito autónomo en la legislación colombiana. Se
escribió en la línea de política pública, desde las teorías del feminicidio de
Diana Russell y de Marcela Lagarde para proteger a las mujeres víctimas, y
fue el resultado de dos trabajos de investigación terminados; se concluye
con que buena parte de la política pública se apoya la disminución de la
violencia contra mujeres y se modifican los imaginarios.
Sánchez (2009) realizó una investigación, en Valencia: España, sobre
estudio longitudinal del impacto de la violencia de pareja sobre la salud
física y el sistema inmune de las mujeres, participaron 182 mujeres, 130
víctimas de violencia de pareja y con una relación de pareja sin violencia,
a través de un cuestionario se recogió información acerca de la relación de
la mujer con el agresor/pareja, se utilizó el cuestionario Duke-UNC
(Broadhead y cols., 1988), cuestionario de Apoyo Social Comunitario
(Gracia y cols., 2002), para la evaluación del estado de salud física de las
mujeres, se utilizó un cuestionario de elaboración propia en el cual se
recogía información sobre síntomas físicos, enfermedades físicas y
utilización de servicios de salud. Las conclusiones es que las mujeres
víctimas de violencia, psicológica y física/psicológica, tenían una edad
media de 47 años, siendo el nivel de educación más frecuente el graduado
escolar (52,2% y 42,4%, respectivamente). Destaca que el 65,2% de las
mujeres víctimas de violencia psicológica y el 72,7% de las víctimas de
violencia física/psicológica se había separado o divorciado del agresor,
habiendo cesado la convivencia con él durante el periodo de seguimiento.
Si bien, el 30% de las mujeres víctimas de violencia psicológica y el 55% de
las víctimas de violencia física, psicológica ya había cesado su convivencia
con el agresor.
López (2011) realizó una investigación en Cuba sobre Violencia contra la
mujer por su pareja. Intervenciones orientadas a su manejo integral. Los
participantes fueron de 170 mujeres, se utilizó la Escala Dembo-
Rubinstein, el Test de Autoestima de Coopersmith, el Cuestionario de
Estados de Frustración, el Cuestionario de Modos de Afrontamiento, de
Lazarus y Folkman y la Escala de Rotter. Los resultados obtenidos, que los
factores no estudiados, tanto en el nivel personológico (dimensión
motivacional y recursos personológicos); relacional (recepción de apoyo
familiar, desempaño de los roles y acceso y control de los recursos);
comunitario (las percepciones, opiniones, argumentos y actuaciones); y
sistemas de servicios de salud (recursos materiales y técnicos, las
relaciones y el proceso), influyen en la violencia sobre la mujer por su
pareja, en nuestro contexto.
Grijalba (2007) realizó una investigación en Madrid, España sobre mujeres
víctimas de violencia doméstica con trastorno de estrés postraumático, de
la muestra total de damas, un 27.2% había experimentado suceso
traumático, estresante, además de la violencia doméstica, siendo los
traumas más frecuentes, el abuso sexual de un desconocido (10.7%), la
muerte traumática de un hijo, familiar o amigo íntimo (9.7%) y el abuso
sexual a manos del propio padre (3.9%) también evidenciaron sucesos
traumáticos fueron: intento de homicidio (1%) y acoso sexual (1.9%).Los
instrumentos que se utilizó fueron: Ficha de datos socio demográficos,
Entrevista Semi estructurada para Víctimas de Violencia Doméstica, Escala
de Gravedad de Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático
(Echeburúa, Corral, Amor, Zubizarreta y Sarasua, 1997b). En la muestra
total, más de la mitad de las mujeres (58.3%) había recibido maltrato
físico, emocional y sexual, un 32% maltrato psicológico y físico y un 9.7%
abuso psicológico el malestar psicológico ante estímulos evocan el
trauma, los recuerdos intrusivos, la evitación de pensamientos asociados
al suceso traumático, el embotamiento afectivo, la sensación de futuro
desolador y la dificultad de concentración lo más habituales, frecuentes,
presentándose en más de un 80% de las participantes. Los síntomas poco
comunes son los flashback, las pesadillas, la amnesia y la evitación de
lugares, actividades o conocidos que recuerdan el trauma.
Ramírez (2012) realizó una investigación en la provincia de Bogotá:
Colombia, sobre violencia de pareja contra la mujer y la aparición de
depresión en el postparto, hizo un estudio piloto con 22 puérperas, con
damas con posparto normal, con recién nacido vivo y sano, mujeres
mayores de edad, estudio de tipo cuantitativo utilizó el instrumento, que
responda al objetivo del estudio. Utilizaron el instrumento del índex of
spouse abuse (índice de violencia en la pareja), Versión en español, y la
Postpartumdepression Screeningscale (Escala de detección sistemática de
la depresión post parto, Versión en español). Se concluyó que la
frecuencia de abuso físico son 17% frente a 54 %, que presentaron abuso
no físico, esto afirma que en el maltrato psicológico es más frecuente.
Cabe recalcar que la cultura machista hace que los hombres sean celosos
con su pareja. Se vio la relación entre las dos variables violencia de pareja
y la depresión post parto, se encontró la relación de 0,738, se afirma que
guardan relación dichas variables. Se concluyó que el abuso no físico; es
decir, emocional, económico, tienen un elevado puntaje. Se encuentra un
grupo elevado con sintomatología depresiva, siendo más sensible y
teniendo grados de ansiedad, baja autoestima como consecuencia de la
violencia.
Sánchez, Muela, Martínez, García y León (2014) realizaron una
investigación sobre variables psicológicas asociadas a la ideación suicida
en estudiantes de España, se solicitó la participación de forma voluntaria a
93 alumnos de la asignatura Fundamentos de la Medición Psicológica de
segundo curso de la Licenciatura en Psicopedagogía de la Universidad,
durante el mes de marzo del año 2010, con edades comprendidas entre
21 y 34 años, los instrumentos evaluados fueron los siguientes Escala de
Ideación Suicida de Beck (Suicide Ideation Scale, Beck et al., 1979),
adaptada al castellano por Comeche, Díaz y Vallejo (1995). Control de los
Impulsos (Ci) del Cuestionario de Personalidad Big Five, Escala de
Desesperanza de Beck, Inventario de Depresión de Beck; los resultados de
este estudio indican que tanto la depresión como la desesperanza pueden
ser predictores muy significativos de la ideación suicida en universitarios
de Psicopedagogía. Lo que está en la línea de un amplio cuerpo de
investigaciones que documentan la gran importancia de estas variables
como factores de riesgo de suicidio.

2.1.2 ANTECEDENTES NACIONALES

Sánchez (2011) realizó la siguiente investigación para obtener el grado de


magister en Sociología: “Si me dejas te mato.” El feminicidio uxoricida en
Lima. El objetivo de la investigación fue explicar y entender los casos
presentados para poder abrir la discusión a nivel académico y comenzar a
ensayar algunas respuestas al feminicidio uxoricida que vayan más allá de
las estadísticas y que lleven a explicar las raíces de este fenómeno. Este es
un estudio exploratorio del tema que no pretende generalizar los
resultados a todos los casos de feminicidios uxoricidas en nuestro país. La
presente investigación está basada en un estudio de análisis cualitativo.
A las conclusiones que el investigador arribó fueron las siguientes: El
feminicidio uxoricida involucra tanto agentes como instituciones. Los
agentes serían las propias personas, como los hombres victimarios, o
posibles victimarios, y las mujeres en general. Está presente también la
familia como centro de la socialización primaria y transmisora de la
cultura, de normas, y formas de comportamiento, es el lugar donde se
toman los primeros modelos de masculinidad y femineidad que serán
determinantes en la constitución de las Personas. Están también
involucradas las instituciones de la Iglesia y la Escuela, y los grupos de
pares que cumplen esa misma función en la socialización secundaria; los
medios de comunicación al abordar el tema y la forma como lo tratan; el
Poder Judicial y la Policía en general, que son los encargados de fiscalizar y
poner orden en la sociedad, y son ellos y sus discursos, los que juzgan a la
misma; el Estado como representante de un tipo de sociedad; y dentro de
este al Poder Legislativo que es el encargado de dar las normas y leyes que
rigen nuestro país; entre otros. Todos ellos, construyen y dan cuenta de
un “deber ser” como comportamiento humano. La socialización primaria y
la socialización secundaria, las redes sociales, los grupos de pares, el
contexto socio-cultural y económico, y las historias personales;
determinan el tipo de masculinidades y femineidades que se formarán en
las personas. De tal manera, los hombres y las mujeres generan su propio
sistema de representaciones sociales que influye en sus percepciones y
expectativas con respecto a sí mismos, a sus parejas y a la sociedad.
Estos crímenes esconden su real magnitud bajo las faltas de denuncias
por parte de las mujeres ya sea por temor, vergüenza o culpa. También se
esconden bajo formas de juzgar y nombrar del Poder Judicial, los
operadores de justicia, los medios de comunicación y la sociedad en
general; que encubren y exculpan al asesino. Pasan así por parricidios,
homicidios simples, homicidios por emoción violenta, crímenes
pasionales, lesiones graves o leves, etc. Es importante nombrar el
feminicidio uxoricida como tal. Hacer uso de su nombre resalta las
implicancias y ayuda a interiorizar en las personas las graves
consecuencias de este fenómeno, ya que solamente conociéndolo,
podemos tener una postura crítica en contra de él. Es importante también
recordar que si bien estos hechos pertenecen al ámbito privado, por su
magnitud e implicancias en la vida de la mujer debe ser un asunto de
interés público.
El investigador afirma que el feminicidio es uno de los problemas que
aqueja a muchas mujeres como producto de la violación de sus derechos,
siendo por lo general los agresores las personas que tienen a su lado
“esposo” “conviviente. Cuando la mujer cansada de los abusos amenaza
con dejarlos, Pues, son duramente amenazadas con quitarles la vida
desistiendo en dejarlos y aguantando cada uno de los abusos de las que
son víctimas.
Arellano (2013) realizó la siguiente investigación para optar el grado de
magister en legislación. El Feminicidio y la Legislación Peruana: El objetivo
general de la investigación fue determinar qué relación tiene el
feminicidio con la legislación peruana.
A las conclusiones que arribó el investigador fueron las siguientes: El
tratamiento del feminicidio en la legislación peruana se realiza a través de
una descripción dogmática normativo tanto a nivel de las convenciones
internacionales sobre los derechos humanos de las mujeres como de
legislación comparada. El feminicidio en los últimos años viene en
aumento considerable sin que las autoridades puedan revertir la situación
brindando protección y garantías a aquellas víctimas de malos tratos
generalmente por parte de sus familiares directos. El Perú es uno de los
países con mayor índice de violencia contra la mujer, las cuales no
denuncian en forma oportuna debido al temor convirtiéndose de esta
manera en víctimas potenciales. El cese de la violencia física favorece la
recuperación de la salud física de las mujeres que habían estado expuestas
a la misma.

El investigador afirma que la legislación peruana parece letra muerta ya


que cada día se observa como las víctimas se suman sin que el Estado
peruano pueda frenar esta situación. El Perú es uno de los países con
mayor taza de feminicidio, es por ello que las autoridades deben
establecer políticas que permitan revalorar y respetar a la mujer.

Anderson (2011) realizó la siguiente investigación para obtener el grado


de magister en Psicología: Estudio longitudinal del impacto de la violencia
de pareja sobre la salud física y el sistema inmune de las mujeres. El
objetivo principal de la investigación fue determinar el impacto de la
violencia de pareja sobre la salud física y el sistema inmune de las mujeres
peruanas.

La investigadora llegó a las siguientes conclusiones: La violencia


psicológica afecta la integridad emocional de las personas por la
naturaleza del trauma o secuela psíquica que deja en la víctima, anulando
de esta manera su proyecto existencial de vida y configurándose de este
modo el daño a la persona. La violencia de pareja a la que están expuestas
las mujeres puede cesar a lo largo del tiempo, siendo más probable el cese
de la violencia física que el de la violencia psicológica. 2. El cese de la
convivencia con la pareja violenta favorece la recuperación de la salud
física de las mujeres. 3. El estado de salud física deteriorado en las
mujeres víctimas de violencia de pareja puede mejorar a lo largo del
tiempo. El efecto incide en la esfera subjetiva de la persona, por lo que
existe una tendencia a desvalorar los efectos perjudiciales de la violencia
psicológica, lo que trae como consecuencia una desprotección de la
víctima frente a esta. El mantenimiento de la violencia psicológica no
impide la recuperación del funcionamiento del sistema inmune.

El investigador menciona que la violencia que es ejercida contra la mujer


la afecta en el aspecto emocional, psicológico, anímico y social. Las
mujeres que constantemente son sometidas a violencia son personas con
una baja autoestima, sin ganas de salir adelante y con la posibilidad de ser
una persona resentida socialmente. Un porcentaje de estas mujeres se
convierten en víctimas de feminicidio, convirtiéndose en un número más
dentro de la estadística.
Arriola Céspedes, I.3 en su tesis Obstáculos en el acceso a la justicia de
víctimas de violencia psicológica en el procedimiento de violencia familiar
nacional. ¿Decisiones justas con enfoque de derechos humanos y de
género? Análisis de casos con resolución de la Segunda Sala de Familia de
Lima entre setiembre – diciembre 2011 concluye que existen casos
procesales que tienen demasiado tiempo de duración especialmente en la
primera instancia, con lo que se deduce que es precisamente el Estado
peruano que no cumple con sus funciones ya que tanto PNP, el Ministerio
Público como el Poder Judicial no realización las investigaciones en forma
rápida y eficaz, que viene a ser un obstáculo para lograr acceso a la justicia
por parte de las personas que son víctimas de violencia psicológica. Un
segundo obstáculo lo encontramos en el tiempo en que se retrasan para
acceder a las medidas de protección que se reclaman a nivel prejudicial,
esto de manifiesta en el tiempo en que se demoran para poder emitir los
resultados de las pericias psicológicas, otra de las deficiencias que se
encuentra en los procesos es que no se da seguimiento a la ejecución de
las sentencias no cumpliéndose por ello con la terapia psicológica para la
persona agredida. Carecen de utilización de normas internacionales en las
demandas del Ministerio Público. De otra parte tenemos que los
Magistrados tienen mucha reticencia para poder asignar la reparación civil
en el caso de ser fundada una demanda. Otro aspecto que no contribuye a
la obtención de justicia de parte de las víctimas es el concepto que sobre
violencia familiar establece nuestra norma jurídica, puesto que para poder
configuras un caso de violencia familiar no establece como requisito el
daño producido, omitiendo contar con una valoración o escala del daño
psicológico. Lo que se ve perjudicado aún más al no existir una guía de
valoración del daño psicológico al momento de ejecutarse la presente
tesis.
Sánchez Barrenechea, J.4 en su tesis “Si me dejas, te mato” El feminicidio
uxoricida en Lima, concluye que en el feminicidio se encuentra
inmiscuidos los agentes así como a las instituciones. Las propias personas
serían los agentes, en tanto que los hombres son los victimarios y las
mujeres las víctimas. En este caso es la familia como eje principal de la
socialización primaria y responsable de la formación de la cultura, de
normas, y formas de comportamiento, ya que es aquí donde se formará la
aceptación de la cultura machista cuyas repercusiones lo tendremos
cuando sean mayores y sufran el maltrato o se conviertan en
maltratadores. Participan en este proceso instituciones como la Iglesia y la
Escuela, así como también los grupos de pares, entre todos ellos van a
lograr la socialización secundaria; también contribuyen instituciones como
el Poder Judicial, la Policía, los medios de comunicación, el propio Estado,
el poder Legislativo, quienes deberían velar por la formación integral de
las personas y la protección de sus derechos fundamentales Ambos tipos
de socialización (primaria y secundaria) aunados en la actualidad a los
medios de comunicación como las redes sociales, la sociedad y el tipo de
relaciones establecidas van determinan el tipo de masculinidades y
femineidades en las personas.

2.2 BASES TEÓRICAS

2.2.1 Violencia de pareja

Es toda acción que daña física y emocional, con el fin de dominar y


mantener el control sobre otra persona. La cual ataca principalmente la
autoestima, por medio de insultos, chantajes, manipulación sutil o golpes.
Hirigoyen (2006) expone que la violencia de pareja se trata de “un
maltrato que se produce en la intimidad de una relación de pareja, cuando
uno de los miembros independiente de su sexo, trata de imponer su poder
por la fuerza” (p.15).

La violencia de pareja es un ataque directo hacia una persona de distintas


maneras, la cual lo que busca es hacerse ver superior hacia otra persona y
minimizando la cual provoca un terrible desequilibrio a la persona
afectada

2.2.2 Feminicidio

El feminicidio es la violencia ejercida en contra de la mujer la cual termina


en asesinato. Generalmente las mujeres son víctimas de feminicidio en
manos de la persona que dice amarlas o que un día lo hizo. Por lo general
las victimas de feminicidio antes de ello fueron víctimas potenciales de
agresiones físicas y psicológicas por parte de su victimario.

Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán (2015) refiere que:

El feminicidio se constituye como un crimen de características específicas.


No tiene actores ni coyunturas determinadas estrictamente; es decir, que
no existe un perfil único de víctima. Todas las mujeres, sin importar edad
ni nivel socioeconómico, están expuestas a esta violencia; la cual se
inscribe en un contexto cultural de discriminación y violencia contra la
mujer. (p.21)
2.3 MARCO CONCEPTUAL
Feminicidio: El feminicidio es un término que intenta inscribirse en el
discurso criminalística para evidenciar acciones humanas cuyos móviles
responden a una racionalidad colectiva que discrimina y valora a la mujer
como objeto de “uso” y “abuso”; y no como sujeto semejante y digno de
ejercer sus derechos.

Intimo

a) Por la pareja íntima. El marido, la pareja, el novio o el amante, sean


los actuales o anteriores

b) Familiares. Padres, padrastros, hermanos, tíos, abuelos o suegros

No intimo

c) Por otros perpetradores conocidos. Amigos de la familia, compañeros


de trabajo, etc.

d) Por extraños. Personas desconocidas.

Violencia: El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado


de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o
comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones,
muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.

Violencia física: La violencia física es un acto llevado a cabo con la


intención de causar daño físico a otra persona. Este daño puede ir desde la
cachetada o daños más graves con resultados que pueden llegar hasta la
muerte.
Violencia psicológica: Es el abuso emocional que incluye manifestaciones
como la degradación psicológica, la humillación verbal, la continua
amenaza de abandono, la amenaza de agresión física, el chantaje
económico y la reclusión en el hogar.

Violencia sexual: Todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto


sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las
acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad
de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente
de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el
hogar y el lugar de trabajo.

Violencia contra la mujer en feminicidio: Es el genocidio contra mujeres y


sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales que
permiten atentados violentos contra la integridad, la salud, las libertades y
la vida de niñas y mujeres. En La violencia contra la mujer en feminicidio
concurren en tiempo y espacio, daños contra niñas y mujeres realizados
por conocidos y desconocidos, por violentos, -en ocasiones violadores-, y
asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que
conducen a la muerte cruel de algunas de las víctimas.
BIBLIOGRAFÍA
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provincia de Ocaña, Norte de Santander, entre los años 20015-
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de violencia psicológica en el procedimiento de violencia familiar
nacional. ¿Decisiones justas con enfoque de derechos humanos y de
género? Análisis de casos con resolución de la Segunda Sala de
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Lima. 2016.
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11.Meléndez, L. y Sarmiento, P. (2015). Informe Nacional sobre
feminicidio en el Perú. Perú: (s.e)
12.Organización mundial de la Salud (2012). Prevención de la violencia
y los traumatismos. Colombia (s.e)
Planteamiento del problema:

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