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Conceptos de Persecución Estatal y Política Criminal. Límites a la Persecución penal.

Sujetos responsables. Disposiciones constitucionales que regulan la implementación de


la política criminal. Derecho Procesal penal. Contexto material y formal del derecho
procesal penal. Evolución de los sistemas procesales de la República Dominicana.
Procesos: inquisitivo, mixto y acusatorio. Sus características distintivas. Código
modelo o tipo y su impacto en la Reforma Procesal Penal a nivel latinoamericano.
Alcance del concepto de constitucionalización del Proceso Penal. Concepto de proceso
penal acusatorio y sus diferencias con el modelo adversativo.

Persecución Estatal:

La persecución Estatal está delegada por parte del estado en el Ministerio Público, a
quien le es conferida la obligación de perseguir los delitos penales cometidos por las
personas y la función de la dirección funcional de las investigaciones de la comisión de
estos delitos.

Política Criminal:

Política criminal, que es “el conjunto de decisiones relativas a los instrumentos, reglas,
estrategias y objetivos que regulan la coerción penal y forma parte del conjunto de la
actividad política de una sociedad”.

Es el conjunto de principios fundados en la investigación científica del delito y de la


eficacia de la pena, por la cual se lucha contra el crimen valiéndose tanto de los medios
penales, como del carácter asegurativo.

La Política Criminal es aquel aspecto de la política del Estado, debidamente articulada


con la sociedad, dirigida a prevenir, controlar y gestionar los conflictos que tienen
relevancia penal. En esa medida, comprende el conjunto de decisiones que regulan la
coerción penal, esto es la reacción estatal frente a los hechos punibles, pero también
otras acciones que se relaciona con el campo previo al delito.

Al Ministerio Publico le es atribuida la función de ser el órgano o canal de


conformación de la política del Estado contra la criminalidad, siendo atribución del
Procurador General de la Republica dirigir la política del Estado contra la criminalidad,
en coordinación con los lineamientos trazados a tales fines por el Poder Ejecutivo.

En la República Dominicana, como en muchos otros países de nuestra región, la política


criminal no ha estado recogida en un documento contentivo de sus líneas generales, que
permita conocer sus premisas, sus objetivos y las acciones principales; pero ha existido
en la realidad, en acciones concretas, y se ha caracterizado por el autoritarismo, la
arbitrariedad y un ejercicio desproporcionado de la violencia.

Además, la Política Criminal tradicionalmente se ha concentrado fundamentalmente en


la represión y es muy poca la atención que se le ha brindado a la cuestión de la
prevención, con lo cual no se han encarado adecuadamente los factores desencadenantes
de muchas actividades delictivas que con efectivas políticas de prevención bien
pudieran desactivarse.
Por último, la Política Criminal ha sido vista entre nosotros como una cuestión privativa
del Ministerio Público, la policía y demás agencias ejecutivas que cumplen funciones
policiales y aun las que cumplen funciones de la denominada “seguridad del Estado”.
En consecuencia, es muy limitada la participación que han tenido las demás agencias
gubernamentales en lo concerniente a la Política Criminal, con lo cual se ha
desaprovechado la oportunidad de contar con una política articulada del Estado a los
fines de gestionar adecuadamente la conflictividad penalmente relevante.
Limites a la Persecución penal:

Los principios limitadores del Derecho penal son aquellas directrices de la doctrina
que le han impuesto barreras a la construcción del Derecho penal, de tal forma que éste
no se extralimite y afecte el Estado de Derecho.

El Derecho penal debe utilizarse solo en casos extraordinariamente graves (carácter


fragmentario del Derecho penal) y sólo cuando no haya más remedio por haber
fracasado ya otros mecanismos de protección menos gravosos para la persona
(naturaleza subsidiaria).

Los límites del derecho penal se ven encaminados a evitar el uso excesivo por parte del
Estado de la persecución penal, y más bien, exclusivo a aquellos casos que trasciendan
el orden público. En vista de eso es que han creado varios principios a tales fines, como
lo son: el principio de legalidad, lesividad, no retroactividad, entre otros.

Sujetos responsables

El principal sujeto responsable de la investigación penal lo es el Estado Dominicano, el


cual realiza su función a través del Ministerio Público, quien lo representa, y este es la
cara ante la investigación penal. Aunque con la novedad en el proceso penal, se
incorporó por el Código Procesal Penal Dominicano, la figura del querellante el cual en
algunos caso puede perseguir por si solo la acción penal.

Disposiciones constitucionales que regulan la implementación de la política


criminal.

La Constitución de la República Dominicana consagra en su artículo 169 sobre la


definición y funciones del Ministerio Público `` El Ministerio Público es el órgano del
Sistema de Justicia responsable de la formulación e implementación de la política del
Estado contra la criminalidad, dirige la investigación penal y ejerce la acción pública en
representación de la sociedad``, expresando claramente que el encargado de fomentar la
política criminal estatal es el Ministerio Público, siendo atribución del Procurador
General de la República ``dirigir la política del Estado contra la criminalidad, en
coordinación con los lineamientos trazados a tales fines por el Poder Ejecutivo``.

El texto constitucional del 2010 ha venido pues a darle cobertura constitucional a esta
función que, por no tratarse solo de la política de persecución penal, que entra dentro
del ámbito propio del Ministerio Público como acto del proceso penal, sino del ámbito
más amplio de la política criminal, se trata junto a la Dirección del Sistema
penitenciario y a la inclusión del Procurador General de la Republica en el Consejo
Nacional de la Magistratura, de una de las misiones asignadas al Ministerio Público que
lo acercan más a la esfera del ejecutivo y en ese sentido es entendible que el
constituyente haya reservado al Presidente de la Republica la Designación del
procurador General de la República y de la mitad de sus adjuntos.

Derecho Procesal Penal:

El Derecho Procesal Penal es el conjunto de normas jurídicas correspondientes al


derecho público interno que regulan cualquier proceso de carácter penal desde su inicio
hasta su fin entre el estado y los particulares tiene un carácter primordial como un
estudio de una justa e imparcial administración de justicia: la actividad de los jueces y la
ley de fondo en la sentencia. Tiene como función investigar, identificar y sancionar (en
caso de que así sea requerido) las conductas que constituyen delitos, evaluando las
circunstancias particulares en cada caso y con el propósito de preservar el orden social.
El derecho procesal penal busca objetivos claramente concernientes al orden público.

Contexto material y formal del derecho procesal penal.

Formal.‐ Productor de la norma –órgano competente‐ (ejs. la Ley emana de las Cortes
Generales o de las Asambleas o Parlamentos Autonómicos; el Reglamento de los
Gobiernos y de las Administraciones; la costumbre procede de la sociedad; etc.) y
procedimiento establecido (ejs. la Ley a través del correspondiente procedimiento
legislativo; el Reglamento a través de un procedimiento administrativo; la costumbre
siguiéndose unos usos sociales; etc.).

Material.‐ Ámbito regulado a través de la categoría normativa (ej. L.O., sólo puede
regular las materias prevenidas en el art. 81 C.E; o R.D.‐ Legislativo, límites –no
regular materias propias de L.O., art. 82.1 C.E.; o el R.D. – Ley, límites dispuestos en el
art. 86.1 C.E.).

Evolución de los sistemas procesales en la Republica Dominicana.

En República Dominicana, a partir de la creación de la ley No.76-02, Código Procesal


Penal Dominicano, instaura el sistema mixto, que posee unos aspectos del acusatorio
como del inquisitorio, que no deja la iniciativa privada la persecución del supuesto
infractor y ofrece a éste ciertas garantías contra posibles acusaciones vejatorias,
precipitadas o calumniosas.

Procesos: Inquisitivos, mixto y acusatorio:


Proceso inquisitorio: Es un proceso escrito, secreto, privado y no contradictorio.
Durante la acusación, las pruebas no se discutirán, siendo esta objeto de una
reglamentación muy estricta denominada sistema de prueba legal, debiendo el juez
condenar al inculpado cuando se produjeran en su contra cierto cúmulo de prueba.
La víctima no lleva la acusación al tribunal, sino que surge de un funcionario
específico, encargado de llevar dicha acusación que es el ministerio público. El juez
cobró un papel activo en la administración de la prueba, quedando facultado para
realizar las investigaciones que creyera procedentes y para apoderarse de oficio de la
persecución de la infracción.
El proceso mixto: también denominado Napoleónico (1808), es predominantemente
inquisitivo en la primera fase, o sea escrito, secreto, dominado por la acusación pública
y exenta de la participación del imputado privado de libertad durante la misma. Es
aparentemente acusatorio en la segunda fase del enjuiciamiento, caracterizada por el
juicio contradictorio, por ser oral y público con intervención de la acusación y la
defensa, pero destinado a convertirse en mera repetición o escenificación de la primera
fase. El proceso mixto presenta una acentuación de la etapa de investigación y una
progresiva pérdida de contenido de la fase de enjuiciamiento reducida a mera y
prejuzgada duplicación de la primera"
Proceso acusatorio: En este proceso predomina la acusación privada, es decir, el
acusador es la víctima o persona lesionada de la infracción, si la víctima no acusaba, el
crimen quedaba impune. Luego, al aparecer las penas públicas, la acusación privada fue
sustituida por la popular, la cual podía ser ejercida por cualquier persona.
Para forjar su convicción los jueces estaban limitados a las pruebas aportadas por los
litigantes, sin que se les permitiera ordenar de oficio ninguna medida de instrucción.
El proceso es oral, público y contradictorio.
Este sistema tenía sus ventajas, pues colocaba a las partes en un plano de igualdad,
garantizaba la imparcialidad de los jueces.
Características distintivas:
Sistema acusatorio: Favorece modelos de juez popular y procedimientos que valorizan
el juicio contradictorio como método de investigación de la verdad.

 Facultad de acusar de todo ciudadano.


 Necesidad de que alguien distinto al Juez formule acusación para que pueda
existir un juicio. El Juez no procede "ex oficio".
 El juez no es un representante del Estado ni un juez elegido por el pueblo. El
juez es el pueblo mismo, o una parte de él, si este es muy numeroso para
intervenir en el juicio. La acción corresponde a la sociedad, mediante la
acusación que es libre y cuyo ejercicio se confiere no sólo al ofendido y a los
parientes, sino a cada ciudadano.
 Quien juzga es una Asamblea o Jurado popular, por lo que las sentencias no son
apelables, sino que rige el principio de instancia única.
 El de libertad personal del acusado hasta que exista sentencia condenatoria.
 El de igualdad absoluta de derechos y deberes entre acusador y acusado.
 El de que el Juzgador limite su juicio a los hechos alegados y probados

Sistema Mixto:
 La separación de la función de investigación y acusación y la función de juzgar.
Para que haya juicio es preciso que exista acusación y la función de acusar
corresponde, no siempre en exclusiva, a órganos públicos especiales.
 Del resultado de la instrucción depende que haya acusación y juicio, pero el
juzgador ha de basarse en las pruebas del juicio oral.
 El acto del juicio es oral, público y confrontativo, y se rige por el principio de
inmediación, dependiendo la sentencia de la apreciación por el Juez, no
sometida a regla alguna.
 Según el modelo francés, la sentencia se da mediante una cooperación de
Magistrados y Jurados. La combinación de ambos elementos en la
Administración de Justicia varía según los distintos países. Puede excluirse la
participación del jurado y conservarse todas las demás notas esenciales.

Sistema Inquisitorio:

El procedimiento inquisitorial era una excepción al Procedimiento Ordinario Civil e


incluso al Criminal. Es un procedimiento sumario que no está sujeto a formalismos. En
este sistema el juez (el inquisidor) era un técnico. Se trataba de un funcionario
designado por autoridad pública, que representa al Estado, que era superior a las partes
y que no estaba sujeto a recusación de las partes.

El juez (el inquisidor) dirigía el proceso de principio a fin, con iniciativa propia y
poderes muy amplios y discrecionales para investigar. La prueba, en cuanto a su
ubicación, recepción y valoración, era facultad exclusiva del juez (el Inquisidor).

El juez (el inquisidor) no solo juzgaba, sino que, antes de juzgar, investigaba los hechos,
dirigía la indagación (lo que ahora llamaríamos la investigación policial), era inspector
policial, buscaba culpables, acumulaba pruebas contra ellos.

No era necesario que existiese denuncia o acusación. El Inquisidor podían inquirir,


investigar, cualquier indicio razonable que los llevase a sospechar la existencia de
personas o grupos heréticos.

El objetivo primordial era descubrir la herejía: que el acusado confesase, se convirtiera


y finalmente fuera castigado.

El Proceso Inquisitorial era un proceso bipartito. Constaba de dos fases: una fase
sumaria o inquisitiva (de investigación) y una posterior fase judicial en sentido estricto.
En esta segunda fase o juicio, el «inquisidor» se convertía en «juez» entre dos partes: el
Promotor Fiscal que acusaba a los reos, y éstos, asistidos entonces por sus abogados. El
Fiscal esgrimía ante el juez las pruebas por éste recogidas en la fase sumaria, contra las
cuales tenía que defenderse en esta segunda fase el reo.

Aunque el ofendido se desistiera, el proceso debía continuar hasta su término.

Todos los actos eran secretos y escritos.

Alcance del Concepto de Constitucionalización del Proceso Penal.


La constitucionalización de las normas sobre derechos y garantías procesales penales no
es una simple formalización de reglas, conceptos y principios elaborados dogmáticamente por el
Derecho Procesal Penal, sino la consagración de normas que han adquirido un significado
distinto, desde el momento de su incorporación en el Texto Constitucional, por ser ‘normas de garantía’,
que configuran la tutela del ciudadano frente a los poderes públicos y de los particulares entre
si Esto significa entonces que el Legislador no tiene una discrecionalidad absoluta para definir los
procedimientos penales, ya que debe respetar los derechos constitucionales de las
personas, que aparecen así como el fundamento y límite del poder punitivo del Estado. Fundamento,
porque el ius punendi debe estar orientado a hacer efectivos esos derechos y valores
constitucionales. Y límite, porque la política criminal del Estado no puede desconocer
los derechos y la dignidad de las personas
Los Principios consagrados como norma rectoras en el Código Penal, que rigen la
imposición de las penas, son desarrollo claro del texto constitucional y de la doctrina
que a partir de él ha venido construyendo con sus pronunciamientos la Corte
Constitucional, sobre la forma que debe adquirir el derecho penal, así en la actualidad el
derecho penal se entiende debe estar perfectamente constitucionalizado, es decir, que las
normas constitucionales referidas a los derechos fundamentales y obviamente, las que
tienen que ver der de forma expresa con el derecho penal, entran a jugar como
parámetro de evaluación crítica de las normas penales, al mismo tiempo que se
constituyen en criterios para su interpretación y aplicación. Este fenómeno de
vinculación necesaria entre el derecho penal y la constitución, que ha llevado a
importantes autores a sostener por ejemplo que el derecho penal se debe entender como
derecho constitucional aplicado, está enmarcado en un proceso más amplio y más
complejo, de constitucionalización de todo el ordenamiento jurídico, el cual ha sido
denominado por la doctrina como constitucionalismo moderno o nuevo-
constitucionalismo.

Concepto de Proceso Penal Acusatorio y sus diferencias con el modelo adversativo.

Es aquel sistema de persecución penal en el cual se encuentran separadas las funciones


de investigación, acusación y resolución de un hecho ilícito, asegurando con aquello la
imparcialidad, independencia, igualdad y legalidad del actuar punitivo del Estado.

El modelo adversativo:

 el juez no puede proceder ex oficio, ya que para iniciar el proceso, necesita de


una acusación,
 el acusador investiga, determina el hecho y el sujeto, aporta el material y
consecuentemente marca los límites de enjuiciamiento del juzgador.
 el proceso está informado por los principios de dualidad, contradicción e
igualdad, la valoración de la prueba es libre sin que aspire a establecer un
concepto objetivo de verdad y, finalmente.
 el sistema se sustenta en la justicia popular y por ende impera la instancia única.

Sus características principales tienden a:

 Fortalecer el juicio oral público y contradictorio como etapa central del proceso
penal;
 Imponer la separación definitiva entre la actividad de la investigación y la
jurisdiccional;
 Dotar al ministerio público de los medios de investigación apropiados para que
la persecución criminal sea eficiente;
 Garantizar la defensa técnica, pública y particular a todo sospechoso desde la
primera información que indique que una persona está bajo investigación;
 Introducir medios alternativos en la solución de conflictos penales;
 Crear un servicio públicos de defensa;
 Controlar la duración del proceso.

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