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La Filosofía en el siglo XIX

Investigación

Este período se caracteriza por ser en gran parte una reacción a la filosofía de Immanuel
Kant. Comenzó con el desarrollo del idealismo alemán (principalmente Fichte, Schilling y
Hegel), pero siguió con una cantidad de otros movimientos, la mayoría de los cuales
fueron creados por filósofos trabajando desde fuera del mundo académico. La filosofía del
siglo XIX es la filosofía que se desarrolló en el mundo occidental, principalmente en
Europa, durante el siglo XIX.

 En Alemania, los excesos metafísicos del idealismo dieron lugar a un


movimiento neokantista.
 Kierkegaard y Nietzsche sentaron las bases para la filosofía existencialista.
 Auguste Comte acuñó el término «positivismo» y popularizó la escuela del mismo
nombre.
 En la ética, Jeremy Bentham y John Stuart Mill elaboraron el utilitarismo, según el
cual la acción correcta es aquella que produce la mayor cantidad de felicidad general.
 Karl Marx y Friedrich Engels invirtieron la filosofía hegeliana para sentar las bases
del materialismo dialéctico.
 En los Estados Unidos, Charles Sanders Peirce, William James y John Dewey dieron
origen a la escuela pragmatista.
 Por el final del siglo, Edmund Husserl inició la escuela de la fenomenología
trascendental.
 En el último tercio del siglo, Gottlob Frege empezó con su trabajo en lógica
matemática, que habría de proveer las herramientas para la filosofía analítica, pero
que permanecería desconocido hasta el siglo XX.

Con respecto al siglo XVIII, son los desarrollos científicos los que desafiarían la filosofía: el
más importante fue el trabajo de Charles Darwin, el cual se basaba en la idea de auto-
regulación orgánico encontrado en filósofos como Adam Smith.

Liberalismo
El liberalismo es un sistema filosófico, económico y político que promueve las libertades
civiles y se opone a cualquier forma de despotismo. Constituye la corriente en la que se
fundamentan tanto el Estado de derecho, como la democracia representativa y la división
de poderes. Algunas de sus figuras principales fueron Jeremy Bentham y Vilfredo Pareto.

Utilitarismo
El utilitarismo es una teoría ética que asume las siguientes tres propuestas: lo que resulta
intrínsecamente valioso para los individuos, el mejor estado de las cosas es aquel en el

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que la suma de lo que resulta valioso es lo más alta posible, y lo que debemos hacer es
aquello que consigue el mejor estado de cosas conforme a esto.
De este modo, la moralidad de cualquier acción o ley viene definida por su utilidad para
los seres sintientes en conjunto. Utilidad es una palabra que refiere aquello que es
intrínsecamente valioso para cada individuo. Algunas de sus figuras principales fueron
John Stuart Mill y Johann Gottlieb Fichte.

Empirismo

El empirismo es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la


percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el empirismo más extremo,
la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto a su origen sino
también en cuanto a su contenido. Se parte del mundo sensible para formar los conceptos
y éstos encuentran en lo sensible su justificación y su limitación. Algunas de sus figuras
principales fueron Franz Brentano.

Positivismo

El positivismo es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento
auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de
la afirmación de las teorías a través del método científico. Algunas de sus figuras
principales fueron Henri de Saint-Simón, Auguste Comte, John Stuart Mill.

Marxismo

El marxismo es el conjunto de movimientos políticos, sociales, económicos y filosóficos


derivados de la obra de Karl Marx, economista, filósofo y periodista revolucionario alemán
de origen judío, quien contribuyó en campos como la sociología, la economía, el derecho
y la historia, y de su allegado Friedrich Engels, quien le ayudó en muchas de sus teorías.
Engels acuñó el término socialismo científico para diferenciar el marxismo de las
corrientes socialistas anteriores englobadas por él bajo el término socialismo utópico.
También se emplea el término socialismo marxista para referirse a las ideas y propuestas
específicas del marxismo dentro del marco del socialismo. El objetivo que se propone el
marxismo es lograr una sociedad sin clases sociales donde todos vivan con dignidad
compartiendo los bienes producidos socialmente, sin que exista propiedad privada sobre
los medios de producción porque supone que ésta es el origen y la raíz de la división de la
sociedad en clases sociales. Algunas de sus figuras principales fueron Karl Marx, Friedrich
Engels, Mijaíl Bakunin y Max Stirner.

Nihilismo

El nihilismo (del latín nihil, "nada") es la corriente filosófica que toma como base la
negación de uno o más de los supuestos sentidos de la vida. El nihilismo suele presentarse
como nihilismo existencial, forma en la que se sostiene que la vida carece de significado

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objetivo, propósito, o valor intrínseco. El nihilismo se puede considerar crítica social,
política y cultural a los valores, costumbres y creencias de una sociedad, en la medida en
que éstas participan del sentido de la vida negado por dicha corriente filosófica. El
término Nihilista fue utilizado inicialmente por el ruso Iván Turguénev en su novela Padres
e hijos: "Nihilista es la persona que no se inclina ante ninguna autoridad, que no acepta
ningún principio como artículo de fe". Algunas de sus figuras principales fueron Friedrich
Nietzsche y Dmitri Písarev.

Pragmatismo

El pragmatismo es una escuela filosófica creada en los Estados Unidos a finales del siglo
XIX por Charles Sanders Peirce, John Dewey y William James. Su concepción de base es
que sólo es verdadero aquello que funciona, enfocándose así en el mundo real objetivo.

Algunas de sus figuras principales fueron Hilary Putnam y William James.

Idealismo

El idealismo es la familia de teorías filosóficas que afirman la primicia de las ideas o


incluso su existencia independiente. Un sinónimo es el inmaterialismo. Algunas de sus
figuras principales fueron Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Arthur Schopenhauer, Friedrich
Wilhelm Joseph von Schelling, Eduard von Hartmann y Karl Rosenkranz.

Existencialismo

El existencialismo es el nombre que se usa para designar a una corriente filosófica que
tuvo su origen en el siglo XIX y se prolongó más o menos hasta la segunda mitad del siglo
XX. Los filósofos existencialistas se centraron en el análisis de la condición humana, la
libertad y la responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.
Algunas de sus figuras principales fueron Soren Kierkegaard, Martin Heidegger y Karl
Jaspers.

Materialismo

El materialismo es una corriente filosófica que, en oposición al idealismo, acerca de la


relación entre el pensar, el espíritu y la naturaleza, problema cardinal o fundamental de la
filosofía, postula que la materia es lo primario, y que la conciencia y el pensamiento son
consecuencia de ésta, a partir de un estado altamente organizado. Algunas de sus figuras
principales fueron Visarión Belinski, Aleksandr Herzen, Nikolái Chernishevski y Nikolái
Dobroliubov.

Anarcocomunismo

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El anarcocomunismo (también conocido como anarquismo comunista o comunismo
libertario) es una tendencia filosófica y económica dentro del anarquismo. Promueve la
asociación voluntaria sin Estado, e igualitaria a través de la propiedad comunitaria o
comunización de los bienes y servicios. Estos serían distribuidos a cada persona por medio
de una economía gestionada por la comunidad, es decir, el comunismo entendido como
comunidad de bienes. Algunas de sus figuras principales fueron Sylvain Maréchal, Carlo
Cafiero y Piotr Kropotkin.

Darwinismo social

El darwinismo social es una teoría social que propugna por la idea de que la teoría de la
evolución de Charles Darwin tiene aplicaciones sociales en instituciones humanas. Algunas
de sus figuras principales fueron Herbert Spencer y Francis Galton.

Tendencias filosóficas en el siglo XIX

En el siglo XIX se producen tres hechos fundamentales: la Revolución Industrial, las


revoluciones burguesas y la aparición del darwinismo. Estos acontecimientos marcarán el
nacimiento de corrientes filosóficas cuyas doctrinas se centran en torno a las
problemáticas generadas por los mismos; éstas son: el materialismo dialéctico;
el positivismo y utilitarismo; y el historicismo. Paralelamente, el irracionalismo se
preocupará por el tema de la existencia.

Entre los filósofos existencialistas o irracionales se encuentran 


Arthur Schopenhauer 

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(1788-1860), quien concibe, el mundo eliminando la oposición sujeto-objeto. Esto es
voluntad ciega y egoísta. Su filosofía es fatalista. Y el danés Soren Kierkegaard (1813-
1855), quien defiende que el hombre es pensamiento. Este pensamiento es inseparable
de la existencia, por lo que todo intento de reflexión es subjetivo. La realidad es un
conjunto de posibilidades de acción, sin embargo, el hombre elige a ciegas lo que le
conduce a la angustia.

Ante tal situación, sólo la fe proporciona.

Auguste Comte 
(1798-1857) es el padre del positivismo. El eje central de su pensamiento es la ley de los
tres estados o desarrollos históricos necesarios del progreso de la humanidad. El primer
estadio es el teológico-mitológico, en el que el hombre interpreta los fenómenos
naturales como producto de unas divinidades o poderes superiores. El segundo es el
metafísico, en el que éstos son interpretados mediante fuerzas abstractas e inmanentes.
En el último, o estadio positivo, el hombre se limita a establecer leyes descriptivas de los
fenómenos.

Hegel
Nació en Stuttgart y estudió Teología, Filosofía y Lenguas clásicas en la Universidad de
Tubinga, en 1801 ejercía como profesor en la ciudad de Jena, ciudad que abandonó a raíz
de la invasión de Napoleón. Su pensamiento tendrá una enorme influencia en filósofos
posteriores, tanto que es considerado en la historia clásica de la filosofía como el
representante de «la cumbre del movimiento decimonónico alemán del idealismo
filosófico» y como un revolucionario de la dialéctica.

El materialismo dialéctico será desarrollado por


Marx (1811-1883) y Engels (1820-1895)
En su obra cumbre El capital. Éste es una transposición del idealismo hegeliano al sustituir
el concepto de Espíritu por el de materia, sustrato físico y absoluto de todo lo existente.
Este materialismo se considera dialéctico en cuanto que la materia se halla sometida a un
continuo proceso de transformación y cambio. La realidad no es algo estático y la
existencia no necesita justificación teológica alguna, sino que se trata simplemente de lo
dado, de la plasmación de un tiempo determinado de esa continua tensión dinámica de la
materia.

Esta concepción de la realidad no puede separar naturaleza de historia, el hombre es


producto de su medio, sobre el que, a su vez, actúa. Por ello resulta necesario desarrollar
un materialismo histórico que estudie las condiciones dialécticas del desarrollo histórico
de la humanidad. El motor de la historia es económico y está centrado en la tensión
constante entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción que suponen la
plasmación efectiva de los diferentes sistemas políticos. Así, la dinámica de la historia es la

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lucha de clases. En base a ella desarrolla su doctrina del socialismo científico regido por la
dictadura del proletariado.

Los filósofos vitalistas e historicistas analizaban al hombre en función de sus actos y de su


situación en el mundo. Entre ellos se encuentran el alemán Wilhelm Dilthey (1836-1911),
cuyo esfuerzo se centra en el análisis de las diversas concepciones filosóficas de la historia
mediante un método que él denomina autognosis fundado en la vivencia, categoría
subjetiva por medio de la cual el individuo capta la realidad histórica y la interioriza.

El británico Herbert Spencer

(1820-1903), precursor de Darwin en el término evolución, intentó demostrar el proceso


evolutivo tanto en el terreno físico-biológico como en el histórico-sociológico.

Friedrich Nietzsche

(1844-1900) es el filósofo más radical de esta tendencia. Se proclama a sí mismo como


pensador subjetivo, irracional y delirante, en cuanto el delirio es una forma asumida del
éxtasis vital. Afirma que, desde la perversión socrática del hombre, la historia ha sufrido
una continua decadencia, encarnada por la moral de esclavos del cristianismo que ha
hecho olvidar al hombre su individualidad primaria y buscar el apoyo en un orden
transcendente. Así, el hombre ha de volver al punto inicial para recuperarse a sí mismo y
para ello precisa la muerte de Dios.

La Filosofía en el siglo XIX

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Lección XII, información del libro “La madurez de los pueblos exige tiempo”

El Idealismo Alemán

El idealismo en general es una manifestación filosófica propia de la edad moderna y señala


“un método, una filosofía y hasta una concepción del mundo”. El idealismo es una
manifestación moderna.

No se pude hablar de idealismo sino a partir de descartes, y es su máxima exposición el


sistema Kantiano. Como método constituye un procedimiento de cautela frente a la
realidad exterior como filosofía se pregunta que es el conocimiento y como se aprende la
realidad, como concepción del mundo tiende a encerrarlo todo en el sujeto, y a convertir
el mundo en un producto de conciencia.

El idealismo como filosofía puede apreciarse en diversos campos gnoseológico sostiene


que la única realidad que conoce el pensamiento, es la del pensamiento mismo, en el
ontológico, metafísico consiste en asegurar que las cosas son nuestros propios
pensamientos mismo; en el ontológico y metafísico consiste asegurar que las cosas son
nuestros propios pensamientos, ni más ni menos. En el primero se señala la única realidad
cognoscible; en los otros se indica la única realidad existente.

El idealismo Alemán, que surge a principios del siglo XIX, recibe la denominación de
“idealismo romántico”, y presenta manifestaciones, estéticas, volitivas y racionales. Sus
representantes más legítimos Fichte, Schilling y Hegel, continuadores de Kant en ciertos
puntos, se apartan de él en otros.

Como idealistas mantienen un idealismo absoluto, partiendo de lo que Kant había


considerado inaccesible, la cosa en sí, nóumeno, aunque estimándola cada uno de ellos de
manera distinta.

El yo absoluto y la intuición intelectual son los elementos del sistema

El yo absoluto (la conciencia incondicional), cuya esencia en la acción; intelectual como


método (que tiene carácter volitivo, ya que va encaminada a aprender la esencia activa),
son los elementos de su construcción sistemática.

Siendo esencialmente activo y libre, requiere un objeto en que hacer recaer su acción, por
eso lo primero es el acto, en el que a la vez se realiza la afirmación de sí mismo, se
reproduce necesariamente la afirmación del no yo.

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De este modo se inicia en su construcción la explicación de lo absoluto el yo absoluto y
activo se vuelva sujeto al afirmarse, al mismo tiempo al no yo como objeto de su acción.

El yo empírico realiza su naturaleza cuando se conduce activamente

No es de extrañar el resultado a que llega: el yo realiza cuando actúa moralmente, es


decir, activamente para lo cual precisa de un objeto al que es necesario conocer. Por tal
razón, el conocimiento es una mera de instancia de la acción.

En las formas últimas que adquiere su filosofía el yo absoluto, punto de partida de toda
construcción, va siendo sustituido, poco a poco por el concepto de la divinidad como
razón y conocimiento absoluto. Este absoluto es un ser trascendente del cual se deriva por
emanación los contrarios, y habla en nosotros.

La filosofía es la intuición de lo absoluto y la intuición más perfecta es la


artística

La filosofía no es otra cosa que la intuición de lo absoluto y debe conducir a la esencial


identidad que entraña naturaleza y espíritu. La forma más perfecta de intuición intelectual
es la creación artística ya que esta permite el paso es la creación artística ya que esta
permite el paso a lo infinito mediante su expresión en lo infinito.

Primera etapa: filosofía de la naturaleza

En la primera hecha los cimientos y crea una filosofía de la naturaleza, en que estima a
esta, no ya como una mera resistencia opuesta al yo absoluto según Fichte, sino como un
organismo vivo, cuyo principio vital provenía de la oposición de los elementos contrarios.

Segunda Etapa: Desarrolla su filosofía transcendental, acoplando su


concepción de la naturaleza con un sistema de idealismo trascendental

Naturaleza e historia se producen por los despliegues dialecticos de una conciencia


absoluta. Su filosofía sostiene que en la creación artística se supera el abismo entre
naturaleza y espíritu, pues mientras aquella crea como artista, éste lo hace como
naturaleza, permitiendo ambos que en lo individual sea intuido lo universal.

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Tercera etapa: coronación del sistema con la identidad, donde unifica, en
un principio absoluto de armonía e identidad, las diferentes partes de su
construcción.

Por ultimo en un afán de acoplarlo incluso también la religión desarrolla su etapa final en
que intenta superar el panteísmo al que lo habían conducido sus ideas.

Desenvuelve el efecto su filosofía de la libertad, en la que el mundo finito se origina como


un desprendimiento de lo absoluto, cayendo en el pecado en el pecado en virtud del
principio de libertad, por lo cual tiende desde entonces a reincorporarse a él, lo que hace
mediante la evolución natural y el proceso histórico.

Punto de vista Filosófico de diferentes personas

Juan Teófilo Fichte:

Su pensamiento filosófico reflejó siempre el vigor de su robusta personalidad, y ha


merecido que se le considere el más grande paladín de la voluntad y del libre arbitrio.

Federico Guillermo José Schelling:

Ha constituido la manifestación volitiva del idealismo romántico, Schelling representa la


proyección estética. El animador del círculo romántico era fundamentalmente un artista,
por lo que se situaba en un plano distinto al autor de los discursos a la nación alemana.

Jorge Federico Guillermo Hegel:

El idealismo para él era racional. Para el la razón y absoluto son idénticos y la primera que
no es estática sino dinámica constituye un auténtico devenir, un proceso dialectico,
germen de toda realidad. Por eso todo racional es real y todo real es racional.

Augusto Comte:

Fundador del positivismo Sustenta como tesis, solo no es dable conocer fenómenos y que
este conocimiento nunca puede ser absoluto por lo tanto preguntar por por la esencia o la
verdadera causa de los fenómenos no tiene sentido ya que el conocimiento nada más
alcanza las relaciones de semejanzas y sucesión.

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Herbert Spencer:

Creó la ley de la evolución manifestada en última instancia como la integración de la


materia y la disipación comitante del movimiento por el cual la materia pasa de un estado
de heterogeneidad a un estado de heterogeneidad.

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