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Paraná, 2024
Denunciamos que:
El plan de desguace y saqueo -con una devaluación del 120% impulsado
por el gobierno de Javier Milei, Villarruel, Caputo y el FMI- significan
hambre, desocupación, más precarización, violencia y ruptura de los lazos
democráticos.
En enero sufrimos la caída más abrupta del poder adquisitivo en los
últimos 30 años y llegamos al nivel más alto de pobreza de los últimos 20.
Cerca de 27 millones de personas son pobres en la Argentina, afectando a
7 de cada 10 familias, con hogares mantenidos sólo por mujeres. Asimismo,
los trabajos feminizados como la docencia, la enfermería y las tareas de
cuidado siguen siendo los peores pagos y más ajustados. Los aumentos
salariales del gobierno nacional y los gobiernos provinciales, cuando
existen, son totalmente insuficientes y no se llega a cubrir la canasta básica
que hoy ronda los $600.000.
Junto a ello, hay tarifazos brutales, se congelaron las jubilaciones, los
planes sociales, y además no están llegando las partidas alimentarias a los
comedores populares. ¡EXIGIMOS QUE SE DECLARE LA EMERGENCIA
ALIMENTARIA!
Las trabajadoras del Potenciar estamos en alerta y movilización. Desde la
asunción de este Gobierno hemos sufrido bajas en todo el país sin
justificación y con excusas mentirosas. Nosotras cumplimos roles
indispensables para nuestro pueblo, aún más en este momento: somos las
que cocinamos en los merenderos y comedores, las que realizamos el
trabajo de promoción de derechos y acompañamos casos de violencia, las
que pateamos los barrios hasta el último rincón para el acceso a la salud de
la comunidad: Nuestro trabajo nunca estuvo valorado por nuestra función,
el monto del Potenciar nunca llegó a cubrir las necesidades y mucho
menos hoy que la inestabilidad de no saber qué va a pasar con ese ingreso
mensual nos angustia y nos enferma. Exigimos la regularización, el
aumento, explicación y la incorporación de todas las que quedaron afuera!
Toda esta crisis económica y social nos encuentra en la primera línea
porque la mayoría de esos hogares y las acciones comunitarias son
sostenidos por mujeres y disidencias.
Este 8M volvemos a parar y a marchar porque ¡LIBRES y SOBERANAS nos
queremos! Denunciamos la eterna estafa de la deuda externa. El gobierno
de Macri y sus socios, como el actual ministro de economía Caputo, nos
volvieron a sumir al FMI sumergiéndonos en una profunda crisis,
endeudando al país como antes nunca estuvo, incumpliendo el estatuto
del Fondo y pidiendo un préstamo de 45 mil millones de dólares, que lejos
de resolver la crisis del pueblo, se la fugaron y nos ataron nuevamente a la
estafa de la fraudulenta deuda externa. Si el Gobierno de Fernández
hubiese escuchado los reclamos del pueblo de no legitimar el pago de la
deuda, no estaríamos en la situación que estamos. Milei aplica un ajuste
tremendamente mayor que el que ya estábamos viviendo con la política
de bajar el “gasto” y recortar derechos. En enero SOLO el pago de los
intereses al FMI implicó 1,49 billones. Nosotras y nosotres sabemos que SÍ,
HAY PLATA. ¡QUE SEA PARA EL PUEBLO! ¡NO AL PAGO DE LA DEUDA
FRAUDULENTA! ¡NO AL FMI!
Este gobierno intenta avanzar con todo, tiramos la ley ómnibus pero
insisten con el Pacto de Mayo, el protocolo represivo, el DNU y la
profundización de todas las políticas antiderechos y antiobreras que
pueden, así como el desguace y cierre de organismos, programas y
políticas conquistadas por nuestro pueblo. El movimiento feminista y de
mujeres sabe que la única forma de defender nuestros derechos es en la
calle y con nuestras herramientas históricas de lucha, como se ejemplifica
hoy, 8M. Por eso exigimos a las centrales sindicales que convoquen a un
paro general, reivindicando nuestra mejor herramienta contra la opresión y
la violencia y para frenar el saqueo a nuestras vidas. Hoy más que nunca
gritamos: