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[ TEMARIO PARA AGENTE FISCAL ]

CONVOCATORIA 04-2019
TEMARIO PARA AGENTE FISCAL

I. MINISTERIO PUBLICO:
a. FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL Y FUNCIONES: Son funciones del
Ministerio Público, sin perjuicio de las que le atribuyen otras leyes, las
siguientes (Ministerio Público, s.f.):

- Investigar los delitos de acción pública y promover la persecución penal


ante los tribunales, según las facultades que le confieren la Constitución,
las leyes de la República y los tratados y convenios internacionales.
- Ejercer la acción civil en los casos previstos por la ley y asesorar a quien
pretenda querellarse por delitos de acción privada de conformidad con lo
que establece el Código Procesal Penal.
- Dirigir a la Policía Nacional Civil y demás cuerpos de seguridad del Estado
en la Investigación de hechos delictivos.
- Preservar el Estado de Derecho y el respeto a los Derechos Humanos,
efectuando las diligencias necesarias ante los tribunales de justicia.
Funciones constitucionales: según el artículo 251 de la CPRG establece que
le corresponde:

- Velar por el estricto cumplimiento de las leyes del país.


- El ejercicio de la acción penal pública.

b. LEY ORGÁNICA DEL MINISTERIO PÚBLICO Y SUS REFORMAS:


Establece en su artículo 1 que “el Ministerio Público es una institución con
funciones autónomas, promueve la persecución penal y dirige la
investigación de los delitos de acción pública; además velar por el estricto
cumplimiento de las leyes del país. En el ejercicio de esa función, el
Ministerio Público perseguirá la realización de la justicia, y actuará con
objetividad, imparcialidad y con apego al principio de legalidad, en los
términos que la ley establece.” Recientemente fue reformada a través del
Decreto Número 18-2016 del Congreso de la República de Guatemala.
Breve reseña histórica:
El Ministerio Público, previo a las reformas constitucionales que regularon
su funcionamiento, se encontraba integrado a la Procuraduría General de
la Nación, conforme el Decreto 512 del Congreso de la República.
En 1993 el Estado de Guatemala dio un giro sustancial en la forma de
organizar el sistema penal para enfrentar la criminalidad en nuestro país,
dividió las tareas de juzgamiento, investigación y persecución penal en
distintos órganos para establecer un sistema de pesos y contrapesos que
permitiera eliminar las arbitrariedades y el abuso de poder que se observó
durante la vigencia del sistema anterior.
El Ministerio Público, a raíz de la reforma constitucional de 1993, se
constituyó en un órgano autónomo encargado de ejercer la persecución y
la acción penal pública. El Código Procesal Penal que entró en vigencia en
1993, trajo consigo una serie de funciones y responsabilidades para el
Ministerio Público, resumiéndose todas ellas en dos grandes áreas:
facultades de dirección de la investigación en la denominada etapa
preparatoria y, las facultades de acusación para el ejercicio de la
persecución penal propiamente dicha.
Tomando en consideración que la Reforma Constitucional y la reforma
procesal penal conciben al Ministerio Público como un ente autónomo, se

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emitió el Decreto No. 40-94 “Ley Orgánica del Ministerio Público” que
define al Ministerio Público como una institución que promueve la
persecución penal, dirige la investigación de los delitos de acción pública y
que vela por el estricto cumplimiento de las leyes del país.
Con la firma de la Carta de Intención en el mes de septiembre 1997, el
Ministerio Público integra la Instancia Coordinadora de la Modernización
del Sector Justicia (ICMSJ), conjuntamente con el Organismo Judicial, el
Instituto de la Defensa Pública Penal y el Ministerio de Gobernación con el
propósito de que permanentemente las altas autoridades del sistema
penal mantuvieran una coordinación para dar soluciones a la problemática
que ocasionaría la implementación del nuevo sistema procesal.

La ley Orgánica del Ministerio Público, contenida en el Acuerdo Número


40-94 en el año 1994, y sufre una reforma por medio del Acuerdo 18-2016,
el cual entró en vigencia el 18 de abril del año 2016. Dentro de las reformas
más relevantes, podemos resaltar:
Se regula la elección, nombramiento, remoción y sustitución del Fiscal
General y Jefe del MP: reformándose los arts. 9, 10, 11, 12, 14 (remoción de
FG), 15, 16.
Se establece que el Jefe del MP solo puede ser removido por la comisión de
un delito doloso (14 reformado)
Se garantiza la independencia del MP y la celeridad en la investigación
penal
Se suprime el Consejo del MP, fortaleciendo la figura del Fiscal General (9,
10, 11, 12, se deroga totalmente el nombre y número de la sección 3, título
2 del decreto 40-94, y los artículos 19,20,21, 22, 23)
Se crean la Coordinación Nacional y Fiscales Regionales (art. 24 bis) La
coordinación nacional, tendrá a su cargo la articulación con los fiscales
regionales. Los fiscales regionales serán los jefes del MP en las regiones
que les fueren encomendados y los responsables de su buen
funcionamiento en el área respectiva.
Se regula la carrera profesional del MP, capacitando a los fiscales:
Principios que rigen la carrera fiscal y el régimen disciplinario: Principio de
legalidad, non bis in ídem, independencia del proceso disciplinario,
proporcionalidad, tomando en cuenta: naturaleza del servicio afectado,
grado de responsabilidad, grado de perturbación efectiva del servicio,
naturaleza de los bienes jurídicos afectados, circunstancias en las que
sucedió el hecho y antecedentes laborales del trabajador en la institución
(art. 60 LOMP)
Principios que rigen la carrera profesional: Idoneidad, objetividad,
integridad y probidad, transparencia, no discriminación y estabilidad.
Se establece el sistema permanente de evaluación de desempeño (art.
81bis) ]Es el sistema permanente por medio del cual se califica el
rendimiento del personal de carrera, y tendrá como finalidad determinar la
eficiencia y eficacia del personal en el cumplimiento de sus funciones, así
como establecer necesidades de capacitación a efecto de superar las
deficiencias encontradas y reconocimientos. La evaluación se efectuará
por lo menos una vez al año.
Se crean las Juntas Disciplinarias (art. 60 LOMP)
Se crea la Supervisión General (Art. 64 bis LOMP)

c. POLÍTICA CRIMINAL DEMOCRÁTICA DEL ESTADO DE GUATEMALA


2015-2035: fue formulada bajo el criterio ordenador de la Constitución

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Política y todos los instrumentos pertinentes de derecho internacional y de
derechos humanos suscritos por el país, así como atendiendo el resultado
de las consultas que se hicieron a los diversos sectores sociales, religiosos,
empresariales, institucionales y autoridades de los pueblos indígenas,
entre otros. Tiene como función esencial la creación de las estrategias
interinstitucionales para el abordaje articulado de los hechos y fenómenos
criminales priorizados, sobre la base de cuatro ejes: la prevención, la
investigación, la sanción y la reinserción, en coordinación con las
organizaciones de la sociedad civil y otros actores del país. Pretende
enfrentar la criminalidad y la violencia bajo el paradigma de la seguridad
ciudadana, por lo que es una política criminal inclusiva, orientada a atender
también las particularidades de las poblaciones vulnerabilizadas, con
perspectiva de género, pertinencia cultural y lingüística, enfoque
victimológico y consideración particular del derecho indígena.
En términos de la construcción de la democracia y la convivencia pacífica,
la presente política constituye un insumo de primer orden para fortalecer la
acción del estado a favor del bien común, la vida, el desarrollo humano, la
paz y el fortalecimiento del Estado de Derecho y la democracia. Se
promueve la cultura de legalidad que obliga al respeto irrestricto del marco
normativo nacional e internacional vigente. Prioriza la prevención del
delito, establece una investigación centralizada, científica, articulada,
estratégica y efectiva de los hechos que más impacto y regularidad social
presentan.
Tiene como objetivo general la creación de estrategias articuladas que
permitan a las instituciones del sector justicia y seguridad ciudadana, el
abordaje de los principales hechos de violencia y criminalidad que ocurren
en el país y que afectan los bienes jurídicos, los cuales el Estado tiene el
deber de proteger, tanto desde la óptica de las posibilidades efectivas de
tutela, como desde la prevención, considerada herramienta de primer
orden para minimizar la incidencia delictiva. La articulación deberá
considerar la participación de las organizaciones de la sociedad civil, la
academia, la iniciativa privada y los pueblos indígenas, entre otros
sectores.
Pretende enfrentar el fenómeno de la violencia y el delito a través de una
metodología que se oriente a desarrollar un análisis de las causas de los
mismos, con el apoyo de herramientas y de investigación que ofrecen la
criminología, la victimología, la sociología, la antropología, psicología, la
estadística, la informática y otras. Con estas ciencias auxiliares de la
política criminal, será posible analizar los diversos aspectos del delito, la
violencia y sus consecuencias, así como proveer recomendaciones y
observaciones que permitan diseñar estrategias que faciliten identificar y
entender las causas del delito y sus efectos; al mismo tiempo que se
buscara la reparación de los daños ocasionados a las víctimas y se
asegurará una pronta y adecuada imposición y ejecución de las penas.
Está concebida como un conjunto articulado de lineamientos de carácter
estratégico, para incidir, desde la prevención, en las estructuras sociales
que puedan mejorar la condición política, económica, social, educativa y
cultural, a fin de reducir o evitar la comisión de hechos delictivos,
potenciando las condiciones que permitan una efectiva prevención del
delito, la construcción de una cultura de legalidad y tolerancia ciudadana,
teniendo como aliados a los medios de comunicación, fortaleciendo a las
demás instituciones estatales encargadas de la persecución penal e
investigación criminal, a fin de evitar la impunidad y la corrupción, así

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como garantizar condiciones efectivas de tratamiento y retorno al
contexto social, para las personas que hayan infringido la ley. Articula la
investigación criminal, generando mecanismos más adecuados de uso de
la información, planificación de acciones estratégicas a nivel nacional y
regional, selección de casos, para enfrentar los distintos fenómenos
criminales, particularmente de las áreas priorizadas, de conformidad con
las condiciones específicas de los distintos departamentos y su incidencia
criminal.
De igual forma, se orienta hacia decisiones afectivas que permitan afrontar
la corrupción y la impunidad, mejorando las capacidades de las
instituciones, la formación de sus empleados (as) y funcionarios (as),
definiendo además mecanismos más eficientes para el control
disciplinario, evaluación de desempeño y reclutamiento de personal.
En el eje de la sanción, plantea racionalizar el uso de la pena privativa de
libertad, considerando la intensidad de la lesión a los bienes jurídicos que
afecta a la convivencia armónica, las condiciones particulares del autor del
hecho delictivo, así como la necesidad de fortalecer los mecanismos de
resolución alterna de conflictos y ampliar las alternativas de sanción
previstas en la legislación penal.
El eje de la reinserción social, articula los esfuerzos que se llevan a cabo
desde otras políticas, orientados a disminuir el hacinamiento carcelario,
mejorar las condiciones de reclusión, generar mecanismos que posibiliten
el cumplimiento del fin resocializador y rehabilitador de la sanción y
políticas para el retorno al contexto social.

d. POLÍTICA DE PERSECUCIÓN PENAL DEMOCRÁTICA DEL MINISTERIO


PÚBLICO: la política criminal democrática del estado de Guatemala se
ejecutará mediante la articulación de todas las instituciones de la
administración pública, las que por su propia naturaleza tienen incidencia
en la prevención, investigación, sanción y reinserción social tanto a nivel
nacional, como regional, departamental, municipal y comunitario. En el
marco de la cooperación internacional para promover la participación
centroamericana en el abordaje de la criminalidad organizada, se orientará
la suscripción de instrumentos de cooperación con otros países, a fin de
enfrentar de mejor manera con una estrategia regionalizada los
fenómenos criminales, en los términos que prevé la Convención de
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional,
conocida como la Convención de Palermo y sus 3 protocolos. Esta política
busca fortalecer el cumplimiento de los diferentes convenios y tratados
internacionales en materia de seguridad y justicia, con la intervención
efectiva de los pueblos indígenas (maya, Garífuna y xinca), así como de las
organizaciones de la sociedad civil que brindan su aporte desde el control
social informal.
Objetivo General de la política: Disminuir los índices de criminalidad y
violencia social, mediante la implementación y creación de estrategias de
prevención, investigación, sanción y reinserción social, que permita el
desarrollo integral, la convivencia social armónica y seguridad ciudadana
para las y los guatemaltecos.
Ejes de la política: Prevención: es el enfoque que procura desarrollar
acciones articuladas entre las instituciones del Estado, la sociedad civil,
sector académico, autoridades indígenas, sector privado, entre otras,
orientadas a disminuir o evitar que un hecho delictivo o violento ocurra;
actuando sobre las causas del crimen y la violencia. Investigación: Proceso

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objetivo, científico, articulado e integral encaminado a descubrir la verdad
de los hechos criminales y atribuir la responsabilidad o inocencia de los
implicados, que involucra acciones interdisciplinarias. Sanción: es la
consecuencia que se deriva de la infracción de la norma penal, que tiene
incidencia en la convivencia social armónica, y que debe orientarse a
remediar los efectos de dicha transgresión, atendiendo las condiciones
particulares de quien realiza el hecho y en proporcionalidad a la afectación
del bien jurídico. Reinserción: Proceso mediante el cual el estado
promueve mecanismos para garantizar condiciones integrales de
tratamiento para la rehabilitación e integración social de las personas que
egresan del sistema penitenciario, evitando que vuelvan a delinquir. Ejes
transversales: Lucha contra la corrupción: implementación de los
mecanismos institucionales orientados a eliminar las prácticas de
corrupción en el ejercicio de la administración pública y el sector privado,
fortaleciendo la promoción de los valores propios del estado democrático
de derecho, la transparencia, la rendición de cuentas y la cultura de
denuncia, asegurando mecanismos de protección al denunciante, así como
el desarrollo de campañas de sensibilización, entre otras. Lucha contra la
impunidad: Desarrollar los mecanismos que aseguren la eficaz denuncia,
investigación y sanción de los responsables de los fenómenos criminales y
los delitos priorizados, de manera que se contribuya también a imponer las
sanciones adecuadas a quienes cometen hechos delictivos y desarticular
grupos de criminalidad organizada y aparatos clandestinos de seguridad
que cometen delitos que afectan a toda la población guatemalteca. Lucha
contra la discriminación y el racismo: asegurar en todo el proceso de
implementación de la política criminal democrática, acciones
interinstitucionales, en coordinación con la sociedad civil, la academia, la
iniciativa privada y los pueblos indígenas entre otros, orientadas a prevenir,
investigar y sancionar el trato desigual de las personas por razones de
etnia, condición económica, orientación sexual e identidad de género,
creencias, en todo el quehacer de las instituciones del sector justicia. Ética
y profesionalismo: Promover acciones orientadas a mejorar la formación
profesional, ética y académica en coordinación con las instituciones
educativas, colegio de abogados y organización profesionales, como
herramienta de fortalecimiento de la administración de justicia. Enfoques y
perspectivas: enfoque de género: permite visibilizar la desigualdad social
construida a partir de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.
Además, es una herramienta útil para la eliminación de la discriminación
contra las mujeres, a fin de promover la equidad e igualdad entre los seres
humanos; y con su incorporación en la política criminal democrática, se
reconoce que hombres y mujeres son diferentes biológicamente, pero
iguales en dignidad y derechos; por lo tanto, el abordaje que debe hacerse
a la prevención, investigación, sanción y reinserción social debe ser
diferenciada y especializada con base a las necesidades específicas de las
personas. En ese sentido, el estado debe garantizar y respetar los derechos
humanos de todas las personas, en especial de las mujeres, atendiendo a
su condición, situación y posición dentro de la estructura social y
asegurando su acceso a las oportunidades que le permitan su desarrollo
pleno. Perspectiva victimológica: visibiliza a la víctima del delito como un
importante sujeto de derecho. Lo cual permite que la planificación,
ejecución y decisiones en materia de política criminal sean más eficaces y
eficientes. Además contribuye al diseño de modelos de atención que
respondan a las necesidades de la víctima, así como a la restitución de sus

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derechos y del daño ocasionado por el delito, tanto en el sistema de
seguridad y justicia, como en materia de política pública en general. La
atención a la víctima del delito debe ser inmediata, con calidad, calidez y
con pertinencia cultural, garantizando y respetando sus derechos
humanos. Pertinencia cultural y lingüística: adaptar los servicios que
prestan las instituciones del sistema de justicia y seguridad ciudadana a la
cultura o cosmovisión de las personas integrantes de pueblos indígenas y la
atención en su propio idioma. Desde la consideración de la pertinencia
cultural es indiscutible que la visión de los pueblos indígenas debe tomarse
en cuenta en las decisiones que se tomen en el abordaje de los hechos
delictivos y os mecanismos de solución de conflictos que ellos
implementan. La política criminal democrática deberá crear las
herramientas que aseguren que el servicio público de administración de
justicia garantice la atención en el idioma de cada pueblo, la consideración
a las condiciones específicas del lugar, la exclusión del racismo, la no re
victimización, y el respeto a la forma de solución de los conflictos por parte
de pueblos indígenas, así como desarrollar las bases para la coexistencia
del pluralismo jurídico. Acceso a la justicia para poblaciones vulnerables:
garantizar que las poblaciones vulnerabilizadas cuenten con las
condiciones necesarias para conocer, promover, ejercer y defender sus
derechos y obligaciones, asegurando la igualdad de trato ante la ley y la no
discriminación, de manera que las instituciones del sistema de justicia y
seguridad ciudadana garanticen un trato digno, implementen
procedimientos especializados de atención, establezcan infraestructura
adecuada en sus instalaciones y desarrollen campañas de sensibilización
sobre las necesidades particulares de estas poblaciones.

e. PLAN ESTRATÉGICO DEL MINISTERIO PÚBLICO 2018-2023: Mediante


acuerdo número 131-2018 de fecha 10 de diciembre de 2018, la Fiscal
General de la República y Jefe del Ministerio Público aprueba el plan
estratégico del Ministerio Público 2018-2023.
Dentro del marco normativo de actuación institucional, se encuentra: a)
Constitución política de la república de Guatemala, que en el artículo 251
establece que el Ministerio Publico es una institución auxiliar de la
administración pública y de los tribunales con funciones autónomas, cuyos
fines principales son velar por el estricto cumplimiento de las leyes del país,
su organización y funcionamiento se regirá por su ley orgánica y establece
que el jefe del Ministerio Público es el Fiscal General de la República, a
quien le corresponde el ejercicio de la acción penal pública. b) Ley Orgánica
del Ministerio Público, que en su artículo 10 indica que el Fiscal General de
la República es el jefe del Ministerio Publico y el responsable de su buen
funcionamiento, su autoridad se extiende a todo el territorio nacional, es
quien ejerce la acción penal publica y las atribuciones que la ley le otorga al
Ministerio Público, por sí mismo o por medio de los órganos de la
institución. El MP tiene las funciones de investigar los delitos de acción
pública y promover la persecución penal ante los tribunales, según las
facultades que le confiere la constitución Política de la República de
Guatemala, las leyes de la república y los tratados y convenios
internacionales. Ejerce acción civil en los casos previstos por la ley y
asesora a quien pretenda querellarse por delitos de acción privada de
conformidad con lo que establece el código procesal penal. Asimismo,
tiene la función de dirigir a la PNC y demás cuerpos de seguridad del
Estado en la investigación de hechos delictivos. Debe preservar el Estado

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de Derecho y el respeto a los Derechos Humanos, efectuando las
diligencias ante los tribunales de justicia. c) Código Procesal Penal, que es
otra norma de importancia para definir el marco legal de actuación del
Ministerio Público, dicho código entro en vigencia en julio de 1994
iniciando una transición estructural del sistema penal, no solo en
Guatemala sino en américa latina, que significo sustituir el hasta entonces
vigente proceso penal inquisitivo por uno de corte acusatorio. En el artículo
8 establece que el MP como institución, goza de plena independencia para
el ejercicio de la acción penal y la investigación de los delitos, debe basar su
actuación en varios principios establecidos en la constitución política de la
república de Guatemala y en el código relacionado, dentro del cual existen
principios y derechos constitucionales básicos, tales como; principio de
legalidad, juicio previo, presunción de inocencia, derecho de defensa,
derecho de audiencia y derecho a traductor o interprete, entre otros; que
se constituyen en la base de un juicio de garantías y observador del
principio de inocencia de las y los ciudadanos guatemaltecos, que los hace
ser el sustento de un verdadero estado de derecho. d) Leyes de naturaleza
penal: código penal, ley de armas y municiones, ley de protección integral
de la niñez y adolescencia, ley contra la narcoactividad, ley contra la
delincuencia organizada, ley contra el lavado de dinero y otros activos, ley
contra la defraudación y el contrabando aduanero, ley de migración, ley de
juzgados y tribunales de mayor riesgo, ley contra el Femicidio y otras
formas de violencia contra la mujer, ley para la protección de sujetos
procesales y personas vinculadas a la administración de justicia penal,
código procesal penal, ley forestal, ley para prevenir y reprimir el
financiamiento del terrorismo, ley de extinción de dominio, ley para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia intrafamiliar, ley contra la
violencia sexual, explotación y trata de personas, ley contra la corrupción,
ley de equipos terminales móviles, ley nacional de adunas, ley orgánica del
instituto para la asistencia y atención a la víctima del delito, ley para la
protección del patrimonio cultural de la nación, ley de contrataciones del
estado, ley del régimen penitenciario, ley de implementación del control
telemático en el proceso penal. e) Leyes relativas a órganos auxiliares de la
investigación: ley orgánica de la policía nacional civil, ley del instituto
nacional de ciencias forenses, ley de dirección general de investigaciones
criminales, ley de acceso a la información pública, ley orgánica de la
procuraduría general de la nación, ley orgánica del instituto de la defensa
publica penal. f) Instrucciones generales. g) Políticas Públicas: dentro de las
políticas públicas vigentes, están: EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO
K´ATUN 2032, REPARACION A LAS COMUNIDADES AFECTADAS POR LA
CONSTRUCCION DE LA HIDROELECTRICA CHIXOY, POLITICA
NACIONAL PARA LA REDUCCION DE RIESGO A LOS DESASTRES, LEY Y
POLITICA NACIONAL DE CAMBIO CLIMATICO, PLAN DE LA ALIANZA
PARA LA PROSPERIDAD DEL TRIANGULO NORTE, POLITICA CRIMINAL
DEMOCRATICA DEL ESTADO DE GUATEMALA, POLITICA PUBLICA DE
PROTECCION INTGRAL A LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA, y en
cumplimiento a los acuerdos de paz, ACUERDO SOBRE EL
FORTALECIMIENTO DEL PODER CIVIL Y FUNCION DEL EJERCITO EN
UNA SOCIEDAD DEMOCRATICA. h) Políticas institucionales: POLITICA DE
PERSECUCION PENAL DEMOCRATICA DEL MINISTERIO PUBLICO,
POLICITA PARA LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES DEL
MINISTERIO PUBLICO, POLICITA DE ACCESO DE LOS PUEBLOS
INDIGENAS AL MINISTERIO PUBLICO Y POLITICA DE DERECHOS

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HUMANOS PARA LA PERSECUCION PENAL DEL MINISTERIO PUBLICO.
i) Normativa internacional.
La estructura funcional del área de fiscalía es la siguiente:
- Fiscalías de distrito y municipales
o Fiscalía de Alta Verapaz
 Fiscalía de Chisec
 Fiscalía de Ixcán
 Fiscalía de Santa Catarina la Tinta
o Fiscalía de Baja Verapaz
 Fiscalía de Rabinal
o Fiscalía de Coatepeque
o Fiscalía de Chimaltenango
o Fiscalía de Chiquimula
 Fiscalía de Esquipulas
o Fiscalía de El Progreso
o Fiscalía de Escuintla
 Fiscalía de San José
 Fiscalía de Santa Lucia Cotzumalguapa
 Fiscalía de Tiquisate
o Fiscalía de Distrito Metropolitano
 Fiscalía de Amatitlán
 Fiscalía de Chinautla
 Fiscalía de Mixco
 Fiscalía de Palencia
 Fiscalía de San Juan Sacatepéquez
 Fiscalía de Santa Catarina Pinula
 Fiscalía de Villa Canales
 Fiscalía de Villa Nueva
 Unidad de Atención Integral
 Unidad de Decisión Temprana
 Unidad de Dirección de la Investigación
 Unidad de Litigio
 Almacén de Evidencias
o Fiscalía de Huehuetenango
 Fiscalía de la Democracia
 Fiscalía de Santa Eulalia
o Fiscalía de Izabal
 Fiscalía de Morales
o Fiscalía de Jalapa
o Fiscalía de Jutiapa
 Fiscalía de Asunción Mita
 Fiscalía de Moyuta
o Fiscalía de Peten
 Fiscalía de Poptún
 Fiscalía de La Libertad
 Fiscalía de Melchor de Mencos
o Fiscalía de Quetzaltenango
o Fiscalía de Quiche
 Fiscalía de Joyabaj
 Fiscalía de Nebaj
o Fiscalía de Retalhuleu
o Fiscalía de Sacatepéquez
o Fiscalía de San Marcos

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 Fiscalía de Ixchiguán
 Fiscalía de Malacatán
 Fiscalía de Tecún Umán
o Fiscalía de Santa Rosa
 Fiscalía de Casillas
 Fiscalía de Taxisco
o Fiscalía de Sololá
 Fiscalía de Santiago Atitlán
o Fiscalía de Suchitepéquez
 Fiscalía de San Juan Bautista
o Fiscalía de Totonicapán
o Fiscalía de Zacapa
 Fiscalía de Gualán
- Fiscalías de sección
o Fiscalía de asuntos constitucionales, amparos, y exhibición personal
o Fiscalía de asuntos internos
o Fiscalía contra la corrupción
o Fiscalía contra el crimen organizado
 Unidad fiscal contra el tráfico ilegal de armas de fuego,
explosivos, armas químicas, biológicas, atómicas, trampas
bélicas y armas experimentales
 Agencia fiscal contra el crimen organizado Jalapa
 Agencia fiscal contra el crimen organizado Quetzaltenango
 Agencia fiscal contra el crimen organizado San Marcos
o Fiscalía contra el delito de extorsión
o Fiscalía contra delitos electorales
o Fiscalía contra lavado de dinero u otros activos
 Unidad de extinción de dominio
o Fiscalía contra trata de personas
 Unidad contra la venta de personas y adopciones irregulares
 Unidad contra la explotación sexual
 Unidad contra la explotación laboral y otras modalidades de
trata de personas
 Unidad de atención integral
 Unidad para la atención de las personas migrantes victimas de
posibles delitos y sus familiares
o Fiscalía de delitos administrativos
o Fiscalía de delitos contra el ambiente
 Agencia fiscal de delitos contra el ambiente Izabal
 Agencia fiscal de delitos contra el ambiente Peten
 Agencia fiscal de delitos contra el ambiente Alta Verapaz
o Fiscalía de delitos contra el patrimonio cultural de la nación
 Fiscalía de sección adjunta región nororiente sede San Benito
o Fiscalía de delitos contra la propiedad intelectual
o Fiscalía de delitos contra la vida y la integridad de la persona
 Agencias fiscales departamento de Escuintla
 Agencias fiscales municipio de Villa Nueva
o Fiscalía de delitos económicos
o Fiscalía de delitos de narcoactividad región central
 Fiscalía de sección adjunta de delitos de narcoactividad región
nororiental sede Izabal
 Fiscalía de sección adjunta de delitos de narcoactividad región
nororiental sede Quetzaltenango

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 Fiscalía de sección adjunta de delitos de narcoactividad región
oriente sede peten
o Fiscalía de Derechos Humanos
 Unidad fiscal de delitos contra los derechos humanos
 Unidad fiscal de delitos contra activistas de derechos humanos,
operadores de justicia y periodistas
 Unidad fiscal de casos especiales del conflicto armado
 Unidad fiscal especial de delitos contra sindicalistas
 Unidad fiscal contra delitos de discriminación
o Fiscalía de ejecución
 Agencia fiscal sede Quetzaltenango
o Fiscalía liquidadora
o Fiscalía de menores o de la niñez
 Agencia fiscal Coatepeque
 Agencia fiscal Alta Verapaz
 Sede regional Chimaltenango
 Sede regional Escuintla
 Agencia fiscal Huehuetenango
 Agencia fiscal Jalapa
 Sede regional Jutiapa
 Sede regional Petén
 Agencia fiscal Puerto Barrios
 Sede regional Quetzaltenango
 Agencia Fiscal Quiché
 Agencia Fiscal Salamá
 Agencia Fiscal San Marcos
 Agencia Fiscal Santa Rosa
 Agencia Fiscal Sololá
 Agencia Fiscal Sacatepéquez
 Agencia Fiscal Suchitepéquez
 Sede regional Zacapa
o Fiscalía de la mujer
 Agencia fiscal en fiscalía de distrito de Jutiapa
 Agencia fiscal en fiscalía de distrito de Petén
 Agencia fiscal en fiscalía de distrito de Quetzaltenango
 Agencia fiscal en fiscalía de distrito de Quiché
 Agencia fiscal en fiscalía de distrito de San Marcos
 Agencia fiscal en fiscalía de distrito de Sololá
 Agencia fiscal en fiscalía municipal de Mixco
 Agencia fiscal en fiscalía municipal de Santa Catarina Pinula
 Agencia fiscal en fiscalía de Distrito de Alta Verapaz
 Agencia fiscal en fiscalía de Distrito de Chimaltenango
 Agencia fiscal en fiscalía de Distrito de Chiquimula
 Agencia fiscal en fiscalía de Distrito de Escuintla
 Agencia fiscal en fiscalía de Distrito de Huehuetenango
 Agencia fiscal en fiscalía de Distrito de Izabal
 Agencia fiscal en fiscalía de Distrito de Jalapa

La estructura funcional del área administrativa es la siguiente:


- Despacho del fiscal General de la República
- Asesoría del sistema de gestión de la calidad
- Unidad asesora de genero
- Departamento jurídico

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- Unidad de auditoría interna
- Jefatura administrativa
o Dirección Administrativa
 Departamento de información y prensa
 Unidad de información publica
 Departamento de servicios generales
 Sección de administración de vehículos
 Unidad de telecomunicaciones
 Unidad de conserjería y servicio de apoyo
 Unidad de mensajería
 Unidad de reproducción de documentos
 Departamento de infraestructura
 Sección de administración del edificio Gerona
 Sección de mantenimiento
 Departamento de eventos de cotización y licitación
 Sección de compras
 Sección de almacén
o Dirección de Recursos Humanos
 Sección de reclutamiento y selección de personal
 Sección de acciones de personal
 Sección de clasificación de puestos y salarios
 Sección de nomina
 Guardería “Ak´al”
o Dirección Financiera
 Departamento de presupuesto
 Departamento de tesorería
 Departamento de contabilidad
 Sección de ejecución presupuestaria
 Unidad de inventarios
 Unidad de archivo
o Sección de archivo general de expedientes
o Dirección de análisis y planificación
 Departamento de análisis y planificación
 Departamento de desarrollo institucional
- Secretaria general
o Dirección de investigaciones criminalísticas
o Oficina de protección
o Supervisión general
 Sede región central
 Sede región norte
 Sede región occidente
 Sede región oriente
 Sede región sur
- Secretaria privada y de asuntos estratégicos
- Secretaria de asuntos internacionales y cooperación
o Departamento de ejecución de proyectos de cooperación externa
o Departamento de cooperación
o Unidad especializada de asuntos internaciones
o Agregaduría legal
- Secretaria de política criminal
o Departamento de coordinación de atención a la victima
o Departamento de pueblos indígenas

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- Coordinación del sistema informático integrado
o Departamento del sistema informático administrativo
o Departamento del sistema información de control de la investigación
del MP –SICOMP-
- Dirección de análisis criminal
- Departamento de procedimientos administrativos disciplinarios
- Departamento de seguridad
- Unidad de métodos especiales de investigación
- Unidad de evaluación del desempeño
- Fiscalías de Distrito
o Fiscalías municipales
- Fiscalías de sección
- Unidad de impugnaciones
- Unilat, Unidad especializada contra organizaciones criminales dedicadas a la
narcoactividad y/o lavado de dinero u otros activos, y delitos contra el orden
tributario
- Fiscalía especial contra la impunidad (FECI)
- Unidad de capacitación

La estructura funcional del área de investigaciones es la siguiente:


- Despacho del Fiscal General de la República
- Dirección de Investigaciones Criminalísticas
o Sub dirección de investigación criminal operativa
 Unidad de asistencia técnica
 Unidad de investigadores
o Sub dirección de investigación criminalística
 Unidad de recolección de evidencias
 Unidad de monitoreo

Organización:
- Fiscal General de la República y Jefe del Ministerio Público
- Fiscales Regionales
- Fiscales de Distrito y Fiscales de Sección
o Jefatura de la Fiscalía Distrital
 Fiscal de Distrito
 Área de enlace para análisis criminal
 Área de apoyo administrativo y logístico
 Comité de gestión fiscal
o Unidad de atención integral
 Oficina de atención permanente (OAP)
 Oficina de atención a la víctima (OAV)
o Unidad de Decisión Temprana (UDT)
o Unidad de dirección de la investigación (UDI)
 Área de investigadores
 Área de atención de casos de flagrancia
 Área de procesamiento de la escena del crimen
 Área de fenómeno criminal
o Unidad de Litigio (UL)
 Área de audiencias previas al juicio
 Área de audiencias de juicio
 Área de prueba para juicio
- Fiscales de Distrito Adjunto y Fiscales de Sección Adjunto
- Agentes Fiscales

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- Auxiliares Fiscales
FUNCIONES: Las funciones del Ministerio Público se establecen en el artículo 2 de
la Ley Orgánica del Ministerio Público, siendo las siguientes:
a. Investigar los delitos de acción pública y promover la persecución penal ante los
tribunales, según las facultades que le confieren la Constitución, las leyes de la
República, y los tratados y convenios internacionales.
b. Ejercer la acción civil en los casos previstos por la ley y asesorar a quien
pretenda querellarse por delitos de acción privada de conformidad con lo que
establece el Código Procesal Penal.
c. Dirigir a la Policía Nacional Civil y demás cuerpos de seguridad del Estado en la
investigación de hechos delictivos.
d. Preservar el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos,
efectuando las diligencias necesarias ante los tribunales de justicia.
DIAGNOSTICO INSTITUCIONAL: Tomando en consideración la información que
es generada amplia y detalladamente por el SICOMP y el análisis realizado a la
misma, se planteó el Eje 1: Diagnóstico, elaboración de Protocolos de Investigación
Criminal y adecuación del Modelo de Gestión de Casos, con el cual se pretende hacer
una revisión de los modelos de gestión que se han venido utilizando a efecto de
analizar los actores, procedimientos utilizados y otros factores como la influencia
que tiene el liderazgo de los fiscales, la cantidad y capacidad del personal asignado
a las fiscalías, las cargas de trabajo, la efectividad de los turnos, entre otros. Este
análisis permitirá determinar y validar un modelo de gestión que tenga una mejor
producción y respuesta a las denuncias recibidas.
Por otra parte, es oportuno indicar que, dentro de las principales fortalezas se
manifestó que se dispone de una estructura organizacional adecuada, así como
políticas institucionales que orientan en la parte sustantiva la persecución penal
estratégica, sin embargo habrá que evaluar y validar la misma, al hacerse la
revisión del modelo de gestión; adicionalmente, se considera necesaria la
incorporación del enfoque de género y pertinencia cultural en los procedimientos
que estas dependencias llevan a cabo. Al respecto, es importante indicar que estos
son factores que influyen en el logro de resultados, así como contar con recurso
humano capacitado, con experiencia y actitud positiva en la mayoría de fiscalías,
dependencias de apoyo y administrativas.
Asimismo, es preciso redefinir la competencia territorial de algunas fiscalías
municipales y la material de las fiscalías especiales y de Sección, para mejorar la
coordinación y prestación de servicios a efecto de facilitar la accesibilidad a la
población.
Otro factor negativo que incide en el funcionamiento del Ministerio Público y
limita el acceso de la población a la justicia pronta y cumplida, es la poca presencia
institucional a nivel nacional, ya que actualmente solo se tiene presencia en el
20.3% de los municipios del país, con 23 fiscalías de distrito, 46 fiscalías o agencias
municipales, de las cuales siete aún se encuentran pendientes de implementación
(Ver mapa de presencia institucional en Anexo 1), y 22 fiscalías de Sección.
En consecuencia, cada una de las sedes tiene asignada una jurisdicción y cobertura
territorial extensa, tanto en el área urbana como en la rural, situación que se ve
agravada debido al difícil acceso a comunidades rurales y áreas marginales del
país.
Con la finalidad de contribuir a superar esta situación, se realizó la definición del
Eje 2: Fortalecer la respuesta ante los delitos contra la vida, contra las extorsiones, la
criminalidad organizada y la corrupción, cuyo objetivo estratégico es: mejorar el
acceso a la justicia, así como la calidad del servicio y entre sus nueve líneas de
acción se plantea la ampliación y fortalecimiento de cobertura del Ministerio
Público a través de la creación o readecuación de fiscalías y agencias fiscales a

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nivel nacional. En ese sentido, se tiene prevista la creación y puesta en
funcionamiento de 25 agencias fiscales, implementación de kioscos de denuncias
y quejas, así como el establecimiento de fiscalías móviles en comisarías de la
Policía Nacional Civil ubicadas en áreas de alto riesgo.
En lo que respecta a las estadísticas generadas de delitos contra la vida, para el
mismo período, se recibieron 2,566 expedientes, de los cuales 241 corresponden al
delito de Femicidio; presentándose 377 acusaciones, incluidas en esta cifra 26 por
el ilícito de Femicidio; en tal sentido, se puede afirmar que en relación al número
de expedientes recibidos con las acusaciones presentadas se ha tenido una
efectividad del 14.69%.
Especial atención merece señalar que de las 427,819 denuncias recibidas, 8,289
están asociadas al ilícito penal de extorsiones, registrándose 3,158 en el
departamento de Guatemala; considerando que desde la creación de la Fiscalía
contra el Delito de Extorsión se han obtenido únicamente alrededor de 380
sentencias, se evidencia un 4.58% de efectividad en el ataque frontal de este
delito.
En respuesta a esta situación, dentro de las líneas de acción se propone el
fortalecimiento de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida y la Integridad de las
Personas, así como la promoción de acciones de prevención del delito
principalmente el de extorsión.
Como acción afirmativa a las reformas efectuadas a la Ley Orgánica del Ministerio
Público, se aprobó la regionalización territorial institucional; asimismo, se inició
con la implementación de sedes. Por lo que, en este eje se incluye la readecuación
de las funciones de la Coordinación Nacional y Fiscales Regionales que permitirá
completar su implementación para facilitar entre otros, el apoyo oportuno, la
coordinación intrainstitucional, la descentralización de funciones, reducción de
tramos de control y la dirección de la persecución penal de los fenómenos
criminales, tomando en consideración las particularidades, características y
principales delitos propios de cada región.
El crecimiento organizacional, incluyendo la creación de nuevas agencias fiscales
de fiscalías de sección y agencias fiscales en algunos hospitales nacionales, ha
permitido la atención inmediata y especializada, así como la realización de
diligencias urgentes de investigación de determinados tipos penales, priorizados
en la Política de Persecución Penal Democrática del Ministerio Público, sin
embargo, aún no son suficientes. Además, se han establecido modalidades de
trabajo que han demostrado en la práctica ser efectivas, tales como la reunión de
coordinación y seguimiento de casos de impacto en las primeras 24 y 72 horas en
algunas fiscalías especializadas, la Certificación Internacional de la Calidad ISO
9001 de la Fiscalía Contra el Delito de Extorsión y el Modelo de Atención Integral a
víctimas del delito, que podrán ser revisados y validados para su aplicación en
otras fiscalías.
En el área técnica, la creación y aportes de dependencias de análisis y de
aplicación de métodos especiales de investigación, haciendo uso de tecnología
para la obtención y procesamiento de información, han contribuido con el área
fiscal en la persecución penal estratégica y la desarticulación de estructuras
criminales. Al respecto, es importante resaltar que recientemente se efectuó el
fortalecimiento de la Dirección de Investigaciones Criminalísticas (DICRI),
Dirección de Análisis Criminal (DAC) y Unidad de Métodos Especiales (UME). Sin
embargo, los requerimientos realizados a estas dependencias, sobrepasan la
capacidad de respuesta.
Por ello el Eje 3: Modernización de la Investigación Criminal, planteado dentro de
este Plan, tiene como objetivo la sistematización de los procesos de investigación
criminal que contribuyan a la modernización y mejora continua de los mismos,

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planteándose entre sus líneas de acción, la desconcentración de la Dirección de
Investigaciones Criminalísticas, el monitoreo y evaluación del cumplimiento de la
Política de Persecución Penal Democrática del Ministerio Público, el
fortalecimiento de la coordinación con los organismos cooperantes, el diseño y/o
actualización de protocolos de investigación criminal estratégicos, así como el
fortalecimiento de las capacidades técnicas y profesionales a equipos
multidisciplinarios.
Otro factor que debe resaltarse es que el Ministerio Público ha hecho esfuerzos
para el combate de los delitos de delincuencia común, así como los realizados por
las maras o pandillas, las cuales se movilizan con facilidad en los territorios y áreas
fronterizas de los países centroamericanos, principalmente en los que conforman
el denominado Triángulo Norte, burlando así las acciones de persecución que se
realizan.
Con la finalidad de lograr efectividad en estas acciones, se ha incluido en el
presente Plan Estratégico el Eje 4: Intercambio de Información y Política Criminal
del Triángulo Norte, Honduras, El Salvador y Guatemala, que busca aunar esfuerzos
para combatir de forma conjunta la lucha contra la delincuencia fuerzas de
seguridad y de persecución penal de Honduras, El Salvador y Guatemala, para el
abordaje en conjunto de fenómenos de infracción y transgresión de las normas
relacionadas con la financiación, producción y tráfico de sustancias ilegales y
aspectos asociados, así como el establecimiento de las bases para una persecución
penal estratégica en el territorio centroamericano.
En los últimos años se ha trabajado en forma conjunta y con el apoyo de las
dependencias que conforman la Dirección de la Policía Nacional Civil, logrando
comunicación y coordinación asertiva en la investigación de hechos delictivos,
allanamientos y otras actividades que han permitido desarticular estructuras
criminales. Con el afán de mantener la buena relación y mejorar los procesos que
se realizan en conjunto, es necesaria la incorporación del Eje 5: Coordinación y
fortalecimiento de la relación entre el Ministerio Público y la Policía Nacional Civil,
que tiene por objeto articular esfuerzos y recursos entre ambos para el
intercambio y sistematización de la información criminal, que permita fortalecer la
persecución penal estratégica.
Para lograr este objetivo se incluyeron entre las líneas de acción, el
establecimiento de mecanismos de coordinación, comunicación y control con el
Ministerio de Gobernación para el intercambio y sistematización de la información
criminal, la conformación de una mesa técnica bilateral (PNC-MP) para el análisis
de los fenómenos criminales, de las diversas manifestaciones de las estructuras
criminales existentes en el territorio nacional, de los mercados ilícitos y de los
patrones delictivos, así como la conformación de unidades conjuntas,
multidisciplinarias y especializadas de investigación criminal con la Policía
Nacional Civil bajo la dirección del Ministerio Público.
Como resultado del crecimiento de la institución, se ha producido un aumento
significativo del personal fiscal del Ministerio Público y aunque se han realizado
esfuerzos por la profesionalización de los fiscales y la implementación de la
Carrera Fiscal, no se han obtenido los frutos esperados.
Si bien la Unidad de Capacitación del Ministerio Público ha llevado a cabo
numerosos eventos de capacitación, los esfuerzos no han sido suficientes para
brindar la cobertura a todo nivel.
Es por ello, que el Eje 6: Formación, Capacitación y Especialización de los Fiscales
promueve la profesionalización del personal del Ministerio Público, que contribuya
al mejoramiento de las capacidades técnicas y profesionales para una efectiva
persecución penal, conteniendo como líneas de acción el establecimiento de
alianzas estratégicas con agencias de investigación internacional, la realización del

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diagnóstico que identifique las necesidades de los fiscales para el fortalecimiento
institucional y suscripción de convenios con universidades nacionales e
internacionales que impartan o acrediten estudios superiores dirigidos a personal
del área fiscal y de apoyo del Ministerio Público.
En este sentido se propone también el uso de los sistemas informáticos
institucionales para impartir diariamente temas de capacitación, los que en
determinado período serán objeto de evaluación.
El sistema actual para la presentación de denuncias, tiene inmersas situaciones
que dificultan a las víctimas de un hecho delictivo acudir a las instituciones que
pueden ayudarles a hacer justicia. Entre estas podemos mencionar que la víctima
debe repetir varias veces el hecho acontecido con diferentes actores e incluso
debe enfrentarse con su victimario. Si bien el Ministerio Público ha hecho
esfuerzos por mejorar la atención por medio de la Oficina de Atención a la Víctima
o a través del Modelo de Atención Integral, MAI, es necesario revisar el
funcionamiento de estas oficinas, así como la atención que debe brindarse en las
fiscalías que no cuentan con estas dependencias.
En virtud de lo expuesto, se requiere ampliar la cobertura del modelo de atención
integral, dado que se dispone de este servicio en el 82% de las fiscalías de distrito y
únicamente en las fiscalías municipales de Mixco y Villa Nueva del departamento
de Guatemala.
El presente Plan Estratégico para atender esta situación, ha incluido el Eje 7:
Reducción de la victimización secundaria de la víctima del proceso penal, teniendo
como objetivo estratégico proteger los derechos de la víctima a través de acciones
que eliminen la victimización secundaria de todos los actores del sector justicia y la
confrontación con su victimario. Para alcanzar este objetivo, se ha incluido dentro
de sus líneas de acción, establecer alianzas estratégicas con instituciones de la
Instancia Coordinadora de Modernización del Sector Justicia, para desarrollar un
modelo de atención integral a la víctima, moderno y especializado que evite la
victimización repetitiva durante el proceso penal, la revisión de protocolos de
atención a la víctima que incluya los mecanismos de infraestructura que eviten la
confrontación con su victimario, la coordinación interinstitucional para el
tratamiento adecuado de víctimas del delito, así como el diseño e implementación
de una política transversal que permita la atención a los grupos vulnerables,
principalmente niñez, adolescentes y personas con discapacidad física.
La alta demanda del servicio, limitado número de fiscalías y falta de personal
provocan alta carga laboral que tiene como consecuencia atención tardía de los
casos y la mora fiscal existente, por diversas causas. Adicionalmente, la actuación
fiscal se ve afectada en algunos casos, por la inseguridad en la realización de
diligencias, siendo víctimas de amenazas, secuestros, negación de acceso entre
otros, así como por factores externos entre los que se incluyen la mora judicial y la
de los requerimientos de peritaje al Instituto Nacional de Ciencias Forenses.
De acuerdo con datos del SICOMP en el mes de mayo del 2014, se tenía como
mora fiscal alrededor de 1,280,378 expedientes sin resolver, para reducirla se
crearon agencias fiscales liquidadoras ubicadas en los municipios de Mixco, Villa
Nueva, Suchitepéquez, Escuintla, Cobán y Quetzaltenango, que trabajan
coordinadamente y bajo la directriz de la Fiscalía Liquidadora ubicada en la ciudad
capital.
Esta fiscalía tiene a su cargo las acciones y el manejo de criterios de liquidación de
expedientes y con los procedimientos realizados se produjo una reducción del
48.2% de los expedientes identificados a mayo 2014; sin embargo, las acciones
realizadas no lograron una reducción global, ya que para mayo de 2018, la mora
fiscal asciende a un aproximado de 1,248,590 expedientes, evidenciando la

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urgente necesidad de diligenciar una cifra superior de expedientes al total de
denuncias recibidas.
Con la intención de reducir la mora fiscal, se plantea dentro del Plan Estratégico el
Eje 8: Acciones para evitar la mora fiscal, cuyo objetivo estratégico es promover el
diligenciamiento oportuno de los casos en los procesos de investigación penal,
para que se tenga una pronta y eficaz respuesta.
Sus líneas de acción proponen la ejecución de un diagnóstico situacional que
permita establecer las causas y recomendaciones para reducir la mora fiscal y un
plan de necesidades para dotación de equipo, sistemas informáticos y protocolos
para el diligenciamiento de casos, la emisión de disposiciones claras, precisas y
concretas para la investigación y solicitudes a los órganos jurisdiccionales en
plazos razonables, así como la realización de la reingeniería de gestión y solución
de expedientes entrelazado con el monitoreo y evaluación del desempeño.
Derivado de los constantes hechos delictivos, propensión de la escena del crimen
para su contaminación y pérdida de indicios, así como la necesidad de compartir
información estratégica, se incluye en el Plan Estratégico el Eje 9: Fortalecimiento
de la Unidad de Monitoreo y conformación de la Fiscalía de Reacción Inmediata, cuyo
propósito es reducir los tiempos de llegada de los equipos de investigación del
Ministerio Público a la escena del crimen para la oportuna y efectiva recopilación
de información y obtención de indicios que faciliten la investigación.
Para ello se plantea el rediseño e implementación de la Unidad de Monitoreo,
como una oficina de interacción a nivel nacional con las sedes fiscales, que recopile
información inmediata de los hechos criminales para las directrices específicas de
la Coordinación Nacional.
Adicionalmente, se propone la creación de la Fiscalía de Reacción Inmediata o de
alto impacto, con competencia a nivel nacional, conformada por fiscales y
personal de apoyo multidisciplinario, con competencias específicas para la
atención de casos que ameriten una respuesta inmediata a la población y la
conformación de una mesa interinstitucional para el fortalecimiento del Sistema
Penitenciario.
Finalmente, pudo establecerse que el crecimiento del Ministerio Público además
de acelerado ha sido desordenado, considerándose que aún es insuficiente el
personal en algunas fiscalías, dependencias de apoyo y administrativas para
atender la alta demanda de servicio, por lo que es frecuente que el personal
manifieste que la distribución del trabajo no es equitativa.
En la gestión de recursos humanos, se encontró que se tienen deficientes y
engorrosos procesos de selección, contratación y asignación de personal,
inadecuado plan de clasificación de puestos vigente, falta o insuficiente inducción
al puesto de trabajo, no se conocen los programas de capacitación, así como
ausencia de programas de salud preventiva y ocupacional, que reduzcan los
efectos emocionales y psicológicos negativos en el personal que atiende a
víctimas y acude a escenas de crimen.
La percepción generalizada de la gestión administrativa y financiera es negativa,
entre otros aspectos, por procedimientos burocráticos, falta de toma de
decisiones oportunas, mala atención al usuario y la concentración de la función en
la ciudad capital, que conlleva a la pérdida de tiempo del personal, recursos como
combustible, viáticos, entre otros; así como atrasos en la entrega de productos y
suministros que no permiten la oportuna atención a las víctimas.
La mayoría de dependencias presentan deficiencias en su planificación, en la
ejecución del presupuesto y en sus procedimientos. Aunque se han producido
reformas de tipo legal, varios procesos no han sido actualizados y en algunos
casos se encuentra el acomodamiento del personal para continuar laborando sin
innovar o proponer mejoras. Existen manuales de normas y procedimientos que

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están autorizados, pero en su mayoría requieren ser actualizados derivado de las
reformas legales que han surgido o de las mejoras administrativas que se llevan a
cabo. En lo correspondiente a aspectos informáticos, en el área metropolitana se
considera apropiado el servicio de mantenimiento preventivo y correctivo al
equipo de cómputo, así como el apoyo técnico informático. Sin embargo, en el
interior de la República, el personal de soporte técnico es insuficiente para brindar
dicho servicio en las fiscalías de distrito y municipales, toda vez que tienen
asignadas varias sedes. Generalmente no se potencia el uso de los sistemas
informáticos, por el desconocimiento que se tiene de sus funcionalidades.
Por otra parte, la falta de vehículos y las malas condiciones de los que se
encuentran en uso, dificultan la realización de diligencias, así como de comisiones
de trabajo. Adicional a las gestiones engorrosas para obtener este apoyo logístico,
deben realizarse el mantenimiento preventivo y correctivo de los mismos.
En lo que a infraestructura física compete, no se cuenta con lineamientos o política
que guíe la toma de decisiones, condiciones de arrendamiento y adquisición de
instalaciones; no se tienen rótulos de identificación y señalización de rutas de
evacuación, tampoco se cuenta con equipo ni un plan de contingencia con
personal capacitado, para proceder debidamente en casos de emergencia por
desastres naturales o acción humana, poniendo en riesgo la seguridad e integridad
física de colaboradores y usuarios de las instalaciones.
La mayoría de las instalaciones son arrendadas, inadecuadas e insuficientes para
albergar al personal asignado y brindar el servicio en condiciones propicias
(presentan deficiencias de funcionalidad, servicios sanitarios, ventilación,
iluminación, privacidad, áreas lúdicas, así como de espacio para puestos de
trabajo, para ingerir alimentos, para el resguardo de expedientes, evidencias,
entre otros). En la mayoría de las fiscalías del interior de la República, se carece de
planta eléctrica que pueda suplir la falta o el mal funcionamiento del fluido
eléctrico necesario para el funcionamiento de los equipos utilizados en las
fiscalías.
Derivado de esta situación y siendo que el área administrativa no tiene razón de
ser si no es en función del servicio al área fiscal, se incorporó al Plan Estratégico el
Eje 10: Fortalecimiento del Área Administrativa en Apoyo a la Gestión Fiscal,
planteándose como objetivo estratégico: actualizar los procesos administrativos
del Ministerio Público que contribuyan a dar respuesta ágil y oportuna a los
requerimientos del área fiscal.
Las líneas de acción de este eje, comprenden la modernización y sistematización
de los procedimientos de las dependencias del área administrativa para apoyar la
gestión fiscal a través de una reingeniería administrativa, ampliar el uso del
Sistema Informático Administrativo del Ministerio Público –SIAMP–, que permita
agilizar los diferentes procesos administrativos y la implementación de firma
electrónica, establecimiento de alianzas estratégicas y suscripción de convenios
con universidades nacionales e internacionales que impartan o acrediten estudios
superiores dirigidos a personal del área administrativa del Ministerio Público y el
fortalecimiento de la política de información pública a través de la readecuación
física, equipamiento y protocolos de atención.
MARCO ESTRATEGICO INSTITUCIONAL: La planificación institucional orienta
hacia una gestión efectiva, creadora de valor o beneficio público. En esa
perspectiva, el marco estratégico es determinante, ya que establece los
fundamentos de todo el proceso de acuerdo a su mandato legal.
MISIÓN: Somos una institución con funciones autónomas, que promueve la
persecución penal, dirige e investiga los delitos de acción pública, actuando y
velando por el estricto cumplimiento de las leyes, con responsabilidad, ética,

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objetividad e imparcialidad, a fin de coadyuvar a la aplicación de una justicia
pronta y cumplida.
VISIÓN: Ser una institución con altos estándares de calidad continua en la gestión
de casos, con equidad de género, pertinencia étnica y etaria, alto grado de
sensibilidad humana y enfoque victimológico, consolidando la justicia pronta y
cumplida, en el combate directo contra la delincuencia, la corrupción e impunidad.
OBJETIVO GENERAL: Promover la persecución penal, dirigir la investigación de
los delitos de acción pública y velar por el estricto cumplimiento de las leyes,
actuando con objetividad, imparcialidad y con apego al principio de legalidad, en
los términos que la ley establece.
PRINCIPIOS Y VALORES: Son las convicciones que orientan la función de la
institución y por consiguiente el trabajo de todos los que la integran, para llevar a
cabo con efectividad la misión institucional. Los principios y valores del Ministerio
Público son los siguientes:
a) Legalidad: Asegurar la excelencia y la corrección de los procesos, y el fiel
cumplimiento con los deberes y responsabilidades que se establecen en la
Constitución Política de la República de Guatemala, en la Ley Orgánica y en las
normas o reglamentos de la Institución. Además, constituye un compromiso
medular garantizar un ambiente de trabajo donde impere el respeto, la
solidaridad, y la unión de propósitos para que la institución pueda cumplir su
misión.
b) Independencia de criterio: En toda actuación o intervención del Ministerio
Público, lo que comprende, sin que constituya una mención taxativa, la diversidad
de procesos de administración, gerenciales y el ejercicio de la acción penal; se
exige aplicar criterios objetivos e imparciales. Cuando el criterio profesional pueda
estar menoscabado por cualquier situación que impida tomar una decisión con la
independencia de criterio que se espera, se exige notificar la situación al nivel
jerárquico superior y la determinación de no intervenir por imperativos de las
normas éticas en adelante expuestas.
c) Transparencia: Las decisiones que se adoptan en todo el andamiaje de la
institución están sujetas al escrutinio público. En consecuencia, se exige
documentar los actos de la gestión pública, permitiendo la publicidad de los
mismos, salvo las excepciones establecidas por la ley y por los tratados y
convenciones internacionales suscritas y ratificadas por Guatemala y exponer, en
la etapa que corresponda, ante el sistema de justicia y la sociedad, los criterios
legales utilizados y las justificaciones que sustentaron las determinaciones o
acciones. Lo anterior, en aras de honrar el cargo público que se ocupa, fortalecer el
respeto y la credibilidad en la institución.
d) Servicio: En las acciones administrativas y en todas las etapas que integran el
ejercicio de la acción penal, hay que observar estrictamente los plazos que se
establecen en la Ley correspondiente o mediante las instrucciones impartidas por
el nivel jerárquico superior, a fin de que la sociedad tenga un eficaz y eficiente
servicio de la institución y la pronta acción del sistema de justicia.
Además se enmarca el compromiso de brindar un servicio de excelencia, con
calidad, eficiente, eficaz y sensible.
e) Confianza: Exige estar conscientes de que en cada actuación hay que asegurar
la confianza en lo que se hace y en los resultados esperados, y con el compromiso
de garantizarle a la sociedad que se cumple con la ley.
f) Neutralidad y Objetividad: Se refiere a un criterio profesional guiado fielmente
por el compromiso de aplicar la ley a los hechos bajo investigación, garantizándole
a las partes involucradas los derechos procesales y sustantivos que se les
reconocen por la Constitución Política de la República y las demás leyes, tratados y
convenciones internacionales suscritas y ratificadas por Guatemala, sin que las

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actuaciones oficiales del funcionario o empleado de la institución estén
influenciados o motivados por cualquier propósito que afecte la objetividad del
resultado previsto.
g) Competencia profesional: Las funciones públicas y actividades profesionales
tienen que ejecutarse con pericia y excelencia, lo que exige el compromiso de
exponerse al estudio continuo, a la práctica y a la participación en capacitaciones
diseñadas por la institución.
h) Lealtad: Desempeñar un cargo público en el Ministerio Público conlleva
absoluta lealtad a la misión y visión de la Institución. En toda intervención o
actuación procede anteponer el interés social o colectivo a cualquier interés
personal o privado, sea este de naturaleza económica, o de relación con terceros o
de cualquier otra índole.
i) Honestidad: Todo laborante del Ministerio Público está obligado a actuar, tanto
en sus funciones públicas como en su vida privada de manera escrupulosa,
evitando actuaciones que pudieran dar lugar a la impresión de que sus relaciones
sociales, de negocios, de familia o amistad influyen o han influido en alguna forma
en el resultado de sus actuaciones oficiales. Cuando se presente una situación de
las indicadas, deberá hacerlo de conocimiento inmediato de su superior jerárquico
para que se disponga lo que procede.
j) Integridad: En el contexto del ejercicio de las funciones públicas, incluye, entre
otros actos, el compromiso de no colocarse bajo ninguna circunstancia que pueda
influir en la toma de decisiones y el desempeño de las obligaciones. Las
circunstancias pueden incluir obligaciones financieras u otras con terceros.
k) Responsabilidad: En el contexto del ejercicio de las funciones públicas, incluye,
entre otros actos, el observar los estándares que establecen la ley y las normas de
la institución; y desplegar todo el esfuerzo necesario para ejercer con excelencia
las funciones encomendadas.
l) Dignidad humana: Se entiende como el derecho que tiene cada ser humano de
ser respetado y valorado como ser individual y social, con sus características y
condiciones particulares por el solo hecho de ser persona.
m) Equidad: El accionar del Ministerio Público está dirigido al respeto de los
derechos civiles, sociales y políticos de toda persona, evitando todo tipo de
discriminación, por ello se hace necesario utilizar el enfoque de género y
pertinencia cultural de manera transversal.

f. INSTRUCCIONES GENERALES DEL MINISTERIO PÚBLICO:


a. 02-97: Implementación de expedientes entre OJ – MP. FG: Héctor
Hugo Pérez Aguilera.
b.03-97: Puntualidad y asistencia.
c. 09-97: Queda prohibidas compras y ventas de personal y usuarios,
el empleado debe tener la debida presentación, ser puntual y portar
en área visible el gafete de identificación.
d.1000-2001: Realizar solicitudes de documentos de soporte a
instituciones y autorizaciones judiciales cuando fuere necesario,
con fundamento en el artículo 319CPP (2001). F.G: Adolfo González
Rodas.
e. 1194-2001: Concluido el debate debe remitirse a la unidad de
impugnaciones: Copia del escrito de acusación y ofrecimiento de
prueba, acta de debate y admisibilidad de la prueba, ellos serán los
encargados de impugnar. 01.10.2001 empieza a funcionar la unidad
de impugnaciones.
f. 01-2002: 1° El Fiscal Distrital, Agente Fiscal, y Auxiliar Fiscal están
facultados para asistir a las indagatorias. 2° se debe coordinar con

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la Fiscalía de asuntos constitucionales, amparos y exhibición
personal. 3° Para reforma de auto de procesamiento se debe pedir
audiencia al juez. 4° se debe informar sobre casos de impacto. F.G:
Carlos David De León Argueta.
g.151-2002: Todos los objetos que hayan sido secuestrados deben ser
remitidos al OJ. Todo objeto ofrecido pero que no fue secuestrado
debe permanecer en almacén del MP. Queda Prohibido tener
evidencia en las agencias. F.G: Adolfo González Rodas.
h.152-2002: Los fiscales especiales responden por su actividad.
Distritales y de sección deben velar por el buen funcionamiento de
sus unidades. Toda sentencia condenatoria pasa a impugnaciones.
Cuando se investigue a un funcionario con antejuicio solo se
pueden tramitar aquellas actuaciones que cuya pérdida es de temer
e indispensables para fundar la petición.
i. 001-2003: F.G: Carlos David De León Argueta. Institucionalización
del sistema de información para la investigación por parte del MP
(SICOMP) como único sistema de trabajo y registro para las
fiscalías. 01.06.2003.
j. 01-2006: F.G: Juan Luis Florido Solís. Instrucción general para la
aplicación de la metodología de la investigación criminal,
institucionaliza una metodología de trabajo para mejorar la
planificación, ordenamiento, control y seguimiento de las
investigaciones criminales realizadas por funcionarios del MP que
permita una construcción efectiva y lógica de la acusación o demás
actos conclusivos. HIPOTESIS CRIMINAL: Quien, a Quien, Que,
Cuando, Donde, Como y Porque. PLAN DE INVESTIGACIÓN:
componente jurídico factico y probatorio. INSTRUCCIONES AL
INVESTIGADOR. IMPUTACIÓN: instrucción 2-2005 factico,
probatorio y jurídico. Art 13 de CPRG. Construcción jurídica de la
acusación: art 332 bis #2 CPP. Se implementó a partir del
03.03.2006 y está vigente desde el 03.01.2006.
k. 02-2006: Instrucción general que rectifica la instrucción general
para la utilización de sobreseimiento #6-2005. Los agentes fiscales
son los directamente responsables por la solicitud que se plantee
ante el juez contralor respectivo. Ningún auxiliar fiscal está
autorizado para formular solicitudes de sobreseimiento.
l. 04-2006: Instrucción general para la persecución penal de ilícitos
cometidos con ocasión del trámite de adopciones irregulares.
Reformada por la instrucción 06-2006 que básicamente agrega los
intereses del menor y los derechos de los niños. Tienen como
principios: interés superior del niño, la dignidad, tutelaridad,
identidad. Basado en el artículo 1-4 Protocolo facultativo a la
convención sobre derechos del niño. Regula la VENTA DE NIÑOS:
como todo acto o transacción en virtud de la cual un niño es
transferido por una persona o grupo de personas a otra a cambio de
un beneficio económico, con la finalidad de una adopción irregular.
Art. 112 LEY PINA. Se pueden utilizar los métodos especiales de
investigación de la ley contra la delincuencia organizada. Trata de
personas art. 194 código penal. Se debe establecer el modus
operandi. La adopción irregular se debe tipificar con el delito de
trata de personas. También se consideran autores a las personas
que hayan facilitado las conductas descritas en el tipo penal. Pedir
análisis financiero para comprobar cómo y quién paga. Comprobar

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que la colaboración sea esencial. Es un delito continuado cuando 2
o más adopciones irregulares se lleven por la misma persona.
m. 05-2006: Instrucción general para el tratamiento de los
delitos contra la libertad sexual por parte del Ministerio Público.
Tiene como principios: la promoción de intereses concretos de las
víctimas. Protección a favor de las víctimas. Asistencia apropiada a
las víctimas. Información. Interés superior de la niñez.
Confidencialidad. Bien jurídico tutelado. Para la recepción de
denuncia y practica del examen médico forense es necesario
recabar la información de la víctima, lo debe realizar personal de la
OAV de preferencia psicólogo del mismo sexo de la víctima, con
privacidad, debe presentarse ante la victima interesado y confiable,
prestando atención, no censurar el relato, no influir en él/ella, no se
debe prejuzgar e inmediatamente cuando termine su relato se le
debe remitir al Médico forense para su evaluación. Los delitos
cometidos contra menores son de acción pública según el art 24 ter
del CPP. La pericia del médico forense debe ir relacionada con el
relato de cómo fueron los hechos, y debe tener el consentimiento
de la víctima. Según la convención de los derechos del niño, en
menores de edad, aunque estén solos, es posible ordenar raspado
de uñas, restos de tejido, piel, pelo, vello, sustancias, etc. Y que se
verifiquen sus prendas. En la escena del crimen, cuando la haya, hay
que buscar restos de fluidos. Para el reconocimiento del imputado,
es necesario solicitar autorización judicial para obtener evidencia
corporal y muestras para ADN. Durante el desarrollo del proceso
penal, hay prohibición de pre juzgamiento. Puede haber delito sin
desfloración del himen en el caso de las mujeres y niñas. En todos
los casos hay que solicitar pericia psicológica y psiquiátrica, la
declaración de la víctima solicitarla en anticipo de prueba con
fundamento en el art 317 CPP. Si el delito es continuado y cometido
por una red del crimen organizado se debe aplicar lo relativo a trata
de personas. Protocolo facultativo de la convención sobre los
derechos del niño.
n.07-2006: Directrices generales para la aplicación del manual de
procedimientos de escenas del crimen. Tiene por objeto,
inspeccionar el área, fijar la escena, recolectar y resguardar todo
objeto material, sin importar el tamaño, que esté relacionado con el
presunto hecho delictivo que permita establecer la existencia del
hecho y las circunstancias en que pudo ser cometido para lo cual
deberá documentar las actividades practicadas. El fiscal es el que
inicia la cadena de custodia. Las fichas dactilares se remiten al
gabinete Criminalístico de la PNC.
o.08-2006: Reforma a la instrucción general 1-2006 para la aplicación
de la metodología de investigación criminal. Se debe realizar la
reunión de inicio de turno con todo el equipo. Se debe realizar una
reunión al finalizar cada procesamiento para análisis, formulación
de hipótesis y señalar diligencias, si no da tiempo se debe realizar al
finalizar el turno. En casos de impacto se debe reunir a las 24 horas
y posterior 24 horas para conclusiones preliminares. 1 vez a la
semana se deben realizar reuniones para informar al jefe superior,
el auxiliar con el agente, el agente con el distrital/de sección.
p.12-2006: Recepción, registro y traslado de información relacionada
con el procesamiento de la escena del crimen. La unidad de

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monitoreo debe enviar la información de manera inmediata. El
agente /auxiliar de turno y el equipo de escena reciben la
información vía telefónica, el resto del equipo era antes por
localizador, ahora se utiliza el Whatsapp, el personal de turno
tienen la obligación de remitir el número de turno y el nombre del
personal a monitoreo, previo a iniciar el turno. Los agentes fiscales
son directamente responsables de que la información le llegue a
monitoreo. Es responsabilidad del equipo permanecer en el lugar
destinado para turno, puntualmente, en el caso de requerir un
permiso especial, se debe contar con autorización escrita del jefe
superior inmediato, a menos que sea una emergencia. Todos deben
revisar sus equipos a efecto de salir a las escenas lo más pronto
posible, al inicio de turno.
q.13-2006: reforma a la instrucción general 4-2006 para la
persecución penal de ilícitos cometidos con ocasión del trámite de
adopciones irregulares. La instrucción 4-2006 fue aprobada el 27 de
septiembre 2006 y suspendida por la 06-2006 de fecha 16 de
octubre 2006, la presente reforma y activa la 4-2006. Reforma el
interés del niño, el objeto de la venta de niños, el trámite irregular
de adopción, cobro de beneficios económicos indebidos, obtención
ilícita del niño, consentimiento viciado de la madre, suposición de
parto, alteración de medios de prueba, falta de autorización para el
abrigo de un niño, actuación irregular del notario. Directriz 17, 22,
38, 45.
r. 02-2007: instrucción general que define criterios técnicos para la
aceptación o rechazo de casos para el análisis de residuos de
disparo en manos. La absorción atómica ya no es válida pues en la
actualidad se hace el barrido electrónico.
s. 05-2007: instrucción general para el fortalecimiento de la
coordinación entre el MP y PNC en el proceso de investigación
criminal. Busca fortalecer la coordinación y cooperación entre el
personal de ambas instituciones, se agregan a los investigadores de
la policía en las reuniones de inicio de turno, se les debe instruir que
en caso de flagrancia deben dar declaración en turno de tribunales,
entregan la prevención y la evidencia para realizar la imputación. Se
deben realizar reuniones con los jefes cuando hayan obstáculos y
se debe tratar de resolver cualquier problema, de estas reuniones se
debe informar a la secretaria de política criminal.
t. 07-2007: instrucción general para la solicitud y diligenciamiento de
allanamientos, inspección y registro. Tiene por objeto unificar
criterios, respetar el derecho de inviolabilidad de la vivienda, el
fiscal es responsable de la diligencia, debe velar porque se cumplan
las disposiciones legales, art. 190 y 193 CPP. Previo a realizar un
allanamiento se debe tomar en cuenta: 1. Información inicial del
hecho a investigar. 2. Confiabilidad de la información. 3. Delito
imputado y personas sospechosas. 4. Identificar el lugar a allanar: si
no se cuenta con dirección exacta, es necesario tener al menos: #
de contador, puntos de referencia cercanos, nombre popular que
pudiera tener la casa, el lugar o su entorno, entre otros. Es
importante la discrecionalidad. Hay que indicarle al juez: 1. El
motivo y necesidad de la diligencia. 2. El presunto delito. 3.
Identificar a sospechosos, si se tuviesen. 4. Describir que se
pretende encontrar. 5. Dirección exacta / identificación del

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inmueble. Es importante presentar en la audiencia el informe de
investigación policial, declaración de los agentes y cualquier otra
investigación preliminar. Durante la diligencia se puede ordenar
que no se ausenten los moradores, se debe evitar el uso de la
fuerza, se debe entregar una copia de la orden al morador, el fiscal
debe presenciar el registro. Art 147 CPP.
u.10-2007: instrucción general para la formulación de acusaciones por
parte del MP. Son obligación del agente fiscal, se debe remitir a la
unidad de litigio con 5, 10, 15 días antes de que concluya el periodo
de investigación, depende del plazo de investigación que fije el
juez.
v. 2-2008: Instrucción general para la dirección y desarrollo de
investigaciones preliminares o previas. Tiene por objeto establecer
la metodología de trabajo de las investigaciones preliminares que
por mandato legal corresponde desarrollar al MP con el auxilio de la
PNC, con el fin que se reúnan los elementos necesarios que
permitan hacer una imputación objetiva de los hechos criminales.
INVESTIGACION PRELIMINAR: es un conjunto de actos realizados
por los fiscales o por la policía bajo la dirección del MP o realizada
por MP y técnicos en procesamiento de escena del crimen,
inmediatamente después de tener conocimiento de un hecho
delictivo. Los fiscales deben dirigir el desarrollo de la investigación
preliminar que puede consistir en: aprehensión en flagrancia, orden
de aprehensión, muertes violentas y muertes sospechosas de
criminalidad, casos de urgencia o comprobación inmediata, casos
de crimen organizado, noticia de un inminente delito. Las
diligencias mínimas que debe realizar un fiscal de turno son:
entrevistas, lineamientos y vigilancias PNC, identificar testigos,
verificar información, documentar (foto /video) en caso de 2
escenas, buscar la principal, individualizar agraviados, ordenar
investigaciones que sustenten una solicitud de allanamiento,
informarse sobre record delictivo del sindicado, coordinar
protección a testigos, remitir lesionados a Médico Forense, solicitar
clausura de inmuebles o secuestro de bienes muebles.
w. 03-2008: instrucción general para el tratamiento de los
delitos que surgen de la violencia intrafamiliar, por parte del MP.
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR: cuando exista cualquier acción u
omisión que de manera directa o indirecta causare daño o
sufrimiento físico, sexual, psicológico o patrimonial, tanto en el
ámbito privado, como en el ámbito público a persona integrante
del grupo familiar, por parte de parientes, conviviente o ex
conviviente, cónyuge o ex cónyuge, o con quien haya procreado
hijos o hijas. Se debe coordinar con la OAV, para que determinen si
la víctima sufre alguno de los síntomas de la violencia intrafamiliar:
síndrome de la mujer maltratada, síndrome del niño maltratado,
síndrome de indefensión aprendida, síndrome de Estocolmo. Se
debe tomar en cuenta el ciclo de violencia: si hay acumulación de
tensión, explosión o incidente agudo de agresión, distanciamiento
y reconciliación. Los criterios para identificar la violencia son: si es
física, psicológica o emocional, sexual, económica o patrimonial.
Los principios en los que se basa esta instrucción son: dignidad de la
víctima, asistencia apropiada a la víctima, inmediación del fiscal al
caso, interés superior de la niñez. Los criterios generales de

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actuación: son la prohibición de prejuzgamiento, denuncia por
terceros, denuncias presentadas por escrito, medidas urgentes,
medidas de seguridad. Los criterios jurídicos de actuación son
colocar la denuncia, reiteración del hecho, verificar circunstancias
agravantes, peritaje de médico forense, solicitar peritaje
psicológico y psiquiátrico, y el respectivo informe socioeconómico.
En la actualidad hay que tomar en cuenta la ley contra el Femicidio,
si el agresor acepta ayuda de psicólogo debe ser remitido a una
entidad ajena al MP.
x. 04-2008: instrucción general relativa al seguimiento que los fiscales
deben dar al desarrollo de los peritajes solicitados y a la
recuperación de los indicios o evidencias de los peritajes ya
realizados. Hay que estar pendiente y llamar para que remitan los
dictámenes.
y. 05-2008: instrucción general para el fortalecimiento de la
persecución penal de adolescentes en conflicto con la ley penal.
Tiene por objeto brindar a los fiscales criterios específicos de
actuación para que se desarrolle una mejor persecución penal de los
ilícitos cometidos por adolescentes en conflicto con la ley penal. En
casos de que el menor sea detenido en flagrancia, desde que se
tiene conocimiento de tal situación se deben realizar las diligencias
necesarias para realizar la imputación o el conocimiento de hechos
al menor (ya que es inimputable). Dentro de la etapa preparatoria
se deben dar prioridad a los casos en que se haya emitido la
privación de libertad. Se debe comprobar la edad del adolescente.
En los casos en que haya participado un adulto, se debe tener
buena coordinación con la Fiscalía que lleva el proceso del adulto.
En casos de delincuencia organizada, se debe coordinar con la
unidad que lleve el caso de los adultos. Según instrucción 5-2007
también menores debe tener reuniones con PNC a efecto de tener
buenas estrategias de trabajo. En cuanto a las medidas de coerción,
estas garantizan la presencia del adolescente en el proceso penal.
La citación se utiliza en delitos de poca gravedad, siempre y cuando
no haya alterado su vida cotidiana, siga viviendo en el mismo lugar,
asista a establecimiento educativo y/o trabajo. La presentación
periódica puede ser semanal, ante dependencia administrativa,
educativa o social, evitando en la medida de lo posible el sistema
judicial. Arraigo, arresto domiciliario y arresto residencial: por
arraigo se entiende como la restricción de locomoción fuera del
país, el arresto domiciliario se enciente como restricción de
locomoción fuera del departamento que se designe y arresto
residencial como la restricción de locomoción fuera de la residencia
que se designe. El cuidado o vigilancia insta a que un adulto vigile al
menor. Prohibiciones de asistencia y de comunicación, trata de
asegurar las pruebas y de proteger a las personas. PRIVACION DE
LIBERTAD PROVISIONAL: es excepcionalísima y se utilizara
únicamente en delitos graves. El seguimiento y control es realizado
por el auxiliar fiscal. En cuanto al plazo y la prórroga de la
investigación, cuando hay una medida de coerción es de 2 meses.
Se debe informar a la víctima la decisión de archivo cuando aplique
y ésta se puede solicitar por medio de audiencia acumulada, con
fundamento en el ACUERDO 42-2007 ART. 4 CSJ. Se pueden
utilizar mecanismos alternativos como la conciliación, remisión,

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criterio de oportunidad reglado, la conciliación con fundamento en
el art 185 de la ley Pina, esta no aplica en casos de violencia grave.
El criterio de oportunidad reglado no se ve afectado el interés
público. El procedimiento abreviado no se debe utilizar como un
mecanismo automático de resolución de casos. La acusación tiene
los mismos requisitos que la de adulto. Fundamento arts. 209 y 255
de la ley Pina.
z. 07-2008: instrucción general para la implementación del modelo de
atención a la víctima en el MP. Es de uso obligatorio. Es para
brindar atención integral a las víctimas, atiende víctimas directas y
colaterales, evita la re victimización, se trabaja con los
profesionales de la OAV, se da atención psicológica, médica y
social, el psicólogo debe remitir a la víctima a un trabajador /a social
y si fuera necesario al médico forense. El procedimiento es que se
registre a la víctima obteniendo datos generales, llenando una
boleta y en el sistema, evaluación de la situación de la víctima. El
procedimiento de referencia de la víctima debe ser a través del
fiscal o encargado de la OAV a una red de derivación, se debe saber
que necesita la víctima y establecer qué tipo de atención requiere,
se solicita el apoyo a la red de derivación, se le da traslado y
acompañamiento, la institución establecerá el tiempo de la
atención. Se tendrán 3 niveles para ver el riesgo de las victimas
siendo 1 el menos grave y 3 el más grave. La asistencia primaria
está orientada a ver las consecuencias directas de los delitos y
prevenir la victimización secundaria. En la continuación de la
asistencia se le da seguimiento a los planes de atención. Se deben
revisar las actuaciones para evitar la victimización secundaria e
informar a la víctima sobre los elementos con que se cuenta, que
falta y etapas del proceso y fecha de audiencias aunque ella o el no
participe.
aa. 08-2008: Instrucción general para la implementación del
protocolo para la estabilización de la víctima del delito, en la
primera entrevista. TECNICAS VICTIMOLOGICAS DURANTE LA
ENTREVISTA: mostrar empatía, actitud, lenguaje, escucha activa,
confianza y respeto positivo incondicional. TECNICAS PARA
BRINDAR LOS PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS. Contacto
adecuado con la víctima, relato de las víctimas, recomendaciones:
enfocar el problema de la víctima, solicitar ambulancia si hay
necesidad por emergencia médica, no debatir, no confrontar, no
dar consejos directos, ser paciente, no prometer lo que no es
posible, mantener la conversación enfocada en ella/él, usar siempre
sentido de esperanza. TECNICAS PARA LA RECEPCIÓN DE
DENUNCIA: Explicar a la víctima que sus reacciones son normales,
contrarrestar sentimientos de culpa, no denotar expresiones de
aburrimiento, enojo, incredulidad, se debe demostrar comprensión
evitar las interrupciones en el relato, apoyar a la víctima a
reformular los hechos del relato y ordenar su secuencial, repetir o
parafrasear a manera de énfasis. INFORMACIÓN A LA VICTIMA EN
LA OAP: deben darle a conocer los derechos que le asisten y cómo
obtener información, así como explicarle de las entrevistas
posteriores y momentos que puede ser citada y dejarle nombre e
información de ubicación en caso necesite más ayuda. PERSONAS
DE LA TERCERA EDAD: puede requerir hospitalización, hay que

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observarla, no exagerar la articulación de las palabras, pero hablar
más alto de lo que acostumbra, y no gritar.
bb. 09-2008: Instrucción general para la implementación del
protocolo para la atención de la niñez y adolescencia, víctimas
directas y colaterales. La victima debe esperar el menor tiempo
posible, las diligencias deben ser en privado con la presencia del
padre o la madre o una persona de su confianza y una psicóloga de
la OAV. Pueden denunciar ellos directamente aunque no vayan
acompañados de sus padres o representantes. Se le debe informar
sobre las fases del proceso y la función del personal. Deben ser
escuchados y pueden expresarse libremente. Los fiscales no deben
citar agraviado y agresor a la misma hora y lugar. Las victimas
deben ser atendidas en un lugar cómodo, seguro y privado, de
preferencia en la OAV donde deben contar con un área para el
efecto. Las preguntas deben ser claras y de estructura simple de
acuerdo a la edad, nivel educativo y grado de madurez. Hay que
implementar mecanismos para evitar declaraciones innecesarias y
velar por la dignidad del menor. Los anticipos de prueba se
realizaran con el objeto que el menor ya no se presente a declarar al
debate. Hay que asegurar que las evaluaciones sean acordes al
delito denunciado y propiciar seguridad en los menores. NO
OLVIDAR TRANQUILIZAR A LOS PADRES SI ESTOS NO HAN
PARTICIPADO DEL DELITO. Se les debe informar a los padres y/o
tutores sobre las entrevistas y el objeto. Se deben utilizar
materiales de juego. LOS INFANTES SE DIVIDEN EN 2 GRUPOS: 1°
de 2 a 3 años: usar muñecos, títeres y material de juego, la mejor
manera de acercarse es con una sonrisa y demostrar calma y
paciencia, hasta que el niño se sienta confortable. 2° de 6 a 12 años:
provocar la narración libre para que después por medio de
preguntas abiertas determinar aspectos que necesitan ser
aclarados, estar alerta para detectar signos de aburrimiento y
cansancio. ADOLESCENTES: la relación es casi exclusivamente
verbal, se debe iniciar con preguntas relacionadas con su vida
cotidiana, su trabajo, su familia, su barrio, sus amigos, y las
actividades que prefieren hacer. No asumir que la víctima conoce
asuntos de naturaleza sexual.
cc. 10-2008: Instrucción general para la implementación del
protocolo para la atención a víctimas de delitos contra la libertad y
seguridad sexual, y el pudor, en las oficinas de la OAV. Trabaja bajo
los siguientes principios: asegurar que no esté en peligro la vida de
la víctima antes de continuar con la atención, asegurar la privacidad
y confidencialidad en la entrevista. Se debe registrar a la víctima
(datos). Se le debe explicar las etapas de la atención. Tratar bien a
la víctima. Debe obtener de la víctima: la historia consecutiva de la
violencia sexual, si conoce a la persona que la agredió, si permanece
solo/a en casa, si se trata de niños en hogares temporales o son
hijastros, si tiene discapacidad mental, si la violencia se ha
manifestado en distintas formas. Se le debe brindar atención
médica, psicológica y social. Dar un tratamiento preventivo con
antirretrovirales –Hospitales Nacionales.
dd. 11-2008: Instrucción general para la solicitud de comiso. Se
entenderá por comiso como la perdida a favor del estado, de los
objetos que provengan de un delito o falta, y de los instrumentos

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con que se hubiere cometido. Art 60 CP. Los objetos deben haber
sido utilizado como instrumentos o como objeto de delito doloso o
como producto del delito. Cuando los bienes sustraídos o extraídos
fueren del estado, por robos, hurtos, peculados y otro tipo de
delitos de similar naturaleza debe notificarse a la PGN. Se debe
trabajar por la vía incidental, en cuerda separada –Ley Contra la
delincuencia organizada- Ley de extinción de dominio-
ee. 13-2008: FG: José Amílcar Velásquez Zarate. Instrucción
general para la investigación del delito de tortura. Se deben aplicar
las acciones contenidas en el manual para la investigación eficaz de
la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumados o degradantes
(Protocolo de Estambul)
ff.16-2009: Reforma a la instrucción 7-2006 que contiene directrices
generales para la aplicación del manual de procedimientos para el
procesamiento de escenas del crimen: se continua con las
reuniones de inicio de turno, reunión después de una escena,
reunión al finalizar el turno, reunión de 72 horas, se debe garantizar
la prestación inmediata del servicio. Monitoreo debe dar el aviso,
localizar al fiscal de turno de manera inmediata y este a su vez debe
salir inmediatamente al lugar del hecho junto con el personal de
apoyo. El fiscal es el responsable del destino de los indicios. El
embalador es el encargado directo del resguardo y traslado de los
indicios, cada uno debe rendir informe de lo actuado en la escena.
Toda escena del crimen debe ser acordonada. El coordinador es
quien debe verificar que él y los miembros de su grupo cuenten con
todas las herramientas de trabajo. A la escena solo ingresan el fiscal
a cargo y el personal de escena, investigadores pueden ingresar
hasta que los indicios estén debidamente fijados. El cadáver se
debe de conservar integro. Art 238 CPP fundamenta el orden de
necropsia, toda acción debe quedar documentada. El cadáver se
debe trabajar con el cuidado de la vista de los curiosos, no utilizar
lenguaje inapropiado, no fumar, no comer y no dejar residuos de
material utilizado en el procesamiento. Comportarse de acuerdo al
código de ética del MP.
gg. 01-2010: Remisión de expedientes a la unidad de
impugnaciones para utilizar la vía recursiva. Debe remitir el
memorial de acusación, auto de apertura a juicio, memorial de
ofrecimiento de medios de prueba, auto que resuelve el
ofrecimiento de los medios de prueba y/o disco compacto, acta de
debate y/o disco compacto que la contiene y la sentencia. se tienen
24 horas para las fiscalías del departamento de Guatemala y 48
horas para otro departamento. MANUAL DE NORMAS Y
PROCEDIMIENTOS DE LA UNIDAD DE IMPUGNACIONES: es un
conjunto de objetivos, normas y procedimientos de carácter
técnico y administrativo, que tiene como finalidad, regular los
pasos a seguir en las diferentes actividades que se realizan en la
unidad de impugnaciones, con relación a los procesos de
impugnación de las resoluciones emitidas por los órganos
jurisdiccionales. RESPONSABILIDAD DE LA UNIDAD DE
IMPUGNACIONES: 1. Registrar en el sistema elaborado para el
efecto, toda información relacionada con los casos que son de su
conocimiento; y, 2. Generar la sistematización de las resoluciones
obtenidas para facilitar su consulta por los fiscales.

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hh. 02-2010: FG: María Encarnación Mejía García de Contreras.
Citaciones de agraviados, testigos y otras personas a diligencias de
investigación o comparecencia a audiencias de debate. Ya no se
utilizará a partir de aquí, a la PNC para notificar, se realizará vía
telefónica, correo electrónico, y para el debate se nombrará un
oficial que notifique.
ii. 01-2011: Dra. Claudia Paz y Paz Bailey. Instrucción general para
regular los conflictos de competencia entre fiscalías de sección,
distritales y municipales. Deja sin efecto la instrucción 21-2008.
jj. 02-2011: Instrucción general para la investigación y persecución
penal de graves violaciones a los derechos humanos durante el
conflicto armado interno. Se basa bajo los siguientes principios:
Investigación de oficio, investigación de ex funcionarios públicos,
imparcialidad, no discriminación, respeto y atención a las víctimas,
no formalización y celeridad. Derecho a ser tratada con respeto por
su dignidad. Principio sobre la aplicación del derecho internacional,
imprescriptibilidad y sobre las justificaciones que puedan vincularse
a la obediencia debida, la responsabilidad superior y el carácter
oficial. Principio sobre la no aplicación de amnistías, principios
relativos a delitos políticos, principio sobre restricción a la
competencia de los tribunales militares. Menciona la instrucción 01-
2006, 13-2009 y el acuerdo 2-2007. Violación – actos de tortura.
kk. 03-2011: Instrucción general para la aplicación del Decreto
28-2010 del congreso de la república que establece la Alerta Alba
Keneth. Se debe informar a la PNC y a la PGN, solicitar una
fotografía del niño, niña o adolescente, dentro del plazo de 6 horas
se debe informar a la coordinadora Alba Keneth, hay que
establecer estrategia de investigación, las diligencias de protección
a favor de las víctimas, solicitar a PGN informe a Migración y
fronteras, aeropuertos, etc. Tomar muestras de ADN para cotejos
(INACIF). Si se trata de un secuestro debe pasar inmediatamente a
la Unidad contra secuestros. Relaciona a la instrucción 1-2011, si se
trata del delito de trata de personas, pasa a la Unidad contra la
Trata de Personas. (ambas unidades actualmente son fiscalías de
sección).
ll. 04-2011: Modificación parcial de la instrucción 2-2011 para la
investigación y persecución penal de graves violaciones a los
derechos humanos durante el conflicto armado interno. En cuanto
a la directriz XIII, numeral 3, subliteral ii, 2 do párrafo, si los hechos
bajo investigación encuadran en los elementos de una ejecución
extrajudicial al nivel internacional, pero fueron cometidos antes de
la fecha de la tipificación de este delito en el CPG 14.07.1995 se
pedirá el procesamiento del imputado por ASESINATO y se
utilizara la agravante especial del art 28 CP.
mm. 05-2011: Directrices generales para la aplicación de las
reformas al CPP derivadas del DTO 7-2011 del congreso. 1. Ampliar
participación de victimas dentro del proceso. 2. Simplificar
procedimientos para la toma de decisión del juez. 3. Incorporar la
oralidad como método de comunicación entre las partes. Tiene 5
ejes: 1. Participación de la víctima, 2. Salidas alternas al proceso
común, 3. Procedimientos especiales, 4. El juicio, 5. La reparación.
Hace mención a las instrucciones 3-2005, 1-2005, 1-2006.

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nn. 08-2011: Registro, control y notificación de las acciones de
personal realizadas en las fiscalías del MP. 24 horas para distribuir
los expedientes, en vacaciones o suspensión es prohibido realizar
acciones de personal, los expedientes deben contar con caratula y
con datos del mismo, las mesas deben estar actualizadas, de lo
contrario incurre como falta administrativa.
oo. 09-2011: Directrices generales para la aplicación de las
reformas al CPP derivadas del DTO 7-2011 del Congreso de la
República. En caso de hurto o robo de celulares.
pp. 01-2012: Instrucción para la investigación de hechos
delictivos relativos al uso de armas de fuego y municiones y el
manejo de evidencia balística. Incluye el protocolo de investigación
de hechos delictivos relativos al uso de armas de fuego y
municiones y el manejo de evidencia balística.
qq. Justificación general para la investigación de hechos de
violencia sexual ocurridos en el marco del conflicto armado interno.
rr. 02-2012: Instrucción general para la investigación de hechos
de violencia sexual ocurridos en el marco del conflicto armado
interno. La investigación inicia de oficio. Relacional las
instrucciones 1-2006, 13-2008, 12-2005, realizar peritaje de género,
militar y socioeconómico.
ss. 03-2012: instrucción general para la investigación del delito
de usurpación y la solicitud y tramitación de órdenes de desalojo.
Arts. 256 y 257 CP. Determinar si hay derechos de propiedad
(Registro de la Propiedad), posesión u otros derechos. Si ha sido
despojo, invasión u ocupación ilícita. SE TRAMITA CON URGENCIA
LA ORDEN DE DESALOJO JUDICIAL, SE DOCUMENTA CON FOTO
Y VIDEO, esto debe contener: ubicación precisa del inmueble a
desalojar, solicitud de intervención de la PDH, se designe a Juez de
paz como ejecutor del desalojo. NO EJECUTAR EL DESALOJO
ANTES DE LAS 06:00 A.M. NI DESPUES DE LAS 18:00 HORAS
SALVO QUE NO HUBIERE CONCLUIDO. La PNC lidera el desalojo,
se permite desmontar las champas, se grabara por escena del
crimen, se documentan los daños ocasionados al inmueble,
observar derechos y garantías de todos.
tt. 05-2012: Instrucción general para la aplicación de los
beneficios por colaboración eficaz en la persecución penal de la
delincuencia organizada, regulada en el DTO 21-2006, modificado y
adicionado por los Dtos 17 y 23 de 2009. Ver lo descrito en
instrucción 10-2011, fueron agregados 4 numerales, recordar que
todo lo que diga el candidato a colaborador debe ser corroborado
antes de que se le dé un beneficio, el fiscal no puede reunirse con el
candidato, en restaurantes, cafeterías o lugares afines a estos, ni sin
la presencia del abogado defensor.
uu. 06-2012: instrucción general sobre la guía de seguridad para
el manejo y la eliminación de los químicos utilizados en la
fabricación ilícita de drogas. El fiscal en la escena del crimen,
Naciones Unidas hizo el documento, solo implementan con la
instrucción, hay 3 formas de eliminación: 1. Los que son más
seguros desde el punto de vista medio ambiental. 2. Se llevan a
cabo bajo circunstancias de recursos limitados y requieren el
respaldo / dirección de un científico o la capacitación adecuada de
los funcionarios encargados del cumplimiento de la ley. 3.

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Laboratorios clandestinos de América del sur. Métodos de
eliminación de desechos químicos: por compañías de desechos
químicos, reciclaje / reutilización, quema al aire libre, vertederos,
explosión, eliminación en la red de alcantarillado, evaporación (4
lts), volcar en el mar, en ríos o en otras corrientes de agua (nunca se
debe utilizar.) Métodos de tratamiento de desechos químicos:
incineración, tratamiento químico, encapsulación / estabilización y
tratamiento biológico. Métodos específicos para químicos
utilizados en la fabricación ilícita de drogas: generales y aldrich.
Eliminación sin riesgos de químicos desconocidos / no clasificados.
Detalles prácticos para la neutralización y el tratamiento de
químicos: neutralización de ácidos y bases sin contaminar, químicos
desconocidos / no clasificados, eliminación de envases. Seguridad
en el manejo y almacenamiento de químicos: pautas generales para
el manejo sin riesgos de los químicos incautados, guía para
almacenar sin riesgos los químicos incautados, derrames de
productos químicos.
vv. 07-2012: directrices de seguridad y salud ocupacional del
personal del MP. Principios: protección al ser humano, planificación
y prevención, identificación y evaluación de riesgos, aseguramiento
de cumplimiento, perfil del personal conforme a requerimientos del
puesto, pruebas para inicio de operación. Creación, integración y
funciones del comité central de seguridad y salud ocupacional con
carácter permanente. Se reunirá mínimo 1 vez cada 2 meses, se
crea la función de monitor de seguridad y brigadas de emergencia.
El brigadista es personal voluntario debidamente capacitado y
entrenado. Clínicas médicas del MP (medicina preventiva,
detección de riesgos y capacitación). INTEGRACIÓN: un delegado
de jefatura administrativa, dirección de recursos humanos,
departamento de seguridad, departamento de infraestructura, 2
representantes del sindicato de trabajadores MP, 2 suplentes
permanentes, nombrados por el FG a propuesta de la jefatura
administrativa.
ww. 02-2013: instrucción general para la atención y persecución
penal de delitos cometidos contra la niñez y adolescencia. NNA:
niño, niña, adolescente. Relacionado con la instrucción general 9-
2008. Protocolo para la atención de la niñez y adolescencia víctimas
directas y colaterales. Refiere a la instrucción 1-2006 y 9-2008.
xx. 03-2013: tramite de las asistencias jurídicas internacionales
activas y pasivas. Basada en los acuerdos 49 y 54 del 2009. Unidad
especializada de asuntos internacionales. Fundamento en:
Acuerdos bilaterales, mutuos, con: México (DTO 52-97) y Perú
(DTO 15-2006). Acuerdos multilaterales: Dto. 53-96 Convención
interamericana, DTO. 36-2003 Delincuencia Organizada, DTO. 69-
90 Tráfico de estupefacientes, DTO. 17-96 Centroamérica y
Panamá, DTO. 03-2012 Estatuto de Roma, debe dar el visto bueno
la Secretaria de Asuntos Internacionales y cooperación.
yy. 04-2013: Trámite y procedimiento interno de aplicación en el
MP de la ley reguladora del procedimiento de extradición. Hay
acuerdos bilaterales con: Bélgica (decreto legislativo 380), España
(decreto legislativo 357), USA (decreto legislativo 561), Gran
Bretaña y Canadá (decreto legislativo 132), Corea (DTO 69-2005),
México (DTO 5-2005). Acuerdos multilaterales con: Centroamérica

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(Decreto legislativo 1391), Montevideo (Decreto legislativo 2145),
Tráfico ilícito de estupefacientes (DTO 69-90), Delincuencia
organizada (DTO 36-2003), Corrupción (DTO 91-2005, Naciones
unidas), Corrupción (DTO 15-2001), Código de Bustamante (decreto
legislativo 1575), Estatuto de roma (DTO 02-2012). Refiere a los
acuerdos 40-2006 y sus reformas 49-2006 y 68-2008 de FG.
UNILAT y UEAI están facultados para realizar las solicitudes. La ley
contra la delincuencia organizada regula la extradición pasiva.
zz. 06-2013: instrucción para la investigación criminal del delito
de Femicidio. Menciona la convención para la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer y la convención Belem
do Para. Los cómplices pueden ser de cualquier sexo. Tiene 3
elementos específicos: “DAR MUERTE” 1. A una mujer por su
condición de mujer. 2. En el marco de las relaciones desiguales de
poder entre hombre y mujer. 3. Cumpliendo alguna de las
circunstancias constitutivas del tipo. Hace referencia a la
instrucción general 09-2008 y la ley PINA. PRINCIPIOS rectores de
la investigación: principio de investigación inmediata, exhaustiva y
objetiva, obligatoriedad de la investigación con enfoque de género,
presunción, obligatoriedad de investigación del entorno, prioridad
de la prueba científica. Evitar re victimización y buscar
acompañamiento de OAV. La investigación inicia de oficio, se
deben solicitar medidas de seguridad obligatoriamente, hace
referencia a la instrucción general 01-2006, se prohíbe discriminar a
la mujer y utilizar términos peyorativos, pre juiciosos o
discriminatorios y su re victimización, así como de sus familiares y
personas allegadas. Tiene 3 ejes clave: los perfiles de personalidad
de la víctima y victimario, su entorno y la presencia de indicios de
violencia contra la mujer y/o violencia intrafamiliar.
FALLECIMIENTO DE LA VICTIMA: necropsia psicológica, peritaje
médico forense, investigación de campo, entrevistas, documentos
y otros medios de investigación idóneos. Paralización, impotencia,
impotencia extrema. Observación. Cadáver indicio principal. Las
prendas de vestir: hay que buscar elementos pilosos, fluidos
corporales, y / o manchas para análisis de laboratorio y cotejo
genético. Se debe solicitar raspado de uñas, rastreo he matico y
biológico de la escena del crimen. Para garantizar la presencia de
testigos, consultores técnicos, etc. Deben tomarse gastos de
comparecencia. Se solicitaran pruebas médicas y forenses. HAY 10
COSAS QUE MINIMO SE DEBEN SOLICITAR PARA LA
NECROPSIA: 1. Si la muerte es natural o violenta. 2.
Cronotanatodiagnóstico. 3. Causa básica y directa de la muerte. 4.
Mecánica y clasificación de lesiones. 4. Mecánica y clasificación de
lesiones. 5. Heridas que fueron suficientes para causarle la muerte.
6. Lesiones vitales y post mortem. 7. Necro identificación. 8.
Existencia de agresiones de tipo sexual. 9. Estudio ginecológico y
proctológico. 10. Cuestiones específicas de cada caso. Se debe
tratar de pedir la necropsia psicológica y peritaje de género o de
misoginia. EL ARCHIVO ES EXCEPCIONALISIMO. PROHIBIDA LA
DESESTIMACIÓN. (instrucción 4-2005)
aaa. 01-2014: instrucción general para el abordaje del acoso
sexual en el ámbito laboral dentro del MP. DTOS 105-82 y 69-94.

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Supervisión general del MP será el encargado de investigar estos
casos. Art 37 #4 pacto colectivo.
bbb. 02-2014: instrucción general para persecución penal de
delitos de discriminación. Principios: promoción de intereses
concretos de las víctimas, pro persona, igualdad, impulso de oficio.
Arts. 202 bis CP, 44 y 46 CPRG. – menoscabar, impedir y dificultar.-
instrucción 3-2005.
ccc. 01-2015: F.G: Msc. Thelma esperanza Aldana Hernández.
Instrucción para la investigación y persecución penal efectiva de los
delitos cometidos contra sindicalistas y agremiados de
organizaciones de trabajadores y otros defensores de los derechos
laborales y sindicales. Refiere a las instrucciones 1-2006 y 02-2012.
ddd. 02-2015: modificación de la instrucción general 5-2014 para
regular los criterios de liquidación de la fiscalía de sección
liquidadora. Modifica el art 3. Competencia: sede central:
metropolitana (31.12.2013), Mixco – Villa Nueva – Quetzaltenango –
Escuintla – Cobán - Suchitepéquez (30.06.2008)
eee. 03-2015: instrucción general para la investigación y
diligenciamiento de la acción de extinción de dominio.
fff. 05-2015: instrucción general para la institucionalización,
implementación y cumplimiento del plan estratégico del MP de
Guatemala 2015-2019. Aprobación del plan estratégico, vigencia de
5 años. Define la ruta general para guiar y ordenar, también los
compromisos políticos y estratégicos, los principios, criterios,
política general. 3 fases: 1. Socialización, 2. Creación de la
estructura institucional y normativa. 3. Monitoreo y evaluación.
ggg. 01-2016: Protocolo para el procedimiento de recepción de
denuncias, atención del fenómeno de estructuras criminales y
coordinación con fiscalías de distrito y municipales en hechos
derivados del fenómeno de extorsión. Tiene por objeto emitir las
disposiciones de carácter técnico y administrativo que garanticen la
efectiva recepción de denuncia a) verbales, b) escritas, tanto de
personas que se presente a la policía nacional civil como al
ministerio público, c) centros educativos, la acción y persecución
penal de los delitos de extorsión en forma flagrante, d) los casos de
extorsión atribuibles a organizaciones criminales y la coordinación y
derivación de los casos ingresados a las fiscalías de distrito y
municipales. El procedimiento para tomar la denuncia será
recibiendo de manera narrativa el hecho delictivo en presencia de
personal de turno de la DEIC y/o DIPANDA, ambas de la PNC y
proporcionar los lineamientos de coordinación para la investigación
que el caso requiere, verificar que la víctima no sea influenciada por
personas que la pudieran acompañar, establecer la pertinencia de
efectuar la reserva de datos de identificación de la victima de
conformidad con el art. 217 CPP, se elaboran los oficios por el fiscal
de turno, e indica a la víctima que medidas de seguridad deben
tomar, se solicita el medio de comunicación utilizado para la
extorsión, si es mensaje de texto, se transcribe textualmente el
texto o bien pega la imagen de texto, identificar los mecanismos
bancarios solicitados por el extorsionador para hacer llegar su
requerimiento o el lugar y hora acordado para la entrega del dinero,
se solicita a la víctima que indique si ha tenido ingresos
extraordinarios de dinero y si esto es de conocimiento de otras

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personas, se le pregunta también si conoce a alguien más que estén
extorsionando o que tenga familiares o conocidos que estén
privados de libertad o visitan a privados de libertad, se le consulta a
la víctima si sospecha de alguna persona y si contesta
afirmativamente se le solicita información de la misma, también se
le solicita si ha grabado las llamadas telefónicas recibidas del
extorsionador y de ser positivo, se cerciora de obtener una copia
que pueda servir de evidencia y se le consulta también si sabe si hay
cámaras por el sector donde se ubica su residencia, el fiscal debe
consultar en el sistema: si el teléfono tiene antecedentes en otros
casos y verifica el grado de riesgo y si hay información de los
sindicados de extorsión, también se le pide a la víctima que indique
si ha denunciado con anterioridad para ver cuál fue el resultado de
la investigación y determinar similitud de hechos. Por último se
verifican los datos de la víctima que quede registrado en el Sicomp.
También es posible recibir denuncias por escrito, y en este caso al
recibir la denuncia debe comunicarse el fiscal con la víctima para
informar que el caso se encuentra en el MP y sobre la función que
cumplirá la institución ante la denuncia, cuando no sea posible
comunicarse con la víctima le enviara un telegrama para darle un
número de teléfono donde puede comunicarse para ampliar la
información y citarle, y se le entrevista como se indicó con
anterioridad. Con relación a los casos por flagrancia, el fiscal de
turno, entrevista al agente encargado del operativo, para solicitar
información de la persona detenida y debe proceder de la siguiente
manera: si la victima manifiesta estar alterada, se solicitara el
apoyo de un profesional, para que se estabilice, se verifica si el
extorsionista aparece en la base de datos o hay orden de captura en
su contra por otro caso, se consulta la información que proporcionó
la víctima y los agentes captores entre otra, a la víctima se le debe
explicar el programa de protección a testigo, y se debe solicitar las
diligencias que sean pertinentes al caso, al trasladar el expediente a
la unidad de flagrancias debe realizar la imputación del hecho de
una vez. Cuando se trata de organizaciones criminales, se debe de
solicitar un análisis criminal para determinar la comisión del delito
que sea atribuible a una organización criminal, después se debe
coordinar con PNC para que designe a los investigadores
respectivos, se deben clasificar los casos tomando en cuenta: el
análisis criminal/estructuras, resultado de coincidencias IBIS,
información obtenida por otras fuentes de información, realizando
un mapeo de estructuras y debe realizar diligencias relacionadas a:
identificar el perfil de los agraviados, sindicados y beneficiarios,
analizar los casos asignados a los fiscales para verificar las
coincidencias que puedan existir, pedir información a los bancos del
sistema sobre los sindicados para ver si tienen relación con alguno
de ellos y analizar si se le puede imputar el lavado de dinero,
cuando proceda, se deben solicitar también los desplegados de
teléfono para análisis inter comunicacional, cuando proceda y los
cuadros IBIS de cada expediente para verificar coincidencias
balísticas, y solicitar a las dependencias de la PNC informes en sus
registros para reunir todos los elementos de convicción para
fortalecer la investigación de manera objetiva, tales como la
interceptación de llamadas y extinción de bienes provenientes del

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hecho ilícito. Cuando la víctima recibe teléfono para negociar la
extorsión: es importante que el investigador informe al fiscal de
forma verbal y escrita, se debe asesorar a la víctima para
determinar si se efectúa o no el pago de la extorsión y cuando la
víctima decide realizar el pago, el investigador con el
consentimiento de la víctima, apoyara en la negociación para evitar
efectos perjudiciales a la víctima. Cuando la víctima entrega el
celular al investigador y no paga la extorsión: se debe informar
inmediatamente al fiscal, documentar la entrega del teléfono por
parte de la víctima, extraer toda la información almacenada en el
equipo, embalar el teléfono y remitir al fiscal. En el caso de los
colaboradores eficaces: es necesario establecer que el posible
colaborador eficaz reúna los requisitos de la ley contra la
delincuencia organizada y se consulta con el fiscal de sección si es
posible otorgar el beneficio, cuando haya concluido la investigación
estratégica, con base en las diligencias realizadas, se plasma la
información útil y necesaria que fundamente la obtención de
ordenes de aprehensión, allanamiento, inspección o registro,
secuestro de indicios, que puedan demostrar la participación de los
integrantes en los casos que se investiga.
hhh. 01-2017: Modificación de la instrucción general número 05-
2014, mediante la cual se regulan los criterios de liquidación de la
fiscalía liquidadora. Aumenta la competencia de la fiscalía
liquidadora para conocer todos aquellos casos cuya fecha de
ingreso es hasta el 31 de diciembre del año 2013 en las fiscalías de
distrito, fiscalías de sección y fiscalías municipales. Excepto
expediente que se relacionen con estructuras criminales, los que se
relacionen con la ley de Femicidio, y los que investiga la fiscalía de
derechos humanos y las que tengan audiencia programada.
iii.02-2017: instrucción general para regular el funcionamiento de la
fiscalía contra el delito de Femicidio. Las disposiciones establecidas
en la presente instrucción y la normativa 06-2013 que contiene la
instrucción general para la investigación criminal del delito de
Femicidio, son de observancia general y obligatoria, para los
fiscales y demás personal que forma parte del ministerio público.
Cuando se tenga conocimiento de un hecho de muerte violenta de
niña, adolecente o mujer en la capital y San Pedro Ayampuc,
conocerá la fiscalía de Femicidio, si se conoce en los departamentos
y municipios fuera de la capital, conocerá el de turno del área con
acompañamiento virtual de la fiscalía de Femicidio, en la reunión de
72 horas se debe hacer la entrega del expediente y de toda la
evidencia que haya sido recabada de la escena del crimen, a la
fiscalía de Femicidio, en caso de que en la escena del ataque resulte
hombre y mujer agraviados, primero se debe establecer (en los
municipios y departamentos) si el ataque fue para la mujer o para el
hombre, en el caso que el hombre sea el objetivo, la fiscalía de
Femicidio solo dará acompañamiento, en caso que sea la mujer el
objetivo, deberá trasladar el expediente al ser analizado en mesa
técnica, también deben trasladar el expediente cuando las fiscalías
municipales y distritales tengan conocimiento de la participación de
grupos delictivos en el hecho, para los distritales es importante que
den acompañamiento a los auxiliares en las escenas, si no es
posible que se presenten a las escenas, que lo hagan virtualmente,

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pero el auxiliar de turno no debe dejar de presentarse a una escena
del crimen. Se exceptúa de estas disposiciones cuando la muerte
sea consecuencia de un hecho culposo, deberá conocer la fiscalía
que tomo la escena del crimen, si de un hecho culposo resulta de la
investigación que era doloso, se debe realizar una mesa técnica con
la fiscalía de Femicidio y ver la posibilidad de trasladar el
expediente lo antes posible, con todo y las evidencias recolectadas.
Los casos se trabajaran de acuerdo al protocolo de Femicidio.
jjj. 04-2017: Instrucción general que contiene el protocolo para
la atención integral a víctimas del delito de trata de personas. El
objeto de esta instrucción es establecer en el Ministerio Público, los
procedimientos de actuación para la atención, investigación,
protección, referencia, sanción de las personas responsables y
reparación integral de los derechos de las personas que han sido
víctimas del delito de trata de personas; minimizar la victimización
secundaria, en la atención a las personas que han sido víctimas del
delito de trata de personas en el MP, por medio de la atención,
intervención, abordaje, entrevista, referencia y seguimiento de
atención de los casos, en las diferentes etapas del proceso penal,
con el enfoque victimológico, de derechos humanos, de género, y
con pertinencia cultural y lingüística; promover e implementar
procedimientos de coordinación para la atención, protección,
referencia y seguimiento, de las víctimas de este delito, en las redes
de derivación que coordina el MP; implementar los procedimientos
de coordinación para la atención, referencia y traslado de la víctima
a las instituciones y organizaciones que darán la atención integral
que necesite la persona que ha sido víctima de este delito.
kkk. 06-2017: Instrucción general que contiene recepción,
registro, guarda, custodia y conservación de los expedientes
recibidos en la fiscalía liquidadora para su diligenciamiento. El
objeto de esta instrucción es emitir las disposiciones de carácter
técnico y administrativo que regulen el traslado de los expedientes,
a la Fiscalía Liquidadora, así como la recepción, registro, guarda,
custodia y conservación de los expedientes, que para reducir la
mora fiscal deban permanecer temporalmente en la Fiscalía
Liquidadora, para el diligenciamiento correspondiente. Se prohíbe,
con el objeto de garantizar la guarda, custodia y conservación de
los expedientes en el lugar habilitado para el efecto, lo siguiente: a.
utilizar las instalaciones para casos no contemplados en la presente
instrucción, b. ingresar a las instalaciones en horario que no
corresponda a la jornada de trabajo, c. ingresar y/o permanecer
dentro de las instalaciones sin motivo para el que fue habilitado la
guarda, custodia y conservación de los expedientes, d. recibir o
entregar expedientes sin la autorización correspondiente, e.
proporcionar la llave a personas ajenas a la fiscalía, f. sacar
duplicado de las llaves de la puerta de ingreso y/o del mobiliario sin
autorización de la jefatura de la fiscalía liquidadora, g. disponer de
la información de los expedientes, sin la autorización respectiva, h.
reproducir de manera parcial o total el expediente sin la
autorización correspondiente.
lll.01-2018: Regular la Atención, protección, investigación y
persecución penal especializada en materia de niñez y adolescencia
víctima. Tiene por objeto establecer los lineamientos técnicos

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institucionales de atención, protección, investigación, persecución
penal y mecanismos de coordinación intra e interinstitucional que
deberán implementarse en toda intervención que realice el MP, en
casos de niñas, niños y adolescentes víctimas de delitos.
mmm. 02-2018: Aprobar el modelo de atención y persecución
penal especializada en materia de adolescentes en conflicto con la
ley penal del Ministerio Público. Tiene por objeto brindar al
personal del MP que interviene en casos de adolescentes en
conflicto con la ley penal, criterios e instrumentos específicos de
actuación conforme al modelo de atención y persecución penal
especializada en materia de adolescentes en conflicto con la ley
penal del MP, desarrollado con base al marco normativo nacional e
internacional que rige la función constitucional del MP en la materia
especifica.
nnn. 03-2018: Mecanismos para la atención, coordinación,
investigación en intervención en materia de adolescentes en
conflicto con la ley penal. Tiene por objeto establecer los
lineamientos técnicos, institucionales de atención, coordinación e
intervención de las distintas dependencias fiscales, técnicas,
administrativas y de apoyo del MP, así como la persecución penal y
mecanismos de coordinación intra e interinstitucional que deberán
implementarse en toda la intervención que realice el MP en casos
de adolescentes en conflicto con la ley penal.
ooo. 04-2018: Regular el procedimiento de análisis estratégico de
casos relacionados con fenómenos criminales, estructuras
criminales, patrones delictuales y abordaje de casos con
correspondencia en sistema integrado de identificación balística
IBIS. Tiene por objeto establecer el procedimiento que debe
realizarse en el análisis estratégico de casos relacionado con
fenómenos criminales, estructuras criminales, patrones delictuales
y el abordaje de casos con correspondencia en el sistema Integrado
de Identificación Balística –IBIS- .
ppp. 05-2018: Protocolo de Investigación de Delitos cometidos
contra Defensoras y defensores de Derechos Humanos. Tiene la
finalidad de brindar al personal del MP que interviene en la
investigación y atención de casos de delitos cometidos contra
defensoras y defensores de derechos humanos, criterios e
instrumentos específicos de actuación conforme al protocolo de
investigación de Delitos Cometidos contra defensoras y defensores
de Derechos Humanos, desarrollado con base al marco normativo
nacional e internacional que rige la función constitucional del MP en
materia. El personal involucrado debe actuar bajo los principios de
dignidad, igualdad, no discriminación, objetividad e imparcialidad,
con estrategias humanistas y respetuosas de la diversidad cultural y
étnica de Guatemala, entre otros.
qqq. 06-2018: Institucionalización, implementación y
cumplimiento de la Política de Persecución Penal Democrática del
Ministerio Público. Tiene por objeto aprobar la Política de
Persecución penal democrática del MP, que adjunta, procediendo a
institucionalizarla, por lo que su observancia es de carácter general
y su implementación y cumplimiento son obligatorios para todo el
personal de las áreas fiscal, administrativa, técnica y de apoyo de la
institución. La política define la actuación institucional en materia

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de investigación y persecución penal, conforme a un marco general
de política criminal, así como para orientar en forma adecuada los
recursos humanos, materiales y de análisis, para la toma de
decisiones que permitan responder de forma efectiva frente a las
distintas modalidades de la criminalidad.
rrr. 07-2018: Institucionalización, implementación y
cumplimiento de la Política de derechos humanos para la
persecución penal del Ministerio Público. Tiene por objeto aprobar
la política de derechos humanos para la persecución penal del MP
de Guatemala, la cual se adjunta, e institucionalizarla, por lo que su
observancia es de carácter general y de cumplimiento obligatorio
para todo el personal de las áreas fiscal, administrativa, técnica y de
apoyo de la institución. Se rige bajo los siguientes principios: a.
Respeto a la constitución política de la república de Guatemala y
demás leyes ordinarias, b. respeto y aplicación de convenios
internacionales, c. protección y garantía de los derechos humanos,
d. independencia e imparcialidad, e. respeto a la dignidad, f.
respeto a la igualdad. G. no discriminación, h. respeto a la
pertinencia cultural. i. respeto a los derechos de las víctimas, j.
garantía de reparación integral, k. garantía de participación de la
víctima.
sss. 08-2018: Doctora Consuelo Porras Argueta. Respeto del
debido proceso: tiene por objeto instruir que: a. que se atienda la
recomendación del procurador de los Derechos Humanos,
contenida en el expediente REF: EXP.ORD.GUA.3443-2018/UCI y
acumulado: REF: EXP.ORD.GUA.4557-2018/UCI, numeral romano
III, literal “C” que textualmente dice: “...III. RECOMENDAR…C) A la
fiscal General y Jefa del Ministerio Publico, instruya de manera
general a todo el personal que interviene en los distintos procesos
judiciales a nivel nacional, que cesen en el uso y aquiescencia de
malas prácticas procesales, ya que como funcionarios y servidores
públicos no deben consentir que ningún sujeto procesal recurra o
utilice figuras que no estén plenamente establecidas en la ley.” Y b.
Que la intervención que se realice en los distintos procesos
judiciales a nivel nacional, adecuen su actuación al estricto
cumplimiento de la Constitución Política de la República de
Guatemala y las leyes del país, observando los estándares
internacionales en materia de derechos humanos y en
cumplimiento al debido proceso.
ttt. 09-2018: Búsqueda inmediata de mujeres desaparecidas.
Tiene por objeto establecer el procedimiento interno para la
búsqueda inmediata de mujeres desaparecidas, en cumplimiento
de las distintas acciones que la Ley de Búsqueda Inmediata de
Mujeres Desaparecidas; Decreto 9-2016, impone al MP. Que rige
bajo los principios constitucionales, procesales y de derecho
humanos contenidos en la legislación nacional e internacional,
especialmente: a. Respeto de los derechos humanos de las mujeres:
El personal de la institución que atienda casos de mujeres
desaparecidas, debe velar por el cumplimiento de la normativa
nacional e internacional; y el respeto a los derechos de las mujeres;
b. Celeridad: el personal de la institución debe atender de forma
inmediata, urgente y con prioridad los casos de mujeres
desaparecidas, a efecto de lograr su localización y asegurar el

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respeto a su integridad, libertad y resguardo; c. antiformalismo: la
activación del mecanismo de búsqueda inmediata de mujeres
desaparecidas, no estará sujeta a formalidades; d. Acceso a la
justicia con pertinencia cultural y lingüística: el personal
institucional debe asegurarse de brindar atención a las víctimas y
sus familiares, con pertinencia cultural y lingüística. Activación de la
alerta Isabel-Claudina.
uuu. 01-2019. Modificación de la Instrucción General Número 05-
2014 para regular los criterios de liquidación de la Fiscalía de
Sección Liquidadora.
vvv. 02-2019. Lineamientos y criterios generales de liquidación
para conocer los casos en mora que no se han diligenciado, casos
activos pendientes de resolver y prescritos en apoyo a las Fiscalías
de Distrito de Quetzaltenango, Escuintla y Metropolitano. Contiene
lineamientos y criterios generales de liquidación para conocer casos
activos pendientes de resolver y prescritos en apoyo a las Fiscalías
de Distrito de Quetzaltenango, Escuintla y Metropolitano.
www. 04-2019. Lineamientos generales para la gestión fiscal de las
Agencias fiscales en Municipios, creadas mediante el Acuerdo de
Fiscalía General Número 16-2019. Contiene lineamientos generales
para la gestión fiscal que deben cumplirse al realizar el trabajo
relacionado con la investigación y persecución penal de las agencias
fiscales en municipios creadas mediante el acuerdo número 16-
2019 (30), de la Fiscal General de la República y Jefa del Ministerio
Público en Funciones. Las fiscalías municipales creadas son en los
municipios de: Raxruhá, San Cristóbal Verapaz, Purulhá, San Pedro
Yepocapa, Tecpan, Morazan, San Cristobal Acasaguastlan,
Guanagazapa, Nueva Concepción, Aguacatán, Colotenango, San
Idelfonso Ixhuatan, San Pedro Pinula, Comapa, San Andres, San
Luis, Génova, Sacapulas, San Andrés Sajcabajá, El Asintal,
Sumpango, Concepcion Tutuapa, Ocós, Oratorio, Santa Cruz
Naranjo, Taxisco, Nahualá, Santa Lucía la Reforma, Santa María
Chiquimula, La Unión.
xxx. 05-2019. Instrucción General para Transversalizar los
enfoques de igualdad y de género en la persecución penal. Tiene
por objeto brindar al personal del Ministerio Publico criterios
incluyentes de persecución penal que transversalicen los enfoques
de igualdad y de género, así como el principio de no discriminación,
que faciliten la tipificación de los delitos, la investigación criminal,
las estrategias de litigio, la atención y protección a las víctimas.

g. CÓDIGO DE ÉTICA DEL MINISTERIO PÚBLICO: tiene por objeto adoptar


el conjunto de normas y principios éticos aplicables al desempeño
funcional y la conducta de los servidores públicos del MP, cualquiera que
sea su competencia o jerarquía, en concordancia con los elevados fines
institucionales. Su ámbito de aplicación es obligatoria en todas las
actuaciones de los servidores públicos del MP que laboran bajo cualquier
renglón presupuestario u otra forma de contratación. Se rige bajo los
siguientes valores institucionales: LEGALIDAD, INDEPENDIENCIA DE
CRITERIO, TRANSPARENCIA, SERVICIO, CONFIANZA, NEUTRALIDAD Y
OBJETIVIDAD, COMPETENCIA PROFESIONAL, LEALTAD, HONESTIDAD,
INTEGRIDAD, RESPONSABILIDAD. También bajo las siguientes normas

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éticas: LEGALIDAD Y TRANSPARENCIA, RESPETO, RESPONSABILIDAD,
EFICIENCIA, OBEDIENCIA, COMPETENCIA PROFESIONAL, LEALTAD Y
SERVICIO, INCOMPATIBILIDADES-PROHIBICIÓN PARA DESEMPEÑAR
MAS DE UN CARGO PUBLICO, INDEPENDENCIA DE CRITERIO,
INTEGRIDAD Y OBJETIVIDAD.

2. DERECHO CONSTITUCIONAL
a. LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA: Es
la expresión de la voluntad colectiva, que deduce racionalmente los
preceptos que han de encauzar el comportamiento de gobernantes y
gobernados hacia la realización de las metas que ella decida. (Mauro
Chacón).
Orden jurídico fundamental del Estado, creadora de estabilidad y
permanencia que se desarrolla vivamente en el marco de un proceso
público, como limitación y racionalización del poder del Estado. (Peter
Häberle)
Es una norma que incorpora los valores y principios esenciales de la
convivencia política que conforman todo el ordenamiento jurídico. Por
ello, todos los poderes públicos y los habitantes del país están ligados a su

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imperio y el derecho interno sometido a su supremacía. (Corte de
Constitucionalidad, Exp 280-90, sentencia de 19.10.1990)

b. SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL Y JERARQUÍA NORMATIVA: es un


principio teórico del derecho constitucional que postula, originalmente,
ubicar a la constitución de un país jerárquicamente por encima de todo el
ordenamiento jurídico, considerándola como ley suprema del estado y
fundamento del sistema jurídico.
La jerarquía normativa, es un principio jurídico por el cual las normas de un
ordenamiento jurídico se ordenan mediante un sistema de prioridad,
según el cual unas normas tienen preferencia sobre otras; para establecer
tal prioridad se pueden usar distintos criterios, como son, por ejemplo: la
validez de la norma basada en otra precia superior, la función de la norma,
la preferencia en la aplicación de la norma o el diferente órgano político del
que surge la norma. Con la jerarquía normativa se ordenan diferentes
elementos del ordenamiento jurídico, de modo que este consigue unidad y
coherencia.

c. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES: Manual del Fiscal: Son proposiciones


fundamentales que dominan sobre otras disposiciones establecidas en la
Constitución como en la norma jurídica.
La diferencia entre garantías y principios radica en que las garantías
constitucionales son las que ofrece la misma constitución en el sentido que
se cumplirán y respetaran los derechos que la misma indica, también
algunas constituciones la señalan como derechos constitucionales y otras
como derechos individuales, como es el caso de la Constitución
guatemalteca.
Los principios son los siguientes:
Legalidad, Presunción de Inocencia, Derecho de Defensa, Juicio Previo,
Prohibición a la Doble Persecución Penal, Principio de Publicidad en el
Proceso, Derecho a ser juzgado en un tiempo razonable.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD: El artículo 17 de la Constitución Política de la
República de Guatemala establece “No hay delito ni pena ni pena sin ley
anterior”, no son punibles las acciones u omisiones que no estén calificadas
como delito o falta y penados por ley anterior a su perpetración.”
El artículo 9 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto
de San José) se manifiesta en que “nadie puede ser condenado por
acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran
delictivos según el derecho aplicable…”
Ninguna persona puede ser detenida o presa si los actos que realiza no
están previamente establecidos en la ley como delito.

El artículo 1 del Código Procesal Penal y el artículo 1 del Código Penal,


establece el principio de NULLUM POENA SINE LEGE, NO HAY PENA SIN
LEY.
El artículo 1 de la LOMP, establece que la actuación del Ministerio Público
se debe cumplir con apego al principio de LEGALIDAD.
EN CONCLUSIÓN: Podemos indicar que ninguna persona puede ni debe
ser detenida o presa si los actos que realiza no están previamente
establecidos en la ley como delito.
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA (de no culpabilidad): Artículo 14 CPRG;
art. 14 CPP

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El principio constitucional de la presunción de inocencia consiste
principalmente en que toda persona es inocente, mientras no se le haya
declarado responsable judicialmente en sentencia debidamente
ejecutoriada. Así lo establece la Constitución Política de la República de
Guatemala en su artículo 14.
El artículo 8 numeral 2 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José) toda persona tiene derecho a que se
presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad.
El artículo 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece
que toda persona acusada de delito tiene el derecho que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad.
Este principio está desarrollado también en el Código Procesal Penal en el
artículo 14, indicando que todo procesado debe ser tratado como inocente
durante el procedimiento, hasta una sentencia firme lo declare
responsable y le imponga una pena, una medida de seguridad y corrección
o le restrinja sus derechos.
El principio de presunción de inocencia consiste entonces en que todo
sindicado o imputado debe ser tratado como una persona inocente, como
una persona sin responsabilidad en el hecho que se le imputa, aunque
hubiese detenido flagrantemente.
EL DERECHO DE DEFENSA: Art. 8 CPRG, 92 Y 90 98,99 103 CPP
Todo detenido deberá ser informado inmediatamente de sus derechos en
forma que le sean más comprensibles más comprensibles, especialmente
que puede proveerse de un defensor según establecen los artículos 8 y 12
de la CPRG.
Para el cumplimiento del Derecho de Defensa es necesario elegir defensor
art. 92 CPP, en caso de no hablar el idioma español elige a un traductor
art. 90 CPP.
El derecho de defensa es tan especial e importante que cuando el
imputado estuviere privado de su libertad, cualquier persona podrá
asignarle por escrito, un defensor ante la policía o las autoridades
encargadas de su custodia o verbalmente ante el Ministerio Público o el
Juez (98 CPP), asignación que se le dará a conocer inmediatamente.

Sin embargo el imputado puede designar posteriormente otro defensor


(99 CPP) reemplazando al anterior que ya interviene en el procedimiento,
pero este último no podrá abandonar la defensa, hasta que el nuevo
defensor acepte su cargo.
Tan importante es el derecho de defensa (103CPP) que si el defensor
abandona la defensa, dicho acto constituirá falta grave y obligara, a quien
incurra en él, el pago de las costas provocadas por el reemplazo, sin
perjuicio de las sanciones correspondientes. Dicho abandono será
comunicado inmediatamente al tribunal de honor del Colegio de
Abogados y Notarios.
JUICIO PREVIO: Art. 12 CPRG, 4CPP 8.1 Pacto de San José 14 Derechos
Civiles y Políticos

El juicio previo como principio constitucional, consiste esencialmente en


que ninguna persona puede ser condenada ni privada de sus derechos, si
no ha sido citada oída y vencida en proceso legal, ante el juez o tribunal
competente y preestablecido, ni por procedimientos que no estén

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preestablecidos legalmente. Así lo regula la Constitución art. 12 y lo
desarrolla el artículo 4 del Código Procesal Penal.
De la misma manera el artículo 8 numeral 1 del Pacto de San José
establece que “Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal
competente e imparcial….”
El artículo 14 del Pacto de derechos Civiles y Políticos, se pronuncia en el
mismo sentido de un juicio previo a cualquier condena.
Lo anterior quiere decir entonces que si al momento en se va cumplir uno
de los fines del proceso que es el pronunciamiento de la sentencia, en la
cual la persona va ser condenada, sometida a medidas de seguridad y
corrección y privada de sus derechos, debió de haberse cumplido con una
detención legal, haberse puesto a disposición de la autoridad judicial
competente en el plazo que la constitución establece, haber sido citado a
declarar, habérsele impuesto una medida de coerción, haber sido ligada al
proceso mediante auto de procesamiento. Esto es lo que se conoce como
Juicio Previo, desde el momento de la detención, el detenido deberá ser
informado especialmente, de que puede proveerse de un defensor, lo que
implica que inicia su derecho de defensa.
PROHIBICIÓN A LA DOBLE PERSECUCIÓN PENAL: En un Estado de
Derecho no se puede permitir que una persona pueda ser enjuiciada o
sancionada repetidas veces por los mismos hechos (NOS BIS IN DEM)
Este principio no se encuentra explícitamente desarrollado en la carta
magna, pero el artículo 211 segundo párrafo de la misma, establece la
prohibición para los tribunales y autoridades de conocer procesos
fenecidos, el Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos señala en
el art. 14 inciso 7 que nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito
por el cual haya sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de
acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país; en el mismo
sentido se pronuncia la Convención Americana de Derechos Humanos, en
su artículo 8 inciso 4 el cual establece que el inculpado absuelto por una
sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos
hechos.
Sin embargo se puede plantear nueva persecución penal cuando:
La primera fue intentada ante un tribunal incompetente.
Cuando un mismo hecho debe ser juzgado por tribunales o procedimientos
diferentes que no puedan ser unificados.
El proceso se puede reabrir en aquellos casos en los que procede la
revisión, el cual solo opera a favor del reo, art. 453 al 463 del CPP.
PRINCIPIO DE PUBLICIDAD EN EL PROCESO: El principio constitucional
de publicidad en el proceso penal, consiste en que todas las actuaciones,
documentos y diligencias, pueden ser conocidas personalmente por las
partes a las que legalmente se les haya otorgado participación definitiva en
el procedimiento penal, es decir la persona detenida, el abogado o
abogados defensores, el ofendido y su abogado, los querellantes los
terceros civilmente demandados, el actor civil y el Ministerio Público así lo
determina el artículo 14 de la CPRG.
El principio constitucional de publicidad en el proceso penal, está
desarrollado en el código Procesal Penal en el art. 12 cuando indica que la
función de los tribunales en los procesos es obligatoria, gratuita y PUBLICA
y que los casos de diligencias o actuaciones reservadas serán señaladas
expresamente por la ley, por ejemplo las excepciones a la publicidad del
debate señaladas en el art. 356 del CPP.

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Sin embargo la publicidad tiene un componente negativo al hecho de ser
sometido a proceso implica un daño en el reconocimiento social del
sindicado, por ello el art. 314 del CPP, limita durante el procedimiento
preparatorio la publicidad de las actuaciones procesales, al mencionar que
las actuaciones solo podrán ser examinadas por el imputado, las demás
personas y los mandatarios , así mismo se establece la reserva de las
actuaciones por diez días corridos para que no se entorpezca el
descubrimiento de la verdad, siempre que no hubiere auto de
procesamiento, plazo que podrá prorrogarse por diez días pero los
interesados podrán solicitar al juez que pongan fin a dicha reserva.
DERECHO A SER JUZGADO EN UN TIEMPO RAZONABLE: El hecho de
estar sometido a un proceso penal supone un perjuicio psíquico y
económico en la persona del procesado, que se agrava en el supuesto que
se le imponga una medida de coerción, por ello es un derecho básico el que
se resuelva la situación jurídica del sindicado. En el código Procesal Penal
se establecen los artículos 323 y 324 bis los plazos para conclusión de la
fase preparatoria a partir del auto de procesamiento, en caso de gozar de
una medida sustitutiva será de un plazo razonable, en caso de guardar
prisión preventiva no puede durar más de tres meses debiéndose solicitar
la prórroga de la prisión preventiva a la Corte Suprema de Justicia.

d. INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL: CONTEXTO: señala Larenz, que


la aplicación de la ley implica la determinación de las normas aplicables a
un hecho concreto, y que interpretar es un hacer mediador, por el cual el
intérprete comprende el sentido de un texto que se le ha convertido en
problemático. La interpretación implica una labor metodológica, prudente
y consiente del alcance de sus facultades como intérprete. Si bien, como lo
apunta Larenz, no existe una interpretación absolutamente recta, su
variación debe estar plenamente justificada para evitar la arbitrariedad y el
exceso en este proceso. La aplicación de las diferentes reglas y métodos de
interpretación pueden ser unas veces complementarios y otras
excluyentes, y la priorización de unas u otros puede producir resultados
diversos. La función del intérprete es dejar hablar a la norma, y aplicarla a
un caso concreto, aunque existe el conflicto entre si la meta de la
interpretación es determinar la voluntad del legislador o el sentido
normativo de la ley. También la interpretación permite adaptar o actualizar
el sentido de la norma a momentos contemporáneos, proceso en el que no
en pocas ocasiones parecerá que el intérprete se hace escuchar más allá
del contenido mismo de la norma y, en casos nefastos, aun en contra de
todo sentido original, lógico, contextual, etc., que pudiera adjudicársele a
su sentida rectamente entendido. Todo estado, como su ordenamiento
jurídico, es diseñado con ánimo de permanencia en el tiempo. Esto implica
que su normativa debe ser dinámica para poder dar respuesta a los
diferentes fenómenos que la organización política afronte en su devenir
histórico. Esa necesidad de adecuación a la dinámica social es también
resentida por la norma constitucional, aunque en menor medida que la
normativa ordinaria pues las normas de la primera se encuentran en el
mayor campo de generalidad que posee el ordenamiento jurídico.
CONCEPTO: la interpretación constitucional es el arte de aplicar los
principios que formula la hermenéutica constitucional. Como técnica, la
interpretación es una actividad intelectual encaminada a determinar el
significado de una norma jurídica y, en nuestro caso, de una norma
constitucional. La interpretación es el resultado del “dialogo” entre el texto

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normativo y la intelección del sujeto que interpreta. Todos somos capaces
de interpretar, neófitos, litigantes, defensores, académicos, judicantes.
Pero, finalmente, la única interpretación que tendrá fuera de ley será la del
juzgador. La importancia de la interpretación constitucional parece obvia:
el valor de cada precepto de la constitución depende, en definitiva, del
significado que le den sus intérpretes-operadores. La letra podrá decir
claramente una cosa, la intención del constituyente podrá haber sido bien
definida…, pero, en última instancia, la cláusula constitucional regirá del
modo con que sea interpretada y aplicada. Esa incertidumbre respecto del
valor que se le termine asignando al precepto constitucional deviene, en
gran medida, de que muchas constituciones no contiene reglas de
interpretación que señalen la manera en que han de ser interpretados sus
preceptos. Sin embargo, ello no implica que se deba interpretar conforme
a las reglas establecidas en una ley ordinaria (Ley del Organismo Judicial,
para el caso guatemalteco), pues la misma es emitida por un legislador
ordinario, inferior al legislador constitucional. CONFORME A LA FUENTE:
la interpretación, conforme al autor que la realiza, se clasifica en: a)
autentica o por vía de autoridad, proviene del órgano al que la constitución
le confiere dicha facultad. Corte de constitucionalidad. b) Judicial, la que
realizan los jueces y magistrados dentro de la órbita de su función. c)
doctrinaria o científica, que es la que realizan los juristas. Todas revisten de
importancia pero, en principio, solo las 2 primeras son vinculantes, la
tercera lo será en la medida que sea recogida dentro de las 2 primeras.
CONFORME A LOS ANTECEDENTES, REFERENCIAS O INDICADORES:
puede ser a) histórica: que indaga los antecedentes o raíces históricas de la
norma constitucional para desentrañar su espíritu; b) política: que hace
especial énfasis en los valores o sentido político de la constitución.
Específicamente relacionada a su régimen político y modelo de estado; c)
evolutiva que postula por una interpretación que se actualice atendiendo a
las circunstancias cambiantes de la sociedad; d) teleológica o finalista: que
se inspira en el fin perseguido por la norma constitucional. CONFORME A
LA ESTRATEGIA INTERPRETATIVA: a) Originalísimo: la constitución
debe interpretarse a la luz de las intenciones originales de quienes la
redactaron. Siendo esta la única forma de salvar el carácter democrático
de las decisiones judiciales. (James Wilson); b) Lectura moral de la
constitución: los jueces deben apartarse de las intenciones originales del
constituyente y leer la constitución como lo que es, como un documento
que fija principios morales fundamentales que han de gobernar a la
sociedad. Las decisiones que deben fundar en los principios de moralidad
política plasmados en la constitución. (DWorking); c) Textualismo: solo el
texto de la constitución y de las leyes debe servir como fuente de
interpretación. El juez no debe ir más allá del texto, fijándose únicamente
en el sentido de las palabras dentro del texto, es decir, dentro de las
oraciones que son empleadas. (Antonio Scalia). PRINCIPIOS: el autor
Segundo V. Linares Quintana, estableció una serie de normas o principios
que facilitan la tarea interpretativa. FIN SUPREMO ES LA CONSTITUCION,
INTERPRETACION AMPLIA O EXTENSIVA, SENTIDO DE LAS PALABRAS
DE LA CONSTITUCION, LA CONSTITUCION COMO UN TODO
ORGANICO, LA CONSTITUCION COMO INSTRUMENTO DE GOBIERNO
PERMANEN, PRIVILEGIOS Y EXCEPCIONES, PRESUNCION DE
CONSTITUCIONALIDAD. El jurista alemán Konrad Hesse, propone la
siguiente sistematización de principios de la interpretación constitucional,
que, como se podrá advertir, comulga en muchos aspectos con la

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clasificaciones desarrollada: EL PRINCIPIO DE UNIDAD DE LA
CONSTITUCION, EL PRINCIPIO DE CONCORDANCIA PRACTICA,
PRINCIPIO DE CORRECCION FUNCIONAL, PRINCIPIO DE LA FUERZA
NORMATIVA DE LA CONSTITUCION, PRINCIPIO DE PRESUNCION DE
CONSTITUCIONALIDAD DE LOS ACTOS NORMATIVOS, PRINCIPIO DE
ARGUMENTACION, LIMITES A LA INTERPRETACION CONSTITUCIONAL.

e. FUNDAMENTOS DEL DERECHO CONSTITUCIONAL: La Constitución


Política de la República de Guatemala es la ley suprema de la República de
Guatemala, en la cual se rige todo el Estado y sus demás leyes. La
Constitución Política de la República de Guatemala actual fue creada por
una Asamblea Nacional Constituyente, el 31 de mayo de 1985, la cual lo
hizo en representación del pueblo con el objeto de organizar jurídica y
políticamente al Estado, así como, también contiene los derechos
fundamentales de los miembros de su población. NORMATIVA
CONSTITUCIONAL. La Constitución Política de la República de
Guatemala, decretada en el año 1985, en el artículo 12 garantiza el derecho
de defensa estableciendo que “La defensa de la persona y sus derechos son
inviolables. Nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin
haber sido citado, oído y vencido en proceso legal ante juez o tribunal
competente”, además el artículo 14 de la Constitución establece la
presunción de inocencia y publicidad del proceso, garantizando que “Toda
persona es inocente, mientras no se le haya declarado responsable
judicialmente, en sentencia ejecutoriada”. NORMATIVA ORDINARIA.
Artículo 4º del Código Procesal Penal que regula la observancia en el
proceso penal del debido proceso y juicio previo. Artículo 20 del Código
Procesal Penal que desarrolla el derecho de defensa, que los habitantes de
la república de Guatemala tienen en un proceso penal. Artículo 92º del
Código Procesal Penal que define el derecho del sindicado de elegir
abogado defensor de su confianza. Artículo 103 del Código Procesal Penal
que define el derecho del sindicado de ser asistido por defensor de oficio
en caso de renuncia o abandono de la defensa técnica. Decreto del
Congreso de la República No. 129-97 Ley del Servicio Público de Defensa
Penal. TRATADOS, PACTOS Y CONVENIOS INTERNACIONALES
SUSCRITOS POR EL ESTADO DE GUATEMALA Artículo 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Artículo 8 inciso “e” de la
Convención Americana de Derechos Humanos. Artículo 10 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos. Acuerdos de Paz,
Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad
Democrática.

f. MECANISMOS DE DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN: Naturaleza


jurídica: son los medios por los cuales, se hace la defensa efectiva de la
constitución y los derechos fundamentales de las personas. Indica la
constitución que todos los derechos reconocidos por ella gozan de
garantías para su protección, garantías a ser desarrolladas a través de
mecanismos de defensa constitucional. El autor García Belaunde dice:
“Hay una defensa física, otra política, y, finalmente una defensa jurídica, y
dentro de ella la más moderna, la defensa procesal constitucional”. Para
Machaca Cahuana dice: “son los medios o remedios jurídicos de protección
y de seguridad que tienen toda persona para el restablecimiento inmediato
y el ejercicio efectivo de sus derechos”.

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g. JUSTICIA CONSTITUCIONAL: La justicia constitucional en Guatemala.
Jorge Mario García Laguardia. Génesis, antecedentes y creación del órgano
de justicia constitucional La Corte de Constitucionalidad (Tribunal
Constitucional), fue creada por la Constitución de 1985. Su antecedente
inmediato donde se origina su funcionamiento, está en la Constitución
anterior de 1965. En ella se introdujo un sistema mixto. Por una parte,
contempló una declaratoria de inconstitucionalidad en casos concretos, en
la tradición del control judicial difuso, y por otra, introdujo una declaratoria
de inconstitucionalidad con efectos generales y derogatorios en una nueva
experiencia, la primera, de control concentrado en vía principal. El segundo
párrafo del art. 246, recogió el principio tradicional, que viene de la
reforma constitucional de 1921, como un control difuso, incidental, de
alcance particular y con efectos declarativos. Ordenaba la disposición que
en casos concretos, en cualquier instancia y en casación, antes de dictar
sentencia, las partes podrán plantear la inconstitucionalidad total o parcial
de una ley y el tribunal deberá pronunciarse al respecto. Si declarare la
inconstitucionalidad, la sentencia se limitará a establecer que el precepto
legal es inaplicable al caso planteado y será transcrito al Congreso. Y en
una nueva experiencia, junto al sistema anterior, en el Capítulo V, Título
VIII, arts. 262 y 265 recogió por vez primera en nuestra historia
constitucional, un nuevo sistema: concentrado, principal, de alcance
general y efectos semi-constitutivos. La declaratoria de
inconstitucionalidad se pedía ante un órgano autónomo de examen
constitucional: la Corte de Constitucionalidad, que no era un tribunal
permanente sino se integraba específicamente cuando se hacía valer una
acción de inconstitucionalidad. Eran doce sus Magistrados, todos de la
rama judicial y los presidía el mismo de la Corte Suprema. El objeto de la
acción era obtener la declaratoria de inconstitucionalidad de las leyes o
disposiciones gubernativas de carácter general que contuvieran vicio total
o parcial de inconstitucionalidad. Experiencia corta de escasos 15 años.
Conoció pocos casos.
La Constitución vigente, fue promulgada el 31 de mayo de 1985. En el
Título VI, con el nombre de "Garantías Constitucionales y Defensa del
Orden Constitucional", configura un nuevo sistema de justicia
constitucional, cuya novedad significativa es la creación del Tribunal o
Corte Constitucional permanente. Funciones de la justicia constitucional.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS: Tipos de Normas
susceptibles de ser sometidas a control de constitucionalidad. Las
funciones de la Corte, fuera de su función esencial de defensa del orden
constitucional, son muy amplias. Están establecidas en la Constitución y en
la Ley Constitucional que desarrolla los preceptos constitucionales. La
primera la constituye en garante de la Constitución y del sistema jurídico
en general, es el intérprete supremo de sus normas y le da sentido al
sistema, cuyas decisiones son vinculantes y obligan a los órganos del
Estado y tiene pleno efecto contra todos. Por eso se explica su posición de
independencia funcional e incluso económica. Y sus funciones las cumple
con métodos jurisdiccionales, fuera de los casos de consultas y dictámenes
que también entran dentro de sus competencias. Sus competencias
específicas de control de normas son las siguientes: a) En única instancia
conoce de inconstitucionalidades contra leyes, reglamentos y
disposiciones de carácter general; b) En segunda instancia de apelaciones
de inconstitucionalidades en casos concretos; c) Emite opinión sobre la
constitucionalidad de los tratados, convenios y proyectos de ley, a solicitud

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de cualquiera de los organismos del Estado. La inconstitucionalidad de
leyes, reglamentos y disposiciones de carácter general, es directa y su
única instancia y se plantea ante la Corte. Tienen legitimación para
plantearla la Junta Directiva del Colegio de Abogados a través de su
Presidente; el Ministerio Público a través del Procurador General de la
Nación; el Procurador de los Derechos Humanos y cualquier persona con el
auxilio de tres abogados activos. Cuando la sentencia de la Corte declare la
inconstitucionalidad de una ley, reglamento o disposición de carácter
general, éstas quedarán sin vigencia y si fuere parcial quedará sin vigencia
en la parte que se declare inconstitucional. Las sentencias que declaren
inconstitucionalidad parcial o total, deben publicarse en el Diario Oficial
dentro de los tres días siguientes. De la fecha en que queden firmes y la ley
deja de surtir efectos desde el día siguiente al de la publicación en el Diario
Oficial. Si se hubiera decretado la suspensión provisional de la ley,
atribución que le corresponde a la Corte, los efectos del fallo definitivo se
retrotraen a la fecha en que se publicó la suspensión provisional. Y contra
las sentencias de la Corte, no procede recurso alguno y produce efectos
"erga omnes". En los casos de inconstitucionalidad en casos concretos, la
persona a quien afecte la inconstitucionalidad puede plantearla ante el
tribunal correspondiente, que asume el carácter de tribunal constitucional.
Puede hacerse el planteamiento como excepción o en incidente de una ley
que hubiere sido citada como apoyo de derecho en la demanda, en la
contestación o que de cualquier modo resulte del trámite del juicio. El
tribunal ante quien se plantea conoce en primera instancia y de las
apelaciones conoce la Corte de Constitucionalidad que concentra el
conocimiento de los asuntos de constitucionalidad. Los efectos son sólo
para el caso concreto y respecto del mismo produce consecuencia de cosa
juzgada y también tiene efectos jurisprudenciales.

h. GARANTIAS CONSTITUCIONALES: Las garantías son medios técnicos-


jurídicos, orientados a proteger las disposiciones constitucionales cuando
estas son infringidas, reintegrando el orden jurídico violado. Existen
amplios campos del derechos, especialmente el constitucional y el
internacional público, que carecen de normas de efectividad; sus
disposiciones muchas veces no son más que expresión de deseos. Por esto,
se fortalece en los últimos años una tendencia a encontrar normas de
garantía, que hagan efectivas las disposiciones de carácter sustantivo. El
conjunto de instrumentos de garantía de las normas constitucionales
también ha sido designado con el término de justicia constitucional,
término que prefiere Fix Zamudio por considerar que con él se subraya el
carácter preponderante axiológico de estos instrumentos y por su preciso
sentido jurídico.
a. PROCESO DE AMPARO: El amparo es una garantía procesal
expedita que tienen las personas de acudir ante un tribunal de
justicia, para que se restituya el goce de sus derechos cuando estos
fueren amenazados o violados por alguna autoridad. ARTÍCULO
10.- Procedencia del amparo. La procedencia del amparo se
extiende a toda situación que sea susceptible de un riesgo, una
amenaza, restricción o violación a los derechos que la Constitución
y las leyes de la República de Guatemala reconocen, ya sea que
dicha situación provenga de personas y entidades de derecho
público o entidades de derecho privado. Toda persona tiene
derecho a pedir amparo, entre otros casos: a) Para que se le

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mantenga o restituya en el goce de los derechos y garantías que
establece la Constitución o cualquiera otra ley; b) Para que se
declare en casos concretos que una ley, un reglamento, una
resolución o acto de autoridad, no obligan al recurrente por
contravenir o restringir cualesquiera de los derechos garantizados
por la Constitución o reconocidos por cualquiera otra ley; c) Para
que en casos concretos se declare que una disposición o resolución
no meramente legislativa del Congreso de la República; no le es
aplicable al recurrente por violar un derecho constitucional; d)
Cuando la autoridad de cualquier jurisdicción dicte reglamento,
acuerdo o resolución de cualquier naturaleza, con abuso de poder o
excediéndose de sus facultades legales, o cuando carezca de ellas o
bien las ejerza en forma tal que el agravio que se causare o pueda
causarse no sea reparable por otro medio legal de defensa; e)
Cuando en actuaciones administrativas se exijan al afectado el
cumplimiento de requisitos, diligencias o actividades no razonables
o ilegales, o cuando no hubiere medio o recurso de efecto
suspensivo; f) Cuando las peticiones y trámites ante autoridades
administrativas no sean resueltos en el término que la ley
establece, o de no haber tal término, en el de treinta días, una vez
agotado el procedimiento correspondiente; así como cuando las
peticiones no sean admitidas para su trámite; g) En materia
política, cuando se vulneren derechos reconocidos por la ley o por
los estatutos de las organizaciones políticas. Sin embargo, en
materia puramente electoral, el análisis y examen del tribunal se
concretará al aspecto jurídico, dando por sentadas las cuestiones de
hecho que se tuvieron por probadas en el recurso de revisión; h) En
los asuntos de los órdenes judicial y administrativo, que tuvieren
establecidos en la ley procedimientos y recursos, por cuyo medio
puedan ventilarse adecuadamente de conformidad con el principio
jurídico del debido proceso, si después de haber hecho uso el
interesado de los recursos establecidos por la ley, subsiste la
amenaza, restricción o violación a los derechos que la Constitución
y las leyes garantizan. Lo determinado en los incisos anteriores,
no excluye cualesquiera otros casos, que no estando comprendidos
en esa enumeración, sean susceptibles de amparo de conformidad
con lo establecido por los artículos 265 de la Constitución y 8 de
esta ley. Interposición ARTÍCULO 19.- Conclusión de recursos
ordinarios. Para pedir amparo, salvo casos establecidos en esta ley,
deben previamente agotarse los recursos ordinarios, judiciales y
administrativos, por cuyo medio se ventilan adecuadamente los
asuntos de conformidad con el principio del debido proceso.
ARTICULO 20.- Plazo para la petición de amparo. La petición de
amparo debe hacerse dentro del plazo de los treinta días siguientes
al de la última notificación al afectado o de conocido por éste el
hecho que a su juicio, le perjudica. (FRASE ADICIONADA por el Art.
1 del DECRETO del CONGRESO No. {36-90} de fecha {08 de junio
de 1990}, el cual queda así:} "Sin embargo, durante el proceso
electoral y únicamente en lo concerniente a esta materia el plazo
será de cinco días". El plazo anterior no rige cuando el amparo se
promueva en contra del riesgo de aplicación de leyes o reglamentos
inconstitucionales a casos concretos; así como ante la posibilidad
manifiesta de que ocurran actos violatorios a los derechos del

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sujeto activo. ARTÍCULO 21.- Requisitos de la petición. El amparo
se pedirá por escrito, llenando los requisitos siguientes: a)
Designación del tribunal ante el que se presenta; b) Indicación de
los nombres y apellidos del solicitante o de la persona que lo
represente; su edad, estado civil, nacionalidad, profesión u oficio,
domicilio y lugar para recibir notificaciones. Si se gestiona por otra
persona deberá acreditarse la representación; c) Cuando quien
promueve el amparo sea una persona jurídica, deberán indicarse
sucintamente los datos relativos a su existencia y personalidad
jurídica; d) Especificación de la autoridad, funcionario, empleado,
persona o entidad contra quien se interpone el amparo; e)
Relación de los hechos que motivan el amparo; f) Indicación de las
normas constitucionales de otra índole en que descansa la petición
de amparo con las demás argumentaciones y planteamientos de
derecho; g) Acompañar la documentación que se relacione con el
caso, en original o en copias, o indicar el lugar en donde se
encuentre y los nombres de las personas a quienes les consten los
hechos y los lugares donde pueden ser citadas y precisar
cualesquiera otras diligencias de carácter probatorio que
conduzcan al esclarecimiento del caso; h) Lugar y fecha; i)
Firmas del solicitante y del abogado colegiado activo que lo
patrocina, así como el sello de éste. Si el solicitante no sabe o no
puede firmar, lo hará por él otra persona o el abogado que auxilia;
j) Acompañar una copia para cada una de las partes y una adicional
para uso del tribunal. ARTICULO 22.- Omisión de requisitos en la
petición. Cuando la persona que solicita un amparo haya omitido el
señalamiento de uno o más requisitos en la interposición o sea
defectuosa la personería, el tribunal que conozca del caso resolverá
dándole trámite al amparo y ordenando al interponente cumplir
con los requisitos faltantes dentro del término de tres días, pero, en
lo posible, no suspenderá el trámite. Cuando el tribunal lo estime
pertinente podrá agregarse a este término el de la distancia.
ARTÍCULO 23.- Gestor judicial. Sólo los abogados colegiados y los
parientes dentro de los grados de ley, podrán actuar gestionando
por el afectado y sin acreditar representación en forma cuando
declaren que actúan por razones de urgencia, para la debida
protección de los intereses que les han sido encomendados. Antes
de resolver el amparo deberá acreditarse la representación que se
ejercita, salvo casos de urgencia que el tribunal calificará.
ARTÍCULO 24.- Petición de amparo provisional. En el memorial de
interposición del amparo podrá solicitarse la suspensión provisional
de la disposición, acto, resolución o procedimiento reclamado.
ARTÍCULO 25.- Legitimación activa del Ministerio Público y del
Procurador de los Derechos Humanos. El Ministerio Público y el
Procurador de los Derechos Humanos, tienen legitimación activa
para imponer amparo a efecto de proteger los intereses que les han
sido encomendados. ARTÍCULO 26.- Solicitud verbal. La persona
notoriamente pobre o ignorante, el menor y el incapacitado, que no
pudieren actuar con auxilio profesional, podrán comparecer ante
los tribunales en solicitud verbal de amparo, en cuyo caso se
procederá a levantar acta acerca de los agravios denunciados, de la
que de inmediato se remitirá copia al Procurador de los Derechos
Humanos para que aconseje o, en su caso, patrocine al interesado.

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La negativa infundada al levantar el acta y remitir la copia a donde
corresponda, otorga al reclamante la facultad de ocurrir
verbalmente ante la Corte de Constitucionalidad, la que resolverá
de inmediato lo pertinente. Amparo Provisional ARTÍCULO 27.-
Amparo Provisional. La suspensión provisional del acto reclamando
procede tanto de oficio como a instancia de parte. En cualquier
caso el tribunal, en la primera resolución que dicte, aunque no
hubiere sido pedido, resolverá sobre la suspensión provisional del
acto, resolución o procedimiento reclamados, cuando a su juicio las
circunstancias lo hagan aconsejable. ARTÍCULO 28.- Amparo
Provisional de Oficio. Deberá decretarse de oficio la suspensión
provisional del acto, resolución o procedimiento reclamado, entre
otros, en los casos siguientes: a) Si del mantenimiento del acto o
resolución resultare peligro de privación de la vida del sujeto activo
del amparo, riesgo a su integridad personal, daño grave o
irreparable al mismo; b) Cuando se trate de acto o resolución cuya
ejecución deje sin materia o haga inútil el amparo al hacer difícil,
gravosa o imposible la restitución de las cosas a su estado anterior;
c) Cuando la autoridad o entidad contra la que se interponga el
amparo esté procediendo con notoria ilegalidad o falta de
jurisdicción o competencia; d) Cuando se trate de actos que
ninguna autoridad o persona pueda ejecutar legalmente.
ARTICULO 29.- Amparo provisional en cualquier estado del
procedimiento. En cualquier estado del procedimiento, antes de
dictar sentencia y a petición del interesado o de oficio, los
tribunales de amparo tienen facultad para acordar la suspensión
provisional del acto, resolución o procedimiento reclamado.
ARTÍCULO 30.- Revocación del amparo provisional. Asimismo, en
cualquier estado del procedimiento, antes de dictar sentencia y a
petición de parte y de oficio, los tribunales de amparo tienen
facultad para revocar la suspensión provisional del acto, resolución
o procedimiento reclamados, cuando a su juicio el mantenimiento
de la medida no se justifique y siempre que no esté contemplado
dentro de los casos de suspensión obligada. ARTICULO 31.- Acta
del estado que guardan los hechos y actos suspendidos. Cuando la
singularidad del caso lo requiera, en el momento de comunicarle a
la autoridad impugnada la suspensión del acto, se levantará acta en
la que se hará constar detalladamente el estado que en ese
momento guardan los hechos y actos que se suspenden y la
prevención hecha de no modificarlos hasta que se resuelva en
sentencia o lo ordene el tribunal. ARTÍCULO 32.- Encauzamiento
por desobediencia. Si la persona a quien se haya notificado la
suspensión, desobedece la orden judicial y sigue actuando, el
tribunal que conozca del proceso ordenará inmediatamente su
encausamiento, librándose para el efecto certificación de lo
conducente para la iniciación del proceso penal que corresponda.
Procedimiento ARTÍCULO 33.- Trámite inmediato del amparo. Los
jueces y tribunales están obligados a tramitar los amparos el mismo
día en que les fueren presentados, mandando pedir los
antecedentes o en su defecto informe circunstanciado a la persona,
autoridad, funcionario o empleado contra el cual se haya pedido
amparo, quienes deberán cumplir remitiendo los antecedentes o
informando dentro del perentorio término de cuarenta y ocho

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horas, más el de la distancia, que fijará el tribunal en la misma
resolución, a su prudente arbitrio. Si dentro del indicado término
no se hubiesen enviado los antecedentes o el informe, el tribunal
que conozca del caso, deberá decretar la suspensión provisional del
acto, resolución o procedimiento reclamado. ARTICULO 34.-
Interés de terceros en el amparo. Si la autoridad, persona
impugnada o el solicitante de amparo tuviesen conocimiento de
que alguna persona tiene interés directo en la subsistencia o
suspensión del acto, resolución o procedimiento, ya sea por ser
parte en las diligencias o por tener alguna otra relación jurídica con
la situación planteada, están obligadas a hacerlo saber al tribunal,
indicando su nombre y dirección en forma sucinta, la relación del
interés. En este caso, el Tribunal de Amparo dará audiencia a dicha
persona en la misma que al Ministerio Público, teniéndosela como
parte. ARTÍCULO 35.- Primera audiencia a los interesados y
prueba. Recibidos los antecedentes o el informe, el tribunal deberá
confirmar o revocar la suspensión provisional decretada en el auto
inicial del procedimiento. De estos antecedentes o del informe dará
vista al solicitante, al Ministerio Público, institución que actuará
mediante la sección que corresponda según la materia de que se
trate, a las personas comprendidas en el artículo anterior y a las que
a su juicio también tengan interés en la subsistencia o suspensión
del acto, resolución o procedimiento, quienes podrán alegar dentro
del término común de cuarenta y ocho horas. Vencido dicho
término, hayan o no alegado las partes, el tribunal estará obligado a
resolver, pero si hubiere hechos qué establecer, abrirá a prueba el
amparo, por el improrrogable término de ocho días. Los tribunales
de amparo podrán relevar de la prueba en los casos en que a su
juicio no sea necesario, pero la tramitarán obligadamente si fuere
pedida por el solicitante. Si el amparo se abriere a prueba, el
tribunal, en la misma resolución, indicará los hechos que se
pesquisarán de oficio, sin perjuicio de cualesquiera otros que fueren
necesarios o de las pruebas que rinden las partes. ARTÍCULO 36.-
Pesquisa de oficio. Si hubiere hechos controvertidos, el tribunal los
pesquisará de oficio, practicando cuanta diligencia sea necesaria
para agotar la investigación. Ninguna persona o autoridad puede
negarse a acudir al llamado de un tribunal de amparo ni resistirse a
cumplir con sus providencias, salvo caso de fuerza mayor que
comprobará el mismo tribunal. El incumplimiento a lo ordenado
en diligencia de prueba será sancionado conforme al Código Penal,
para lo cual el Tribunal de Amparo certificará lo conducente a un
tribunal del orden penal. ARTÍCULO 37.- Segunda audiencia.
Concluido el término probatorio, el tribunal dictará providencia
dando audiencia a las partes y al Ministerio Público por el término
común de cuarenta y ocho horas, transcurrido el cual, se hayan o no
pronunciado, dictará sentencia dentro de tres días. ARTÍCULO 38.-
Vista pública. Si al evacuarse la audiencia a que se refiere el artículo
anterior, o al notificarse la resolución que omite la apertura a
prueba, alguna de las partes o el Ministerio Público solicita que se
vea el caso en vista pública, ésta se efectuará el último de los tres
días siguientes y a la hora que señale el tribunal. Cuando se haya
efectuado vista pública, el tribunal dictará sentencia dentro del
plazo de los tres días siguientes. A la vista podrán comparecer a

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alegar las partes y sus abogados, así como la autoridad o entidad
impugnada y sus abogados. Si la autoridad impugnada fuere
pública o se tratare del Estado, puede delegar su representación en
el Ministerio Público, en el caso que éste manifieste acuerdo con la
actuación que originó el amparo. ARTICULO 39.- Plazo para que
dicte sentencia la Corte de Constitucionalidad. Cuando la Corte de
Constitucionalidad conociere en única instancia o en apelación, el
plazo para pronunciar sentencia podrá ampliarse por cinco días
más, según la gravedad del asunto. ARTICULO 40.- Auto para
mejor fallar. El tribunal podrá mandar practicar las diligencias y
recabar los documentos que estime convenientes para mejor fallar,
dentro de un plazo no mayor de cinco días. Vencido el plazo del
auto para mejor fallar, o practicadas las diligencias ordenadas, el
tribunal dictará su resolución dentro de los términos de los artículos
anteriores. ARTÍCULO 41.- Enmienda del procedimiento. En los
procesos de amparo los tribunales no tienen facultad de enmendar
el procedimiento en primera instancia, exceptuándose de esta
prohibición a la Corte de Constitucionalidad. Sentencia ARTÍCULO
42.- Análisis del caso y sentencia. Al pronunciar sentencia, el
tribunal de amparo examinará los hechos, analizará las pruebas y
actuaciones y todo aquello que formal, real y objetivamente resulte
pertinente; examinará todos y cada uno de los fundamentos de
derecho aplicables, hayan sido o no alegados por las partes. Con
base en las consideraciones anteriores y aportando su propio
análisis doctrinal y jurisprudencial, pronunciará sentencia,
interpretando siempre en forma extensiva la Constitución,
otorgando o denegando amparo, con el objeto de brindar la
máxima protección en esta materia, y hará las demás declaraciones
pertinentes. ARTÍCULO 43.- Doctrina legal. La interpretación de las
normas de la Constitución y de otras leyes contenidas en las
sentencias de la Corte de Constitucionalidad, sienta doctrina legal
que debe respetarse por los tribunales al haber tres fallos contestes
de la misma Corte. Sin embargo, la Corte de Constitucionalidad
podrá separarse de su propia jurisprudencia, razonando la
innovación, la cual no es obligatoria para los otros tribunales, salvo
que lleguen a emitirse tres fallos sucesivos contestes en el mismo
sentido. ARTÍCULO 44.- Costas y sanciones. El tribunal también
decidirá sobre las costas y sobre la imposición de las multas o
sanciones que resultaren de la tramitación del amparo. ARTÍCULO
45.- Condena en costas. La condena en costas será obligatoria
cuando se declare procedente el amparo. Podrá exonerarse al
responsable, cuando la interposición del amparo se base en la
jurisprudencia previamente sentada, cuando el derecho aplicable
sea de dudosa interpretación y en los casos en que, a juicio del
tribunal, se haya actuado con evidente buena fe. ARTÍCULO 46.-
Multas. Cuando el tribunal estime, razonándolo debidamente que
el amparo interpuesto es frívolo o notoriamente improcedente,
además de condenar en las costas, sancionará con multa de
cincuenta a mil quetzales, según la gravedad del caso, al abogado
que lo patrocine. ARTICULO 47.- Obligaciones de imponer multas
y sanciones. Los tribunales de amparo tienen la obligación de
imponer las multas y sanciones establecidas en la presente ley, e
incurrirán en responsabilidad si no lo hicieren. Las partes tienen el

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derecho; el Ministerio Público y el Procurador de los Derechos
Humanos la obligación, de exigir la imposición de las sanciones que
procedan contra los responsables. Las multas en ningún caso
podrán convertirse en prisión. ARTICULO 48.- Improcedencia de
las sanciones y multas. Las sanciones y multas que establece esta
ley no son aplicables al Ministerio Público ni al Procurador de los
Derechos Humanos, cuando sean los interponentes del amparo.
b.EXHIBICIÓN PERSONAL: Procedencia ARTICULO 82.- Derecho a
la exhibición personal. Quien se encuentre ilegalmente preso,
detenido o cohibido de cualquier otro modo en el goce de su
libertad individual, amenazado de la pérdida de ella, o sufriere
vejámenes, aun cuando su prisión o detención fuere fundada en ley,
tiene derecho a pedir su inmediata exhibición ante los tribunales de
justicia, ya sea con el fin de que se le restituya o garantice su
libertad, se hagan cesar los vejámenes o termine la coacción a que
estuviere sujeto. Interposición ARTÍCULO 85.- Legitimación para
pedir la exhibición personal. La exhibición personal puede pedirse
por escrito, por teléfono o verbalmente, por el agraviado o por
cualquiera otra persona, sin necesidad de acreditar representación
alguna y sin sujeción a formalidades de ninguna clase. ARTÍCULO
86.- Conocimiento de oficio. Todo tribunal de justicia que llegare a
tener conocimiento en cualquier forma que alguna persona se
encuentra en la situación contemplada en el Artículo 82, confinada
o en simple custodia y se temiere que su paradero sea incierto,
estará obligado a iniciar y promover de oficio la exhibición personal.
ARTÍCULO 87.- Denuncia obligatoria. El alcaide, jefe, subalterno o
ejecutor del establecimiento o lugar en donde una persona
estuviere detenida, presa o privada de su libertad, que tuviere
conocimiento de un hecho que dé lugar a la exhibición personal,
deberá denunciarlo inmediatamente a cualquier tribunal que pueda
conocer de la exhibición personal, bajo pena de cincuenta a
quinientos quetzales de multa, sin perjuicio de las demás sanciones
legales. Trámite ARTÍCULO 88.- Auto de exhibición.
Inmediatamente que se reciba la solicitud o se tenga conocimiento
de un hecho que dé lugar a la exhibición personal, el tribunal, en
nombre de la República de Guatemala y sin demora alguna, emitirá
auto de exhibición, señalando hora para el efecto y ordenando a la
autoridad, funcionario, empleado o persona presuntamente
responsable para que presente al ofendido, acompañe original o
copia del proceso o antecedentes que hubiere y rinda informe
detallado sobre los hechos que la motivaron, conteniendo por lo
menos lo siguiente: a) Quién ordenó la detención o vejación y
quién la ejecutó, indicando la fecha y circunstancias del hecho; b)
Si el detenido ha estado bajo la inmediata custodia del informante
o si la ha transferido a otro, en cuyo caso expresará el nombre de
éste, así como el lugar, tiempo y motivo de la transferencia; y c)
La orden que motivó la detención. ARTÍCULO 89.- Plazo para la
exhibición. El plazo dentro del cual debe hacerse la presentación del
agraviado, nunca podrá exceder de veinticuatro horas a partir de la
petición o denuncia. ARTÍCULO 90.- Instrucción inmediata.
Cuando el tribunal tuviere conocimiento de los hechos a que se
contrae el Artículo 82, instruirá el proceso correspondiente de
inmediato, constituyéndose sin demora en el lugar en que estuviere

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el agraviado; y si el ofendido residiere fuera del perímetro o
municipio del tribunal que conozca, se nombrará un juez ejecutor
que procederá conforme al artículo siguiente. En caso de no
proceder como se ordena en el párrafo anterior, los integrantes del
tribunal que conozca de los hechos relacionados, serán castigados
como cómplices del delito del plagio. ARTICULO 91.- Auxiliares
del tribunal. Cuando el agraviado esté fuera del municipio donde
resida el tribunal que conoce de la exhibición, en defecto de juez
ejecutor, podrá comisionarse el cumplimiento del auto de
exhibición a cualquier otra autoridad o persona cuyas calidades
garanticen su cometido. En estos casos se harán llegar las
diligencias al ejecutor por la vía más rápida, procediéndose
inmediatamente a cumplir el mandato del tribunal. Para este
objeto, el ejecutor se trasladará sin demora al lugar en que se
encuentre aquél bajo cuya disposición se hallare el agraviado, le
notificará el auto del tribunal, le exigirá que le exhiba
inmediatamente al ofendido, así como los antecedentes que
hubiere o informe de su conducta, y le ordenará hacer cesar, en su
caso, las restricciones o vejaciones a que estuviere sometido el
ofendido. El ejecutor informará en seguida del resultado de su
comisión. ARTÍCULO 92.- Desobediencia de la autoridad.
Transcurrido el término fijado para la exhibición de la persona y
retorno del auto, si no hubiere cumplido la autoridad o funcionario
a quien se intimó, el tribunal dictará contra el remiso orden de
captura y lo someterá a encauzamiento, ordenando al mismo
tiempo la libertad del preso si procediere conforme la ley, sin
perjuicio de que el juez ejecutor comparezca personalmente al
centro de detención, buscando en todos los lugares al agraviado.
En este caso deberá hacerse constar la desobediencia del remiso y
el ejecutor dará aviso por telégrafo o por teléfono si fuere posible.
ARTICULO 93.- Derecho de antejuicio de la autoridad. Si la
autoridad remisa a que se refiere el artículo anterior gozare de
derecho de antejuicio, el tribunal queda obligado, inmediatamente
y bajo su estricta responsabilidad, a iniciar las diligencias de
antejuicio ante el órgano correspondiente. ARTICULO 94.-
Obligación de proceder a la exhibición personal. Hay obligación de
presentar a la persona aun cuando se halle presa en virtud de orden
de autoridad judicial competente a consecuencia de un
procedimiento en forma y, en tal caso, se hará el retorno
remitiendo los autos. ARTICULO 95.- Personas plagiadas o
desaparecidas. Cuando la exhibición se hubiere solicitado en favor
de personas plagiadas o desaparecidas, el juez que haya ordenado
la exhibición debe comparecer por sí mismo a buscarlas en el lugar
en donde presuntamente se encuentren, ya sean centros de
detención, cárceles o cualquier otro lugar señalado, sugerido o
sospechado en donde pudieran encontrarse. ARTICULO 96.-
Exhibición en el lugar de detención. Cuando así se solicite o el
tribunal lo juzgue pertinente, la exhibición pedida se practicará en
el lugar donde se encuentre el detenido, sin previo aviso o
notificación a persona alguna. ARTICULO 97.- Libertad de la
persona afectada. Si del estudio del informe y antecedentes
resultare que es ilegal la detención o prisión, se decretará la libertad
de la persona afectada y ésta quedará libre en el mismo acto y

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lugar. A petición del afectado o del interponente, el Juez ordenará
a la autoridad que entregue al detenido a la persona designada por
el mismo afectado o interponente y en lugar seguro, haciéndose
constar en acta. ARTÍCULO 92.- Desobediencia de la autoridad.
Transcurrido el término fijado para la exhibición de la persona y
retorno del auto, si no hubiere cumplido la autoridad o funcionario
a quien se intimó, el tribunal dictará contra el remiso orden de
captura y lo someterá a encauzamiento, ordenando al mismo
tiempo la libertad del preso si procediere conforme la ley, sin
perjuicio de que el juez ejecutor comparezca personalmente al
centro de detención, buscando en todos los lugares al agraviado.
En este caso deberá hacerse constar la desobediencia del remiso y
el ejecutor dará aviso por telégrafo o por teléfono si fuere posible.
ARTICULO 93.- Derecho de antejuicio de la autoridad. Si la
autoridad remisa a que se refiere el artículo anterior gozare de
derecho de antejuicio, el tribunal queda obligado, inmediatamente
y bajo su estricta responsabilidad, a iniciar las diligencias de
antejuicio ante el órgano correspondiente. ARTICULO 94.-
Obligación de proceder a la exhibición personal. Hay obligación de
presentar a la persona aun cuando se halle presa en virtud de orden
de autoridad judicial competente a consecuencia de un
procedimiento en forma y, en tal caso, se hará el retorno
remitiendo los autos. ARTICULO 95.- Personas plagiadas o
desaparecidas. Cuando la exhibición se hubiere solicitado en favor
de personas plagiadas o desaparecidas, el juez que haya ordenado
la exhibición debe comparecer por sí mismo a buscarlas en el lugar
en donde presuntamente se encuentren, ya sean centros de
detención, cárceles o cualquier otro lugar señalado, sugerido o
sospechado en donde pudieran encontrarse. ARTICULO 96.-
Exhibición en el lugar de detención. Cuando así se solicite o el
tribunal lo juzgue pertinente, la exhibición pedida se practicará en
el lugar donde se encuentre el detenido, sin previo aviso o
notificación a persona alguna. ARTICULO 97.- Libertad de la
persona afectada. Si del estudio del informe y antecedentes
resultare que es ilegal la detención o prisión, se decretará la libertad
de la persona afectada y ésta quedará libre en el mismo acto y
lugar. A petición del afectado o del interponente, el Juez ordenará
a la autoridad que entregue al detenido a la persona designada por
el mismo afectado o interponente y en lugar seguro, haciéndose
constar en acta. ARTICULO 98.- Testigos, expertos e informes. El
tribunal podrá para la misma audiencia en que se ha decretado la
exhibición, ordenar la comparecencia de los testigos o expertos que
considere necesarios para esclarecer los hechos, así como recabar
cualquier otro tipo de información. ARTICULO 99.- Acta y
resolución de la exhibición. En la audiencia de la exhibición se
levantará acta en la que se asentarán todas las incidencias que en
ella ocurran. Seguidamente se emitirá resolución declarando la
procedencia o improcedencia de la exhibición. ARTÍCULO 100.-
Condena en costas. Sólo habrá condena en costas para el
solicitante cuando evidentemente se establezca que la petición fue
maliciosa o temeraria, o que haya sido promovida con el fin de
obstaculizar la administración de la justicia. La condena en costas

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es obligatoria cuando la exhibición fuere declarada con lugar,
debiendo indicar el tribunal quién es el responsable de su pago.
c. INCONSTITUCIONALIDAD EN CASOS CONCRETOS: ARTICULO
116.- Inconstitucionalidad de las leyes en casos concretos. En casos
concretos, en todo proceso de cualquier competencia o jurisdicción,
en cualquier instancia y en casación, hasta antes de dictarse
sentencia, las partes, podrán plantear como acción, excepción o
incidente, la inconstitucionalidad total o parcial de una ley a efecto
de que se declare su inaplicabilidad. El tribunal deberá pronunciarse
al respecto. ARTICULO 117.- Inconstitucionalidad de una ley en
casación. La inconstitucionalidad de una ley podrá plantearse en
casación hasta antes de dictarse sentencia. En este caso, la Corte
Suprema de Justicia, agotado el trámite de la inconstitucionalidad y
previamente a resolver la casación, se pronunciará sobre la
inconstitucionalidad en auto razonado. Si la resolución fuere
apelada, remitirá los autos a la Corte de Constitucionalidad.
También podrá plantearse la inconstitucionalidad como motivación
del recurso y en este caso es de obligado conocimiento. ARTICULO
118.- Inconstitucionalidad de una ley en lo administrativo. Cuando
en casos concretos se aplicaren leyes o reglamentos
inconstitucionales en actuaciones administrativas, que por su
naturaleza tuvieran validez aparente y no fueren motivo de
amparo, el afectado se limitara a señalarlo durante el proceso
administrativo correspondiente. En estos casos, la
inconstitucionalidad deberá plantearse en lo contencioso-
administrativo dentro de los treinta días siguientes a la fecha en
que causó estado la resolución, y se tramitará conforme al
procedimiento de inconstitucionalidad de una ley en caso concreto.
Sin embargo, también podrá plantearse la inconstitucionalidad en
el recurso de casación, en la forma que establece el artículo
anterior, si no hubiere sido planteada en lo contencioso
administrativo. ARTICULO 119.- Inconstitucionalidad de una ley en
el ramo laboral. En el ramo laboral, además de la norma general
aplicable a todo juicio, cuando la inconstitucionalidad de una ley
fuere planteada durante un proceso con motivo de un conflicto
colectivo de trabajo, se resolverá por el tribunal de trabajo
correspondiente. Tramitación de Inconstitucionalidad en Casos
Concretos ARTICULO 120.- Competencia. En casos concretos, la
persona a quien afecte directamente la inconstitucionalidad de una
ley puede plantearla ante el tribunal que corresponda según la
materia. El Tribunal asume el carácter de tribunal constitucional.
Si se planteare inconstitucionalidad en un proceso seguido ante un
juzgado menor, éste se inhibirá inmediatamente de seguir
conociendo y enviará los autos al superior jerárquico que conocerá
de la inconstitucionalidad en primera instancia. ARTICULO 121.-
Acción de inconstitucionalidad como única pretensión. En la acción
de inconstitucionalidad en casos concretos, interpuesta la
demanda, el tribunal dará audiencia al Ministerio Público y a las
partes por el término de nueve días. Vencido este término podrá
celebrarse vista pública, si alguna de las partes lo pidiere. El
tribunal resolverá dentro de los tres días siguientes. La resolución
será apelable ante la Corte de Constitucionalidad. ARTICULO 122.-
Acción de inconstitucionalidad con otras pretensiones. Si el actor

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propusiere dentro del mismo proceso la declaración de
inconstitucionalidad junto con otras pretensiones, el tribunal dará
audiencia conforme se prevé en el artículo anterior. Vencido el
plazo, hayan o no comparecido las partes, dentro de tercero día,
dictará auto resolviendo exclusivamente la pretensión de
inconstitucionalidad. ARTICULO 123.- Inconstitucionalidad de una
ley como excepción o incidente. En casos concretos las partes
podrán plantear, como excepción o en incidente, la
inconstitucionalidad de una ley que hubiere sido citada como apoyo
de derecho en la demanda, en la contestación o que de cualquier
otro modo resulte del trámite de un juicio, debiendo el tribunal
pronunciarse al respecto. ARTÍCULO 124.- Trámite en cuerda
separada. Planteada la inconstitucionalidad de una ley, como
excepción o en incidente, el tribunal la tramitará en cuerda
separada, dará audiencia a las partes y al Ministerio Público por el
término de nueve días y, haya sido o no evacuada la audiencia,
resolverá respecto de la inconstitucionalidad en auto razonado
dentro del término de los tres días siguientes. ARTICULO 125.-
Trámite de la excepción de inconstitucionalidad y otras
excepciones. Si con la excepción de inconstitucionalidad se
interpusieran otras excepciones, el trámite de estas últimas será el
que les corresponda según la naturaleza del proceso de que se
trate. Si entre las excepciones interpuestas se hallaren las de
incompetencia o compromiso, éstas deberán ser resueltas
previamente en ese orden. En su oportunidad, el tribunal
competente deberá resolver la de inconstitucionalidad dentro del
término establecido en el artículo anterior. Las excepciones
restantes serán resueltas al quedar firme lo relativo a la
inconstitucionalidad. ARTÍCULO 126.- Suspensión del proceso. El
proceso se suspenderá desde el momento en que el tribunal de
primera instancia dicte el auto que resuelva lo relativo a la
inconstitucionalidad, hasta que el mismo cause ejecutoria. El
tribunal solamente podrá seguir conociendo de los asuntos a que se
refiere el Artículo 129 de esta ley. E INCONSTITUCIONALIDAD
DE CARÁCTER GENERAL: ARTICULO 133.- Planteamiento de la
inconstitucionalidad. La inconstitucionalidad de las leyes,
reglamentos o disposiciones de carácter general que contengan
vicio parcial o total de inconstitucionalidad se plantearán
directamente ante la Corte de Constitucionalidad. ARTICULO
134.- Legitimación activa. Tiene legitimación para plantear la
inconstitucionalidad de leyes, reglamentos o disposiciones de
carácter general: a) La Junta Directiva del Colegio de Abogados
actuando a través de su Presidente; b) El Ministerio Público a
través del Procurador General de la Nación; c) El Procurador de los
Derechos Humanos en contra de leyes, reglamentos o
disposiciones de carácter general que afecten intereses de su
competencia; d) Cualquier persona con el auxilio de tres abogados
colegiados activos. ARTÍCULO 135.- Requisitos de la solicitud. La
petición de inconstitucionalidad se hará por escrito conteniendo en
lo aplicable los requisitos exigidos en toda primera solicitud
conforme las leyes procesales comunes, expresando en forma
razonada y clara los motivos jurídicos en que descansa la
impugnación. ARTÍCULO 136.- Omisión de requisitos. Si en el

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memorial de interposición se hubieren omitido requisitos, la Corte
de Constitucionalidad ordenará al interponente suplirlos dentro de
tercero día. ARTICULO 137.- Integración de la corte por
inconstitucionalidad de una ley. Cuando la inconstitucionalidad
planteada sea contra una ley, la Corte de Constitucionalidad se
integrará con siete miembros en la forma prevista en el Artículo 269
de la Constitución. ARTÍCULO 138.- Suspensión provisional. Sin
perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 136, la Corte de
Constitucionalidad deberá decretar, de oficio y sin formar artículo,
dentro de los ocho días siguientes a la interposición, la suspensión
provisional de la ley, reglamento o disposición de carácter general
si, a su juicio, la inconstitucionalidad fuere notoria y susceptible de
causar gravámenes irreparables. La suspensión tendrá efecto
general y se publicará en el Diario Oficial al día siguiente de haberse
decretado. ARTICULO 139.- Audiencia, vista y resolución. Si no se
dispone la suspensión provisional o, en su caso, decretada ésta, se
dará audiencia por quince días comunes al Ministerio Público y a
cualesquiera autoridades o entidades que la Corte de
Constitucionalidad estime pertinente, transcurridos los cuales, se
haya evacuado o no la audiencia, de oficio se señalará día y hora
para la vista dentro del término de veinte días. La vista será pública
si lo pidiere el interponente o el Ministerio Público. La sentencia
deberá pronunciarse dentro de los veinte días siguientes al de la
vista. La Corte deberá dictar sentencia dentro del término máximo
de dos meses a partir de la fecha en que se haya interpuesto la
inconstitucionalidad. ARTICULO 140.- Efectos de la declaratoria de
inconstitucionalidad. Cuando la sentencia de la Corte de
Constitucionalidad declare la inconstitucionalidad total de una ley,
reglamento o disposición de carácter general, éstas quedarán sin
vigencia; y si la inconstitucionalidad fuere parcial, quedará sin
vigencia en la parte que se declare inconstitucional. En ambos casos
dejarán de surtir efecto desde el día siguiente al de la publicación
del fallo en el Diario Oficial. ARTICULO 141.- Efectos del fallo en
caso de suspensión provisional. Cuando se hubiere acordado la
suspensión provisional conforme al Artículo 138, los efectos del
fallo se retrotraerán a la fecha en que se publicó la suspensión.
ARTÍCULO 142.- Resolución definitiva. Contra las sentencias de la
Corte de Constitucionalidad y contra los autos dictados de
conformidad con lo preceptuado por el Artículo 138, no cabrá
recurso alguno.

i. PROCESO DE ANTEJUICIO: Definición. Derecho de antejuicio es la


garantía que la Constitución Política de la República [* o leyes específicas
*] otorgan a los dignatarios y funcionarios públicos de no ser detenidos ni
sometidos a procedimiento penal ante los órganos jurisdiccionales
correspondientes, sin que previamente exista declaratoria de autoridad
competente que ha lugar a formación de causa, de conformidad con las
disposiciones establecidas en la presente Ley. El antejuicio es un derecho
inherente al cargo, inalienable, imprescriptible e irrenunciable. El derecho
de antejuicio termina cuando el dignatario o funcionario público cesa en el
ejercicio del cargo, y no podrá invocarlo en su favor aun cuando se
promueva por acciones sucedidas durante el desempeño de sus funciones.
PROCEDIMIENTO: ARTICULO 16 .- Cuando un juez competente tenga

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conocimiento de una denuncia o querella presentada en contra de un
dignatario o funcionario que goce del derecho de antejuicio, según lo
estipulado por la ley, se inhibirá de continuar instruyendo y en un plazo no
mayor de tres días hábiles, elevará el expediente a conocimiento de la
Corte Suprema de Justicia para que ésta, dentro de los tres días hábiles
siguientes de su recepción, lo traslade al órgano que deba conocer del
mismo, salvo que ella misma le correspondiere conocer. El juez no podrá
emitir en la nota de remesa juicios de valor, ni tipificar el delito.
ARTICULO 17.- Procedimiento del antejuicio en el Congreso. Cuando el
Congreso de la República deba conocer de un antejuicio promovido en
contra de un dignatario o funcionario que por razón del cargo goce de ese
derecho, después de haberse inhibido un órgano judicial de continuar
instruyendo proceso por tal razón y habiéndose recibido los autos para su
conocimiento, como señala el artículo 16 de esta Ley, la Junta Directiva lo
deberá hacer saber al Pleno del Congreso que en próxima sesión ordinaria
que se celebrará no más de ocho días, después de su recepción, iniciará el
trámite del asunto. El Congreso procederá de la manera siguiente: a) En
la sesión ordinaria convocada como se indica en el primer párrafo de este
artículo el Pleno del Congreso será informado de todos los detalles del
asunto; b) En esa misma sesión el Pleno del Congreso integrará una
Comisión Pesquisidora, conformada por cinco miembros por sorteo que se
realizará entre todos los diputados, salvo el Presidente de la Congreso.
*(er1)*. El primer diputado sorteado será el Presidente de la comisión y el
segundo actuará como Secretario. Los restantes actuarán como vocales.
c) Las decisiones de la Comisión Pesquisidora se adoptarán por mayoría de
votos y ningún diputado puede excusarse o dejar de participar, salvo que el
Pleno acepte la excusa encontrando fundadas las razones argüidas. Si
alguno de los miembros de la Comisión Pesquisidora se resistiere a actuar
en ella esto constituirá falta grave y los demás miembros lo harán del
conocimiento de la Junta Directiva del Congreso de la República para la
sanción que corresponda. d) La Comisión Pesquisidora examinará el
expediente y demás documentos que hubieren, oirá a los promotores del
antejuicio, así como al funcionario contra quien esté enderezado el asunto
y practicará las diligencias que soliciten las partes recabando toda
información y documentación que cualquiera de los miembros de la
Comisión considere pertinente, con el propósito de establecer la veracidad
de los hechos denunciados y si estos pueden o no suponer la existencia de
un hecho que por su naturaleza deba ser conocido por un juez del ramo
penal. e) Para el desempeño de sus funciones, todos los funcionarios y
empleados están obligados a prestar su plena colaboración a la Comisión.
f) Al finalizar su investigación y consideraciones la Comisión emitirá un
informe circunstanciado, del que dará cuenta al Pleno en sesión ordinaria
del Congreso. g) La Comisión deberá tener presente que su investigación
no tiende a determinar ni la culpabilidad ni la inocencia del funcionario
investigado. El propósito de la Comisión Pesquisidora consiste en
establecer la existencia y veracidad de hechos que puedan o no integrar
una actividad que por su naturaleza deban ser conocidos por un juez del
ramo penal y de la probable participación del dignatario o funcionario en
los mismos. Igualmente corresponde a la comisión determinar si la
investigación se ha promovido por razones espurias, políticas o ilegítimas
en afán de involucrar a tal funcionario. La misión de la Comisión
Pesquisidora consiste esencialmente en poner a disposición del pleno los
elementos que permitan establecer si como consecuencia de los hechos

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investigados tal funcionario deba ser puesto a disposición de la justicia
común, y de ninguna manera podrá arrogarse facultades que corresponden
a los tribunales y jueces, ni podrá calificar o tipificar hechos delictivos. h)
El informe circunstanciado de la Comisión Pesquisidora deberá contener la
información que haya recabado e incluirá los documentos que considere
pertinentes y todos aquellos que le hayan sido entregados en el ejercicio
de su función. Los miembros de la comisión, en forma individual, podrán
hacer las observaciones que consideren pertinentes y deberán incluirse en
el expediente. i) El Pleno del Congreso conocerá del expediente instruido
y del informe circunstanciado de la Comisión Pesquisidora en sesión
ordinaria procediéndose a su discusión. A todos los diputados le serán
entregadas copias de este informe. j) Desde luego que los integrantes de
la Comisión Pesquisidora han sido designados mediante mero sorteo, sus
criterios se basarán en sus honestos conocimientos, en la decencia y en la
honorabilidad. Nadie puede pedirles explicaciones ulteriores que sustenten
su modo de pensar, o rebatirles cualquier criterio que haya sido expresado;
k) Agotada en el Pleno la discusión del informe de la Comisión
Pesquisidora se procederá a votar. Para declarar con lugar o sin lugar un
antejuicio es necesario el voto en uno u otro sentido de las dos terceras
partes del total de diputados que integran el Congreso. l) Emitida la
resolución que declara con lugar el antejuicio, deberá retornarse el
expediente a la Corte Suprema de Justicia a fin que lo turne al tribunal del
orden común que proceda. m) Si no se completara el voto de las dos
terceras partes del total de diputados para declarar con lugar o sin lugar el
antejuicio, el expediente se guardará en la Dirección Legislativa a
disposición del Pleno del Congreso. n) Si el antejuicio es declarado sin
lugar causará estado [FRASE DECLARADA INCONSTITUCIONAL por
EXPEDIENTE No. [2616-2004] de fecha [29 de Marzo de 2005]
ARTICULO 18.- Antejuicio estando en receso el Congreso. Cuando se
promueva un antejuicio estando en receso el Congreso de la República, los
trámites indicados en el artículo anterior, los llevará a cabo la Comisión
Permanente, integrando la Comisión Pesquisidora con tres de sus
miembros electos por sorteo. Esta comisión elaborará el informe
correspondiente y lo remitirá al Pleno del Congreso en la sesión que para el
efecto sea convocada, continuándose con el proceso cono lo indica el
artículo anterior. Sin embargo, si se promovieren antejuicios es contra del
Presidente de la República o del Presidente del Organismo Judicial, la
Comisión Permanente deberá convocar inmediatamente a sesiones
extraordinarias del Congreso de la República y en ellas se conocerá del
antejuicio, observando el trámite contenido en el artículo 17 de esta Ley.
ARTICULO 19.- Procedimiento ante la Corte Suprema de Justicia. Cuando
la Corte Suprema de Justicia reciba de Juez competente las diligencias de
antejuicio que le corresponda conocer, promovidas en contra de un
funcionario que goce de aquel derecho, procederá de conformidad con las
disposiciones siguientes: a) Nombramiento de Juez Pesquisidor. La Corte
Suprema de Justicia Nombrará un Juez pesquisidor entre los Magistrados
de la propia Corte, de las salas de la Corte de Apelaciones o a un Juez de
Primera Instancia del Ramo Penal. b) Atribuciones del Juez Pesquisidor:
1. Analizará los documentos que se presenten para establecer la realidad y
veracidad de los hechos; 2. Tomará declaración del denunciante o
querellante así como del dignatario o funcionario público afectado, y
efectuará cuanta diligencia estime pertinente. 3. Si de los hechos
denunciados existen motivos suficientes para declarar que ha lugar a la

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formación de causa, deberá emitirse el informe correspondiente; 4. Si se
declara con lugar el antejuicio el Juez Pesquisidor remitirá el expediente a
la Corte Suprema de Justicia, para que ésta a su vez, lo remita al juez
competente; 5. Emitir su dictamen o informe dentro del plazo mayor de
sesenta (60) días. ARTICULO 20.- Procedimiento ante las salas de la Corte
de Apelaciones. Las Salas de la Corte Apelaciones actuarán en materia de
antejuicio de conformidad con el procedimiento establecido en el artículo
anterior, nombrando a un Juez Pesquisidor dentro de los magistrados de la
propia Sala, o a un Juez de Primera Instancia del Ramo Penal.

j. JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL RELATIVA AL PROCESO PENAL


Artículo 15. Irretroactividad de la ley penal. El principio de
Irretroactividad, indica que la ley se aplicará únicamente a los hechos
ocurridos durante su vigencia, es decir bajo su eficacia temporal de validez,
sin embargo el principio de Extractividad de la ley penal constituye una
excepción y está conformado por la retroactividad y ultractividad de la ley
penal. En cuanto a la retroactividad de la ley penal consiste en aplicar una
ley vigente con efecto hacia el pasado siempre que favorezca al reo.
Ultractividad de la ley penal, se refiere a que si una ley penal, posterior al
hecho es perjudicial al reo, seguirá teniendo vigencia la ley anterior.
Gaceta No. 94 exp. 296-2009. Fecha de sentencia 06/11/2009
Para que una ley sea retroactiva, es indispensable que obre sobre el pasado
y que lesione derechos plenamente adquiridos bajo el amparo de leyes
anteriores.
Gaceta No. 88 exp. 263-2007 Fecha de la Sentencia: 22/04/2008
Son leyes retroactivas, aquellas que vuelven sobre los efectos de una ley
anterior. La retroactividad es la aplicación de una norma jurídica creada en
un determinado momento, a uno anterior al de su creación; es volver sobre
los efectos ya consumados bajo el imperio de una ley anterior.
Gaceta No. 81 Expediente 416-2005 Fecha de sentencia: 27/07/06
La retroactividad es la aplicación de una norma jurídica creada en un
determinado momento, a uno anterior al de su creación, es volver sobre los
efectos ya consumados bajo el imperio de una ley anterior.
Gaceta No. 57 Expediente 174-2000. Fecha de sentencia: 11/07/2003
El principio de irretroactividad de las leyes, recogido en el artículo 15 de la
Constitución, es también una manifestación de seguridad jurídica
constitucionalmente amparada en el artículo 2 do de este cuerpo
normativo. Una ley es retroactiva cuando vuelve sobre el pasado
imponiéndose por su carácter sancionador o restrictivo a los derechos de
las personas sobre situaciones o condiciones ya realizada o consumadas.
Gaceta No. 41. Expedientes acumulados 886, 887,889, 944, y 945-96.
Fecha de sentencia: 11/09/1996.
Para que una ley sea retroactiva, es indispensable que obre sobre el pasado
y que lesiones derechos plenamente adquiridos bajo el amparo de leyes
anteriores para modificarlos.
Gaceta No. 39. Expediente 617-95. Fecha de auto: 25/01/1996.
La retroactividad consiste en la traslación de la aplicación de una norma
jurídica creada en un momento determinado. Son leyes retroactivas
aquellas que vuelven sobre los efectos ya consumados bajo el imperio de
una ley anterior. La irretroactividad es aplicable a los derechos
consolidados.
Gaceta No. 20 expediente 364-90. Fecha de sentencia: 26/06/1991

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Artículo 16. Declaración Contra sí y parientes. La declaración del acusado
no constituye un medio suficientemente idóneo para revelar la verdad
material. Precisamente por esa subjetividad es que incluso la declaración o
confesión voluntaria admiten prueba en contrario.
Gaceta No. 91. Expediente 3659-2008 Fecha de la sentencia 10/03/2009

Artículo 17 No hay delito ni pena sin ley anterior. Este principio


doctrinalmente se encuentra definido como nullum crime sine scripta,
stricta, certa et praevia lege de manera que a través del mismo se
establece la prohibición de calificar como delitos, las conductas activas u
omisivas, que no se encuentren previstas como delictivas en una ley
estricta, cierta y anterior a la omisión sancionada.
Gaceta No. 81 expediente 639-2006. Fecha de sentencia: 22/08/06
Este principio constituye una garantía para un juzgamiento conforme al
principio jurídico del debido proceso, constituye uno de los elementos
centrales de la persecución penal en una sociedad democrática, e impone
la obligación al legislador ordinario de definir en la forma más clara y
precisa cuáles son esas acciones y omisiones que son considerados
punibles mediante la determinación de tipos penales que contemplen una
clara definición de la conducta incriminada, concretizar sus elementos y
permitir una clara definición de la conducta incriminada, concretizar sus
elementos y permitir así deslindar conductas punibles de aquellas que no lo
son.
Gaceta No. 1122-2005. Fecha de la sentencia 01/02 2006.
Esta norma que recoge el principio de legalidad, fija claramente una
condición de certeza jurídica para penalizar determinadas conductas, y es
que las mismas estén expresamente calificadas como delitos o faltas (…)
Gaceta No. 07 Expediente 164-87 Fecha de sentencia: 25/02/1998

Artículo 23 Inviolabilidad de la Vivienda.


Gaceta No. 8 Expediente 25-88 Fecha de sentencia: 26/05/1988

Artículo 24. Inviolabilidad de correspondencia, documentos y libros Este


derecho forma parte de los derechos humanos que forma parte de los
derechos humanos que protegen la intimidad de la persona el cual es un
derecho personalísimo, que permite sustraer a las personas de la
publicidad o de otras turbaciones a su vida privada limitado por las
necesidades sociales y los intereses públicos.
Gaceta No. 84 expediente 2622-2006. Fecha de la sentencia: 26/04/2007

Artículo 25 Registro de personas y vehículos Causa justificada para ello.

k. JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS


HUMANOS RELATIVAS AL PROCESO PENAL: El Sistema
Interamericano de Derechos Humanos se organiza en base a la estructura
fijada por la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH),
actúa como un tribunal internacional.
Delimitaremos nuestro objeto de análisis sólo respecto de aquellos
derechos que digan directa relación con el denominado derecho a un
Debido Proceso, derecho que es recogido por la CADH principalmente en
su artículo 8º relativo a las garantías judiciales.
Si bien no es éste el único derecho fundamental en la CADH que tiene
implicancias procesales, es sin duda él que ocupa el rol principal a la hora

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de examinar la doctrina procesal de la Corte Interamericana, en tanto es
esta garantía la que agrupa diversas otras consideraciones de
trascendental importancia para la configuración del Debido Proceso,
especialmente en el ámbito del derecho procesal penal.

“Artículo 8º. Garantías Judiciales. 1. Toda persona tiene derecho a ser


oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez
o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. 2.
Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el
proceso, toda persona tiene el derecho, en plena igualdad, a las siguientes
garantías mínimas: a. derecho del inculpado a ser asistido gratuitamente
por el traductor o intérprete, si no comprende o no habla el idioma del
juzgado o tribunal; b. comunicación previa y detallada al inculpado de la
acusación formulada; c. concesión al inculpado del tiempo y de los medios
adecuados para la preparación de su defensa; d. derecho del inculpado de
defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección
y de comunicarse libre y privadamente con su defensor; e. derecho
irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado,
remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado no se
defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo
establecido por la ley; f. derecho de la defensa de interrogar a los testigos
presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia, como testigos o
peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos; g.
derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse
culpable, y h. derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior. 3.
La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de
ninguna naturaleza. 4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no
podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos. 5. El proceso
penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los
intereses de la justicia.”

l. LÍMITES CONSTITUCIONALES A LA INVESTIGACIÓN DEL MINISTERIO


PÚBLICO: JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL RELATIVA A LOS
LÍMITES DE LA INVESTIGACIÓN PENAL
Dificultades del Ministerio Público en la Constitución
La Constitución (1985) en su capítulo VI desarrolla la figura del Ministerio
Publico -en lo sucesivo MP, estableciendo que como «institución auxiliar de
la administración públicay de los tribunales con funciones autónomas tiene
como fines principales el velar por el estricto cumplimiento de la
Constitución, leyes, tratados, convenios internacionales y estándares del
control de convencionalidad dictados por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.
La previsión constitucional del MP se agota en una sola disposición
normativa que deja escasamente desarrollado el marco normativo en que
ha de operar la institución cuya precisión se dejó enteramente a una
legislación orgánica. El precario tratamiento normativo de la Constitución
tiene antecedentes históricos tanto en derecho comparado como en
Guatemala, en donde ha reinado la confusión entre el MP y la Procuraduría
General de la Nación.

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Por ello, luce apropiado analizar:
1) Los problemas constitucionales del MP
2) El rol que ha de cumplir el MP en un Estado de Derecho tomando en
cuenta sus contradicciones políticas y normativas
3) La necesidad de una reforma constitucional que pueda reconciliar dicha
institución con valores del Estado de Derecho.
La Constitución establece un sistema de procuración (MP) híbrido,
complejo y contradictorio, pues convierte al MP en un órgano auxiliar de la
«administración pública» y de los tribunales de justicia (art. 251).Este
carácter híbrido se evidencia en su sometimiento a la administración
pública central (ejecutivo) debido a la forma de nombramiento y remoción
del titular del MP, la cual le corresponde al Presidente de la República como
jefe del gobierno y de la administración pública y en su colaboración con
los órganos de justicia. Este carácter híbrido se evidenció cuando se
desarrolló legislativamente la competencia del Presidente de la República
de «impartir instrucciones generales al Jefe del Ministerio Público para que
oriente sus funciones», disposición que ha sido declarado inconstitucional
en una muestra de la confusión existente y de la transformación paulatina
del rol constitucional del MP desde 1985 hasta la fecha (2018).
La idea del MP de estirpe napoleónica ha estado ligada históricamente al
órgano ejecutivo y a la «administración pública». Esta idea motivó a los
legisladores a establecer disposiciones legislativas en consonancia con un
modelo de procuración judicial, que entendía al MP como subordinado al
poder ejecutivo, cuyo jefe del MP sería solamente jerárquicamente
superior a los miembros que componen la institución. En esta búsqueda de
garantías institucionales para el MP, la Constitución de 1985 -reformada en
1993- dispuso que el MP es una institución auxiliar de la «administración
pública» e institución auxiliar de los tribunales de justicia.
Dada la ambigüedad del régimen jurídico del MP, la Corte de
Constitucionalidad ha sostenido que en tanto institución con autonomía
«funcional» u «orgánica» debe:
i) contar con funciones y atribuciones especiales, las cuales pueden
ser ejercidas de manera «discrecional», la cual no puede ser técnica;
ii) contar con un autogobierno que le permita tener una independencia
administrativa no desligada de los intereses y fines del Estado; y
iii) tener un patrimonio y recursos propios sujetos a la Constitución y
las leyes (independencia financiera).
De hecho, estos órganos con autonomía funcional nacen con el objetivo de
que el Estado pueda cumplir mejor sus fines. Estos órganos tienen
prerrogativas propias ejercidas por autoridades distintas del poder central.

El Rol del Ministerio Público en un Estado de Derecho

En un sistema constitucional como el de Guatemala con un


presidencialismo atenuado, el organismo ejecutivo se presenta como
unitario tomando el modelo norteamericano. Esto significa que «el
Presidente es un ejecutivo unitario» y el Estado no es federal. Al amparo de
este modelo, la Constitución y las primeras regulaciones legales del
Ministerio Público consideraban al Fiscal General como jefe de su unidad y
principal asesor político del Presidente en asuntos de justicia y aplicación
de la ley.
Procurando que el MP esté sometido al «principio de legalidad» pero
haciendo silencio en cuanto a sus relaciones institucionales con el

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gobierno, la Constitución de 1985 solo mencionó que «su organización y
funcionamiento se regirá por su ley orgánica» dejando el tema irresoluble.
Con arreglo a la precisión legislativa posterior, los miembros de la
institución se subordinan tanto a la legalidad como al principio de jerarquía,
cuyo jefe es el Fiscal General de la República, quien funge de única
autoridad competente para dirigir la institución.
Al amparo del modelo presidencialista constitucional norteamericano, la
Ley Orgánica del Ministerio Público planteaba que el Fiscal General estaría
subordinado al Presidente permitiendo a éste instruir al fiscal, decirle qué
hacer, a quién procesar y a quién no procesar. Con ello, el Presidente podía
detener la investigación y condena penal de cualquier persona, además de
indultar a una persona, o incluso, sugiriendo que las investigaciones no se
dirigieran a las propias autoridades políticas. Si el Fiscal General recibe
instrucciones del Presidente como consideró la Corte inconstitucional, éste
no gozaría de la independencia y de las garantías institucionales para poder
ejercer una labor técnico-legal apartado de la política-partidista.
El rol del MP al amparo del gobierno de leyes, requiere compatibilizar la
institución con exigencias más novedosas y problemas más acuciantes que
no previó el constituyente de 1985. Dado que en su origen histórico el MP
está vinculado al poder político, se hace complejo comprender cómo un
órgano sometido al gobierno puede solicitar el enjuiciamiento político del
Presidente de la República, además de otros altos cargos políticos. Como
órgano «auxiliar de la administración pública» el MP ha de lograr la justicia,
pero teniendo presente un dato político de la institución: hacer cumplir la
política criminal.
Lo anterior queda evidenciado en la contradicción constitucional inicial, es
decir, lograr que el MP hiciera valer las leyes, pero sometido o dependiente
al poder ejecutivo entre otras cosas por el sistema de nombramiento y
remoción, sin garantías fuertes de estabilidad en el cargo y la nula previsión
de competencias expresas en la Constitución.
Los antecedentes históricos mencionados se reflejan normativamente y
explican que el MP puede hacer valer principios aparentemente
contradictorios como el sometimiento a la legalidad y la posibilidad de
hacer valer un «criterio de oportunidad». De hecho, el MP puede con
consentimiento del agraviado y con autorización del juez de primera
instancia o de paz competente, abstenerse de ejercitar la acción penal en
casos determinados e incluso, puede en aquellos casos en que es posible,
suspender condicionalmente la pena o proponer la suspensión de la
persecución penal etc.
Estos aspectos muestran que el MP, si bien puede ejercer la acción penal y
la investigación de los delitos no lo hace con criterio mecánico. La gran
mayoría de las veces hace valer su competencia «discrecionalmente»
aunque no arbitrariamente, aspecto inherente a toda «función
administrativa» radicalmente diferente a la labor judicial, por lo que el dato
de imparcialidad es diferente.
Con el objetivo de atenuar los efectos perjudiciales de este particular
sistema de procuración, los ordenamientos jurídicos como el de Guatemala
establecen jueces contralores de la investigación y del ejercicio de la acción
penal. Por ello, las investigaciones realizadas por el MP deben estar sujetas
a control jurisdiccional. Dado que la institución solo tiene competencia en
la fase de investigación como parte del procedimiento preparatorio, puede
dirigir la policía en su función investigativa con el objetivo de clarificar si

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existen suficientes razones para someter a una persona a juicio penal si se
ha cometido delito.
Así pues, la investigación de los hechos delictivos efectuadas por el MP no
forma parte de la jurisdicción como potestad de juzgar y ejecutar lo
juzgado. Únicamente el MP debe practicar todas las diligencias pertinentes
y útiles para determinar:
1) La existencia del hecho y sus circunstancias
2) Quiénes son los partícipes y sus circunstancias personales
3) El daño causado por el delito.
Como es fácil colegir se trata de roles de investigación y en ningún caso de
juzgar hechos ni personas y mucho menos ejecutar lo juzgado.
Este particular rol del MP ha generado debates en derecho comparado. En
este sentido, la posición legal en Guatemala ha sido desde el punto de vista
formal, atenuar el rol de por sí débil del MP con la presencia de jueces de
instancia, que requieren a su vez de mayor independencia e imparcialidad.
El reto u objetivo es lograr institucionalmente autonomía al MP y controlar
que en la investigación penal no existan elementos políticos y partidistas
que subordinen el principio de legalidad a otros factores.
Artículo 15. Irretroactividad de la ley penal. El principio de
Irretroactividad, indica que la ley se aplicará únicamente a los hechos
ocurridos durante su vigencia, es decir bajo su eficacia temporal de validez,
sin embargo el principio de Extractividad de la ley penal constituye una
excepción y está conformado por la retroactividad y ultractividad de la ley
penal. En cuanto a la retroactividad de la ley penal consiste en aplicar una
ley vigente con efecto hacia el pasado siempre que favorezca al reo.
Ultractividad de la ley penal, se refiere a que si una ley penal, posterior al
hecho es perjudicial al reo, seguirá teniendo vigencia la ley anterior.
Gaceta No. 94 exp. 296-2009. Fecha de sentencia 06/11/2009
Para que una ley sea retroactiva, es indispensable que obre sobre el pasado
y que lesione derechos plenamente adquiridos bajo el amparo de leyes
anteriores.
Gaceta No. 88 exp. 263-2007 Fecha de la Sentencia: 22/04/2008
Son leyes retroactivas, aquellas que vuelven sobre los efectos de una ley
anterior. La retroactividad es la aplicación de una norma jurídica creada en
un determinado momento, a uno anterior al de su creación; es volver sobre
los efectos ya consumados bajo el imperio de una ley anterior.
Gaceta No. 81 Expediente 416-2005 Fecha de sentencia: 27/07/06
La retroactividad es la aplicación de una norma jurídica creada en un
determinado momento, a uno anterior al de su creación, es volver sobre los
efectos ya consumados bajo el imperio de una ley anterior.
Gaceta No. 57 Expediente 174-2000. Fecha de sentencia: 11/07/2003
El principio de irretroactividad de las leyes, recogido en el artículo 15 de la
Constitución, es también una manifestación de seguridad jurídica
constitucionalmente amparada en el artículo 2do de este cuerpo
normativo. Una ley es retroactiva cuando vuelve sobre el pasado
imponiéndose por su carácter sancionador o restrictivo a los derechos de
las personas sobre situaciones o condiciones ya realizada o consumadas.
Gaceta No. 41. Expedientes acumulados 886,887, 889, 944, y 945-96.
Fecha de sentencia: 11/09/1996.
Para que una ley sea retroactiva, es indispensable que obre sobre el pasado
y que lesiones derechos plenamente adquiridos bajo el amparo de leyes
anteriores para modificarlos.
Gaceta No. 39. Expediente 617-95. Fecha de auto: 25/01/1996.

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La retroactividad consiste en la traslación de la aplicación de una norma
jurídica creada en un momento determinado. Son leyes retroactivas
aquellas que vuelven sobre los efectos ya consumados bajo el imperio de
una ley anterior. La irretroactividad es aplicable a los derechos
consolidados.
Gaceta No. 20 expediente 364-90. Fecha de sentencia: 26/06/1991
Artículo 16 Declaración Contra sí y parientes. La declaración del acusado
no constituye un medio suficientemente idóneo para revelar la verdad
material. Precisamente por esa subjetividad es que incluso la declaración o
confesión voluntaria admiten prueba en contrario.
Gaceta No. 91. Expediente 3659-2008 Fecha de la sentencia 10/03/2009
Artículo 17 No hay delito ni pena sin ley anterior. Este principio
doctrinalmente se encuentra definido como nullum crime sine scripta,
stricta, certa et praevia lege de manera que a través del mismo se establece
la prohibición de calificar como delitos, las conductas activas u omisivas,
que no se encuentren previstas como delictivas en una ley estricta, cierta y
anterior a la omisión sancionada.
Gaceta No. 81 expediente 639-2006. Fecha de sentencia: 22/08/06
Este principio constituye una garantía para un juzgamiento conforme al
principio jurídico del debido proceso, constituye uno de los elementos
centrales de la persecución penal en una sociedad democrática, e impone
la obligación al legislador ordinario de definir en la forma más clara y
precisa cuáles son esas acciones y omisiones que son considerados
punibles mediante la determinación de tipos penales que contemplen una
clara definición de la conducta incriminada, concretizar sus elementos y
permitir una clara definición de la conducta incriminada, concretizar sus
elementos y permitir así deslindar conductas punibles de aquellas que no lo
son.
Gaceta No. 1122-2005. Fecha de la sentencia 01/02 2006.
Esta norma que recoge el principio de legalidad, fija claramente una
condición de certeza jurídica para penalizar determinadas conductas, y es
que las mismas estén expresamente calificadas como delitos o faltas (…)
Gaceta No. 07 Expediente 164-87 Fecha de sentencia: 25/02/1998
Artículo 23 Inviolabilidad de la Vivienda.
Gaceta No. 8 Expediente 25-88 Fecha de sentencia: 26/05/1988
Artículo 24. Inviolabilidad de correspondencia, documentos y libros Este
derecho forma parte de los derechos humanos que forma parte de los
derechos humanos que protegen la intimidad de la persona el cual es un
derecho personalísimo, que permite sustraer a las personas de la
publicidad o de otras turbaciones a su vida privada limitado por las
necesidades sociales y los intereses públicos.
Gaceta No. 84 expediente 2622-2006. Fecha de la sentencia: 26/04/2007
Artículo 25 Registro de personas y vehículos Causa justificada para ello.

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3. DERECHOS HUMANOS
a. CONCEPTO, Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los
seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia,
sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra
condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin

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discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados,
interdependientes e indivisibles.
FUNDAMENTO, Los derechos humanos universales están a menudo
contemplados en la ley y garantizados por ella, a través de los tratados, el
derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras
fuentes del derecho internacional. El derecho internacional de los derechos
humanos establece las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar
medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de
determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos
humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.
CARACTERÍSTICAS: Los elementos que distinguen y hacen propio a los
Derechos humanos, son los siguientes: UNIVERSALES: Los derechos
humanos se aplican a todos y cada una de los seres humanos, sin distinción
de color, sexo, religión, condición económico – social o idioma.
INDIVISIBLES: No se puede dar preferencia exclusiva a algún derecho.
Existe una plena igualdad entre los distintos derechos; los derechos
humanos forman un todo, integrado por un conjunto de valores y
principios del ser humano. Con esto no se quiere decir que se pueda negar
una clasificación, puesto que con la clasificación lo único que se logra, es
establecer un orden para su estudio y no un orden jerárquico.
INTERDEPENDIENTES: los derechos humanos se complementan entre sí,
se relaciona y se apoyan. Estos derechos no se puede concebí el uno sin el
otro. IMPRESCRIPTIBLES: no se pierden por el transcurso del tiempo. Por
la misma naturaleza o esencia de los derechos humanos, estos no pueden
limitarse por alguna causa o circunstancia temporal. INALIENABLES: No
pueden trasladarse de ninguna forma (enajenarse, cederse o regalarse) a
otra persona, puesto que son inherentes a la dignidad humana.
IRRENUNCIABLES: ninguna persona puede renunciar a la titularidad de
un derecho humano. INVIOLABLES: nadie puede violar un derecho
humano, por ser absolutos.
CLASIFICACIONES: Los Derechos Humanos han sido clasificados de
diversas maneras, de acuerdo con su naturaleza, origen, contenido y por la
materia que refiere. La denominada Generaciones es de carácter histórico
y considera cronológicamente su aparición o reconocimiento por parte del
orden jurídico normativo de cada país.

1.- PRIMERA GENERACIÓN


Se refiere a los derechos civiles y políticos, también denominados
"libertades clásicas". Fueron los primeros que exigió y formuló el pueblo en
la Asamblea Nacional durante la Revolución francesa. Este primer grupo lo
constituyen los reclamos que motivaron los principales movimientos
revolucionarios en diversas partes del mundo a finales del siglo XVIII.

Como resultado de esas luchas, esas exigencias fueron consagradas como


auténticos derechos y difundidos internacional mente, entre los cuales
figuran:
- Toda persona tiene derechos y libertades fundamentales sin distinción de
raza, color, idioma, posición social o económica.
- Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad
jurídica.
- Los hombres y las mujeres poseen iguales derechos.
- Nadie estará sometido a esclavitud o servidumbre.

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- Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes, ni se le podrá ocasionar daño físico, psíquico o moral.
- Nadie puede ser molestado arbitrariamente en su vida privada, familiar,
domicilio o correspondencia, ni sufrir ataques a su honra o reputación.
- Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia.
- Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
- En caso de persecución política, toda persona tiene derecho a buscar asilo
y a disfrutar de él, en cualquier país.
- Los hombres y las mujeres tienen derecho a casarse y a decidir el número
de hijos que desean.
- Todo individuo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de religión.
- Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión de
ideas.
- Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación
pacífica.

2.- SEGUNDA GENERACIÓN


La constituyen los derechos económicos, sociales y culturales, debidos a
los cuales, el Estado de Derecho pasa a una etapa superior, es decir, a un
Estado Social de Derecho.

De ahí el surgimiento del Constitucionalismo Social que enfrenta la


exigencia de que los derechos sociales y económicos, descritos en las
normas constitucionales, sean realmente accesibles y disfrutables. Se
demanda un Estado de Bienestar que implemente acciones, programas y
estrategias, a fin de lograr que las personas los gocen de manera efectiva, y
son:

- Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la


satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales.
- Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y
satisfactorias.
- Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la defensa de sus
intereses.
- Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a
ella y a su familia la salud, alimentación, vestido, vivienda, asistencia
médica y los servicios sociales necesarios.
- Toda persona tiene derecho a la salud física y mental.
- Durante la maternidad y la infancia toda persona tiene derecho a
cuidados y asistencia especiales.
- Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas modalidades.
- La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita.

3.- TERCERA GENERACIÓN


La tercera generación de derechos se pergeño tras la Segunda Guerra
Mundial y el periodo de la guerra fría y que aun levanta discusiones.
Ejemplos son el derecho a la auto-determinación.

Este grupo fue promovido a partir de la década de los setenta para


incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos,
en un marco de respeto y colaboración mutua entre las distintas naciones
de la comunidad internacional. Entre otros, destacan los relacionados con:

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- La autodeterminación.
- La independencia económica y política.
- La identidad nacional y cultural.
- La paz.
- La coexistencia pacífica.
- El entendimiento y confianza.
- La cooperación internacional y regional.
- La justicia internacional.
- El uso de los avances de las ciencias y la tecnología.
- La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y
ecológicos.
- El medio ambiente.
- El patrimonio común de la humanidad.
- El desarrollo que permita una vida digna.

4.- CUARTA GENERACIÓN


La cuarta generación de derechos humanos no es estrictamente conferida
o atribuible a seres humanos, sino que son los derechos de los animales no-
humanos. Ejemplos son la conservación de especies en peligro de extinción
y trato ético a animales no-humanos.

5.- QUINTA GENERACIÓN


La quinta generación de derechos humanos tampoco será estrictamente
extensible a seres humanos, sino a maquinas, artefactos, robots y software
inteligente. Ejemplo será el día en que un robot pueda tener una conducta
autárquica (libre) con respecto a su programador y realice un acto ilegal.
¿Habrá que castigarle?, ¿otorgarle derechos de protección legal justa?

6.- SEXTA GENERACIÓN


La sexta generación de derechos humanos sí que será aplicable a seres
humanos, o no exactamente, porque será a seres trans - humanos y en un
estado ulterior (posterior) post-humano, o por utilizar una expresión
mucho más viable, personas con identidad genética-cognitiva-
informacional alterada por la modificación gano-nano-robo-tecno.

b. CONTROL DE CONVENCIONALIDAD: CONCEPTO DE CONTROL DE


CONVENCIONALIDAD: PRIMERAS APROXIMACIONES El control de
convencionalidad, con dicha denominación, aparece por primera vez en la
jurisprudencia contenciosa de la Corte IDH en el caso Almonacid Arellano
vs. Chile. Con anterioridad, el juez Sergio García Ramírez, en sus votos de
los casos Myrna Mack y Tibi, había realizado una aproximación conceptual
al control de convencionalidad que se realiza en la sede interamericana y
en el ámbito interno de los Estados, pero en Almonacid Arellano la Corte
precisa sus principales elementos. Caso Almonacid Arellano y otros Vs.
Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2006. La Corte es consciente que los
jueces y tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y, por ello,
están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento
jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional
como la Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del
Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque los
efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermadas por la
aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio

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carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe
ejercer una especie de “control de convencionalidad” entre las normas
jurídicas internas que aplican en los casos concretos y la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el Poder Judicial debe
tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación
que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la
Convención Americana. En el mismo sentido: Caso La Cantuta Vs. Perú.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de noviembre de 2006,
párr. 1732. (NdelE: Destacado no está en el texto original). MODELO DE
JUICIO DE CONVENCIONALIDAD: En el caso Boyce y otros Vs. Barbados,
la Corte IDH explica de manera concreta de qué forma debe ser
implementado el control de convencionalidad en el ámbito interno. Explica
que los tribunales nacionales no solo deben limitarse a realizar un examen
de constitucionalidad de sus resoluciones, sino también de
convencionalidad. Caso Boyce y otros Vs. Barbados. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de
noviembre de 2007. La Corte observa que el CJCP [Comité Judicial del
Consejo Privado] llegó a la conclusión mencionada anteriormente a través
de un análisis puramente constitucional, en el cual no se tuvo en cuenta las
obligaciones que tiene el Estado conforme a la Convención Americana y
según la jurisprudencia de esta Corte. De acuerdo con la Convención de
Viena sobre la Ley de Tratados, Barbados debe cumplir de buena fe con sus
obligaciones bajo la Convención Americana y no podrá invocar las
disposiciones de su derecho interno como justificación para el
incumplimiento de dichas obligaciones convencionales. En el presente
caso, el Estado está precisamente invocando disposiciones de su derecho
interno a tales fines. El análisis del CJCP no debería haberse limitado a
evaluar si la LDCP [Ley de Delitos del Estado contra la Persona] era
inconstitucional. Más bien, la cuestión debería haber girado en torno a si la
ley también era “convencional”. Es decir, los tribunales de Barbados,
incluso el CJCP y ahora la Corte de Justicia del Caribe, deben también
decidir si la ley de Barbados restringe o viola los derechos reconocidos en la
Convención. En este sentido, la Corte ha afirmado, en otras ocasiones, que
[:] el Poder Judicial debe ejercer una especie de “control de
convencionalidad” entre las normas jurídicas internas […] y la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el Poder Judicial debe
tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación
que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la
Convención Americana. En concordancia con lo expuesto, la Corte ha
expresado en otras oportunidades que una “cláusula de exclusión” que se
encontraba en la Constitución de Trinidad y Tobago tenía el efecto de
excluir del escrutinio judicial ciertas leyes que, de otra forma, serían
violatorias de derechos fundamentales. De manera similar, en el presente
caso, el artículo 26 de la Constitución de Barbados le niega a sus
ciudadanos en general, y a las presuntas víctimas en particular, el derecho
de exigir protección judicial contra violaciones al derecho a la vida. En este
sentido, a la luz de la jurisprudencia de la Corte y en tanto que el artículo 26
de la Constitución de Barbados impide el escrutinio judicial sobre el
artículo 2 de la Ley de Delitos contra la Persona, que a su vez es violatoria
del derecho a no ser privado, arbitrariamente, de la vida, la Corte considera
que el Estado no ha cumplido con el deber establecido en el artículo 2 de la
Convención en relación con los artículos 1.1, 4.1, 4.2 y 25.1 de dicho
instrumento. EVOLUCIÓN DE LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE IDH:

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PRECISIONES CONCEPTUALES Desde el caso Almonacid Arellano vs.
Chile, la Corte IDH ha ido precisando el contenido y alcance del concepto
de control de convencionalidad en su jurisprudencia, para llegar a un
concepto complejo que comprende los siguientes elementos (o: las
siguientes características): a) Consiste en verificar la compatibilidad de las
normas y demás prácticas internas con la CADH, la jurisprudencia de la
Corte IDH y los demás tratados interamericanos de los cuales el Estado sea
parte; b) Es una obligación que corresponde a toda autoridad pública en el
ámbito de sus competencias; c) Para efectos de determinar la
compatibilidad con la CADH, no sólo se debe tomar en consideración el
tratado, sino que también la jurisprudencia de la Corte IDH y los demás
tratados interamericanos de los cuales el Estado sea parte; d) Es un control
que debe ser realizado ex oficio por toda autoridad pública; y e) Su
ejecución puede implicar la supresión de normas contrarias a la CADH o
bien su interpretación conforme a la CADH, dependiendo de las facultades
de cada autoridad pública. A continuación, veremos cómo han ido
evolucionando estos elementos (o dichas características). El Control de
convencionalidad debe ser realizado ex oficio y en el marco de
competencias y regulaciones procesales correspondientes. Caso
Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) Vs. Perú.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
24 de Noviembre de 2006. Cuando un Estado ha ratificado un tratado
internacional como la Convención Americana, sus jueces también están
sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque el efecto útil de la
Convención no se vea mermado o anulado por la aplicación de leyes
contrarias a sus disposiciones, objeto y fin. En otras palabras, los órganos
del Poder Judicial deben ejercer no sólo un control de constitucionalidad,
sino también “de convencionalidad” ex oficio entre las normas internas y la
Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas
competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. Esta
función no debe quedar limitada exclusivamente por las manifestaciones o
actos de los accionantes en cada caso concreto, aunque tampoco implica
que ese control deba ejercerse siempre, sin considerar otros presupuestos
formales y materiales de admisibilidad y procedencia de ese tipo de
acciones. En el mismo sentido: Caso Heliodoro Portugal Vs. Panamá.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
12 de agosto de 2008, párr. 1806; Caso Radilla Pacheco Vs. México.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
23 de noviembre de 2009, párr. 3397; Caso Fernández Ortega y otros.
Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de agosto de 2010, párr. 2368; Caso Rosendo Cantú y
otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2010, párr. 2199; Caso Liakat Ali Alibux
Vs. Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de enero de 201410, párr. 151. (NdelE: Destacado no
está en el texto original) La obligación de realizar el control de
convencionalidad corresponde a los jueces y órganos vinculados a la
administración de justicia en todos los niveles Caso Cabrera García y
Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Este Tribunal ha
establecido en su jurisprudencia que es consciente de que las autoridades
internas están sujetas al imperio de la ley y, por ello, están obligadas a
aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando

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un Estado es Parte de un tratado internacional como la Convención
Americana, todos sus órganos, incluidos sus jueces, también están
sometidos a aquél, lo cual les obliga a velar por que los efectos de las
disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de
normas contrarias a su objeto y fin. Los jueces y órganos vinculados a la
administración de justicia en todos los niveles están en la obligación de
ejercer ex oficio un “control de convencionalidad” entre las normas internas
y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas
competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta
tarea, los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia deben
tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación
que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la
Convención Americana. En el mismo sentido: Caso Liakat Ali Alibux Vs.
Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de enero de 2014, párr. 151; Caso de personas
dominicanas y haitianas expulsadas Vs. República Dominicana.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
28 de agosto de 201412, párr. 311. (NdelE: Destacado no está en el texto
original) De tal manera, como se indicó en los Casos Radilla Pacheco,
Fernández Ortega y Rosendo Cantú, es necesario que las interpretaciones
constitucionales y legislativas referidas a los criterios de competencia
material y personal de la jurisdicción militar en México, se adecuen a los
principios establecidos en la jurisprudencia de este Tribunal que han sido
reiterados en el presente caso y que aplican para toda violación de
derechos humanos que se alegue hayan cometido miembros de las fuerzas
armadas. Ello implica que, independientemente de las reformas legales
que el Estado deba adoptar […], en el presente caso corresponde a las
autoridades judiciales, con base en el control de convencionalidad,
disponer inmediatamente y de oficio el conocimiento de los hechos por el
juez natural, es decir el fuero penal ordinario. El Control de
convencionalidad es una obligación de toda autoridad pública Caso
Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero
de 2011. Cuando un Estado es Parte de un tratado internacional como la
Convención Americana, todos sus órganos, incluidos sus jueces, están
sometidos a aquél, lo cual les obliga a velar por que los efectos de las
disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de
normas contrarias a su objeto y fin, por lo que los jueces y órganos
vinculados a la administración de justicia en todos los niveles están en la
obligación de ejercer ex oficio un “control de convencionalidad” entre las
normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco
de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales
correspondientes y en esta tarea, deben tener en cuenta no solamente el
tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte
Interamericana, intérprete última de la Convención Americana. La sola
existencia de un régimen democrático no garantiza, per se, el permanente
respeto del Derecho Internacional, incluyendo al Derecho Internacional de
los Derechos Humanos, lo cual ha sido así considerado incluso por la propia
Carta Democrática Interamericana. La legitimación democrática de
determinados hechos o actos en una sociedad está limitada por las normas
y obligaciones internacionales de protección de los derechos humanos
reconocidos en tratados como la Convención Americana, de modo que la
existencia de un verdadero régimen democrático está determinada por sus
características tanto formales como sustanciales, por lo que,

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particularmente en casos de graves violaciones a las normas del Derecho
Internacional de los Derechos, la protección de los derechos humanos
constituye un límite infranqueable a la regla de mayorías, es decir, a la
esfera de lo “susceptible de ser decidido” por parte de las mayorías en
instancias democráticas, en las cuales también debe primar un “control de
convencionalidad” […], que es función y tarea de cualquier autoridad
pública y no sólo del Poder Judicial. En este sentido, la Suprema Corte de
Justicia ha ejercido, en el Caso Nibia Sabalsagaray Curutchet, un adecuado
control de convencionalidad respecto de la Ley de Caducidad, al
establecer, inter alía, que “el límite de la decisión de la mayoría reside,
esencialmente, en dos cosas: la tutela de los derechos fundamentales (los
primeros, entre todos, son el derecho a la vida y a la libertad personal, y no
hay voluntad de la mayoría, ni interés general ni bien común o público en
aras de los cuales puedan ser sacrificados) y la sujeción de los poderes
públicos a la ley 14. […] (NdelE: Destacado no está en el texto original)
Caso de personas dominicanas y haitianas expulsadas Vs. República
Dominicana. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 28 de agosto de 2014. Finalmente, esta Corte considera
pertinente recordar, sin perjuicio de lo ordenado, que en el ámbito de su
competencia “todas las autoridades y órganos de un Estado Parte en la
Convención tienen la obligación de ejercer un ‘control de
convencionalidad’. Caso Rochac Hernández y otros Vs. El Salvador.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 14 de octubre de 2014.
Además, ha dispuesto en el Caso de las Masacres de El Mozote y lugares
aledaños que el Estado debe asegurar que la Ley de Amnistía General para
la Consolidación de la Paz no vuelva a representar un obstáculo para la
investigación de los hechos materia del presente caso ni para la
identificación, juzgamiento y eventual sanción de los responsables de los
mismos y de otras graves violaciones de derechos humanos similares
acontecidas durante el conflicto armado en El Salvador. Esta obligación
vincula a todos los poderes y órganos estatales en su conjunto, los cuales
se encuentran obligados a ejercer un control “de convencionalidad” ex
oficio entre las normas internas y la Convención Americana,
evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las
regulaciones procesales correspondientes. […] (NdelE: Destacado no está
en el texto original). Por otra parte, la Corte estima pertinente ordenar al
Estado que implemente, en un plazo razonable, programas permanentes
de derechos humanos dirigidos a policías, fiscales, jueces y militares, así
como a funcionarios encargados de la atención a familiares y víctimas de
desaparición forzada de personas, en los cuales se incluya el tema de los
derechos humanos de niñas y niños desaparecidos durante el conflicto
armado interno y del sistema interamericano de protección de los
derechos humanos, así como del control de convencionalidad. Parámetro
de convencionalidad se extiende a otros tratados de derechos
humanos. Caso Gudiel Álvarez y otros (“Diario Militar”) Vs. Guatemala.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 noviembre de 2012.
Asimismo, este Tribunal ha establecido en su jurisprudencia que, cuando
un Estado es parte de tratados internacionales como la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada, la Convención Interamericana para Prevenir y
Sancionar la Tortura y la Convención Belém do Pará, dichos tratados
obligan a todos sus órganos, incluido el poder judicial, cuyos miembros
deben velar por que los efectos de las disposiciones de dichos tratados no

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se vean mermados por la aplicación de normas o interpretaciones
contrarias a su objeto y fin. Los jueces y órganos vinculados a la
administración de justicia en todos los niveles están en la obligación de
ejercer ex oficio un “control de convencionalidad” entre las normas internas
y los tratados de derechos humanos de los cuales es Parte el Estado,
evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las
regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, los jueces y
órganos vinculados a la administración de justicia, como el ministerio
público, deben tener en cuenta no solamente la Convención Americana y
demás instrumentos interamericanos, sino también la interpretación que
de estos ha hecho la Corte Interamericana. En el mismo sentido: Caso
Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de septiembre de 2012, párr.
262. (NdelE: Destacado no está en el texto original) La Convención
Americana sobre derechos humanos no impone un determinado
modelo de control de convencionalidad Caso Liakat Ali Alibux Vs.
Suriname. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de enero de 2014. Finalmente, en relación con los
argumentos del representante y de la Comisión […] sobre la vulneración
del derecho a la protección judicial con motivo de la ausencia de un
Tribunal Constitucional, si bien la Corte reconoce la importancia de éstos
órganos como protectores de los mandatos constitucionales y los derechos
fundamentales, la Convención Americana no impone un modelo específico
para realizar un control de constitucionalidad y convencionalidad. En este
sentido, la Corte recuerda que la obligación de ejercer un control de
convencionalidad entre las normas internas y la Convención Americana le
compete a todos los órganos del Estado, incluidos sus jueces y demás
órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles.
(NdelE: Destacado no está en el texto original) Parámetro de
convencionalidad ampliado a las opiniones consultivas Opinión
Consultiva OC-21/14. Derechos y garantías de niñas y niños en el
contexto de la migración y/o en necesidad de protección internacional.
Opinión Consultiva OC-21/14. Resolución de 19 de agosto de 2014. Del
mismo modo, la Corte estima necesario recordar que, conforme al derecho
internacional, cuando un Estado es parte de un tratado internacional,
como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, dicho tratado
obliga a todos sus órganos, incluidos los poderes judicial y legislativo , por
lo que la violación por parte de alguno de dichos órganos genera
responsabilidad internacional para aquél. Es por tal razón que estima
necesario que los diversos órganos del Estado realicen el correspondiente
control de convencionalidad, también sobre la base de lo que señale en
ejercicio de su competencia no contenciosa o consultiva, la que
innegablemente comparte con su competencia contenciosa el propósito
del sistema interamericano de derechos humanos, cual es, “la protección
de los derechos fundamentales de los seres humanos”. A su vez, a partir de
la norma convencional interpretada a través de la emisión de una opinión
consultiva, todos los órganos de los Estados Miembros de la OEA,
incluyendo a los que no son Parte de la Convención pero que se han
obligado a respetar los derechos humanos en virtud de la Carta de la OEA
(artículo 3.l) y la Carta Democrática Interamericana (artículos 3, 7, 8 y 9),
cuentan con una fuente que, acorde a su propia naturaleza, contribuye
también y especialmente de manera preventiva, a lograr el eficaz respeto y
garantía de los derechos humanos y, en particular, constituye una guía a

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ser utilizada para resolver las cuestiones sobre infancia en el contexto de la
migración y así evitar eventuales vulneraciones de derechos humanos.
(NdelE: Destacado no está en el texto original) CONTROL DE
CONVENCIONALIDAD Y OBLIGACIÓN DE ADECUAR LA LEGISLACIÓN
INTERNA La Corte IDH ha precisado que el control de convencionalidad
puede implicar la expulsión de normas contrarias a la CADH, o bien, su
interpretación conforme a la misma. A continuación, reseñaremos aquellos
casos en que se manifiesta la primera posibilidad del control de
convencionalidad: la obligación de adecuar la legislación interna. Caso
Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. El
Estado, desde que ratificó la Convención Americana el 21 de agosto de
1990, ha mantenido vigente el Decreto Ley No. 2.191 por 16 años, en
inobservancia de las obligaciones consagradas en aquella. Que tal Decreto
Ley no esté siendo aplicado por el Poder Judicial chileno en varios casos a
partir de 1998, si bien es un adelanto significativo y la Corte lo valora, no es
suficiente para satisfacer las exigencias del artículo 2 de la Convención en
el presente caso. En primer lugar porque, conforme a lo señalado en los
párrafos anteriores, el artículo 2 impone una obligación legislativa de
suprimir toda norma violatoria a la Convención y, en segundo lugar, porque
el criterio de las cortes internas puede cambiar, decidiéndose aplicar
nuevamente una disposición que para el ordenamiento interno permanece
vigente. (NdelE: Destacado no está en el texto original) Caso Mendoza y
otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones.
Sentencia de 14 de mayo de 2013. Al respecto, este Tribunal ha
establecido en su jurisprudencia que, cuando un Estado es parte de un
tratado internacional como la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, dicho tratado obliga a todos sus órganos, incluidos los poderes
judicial y ejecutivo, cuyos miembros deben velar por que los efectos de las
disposiciones de dichos tratados no se vean mermados por la aplicación de
normas o interpretaciones contrarias a su objeto y fin. Los jueces y órganos
vinculados a la administración de justicia en todos los niveles están en la
obligación de ejercer ex officio un “control de convencionalidad” entre las
normas internas y los tratados de derechos humanos de los cuales es Parte
el Estado, evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y
de las regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, los jueces y
órganos vinculados a la administración de justicia, como el ministerio
público, deben tener en cuenta no solamente la Convención Americana y
demás instrumentos interamericanos, sino también la interpretación que
de estos ha hecho la Corte Interamericana. El Tribunal valora
positivamente el fallo Casal mencionado por el Estado en cuanto a los
criterios que se desprenden sobre el alcance de la revisión que comprende
el recurso de casación, conforme a los estándares que se derivan del
artículo 8.2.h) de la Convención Americana. El Tribunal también destaca
que este fallo fue invocado por los tribunales al resolver los recursos de
revisión interpuestos por Saúl Cristian Roldán Cajal, César Alberto
Mendoza, Claudio David Núñez y Lucas Matías Mendoza, y que se hizo un
control de convencionalidad sobre el alcance del derecho de recurrir del
fallo ante un juez o tribunal superior. Sobre el fallo Casal, el Estado explicó
la manera en que funciona el sistema de control constitucional con base al
cual los criterios que se desprenden del mismo en materia del derecho de
recurrir del fallo deben ser aplicados por los jueces argentinos en todas las
instancias. La Corte considera que los jueces en Argentina deben seguir

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ejerciendo un control de convencionalidad a fin de garantizar el derecho de
recurrir del fallo conforme al artículo 8.2.h) de la Convención Americana y a
la jurisprudencia de este Tribunal. No obstante, la Corte se remite a lo
señalado sobre las obligaciones que se derivan de los artículos 2 y 8.2.h) de
la Convención Americana […] y considera que, dentro de un plazo
razonable, el Estado debe adecuar su ordenamiento jurídico interno de
conformidad con los parámetros establecidos en esta Sentencia. (NdelE:
Destacado no está en el texto original) CONTROL DE
CONVENCIONALIDAD Y SU EFICACIA INTERPRETATIVA La Corte IDH
ha precisado que el control de convencionalidad puede implicar la
expulsión de normas contrarias a la CADH, o bien, su interpretación
conforme a la misma. A continuación, reseñaremos aquellos casos en que
se manifiesta la segunda posibilidad del control de convencionalidad: su
eficacia interpretativa. Caso Radilla Pacheco Vs. México. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
noviembre de 2009. Para este Tribunal, no sólo la supresión o expedición
de las normas en el derecho interno garantizan los derechos contenidos en
la Convención Americana, de conformidad a la obligación comprendida en
el artículo 2 de dicho instrumento. También se requiere el desarrollo de
prácticas estatales conducentes a la observancia efectiva de los derechos y
libertades consagrados en la misma. En consecuencia, la existencia de una
norma no garantiza por sí misma que su aplicación sea adecuada. Es
necesario que la aplicación de las normas o su interpretación, en tanto
prácticas jurisdiccionales y manifestación del orden público estatal, se
encuentren ajustadas al mismo fin que persigue el artículo 2 de la
Convención. En términos prácticos, la interpretación del artículo 13 de la
Constitución Política mexicana debe ser coherente con los principios
convencionales y constitucionales de debido proceso y acceso a la justicia,
contenidos en el artículo 8.1 de la Convención Americana y las normas
pertinentes de la Constitución mexicana. En el mismo sentido: Caso
Fernández Ortega y otros. Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010, párr. 235;
Caso Rosendo Cantú y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010, párr. 218. En
relación con las prácticas judiciales, este Tribunal ha establecido en su
jurisprudencia que es consciente de que los jueces y tribunales internos
están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las
disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado
ha ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus
jueces, como parte del aparato del Estado, también están sometidos a ella,
lo que les obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la
Convención no se vean mermados por la aplicación de leyes contrarias a su
objeto y fin, que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras
palabras, el Poder Judicial debe ejercer un “control de convencionalidad”
ex officio entre las normas internas y la Convención Americana,
evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las
regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, el Poder Judicial
debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la
interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete
última de la Convención Americana. De tal manera, es necesario que las
interpretaciones constitucionales y legislativas referidas a los criterios de
competencia material y personal de la jurisdicción militar en México, se
adecuen a los principios establecidos en la jurisprudencia de este Tribunal,

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los cuales han sido reiterados en el presente caso […]. Bajo ese entendido,
este Tribunal considera que no es necesario ordenar la modificación del
contenido normativo que regula el artículo 13 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos. No obstante lo anterior, la Corte declaró en
el Capítulo IX de este Fallo, que el artículo 57 del Código de Justicia Militar
es incompatible con la Convención Americana […]. En consecuencia, el
Estado debe adoptar, en un plazo razonable, las reformas legislativas
pertinentes para compatibilizar la citada disposición con los estándares
internacionales de la materia y de la Convención, de conformidad con los
párrafos 272 a 277 de esta Sentencia. Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 24 de febrero de 2012. En
conclusión, con base en el control de convencionalidad, es necesario que
las interpretaciones judiciales y administrativas y las garantías judiciales se
apliquen adecuándose a los principios establecidos en la jurisprudencia de
este Tribunal en el presente caso. Ello es de particular relevancia en
relación con lo señalado en el presente caso respecto a la proscripción de la
discriminación por la orientación sexual de la persona de acuerdo a lo
estipulado en el artículo 1.1. de la Convención Americana. En el mismo
sentido: Caso Furlan y Familiares Vs. Argentina. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto
de 2012, párr. 30523. (NdelE: Destacado no está en el texto original) Caso
Norín Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del Pueblo
Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de mayo de 2014. La Corte estima que, en el marco del
ordenamiento jurídico chileno aplicado en este caso, resulta adecuado
ordenar a Chile que, para evitar violaciones como las declaradas en la
presente Sentencia, regule con claridad y seguridad la medida procesal de
protección de testigos relativa a la reserva de identidad, asegurando que se
trate de una medida excepcional, sujeta a control judicial en base a los
principios de necesidad y proporcionalidad, y que ese medio de prueba no
sea utilizado en grado decisivo para fundar una condena, así como regular
las correspondientes medidas de contrapeso que aseguren que la
afectación al derecho de defensa sea suficientemente contrarrestada, de
acuerdo con lo establecido en la presente Sentencia […]. Adicionalmente,
el Tribunal recuerda que a fin de garantizar dicho derecho de la defensa a
interrogar testigos, las autoridades judiciales deben aplicar esos criterios o
estándares establecidos por la Corte en ejercicio del control de
convencionalidad. Debido a que concluyó que en el presente caso no fue
acreditada una violación del artículo 2 de la Convención, sino que la
violación al derecho a recurrir del fallo penal condenatorio derivó de la
actuación de los tribunales judiciales en los casos concretos […], la Corte
no estima necesario ordenar a Chile la adecuación de su ordenamiento
jurídico interno en esta materia. No obstante, la Corte recuerda la
importancia de que las autoridades judiciales apliquen los criterios o
estándares establecidos en la jurisprudencia de la Corte respecto al
contenido del derecho a recurrir del fallo penal condenatorio en ejercicio
del control de convencionalidad a fin de garantizar dicho derecho […]. Al
pronunciarse sobre las violaciones constatadas en el presente caso en
relación con las medidas de prisión preventiva a que fueron sometidas las
víctimas, la Corte tomó en cuenta que la causal de peligro para “la
seguridad de la sociedad” estipulada en el artículo 363 del antiguo Código
de Procedimiento Penal y en el artículo 140.c del Código Procesal Penal de
2000, que tiene un sentido abierto, fue aplicada a las ocho víctimas sin un

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análisis de la necesidad que justificara la medida con base en un riesgo
procesal en el caso concreto […]. En consecuencia, la Corte no encuentra
pertinente ordenar a Chile la adecuación de su derecho interno ya que las
violaciones al derecho a la libertad personal constatadas en la presente
Sentencia se derivan de la interpretación y aplicación judicial de dichas
normas. No obstante, la Corte recuerda que las autoridades judiciales
deben aplicar los criterios o estándares establecidos en la jurisprudencia de
la Corte […] en ejercicio del control de convencionalidad a fin de garantizar
que la medida de prisión preventiva sea siempre adoptada de acuerdo a
esos parámetros. VALOR DE LA JURISPRUDENCIA INTERAMERICANA
COMO PARÁMETRO DE CONVENCIONALIDAD: COSA JUZGADA
INTERNACIONAL Uno de los aspectos controvertidos del control de
convencionalidad es el parámetro con que debe realizarse el referido
control. La Corte IDH ha señalado que no solo la Convención Americana,
sino que también su propia jurisprudencia, es parte del parámetro. En la
supervisión de cumplimiento del caso Gelman, la Corte IDH precisa el valor
de su jurisprudencia para el ejercicio del control de convencionalidad. Caso
Gelman Vs. Uruguay. Supervisión de Cumplimiento de Sentencia.
Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 20 de
marzo de 2013. Por otro lado, se ha acuñado en la jurisprudencia
interamericana el concepto del “control de convencionalidad”, concebido
como una institución que se utiliza para aplicar el Derecho Internacional,
en este caso el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y
específicamente la Convención Americana y sus fuentes, incluyendo la
jurisprudencia de este Tribunal. Así, en varias sentencias la Corte ha
establecido que es consciente de que las autoridades internas están sujetas
al imperio de la ley y, por ello, están obligadas a aplicar las disposiciones
vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado es Parte en
un tratado internacional como la Convención Americana, todos sus
órganos, incluidos sus jueces y demás órganos vinculados a la
administración de justicia en todos los niveles, también están sometidos al
tratado, lo cual les obliga a velar para que los efectos de las disposiciones
de la Convención no se vean mermados por la aplicación de normas
contrarias a su objeto y fin, de modo que decisiones judiciales o
administrativas no hagan ilusorio el cumplimiento total o parcial de las
obligaciones internacionales. Es decir, todas la autoridades estatales, están
en la obligación de ejercer ex officio un “control de convencionalidad” entre
las normas internas y la Convención Americana, en el marco de sus
respectivas competencias y de las regulaciones procesales
correspondientes. En esta tarea, deben tener en cuenta no solamente el
tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte
Interamericana, intérprete última de la Convención Americana. De tal
manera, es posible observar dos manifestaciones distintas de esa
obligación de los Estados de ejercer el control de convencionalidad,
dependiendo de si la Sentencia ha sido dictada en un caso en el cual el
Estado ha sido parte o no. Lo anterior debido a que a que la norma
convencional interpretada y aplicada adquiere distinta vinculación
dependiendo si el Estado fue parte material o no en el proceso
internacional. En relación con la primera manifestación, cuando existe una
sentencia internacional dictada con carácter de cosa juzgada respecto de
un Estado que ha sido parte en el caso sometido a la jurisdicción de la
Corte Interamericana, todos sus órganos, incluidos sus jueces y órganos
vinculados a la administración de justicia, también están sometidos al

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tratado y a la sentencia de este Tribunal, lo cual les obliga a velar para que
los efectos de las disposiciones de la Convención y, consecuentemente, las
decisiones de la Corte Interamericana, no se vean mermados por la
aplicación de normas contrarias a su objeto y fin o por decisiones judiciales
o administrativas que hagan ilusorio el cumplimiento total o parcial de la
sentencia. Es decir, en este supuesto, se está en presencia de cosa juzgada
internacional, en razón de lo cual el Estado está obligado a cumplir y
aplicar la sentencia. En esta situación se encuentra el Estado de Uruguay
respecto de la Sentencia dictada en el caso Gelman. Por ello, precisamente
porque el control de convencionalidad es una institución que sirve como
instrumento para aplicar el Derecho Internacional, en el presente caso que
existe cosa juzgada se trata simplemente de emplearlo para dar
cumplimiento en su integridad y de buena fe a lo ordenado en la Sentencia
dictada por la Corte en el caso concreto, por lo que sería incongruente
utilizar esa herramienta como justificación para dejar de cumplir con la
misma, de conformidad con lo señalado anteriormente […] Respecto de la
segunda manifestación del control de convencionalidad, en situaciones y
casos en que el Estado concernido no ha sido parte en el proceso
internacional en que fue establecida determinada jurisprudencia, por el
solo hecho de ser Parte en la Convención Americana, todas sus
autoridades públicas y todos sus órganos, incluidas las instancias
democráticas, jueces y demás órganos vinculados a la administración de
justicia en todos los niveles, están obligados por el tratado, por lo cual
deben ejercer, en el marco de sus respectivas competencias y de las
regulaciones procesales correspondientes, un control de convencionalidad
tanto en la emisión y aplicación de normas, en cuanto a su validez y
compatibilidad con la Convención, como en la determinación, juzgamiento
y resolución de situaciones particulares y casos concretos, teniendo en
cuenta el propio tratado y, según corresponda, los precedentes o
lineamientos jurisprudenciales de la Corte Interamericana. La Corte estima
pertinente precisar que la concepción del llamado control de
convencionalidad tiene íntima relación con el “principio de
complementariedad”, en virtud del cual la responsabilidad estatal bajo la
Convención sólo puede ser exigida a nivel internacional después de que el
Estado haya tenido la oportunidad de declarar la violación y reparar el
daño ocasionado por sus propios medios. Este principio de
complementariedad (también llamado “de subsidiariedad”) informa
transversalmente el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, el cual
es, tal como lo expresa el Preámbulo de la misma Convención Americana,
“coadyuvante o complementario de la [protección] que ofrece el derecho
interno de los Estados americanos”. De tal manera, el Estado “es el
principal garante de los derechos humanos de la personas, de manera que,
si se produce un acto violatorio de dichos derechos, es el propio Estado
quien tiene el deber de resolver el asunto a nivel interno y, [en su caso,]
reparar, antes de tener que responder ante instancias internacionales
como el Sistema Interamericano, lo cual deriva del carácter subsidiario que
reviste el proceso internacional frente a los sistemas nacionales de
garantías de los derechos humanos” . Lo anterior significa que, como
consecuencia de la eficacia jurídica de la Convención Americana en todos
los Estados Parte en la misma, se ha generado un control dinámico y
complementario de las obligaciones convencionales de los Estados de
respetar y garantizar derechos humanos, conjuntamente entre las
autoridades internas y las instancias internacionales (en forma

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complementaria), de modo que los criterios de decisión puedan ser
conformados y adecuados entre sí. Así, la jurisprudencia de la Corte
muestra casos en que se retoman decisiones de tribunales internos para
fundamentar y conceptualizar la violación de la Convención en el caso
específico. En otros casos se ha reconocido que, en forma concordante con
las obligaciones internacionales, los órganos, instancias o tribunales
internos han adoptado medidas adecuadas para remediar la situación que
dio origen al caso; ya han resuelto la violación alegada; han dispuesto
reparaciones razonables, o han ejercido un adecuado control de
convencionalidad. Según fue señalado […], precisamente en el presente
caso Gelman vs. Uruguay, la Corte consideró que, antes de tomar la
referida decisión de 22 de febrero de 2013, la Suprema Corte de Justicia
uruguaya ya había ejercido un adecuado control de convencionalidad
respecto de la Ley de Caducidad, al declararla inconstitucional en octubre
de 2009 en el caso Sabalsagaray. De tal modo, el control de
convencionalidad es una obligación propia de todo poder, órgano o
autoridad del Estado Parte en la Convención, los cuales deben, en el marco
de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales
correspondientes, controlar que los derechos humanos de las personas
sometidas a su jurisdicción sean respetados y garantizados. Así adquiere
sentido el mecanismo convencional, el cual obliga a todos los jueces y
órganos judiciales a prevenir potenciales violaciones a derechos humanos,
las cuales deben solucionarse a nivel interno teniendo en cuenta las
interpretaciones de la Corte Interamericana y, solo en caso contrario,
pueden ser considerados por ésta, en cuyo supuesto ejercerá un control
complementario de convencionalidad. Sin perjuicio de lo anterior, y de
conformidad con lo señalado anteriormente en cuanto a la primera
manifestación del control de convencionalidad cuando existe cosa juzgada
internacional […], este control también posee un rol importante en el
cumplimiento o implementación de una determinada Sentencia de la
Corte Interamericana, especialmente cuando dicho acatamiento queda a
cargo de los jueces nacionales. Bajo este supuesto, el órgano judicial tiene
la función de hacer prevalecer la Convención Americana y los fallos de esta
Corte sobre la normatividad interna, interpretaciones y prácticas que
obstruyan el cumplimiento de lo dispuesto en un determinado caso. Lo
anterior se deduce del compromiso de los Estados de cumplir con sus
obligaciones internacionales y no solo de prácticas judiciales reiteradas a
niveles nacionales, que son por supuesto relevantes. Así, tribunales de la
más alta jerarquía en varios Estados de la región, se han referido al carácter
vinculante de las sentencias de la Corte Interamericana o han aplicado el
control de convencionalidad teniendo en cuenta interpretaciones
efectuadas por ésta. En atención a todo lo anterior, la Corte reitera, por un
lado, que sus sentencias producen el efecto de cosa juzgada y tienen
carácter vinculante, lo cual deriva de la ratificación de la Convención y del
reconocimiento de la jurisdicción del Tribunal, actos soberanos que el
Estado Parte realizó conforme sus procedimientos constitucionales y, por
otro, que el control de convencionalidad es una obligación de las
autoridades estatales y su ejercicio compete, solo subsidiaria o
complementariamente, a la Corte Interamericana cuando un caso ha sido
sometido a su jurisdicción. En consecuencia, la pretensión de oponer el
deber de los tribunales internos de realizar el control de constitucionalidad
al control de convencionalidad que ejerce la Corte, es en realidad un falso
dilema, pues una vez que el Estado ha ratificado el tratado internacional y

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reconocido la competencia de sus órganos de control, precisamente a
través de sus mecanismos constitucionales, aquéllos pasan a conformar su
ordenamiento jurídico. De tal manera, el control de constitucionalidad
implica necesariamente un control de convencionalidad, ejercidos de
forma complementaria. Una vez que este Tribunal ha dictado Sentencia en
el presente caso, la cual produce los efectos de la autoridad de cosa
juzgada, de conformidad con los principios generales del Derecho
Internacional y con lo dispuesto en los artículos 67 y 68 de la Convención
Americana, el Estado y todos sus órganos se encuentran obligados a darle
pleno cumplimiento. La Sentencia no se limita en su efecto vinculante a la
parte dispositiva del fallo, sino que incluye todos los fundamentos,
motivaciones, alcances y efectos del mismo, de modo que aquélla es
vinculante en su integridad, incluyendo su ratio decidendi. Así, puesto que
la parte resolutiva o dispositiva de la Sentencia refiere expresa y
directamente a su parte considerativa, ésta es claramente parte integral de
la misma y el Estado también está obligado a darle pleno acatamiento. La
obligación del Estado de dar pronto cumplimiento a las decisiones de la
Corte es parte intrínseca de su obligación de cumplir de buena fe con la
Convención Americana y vincula a todos sus poderes y órganos, incluidos
sus jueces y órganos vinculados a la administración de justicia, por lo cual
no puede invocar disposiciones del derecho constitucional u otros aspectos
del derecho interno para justificar una falta de cumplimiento de la
Sentencia. En razón de estar en presencia de cosa juzgada internacional, y
precisamente porque el control de convencionalidad es una institución que
sirve como instrumento para aplicar el Derecho Internacional, sería
contradictorio utilizar esa herramienta como justificación para dejar de
cumplir la Sentencia en su integridad. CONTROL DE
CONVENCIONALIDAD EN EL AMBITO INTERNO La Corte IDH ha puesto
de relieve la importancia de la realización del control de convencionalidad
en el ámbito interno para evitar que los Estados incurran en
responsabilidad internacional, considerando que ellos son los primeros
llamados a cumplir con la labor de protección de los derechos humanos. En
este sentido, la Corte IDH ha destacado la subsidiaredad del sistema
internacional (en lo contencioso) y ha dado cuenta de la progresiva
incorporación del control por parte de la jurisprudencia constitucional
comparada. Subsidiaredad del sistema contencioso internacional Caso
Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia. Sentencia de Excepciones
Preliminares, Fondo y Reparaciones. Sentencia de 30 de noviembre de
2012. La responsabilidad estatal bajo la Convención sólo puede ser exigida
a nivel internacional después de que el Estado haya tenido la oportunidad
de declarar la violación y reparar el daño ocasionado por sus propios
medios. Esto se asienta en el principio de complementariedad
(subsidiariedad), que informa transversalmente el Sistema Interamericano
de Derechos Humanos, el cual es, tal como lo expresa el Preámbulo de la
misma Convención Americana, “coadyuvante o complementario de la
[protección] que ofrece el derecho interno de los Estados americanos”. De
tal manera, el Estado “es el principal garante de los derechos humanos de
la personas, de manera que, si se produce un acto violatorio de dichos
derechos, es el propio Estado quien tiene el deber de resolver el asunto a
nivel interno y, [en su caso,] reparar, antes de tener que responder ante
instancias internacionales como el Sistema Interamericano, lo cual deriva
del carácter subsidiario que reviste el proceso internacional frente a los
sistemas nacionales de garantías de los derechos humanos”. Esas ideas

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también han adquirido forma en la jurisprudencia reciente bajo la
concepción de que todas las autoridades y órganos de un Estado Parte en
la Convención tienen la obligación de ejercer un “control de
convencionalidad”. Lo anterior significa que se ha instaurado un control
dinámico y complementario de las obligaciones convencionales de los
Estados de respetar y garantizar derechos humanos, conjuntamente entre
las autoridades internas (primariamente obligadas) y las instancias
internacionales (en forma complementaria), de modo que los criterios de
decisión puedan ser conformados y adecuados entre sí. Así, la
jurisprudencia de la Corte muestra casos en que se retoman decisiones de
tribunales internos para fundamentar y conceptualizar la violación de la
Convención en el caso específico. En otros casos se ha reconocido que, en
forma concordante con las obligaciones internacionales, los órganos,
instancias o tribunales internos han adoptado medidas adecuadas para
remediar la situación que dio origen al caso; ya han resuelto la violación
alegada; han dispuesto reparaciones razonables, o han ejercido un
adecuado control de convencionalidad. Es decir, si bien el Sistema tiene
dos órganos “competentes para conocer de los asuntos relacionados con el
cumplimiento de los compromisos contraídos por los Estados Partes en la
Convención”29, la Corte solo puede “conocer un caso” cuando se han
“agotado los procedimientos previstos en los artículos 48 a 50” de dicho
instrumento, sea el procedimiento de peticiones individuales ante la
Comisión Interamericana. De tal modo, solamente si un caso no se ha
solucionado a nivel interno, como correspondería primariamente hacerlo a
cualquier Estado Parte en la Convención en ejercicio efectivo del control de
convencionalidad, entonces el caso puede llegar ante el Sistema, en cuyo
caso debería resolverse ante la Comisión y, solamente si las
recomendaciones de ésta no han sido cumplidas, el caso podría llegar ante
la Corte. De tal manera, el funcionamiento lógico y adecuado del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos implica que, en tanto “sistema”, las
partes deben presentar sus posiciones e información sobre los hechos en
forma coherente y de acuerdo con los principios de buena fe y seguridad
jurídica, de modo que permitan a las otras partes y a los órganos
interamericanos una adecuada sustanciación de los casos. La posición
asumida por el Estado en el procedimiento ante la Comisión determina
también en gran medida la posición de las presuntas víctimas, sus
familiares o sus representantes, lo que llega a afectar el curso del
procedimiento. Jurisprudencia de altos tribunales de la región Caso
Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010.
Así, por ejemplo, tribunales de la más alta jerarquía en la región se han
referido y han aplicado el control de convencionalidad teniendo en cuenta
interpretaciones efectuadas por la Corte Interamericana. La Sala
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica ha señalado
que: debe advertirse que si la Corte Interamericana de Derechos Humanos
es el órgano natural para interpretar la Convención Americana sobre
Derechos Humanos […], la fuerza de su decisión al interpretar la
convención y enjuiciar leyes nacionales a la luz de esta normativa, ya sea
en caso contencioso o en una mera consulta, tendrá –de principio- el
mismo valor de la norma interpretada. Por su parte, el Tribunal
Constitucional de Bolivia ha señalado que: En efecto, el Pacto de San José
de Costa Rica, como norma componente del bloque de constitucionalidad,
est[á] constituido por tres partes esenciales, estrictamente vinculadas

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entre sí: la primera, conformada por el preámbulo, la segunda denominada
dogmática y la tercera referente a la parte orgánica. Precisamente, el
Capítulo VIII de este instrumento regula a la C[orte] Interamericana de
Derechos Humanos, en consecuencia, siguiendo un criterio de
interpretación constitucional “sistémico”, debe establecerse que este
órgano y por ende las decisiones que de él emanan, forman parte también
de este bloque de constitucionalidad. Esto es así por dos razones jurídicas
concretas a saber: 1) El objeto de la competencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos; y, 2) La aplicación de la doctrina
del efecto útil de las sentencias que versan sobre Derechos Humanos.
Asimismo, la Suprema Corte de Justicia de República Dominicana ha
establecido que: en consecuencia, es de carácter vinculante para el Estado
dominicano, y, por ende, para el Poder Judicial, no sólo la normativa de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos sino sus interpretaciones
dadas por los órganos jurisdiccionales, creados como medios de
protección, conforme el artículo 33 de ésta, que le atribuye competencia
para conocer de los asuntos relacionados con el cumplimiento de los
compromisos contraídos por los Estados partes. De otro lado, el Tribunal
Constitucional del Perú ha afirmado que: La vinculatoriedad de las
sentencias de la C[orte Interamericana] no se agota en su parte resolutiva
(la cual, ciertamente, alcanza sólo al Estado que es parte en el proceso),
sino que se extiende a su fundamentación o ratio decidendi, con el
agregado de que, por imperio de la [Cuarta Disposición Final y Transitoria
(CDFT)] de la Constitución y el artículo V del Título Preliminar del [Código
Procesal Constitucional], en dicho ámbito la sentencia resulta vinculante
para todo poder público nacional, incluso en aquellos casos en los que el
Estado peruano no haya sido parte en el proceso. En efecto, la capacidad
interpretativa y aplicativa de la Convención que tiene la C[orte
Interamericana], reconocida en el artículo 62.3 de dicho tratado, aunada al
mandato de la CDFT de la Constitución, hace que la interpretación de las
disposiciones de la Convención que se realiza en todo proceso, sea
vinculante para todos los poderes públicos internos, incluyendo, desde
luego, a este Tribunal. Dicho Tribunal también ha establecido que: se
desprende la vinculación directa entre la Corte Interamericana de
Derechos Humanos y este Tribunal Constitucional; vinculación que tiene
una doble vertiente: por un lado, reparadora, pues interpretado el derecho
fundamental vulnerado a la luz de las decisiones de la Corte, queda
optimizada la posibilidad de dispensársele una adecuada y eficaz
protección; y, por otro, preventiva, pues mediante su observancia se evitan
las nefastas consecuencias institucionales que acarrean las sentencias
condenatorias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para la
seguridad jurídica del Estado peruano. La Corte Suprema de Justicia de la
Nación de Argentina ha referido que las decisiones de la Corte
Interamericana “resulta[n] de cumplimiento obligatorio para el Estado
Argentino (art. 68.1, CADH)”, por lo cual dicha Corte ha establecido que
“en principio, debe subordinar el contenido de sus decisiones a las de dicho
tribunal internacional”. Igualmente, dicha Corte Suprema estableció “que
la interpretación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
debe guiarse por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos” ya que se “trata de una insoslayable pauta de interpretación
para los poderes constituidos argentinos en el ámbito de su competencia y,
en consecuencia, también para la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a
los efectos de resguardar las obligaciones asumidas por el Estado

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argentino en el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos
Humanos”. Además, la Corte Constitucional de Colombia ha señalado que
en virtud de que la Constitución colombiana señala que los derechos y
deberes constitucionales deben interpretarse “de conformidad con los
tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por
Colombia”, se deriva “que la jurisprudencia de las instancias
internacionales, encargadas de interpretar esos tratados, constituye un
criterio hermenéutico relevante para establecer el sentido de las normas
constitucionales sobre derechos fundamentales”. Caso Gelman Vs.
Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011.
[…] Otros tribunales nacionales se han referido también a los límites de la
democracia en relación con la protección de derechos fundamentales.
Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de febrero de 2012. Así, por ejemplo, tribunales de la más
alta jerarquía en la región, tales como la Sala Constitucional de la Corte
Suprema de Justicia de Costa Rica39, el Tribunal Constitucional de
Bolivia40, la Suprema Corte de Justicia de República Dominicana41, el
Tribunal Constitucional del Perú42, la Corte Suprema de Justicia de la
Nación de Argentina43, la Corte Constitucional de Colombia44, la
Suprema Corte de la Nación de México45 y la Corte Suprema de
Panamá46 se han referido y han aplicado el control de convencionalidad
teniendo en cuenta interpretaciones efectuadas por la Corte
Interamericana. En el mismo sentido: Caso Furlan y Familiares Vs.
Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2012, párr. 304. Caso Gelman Vs.
Uruguay. Supervisión de Cumplimiento de Sentencia. Resolución de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos 20 de marzo de 2013. Al
respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación de Argentina ha
referido que las decisiones de la Corte Interamericana “resulta[n] de
cumplimiento obligatorio para el Estado Argentino (art. 68.1, CADH)”, por
lo cual dicha Corte ha establecido que “en principio, debe subordinar el
contenido de sus decisiones a las de dicho tribunal internacional”.
Igualmente, dicha Corte Suprema manifestó “que la interpretación de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos debe guiarse por la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, ya que
se “trata de una insoslayable pauta de interpretación para los poderes
constituidos argentinos en el ámbito de su competencia y, en
consecuencia, también para la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a
los efectos de resguardar las obligaciones asumidas por el Estado
argentino en el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos
Humanos”. Por su parte, el Tribunal Constitucional de Bolivia ha indicado
que: [E]n efecto, el Pacto de San José de Costa Rica, como norma
componente del bloque de constitucionalidad, est[á] constituido por tres
partes esenciales, estrictamente vinculadas entre sí: la primera,
conformada por el preámbulo, la segunda denominada dogmática y la
tercera referente a la parte orgánica. Precisamente, el Capítulo VIII de este
instrumento regula a la C[orte] Interamericana de Derechos Humanos, en
consecuencia, siguiendo un criterio de interpretación constitucional
“sistémico”, debe establecerse que este órgano y por ende las decisiones
que de él emanan, forman parte también de este bloque de
constitucionalidad. Esto es así por dos razones jurídicas concretas a saber:
1) El objeto de la competencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos; y, 2) La aplicación de la doctrina del efecto útil de las sentencias

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que versan sobre Derechos Humanos. Además, en la sentencia C-442 de 25
de mayo de 2011, la Corte Constitucional de Colombia apuntó que “la
jurisprudencia de la Corte IDH contiene la interpretación auténtica de los
derechos contenidos en la [Convención Americana], instrumento
internacional que integra el parámetro de control de constitucionalidad”.
Asimismo, en la sentencia C-370 de 18 de mayo de 2006, al analizar
distintas disposiciones de la ley n.° 975 de 2005 relacionadas con los
derechos de las víctimas de graves violaciones de derechos humanos, la
Corte Constitucional de Colombia señaló respecto de la jurisprudencia de
la Corte que son decisiones “que expresan la interpretación auténtica de
los derechos protegidos por la Convención Americana sobre Derechos
Humanos […]”. Además, la Corte Constitucional de Colombia ha señalado
que, en virtud de que la Constitución colombiana señala que los derechos y
deberes constitucionales deben interpretarse “de conformidad con los
tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por
Colombia”, se deriva “que la jurisprudencia de las instancias
internacionales, encargadas de interpretar esos tratados, constituye un
criterio hermenéutico relevante para establecer el sentido de las normas
constitucionales sobre derechos fundamentales”. La Sala Constitucional de
la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica ha señalado que: debe
advertirse que si la Corte Interamericana de Derechos Humanos es el
órgano natural para interpretar la Convención Americana sobre Derechos
Humanos […], la fuerza de su decisión al interpretar la Convención y
enjuiciar leyes nacionales a la luz de esta normativa, ya sea en caso
contencioso o en una mera consulta, tendrá –de principio- el mismo valor
de la norma interpretada. Además, en el caso Fermín Ramírez vs.
Guatemala, la Corte Interamericana ordenó al Estado la realización de un
nuevo juicio al que debía ser sometido el peticionario. La Corte observó y
valoró positivamente los términos del Acuerdo No. 96-2006 tomado por la
Corte Suprema de Justicia de Guatemala, el cual constituía un precedente
de importante trascendencia en el ámbito del sistema interamericano en lo
concerniente a la ejecución de sentencias de este Tribunal, al designar un
tribunal para que realizara un nuevo juicio en virtud de lo resuelto por la
Corte Interamericana. Por otra parte, la Cámara Penal de la Corte
Suprema de Justicia de Guatemala emitió diversas resoluciones
declarando la autoejecutabilidad de las sentencias dictadas por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en los casos De la “Panel Blanca”
(Paniagua Morales y otros), De los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y
otros), Bámaca Velásquez, y Carpio Nicolle y otros, todos contra el Estado
de Guatemala. En estos fallos, la Corte Interamericana encontró que el
proceso penal referido a cada uno de los casos mencionados había violado
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, por lo que, en
consecuencia, ordenó al Estado guatemalteco investigar efectivamente los
hechos que generaron dichas violaciones, así como identificar, juzgar y
sancionar a los responsables. En cumplimiento de lo ordenado por la Corte
Interamericana, la Cámara Penal de la Corte Suprema declaró la nulidad de
las sentencias nacionales correspondientes así como de todo lo actuado
con posterioridad y, en consecuencia, ordenó un nuevo procesamiento
respetuoso de las reglas del debido proceso y el cumplimiento de los fines
del proceso penal de demostración de los hechos y sanción de los autores
responsables. Finalmente, la Cámara Penal de la Corte Suprema declaró
que como la República de Guatemala no podía oponer su Derecho interno
ni alegar ausencia de procedimientos o normativa para el cumplimiento de

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la sentencia internacional, el acto de ejecución de la misma tenía el efecto
de acto extraordinario del procedimiento común. Por su parte, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación de México ha señalado que “las sentencias
condenatorias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos son
obligatorias para el Poder Judicial de la Federación en sus términos. Por
tanto [en los casos en que México haya sido parte del caso], para el Poder
Judicial son vinculantes no solamente los puntos de resolución concretos
de la sentencia, sino la totalidad de los criterios contenidos en la sentencia
mediante la cual se resuelve ese litigio”. Asimismo, el 12 de mayo de 2010,
mediante el Acuerdo Número 240, el Pleno de la Corte Suprema de Justicia
de Panamá indicó que “la República de Panamá, como miembro de la
comunidad internacional, reconoce, respeta y acata las decisiones de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos”, y resolvió remitir el Fallo de
este Tribunal en relación con el caso Tristán Donoso a la Sala Penal de la
Corte Suprema de Justicia. Posteriormente, la Sala Segunda de lo Penal de
la Corte Suprema de Justicia emitió una sentencia en la que se indicó que
“en atención a lo dispuesto en la sentencia de 27 de enero de 2009, dictada
por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, considera[ba] esta
Superioridad necesaria la absolución del señor Santander Tristán Donoso
de los cargos como autor del delito de Calumnia […] y en consecuencia,
dejar sin efecto, la pena”. 83. De otro lado, el Tribunal Constitucional del
Perú ha afirmado que: [L]a vinculatoriedad de las sentencias de la C[orte
Interamericana] no se agota en su parte resolutiva (la cual, ciertamente,
alcanza sólo al Estado que es parte en el proceso), sino que se extiende a su
fundamentación o ratio decidendi, con el agregado de que, por imperio de
la [Cuarta Disposición Final y Transitoria (CDFT)] de la Constitución y el
artículo V del Título Preliminar del [Código Procesal Constitucional], en
dicho ámbito la sentencia resulta vinculante para todo poder público
nacional, incluso en aquellos casos en los que el Estado peruano no haya
sido parte en el proceso. En efecto, la capacidad interpretativa y aplicativa
de la Convención que tiene la C[orte Interamericana], reconocida en el
artículo 62.3 de dicho tratado, aunada al mandato de la CDFT de la
Constitución, hace que la interpretación de las disposiciones de la
Convención que se realiza en todo proceso, sea vinculante para todos los
poderes públicos internos, incluyendo, desde luego, a este Tribunal. Dicho
Tribunal también ha establecido que: se desprende la vinculación directa
entre la Corte Interamericana de Derechos Humanos y este Tribunal
Constitucional; vinculación que tiene una doble vertiente: por un lado,
reparadora, pues interpretado el derecho fundamental vulnerado a la luz
de las decisiones de la Corte, queda optimizada la posibilidad de
dispensársele una adecuada y eficaz protección; y, por otro, preventiva,
pues mediante su observancia se evitan las nefastas consecuencias
institucionales que acarrean las sentencias condenatorias de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos para la seguridad jurídica del Estado
peruano. Asimismo, la Suprema Corte de Justicia de República Dominicana
ha establecido que: en consecuencia, es de carácter vinculante para el
Estado dominicano, y, por ende, para el Poder Judicial, no sólo la
normativa de la Convención Americana sobre Derechos Humanos sino sus
interpretaciones dadas por los órganos jurisdiccionales, creados como
medios de protección, conforme el artículo 33 de ésta, que le atribuye
competencia para conocer de los asuntos relacionados con el
cumplimiento de los compromisos contraídos por los Estados Partes. De lo
anterior se desprende que varios tribunales nacionales de la más alta

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jerarquía han entendido que la jurisprudencia internacional es fuente de
derecho, si bien con distintos alcances, y han utilizado los obiter dicta y/o
las ratio decidendi de dicha jurisprudencia para fundamentar o guiar sus
decisiones e interpretaciones.

c. CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS Suscrita en


la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos,
San José, Costa Rica, 7 al 22 de noviembre de 1969, Adoptada en San José,
Costa Rica el 22 de noviembre de 1969, Entrada en Vigor: 18 de julio de
1978, conforme al Artículo 74.2 de la Convención, Depositario: Secretaría
General OEA (Instrumento Original y Ratificaciones) Serie sobre Tratados
OEA Nº 36 – Registro ONU 27/08/1979 Nº 17955. Los Estados Americanos
signatarios de la presente Convención, Reafirmando su propósito de
consolidar en este Continente, dentro del cuadro de las instituciones
democráticas, un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado
en el respeto de los derechos esenciales del hombre;
Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho
de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento
los atributos de la persona humana, razón por la cual justifican una
protección internacional, de naturaleza convencional coadyuvante o
complementaria de la que ofrece el derecho interno de los Estados
americanos; Considerando que estos principios han sido consagrados en la
Carta de la Organización de los Estados Americanos, en la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos que han sido reafirmados y
desarrollados en otros instrumentos internacionales, tanto de ámbito
universal como regional; Reiterando que, con arreglo a la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, sólo puede realizarse el ideal del ser
humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean condiciones que
permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y
culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos, y Considerando
que la Tercera Conferencia Interamericana Extraordinaria (Buenos Aires,
1967) aprobó la incorporación a la propia Carta de la Organización de
normas más amplias sobre derechos económicos, sociales y educacionales
y resolvió que una convención interamericana sobre derechos humanos
determinara la estructura, competencia y procedimiento de los órganos
encargados de esa materia.

d. PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS: El


Honorable Congreso de la República, en Decreto número 9-92, emitido el
19 de febrero de 1992, dio su aprobación al “PACTO INTERNACIONAL DE
DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS”, abierto afirma en Nueva York, el 19 de
Diciembre de 1966. Considerando que, conforme a los principios
enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la
paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad
inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos
iguales e inalienables, Reconociendo, que estos derechos se derivan de la
dignidad inherente a la persona humana, Reconociendo que, con arreglo a
la Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede realizarse el
ideal del ser humano libre, en el disfrute de las libertades civiles y políticas
y liberado del temor y del a miseria, a menos que se creen condiciones que
permitan a cada persona gozar de sus derechos civiles y políticos, tanto
como de sus derechos económicos, sociales y culturales, Considerando que

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la Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de
promover el respeto universal y efectivo de los derechos y libertades
humanos. Comprendiendo que le individuo, por tener deberes respecto de
otros individuos y de la comunidad a que pertenece, tiene la obligación de
esforzarse por la consecución y la observancia de los derechos reconocidos
en este Pacto.

e. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Adoptada


y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), de 10 de
diciembre de 1948. Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el
mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los
derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia
humana, Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los
derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la
conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado, como la aspiración
más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres
humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de
palabra y de la libertad de creencias, Considerando esencial que los
derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de
que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión
contra la tiranía y la opresión, Considerando también esencial promover el
desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones, Considerando que
los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los
derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la
persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres; y se
han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de
vida dentro de un concepto más amplio de la libertad, Considerando que
los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación
con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo
a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y Considerando
que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor
importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso, La
Asamblea General Proclama la presente Declaración Universal de
Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y
naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las
instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante
la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y
aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su
reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los
pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios
colocados bajo su jurisdicción.

f. DIRECTRICES DE NACIONES UNIDAS APLICABLES AL PROCESO


PENAL: Recordando la Declaración Universal de Derechos Humanos, en
que se consagran los principios fundamentales de igualdad ante la ley y la
presunción de inocencia, así como el derecho a ser oído públicamente y
con justicia por un tribunal independiente e imparcial, junto con todas las
garantías necesarias para la defensa de toda persona acusada de un delito,
otras garantías mínimas y el derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas,
Recordando también el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
en particular su artículo 14, en el que se afirma que toda persona acusada
de un delito tendrá derecho a hallarse presente en el proceso y a
defenderse personalmente o ser asistida por un defensor de su elección o

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que se le nombre siempre que lo exija el interés de la justicia, a ser oída
públicamente y con las debidas garantías ante un tribunal competente,
independiente e imparcial establecido por la ley, Teniendo presentes las
Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, aprobadas por el
Consejo Económico y Social en su resolución 663 C (XXIV), de 31 de julio de
1957, y ampliadas por el Consejo en su resolución 2076 (LXII), de 13 de
mayo de 1977, conforme a las cuales toda persona detenida que no haya
sido juzgada estará autorizada, con miras a su defensa, a recibir visitas de
su abogado, Teniendo presente también el Conjunto de Principios para la
protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención
o prisión , en particular el principio 11, en que se establece que toda
persona detenida tiene el derecho de defenderse por sí misma o ser
asistida por un abogado según prescriba la ley, Teniendo presentes
además los Principios Básicos sobre la Función de los Abogado, en
particular el principio, en el que se establece que todas las personas,
cuando no dispongan de abogado, tendrán derecho, siempre que el interés
de la justicia así lo demande, a que se les asignen abogados con la
experiencia y competencia que requiera el tipo de delito de que se trate a
fin de que les presten asistencia jurídica eficaz y gratuita, si carecen de
medios suficientes para pagar sus servicios, Recordando la Declaración de
Bangkok sobre sinergias y respuestas: alianzas estratégicas en materia de
prevención del delito y justicia penal, especialmente su párrafo 18, en el
que se exhorta a los Estados Miembros a que adopten medidas, de
conformidad con su legislación nacional, para promover el acceso a la
justicia, considerar la posibilidad de facilitar asistencia jurídica a las
personas que la necesiten y habilitar a esas personas para que hagan valer
plenamente sus derechos en el sistema de justicia penal, Recordando
también la Declaración de Salvador sobre estrategias amplias ante
problemas globales: los sistemas de prevención del delito y justicia penal y
su desarrollo en un mundo en evolución, especialmente su párrafo 52, en el
que se recomienda a los Estados Miembros que procuren limitar, cuando
corresponda, el recurso a la prisión preventiva y que promuevan un mayor
acceso a mecanismos de administración de justicia y de asistencia letrada,
Recordando además la resolución 2007/24 del Consejo Económico y Social,
de 26 de julio de 2007, sobre la cooperación internacional para mejorar el
acceso a la asistencia judicial en los sistemas de justicia penal,
particularmente en África, Reconociendo que la asistencia jurídica es un
elemento esencial de un sistema de justicia penal justo, humano y eficiente
basado en el estado de derecho, y que es el fundamento para el disfrute de
otros derechos, en particular el derecho a un juicio justo, como la condición
previa para el ejercicio de esos derechos, así como una salvaguardia
importante que asegura la equidad fundamental y la confianza pública en
el proceso de justicia penal, Reconociendo también que los Estados
Miembros pueden aplicar los Principios y directrices de las Naciones
Unidas sobre el acceso a la asistencia jurídica en los sistemas de justicia
penal, que figuran en el anexo de la presente resolución, teniendo en
cuenta la gran variedad de los sistemas jurídicos y situaciones
socioeconómicas existentes en el mundo, 1. Observa con aprecio la labor
realizada por el grupo intergubernamental de expertos de composición
abierta sobre el fortalecimiento del acceso a la asistencia judicial en los
sistemas de justicia penal en su reunión celebrada en Viena del 16 al 18 de
noviembre de 2011 a fin de elaborar un conjunto de principios y directrices
sobre el acceso a la asistencia jurídica en los sistemas de justicia penal; 2.

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Aprueba los Principios y directrices de las Naciones Unidas sobre el acceso
a la asistencia jurídica en los sistemas de justicia penal, que figuran en el
anexo de la presente resolución, como marco útil para orientar a los
Estados Miembros sobre los principios en que se ha de asentar un sistema
de asistencia jurídica en materia de justicia penal, teniendo en cuenta el
contenido de la presente resolución y que todos los elementos que figuran
en el anexo se aplicarán en conformidad con la legislación nacional; 3.
Invita a los Estados Miembros a que, en conformidad con su legislación
nacional, adopten y fortalezcan medidas para asegurar que se preste
asistencia jurídica eficaz, en consonancia con el espíritu de los Principios y
directrices, teniendo en cuenta la diversidad de los sistemas de justicia
penal de los diferentes países y regiones de todo el mundo y el hecho de
que esa asistencia se desarrolla atendiendo al equilibrio global del sistema
de justicia penal, así como a las circunstancias de los países y regiones; 4.
Alienta a los Estados Miembros a que, cuando proceda, consideren la
posibilidad de prestar asistencia jurídica y de proporcionarla en la mayor
medida posible; 5. Alienta también a los Estados Miembros a que se basen
en los Principios y directrices, según proceda, y en conformidad con el
derecho nacional, cuando emprendan iniciativas y adopten medidas a nivel
nacional para mejorar el acceso a la asistencia jurídica en los sistemas de
justicia penal; 6. Solicita a la Oficina de las Naciones Unidas contra la
Droga y el Delito que, a reserva de la disponibilidad de recursos
extrapresupuestarios, siga prestando servicios de asesoramiento y
asistencia técnica a los Estados Miembros que lo soliciten en la esfera de la
reforma de la justicia penal, incluidas la justicia restaurativa, las
alternativas al encarcelamiento y la elaboración de planes integrados de
prestación de asistencia jurídica; 7. Solicita también a la Oficina de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que, a reserva de la
disponibilidad de recursos extrapresupuestarios, dé amplia difusión a los
Principios y directrices, especialmente preparando instrumentos
pertinentes tales como manuales y guías de capacitación; 8. Invita a los
Estados Miembros y otros donantes a que aporten recursos
extrapresupuestarios para los fines descritos supra, de conformidad con las
reglas y procedimientos de las Naciones Unidas; 9. Solicita al Secretario
General que informe a la Comisión de Prevención del Delito y Justicia
Penal, en su 23º período de sesiones, sobre la aplicación de la presente
resolución. 60ª sesión plenaria 20 de diciembre de 2012. (leer documento).

g. SISTEMAS INTERNOS DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS


HUMANOS: El desarrollo sin precedente que han adquirido en la
actualidad los derechos humanos en el plano internacional, podría dar
lugar al ocultamiento de forma singular de la exigencia de asegurar su
protección en primer lugar en el ámbito nacional, que es impuesto
específicamente a cada Estado. Se constata efectivamente que un
verdadero Código Internacional de Derechos Humanos ha sido elaborado,
en tanto que una red de órganos se ha puesto en funcionamiento
progresivamente en el seno de organizaciones tanto mundiales como
regionales. Tal expansión de normas y de procedimientos internacionales,
puede incitar (a la opinión pública y a los medios de prensa especialmente)
a considerar que es la comunidad internacional y las instituciones que ella
ha creado , que son principal y directamente responsables de la puesta en
funcionamiento del respeto a los derechos humanos en todo el mundo. Al
punto que hoy escuchamos corrientemente la pregunta "¿pero, que es lo

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que hace la ONU para garantizar los derechos humanos en tal o cual país?,"
como si la Organización mundial fuese directamente responsable de los
derechos humanos y de las violaciones a los mismos dentro de las
fronteras de un Estado. Ahora bien, es el Estado, a través de sus diferentes
instituciones, que es el primer responsable de la garantía de estos derechos
respecto de sus propios ciudadanos y de toda persona sometida a su
jurisdicción. Esta responsabilidad se afirma explícitamente en la Carta de
Naciones Unidas, en cuyos términos "Todos los miembros se
comprometen a tomar medidas conjunta o separadamente, en
cooperación con la Organización" en vista del "respeto universal y efectivo
de los derechos humanos y de las libertades fundamentales". Y los
múltiples instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos
que desde allí se han adoptado tanto dentro del marco de las Naciones
Unidas y de sus instituciones especializadas, como de las diversas
organizaciones regionales, apuntan a definir concretamente, los
compromisos de cada Estado en instituir los mecanismos de control.
Recientemente, la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos a
subrayado en su Declaración y su Programa de Ación "la obligación que
tienen todos los Estados, conforme a la Carta de las Naciones Unidas, de
desarrollar y de alentar el respeto de los derechos humanos y de las
libertades fundamentales para todos, sin distinción de raza, sexo, idioma o
religión"; y el Programa de Acción insiste sobre la responsabilidad primera
en materia de derechos humanos, al declarar que "su promoción y su
protección incumben primeramente, a los gobiernos". Igualmente, si esta
afirmación parece hacer notar lo evidente, sin duda no deviene inútil
recordarle a los Estados sus obligaciones en tanto que primeros actores
garantes de los derechos humanos, y responsables de las violaciones a los
mismos. Más allá que ella reposa sobre la voluntad política de los
gobiernos, la puesta en marcha y la protección de los derechos humanos
en el seno de cada Estado depende inicialmente del estado de normas y
reglas que fundan y rigen la vida en sociedad. Así lo enuncia la Declaración
Universal de los Derechos Humanos "Toda persona tiene derecho a que se
establezca un orden social e internacional en el que los derechos y
libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente
efectivos". Esto implica la existencia del "estado de derecho" y la
instauración de la "sociedad democrática" a la que se refieren los
principales instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos.
Es propio, luego, de las instituciones donde se dota al Estado de la facultad
de asegurar el respeto de los derechos humanos: las instituciones "clásicas"
que ponen de pie los poderes legislativo, judicial y ejecutivo, e igualmente
las instituciones específicas de promoción y de protección que se han
desarrollado más recientemente en un numerosos países, tales como el
Ombudsman y las comisiones nacionales de derechos humanos. En el
presente capítulo, después de haber recordado brevemente las
condiciones necesarias a la instauración de todo sistema nacional de
protección de los derechos humanos, intentaremos de ubicar el lugar de
las instituciones tradicionalmente encargadas de garantizar estos
derechos, para examinar, seguidamente, el rol de las nuevas instituciones
creadas específicamente en la materia.

h. INTERNACIONALIZACIÓN Y PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS


HUMANOS: El proceso de internacionalización de los derechos humanos
comienza su desarrollo con la creación del sistema de Naciones Unidas en

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1945. El tremendo impacto que significó la Segunda Guerra Mundial desde
el punto de vista humano, hizo que la sociedad internacional llegara al
consenso de la necesidad de que los temas de los derechos humanos no
fuesen solo competencia de los Estados nacionales, sino que a nivel
internacional existieran, también, mecanismos e instituciones encargadas
de su protección.
Es importante destacar que la relación entre el ejercicio de la soberanía
nacional, entendida esta como la capacidad de los Estados nacionales de
decidir autónomamente sobre sus cuestiones internas y el desarrollo de
instrumentos jurídicos internacionales[2] en materia de derechos
humanos, está dada porque una vez que el Estado decide soberanamente
ser parte de uno de estos instrumentos jurídicos internacionales, estos
constituyen una limitación al ejercicio de la soberanía nacional, ya que el
Estado en cuestión está obligado a actuar de acuerdo a lo que se dispone
en dicho instrumento jurídico internacional. Por supuesto, siempre existe
la posibilidad de denunciar[3] este instrumento y salirse de su marco
regulatorio, pero en el tema de los derechos humanos esto siempre va a
implicar algún costo político.
La Carta de las Naciones Unidas reconoce como uno de sus objetivos “…el
desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo,
idioma o religión.”[4]
Los principales instrumentos internacionales en materia de derechos
humanos son aquellos que conforman la llamada “Carta Internacional de
los Derechos Humanos”, estos son:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948. A
pesar de ser un instrumento que no es jurídicamente vinculante para los
Estados, es el documento más importante desde el punto de vista del
derecho internacional de los derechos humanos.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 y sus dos
Protocolos Facultativos (el primero estableciendo el procedimiento para
que las personas pudieran presentar reclamaciones ante el Comité de
Derechos Humanos por violaciones de sus derechos y, el segundo, sobre la
eliminación de la pena de muerte).
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de
1966 y su Protocolo Facultativo de 2008, que posibilita a cualquier persona
o grupo que alegue violaciones a estos derechos y que haya agotado todas
las vías jurídicas nacionales, presentar sus casos ante el Comité de este
protocolo para su investigación[5] y [6].
Además de los instrumentos internacionales de los derechos humanos que
conforman la Carta Internacional de los Derechos Humanos, existen otro
grupo de tratados y protocolos muy importantes en esta materia, entre los
que se encuentran:
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial, de 1965.
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer, de 1979.
Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes, de 1984
Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989[7].
Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los
trabajadores migratorios y de sus familiares, de 1990.

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Convención Internacional para la protección de todas las personas contra
las desapariciones forzadas.
Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, de 2006.
Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer, de 1999.
Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño
relativo a la participación de niños en los conflictos armados, de 2000.
Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño
relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños
en la pornografía, de 2000.
Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, de 2002.
Protocolo Facultativo de la Convención sobre los derechos de las personas
con discapacidad, de 2006.
Existen muchos otros instrumentos internacionales que regulan materias
relativas a los derechos humanos. Los más significativos, por su cantidad y
lo que regulan, son las decisiones de la Organización Internacional del
Trabajo relacionadas con los derechos de los trabajadores.
La mayoría de estos tratados establecen comités para evaluar
periódicamente el cumplimiento por los Estados partes. Los mismos, a su
vez, tienen la obligación de emitir reportes periódicos, donde dan cuenta
de su actuar en la esfera específica del tratado en cuestión[8].
Además de los procedimientos específicos de cada uno de los tratados
relacionados con los derechos humanos, en el sistema de Naciones Unidas
se creó, desde el 2006, el Consejo de Derechos Humanos[9], que “es un
órgano intergubernamental del sistema de las Naciones Unidas compuesto
por 47 Estados, responsable de la promoción y protección de todos los
derechos humanos en el mundo entero”[10]. Este Consejo sustituyó a la
Comisión de Derechos Humanos, que desde 1947 se había encargado del
tema, pero que fue objeto de innumerables críticas por el tratamiento
parcializado y motivado por intereses políticos[11].
El principal mecanismo con que cuenta el Consejo de Derechos Humanos
para darle seguimiento al estado de la cuestión en cada país es el Examen
Periódico Universal (EPU), en el que periódicamente se examina el
comportamiento de todos los Estados en esta materia. El EPU fue
concebido en la Resolución de la Asamblea General que creó el Consejo de
Derechos Humanos, con el objetivo de dar un trato homogéneo a todos los
países cuando se evalúan las situaciones de derechos humanos[12].
El Consejo de Derechos Humanos también cuenta con los Procedimientos
Especiales, que son mecanismos establecidos por la extinta Comisión de
Derechos Humanos y asumidos por el Consejo, para tratar asuntos
específicos por países o por cuestiones temáticas (tortura, alimentación,
independencia de jueces y abogados, etc.). Hasta marzo de 2015 estaban
en vigor 41 mandatos temáticos y 14 mandatos de país[13].
Como uno de los resultados de la Conferencia Mundial sobre Derechos
Humanos celebrada en Viena en 1993, la Asamblea General de las
Naciones Unidas creó la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos
Humanos. El Alto Comisionado dirige los esfuerzos de las Naciones Unidas
en esta importante materia, y apoya el trabajo del Consejo de Derechos
Humanos y de los principales órganos creados, en virtud de tratados
establecidos para supervisar que los Estados parte cumplan con los
tratados internacionales.[14]

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El desarrollo del derecho internacional de los derechos humanos no solo ha
sido a nivel mundial. También a nivel regional se han creado mecanismos e
instituciones de defensa de los derechos humanos. En Europa se aprobó,
en 1950, el Convenio Europeo de Derechos Humanos, que ha sido
modificado en varias ocasiones, el cual creó el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos, que tiene una larga jurisprudencia en materia de
derechos humanos. En América se estableció el Sistema Interamericano de
Derechos Humanos, cuyos principales instrumentos jurídicos son la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Carta
de la Organización de Estados Americanos, ambos de 1948; y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en vigor desde 1978.
Asimismo, dentro de este sistema se cuenta con la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. Procesos similares han ocurrido en África y Asia con la
firma de tratados regionales sobre los derechos humanos y la creación de
instituciones para velar por el cumplimiento de estos.
En la evolución del proceso de internacionalización de los derechos
humanos se han priorizado los derechos civiles y políticos sobre los
socioeconómicos y culturales. Si bien hasta la desaparición de la URSS y
del bloque socialista, existía un determinado equilibrio en el tratamiento
de los derechos, debido a que los países socialistas le daban
preponderancia a los derechos sociales, económicos y culturales y los
países occidentales se “preocupaban” más por los derechos civiles
políticos. Después de la desaparición de la URSS y del bloque socialista
europeo, las potencias ganadoras de la Guerra Fría impusieron su agenda
de los derechos humanos en casi todo el sistema internacional, en la que se
favorecían los derechos civiles y políticos sobre los socioeconómicos y
culturales. Esto no solo sucedía a nivel de organismos gubernamentales,
sino que también a nivel de la sociedad civil transnacional diversas ONGs
occidentales, con muchos recursos financieros y humanos, impusieron su
visión sobre los derechos humanos. La respuesta a este proceso vino de los
países del sur, que eran los generalmente acusados por violadores de los
derechos humanos, entendidos estos principalmente como derechos
civiles y políticos.
Los resultados de la búsqueda de este equilibrio son evidentes en los
documentos finales de la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos
de 1993, en los que se reconoce la universalidad y la interdependencia de
los derechos humanos. El conflicto entre diversas visiones sobre los
derechos humanos hizo que la Comisión de Derechos Humanos se
convirtiera en un órgano de tipo político, secuestrado por las
contradicciones políticas entre diferentes países y dejó de preocuparse por
casos muy graves de violaciones de derechos humanos que ocurrieron en
los años 90 e inicio de los 2000, lo que llevó a la Comisión a un gran
descrédito, que concluyó con su eliminación y a la creación del Consejo de
Derechos Humanos.
A pesar del esfuerzo de la comunidad internacional y del sistema de
Naciones Unidas no se ha logrado la eliminación de las violaciones
masivas, flagrantes y continuadas de los derechos humanos en el mundo.
Los conflictos armados en el Medio Oriente, la guerra civil en Siria, las
acciones del llamado Estado Islámico, la continuidad por más de 60 años
de la violación de los derechos del pueblo palestino, unida a los conflictos
internos en África, el auge de la violencia extrema en México y
Centroamérica, donde los principales violadores son actores no estatales y

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los gobiernos no tienen la capacidad de detener esta escalada de violencia,
a lo que se suman políticas de Estado contra los derechos de los grupos
menos favorecidos como las mujeres y los niños, el aumento de la
xenofobia y el racismo, hacen que el panorama de los derechos humanos
no sea muy favorable en el mundo.
Por estas tristes y dolorosas razones es por lo que la lucha por los derechos
humanos, tanto a nivel nacional como internacional, se convierte en uno
de los paradigmas emancipatorios más importantes del siglo XXI, por el
que siguen muriendo anónimamente muchas personas en el mundo.

i. INSTITUCIONES PROTECTORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS:


Las organizaciones que defienden los Derechos Humanos, son
organismos, instituciones y en general entidades que se dedican a
promover, procurar la defensa y, hacer regir los derechos inherentes a cada
individuo. Su trabajo está destinado a la promoción y protección de las
legalidades escritas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La cual fue establecida en el año 1948 por la Asamblea General de las
Naciones Unidas. Los derechos que defienden son aquellos inherentes a
cada individuo por la sola razón de pertenecer a la raza humana. Siendo
estos de carácter inalienable e independiente respecto a cualquier
elemento particular o singular. Como raza, nacionalidad, religión o sexo,
entre otros.
Al mismo tiempo los Derechos Humanos son irrevocables, intransferibles e
irrenunciables. Teniendo una base moral y ética la cual debe ser respetada
por todos.
Los Derechos Humanos han cobrado una gran relevancia con el paso de los
años, siendo motivo de preocupación en muchas sociedades del mundo.
Las principales organizaciones e instituciones defensoras de los Derechos
Humanos
Amnistía Internacional Consiste en un movimiento a nivel mundial, con
más de dos millones de integrantes de 152 países, quienes se encargan de
realizar investigaciones sobre situaciones de abuso o violación de los
Derechos Humanos. Esta organización tiene como objetivo realizar las
denuncias correspondientes, reclamando justicia para las personas que han
sufrido dichos abusos. Al mismo tiempo, se ocupan de emprender las
acciones necesarias para prevenirlos. 2- Centro de Acción de los Derechos
Humanos Esta organización se ocupa de todos los asuntos que se
encuentren relacionados con la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. Tiene como objetivo finalizar con los abusos de dichas
jurisprudencias, utilizando un método tecnológico e innovador para
fomentar nuevas estrategias destinadas a tal fin. Además, el Centro de
Acción de los Derechos Humanos procura brindar apoyo a otros grupos
defensores de los Derechos Humanos en distintas partes del mundo. 3-
Centro Simon Wiesenthal Este centro corresponde a una organización
internacional judía, que en su solidaridad con Israel, se dedica a enfrentar al
antisemitismo, el racismo, la discriminación y el terrorismo. Su trabajo está
destinado, entre otro, a promover la dignidad y los Derechos Humanos, a
defender la seguridad de las personas judías a nivel mundial; y a promover
las lecciones del Holocausto para las generaciones venideras. 4- El Fondo
para la Defensa de los Niños (CDF) Childrens Defense o el Fondo para la
Defensa de los Niños, realiza diferentes programas de intervención,
destinados a sacar a los niños de la pobreza y a garantizar su derecho a la
educación y a la salud. Al mismo tiempo, pretende protegerlos de los

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abusos y abandonos. Siendo su principal objetivo, garantizar los derechos
de los más indefensos: los niños. 5- Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF) UNICEF es una organización mundial sin fines de lucro,
que opera en más de 190 países, con el objetivo de proteger los derechos
humanos de todos los niños. Esta organización es una agencia de las
Naciones Unidas, creada en el año 1946, período posterior a la Segunda
Guerra Mundial. Hoy en día, su primer objetivo fue prestar ayuda en
situaciones de emergencia. A partir de 1953, se convirtió en un organismo
permanente de las Naciones Unidas y desde entonces tienen como misión
proteger y velar por los derechos de todos los niños del mundo. Entre otros
de sus trabajos, se encuentran: realizar misiones de protección de la
infancia, promover la educación de los menores, intervenir en situaciones
de emergencia como desastres naturales o provocados por el hombre,
etc. 6- Human Rights Watch A su vez, esta organización realiza
investigaciones correspondientes a abusos y violaciones de los derechos
humanos, las cuales exponen para que los culpables de tales faltas sean
juzgados. Human Rights Watch interviene en diferentes ámbitos, como la
política, la justicia, y los diferentes gobiernos de los países integrantes del
mundo con el objetivo de presionar en favor del cuidado y protección de
los Derechos Humanos; exigiendo justicia para sus violaciones. 7- La
Organización de Las Naciones Unidas (ONU) Esta organización tuvo sus
orígenes en el año 1945. Nació con el objetivo de proporcionar ayuda para
encontrar soluciones a los conflictos entre países. Trabaja en la adopción
de medidas en relación a todas las cuestiones de interés e inherentes a la
humanidad. En la actualidad, la ONU está compuesta por 193 países,
siendo una de las principales organizaciones internacionales dedicadas a la
protección y defensa de los Derechos Humanos. 8- Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
La UNESCO tiene como objetivo primordial construir y promover la paz.
Su trabajo consiste en coordinar la cooperación proveniente a nivel
internacional, en la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación. Esta
organización procura el fortalecimiento de la toma de consciencia en los
hombres, a nivel regional, nacional e internacional. Defiende derechos
como la educación, el derecho a vivir, el desarrollarse en un entorno rico
culturalmente, la capacidad de recibir los beneficios obtenidos por los
avances y logros científicos, la libertad de expresión, entre otros. 9-
Organización Mundial de la Salud (OMS) La OMS es una organización
mundial dedicada a la salud, surgida en el año 1948 con el objetivo de
construir un futuro más saludable para todos los individuos del mundo.
Más de 150 países integran la OMS, trabajando para la prevención,
promoción, cuidado y garantía del derecho fundamental de todos los seres
humanos: el derecho a la salud. Promoviendo y garantizando que todas las
personas tengan acceso a los distintos servicios de salud y puedan gozar de
su máximo grado.

j. SISTEMAS DE PROTECCION DE LOS DERECHOS HUMANOS:


El Derecho internacional de los derechos humanos es una rama
del Derecho internacional desarrollada para promover y proteger
los derechos humanos a nivel internacional, regional y nacional. Como
rama del Derecho internacional, se compone de una serie de instrumentos
internacionales obligatorios, en particular diversos tratados sobre
derechos humanos, y de la costumbre internacional. Existen otros
instrumentos internacionales de derechos humanos que, no siendo

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jurídicamente obligatorios, contribuyen a la aplicación, comprensión y
desarrollo del Derecho internacional de los derechos humanos.
a. UNIVERSALES: Sistema de protección de las Naciones Unidas Por
las Naciones Unidas
 Carta Internacional de Derechos Humanos
o El Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (adoptado en 1966)
o El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (adoptado en 1966)
Declaración Universal de los Derechos Humanos
Otros tratados
 La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio (adoptada en 1948)
 La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación Racial (adoptada en 1965)
 La Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer (adoptada en 1979)
 La Convención contra la tortura y otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes (adoptada en 1984)
 La Convención sobre los Derechos del Niño (adoptada
en 1989)
 La Convención internacional sobre la protección de los
derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus
familiares (adoptada en 1990)
 La Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (adoptada en 2006)
 La Convención Internacional para la protección de todas las
Personas contra las Desapariciones Forzadas (adoptada en 2006)
b.REGIONALES: Europa
Por el Consejo de Europa:
 La Convención Europea de Derechos Humanos (adoptada
en 1950), que instauró el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
 El Convenio del Consejo de Europa para la protección de los niños
contra la explotación y el abuso sexual (adoptada en 2007)
América
Artículo principal: Sistema interamericano de derechos humanos
Por la Organización de los Estados Americanos:
 La Convención Americana sobre Derechos Humanos (adoptada
en 1969), que ha creado la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.
 La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura (adoptada en 1987)
 la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas (adoptada en 1994)
África
Por la Organización para la Unidad Africana:
 La Carta Africana de Derechos Humanos y de los
Pueblos (adoptada en 1981), que ha creado la Corte Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos en 2004.

11. SISTEMAS DE PROTECCIÓN EN EL ÁMBITO INTERAMERICANO: El


Sistema Interamericano de Derechos Humanos es un escenario regional

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constituido por los Estados que integran la Organización de Estados
Americanos (OEA), cuya principal función es velar por el respeto,
protección y realización de los derechos humanos en el continente
americano.
Para ello, el Sistema Interamericano cuenta con dos instancias
independientes y a su vez complementarias, estas son, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.
a) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la
Comisión Interamericana” o la “CIDH”), organismo de naturaleza cuasi
jurisdiccional cuya función primordial es promover la observancia y la
defensa de los derechos humanos en el hemisferio.
b) La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante la “Corte
Interamericana” o la “Corte IDH”), órgano de carácter judicial, al cual en
ejercicio de su competencia contenciosa , le corresponde determinar la
responsabilidad internacional de los Estados, mediante la aplicación e
interpretación de la Convención Americana de Derechos Humanos y demás
instrumentos interamericanos.
Ante la Comisión , toda persona puede presentar peticiones o quejas
individuales sobre violaciones a los derechos consagrados en la Convención
Americana sobre Derechos Humanos o en otros instrumentos
interamericanos . Con posterioridad al conocimiento de la situación
denunciada y si se da el cumplimiento de una serie de requisitos, entre ellos
el haber agotado previamente los recursos internos disponibles, el caso se
declara admisible y se examina si está o no comprometida la
responsabilidad internacional del Estado, caso en el cual se produce un
Informe con Recomendaciones, y eventualmente en caso de
incumplimiento de aquellas el caso puede ser sometido a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
En esta presentación, abordaremos de manera concisa los casos más
representativos que son litigados actualmente por el Colectivo ante el
SIDH, respecto de los cuales haremos una clasificación metodológica,
teniendo como criterios diferenciadores, el contexto en que ocurrió cada
caso, el tipo de derechos violados en perjuicio de las víctimas y sus
familiares, así como las consecuencias particulares que se derivan de dichas
violaciones.
i. CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS:
Los Estados Americanos signatarios de la presente
Convención, Reafirmando su propósito de consolidar en
este Continente, dentro del cuadro de las instituciones
democráticas, un régimen de libertad personal y de justicia
social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del
hombre; Reconociendo que los derechos esenciales del
hombre no nacen del hecho de ser nacional de determinado
Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de
la persona humana, razón por la cual justifican una
protección internacional, de naturaleza convencional
coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho
interno de los Estados americanos; Considerando que estos
principios han sido consagrados en la Carta de la
Organización de los Estados Americanos, en la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos que han

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sido reafirmados y desarrollados en otros instrumentos
internacionales, tanto de ámbito universal como regional;
Reiterando que, con arreglo a la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, sólo puede realizarse el ideal del ser
humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean
condiciones que permitan a cada persona gozar de sus
derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de
sus derechos civiles y políticos, y Considerando que la
Tercera Conferencia Interamericana Extraordinaria (Buenos
Aires, 1967) aprobó la incorporación a la propia Carta de la
Organización de normas más amplias sobre derechos
económicos, sociales y educacionales y resolvió que una
convención interamericana sobre derechos humanos
determinara la estructura, competencia y procedimiento de
los órganos encargados de esa materia
ii. COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS
AMERICANOS: La CIDH es un órgano principal y autónomo
de la Organización de los Estados Americanos (OEA)
encargado de la promoción y protección de los derechos
humanos en el continente americano. Está integrada por
siete miembros independientes que se desempeñan en
forma personal y tiene su sede en Washington, D.C. Fue
creada por la OEA en 1959 y, en forma conjunta con la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), instalada
en 1979, es una institución del Sistema Interamericano de
protección de los derechos humanos (SIDH). El SIDH se
inició formalmente con la aprobación de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en la
Novena Conferencia Internacional Americana celebrada en
Bogotá en 1948, en el marco de la cual también se adoptó la
propia Carta de la OEA, que proclama los "derechos
fundamentales de la persona humana" como uno de los
principios en que se funda la Organización. El pleno respeto
a los derechos humanos aparece en diversas secciones de la
Carta. De conformidad con ese instrumento, "el sentido
genuino de la solidaridad americana y de la buena vecindad
no puede ser otro que el de consolidar en este Continente,
dentro del marco de las instituciones democráticas, un
régimen de libertad individual y de justicia social, fundado
en el respeto de los derechos esenciales del hombre". La
Carta establece la Comisión como un órgano principal de la
OEA, que tiene como función promover la observancia y la
defensa de los derechos humanos y servir como órgano
consultivo de la OEA en dicha materia.
La CIDH realiza su trabajo con base en tres pilares de trabajo:
 el Sistema de Petición Individual;
 el monitoreo de la situación de los derechos humanos en
los Estados Miembros, y
 la atención a líneas temáticas prioritarias.
A través de este andamiaje, la Comisión considera que en el
contexto de la protección de los derechos de toda persona
bajo la jurisdicción de los Estados americanos, es
fundamental dar atención a las poblaciones, comunidades

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y grupos históricamente sometidos a discriminación. En
forma complementaria, otros conceptos informan su
trabajo: el principio pro personae – según el cual la
interpretación de una norma debe hacerse de la manera
más favorable al ser humano - , la necesidad de acceso a la
justicia, y la incorporación de la perspectiva de género a
todas sus actividades.
iii. CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS:
La Corte Interamericana de Derechos
Humanos (acrónimo: Corte IDH) es un órgano judicial de
la Organización de los Estados Americanos (OEA) que goza
de autonomía frente a los demás órganos de aquella y que
tiene su sede en San José de Costa Rica. Su propósito es
aplicar e interpretar la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y otros tratados de derechos humanos a
los cuales se somete el llamado Sistema Interamericano de
Derechos Humanos. Los idiomas oficiales de la Corte son, al
igual que en la OEA, español, francés, inglés y portugués.
Los idiomas de trabajo son los que acuerde la Corte cada
año. Sin embargo, para un caso determinado, puede
adoptarse también como idioma de trabajo el de una de las
partes, siempre que sea oficial. En noviembre de 1969 se
celebró en San José de Costa Rica la Conferencia
Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos. En
ella, los delegados de los Estados Miembros de la
Organización de los Estados Americanos redactaron la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, que entró
en vigor el 18 de julio de 1978, al haber sido depositado el
undécimo instrumento de ratificación por un Estado
Miembro de la OEA. A la fecha, veinticinco naciones
americanas han ratificado o se han adherido a la
Convención: Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Colombia,
Costa Rica, Chile, Dominica, Ecuador, El
Salvador, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, M
éxico, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República
Dominicana, Surinam, Trinidad y
Tobago, Uruguay y Venezuela. Trinidad y Tobago denunció
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, por
comunicación dirigida al Secretario General de la OEA, el 26
de mayo de 1998. Venezuela denunció la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, por comunicación
dirigida al Secretario General de la OEA, el 10 de septiembre
de 2012. Este tratado regional es obligatorio para aquellos
Estados que lo ratifiquen o se adhieran a él y representa la
culminación de un proceso que se inició a finales de
la Segunda Guerra Mundial, cuando las naciones de América
se reunieron en México y decidieron que una declaración
sobre derechos humanos debería ser redactada, para que
pudiese ser eventualmente adoptada como convención. Tal
declaración, la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes de la persona, fue aprobada por los Estados
Miembros de la OEA en Bogotá, Colombia, en mayo de
1948. Con el fin de salvaguardar los derechos esenciales del

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hombre en el continente americano, la Convención
instrumentó dos órganos competentes para conocer de las
violaciones a los derechos humanos: La Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. La primera había
sido creada en 1959 e inició sus funciones en 1960, cuando el
Consejo de la OEA aprobó su Estatuto y eligió sus primeros
miembros. Sin embargo, el Tribunal no pudo establecerse y
organizarse hasta que entró en vigor la Convención. El 22 de
mayo de 1979 los Estados Partes en la Convención
Americana eligieron, durante el Séptimo Período
Extraordinario de Sesiones de la Asamblea General de la
OEA, a los juristas que en su capacidad personal, serían los
primeros jueces que compondrían la Corte Interamericana.
La primera reunión de la Corte se celebró el 29 y 30 de junio
de 1979 en la sede de la OEA en Huancayo D.C. La Asamblea
General de la OEA, el 1 de julio de 1978, recomendó aprobar
el ofrecimiento formal del Gobierno de Costa Rica para que
la sede de la Corte se estableciera en ese país. Esta decisión
fue ratificada después por los Estados Partes en la
Convención durante el Sexto Período Extraordinario de
Sesiones de la Asamblea General, celebrado en noviembre
de 1978. La ceremonia de instalación de la Corte se realizó
en San José el 3 de septiembre de 1979. Durante el Noveno
Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la
OEA fue aprobado el Estatuto de la Corte y, en agosto de
1980, la Corte aprobó su Reglamento, el cual incluye las
normas de procedimiento. En noviembre de 2009 durante el
LXXXV Período Ordinario de Sesiones, entró en vigor un
nuevo Reglamento de la Corte, el cual se aplica a todos los
casos que se tramitan actualmente ante la Corte. El 10 de
septiembre de 1981 el Gobierno de Costa Rica y la Corte
firmaron un Convenio de Sede, aprobado mediante Ley No.
6889 del 9 de septiembre de 1983, que incluye el régimen de
inmunidades y privilegios de la Corte, de los jueces, del
personal y de las personas que comparezcan ante ella. Este
Convenio de Sede está destinado a facilitar el normal
desenvolvimiento de las actividades de la Corte,
especialmente por la protección que da a todas aquellas
personas que intervengan en los procesos. Como parte del
compromiso contraído por el Gobierno de Costa Rica, en
noviembre de 1993 éste le donó a la Corte la casa que hoy
ocupa la sede del Tribunal. El 30 de julio de 1980 la Corte
Interamericana y el Gobierno de la República de Costa Rica
firmaron un convenio, aprobado por la Asamblea Legislativa
mediante Ley No. 6528 del 28 de octubre de 1980, por la
cual se creó el Instituto Interamericano de Derechos
Humanos. Bajo este Convenio se establece el Instituto como
una entidad internacional autónoma, de naturaleza
académica, dedicado a la enseñanza, investigación y
promoción de los derechos humanos, con un enfoque
multidisciplinario y con énfasis en los problemas de
América. El Instituto, con sede también en San José, Costa

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Rica, trabaja en apoyo del sistema interamericano de
protección internacional de los derechos humanos. El
sistema de promoción y protección de los derechos
humanos empieza con la adopción de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en la
Novena conferencia Internacional Americana que se realizó
en Colombia en la ciudad de Bogotá en el año 1948. Debido
a que se debe garantizar los derechos del hombre se ha
dado como resultado que el reconocimiento de los Derechos
Humanos es un principio fundamental del Sistema Regional
Americano. En la Novena Conferencia Internacional
Americana el gobierno de Brasil presentó una propuesta
para que se cree una Corte Interamericana destinada a
garantizar los derechos del hombre, considerando que
cuando se trata de los derechos internacionales
reconocidos, la protección jurídica para que pueda sea eficaz
debe de emanar de un organismo internacional. Por esta
razón recomendó a la comisión Jurídica Internacional que
elabore un proyecto de Ley para que se avalen los derechos
humanos. Este proyecto después de haber sido evaluado,
debe ser discutido y aprobado por una conferencia
Internacional Americana (décima conferencia internacional)
este proyecto se convirtió en la Resolución XXXI “Corte
Interamericana para proteger los Derechos Humanos”. En la
décima conferencia Internacional Americana realizada en
Venezuela en la ciudad de Caracas en 1954, se adoptó la
Resolución XXXI relativa a la “Creación de la Corte
Interamericana de los Derechos Humanos”. La Décima
Conferencia encargó al Consejo de la Organización la
continuación de los estudios acerca de la protección
jurisdiccional de los derechos humanos con el propósito de
que la Undécima Conferencia Internacional considerase el
asunto. En la Quinta Reunión de Consulta de Ministros de
Relaciones Exteriores realizada en Chile en 1959, se
consideró la recomendación realizada por el Comité Jurídico
Interamericano en 1959, para dar preferencia a la
elaboración de un proyecto de Convención Interamericana
de Derechos Humanos. Se aprobó la Resolución VIII sobre
los “Derechos Humanos” en la cual se encomendó al
Consejo Interamericano de Jurisconsultos la elaboración de
dos tipos de proyectos de convención: uno sobre los
“derechos humanos” y el otro acerca de la creación de una
“Corte Interamericana de Derechos Humanos”, disponiendo
que dichos proyectos sean sometidos a la Undécima
Conferencia Interamericana y remitida a los gobiernos,
sesenta días antes de la instalación de dicha conferencia. El
consejo Interamericano de Jurisconsultos cumpliendo de
acuerda a la Resolución VIII elaboró un proyecto de
Convención sobre Derechos Humanos durante su Cuarta
Reunión celebrada en Santiago de Chile entre el 24 de
agosto y el 9 de septiembre de 1959. Este proyecto en sus
88 artículos hace referencia a los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales y creando a la vez órganos

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que se encarguen de proteger estos derechos, una Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y una Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Las fuente que
inspiraron para la creación de la Corte fueron el Estatuto de
la Corte Internacional de Justicia y las disposiciones de la
Carta de Roma referentes a la Corte de Estrasburgo, pero
procurando adaptar estos textos a las condiciones
particulares de la realidad del continente americano. Hoy en
día se han adoptado un sin número de instrumentos de
carácter internacional, dentro de estos se encuentra la
adopción de la Convención Americana sobre los Derechos
Humanos que fue acogida en la Conferencia Especializada
Interamericana sobre Derechos Humanos, celebrada del 7 al
22 de noviembre de 1969 en San José, Costa Rica. Los dos
órganos de protección de los derechos humanos previstos
por el artículo 33 de la Convención Americana son la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Ambos órganos
tienen la función de asegurar el cumplimiento de las
obligaciones impuestas por la Convención. La Corte
Interamericana de Derechos Humanos fue establecida como
resultado de haber entrado en vigor, el 18 de julio de 1978.
La Corte fue instalada oficialmente en su sede en San
José, Costa Rica, el 3 de septiembre de 1979, y su Estatuto
aprobado por la Asamblea General de la OEA celebrada
en La Paz, Bolivia en octubre de 1979, mediante Resolución
No. 448. En el curso de su Tercer Período de Sesiones,
llevado a cabo del 30 de julio al 9 de agosto de 1980, la Corte
completó los trabajos sobre el Acuerdo Sede concertado
con Costa Rica. En dicho acuerdo, ratificado por el Gobierno
de Costa Rica, se estipulan las inmunidades y los privilegios
de la Corte, sus jueces/zas y su personal, así como de las
personas que comparezcan ante ella. Funciones
Básicamente, conoce los casos en que se alegue que uno de
los Estados partes ha violado un derecho o libertad
protegidos por la Convención, siendo necesario que se
hayan agotados los procedimientos previstos en la misma,
tales como el agotamiento de los recursos internos. Las
personas, grupos o entidades que no son Estados no tienen
capacidad de presentar casos ante la Corte, pero sí pueden
recurrir ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos. La Comisión puede llevar un asunto ante la Corte,
siempre que el Estado cuestionado haya aceptado
la competencia de esta. De todas maneras, la Comisión
debe comparecer en todos los casos ante la Corte. El
procedimiento ante la Corte es de carácter contradictorio.
Termina con una sentencia motivada, obligatoria, definitiva
e inapelable. Si el fallo no expresa en todo o en parte la
opinión unánime de los jueces, cualquiera de estos tiene
derecho a que se agregue al fallo su opinión disidente o
individual. En caso de desacuerdo sobre el sentido o alcance
del fallo, la Corte lo interpretará a solicitud de cualquiera de
las partes, siempre que dicha solicitud se presente dentro de

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los noventa días a partir de la fecha de la notificación del
fallo. Competencia consultiva Por medio de esta función,
los Estados miembros de la OEA pueden consultar a la Corte
acerca de la interpretación de la Convención Americana de
Derechos Humanos o de otros tratados concernientes a la
protección de los derechos humanos en los Estados
americanos. Además, pueden consultarla, en los que les
compete, los órganos de la Organización de los Estados
Americanos. Así mismo la Corte, a solicitud de
un Estado miembro de la OEA, puede darle a
tal Estado opiniones acerca de la compatibilidad entre
cualquiera de sus leyes internas y los
mencionados instrumentos internacionales. La función
consultiva de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha generado debates muy interesantes sobre los
efectos de las opiniones consultivas y sobre la aplicación de
esas opiniones por parte de los tribunales nacionales.
Composición La Corte está compuesta de siete jueces,
nacionales de los Estados miembros de la OEA, elegidos a
título personal entre juristas de la más alta autoridad moral,
de reconocida competencia en materia de derechos
humanos, que reúnan las condiciones requeridas para el
ejercicio de las más elevadas funciones judiciales conforme
a la ley del país del cual sean nacionales o del Estado que los
proponga como candidatos. No puede haber más de
un juez de la misma nacionalidad. Los jueces de la Corte son
electos para un mandato de seis años y sólo pueden ser
reelectos una vez. El juez electo para reemplazar a otro cuyo
mandato no ha expirado, completa tal mandato.
Composición actual Desde 2016, la Corte se compone así:

Cargo Nombre País de procedencia Período


Presidente Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot México 2018-2019
Juez Eduardo Vio Grossi Chile 2016–2021
Juez Humberto Sierra Porto Colombia 2013–2018
Jueza Elizabeth Odio Benito Costa Rica 2016–2021

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Juez Eugenio Raúl Zaffaroni Argentina 2016–2021
Juez Patricio Pazmiño Freire Ecuador 2016–2021
Juez Ricardo Pérez Manrique Uruguay 2019–

12. PROCEDIMIENTO ANTE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS


HUMANOS

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13. CASOS QUE HA CONOCIDO LA CORTE INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS CONTRA EL ESTADO DE GUATEMALA: Entre
otros casos ha conocido los casos de:
 Caso Cuscul Pivaral y otros Vs Guatemala. El caso sometido a la Corte. – El 2 de
diciembre de 2016, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 51 y 61 de la
Convención Americana y el artículo 35 del Reglamento de la Corte, la comisión
Interamericana de Derechos Humanos (en adelante, “la Comisión Interamericana”
o “la Comisión”) sometió a la jurisdicción de la Corte Interamericana el caso Cuscul
Pivaral y otros contra la República de Guatemala (en adelante, “el Estado” o
“Guatemala”). De acuerdo con lo indicado por la Comisión, el caso se refiere a la
presunta responsabilidad internacional del Estado por la violación de diversos
derechos establecidos en la Convención Americana en perjuicio de 49 presuntas
víctimas que fueron diagnosticadas con VIH entre los años de 1992 y 2003. La
Comisión estableció que hasta los años 2006 y 2007 tuvo lugar una falta total de
atención médica estatal a dicho grupo de personas en su condición de personas
que viven con el VIH y además en situación de pobreza, y determinó que esta
omisión tuvo un grave impacto en su situación de salud, vida e integridad
personal. Según la Comisión, a partir de los años 2006-2007 el Estado implementó
algún tratamiento para las personas que viven con el VIH, pero la atención no fue
integral ni adecuada, por lo tanto consideró que estas deficiencias continuaron
violando los derechos a la salud, vida e integridad personal en perjuicio de las
victimas sobrevivientes. Asimismo, la Comisión determinó que la muerte de ocho
de las presuntas víctimas tuvo lugar como consecuencia de enfermedades
conocidas como oportunistas, o bien en un marco temporal en el que
presuntamente no recibieron la atención que requerían por parte del Estado, o
bien tras una atención deficiente. La Comisión agregó que el recurso de amparo
interpuesto el 26 de julio de 2002 ante la Corte de Constitucionalidad no proveyó
de una protección judicial efectiva a las presuntas víctimas. Finalmente, concluyó
que los familiares, y/o vínculo más cercano de apoyo a las presuntas víctimas,
sufrió afectaciones a su integridad psíquica y moral. Los nombres de las presuntas
víctimas se encuentran en el Anexo 1 a la presente sentencia. Por tanto, LA
CORTE DECIDE, Por cuatro votos a favor y uno en contra, que: 1. El Estado es
responsable por la violación del derecho a la salud, de conformidad con el artículo
26 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en
perjuicio de las 49 personas listadas como víctimas en el Anexo 2 adjuntado a la
presente sentencia, en los términos de los párrafos 75 a 119 de la presente
Sentencia. 2. El Estado es responsable por la violación del derecho a la salud, de
conformidad con el artículo 26 de la Convención Americana, en relación con el
artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de 43 personas listadas como víctimas en el
Anexo 2 adjuntado a la presente Sentencia, en los términos de los párrafos 75 a
117 y 120 a 127 de la presente Sentencia. 3. El Estado es responsable por la
violación de la prohibición de discriminación en relación con la obligación de
garantizar el derecho a la salud, reconocido en el artículo 26 de la Convención
Americana, en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio de 2
personas listadas como víctimas en el Anexo 2 adjuntado a la presente Sentencia,
en los términos de los párrafos 128 a 139 de esta Sentencia. 4. El Estado es
responsable por la violación al principio de progresividad, de conformidad con el
artículo 26 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la
misma, en los términos de los párrafos 140 a 148 de la presente Sentencia. Por
unanimidad, que: 5. El Estado es responsable por la violación del derecho a la vida,
reconocido en el artículo 4 de la Convención Americana, en relación con los

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artículos 26 y 1.1 de la misma, en perjuicio de 12 personas listadas como víctimas
en el Anexo 2 adjuntado a la presente Sentencia, en los términos de los párrafos
155 a 159 de esta Sentencia. 6. El Estado es responsable por la violación del
derecho a la integridad personal, reconocido en el artículo 5 de la Convención
Americana, en relación con los artículos 26 y 1.1 de la misma, en perjuicio de 46
personas listadas como víctimas en el Anexo 2 adjuntado a la presente Sentencia,
en los términos de los párrafos 161 a 164 de esta Sentencia. Por cuatro votos a
favor y uno en contra, que: 7. El Estado es responsable por la violación de los
derechos a las garantías judiciales y protección judicial, reconocidos en los
artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de
la misma, en perjuicio de 13 personas listadas como víctimas en el Anexo 2
adjuntado a la presente Sentencia, en los términos de los párrafos 168 a 179 y 187
de la presente Sentencia. 8. El Estado es responsable por la violación a la garantía
del plazo razonable, reconocida en el artículo 8 de la Convención Americana, en
relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de 13 personas listadas como
víctimas en el Anexo 2 adjuntado a la presente Sentencia, en los términos de los
párrafos 180 a 187 de la presente Sentencia. Por unanimidad, que: 9. El Estado es
responsable por la violación a la integridad personal, reconocida en el artículo 5.1
de la Convención Americana, en perjuicio de los familiares de las víctimas listados
como familiares en el Anexo 2 adjuntado a la presente Sentencia, en los términos
de los párrafos 191 a 197 de la presente Sentencia. Y DISPONE: Por unanimidad,
que: 10. Esta Sentencia constituye, por sí misma, una forma de reparación. 11. El
Estado debe, dentro del plazo de seis meses contado a partir de la notificación de
esta Sentencia, realizar las publicaciones indicadas en los párrafos 217 y 218 de la
presente Sentencia y, dentro del plazo de un año a partir de la notificación de esta
Sentencia, realizar el acto público de reconocimiento de responsabilidad
internacional y otorgar las becas de estudio en los términos fijados en los párrafos
215 y 220 de la presente Sentencia. 12. El Estado debe brindar, a través de sus
instituciones de salud, la atención médica psicológica de manera gratuita e
inmediata a las víctimas y sus familiares, en el modo y plazo fijado en los párrafos
210, 212 y 213 de la presente Sentencia. 13. El Estado debe garantizar, a través de
sus instituciones de salud, que la atención médica se otorgue en la clínica más
cercana al lugar de residencia de las víctimas, y que asuma los costos de traslado
de aquellas que se encuentren alejadas, en los términos fijados en el párrafo 211
de la presente Sentencia. 14. El Estado debe implementar mecanismos de
fiscalización y supervisión de los servicios de salud, mejorar la accesibilidad,
disponibilidad y calidad de las prestaciones de salud para personas que viven con
el VIH, garantizar la provisión de antirretrovirales y la demás medicación indicada
a toda persona afectada, ofrecer a la población las pruebas diagnósticas para
detección del VIH, implementar un programa de capacitación para funcionarios
del sistema de salud, garantizar tratamiento médico adecuado a mujeres
embarazadas que viven con el VIH, y realizar una campaña nacional de
concientización y sensibilización en los términos fijados en los párrafos 225 a 230
de la Sentencia. 15. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en los párrafos
234, 239 y 243 de la presente Sentencia, por concepto de compensación por daño
material e inmaterial y por el reintegro de costas y gastos. 16. El Estado debe
reintegrar al Fondo de Asistencia Legal de Víctimas de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, la cantidad erogada durante la tramitación del presente caso,
en los términos del párrafo 245 de esta Sentencia. 17. El Estado debe, dentro del
plazo de un año contado a partir de la notificación de esta Sentencia, rendir al
Tribunal un informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma. 18.
La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio de
sus atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la Convención

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Americana sobre Derechos Humanos, y dará por concluido el presente caso una
vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma. El
Juez Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot dio a conocer a la Corte su voto individual
concurrente, al que se adhieron la Jueza Elizabeth Odio Benito y el Juez Patricio
Pazmiño Freire. El Juez Humberto Antonio Sierra Porto dio a conocer a la Corte su
voto individual parcialmente disidente. Emitida en español en San José, Costa
Rica, el 23 de agosto de 2018.
 Caso Martínez Coronado Vs Guatemala. El caso sometido a la
Corte. – El 30 de noviembre de 2017 la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (en adelante también “Comisión
Interamericana” o “la Comisión” o “CIDH”), de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 51 y 61 de la Convención Americana y el
artículo 35 del Reglamento, sometió a la jurisdicción de la Corte
Interamericana el caso que denominó Martínez Coronado Vs.
Guatemala (en adelante también “el Estado” o “Guatemala”). La
Comisión indicó que el caso se relaciona con una serie de
violaciones al debido proceso cometidas en el marco del proceso
penal contra Manuel Martínez Coronado (en adelante también
“señor Martínez Coronado” o “señor Martínez”) por el delito de
asesinato de siete personas en la aldea El Palmar, el 16 de mayo de
1995. Dicho proceso culminó con una sentencia condenatoria de 26
de octubre de 1995, en la cual se condenó a la pena de muerte por
medio de inyección letal. El 10 de febrero de 1998 fue ejecutado. La
Comisión determinó que la utilización del elemento de peligrosidad
para sustentar la responsabilidad penal incumplió con el principio
de legalidad, ya que dicha figura incorpora predicciones,
especulaciones y constituye una expresión del derecho penal de
autor, incompatible con la Convención Americana. Por otra parte,
la Comisión concluyó que, la defensa común del señor Martínez y su
co-procesado violó el derecho a contar con los medios adecuados
para la preparación de la defensa y el derecho a ser asistido por un
defensor proporcionado por el Estado. Además, la Comisión
determinó la violación al derecho a la vida en virtud de que se aplicó
la pena de muerte, pese a las violaciones al debido proceso
indicadas con anterioridad. Finalmente, la Comisión solicitó a la
Corte que declare la responsabilidad internacional del Estado por la
violación de los artículos 4.1, 4.2, 8.1, 8.2.c), 8.2.e), 9 y 25.1 de la
Convención Americana, en relación con los artículos 1.1 y 2 de la
Convención, en perjuicio de Manuel Martínez Coronado y solicitó
diversas medidas de reparación. Por tanto, LA CORTE, DECLARA:
Por unanimidad, que: 1. El Estado es responsable por la violación
del principio de legalidad consagrado en el artículo 9 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con
la obligación de garantizar los derechos establecida en el artículo
1.1 y 2 de la Convención, y en violación de los artículos 4.1 y 4.2 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación
con la obligación de garantizar los derechos establecida en el
artículo 1.1 de la Convención, en perjuicio de Manuel Martínez
Coronado, en los términos de los párrafos 60 a 72 y 74 de la
presente Sentencia. 2. El Estado es responsable por la violación del
derecho a las garantías judiciales, consagrado en los artículos 8.2.c)
y 8.2.e) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en
relación con la obligación de garantizar los derechos establecida en

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el artículo 1.1 de la Convención, en perjuicio de Manuel Martínez
Coronado, en los términos de los párrafos 78 a 89 de la presente
Sentencia. 3. El Estado no es responsable por la violación del
derecho a la vida establecido en el artículo 4.6 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio Manuel Martínez
Coronado, en los términos de los párrafos 73 y 74 de la presente
Sentencia. Y DISPONE: Por unanimidad, que: 4. Esta Sentencia
constituye, por sí misma, una forma de reparación. 5. El Estado
debe realizar las publicaciones indicadas en el párrafo 98 de la
presente Sentencia. 6. El Estado debe pagar la cantidad fijada en el
párrafo 114 de la presente Sentencia, por concepto de
indemnización por daño inmaterial. 7. El Estado debe reintegrar al
Fondo de Asistencia Legal de Víctimas de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos la cantidad erogada durante la tramitación
del presente caso, en los términos del párrafo 117 de esta
Sentencia. 8. El Estado, dentro del plazo de un año contado a partir
de la notificación de esta Sentencia, debe rendir al Tribunal un
informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma,
sin perjuicio de lo establecido en el párrafo 99 de la presente
Sentencia. 9. La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta
Sentencia, en ejercicio de sus atribuciones y en cumplimiento de
sus deberes conforme a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, y dará por concluido el presente caso una vez que el
Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.
Redactada en español en Montevideo, Uruguay, el 10 de mayo de
2019.
 Caso Villaseñor Velarde y otros Vs Guatemala. El caso sometido a
la Corte.– El 15 de marzo de 2017, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (en adelante también “la Comisión
Interamericana” o “la Comisión”) sometió a la Corte el caso María
Eugenia Villaseñor Velarde y otros contra la República de
Guatemala (en adelante “el Estado” o “Guatemala”). De acuerdo
con lo indicado por la Comisión, el caso se refiere a actos de
amenaza e intimidación en contra de María Eugenia Villaseñor
Velarde (en adelante también “señora Villaseñor” o “la Jueza”),
sucedidos cuando ella fue jueza, durante la década de 1990 y hasta
el año 2013, así como a la falta medidas de protección efectivas y
acciones de investigación para esclarecer tales hechos e identificar
y sancionar a las personas responsables. La Comisión sostuvo que
los actos contra la señora Villaseñor se relacionaron con su calidad
de jueza, y que los hechos del caso implicaron una afectación a
principio de independencia judicial. Por tanto, LA CORTE,
DECLARA: Por unanimidad, que: 1. El Estado es responsable por la
violación de los derechos a la integridad personal, a las garantías
judiciales y a la protección judicial, receptados en los artículos 5.1,
8.1 y 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
en relación con la obligación de garantizar los derechos establecida
en el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de María Eugenia
Villaseñor Velarde, en los términos de los párrafos 78 a 81, 83 a 96,
102, 110 a 118, 120 a 122 y 126 a 132 de la presente Sentencia. 2. El
Estado no es responsable por la violación del derecho a la
protección de la honra y de la dignidad, receptado en el artículo 11
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio

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de la señora Villaseñor, en los términos de los párrafos 87, 135 a 139
de la presente Sentencia. 3. El Estado no es responsable por la
violación de los derechos a la integridad personal y a la protección
de la honra y de la dignidad, establecidos en los artículos 5.1 y 11 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
respectivamente, en perjuicio de Beatriz Eugenia Villaseñor
Velarde, Francis Villaseñor Velarde y Rosa Antonieta Villaseñor
Velarde, en los términos de los párrafos 143 a 146 de la presente
Sentencia. Y DISPONE: Por unanimidad, que: 4. Esta Sentencia
constituye, por sí misma, una forma de reparación. 5. El Estado
debe realizar las publicaciones indicadas en el párrafo 157 de la
presente Sentencia. 6. El Estado debe pagar las cantidades fijadas
en el párrafo 165 de la presente Sentencia, por concepto de
indemnización por daño inmaterial. 7. El Estado debe reintegrar al
Fondo de Asistencia Legal de Víctimas de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos la cantidad erogada durante la tramitación
del presente caso, en los términos del párrafo 168 de esta
Sentencia. 8. El Estado, dentro del plazo de un año contado a partir
de la notificación de esta Sentencia, debe rendir al Tribunal un
informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma,
sin perjuicio de lo establecido en el párrafo 157 de la presente
Sentencia. 9. La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta
Sentencia, en ejercicio de sus atribuciones y en cumplimiento de
sus deberes conforme a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, y dará por concluido el presente caso una vez que el
Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.
El Juez Humberto Antonio Sierra Porto hizo conocer a la Corte su
voto concurrente, el cual acompaña esta Sentencia. Redactada en
español en San José, Costa Rica, el 5 de febrero de 2019.
 Caso Gutiérrez Hernández y otros Vs Guatemala. El 24 de agosto
de 2017 la Corte emitió la Sentencia de excepciones preliminares,
fondo, reparaciones y costas en el caso Gutiérrez Hernández y otros
Vs. Guatemala la cual fue notificada a los representantes de las
víctimas el 25 de septiembre de 2017. El 22 de diciembre de 2017 los
representantes solicitaron una interpretación de la Sentencia. El 2
de febrero de 2018 la República de Guatemala (en adelante “el
Estado” o “Guatemala”) sometió a la Corte sus observaciones a la
solicitud de interpretación de la Sentencia planteada por los
representantes. El 16 de febrero de 2018 la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Comisión
Interamericana” o “la Comisión”) remitió sus observaciones a la
solicitud de interpretación de la Sentencia planteada por los
representantes. Por tanto, LA CORTE, de conformidad con el
artículo 67 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y
los artículos 31.3 y 68 del Reglamento, DECIDE: Por unanimidad,
1. Declarar admisible la solicitud de interpretación de la Sentencia
de excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas, emitida
en el caso Gutiérrez Hernández y otros Vs. Guatemala, presentada
por los Representantes. 2. Desestimar por improcedente la solicitud
de interpretación de los representantes sobre la figura jurídica bajo
la cual se encuadraría la desaparición de Mayra Gutiérrez, en los
términos de los párrafos 15 a 22 de esta Sentencia de
Interpretación. 3. Aclarar lo referente a la solicitud de los

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representantes en relación con la indemnización por concepto de
daño inmaterial ordenado a favor de Mayra Angelina Gutiérrez
Hernández, en los términos de los párrafos 26 y 27 de esta
Sentencia de Interpretación. 4. Desestimar por improcedente la
solicitud de interpretación planteada por los representantes sobre
la medida de no repetición referida en el párrafo 210 de la
Sentencia de excepciones preliminares, fondo, reparaciones y
costas emitida en el caso Gutiérrez Hernández y otros Vs.
Guatemala. 5. Disponer que la Secretaría de la Corte notifique la
presente Sentencia de interpretación a la República de Guatemala,
a los representantes de las víctimas y a la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos. Corte IDH. Caso Gutiérrez Hernández y
Otros Vs. Guatemala. Interpretación de la Sentencia de Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
agosto de 2018.
 Caso Coc Max y otros (masacre de Xaman) Vs Guatemala. El caso
sometido a la Corte. – El 21 de septiembre de 2016 la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (en adelante también “la
Comisión Interamericana” o “la Comisión”) sometió a la Corte el
caso Coc Max y otros (Masacre de Xamán) contra la República de
Guatemala. De acuerdo con lo indicado por la Comisión, el caso se
refiere a la presunta ejecución de una “masacre” por miembros de
las Fuerzas Armadas de la República de Guatemala el 5 de octubre
de 1995 en contra de 11 personas, incluyendo una niña y dos niños,
que formaban parte de la población indígena q'eqchi', mam,
q'anjob'al, ixil y k'iche, que ocupaba la finca Xamán tras haber
estado “refugiada” en México. La Comisión expresó que en los
mismos hechos 29 personas resultaron heridas, tres de las cuales
murieron con posterioridad. Además, aunque 14 personas fueron
condenadas, el caso trata sobre la alegada falta de una
investigación independiente e imparcial que, en un plazo razonable,
procurase lograr la sanción de todas las personas responsables. Por
último, la Comisión determinó que los hechos afectaron también a
59 familiares de las personas muertas y heridas, y señaló que
constituyeron una expresión de discriminación racial ejercida
contra el pueblo maya durante el conflicto armado interno en
Guatemala (en adelante también “el conflicto” o “el conflicto
armado”). Los nombres de todas las personas aludidas se
encuentran en el Anexo A de la presente Sentencia, que integra la
misma. Por tanto, LA CORTE DECLARA, Por unanimidad, que: 1.
El Estado es responsable por la violación de los derechos a las
garantías judiciales y a la protección judicial contenidos en los
artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio
de las personas indicadas en el Anexo B.1 de la presente Sentencia,
en los términos de sus párrafos 77 a 98. 2. El Estado es responsable
por la violación del derecho a la vida, contenido en el artículo 4. 1 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación
con la obligación de respetar los derechos sin discriminación,
establecida en el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las
personas indicadas en el Anexo B.2 de la presente Sentencia, en los
términos de sus párrafos 104 a 107, 109 a 111 y 116 a 120. 3. El
Estado es responsable por la violación del derecho a la integridad

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personal, contenido en el artículo 5.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en relación con la obligación de respetar
los derechos sin discriminación establecida en el artículo 1.1 de la
misma, en perjuicio de las personas indicadas en el Anexo B.3 de la
presente Sentencia, en los términos de sus párrafos 104 a 106, 108 a
112 y 116 a 120, y en relación con la obligación establecida en el
artículo 1.1 de la Convención, en perjuicio de las personas indicadas
en el Anexo B.5 de la presente Sentencia, en los términos de sus
párrafos 123 a 129. 4. El Estado es responsable por la violación del
derecho a la vida, contenido en el artículo 4.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en relación con su artículos
19 y con la obligación de respetar los derechos sin discriminación,
establecida en el artículo 1.1 de la misma Convención, en perjuicio
de la niña y los niños indicados en el Anexo B.4 de la presente
Sentencia, en los términos de sus párrafos 104 a 107, 109 a 111, 113
y 115 a 120. 5. El Estado no es responsable por la violación del
derecho a la propiedad privada, contenido en el artículo 21 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en los términos
de los párrafos 133 a 135 de la presente Sentencia. 6. El Estado no
es responsable por la violación del derecho a la igualdad ante la ley,
contenido en el artículo 24 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en los términos de los párrafos 105 y 140 a 142
de la presente Sentencia. Y DISPONE: Por unanimidad, que: 7. Esta
Sentencia constituye, por sí misma, una forma de reparación. 8. El
Estado deber adoptar las medidas necesarias para continuar la
investigación sobre los hechos, de conformidad con lo establecido
en el párrafo 152 de la presente Sentencia. 9. El Estado debe
brindar el tratamiento psiquiátrico o psicológico a las víctimas
nombradas en los Anexos B.3 y B.5 de la presente Sentencia que así
lo soliciten, en los términos de los párrafos 155 y 156 de la presente
Sentencia. 10. El Estado debe realizar las publicaciones indicadas en
el párrafo 158 de esta sentencia, de conformidad con lo establecido
en dicho párrafo. 11. El Estado debe realizar un acto público de
reconocimiento de responsabilidad internacional, en relación con
los hechos de este caso, en los términos del párrafo 163 de esta
Sentencia. 12. El Estado debe establecer un Centro de Salud
ubicado en la Comunidad “Aurora 8 de Octubre”, en los términos
del párrafo 167 de la presente Sentencia. 13. El Estado debe ampliar
y asfaltar la carretera que se dirige de la autopista denominada
Franja Transversal del Norte hacia el interior de la Comunidad
“Aurora 8 de Octubre”, en los términos del párrafo 171 de la
presente Sentencia. 14. El Estado debe pagar las cantidades fijadas
en los párrafos 186, 190 y 195 de la presente Sentencia por daños
materiales e inmateriales y por el reintegro de costas y gastos. Esos
pagos deben efectuarse en los términos de los párrafos 196 a 200
de esta Sentencia. 15. El Estado debe, dentro del plazo de un año
contado a partir de la notificación de esta Sentencia, rendir al
Tribunal un informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con
la misma. 16. La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta
Sentencia, en ejercicio de sus atribuciones y en cumplimiento de
sus deberes conforme a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, y dará por concluido el presente caso una vez que el
Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.

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Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso
Coc Max y otros (Masacre de Xamán) Vs. Guatemala. Fondo,
Reparaciones y Costas. Redactada en español en Ciudad de San
José, Costa Rica, el 22 de agosto de 2018.
 Caso Ramirez Escobar y otros Vs Guatemala. El caso sometido a la
Corte. – El 12 de febrero de 2016, de conformidad con lo dispuesto
en los artículos 51 y 61 de la Convención Americana y el artículo 35
del Reglamento de la Corte, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (en adelante “la Comisión Interamericana” o “la
Comisión”) sometió a la jurisdicción de la Corte Interamericana el
caso Hermanos Ramírez y familia contra la República de Guatemala
(en adelante “el Estado” o “Guatemala”). De acuerdo a la Comisión,
el caso se relaciona con la adopción internacional, mediante trámite
notarial, de los niños Osmín Ricardo Tobar Ramírez y J.R.1, de siete
y dos años de edad respectivamente, en el mes de junio de 1998,
tras la institucionalización de los dos hermanos desde el 9 de enero
de 1997 y la posterior declaratoria de un supuesto estado de
abandono. La Comisión determinó que, tanto la decisión inicial de
institucionalización como la declaratoria judicial del estado de
abandono, no cumplieron con las obligaciones sustantivas y
procesales mínimas para poder ser consideradas acordes con la
Convención Americana. Las presuntas víctimas en este caso son
Osmín Ricardo Tobar Ramírez y sus padres biológicos, Flor de María
Ramírez Escobar y Gustavo Tobar Fajardo. El carácter de presunta
víctima de J.R. y su participación en el presente caso se examina y
determina en el capítulo V de esta Sentencia. Por tanto, LA CORTE
DECIDE, Por unanimidad, 1. Aceptar el reconocimiento parcial de
responsabilidad internacional efectuado por el Estado, en los
términos de los párrafos 27 a 37 de esta Sentencia. DECLARA, Por
unanimidad, que 2. El Estado es responsable por la violación de la
prohibición de injerencias arbitrarias en la vida familiar, las
garantías judiciales y el derecho a la protección de la familia,
reconocidos en los artículos 8.1, 11.2 y 17.1 de la Convención, en
relación con los artículos 1.1 y 2 del mismo tratado, en perjuicio de
Flor de María Ramírez Escobar, Gustavo Tobar Fajardo y Osmín
Tobar Ramírez, así como en relación con el artículo 19 del mismo
instrumento en perjuicio de este último, en los términos de los
párrafos 161 a 196 y 201 a 243 de esta Sentencia. 3. El Estado es
responsable por la violación al derecho a la protección judicial,
reconocido en el artículo 25.1 de la Convención Americana, en
relación con los artículos 1.1, 11.2 y 17.1 de la misma, en perjuicio de
Flor de María Ramírez Escobar, Gustavo Tobar Fajardo y Osmín
Tobar Ramírez, así como en relación con el artículo 19 del mismo
instrumento en perjuicio de este último, en los términos de los
párrafos 248 a 256 de esta Sentencia. 4. El Estado es responsable
de la violación de la garantía judicial de plazo razonable, reconocida
en el artículo 8.1 de la Convención, en relación con los artículos 1.1,
11.2 y 17.1 del mismo instrumento, en perjuicio de Flor de María
Ramírez Escobar, Gustavo Tobar Fajardo y Osmín Tobar Ramírez,
así como en relación con el artículo 19 de la misma en perjuicio de
este último, en los términos de los párrafos 257 a 263 de esta
Sentencia. 5. El Estado es responsable por la violación de la
prohibición de discriminación en relación con la obligación de

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respetar y garantizar los derechos a la vida familiar y a la protección
de la familia, reconocidos en los artículos 11.2 y 17.1 de la
Convención, en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento,
en perjuicio de Flor de María Ramírez Escobar, Gustavo Tobar
Fajardo y Osmín Tobar Ramírez, así como en relación con el artículo
19 de la Convención en perjuicio de este último, en los términos de
los párrafos 266 a 304 de esta Sentencia. 6. El Estado es
responsable por la falta de investigación de las irregularidades
cometidas en el proceso de separación de la familia Ramírez y las
posteriores adopciones internacionales, en violación del derecho a
acceso a la justicia, derivado de una interpretación conjunta de los
artículos 8 y 25 de la Convención Americana, en relación con el
artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio de Flor de María
Ramírez Escobar, Gustavo Tobar Fajardo y Osmín Tobar Ramírez,
en los términos de los párrafos 318 a 322 de esta Sentencia. 7. El
Estado es responsable por la violación del derecho a la libertad
personal, reconocido en el artículo 7.1 de la Convención, en relación
con los artículos 11.2, 17.1, 19, 1.1 y 2 del mismo tratado, en
perjuicio de Osmín Tobar Ramírez, en los términos de los párrafos
326 a 357 de esta Sentencia. 8. El Estado es responsable por la
violación del derecho a la identidad y el derecho al nombre,
reconocido en el artículo 18 de la Convención, en relación con el
artículo 1.1 y 19 del mismo tratado, en perjuicio de Osmín Tobar
Ramírez, en los términos de los párrafos 359 a 362 de esta
Sentencia. 9. El Estado es responsable por la violación del derecho a
la integridad personal, reconocido en el artículo 5 de la Convención
Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio
de Flor de María Ramírez Escobar, Gustavo Tobar Fajardo y Osmín
Tobar Ramírez, así como en relación con el artículo 19 de la
Convención en perjuicio de este último, en los términos de los
párrafos 365 a 369 de esta Sentencia. Y DISPONE, Por unanimidad,
que: 10. Esta Sentencia constituye, por sí misma, una forma de
reparación. 11. El Estado debe adoptar todas las medidas
necesarias y adecuadas para facilitar y contribuir a una restitución
de los vínculos familiares entre Osmín Tobar Ramírez y sus padres,
incluyendo brindar el tratamiento psicológico, psiquiátrico y apoyo
terapéutico que requieran las víctimas y becas para el estudio de los
idiomas inglés y español, así como deberá hacer un esfuerzo serio,
multidisciplinario y de oficio por iniciar, propiciar y, en su caso,
continuar una vinculación de Flor de María Ramírez Escobar y
Osmín Tobar Ramírez con J.R., de conformidad con lo establecido
en los párrafos 379 a 385 de esta Sentencia. 12. El Estado debe
adoptar, de oficio, todas las medidas adecuadas y necesarias para
modificar la partida de nacimiento de Osmín Tobar Ramírez, de
manera que se le restituyan los vínculos legales familiares y demás
derechos surgidos al momento de su nacimiento, así como el
nombre y apellido y otros datos personales, de conformidad con los
párrafos 388 a 390 de esta Sentencia. 13. El Estado debe iniciar y
conducir eficazmente las investigaciones penales, administrativas y
disciplinarias que correspondan por los hechos de este caso y, en su
caso, determinar y sancionar a los responsables, de conformidad
con lo establecido en los párrafos 394 y 395 de esta Sentencia. 14.
El Estado debe realizar un acto público de reconocimiento de

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responsabilidad internacional, de conformidad con lo establecido
en el párrafo 398 de esta Sentencia. 15. El Estado debe realizar un
documental sobre los hechos del presente caso, el contexto en el
cual se desarrollaron y las violaciones encontradas en la Sentencia,
de conformidad con lo dispuesto en el párrafo 401 de esta
Sentencia. 16. El Estado debe realizar las publicaciones indicadas en
el párrafo 402 de esta Sentencia, de conformidad con lo establecido
en dicho párrafo y los párrafos 403 y 404 de este Fallo. 17. El Estado
debe adoptar las medidas necesarias para crear e implementar un
programa nacional efectivo para garantizar una adecuada
supervisión, fiscalización y control de la institucionalización de
niñas y niños, teniendo en cuenta los criterios establecidos en el
párrafo 408 de esta Sentencia. 18. El Estado debe pagar las
cantidades fijadas en los párrafos 416, 420 y 426 de la presente
Sentencia, por concepto de indemnizaciones por daños materiales
e inmateriales y por el reintegro de costas y gastos, en los términos
de los referidos párrafos y de los párrafos 430 a 435 de esta
Sentencia. 19. El Estado debe reintegrar al Fondo de Asistencia
Legal de Víctimas de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos la cantidad erogada durante la tramitación del presente
caso, en los términos de lo establecido en los párrafos 427 a 429 y
435 de esta Sentencia. 20. El Estado debe rendir al Tribunal un
informe, dentro del plazo de un año contado a partir de la
notificación de esta Sentencia, sobre las medidas adoptadas para
cumplir con la misma. 21. La Corte supervisará el cumplimiento
íntegro de esta Sentencia, en ejercicio de sus atribuciones y en
cumplimiento de sus deberes conforme a la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, y dará por concluido el presente caso
una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto
en la misma. Corte IDH. Caso Ramírez Escobar y otros Vs.
Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 9 de
marzo de 2018.
 Caso miembros de aldea chichupac y comunidades vecinas del
municipio de Rabinal Vs Guatemala. 1. El caso sometido a la Corte.
– El 5 de agosto de 2014, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 51 y 61 de la Convención Americana y el artículo 35 del
Reglamento de la Corte, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (en adelante “la Comisiòn Interamericana” o “la
Comisiòn”) sometiò a la jurisdicciòn de la Corte Interamericana el
caso Miembros de la Aldea de Chichupac y Comunidades Vecinas del
Municipio de Rabinal contra el Estado de Guatemala (en adelante “el
Estado” o “Guatemala”). El caso se refiere a la presunta ejecución
de una masacre en la aldea Chichupac el 8 de enero de 1982, así
como a alegadas ejecuciones extrajudiciales, torturas,
desapariciones forzadas, violaciones sexuales, omisiones de auxilio,
detenciones ilegales, desplazamiento forzado y trabajos forzados
“cometid[o]s en perjuicio de los indígenas maya achí de la aldea
Chichupac y comunidades vecinas […] del municipio de Rabinal, a
través de una serie de actos entre 1981 y 1986”. Según la Comisión,
los hechos del caso se enmarcan “dentro de una política de Estado,
con fundamento en la doctrina de seguridad nacional y el concepto
de enemigo interno, destinada a eliminar la supuesta base social de
grupos insurgentes de la época”. Adicionalmente, el caso versa

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sobre la alegada falta de esclarecimiento judicial de los hechos,
sanción de todos los responsables y reparación de las presuntas
víctimas, así como sobre el presunto genocidio contra el pueblo
indígena maya en Guatemala. 2. Trámite ante la Comisión. – El
trámite ante la Comisión fue el siguiente: a) Petición. – La petición
inicial ante la Comisión fue presentada el 13 de diciembre de 2007
por la Asociación Bufete Jurídico Popular. b) Informe de
Admisibilidad. - El 1 de noviembre de 2010 la Comisión aprobó el
Informe de Admisibilidad No. 144/10 c) Informe de Fondo. – El 2 de
abril de 2014 la Comisión aprobó el Informe de Fondo No. 6/14
conforme al artículo 50 de la Convenciòn (en adelante “el Informe
de Fondo”), en el cual llegó a una serie de conclusiones y formuló
varias recomendaciones al Estado: Conclusiones. - La Comisión
concluyó que el Estado era responsable por la violación de los
derechos establecidos en los artículos 3, 4, 5, 7, 8, 11, 12, 16, 17, 19,
21, 22, 23, 24 y 25 de la Convención Americana, en relación con las
obligaciones establecidas en el artículo 1.1 del mismo instrumento;
del artículo I de la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas, y del artículo 7 de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer, en perjuicio de las presuntas víctimas del presente
caso. Recomendaciones. - En consecuencia, la Comisión hizo al
Estado las siguientes recomendaciones: 1. Reparar
adecuadamente en el ámbito individual y colectivo las violaciones
de derechos humanos declaradas en el presente informe en el
aspecto material, moral y cultural, incluyendo una justa
compensación, el establecimiento y difusión de la verdad histórica
de los hechos, la recuperación de la memoria de las víctimas
fallecidas y desaparecidas, la implementación de un programa de
atención psicosocial culturalmente adecuado a los sobrevivientes y
familiares de las víctimas ejecutadas y desaparecidas. Las
reparaciones de carácter colectivo deberán ser plenamente
consensuadas con los sobrevivientes de la aldea Chichupac y
comunidades vecinas con la finalidad de reestablecer su vida
comunitaria como parte del pueblo maya achí, y el particular
vínculo con sus tierras. 2. Establecer un mecanismo que permita en
la mayor medida posible, la identificación completa de las víctimas
ejecutadas en el presente caso y proveer lo necesario para dar
continuidad a la identificación y devolución de los restos mortales
de dichas víctimas. 3. Establecer un mecanismo que permita la
determinación de las personas desaparecidas en las masacres, así
como respecto de las sobrevivientes de las mismas. 4. Localizar y
entregar a la familia los restos mortales de las víctimas
desaparecidas. 5. Establecer un mecanismo que facilite la
identificación completa de los familiares de las víctimas ejecutadas
y desaparecidas, de manera que puedan ser beneficiarios de las
reparaciones. 6. Llevar a cabo, concluir y reabrir, según
corresponda, los procedimientos internos relacionados con las
violaciones de derechos humanos declaradas en el presente
informe y conducir las investigaciones de manera imparcial,
efectiva y dentro de un plazo razonable con el objeto de esclarecer
hechos en forma completa, identificar a los autores intelectuales y
materiales e imponer las sanciones que correspondan. 7. Fortalecer

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la capacidad del poder judicial de investigar de forma adecuada y
eficiente los hechos y sancionar a los responsables incluso con los
recursos materiales y técnicos necesarios para asegurar el correcto
desarrollo de los procesos. 8. Disponer las medidas
administrativas, disciplinarias o penales correspondientes frente a
las acciones u omisiones de los funcionarios estatales que han
contribuido a la denegación de justicia e impunidad en la que se
encuentran los hechos del caso o que participaron en medidas para
obstaculizar los procesos destinados a identificar y sancionar a los
responsables. 9. Adoptar las medidas necesarias para evitar que en
el futuro se produzcan hechos similares, conforme al deber de
prevención y garantía de los derechos humanos reconocidos en la
Convención Americana. En particular, implementar programas
permanentes de derechos humanos y derecho internacional
humanitario en las escuelas de formación de las Fuerzas Armadas.
d) Notificación al Estado. - El Informe de Fondo fue notificado al
Estado el 5 de mayo de 2014, otorgándosele un plazo de dos meses
para informar sobre el cumplimiento de las recomendaciones.
Guatemala presentó un informe mediante el cual “indicó en
términos generales la existencia del Programa Nacional de
Resarcimiento y el funcionamiento del Instituto Nacional de
Ciencias Forenses, sin precisar los mecanismos concretos
implementados para reparar a las víctimas, sobrevivientes y
familiares del presente caso, así como lograr la identificación de los
restos mortales. […I]ndicó que las [investigaciones] continuarían e
invocó la Ley de Reconciliación Nacional, precisando que el Estado
no puede desconocer el marco normativo interno. [Según la
Comisión, e]l Estado no solicitó una pròrroga para cumplir con las
recomendaciones”. e) Sometimiento a la Corte. – El 5 de agosto de
2014 la Comisión sometió el caso a la Corte “por la necesidad de
obtención de justicia […] ante la falta de cumplimiento de las
recomendaciones”. Designó como delegados al Comisionado
James Cavallaro y al entonces Secretario Ejecutivo, Emilio Álvarez
Icaza L., y como asesores legales a Elizabeth AbiMershed,
Secretaria Ejecutiva Adjunta, y a Silvia Serrano Guzmán y Erick
Acuña Pereda, abogados de la Secretaría Ejecutiva. 341. Por tanto,
LA CORTE DECIDE, Por unanimidad, 1. Acoger parcialmente la
excepción preliminar de falta de competencia ratione temporis
interpuesta por el Estado, en los términos de los párrafos 18 a 24 de
esta Sentencia. 2. Desestimar la excepción preliminar de falta de
competencia de la Corte para conocer sobre alegadas violaciones
de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas, en los términos del párrafo 29 de esta Sentencia. 3.
Desestimar la excepción preliminar de falta de competencia de la
Corte para conocer sobre el artículo 7 de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer, en los términos del párrafo 30 de esta Sentencia. 4.
Desestimar la excepción preliminar de falta de competencia de la
Corte para declarar violaciones de la Convención para la Prevención
y la Sanción del Delito de Genocidio, en los términos del párrafo 31
de esta Sentencia. 5. Desestimar la excepción preliminar
interpuesta por el Estado en cuanto a la falta de competencia de la
Corte para pronunciarse sobre delitos, en los términos del párrafo

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35 de esta Sentencia. 6. Desestimar la excepción preliminar
interpuesta por el Estado en cuanto a la alegada falta de
competencia de la Corte para pronunciarse sobre la invalidez de la
amnistía guatemalteca, en los términos del párrafo 39 de esta
Sentencia. 7. Desestimar la excepción preliminar de falta de
agotamiento de los recursos internos, en los términos de los
párrafos 43 a 47 de esta Sentencia. 8. Desestimar la excepción
preliminar de “carencia de la facultad para presentar otra
reclamaciòn por los mismos hechos”, en los términos del párrafo 50
de esta Sentencia. 9. Aceptar el reconocimiento parcial de
responsabilidad internacional efectuado por Estado, en los
términos de los párrafos 54 a 58 de esta Sentencia. DECLARA, Por
unanimidad, que 10. El Estado es responsable por la violación de los
derechos a la libertad personal, integridad personal, vida y al
reconocimiento de la personalidad jurídica, reconocidos en los
artículos 7, 5.1 y 5.2, 4.1 y 3 de la Convención Americana, en
relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento y en relación con
lo dispuesto en el artículo I.a) de la Convención Interamericana
sobre Desaparición Forzada de Personas, en perjuicio de las 22
víctimas de desaparición forzada que se identifican en el Anexo I de
esta Sentencia, en los términos de los párrafos 131 a 160 de la
misma. 11. El Estado es responsable por la violación de los derechos
a la integridad psíquica y moral y a la protección a la familia,
establecidos en los artículos 5.1 y 17.1 de la Convención Americana,
en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio
de los familiares de las 22 víctimas de desaparición forzada,
identificadas en el Anexo I de esta Sentencia, en los términos de los
párrafos 161 a 166 de la misma. 12. El Estado es responsable por la
violación del derecho a la circulación y residencia establecido en el
artículo 22.1 de la Convención Americana, en relación con el
artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las personas listadas en el
Anexo II de esta Sentencia, en los términos de los párrafos 172 a 203
de esta Sentencia. 13. El Estado es responsable por la violación de
los derechos a las garantías y la protección judiciales reconocidos
en los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana, en relación
con el artículo 1.1 de la misma, así como por el incumplimiento de
las obligaciones establecidas en los artículos 1, 6 y 8 de la
Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura,
así como el artículo I.b) de la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada de Personas y el artículo 7.b de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer a partir del momento en que estas entraron en vigor
en Guatemala. Todo ello, en perjuicio de las víctimas del presente
caso o sus familiares, en sus respectivas circunstancias, en los
términos de los párrafos 210 a 265 de esta Sentencia. Además, el
Estado violó el derecho de los familiares de las víctimas
desaparecidas a conocer la verdad, en los términos de los párrafos
259 y 261 de esta Sentencia. 14. El Estado no es responsable de la
violación del artículo 12 de la Convención Americana, en los
términos del párrafo 204 de esta Sentencia. 15. El Estado no es
responsable de la violación del artículo 16 de la Convención
Americana, en los términos del párrafo 205 de esta Sentencia. 16.
El Estado no es responsable de la violación del artículo 24 de la

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Convención Americana, en los términos del párrafo 258 de esta
Sentencia. Y DISPONE, por unanimidad que: 17. Esta Sentencia
constituye per se una forma de reparación. 18. El Estado debe
remover todos los obstáculos, de facto y de jure, que mantienen la
impunidad en este caso, e iniciar, continuar, impulsar y reabrir las
investigaciones que sean necesarias para determinar y, en su caso,
sancionar a los responsables de las violaciones de los derechos
humanos objeto del presente caso. Todo ello en un plazo
razonable, con el fin de establecer la verdad de los hechos, en los
términos de los párrafos 285 a 289 de esta Sentencia. 19. El Estado
debe realizar o continuar, de manera sistemática, rigurosa y con los
recursos humanos y económicos adecuados, las acciones
necesarias tanto para determinar el paradero de los miembros de la
aldea de Chichupac y comunidades vecinas desaparecidos
forzadamente, así como localizar, exhumar e identificar a las
personas fallecidas, en los términos de los párrafos 292 a 297 de
esta Sentencia. 20. El Estado debe brindar tratamiento médico,
psicológico y/o psiquiátrico a las víctimas del presente caso, en los
términos de los párrafos 302 a 304 de esta Sentencia. 21. El Estado
debe realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad
internacional por los hechos del presente caso, en los términos del
párrafo 306 de esta Sentencia. 22. El Estado debe realizar las
publicaciones indicadas en el párrafo 309 de la presente Sentencia.
23. El Estado debe incluir formación en derechos humanos y
derecho internacional humanitario de forma permanente en el
pensum de los diferentes centros de formación, profesionalización
vocacional y capacitación del Ejército de Guatemala, en los
términos de los párrafos 312 y 313 de esta Sentencia. 24. El Estado
debe diseñar e implementar, en los pensum permanentes de
formación de la carrera judicial y de la carrera fiscal,
respectivamente, programas de educación en derechos humanos y
derecho internacional humanitario, en los términos de los párrafos
316 a 318 de esta Sentencia. 25. El Estado debe incorporar al
currículo del Sistema Educativo Nacional, en todos sus niveles, un
programa de educación cuyo contenido refleje la naturaleza
pluricultural y multilingüe de la sociedad guatemalteca, impulsando
el respeto y el conocimiento de las diversas culturas indígenas,
incluyendo sus cosmovisiones, historias, lenguas, conocimientos,
valores, culturas, prácticas y formas de vida, en los términos del
párrafo 319 de esta Sentencia. 26. El Estado debe fortalecer los
organismos existentes o los que vaya a crear con el fin de erradicar
la discriminación racial y étnica, en los términos del párrafo 320 de
esta Sentencia. 27. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en
los párrafos 327 y 334 de la presente Sentencia, por concepto de
indemnizaciones por daño material e inmaterial, y por el reintegro
de costas y gastos, en los términos de los referidos párrafos y de los
párrafos 324 a 328, y 331 a 340 de este Fallo. 28. El Estado debe,
dentro del plazo de un año contado a partir de la notificación de
esta Sentencia, rendir a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos un informe sobre las medidas adoptadas para cumplir
con la misma. 29. La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de
este Fallo, en ejercicio de sus atribuciones y en cumplimiento de sus
deberes conforme a la Convención Americana, y dará por concluido

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el presente caso una vez que el Estado haya dado cabal
cumplimiento a lo dispuesto en el mismo. Sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Caso Miembros de la Aldea
Chichupac y Comunidades Vecinas del Municipio de Rabinal Vs.
Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 30 de noviembre de 2016.
 Caso Chinchilla Sandoval y otros Vs Guatemala. 1. El caso
sometido a la Corte. – El 19 de agosto de 2014, de conformidad con
lo dispuesto en los artículos 51 y 61 de la Convención Americana y el
artículo 35 del Reglamento de la Corte, la Comisiòn Interamericana
de Derechos Humanos (en adelante “la Comisiòn Interamericana” o
“la Comisiòn”) sometiò a la jurisdicciòn de la Corte Interamericana
el caso Chinchilla Sandoval y otros contra la República de Guatemala
(en adelante “el Estado” o “Guatemala”). De acuerdo con la
Comisiòn, el caso se relaciona con alegadas violaciones de derechos
humanos de la señora María Inés Chinchilla Sandoval (en adelante
“la señora Chinchilla” o “la señora Chinchilla Sandoval”) como
resultado de una multiplicidad de acciones y omisiones que
terminaron con su muerte, todo mientras se encontraba privada de
libertad cumpliendo una condena penal en el Centro de Orientación
Femenina (COF). Sostuvo la Comisión que en esa situación el
Estado tenía una posición especial de garante de sus derechos a la
vida e integridad, a pesar de lo cual no habría realizado
diagnósticos completos para determinar la totalidad de las
enfermedades que padecía, así como las necesidades específicas
del tratamiento correspondiente. Afirmó que, frente a su condición
de diabetes, el Estado no habría garantizado los controles
periódicos, equipo y medicinas especializados, ni la provisión de
una dieta y cuidados constantes necesarios y que, por el contrario,
la señora Chinchilla Sandoval se proveía de sus propios
medicamentos y alimentos dependiendo de sus posibilidades o las
de sus familiares. Dicha situación habría tenido como consecuencia
el agravamiento de sus enfermedades y la amputación de una de
sus piernas, entre otros padecimientos. Asimismo, fue alegado que,
ante las obligaciones especiales que impondría su situación de
persona con discapacidad, el Estado no le habría provisto de
condiciones de detención adecuadas para garantizar sus derechos,
teniendo en cuenta que se desplazaba en una silla de ruedas, entre
otras circunstancias derivadas de su situación, y que el día de su
muerte, tras una caída de su silla de ruedas, no habría recibido
atención médica adecuada ni el tratamiento hospitalario requerido
en circunstancias de emergencia. A su vez, fue alegado que, a pesar
de haber recibido información consistente y periódica sobre la
situación de salud de la señora Chinchilla y su impacto en su vida e
integridad, a través de las solicitudes de autorización para acudir a
citas médicas y de cuatro incidentes de libertad anticipada, el juez
de ejecución de la pena no brindó protección judicial en relación
con las diversas afectaciones que sufría la presunta víctima. Por
último, se alegó que el Estado no realizó una investigación efectiva
de su muerte, afectando los derechos a las garantías judiciales y
protección judicial, en perjuicio de sus cuatro hijos, a saber: Marta
María Gantenbein Chinchilla, Luz de María Juárez Chinchilla, Luis
Mariano Juárez Chinchilla y otra hija no identificada. 2. Trámite

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ante la Comisión. – El trámite ante la Comisión fue el siguiente: a)
Petición. - El 23 de marzo de 2005 la organización no
gubernamental “Instituto de Estudios Comparados en Ciencias
Penales de Guatemala” presentó, a través de su representante legal
Alejandro Rodríguez Barillas, la petición inicial ante la Comisión
(abierta bajo el No. 321/05). b) Informe de admisibilidad. - El 13 de
noviembre de 2009 la Comisión aprobó el Informe de Admisibilidad
No. 136/09. c) Informe de Fondo. - El 2 de abril de 2014 la Comisión
aprobó el Informe de Fondo No. 7/14, de conformidad con el
artículo 50 de la Convenciòn (en adelante también “el Informe de
Fondo” o “el Informe No. 7/14”), en el cual llegò a una serie de
conclusiones y formuló varias recomendaciones al Estado: a.
Conclusiones. – La Comisión concluyó que el Estado era responsable
por: la violación del derecho a la vida consagrado en el artículo
4(1) de la Convención Americana en conexión con el artículo 1(1) del
mismo instrumento en perjuicio de la señora María Inés Chinchilla
Sandoval. la violación del derecho a la integridad personal
consagrado en el artículo 5(1) de la Convención Americana en
conexión con el artículo 1(1) del mismo instrumento en perjuicio de
la señora María Inés Chinchilla Sandoval. la violación de las
garantías judiciales y la protección judicial consagradas en los
artículos 8(1) y 25 de la Convención Americana en conexión con el
artículo 1(1) y 2 del mismo instrumento en perjuicio de la señora
María Inés Chinchilla Sandoval y sus familiares. b.
Recomendaciones. - La Comisión recomendó al Estado: 1. Reparar
integralmente las violaciones de derechos humanos declaradas en
el presente informe, incluyendo tanto en el aspecto material como
moral. 2. Desarrollar y completar una investigación imparcial,
completa y efectiva, de manera expedita, con el objeto establecer
las responsabilidades penales o de otra índole por las violaciones
establecidas en el presente informe. 3. Adoptar medidas de no
repetición que incluyan: i) la garantía del acceso médico adecuado y
oportuno en el Centro de Orientación Femenino; ii) la garantía de
las condiciones adecuadas de privación de libertad para las
personas con discapacidad en el Centro de Orientación Femenino,
conforme a los estándares descritos en el presente informe; iii) el
fortalecimiento institucional y la capacitación de las autoridades
judiciales a cargo de la ejecución de las penas, a fin de que cumplan
efectivamente con su rol de garantes de los derechos de las
personas privadas de libertad; y iv) la regulación de un recurso
judicial rápido y efectivo que permita obtener protección a los
derechos a la vida e integridad personal, frente a las necesidades de
salud de las personas privadas de libertad. d) Notificación al Estado.
– El Informe de Fondo fue notificado al Estado el 19 de mayo de
2014, otorgándosele un plazo de dos meses para informar sobre el
cumplimiento de las recomendaciones. El Estado remitió un
informe en el que indicó que no incurrió en las violaciones a la
Convención Americana declaradas en el Informe de fondo, por lo
que alegó que no corresponde disponer de medidas de reparación a
favor de la señora Chinchilla. 3. Sometimiento a la Corte. - El 19 de
agosto de 2014 la Comisión sometió el presente caso a la Corte por
“la necesidad de obtenciòn de justicia para la [presunta] víctima”. 4.
Solicitudes de la Comisión Interamericana. – Con base en lo anterior,

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la Comisión solicitó a este Tribunal que concluya y declare la
responsabilidad internacional del Estado por la violación de los
derechos anteriormente indicados en las conclusiones de su
Informe de Fondo y que ordene al Estado las medidas de reparación
señaladas en las recomendaciones de dicho Informe (supra párr. 2).
V. CONCLUSIONES 69. El caso de la señora María Inés Chinchilla
es, en muchos aspectos, importante para el desarrollo
jurisprudencial de este Tribunal Interamericano, al ser la primera
ocasión que la Corte IDH desarrolla el concepto de accesibilidad de
una persona con discapacidad, haciendo alusión a los ajustes
razonables para las personas con discapacidad. Por otro lado,
independientemente de su vasta jurisprudencia sobre las
condiciones carcelarias y las obligaciones de prevención, también
ha sido la primera vez que el Tribunal Interamericano se ha tenido
que pronunciar sobre estas condiciones en relación a una persona
con discapacidad. Sin embargo, como he manifestado en el
desarrollo del presente voto, un tema ausente, y que sin lugar a
dudas es la fuente de las violaciones en el presente caso, ha sido el
tema relacionado con la falta de atención médica adecuada antes y
después de que se le amputara la pierna, hasta su muerte en el
2004. 70. Si bien coincido con el criterio que ha desarrollado la
Corte IDH en precedentes anteriores, relativo a que, tanto el
derecho a la vida como a la integridad personal, se encuentran
directa e inmediatamente vinculados con la atención a la salud
humana, considero que no es apropiado seguir subsumiendo un
derecho que resulta de vital importancia en la región, como lo es el
“derecho a la salud”. Pese a que la Sentencia no hace mención
explícita a la expresión derecho a la salud (véase supra. párr. 7 del
presente voto), la atención a la salud es una de las facetas de este
derecho que, con independencia de la enunciación expresa,
constituye una violación autónoma; máxime si tomamos en
consideración que no es la primera vez que este Tribunal
Interamericano tiene bajo su conocimiento un caso que se ha
relacionado directamente con el derecho a la salud y en donde se
ha pronunciado —de manera indirecta— en torno a este derecho.
En el caso que nos ocupa, el análisis del “derecho a la salud” como
derecho autónomo hubiera permitido evaluar con mayor
profundidad las temáticas asociadas a las condiciones en las cuales
se debe brindar el servicio médico cuando una persona sea privada
de la libertad, especialmente de una persona con discapacidad. 71.
Sin negar los avances realizados hasta el momento por la Corte IDH
en la protección de los derechos económicos, sociales, culturales y
ambientales por la vía indirecta y en conexión con otros derechos
civiles y políticos —que ha sido la práctica de este Tribunal
Interamericano—; y como he venido manifestado en varias
sentencias anteriores, esta concepción no otorga una eficacia y
efectividad plena de esos derechos, desnaturaliza su esencia, no
abona al esclarecimiento de las obligaciones estatales sobre la
materia y, en definitiva, provoca traslapes entre derechos; lo que
lleva a confusiones normativas de todos los derechos conforme a
los evidentes avances que se advierten en los ámbitos nacional y en
el derecho internacional de los derechos humanos. 72. Bajo esa
óptica es que la presente Sentencia es de suma relevancia. En

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primer lugar, las personas privadas de la libertad tienen derecho a
cumplir su condena en condiciones que les garanticen una
detención digna; esto no solamente implica las condiciones físicas
del lugar, sino que al mismo tiempo impone a los Estados la
adopción de aquellas medidas positivas para garantizar una amplia
gama de derechos económicos, sociales y culturales que,
infortunadamente, no han sido priorizados. En lo referente al
“derecho a la salud” de las personas privadas de la libertad, la
atención médica adecuada y oportuna juega un rol fundamental
para prevenir mayores afectaciones a las condiciones de detención.
Sin detrimento de lo anterior, los estándares vertidos, así como las
limitaciones sobre el derecho a la salud, tienen un impacto directo
sobre aquellas personas que se ven privadas de la libertad, pero que
por alguna circunstancia han sido objeto de alguna limitación física
al ingresar al centro de detención o bien, por factores internos o
externos, se les genere alguna discapacidad durante el transcurso
de su privación de la libertad. 73. La situación de María Inés
Chinchilla es uno de muchos casos que existen en nuestra región
latinoamericana y un claro ejemplo de cómo a las personas con
discapacidad privadas de la libertad, en muchas ocasiones, se les
niegan los derechos más elementales como seres humanos. La
adopción de medidas de accesibilidad y de ajustes razonables, a los
que hace alusión la Corte IDH en esta Sentencia, son una forma de
reivindicar y visibilizar la situación de las personas que se
encuentran cumpliendo una pena y que son objeto de alguna
discapacidad. 74. La adopción de ajustes razonables en la
jurisprudencia internacional sobre las condiciones de salud de las
personas con discapacidad dentro de prisiones, ha sido un especial
foco de atención en años recientes. No obstante, en casos en los
que una persona, derivado de falta de garantía a un derecho tan
importante como lo es el derecho a la salud, llegara a encontrarse
en una situación de limitación física causada por una enfermedad,
el derecho a la salud podría derivar en una doble violación: en
primer lugar, el deber de asegurar que esa persona con
discapacidad siga disfrutando del más alto nivel posible de salud y,
por otro, la falta de garantía del derecho a la salud que originó esa
discapacidad. 75. Para las personas privadas de la libertad con
discapacidad originada por enfermedades que pueden ser tratadas
y controladas, el derecho a la salud implica una obligación
reforzada de protección; no sólo en el sentido de garantizar la
accesibilidad en los edificios, tal como dispone la CDPD, sino que
los ajustes razonables tienen que ser orientados a garantizar el
disfrute del derecho a la salud en todas sus dimensiones. 76. Bajo
esta línea, la garantía del derecho a la salud tiene, en esencia, un
carácter preventivo para que las condiciones de vida de las
personas no se agraven. Así, por ejemplo, la Observación General
No. 14 del Comité DESC resalta que el derecho al tratamiento de la
salud comprende la creación de un sistema de atención médica
urgente en los casos de peligro a la salud, inclusive dentro de los
centros de detención. En estos supuestos, la creación de Protocolos
de atención y actuación para impartir justicia son de vital
importancia, en especial, para grupos en situación de
vulnerabilidad, como las personas con discapacidad, que requieren

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una atención de las autoridades de excepcional diligencia. 77. En
suma, el derecho a la salud de las personas privadas de la libertad —
con o sin alguna discapacidad—, es un derecho que puede (y
diebiera) ser exigible de manera autónoma ante este Tribunal
Internacional de Derechos Humanos a través de una interpretación
sistemática y evolutiva del artículo 26 de la Convención Americana,
en relación con los artículos 1, 2 y 29 del mismo Pacto; teniendo
además en consideración para el caso concreto que Guatemala
reconoce dicho derecho en los artículos 93 y 94 de su Constitución.
Esta visión hubiese otorgado la posibilidad de establecer
estándares más claros en la accesibilidad, los ajustes razonables y la
protección del derecho a la salud de las personas con discapacidad
privadas de la libertad. 78. Mantengo la firme convicción de que un
paso hacia adelante en esa dirección —que confiamos suceda muy
pronto—, permitiría establecer y configurar obligaciones concretas
a los Estados que deriven de la naturaleza propia de este derecho.
Al garantizar el derecho a la salud de las personas privadas de la
libertad se estaría previniendo, en otros casos análogos, el
progresivo deterioro de la salud por enfermedades que,
eventualmente, pudieran derivar en la muerte de personas que
estén cumpliendo una pena privativa de la libertad en nuestra
región.
 Caso Maldonado Ordoñez Vs Guatemala. 1. El caso sometido a la
Corte. – El 3 de diciembre de 2014, de conformidad con los artículos
51 y 61 de la Convención Americana y el artículo 35 del Reglamento
de la Corte, la Comisiòn Interamericana de Derechos Humanos (en
adelante “la Comisiòn Interamericana” o “la Comisiòn”) sometiò a
la Corte el caso Olga Yolanda Maldonado Ordoñez contra Guatemala
(en adelante “el Estado” o “Guatemala”). El caso se relaciona con
un procedimiento administrativo que dio lugar a la destitución de la
señora Olga Yolanda Maldonado Ordoñez (en adelante “la señora
Maldonado”), quien se desempeñaba como funcionaria de la
Oficina del Procurador de los Derechos Humanos en Guatemala. De
acuerdo con la Comisión, aunque el marco normativo aplicable
otorgaba competencia al Procurador de los Derechos Humanos
para llevar a cabo el procedimiento de destitución, la manera en
que se notificaron las supuestas causales en las que habría incurrido
la señora Maldonado le dificultó a ésta entender cuál era el objetivo
del procedimiento que se abrió en su contra, por lo que habría
ejercido su derecho a la defensa sin contar con la información
mínima necesaria. Asimismo, la Comisión concluyó que el acto
mediante el cual fue destituida la señora Maldonado fue emitido en
violación del deber de motivación, del principio de legalidad y del
principio de presunción de inocencia. 2. Trámite ante la Comisión. –
El trámite del caso ante la Comisión Interamericana fue el
siguiente: a) Petición. – El 15 de julio de 2002 la Comisión
Interamericana recibió la petición inicial presentada por Olga
Yolanda Maldonado Ordoñez y los abogados Alejandro Sánchez y
Jorge Raúl Rodríguez Ovalle. b) Informe de Admisibilidad. – El 11 de
marzo de 2004 la Comisión aprobó el Informe de Admisibilidad No.
36/04 (en adelante “Informe de Admisibilidad”). c) Informe de
Fondo. - El 17 de julio de 2014 la Comisión emitió el Informe de
Fondo No. 42/14, de conformidad con el artículo 50 de la

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Convención Americana (en adelante “Informe de Fondo”). i)
Conclusiones.- La Comisión concluyó que el Estado era responsable
por la violación de los derechos a las garantías judiciales, principio
de legalidad y protección judicial establecidos en los artículos 8.1,
8.2, 9 y 25 de la Convención Americana, en relación con el artículo
1.1 de dicho instrumento internacional, en perjuicio de la señora
Maldonado. ii) Recomendaciones.– En consecuencia, la Comisión
recomendó al Estado lo siguiente: 1. Reparar integralmente a la
señora Maldonado por las violaciones declaradas en [el] Informe,
incluyendo tanto el aspecto material como moral. 2. Eliminar todos
los efectos de la sanción impuesta a la señora Maldonado,
incluyendo los antecedentes disciplinarios que hubieren en su
perjuicio. 3. Adoptar medidas de no repetición a fin de asegurar que
los funcionarios públicos de cargos similares al de la [presunta]
víctima del presente caso, tengan claridad y cuenten con recursos
efectivos frente a procedimientos y sanciones disciplinarias en su
contra. d) Notificación al Estado. – El Informe de Fondo fue
notificado al Estado mediante comunicación de 3 de septiembre de
2014, en la que se le otorgaba un plazo de dos meses para informar
sobre el cumplimiento de las recomendaciones. El Estado remitió
un escrito el 3 de noviembre de 2014 mediante el cual rechazó las
conclusiones del Informe de Fondo e indicó que no procedía otorgar
ningún tipo de reparación a la señora Maldonado. 3. Sometimiento a
la Corte. - El 3 de diciembre de 2014 la Comisión sometió a la
jurisdicciòn de la Corte, “por la necesidad de obtenciòn de justicia”,
la totalidad de los hechos y violaciones de derechos humanos
descritos en el Informe de Fondo. 4. Solicitudes de la Comisión
Interamericana. – Con base en lo anterior, la Comisión
Interamericana solicitó a este Tribunal que concluyera y declarara la
responsabilidad internacional de Guatemala por las violaciones
contenidas en el Informe de Fondo y que se ordenara al Estado,
como medidas de reparación, las recomendaciones incluidas en
dicho Informe (supra párr. 2). VOTO CONCURRENTE DEL JUEZ
HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO SENTENCIA DE LA
CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CASO
MALDONADO ORDOÑEZ VS. GUATEMALA SENTENCIA DE 3 DE
MAYO DE 2016 (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas) D. Conclusión 17. La correcta aplicación de las garantías
contenidas en el artículo 8.2 de la Convención Americana en
procesos que no son de naturaleza penal, necesariamente debe
tomar en consideración la naturaleza del proceso que está bajo
análisis y, a ese respecto, debe restringirse, prima facie, a procesos
de naturaleza sancionatoria en los que exista la necesidad de
restringir el ejercicio poder punitivo estatal. 18. Las garantías
previstas en el art. 8.2 se deben aplicar en su totalidad cuando se
trata de procesos penales, su extensión a otros procesos de
carácter sancionatorio dependerá de las peculiaridades del caso
examinado por la Corte. A este respecto no son aplicables todas las
garantías previstas en el precepto convencional, ni tienen el mismo
alcance en cualquier proceso de naturaleza sancionatoria.
 Caso Velasquez Paiz y otros Vs Guatemala. 1. El caso sometido a
la Corte.– El 5 de marzo de 2014, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (en adelante “la Comisiòn Interamericana” o “la

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Comisiòn”) sometió el caso ante la jurisdicciòn de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte” o “el
Tribunal”) contra la República de Guatemala (en adelante “el
Estado” o “Guatemala”). Según la Comisión, el caso se refiere a la
presunta responsabilidad del Estado por el incumplimiento del
deber de protección de la vida e integridad personal de Claudina
Isabel Velásquez Paiz. En cuanto a los hechos, la Comisión señaló
que, debido a que la presunta víctima no llegó a casa el 12 de
agosto de 2005, sus padres, Jorge Rolando Velásquez Durán y Elsa
Claudina Paiz Vidal, acudieron a denunciar su desaparición. Ello no
fue posible pues se les habría indicado que era necesario esperar 24
horas para denunciar el hecho. A pesar del conocimiento por parte
de las autoridades estatales de la existencia de un contexto de
violencia contra las mujeres que la ubicaba en una clara situación de
riesgo inminente, el Estado no adoptó medidas inmediatas y
exhaustivas de búsqueda y protección a su favor durante las
primeras horas tras tener conocimiento de la desaparición. El
cuerpo sin vida de la presunta víctima fue encontrado al día
siguiente con señales de haber sido sometida presuntamente a
actos de extrema violencia, incluida violencia sexual. 2. Asimismo,
la Comisión alegó que el Estado incurrió en responsabilidad
internacional al no haber realizado una investigación seria de la
desaparición, violencia y muerte de Claudina Isabel Velásquez Paiz.
Sostuvo que desde el inicio de la investigación hubo múltiples
falencias, tales como deficiencias en el manejo y análisis de la
evidencia recolectada; fallas en el manejo y preservación de la
escena del crimen y toma de pruebas periciales; irregularidades en
el informe de necropsia; falta de análisis comprensivos en diversas
partes del cuerpo de la víctima para verificar una posible violación
sexual; irregularidades en la toma de las huellas dactilares de la
víctima, y falta de toma de declaración de testigos relevantes.
Además alegó que tuvo lugar una demora en el proceso atribuible
al Estado, particularmente por los continuos cambios en los fiscales
encargados del caso que interrumpieron la investigación y causaron
que no se realizaran diligencias a tiempo o que estas no fueran
consideradas por los nuevos fiscales. Por último, halló que en el
proceso se registra la presunta presencia de estereotipos
discriminatorios que seriamente impactaron la falta de diligencia en
la investigación. La Comisión consideró que tanto la falta de
protección de la presunta víctima como la falta de investigación de
su muerte, constituirían un claro reflejo de la situación subyacente
de discriminación contra las mujeres en Guatemala. Finalmente, la
Comisión alegó la violación del derecho a la integridad personal de
sus padres y de su hermano, Pablo Andrés Velásquez Paiz. 3.
Trámite ante la Comisión.– El trámite ante la Comisión fue el
siguiente: a) Petición.- El 10 de diciembre de 2007 el Instituto de
Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala, Jorge
Rolando Velásquez Durán y Carlos Antonio Pop AC presentaron la
petición inicial ante la Comisión. b) Informe de Admisibilidad.- El 4
de octubre de 2010 la Comisión aprobó el Informe de Admisibilidad
No. 110/10. c) Informe de Fondo.- El 4 de noviembre de 2013, la
Comisión aprobó el Informe de Fondo No. 53/13 de conformidad
con el artículo 50 de la Convenciòn (en adelante “el Informe de

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Fondo” o “el Informe No. 53/13”), en el cual llegò a una serie de
conclusiones y formuló varias recomendaciones al Estado.
Conclusiones.– La Comisión concluyó que el Estado era responsable
por la violación de los siguientes derechos: el derecho a la vida y a
la integridad personal consagrados en los artículos 4, 5, y 11 [sic] de
la Convención Americana, todos ellos en conexión con la obligación
que le imponen al Estado el artículo 1.1 de dicho tratado y el
artículo 7 de Belém do Pará. los derechos de Claudina Isabel
Velásquez Paiz bajo el artículo 7 de la Convención de Belém do Pará
en relación con el artículo 24 de la Convención Americana en
concordancia con la obligación general de respetar y garantizar los
derechos prevista en el artículo 1.1. el derecho a la integridad
personal consagrado en el artículo 5.1 de la Convención Americana
en conexión con la obligación que le impone al Estado el artículo 1.1
de dicho tratado, en perjuicio de Jorge Rolando Velásquez Durán,
Elsa Claudina Paiz Vidal de Velásquez y Pablo Andrés Velásquez
Paiz, así como el derecho a las garantías y protección judicial
consagrados en los artículos 8.1 y 25 de la Convención Americana
del mismo instrumento y en relación con la obligación que le
impone al Estado el artículo 1.1. y el artículo 7 de Belém do Pará.
Recomendaciones.– La Comisión recomendó al Estado: i.
[c]ompletar la investigación de manera oportuna, inmediata, seria e
imparcial con el objeto de esclarecer el asesinato de Claudina Isabel
Velásquez Paiz e identificar, juzgar y, en su caso[,] sancionar a los
responsables; ii. [a]doptar y/o en su caso adecuar protocolos de
investigación y de servicios periciales a ser utilizados en todos los
delitos que se relacionen con desapariciones, violencia sexual y
homicidios de mujeres, conforme a los estándares internacionales
sobre la materia, con base en una perspectiva de género; iii.
[r]eparar plenamente a los familiares de Claudina Isabel Velásquez
Paiz por las violaciones de los derechos humanos […] establecidas;
iv. [i]mplementar como medida de no-repetición, una política
estatal integral y coordinada, respaldada con recursos públicos
adecuados, para la prevención de casos de violencia contra las
mujeres; v. [f]ortalecer la capacidad institucional para combatir la
impunidad frente a casos de violencia contra las mujeres a través de
investigaciones criminales efectivas con perspectiva de género, que
tengan un seguimiento judicial consistente, garantizando así una
adecuada sanción y reparación; vi. [i]mplementar un sistema de
producción de información estadística desagregada adecuada, que
permita el diseño y evaluación de las políticas públicas en relación
con la prevención, sanción y eliminación de la violencia contra las
mujeres; vii. [a]doptar reformas en los programas educativos del
Estado, desde la etapa formativa y temprana, para promover el
respeto de las mujeres como iguales, así como el respeto de sus
derechos a la no violencia y a la no discriminación, y viii. [a]doptar
políticas públicas y programas institucionales integrados
destinados a eliminar los estereotipos discriminatorios sobre el rol
de las mujeres y promover la erradicación de patrones
socioculturales discriminatorios que impiden su acceso pleno a la
justicia, que incluyan programas de capacitación para funcionarios
públicos en todos los sectores del Estado, incluyendo el sector
educación, las ramas de la administración de la justicia y la policía, y

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políticas integrales de prevención. d) Notificación al Estado.– El
Informe de Fondo No. 53/13 fue notificado al Estado el 5 de
diciembre de 2013. e) Informes sobre las recomendaciones de la
Comisión.– El 13 de enero de 2014, los señores Jorge Rolando
Velásquez Durán y Carlos Antonio Pop AC manifestaron su posición
en relación al Informe de Fondo 53/13. Según la Comisión, el 5 de
febrero de 2014 el Estado remitió un informe mediante el cual
“objetò las conclusiones del [I]nforme de [F]ondo […] sobre su
responsabilidad internacional e indicó que, en consecuencia, no
resulta procedente disponer medidas de reparaciòn a favor de los
familiares de la víctima”. 4. Sometimiento a la Corte.– El 5 de marzo
de 2014 la Comisión sometió a la jurisdicción de la Corte
Interamericana el caso mediante la remisiòn del Informe de Fondo
No. 53/13, “por la necesidad de obtención de justicia para las
víctimas ante la falta de cumplimiento de las recomendaciones por
parte del Estado de Guatemala”. La Comisión designó como sus
delegados ante la Corte al Comisionado James Cavallaro y al
Secretario Ejecutivo, Emilio Álvarez Icaza. Asimismo, Elizabeth Abi-
Mershed, Secretaria Ejecutiva Adjunta, y Silvia Serrano Guzmán y
Fiorella Melzi, abogadas de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión,
actuaron como asesoras legales. 5. Solicitudes de la Comisión
Interamericana.– Con base en lo anterior, la Comisión solicitó a la
Corte que declarara la responsabilidad internacional de Guatemala
por las violaciones señaladas en su Informe de Fondo (supra párr.
3.c). Asimismo, solicitó a la Corte que ordene al Estado
determinadas medidas de reparación, las cuales se detallan y
analizan en el capítulo VIII de la presente Sentencia. Por tanto, LA
CORTE DECIDE, Por unanimidad, 1. Desestimar la excepción
preliminar relativa a la alegada falta de competencia
rationemateriae interpuesta por el Estado, en los términos del
párrafo 19 de esta Sentencia. 2. Desestimar la excepción preliminar
relativa a la alegada falta de agotamiento de losrecursos internos
interpuesta por el Estado, en los términos de los párrafos 23 a 28 de
esta Sentencia. DECLARA, Por unanimidad, que 3. El Estado violó
su deber de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos a la
vida e integridad personal reconocidos en los artículos 4.1 y 5.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con
la obligación general de garantía contemplada en el artículo 1.1 y en
relación con la obligación de adoptar disposiciones de derecho
interno contemplada en el artículo 2 de la misma, así como con las
obligaciones establecidas en el artículo 7 de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer, en perjuicio de Claudina Isabel Velásquez Paiz, en
los términos de los párrafos 105 a 134 de esta Sentencia. Por
unanimidad, que 4. El Estado violó los derechos a las garantías
judiciales y a la protección judicial, reconocidos en los artículos 8.1 y
25.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y el
derecho a la igualdad ante la ley reconocido en el artículo 24 de la
misma Convención, en relación con las obligaciones generales
contenidas en los artículos 1.1 y 2 de la misma, y con el artículo 7 de
la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia contra la Mujer, en perjuicio de Elsa Claudina Paiz Vidal,
Jorge Rolando Velásquez Durán y Pablo Andrés Velásquez Paiz,

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todos ellos familiares de Claudina Isabel Velásquez Paiz, en los
términos de los párrafos 142 a 202 de esta Sentencia. Por
unanimidad, que 5. El Estado violó los derechos a la integridad
personal y al respeto de la honra y el reconocimiento de la dignidad,
reconocidos en los artículo 5.1 y 11 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en relación con el artículo 1.1 de la
misma, en perjuicio de Jorge Rolando Velásquez Durán, Elsa
Claudina Paiz Vidal y Pablo Andrés Velásquez Paiz, en los términos
de los párrafos 209 a 220 de esta Sentencia. Por seis votos a favor y
uno en contra, que 6. No es necesario emitir un pronunciamiento
respecto de las alegadas violaciones de los artículos 13 y 22 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio de
Claudina Isabel Velásquez Paiz, en los términos del párrafo 203 de
esta Sentencia. Disiente el Juez Roberto F. Caldas. Por
unanimidad, que 7. No es necesario emitir un pronunciamiento
respecto de la alegada violación del artículo 11 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio de Claudina
Isabel Velásquez Paiz, en los términos del párrafo 135 de esta
Sentencia. Y DISPONE, por unanimidad, que: 8. Esta Sentencia
constituye por sí misma una forma de reparación. 9. El Estado
debe, en un plazo razonable, conducir eficazmente la investigación
y, en su caso, abrir el o los procesos penales que correspondieren,
para identificar, procesar y, en su caso, sancionar a los responsables
de los vejámenes y privación de la vida de Claudina Isabel
Velásquez Paiz, conforme a los lineamientos de esta Sentencia, a
fin de evitar la repetición de hechos iguales o análogos a los del
presente caso. Asimismo, de acuerdo con la normativa disciplinaria
pertinente, el Estado debe examinar las eventuales irregularidades
procesales e investigativas relacionadas con el presente caso, y en
su caso, sancionar la conducta de los servidores públicos
correspondientes. Todo lo anterior, en los términos de los párrafos
229 y 230 de esta Sentencia. 10. El Estado debe brindar
gratuitamente, a través de sus instituciones de salud especializadas
y de forma inmediata, adecuada, integral y efectiva, tratamiento
médico y psicológico o psiquiátrico a las víctimas que así lo
soliciten, previo consentimiento informado, incluyendo el
suministro gratuito de los medicamentos que eventualmente se
requieran, tomando en consideración los padecimientos de cada
uno de ellos, de conformidad con lo establecido en el párrafo 234 de
esta Sentencia. 11. El Estado debe realizar en un plazo de seis
meses contado a partir de la notificación de la presente Sentencia,
las publicaciones indicadas en el párrafo 237 de la misma, en los
términos dicho párrafo. 12. El Estado debe realizar, en un plazo de
un año contado a partir de la notificación de la presente Sentencia,
un acto de disculpas públicas, en relación con los hechos del
presente caso y su posterior investigación, en los términos del
párrafo 240 de esta Sentencia. 13. El Estado debe, en un plazo
razonable, incorporar al currículo del Sistema Educativo Nacional,
en todos los niveles educativos, un programa de educación
permanente sobre la necesidad de erradicar la discriminación de
género, los estereotipos de género y la violencia contra la mujer en
Guatemala, a la luz de la normativa internacional en la materia y la
jurisprudencia de este Tribunal, de conformidad con lo establecido

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en los párrafos 247 y 248 de esta Sentencia. 14. El Estado debe, en
un plazo razonable, elaborar un plan de fortalecimiento
calendarizado del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF),
que incluya una asignación adecuada de recursos para ampliar sus
actividades en el territorio nacional y el cumplimiento de sus
funciones, de conformidad con lo establecido en el párrafo 254 de
esta Sentencia. 15. El Estado debe, en un plazo razonable,
implementar el funcionamiento pleno de los “òrganos
jurisdiccionales especializados” en toda la República de Guatemala,
así como de la fiscalía especializada, de conformidad con lo
establecido en el párrafo 257 de esta Sentencia. 16. El Estado debe,
en un plazo razonable, implementar programas y cursos
permanentes para funcionarios públicos pertenecientes al Poder
Judicial, Ministerio Público y Policía Nacional Civil, que estén
vinculados a la investigación de actos de homicidio de mujeres,
sobre estándares en materia de prevención, eventual sanción y
erradicación de homicidios de mujeres y capacitarlos sobre la
debida aplicación de la normativa internacional y jurisprudencia de
este Tribunal en la materia, de conformidad con lo establecido en el
párrafo 258 de esta Sentencia. 17. El Estado debe, en un plazo
razonable, adoptar una estrategia, sistema, mecanismo o
programa nacional, a través de medidas legislativas o de otro
carácter, a efectos de lograr la búsqueda eficaz e inmediata de
mujeres desaparecidas, de conformidad con lo establecido en los
párrafos 263 a 266 de esta Sentencia. 18. El Estado debe pagar,
dentro del plazo de un año contado a partir de la notificación de
esta Sentencia, las cantidades fijadas en los párrafos 274, 278, 279 y
283 por concepto de indemnizaciones por daños materiales e
inmateriales, así como el reintegro de costas y gastos, en los
términos de los párrafos 284 a 290 de esta Sentencia. 19. El Estado
debe rendir al Tribunal un informe, dentro del plazo de un año
contado a partir de la notificación de esta Sentencia, sobre las
medidas adoptadas para cumplir con la misma. 20. La Corte
supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio
de sus atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, y dará por
concluido el presente caso una vez que el Estado haya dado cabal
cumplimiento a lo dispuesto en la misma. El Juez Roberto F.
Caldas hizo conocer a la Corte su Voto Parcialmente Disidente, el
cual acompaña esta Sentencia. Los Jueces Eduardo Vio Grossi y
Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot hicieron conocer a la Corte sus
respectivos Votos Concurrentes, los cuales acompañan esta
Sentencia.
 Caso Veliz Franco y otros Vs Guatemala. 1. El caso sometido a la
Corte. – El 3 de mayo de 2012, de conformidad con lo dispuesto en
los artículos 51 y 61 de la Convención Americana y el artículo 35 del
Reglamento de la Corte, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (en adelante también “la Comisión Interamericana” o “la
Comisión”) sometió a la jurisdicción de la Corte (en adelante
“escrito de sometimiento”) el caso Veliz Franco y otros contra la
República de Guatemala (en adelante también “el Estado” o
“Guatemala”). De acuerdo con lo señalado por la Comisión, el
presente caso se relaciona con la falta de respuesta eficaz del

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Estado a la denuncia presentada el 17 de diciembre de 2001 por
Rosa Elvira Franco Sandoval (en adelante también “Rosa Elvira
Franco” o “señora Franco Sandoval” o “señora Franco”) ante el
Ministerio Público para denunciar la desaparición de su hija, María
Isabel Veliz Franco (en adelante también “María Isabel Veliz” o
“María Isabel” o “la niña” o “la presunta víctima”), de 15 años de
edad, así como las posteriores falencias en la investigación de los
hechos. En dicha denuncia la señora Franco Sandoval manifestó
que el 16 de diciembre de 2001 su hija salió de su casa a las ocho de
la mañana hacia su trabajo y no regresó. La Comisión indicó que no
hay constancias en cuanto a esfuerzos realizados para buscar a la
víctima desde que se presentó la denuncia, hasta que se encontró el
cadáver a las 14:00 horas del 18 de diciembre de 2001. Asimismo,
señaló que existieron una serie de irregularidades durante la
investigación de la desaparición y posterior muerte de María Isabel
Veliz Franco, entre las que destacan la falta de realización de
diligencias cuando fue reportada desaparecida y fallas en la
preservación de la escena del crimen, así como deficiencias en el
manejo y análisis de la evidencia recolectada. 2. Trámite ante la
Comisión. – El trámite ante la Comisión fue el siguiente: a.
Petición.- El 26 de enero de 2004 la Comisión recibió la petición
presentada por la señora Franco Sandoval, el Centro por la Justicia
y el Derecho Internacional (en adelante “CEJIL”) y la Red de No
Violencia contra las Mujeres en Guatemala (en adelante
“REDNOVI”). b. Informe de Admisibilidad.- El 21 de octubre de
2006 la Comisión aprobó el Informe de Admisibilidad No. 92/06 (en
adelante también “Informe de Admisibilidad”). c. Informe de
Fondo.- El 3 de noviembre de 2011 la Comisión aprobó el Informe de
Fondo No. 170/11 (en adelante también “Informe de Fondo”), de
conformidad con el artículo 50 de la Convención, en el cual llegó a
una serie de conclusiones y formuló varias recomendaciones al
Estado. i. Conclusiones.- La Comisión concluyó que, en perjuicio de
María Isabel Veliz Franco, el Estado era responsable de: las
violaciones al derecho a la vida, integridad personal y los derechos
del niño, consagrados en los artículos 4, 5, y 19 de la Convención
Americana, todos ellos en conexión con el artículo 1.1 de dicho
tratado. Igualmente concluy[ó] que el Estado menoscabó los
derechos de María Isabel Veliz Franco bajo el artículo 7 de la
Convención de Belém do Pará[,] en relación con el artículo 24 de la
Convención Americana[,] en concordancia con la obligación general
de respetar y garantizar los derechos prevista en el artículo 1.1. De
igual forma, la Comisión concluyó que el Estado: violó el derecho a
la integridad personal consagrado en el artículo 5.1 de la
Convención, en conexión con la obligación que le impone al Estado
el artículo 1.1 de dicho tratado, en perjuicio de Rosa Elvira Franco
Sandoval de Veliz (madre), Leonel Enrique Veliz (hermano), José
Roberto Franco (hermano) y Cruz Elvira Sandoval Polanco de
Franco (abuela, fallecida) y Roberto Franco Pérez (abuelo,
fallecido), así como el derecho a las garantías y protección judicial
consagrados en los artículos 8.1 y 25 de la Convención Americana[,]
en relación con el artículo 24 del mismo instrumento y en relación
con la obligación que impone al Estado el artículo 1.1. ii.
Recomendaciones.- 1. Completar la investigación de manera

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oportuna, inmediata, seria e imparcial con el objeto de esclarecer el
asesinato de María Isabel Veliz Franco e identificar, juzgar y, en su
caso sancionar a los responsables. 2. Reparar plenamente a los
familiares de María Isabel Veliz Franco por las violaciones de los
derechos humanos […] establecidos. 3. Implementar como medida
de no repetición, una política estatal integral y coordinada,
respaldada con recursos públicos adecuados, para garantizar que
en los casos específicos de violencia contra las mujeres, sean
adecuadamente prevenidos, investigados, sancionados y
reparados. 4. Adoptar reformas en los programas educativos del
Estado, desde la etapa formativa y temprana, para promover el
respeto de las mujeres como iguales, así como el respeto de sus
derechos a la no violencia y a la no discriminación. 5. Investigar las
irregularidades en la investigación del caso que se hayan cometido
por agentes del Estado y sancionar a los responsables. 6. Fortalecer
la capacidad institucional para combatir la impunidad frente a casos
de violencia contra las mujeres a través de las investigaciones
criminales efectivas con perspectiva de género, que tengan un
seguimiento judicial constante, garantizando así una adecuada
sanción y reparación. 7. Implementar medidas y campañas de
difusión destinadas al público en general sobre el deber de respetar
y garantizar los derechos de las niñas y los niños. 8. Adoptar
políticas públicas y programas institucionales integrales destinados
a eliminar los estereotipos discriminatorios sobre el rol de las
mujeres y promover la erradicación de peticiones socioculturales
discriminatorios que impiden su acceso pleno a la justicia, que
incluyan programas de capacitación para funcionarios públicos en
todos los sectores del Estado, incluyendo el sector educación, las
ramas de administración de justicia y la policía y políticas integrales
de prevención. 3. Notificación al Estado.- El Informe de Fondo fue
notificado al Estado el 3 de enero de 2012, y se le dio un plazo de
dos meses para informar sobre el cumplimiento de las
recomendaciones. El 13 de marzo de 2012 Guatemala presentó un
informe sobre el avance del cumplimiento y solicitó una prórroga
de un mes. La Comisión otorgó dicha prórroga, solicitando al
Estado que el 25 de marzo de 2012 presentara su informe. El Estado
no lo presentó en dicha fecha. El 2 de mayo de 2012 los
peticionarios informaron a la Comisión que, el 30 de marzo de 2012
el Estado habría propuesto a la señora Franco Sandoval suscribir un
acuerdo de solución amistosa. El 19 de abril de 2012 los
peticionarios habían respondido al Estado que “ante la considerable
demora en materia de justicia, […] no consideraban oportuno
firmar un acuerdo de cumplimiento de recomendaciones”.
Posteriormente, en respuesta al Informe de Fondo, el Estado
presentó información relativa a la investigación y en general sobre
las políticas públicas. Finalmente, la Comisión concluyó que el
Estado no presentó información expresamente relacionada con las
recomendaciones. 4. Sometimiento a la Corte.- El 3 de mayo de
2012 la Comisión, sometió a la jurisdicción de la Corte la totalidad
de los hechos y violaciones de derechos humanos descritos en el
Informe de Fondo. La Comisión designó como sus delegados ante
la Corte a la Comisionada Dinah Shelton y a su entonces Secretario
Ejecutivo, Santiago A. Canton. Asimismo, indicó que Elizabeth Abi-

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Mershed, Secretaria Ejecutiva Adjunta, Isabel Madariaga y Fiorella
Melzi, actuarían como asesoras legales, así como también la
entonces asesora legal Karla I. Quintana Osuna. 5. Solicitudes de
la Comisión Interamericana.- Con base en lo anterior, la Comisión
solicitó a la Corte que declare la responsabilidad internacional del
Estado por la violación de: a) el artículo 4 de la Convención; b) el
artículo 5 de la Convención; c) el artículo 19 de la Convención, y d) el
artículo 24 de la Convención y el artículo 7 de la Convención de
Belém do Pará, todos ellos en relación con el artículo 1.1 de la
Convención, en perjuicio de María Isabel Veliz Franco. Además
solicitó que se declare la violación de: a) el artículo 5.1 de la
Convención; b) el artículo 8 de la Convención, y c) el artículo 25 de
la Convención, en relación con los artículos 24 y 1.1 del mismo
tratado, en perjuicio de la madre, hermanos y abuelos de María
Isabel. Finalmente, solicitó a este Tribunal que ordenara diversas
medidas de reparación. Por tanto, LA CORTE DECIDE, por
unanimidad, 1. Desestimar la excepción preliminar interpuesta por
el Estado relativa a la falta de competencia material de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos para conocer sobre el
artículo 7 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra la Mujer, en los términos de los
párrafos 36 a 38 de la presente Sentencia. 2. Desestimar la
excepción preliminar interpuesta por el Estado sobre la falta de
agotamiento de recursos internos, en los términos de los párrafos
42 a 45 de la presente Sentencia. DECLARA, Por unanimidad, que:
1. El Estado violó su deber de garantizar el libre y pleno ejercicio de
los derechos a la vida e integridad personal, consagrados en los
artículos 4.1 y 5.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, en relación con los derechos del niño consagrados en el
artículo 19 de la Convención, y con la obligación general de
garantizar los derechos sin discriminación, contemplado en el
artículo 1.1 del mismo tratado, así como las obligaciones
contempladas en el artículo 7.b) de la Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer , en
perjuicio de María Isabel Veliz Franco, en los términos de los
párrafos 132 a 158 de la presente Sentencia. 2. El Estado violó los
derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial,
consagrados en los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, y el derecho a la igualdad ante la ley
consagrado en el artículo 24 de la Convención, en relación con las
obligaciones generales contenidas en los artículos 1.1 y 2 de la
misma, y con los artículos 7.b) y 7.c) de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer, en perjuicio de Rosa Elvira Franco Sandoval, Leonel
Enrique Veliz Franco, José Roberto Franco, Cruz Elvira Sandoval
Polanco y Roberto Pérez, en los términos de los párrafos 178 a 225
de la presente Sentencia. 3. El Estado violó el derecho a la
integridad personal, consagrado en el artículo 5.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en relación con el artículo 1.1
de la misma, en perjuicio de Rosa Elvira Franco Sandoval, en los
términos de los párrafos 233 a 242 de la presente Sentencia. 4. No
procede pronunciarse sobre la alegada violación del derecho a la
libertad personal, reconocido en el artículo 7 de la Convención

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Americana sobre Derechos Humanos, en los términos del párrafo
145 de la presente Sentencia. 5. No procede pronunciarse sobre la
alegada violación de los derechos del niño, consagrado en el
artículo 19 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
en relación con el desarrollo de la investigación posterior al
hallazgo del cadáver de María Isabel Veliz Franco, en los términos
del párrafo 226 de la presente Sentencia. Y DISPONE por
unanimidad, que: 6. Esta Sentencia constituye per se una forma de
reparación. 7. El Estado deberá conducir eficazmente la
investigación y, en su caso, abrir el proceso penal correspondiente,
y de ser pertinente, otros que correspondieren para identificar,
procesar y, en su caso, sancionar a los responsables de los
vejámenes y privación de la vida de la niña María Isabel Veliz
Franco, en los términos del párrafo 251 de presente Sentencia. 8.
El Estado deberá, en el plazo de seis meses a partir de la
notificación de la presente Sentencia, publicar en el Diario Oficial
de Guatemala y en un diario de amplia circulación nacional, por una
sola vez el resumen oficial de la presente Sentencia.
Adicionalmente, el Estado deberá, dentro del mismo plazo,
publicar la presente Sentencia íntegramente en sitios web oficiales
del Poder Judicial, del Ministerio Público y de la Policía Nacional
Civil del Estado durante el período de un año. Todo ello, en los
términos del párrafo 256 de la presente Sentencia. 9. El Estado
deberá, en el plazo de un año a partir de la notificación de esta
Sentencia, realizar un acto de disculpas públicas, en los términos de
los párrafos 257 y 258 de la presente Sentencia. 10. El Estado
deberá, en un plazo razonable, elaborar un plan de fortalecimiento
calendarizado del INACIF, que incluya una asignación adecuada de
recursos para ampliar sus actividades en el territorio nacional y el
cumplimiento de sus funciones, en los términos del párrafo 268 de
la presente Sentencia. 11. El Estado deberá, en un plazo
razonable, implementar el funcionamiento de los “órganos
jurisdiccionales especializados” y de la fiscalía especializada, en los
términos del párrafo 270 de la presente Sentencia. 12. El Estado
deberá, en un plazo razonable, implementar programas y cursos
para funcionarios públicos pertenecientes al Poder Judicial,
Ministerio Público y Policía Nacional Civil que estén vinculados a la
investigación de actos de homicidio de mujeres sobre estándares
en materia de prevención, eventual sanción y erradicación de
homicidios de mujeres y capacitarlos sobre la debida aplicación de
la normativa pertinente en la materia, en los términos del párrafo
275 de la presente Sentencia. 13. El Estado debe brindar atención
médica o psicológica gratuita, de forma inmediata, adecuada y
efectiva, a través de instituciones estatales de salud especializadas,
a Rosa Elvira Franco Sandoval, si ella así lo desea, en los términos
del párrafo 280 de la presente Sentencia. 14. El Estado deberá,
dentro del plazo de un año a partir de la notificación de esta
Sentencia, pagar las cantidades fijadas en el párrafo 300 de la
presente Sentencia por concepto de indemnizaciones por daños
materiales e inmateriales, el reintegro de costas y gastos, en los
términos del párrafo 307, así como reintegrar al Fondo de
Asistencia Legal de Víctimas la cantidad establecida en el párrafo
315 de la presente Sentencia. 15. El Estado debe, dentro del plazo

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de un año contado a partir de la notificación de la presente
Sentencia, rendir al Tribunal un informe sobre las medidas
adoptadas para cumplir con la misma. 16. La Corte supervisará el
cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio de sus
atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, y dará por
concluido el presente caso una vez que el Estado haya dado cabal
cumplimiento a lo dispuesto en la misma. Redactada en español en
San José, Costa Rica, el 19 de mayo de 2014.
 Caso masacre de rio negro Vs Guatemala. INTRODUCCIÓN DE
LA CAUSA Y OBJETO DE LA CONTROVERSIA 1. El 30 de
noviembre de 2010, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 51 y 61 de la Convención Americana y el artículo 35 del
Reglamento de la Corte, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (en adelante “la Comisión Interamericana” o “la
Comisión”) sometió a la jurisdicción de la Corte el caso Masacres de
Río Negro en contra de la República de Guatemala (en adelante “el
Estado” o “Guatemala”), iniciado en la petición presentada por la
Asociación para el Desarrollo Integral de las Víctimas de la Violencia
en las Verapaces (en adelante “ADIVIMA”) el 19 de julio de 2005. La
Comisión Interamericana aprobó el Informe de admisibilidad No.
13/08 el 5 de marzo de 2008 y, en los términos del artículo 50 de la
Convención, emitió el Informe de fondo No. 86/10 el 14 de julio de
2010 mediante el cual emitió una serie de recomendaciones para el
Estado. El Informe de fondo fue notificado a Guatemala el 30 de
julio de 2010, otorgándosele un plazo de 2 meses para informar
sobre el cumplimiento de las recomendaciones. El 4 de octubre de
2010 el Estado solicitó una prórroga de un mes para presentar
información sobre los avances en las recomendaciones efectuadas
por la Comisión. Esta prórroga fue otorgada el 30 de octubre de
2010, y la Comisión ordenó al Estado presentar su informe a más
tardar el 20 de noviembre de 2010. No obstante lo anterior, el
Estado no presentó el informe requerido, por lo que la Comisión
sometió el caso al Tribunal “por la falta de cumplimiento de las
recomendaciones por parte del Estado y la consecuente necesidad
de obtención de justicia en el caso”. La Comisión designó como
delegados a la Comisionada Dinah Shelton y a su entonces
Secretario Ejecutivo, Santiago A. Canton, y como asesores legales a
su Secretaria Ejecutiva Adjunta, Elizabeth Abi-Mershed, y a Karla I.
Quintana Osuna e Isabel Madariaga Cuneo, abogadas de la
Secretaría Ejecutiva. 2. Según indicó la Comisión Interamericana,
el presente caso versa sobre “la destrucción de la comunidad maya
de Río Negro, mediante una serie de masacres ejecutadas por el
Ejército de Guatemala y miembros de las Patrullas de Autodefensa
Civil en los años 1980 y 1982, así como [sobre] la persecución y
eliminación de sus miembros, y las posteriores violaciones en
contra de los sobrevivientes, incluida la falta de investigación de los
mencionados hechos. En especial, la Comisión presentó este caso
debido a la denegación de justicia desde la comisión de los hechos y
la consecuente impunidad que persiste hasta la fecha […]”.
Asimismo, la Comisión indicó que “dentro de los hechos [que se
ponen] en conocimiento de la Corte [se incluyen], entre otros, los
relativos a las desapariciones forzadas, el desplazamiento forzado,

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la integridad personal de los familiares y sobrevivientes, la
destrucción del tejido social de la comunidad, la falta de
identificación de las personas ejecutadas y desaparecidas […], la
consecuente falta de entierro de las mismas con base en las
tradiciones mayas, la imposibilidad de los sobrevivientes de
regresar a sus tierras, la falta de protección a los niños y niñas, el
señalamiento como “guerrilleros, base social de la guerrilla,
enemigos internos y subversivos”, la discriminación [y] la
[supuesta] falta de investigación imparcial y efectiva de la
multiplicidad de violaciones ocurridas durante y después de las
masacres”. La Comisión también alegó que los hechos del presente
caso “[…] se enmarcan en un contexto más general de masacres en
Guatemala, las cuales fueron planificadas por agentes estatales
dentro de una política de “tierra arrasada” dirigida por el Estado
guatemalteco contra el pueblo maya, calificado como “enemigo
interno”, en un contexto de discriminación y racismo […]”. 3. Con
base en lo anterior, la Comisión Interamericana solicitó al Tribunal
que declare la responsabilidad internacional del Estado de
Guatemala por la presunta violación de los derechos reconocidos en
los siguientes artículos de la Convención Americana: 3 (Derecho al
Reconocimiento de la Personalidad Jurídica), 4 (Derecho a la Vida),
5 (Integridad Personal), 6 (Prohibición de la Esclavitud y
Servidumbre), 7 (Libertad Personal), 8 (Garantías Judiciales), 11
(Protección de la Honra y de la Dignidad), 12 (Libertad de
Conciencia y de Religión), 16 (Libertad de Asociación), 17
(Protección a la Familia), 19 (Derechos del Niño), 21 (Derecho a la
Propiedad Privada), 22 (Derecho de Circulación y de Residencia), 24
(Igualdad ante la Ley) y 25 (Protección Judicial), en relación con la
obligación general de respeto y garantía de los derechos humanos
establecida en el artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio de
los miembros de la comunidad de Río Negro. Asimismo, solicitó
que se declare el incumplimiento de las obligaciones establecidas
en los artículos I de la Convención Interamericana sobre
Desaparición Forzada de Personas (en adelante “Convención sobre
Desaparición Forzada”); 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana
para Prevenir y Sancionar la Tortura (en adelante “Convención
contra la Tortura”), y 7.b de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
“Convención de Belem do Pará”. Adicionalmente, la Comisión
Interamericana solicitó al Tribunal que ordene al Estado
determinadas medidas de reparación. 324. Por tanto, LA CORTE
DECIDE, por unanimidad, PUNTOS RESOLUTIVOS 1. Aceptar el
reconocimiento de responsabilidad internacional efectuado por el
Estado, en los términos de los párrafos 17 a 28 del Fallo. 2. Admitir
la excepción preliminar interpuesta por el Estado sobre la falta de
competencia temporal de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos para conocer de las violaciones de derechos humanos
ocurridas antes del reconocimiento de la competencia temporal de
la Corte, en los términos de los párrafos 29 a 39 de la presente
Sentencia. DECLARA, por unanimidad que, 1. El Estado es
responsable por la violación de los derechos reconocidos en los
artículos 3, 4.1, 5.1, 5.2, y 7.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en relación con el artículo 1.1 de la misma, y

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por el incumplimiento de las obligaciones establecidas en el artículo
I.a) de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada
de Personas, en perjuicio de Ramona Lajuj, Manuel Chen Sánchez,
Aurelia Alvarado Ivoy, Cornelio Osorio Lajúj, Demetria Osorio
Tahuico, Fermin Tum Chén, Francisco Chen Osorio, Francísco
Sánchez Sic, Héctor López Osorio, Jerónimo Osorio Chen, Luciano
Osorio Chen, Pablo Osorio Tahuico, Pedro Chén Rojas, Pedro López
Osorio, Pedro Osorio Chén, Sebastiana Osorio Tahuico y Soterio
Pérez Tum y, adicionalmente a dichos artículos, por la violación del
derecho establecido en el artículo 19 de la Convención Americana,
en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de Manuel
Chen Sánchez, de conformidad con lo expuesto en los párrafos 112
a 127 de la presente Sentencia. 2. El Estado es responsable por la
violación de los derechos reconocidos en los artículos 5.1, 11.1 y 11.2
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación
con el artículo 1.1. de la misma, en perjuicio de María Eustaquia
Uscap Ivoy, en los términos de los párrafos 131 a 135 de este Fallo.
3. El Estado es responsable de la violación de los derechos
reconocidos en el artículo 5.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en relación con los artículos 6, 17 y 1.1 de la
misma, en perjuicio de María Eustaquia Uscap Ivoy, y por la
violación del derecho reconocido en el artículo 5.1 de la Convención
Americana, en relación con los artículos 6, 17, 19 y 1.1 de la misma,
en perjuicio de Agustín Chen Osorio, Celestina Uscap Ivoy, Cruz
Pérez Osorio, Froilan Uscap Ivoy, Jesús Tecú Osorio, José Osorio
Osorio, Juan Chen Chen, Juan Chen Osorio, Juan Pérez Osorio, Juan
Uscap Ivoy, Juana Chen Osorio, Pedro Sic Sánchez, Silveria Lajuj
Tum, Tomasa Osorio Chen, Florinda Uscap Ivoy y Juan Osorio
Alvarado, de conformidad con lo expuesto en los párrafos 139 a 150
de la Sentencia. 4. El Estado es responsable de la violación del
derecho reconocido en el artículo 5.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en relación con los artículos 12.1 y 1.1 de
la misma, en perjuicio de los miembros de la comunidad de Río
Negro que viven en la colonia Pacux, de acuerdo a lo señalado en
los párrafos 153 a 165 de esta Sentencia. 5. El Estado es
responsable de la violación del derecho reconocido en el artículo
22.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en
relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de los
sobrevivientes de las masacres de Río Negro que habitan en la
colonia de Pacux, en los términos de lo indicado en los párrafos 172
a 184 de este Fallo. 6. El Estado es responsable de la violación de
los derechos reconocidos en los artículos 8.1 y 25.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con
el artículo 1.1 de la misma, así como por el incumplimiento de las
obligaciones establecidas en los artículos 1, 6 y 8 de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, el artículo I.b)
de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas, y el artículo 7.b de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, en
perjuicio de las víctimas del presente caso, en sus respectivas
circunstancias, de conformidad con lo establecido en los párrafos
189 a 237 de esta Sentencia. 7. El Estado es responsable de la
violación del derecho reconocido en el artículo 5.1 de la Convención

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Americana sobre Derechos Humanos, en relación con el artículo 1.1
de dicho instrumento, en perjuicio de los sobrevivientes de las
masacres de Río Negro, en los términos de lo indicado en los
párrafos 240 a 244 de este Fallo. 8. El Estado no es responsable de
la violación del derecho reconocido en el artículo 16 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, de conformidad
con lo establecido en los párrafos 167 y 168 de esta Sentencia. Y
DISPONE, por unanimidad que, 1. Esta Sentencia constituye per
se una forma de reparación. 2. El Estado debe investigar, sin mayor
dilación, de forma seria y efectiva los hechos que originaron las
violaciones declaradas en la presente Sentencia, con el propósito
de juzgar y, eventualmente, sancionar a los presuntos
responsables, en los términos de los párrafos 257 a 262 de este
Fallo. 3. El Estado debe realizar una búsqueda efectiva del paradero
de las víctimas desaparecidas forzadamente; elaborar un plan
riguroso para la búsqueda de los miembros de la comunidad de Río
Negro desaparecidos forzadamente, así como para la localización,
exhumación e identificación de las personas presuntamente
ejecutadas, y la determinación de las causas de muerte y posibles
lesiones previas, e implementar un banco de información genética,
de conformidad con lo establecido en los párrafos 265 a 271 de esta
Sentencia. 4. El Estado debe realizar las publicaciones indicadas en
los párrafos 274 y 275 del presente Fallo. 5. El Estado debe realizar
un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional
por los hechos del presente caso, de conformidad con lo
establecido en los párrafos 277 y 278 de esta Sentencia. 6. El
Estado debe realizar las obras de infraestructura y servicios básicos
a favor de los miembros de la comunidad de Río Negro que residen
en la colonia Pacux, en los términos de lo señalado en el párrafo 284
del presente Fallo. 7. El Estado debe diseñar e implementar un
proyecto para el rescate de la cultura maya Achí, de conformidad
con lo establecido en el párrafo 285 de esta Sentencia. 8. El Estado
debe brindar tratamiento médico y psicológico a las víctimas del
presente caso, de acuerdo a lo señalado en los párrafos 287 a 289
del presente Fallo. 9. El Estado debe pagar las cantidades fijadas
en los párrafos 309 y 317 de la presente Sentencia, por concepto de
indemnizaciones por daños materiales e inmateriales, y por el
reintegro de costas y gastos, en los términos de los referidos
párrafos y de los párrafos 318 a 323 de este Fallo. 10. El Estado debe
establecer un mecanismo adecuado para que otros miembros de la
comunidad de Río Negro posteriormente puedan ser considerados
víctimas de alguna violación de derechos humanos declarada en
este Fallo, y reciban reparaciones individuales y colectivas como las
que se ordenaron en esta Sentencia, de conformidad con los
párrafos 251 a 253 de la misma. 11. El Estado debe, dentro del plazo
de un año contado a partir de la notificación de esta Sentencia,
rendir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos un informe
sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma. 12. La
Corte supervisará el cumplimiento íntegro de este Fallo, en ejercicio
de sus atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la
Convención Americana, y dará por concluido el presente caso una
vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en

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el mismo. Redactada en español e inglés, haciendo fe el texto en
español, en San José, Costa Rica, el 4 de septiembre de 2012.
 Caso de la masacre de las Dos Erres Vs Guatemala. 1. El 30 de
julio de 2008, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 51 y
61 de la Convención Americana, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (en adelante “la Comisión” o “la Comisión
Interamericana”) sometió ante la Corte una demanda contra la
República de Guatemala (en adelante “el Estado” o “Guatemala”).
La petición inicial fue presentada por la Oficina de Derechos
Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG) y el Centro por
la Justicia y el Derecho Internacional (en adelante “CEJIL”) ante la
Comisión el 13 de septiembre de 1996. El 1 de abril de 2000 el
Estado y los representantes de las presuntas víctimas (en adelante
“los representantes”) pactaron un acuerdo en el marco de una
soluciónamistosa, mediante la cual el Estado reconoció su
responsabilidad internacional y se comprometió a reparar a las
presuntas víctimas. Sin embargo, el 20 de febrero de 2006 los
representantes manifestaron su voluntad de apartarse del acuerdo
de solución amistosa, por lo que se prosiguió con el trámite ante la
Comisión. El 14 de marzo de 2008 la Comisión aprobó el Informe de
Admisibilidad y Fondo No. 22/08, en los términos del artículo 50 de
la Convención. El informe recomendó al Estado que, entre otros,
realizara una investigación especial, rigurosa, imparcial y
efectivaque juzgara y sancionara a los responsables, así como que
removiera todos los obstáculos de hecho y de derecho que
mantenían el caso en la impunidad. Este informe fue notificado al
Estado el 30 de abril de 2008. Después de considerar queGuatemala
no había adoptado sus recomendaciones, la Comisión decidió
someter el presente caso a la jurisdicción de la Corte. La Comisión
designó a los señores Víctor Abramovich, Comisionado y Santiago
A. Canton, Secretario Ejecutivo, como Delegados, y a la señora
Elizabeth Abi-Mershed, Secretaria Ejecutiva Adjunta, y al señor
Juan Pablo Albán Alencastro y a la señora Isabel Madariaga como
asesores legales. 2. La demanda se relaciona con la supuesta falta
de debida diligencia en la investigación, juzgamiento y sanción de
los responsables de la masacre de 251 habitantes del Parcelamiento
de Las Dos Erres, la Libertad, Departamento de Petén, ocurrida
entre los días 6 a 8 de diciembre de 1982. Dicha masacre fue
ejecutada por miembros del grupo especializado de las fuerzas
armadas de Guatemala denominados kaibiles. Entre los habitantes
del Parcelamiento se encontraban niños, mujeres y hombres. Las
personas ejecutadas, habrían sufrido previamente golpes y
maltratos, así como muchas mujeres habrían sido violadas y
golpeadas hasta el punto de sufrir abortos. Adicionalmente, en el
contexto de la masacre uno de los Kaibiles que participó en ella,
sustrajo a un niño sobreviviente, se lo llevó a su casa, y lo registró
con sus apellidos. Recién en 1994 se iniciaron las investigaciones
sobre dicha masacre, en el marco de las cuales se realizaron algunas
diligencias de exhumación. Sin embargo, el supuesto uso
indiscriminado y permisivo de recursos judiciales, el retardo
injustificado por parte de las autoridades judiciales y la falta de una
investigación exhaustiva, juzgamiento, y sanción de los
responsables está pendiente hasta el día de hoy. 3. La Comisión

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solicitó a la Corte que declarara que el Estado es responsable por la
violación de los artículos 25 (Protección Judicial) y 8 (Garantías
Judiciales) de la Convención Americana, en relación con el artículo
1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) del mismo instrumento,
en perjuicio de dos sobrevivientes de la masacre y 153 familiares de
las personas que fallecieron durante la misma. Asimismo, la
Comisión solicitó al Tribunal que ordenara al Estado la adopción de
varias medidas de reparación no pecuniarias, así como el pago de
las costas y gastos del presente caso que se hayan originado y se
originen ante la Corte Interamericana. 4. El 12 de noviembre de
2008 los representantes, CEJIL y la Asociación de Familiares de
Detenidos-Desaparecidos de Guatemala (en adelante
“FAMDEGUA”), presentaron su escrito de solicitudes, argumentos y
pruebas (en adelante “escrito de solicitudes y argumentos”).
Además de lo indicado por la Comisión, los representantes
sostuvieron, inter alia, que el Estado es responsable por la violación
de los derechos reconocidos en: a) los artículos 8 y 25 (Garantías
Judiciales y Protección Judicial) de la Convención, en relación con
los artículos 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) y 2 (Deber de
Adoptar Disposiciones de Derecho Interno) de ese tratado, en
perjuicio de las víctimas de la masacre y sus familiares, por: i) el
supuesto retardo injustificado en la investigación de los hechos, y ii)
la presunta falta de imparcialidad del tribunal que resolvió uno de
los amparos; b) los artículos 8 y 25 (Garantías Judiciales y
Protección Judicial) de la Convención, en relación con el
incumplimiento del artículo 1.1 (Obligación de Respetar los
Derechos) de ese tratado y los artículos 1, 6 y 8 de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura (en adelante
“CIPST” o “Convención Interamericana contra la Tortura”), en
perjuicio de las víctimas de la masacre y sus familiares y el artículo
7.b) de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer (en adelante “Convención de
Belem Do Pará), en perjuicio de las víctimas mujeres, por la
supuesta falta de una investigación seria y exhaustiva de todos los
hechos y responsables de la masacre; c) los artículos 8 y 25
(Garantías Judiciales y Protección Judicial) de la Convención, en
relación con el incumplimiento del artículo 1.1 (Obligación de
Respetar los Derechos) de ese tratado, en perjuicio de las víctimas
de la masacre y sus familiares, por: i) haber obstaculizado las
investigaciones, y ii) no haber ejecutado las órdenes de captura
dictadas contra algunos de los presuntos partícipes en los hechos;
d) los artículos 8, 25 y 13 (Garantías Judiciales, Protección Judicial y
Libertad de Pensamiento y Expresión) de la Convención, en
concordancia con el artículo 1.1 (Obligación de Respetar los
Derechos) de ese tratado, en perjuicio de los familiares porque a la
fecha desconocen la verdad de lo ocurrido a sus seres queridos y la
identidad de los responsables; e) el artículo 4 (Derecho a la Vida) de
la Convención, en relación con el artículo 1.1 (Obligación de
Respetar los Derechos) de ese tratado, en perjuicio de las víctimas
de la masacre, respecto de la supuesta inadecuada investigación de
su ejecución; f) el artículo 5 (Derecho a la Integridad Personal) de la
Convención, en relación con el artículo 1.1 (Obligación de Respetar
los Derechos) de ese instrumento, en perjuicio de las víctimas de la

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masacre, respecto de la presunta falta de investigación de los actos
de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes de los que
supuestamente fueron objeto; g) el artículo 5 (Derecho a la
Integridad Personal) de la Convención, en relación con el artículo
1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) de ese instrumento, en
perjuicio de los familiares de las víctimas de la masacre por el
sufrimiento causado a raíz de la supuesta impunidad en que se han
mantenido los hechos, y h) el artículo 19 (Derechos del Niño) de la
Convención, en relación con el artículo 1.1 (Obligación de Respetar
los Derechos) de ese tratado, en perjuicio de los dos sobrevivientes
de la Masacre, así como la violación de los artículos 17 (Protección a
la Familia) y 18 (Derecho al Nombre) de la Convención, en relación
con el artículo 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) de dicho
instrumento, respecto de uno de los sobrevivientes. 5. Finalmente,
los representantes solicitaron al Tribunal que ordenara al Estado la
adopción de varias medidas de reparación pecuniarias y no
pecuniarias, así como el pago de las costas y gastos del presente
caso incurridos tanto a nivel nacional como internacional a partir
del mes de abril del año 2000. Aclararon que CEJIL y FAMDEGUA
representan a 59 presuntas víctimas, incluyendo a uno de los
sobrevivientes, por lo que la Comisión representa a 96 presuntas
víctimas. 6. El 20 de enero de 2009 el Estado presentó su escrito de
excepción preliminar, contestación de la demanda y observaciones
al escrito de solicitudes y argumentos (en adelante “contestación
de la demanda”). Señaló que “manif[estaba] su aceptación parcial a
los hechos denunciados por la […] Comisión [y las violaciones]
alegadas en los artículos 8 y 25 de la [Convención,] en relación con
el deber consagrado en el artículo 1.1 [de la misma]”. No obstante,
interpuso una excepción preliminar relacionada con la supuesta
incompetencia ratione temporis de la Corte, en la cual alegó que “los
hechos constitutivos de las violaciones denunciadas en contra de
los derechos contenidos en los artículos 4, 5, 17, 18 y 19 de la
Convención […] ocurrieron entre los días 6 y 8 de diciembre de 1982
y el reconocimiento de la jurisdicción contenciosa de la Corte […]
ocurrió con posterioridad”. El 2 de octubre de 2008 el Estado
designó a la señora Delia Marina Dávila Salazar como Agente, y a la
señora Carol Angélica Quirós Ortiz como Agente Alterna para el
presente caso. El 29 de mayo de 2009 el Estado sustituyó a la
Agente Alterna por la señora María Elena de Jesús Rodríguez
López. 7. El 4 de marzo de 2009 la Comisión y los representantes
presentaron sus alegatos sobre el allanamiento y la excepción
preliminar interpuesta por el Estado, de conformidad con el artículo
38.4 del Reglamento. PUNTOS RESOLUTIVOS Por tanto, LA
CORTE DECIDE: Por unanimidad, 1. Desestimar parcialmente la
excepción preliminar ratione temporis interpuesta por el Estado, de
conformidad con los párrafos 44 a 51 de la presente Sentencia. Y
DECLARA, Por unanimidad, que: 1. Acepta el reconocimiento
parcial de responsabilidad internacional efectuado por el Estado, en
los términos de los párrafos 28 a 38 de la presente Sentencia. 2. El
Estado violó los derechos a las garantías y protección judicial
consagrados en los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en relación con el artículo 1.1 de la
misma, y violó las obligaciones establecidas en los artículos 1, 6 y 8

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de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura y en el artículo 7.b) de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, en
perjuicio de las 155 víctimas del presente caso, en sus respectivas
circunstancias, en los términos de los párrafos 69 a 154 de este
Fallo. 3. El Estado incumplió la obligación de respetar los derechos y
el deber de adoptar disposiciones de derecho interno, consagrados,
respectivamente, en los artículos 1.1 y 2 de la Convención
Americana de Derechos Humanos, en los términos de los párrafos
106 a 124 y 152 a 154 de la presente Sentencia. 4. El Estado violó
los derechos a la protección a la familia y al nombre consagrados en
los artículos 17 y 18 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, en relación con los artículos 1.1 y 19 de la misma, en
perjuicio de Ramiro Antonio Osorio Cristales, en los términos de los
párrafos 169 a 200 de la presente Sentencia. 5. El Estado violó el
derecho a la integridad personal consagrado en el artículo 5.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con
el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las 153 víctimas, en los
términos de los párrafos 204 a 217 de la presente Sentencia.
Asimismo, el Estado violó el derecho a la integridad personal
consagrado en el artículo 5.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en relación con los artículos 1.1 y 19 de la
misma, en perjuicio de Ramiro Antonio Osorio Cristales y Salomé
Armando Gómez Hernández, en los términos de los párrafos 214 a
217 del presente Fallo. 6. No corresponde emitir un
pronunciamiento sobre la alegada violación del derecho a la
propiedad consagrado en el artículo 21 de la Convención, de
conformidad con el párrafo 222 de la presente Sentencia. Y
DISPONE: Por unanimidad, que: 7. Esta Sentencia constituye, per
se, una forma de reparación. 8. El Estado debe investigar, sin
mayor dilación, de forma seria y efectiva los hechos que originaron
las violaciones declaradas en la presente Sentencia, con el
propósito de juzgar y, eventualmente, sancionar a los presuntos
responsables, en los términos de los párrafos 231 a 236 de este
Fallo. 9. El Estado debe iniciar las acciones disciplinarias,
administrativas o penales que sean pertinentes, de acuerdo con su
legislación interna, contra las autoridades del Estado que puedan
haber cometido y obstaculizado la investigación de los hechos, en
los términos del párrafo 233.d) de la presente Sentencia. 10. El
Estado debe adoptar las medidas pertinentes para reformar la Ley
de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad en
Guatemala, en los términos de los párrafos 238 a 242 de la presente
Sentencia. 11. El Estado debe proceder a la exhumación,
identificación y entrega de los restos de las personas fallecidas en la
masacre de Las Dos Erres a sus familiares, en los términos de los
párrafos 244 a 249 de la presente Sentencia. 12. El Estado deberá
implementar cursos de capacitación en derechos humanos a
diversas autoridades estatales, en los términos de los párrafos 251 a
254 de la presente Sentencia. 13. El Estado debe publicar, por una
sola vez, en el Diario Oficial y en otro diario de circulación nacional,
los Capítulos I, VIII; IX y X; el párrafo 222 del Capítulo XI, y los
párrafos 225, 229 a 236, 238 a 242, 244 a 249, 251 a 254, 256, 259 a
264, 265, 268 a 270, 271 a 274 y 283 a 291 del Capítulo XII, de la

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presente Sentencia, incluyendo los nombres de cada capítulo y del
apartado respectivo - sin las notas al pie de página
correspondientes, y la parte resolutiva de la misma.
Adicionalmente el presente Fallo se deberá publicar íntegramente,
al menos por un año, en un sitio web oficial del Estado adecuado, en
los términos del párrafo 256 del Fallo. 14. El Estado debe realizar
los actos públicos ordenados, en los términos de los párrafos 259 a
264 de la presente Sentencia. 15. El Estado debe levantar un
monumento, en los términos del párrafo 265 de la presente
Sentencia. 16. El Estado debe brindar el tratamiento médico y
psicológico que requieran las 155 víctimas, en los términos de los
párrafos 268 a 270 de la presente Sentencia. 17. El Estado debe
crear una página web de búsqueda de niños sustraídos y retenidos
ilegalmente, en los términos de los párrafos 271 a 274 del Fallo. 18.
El Estado debe pagar las cantidades fijadas en los párrafos 292 a
295 y 303 y 304 de la misma, por concepto de indemnización por
daño inmaterial y reintegro de costas y gastos, en los términos de
los párrafos 278 a 295, 300 a 304 y 305 de la presente Sentencia. 19.
La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en
ejercicio de sus atribuciones y en cumplimiento de sus deberes
conforme a la Convención Americana, y dará por concluido el
presente caso una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento
a lo dispuesto en la misma. El Estado deberá presentar, dentro del
plazo de un año contado a partir de la notificación de esta
Sentencia, un informe sobre las medidas adoptadas para cumplir
con la misma. El Juez Cadena Rámila hizo conocer a la Corte su
Voto Razonado Concurrente, el cual acompaña la presente
Sentencia. Redactada en español e inglés haciendo fe el texto en
español, en San José, Costa Rica, el 24 de noviembre de 2009.
 Caso Molina Theissen Vs Guatemala. 1. El 4 de julio de 2003 la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la
Comisión” o “la Comisión Interamericana”) sometió ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte”, “la
Corte Interamericana” o “el Tribunal”) una demanda contra el
Estado de Guatemala (en adelante “el Estado” o “Guatemala”), la
cual se originó en la denuncia No. 12.101, recibida en la Secretaría
de la Comisión el 8 de septiembre de 1998. 2. La Comisión
presentó la demanda con base en el artículo 51 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (en adelante “la Convención
Americana” o “la Convención”), con el fin de que la Corte decidiera
si el Estado violó los artículos 4 (Derecho a la Vida), 5 (Derecho a la
Integridad Personal), 7 (Derecho a la Libertad Personal), 8
(Garantías Judiciales), 19 (Derechos del Niño) y 25 (Protección
Judicial), todos ellos en conexión con el artículo 1.1 (Obligación de
Respetar los Derechos), de la Convención Americana, e incumplió la
obligación consagrada en el artículo I de la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (en
adelante “la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada”). Dicha demanda se relaciona con la “desaparición
forzada de Marco Antonio Molina Theissen, un niño de 14 años de
edad, que fue secuestrado de la casa de sus padres por miembros
del Ejército de Guatemala el 6 de octubre de 1981”. 3. Asimismo, la
Comisión solicitó a la Corte que ordenara al Estado que adoptara

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las reparaciones pecuniarias y no pecuniarias que los
representantes de la víctima y sus familiares reclaman. Por último,
solicitó a la Corte Interamericana que ordenara al Estado el pago de
las costas originadas en la tramitación del caso tanto a nivel
nacional como a nivel internacional ante los órganos del sistema
interamericano de protección de derechos humanos. P UNTOS
RESOLUTIVOS Por tanto, LA CORTE, por unanimidad,
DECLARA QUE: 1. esta Sentencia constituye per se una forma
de reparación, en los términos del párrafo 66 de la presente
Sentencia. Y DISPONE QUE: 2 el Estado debe localizar y hacer
entrega de los restos mortales de Marco Antonio Molina Theissen a
sus familiares, en los términos de los párrafos 85 y 98 de la presente
Sentencia; 3. el Estado debe investigar efectivamente los hechos
del presente caso, con el fin de identificar, juzgar y sancionar a los
autores materiales e intelectuales de la desaparición forzada de
Marco Antonio Molina Theissen y el resultado de este proceso debe
ser públicamente divulgado, en los términos de los párrafos 78 a 84
y 98 de la presente Sentencia; 4. el Estado debe publicar dentro del
plazo de tres meses, contados a partir de la notificación de la
presente Sentencia, al menos por una vez, en el Diario Oficial, y en
otro diario de circulación nacional, tanto la Sección denominada
Hechos Establecidos del Capítulo V como los puntos resolutivos
Primero a Quinto de la sentencia de fondo dictada por la Corte el 4
de mayo de 2004, así como el Capítulo VI titulado Hechos
Probados, sin las notas al pie, y los puntos resolutivos Primero a
Octavo de la presente Sentencia, en los términos del párrafo 86 de
la presente Sentencia; 5. el Estado debe realizar, en presencia de
sus altas autoridades, un acto público de reconocimiento de su
responsabilidad internacional en relación con los hechos de este
caso y en desagravio de Marco Antonio Molina Theissen y sus
familiares, en los términos de los párrafos 87 y 98 de la presente
Sentencia; 6. el Estado deberá designar un centro educativo
existente, ubicado en la Ciudad de Guatemala con un nombre que
aluda a los niños desaparecidos durante el conflicto armado
interno, y colocar en dicho centro una placa en memoria de Marco
Antonio Molina Theissen, en los términos de los párrafos 88 y 98 de
la presente Sentencia; 7. el Estado debe crear un procedimiento
expedito que permita obtener la declaración de ausencia y
presunción de muerte por desaparición forzada, en los términos
de los párrafos 91.a) y 98 de la presente Sentencia; 8. el Estado
debe adoptar las medidas legislativas, administrativas y de
cualquier otra índole que sean necesarias para crear un sistema
de información genética, en los términos de los párrafos 91.b) y
98 de la presente Sentencia; 9. el Estado debe pagar la cantidad
total de US$275.400,00 (doscientos setenta y cinco mil
cuatrocientos dólares de los Estados Unidos de América) o su
equivalente en moneda guatemalteca por concepto de
indemnización del daño material, en los términos de los párrafos
56 a 61 de la presente Sentencia, distribuida de la siguiente
manera: a) a Emma Theissen Álvarez Vda. de Molina, en condición
de madre de Marco Antonio Molina Theissen y cónyuge supérstite
y, a Ana Lucrecia Molina Theissen, a María Eugenia Molina Theissen
y a Emma Guadalupe Molina Theissen, en condición de hijas de

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Carlos Augusto Molina Theissen, la cantidad de US $100.000,00
(cien mil dólares de los Estados Unidos de América) o su
equivalente en moneda guatemalteca, en los términos de los
párrafos 56, 57 y 61 de la presente Sentencia; b) a Emma Theissen
Álvarez Vda. de Molina, la cantidad de US $40.280,00 (cuarenta mil
doscientos ochenta dólares de los Estados Unidos de América) o su
equivalente en moneda guatemalteca, en los términos de los
párrafos 58.1, 59, 60 y 61 de la presente Sentencia; c) a Emma
Theissen Álvarez Vda. de Molina, en condición de cónyuge
supérstite y a Ana Lucrecia Molina Theissen, a María Eugenia
Molina Theissen y a Emma Guadalupe Molina Theissen, en
condición de hijas de Carlos Augusto Molina Theissen, la cantidad
de US $40.280,00 (cuarenta mil doscientos ochenta dólares de los
Estados Unidos de América) o su equivalente en moneda
guatemalteca, en los términos de los párrafos 58.1, 59, 60 y 61 de la
presente Sentencia; d) a Ana Lucrecia Molina Theissen, la cantidad
de US $26.280,00 (veintiséis mil doscientos ochenta dólares de los
Estados Unidos de América) o su equivalente en moneda
guatemalteca, en los términos de los párrafos 58 a 61 de la presente
Sentencia; e) a María Eugenia Molina Theissen, la cantidad de US
$28.280,00 (veintiocho mil doscientos ochenta dólares de los
Estados Unidos de América) o su equivalente en moneda
guatemalteca, en los términos de los párrafos 58 a 61 de la presente
Sentencia; y f) a Emma Guadalupe Molina Theissen, la cantidad de
US $40.280,00 (cuarenta mil doscientos ochenta dólares de los
Estados Unidos de América) o su equivalente en moneda
guatemalteca, en los términos de los párrafos 58 a 61 de la presente
Sentencia; 10. el Estado debe pagar la cantidad total de US
$415.000,00 (cuatrocientos quince mil dólares de los Estados
Unidos de América) o su equivalente en moneda guatemalteca, por
concepto de indemnización del daño inmaterial, en los términos de
los párrafos 67 a 73 de la presente Sentencia, distribuida de la
siguiente manera: a) a Emma Theissen Álvarez Vda. de Molina, en
condición de madre de Marco Antonio Molina Theissen y cónyuge
supérstite y, a Ana Lucrecia Molina Theissen, María Eugenia Molina
Theissen y Emma Guadalupe Molina Theissen, en condición de hijas
de Carlos Augusto Molina Theissen, la cantidad de US $100.000,00
(cien mil dólares de los Estados Unidos de América) o su
equivalente en moneda guatemalteca, en los términos de los
párrafos 67 y 73 de la presente Sentencia; b) a Emma Theissen
Álvarez Vda. de Molina la cantidad de US $65.000,00 (sesenta y
cinco mil de los Estados Unidos de América) o su equivalente en
moneda guatemalteca, en los términos de los párrafos 68 a 73 de la
presente Sentencia; c) a Emma Theissen Álvarez Vda. de Molina, en
condición de cónyuge supérstite y, a Ana Lucrecia Molina Theissen,
María Eugenia Molina Theissen y Emma Guadalupe Molina
Theissen, en condición de hijas de Carlos Augusto Molina Theissen,
la cantidad de US $55.000,00 (cincuenta y cinco mil dólares de los
Estados Unidos de América) o su equivalente en moneda
guatemalteca, en los términos de los párrafos 68, 69, 70 y 73 de la
presente Sentencia; d) a Ana Lucrecia Molina Theissen, la cantidad
de US $65.000,00 (sesenta y cinco mil dólares de los Estados
Unidos de América) o su equivalente en moneda guatemalteca, en

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los términos de los párrafos 68 a 73 de la presente Sentencia; e) a
María Eugenia Molina Theissen, la cantidad de US $65.000,00
(sesenta y cinco mil dólares de los Estados Unidos de América) o su
equivalente en moneda guatemalteca, en los términos de los
párrafos 68 a 73 de la presente Sentencia; y f) a Emma Guadalupe
Molina Theissen, la cantidad de US $65.000,00 (sesenta y cinco mil
dólares de los Estados Unidos de América) o su equivalente en
moneda guatemalteca, en los términos de los párrafos 68 a 73 de la
presente Sentencia; 11. el Estado debe pagar la cantidad total de
US $7.600,00 (siete mil seiscientos dólares de los Estados Unidos de
América) o su equivalente en moneda guatemalteca, la cual deberá
ser entregada a Emma Theissen Álvarez Vda. de Molina, madre de
la víctima, por concepto de costas y gastos en el proceso interno y
en el procedimiento internacional ante el sistema interamericano
de protección de los derechos humanos, en los términos del párrafo
97 de la presente Sentencia; 12. el Estado debe pagar la cantidad
total de la indemnización ordenada por concepto de daño material,
daño inmaterial, y costas y gastos establecidos en la presente
Sentencia, sin que ninguno de los rubros que la componen pueda
ser objeto de impuesto, gravamen o tasa actualmente existente o
que pudiera decretarse en el futuro; 13. el Estado debe cumplir las
medidas de reparación y de reembolso de gastos dispuestas en los
puntos resolutivos 5, 6, 9, 10 y 11 de la presente Sentencia, dentro
del plazo de un año contado a partir de la notificación de ésta; 14.
en caso de que el Estado incurriese en mora, debe pagar un interés
sobre la cantidad adeudada que corresponderá al interés bancario
moratorio en Guatemala, en los términos del párrafo 104 de la
presente Sentencia; 15. la Corte supervisará la ejecución de esta
Sentencia y dará por concluido el presente caso una vez que el
Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.
Dentro del plazo de un año contado a partir de la notificación de
esta Sentencia, el Estado debe rendir al Tribunal un informe sobre
las medidas tomadas para darle cumplimiento, en los términos del
párrafo 105 de la presente Sentencia.
 Caso Myrna Mack Chang Vs Guatemala. INTRODUCCIÓN DE LA
CAUSA El 19 de junio de 2001 la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (en adelante “la Comisión” o “la Comisión
Interamericana”) sometió ante la Corte una demanda contra el
Estado de Guatemala (en adelante “el Estado” o “Guatemala”), la
cual se originó en la denuncia Nº 10.636, recibida en la Secretaría de
la Comisión el 12 de septiembre de 1990. La Comisión presentó la
demanda con base en el artículo 51 de la Convención Americana,
con el fin de que la Corte decidiera si el Estado violó los artículos 4
(Derecho a la Vida), 8 (Garantías Judiciales), 25 (Protección Judicial)
en conjunción con el artículo 1.1 (Obligación de Respetar los
Derechos) de la Convención Americana en perjuicio de Myrna
Elizabeth Mack Chang (en adelante “Myrna Mack Chang”) y sus
familiares, “en razón de la ejecución extrajudicial de Myrna Mack
Chang [ocurrida] el 11 de septiembre de 1990 en Ciudad de
Guatemala”. Asimismo, la Comisión solicitó a la Corte que ordene al
Estado adoptar todas las reparaciones pecuniarias y no pecuniarias
indicadas en la demanda. Por último, solicitó que la Corte
Interamericana ordene a Guatemala el pago de las costas

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originadas en la tramitación del caso tanto a nivel nacional como a
nivel internacional ante los órganos del Sistema Interamericano de
Protección de Derechos Humanos. Según la Comisión, Guatemala
es responsable de la privación arbitraria del derecho a la vida de
Myrna Mack Chang, toda vez que el asesinato de la víctima,
perpetrado el día 11 de septiembre de 1990, fue consecuencia de
una operación de inteligencia militar, que obedeció a un plan previo
y cuidadosamente elaborado por el alto mando del Estado Mayor
Presidencial. Dicho plan consistió, en primer lugar, en seleccionar a
la víctima de manera precisa debido a su actividad profesional; en
segundo lugar, en asesinar brutalmente a Myrna Mack Chang; y en
tercer lugar, en encubrir a los autores materiales e intelectuales del
asesinato, entorpecer la investigación judicial y dejar en la medida
de lo posible el asesinato inmerso en la impunidad. La Comisión
agregó que el Estado no ha utilizado todos los medios a su
disposición para realizar una investigación seria y efectiva que sirva
de base para el esclarecimiento completo de los hechos, el
procesamiento, juzgamiento y sanción de todos los responsables,
tanto autores materiales como intelectuales, dentro de un plazo
razonable. Esta situación se ha visto agravada por la existencia y
tolerancia por parte del Estado guatemalteco de mecanismos de
hecho y de derecho que obstaculizan una adecuada administración
de justicia. COMPETENCIA Guatemala es Estado Parte en la
Convención Americana desde el 25 de mayo de 1978 y reconoció la
competencia contenciosa de la Corte el 9 de marzo de 1987. Por lo
tanto, la Corte es competente para conocer del presente caso, en
los términos de los artículos 62 y 63.1 de la Convención.

14. JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA SOBRE EL


PROCESO PENAL Y GARANTÍAS JUDICIALES: ASPECTOS GENERALES
DEL ARTÍCULO 8.1 En el presente apartado se tratan los aspectos
generales relativos al concepto y alcance que la Corte IDH ha dado al
concepto de garantías judiciales. Estas precisiones son relevantes, pues a
lo largo de su jurisprudencia la Corte IDH ha ido precisando la extensión de
estas garantías no solo en el ámbito judicial, sino en cualquier
procedimiento donde se decidan derechos de las personas. Además, en
este apartado se desarrolla la vinculación del debido proceso legal con
otros derechos, como el derecho de acceso a la justicia.
Concepto de “debido proceso legal” Corte IDH. Garantías judiciales en
estados de emergencia (Arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre
Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC--‐-9/87 de 6 de octubre de
1987. Serie A No. 9 El artículo 8 de la Convención en su párrafo 1 señala
que: Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal
o de cualquier otro carácter. Este artículo, cuya interpretación ha sido
solicitada expresamente, es denominado por la Convención "Garantías
Judiciales", lo cual puede inducir a confusión porque en ella no se consagra
un medio de esa naturaleza en sentido estricto. En efecto, el artículo 8 no
contiene un recurso judicial propiamente dicho, sino el conjunto de
requisitos que deben observarse en las instancias procesales para que

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pueda hablarse de verdaderas y propias garantías judiciales según la
Convención. Este articulo 8 reconoce el llamado "debido proceso legal",
que abarca las condiciones que deben cumplirse para asegurar la adecuada
defensa de aquellos cuyos derechos u obligaciones están bajo
consideración judicial. Esta conclusión se confirma con el sentido que el
artículo 46.2. a) da a esa misma expresión, al establecer que el deber de
interponer y agotar los recursos de jurisdicción interna, no es aplicable
cuando no exista en la legislación interna del Estado de que se trata el
debido proceso legal para la protección del derecho o derechos que se
alega han sido violados. Corte IDH. Excepciones al agotamiento de los
recursos internos (Arts. 46.1, 46.2. a y 46.2. b, Convención Americana
sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC--‐-11/90 de 10 de
agosto de 1990. Serie A No. 11 Ese deber de organizar el aparato
gubernamental y de crear las estructuras necesarias para la garantía de los
derechos está relacionado, en lo que a asistencia legal se refiere, con lo
dispuesto en el artículo 8 de la Convención. Este articulo distingue entre
acusación [es] penal [es] y procedimientos de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter. Aun cuando ordena que toda persona tiene derecho
a ser oída, con las debidas garantías... por un juez o tribunal en ambas
circunstancias, estipula adicionalmente, en los casos de delitos, unas
garantías mínimas. El concepto del debido proceso en casos penales
incluye, entonces, por lo menos, esas garantías mínimas. Al denominarlas
mínimas la Convención presume que, en circunstancias específicas, otras
garantías adicionales pueden ser necesarias si se trata de un debido
proceso legal. En el mismo sentido: Caso Lori Berenson Mejía Vs. Perú.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2004. Serie
C No. 1191, párr.176. En materias que conciernen con la determinación de
[los] derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro
carácter el articulo 8 no especifica garantías mínimas, como lo hace en el
numeral 2 al referirse a materias penales. Sin embargo, el concepto de
debidas garantías se aplica también a esos ordenes y, por ende, en ese tipo
de materias el individuo tiene derecho también al debido proceso que se
aplica en materia penal. Cabe señalar aquí que las circunstancias de un
procedimiento particular, su significacion, su carácter y su contexto en un
sistema legal particular, son factores que fundamentan la determinación
de si la representación legal es o no necesaria para el debido proceso.
Corte IDH. Caso del Tribunal Constitucional Vs. Perú. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 31 de enero de 2001. Serie C No. 71. Si bien el
articulo 8 de la Convencion Americana se titula “Garantias Judiciales”, su
aplicación no se limita a los recursos judiciales en sentido estricto, “sino el
conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales3”
a efecto de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante
cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos. En el mismo sentido: Caso Ivcher Bronstein Vs. Perú. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero de 2001. Serie C No. 744,
párr.102; Caso Yatama Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de junio de 2005. Serie C No. 127,
párr. 147; Caso Claude Reyes y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 19 de septiembre de 2006. Serie C No. 151, párr. 116. De
conformidad con la separación de los poderes públicos que existe en el
Estado de Derecho, si bien la función jurisdiccional compete
eminentemente al Poder Judicial, otros órganos o autoridades publicas
pueden ejercer funciones del mismo tipo. Es decir, que cuando la

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Convencion se refiere al derecho de toda persona a ser oida por un “juez o
tribunal competente” para la “determinación de sus derechos”, esta
expresión se refiere a cualquier autoridad publica, sea administrativa,
legislativa o judicial, que a través de sus resoluciones determine derechos y
obligaciones de las personas. Por la razón mencionada, esta Corte
considera que cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de
carácter materialmente jurisdiccional, tiene la obligación de adoptar
resoluciones apegadas a las garantías del debido proceso legal en los
términos del articulo 8 de la Convencion Americana. En el mismo sentido:
Caso Baena Ricardo y otros Vs. Panamá. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 2 de febrero de 2001. Serie C No. 72, párr. 124; Caso Ivcher
Bronstein Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero
de 2001. Serie C No. 74, párr. 104; Condición Jurídica y Derechos de los
Migrantes Indocumentados. Opinión Consultiva OC--‐-18/03 de 17 de
septiembre de 2003. Serie A No. 18, párr. 126; Caso Palamara Iribarne Vs.
Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005.
Serie C No. 135, párr. 164; Caso López Álvarez Vs. Honduras. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de febrero de 2006. Serie C No. 141,
párr. 148; Caso Claude Reyes y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 19 de septiembre de 2006. Serie C No. 151, párr. 126; Caso Apitz
Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs.
Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, párr. 46; Caso Fernández Ortega y
otros. Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de agosto de 2010 Serie C No. 215, párr. 175; Caso Rosendo
Cantú y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2010 Serie C No. 216, párr. 159; Caso Ibsen
Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 1 de septiembre de 2010 Serie C No. 217, párr. 165; Caso Vélez Loor Vs.
Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 23 de noviembre de 2010 Serie C No. 218, párr. 108 y 141; Caso Barbani
Duarte y Otros Vs. Uruguay. Fondo Reparaciones y costas. Sentencia de 13 de
octubre de 2011. Serie C No. 234, párr. 118; Caso del Tribunal Constitucional
(Camba Campos y otros) Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de 2013. Serie C No. 268,
párr. 166. Corte IDH. Caso Yvon Neptune Vs. Haití. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 6 de mayo de 2008. Serie C No. 180. El articulo 8 de
la Convencion que se refiere a las garantías judiciales establece los
lineamientos del llamado “debido proceso legal”, que consiste inter alia en
el derecho de toda persona a ser oida con las debidas garantías y dentro de
un plazo razonable por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de
cualquier acusación penal formulada en su contra. En este caso es
necesario enfatizar que dicha norma implica que el juez o tribunal
encargado del conocimiento de una causa debe ser, en primer lugar,
competente, además de independiente e imparcial. Mas especificamente,
esta Corte ha señalado que “toda persona sujeta a un juicio de cualquier
naturaleza ante un órgano del Estado deberá contar con la garantía de que
dicho órgano […] actue en los términos del procedimiento legalmente
previsto para el conocimiento y la resolución del caso que se le somete”. En
el presente caso, resulta irrazonable para este Tribunal que los órganos de
administración de justicia de un Estado Parte en la Convencion Americana
sometan a un proceso penal a una persona y la priven de libertad durante

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mas de dos anos sin haber determinado con certeza su propia competencia
en relación con la via establecida en el derecho interno para estos efectos.
Ademas, la falta de determinación del tribunal competente de manera
oportuna se ve agravada por el hecho de que la decisión de la Corte de
Apelaciones de Gonaives aun no le ha sido debidamente notificada a varios
meses de haber sido dictada, respecto de lo cual no ha sido aportada
explicación satisfactoria alguna. En tanto no lo sea, su contenido se hace
impracticable, su efecto útil resulta nugatorio y abstracto, situación que
ocasiona o perpetua un injustificable retardo en el acceso a la justicia. Este
Tribunal entiende que una persona sobre la cual exista imputación de
haber cometido un delito tiene el derecho, en los términos del articulo 8.1
de la Convencion, en caso de ser penalmente perseguida, a ser puesta sin
demora a disposición del órgano de justicia o de investigación
competente, tanto para posibilitar la sustanciación de los cargos que pesan
en su contra, en su caso, como para la consecución de los fines de la
administración de justicia, en particular la averiguación de la verdad. La
razón de esto es que la persona se encuentra sujeta a imputación y en un
estado de incertidumbre que hace necesario que su situación jurídica sea
sustanciada y resuelta lo mas pronto posible, a fin de no prolongar
indefinidamente los efectos de una persecución penal, teniendo en cuenta
además que en el marco del proceso penal su libertad personal puede ser
restringida. A su vez, confluye con lo anterior la necesidad de posibilitar y
hacer efectiva la determinación de los hechos que se investigan y, en su
caso, de las correspondientes responsabilidades penales, en atención a la
necesidad de proteger y garantizar los derechos de otras personas
perjudicadas. La falta de acceso del señor Neptune a un tribunal
competente ha prolongado indebidamente el estado de incertidumbre --
‐-que normalmente genera un proceso penal--‐- y no le ha permitido
obtener un pronunciamiento definitivo de un juez competente acerca de
los cargos que le fueron imputados. En tal sentido, este Tribunal ha
señalado que cualquier norma o medida del orden interno que imponga
costos o dificulte de cualquier otra manera el acceso de los individuos a los
tribunales, y que no esté justificada por las razonables necesidades de la
propia administración de justicia, debe entenderse contraria al precitado
articulo 8.1 de la Convencion. Corte IDH. Caso Barbani Duarte y otros Vs.
Uruguay. Fondo Reparaciones y costas. Sentencia de 13 de octubre de
2011. Serie C No. 234. El articulo 8 de la Convencion consagra los
lineamientos del debido proceso legal, el cual esta compuesto de un
conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales,
a efectos de que las personas estén en condiciones de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier tipo de acto del Estado que
pueda afectarlos. Corte IDH. Caso Ruano Torres y otros Vs. El Salvador.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de octubre de 2015. Serie C
No. 303. La Corte ha señalado que el derecho al debido proceso se refiere
al conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales
a efectos de que las personas estén en condiciones de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado, adoptado
por cualquier autoridad publica, sea administrativa, legislativa o judicial,
que pueda afectarlos. El debido proceso se encuentra, a su vez,
íntimamente ligado con la nocion de justicia , que se refleja en: i) un acceso
a la justicia no solo formal, sino que reconozca y resuelva los factores de
desigualdad real de los justiciables, ii) el desarrollo de un juicio justo, y iii) la
resolución de las controversias de forma tal que la decisión adoptada se

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acerque al mayor nivel de corrección del derecho, es decir que se asegure,
en la mayor medida posible, su solución justa. En términos convencionales
el debido proceso se traduce centralmente en las “garantías judiciales”
reconocidas en el articulo 8 de la Convencion Americana. La referida
disposición convencional contempla un sistema de garantías que
condicionan el ejercicio del ius puniendi del Estado y que buscan asegurar
que el inculpado o imputado no sea sometido a decisiones arbitrarias, toda
vez que se deben observar “las debidas garantias” que aseguren, según el
procedimiento de que se trate, el derecho al debido proceso. Asimismo,
otras disposiciones de dicho instrumento internacional, tal como los
artículos 7 y 25 de la Convencion, contienen regulaciones que se
corresponden materialmente con los componentes sustantivos y
procesales del debido proceso. En el Caso Cantoral Huamani y Garcia
Santa Cruz Vs. Peru, que se referia a las ejecuciones extrajudiciales de
lideres sindicales, la Corte Interamericana sostuvo que las exigencias del
articulo 8 de la Convencion “se extienden también a los órganos no
judiciales a los que corresponda la investigación previa al proceso judicial
[…]” . Por lo tanto, desde el inicio de las primeras diligencias de un proceso
deben concurrir las máximas garantías procesales para salvaguardar el
derecho del imputado a la defensa. Asimismo, deben concurrir los
elementos necesarios para que exista el mayor equilibrio entre las partes,
para la debida defensa de sus intereses y derechos, lo cual implica, entre
otras cosas, que rija el principio de contradictorio. En el mismo sentido:
Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 178; Caso Chaparro
Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C No.
170, párr. 152; Caso Vélez Loor Vs. Panamá. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2010 Serie C
No. 218, párr. 144; Caso Herrera Espinoza y otros Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de
2016. Serie C No. 31621, párr. 174.
Interpretación Corte IDH. Caso Blake Vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de
24 de enero de 1998. Serie C No. 36. Este Tribunal considera que el articulo
8.1 de la Convencion debe interpretarse de manera amplia de modo que
dicha interpretación se apoye tanto en el texto literal de esa norma como
en su espiritu, y debe ser apreciado de acuerdo con el articulo 29, inciso c)
de la Convencion, según el cual ninguna disposición de la misma puede
interpretarse con exclusión de otros derechos y garantías inherentes al ser
humano o que se deriven de la forma democrática representativa de
gobierno. Corte IDH. Caso Bámaca Velásquez Vs. Guatemala. Fondo.
Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie C No. 70. En igual sentido la
Corte Europea ha señalado que se deben considerar los procedimientos
como un todo, incluyendo las decisiones de los tribunales de apelacion, y
que la función del tribunal internacional es determinar si la integralidad de
los procedimientos, asi como la forma en que fue producida la prueba,
fueron justos.
Alcance: no solo en el ámbito judicial Corte IDH. Caso del Tribunal
Constitucional Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de
enero de 2001. Serie C No. 71. El respeto a los derechos humanos
constituye un limite a la actividad estatal, lo cual vale para todo órgano o
funcionario que se encuentre en una situación de poder, en razón de su
carácter oficial, respecto de las demás personas. Es, asi, ilicita, toda forma

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de ejercicio del poder publico que viole los derechos reconocidos por la
Convencion. Esto es aun mas importante cuando el Estado ejerce su poder
sancionatorio, pues este no solo presupone la actuación de las autoridades
con un total apego al orden juridico, sino implica además la concesión de
las garantías minimas del debido proceso a todas las personas que se
encuentran sujetas a su jurisdiccion, bajo las exigencias establecidas en la
Convencion. Si bien el articulo 8 de la Convencion Americana se titula
“Garantias Judiciales”, su aplicación no se limita a los recursos judiciales en
sentido estricto, “sino el conjunto de requisitos que deben observarse en
las instancias procesales” a efecto de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que
pueda afectar sus derechos. En el mismo sentido: Caso Ivcher Bronstein Vs.
Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero de 2001. Serie
C No. 74, párr.102 y 103; Caso Yatama Vs. Nicaragua. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de junio de
2005. Serie C No. 127, párr.147. Ya la Corte ha dejado establecido que a
pesar de que el citado articulo no especifica garantías minimas en materias
que conciernen a la determinación de los derechos y obligaciones de orden
civil, laboral, fiscal o de cualquier otro caracter, el elenco de garantías
minimas establecido en el numeral 2 del mismo precepto se aplica también
a esos ordenes y, por ende, en ese tipo de materias el individuo tiene
también el derecho, en general, al debido proceso que se aplica en materia
penal. En el mismo sentido: Excepciones al Agotamiento de los Recursos
Internos (arts. 46.1, 46.2.a y 46.2.b, Convención Americana sobre Derechos
Humanos). Opinión Consultiva OC--‐-11/90 del 10 de agosto de 1990. Serie A
No. 11, párr. 28; Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua Morales y otros) Vs.
Guatemala. Fondo. Sentencia de 8 de marzo de 1998. Serie C No. 37, párr.
149; Caso del Tribunal Constitucional Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 31 de enero de 2001. Serie C No. 71, párr. 70; Caso Ivcher
Bronstein Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero
de 2001. Serie C No. 74, párr. 103; Condición Jurídica y Derechos de los
Migrantes Indocumentados. Opinión Consultiva OC--‐-18/03 de 17 de
septiembre de 2003. Serie A No. 18, párr. 124; Caso Vélez Loor Vs. Panamá.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
noviembre de 2010 Serie C No. 218, párr. 142; Caso Barbani Duarte y Otros
Vs. Uruguay. Fondo Reparaciones y costas. Sentencia de 13 de octubre de
2011. Serie C No. 234, párr. 117; Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República
Dominicana. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de octubre de
2012 Serie C No. 251, párr. 157; Caso del Tribunal Constitucional (Camba
Campos y otros) Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 28 de agosto de 2013. Serie C No. 268, párr. 166; Caso
Familia Pacheco Tineo Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C No.
272, párr. 130. De conformidad con la separación de los poderes públicos
que existe en el Estado de Derecho, si bien la función jurisdiccional
compete eminentemente al Poder Judicial, otros órganos o autoridades
publicas pueden ejercer funciones del mismo tipo. Es decir, que cuando la
Convencion se refiere al derecho de toda persona a ser oida por un “juez o
tribunal competente” para la “determinación de sus derechos”, esta
expresión se refiere a cualquier autoridad publica, sea administrativa,
legislativa o judicial, que a través de sus resoluciones determine derechos y
obligaciones de las personas. Por la razón mencionada, esta Corte
considera que cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de

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carácter materialmente jurisdiccional, tiene la obligación de adoptar
resoluciones apegadas a las garantías del debido proceso legal en los
términos del articulo 8 de la Convencion Americana. En el mismo sentido:
Caso del Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de
agosto de 2013. Serie C No. 268, párr. 188; Caso Argüelles y otros Vs.
Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 288, párr.146. Corte IDH.
Caso Baena Ricardo y otros Vs. Panamá. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 2 de febrero de 2001. Serie C No. 72. Si bien el articulo 8 de la
Convencion Americana se titula “Garantias Judiciales”, su aplicación no se
limita a los recursos judiciales en sentido estricto, “sino [al] conjunto de
requisitos que deben observarse en las instancias procesales” a efectos de
que las personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus
derechos ante cualquier tipo de acto del Estado que pueda afectarlos. Es
decir, cualquier actuación u omisión de los órganos estatales dentro de un
proceso, sea administrativo sancionatorio o jurisdiccional, debe respetar el
debido proceso legal. La Corte observa que el elenco de garantías minimas
establecido en el numeral 2 del articulo 8 de la Convencion se aplica a los
ordenes mencionados en el numeral 1 del mismo articulo, o sea, la
determinación de derechos y obligaciones de orden “civil, laboral, fiscal o
de cualquier otro caracter”. Esto revela el amplio alcance del debido
proceso; el individuo tiene el derecho al debido proceso entendido en los
términos del articulo 8.1 y 8.2, tanto en materia penal como en todos estos
otros ordenes. En cualquier materia, inclusive en la laboral y la
administrativa, la discrecionalidad de la administración tiene limites
infranqueables, siendo uno de ellos el respeto de los derechos humanos. Es
importante que la actuación de la administración se encuentre regulada, y
esta no puede invocar el orden publico para reducir discrecionalmente las
garantías de los administrados. Por ejemplo, no puede la administración
dictar actos administrativos sancionatorios sin otorgar a los sancionados la
garantía del debido proceso. En el mismo sentido: Caso Vélez Loor Vs.
Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 23 de noviembre de 2010 Serie C No. 218, párrs. 141 y 142; Caso Chocrón
Chocrón Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de julio de 2011. Serie C No. 227, párr. 115; Caso del Tribunal
Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de
2013. Serie C No. 268, párr. 167. Es un derecho humano el obtener todas las
garantías que permitan alcanzar decisiones justas, no estando la
administración excluida de cumplir con este deber. Las garantías minimas
deben respetarse en el procedimiento administrativo y en cualquier otro
procedimiento cuya decisión pueda afectar los derechos de las personas.
La justicia, realizada a través del debido proceso legal, como verdadero
valor jurídicamente protegido, se debe garantizar en todo proceso
disciplinario, y los Estados no pueden sustraerse de esta obligación
argumentando que no se aplican las debidas garantías del articulo 8 de la
Convencion Americana en el caso de sanciones disciplinarias y no penales.
Permitirle a los Estados dicha interpretación equivaldría a dejar a su libre
voluntad la aplicación o no del derecho de toda persona a un debido
proceso. Los directores generales y las juntas directivas de las empresas
estatales no son jueces o tribunales en un sentido estricto; sin embargo, en
el presente caso las decisiones adoptadas por ellos afectaron derechos de

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los trabajadores, por lo que resultaba indispensable que dichas
autoridades cumplieran con lo estipulado en el articulo 8 de la Convencion.
Pese a que el Estado alego que en Panama no existía carrera administrativa
al momento de los hechos del caso (diciembre de 1990) y que, en
consecuencia, regia la discrecionalidad administrativa con base en la cual
se permitia el libre nombramiento y remoción de los funcionarios publicos,
este Tribunal considera que en cualquier circunstancia en que se imponga
una sanción administrativa a un trabajador debe resguardarse el debido
proceso legal. Al respecto es importante distinguir entre las facultades
discrecionales de que podrían disponer los gobiernos para remover
personal en función estricta de las necesidades del servicio publico, y las
atribuciones relacionadas con el poder sancionatorio, porque estas ultimas
solo pueden ser ejercidas con sujeción al debido proceso. No escapa a la
Corte que los despidos, efectuados sin las garantías del articulo 8 de la
Convencion, tuvieron graves consecuencias socioeconómicas para las
personas despedidas y sus familiares y dependientes, tales como la perdida
de ingresos y la disminución del patrón de vida. No cabe duda que, al
aplicar una sanción con tan graves consecuencias, el Estado debio
garantizar al trabajador un debido proceso con las garantías contempladas
en la Convencion Americana. Corte IDH. Caso Ivcher Bronstein Vs. Perú.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero de 2001. Serie C
No. 74 La Corte ha establecido que, a pesar de que el citado articulo no
especifica garantías minimas en materias que conciernen a la
determinación de los derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal
o de cualquier otro caracter, las garantías minimas establecidas en el
numeral 2 del mismo precepto se aplican también a esos ordenes y, por
ende, en estos el individuo tiene derecho al debido proceso en los términos
reconocidos para la materia penal, en cuanto sea aplicable al
procedimiento respectivo. Atendiendo a lo anterior, la Corte estima que
tanto los órganos jurisdiccionales como los de otro carácter que ejerzan
funciones de naturaleza materialmente jurisdiccional, tienen el deber de
adoptar decisiones justas basadas en el respeto pleno a las garantías del
debido proceso establecidas en el articulo 8 de la Convencion Americana.
En este sentido, pese a que el articulo 8.1 de la Convencion alude al
derecho de toda persona a ser oida por un “juez o tribunal competente”
para la “determinación de sus derechos”, dicho articulo es igualmente
aplicable a las situaciones en que alguna autoridad publica, no judicial,
dicte resoluciones que afecten la determinación de tales derechos. Corte
IDH. Caso Maritza Urrutia Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2003. Serie C No. 103. En cuanto respecta
a las garantías contempladas en los artículos 8.2 y 8.3 de la Convencion
Americana, observa el Tribunal que si bien parecen contraerse al amparo
de personas sometidas a un proceso judicial (articulo 8.2) o inculpadas en
el marco del mismo (articulo 8.3), a juicio de la Corte también se tienen que
respetar en procedimientos o actuaciones previas o concomitantes a los
procesos judiciales que, de no someterse a tales garantias, pueden tener
un impacto desfavorable no justificado sobre la situación jurídica de la
persona de que se trata. Corte IDH. Caso Yatama Vs. Nicaragua.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23
de junio de 2005. Serie C No. 127. Todos los órganos que ejerzan funciones
de naturaleza materialmente jurisdiccional tienen el deber de adoptar
decisiones justas basadas en el respeto pleno a las garantías del debido
proceso establecidas en el articulo 8 de la Convencion Americana. El

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articulo 8.1 de la Convencion, que alude al derecho de toda persona a ser
oida por un “juez o tribunal competente” para la “determinación de sus
derechos”, es igualmente aplicable al supuesto en que alguna autoridad
publica, no judicial, dicte resoluciones que afecten la determinación de
tales derechos, como ocurrio en el presente caso. En el mismo sentido:
Caso López Álvarez Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 1 de febrero de 2006. Serie C No. 141, párr.148. Las decisiones que emiten
los órganos internos en materia electoral pueden afectar el goce de los
derechos politicos. Por lo tanto, en dicho ámbito también se deben
observar las garantías minimas consagradas en el articulo 8.1 de la
Convencion, en cuanto sean aplicables al procedimiento respectivo. En el
presente caso, debe tomarse en cuenta que el procedimiento electoral que
antecede a la celebración de elecciones municipales requiere celeridad y un
tramite sencillo que facilite la toma de decisiones en el marco del
calendario electoral. El Consejo Supremo Electoral debía respetar las
garantías especificas dispuestas en la Ley Electoral No. 331 de 2000, la cual
regula el proceso para las elecciones de alcaldes, vicealcaldes y concejales.
Las decisiones que adopten los órganos internos que puedan afectar
derechos humanos, tal como el derecho a la participación politica, deben
estar debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serian decisiones
arbitrarias. En el mismo sentido: Caso Claude Reyes y otros Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de septiembre de 2006. Serie C No.
151, párr. 120. Corte IDH. Caso Claude Reyes y otros Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de septiembre de 2006. Serie C
No. 151. El articulo 8.1 de la Convencion no se aplica solamente a jueces y
tribunales judiciales. Las garantías que establece esta norma deben ser
observadas en los distintos procedimientos en que los órganos estatales
adoptan decisiones sobre la determinación de los derechos de las
personas, ya que el Estado también otorga a autoridades administrativas,
colegiadas o unipersonales, la función de adoptar decisiones que
determinan derechos. De esta forma, las garantías contempladas en el
articulo 8.1 de la Convencion son también aplicables al supuesto en que
alguna autoridad publica adopte decisiones que determinen tales
derechos, tomando en cuenta que no le son exigibles aquellas propias de
un órgano jurisdiccional, pero si debe cumplir con aquellas garantías
destinadas a asegurar que la decisión no sea arbitraria. En el mismo
sentido: Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) Vs.
Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
24 de Noviembre de 2006. Serie C No. 158, párr. 110; Caso Escher y otros Vs.
Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
6 de julio de 2009. Serie C No. 200, párr. 208; Caso Barbani Duarte y Otros
Vs. Uruguay. Fondo Reparaciones y costas. Sentencia de 13 de octubre de
2011. Serie C No. 234, párr. 119. En el presente caso la autoridad estatal
administrativa encargada de resolver la solicitud de información no adopto
una decisión escrita debidamente fundamentada, que pudiera permitir
conocer cuales fueron los motivos y normas en que se baso para no
entregar parte de la información en el caso concreto y determinar si tal
restricción era compatible con los parámetros dispuestos en la
Convencion, con lo cual dicha decisión fue arbitraria y no cumplio con la
garantía de encontrarse debidamente fundamentada protegida en el
articulo 8.1 de la Convencion. Corte IDH. Caso Fernández Ortega y otros
Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de agosto de 2010. Serie C No. 215. En primer lugar, en

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cuanto al alegato del Estado que afirma que no se han configurado
violaciones a las garantías judiciales ni a la protección judicial porque las
investigaciones se mantienen en la orbita ministerial, la Corte recuerda su
jurisprudencia en el sentido de que las garantías del articulo 8.1 de la
Convencion no se aplican solamente a jueces y tribunales judiciales o
procesos judiciales. En particular, en relación con las investigaciones
llevadas a cabo por el Ministerio Publico, el Tribunal ha establecido que,
dependiendo de las circunstancias del caso, puede tener que analizar los
procedimientos que se vinculan y constituyen el presupuesto de un
proceso judicial, particularmente, las tareas de investigación de cuyo
resultado depende el inicio y el avance del mismo. Por tal motivo, la Corte
se pronunciara sobre las investigaciones llevadas a cabo en el presente
caso y determinara si han existido violaciones a los derechos a las garantías
judiciales y a la protección judicial y, en su caso, incumplimientos de otras
normas interamericanas en dicho procedimiento interno. En el mismo
sentido: Caso Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2010. Serie C No. 217, párr.165.
Corte IDH. Caso Barbani Duarte y otros Vs. Uruguay. Fondo Reparaciones y
costas. Sentencia de 13 de octubre de 2011. Serie C No. 234. El articulo 8.1
de la Convencion no se aplica solamente a jueces y tribunales judiciales.
Las garantías que establece esta norma deben ser observadas en los
distintos procedimientos en que los órganos estatales adoptan decisiones
sobre la determinación de los derechos de las personas, ya que el Estado
también otorga a autoridades administrativas, colegiadas o unipersonales,
la función de adoptar decisiones que determinan derechos. Las garantías
contempladas en el articulo 8.1 de la Convencion son también aplicables al
supuesto en que alguna autoridad publica adopte decisiones que
determinen tales derechos, tomando en cuenta que no le son exigibles
aquellas propias de un órgano jurisdiccional, pero si debe cumplir con
aquellas garantías destinadas a asegurar que la decisión no sea arbitraria.
Corte IDH. Caso Familia Pacheco Tineo Vs. Bolivia. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de
noviembre de 2013. Serie C No. 272. Asi, en virtud de la naturaleza de los
derechos que podrían verse afectados por una determinación errónea del
riesgo o una respuesta desfavorable, las garantías de debido proceso
resultan aplicables, en lo que corresponda, a ese tipo de procedimientos,
que son normalmente de carácter administrativo. En ese sentido, todo
procedimiento relativo a la determinación de la condición de refugiado de
una persona implica una valoración y decisión sobre el posible riesgo de
afectación a sus derechos mas basicos, como la vida, la integridad y la
libertad personal. De tal manera, aun si los Estados pueden determinar los
procedimientos y autoridades para hacer efectivo ese derecho, en
aplicación de los principios de no discriminación y debido proceso, se
hacen necesarios procedimientos previsibles, asi como coherencia y
objetividad en la toma de decisiones en cada etapa del procedimiento para
evitar decisiones arbitrarias. Corte IDH. Caso Granier y otros (Radio
Caracas Televisión) Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de 2015. Serie C No. 293.
La Corte recuerda que el articulo 8.1 de la Convencion garantiza que las
decisiones en las cuales se determinen derechos de las personas deben ser
adoptadas por las autoridades competentes que la ley interna determine y
bajo el procedimiento dispuesto para ello. En el presente caso, la decisión
de reservarse el uso del espectro asignado inicialmente a RCTV conllevo

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que no se llevaran a cabo los procedimientos administrativos de
transformación de los títulos y de renovación de la concesion, lo cual tuvo
incidencia en la determinación de los derechos de los directivos y
trabajadores de RCTV, en tanto la consecuencia de dicha decisión fue la no
renovación de la concesión de RCTV para operar como una estación de
televisión abierta, lo que tuvo un impacto en el ejercicio de su derecho a la
libertad de expresión (supra parr. 199). Por ello, en el presente caso son
aplicables las garantías judiciales establecidas en el articulo 8.1 de la
Convencion Americana. Al respecto, la Corte recuerda que en la presente
Sentencia se declaro que la finalidad del cierre de los procesos
administrativos sobre la transformación de los títulos y la renovación era
acallar al medio de comunicación (supra parrs. 198 y 199) y que dicho
propósito contraviene las garantías previstas por el articulo 8 de la
Convencion, pues era necesario que los procedimientos administrativos
continuaran para efectos de definir si se aceptaba o no la transformación o
renovación de la concesion. Asimismo, la Corte resalta que de haberse
seguido dichos procedimientos con apego a la normativa interna y
respetando las salvaguardas minimas que dichas normas establecen, se
habría podido evitar la arbitrariedad en la decision. Por ello, el Tribunal
considera que la existencia de dichos procedimientos y que se haya
decidido no aplicarlos es justamente un efecto mas de la finalidad real e
ilegitima que ya fue declarada en la presente Sentencia (supra parrs. 198 y
199). Corte IDH. Caso Wong Ho Wing Vs. Perú. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de junio de 2015. Serie C
No. 297. En principio, la función jurisdiccional compete eminentemente al
Poder Judicial, sin perjuicio de que otros órganos o autoridades publicas
puedan ejercer funciones jurisdiccionales en determinadas situaciones
especificas. Es decir que, cuando la Convencion se refiere al derecho de
toda persona a ser oida por un “juez o tribunal competente” para la
“determinación de sus derechos”, esta expresión se refiere a cualquier
autoridad publica, sea administrativa, legislativa o judicial, que a través de
sus resoluciones determine derechos y obligaciones de las personas. Por la
razón mencionada, esta Corte considera que cualquier órgano del Estado
que ejerza funciones de carácter materialmente jurisdiccional, tiene la
obligación de adoptar resoluciones apegadas a las garantías del debido
proceso legal en los términos del articulo 8.1 de la Convencion Americana.
De este modo, la Corte ha establecido que en procesos tales como los que
puedan desembocar en la expulsión o deportación de extranjeros, el
Estado no puede dictar actos administrativos o adoptar decisiones
judiciales sin respetar determinadas garantías minimas, cuyo contenido es
sustancialmente coincidente con las establecidas en el articulo 8 de la
Convencion. Si bien los procesos de extradición son mecanismos de
cooperación internacional entre Estados en materia penal, la Corte reitera
que en los mismos deben observarse las obligaciones internacionales de
los Estados en materia de derechos humanos, en la medida en que sus
decisiones pueden afectar los derechos de las personas (supra parr. 119).
En particular, en los procedimientos de extradición deben respetarse
determinadas garantías minimas del debido proceso, teniendo en cuenta
los aspectos políticos y jurídicos de dichos procesos. Caso López Lone y
otros Vs. Honduras. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de octubre de 2015. Serie C No. 302. Este Tribunal ha
señalado que las garantías contempladas en el articulo 8.1 de la
Convencion son también aplicables al supuesto en que alguna autoridad no

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judicial adopte decisiones que afecten la determinación de los derechos de
las personas, tomando en cuenta que no le son exigibles aquellas propias
de un órgano jurisdiccional, pero si debe cumplir con aquellas destinadas a
asegurar que la decisión no sea arbitraria. La Corte considera que los
órganos de administración y gobierno de la carrera judicial que
intervinieron en los procedimientos disciplinarios de las presuntas victimas,
debían adoptar decisiones basadas en el respeto pleno a las garantías del
debido proceso establecidas en el articulo 8.1 de la Convencion Americana.
En el mismo sentido: Caso Flor Freire Vs. Ecuador. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2016. Serie C
No. 315, párr. 165. Como consecuencia de los procedimientos disciplinarios
a los que fueron sometidos, tres de las presuntas victimas fueron
destituidas y removidas del Poder Judicial. La Corte considera que estas
destituciones constituyeron medidas arbitrarias, debido a las
circunstancias bajo las cuales fueron sancionadas las presuntas victimas y
las violaciones al debido proceso constatadas en el presente caso respecto
del procedimiento disciplinario. Esta Corte considera que la destitución de
las presuntas victimas, por medio de un procedimiento que no estaba
establecido legalmente y que no respeto las garantías de competencia,
independencia e imparcialidad, afecto indebidamente el derecho a
permanecer en el cargo en condiciones de igualdad de Adan Guillermo
Lopez Lone, Tirza del Carmen Flores Lanza y Luis Alonso Chevez de la
Rocha, en violación del articulo 23.1.c de la Convencion Americana. Dicha
violación no se materializo en el caso del señor Ramon Enrique Barrios
Maldonado, quien finalmente no fue separado de su cargo como
consecuencia de los hechos de este caso, por lo cual la Corte no declara
una violación en este sentido en su perjuicio. En el mismo sentido: Caso
Flor Freire Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2016. Serie C No. 315, párr. 166. Corte IDH.
Caso Pollo Rivera y otros Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 21 de octubre de 2016. Serie C No. 319. Este Tribunal ha
señalado que la aplicación de las garantías contenidas en el articulo 8 de la
Convencion Americana, si bien se titula “Garantias Judiciales”, no se limita
a los recursos judiciales en sentido estricto, sino al conjunto de requisitos
que deben observarse en las instancias procesales a efectos de que las
personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus derechos
ante cualquier tipo de acto del Estado que pueda afectarlos. Es decir,
cualquier actuación u omisión de los órganos estatales dentro de un
proceso, sea administrativo sancionatorio o jurisdiccional, debe respetar el
debido proceso legal. Ademas, de acuerdo a lo dispuesto en el articulo 8.1
de la Convencion, es claro que en la determinación de los derechos y
obligaciones de las personas, de orden penal, civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro caracter, se deben observar “las debidas garantias” que
aseguren, según el procedimiento de que se trate, el derecho al debido
proceso. Corte IDH. Caso Favela Nova Brasília Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de febrero de
2017. Serie C No. 333. Todas las exigencias del debido proceso previstas en
el articulo 8.1 de la Convencion, asi como criterios de independencia e
imparcialidad, se extienden también a los órganos no judiciales a los que
corresponda la investigación previa al proceso judicial, realizada para
determinar las circunstancias de una muerte y la existencia de suficientes
indicios para interponer una acción penal. Sin el cumplimiento de estas
exigencias, el Estado no podrá posteriormente ejercer de manera efectiva

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y eficiente su facultad acusatoria y los tribunales no podrán llevar a cabo el
proceso judicial que este tipo de violaciones requiere. En ese sentido, los
Principios sobre Prevencion e Investigacion Eficaces sobre Ejecuciones
Extralegales, Arbitrarias o Sumarias, y su Manual (conocidos como
Protocolo de Minnesota ), disponen que en los casos en que se sospeche la
participación de funcionarios estatales, “puede no ser posible una
investigación objetiva e imparcial a menos que se cree una comisión
indagadora especial”. Entre los factores que justifican la creencia de que
funcionarios estatales participaron en el homicidio y que deberían inducir
a crear una comisión especial imparcial que la investigue figuran, entre
otros, cuando la victima haya sido vista por ultima vez en la custodia de la
policía o detenida; cuando el modus operandi sea reconocidamente
imputable a escuadrones de la muerte patrocinados por el gobierno;
cuando personas del gobierno o relacionadas con este hayan intentado
obstruir o retrasar la investigación del homicidio, y cuando no puedan
obtenerse las pruebas físicas o de testigos esenciales a la investigacion. En
dichas situaciones, el párrafo 11 de los referidos Principios dispone que se
establezca una comisión indagatoria independiente o un procedimiento
semejante. Los investigadores, en esos casos, deben ser imparciales,
competentes e independientes. A este respecto, la Corte considera que el
elemento esencial de una investigación penal sobre una muerte derivada
de intervención policial es la garantía de que el órgano investigador sea
independiente de los funcionarios involucrados en el incidente. Esa
independencia implica la ausencia de relación institucional o jerarquica, asi
como su independencia en la practica . En ese sentido, en los supuestos de
presuntos delitos graves en que “prima facie” aparezca como posible
imputado personal policial, la investigación debe estar a cargo de un
órgano independiente y diferente de la fuerza policial involucrada en el
incidente, tales como una autoridad judicial o el Ministerio Publico, asistido
por personal policial, técnicos de criminalística y administrativos ajenos al
cuerpo de seguridad al que pertenezca el posible imputado o imputados. El
Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha establecido diversas
circunstancias en las cuales la independencia de los investigadores puede
estar afectada en caso de una muerte derivada de intervención estatal.
Entre ellas, la Corte destaca supuestos en los cuales: i) los mismos policías
investigadores son potencialmente sospechosos; ii) son colegas de los
acusados; iii) tienen una relación jerarquica con los acusados; o iv) que la
conducta de los órganos investigadores indique una falta de
independencia, como la falla en adoptar determinadas medidas
fundamentales para aclarar el caso y, cuando corresponda, sancionar a los
responsables; v) un peso excesivo concedido a la versión de los acusados;
vi) la omisión en explorar determinadas líneas de investigación que eran
claramente necesarias, o vii) inercia excesiva. Lo anterior no significa que
el órgano investigador debe ser absolutamente independiente, pero debe
ser “suficientemente independiente de las personas o estructuras cuya
responsabilidad esta siendo atribuida” en el caso concreto. La
determinación del grado de independencia se hace a la luz de todas las
circunstancias del caso. Si la independencia o la imparcialidad del órgano
investigador son cuestionadas, el Tribunal debe ejercer un escrutinio mas
estricto para verificar si la investigación fue realizada de manera
independiente e imparcial. Asimismo, se debe examinar si, y hasta que
medida, la alegada falta de independencia e imparcialidad impacto la
efectividad del procedimiento para determinar lo ocurrido y sancionar a los

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responsables. Algunos criterios esenciales, los cuales están
interrelacionados, deben ser observados para establecer la efectividad de
la investigación en esos casos: i) la adecuación de las medidas de
investigacion; ii) la celeridad de la misma, y iii) la participación de la familia
de la persona muerta y iv) la independencia de la investigacion. Asimismo,
en casos de muerte provocada por intervención de un agente policial, la
investigación para ser efectiva debe ser capaz de demostrar si el uso de la
fuerza fue o no justificado en razón de las circunstancias. En ese tipo de
casos, a las autoridades domesticas debe aplicarse un escrutinio
particularmente riguroso en lo que se refiere a la investigacion.
Finalmente, en lo que respecta a la intervención de órganos de supervisión
de la investigación o del poder judicial, es necesario hacer notar que en
algunas ocasiones las fallas de la investigación pueden ser remediadas,
pero en otros casos eso no es posible en virtud del estado avanzado de la
misma y de la magnitud de las falencias ocasionadas por el órgano
investigador.
Suspensión de garantías Corte IDH. Garantías judiciales en estados de
emergencia (Arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre Derechos
Humanos). Opinión Consultiva OC--‐-9/87 de 6 de octubre de 1987.
Serie A No. 9. El concepto de debido proceso legal recogido por el articulo
8 de la Convencion debe entenderse como aplicable, en lo esencial, a todas
las garantías judiciales referidas en la Convencion Americana, aun bajo el
régimen de suspensión regulado por el articulo 27 de la misma. 30.
Relacionado el articulo 8 con los artículos 7.6, 25 y 27.2 de la Convencion,
se concluye que los principios del debido proceso legal no pueden
suspenderse con motivo de las situaciones de excepción en cuanto
constituyen condiciones necesarias para que los instrumentos procesales,
regulados por la Convencion, puedan considerarse como garantías
judiciales. Esta conclusión es aun mas evidente respecto del habeas corpus
y del amparo, a los que la Corte se referirá en seguida y que tienen el
carácter de indispensables para tutelar los derechos humanos que no
pueden ser objeto de suspension. Corte IDH. Caso Zambrano Vélez y
otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de
julio de 2007. Serie C No. 166. La Corte considera que el Estado tiene la
obligación de asegurar que las garantías judiciales indispensables para la
protección de los derechos y libertades consagrados en la Convencion se
mantengan vigentes en toda circunstancia, inclusive durante los estados
de excepcion. Este Tribunal ha entendido anteriormente que se consideran
como garantías indispensables aquellos procedimientos judiciales que
ordinariamente son idóneos para garantizar la plenitud del ejercicio de los
derechos y libertades, las cuales serán distintas según los derechos
afectados. Tales garantías son aquellas a las que la Convencion se refiere
expresamente en los artículos 7.6 y 25.1, consideradas dentro del marco y
según los principios del articulo 8, y también las inherentes a la
preservación del Estado de Derecho, aun bajo la legalidad excepcional que
resulta de la suspensión de garantias. Esas garantías judiciales
indispensables deben subsistir para verificar la necesidad, razonabilidad y
proporcionalidad de las medidas especificas adoptadas en ejercicio de
estas facultades excepcionales.
Vinculación con derecho de acceso a la justicia Corte IDH. Caso Cantos
Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de
noviembre de 2002. Serie C No. 97. Según el articulo 8.1 de la Convencion
[...] Esta disposición de la Convencion consagra el derecho de acceso a la

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justicia. De ella se desprende que los Estados no deben interponer trabas a
las personas que acudan a los jueces o tribunales en busca de que sus
derechos sean determinados o protegidos. Cualquier norma o medida del
orden interno que imponga costos o dificulte de cualquier otra manera el
acceso de los individuos a los tribunales, y que no este justificada por las
razonables necesidades de la propia administración de justicia, debe
entenderse contraria al precitado articulo 8.1 de la Convencion. Lo que
este Tribunal debe decidir en este caso es si la aplicación de la ley y la
consecuente determinación de una tasa de justicia de 83.400.459,10
(ochenta y tres millones cuatrocientos mil cuatrocientos cincuenta y nueve
pesos con diez centavos, equivalente al mismo monto en dólares de los
Estados Unidos de America) es compatible con los artículos 8 y 25 de la
Convencion Americana, referentes al derecho al acceso a la justicia y al
derecho a un recurso sencillo y rapido. El Estado sostiene, sobre el
particular, que la determinación de ese monto esta de acuerdo con la ley,
cuyo propósito es evitar demandas temerarias; que esa suma es
proporcional a lo reclamado en la demanda, que no se trata de una tasa
confiscatoria y que el señor Cantos no la impugno en el orden interno. Sin
embargo esta Corte ha señalado en reiteradas ocasiones que el Estado no
puede eximirse de responsabilidad respecto a sus obligaciones
internacionales argumentando la existencia de normas o procedimientos
de derecho interno. Y debe dejar establecido que la suma fijada por
concepto de tasa de justicia y la correspondiente multa constituyen, a
criterio de este Tribunal, una obstrucción al acceso a la justicia, pues no
aparecen como razonables, aun cuando la mencionada tasa de justicia sea,
en términos aritmeticos, proporcional al monto de la demanda. Esta Corte
considera que si bien el derecho al acceso a la justicia no es absoluto y,
consecuentemente, puede estar sujeto a algunas limitaciones
discrecionales por parte del Estado, lo cierto es que estas deben guardar
correspondencia entre el medio empleado y el fin perseguido y, en
definitiva, no pueden suponer la negación misma de dicho derecho. En
consecuencia, el monto por cobrar en el caso en estudio no guarda relación
entre el medio empleado y el fin perseguido por la legislación Argentina,
con lo cual obstruye, evidentemente, el acceso a la justicia del señor
Cantos, y en conclusión viola los artículos 8 y 25 de la Convencion. Este
Tribunal estima que para satisfacer el derecho de acceso a la justicia no
basta que en el respectivo proceso se produzca una decisión judicial
definitiva. Tambien se requiere que quienes participan en el proceso
puedan hacerlo sin el temor de verse obligados a pagar sumas
desproporcionadas o excesivas a causa de haber recurrido a los tribunales.
Esta ultima situación se agrava en la medida en que para forzar el pago
procedan las autoridades a embargar los bienes del deudor o a quitarle la
posibilidad de ejercer el comercio. Corte IDH. Caso Tiu Tojín Vs.
Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de
noviembre de 2008. Serie C No. 190. En lo que se refiere al ejercicio del
derecho a las garantías judiciales consagrado en el articulo 8 de la
Convencion Americana, la Corte ha establecido, inter alia, que “es preciso
que se observen todos los requisitos que sirvan para proteger, asegurar o
hacer valer la titularidad o el ejercicio de un derecho, es decir, las
condiciones que deben cumplirse para asegurar la adecuada
representación o gestión de los intereses o las pretensiones de aquellos
cuyos derechos u obligaciones estén bajo consideración judicial”.
Asimismo, esta disposición de la Convencion consagra el derecho de

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acceso a la justicia. De ella se desprende que los Estados no deben
interponer obstáculos a las personas que acudan a los jueces o tribunales
con el fin de que sus derechos sean determinados o protegidos. Cualquier
norma o practica del orden interno que dificulte el acceso de los individuos
a los tribunales, y que no este justificada por las razonables necesidades de
la propia administración de justicia, debe entenderse contraria al precitado
articulo 8.1 de la Convencion. Esto tiene particular relevancia en casos de
desaparición forzada de personas, dado que el derecho a las garantías
judiciales comprende también el derecho de los familiares de la victima a
acceder a estas. Corte IDH. Caso Rochac Hernández y otros Vs. El
Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 14 de octubre de
2014. Serie C No. 285. La Corte ha establecido que el derecho de acceso a
la justicia requiere que se haga efectiva la determinación de los hechos que
se investigan y, en su caso, de las correspondientes responsabilidades
penales en tiempo razonable, por lo que, en atención a la necesidad de
garantizar los derechos de las personas perjudicadas, una demora
prolongada puede llegar a constituir, por si misma, una violación de las
garantías judiciales. Asimismo, la Corte ha señalado que los órganos
estatales encargados de la investigación relacionada con la desaparición
forzada de personas, cuyos objetivos son la determinación de su paradero
y el esclarecimiento de lo sucedido, la identificación de los responsables y
su posible sancion, deben llevar a cabo su tarea de manera diligente y
exhaustiva. Es oportuno recordar que en casos de desaparición forzada, es
imprescindible la actuación pronta e inmediata de las autoridades fiscales y
judiciales ordenando medidas oportunas y necesarias dirigidas a la
determinación del paradero de la victima o el lugar donde pueda
encontrarse privada de libertad. En el presente caso tal obligación se ve
reforzada por el hecho que las victimas eran niños y ninas al momento de
los hechos, una de ellas en su primera infancia, por lo que el Estado tenia el
deber de asegurar que fueran encontradas a la mayor brevedad. Los
bienes jurídicos sobre los que recae la investigación obligan a redoblar
esfuerzos en las medidas que deban practicarse para cumplir su objetivo,
pues el paso del tiempo guarda una relación directamente proporcional
con la limitación –y en algunos casos, la imposibilidad--‐- para obtener las
pruebas y/o testimonios, dificultando y aun tornando nugatoria o ineficaz,
la practica de diligencias probatorias a fin de esclarecer los hechos materia
de investigación, identificar a los posibles autores y participes, y
determinar las eventuales responsabilidades penales. Sin perjuicio de ello,
las autoridades nacionales no están eximidas de realizar todos los
esfuerzos necesarios en cumplimiento de su obligación de investigar. El
actuar omiso o negligente de los órganos estatales no resulta compatible
con las obligaciones emanadas de la Convencion Americana, con mayor
razón si están en juego bienes esenciales de las personas. Asi pues, los
Estados deben dotar a las autoridades correspondientes de los recursos
logísticos y científicos necesarios para recabar y procesar las pruebas y, en
particular, de las facultades para acceder a la documentación e
información pertinente para investigar los hechos denunciados y obtener
indicios o evidencias de la ubicación de las victimas. En el mismo sentido:
Corte IDH. Caso Heliodoro Portugal Vs. Panamá. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 12 de agosto
de 2008. Serie C No. 186, párr. 150; Caso Anzualdo Castro Vs. Perú.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
Septiembre de 2009. Serie C No. 202, párr. 135; Caso Radilla Pacheco Vs.

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México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de Noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 215; Caso
Chitay Nech y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de mayo de 2010. Serie C No.
212, párr. 196; Caso Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2010 Serie C No.
217, párr. 167; Caso Contreras y otros Vs. El Salvador. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2011 Serie C No.
232, párr. 145; Caso Gudiel Álvarez y otros (Diario Militar) Vs.
Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 noviembre de
2012 Serie C No. 253, párr. 259. Corte IDH. Caso Rodríguez Vera y otros
(Desaparecidos del Palacio de Justicia) Vs. Colombia. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 14 de
noviembre de 2014. Serie C No. 28 La Corte recuerda que, en virtud de la
protección otorgada por los artículos 8 y 25 de la Convencion, los Estados
están obligados a suministrar recursos judiciales efectivos a las victimas de
violaciones de los derechos humanos, que deben ser sustanciados de
conformidad con las reglas del debido proceso legal. Asimismo, el Tribunal
ha señalado que el derecho de acceso a la justicia debe asegurar, en
tiempo razonable, el derecho de las presuntas victimas o sus familiares a
que se haga todo lo necesario para conocer la verdad de lo sucedido e
investigar, juzgar y, en su caso, sancionar a los eventuales responsables. En
el mismo sentido: Corte IDH. Caso Tenorio Roca y otros Vs. Perú.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
22 de junio de 2016. Serie C No. 314, párr. 237. Corte IDH. Caso Cruz
Sánchez y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de abril de 2015. Serie C No.
292. La Corte ha expresado de manera reiterada que los Estados Partes
están obligados a suministrar recursos judiciales efectivos a las victimas de
violaciones de los derechos humanos (articulo 25), recursos que deben ser
sustanciados de conformidad con las reglas del debido proceso legal
(articulo 8.1), todo ello dentro de la obligación general, a cargo de los
mismos Estados, de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos
reconocidos por la Convencion a toda persona que se encuentre bajo su
jurisdicción (articulo 1.1). Este deber de “garantizar” los derechos implica la
obligación positiva de adopcion, por parte del Estado, de una serie de
conductas, dependiendo del derecho sustantivo especifico de que se trate.
Por ejemplo, en casos de muerte violenta, la Corte ha considerado que la
realización de una investigación ex officio, sin dilacion, seria, imparcial y
efectiva, es un elemento fundamental y condicionante para la protección
de los derechos afectados por este tipo de situaciones. Esta obligación
general se ve especialmente acentuada en casos de uso de la fuerza letal
por parte de agentes estatales. Una vez que se tenga conocimiento de que
los agentes de seguridad han hecho uso de armas de fuego con
consecuencias letales, el Estado esta obligado a iniciar ex officio y sin
dilación una investigación seria, independiente, imparcial y efectiva para
determinar si la privación de la vida fue arbitraria o no. Esta obligación
constituye un elemento fundamental y condicionante para la protección
del derecho a la vida que se ve anulado en esas situaciones. Ademas, si los
hechos violatorios a los derechos humanos no son investigados con
seriedad, resultarian, en cierto modo, favorecidos por el poder publico, lo
que compromete la responsabilidad internacional del Estado. En casos en
que se ha establecido que ocurrieron ejecuciones extrajudiciales es

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fundamental que los Estados realicen una investigación efectiva de la
privación arbitraria del derecho a la vida reconocido en el articulo 4 de la
Convencion, orientada a la determinación de la verdad y a la persecucion,
captura, enjuiciamiento y, eventual, sanción de los autores de los hechos,
especialmente cuando están involucrados agentes estatales. En el
presente caso, el hecho de que las muertes se hayan producido en el marco
de un conflicto armado no internacional, no eximia al Estado de su
obligación de iniciar una investigacion, inicialmente sobre el uso de la
fuerza que haya tenido consecuencias letales, aunque la Corte podrá tener
en cuenta circunstancias o limitaciones especificas determinadas por la
propia situación de conflicto al evaluar el cumplimiento por parte del
Estado de sus obligaciones estatales. En particular, la Corte advierte que
en el presente caso la hipótesis de las presuntas ejecuciones extrajudiciales
salieron a la luz varios anos después de ocurridos los hechos (supra parrs.
165 y 174), por lo que no era posible exigir al Estado desde el inicio la
obligación de investigar de acuerdo a los estándares internacionales
desarrollados en casos de ejecuciones extrajudiciales (infra parr. 381). En
todo caso, el deber de investigar es una obligación de medios y no de
resultado, que debe ser asumida por el Estado como un deber jurídico
propio y no como una simple formalidad condenada de antemano a ser
infructuosa, o como una mera gestión de intereses particulares, que
dependa de la iniciativa procesal de las victimas, de sus familiares o de la
aportación privada de elementos probatorios. El cumplimiento de la
obligación de emprender una investigación seria, imparcial y efectiva de lo
ocurrido, en el marco de las garantías del debido proceso, ha involucrado
también un examen del plazo de dicha investigación y de “los medios
legales disponibles” a los familiares de la victima fallecida, para garantizar
que sean escuchados, asi como que puedan participar durante el proceso
de investigacion. Corte IDH. Caso Acosta y otros Vs. Nicaragua.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
25 de marzo de 2017. Serie C No. 334. De conformidad con la Convencion
Americana, los Estados Parte están obligados a suministrar recursos
judiciales efectivos a las victimas de violaciones de los derechos humanos
(articulo 25), recursos que deben ser sustanciados de conformidad con las
reglas del debido proceso legal (articulo 8.1). Asimismo, el derecho de
acceso a la justicia debe asegurar, en tiempo razonable, el derecho de las
presuntas victimas o sus familiares a que se haga todo lo necesario para
conocer la verdad de lo sucedido e investigar, juzgar y, en su caso,
sancionar a los eventuales responsables. La Corte ha señalado en su
jurisprudencia reiterada que, en casos de privación de la vida, es
fundamental que los Estados identifiquen, investiguen efectivamente y,
eventualmente, sancionen a sus responsables, pues de lo contrario se
estarían creando, dentro de un ambiente de impunidad, las condiciones
para que este tipo de hechos se repitan. El deber de investigar es una
obligación de medios y no de resultado, que debe ser asumida por el
Estado como un deber jurídico propio, que no dependa única o
necesariamente de la iniciativa procesal de las victimas o de sus familiares
o de la aportación privada de elementos probatorios. La investigación debe
ser seria, imparcial y efectiva, y estar orientada a la determinación de la
verdad y a la persecucion, captura, enjuiciamiento y eventual castigo de
los autores de los hechos. En casos anteriores, la Corte ha considerado que
la determinación efectiva de los hechos en la via penal tenia la posibilidad
de constituir tanto la explicación suficiente y satisfactoria sobre la

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privación de la vida de una persona, como un medio para satisfacer los
derechos de acceso a la justicia y de conocer la verdad de sus familiares.
Asi, se ha analizado si un proceso penal, en tanto respuesta investigativa y
judicial del Estado, constituyo un medio adecuado para permitir una
búsqueda genuina de la verdad de lo sucedido mediante una evaluación
adecuada de las hipótesis consideradas sobre el modo y circunstancias de
la privación de la vida. En ese sentido, se ha analizado si lo decidido formal
y materialmente en el proceso penal puede considerarse, a la luz de lo
dispuesto en los artículos 8.1 y 25 de la Convencion, como una adecuada
motivación o fundamentación de la respuesta que las autoridades
judiciales debieron dar al respecto. Por ello, el deber de motivación es una
de las “debidas garantias” incluidas en el articulo 8.1 para salvaguardar el
derecho a un debido proceso del imputado y, en casos como el presente,
también los derechos de acceso a la justicia y a conocer la verdad de los
familiares, en relación con el articulo 25 de la Convencion. Corte IDH.
Caso Acosta y otros Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de marzo de 2017. Serie C No.
334. Se alega que estos procesos constituyeron un mecanismo de
amedrentamiento e intimidación contra la señora Acosta en relación con
su denuncia sobre el móvil del homicidio de su esposo. En un caso
anterior, la Corte considero que un defensor de derechos humanos fue
mantenido en una situación de incertidumbre, inseguridad e intimidación
por la existencia de un proceso penal en su contra que permaneció abierto
alrededor de cinco anos sin mayor actividad procesal, en atención al alto
cargo policial que ocupaba quien presento la querella y que era señalado
como uno de los responsables de la ejecución de su hermano, en un
contexto de actos de amenaza, hostigamiento y detenciones ilegales en
contra de aquel. En ese caso, se considero que el proceso penal pudo haber
generado un efecto intimidador o inhibidor en el libre y pleno ejercicio de
su libertad de expresión.
GARANTÍAS GENERALES ASOCIADAS AL ARTÍCULO 8.1 En este
segundo apartado se encuentran extractados los principales párrafos de la
jurisprudencia de la Corte IDH donde se tratan las garantías generales
asociadas al articulo 8.1. Este inciso indica: “ Toda persona tiene derecho a
ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez
o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones
de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter”. En esta sección se
trata, especificamente, el derecho a ser oido, que también ha sido
extendido por la Corte IDH a los familiares de las victimas y que incorpora
el derecho a la realización de una investigación judicial efectiva y
conducida con debida diligencia. Otro aspecto importante es el desarrollo
que realiza la Corte IDH de las garantías de independencia, imparcialidad y
competencia. Este ultimo aspecto destaca por el análisis que ha
desarrollado la Corte IDH en relación a la restricción de la jurisdicción
militar. Tambien se aborda como parte de estas garantías generales, el
derecho a una resolución motivada, que en concepto de la Corte IDH
constituye un elemento esencial para proscribir la arbitrariedad.
Finalmente, un elemento central en el análisis de la Corte IDH es la
garantía del plazo razonable, que como se evidenciara en la jurisprudencia
extractada, ha sido objeto de una progresiva evolucion.

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Derecho a ser oído Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros (“Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de
2008. Serie C No. 182. Al respecto, la Corte considera que del articulo 8.1
de la Convencion no se desprende que el derecho a ser oído debe
necesariamente ejercerse de manera oral en todo procedimiento. Lo
anterior no obstaría para que la Corte considere que la oralidad es una de
las “debidas garantias” que el Estado debe ofrecer a los justiciables en
cierto tipo de procesos. Sin embargo, el representante no ha presentado
argumentos que justifiquen por que es necesaria la oralidad, como garantía
del debido proceso, en el procedimiento disciplinario ante la CFRSJ o en las
distintas instancias recursivas. En el mismo sentido: Caso Barbani Duarte
y Otros Vs. Uruguay. Fondo Reparaciones y costas. Sentencia de 13 de
octubre de 2011. Serie C No. 234, párr. 120. Corte IDH. Caso Dacosta
Cadogan Vs. Barbados. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 24 de Septiembre de 2009. Serie C No. 204. Al
respecto, la Corte recuerda que debido a la naturaleza excepcionalmente
seria e irreversible de la pena de muerte, su imposición o aplicación esta
sujeta a ciertos requisitos procesales, que limitan el poder punitivo del
Estado y cuyo cumplimiento debe ser estrictamente observado y revisado.
En este sentido, el Tribunal observa que el articulo 8.1 de la Convencion
establece que “en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra [una persona]”, se deben proveer las “debidas garantias[,] dentro de
un plazo razonable”. Los términos en que esta redactado este articulo
indican claramente que el sujeto del derecho es el acusado, quien podrá
exigir el respeto de todas las referidas “debidas garantias” propias de un
“debido proceso”, las cuales podrán ser determinadas por el tribunal
atendiendo a las particularidades de cada caso concreto. Es decir, todo
juez tiene la obligación de asegurar que los procesos se lleven a cabo con el
debido respeto de aquellas garantías judiciales, que sean necesarias para
asegurar un juicio justo. De esta manera, el articulo 8.2 de dicho
instrumento precisa cuales constituyen las “garantías minimas” a las que
toda persona tiene derecho durante el proceso, en plena igualdad.
Especificamente, el articulo 8.2.c de la Convencion exige que individuos
puedan defenderse adecuadamente contra cualquier acto del Estado que
pudiera afectar sus derechos. Asimismo, el articulo 8.2.f reconoce el
derecho de los acusados a interrogar a los testigos presentados contra
ellos y aquellos que declaran a su favor, bajo las mismas condiciones que el
Estado, con el fin de defenderse. En todo caso, la Convencion no impide
que los Estados adopten medidas adicionales a aquellas reconocidas en el
articulo 8.2 de la Convencion con el propósito de garantizar un debido
proceso. Corte IDH. Caso Barbani Duarte y otros Vs. Uruguay. Fondo
Reparaciones y costas. Sentencia de 13 de octubre de 2011. Serie C No.
234. El examen requerido en el presente caso amerita que la Corte precise
el alcance del derecho a ser oído establecido en el articulo 8.1 de la
Convencion Americana. Ese derecho implica, por un lado, un ámbito
formal y procesal de asegurar el acceso al órgano competente para que
determine el derecho que se reclama en apego a las debidas garantías
procesales (tales como la presentación de alegatos y la aportación de
prueba). Por otra parte, ese derecho abarca un ámbito de protección
material que implica que el Estado garantice que la decisión que se
produzca a través del procedimiento satisfaga el fin para el cual fue
concebido. Esto ultimo no significa que siempre deba ser acogido sino que

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se debe garantizar su capacidad para producir el resultado para el que fue
concebido. Tomando en cuenta las alegadas violaciones en el presente
caso, la Corte analizara primero lo relativo al ámbito material del derecho a
ser oído en el proceso ante el órgano administrativo (Banco Central), para
luego pasar a considerar las demás alegadas violaciones de las debidas
garantías procesales en el referido procedimiento administrativo y en el
proceso judicial ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Corte
IDH. Caso del Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 28 de agosto de 2013. Serie C No. 268. Si bien ya se declaro
que el Congreso no tenia competencia para cesar a los vocales del Tribunal
Constitucional de sus cargos (supra parr. 180), bajo las circunstancias del
presente caso, la Corte considera necesario entrar a analizar algunos de los
derechos que fueron alegados por la Comision y los representantes tanto
por la decisión de cese como los juicios politicos, en particular el derecho a
ser oido, a la defensa y el principio “ne bis in idem”. El Tribunal ha
desarrollado el derecho a ser oído protegido en el articulo 8.1 de la
Convencion, en el sentido general de comprender el derecho de toda
persona a tener acceso al tribunal u órgano estatal encargado de
determinar sus derechos y obligaciones. Respecto al derecho a ser oido,
consagrado en el articulo 8.1 de la Convencion, la Corte reitera que las
garantías establecidas en el articulo 8 de la Convencion Americana
suponen que las victimas deben contar con amplias posibilidades de ser
oídas y actuar en los procesos respectivos, de manera que puedan
formular sus pretensiones y presentar elementos probatorios y que estos
sean analizados de forma completa y seria por las autoridades antes de
que se resuelva sobre hechos, responsabilidades, penas y reparaciones.
Sobre el particular, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha señalado
que la exigencia de que una persona “sea oida equitativa, públicamente y
dentro de un plazo razonable, por un tribunal independiente e imparcial”
es equiparable al derecho a un “juicio” o a “procedimientos judiciales”
justos. Al respecto, el Tribunal Europeo ha desarrollado el criterio según el
cual un procedimiento justo supone que el órgano encargado de
administrar justicia efectue “un examen apropiado de las alegaciones,
argumentos y pruebas aducidas por las partes, sin perjuicio de sus
valoraciones acerca de si son relevantes para su decision”. En el caso Olujic
Vs. Croacia sobre la tramitación de un procedimiento disciplinario contra el
Presidente de la Corte Suprema de Croacia, el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos resalto la importancia del derecho a ser oído de
manera equitativa. Por su parte, el Comité de Ministros del Consejo de
Europa ha señalado también que en procedimientos de destitución es
necesario garantizarles a los jueces al menos los requisitos del debido
proceso contenidos en el Convenio Europeo Derechos Humanos, inter alia,
que el caso sea oído dentro de un plazo razonable y el derecho a responder
cualquier acusacion”. Corte IDH. Caso Wong Ho Wing Vs. Perú.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30
de junio de 2015. Serie C No. 297. La Corte considera necesario que el
derecho a ser oído se garantice en un proceso de extradicion. Al respecto,
el perito Ben Saul senalo que a la persona se le debe permitir exponer las
razones por las cuales no debería ser extraditado. Sin embargo, esto no
implica que debe garantizarse en todas las etapas del proceso. Al respecto,
la Corte advierte que, en muchos de los Estados Parte de la Convencion los
procesos de extradición involucran una etapa o aspecto político . Esta

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circunstancia o característica se desprende de la naturaleza misma de los
procesos de extradicion, que constituyen procesos de cooperación judicial
internacional entre Estados. Corte IDH. Caso Quispialaya Vilcapoma Vs.
Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de noviembre de 2015. Serie C No. 308. En este sentido,
la Corte estima indispensable que las agencias policiales y jurisdiccionales
ofrezcan mecanismos de denuncia accesibles y que aquellos sean
difundidos para el conocimiento de los individuos. Sin embargo, el acceso
a la justicia no se agota en la posibilidad de poner en conocimiento de las
autoridades los hechos sucedidos. Resulta igualmente necesario que los
sistemas de denuncia sean eficaces y deriven en una investigación real y
seria, ya que de lo contrario carecerían de utilidad. Para que el derecho a
ser oído no carezca de contenido, debe ser acompañado por el deber del
Estado de investigar, juzgar y sancionar.
Derecho de los familiares de las víctimas a ser oídos Corte IDH. Caso
Blake Vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 24 de enero de 1998. Serie C
No. 36. Así interpretado, el mencionado articulo 8.1 de la Convencion
comprende también el derecho de los familiares de la victima a las
garantías judiciales, por cuanto “todo acto de desaparición forzada sustrae a
la víctima de la protección de la ley y le causa graves sufrimientos, lo mismo
que a su familia” (subrayado no es del original) (Declaracion de Naciones
Unidas sobre la Proteccion de Todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas articulo 1.2). En el mismo sentido: Caso Durand
y Ugarte Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000. Serie C No.
68, párr.128. En consecuencia, el articulo 8.1 de la Convencion Americana
confiere a los familiares del señor Nicholas Blake el derecho a que su
desaparición y muerte sean efectivamente investigadas por las
autoridades de Guatemala; a que se siga un proceso contra los
responsables de estos ilicitos; a que en su caso se les impongan las
sanciones pertinentes, y a que se indemnicen los danos y perjuicios que
han sufrido dichos familiares. Por lo tanto, la Corte declara que Guatemala
violo el articulo 8.1 de la Convencion Americana, en perjuicio de los
familiares del señor Nicholas Blake en relación con el articulo 1.1 de la
Convencion. Corte IDH. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán
Morales y otros) Vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 19 de noviembre
de 1999. Serie C No. 63. Por otra parte, del articulo 8 de la Convencion se
desprende que las victimas de las violaciones de los derechos humanos, o
sus familiares, deben contar con amplias posibilidades de ser oídos y actuar
en los respectivos procesos, tanto en procura del esclarecimiento de los
hechos y del castigo de los responsables, como en busca de una debida
reparacion. En el mismo sentido: Caso Durand y Ugarte Vs. Perú. Fondo.
Sentencia de 16 de agosto de 2000. Serie C No. 68, párr.129; Caso de las
Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de marzo de 2005. Serie C No. 120, párr.63; Caso de las
Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006 Serie
C No. 148, párr. 296; Caso Heliodoro Portugal Vs. Panamá. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 12 de agosto
de 2008. Serie C No. 186, párr. 247;. Caso Tiu Tojín Vs. Guatemala.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2008.
Serie C No. 190, párr. 95; Caso Ticona Estrada y otros Vs. Bolivia. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2008. Serie C
No. 191, párr. 81; Caso Kawas Fernández Vs. Honduras. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de abril de 2009 Serie C No. 196,

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párr. 111 y 117; Caso Anzualdo Castro Vs. Perú. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de Septiembre de 2009.
Serie C No. 202, párr. 118; Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
septiembre de 2009. Serie C No. 203, párr. 116; Caso Radilla Pacheco Vs.
México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de Noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 180; Caso
Fernández Ortega y otros. Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010 Serie C No.
215, párr. 192; Caso Rosendo Cantú y otra Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2010 Serie C No. 216, párr. 176; Caso Gomes Lund y otros ("Guerrilha do
Araguaia") Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219, párr. 139;
Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de
febrero de 2011 Serie C No. 221, párr. 187; Caso Barbani Duarte y Otros
Vs. Uruguay. Fondo Reparaciones y costas. Sentencia de 13 de octubre de
2011. Serie C No. 234, párr. 120; Caso Familia Barrios Vs. Venezuela.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2011.
Serie C No. 237, párr. 178; Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República
Dominicana. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de octubre de
2012 Serie C No. 251, párr. 199; Caso Castillo González y otros Vs.
Venezuela. Fondo. Sentencia de 27 de noviembre de 2012. Serie C No.
256, párr. 167. Al confrontar los hechos de este caso con lo expuesto
anteriormente, se puede constatar que Guatemala ha realizado diversas
actuaciones judiciales sobre aquellos. Sin embargo, es evidente que los
responsables de tales hechos se encuentran en la impunidad, porque no
han sido identificados ni sancionados mediante actos judiciales que hayan
sido ejecutados. Esta sola consideración basta para concluir que el Estado
ha violado el articulo 1.1 de la Convencion, pues no ha castigado a los
autores de los correspondientes delitos. Al respecto, no viene al caso
discutir si las personas acusadas en los procesos internos debieron o no ser
absueltas. Lo importantes es que, con independencia de si fueron o no
ellas las responsables de los ilicitos, el Estado ha debido identificar y
castigar a quienes en realidad lo fueron, y no lo hizo. En el expediente
existen abundantes constancias que demuestran que las autoridades
judiciales que condujeron las actuaciones originadas en el secuestro,
tortura y homicidio de Henry Giovanni Contreras, Julio Roberto Caal
Sandoval, Jovito Josue Juarez Cifuentes, Federico Clemente Figueroa
Tunchez y en el homicidio de Anstraum Aman Villagran Morales, faltaron
al deber de adelantar una investigación y un proceso judicial adecuados
que llevaran al castigo de los responsables, y afectaron el derecho de los
familiares de las victimas a ser oídos y a tramitar sus acusaciones ante un
tribunal independiente e imparcial. Corte IDH. Caso del Tribunal
Constitucional Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31
de enero de 2001. Serie C No. 71. Este Tribunal ha señalado
recientemente que las garantías establecidas en el articulo 8 de la
Convencion Americana suponen que las victimas deben contar con amplias
posibilidades de ser oídas y actuar en los procesos respectivos. En el caso
sub judice sucedieron los vicios apuntados (supra 80), lo cual no permitio a
los magistrados contar con un proceso que reuniera las garantías minimas
del debido proceso establecidas en la Convencion. Con ello en el caso en
estudio se limito el derecho de las victimas a ser oídas por el órgano que

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emitio la decisión y, ademas, se restringio su derecho a participar en el
proceso. Corte IDH. Caso Barrios Altos Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 14
de marzo de 2001. Serie C No. 75. La Corte, conforme a lo alegado por la
Comision y no controvertido por el Estado, considera que las leyes de
amnistía adoptadas por el Peru impidieron que los familiares de las
victimas y las victimas sobrevivientes en el presente caso fueran oídas por
un juez, conforme a lo señalado en el articulo 8.1 de la Convencion;
violaron el derecho a la protección judicial consagrado en el articulo 25 de
la Convencion; impidieron la investigacion, persecucion, captura,
enjuiciamiento y sanción de los responsables de los hechos ocurridos en
Barrios Altos, incumpliendo el articulo 1.1 de la Convencion, y obstruyeron
el esclarecimiento de los hechos del caso. Finalmente, la adopción de las
leyes de autoamnistia incompatibles con la Convencion incumplio la
obligación de adecuar el derecho interno consagrada en el articulo 2 de la
misma. La Corte estima necesario enfatizar que, a la luz de las obligaciones
generales consagradas en los artículos 1.1 y 2 de la Convencion Americana,
los Estados Partes tienen el deber de tomar las providencias de toda
índole para que nadie sea sustraído de la protección judicial y del ejercicio
del derecho a un recurso sencillo y eficaz, en los términos de los artículos 8
y 25 de la Convencion. Es por ello que los Estados Partes en la Convencion
que adopten leyes que tengan este efecto, como lo son las leyes de
autoamnistia, incurren en una violación de los artículos 8 y 25 en
concordancia con los artículos 1.1 y 2 de la Convencion. Las leyes de
autoamnistia conducen a la indefensión de las victimas y a la perpetuación
de la impunidad, por lo que son manifiestamente incompatibles con la
letra y el espíritu de la Convencion Americana. Este tipo de leyes impide la
identificación de los individuos responsables de violaciones a derechos
humanos, ya que se obstaculiza la investigación y el acceso a la justicia e
impide a las victimas y a sus familiares conocer la verdad y recibir la
reparación correspondiente. Corte IDH. Caso Anzualdo Castro Vs. Perú.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22
de septiembre de 2009. Serie C No. 202. Luego, puesto que uno de los
objetivos de dicha practica [desaparición forzada] es precisamente impedir
el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes,
una vez que una persona ha sido sometida a secuestro, retención o
cualquier forma de privación de la libertad con el objetivo de su
desaparición forzada, si la victima misma no puede acceder a los recursos
disponibles, resulta fundamental que los familiares u otras personas
allegadas puedan tener acceso a procedimientos o recursos judiciales
rapidos y eficaces como medio para determinar su paradero o su estado de
salud o para individualizar a la autoridad que ordeno la privación de
libertad o la hizo efectiva. En el mismo sentido: Caso García y familiares
Vs. Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 29
noviembre de 2012 Serie C No. 258, párr.133. Corte IDH. Caso Radilla
Pacheco Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2009. Serie C No. 209. De
conformidad con el derecho reconocido en el articulo 8.1 de la Convencion
Americana, en relación con el articulo 1.1 de la misma, este Tribunal ha
establecido que los Estados tienen la obligación de garantizar que, en
todas las etapas de los respectivos procesos, las victimas puedan hacer
planteamientos, recibir informaciones, aportar pruebas, formular
alegaciones y, en sintesis, hacer valer sus intereses. Dicha participación
deberá tener como finalidad el acceso a la justicia, el conocimiento de la

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verdad de lo ocurrido y el otorgamiento de una justa reparacion. En tal
sentido, la Corte ha establecido que la ley interna debe organizar el
proceso respectivo de conformidad con la Convencion Americana. La
obligación estatal de adecuar la legislación interna a las disposiciones
convencionales comprende el texto constitucional y todas las disposiciones
jurídicas de carácter secundario o reglamentario, de tal forma que pueda
traducirse en la efectiva aplicación practica de los estándares de protección
de los derechos humanos. Al respecto, el Tribunal estima que el acceso al
expediente es requisito sine qua non de la intervención procesal de la
victima en la causa en la que se constituye como parte coadyuvante o
querellante, según la legislación interna. Si bien la Corte ha considerado
admisible que en ciertos casos exista reserva de las diligencias adelantadas
durante la investigación preliminar en el proceso penal, para garantizar la
eficacia de la administración de justicia, en ningún caso la reserva puede
invocarse para impedir a la victima el acceso al expediente de una causa
penal. La potestad del Estado de evitar la difusión del contenido del
proceso, de ser el caso, debe ser garantizada adoptando las medidas
necesarias compatibles con el ejercicio de los derechos procesales de las
victimas. Tomando en cuenta lo anterior, y en aplicación del articulo 29 b)
de la Convencion Americana, la Corte considera que debe entenderse que
el derecho de las victimas en este caso a obtener copias de la averiguación
previa conducida por la Procuraduria General de la Republica no esta
sujeto a reservas de confidencialidad, en tanto que la misma se refiere a la
investigación de delitos constitutivos de graves violaciones a los derechos
humanos, como lo es la desaparición forzada del señor Rosendo Radilla
Pacheco. De esta manera, las victimas en el presente caso deben tener
derecho al acceso al expediente y a solicitar y obtener copias del mismo, ya
que la información contenida en aquel no esta sujeta a reserva. Corte IDH.
Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de septiembre de 2012.
Serie C No. 250. Ademas, El Tribunal recuerda que, de conformidad con el
derecho reconocido en el articulo 8.1 de la Convencion Americana, en
relación con el articulo 1.1 de la misma, los Estados tienen la obligación de
garantizar el derecho de las victimas o sus familiares de participar en todas
las etapas de los respectivos procesos, de manera que puedan hacer
planteamientos, recibir informaciones, aportar pruebas, formular
alegaciones y, en sintesis, hacer valer sus derechos. Dicha participación
deberá tener como finalidad el acceso a la justicia, el conocimiento de la
verdad de lo ocurrido y el otorgamiento de una justa reparacion. Sin
embargo, la búsqueda efectiva de la verdad corresponde al Estado, y no
depende de la iniciativa procesal de la victima, o de sus familiares o de la
aportación privada de elementos probatorios. Corte IDH. Caso Rodríguez
Vera y otros (Desaparecidos del Palacio de Justicia) Vs. Colombia.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
14 de noviembre de 2014. Serie C No. 28. En distintos casos la Corte ha
considerado que el derecho a la verdad “se encuentra subsumido en el
derecho de la victima o de sus familiares a obtener de los órganos
competentes del Estado el esclarecimiento de los hechos violatorios y las
responsabilidades correspondientes, a través de la investigación y el
juzgamiento que previenen los artículos 8 y 25.1 de la Convencion”. Por
otra parte, en algunos casos tales como Anzualdo Castro y otros vs. Peru y
Gelman vs. Uruguay la Corte ha realizado consideraciones adicionales y
especificas aplicables al caso concreto sobre la violación del derecho a la

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verdad. Asimismo, en el caso Gudiel Alvarez y otros (Diario Militar) vs.
Guatemala la Corte analizo la violación del derecho a conocer la verdad en
su análisis del derecho a la integridad personal de los familiares, pues
considero que, al ocultar información que impidió a los familiares el
esclarecimiento de la verdad, el Estado respectivo había violado los
artículos 5.1 y 5.2 de la Convencion Americana. Adicionalmente, en el caso
Gomes Lund y otros (Guerilla de Araguaia) vs. Brasil, la Corte declaro una
violación autónoma del derecho a la verdad que, por las circunstancias
especificas de dicho caso, constituyo, además de una violación al derecho
de acceso a la justicia y recurso efectivo, una violación del derecho a buscar
y recibir informacion, consagrado en el articulo 13 de la Convencion. Caso
Comunidad Campesina de Santa Bárbara Vs. Perú. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de
septiembre de 2015. Serie C No. 299. Por su parte, este Tribunal ha
determinado que toda persona, incluyendo los familiares de las victimas de
graves violaciones a derechos humanos, tiene el derecho a conocer la
verdad. En consecuencia, los familiares de las victimas y la sociedad deben
ser informados de todo lo sucedido con relación a dichas violaciones. La
Corte Interamericana ha considerado el contenido del derecho a conocer la
verdad en su jurisprudencia, en particular en casos de desaparición
forzada. Desde el caso Velasquez Rodriguez el Tribunal afirmo la existencia
de un “derecho de los familiares de la victima de conocer cual fue el
destino de esta y, en su caso, donde se encuentran sus restos”.
Posteriormente, en distintos casos la Corte ha considerado que el derecho
a conocer la verdad “se encuentra subsumido en el derecho de la victima o
de sus familiares a obtener de los órganos competentes del Estado el
esclarecimiento de los hechos violatorios y las responsabilidades
correspondientes, a través de la investigación y el juzgamiento que
previenen los artículos 8 y 25.1 de la Convencion”. Por otra parte, en
algunos casos tales como Anzualdo Castro y otros Vs. Peru y Gelman Vs.
Uruguay la Corte ha realizado consideraciones adicionales y especificas
aplicables al caso concreto sobre la violación del derecho a conocer la
verdad . Asimismo, en el caso Gudiel Alvarez y otros (Diario Militar) vs.
Guatemala, la Corte analizo la violación del derecho a conocer la verdad en
su análisis del derecho a conocer la integridad personal de los familiares,
pues considero que, al ocultar información que impidió a los familiares el
esclarecimiento de la verdad, el Estado respectivo había violado los
artículos 5.1 y 5.2 de la Convencion Americana. Adicionalmente, en el caso
Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia) Vs. Brasil, la Corte declaro una
violación autónoma del derecho a conocer la verdad que, por las
circunstancias especificas de dicho caso, constituyo, además de una
violación al derecho de acceso a la justicia y recurso efectivo, una violación
del derecho a buscar y recibir informacion, consagrado en el articulo 13 de
la Convencion. Finalmente, el Tribunal ha considerado la obligación de
investigar como una forma de reparacion, ante la necesidad de remediar la
violación del derecho a conocer la verdad en el caso concreto. De lo
anterior se desprende que, si bien el derecho a conocer la verdad se ha
enmarcado fundamentalmente en el derecho de acceso a la justicia, aquel
tiene una naturaleza amplia y su vulneración puede afectar distintos
derechos consagrados en la Convencion Americana, dependiendo del
contexto y circunstancias particulares del caso. En el caso del Peru, el
Tribunal Constitucional del Peru ha reconocido que “el derecho a la verdad,
aunque no tiene un reconocimiento expreso en [el] texto constitucional, es

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un derecho plenamente protegido […]”. Asimismo, ha señalado que “[l]a
Nacion tiene el derecho de conocer la verdad sobre los hechos o
acontecimientos injustos y dolorosos provocados por las multiples formas
de violencia estatal y no estatal. Tal derecho se traduce en la posibilidad de
conocer las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las cuales ellos
ocurrieron, asi como los motivos que impulsaron a sus autores. El derecho
a la verdad es, en ese sentido, un bien jurídico colectivo inalienable”. Cabe
senalar, ademas, que el Peru ratifico, el 26 de septiembre de 2012, la
mencionada Convencion Internacional para la Proteccion de Todas las
Personas contra las Desapariciones Forzadas, que reconoce expresamente
el derecho a conocer la verdad. En el mismo sentido: Corte IDH. Caso
Tenorio Roca y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de 2016. Serie C No. 314,
párr. 244.
Derecho a una investigación judicial efectiva Corte IDH. Caso Velásquez
Rodríguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988.
Serie C No. 4 En ciertas circunstancias puede resultar difícil la
investigación de hechos que atenten contra derechos de la persona. La de
investigar es, como la de prevenir, una obligación de medio o
comportamiento que no es incumplida por el solo hecho de que la
investigación no produzca un resultado satisfactorio. Sin embargo, debe
emprenderse con seriedad y no como una simple formalidad condenada de
antemano a ser infructuosa. Debe tener un sentido y ser asumida por el
Estado como un deber jurídico propio y no como una simple gestión de
intereses particulares, que dependa de la iniciativa procesal de la victima o
de sus familiares o de la aportación privada de elementos probatorios, sin
que la autoridad publica busque efectivamente la verdad. Esta apreciación
es valida cualquiera sea el agente al cual pueda eventualmente atribuirse la
violacion, aun los particulares, pues, si sus hechos no son investigados con
seriedad, resultarian, en cierto modo, auxiliados por el poder publico, lo
que comprometería la responsabilidad internacional del Estado. En el
mismo sentido: Corte IDH. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán
Morales y otros) Vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 19 de noviembre
de 1999. Serie C No. 63, párr.226; Caso Godínez Cruz Vs. Honduras.
Fondo. Sentencia de 20 de enero de 1989. Serie C No. 5, párr.188; Caso
Durand y Ugarte Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000.
Serie C No. 68, párr.123; Caso Anzualdo Castro Vs. Perú. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de septiembre
de 2009. Serie C No. 202; Caso García Ibarra y otros Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17
de noviembre de 2015. Serie C No. 306, párr.154; Caso Quispialaya
Vilcapoma Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2015. Serie C No. 308, párr.208.
Corte IDH. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) Vs.
Guatemala. Fondo. Sentencia de 19 de noviembre de 1999. Serie C No.
63. Al respecto, observa la Corte que los procesos judiciales internos
revelan dos tipos de deficiencias graves: en primer lugar, se omitió por
completo la investigación de los delitos de secuestro y tortura (supra, parr.
66.b). En segundo lugar, se dejaron de ordenar, practicar o valorar pruebas
que hubieran sido de mucha importancia para el debido esclarecimiento
de los homicidios (supra, parrs. 104--‐-121). En relación con el
esclarecimiento de los homicidios es pertinente destacar, por ejemplo,
que las autopsias quedaron incompletas y fueron practicadas de manera

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muy poco tecnicas; no se registraron ni conservaron las huellas digitales
de los cadaveres, ni estos fueron retratados de cuerpo entero; no se
decreto el reconocimiento personal por testigos de uno de los acusados de
los homicidios; no se llamo a declarar a presuntos testigos presenciales de
los hechos, mencionados por otros testigos; no se decreto un peritaje
dental para determinar si uno de los acusados tenia una sena particular que
fue descrita por varios testigos; no se realizo la reconstrucción de los
hechos en relación con el homicidio de Anstraum Aman Villagran Morales;
no se practico allanamiento a las residencias de los sindicados; no se
investigo si habían sido adulterados los registros sobre entradas y salidas
de los presuntos homicidas al servicio y los registros de entrada y salida de
sus armas de dotación de las armerias; no se indago por el vehiculo en que
se movilizaron los secuestradores de los cuatro jóvenes cuyos cuerpos
aparecieron sin vida en los Bosques de San Nicolas, a pesar de que una
testigo proporciono el numero de su placa; las amenazas que sufrieron
algunos testigos y que obviamente entorpecían las investigaciones, no
fueron objeto de pesquisa alguna. En lo referente a la apreciación de las
pruebas, se observa que los tribunales internos desestimaron por
irrelevantes o tacharon absoluta o parcialmente ciertos testimonios
importantes, aplicando criterios que merecen reparos. Asi, por ejemplo, las
madres de tres de las victimas fueron descalificadas como declarantes por
su vinculo familiar con estas. La testigo que declaro haber sido sometida a
un secuestro y a malos tratos similares a los que padecieron cuatro de los
jóvenes de que trata este caso, fue desechada por haber sido victima de los
propios hechos que describia. Varios testimonios fueron declarados
“irrelevantes” sin ninguna explicacion, a pesar de que proporcionaban
elementos reveladores sobre la forma como ocurrieron los hechos y
contribuían a la identificación de los responsables de los mismos. El
informe resultante de la investigación policial ordenada por los propios
jueces, para dar soporte a los procesos judiciales, fue descartado por no ser
“prueba suficiente”. Tambien fueron desestimadas las declaraciones
testimoniales de los autores de dichos informes, porque ni “directa ni
indirectamente señalan como [responsables] a los inculpados” -- -vale
aclarar que tanto las conclusiones de esos informes como las
declaraciones de los investigadores policiales que los elaboraron, ante las
autoridades judiciales internas y ante esta Corte, fueron contundentes en
afirmar que los autores de los homicidios habían sido los dos agentes de la
policía identificados por los testigos. La declaración de otro testigo fue
dejada de lado porque se trataba de una persona que trabajaba por el
bienestar de los “niños de la calle”, lo cual revelaria un supuesto interés
directo en la causa. Las imprecisiones en que incurrieron ciertos testigos --
‐-cuyas declaraciones fueron tomadas muchos meses después de ocurridos
los hechos--‐- sobre las circunstancias de tiempo en que sucedieron estos
ultimos, fueron utilizadas como fundamento para una desestimación total
de dichas declaraciones, a pesar de que estas proporcionaban, de manera
consistente y coincidente, información relevante sobre otros aspectos de
los acontecimientos objeto de investigacion. Frente a la prueba balistica,
de acuerdo con la cual el proyectil que fue encontrado junto al cadáver de
Anstraum Aman Villagran Morales había sido disparado por el arma de
dotación de uno de los policías acusados, los jueces nacionales razonaron
diciendo que eso no constituía evidencia de que el arma hubiera sido
accionada por el imputado. Puestos frente a dos oficios policiales
divergentes sobre si ese mismo sindicado estaba o no de servicio cuando

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fue cometido el homicidio del joven Villagran Morales, los mencionados
jueces se atuvieron, sin mas formulas, al que resultaba favorable a los
intereses de la defensa de los policías imputados, sin indagar por las
explicaciones de la contradiccion. Visto en su conjunto el proceder de
aquellos jueces, se hace evidente que fragmentaron el acervo probatorio y
luego pretendieron enervar, caso por caso, los alcances de todos y cada
uno de los elementos probatorios de la responsabilidad de los imputados.
Esto contraviene los principios de valoración de la prueba, de acuerdo con
los cuales las evidencias deben ser apreciadas en su integralidad, es decir,
teniendo en cuenta sus relaciones mutuas, y la forma como se prestan
soporte unas a otras o dejan de hacerlo. De esa manera el Estado dejo de
cumplir con la obligación de investigar efectiva y adecuadamente los
hechos de que se trata, en violación del articulo 1.1 de la Convencion
Americana, en conexión con el articulo 8 de la misma. Corte IDH. Caso
Durand y Ugarte Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000.
Serie C No. 68. En consecuencia, el articulo 8.1 de la Convencion
Americana, en conexión con el articulo 25.1 de la misma, confiere a los
familiares de las victimas el derecho a que la desaparición y muerte de
estas ultimas sean efectivamente investigadas por las autoridades del
Estado; se siga un proceso contra los responsables de estos ilicitos; en su
caso se les impongan las sanciones pertinentes, y se reparen los danos y
perjuicios que dichos familiares han sufrido. Ninguno de estos derechos fue
garantizado en el presente caso a los familiares de los señores Durand
Ugarte y Ugarte Rivera. En el mismo sentido: Caso Las Palmeras Vs.
Colombia. Fondo. Sentencia de 6 de diciembre de 2001. Serie C No. 90,
párr.65. Corte IDH. Caso Juan Humberto Sánchez Vs. Honduras.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de
junio de 2003. Serie C No. 99. Asimismo, las actuaciones judiciales para
establecer la muerte del señor Juan Humberto Sanchez y sancionar a sus
responsables, se han caracterizado en su conjunto por carencias en la
investigacion. Por ejemplo, una vez hallado el cadáver de aquel no se llevo
a cabo una autopsia ni se tomaron fotografías de la ubicación del cadaver,
ya que como lo afirmo el juez de paz y el testigo Hector Fortin no existían
recursos económicos para este tipo de diligencias. Valga destacar que el
propio Estado afirmo que en esta clase de situaciones no se practicaban
estas diligencias (supra 70.12 y 106.c), con lo cual en el caso sub judice no se
tenían las pruebas necesarias para adelantar una investigación seria y
eficaz sobre lo ocurrido al señor Juan Humberto Sanchez. Esta Corte
considera que en casos en los cuales se han producido ejecuciones
extrajudiciales el Estado deberá adoptar una investigación seria, imparcial
y efectiva de lo acaecido. En este sentido el Protocolo de Naciones Unidas
para la Investigacion Legal de las Ejecuciones Extrajudiciales, Arbitrarias y
Sumarias o Protocolo de Minnesota ha sentado algunos lineamientos
básicos para llevar a cabo las investigaciones correspondientes y
determinar si las ejecuciones han sido extrajudiciales, sumarias y
arbitrarias. El Protocolo ha señalado como requisitos minimos de la
investigacion: la identificación de la victima, la recolección y preservación
de pruebas relacionadas con la muerte con el fin de ayudar en el potencial
procesamiento de los responsables, la identificación de posibles testigos y
la obtención de sus declaraciones en relación con la muerte, la
determinación de la causa, manera, lugar y tiempo de la muerte, asi como
cualquier patrón o practica que pueda haber provocado la muerte, la
distinción entre muerte natural, suicidio y homicidio, la identificación y

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aprehensión de la o las personas involucradas en la muerte y la
presentación de los presuntos perpetradores ante un tribunal competente
establecido por ley. En este caso no se cumplieron dichos parametros. La
Corte observa que en casos de ejecuciones extrajudiciales es fundamental
que las autoridades competentes deban realizar un exhaustiva
investigación de la escena, examinar el cuerpo de la victima y llevar a cabo,
por expertos profesionales, una autopsia para determinar las causas del
deceso cuando esto sea posible o llevar a cabo una prueba igualmente
rigurosa, dentro de las circunstancias del caso. En el caso en estudio, la
Corte destaca que las autoridades por diferentes motivos no tomaron las
medidas necesarias para preservar la prueba que había en la escena del
crimen y realizar una autopsia que permitiera hacer una investigación
seria y efectiva de lo sucedido, para a la postre sancionar a los
responsables. En el mismo sentido: Caso Garibaldi Vs. Brasil.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23
de septiembre de 2009. Serie C No. 203, párrs. 114 y 115. Corte IDH. Caso
Maritza Urrutia Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2003. Serie C No. 103. El Tribunal
considera, pues, que el Estado no ha investigado efectivamente los hechos
que afectaron a Maritza Urrutia y, consecuentemente, no ha identificado a
la persona o personas responsables penalmente de los hechos
antijuridicos, por lo que se mantiene la impunidad de los responsables. Al
respecto, la Corte ha entendido que la impunidad es la falta, en conjunto,
de investigacion, persecucion, captura, enjuiciamiento y condena de los
responsables e las violaciones de los derechos protegidos por la
Convencion Americana, y que el Estado tiene la obligación de combatir tal
situación por todos los medios legales disponibles. La impunidad propicia
la repetición crónica de las violaciones de derechos humanos y la total
indefensión de las victimas y de sus familiares. Corte IDH. Caso de la
"Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia. Sentencia de 15 de septiembre
de 2005. Serie C No. 134. Tal como fue señ alado, en casos de ejecuciones
extrajudiciales, la jurisprudencia de este Tribunal es inequı́voca: el Estado
tiene el deber de iniciar ex officio, sin dilación, una investigación seria,
imparcial y efectiva (supra párr. 219), que no se emprenda como una
simple formalidad condenada de antemano a ser infructuosa. En el mismo
sentido: Caso Zambrano Vélez y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 4 de julio de 2007. Serie C No. 166, párrs.119 y
120. En este sentido, basado en el Manual sobre la Prevenció n e
Investigació n Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales, Arbitrarias y
Sumarias de Naciones Unidas, este Tribunal ha especificado los principios
rectores que es preciso observar cuando se considera que una muerte pudo
deberse a una ejecución extrajudicial. Las autoridades estatales que
conducen una investigación deben intentar como mı́nimo, inter alia: a)
identificar a la vı́ctima; b) recuperar y preservar el material probatorio
relacionado con la muerte, con el fin de ayudar en cualquier potencial
investigación penal de los responsables; c) identificar posibles testigos y
obtener sus declaraciones en relación con la muerte que se investiga; d)
determinar la causa, forma, lugar y momento de la muerte, ası́ como
cualquier patró n o práctica que pueda haber causado la muerte; y e)
distinguir entre muerte natural, muerte accidental, suicidio y homicidio.
Además, es necesario investigar exhaustivamente la escena del crimen, se
deben realizar autopsias y análisis de restos humanos, en forma rigurosa,
por profesionales competentes y empleando los procedimientos más

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apropiados. En el mismo sentido: Caso Zambrano Vélez y otros Vs.
Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de julio de 2007.
Serie C No. 166, párr.121; Caso Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2010.
Serie C No. 217, párr.217; Caso familia Barrios Vs. Venezuela. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2011. Serie C
No. 237, párr.235. Ciertamente el modus operandi en la ejecución de la
masacre – la destrucción de los cuerpos y el terror sembrado entre los
habitantes sobrevivientes de Mapiripán – ha dificultado la plena
identificación de las vı́ctimas de la masacre. Sin embargo, los hechos
probados y reconocidos por el Estado revelan una serie de problemas
ocurridos a lo largo de las investigaciones que evidencian graves faltas a la
debida diligencia en la conducción de las acciones oficiales. La negligencia
de las autoridades judiciales encargadas de examinar las circunstancias de
la masacre mediante la recolección oportuna de pruebas in situ, no puede
ser subsanada con las loables pero tardı́as diligencias probatorias para
buscar restos mortales en el fondo del rı́o Guaviare, que la Fiscalı́a General
de la Nación inició hasta diciembre de 2004, es decir, más de ocho añ os
después de ocurridos los hechos. Las insuficiencias señ aladas, sumadas a
los intentos de encubrir los hechos por parte de algunos miembros del
Ejército (supra párrs. 96.37, y 96.44 a 96.46), pueden ser calificadas como
graves faltas al deber de investigar los hechos, que afectaron
definitivamente el desarrollo posterior del proceso penal. En el presente
caso, el conjunto de las faltas a los deberes de protección y de
investigación ya establecidas han coadyuvado a la impunidad de la
mayorı́a de los responsables de las violaciones cometidas. Dichas faltas
evidencian una forma de continuidad del mismo modus operandi de los
paramilitares de encubrimiento de los hechos y han desembocado en la
posterior falta de efectividad del proceso penal en curso por los hechos de
la masacre, en la que participaron directamente al menos 100 paramilitares
con colaboración, aquiescencia y tolerancia de miembros de las Fuerzas
Armadas colombianas. La Corte observa que una operación de semejantes
proporciones no pudo pasar desapercibida por los altos mandos militares
de las zonas de donde salieron y por donde transitaron los paramilitares.
Algunos de los hechos sobre la planeación y ejecución de la masacre están
contenidos en el reconocimiento estatal de responsabilidad, y si bien han
sido condenados algunos de los responsables de la masacre, subsiste una
impunidad generalizada en el presente caso, en la medida en que no ha
sido determinada toda la verdad de los hechos ni la totalidad de las
responsabilidades intelectuales y materiales por los mismos. Además, es
un hecho relevante que algunos de los paramilitares condenados no se
encuentren cumpliendo la condena impuesta por no haberse hecho
efectivas las ó rdenes de captura libradas en su contra. En sı́ntesis, la
impunidad parcial y la falta de efectividad del proceso penal en este caso
se reflejan en dos aspectos: en primer lugar, la gran mayorı́a de los
responsables no han sido vinculados a las investigaciones o no han sido
identificados ni procesados – si se toma en cuenta que el Estado reconoció
que participaron en la masacre más de 100 personas y que la Corte ha
establecido su responsabilidad porque la misma no pudo haberse
perpetrado sin el conocimiento, tolerancia y colaboración de los más altos
mandos del Ejército colombiano de las zonas donde ocurrieron los hechos.
En segundo lugar, la impunidad se refleja en el juicio y condena en
ausencia de los paramilitares que, si bien ocupan altos puestos en las

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estructuras de las AUC, como es el caso de Carlos Castañ o Gil, jefe de las
mismas, se han visto beneficiados con la acción de la justicia que los
condena pero no hace efectiva la sanción. En este sentido, llama la atenció
n de la Corte el hecho comunicado por el Estado, al remitir información
solicitada como prueba para mejor resolver, referente a que el 3 de agosto
del añ o en curso se ordenó la vinculación a la investigación de Salvatore
Mancuso Gómez pero se suspendió su orden de captura “debido a su
condición de representante de las Autodefensas Unidas de Colombia
frente al proceso de paz que adelanta el Gobierno con dicha organización”.
En conclusión, la Corte considera que las violaciones declaradas a los
derechos a la libertad personal, integridad personal y vida de las vı́ctimas
(supra párr. 139), resultan agravadas como consecuencia de las faltas al
deber de protección y al deber de investigar los hechos, como
consecuencia de la falta de mecanismos judiciales efectivos para dichos
efectos y para sancionar a todos los responsables de la masacre de
Mapiripán. En consecuencia, el Estado ha violado los artı́culos 8.1 y 25 de la
Convención, en relación con el artı́culo 1.1 de la misma, en perjuicio de los
familiares de las vı́ctimas del presente caso. Corte IDH. Caso Gómez
Palomino Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
noviembre de 2005. Serie C No. 136. La Corte ha reiterado que los
familiares de victimas de graves violaciones de derechos humanos tienen
el derecho a conocer la verdad sobre estas violaciones. Este derecho a la
verdad, al ser reconocido y ejercido en una situación concreta, constituye
un medio importante de reparación para la victima y sus familiares y da
lugar a una expectativa que el Estado debe satisfacer. Por otra parte, el
conocer la verdad facilita a la sociedad peruana la búsqueda de formas de
prevenir este tipo de violaciones en el futuro. En el mismo sentido: Caso
de la "Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia. Sentencia de 15 de
septiembre de 2005. Serie C No. 134, párr.297; Caso de la Comunidad
Moiwana Vs. Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia 15 de junio de 2005. Serie C No. 124, párr. 203 y 204 y
Caso 19 Comerciantes Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109, párr.259. En
consecuencia, los familiares de las victimas tienen el derecho, y los
Estados la obligacion, a que lo sucedido a aquellas sea efectivamente
investigado por las autoridades estatales, se siga un proceso contra los
presuntos responsables de estos ilícitos y, en su caso, se les impongan las
sanciones pertinentes, y se reparen los danos y perjuicios que dichos
familiares han sufrido. En el mismo sentido: Caso de la Comunidad
Moiwana Vs. Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia 15 de junio de 2005. Serie C No. 124, párr. 205; Caso de
las Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 1 de marzo de 2005. Serie C No. 120, párr.64 y. Caso
19 Comerciantes Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109, párr. 187; Caso García y familiares
Vs. Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 29
noviembre de 2012 Serie C No. 258, párr.133. En respuesta a la
desaparición forzada del señor Santiago Gomez Palomino, el primer
recurso que el Estado debió haber suministrado era una investigación
efectiva y un proceso judicial tendiente al esclarecimiento de los hechos, la
sanción de los responsables y el otorgamiento de una compensación
adecuada. Este Tribunal ha establecido que la investigación que deben
emprender los Estados debe ser realizada ex officio, sin dilación y con la

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debida diligencia, lo cual implica que el órgano que investiga debe llevar a
cabo, dentro de un plazo razonable, todas aquellas actuaciones necesarias
para procurar como minimo el esclarecimiento de los hechos. Caso
Zambrano Vélez y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 4 de julio de 2007. Serie C No. 166. Asimismo, en este tipo
de casos tiene una particular relevancia que las autoridades competentes
adopten las medidas razonables para asegurar el material probatorio
necesario para llevar a cabo la investigación y que gocen de independencia,
de jure y de facto, de los funcionarios involucrados en los hechos. Lo
anterior requiere no solo independencia jerarquica o institucional, sino
también independencia real. 123. Dicha investigación debe ser realizada
por todos los medios legales disponibles y orientada a la determinación de
la verdad y la investigacion, persecucion, captura, enjuiciamiento y
eventual castigo de todos los responsables intelectuales y materiales de los
hechos, especialmente cuando están o puedan estar involucrados agentes
estatales. El Tribunal ha sostenido que al llevar a cabo o tolerar acciones
dirigidas a realizar ejecuciones extrajudiciales, no investigarlas de manera
adecuada y no sancionar efectivamente, en su caso, a los responsables, el
Estado viola sus obligaciones de respetar y garantizar los derechos
reconocidos por la Convencion a la presunta victima y sus familiares,
impide que la sociedad conozca lo ocurrido y reproduce las condiciones de
impunidad para que este tipo de hechos vuelvan a repetirse. Corte IDH.
Caso Cantoral Huamaní y García Santa Cruz Vs. Perú. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 10 de julio de
2007. Serie C No. 16. La Corte recuerda su jurisprudencia constante en el
sentido de que el cumplimiento del deber de investigar en casos como el
presente, debe comprender la realizacion, de oficio y sin dilacion, de una
investigación seria, imparcial, efectiva, para la cual los Estados deben
hacer uso de todos los medios legales disponibles e involucrar a toda
institución estatal. Al respecto, el Tribunal reitera que la obligación de
investigar es una obligación de medio, no de resultados. Lo anterior no
significa, sin embargo, que la investigación pueda ser emprendida como
“una simple formalidad condenada de antemano a ser infructuosa”. Cada
acto estatal que conforma el proceso investigativo, asi como la
investigación en su totalidad, debe estar orientado hacia una finalidad
especifica, la determinación de la verdad y la investigacion, persecucion,
captura, enjuiciamiento, y en su caso, la sanción de los responsables de los
hechos. Asimismo, esta Corte ha señalado que la facultad de acceso a la
justicia debe asegurar, en tiempo razonable, el derecho de las presuntas
victimas o sus familiares a que se haga todo lo necesario para conocer la
verdad de lo sucedido y se sancione a los eventuales responsables. Todas
esas exigencias, asi como criterios de independencia e imparcialidad, se
extienden también a los órganos no judiciales a los que corresponda la
investigación previa al proceso judicial, realizada para determinar las
circunstancias de una muerte y la existencia de suficientes indicios para
interponer una acción penal. Sin el cumplimiento de estas exigencias, el
Estado no podrá posteriormente ejercer de manera efectiva y eficiente su
facultad acusatoria y los tribunales no podrán llevar a cabo el proceso
judicial que este tipo de violaciones requiere. Caso Tristán Donoso Vs.
Panamá. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de enero de 2009. Serie C No. 193. Los Estados partes
pueden organizar su sistema procesal penal, asi como la funcion,
estructura o ubicación institucional del Ministerio Publico a cargo de la

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persecución penal, considerando sus necesidades y condiciones
particulares, siempre que cumplan con los propósitos y obligaciones
determinadas en la Convencion Americana. En los casos que la legislación
de un determinado Estado establezca que los integrantes del Ministerio
Publico desempeñan su labor con dependencia organica, ello no implica,
en si mismo, una violación a la Convencion. Por su parte, la Corte destaca
que el principio de legalidad de la función publica, que gobierna la
actuación de los funcionarios del Ministerio Publico, obliga a que su labor
en el ejercicio de sus cargos se realice con fundamentos normativos
definidos en la Constitucion y las leyes. De tal modo, los fiscales deben
velar por la correcta aplicación del derecho y la búsqueda de la verdad de
los hechos sucedidos, actuando con profesionalismo, buena fe, lealtad
procesal, considerando tanto elementos que permitan acreditar el delito y
la participación del imputado en dicho acto, como también los que puedan
excluir o atenuar la responsabilidad penal del imputado. Corte IDH. Caso
Anzualdo Castro Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 22 de septiembre de 2009. Serie C No. 202. Para
que una investigación penal constituya un recurso efectivo para asegurar el
derecho de acceso a la justicia de las presuntas victimas, asi como para
garantizar los derechos que se han visto afectados en el presente caso,
debe cumplirse con seriedad y no como una simple formalidad condenada
de antemano a ser infructuosa y debe tener un sentido y ser asumida por
los Estados como un deber jurídico propio y no como una simple gestión de
intereses particulares, que dependa de la iniciativa procesal de la victima o
de sus familiares o de la aportación privada de elementos probatorios. En
el mismo sentido: Caso García Ibarra y otros Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de
noviembre de 2015. Serie C No. 306, párr.154; Caso Quispialaya
Vilcapoma Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2015. Serie C No. 308, párr.208.
En estos casos, la impunidad debe ser erradicada mediante la
determinación de las responsabilidades tanto generales – el Estado--‐-
como individuales –penales y de otra índole de sus agentes o de
particulares. En cumplimiento de esta obligacion, el Estado debe remover
todos los obstaculos, de facto y de jure, que mantengan la impunidad. Las
investigaciones deben respetar los requerimientos del debido proceso, lo
que implica que el sistema de administración de justicia debe estar
organizado de manera tal que su independencia e imparcialidad pueda ser
garantizada y que el juzgamiento de graves violaciones a los derechos
humanos sea efectuado ante los tribunales ordinarios, para evitar la
impunidad y procurar la búsqueda de la verdad. Ademas, ante la
naturaleza y gravedad de los hechos, mas aun en contextos de violaciones
sistematicas de derechos humanos, y puesto que el acceso a la justicia
constituye una norma imperativa de Derecho Internacional, la necesidad
de erradicar la impunidad se presenta ante la comunidad internacional
como un deber de cooperación entre los Estados, que deben adoptar las
medidas necesarias para no dejar en la impunidad esas violaciones, ya sea
ejerciendo su jurisdicción para aplicar su derecho interno y el derecho
internacional para juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables, o
colaborando con otros Estados que lo hagan o procuren hacerlo. El hecho
que el órgano encargado de la investigación cerrara –aunque fuera en
términos provisorios--‐- la investigación por la desaparición forzada del
señor Anzualdo Castro sin agotar ninguna de las hipótesis investigativas

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expuestas, con fundamento en su supuesta vinculación con Sendero
Luminoso, demuestra que actuo de manera incompatible con su función
de realizar una investigación de oficio, objetiva, exhaustiva y efectiva. En
este sentido, la Corte ya ha establecido que “el principio de legalidad de la
función publica, que gobierna la actuación de los funcionarios del
Ministerio Publico, obliga a que su labor en el ejercicio de sus cargos se
realice con fundamentos normativos definidos en la Constitucion y las
leyes. De tal modo, los fiscales deben velar por la correcta aplicación del
derecho y la búsqueda de la verdad de los hechos sucedidos, actuando con
profesionalismo, buena fe y lealtad procesal”. Corte IDH. Caso Garibaldi
Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de septiembre de 2009. Serie C No. 203. La Corte
considera que los órganos estatales encargados de la investigación
relacionada con la muerte violenta de una persona, cuyo objetivo es la
determinación de los hechos, la identificación de los responsables y su
posible sancion, deben llevar a cabo su tarea de manera diligente y
exhaustiva. El bien jurídico sobre el que recae la investigación obliga a
redoblar esfuerzos en las medidas que deban practicarse para cumplir su
objetivo. El actuar omiso o negligente de los órganos estatales no resulta
compatible con las obligaciones emanadas de la Convencion Americana,
con mayor razón si esta en juego uno de los bienes esenciales de la
persona. La Corte no puede dejar de expresar su preocupación por las
graves fallas y demoras en la investigación del presente caso, que
afectaron a victimas que pertenecen a un grupo considerado vulnerable.
Como lo ha manifestado reiteradamente este Tribunal, la impunidad
propicia la repetición crónica de las violaciones de derechos humanos.
Corte IDH. Caso de la Masacre de Las Dos Erres Vs. Guatemala.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24
de noviembre de 2009. Serie C No. 211. La Corte considera que la
investigación de los hechos de la masacre no ha sido asumida como un
deber propio del Estado, y esta no ha estado dirigida eficazmente a la
investigacion, persecucion, captura, enjuiciamiento y eventual sanción de
todos los responsables, de modo que se examinen de forma completa y
exhaustiva la multiplicidad de afectaciones ocasionadas a los pobladores
del Parcelamiento de Las Dos Erres. Asimismo, la investigación tampoco
ha estado encaminada hacia la identificación y entrega de los restos de las
personas que murieron en la masacre. Finalmente, el Estado no ha
realizado con debida diligencia las acciones necesarias para ejecutar las
ordenes de aprehensión que se encuentran vigentes, ni ha brindado la
colaboración requerida por los tribunales, a fin de esclarecer los hechos.
Todo ello en detrimento del derecho a conocer la verdad de lo sucedido. El
Tribunal estima que en una sociedad democrática se debe conocer la
verdad sobre los hechos de graves violaciones de derechos humanos. Esta
es una justa expectativa que el Estado debe satisfacer, por un lado,
mediante la obligación de investigar las violaciones de derechos humanos
y, por el otro, con la divulgación publica de los resultados de los procesos
penales e investigativos. Esto exige del Estado la determinación procesal
de los patrones de actuación conjunta y de todas las personas que de
diversas formas participaron en dichas violaciones y sus correspondientes
responsabilidades y reparar a las victimas del caso. Corte IDH. Caso
Manuel Cepeda Vargas Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de mayo de 2010. Serie C No.
213. En casos complejos, la obligación de investigar conlleva el deber de

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dirigir los esfuerzos del aparato estatal para desentranar las estructuras
que permitieron esas violaciones, sus causas, sus beneficiarios y sus
consecuencias, y no solo descubrir, enjuiciar y en su caso sancionar a los
perpetradores inmediatos. Es decir, la protección de derechos humanos
debe ser uno de los fines centrales que determine el actuar estatal en
cualquier tipo de investigacion. De tal forma, la determinación sobre los
perpetradores de la ejecución extrajudicial del Senador Cepeda solo puede
resultar efectiva si se realiza a partir de una visión comprehensiva de los
hechos, que tenga en cuenta los antecedentes y el contexto en que
ocurrieron y que busque develar las estructuras de participacion. En el
mismo sentido: Caso García y familiares Vs. Guatemala. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 noviembre de 2012 Serie C No.
258, párr.148; Caso Comunidad Campesina de Santa Bárbara Vs. Perú.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1
de septiembre de 2015. Serie C No. 299, párr. 258. Corte IDH. Caso
Fernández Ortega y otros Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010. Serie C No.
215. En casos de violencia contra la mujer las obligaciones generales
establecidas en los artículos 8 y 25 de la Convencion Americana se
complementan y refuerzan, para aquellos Estados que son Parte, con las
obligaciones derivadas del tratado interamericano especifico, la
Convencion de Belem do Para. En su articulo 7.b dicha Convencion obliga
de manera especifica a los Estados Partes a utilizar la debida diligencia
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. De tal
modo, ante un acto de violencia contra una mujer, resulta particularmente
importante que las autoridades a cargo de la investigación la lleven
adelante con determinación y eficacia, teniendo en cuenta el deber de la
sociedad de rechazar la violencia contra las mujeres y las obligaciones del
Estado de erradicarla y de brindar confianza a las victimas en las
instituciones estatales para su proteccion. En el mismo sentido: Caso
Rosendo Cantú y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010. Serie C No.
216, párr.177; Caso Veliz Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de
2014. Serie C No. 277, párr.185; Caso I.V. Vs. Bolivia. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de
noviembre de 2016. Serie C No. 329, párr.296. Corte IDH. Caso Ibsen
Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de septiembre de 2010. Serie C No. 217. En relación a
otro caso contra Bolivia, la Corte ya ha señalado que es esencial la manera
en que se llevan a cabo las acciones tendientes a la búsqueda de restos
presumiblemente humanos. Asimismo, que la recolección y preservación
correcta de tales restos son condiciones indispensables para la
determinación de lo sucedido a las victimas y, consecuentemente, para la
investigacion, proceso y eventual sanción de los responsables, y que el
transcurso del tiempo puede generar efectos irreversibles sobre los restos
cuando estos no son conservados adecuadamente. En tal sentido, los
Estados deben llevar a cabo lo antes posible las pruebas periciales
necesarias tendientes a la identificación de los restos referidos. En el
presente caso, es evidente que la búsqueda del paradero del señor Jose
Luis Ibsen Pena no ha sido llevada a cabo de manera inmediata por el
Estado. Asimismo, sin prejuzgar sobre la identidad de las persona a quien
correspondan los restos encontrados en La Cuchilla (supra parr. 218), que

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el Estado tampoco ha realizado prontamente los análisis pertinentes para
determinar o descartar si los mismos pertenecen al señor Ibsen Pena.
Asimismo, que las diligencias de búsqueda de su paradero no han
continuado. Todo esto constituye una clara violación al articulo 8.1 de la
Convencion Americana. Al respecto, la Corte resalta la importancia que
tiene para la conducción de la investigación y para el juzgamiento y
eventual sanción de los responsables, el hecho de haber comprobado de
manera fehaciente que los restos excavados en el ano 2008 pertenecen a
Rainer Ibsen Cardenas. Sin embargo, el Tribunal nota que a pesar de que se
realizaron pruebas genéticas y antropologicas, la ubicación y posterior
identificación de los restos del señor Ibsen Cardenas estuvo
preponderantemente orientada a su entrega a los familiares, y no tanto a
practicar otras pruebas cuyos resultados aportaran elementos para el
esclarecimiento de lo sucedido. Como ya fue mencionado en esta
Sentencia, el 11 de noviembre de 2008 se procedió a la entrega de los
restos a Tito Ibsen Castro (supra parr. 91). Lo anterior tiene como
consecuencia que, a pesar de que existen indicios sobre la forma y
circunstancias en que pudo haber perdido la vida el señor Rainer Ibsen
Cardenas, hasta el momento ello no ha podido establecerse
fehacientemente, afectando asi la determinación de las responsabilidades
penales correspondientes y el derecho a conocer la verdad. Precisamente,
la investigación penal también debe estar dirigida en ese sentido y, por lo
tanto, esta obligación subsiste hasta que no se determinen judicialmente
las circunstancias de muerte del señor Ibsen Cardenas. Ello tendría que dar
lugar, asimismo, a que la investigación también se dirija a determinar
todas las responsabilidades que correspondan, tomando en cuenta el
particular contexto en el que sucedieron los hechos. A esto ya se refirió
ampliamente la Corte enesta Sentencia (supra parr. 171). Dado que a partir
del análisis de sus restos no se ha realizado investigación alguna de lo
sucedido a Rainer Ibsen Cardenas ni sobre los posibles responsables, el
Tribunal considera que el Estado violo el articulo 8.1 de la Convencion
Americana. Corte IDH. Caso Uzcátegui y otros Vs. Venezuela. Fondo y
Reparaciones. Sentencia de 3 de septiembre de 2012. Serie C No.249.
Por ultimo, no surge, en ninguna de las actuaciones de las autoridades que
desarrollaron la investigación o del procedimiento judicial sobre la muerte
de Nestor Jose Uzcategui, que se hubiera tomado en cuenta el contexto de
ejecuciones extrajudiciales que existía en ese momento en el estado
Falcon. Por el contrario, las diligencias que se llevaron a cabo demuestran
que el caso fue seguido considerando únicamente las circunstancias
particulares del mismo y no el contexto en el cual estaba visiblemente
enmarcado. Con respecto a ello, la Corte estima que en el cumplimiento
del deber de investigar en casos como el de autos, no basta el
conocimiento de la escena y circunstancias materiales del crimen, sino que
resulta imprescindible analizar, según corresponda, el conocimiento de las
estructuras de poder que lo permitieron y, en su caso, lo disenaron y
ejecutaron intelectual y materialmente, asi como de las personas o grupos
que estaban interesados o se beneficiarían del crimen (beneficiarios), pues
ello puede permitir, a su vez, la generación de hipótesis y líneas de
investigacion; y un análisis de la escena del crimen, testigos, y demás
elementos probatorios. En consecuencia, en casos como el de esta causa,
no se trata solo del analisisde un crimen de manera aislada, sino inserto en
un contexto que proporcione los elementos necesarios para comprender su
estructura de operacion. Corte IDH. Caso Masacres de Río Negro Vs.

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Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 4 de septiembre de 2012. Serie C No. 250. Por otro lado,
este Tribunal también ha señalado que en una sociedad democratica se
debe conocer la verdad sobre los hechos de graves violaciones de
derechos humanos. Esta es una justa expectativa que el Estado debe
satisfacer, por un lado, mediante la obligación de investigar de oficio las
graves violaciones de derechos humanos y, por el otro, con la divulgación
publica de los resultados de los procesos penales e investigativos. Esto
exige del Estado la determinación procesal de los patrones de actuación
conjunta y de todas las personas que de diversas formas participaron en
dichas violaciones y sus correspondientes responsabilidades y reparar a las
victimas del caso. Por ello, en ocasiones anteriores la Corte ha considerado
que las autoridades encargadas de las investigaciones tienen el deber de
asegurar que en el curso de las mismas se valoren los patrones
sistematicos que permitieron la comisión de graves violaciones de los
derechos humanos, como los sucedidos en el presente caso. En aras de
garantizar su efectividad, la investigación debe ser conducida tomando en
cuenta la complejidad de este tipo de hechos y de la estructura en la cual se
ubican las personas probablemente involucradas en los mismos, de
acuerdo al contexto en que ocurrieron, evitando asi omisiones en la
recaudación de prueba y en el seguimiento de líneas lógicas de
investigacion. Por ello, las autoridades estatales están obligadas a
colaborar en la recaudación de la prueba para alcanzar los objetivos de una
investigación y abstenerse de realizar actos que impliquen obstrucciones
para la marcha del proceso investigativo. En el mismo sentido: Caso
Masacres de El Mozote y lugares aledaños Vs. El Salvador. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de octubre de 2012. Serie C No.
252, párr.257. Para hechos como los del presente caso, por tratarse de
violaciones graves, masivas y sistematicas de derechos humanos, el
Estado debe utilizar y aplicar las herramientas jurídicas adecuadas para el
análisis del caso, las categorías penales correspondientes con los hechos
por investigar y el diseño de una adecuada investigación capaz de
garantizar efectivamente los derechos humanos involucrados. Al respecto,
la Corte debe señalar que la calificación penal de los hechos corresponde a
las autoridades internas con competencia para ello. Sin embargo, en el
presente caso, la Corte observa que el delito de “asesinato” por el cual se
condeno a ocho personas mediante las sentencias de 8 de noviembre de
1998 y 28 de mayo de 2009 no refleja la gravedad, la multiplicidad ni la
magnitud de los hechos sucedidos durante las masacres de Pacoxom y
Agua Fria. Como se desprende de las declaraciones rendidas por varias
victimas a nivel interno asi como de esta Sentencia, en el presente caso
han sucedido hechos que no se limitan al “asesinato” de miembros de la
comunidad de Rio Negro. Sin embargo, tales hechos no han sido
investigados. Corte IDH. Caso Gudiel Álvarez y otros ("Diario Militar")
Vs. Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 20
noviembre de 2012. Serie C No. 253. El Tribunal recuerda que toda vez
que haya motivos razonables para sospechar que una persona ha sido
sometida a desaparición forzada debe iniciarse una investigación ex officio,
sin dilacion, y de una manera seria, imparcial y efectiva. Este Tribunal ha
indicado que es imprescindible la actuación pronta e inmediata de las
autoridades fiscales y judiciales ordenando medidas oportunas y
necesarias dirigidas a la determinación del paradero de la victima o el lugar
donde pueda encontrarse privada de libertad. Esta obligación es

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independiente de que se presente una denuncia, pues en casos de
desaparición forzada el derecho internacional y el deber general de
garantia, imponen la obligación de investigar el caso ex officio, de modo tal
que no dependa de la iniciativa procesal de la victima o de sus familiares o
de la aportación privada de elementos probatorios. En cualquier caso, toda
autoridad estatal, funcionario publico o particular que haya tenido noticia
de actos destinados a la desaparición forzada de personas, deberá
denunciarlo inmediatamente. En el mismo sentido: Caso García y
familiares Vs. Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 29
noviembre de 2012 Serie C No. 258, párr.138. Corte IDH. Caso Mendoza
y otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones.
Sentencia de 14 de mayo de 2013. Serie C No. 260. Por otro lado, este
Tribunal ha afirmado que el procedimiento de la jurisdicción disciplinaria
puede ser valorado en tanto coadyuve al esclarecimiento de los hechos y
sus decisiones son relevantes en cuanto al valor simbolico del mensaje de
reproche que puede significar este tipo de sanciones a lo interno de las
penitenciarias estatales. Sin embargo, dada la naturaleza de su
competencia, el objeto de estas investigaciones se circunscribe
únicamente a la determinación de las responsabilidades individuales de
carácter disciplinario que recaen sobre funcionarios estatales. En este
sentido, la determinación de responsabilidad penal y/o administrativa
poseen, cada una, sus propias reglas sustantivas y procesales. Por ende, la
falta de determinación de responsabilidad penal no debe impedir que se
continue con la averiguación de otros tipos de responsabilidades, tales
como la administrativa. Corte IDH. Caso de las comunidades
afrodescendientes desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica
(Operación Génesis) Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2013. Serie C
No. 270. Respecto de los procedimientos en el ámbito disciplinario, el
Tribunal ha considerado que los mismos pueden ser valorados en tanto el
examen contribuya al esclarecimiento de los hechos siendo decisiones
relevantes, ademas, por el valor simbolico del mensaje de reproche que
puede significar ese tipo de sanciones para funcionarios públicos y
miembros de instituciones publicas. A su vez, en tanto tiende a la
protección de la función administrativa y se orienta esencialmente a la
corrección y control de los funcionarios publicos, una investigación de esta
naturaleza puede complementar pero no sustituir a cabalidad la función de
la jurisdicción penal en casos de graves violaciones de derechos humanos.
En el presente caso la Corte constata que los alegatos de los
representantes referidos a los procesos disciplinarios se limitan a describir
la etapa procesal o el resultado de los mismos sin especificar ni explicar las
presuntas violaciones a la debida diligencia de la cual podrían adolecer.
Sobre el particular, el Tribunal reitera su jurisprudencia constante en la cual
se establece que la obligación de investigar es una obligación de medios, y
no de resultados, por lo que la parte que alega su ineficacia debe
demostrar que la misma se debe a defectos, negligencias u omisiones en
el desarrollo de las investigaciones, siendo insuficiente alegar la ineficacia
únicamente haciendo alusión a la etapa procesal en la cual se encuentra.
Por tanto, la Corte no cuenta con elementos suficientes para determinar la
violación a la debida diligencia en las investigaciones relacionadas a los
procedimientos disciplinarios. Corte IDH. Caso Osorio Rivera y familiares
Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de noviembre de 2013. Serie C No. 274. Esta Corte ya

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ha considerado que, una vez ocurrida una desaparición forzada, es
necesario que la misma sea efectivamente considerada y tratada como un
hecho ilícito que pueda tener como consecuencia la imposición de
sanciones para quien la cometa, instigue, encubra o de cualquier otra
forma participe en la perpetración de la misma. En consecuencia, la Corte
ha considerado que toda vez que haya motivos razonables para sospechar
que una persona ha sido sometida a desaparición forzada debe iniciarse
una investigación penal. Esta obligación es independiente de que se
presente una denuncia, pues en casos de desaparición forzada el derecho
internacional y el deber general de garantia, imponen la obligación de
investigar el caso ex officio, sin dilacion, y de una manera seria, imparcial y
efectiva, de modo tal que no dependa de la iniciativa procesal de la victima
o de sus familiares o de la aportación privada de elementos probatorios.
Relacionado con esto ultimo, la Corte ha indicado que las autoridades
deben impulsar la investigación como un deber jurídico propio, no
haciendo recaer esta carga en la iniciativa de los familiares. Esto es un
elemento fundamental y condicionante para la protección de los derechos
afectados por esas situaciones. Por ende, la investigación debe ser
realizada por todos los medios legales disponibles y orientada a la
determinación de la verdad y la persecucion, captura, enjuiciamiento y,
eventual castigo de todos los responsables intelectuales y materiales de los
hechos, especialmente cuando están o puedan estar involucrados agentes
estatales. Igualmente, la impunidad debe ser erradicada mediante la
determinación de las responsabilidades tanto generales –del Estado como
individuales –penales y de otra índole de sus agentes o de particulares En
cumplimiento de esta obligacion, el Estado debe remover todos los
obstaculos, de facto y de jure, que mantengan la impunidad. En el mismo
sentido: Caso Comunidad Campesina de Santa Bárbara Vs. Perú.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1
de septiembre de 2015. Serie C No. 299, párr.222. Corte IDH. Caso Veliz
Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No.
277. La Corte reitera que la obligación de investigar violaciones de
derechos humanos se encuentra dentro de las medidas positivas que
deben adoptar los Estados para garantizar los derechos reconocidos en la
Convencion . El deber de investigar es una obligación de medios y no de
resultado. Sin embargo, debe ser asumida por el Estado como un deber
jurídico propio y no como una simple formalidad condenada de antemano
a ser infructuosa, o como una mera gestión de intereses particulares, que
dependa de la iniciativa procesal de las victimas o de sus familiares o de la
aportación privada de elementos probatorios . A la luz de ese deber, una
vez que las autoridades estatales tengan conocimiento del hecho, deben
iniciar ex officio y sin dilación una investigación seria, imparcial y efectiva .
Esta investigación debe ser realizada por todos los medios legales
disponibles, y ser orientada a la determinación de la verdad. La obligación
del Estado de investigar debe cumplirse diligentemente para evitar la
impunidad y que este tipo de hechos vuelvan a repetirse. En este sentido,
la Corte recuerda que la impunidad fomenta la repetición de las violaciones
de derechos humanos . De otra parte, este Tribunal ha advertido que esta
obligación se mantiene “cualquiera sea el agente al cual pueda
eventualmente atribuirse la violacion, aun los particulares, pues, si sus
hechos no son investigados con seriedad, resultarian, en cierto modo,
auxiliados por el poder publico, lo que comprometería la responsabilidad

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internacional del Estado”. La Corte también ha señalado que del articulo 8
de la Convencion se desprende que las victimas de violaciones de derechos
humanos, o sus familiares, deben contar con amplias posibilidades de ser
oídos y actuar en los respectivos procesos, tanto en procura del
esclarecimiento de los hechos y del castigo de los responsables, como en
busca de una debida reparación . Asimismo, el Tribunal ha establecido que
la obligación de investigar y el correspondiente derecho de la presunta
victima o de los familiares no solo se desprende de las normas
convencionales de derecho internacional imperativas para los Estados
Parte, sino que además se deriva de la legislación interna que hace
referencia al deber de investigar de oficio ciertas conductas ilícitas y a las
normas que permiten que las victimas o sus familiares denuncien o
presenten querellas, pruebas o peticiones o cualquier otra diligencia, con la
finalidad de participar procesalmente en la investigación penal con la
pretensión de establecer la verdad de los hechos. Corte IDH. Caso
Rodríguez Vera y otros (Desaparecidos del Palacio de Justicia) Vs.
Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 14 de noviembre de 2014. Serie C No. 28. La obligación de
investigar violaciones de derechos humanos es una de las medidas
positivas que deben adoptar los Estados para garantizar los derechos
reconocidos en la Convencion . Asi, desde su primera sentencia esta Corte
ha destacado la importancia del deber estatal de investigar y sancionar las
violaciones de derechos humanos, el cual adquiere particular importancia
ante la gravedad de los delitos cometidos y la naturaleza de los derechos
lesionados. Además, la obligación de investigar, juzgar y, en su caso,
sancionar a los responsables de hechos violatorios de los derechos
humanos no se deriva solamente de la Convencion Americana, en
determinadas circunstancias y dependiendo de la naturaleza de los hechos,
también se desprende de otros instrumentos interamericanos que
establecen la obligación a cargo de los Estados Partes de investigar las
conductas prohibidas por tales tratados. En relación con los hechos del
presente caso, la obligación de investigar se ve reforzada por la
Convencion Interamericana sobre Desaparicion Forzada y la Convencion
Interamericana contra la Tortura. Dichas disposiciones especifican y
complementan las obligaciones que tiene el Estado con respecto al respeto
y garantía de los derechos consagrados en la Convencion Americana, asi
como “el corpus juris internacional en materia de protección de la
integridad personal”. En el mismo sentido: Caso Comunidad Campesina
de Santa Bárbara Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C No.
299, párr. 218. La Corte nota que estas obligaciones especificas del
Estado, derivadas de las convenciones especializadas referidas, son
exigibles al Estado a partir de la fecha de deposito de los instrumentos de
ratificación de cada una de ellas, aun cuando no estuvieran vigentes al
momento del inicio de ejecución de las desapariciones forzadas y demás
violaciones alegadas en el presente caso. Corte IDH. Caso Velásquez Paiz
y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C No. 307. La
Corte ha establecido que, en aras de garantizar su efectividad, en la
investigación de violaciones de los derechos humanos se debe evitar
omisiones en la recaudación de prueba y en el seguimiento de líneas
lógicas de investigacion. Al respecto, la Corte ha precisado que, cuando los
hechos se refieren a la muerte violenta de una persona, la investigación

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iniciada debe ser conducida de tal forma que pudiese garantizar el debido
análisis de las hipótesis de autoria surgidas a raíz de la misma. En este
punto, cabe recordar que no corresponde a la Corte analizar las hipótesis
de autoria manejadas durante la investigación de los hechos y en
consecuencia determinar responsabilidades individuales, cuya definición
compete a los tribunales penales internos, sino evaluar las acciones u
omisiones de agentes estatales, según la prueba presentada por las partes.
De igual modo, no compete a la Corte sustituir a la jurisdicción interna,
estableciendo las modalidades especificas de investigación y juzgamiento
en un caso concreto para obtener un mejor o mas eficaz resultado, sino
constatar si en los pasos efectivamente dados a nivel interno se violaron o
no obligaciones internacionales del Estado derivadas de los artículos 8 y 25
de la Convencion Americana. La Corte recuerda que la falta de diligencia
tiene como consecuencia que conforme el tiempo vaya transcurriendo, se
afecte indebidamente la posibilidad de obtener y presentar pruebas
pertinentes que permitan esclarecer los hechos y determinar las
responsabilidades que correspondan, con lo cual el Estado contribuye a la
impunidad. Corte IDH. Caso Miembros de la Aldea Chichupac y
comunidades vecinas del Municipio de Rabinal Vs. Guatemala.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
30 de noviembre de 2016. Serie C No. 328. La Corte recuerda que, en
virtud de la protección otorgada por los artículos 8 y 25 de la Convencion,
los Estados están obligados a suministrar recursos judiciales efectivos a las
victimas de violaciones de los derechos humanos, que deben ser
sustanciados de conformidad con las reglas del debido proceso legal.
Asimismo, este Tribunal ha señalado que en una sociedad democrática se
debe conocer la verdad sobre los hechos de graves violaciones de derechos
humanos. Esta es una justa expectativa que el Estado debe satisfacer, por
un lado, mediante la obligación de investigar de oficio y, por el otro, con la
divulgación publica de los resultados de los procesos penales e
investigativos. Esto exige del Estado la determinación procesal de los
patrones de actuación conjunta y de todas las personas que de diversas
formas participaron en dichas violaciones y sus correspondientes
responsabilidades y reparar a las victimas del caso. Por ello, en ocasiones
anteriores la Corte ha considerado que las autoridades encargadas de las
investigaciones tienen el deber de asegurar que en el curso de las mismas
se valoren los patrones sistemáticos que permitieron la comisión de graves
violaciones de los derechos humanos, como los sucedidos en el presente
caso. En aras de garantizar su efectividad, la investigación debe ser
conducida tomando en cuenta la complejidad de este tipo de hechos y de
la estructura en la cual se ubican las personas probablemente involucradas
en los mismos, de acuerdo al contexto en que ocurrieron, particularmente
en contextos de ataques masivos y sistemáticos o generalizados hacia
algún sector de la población, evitando asi omisiones en la recaudación de
prueba y en el seguimiento de líneas lógicas de investigación. Por ello, las
autoridades estatales están obligadas a colaborar en la recaudación de la
prueba para alcanzar los objetivos de una investigación y abstenerse de
realizar actos que impliquen obstrucciones para la marcha del proceso
investigativo. Dada su importancia, la obligación de investigar en el
presente caso no puede ser ejecutada de cualquier manera, sino que debe
realizarse de acuerdo a los estándares establecidos por las normas y la
jurisprudencia internacionales que caracterizan a las investigaciones de
graves violaciones a los derechos humanos, lo cual supone, en primer

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termino, generar un marco normativo interno adecuado y/u organizar el
sistema de administración de justicia de forma tal que su funcionamiento
asegure la realización de investigaciones ex officio, sin dilacion, serias y
efectivas. De igual modo, dicho deber impone la remoción de todo
obstáculo de jure y de facto que impida la investigación y juzgamiento de
los hechos y, en su caso, la sanción de todos los responsables de las
violaciones declaradas, asi como la búsqueda de la verdad. Por esta razon,
en el presente caso, el cual versa sobre graves violaciones de derechos
humanos cometidas dentro de un contexto de violaciones masivas y
sistematicas, la obligación de investigar no puede desecharse o
condicionarse por actos o disposiciones normativas internas de ninguna
índole. Ademas, la Corte considera pertinente señalar que la obligación de
investigar, juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables de hechos
violatorios de los derechos humanos no se deriva solamente de la
Convencion Americana. En determinadas circunstancias y dependiendo de
la naturaleza de los hechos, esta obligación también se desprende de otros
instrumentos interamericanos en la materia que establecen la obligación a
cargo de los Estados Partes de investigar las conductas prohibidas por tales
tratados. Al respecto, este Tribunal nota que, en este caso, la obligación
de investigar a cargo del Estado contraída a partir de la ratificación de la
Convencion Americana y que se mantiene vigente en la actualidad, fue
reafirmada por Guatemala con motivo del deposito del instrumento de
ratificación de: i) la Convencion Interamericana para Prevenir y Sancionar
la Tortura el 29 de enero de 1987; ii) la Convencion de Belem do Para el 4
de abril de 1995, y iii) la Convencion Interamericana sobre Desaparicion
Forzada de Personas (CIDFP) el 25 de febrero de 2000, por lo que el Estado
debía velar por su cumplimiento a partir de esos momentos , aun cuando
estas no habían sido adoptadas por Guatemala al momento de los hechos
del caso. 216. Ademas, debido a que en el presente caso algunas personas
fueron obligadas a trabajar contra su voluntad (supra parrs. 97 y 116), la
Corte recuerda que la protección contra la esclavitud y servidumbre es una
obligación internacional erga omnes, constitutiva de delito internacional y
de carácter imprescriptible, cuya prohibición alcanzo el estatus de jus
cogens. Por estos motivos, cuando los Estados tengan conocimiento de un
acto que pudiese ser constitutivo de esclavitud o servidumbre, en los
términos de lo dispuesto por el articulo 6 de la Convencion Americana,
deben iniciar ex officio la investigación pertinente a efectos de establecer
las responsabilidades individuales que correspondan. El Tribunal estima
que la falta de investigación de las desapariciones forzadas, ejecuciones
extrajudiciales, trabajos forzosos, torturas y violencia sexual en conflictos
armados y/o dentro de patrones sistematicos, como los ocurridos y
denunciados en el presente caso, constituyen un incumplimiento de las
obligaciones del Estado frente a graves violaciones a derechos humanos,
las cuales contravienen normas inderogables y generan obligaciones para
los Estados como la de investigar y sancionar dichas practicas, de
conformidad con la Convencion Americana y, en este caso, a la luz de la
CIDFP, la CIPST y la Convencion de Belem do Para. De lo anterior, se
desprende que, al menos desde el ano 1996 el Estado tenia conocimiento
de que existían posibles crímenes de lesa humanidad en el Municipio de
Rabinal, y al menos desde junio de 1999, fecha en que la CEH publico su
Informe Final, tenia conocimiento de que los hechos cometidos en este
caso posiblemente fueron motivados por conceptos racistas y/o
constituyeron actos de genocidio. Por tanto, el Estado tenia la obligación

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de investigar los hechos del caso tomando en cuenta dichos alegatos, pero
no consta de la prueba que esto se haya hecho, pese a que el Tribunal
solicito al Estado dicha informacion. De este modo, Guatemala no puede
alegar que “no seria aplicable el delito de genocidio a los hechos del caso”,
sin que conste que se haya realizado una investigación en cuanto a este
aspecto a fin de esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades
que correspondan. Finalmente, en cuanto a la falta de investigación de las
violaciones sexuales cometidas por agentes de seguridad del Estado en el
presente caso, la Corte considera que toda vez que existan indicios de
violencia sexual en el marco de un conflicto armado interno, esta no debe
ser tratada como un delito colateral, sino que su investigación debe formar
parte de cada etapa de la estrategia global de investigación de posibles
torturas, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra o actos de
genocidio que pudieran haberse cometido. La investigación de violencia
sexual deberá llevarse a cabo respetando las características culturales de
las victimas. Por otra parte, se deberán investigar posibles vínculos entre
los responsables directos de la violencia sexual y sus superiores jerarquicos,
asi como la existencia de componentes que demostrarían una intención
discriminatoria y/o la intención cometer un genocidio.
Debida diligencia Corte IDH. Caso Myrna Mack Chang Vs. Guatemala.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2003.
Serie C No. 101. En relación con el proceso penal, es menester señalar que
la Corte, al referirse a las garantías judiciales, también conocidas como
garantías procesales, ha establecido que para que en un proceso existan
verdaderamente dichas garantias, conforme a las disposiciones del articulo
8 de la Convencion, es preciso que se observen todos los requisitos que
“sirv[a]n para proteger, asegurar o hacer valer la titularidad o el ejercicio de
un derecho”, es decir, las “condiciones que deben cumplirse para asegurar
la adecuada defensa de aquellos cuyos derechos u obligaciones están bajo
consideración judicial”. En el mismo sentido: Caso Herrera Ulloa Vs.
Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107, párr. 145. En el capitulo
sobre hechos probados se demostró la falta de diligencia y voluntad de los
tribunales de justicia para impulsar el procedimiento penal tendiente a
esclarecer todos los hechos de la muerte de Myrna Mack Chang y
sancionar a todos los responsables. El Tribunal no entrara a analizar aquí
cada una de las actuaciones de los tribunales que carecieron de la debida
diligencia (pedidos de amparo, inconstitucionalidad, recusaciones,
incidentes, incompetencias, nulidades, pedidos de acogerse a la Ley de
Reconciliacion Nacional, entre otros), pero a manera de ejemplo hara
alusión únicamente al uso de las acciones de amparo, cuya interposición y
tramite llevo a los conductores del proceso penal a incurrir en notorias
dilaciones en el presente caso. Valga recordar lo señalado expresamente
por el Estado en el informe de 29 de mayo de 2001, que dirigio a la
Comision Interamericana, en el cual expreso que “[e]l gobierno de
Guatemala reconoce que han existido vicisitudes procesales, derivadas en
parte por uso excesivo de recursos procesales pero que deben ser
respetadas por el Gobierno y las autoridades […]”. En el presente caso los
procesados han interpuesto al menos doce recursos de amparo, tal como
se establecio en el capitulo de hechos probados, todos los cuales fueron
declarados improcedentes por las autoridades judiciales respectivas.
Asimismo, la Corte observa, tal como lo señalaron la Comision y los
representantes de los familiares de la victima, que estas acciones de

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amparo paralizaron el proceso por mas de tres anos. Las autoridades
judiciales no dieron tramite con la debida diligencia a las acciones de
amparo, con el fin de que este fuese un recurso rápido y eficaz, y mas bien
permitieron que se convirtiera en un recurso dilatorio del procedimiento,
toda vez que puede ser conocido hasta por cuatro diferentes instancias. Sin
embargo, la Corte llama la atención a que en el proceso penal referido, la
interposición frecuente de ese recurso, aunque permisible por la ley, ha
sido tolerada por las autoridades judiciales. Este Tribunal considera que el
juez interno, como autoridad competente para dirigir el proceso, tiene el
deber de encauzarlo, de modo a que se restrinja el uso desproporcionado
de acciones que pueden tener efectos dilatorios. A su vez, el tramite de los
recursos de amparo con sus respectivas apelaciones fue realizado sin
sujeción a los plazos legales, ya que los tribunales de justicia
guatemaltecos tardaron en promedio aproximadamente seis meses en
decidir cada uno. Esa situación provoco una paralización del proceso penal.
A la luz de lo anteriormente dicho, la Corte considera que los jueces como
rectores del proceso tienen el deber de dirigir y encausar el procedimiento
judicial con el fin de no sacrificar la justicia y el debido proceso legal en pro
del formalismo y la impunidad. De este modo, si las autoridades permiten
y toleran el uso de esta manera de los recursos judiciales, los transforman
en un medio para que los que cometen un ilícito penal dilaten y
entorpezcan el proceso judicial. Esto conduce a la violación de la obligación
internacional del Estado de prevenir y proteger los derechos humanos y
menoscaba el derecho de la victima y de sus familiares a saber la verdad de
lo sucedido, a que se identifique y se sancione a todos los responsables y a
obtener las consecuentes reparaciones. Corte IDH. Caso de la Masacre de
La Rochela Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
11 de mayo de 2007. Serie C No. 163. La Corte estima que la inefectividad
de tales procesos penales queda claramente evidenciada al analizar la falta
de debida diligencia en la conducción de las acciones oficiales de
investigacion. Esta falta de debida diligencia se manifiesta en la
irrazonabilidad del plazo transcurrido en las investigaciones, la falta de
adopción de las medidas necesarias de protección ante las amenazas que
se presentaron durante las investigaciones, las demoras, obstáculos y
obstrucciones en la realización de actuaciones procesales y graves
omisiones en el seguimiento de líneas lógicas de investigacion. El eje
central del análisis de la efectividad de los procesos en este caso es el
cumplimiento de la obligación de investigar con debida diligencia. Según
esta obligacion, órgano que investiga una violación de derechos humanos
debe utilizar todos los medios disponibles para llevar a cabo, dentro de un
plazo razonable, todas aquellas actuaciones y averiguaciones que sean
necesarias con el fin de intentar obtener el resultado que se persigue. Esta
obligación de debida diligencia, adquiere particular intensidad e
importancia ante la gravedad de los delitos cometidos y la naturaleza de
los derechos lesionados. En este sentido, tienen que adoptarse todas las
medidas necesarias para visibilizar los patrones sistemáticos que
permitieron la comisión de graves violaciones de los derechos humanos.
En el mismo sentido: Caso de las comunidades afrodescendientes
desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica (Operación Génesis) Vs.
Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de noviembre de 2013. Serie C No. 270, párr.373. Una
debida diligencia en los procesos por los hechos del presente caso exigia
que estos fueran conducidos tomando en cuenta la complejidad de los

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hechos, el contexto en que ocurrieron y los patrones que explican su
comision, evitando omisiones en la recabacion de prueba y en el
seguimiento de líneas lógicas de investigacion. En consecuencia, las
autoridades judiciales debían tomar en cuenta los factores indicados en el
párrafo anterior, que denotan una compleja estructura de personas
involucradas en el planeamiento y ejecución del crimen, en la cual
convergen tanto la participación directa de muchas personas como el
apoyo o colaboración de otras, incluyendo a agentes estatales, estructura
de personas que existe antes del crimen y permanece después de su
ejecucion, dado que comparten objetivos comunes. La Corte nota que las
autoridades judiciales no dieron seguimiento al conjunto de elementos
probatorios que apuntaban a la vinculación procesal de miembros de la
Fuerza Publica, entre ellos altos mandos militares, lo que ha generado una
ineficacia parcial de la investigacion. Aunado a ello, no se dirigio
diligentemente la investigación desde una línea que considerara la
compleja estructura de ejecución del crimen (supra parr. 158), lo cual ha
privado de efectividad algunas de las investigaciones por la masacre de La
Rochela, particularmente en relación con la investigación de la
responsabilidad de los altos mandos militares de la zona. En ese sentido, la
falta de una exhaustiva investigación sobre los mecanismos de operación
de los paramilitares y sus vínculos y relaciones con agentes estatales, entre
ellos miembros de la Fuerza Publica, ha sido uno de los factores que
impidió la investigacion, juicio y, en su caso, la sanción de todos los
responsables. Ello afecto, en particular, la determinación de eventuales
responsabilidades de los mandos de los batallones militares que se
encontraban en el ámbito de acción de los grupos paramilitares vinculados
con la masacre. Esta situación irremediablemente favorece la impunidad
de las graves violaciones de derechos humanos cometidas por los grupos
paramilitares con apoyo y colaboración de agentes estatales. Corte IDH.
Caso Anzualdo Castro Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de septiembre de 2009. Serie C
No. 202. En este sentido, este Tribunal ha establecido que para que una
investigación de desaparición forzada sea llevada adelante eficazmente y
con la debida diligencia, las autoridades encargadas de la investigación
deben utilizar todos los medios necesarios para realizar con prontitud
aquellas actuaciones y averiguaciones esenciales y oportunas para
esclarecer la suerte de las victimas e identificar a los responsables de su
desaparición forzada. Para ello, el Estado debe dotar a las
correspondientes autoridades de los recursos logísticos y científicos
necesarios para recabar y procesar las pruebas y, en particular, de las
facultades para acceder a la documentación e información pertinente para
investigar los hechos denunciados y obtener indicios o evidencias de la
ubicación de las victimas. Asimismo, es fundamental que las autoridades a
cargo de la investigación puedan tener acceso ilimitado a los lugares de
detencion, respecto a la documentación asi como a las personas. La Corte
reitera que el paso del tiempo guarda una relación directamente
proporcional con la limitación –y en algunos casos, la imposibilidad--‐- para
obtener las pruebas y/o testimonios, dificultando y aun tornando
nugatoria o ineficaz, la practica de diligencias probatorias a fin de
esclarecer los hechos materia de investigacion, identificar a los posibles
autores y participes, y determinar las eventuales responsabilidades
penales. Cabe precisar que estos recursos y elementos coadyuvan a la
efectiva investigacion, pero la ausencia de los mismos no exime a las

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autoridades nacionales de realizar todos los esfuerzos necesarios en
cumplimiento de esta obligacion. En el mismo sentido: Caso Chitay Nech
y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 25 de mayo de 2010. Serie C No. 212, párr.196; Caso
Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de septiembre de 2010. Serie C No. 217, párrs.167 y 168;
Caso Gudiel Álvarez y otros ("Diario Militar") Vs. Guatemala. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 noviembre de 2012. Serie C No.
253, párr.259; Caso García y familiares Vs. Guatemala. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 noviembre de 2012 Serie C No.
258, párr.135; Caso Osorio Rivera y familiares Vs. Perú. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de
noviembre de 2013. Serie C No. 274, párr.182 y 185. En conclusion, una
debida diligencia en los procesos por los hechos del presente caso exigia
que estos fueran conducidos tomando en cuenta la complejidad de los
hechos, el contexto en que ocurrieron y los patrones que explican su
comision, evitando omisiones al recabar prueba y al seguir líneas lógicas de
investigacion. En este sentido, resulta esencial la adopción de todas las
medidas necesarias para visibilizar los patrones sistemáticos que
permitieron tanto la comisión de graves violaciones de los derechos
humanos, como los mecanismos y estructuras a través de los cuales se
aseguro su impunidad. En el mismo sentido: Caso Radilla Pacheco Vs.
México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 23 de noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 206 y 222; Caso de las
comunidades afrodescendientes desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica
(Operación Génesis) Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2013. Serie C No.
270, párr.373. Corte IDH. Caso García Lucero y otras Vs. Chile. Excepción
Preliminar, Fondo y Reparaciones. Sentencia de 28 de agosto de 2013.
Serie C No. 267. De conformidad con lo anterior, la Corte constata que el
Estado ha posibilitado la participación del señor Leopoldo Garcia y sus
representantes, pues ha permitido el acceso de estos a las actuaciones y
propiciado la intervención de los mismos, asi como la del señor Garcia
Lucero directamente. Lo anterior, no obstante, no justificaría que la falta
de apersonamiento del señor Garcia Lucero en el proceso, mediante una
querella o cualquier otro acto, generase el cierre de las actuaciones, pues
ello no se condice con el deber estatal de conducirlas de oficio. Ello no es
óbice para tener presente que en el curso de una investigación de actos de
tortura, el contacto de las autoridades con la victima resulta trascedente.
En este sentido, la Corte recuerda que en la investigación de hechos que
comprendan posibles actos de tortura resulta relevante que las
autoridades involucradas obtengan información del testimonio de la
victima y de exámenes forenses físicos y psicológicos practicados sobre
ella. Sin perjuicio de las actuaciones estatales senaladas, de conformidad
con la prueba allegada al Tribunal no consta que se hayan recabado el
testimonio del señor Garcia Lucero o que se hayan efectuado exámenes
forenses. Estos actos se encuentran pendientes de ser realizados en el
marco de la investigación en curso. Corte IDH. Caso Veliz Franco y otros
Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No. 277. En otras
oportunidades esta Corte ha establecido que la eficiente determinación de
la verdad en el marco de la obligación de investigar una muerte, debe
mostrarse desde las primeras diligencias con toda acuciosidad. En este

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sentido, este Tribunal ha especificado los principios rectores que es preciso
observar en una investigación cuando se esta frente a una muerte violenta.
Las autoridades estatales que conducen una investigación de este tipo
deben intentar, como minimo, inter alia: i) identificar a la victima; ii)
recuperar y preservar el material probatorio relacionado con la muerte, con
el fin de ayudar en cualquier potencial investigación penal de los
responsables; iii) identificar posibles testigos y obtener sus declaraciones
en relación con la muerte que se investiga; iv) determinar la causa, forma,
lugar y momento de la muerte, asi como cualquier patrón o practica que
pueda haber causado la muerte, y v) distinguir entre muerte natural,
muerte accidental, suicidio y homicidio. Ademas, es necesario investigar
exhaustivamente la escena del crimen, se deben realizar autopsias y
análisis de restos humanos, en forma rigurosa, por profesionales
competentes y empleando los procedimientos mas apropiados. Este
Tribunal ha establecido que la falta de protección adecuada de la escena
del crimen puede afectar la investigacion, por tratarse de un elemento
fundamental para su buen curso. Ademas, los estándares internacionales
señalan que, en relación con la escena del crimen, los investigadores
deben, como minimo, fotografiar dicha escena, cualquier otra evidencia
física y el cuerpo como se encontró y después de moverlo; todas las
muestras de sangre, cabello, fibras, hilos u otras pistas deben ser recogidas
y conservadas; examinar el área en busca de huellas de zapatos o cualquier
otra que tenga naturaleza de evidencia, y hacer un informe detallando
cualquier observación de la escena, las acciones de los investigadores y la
disposición de toda la evidencia coleccionada. Una de las acciones en el
sitio del hallazgo de mayor riesgo es la manipulación del cadaver, el cual no
debe ser manipulado sin la presencia de profesionales, quienes deben
examinarlo y movilizarlo adecuadamente según la condición del cuerpo. El
Protocolo de Minnesota establece, entre otras obligaciones, que al
investigar una escena del crimen se debe cerrar la zona contigua al
cadaver, y prohibir, salvo para el investigador y su equipo, el ingreso a la
misma. Mientras ello no suceda debe evitarse cualquier contaminación de
la misma y mantenerla bajo custodia permanente. Ademas es fundamental
como lo establece el Protocolo de Minnesota que “los funcionarios
encargados del cumplimiento de la ley y otros investigadores no médicos
[…] coordin[en] sus actividades […en el lugar con el] personal medico”.
Ademas, la debida diligencia en una investigación medico--‐-legal de una
muerte exige el mantenimiento de la cadena de custodia de todo elemento
de prueba forense. Ello consiste en llevar un registro escrito preciso,
complementado, según corresponda, por fotografías y demás elementos
graficos para documentar la historia del elemento de prueba a medida que
pasa por las manos de diversos investigadores encargados del caso. En
cuanto a las autopsias, como lo ha señalado la Corte, tienen como objetivo
recolectar, como minimo, información para identificar a la persona muerta,
la hora, la fecha, causa y forma de muerte. Estas deben respetar ciertas
formalidades basicas, como indicar la fecha y hora de inicio y finalizacion,
asi como el lugar donde se realiza y el nombre del funcionario que la
ejecuta. Asimismo, se debe, inter alia, fotografiar adecuadamente el
cuerpo; tomar radiografías del cadaver, de su bolsa o envoltorio y después
de desvestirlo, documentar toda lesion. Se debe documentar la ausencia,
soltura o daño de los dientes, asi como cualquier trabajo dental, y
examinar cuidadosamente las áreas genital y para--‐-genital en búsqueda
de señales de abuso sexual (supra parr. 188). Asimismo, el Manual de

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Naciones Unidas indica que en los protocolos de autopsia se debe anotar la
posición del cuerpo y sus condiciones, incluyendo si esta tibio o frio, ligero
o rigido; proteger las manos del cadaver, registrar la temperatura del
ambiente y recoger cualquier insecto. De todo lo expuesto se desprende
que el Estado no realizo las diligencias indispensables a partir del hallazgo,
el 18 de diciembre de 2001, del cuerpo de Maria Isabel. En esta primera
etapa se presentaron diversas irregularidades que han repercutido en la
investigación y que difícilmente podrían ser subsanadas por tardías
diligencias, a saber: a) falta de aseguramiento del lugar del hallazgo del
cadaver; b) falta de rigurosidad en la inspección ocular; c) deficiencias en la
elaboración del acta de levantamiento del cadaver; d) traslado inadecuado
del cadaver; e) recolección inadecuada de las evidencias y su manejo
indebido; f) no se aseguro la cadena de custodia de las evidencias, y g)
necropsia incompleta. Corte IDH. Caso Hermanos Landaeta Mejías y
otros Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 27 de agosto de 2014. Serie C No. 281. La Corte ha
establecido que la eficiente determinación de la verdad en el marco de la
obligación de investigar una muerte, debe mostrarse desde las primeras
diligencias con toda acuciosidad. En este sentido, este Tribunal ha
especificado los principios rectores que son precisos observar en una
investigación cuando se esta frente a una muerte violenta, tal como se
desprende de los hechos del presente caso. Las autoridades estatales que
conducen una investigación de este tipo deben realizar como minimo, inter
alia: i) identificar a la victima; ii) recuperar y preservar el material
probatorio relacionado con la muerte, con el fin de ayudar en cualquier
potencial investigación penal de los responsables; iii) identificar posibles
testigos y obtener sus declaraciones en relación con la muerte que se
investiga; iv) determinar la causa, forma, lugar y momento de la muerte,
asi como cualquier patrón o practica que pueda haber causado la muerte, y
v) distinguir entre muerte natural, muerte accidental, suicidio y homicidio.
Las autopsias y análisis de restos humanos deber realizarse en forma
rigurosa, por profesionales competentes y empleando los procedimientos
mas apropiados. En el mismo sentido: Caso García Ibarra y otros Vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2015. Serie C No. 306, párr.137; Caso
Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C
No. 307, párr.151. De igual manera, es necesario investigar
exhaustivamente la escena del crimen y deben realizarse algunas
diligencias minimas e indispensables para la conservación de los elementos
de prueba y evidencias que puedan contribuir al éxito de la investigacion.
En este sentido, los estándares internacionales señalan que, en relación
con la escena del crimen, los investigadores deben, como minimo:
fotografiar dicha escena, cualquier otra evidencia física y el cuerpo como se
encontró y después de moverlo; recoger y conservar todas las muestras de
sangre, cabello, fibras, hilos u otras pistas deben ser recogidas y
conservadas; examinar el área en busca de huellas de zapatos o cualquier
otra que tenga naturaleza de evidencia, y hacer un informe detallando
cualquier observación de la escena, las acciones de los investigadores y la
disposición de toda la evidencia coleccionada. El Protocolo de Minnesota
establece, entre otras obligaciones, que al investigar una escena del crimen
se debe cerrar la zona contigua al cadaver, y prohibir, salvo para el
investigador y su equipo, el ingreso a la misma. En el mismo sentido: Caso

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García Ibarra y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2015. Serie C
No. 306, párr.138; Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
19 de noviembre de 2015. Serie C No. 307, párr.152. Este Tribunal resalta
que la autopsia debe respetar ciertas formalidades básicas y tiene como
objetivo recolectar, como minimo, información para identificar a la
persona fallecida, la hora, fecha, causa y forma de la muerte […] […] De
igual manera, este Tribunal corroboro que la experticia de reconocimiento
legal y de comparación balística no se hizo respecto de las armas utilizadas
por los agentes policiales. Estas no les fueron decomisadas a los policías
involucrados y no consta en el expediente una diligencia de comparación
balística entre los proyectiles que le causaron la muerte a Igmar Landaeta y
los utilizados por las autoridades, ni la toma de huellas dactilares de las
armas de los funcionarios policiales. Esta Corte considera que ello reviste
una especial importancia, ya que las pruebas balísticas deberían hacerse
cada vez que un arma de fuego ha sido utilizada, sobre todo si se esta
llevando a cabo una investigación en donde están involucrados agentes
estatales y donde se debe determinar la cantidad de disparos proferidos
por dichas autoridades, a efectos de contribuir con el esclarecimiento de si
el uso de la fuerza por parte de los policías fue necesario y proporcional con
el fin de agotar todas las líneas de investigación para la consecución de la
verdad. En este sentido, la propia legislación interna vigente al momento
de los hechos establecia la necesidad de identificar las armas utilizadas, su
especie y su calibre. En virtud de lo expuesto, el Tribunal considera que, la
falta de exhaustividad en el tratamiento de la escena del crimen y de la
autopsia, las falencias en la preservación de la zona de los hechos, asi como
la ausencia de otras diligencias de importancia o la realización deficiente
de algunas de ellas, demuestran falta de diligencia del Estado en la
recuperación y preservación de material probatorio. Todo ello genero la
carencia de elementos técnicos certeros e imprescindibles ante las
versiones contradictorias de los hechos (supra parrs. 60 a 68), y derivo en la
imposibilidad del esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido.
Adicionalmente a lo establecido por este Tribunal y por los estándares
internacionales para casos de muertes violentas (supra parr. 227), la Corte
considera pertinente enfatizar que en casos de muertes en custodia de
agentes estatales, el Estado debe guiar su actuación tomando en cuenta
ciertos criterios específicos relevantes, inter alia: i) una investigación ex
officio, completa, imparcial e independiente , tomando en cuenta el grado
de participación de todos los agentes estatales; ii) brindar a la
investigación un cierto grado de escrutinio publico en razón del interés
publico que podría generarse en virtud de la calidad de los presuntos
agentes involucrados; iii) apersonarse inmediatamente a la escena de los
hechos y darle tratamiento de una escena del crimen, asi como preservarla
con el fin de proteger toda evidencia y realizar pruebas balísticas cuando
armas de fuego hayan sido utilizadas , especialmente por agentes del
Estado; iv) identificar si el cuerpo ha sido tocado o movido y establecer la
secuencia de eventos que podrían haber llevado a la muerte, asi como
llevar a cabo un examen preliminar del cuerpo para asegurar cualquier
evidencia que podría perderse al manipularlo y transportarlo, y v) realizar
una autopsia por profesionales capacitados que incluyan cualquier prueba
que indique presuntos actos de tortura por agentes estatales. Asimismo, el
Tribunal observa que la investigación de una muerte en custodia puede

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revelar un patrón o practica directa o indirectamente vinculada con ella. En
tales situaciones, la investigación debe hacer frente a las posibles causas
de raíz y prevenir este tipo de incidentes. A ese respecto, los Estados
deben: a) recabar la información esencial relativa a las personas bajo
custodia, tales como el tiempo y lugar de su detencion; b) el estado de su
salud a su llegada al lugar de detencion; c) el nombre de las personas
responsables de mantenerlos en custodia, o en el momento, y d) el lugar
de su interrogatorio debe ser registrado y puesto a disposición de
procedimientos judiciales o administrativos. La Corte concluye que con
respecto a las investigaciones y el proceso penal incoado por la muerte de
Eduardo Landaeta, el Estado no llevo a cabo una averiguación diligente
debido a falencias durante la recolección de pruebas, las cuales implicaron
la actuación de diligencias de importancia mas de ocho anos después de
sucedidos los hechos. Asimismo, el Tribunal concluye que el Estado no
siguió líneas conjuntas de investigación en relación con la muerte de Igmar
Landaeta, a pesar de los indicios de conexidad existentes entre ambas
muertes. De igual manera, este Tribunal considera que el proceso penal
presento serios retrasos procesales e irregularidades destacadas por las
propias autoridades internas, por lo que no se ha llevado a cabo en un
plazo razonable, con el fin de esclarecer los hechos y sancionar a los
responsables […] En consecuencia, este Tribunal considera que el Estado
es responsable internacionalmente por la violación de los derechos
establecidos en los artículos 8.1 y 25.1 de la Convencion Americana, en
perjuicio de los familiares de Eduardo Landaeta (infra parr. 294). Corte
IDH. Caso Defensor de Derechos Humanos y otros Vs. Guatemala.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
28 de agosto de 2014. Serie C No. 283. La Corte ha señalado en su
jurisprudencia reiterada que el deber de investigar es una obligación de
medios y no de resultado, que debe ser asumida por el Estado como un
deber jurídico propio y no como una simple formalidad condenada de
antemano a ser infructuosa, o como una mera gestión de intereses
particulares, que dependa de la iniciativa procesal de las víctimas o de sus
familiares o de la aportación privada de elementos probatorios. La
investigación debe ser seria, imparcial y efectiva, y estar orientada a la
determinación de la verdad y a la persecución, captura, enjuiciamiento y
eventual castigo de los autores de los hechos. La obligación referida se
mantiene "cualquiera sea el agente al cual pueda eventualmente atribuirse
la violación, aun los particulares, pues, si sus actos no son investigados con
seriedad, resultarían, en cierto modo, auxiliados por el poder público, lo
que comprometería la responsabilidad internacional del Estado" 117.
Asimismo, la debida diligencia exige que el órgano que investiga lleve a
cabo todas aquellas actuaciones y averiguaciones necesarias para procurar
el resultado que se persigue. De otro modo, la investigación no es efectiva
en los términos de la Convención. No escapa a la Corte que, en este caso,
las investigaciones desarrolladas respecto a la muerte violenta de A.A. y las
amenazas a la familia A se mantienen en la órbita del Ministerio Público.
Sobre el particular, es jurisprudencia de la Corte que las garantías del
artículo 8.1 de la Convención no se aplican solamente a la actividad judicial
. En particular, en relación con la actividad de las autoridades encargadas
de las investigaciones, la Corte ha establecido que, dependiendo de las
circunstancias del caso, puede tener que analizar los procedimientos que
se vinculan y constituyen el presupuesto de un proceso judicial,
particularmente, las tareas de investigación de cuyo resultado depende el

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inicio y el avance del mismo . Por supuesto, en dichos casos el análisis de
las garantías del artículo 8.1 en la órbita de la actividad del Ministerio
Público se aplican mutatis mutandis en lo que corresponda. La Corte ha
establecido que la eficiente determinación de la verdad en el marco de la
obligación de investigar una muerte, debe mostrarse desde las primeras
diligencias con toda acuciosidad . En este punto, en cuanto al manejo de la
escena del crimen, el levantamiento y tratamiento del cadáver de la
víctima, la necropsia, así como el mantenimiento de la cadena de custodia
de todo elemento de prueba forense, en su jurisprudencia y siguiendo el
Manual sobre la Prevención e Investigación Efectiva de Ejecuciones
Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias de Naciones Unidas (Protocolo de
Minnesota), la Corte ha sustentado que deben realizarse algunas
diligencias mínimas e indispensables para la conservación de los elementos
de prueba y evidencias que puedan contribuir al éxito de la investigación.
En este sentido, ha especificado los principios rectores que es preciso
observar en una investigación cuando se está frente a una muerte violenta.
En razón de lo anterior, la Corte nota que el argumento estatal que
cuestiona la evaluación de las investigaciones a la luz del Protocolo de
Minnesota (supra párr. 198), carece de sustento. La Corte ha especificado
que las autoridades estatales que conducen una investigación de este tipo
deben intentar como mínimo, inter alia: i) identificar a la víctima; ii)
recuperar y preservar el material probatorio relacionado con la muerte, con
el fin de ayudar en cualquier potencial investigación penal de los
responsables; iii) identificar posibles testigos y obtener sus declaraciones
en relación con la muerte que se investiga; iv) determinar la causa, forma,
lugar y momento de la muerte, así como cualquier patrón o práctica que
pueda haber causado la muerte, y v) distinguir entre muerte natural,
muerte accidental, suicidio y homicidio. Además, es necesario investigar
exhaustivamente la escena del crimen, se deben realizar autopsias y
análisis de restos humanos, en forma rigurosa, por profesionales
competentes y empleando los procedimientos más apropiados. Corte IDH.
Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No.
289. . Así, en primer lugar, la Corte considera que, en cuanto a las
entrevistas que se realicen a una persona que afirma haber sido sometida a
actos de tortura: i) se debe permitir que ésta pueda exponer lo que
considere relevante con libertad, por lo que los funcionarios deben evitar
limitarse a formular preguntas; ii) no debe exigirse a nadie hablar de
ninguna forma de tortura si se siente incómodo al hacerlo; iii) se debe
documentar durante la entrevista la historia psicosocial y previa al arresto
de la presunta víctima, el resumen de los hechos narrados por ésta
relacionados al momento de su detención inicial, las circunstancias, el
lugar y las condiciones en las que se encontraba durante su permanencia
bajo custodia estatal, los malos tratos o actos de tortura presuntamente
sufridos, así como los métodos presuntamente utilizados para ello, y iv) se
debe grabar y hacer transcribir la declaración detallada. En casos de que la
alegada tortura incluya actos de violencia o violación sexual, dicha
grabación deberá ser consentida por la presunta víctima. Al respecto, en
cuanto a la investigación de casos de tortura, el Protocolo de Estambul
señala que resulta "particularmente importante que [el] examen [médico]
se haga en el momento más oportuno" y que "[d]e todas formas debe
realizarse independientemente del tiempo que haya transcurrido desde el
momento de la tortura"119. No obstante, dicho Protocolo advierte que,

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"[p]ese a todas las precauciones, los exámenes físicos y psicológicos, por su
propia naturaleza, pueden causar un nuevo traumatismo al paciente
provocando o exacerbando los síntomas de estrés postraumático al
resucitar efectos y recuerdos dolorosos. Corte IDH. Caso Velásquez Paiz y
otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C No. 307. En cuanto
a las autopsias, como lo ha señalado la Corte, tienen como objetivo
recolectar, como mínimo, información para identificar a la persona muerta,
la hora, la fecha, causa y forma de muerte. Estas deben respetar ciertas
formalidades básicas, como indicar la fecha y hora de inicio y finalización,
así como el lugar donde se realiza y el nombre del funcionario que la
ejecuta. Asimismo, se debe, inter alia, fotografiar adecuadamente el
cuerpo; tomar radiografías del cadáver, de su bolsa o envoltorio y después
de desvestirlo, documentar toda lesión. Se debe documentar la ausencia,
soltura o daño de los dientes, así como cualquier trabajo dental, y
examinar cuidadosamente las áreas genital y para-genital en búsqueda de
señales de abuso sexual. Asimismo, el Manual de Naciones Unidas indica
que en los protocolos de autopsia se debe anotar la posición del cuerpo y
sus condiciones, incluyendo si está tibio o frío, ligero o rígido; proteger las
manos del cadáver, registrar la temperatura del ambiente y recoger
cualquier insecto. Corte IDH. Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil
Verde Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de octubre de 2016. Serie C No. 318. La Corte reitera que
en el presente caso existía una debida diligencia excepcional que era
necesaria en atención de la particular situación de vulnerabilidad en que se
encontraban los trabajadores de la Hacienda Brasil Verde y a la extrema
gravedad de la situación que le fue denunciada al Estado; por lo que era
imperativo tomar las medidas pertinentes con el fin de evitar retrasos en la
tramitación de los procesos, de manera que se garantizara la pronta
resolución y ejecución de los mismos. En ese sentido el Tribunal Europeo
también ha indicado que se exige una diligencia especial en aquellos casos
en los cuales está en juego la integridad de la persona, y ha señalado que
existe una obligación positiva de penalizar e investigar cualquier acto
dirigido a mantener una persona en situación de esclavitud, servidumbre o
trabajo forzoso. Además, ha establecido que la obligación de investigar la
trata de personas no debe depender de una denuncia, sino que una vez que
las autoridades toman conocimiento de la situación debe actuar de oficio.
Finalmente, se ha señalado que el requisito de debida diligencia está
implícito en todos los casos, pero cuando existe la posibilidad de rescatar a
las personas de la situación denunciada, la investigación debe ser
emprendida con urgencia. Corte IDH. Caso Rochac Hernández y otros Vs.
El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 14 de octubre de
2014. Serie C No. 285. La Corte considera que en las investigaciones
realizadas no se ha tenido en cuenta el contexto de los hechos, la
complejidad de los mismos, los patrones que explican su comisión, el
complejo entramado de personas involucradas, ni la especial posición
dentro de la estructura estatal, en esa época, de las personas que pudieran
ser responsables. Sobre este punto, la Corte ha considerado que en hechos
como los que se alegan en este caso, habida cuenta del contexto y la
complejidad de los mismos, es razonable considerar que existan diferentes
grados de responsabilidad a diferentes niveles . Sin embargo, esto no se
encuentra reflejado en las investigaciones. En consecuencia, tampoco se
observa que las autoridades encargadas de las investigaciones hubieran

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seguido líneas de investigación claras y lógicas que hubieran tomado en
cuenta esos elementos. Más aún, se observan carencias al recabar prueba.
En tal sentido, la Corte considera que el Estado no ha actuado con
diligencia respecto de esta obligación. La Corte evidencia que en los casos
sobre los que ha tenido conocimiento no ha existido una estrategia de
investigación seria y decidida, que conduzca a la identificación y
juzgamiento de los presuntos responsables. Sobre el particular, en casos
como éste, la Corte ha considerado que las autoridades encargadas de la
investigación tienen el deber de asegurar que en el curso de las mismas se
valoren los patrones sistemáticos que permitieron la comisión de graves
violaciones de los derechos humanos , como las del presente caso. Es decir,
no pueden ser considerados como hechos aislados. Por tanto, en aras de
garantizar su efectividad, la investigación debe ser conducida tomando en
cuenta la complejidad de este tipo de hechos, que ocurrieron en el marco
de operativos de contrainsurgencia de la Fuerza Armada, y la estructura en
la cual se ubicaban las personas probablemente involucradas en los
mismos. Es así que corresponde al Estado hacer uso pleno de sus
potestades investigativas con el fin de evitar toda omisión en la
recaudación de prueba y en el seguimiento de líneas lógicas de
investigación, a fin de lograr una eficaz determinación del paradero de las
víctimas desaparecidas, el esclarecimiento de lo sucedido, la identificación
de los responsables y su posible sanción. En el mismo sentido: Caso
Tenorio Roca y otros Ks. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de 2016. Serie C No. 314,
párr. 177. En suma, correspondía a las autoridades encargadas de impulsar
las investigaciones y encauzar éstas correcta y oportunamente desde sus
inicios para individualizar e identificar a los responsables de la
desaparición, así como para determinar el destino o dar con el paradero de
José Adrián Rochac Hernández, Santos Ernesto Salinas, Emelinda Lorena
Hernández, Manuel Antonio Bonilla y Ricardo Abarca Ayala, todo ello en
función del contexto en el que ocurrieron. Para la Corte, las acciones de las
autoridades encargadas de impulsar las investigaciones no han sido
exhaustivas y no han permitido el avance en las investigaciones ni la
determinación de líneas de investigación consecuentes. Asimismo, es
menester recalcar que la investigación interna presenta en su primera
etapa un largo período de inactividad debido a la ausencia de actividad
procesal ex officio por parte del órgano a cargo de la investigación, lo cual
a juicio de la Corte comprometió la seriedad y debida diligencia de la
misma, ya que conforme el tiempo vaya transcurriendo, se afecta
indebidamente la posibilidad de obtener y presentar pruebas pertinentes
que permitan esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades que
correspondan. Corte IDH. Caso Yarce y otras Vs. Colombia. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre
de 2016. Serie C No. 325. En este punto, debe explicarse, de modo acorde a
lo señalado antes (supra párr. 282), que la Corte puede verificar, como un
aspecto de la diligencia debida, si se siguieron o no en el ámbito interno
líneas lógicas de investigación, pero no puede determinar si, luego de
efectuadas las indagaciones correspondientes, la conclusión que a partir de
ello efectuaron las autoridades internas competentes sobre los hechos, su
autoría y responsabilidad, es o no correcta, pues la evaluación de la prueba
producida en procesos internos, la interpretación y aplicación del derecho
interno y la determinación de responsabilidades individuales compete a
tales autoridades . Debe recordarse que este Tribunal ha explicado que "la

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obligación del Estado de investigar consiste principalmente en la
determinación de las responsabilidades y, en su caso, en su procesamiento
y eventual condena". Habiendo existido una investigación que haya
logrado determinar los hechos y las personas responsables, no cabe
presumir fallas en la debida diligencia. Corte IDH. Caso Favela Nova
Brasília Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 16 de febrero de 2017. Serie C No. 333. La Corte ha
expresado de manera reiterada que los Estados Partes están obligados a
suministrar recursos judiciales efectivos a las víctimas de violaciones de los
derechos humanos (artículo 25), recursos que deben ser sustanciados de
conformidad con las reglas del debido proceso legal (artículo 8.1), todo ello
dentro de la obligación general, a cargo de los mismos Estados, de
garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos reconocidos por la
Convención a toda persona que se encuentre bajo su jurisdicción (artículo
1.1). Este deber de "garantizar” los derechos implica la obligación positiva
de adopción, por parte del Estado, de una serie de conductas, dependiendo
del derecho sustantivo específico de que se trate. Esa obligación general se
ve especialmente acentuada en casos de uso de la fuerza letal por parte de
agentes estatales. Una vez que se tenga conocimiento de que los agentes
de seguridad han hecho uso de armas de fuego con consecuencias letales,
el Estado también está obligado a determinar si la privación de la vida fue
arbitraria o no. Esta obligación constituye un elemento fundamental y
condicionante para la protección del derecho a la vida que se ve anulado en
esas situaciones. En casos en que se alega que ocurrieron ejecuciones
extrajudiciales es fundamental que los Estados realicen una investigación
efectiva de la privación arbitraria del derecho a la vida reconocido en el
artículo 4 de la Convención, orientada a la determinación de la verdad y a
la persecución, captura, enjuiciamiento y, eventual, sanción de los autores
de los hechos . Este deber se hace más intenso cuando están o pueden
estar involucrados agentes estatales que detienen el monopolio del uso de
la fuerza. Además, si los hechos violatorios a los derechos humanos no son
investigados con seriedad, resultarían, en cierto modo, favorecidos por el
poder público, lo que compromete la responsabilidad internacional del
Estado. El deber de investigar es una obligación de medios y no de
resultado, que debe ser asumida por el Estado como un deber jurídico
propio y no como una simple formalidad condenada de antemano a ser
infructuosa, o como una mera gestión de intereses particulares, que
dependa de la iniciativa procesal de las víctimas, de sus familiares o de la
aportación privada de elementos probatorios. El cumplimiento de la
obligación de emprender una investigación seria, imparcial y efectiva de lo
ocurrido, en el marco de las garantías del debido proceso, ha involucrado
también un examen del plazo de dicha investigación y de "los medios
legales disponibles” a los familiares de la víctima fallecida, para garantizar
que sean escuchados, así como que puedan participar durante el proceso
de investigación. La Corte ha establecido que, en aras de garantizar su
efectividad, en la investigación de violaciones de los derechos humanos se
deben evitar omisiones en la recaudación de prueba y en el seguimiento de
líneas lógicas de investigación . Al respecto, la Corte ha precisado que,
cuando los hechos se refieren a la muerte violenta de una persona, la
investigación iniciada debe ser conducida de tal forma que pudiese
garantizar el debido análisis de las hipótesis de autoría surgidas a raíz de la
misma . En este punto, cabe recordar que no corresponde a la Corte
analizar las hipótesis de autoría manejadas durante la investigación de los

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hechos y en consecuencia determinar responsabilidades individuales, cuya
definición compete a los tribunales penales internos, sino evaluar las
acciones u omisiones de agentes estatales, según la prueba presentada por
las partes . De igual modo, no compete a la Corte sustituir a la jurisdicción
interna, estableciendo las modalidades específicas de investigación y
juzgamiento en un caso concreto para obtener un mejor o más eficaz
resultado, sino constatar si en los pasos efectivamente dados a nivel
interno se violaron o no obligaciones internacionales del Estado derivadas
de los artículos 8 y 25 de la Convención Americana. La Corte recuerda que
la falta de diligencia tiene como consecuencia que conforme el tiempo
vaya transcurriendo, se afecta indebidamente la posibilidad de obtener y
presentar pruebas pertinentes que permitan esclarecer los hechos y
determinar las responsabilidades que correspondan, con lo cual el Estado
contribuye a la impunidad. Además, la debida diligencia en una
investigación médico-legal de una muerte exige el mantenimiento de la
cadena de custodia de todo elemento de prueba forense . Ello consiste en
llevar un registro escrito preciso, complementado, según corresponda, por
fotografías y demás elementos gráficos para documentar la historia del
elemento de prueba a medida que pasa por las manos de diversos
investigadores encargados del caso. La Corte recuerda que las
investigaciones de los hechos de ambas redadas policiales de octubre de
1994 y mayo de 1995 en la Favela Nova Brasilia comenzaron con el
levantamiento de "autos de resistencia al arresto” para registrar las
muertes de las personas que habían perdido la vida durante la redada
(supra párrs. 120 y 131). Si bien esos hechos se encuentran fuera de la
competencia temporal de la Corte, el efecto que tuvieron los "autos de
resistencia al arresto” impactó toda la investigación, con consecuencias
que subsistieron a lo largo del tiempo y que fueron determinantes para la
falta de debida diligencia en las investigaciones. La Corte nota que, en el
presente caso, las investigaciones por las muertes ocurridas en ambas
redadas comenzaron con la presunción de que los agentes de policía se
encontraban en cumplimiento de la ley, y que las muertes habrían sido
resultado de los enfrentamientos que habrían ocurrido durante las
redadas. Además, las líneas de investigación estuvieron dirigidas a
determinar la responsabilidad de las personas que habían sido ejecutadas,
enfocándose en determinar si contaban con antecedentes penales o si
serían responsables de agredir o atentar contra la vida de los agentes de
policía, lo que coincide con el contexto en el cual ocurrieron los hechos
(supra párrs. 102 a 110) y la impunidad en ese tipo de casos. Esta tendencia
en las investigaciones trajo como consecuencia la consideración de que las
personas ejecutadas habrían incurrido en actividades delictivas que
colocaron a los agentes de policía en la necesidad de defenderse y, en este
caso, disparar contra ellos. Esta noción rigió la dinámica de las
investigaciones hasta el final, provocando que existiera una revictimización
contra las personas ejecutadas y contra sus familiares, y que las
circunstancias de las muertes no fueran esclarecidas. El registro de las
ejecuciones como "resistencias al arresto” tenía un claro efecto en las
investigaciones, en la gravedad con que se asumían los hechos y en la
importancia que se concedía a la identificación y sanción de los
responsables. A continuación la Corte evaluará como esa situación generó
un impacto en las investigaciones seguidas en relación con los hechos ya
reconocidos por el Estado (supra párr. 101). Corte IDH. Caso Acosta y otros
Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.

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Sentencia de 25 de marzo de 2017. Serie C No. 334. En la investigación de
la muerte violenta de una persona, es crucial la importancia que tienen las
primeras etapas de la investigación y el impacto negativo que las
omisiones e irregularidades en tales etapas puede tener en las perspectivas
reales y efectivas de esclarecer el hecho . En este sentido, este Tribunal ha
especificado los principios rectores que son precisos observar en una
investigación cuando se está frente a una muerte violenta, tal como lo fue
el homicidio del señor Francisco García Valle. Respecto de lo alegado por el
Estado, en varios casos este Tribunal ha considerado que tales principios
deben ser observados por las autoridades respectivas independientemente
de que la muerte violenta sea calificable como una "ejecución
extrajudicial”, que no es lo que se analiza en el presente caso . Para que una
investigación sea efectiva en los términos de la Convención, debe llevarse a
cabo con la debida diligencia, la cual exige que el órgano que investiga
lleve a cabo todas aquellas actuaciones y averiguaciones necesarias para
procurar el resultado que se persigue. Es decir que debe sustanciarse por
todos los medios legales disponibles y estar orientada a la determinación
de la verdad . En este caso, es claro que las autoridades policiales y
judiciales realizaron diligencias necesarias, relevantes y efectivas para
investigar las causas y circunstancias del homicidio del señor García Valle,
según ha sido establecido. Sin embargo, según lo alegado, el problema
habría estado en la falta de investigación diligente del móvil del homicidio
en relación con las actividades de defensa de derechos humanos por parte
de su esposa, la señora Acosta, frente a personas cuyos intereses podían
verse perjudicados por ello, particularmente tres personas señaladas por
ella como posibles autores intelectuales y un autor material más del
homicidio. La Corte reitera que la defensa de los derechos humanos sólo
puede ejercerse libremente cuando las personas que la realizan no son
víctimas de amenazas o de cualquier tipo de agresiones físicas, psíquicas o
morales u otros actos de hostigamiento . Para garantizar las condiciones
fácticas en las cuales los defensores puedan desarrollar libremente su
función, los Estados deben facilitar los medios necesarios para que puedan
ser protegidos si se encuentran amenazados o en situación de riesgo o
denuncian violaciones a derechos humanos, así como investigar seria y
eficazmente las violaciones cometidas en su contra, combatiendo la
impunidad . Ciertamente la obligación de investigar es de medio o
comportamiento, por lo que no necesariamente es incumplida por el solo
hecho de que la investigación no produzca un resultado satisfactorio. Por
ello, las diligencias realizadas para la investigación de los hechos deben ser
valoradas en su conjunto y, si bien no compete a la Corte, en principio,
resolver la procedencia de las medidas de investigación ni determinar las
hipótesis de autoría manejadas durante la misma , en este caso la debida
diligencia debe evaluarse en relación con la necesidad de determinar la
veracidad de las versiones o hipótesis sobre lo ocurrido, particularmente si
las falencias alegadas en relación con el conjunto de las diligencias
efectuadas por las autoridades judiciales, incidieron de manera
determinante en el esclarecimiento de las circunstancias del caso, en una
calificación jurídica de los hechos acorde con lo sucedido o en el resultado
final del proceso . En particular, este caso trata sobre la agresión al entorno
familiar de una defensora de derechos humanos que inclusive había
señalado específicamente a determinadas personas como posibles
interesados en el crimen o beneficiarios del mismo. La Corte considera
que, en casos de atentados contra defensores de derechos humanos, los

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Estados tienen la obligación de asegurar una justicia imparcial, oportuna y
oficiosa, que implique una búsqueda exhaustiva de toda la información
para diseñar y ejecutar una investigación que conduzca al debido análisis
de las hipótesis de autoría, por acción o por omisión, en diferentes niveles,
explorando todas las líneas investigativas pertinentes para identificar a los
autores . Así, ante indicios o alegaciones de que determinado hecho o
delito pudo constituir una represalia por las actividades o labores de un
defensor o defensora de derechos humanos agredido, las autoridades
investigadoras deben tomar en cuenta el contexto de los hechos y tales
actividades para identificar los intereses que podrían haber sido afectados
en el ejercicio de la misma, a efectos de poder establecer líneas de
investigación e hipótesis del delito, así como realizar las diligencias
pertinentes para determinar si esos indicios podrían estar vinculados al
móvil de la agresión . Si bien no corresponde a la Corte determinar la
aplicación o interpretación de tales normas procesales penales del
ordenamiento jurídico entonces vigente en el Estado al caso concreto, lo
cierto es que, de la motivación de la sentencia interlocutoria de
sobreseimiento definitivo, no se desprende la necesidad de dictar
específicamente ese tipo de decisión, ni las razones por las cuales
consideraba que no procedía dictar uno provisional. En este sentido, el
Estado no ha aportado una explicación acerca de la necesidad o de las
razones que justificaban al juez para dictar ese auto a poco más de un mes
de ocurridos los hechos, sin que hubiese agotado las diligencias
investigativas necesarias y pertinentes y las líneas lógicas de investigación,
ni esperado a recibir dictámenes periciales relevantes, además de no haber
procurado soluciones para facilitar la participación de la señora Acosta en
la instructiva. En casos anteriores, la Corte ha considerado que "el sistema
procesal es un medio para realizar la justicia y [que] ésta no puede ser
sacrificada en aras de meras formalidades" y que se presenta una
formalidad sin sentido "cuando se demuestra que los recursos son
rechazados sin llegar al examen de la validez de los mismos, o por razones
fútiles [_] cuyo efecto es el de impedir a ciertos demandantes la utilización
de los recursos internos que, normalmente, estarían al alcance de los
demás" . Si bien los Estados pueden y deben establecer presupuestos y
criterios de admisibilidad de los recursos internos, tales presupuestos
deben atender a razones de seguridad jurídica, para la correcta y funcional
administración de justicia y la efectiva protección de los derechos de las
personas . Así, cualquier norma o medida de orden interno que imponga
costos o dificulte de cualquier otra manera el acceso de los individuos a los
tribunales, y que no esté justificada por las razonables necesidades de la
propia administración de justicia, debe entenderse contraria al artículo 8.1
de la Convención. Este Tribunal ha considerado que los jueces, como
rectores del proceso, tienen el deber de dirigir y encausar el procedimiento
judicial con el fin de no sacrificar la justicia y el debido proceso legal en pro
del formalismo y la impunidad . En este caso, además de imponer una
carga económica a la parte ofendida del delito, la Corte considera que
dicho requisito constituyó una mera formalidad que imposibilitó el acceso
a la justicia de la señora Acosta para cuestionar nada menos que el acto
procesal que, en definitiva, cerró la posibilidad de investigar una hipótesis
sobre la participación de otras personas como determinadores del crimen
de su esposo. El Estado no justificó que la aplicación de esa norma fuera
razonablemente necesaria para la propia administración de justicia. Esto
también fue subrayado por las autoridades internas, pues tanto la Fiscal

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Auxiliar de la RAAS como la Fiscal Auxiliar de Managua alegaron que la
apelación estuvo "mal denegada tanto de hecho como de derecho", que
estaba "fuera de toda lógica jurídica" y que denotaba una "clara intención
del juez de negar a toda costa el derecho de recurrir de apelación a pesar
de que era de su alcance otras formas legales de actuar" (supra párrs. 80 y
100). Así, las actuaciones irregulares no fueron, en definitiva, corregidas o
subsanadas posteriormente por las instancias superiores. Los incidentes de
nulidad y recusaciones no surtieron efecto alguno o no recibieron
respuestas específicas de parte de las instancias superiores y el control
disciplinario no fue efectivo. Ciertamente es posible considerar que, más
allá de su posible ilegalidad, la prematura decisión de sobreseimiento
definitivo de 13 de mayo de 2002 fue el resultado o culminación de una
serie de actos y omisiones tendientes a no investigar diligentemente la
hipótesis del móvil del homicidio como represalia de las actividades de la
señora Acosta; a obstaculizar su participación durante la fase de
instrucción y a procurar la impunidad parcial de los hechos, pues implicó
que, con posterioridad a esa decisión, no se tomaran en cuenta otras
pruebas particularmente relevantes surgidas y que vinculaban a las
personas señaladas como autores intelectuales con el homicidio. Tal
decisión, sostenida incluso mediante sentencia de última instancia de la
Corte Suprema de Justicia, procuró cerrar a nivel interno la posibilidad
concreta de subsanar irregularidades detectadas y de perseguir
penalmente a personas respecto de quienes pesan indicios contundentes
de participación en el homicidio del señor García Valle. En este sentido, la
responsabilidad del Estado ha quedado establecida. [e]n el marco de un
procedimiento penal, especialmente cuando se trata de la investigación y
persecución de ilícitos atribuibles a las fuerzas de seguridad del Estado,
surge una eventual colisión de intereses entre la necesidad de proteger el
secreto de Estado, por un lado, y las obligaciones del Estado de proteger a
las personas de los actos ilícitos cometidos por sus agentes públicos y la de
investigar, juzgar y sancionar a los responsables de los mismos, por el otro
lado. [_L]os poderes públicos no pueden escudarse tras el manto protector
del secreto de Estado para evitar o dificultar la investigación de ilícitos
atribuidos a los miembros de sus propios órganos. En casos de violaciones
de derechos humanos, cuando los órganos judiciales están tratando de
esclarecer los hechos y juzgar y sancionar a los responsables de tales
violaciones, el ampararse en el secreto de Estado para entregar
información requerida por la autoridad judicial puede ser considerado
como un intento de privilegiar la "clandestinidad del Ejecutivo" y perpetuar
la impunidad. Asimismo, cuando se trata de la investigación de un hecho
punible, la decisión de calificar como secreta la información y de negar su
entrega jamás puede depender exclusivamente de un órgano estatal a
cuyos miembros se les atribuye la comisión del hecho ilícito. "No se trata
pues de negar que el Gobierno deba seguir siendo depositario de los
secretos de Estado, sino de afirmar que en materia tan trascendente, su
actuación debe estar sometida a los controles de los otros poderes del
Estado o de un órgano que garantice el respeto al principio de división de
los poderes^". De esta manera, lo que resulta incompatible con un Estado
de Derecho y una tutela judicial efectiva "no es que haya secretos, sino
estos secretos escapen de la ley, esto es, que el poder tenga ámbitos en los
que no es responsable porque no están regulados jurídicamente y que por
tanto están al margen de todo sistema de control. Esta negativa del
Ministerio de la Defensa Nacional de aportar todos los documentos

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requeridos por los tribunales, amparándose en el secreto de Estado,
constituye una obstrucción a la justicia. A la luz de lo anterior, este Tribunal
considera que el Estado, para garantizar un debido proceso, debe facilitar
todos los medios necesarios para proteger a los operadores de justicia,
investigadores, testigos y familiares de las víctimas de hostigamientos y
amenazas que tengan como finalidad entorpecer el proceso y evitar el
esclarecimiento de los hechos y encubrir a los responsables de los mismos.
En el mismo sentido: Caso de las Comunidades Afrodescendientes
Desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica (Operación Génesis) Vs.
Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de noviembre de 2013. Serie C No. 270, párr. 376; Caso
Gutiérrez y Familia Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C No. 271, párr. 118. Corte
IDH. Caso de la Masacre de La Rochela Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No. 163. Sobre los
obstáculos a la administración de justicia relacionados con el impedimento
de capturas o la no efectiva realización de las mismas, la Corte ha dicho
que el retardo en hacer efectivas las órdenes de captura ya dictadas
contribuye a perpetuar los actos de violencia e intimidación contra testigos
y fiscales vinculados al esclarecimiento de los hechos, más aún cuando del
expediente surge que los sobrevivientes y algunos familiares y testigos
fueron hostigados y amenazados, e incluso algunos tuvieron que salir del
país. Corte IDH. Caso Gomes Lund y otros ("Guerrilha do Araguaia") Vs.
Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219. A criterio de este Tribunal, el
Estado no puede ampararse en la falta de prueba de la existencia de los
documentos solicitados sino que, por el contrario, debe fundamentar la
negativa a proveerlos, demostrando que ha adoptado todas las medidas a
su alcance para comprobar que, efectivamente, la información solicitada
no existía. Resulta esencial que, para garantizar el derecho a la
información, los poderes públicos actúen de buena fe y realicen
diligentemente las acciones necesarias para asegurar la efectividad de ese
derecho, especialmente cuando se trata de conocer la verdad de lo
ocurrido en casos de violaciones graves de derechos humanos como las
desapariciones forzadas y la ejecución extrajudicial del presente caso.
Alegar ante un requerimiento judicial, como el aquí analizado, la falta de
prueba sobre la existencia de cierta información, sin haber indicado, al
menos, cuáles fueron las diligencias que realizó para confirmar o no su
existencia, posibilita la actuación discrecional y arbitraria del Estado de
facilitar o no determinada información, generando con ello inseguridad
jurídica respecto al ejercicio de ese derecho. Cabe destacar que el Primer
Juzgado Federal ordenó a la Unión el 30 de junio de 2003 la entrega de los
documentos en un plazo de 120 días, pese a lo cual pasaron seis años, en
los que la Unión interpuso varios recursos, hasta que la misma se hizo
efectiva lo que resultó en la indefensión de los familiares de las víctimas y
afectó su derecho de recibir información, así como su derecho a conocer la
verdad de lo ocurrido. Con fundamento en las consideraciones
precedentes, la Corte concluye que el Estado violó el derecho a buscar y a
recibir información consagrado en el artículo 13 de la Convención
Americana en relación con los artículos 1.1, 8.1 y 25 de la misma, en
perjuicio de [_]Corte IDH. Caso Masacres de El Mozote y lugares aledaños
Vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de octubre
de 2012. Serie C No. 252. Al respecto, los peritos Mercedes Doretti, Luis

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Fondebrider y Silvana Turner del Equipo Argentino de Antropología
Forense señalaron que los mayores obstáculos al trabajo forense se
produjeron durante el año 1991 y 1992, período en el cual se observó una
obstaculización deliberada en el nombramiento cuando en El Salvador se
carecía de especialistas en el área de arqueología y antropología forense.
Posteriormente, luego de tres meses de espera en el país y a petición de
comunidades locales y Tutela Legal, entre otros, dos miembros del Equipo
Argentino de Antropología Forense fueron nombrados por el Juez
actuante pero sin fecha de inicio de las exhumaciones. Finalmente, el
Equipo Argentino de Antropología Forense abandonó el país en espera de
la resolución del caso . Al respecto, la perito Tal Linda Ileen Simmons
expresó que el hecho que las primeras exhumaciones se iniciaran 11 años
después de los hechos, por la obstaculización del Gobierno de El Salvador,
tuvo repercusiones directas en el estado tanto de los restos humanos como
de las pruebas conexas encontradas por el Equipo Argentino de
Antropología Forense en estos casos, y en las posibilidades de determinar
la identidad de los restos exhumados . Por ende, esta Corte considera que
el Estado dilató y obstaculizó el inicio de los trabajo de exhumación, lo cual
se vincula tanto con la recaudación de la prueba como con la posibilidad de
entregar los restos a los familiares a fin de que éstos puedan cerrar su
proceso de duelo. La Corte reitera que el paso del tiempo guarda una
relación directamente proporcional con la limitación -y en algunos casos, la
imposibilidad- para obtener las pruebas y/o testimonios, dificultando la
práctica de diligencias probatorias a fin de esclarecer los hechos materia de
investigación, identificar a los posibles autores y partícipes, y determinar
las eventuales responsabilidades penales. Corte IDH. Caso Gudiel Álvarez y
otros ("Diario Militar") Vs. Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 noviembre de 2012. Serie C No. 253. En virtud de todas
las consideraciones anteriores, el Tribunal concluye que, en el presente
caso, las autoridades militares no han aportado de forma debida y
oportuna información pertinente para esclarecer los hechos. La Corte
destaca que las autoridades estatales están obligadas a colaborar en la
recaudación de la prueba para alcanzar los objetivos de una investigación y
abstenerse de realizar actos que impliquen obstrucciones para la marcha
del proceso investigativo. Del mismo modo, resulta esencial que los
órganos a cargo de las investigaciones estén dotados, formal y
sustancialmente, de las facultades y garantías adecuadas y necesarias para
acceder a la documentación e información pertinente para investigar los
hechos denunciados y obtener indicios o evidencias de la ubicación de las
víctimas. Asimismo, es fundamental que las autoridades a cargo de la
investigación puedan tener pleno acceso a la documentación en manos del
Estado. Este Tribunal estima que las constantes negativas de información
del Ministerio de la Defensa han impedido la identificación de las personas
que formaron parte de la planeación y ejecución de las operaciones
registradas en el Diario Militar, así como la eventual obtención de
información sobre dichas personas para esclarecer los hechos y dar con el
paradero de las víctimas. Al respecto, la Corte recuerda que la obligación
de investigar, juzgar y sancionar, en su caso, a los responsables es una
obligación que corresponde al Estado como un todo, lo cual implica que
toda autoridad estatal debe cooperar, apoyar o coadyuvar, en el ámbito de
su competencia, a la debida investigación de los hechos, de conformidad
con las obligaciones derivadas de los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención
Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma. Corte IDH. Caso

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Hermanos Landaeta Mejías y otros Vs. Venezuela. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de agosto de
2014. Serie C No. 281. La Corte ha establecido en su constante
jurisprudencia que dentro de las medidas positivas que un Estado debe
adoptar para garantizar los derechos reconocidos en la Convención se
encuentra la obligación de investigar violaciones de derechos humanos. El
cumplimiento de esta obligación consiste no sólo en prevenir sino también
investigar las violaciones de derechos reconocidos en ese instrumento, así
como procurar el restablecimiento, si es posible, del derecho conculcado y,
en su caso, la reparación de los daños producidos por las violaciones a los
derechos humanos . Asimismo, la Corte ha señalado que para que la
investigación sea efectiva en los términos de la Convención, debe llevarse a
cabo con la debida diligencia, la cual exige que el órgano que investiga
lleve a cabo todas aquellas actuaciones y averiguaciones necesarias para
procurar el resultado que se persigue . Es decir que debe sustanciarse "por
todos los medios legales disponibles y [estar] orientada a la determinación
de la verdad”. Este deber involucra a toda institución estatal , tanto judicial
como no judicial, por lo que la debida diligencia se extiende también a los
órganos no judiciales a los que corresponda la investigación previa al
proceso, realizada para determinar las circunstancias de una muerte y la
existencia de suficientes indicios para interponer una acción penal. Sin el
cumplimiento de estas exigencias, el "Estado no podrá posteriormente
ejercer de manera efectiva y eficiente su facultad acusatoria y los
tribunales no podrán llevar a cabo el proceso judicial que este tipo de
violaciones requiere”. En el mismo sentido: Caso García Ibarra y otros Ks.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2015. Serie C No. 306, párr. 135. La
Corte constata que a pesar de los indicios demostrados que indicaron una
interrelación entre ambas muertes, la puesta en conocimiento de las
autoridades sobre las presuntas amenazas, hostigamientos y sobre la
situación de riesgo de Eduardo Landaeta, sumado al hecho de que la
Fiscalía Novena del Ministerio Público fue la encargada de ambos casos
durante un periodo de tiempo, las autoridades no realizaron
investigaciones del conjunto de estos hechos ni realizaron una
averiguación tendiente a comprobar dichos vínculos. Al respecto, este
Tribunal ha establecido que "[l]a investigación con debida diligencia exige
tomar en cuenta lo ocurrido en otros homicidios y establecer algún tipo de
relación entre ellos. Ello debe ser impulsado de oficio, sin que sean las
víctimas y sus familiares quienes tengan la carga de asumir tal iniciativa”.
Con base en lo señalado, la Corte considera que las investigaciones
aisladas que se efectuaron no contribuyeron con el esclarecimiento de los
hechos ni, en su caso, con la determinación de responsabilidades. En este
sentido, este Tribunal estima que el Estado al no investigar ambas muertes
de manera conjunta no agotó todas las posibles líneas de investigación que
permitieran el esclarecimiento de los hechos. Corte IDH. Caso Defensor de
Derechos Humanos y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de 2014. Serie C
No. 283. La Corte ha establecido que, en aras de garantizar su efectividad,
en la investigación de violaciones a los derechos humanos se debe evitar
omisiones en la recaudación de prueba y en el seguimiento de líneas
lógicas de investigación . Al respecto, la Corte ha precisado que, cuando los
hechos se refieren a la muerte violenta de una persona, la investigación
iniciada debe ser conducida de tal forma que pudiese garantizar el debido

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análisis de las hipótesis de autoría surgidas a raíz de la misma . En este
punto, cabe recordar que no corresponde a la Corte analizar las hipótesis
de autoría manejadas durante la investigación de los hechos y en
consecuencia determinar responsabilidades individuales, cuya definición
compete a los tribunales penales internos, sino evaluar las acciones u
omisiones de agentes estatales, según la prueba presentada por las partes
. De igual modo, no compete a la Corte sustituir a la jurisdicción interna
estableciendo las modalidades específicas de investigación y juzgamiento
en un caso concreto para obtener un mejor o más eficaz resultado, sino
constatar si en los pasos efectivamente dados a nivel interno se violaron o
no obligaciones iñte^ñacioñales del Estado derivadas de los artículos 8 y 25
de la Coñveñcióñ Americana . La Corte recuerda que la falta de diligencia
tiene como consecuencia que conforme el tiempo vaya transcurriendo, se
afecte indebidamente la posibilidad de obtener y presentar pruebas
pertinentes que permitan esclarecer los hechos y determinar las
responsabilidades que correspondan, con lo cual el Estado contribuye a la
impunidad .
Protección de intervinientes en el proceso. Corte IDH. Caso Myrna Mack
Chang Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25
de noviembre de 2003. Serie C No. 101. Esta Corte considera que los
hechos descritos contra la familia de la víctima, el personal de la Fundación
Myrna Mack y el personal de AVANCSO teñíañ como propósito, como ya
se dijo respecto a los operadores de justicia, investigadores policiales y
testigos, atemorizarlos para que desistieran de sus propósitos de hacer
investigar los hechos del presente caso, identificar y sañcioñar a todos los
responsables de la muerte extrajudicial de Myrna Mack Chang. A la luz de
lo anterior, este Tribunal considera que el Estado, para garantizar un
debido proceso, debe facilitar todos los medios necesarios para proteger
a los operadores de justicia, investigadores, testigos y familiares de las
víctimas de hostigamientos y amenazas que tengan como finalidad
entorpecer el proceso y evitar el esclarecimiento de los hechos y encubrir
a los responsables de los mismos. En el mismo sentido: Caso de la
Masacre de La Rochela Ks. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No. 163, párr.171; Caso Gelman
Ks. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011
Serie C No.221, párr. 255; Caso de las comunidades afrodescendientes
desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica (Operación Génesis) Ks.
Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de noviembre de 2013. Serie CNo. 270, párr.376. Corte
IDH. Caso de la Masacre de La Rochela Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No. 163. La Corte ha
constatado, a través del acervo probatorio, que durante las investigaciones
por los hechos de este caso se presentaron amenazas contra jueces,
testigos y familiares de las víctimas. Estas amenazas han afectado la
efectividad de los procesos. Tal como fue indicado (supra párr. 158) el
actuar con debida diligencia en las investigaciones implicaba tomar en
cuenta los patrones de actuaciones de la compleja estructura de personas
que cometió la masacre, ya que esta estructura permanece con
posterioridad a la comisión del crimen y, precisamente para procurar su
impunidad, opera utilizando las amenazas para causar temor en quienes
investigan y en quienes podrían ser testigos o tener un interés en la
búsqueda de la verdad, como es el caso de los familiares de las víctimas. El
Estado debía haber adoptado las medidas suficientes de protección e

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investigación frente a ese tipo de intimidaciones y amenazas. En dicho
contexto se produjeron amenazas contra uno de los paramilitares que
contribuyó al esclarecimiento de los hechos. Asimismo, las amenazas
contra eventuales testigos fueron persistentes. En un informe emitido por
el Grupo de Derechos Humanos del Cuerpo Técnico de Investigación se
señaló que posibles testigos estaban "amenazados de muerte por los
grupos paramilitares si llega[ba]ñ a hablar con los organismos de seguridad
del Estado". Además, algunos de los familiares de las víctimas que
rindieron testimonio en el proceso ante la Corte, expresaron el temor que
padecen o han padecido con ocasión de los hechos y manifestaron haber
sido objeto de amenazas y hostigamiento tanto en la época en la que
ocurrieron los hechos como en los últimos años durante el trámite del caso
ante el Sistema Interamericano. Resulta relevante resaltar que un hijo de
una víctima fallecida y quien posteriormente se desempeñó como fiscal de
la Unidad Nacional de Derechos Humanos, tuvo que salir al exilio en dos
ocasiones por las amenazas de muerte contra él y su familia, tal como
declaró ante esta Corte. La Corte considera que el patrón de violencia y
amenazas contra fuñcioñarios judiciales, familiares de víctimas y testigos
que se produjo en el presente caso tuvo un efecto amedrentador e
intimidante para que desistieran de colaborar en la búsqueda de la verdad
y, consecuentemente, obstruir el avance del proceso. Ello se ve agravado
porque no se adoptaron medidas de seguridad para algunos de los
funcionarios, familiares de víctimas y testigos amenazados, ni se acreditó
investigación o sanción alguna en relación con dichos actos de
hostigamiento y violencia, lo cual profundiza el contexto de intimidación e
indefensión frente a la actuación de los grupos paramilitares y agentes
estatales. Esta situación afectó el adecuado ejercicio de la función judicial y
el funcionamiento de la administración de justicia, de acuerdo con la
obligación de garantía establecida en el artículo 1.1 de la Convención.
Además, el hecho de que no hayan sido sancionados todos los
responsables de los hechos genera que ese amedrentamiento sea
permanente y que, en alguna medida, explique la grave negligencia en el
impulso de la investigación. Corte IDH. Caso Kawas Fernández Vs.
Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de abril de 2009.
Serie C No. 196. Además de la evidente negligencia en el impulso de la
investigación, como ya se dijo, la Corte ha constatado, a través del acervo
probatorio, que algunos testigos han sido amenazados (supra párrs. 59 a
61 y 64) y otras personas fueron coaccionadas a declarar en falso, y que
esto ha tenido un efecto amedrentador e intimidante en quienes
investigan y en quienes podrían ser testigos, afectando seriamente la
efectividad de la investigación. A solicitud de los representantes, este
Tribunal tuvo que intervenir, mediante la adopción de medidas
provisionales, ante el recrudecimiento de las amenazas a un testigo, lo que
indica que a la fecha, 14 años después de ocurridos los hechos, el riesgo no
ha cesado. El que no hayan sido sancionados los responsables de tales
actos genera que ese efecto intimidante sea permanente. En el mismo
sentido: Caso Luna López Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 10 de octubre de 2013. Serie C No. 269128, párr.173. Corte
IDH. Caso de la Masacre de Las Dos Erres Vs. Guatemala. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre
de 2009. Serie C No. 211. Aunado a lo anterior, la Corte considera que las
amenazas e intimidaciones sufridas por algunos de los testigos que han
rendido sus declaraciones en el proceso interno no pueden verse

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aisladamente, sino que se deben considerar en el marco de
obstaculizaciones de la investigación del caso. Por ende, tales hechos se
convierten en otro medio para perpetuar la impunidad en el presente caso
e impedir que se conozca la verdad de lo ocurrido. Corte IDH. Caso
Defensor de Derechos Humanos y otros Vs. Guatemala. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de
2014. Serie C No. 283. La Corte recuerda que el Estado, para garantizar un
debido proceso, debe facilitar todos los medios necesarios para proteger a
los operadores de justicia, investigadores, testigos y familiares de las
víctimas de hostigamientos y amenazas que tengan como finalidad
entorpecer el proceso, evitar el esclarecimiento de los hechos y encubrir a
los responsables de los mismos , pues de lo contrario eso tendría un efecto
amedrentador e intimidante en quienes investigan y en quienes podrían
ser testigos, afectando seriamente la efectividad de la investigación. En
efecto, las amenazas e intimidaciones sufridas por testigos en el proceso
interno no pueden verse aisladamente, sino que se deben considerar en el
marco de obstaculizaciones de la investigación del caso. Por ende, tales
hechos se convierten en otro medio para perpetuar la impunidad e impedir
que se conozca la verdad de lo ocurrido. De igual modo, es criterio de la
Corte que para que una investigación sea efectiva, las personas encargadas
de la misma deben de ser independientes, tanto jerárquica e
institucionalmente como en la práctica, de aquellas personas implicadas en
los hechos que se investigan. En el mismo sentido: Caso Comunidad
Campesina de Santa Bárbara Ks. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C No.
299, párr.238; Caso Quispialaya Kilcapoma Ks. Perú. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
noviembre de 2015. Serie C No. 308, párr. 195; Caso Miembros de la Aldea
Chichupac y comunidades vecinas del Municipio de Rabinal Ks.
Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de noviembre de 2016. Serie C No. 328, párr.224. En
definitiva, del expediente se evidencian una serie de indicios que permiten
a la Corte concluir que en el presente caso testigos y declarantes temieron
sufrir las consecuencias de cualquier información que pudieran dar, sin que
conste que el Estado haya facilitado los medios necesarios de protección
una vez que tomó conocimiento de estos hechos, a fin de garantizar la
seguridad a los investigadores, testigos y familiares de las víctimas en la
investigación, en específico, aun cuando al menos en una oportunidad se
solicitó expresamente protección a un testigo. La manera en que dicha
situación permeó en los testigos y declarantes implicó que algunos de ellos
no proporcionaran a los investigadores información en relación al hecho,
afectando la efectividad de la investigación, y contribuyendo a la
impunidad en que hasta hoy y por casi 10 años se mantiene el presente
caso.
Derecho a un tribunal independiente, imparcial y competente.
Juez natural y competencia. Aspectos generales. Corte IDH. Caso Apitz
Barbera y otros ("Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs.
Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182. El artículo 8.1 de la
Convención garantiza el derecho a ser juzgado por "un tribunal
competente [_] establecido con anterioridad a la ley". Esto implica que las
personas "tienen derecho a ser juzgadas por tribunales de justicia
ordinarios con arreglo a procedimientos legalmente establecidos", razón

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por la cual el Estado no debe crear tribunales que no apliquen normas
procesales debidamente establecidas para sustituir la jurisdicción que
corresponda normalmente a los tribunales ordinarios. Con esto se busca
evitar que las personas sean juzgadas por tribunales especiales, creados
para el caso, o ad hoc. Corte IDH. Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2009.
Serie C No. 206. Este Tribunal estima necesario formular algunas
consideraciones acerca del fuero, la conexidad y el juez natural, que vienen
al caso para la materia de esta sentencia. El fuero ha sido establecido para
proteger la integridad de la función estatal que compete a las personas a
las que alcanza esta forma de inmunidad y evitar, así, que se altere el
normal desarrollo de la función pública. No constituye un derecho personal
de los funcionarios. Sirve al interés público. Entendido en esos términos, el
fuero persigue un fin compatible con la Convención. Por su parte, la
conexidad busca el fin, convencionalmente aceptable, de que un mismo
juez conozca diversos casos cuando existen elementos que los vinculen
entre sí. De esta forma, se evita incurrir en contradicciones y se garantiza la
unidad de las decisiones y la economía procesal. El artículo 8.1 de la
Convención garantiza el derecho a ser juzgado por "un tribunal
competente [_] establecido con anterioridad a la ley", disposición que se
relaciona con el concepto de juez natural, una de las garantías del debido
proceso, a las que inclusive se ha reconocido, por cierto sector de la
doctrina, como un presupuesto de aquél. Esto implica que las personas
tienen derecho a ser juzgadas, en general, por tribunales ordinarios, con
arreglo a procedimientos legalmente establecidos. El juez natural deriva su
existencia y competencia de la ley, la cual ha sido definida por la Corte
como la "norma jurídica de carácter general, ceñida al bien común,
emanada de los órganos legislativos constitucionalmente previstos y
democráticamente elegidos, y elaborada según el procedimiento
establecido por las constituciones de los Estados Partes para la formación
de las leyes". Consecuentemente, en un Estado de Derecho sólo el Poder
Legislativo puede regular, a través de leyes, la competencia de los
juzgadores. Ahora bien, el fuero no necesariamente entra en colisión con el
derecho al juez natural, si aquél se halla expresamente establecido y
definido por el Poder Legislativo y atiende a una finalidad legítima, como
antes se manifestó. De esta forma, no sólo se respeta el derecho en
cuestión sino que el juez de fuero se convierte en el juez natural del
aforado. Si, por el contrario, la ley no consagra el fuero y éste es
establecido por el Ejecutivo o por el propio Poder Judicial, distrayéndose
así al individuo del tribunal que la ley consagra como su juez natural, se
vería vulnerado el derecho a ser juzgado por un juez competente. Del
mismo modo, si la conexidad está expresamente reglada en la ley, el juez
natural de una persona será aquél al que la ley atribuya competencia en las
causas conexas. Si la conexidad no está reglada por la ley, sería violatorio
distraer al individuo del juez originalmente llamado a conocer el caso. En el
presente caso, el señor Barreto Leiva no gozaba de ningún tipo de fuero,
por lo que, en principio, le correspondía ser juzgado por un juez penal
ordinario de primera instancia. Los congresistas coacusados con la víctima
debían ser juzgados por el TSSPP (supra párr. 70). Finalmente, el tribunal
competente para el Presidente de la República era la CSJ (supra párr. 69).
Todos estos tribunales fueron establecidos por la ley venezolana con
anterioridad a los hechos sujetos a juicio. Corresponde a la ley establecer
las reglas para la operación de la conexidad, definiendo a qué tribunal

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compete conocer de las causas conexas. No existe una ley especial -tal y
como afirma la Comisión- que establezca que si el Presidente de la
República es coacusado junto con un particular sin fuero por un ilícito
penado por la Ley de patrimonio público, la causa deba ser conocida por el
tribunal del fuero del Presidente. Sin embargo, esto no impide que se
aplique el principio general, recogido en la ley venezolana, de que un solo
tribunal conozca de los asuntos conexos, acumulando competencia sobre
todos ellos. En la especie, esto llevaría a dos supuestos posibles: que el
Presidente sea juzgado por el tribunal competente para juzgar al individuo
sin fuero, o viceversa. Lógicamente, el primer supuesto es inadmisible, ya
que no atiende a los fines que justifican la institución del fuero. El segundo
supuesto respeta tanto el principio de conexidad, como el interés público
que el fuero garantiza. Así lo entendió la CSJ en el presente caso (supra
párr. 73), y esta Corte no encuentra motivo suficiente para apartarse del
criterio sustentado por el más alto tribunal venezolano. Por todo ello, la
Corte declara que el Estado no violó el derecho a ser juzgado por un juez
competente, reconocido en el artículo 8.1 de la Convención. Restricción al
fuero militar. Corte IDH. Caso Loayza Tamayo Vs. Perú. Fondo. Sentencia
de 17 de septiembre de 1997. Serie C No. 33. EEn primer término, al aplicar
los Decretos-Leyes N° 25.659 (delito de traición a la patria) y N° 25.475
(delito de terrorismo) expedidos por el Estado, la jurisdicción militar del
Perú violó el artículo 8.1 de la Convención, en lo que concierne a la
exigencia de juez competente. En efecto, al dictar sentencia firme
absolutoria por el delito de traición a la patria del cual fue acusada la
señora María Elena Loayza Tamayo, la jurisdicción militar carecía de
competencia para mantenerla en detención y menos aún para declarar, en
el fallo absolutorio de última instancia, que “existiendo evidencia de la
comisión del delito de terrorismo dispone remitir los actuados pertinentes
al Fuero Común y poner a disposición de la Autoridad competente a la
referida denunciada". Con esta conducta los tribunales castrenses
actuando ultra vires usurparon jurisdicción e invadieron facultades de los
organismos judiciales ordinarios, ya que según el mencionado Decreto-Ley
N° 25.475 (delito de terrorismo), correspondía a la Policía Nacional y al
Ministerio Público la investigación de ese ilícito y a los jueces ordinarios el
conocimiento del mismo. Por otra parte, dichas autoridades judiciales
comunes eran las únicas que tenían la facultad de ordenar la detención y
decretar la prisión preventiva de los acusados. Como se desprende de lo
anterior, los referidos Decretos-Leyes N° 25.659 (delito de traición a la
patria) y N° 25.475 (delito de terrorismo) dividieron la competencia entre
los tribunales castrenses y los ordinarios y atribuyeron el conocimiento del
delito de traición a la patria a los primeros y el de terrorismo a los
segundos. EEn segundo término, la señora María Elena Loayza Tamayo fue
enjuiciada y condenada por un procedimiento excepcional en el que,
obviamente, están sensiblemente restringidos los derechos fundamentales
que integran el debido proceso. Estos procesos no alcanzan los estándares
de un juicio justo ya que no se reconoce la presunción de inocencia; se
prohíbe a los procesados contradecir las pruebas y ejercer el control de las
mismas; se limita la facultad del defensor al impedir que éste pueda
libremente comunicarse con su defendido e intervenir con pleno
conocimiento en todas las etapas del proceso. El hecho de que la señora
María Elena Loayza Tamayo haya sido condenada en el fuero ordinario con
fundamento en pruebas supuestamente obtenidas en el procedimiento
militar, no obstante ser éste incompetente, tuvo consecuencias negativas

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en su contra en el fuero común. Corte IDH. Caso Castillo Petruzzi y otros
Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de mayo de 1999.
Serie C No. 52. La Corte advierte que la jurisdicción militar ha sido
establecida por diversas legislaciones con el fin de mantener el orden y la
disciplina dentro de las fuerzas armadas. Inclusive, esta jurisdicción
funcional reserva su aplicación a los militares que hayan incurrido en delito
o falta dentro del ejercicio de sus funciones y bajo ciertas circunstancias.
En este sentido se definía en la propia legislación peruana (artículo 282 de
la Constitución Política de 1979). El traslado de competencias de la justicia
común a la justicia militar y el consiguiente procesamiento de civiles por el
delito de traición a la patria en este fuero, supone excluir al juez natural
para el conocimiento de estas causas. En efecto, la jurisdicción militar no
es la naturalmente aplicable a civiles que carecen de funciones militares y
que por ello no pueden incurrir en conductas contrarias a deberes
funcionales de este carácter. Cuando la justicia militar asume competencia
sobre un asunto que debe conocer la justicia ordinaria, se ve afectado el
derecho al juez natural y, a fortiori, el debido proceso, el cual, a su vez,
encuéntrase íntimamente ligado al propio derecho de acceso a la justicia.
En el mismo sentido: Caso Argüelles y otros Ks. Argentina. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de
noviembre de 2014. Serie C No. 288, párr. 148. Constituye un principio
básico relativo a la independencia de la judicatura que toda persona tiene
derecho a ser juzgada por tribunales de justicia ordinarios con arreglo a
procedimientos legalmente establecidos. El Estado no debe crear
"tribunales que no apliquen normas procesales debidamente establecidas
para sustituir la jurisdicción que corresponda normalmente a los tribunales
ordinarios”. El juez encargado del conocimiento de una causa debe ser
competente, independiente e imparcial de acuerdo con el artículo 8.1 de la
Convención Americana. En el caso en estudio, las propias fuerzas armadas
inmersas en el combate contra los grupos insurgentes, son las encargadas
del juzgamiento de las personas vinculadas a dichos grupos. Este extremo
mina considerablemente la imparcialidad que debe tener el juzgador. Por
otra parte, de conformidad con la Ley Orgánica de la Justicia Militar, el
nombramiento de los miembros del Consejo Supremo de Justicia Militar,
máximo órgano dentro de la justicia castrense, es realizado por el Ministro
del sector pertinente. Los miembros del Consejo Supremo Militar son
quienes, a su vez, determinan los futuros ascensos, incentivos
profesionales y asignación de funciones de sus inferiores. Esta
constatación pone en duda la independencia de los jueces militares. Este
Tribunal ha señalado que las garantías a que tiene derecho toda persona
sometida a proceso, además de ser indispensables deben ser judiciales, "lo
cual implica la intervención de un órgano judicial independiente e
imparcial, apto para determinar la legalidad de las actuaciones que se
cumplan dentro del estado de excepción”. En relación con el presente caso,
la Corte entiende que los tribunales militares que han juzgado a las
supuestas víctimas por los delitos de traición a la patria no satisfacen los
requerimientos inherentes a las garantías de independencia e
imparcialidad establecidas por el artículo 8.1 de la Convención Americana,
como elementos esenciales del debido proceso legal. Corte IDH. Caso Cesti
Hurtado Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 29 de septiembre de 1999. Serie C
No. 561. En cuanto al proceso seguido en contra del señor Cesti Hurtado
ante un órgano de la justicia militar, la Corte observa que dicha persona
tenía, al tiempo en que se abrió y desarrolló ese proceso, el carácter de

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militar en retiro, y por ello no podía ser juzgado por los tribunales militares.
En consecuencia, el juicio al cual fue sometido el señor Cesti Hurtado
constituye una violación al derecho a ser oído por un tribunal competente,
de acuerdo con el artículo 8.1 de la Convención. Corte IDH. Caso Durand y
Ugarte Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000. Serie C No.
68. En un Estado democrático de Derecho la jurisdicción penal militar ha
de tener un alcance restrictivo y excepcional y estar encaminada a la
protección de intereses jurídicos especiales, vinculados con las funciones
que la ley asigna a las fuerzas militares. Así, debe estar excluido del
ámbito de la jurisdicción militar el juzgamiento de civiles y sólo debe
juzgar a militares por la comisión de delitos o faltas que por su propia
naturaleza atenten contra bienes jurídicos propios del orden militar. En el
mismo sentido: Caso Cantoral Benavides Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 18
de agosto de 2000. Serie C No. 69, párr.113; Caso Las Palmeras Vs.
Colombia. Fondo. Sentencia de 6 de diciembre de 2001. Serie C No. 90,
párr.51; Caso 19 Comerciantes Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109; Caso Lori
Berenson Mejía Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25
de noviembre de 2004. Serie C No. 119, párr.126; Caso de la "Masacre de
Mapiripán” Vs. Colombia. Sentencia de 15 de septiembre de 2005. Serie C
No. 134, párr.202; Caso Radilla Pacheco Vs. México. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
Noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 272; Caso Fernández Ortega y
otros. Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de agosto de 2010 Serie C No. 215, párr. 176; Caso
Rosendo Cantú y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010 Serie C No. 216,
párr. 160; Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre
de 2010 Serie C No. 220, párr. 197; Caso Vélez Restrepo y Familiares Vs.
Colombia. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 3 de septiembre de 2012 Serie C No. 248, párr. 240; Caso Nadege
Dorzema y otros Ks. República Dominicana. Fondo Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de octubre de 2012 Serie C No. 251, párr. 187; Caso Osorio
Rivera y Familiares Ks. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2013. Serie C No.
274, párr. 187; Caso Tenorio Roca y otros Ks. Perú. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de
2016. Serie C No. 314, párr. 194. Por lo que respecta a la afirmación sobre la
parcialidad y dependencia de la justicia militar, es razonable considerar que
los funcionarios del fuero militar que actuaron en el proceso encaminado a
investigar los sucesos de El Frontón carecían de la imparcialidad e
independencia requeridas por el artículo 8.1 de la Convención para
investigar los hechos de una manera eficaz y exhaustiva y sancionar a los
responsables por los mismos. Como ha quedado establecido (supra párr.
59.ñ), los tribunales que coñocieroñ los hechos relacionados con dichos
sucesos "constituyen un alto Organismo de los Institutos Armados" y los
militares que integraban dichos tribunales eran, a su vez, miembros de las
fuerzas armadas en servicio activo, requisito para formar parte de los
tribunales militares. Por tanto, estaban incapacitados para rendir un
dictamen independiente e imparcial. Corte IDH. Caso Cantoral Benavides
Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C No. 69. Es
necesario señalar que la jurisdicción militar se establece en diversas

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legislaciones para mantener el orden y la disciplina dentro de las fuerzas
armadas. Por ello, su aplicación se reserva a los militares que hayan
incurrido en delitos o faltas en el ejercicio de sus funciones y bajo ciertas
circunstancias. En ese sentido se regulaba la jurisdicción militar en la
legislación peruana (artículo 282 de la Constitución de 1979). El traslado de
competencias de la justicia común a la justicia militar y el consiguiente
procesamiento de civiles por el delito de traición a la patria en este fuero,
como sucede en el caso, supone excluir al juez natural para el
conocimiento de estas causas. Al respecto, la Corte ha dicho que "[c]uando
la justicia militar asume competencia sobre un asunto que debe conocer la
justicia ordinaria, se ve afectado el derecho al juez natural y, a fortiori, el
debido proceso, el cual, a su vez, encuéntrase íntimamente ligado al propio
derecho de acceso a la justicia"139. En el mismo sentido: Caso Las Palmeras
Ks. Colombia. Fondo. Sentencia de 6 de diciembre de 2001. Serie C No.
90, párr. 52; Caso 19 Comerciantes Ks. Colombia. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109, párr. 167; Caso
Lori Berenson Mejía Ks. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 25 de noviembre de 2004. Serie C No. 119, párr. 141; Caso Palamara
Iribarne Ks. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 143; Caso Almonacid Arellano y
otros Ks. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C No. 154, párr. 131; Caso
La Cantuta Ks. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de
noviembre de 2006. Serie C No. 162, párr. 142; Caso de la Masacre de La
Rochela Ks. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de
de mayo de 2007. Serie C No. 163, párr. 200; Caso Zambrano Kélez y otros
Ks. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de julio de
2007. Serie C No. 166, párr. 66; Caso Tiu Tojín Ks. Guatemala. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2008. Serie C
No. 190, párr. 118; Caso Radilla Pacheco Ks. México. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
Noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 273; Caso Fernández Ortega y
otros. Ks. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de agosto de 2010 Serie C No. 215, párr. 176; Caso
Rosendo Cantú y otra Ks. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010 Serie C No.
216, párr. 160; Caso Cabrera García y Montiel Flores Ks. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de
noviembre de 2010 Serie C No. 220, párr. 197; Caso Osorio Rivera y
Familiares Ks. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2013. Serie C No. 274, párr. 188.
Estima la Corte que los tribunales militares del Estado que han juzgado a la
presunta víctima por el delito de traición a la patria no satisfacen los
requerimientos de independencia e imparcialidad establecidos en el
artículo 8.1 de la Convención. La Corte considera que en un caso como el
presente, la imparcialidad del juzgador resulta afectada por el hecho de
que las fuerzas armadas tengan la doble función de combatir militarmente
a los grupos insurgentes y de juzgar e imponer penas a los miembros de
dichos grupos [_] Corte IDH. Caso 19 Comerciantes Vs. Colombia. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109. En
el presente caso el derecho a un debido proceso debe ser analizado de
acuerdo al objeto y fin de la Convención Americana, cual es la eficaz
protección de la persona humana, es decir, debe hacerse una

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interpretación pro persona. No hay lugar a dudas de que la participación
que pudieran haber tenido los militares investigados al "conoc[er] de las
actividades delictivas de grupos al margen de la Ley, [_] presta[ndoles]
apoyo y cohonesta[ndo] los acontecimientos delictivos" (supra párr. 169)
de la detención, la desaparición y la muerte de los 19 comerciantes, así
como en la sustracción de sus vehículos y mercancías, no tiene una relación
directa con un servicio o tarea militar. Esta Corte considera que la anterior
atribución de competencia de la jurisdicción penal militar para conocer de
los supuestos delitos perpetrados en perjuicio de los 19 comerciantes por
miembros del Ejército, quienes ya estaban siendo investigados por la
jurisdicción penal ordinaria, no respetó los parámetros de excepcionalidad
y el carácter restrictivo que caracteriza a la jurisdicción castrense, ya que
dicha jurisdicción no era competente para conocer de tales hechos, todo lo
cual contravino el principio del juez natural que forma parte del derecho a
un debido proceso y del derecho de acceso a la justicia, consagrados en los
artículos 8.1 y 25 de la Convención Americana. El juzgamiento de los
militares vinculados a la investigación de los delitos cometidos contra los
19 comerciantes por jueces penales militares que carecían de competencia,
el cual culminó con la cesación de procedimiento a su favor, implicó una
violación al principio de juez natural y, consecuentemente, al derecho al
debido proceso y acceso a la justicia, y además conllevó a que no fueran
investigados y sancionados por tribunales competentes los miembros de la
fuerza pública que participaron en los hechos (infra párr. 263). Corte IDH.
Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135. La Corte ha establecido que
toda persona tiene el derecho de ser juzgada por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial. En un Estado democrático de
derecho la jurisdicción penal militar ha de tener un alcance restrictivo y
excepcional y estar encaminada a la protección de intereses jurídicos
especiales, vinculados con las funciones que la ley asigna a las fuerzas
militares. Por ello, sólo se debe juzgar a militares por la comisión de delitos
o faltas que por su propia naturaleza atenten contra bienes jurídicos
propios del orden militar. El derecho a ser juzgado por tribunales de justicia
ordinarios con arreglo a procedimientos legalmente previstos constituye
un principio básico del debido proceso. Por ello, para que se respete el
derecho al juez natural no basta con que este establecido previamente por
la ley cu^l ser^ el tribunal que atenderá una causa y se le otorgue
competencia. En este sentido, las normas penales militares deben
establecer claramente y sin ambigí^edad quienes son militares, úinicos
sujetos activos de los delitos militares, cuales son las conductas delictivas
típicas en el especial ámbito militar, deben determinar la antijuridicidad de
la conducta ilícita a traves de la descripción de la lesión o puesta en peligro
de bienes jurídicos militares gravemente atacados, que justifique el
ejercicio del poder punitivo militar, y especificar la correspondiente
sancicin. Las autoridades que ejercen la jurisdiccicin penal militar, al aplicar
las normas penales militares e imputar el delito a un militar, tambien
deben regirse por el principio de legalidad y, entre otras, constatar la
existencia de todos los elementos constitutivos del tipo penal militar, asi
como la existencia o inexistencia de causales de exclusión del delito. La
Corte estima que en las normas que definen la jurisdicción penal militar en
Chile no se limita el conocimiento de los tribunales militares a los delitos
que por la naturaleza de los bienes jurídicos penales castrenses protegidos
son estrictamente militares y constituyen conductas graves cometidas por

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militares que atentan contra dichos bienes jurídicos. El Tribunal destaca
que esos delitos s^lo pueden ser cometidos por los miembros de las
instituciones castrenses en ocasiein de las particulares funciones de
defensa y seguridad exterior de un Estado. La jurisdicción penal militar en
los Estados democráticos, en tiempos de paz, ha tendido a reducirse e
incluso a desaparecer, por lo cual, en caso de que un Estado lo conserve,
este debe ser mínimo y encontrarse inspirado en los principios y garantías
que rigen el derecho penal moderno. En el mismo sentido: Caso Usón
Ramírez Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2009. Serie CNo. 207, párr.108.
En el presente caso, la amplitud de la jurisdicción penal militar aplicada al
se^or Palamara Iribarne trajo como consecuencia que se juzgara a un
empleado civil a contrata en el fuero castrense por la comisioin, inter alia,
de conductas que atentaban contra los "deberes y el honor militar" o
suponían "insubordinacioin", como lo son los delitos de desobediencia e
incumplimiento de deberes militares, establecidos en el Código de Justicia
Militar, así como delitos que atentan contra el "orden y la seguridad
púiblicos", como lo es el desacato. Claramente las conductas por las que
fue condenado el señor Palamara Iribarne no pusieron en peligro los bienes
jurídicos militares susceptibles de protección penal. Incluso la Corte
entiende que, debido al carácter de ultima ratio que también tiene el
derecho penal en el ámbito castrense, el sometimiento del señor Palamara
Iribarne a los distintos procesos penales no constituía el medio menos
lesivo para que el Estado protegiera los intereses de la Armada. Por otro
lado, además de la amplitud de la jurisdicción penal militar por la definición
de los delitos militares y la remisión a diversas leyes que otorgan
competencia a los tribunales militares, cabe resaltar que en Chile dichos
tribunales pueden conocer numerosos casos, debido a que la calidad del
sujeto activo de los delitos militares es indiferente. El Tribunal ha señalado
que la aplicación de la justicia militar debe estar estrictamente reservada a
militares en servicio activo, al observar en un caso que "al tiempo en que se
abrió y desarrolló [el] proceso [en su contra], [la víctima tenía] el carácter
de militar en retiro, y por ello no podía ser juzgad[a] por los tribunales
militares". Chile, como Estado democrático, debe respetar el alcance
restrictivo y excepcional que tiene la jurisdicción militar y excluir del
ámbito de dicha jurisdicción el juzgamiento de civiles. Los delitos de
desobediencia e incumplimiento de deberes militares tipificados en el
Código de Justicia Militar estipulan que el sujeto activo debe ser un
"militar”. Al respecto, la Corte estima que el señor Palamara Iribarne, al ser
militar en retiro, no revestía la calidad de "militar” necesaria para ser sujeto
activo de dichos delitos imputados, y por ello no se le podían aplicar las
referidas normas penales militares. Además, el Tribunal estima que el
señor Palamara Iribarne, al escribir su libro e iniciar el proceso de
publicación, se encontraba en el legítimo ejercicio de su derecho a expresar
libremente sus opiniones e ideas. El Tribunal considera que Chile no ha
adoptado las medidas necesarias para que el señor Palamara Iribarne fuera
sometido a la justicia ordinaria, dado que al ser civil no reunía la condición
de sujeto activo de un delito militar. La Corte observa que en Chile la
caracterización de una persona como militar resulta una tarea compleja
que requiere de interpretación de diversas normas y reglamentos, lo que
dio cabida a que las autoridades judiciales que las aplicaron realizaran una
interpretación extensiva del concepto de militar para someter al señor
Palamara Iribarne a la jurisdicción militar. La jurisdicción tan extensa que

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tienen los tribunales militares en Chile que les otorga facultades de fallar
causas correspondientes a los tribunales civiles no es acorde con el artículo
8.1 de la Convención Americana. La Corte ha dicho que "[c]uando la justicia
militar asume competencia sobre un asunto que debe conocer la justicia
ordinaria, se ve afectado el derecho al juez natural y, a fortiori, el debido
proceso, el cual, a su vez, encuéntrase íntimamente ligado al propio
derecho de acceso a la justicia”. El juzgamiento de civiles corresponde a la
justicia ordinaria. Por las anteriores consideraciones, la Corte concluye que
el Estado violó el artículo 8.1 de la Convención, en perjuicio del señor
Palamara Iribarne, por haber sido juzgado por tribunales que no tenían
competencia para hacerlo, y ha incumplido la obligación general de
respetar y garantizar los derechos y libertades dispuesta en el artículo 1.1
de la Convención. Asimismo, al contemplar en su ordenamiento interno
normas contrarias al derecho a ser juzgado por un juez competente
protegido en el artículo 8.1 de la Convención, aún vigentes, Chile ha
incumplido la obligación general de adoptar disposiciones de derecho
interno que emana del artículo 2 de la Convención. Corte IDH. Caso La
Cantuta Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de
noviembre de 2006. Serie C No. 162. El Tribunal ha establecido que en un
Estado democrático de derecho la jurisdicción penal militar ha de tener un
alcance restrictivo y excepcional: sólo se debe juzgar a militares por la
comisión de delitos o faltas que por su propia naturaleza atenten contra
bienes jurídicos propios del orden militar. Al respecto, la Corte ha dicho
que "[c]uando la justicia militar asume competencia sobre un asunto que
debe conocer la justicia ordinaria, se ve afectado el derecho al juez natural
y, a fortiori, el debido proceso”, el cual, a su vez, se encuentra íntimamente
ligado al propio derecho de acceso a la justicia. Por estas razones y por la
naturaleza del crimen y el bien jurídico lesionado, la jurisdicción penal
militar no es el fuero competente para investigar y, en su caso, juzgar y
sancionar a los autores de estos hechos. En el mismo sentido: Caso de la
Masacre de La Rochela Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No. 163, párr. 200; Caso
Zambrano Vélez y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 4 de julio de 2007. Serie C No. 166, párr. 66; Caso Vélez
Restrepo y Familiares Vs. Colombia. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de septiembre de 2012 Serie C No.
248, párr. 240; Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana.
Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012 Serie C
No. 251, párr. 187; Caso Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia.
Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones. Sentencia de 30 de
noviembre de 2012. Serie C No. 259, párr. 158; Caso Osorio Rivera y
Familiares Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2013. Serie C No. 274, párr. 188.
La Sala Penal de la Corte Suprema peruana resolvió la contienda de
competencia a favor del fuero militar, que no cumplía con los estándares
de competencia, independencia e imparcialidad expuestos y que condenó
a algunos militares por los hechos del caso, dispuso el sobreseimiento a
favor de otros y dio aplicación a las leyes de amnistía (supra párr. 80.55 e
infra párrs. 188 y 189). En el contexto de impunidad señalado (supra párrs.
81, 92, 93, 110 y 136), sumado a la incompetencia para investigar este tipo
de crímenes en esa jurisdicción, es claro para este Tribunal que la
manipulación de mecanismos legales y constitucionales articulada en los
tres poderes del Estado resultó en la derivación irregular de las

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investigaciones al fuero militar, la cual obstruyó durante varios años las
investigaciones en la justicia ordinaria, que era el fuero competente para
realizar las investigaciones, y pretendió lograr la impunidad de los
responsables. Sin embargo, es necesario valorar que el Estado ha
reconocido, tanto en el proceso ante este Tribunal como en disposiciones y
decisiones de sus tribunales internos, adoptadas en este y "otros casos"
(supra párrs. 41, 42, 44 y 91), la parcialidad con la que actuaron los
magistrados del fuero militar en el juzgamiento de los hechos de La
Cantuta; el inicio del proceso simulado en contra de varias personas, con la
única finalidad de sustraerles de la persecución penal del fuero común y
procurar su impunidad; y las irregularidades presentadas en ese proceso
[_]Las consideraciones anteriores llevan necesariamente a concluir que un
proceso penal adelantado en el fuero común constituía el recurso idóneo
para investigar y en su caso juzgar y sancionar a los responsables de los
hechos del presente caso, por lo que la derivación irregular de las
investigaciones al fuero militar, así como los consecuentes procedimientos
realizados en el mismo respecto de presuntos autores materiales e
intelectuales, constituyen una violación del artículo 8.1 de la Convención,
en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de los familiares de
las víctimas. Corte IDH. Caso Usón Ramírez Vs. Venezuela. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre
de 2009. Serie C No. 207. En este sentido, para que se respete el derecho al
juez natural, el Tribunal ha señalado que no basta con que la ley establezca
previamente cuál será el tribunal que atenderá una causa y que le otorgue
competencia a éste. Dicha ley, al otorgar competencias en el fuero militar y
al determinar las normas penales militares aplicables en dicho fuero, debe
establecer claramente y sin ambigüedad: a) quiénes son militares, únicos
sujetos activos de los delitos militares; b) cuáles son las conductas
delictivas típicas en el especial ámbito militar; c) la conducta ilícita a través
de la descripción de la lesión o puesta en peligro de bienes jurídicos
militares gravemente atacados, que justifique el ejercicio del poder
punitivo militar, y d) la correspondiente sanción, teniendo en cuenta el
principio de proporcionalidad. Las autoridades que ejercen la jurisdicción
penal militar, al aplicar las normas penales militares e imputar a un militar
de un delito, también deben regirse por el principio de legalidad y, entre
otras, constatar la existencia de todos los elementos constitutivos del tipo
penal militar, así como la existencia o inexistencia de causales de exclusión
del delito. Asimismo, esta Corte ha establecido que, tomando en cuenta la
naturaleza del crimen y el bien jurídico lesionado, la jurisdicción penal
militar no es el fuero competente para investigar y, en su caso, juzgar y
sancionar a los autores de violaciones de derechos humanos sino que el
procesamiento de los responsables corresponde siempre a la justicia
ordinaria. En tal sentido, la Corte en múltiples ocasiones ha indicado que
"[c]uando la justicia militar asume competencia sobre un asunto que debe
conocer la justicia ordinaria, se ve afectado el derecho al juez natural y, a
fortiori, el debido proceso"146, el cual, a su vez, se encuentra íntimamente
ligado al propio derecho de acceso a la justicia. El juez encargado del
conocimiento de una causa debe ser competente, además de
independiente e imparcial. En el mismo sentido: Caso Cruz Sánchez y
otros Ks. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de abril de 2015. Serie C No. 292, párr. 398. En
consecuencia, tomando en cuenta la jurisprudencia constante de este
Tribunal (supra párrs. 272 y 273), debe concluirse que si los actos delictivos

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cometidos por una persona que ostente la calidad de militar en activo no
afectan los bienes jurídicos de la esfera castrense, dicha persona debe ser
siempre juzgada por tribunales ordinarios. En este sentido, frente a
situaciones que vulneren derechos humanos de civiles bajo ninguna
circunstancia puede operar la jurisdicción militar. La Corte destaca que
cuando los tribunales militares conocen de actos constitutivos de
violaciones a derechos humanos en contra de civiles ejercen jurisdicción no
solamente respecto del imputado, el cual necesariamente debe ser una
persona con estatus de militar en situación de actividad, sino también
sobre la víctima civil, quien tiene derecho a participar en el proceso penal
no sólo para efectos de la respectiva reparación del daño sino también para
hacer efectivos sus derechos a la verdad y a la justicia (supra párr. 247). En
tal sentido, las víctimas de violaciones a derechos humanos y sus familiares
tienen derecho a que tales violaciones sean conocidas y resueltas por un
tribunal competente, de conformidad con el debido proceso y el acceso a
la justicia. La importancia del sujeto pasivo trasciende la esfera del ámbito
militar, ya que se encuentran involucrados bienes jurídicos propios del
régimen ordinario. En el presente caso, no cabe duda que la detención y
posterior desaparición forzada del señor Rosendo Radilla Pacheco, en las
que participaron agentes militares (supra párr. 150), no guardan relación
con la disciplina castrense. De dichas conductas han resultado afectados
bienes jurídicos tales como la vida, la integridad personal, la libertad
personal y el reconocimiento de la personalidad jurídica del señor Rosendo
Radilla Pacheco. Además, en un Estado de Derecho, la comisión de actos
tales como la desaparición forzada de personas en contra de civiles por
parte de elementos de la fuerza militar nunca puede ser considerada como
un medio legítimo y aceptable para el cumplimiento de la misión
castrense. Es claro que tales conductas son abiertamente contrarias a los
deberes de respeto y protección de los derechos humanos y, por lo tanto,
están excluidas de la competencia de la jurisdicción militar. Corte IDH.
Caso Fernández Ortega y otros Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 2010. Serie C No.
215. La violación sexual de una persona por parte de personal militar no
guarda, en ningún caso, relación con la disciplina o la misión castrense. Por
el contrario, el acto cometido por personal militar contra la señora
Fernández Ortega afectó bienes jurídicos tutelados por el derecho penal
interno y la Convención Americana como la integridad personal y la
dignidad de la víctima. Es claro que tal conducta es abiertamente contraria
a los deberes de respeto y protección de los derechos humanos y, por lo
tanto, está excluida de la competencia de la jurisdicción militar. Con base
en las anteriores consideraciones, la Corte concluye que la intervención del
fuero militar en la averiguación previa de la violación sexual contrarió los
parámetros de excepcionalidad y restricción que lo caracterizan e implicó
la aplicación de un fuero personal que operó sin tomar en cuenta la
naturaleza de los actos involucrados. Esta conclusión resulta válida en el
presente caso aun cuando el hecho está en la etapa de investigación del
Ministerio Público Militar. Como se desprende de los criterios señalados, la
incompatibilidad de la Convención Americana con la intervención del fuero
militar en este tipo de casos no se refiere únicamente al acto de juzgar, a
cargo de un tribunal, sino fundamentalmente a la propia investigación,
dado que su actuación constituye el inicio y el presupuesto necesario para
la posterior intervención de un tribunal incompetente. Con base en lo
anterior, la Corte concluye que el Estado violó los derechos a las garantías

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judiciales y a la protección judicial previstos en los artículos 8.1 y 25.1 de la
Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en
perjuicio de la señora Fernández Ortega. Como lo ha hecho en casos
anteriores, ante la conclusión de que la justicia penal militar no resulta
competente, el Tribunal considera que no es necesario pronunciarse
respecto de otros alegatos sobre independencia o imparcialidad del fuero
militar o la eventual violación, con base en los mismos hechos, de otros
instrumentos interamericanos. En el mismo sentido: Caso Rosendo Cantú
y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2010. Serie C No. 216, párr.161; Corte IDH.
Caso Tenorio Roca y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de 2016. Serie CNo. 314,
párr. 197. Corte IDH. Caso Argüelles y otros Vs. Argentina. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de
noviembre de 2014. Serie C No. 288. En cuanto a la jurisdicción penal
militar, la Corte ha establecido que en un Estado democrático de Derecho,
dicha jurisdicción ha de ser restrictiva y excepcional de manera que se
aplique únicamente en la protección de bienes jurídicos especiales, de
carácter castrense, y que hayan sido vulnerados por miembros de las
fuerzas militares en el ejercicio de sus funciones. Además, la Corte ha
señalado de manera reiterada que la jurisdicción militar no es el fuero
competente para investigar y, en su caso, juzgar y sancionar a los autores
de violaciones de derechos humanos, sino que el procesamiento de los
responsables corresponde siempre a la justicia ordinaria. En casos de
aplicación de la jurisdicción militar para juzgar y sancionar a los autores de
violaciones de derechos humanos, el Tribunal ha señalado que la aplicación
de la jurisdicción militar contravino los requisitos de independencia e
imparcialidad establecidos en la Convención. En relación con la estructura
orgánica y composición de los tribunales militares, la Corte ha considerado
que carecen de independencia e imparcialidad cuando "sus integrantes
sean militares en servicio activo, estén subordinados jerárquicamente a los
superiores a través de la cadena de mando, su nombramiento no depende
de su competencia profesional e idoneidad para ejercer las funciones
judiciales, no cuenten con garantías suficientes de inamovilidad y no
posean una formación jurídica exigible para desempeñar el cargo de juez o
fiscales”. Sin perjuicio de ello, en este caso la Corte se encuentra frente a la
comisión de ilícitos diferentes a los que ha conocido en su jurisprudencia
anterior, controversias procesales y sustantivas distintas y un escenario de
análisis diferente al de otros casos anteriores. En Argentina, durante la
época de los hechos, la jurisdicción militar era definida por la Constitución
y el Código de Justicia Militar, y comprendía "los delitos y faltas
esencialmente militares, considerándose como de este carácter todas las
infracciones que, por afectar la existencia de la institución militar,
exclusivamente las leyes militares preveían y sancionaban”. Asimismo, la
organización de los tribunales militares en tiempo de paz se ejercía, entre
otros, por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. De forma
particular, se destaca que ese Consejo Supremo dependía del Ministerio de
Defensa Nacional y estaba compuesto por nueve miembros que eran
nombrados por el Presidente de la Nación, siendo seis oficiales generales o
sus equivalentes de los cuerpos combatientes o de comando y tres letrados
de la mayor jerarquía prevista provenientes de los cuerpos de auditores de
las instituciones armadas. Ahora bien, a diferencia de casos anteriores
decididos por la Corte, no hay controversia en el presente caso de que los

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delitos tenían carácter militar. En ese sentido, de los hechos del caso se
desprende que la jurisdicción militar fue utilizada para investigar a
miembros activos de las Fuerzas Aéreas argentinas por delitos de
defraudación y falsificación de documentación militar. Al respecto, además
de la condición personal de militares activos de las presuntas víctimas, el
interés de la justicia penal militar en el caso recaía sobre la protección de
bienes jurídicos de carácter castrense, y se encontraba fundamentada en el
CJM como ley previa, de manera que la competencia atribuida al Consejo
Supremo de las Fuerzas Armadas no fue contraria a la Convención. Corte
IDH. Caso Cruz Sánchez y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de abril de 2015. Serie C No. 292.
La Corte tiene presente que, a diferencia de los casos previos de los que ha
tenido oportunidad de conocer en los que se debatía sobre la competencia
de la jurisdicción militar para la investigación, juzgamiento y sanción de
violaciones de derechos humanos cometidas por militares, en el presente
caso las presuntas víctimas no son civiles, sino integrantes de un grupo
armado, quienes participaron en las hostilidades en el marco de una
operación de rescate de rehenes. La Corte no considera, sin embargo, que
este elemento sea determinante para apartarse de su jurisprudencia ya que
lo relevante es que las alegaciones se presentan respecto de personas
presuntamente hors de combat que serían acreedoras de las garantías
estipuladas en el artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra. En
efecto, los hechos relativos a las presuntas ejecuciones extrajudiciales que
fueron denunciadas a fines del año 2000 y principio del año 2001 se habrían
producido tal como se alega tras que los miembros del MRTA, presuntas
víctimas de este caso, hubieran sido capturados o puestos hors de combat,
lo que hubiera convertido a estas alegadas ejecuciones, de haberse
comprobado, en serias violaciones de derechos humanos de cuya
investigación, juzgamiento y sanción debiera haber conocido en exclusiva
la jurisdicción ordinaria. Pues bien, la Corte recuerda que desde la
sentencia del caso Durand y Ugarte Vs. Perú ha sido el criterio
jurisprudencial constante que la jurisdicción militar no es el fuero
competente para investigar y, en su caso, juzgar y sancionar a los autores
de alegadas vulneraciones de derechos humanos, sino que el
procesamiento de los responsables corresponde siempre a la justicia
ordinaria. La situación fáctica del caso Durand y Ugarte se refiere a la
debelación de un motín en un penal en 1986, en la cual militares "hicieron
un uso desproporcionado de la fuerza que excedió en mucho los límites de
su fuñcióñ, lo que provocó la muerte de un gran número de reclusos". Por
lo tanto, dicha consideración también es aplicable en el presente caso en
que los hechos ocurrieron en el año 1997. Además, la Corte reitera que,
independientemente del año en que sucedieron los hechos violatorios, la
garantía del juez natural debe analizarse de acuerdo al objeto y fin de la
Convención Americana, cual es la eficaz protección de la persona humana.
Las alegaciones de ejecución extrajudicial son actos que guardan relación
con hechos y tipos penales que en ningún caso tienen conexión con la
disciplina o la misión castrense. Por el contrario, los actos alegados contra
Herma Luz Meléndez Cueva y Víctor Salomón Peceros Pedraza se
relacioñabañ con bienes jurídicos tutelados por el derecho penal interno y
la Coñveñcióñ Americana, como la vida e integridad personal de la víctima.
Por lo tanto, la Corte reitera que los criterios para investigar y juzgar
violaciones de derechos humanos ante la jurisdicción ordinaria residen no
en la gravedad de las violaciones sino en su naturaleza misma y en la del

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bien jurídico protegido. Es claro que la conducta deñuñciada es
abiertamente contraria a los deberes de respeto y protección de los
derechos humanos y, por lo tanto, está excluida de la competencia de la
jurisdicción militar. Por consiguiente, la intervención del fuero militar para
la investigación y juzgamiento de las alegadas ejecuciones extrajudiciales
de Víctor Salomón Peceros Pedraza y Herma Luz Meléndez Cueva
contrarió los parámetros de excepcionalidad y restricción que lo
caracterizan e implicó la aplicación de un fuero personal que operó sin
tomar en cuenta la naturaleza de los actos involucrados. Por ende, al
dirimir la Corte Suprema de Justicia de la República la contienda de
competencia a favor de la jurisdicción militar, se violó la garantía de juez
natural, prevista en el artículo 8.1 de la Convención Americana,
configurando la responsabilidad internacional del Estado en perjuicio de
los familiares de Herma Luz Meléndez Cueva y Víctor Salomón Peceros
Pedraza. Dado que los tribunales militares no eran competentes, la Corte
considera que no es necesario pronunciarse respecto a los argumentos de
la Comisión y de los representantes en torno a la alegada falta de
independencia e imparcialidad y otras garantías judiciales. Corte IDH. Caso
Quispialaya Vilcapoma Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2015. Serie C No.
308. El hecho que los sujetos involucrados pertenezcan a las fuerzas
armadas o que los sucesos hayan ocurrido durante una práctica de tiro en
un establecimiento militar no significa per se que deba intervenir la justicia
castrense. Esto así porque, considerando la naturaleza del crimen y el bien
jurídico lesionado, la jurisdicción penal militar no es el fuero competente
para investigar y, en su caso, juzgar y sañcioñar a los autores de violaciones
de derechos humanos sino que el procesamiento de los responsables
corresponde siempre a la justicia ordinaria o común . Por otra parte, la
Corte reiteradamente ha afirmado que los estándares o parámetros sobre
las limitaciones que debe observar la jurisdicción militar son los siguientes :
a) no es el fuero competente para investigar y, en su caso, juzgar y
sancionar a los autores de todas las violaciones de derechos humanos , b)
sólo puede juzgar a militares en servicio activo , y c) sólo puede juzgar la
comisión de delitos o faltas (cometidos por militares activos) que atenten,
por su propia naturaleza, contra bienes jurídicos propios del orden militar .
La jurisdicción militar se establece para mantener el orden en las fuerzas
armadas. Por ello, su aplicación se reserva a los militares que hayan
incurrido en un delito o falta en ejercicio de sus funciones y bajo ciertas
circunstancias. En consecuencia, tomando en cuenta la jurisprudencia
constante de este Tribunal, debe concluirse que si los actos delictivos
cometidos por una persona que ostente la calidad de militar activo no
afectan los bienes jurídicos de la esfera castrense, dicha persona debe ser
siempre juzgada por tribunales ordinarios. Lo anterior se aplica aún en el
caso de delitos en que el imputado sea miembro de las fuerzas armadas y
no sea un civil el sujeto pasivo del delito o titular del bien jurídico
protegido, porque, conforme su jurisprudencia constante, la jurisdicción
penal militar debe estar encaminada a la protección de intereses jurídicos
especiales, vinculados a las funciones propias de las fuerzas armadas y
todas las vulneraciones de derechos humanos deben ser conocidas en la
jurisdicción ordinaria, lo cual incluye las cometidas por militares contra
militares. El proceso desarrollado en el fuero castrense tramitó bajo la
calificación de abuso de autoridad siendo su objeto determinar si el
Suboficial Hilaquita Quispe se excedió en el empleo de la disciplina militar.

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Sin embargo, el bien jurídico afectado era primero y principalmente la
integridad física de Valdemir Quispialaya. Por este motivo la investigación
debió haberse llevado a cabo en el fuero ordinario. Caso Comunidad
Campesina de Santa Bárbara Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C No.
299. Al respecto, este Tribunal recuerda su abundante y constante
jurisprudencia sobre la intervención de la jurisdicción militar para conocer
hechos que constituyen violaciones a derechos humanos y a efectos del
presente caso considera suficiente reiterar que en un Estado democrático
de derecho, la jurisdicción penal militar ha de tener un alcance restrictivo y
excepcional y estar encaminada a la protección de intereses jurídicos
especiales, vinculados a las funciones propias de las fuerzas militares. Por
ello, el Tribunal ha señalado anteriormente que en el fuero militar solo se
debe juzgar a militares activos por la comisión de delitos o faltas que por su
propia naturaleza atenten contra bienes jurídicos propios del orden militar
. Asimismo, tomando en cuenta la naturaleza del crimen y el bien jurídico
lesionado, la jurisdicción penal militar no es el fuero competente para
investigar y, en su caso, juzgar y sancionar a los autores de violaciones de
derechos humanos sino que el procesamiento de los responsables
corresponde siempre a la justicia ordinaria. En el mismo sentido: Caso
Quispialaya Vilcapoma Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2015. Serie C
No. 308, párr.208, párr. 144.
Independencia e imparcialidad. Corte IDH. Caso Ivcher Bronstein Vs.
Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero de 2001.
Serie C No. 74. En el caso que nos ocupa, ha sido establecido que: a) pocas
semanas antes de que se emitiera la "resolución directoral" que dejó sin
efecto legal el título de nacionalidad del señor Ivcher, la Comisión Ejecutiva
del Poder Judicial alteró la composición de la Sala Constitucional y Social
de la Corte Suprema de Justicia (supra párr. 76.n.1j; b) el 23 de junio de
1997 la Comisión mencionada aprobó una norma otorgando a dicha Sala la
facultad de crear en forma "[t]ransitoria" Salas Superiores y Juzgados
Especializados en Derecho Público, así como la de "designar y/o ratificar" a
sus integrantes, lo cual efectivamente ocurrió dos días después (supra párr.
76.n.2 y 3); c) se creó el Primer Juzgado Corporativo Transitorio
Especializado en Derecho Público y se designó como juez del mismo al
señor Percy Escobar, previamente secretario de juzgado y juez penal (supra
párr. n.3); y d) el juez Escobar conoció varios de los recursos presentados
por el señor Ivcher en defensa de sus derechos como accionista de la
Compañía, así como los presentados por los hermanos Winter (supra párr.
76.s.3 y 76.t). La Corte considera que el Estado, al crear Salas y Juzgados
Transitorios Especializados en Derecho Público y designar jueces que
integraran los mismos, en el momento en que ocurrían los hechos del caso
sub judice, no garantizó al señor Ivcher Bronstein el derecho a ser oído por
jueces o tribunales establecidos "con anterioridad por la ley", consagrado
en el artículo 8.1 de la Convención Americana. Todo lo anterior lleva a esta
Corte a señalar que esos juzgadores no alcanzaron los estándares de
competencia, imparcialidad e independencia requeridos por el artículo 8.1
de la Convención. Corte IDH. Caso Las Palmeras Vs. Colombia. Fondo.
Sentencia de 6 de diciembre de 2001. Serie C No. 90. Como se ha dicho con
anterioridad, el juez encargado del conocimiento de una causa debe ser
competente, independiente e imparcial. En el caso sub judice, las propias
fuerzas armadas involucradas en el combate contra las grupos insurgentes,

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son los encargados de juzgar a sus mismos pares por la ejecución de civiles,
tal y como lo ha reconocido el propio Estado. En consecuencia, la
investigación y sanción de los responsables debió recaer, desde un
principio, en la justicia ordinaria, independientemente de que los
supuestos autores hayan sido policías en servicio activo. Pese a lo anterior,
el Estado dispuso que la justicia militar fuera la encargada de la
investigación de los hechos acaecidos en Las Palmeras, la cual llevó
adelante dicha investigación durante más de 7 años -hasta el traslado de la
causa a la justicia ordinaria- sin obtener resultados positivos respecto de la
individualización y condena de los responsables. En conclusión, la
aplicación de la jurisdicción militar en este caso no garantizó el debido
proceso en los términos del artículo 8.1 de la Convención Americana, que
regula el derecho de acceso a la justicia de los familiares de las víctimas del
caso. Corte IDH. Caso Radilla Pacheco Vs. México. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre
de 2009. Serie C No. 209. Uno de los derechos protegidos en la CIDFP,
encaminado a lograr la efectiva sanción de los autores del delito de
desaparición forzada, es el del juez natural, indisolublemente ligado al
derecho al debido proceso y al de acceso a la justicia, reconocidos en los
artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana (supra párr. 273), derechos,
por demás, inderogables. Así, el artículo IX de la CIDFP, más allá de una
regla de competencia, reconoce el derecho al juez natural. Efectivamente,
a través de esta disposición, los Estados Partes en la CIDFP se
comprometen a respetar el derecho a un juez competente para conocer de
la causa penal en torno al delito de desaparición forzada, que es el juez
común, ya que, como se dijo, el bien jurídico protegido trasciende los
intereses militares (supra párr. 275). La Corte ha establecido que "una
reserva que suspenda todo el derecho fundamental cuyo contenido es
inderogable debe ser considerado como incompatible con el objeto y el
propósito de la Convención y, consecuentemente, incompatible con la
misma. La situación podría ser diferente si la reserva solamente restringe
ciertos aspectos del derecho interno inderogable sin privar al derecho de su
contenido básico"150. Al realizar esta determinación el Tribunal debe
examinar si aún cuando la reserva sólo restringe algunos aspectos de un
derecho inderogable, ésta impide darle pleno sentido y efecto útil al
tratado. Tal como ha sido formulada, la reserva al artículo IX de la CIDFP
implica el desconocimiento del derecho humano al juez natural en la
debida investigación y eventual sanción de los responsables de la comisión
de desaparición forzada de personas. La necesidad de asegurar que este
tipo de casos sean investigados ante las instancias competentes de
conformidad con las obligaciones internacionales, trasciende los intereses
de los Estados. La erradicación de la impunidad de las violaciones graves
de derechos humanos, como la ocurrida en el presente caso, cuenta con
una garantía colectiva, reflejada en el claro y creciente interés de toda la
sociedad y de todo Estado democrático de Derecho en fortalecer los
mecanismos internacionales de protección en esta materia. La Corte
estima que el derecho al juez natural, reconocido en el artículo IX de esta
Convención, es indispensable para la consecución de los fines propuestos
en la misma.
Independencia. Corte IDH. Caso del Tribunal Constitucional Vs. Perú.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de enero de 2001. Serie C
No. 71. Esta Corte considera que uno de los objetivos principales que tiene
la separación de los poderes públicos, es la garantía de la independencia de

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los jueces y, para tales efectos, los diferentes sistemas políticos han ideado
procedimientos estrictos, tanto para su nombramiento como para su
destitución. Los Principios Básicos de las Naciones Unidas Relativos a la
Independencia de la Judicatura, establecen que: La independencia de la
judicatura será garantizada por el Estado y proclamada por la Constitución
o la legislación del país. Todas las instituciones gubernamentales y de otra
índole respetarán y acatarán la independencia de la judicatura. En cuanto a
la posibilidad de destitución de los jueces, los mismos Principios disponen:
Toda acusación o queja formulada contra un juez por su actuación judicial y
profesional se tramitará con prontitud e imparcialidad con arreglo al
procedimiento pertinente. El juez tendrá derecho a ser oído
imparcialmente. En esa etapa inicial, el examen de la cuestión será
confidencial, a menos que el juez solicite lo contrario. En otras palabras, la
autoridad a cargo del proceso de destitución de un juez debe conducirse
imparcialmente en el procedimiento establecido para el efecto y permitir
el ejercicio del derecho de defensa. Esta Corte considera necesario que se
garantice la independencia de cualquier juez en un Estado de Derecho y,
en especial, la del juez constitucional en razón de la naturaleza de los
asuntos sometidos a su conocimiento. Como lo señalara la Corte Europea,
la independencia de cualquier juez supone que se cuente con un adecuado
proceso de nombramiento, con una duración establecida en el cargo y con
una garantía contra presiones externas. En cuanto al ejercicio de las
atribuciones del Congreso para llevar a cabo un juicio político, del que
derivará la responsabilidad de un funcionario público, la Corte estima
necesario recordar que toda persona sujeta a juicio de cualquier naturaleza
ante un órgano del Estado deberá contar con la garantía de que dicho
órgano sea competente, independiente e imparcial y actúe en los términos
del procedimiento legalmente previsto para el conocimiento y la
resolución del caso que se le somete. En el mismo sentido: Caso del
Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
28 de agosto de 2013. Serie CNo. 268, párr.166. Corte IDH. Caso Apitz
Barbera y otros ("Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs.
Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182. La Corte observa que
los Estados están obligados a asegurar que los jueces provisorios sean
independientes y, por ello, debe otorgarles cierto tipo de estabilidad y
permanencia en el cargo, puesto que la provisionalidad no equivale a libre
remoción. En efecto, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas
expresó que la destitución de jueces por el Poder Ejecutivo antes de la
expiración del mandato para el que fueron nombrados, sin que se les dé
razón concreta alguna y sin que dispongan de una protección judicial
efectiva para impugnar la destitución, es incompatible con la
independencia judicial. En similar sentido, la Corte considera que la
provisionalidad no debe significar alteración alguna del régimen de
garantías para el buen desempeño del juzgador y la salvaguarda de los
propios justiciables. Además, no debe extenderse indefinidamente en el
tiempo y debe estar sujeta a una condición resolutoria, tal como el
cumplimiento de un plazo predeterminado o la celebración y conclusión de
un concurso público de oposición y antecedentes que nombre al
reemplazante del juez provisorio con carácter permanente. Los
nombramientos provisionales deben constituir una situación de excepción
y no la regla. De esta manera, la extensión en el tiempo de la

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provisionalidad de los jueces o el hecho de que la mayoría de los jueces se
encuentren en dicha situación, generan importantes obstáculos para la
independencia judicial. Esta situación de vulnerabilidad del Poder Judicial
se acentúa si tampoco existen procesos de destitución respetuosos de las
obligaciones internacionales de los Estados. Esta Corte ha destacado con
anterioridad que los diferentes sistemas políticos han ideado
procedimientos estrictos tanto para el nombramiento de jueces como para
su destitución. Sobre este último punto, el Tribunal ha afirmado que la
autoridad a cargo del proceso de destitución de un juez debe conducirse
imparcialmente en el procedimiento establecido para el efecto y permitir
el ejercicio del derecho de defensa. Ello es así toda vez que la libre
remoción de jueces fomenta la duda objetiva del observador sobre la
posibilidad efectiva de aquellos de decidir controversias concretas sin
temor a represalias. De otro lado, puesto que el nombramiento de jueces
provisionales debe estar sujeto a aquellas condiciones de servicio que
aseguren el ejercicio independiente de su cargo, el régimen de ascenso,
traslado, asignación de causas, suspensión y cesación de funciones del que
gozan los jueces titulares debe mantenerse intacto en el caso de los jueces
que carecen de dicha titularidad. Al respecto, la Corte resalta que si bien es
cierto que la independencia y la imparcialidad están relacionadas, también
es cierto que tienen un contenido jurídico propio. Así, esta Corte ha dicho
que uno de los objetivos principales que tiene la separación de los poderes
públicos es la garantía de la independencia de los jueces. Dicho ejercicio
autónomo debe ser garantizado por el Estado tanto en su faceta
institucional, esto es, en relación con el Poder Judicial como sistema, así
como también en conexión con su vertiente individual, es decir, con
relación a la persona del juez específico. El objetivo de la protección radica
en evitar que el sistema judicial en general y sus integrantes en particular
se vean sometidos a posibles restricciones indebidas en el ejercicio de su
función por parte de órganos ajenos al Poder Judicial o incluso por parte de
aquellos magistrados que ejercen funciones de revisión o apelación. En el
mismo sentido: Caso Reverón Trujillo Ks. Kenezuela. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de junio de
2009. Serie C No. 197, párr. 6 7; Caso Chocrón Chocrón Ks. Kenezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de
julio de 2011. Serie C No. 227, párr. 97; Caso Atala Riffo y Niñas Ks. Chile.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 24 de febrero de 2012. Serie
C No. 239, párr. 186; Caso del Tribunal Constitucional (Camba Campos y
otros) Ks. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 28 de agosto de 2013. Serie C No. 268, párr. 188. Al
respecto, la Corte resalta que el derecho internacional ha formulado
pautas sobre las razones válidas para proceder a la suspensión o remoción
de un juez, las cuales pueden ser, entre otras, mala conducta o
incompetencia. Ahora bien, los jueces no pueden ser destituidos
únicamente debido a que su decisión fue revocada mediante una apelación
o revisión de un órgano judicial superior. Ello preserva la independencia
interna de los jueces, quienes no deben verse compelidos a evitar disentir
con el órgano revisor de sus decisiones, el cual, en definitiva, sólo ejerce
una función judicial diferenciada y limitada a atender los puntos recursivos
de las partes disconformes con el fallo originario. Corte IDH. Caso Reverón
Trujillo Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 30 de junio de 2009. Serie C No. 197. Conforme a la
jurisprudencia de esta Corte y de la Corte Europea, así como de

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conformidad con los Principios básicos de las Naciones Unidas relativos a
la independencia de la judicatura (en adelante "Principios Básicos"), las
siguientes garantías se derivan de la independencia judicial: un adecuado
proceso de nombramiento, la inamovilidad en el cargo y la garantía contra
presiones externas. En el mismo sentido: Caso Chocrón Chocrón Ks.
Kenezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de julio de 2011. Serie C No. 227, párr.98; Caso de la Corte
Suprema de Justicia (Quintana Coello y otros) Ks. Ecuador. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de agosto de
2013. Serie C No. 266, párr.144; Caso López Lone y otros Ks. Honduras.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de
octubre de 2015. Serie C No. 302, párr.191 y 195.
Adecuado proceso de nombramiento. Los Principios Básicos destacan
como elementos preponderantes en materia de nombramiento de jueces
la integridad, idoneidad y formación o calificaciones jurídicas apropiadas.
Del mismo modo, las Recomendaciones del Consejo de Europa evocan un
criterio marco de utilidad en este análisis al disponer que todas las
decisiones relacionadas con la carrera profesional de los jueces deben estar
basadas en criterios objetivos, siendo el mérito personal del juez, su
calificación, integridad, capacidad y eficiencia los elementos
preponderantes a considerar. Esta Corte ha destacado con anterioridad
que los diferentes sistemas políticos han ideado procedimientos estrictos
tanto para el nombramiento de jueces como para su destitución. El Comité
de Derechos Humanos ha señalado que si el acceso a la admiñist^acióñ
pública se basa en los méritos y en la igualdad de oportunidades, y si se
asegura la estabilidad en el cargo, se garantiza la libertad de toda
injerencia o presión política . En similar sentido, la Corte destaca que todo
proceso de nombramiento debe tener como función no sólo la escogencia
según los méritos y calidades del aspirante, sino el aseguramiento de la
igualdad de oportunidades en el acceso al Poder Judicial. En consecuencia,
se debe seleccionar a los jueces exclusivamente por el mérito personal y su
capacidad profesional, a través de mecanismos objetivos de selección y
permanencia que tengan en cuenta la singularidad y especificidad de las
funciones que se van a desempeñar. Los procedimientos de nombramiento
tampoco pueden involucrar privilegios o ventajas irrazonables. La igualdad
de oportunidades se garantiza a través de una libre concurrencia, de tal
forma que todos los ciudadanos que acrediten los requisitos determinados
en la ley deben poder participar en los procesos de selección sin ser objeto
de tratos desiguales arbitrarios. Todos los aspirantes deben concursar en
igualdad de condiciones aún respecto de quienes ocupan los cargos en
provisionalidad, los que por tal condición no pueden ser tratados con
privilegios o ventajas, así como tampoco con desventajas, en relación con
el cargo que ocupan y al cual aspiran. En suma, se debe otorgar
oportunidad abierta e igualitaria a través del señalamiento ampliamente
público, claro y transparente de los requisitos exigidos para el desempeño
del cargo. Por tanto, no son admisibles las restricciones que impidan o
dificulten a quien no hace parte de la administración o de alguna entidad,
es decir, a la persona particular que no ha accedido al servicio, llegar a él
con base en sus méritos. Finalmente, cuando los Estados establezcan
procedimientos para el nombramiento de sus jueces, debe tenerse en
cuenta que no cualquier procedimiento satisface las condiciones que exige
la Convención para la implementación adecuada de un verdadero régimen
independiente. Si no se respetan parámetros básicos de objetividad y

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razonabilidad, resultaría posible diseñar un régimen que permita un alto
grado de discrecionalidad en la selección del personal judicial de carrera,
en virtud de lo cual las personas escogidas no serían, necesariamente, las
más idóneas.
Inamovilidad. Los Principios Básicos establecen que "[l]a ley garantizará la
permañeñcia en el cargo de los jueces por los períodos establecidos"159 y
que "[s]e garantizará la inamovilidad de los jueces, tanto de los nombrados
mediante decisión administrativa como de los elegidos, hasta que cumplan
la edad para la jubilación forzosa o expire el período para el que hayan sido
nombrados o elegidos, cuando existan normas al respecto" Por otra parte,
los Principios Básicos también establecen que "[e]l sistema de ascenso de
los jueces, cuando exista, se basará en factores objetivos, especialmente
en la capacidad profesional, la integridad y la experiencia" Finalmente, los
Principios Básicos establecen que los jueces "sólo podrán ser suspendidos o
separados de sus cargos por incapacidad o comportamiento que los
inhabilite para seguir desempeñando sus funciones" y que "[t]odo
procedimiento para la adopción de medidas disciplinarias, la suspensión o
la separación del cargo se resolverá de acuerdo con las normas
establecidas de comportamiento judicial"162. De manera similar, el Comité
de Derechos Humanos ha señalado que los jueces sólo pueden ser
removidos por faltas de disciplina graves o incompetencia y acorde a
procedimientos justos que aseguren la objetividad e imparcialidad según la
constitución o la ley163. Además, el Comité ha expresado que "[l]a
destitución de jueces por el [P]oder [E]jecutivo antes de la expiración del
mandato para el que fueron nombrados, sin que se les dé ninguna razón
concreta y sin que dispongan de una protección judicial efectiva para
impugnar la destitución, es incompatible con la independencia judicial”
Este Tribunal ha acogido estos principios y ha afirmado que la autoridad a
cargo del proceso de destitución de un juez debe conducirse independiente
e imparcialmente en el procedimiento establecido para el efecto y permitir
el ejercicio del derecho de defensa165. Ello es así toda vez que la libre
remoción de jueces fomenta la duda objetiva del observador sobre la
posibilidad efectiva de aquellos de decidir controversias concretas sin
temor a represalias. En el mismo sentido: Caso Chocrón Chocrón Vs.
Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de julio de 2011. Serie C No. 227, párr.99; Caso del
Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
28 de agosto de 2013. Serie C No. 268, párr. 189; Caso López Lone y otros
Vs. Honduras. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de octubre de 2015. Serie C No. 302, párr. 196. De todo
esto se puede concluir que la inamovilidad es una garantía de la
independencia judicial que a su vez está compuesta por las siguientes
garantías: permanencia en el cargo, un proceso de ascensos adecuado y no
despido injustificado o libre remoción. Quiere decir esto que si el Estado
incumple una de estas garantías, afecta la inamovilidad y, por tanto, no
está cumpliendo con su obligación de garantizar la independencia judicial.
Garantía contra presiones externas. Los Principios Básicos disponen que
los jueces resolverán los asuntos que conozcan "basándose en los hechos y
en consonancia con el derecho, sin restricción alguna y sin influencias,
alicientes, presiones, amenazas o intromisiones indebidas, sean directas o
indirectas, de cualesquiera sectores o por cualquier motivo”167. Asimismo,
dichos principios establecen que la judicatura "tendrá autoridad exclusiva

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para decidir si una cuestión que le haya sido sometida está dentro de la
competencia que le haya atribuido la ley” y que "[n]o se efectuarán
intromisiones indebidas o injustificadas en el proceso iudicial”. En el mismo
sentido: Caso Chocrón Chocrón Vs. Venezuela. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de julio de 2011. Serie C
No. 227, párr.100; Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia del 24 de febrero de 2012. Serie C No.
239, párr. 186; Caso de la Corte Suprema de Justicia (Quintana Coello y
otros) Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de agosto de 2013. Serie CNo. 266, párr. 146; Caso del
Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
28 de agosto de 2013. Serie CNo. 268, párr. 190. Como se puede observar,
los jueces cuentan con varias garantías que refuerzan su estabilidad en el
cargo con miras a garantizar la independencia de ellos mismos y del
sistema, así como también la apariencia de independencia frente al
justiciable y la sociedad. Como ya lo ha reconocido este Tribunal, la
garantía de inamovilidad debe operar para permitir el reintegro a la
condición de magistrado de quien fue arbitrariamente privado de ella. Ello
es así puesto que de lo contrario los Estados podrían remover a los jueces e
intervenir de ese modo en el Poder Judicial sin mayores costos o control.
Además, esto podría generar un temor en los demás jueces que observan
que sus colegas son destituidos y luego no reincorporados aún cuando la
destitución fue arbitraria. Dicho temor también podría afectar la
independencia judicial, ya que fomentaría que los jueces sigan las
instrucciones o se abstengan de controvertir tanto al ente nominador
como al sancionador. Por tanto, un recurso que declara la nulidad de una
destitución de un juez por no haber sido ajustada a la ley debe llevar
necesariamente a la reincorporación. En el presente caso, el recurso de
nulidad era el idóneo porque declaró la nulidad y, como lo afirma la propia
SPA, hubiera podido llevar a la reincorporación de la señora Reverón
Trujillo. La pregunta que surge de esto es si las razones adelantadas por la
SPA para no reincorporarla (el proceso de reestructuración judicial y su
condición de jueza provisoria) eximían a la SPA de reordenar dicha
reparación. De la misma forma en que el Estado está obligado a garantizar
un procedimiento adecuado de nombramiento para los jueces provisorios,
debe garantizarles una cierta inamovilidad en su cargo. Esta Corte ha
manifestado que la provisionalidad "debe estar sujeta a una condición
resolutoria, tal como el cumplimiento de un plazo predeterminado o la
celebración y conclusión de un concurso público de oposición y
antecedentes que nombre al reemplazante del juez provisorio con carácter
permanente". De esta manera, la garantía de la inamovilidad se traduce,
en el ámbito de los jueces provisorios, en la exigencia de que ellos puedan
disfrutar de todos los beneficios propios de la permanencia hasta tanto
acaezca la condición resolutoria que pondrá fin legal a su mandato. En este
sentido, vale la pena mencionar que la antigua Corte Suprema de Justicia
de Venezuela sí reconocía que los jueces provisorios cuentan con
estabilidad hasta que se cumpliera cierta condición. La inamovilidad de los
jueces provisorios está estrechamente ligada a la garantía contra presiones
externas, ya que si los jueces provisorios no tienen la seguridad de
permanencia durante un período determinado, serán vulnerables a
presiones de diferentes sectores, principalmente de quienes tienen la
facultad de decidir sobre destituciones o ascensos en el Poder Judicial. En

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el mismo sentido: Caso Chocrón Chocrón Vs. Venezuela. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de julio de
2011. Serie C No. 227, párr.106. Ahora bien, dado que no se puede igualar
un concurso público de oposición a una revisión de credenciales ni se
puede aseverar que la estabilidad que acompaña a un cargo permanente es
igual a la que acompaña a un cargo provisorio que tiene condición
resolutoria, esta Corte ha sostenido que los nombramientos provisionales
deben constituir una situación de excepción y no la regla, ya que la
extensión en el tiempo de la provisionalidad de los jueces o el hecho de que
la mayoría de los jueces se encuentren en dicha situación, generan
importantes obstáculos para la independencia judicial. De otra parte, para
que el Poder Judicial cumpla con la función de garantizar la mayor
idoneidad de sus integrantes, los nombramientos en provisionalidad no
pueden prolongarse de manera indefinida, de tal forma que se conviertan
en nombramientos permanentes. Ello es una nueva razón que explica que
la provisionalidad sea admisible como excepción y no como regla general y
que deba tener una duración limitada en el tiempo, en orden a ser
compatible con el derecho de acceso a las funciones públicas en
condiciones de igualdad. En el mismo sentido: Caso Chocrón Chocrón Vs.
Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de julio de 2011. Serie C No. 227, párr.107. Corte IDH. Caso
de la Corte Suprema de Justicia (Quintana Coello y otros) Vs. Ecuador.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
agosto de 2013. Serie C No. 266. Ahora bien, la garantía de estabilidad de
los jueces en el cargo no es absoluta. El derecho internacional de los
derechos humanos admite que los jueces sean destituidos por conductas
claramente reprochables. En su Observación General No. 32, el Comité de
Derechos Humanos estableció que los jueces podrán ser destituidos
únicamente por razones graves de mala conducta o incompetencia.
Asimismo, los Principios Básicos precisan lo siguiente sobre medidas
disciplinarias, suspensión y separación del cargo: Toda acusación o queja
formulada contra un juez por su actuación judicial y profesional se
tramitará con prontitud e imparcialidad con arreglo al procedimiento
pertinente. El juez tendrá derecho a ser oído imparcialmente. En esa etapa
inicial, el examen de la cuestión será confidencial, a menos que el juez
solicite lo contrario. Los jueces sólo podrán ser suspendidos o separados
de sus cargos por incapacidad o comportamiento que los inhabilite para
seguir desempeñando sus funciones"172. En el mismo sentido: Caso del
Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de
2013. Serie CNo. 268, párr.191, párr.191; Caso López Loney otros Vs.
Honduras. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 5 de octubre de 2015. Serie C No. 302, párr.198. Por otro lado, otros
estándares diferencian entre las sanciones aplicables. Se insiste en que la
garantía de inamovilidad implica que la destitución obedezca a conductas
bastante graves, mientras que otras sanciones pueden contemplarse ante
eventos como negligencia o impericia. Las Recomendaciones del Consejo
de Europa sobre la Independencia, Eficiencia y Función de los Jueces173
precisan al respecto: "Principio I. Principios Generales sobre la
Independencia de los jueces [_] 2. [_] a. i. las decisiones de los jueces no
deben estar sometidas a revisión salvo en los procesos de apelación según
lo dispone la ley; [_]Principio VI - Incumplimiento en el desempeño de las
responsabilidades y faltas disciplinarias

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Cuando los jueces no cumplan con sus deberes de manera eficiente y
adecuada o en caso de faltas disciplinarias, se deben tomar todas las
medidas necesarias que no perjudiquen la independencia judicial.
Dependiendo de los principios constitucionales y las disposiciones legales y
tradiciones de cada Estado, dichas medidas pueden incluir, por ejemplo: a.
Retirar casos del juez; b. Transferir al juez a otras tareas judiciales dentro
del tribunal; c. Sanciones económicas como la reducción temporaria del
salario; d. Suspensión. 2. Los jueces designados no podrán ser destituidos
de cargo en forma permanente sin razones válidas hasta su retiro
obligatorio. Dichas razones, que deben estar definidas por la ley en
términos precisos, pueden aplicarse en países donde el juez es electo por
un determinado período, o pueden relacionarse con la incapacidad para
desempeñar funciones judiciales, la comisión de faltas o infracciones
graves de las reglas disciplinarias. 3. En casos en que sea necesario tomar
las medidas establecidas en los párrafos 1 y 2 del presente artículo, los
Estados deben considerar el establecimiento, por medio de la ley, de un
órgano especial competente cuya tarea sea la de aplicar sanciones y
medidas disciplinarias, cuando no sean tratadas por el tribunal, y cuyas
decisiones estén controladas por un órgano judicial superior, o que sea en
sí mismo un órgano judicial superior. La ley debe establecer
procedimientos adecuados para asegurar que los jueces en cuestión
tengan al menos los requisitos del debido proceso contenidos en el
Convenio, por ejemplo que el caso sea oído dentro de un plazo razonable y
el derecho a responder cualquier acusación". En el mismo sentido: Caso del
Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Ks. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
28 de agosto de 2013. Serie CNo. 268, párr.191, párr.192. Por su parte, en
los Principios y Directrices relativos al Derecho a un Juicio Justo y a la
Asistencia Jurídica en África, se incluye una prohibición específica de
remover jueces en el contexto de la revocatoria de sus fallos. En efecto,
dichos principios y directrices establecen que "[l]os funcionarios judiciales
[... ] no serán destituidos del cargo o sometidos a otros procedimientos
disciplinarios o administrativos únicamente debido a que su decisión fue
revocada mediante una apelación o revisión de un órgano judicial
superior". En el mismo sentido: Caso del Tribunal Constitucional (Camba
Campos y otros) Ks. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de 2013. Serie CNo.
268, párr.193. Los anteriores elementos permiten precisar algunos
aspectos de la jurisprudencia de la Corte. En efecto, en el caso Reverón
Trujillo Vs. Venezuela, el Tribunal señaló que el derecho a un juez
independiente consagrado en el artículo 8.1 de la Convención sólo
implicaba un derecho del ciudadano de ser juzgado por un juez
independiente. Sin perjuicio de ello, es importante señalar que la
independencia judicial no sólo debe analizarse en relación con el
justiciable, dado que el juez debe contar con una serie de garantías que
hagan posible la independencia judicial. La Corte considera pertinente
precisar que la violación de la garantía de la independencia judicial, en lo
que atañe a la inamovilidad y estabilidad de un juez en su cargo, debe
analizarse a la luz de los derechos convencionales de un juez cuando se ve
afectado por una decisión estatal que afecte arbitrariamente el período de
su nombramiento. En tal sentido, la garantía institucional de la
independencia judicial se relaciona directamente con un derecho del juez
de permanecer en su cargo, como consecuencia de la garantía de

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inamovilidad en el cargo. En el mismo sentido: Caso del Tribunal
Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de
2013. Serie CNo. 268, párr.191, párr.197. Finalmente, la Corte ha señalado
que el ejercicio autónomo de la función judicial debe ser garantizado por el
Estado tanto en su faceta institucional, esto es, en relación con el Poder
Judicial como sistema, así como también en conexión con su vertiente
individual, es decir, con relación a la persona del juez específico. El Tribunal
estima pertinente precisar que la dimensión objetiva se relaciona con
aspectos esenciales para el Estado de Derecho, tales como el principio de
separación de poderes, y el importante rol que cumple la función judicial
en una democracia. Por ello, esta dimensión objetiva trasciende la figura
del juez e impacta colectivamente en toda la sociedad. Asimismo, existe
una relación directa entre la dimensión objetiva de la independencia
judicial y el derecho de los jueces a acceder y permanecer en sus cargos en
condiciones generales de igualdad, como expresión de su garantía de
estabilidad. En el mismo sentido: Caso del Tribunal Constitucional
(Camba Campos y otros) Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de 2013. Serie C No.
268, párr.191, párr.198. Teniendo en cuenta los estándares señalados
anteriormente, la Corte considera que: i) el respeto de las garantías
judiciales implica respetar la independencia judicial; ii) las dimensiones de
la independencia judicial se traducen en el derecho subjetivo del juez a que
su separación del cargo obedezca exclusivamente a las causales
permitidas, ya sea por medio de un proceso que cumpla con las garantías
judiciales o porque se ha cumplido el término o período de su mandato, y
iii) cuando se afecta en forma arbitraria la permanencia de los jueces en su
cargo, se vulnera el derecho a la independencia judicial consagrado en el
artículo 8.1 de la Convención Americana, en conjunción con el derecho de
acceso y permanencia en condiciones generales de igualdad en un cargo
público, establecido en el artículo 23.1.c de la Convención Americana. En el
mismo sentido: Caso del Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros)
Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 28 de agosto de 2013. Serie C No. 268, párr.191, párr.199;
Caso López Lone y otros Vs. Honduras. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de octubre de 2015. Serie C No.
302, párr.200; Caso Valencia Hinojosa y otra Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de
noviembre de 2016. Serie CNo. 327, párr.105. Corte IDH. Caso del
Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
28 de agosto de 2013. Serie C No. 268. Al respecto, la Corte considera que
permitir que subsista durante más de año y medio la posibilidad de revertir
una designación del más alto tribunal en asuntos constitucionales, es decir,
que no caduque en un lapso razonable esta posibilidad de analizar y
revertir supuestos vicios formales en una designación de tanta
importancia, afecta la garantía de estabilidad en el cargo y puede permitir
el surgimiento de presiones externas, aspectos directamente relacionados
con la independencia judicial (infra párr. 188). En circunstancias como las
ocurridas en el presente caso, ello implicaría la legitimación de la
permanencia de una Alta Corte en la inseguridad jurídica de la legalidad de
su nombramiento y puede generar una constante amenaza sobre la
posibilidad de ser removidos de sus cargos en cualquier momento, aspecto

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que, en determinados contextos políticos, acrecienta el riesgo de indebidas
presiones externas sobre el ejercicio de la función judicial. Corte IDH. Caso
Gutiérrez y familia Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 25 de noviembre de 2013. Serie C No. 271. Por otro lado, la Corte
considera que, para que una investigación sea efectiva, las personas
encargadas de la misma deben de ser independientes, tanto jerárquica e
institucionalmente como en la práctica, de aquellas personas implicadas en
los hechos que se investigan. Al respecto, la Corte constata que, en el
presente caso, al menos cinco testigos denunciaron haber sido
presionados o amenazados por policías federales o por los familiares del
policía federal procesado, debido a su intervención en las investigaciones
por la ejecución del Subcomisario Gutiérrez (supra párrs. 56, 57, 65 y 83 a
86), lo que creó temor e inseguridad en ellos, sin que conste que el Estado
haya adoptado medidas de seguridad a su favor una vez que tomó
conocimiento de estos hechos. Más aún, el Comisario Piazza, quien estuvo
a cargo de la investigación desde su inicio y cuya declaración había sido
solicitada por la particular damnificada ante el Juzgado de Transición No.
2, fue asesinado (supra párrs. 65 y 116). Por otro lado, la Corte constata que
en este caso también se denunciaron intentos de soborno y el robo de
evidencias, sin que conste que estos hechos hayan sido investigados (supra
párrs. 104 y 113.b). Todos estos hechos han configurado obstrucciones en
el proceso, afectando la determinación, juzgamiento y sanción de los
responsables por la ejecución del Subcomisario Jorge Omar Gutiérrez. En
este sentido, la Corte constata que los testimonios de descargo de
personas que luego desmintieron los mismos fueron tomados en cuenta
para la absolución del policía federal procesado por este hecho, y la
declaración de cargo del señor testigo presencial fue descartado a
consecuencia de aseveraciones que realizó bajo amenaza (supra párr. 48).
Caso López Lone y otros Vs. Honduras. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de octubre de 2015. Serie C No. 302.
La Corte ha señalado que el ejercicio autónomo de la función judicial debe
ser garantizado por el Estado tanto en su faceta institucional, esto es, en
relación con el Poder Judicial como sistema, así como también en conexión
con su vertiente individual, es decir, con relación a la persona del juez
específico. El Tribunal estima pertinente precisar que la dimensión
institucional se relaciona con aspectos esenciales para el Estado de
Derecho, tales como el principio de separación de poderes y el importante
rol que cumple la función judicial en una democracia. Por ello, esta
dimensión institucional trasciende la figura del juez e impacta
colectivamente en toda la sociedad. Asimismo, existe una relación directa
entre la dimensión institucional de la independencia judicial y el derecho
de los jueces a acceder y permanecer en sus cargos en condiciones
generales de igualdad, como expresión de su garantía de estabilidad.
Imparcialidad. Corte IDH. Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de julio de
2004. Serie C No. 107. Los representantes de las presuntas víctimas
alegaron que en el presente caso el Estado violó el derecho a ser oído por
un juez o tribunal imparcial. En relación con el derecho protegido en el
artículo 8.1 de la Convención, la Corte ha expresado que toda persona
sujeta a un juicio de cualquier naturaleza ante un órgano del Estado deberá
contar con la garantía de que dicho órgano sea imparcial y actúe en los
términos del procedimiento legalmente previsto para el conocimiento y la
resolución del caso que se le somete. La Corte Europea ha señalado que la

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imparcialidad tiene aspectos tanto subjetivos como objetivos, a saber:
Primero, el tribunal debe carecer, de una manera subjetiva, de prejuicio
personal. Segundo, también debe ser imparcial desde un punto de vista
objetivo, es decir, debe ofrecer garantías suficientes para que no haya
duda legítima al respecto. Bajo el análisis objetivo, se debe determinar si,
aparte del comportamiento personal de los jueces, hay hechos
averiguables que podrán suscitar dudas respecto de su imparcialidad. En
este sentido, hasta las apariencias podrán tener cierta importancia. Lo que
está en juego es la confianza que deben inspirar los tribunales a los
ciudadanos en una sociedad democrática y, sobre todo, en las partes del
caso. La Corte considera que el derecho a ser juzgado por un juez o tribunal
imparcial es una garantía fundamental del debido proceso. Es decir, se
debe garantizar que el juez o tribunal en el ejercicio de su función como
juzgador cuente con la mayor objetividad para enfrentar el juicio. Esto
permite a su vez, que los tribunales inspiren la confianza necesaria a las
partes en el caso, así como a los ciudadanos en una sociedad democrática.
Como ha quedado probado, en el proceso penal contra el periodista
Mauricio Herrera Ulloa se interpuso el recurso de casación en dos
oportunidades (supra párr. 95. r y 95. w). La Corte observa que los cuatro
magistrados titulares y el magistrado suplente que integraron la Sala
Tercera de la Corte Suprema de Justicia al decidir el 7 de mayo de 1999 el
recurso de casación interpuesto por el abogado del señor Félix Przedborski
contra la sentencia absolutoria, fueron los mismos que decidieron el 24 de
enero de 2001 los recursos de casación interpuestos contra la sentencia
condenatoria por el abogado defensor del señor Mauricio Herrera Ulloa y
apoderado especial del periódico "La Nación", y por los señores Herrera
Ulloa y Vargas Rohrmoser, respectivamente (supra párr. 95. y). Cuando la
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia resolvió el primer recurso de
casación anuló la sentencia casada y ordenó remitir el proceso al tribunal
competente para su nueva sustañciacióñ, con base en que, inter alia, "la
fuñdameñtacióñ de la sentencia no se presenta como suficiente para
descartar racionalmente la existencia de un dolo directo o eventual
(respecto a los delitos acusados)" (supra párr. 95. s). Los magistrados de la
Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia debieron abstenerse de
conocer los dos recursos de casación interpuestos contra la sentencia
condenatoria de 12 de noviembre de 1999 porque, considera esta Corte,
que al resolver el recurso de casación contra la sentencia absolutoria de 29
de mayo de 1998, los mismos magistrados habían analizado parte del
fondo, y no solo se proñUñciaroñ sobre la forma. Por las anteriores
consideraciones, la Corte concluye que los magistrados de la Sala Tercera
de la Corte Suprema de Justicia, al resolver los dos recursos de casación
interpuestos contra la sentencia condenatoria, no reunieron la exigencia de
imparcialidad. En consecuencia, en el presente caso el Estado violó el
artículo 8.1 de la Convención Americana en relación con el artículo 1.1 de la
misma, en perjuicio del señor Mauricio Herrera Ulloa. Caso Lori Berenson
Mejía Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de
noviembre de 2004. Serie C No. 119. Además, la circunstancia de que los
jueces iñterviñieñtes en procesos por delitos de traición a la patria hubieran
sido "sin rostro", determinó la imposibilidad de que el procesado conociera
la identidad del juzgador y, por ende, valorara su idoneidad. Esta situación
se agrava por el hecho de que la ley prohíbe la recusación de dichos jueces.
Corte IDH. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135. La

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imparcialidad del tribunal implica que sus integrantes no tengan un interés
directo, una posición tomada, una preferencia por alguna de las partes y
que no se encuentren involucrados en la controversia. El juez o tribunal
debe separarse de una causa sometida a su conocimiento cuando exista
algún motivo o duda que vaya en desmedro de la integridad del tribunal
como un órgano imparcial. En aras de salvaguardar la administración de
justicia se debe asegurar que el juez se encuentre libre de todo prejuicio y
que no exista temor alguno que ponga en duda el ejercicio de las funciones
jurisdiccionales. En el mismo sentido: Caso Usón Ramírez Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de
noviembre de 2009. Serie C No. 207, párr.118; Caso Atala Riffo y Niñas
Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 24 de febrero de
2012. Serie C No. 239, párr. 238. La Corte estima que la estructura
orgánica y composición de los tribunales militares descrita en los párrafos
precedentes supone que, en general, sus integrantes sean militares en
servicio activo, estén subordinados jerárquicamente a los superiores a
través de la cadena de mando, su nombramiento no depende de su
competencia profesional e idoneidad para ejercer las funciones judiciales,
no cuenten con garantías suficientes de inamovilidad y no posean una
formación jurídica exigible para desempeñar el cargo de juez o fiscales.
Todo ello conlleva a que dichos tribunales carezcan de independencia e
imparcialidad. Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros ("Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182.
En cambio, la imparcialidad exige que el juez que interviene en una
contienda particular se aproxime a los hechos de la causa careciendo, de
manera subjetiva, de todo prejuicio y, asimismo, ofreciendo garantías
suficientes de índole objetiva que permitan desterrar toda duda que el
justiciable o la comunidad puedan albergar respecto de la ausencia de
imparcialidad. La Corte Europea de Derechos Humanos ha explicado que la
imparcialidad personal o subjetiva se presume a menos que exista prueba
en contrario. Por su parte, la denominada prueba objetiva consiste en
determinar si el juez cuestionado brindó elementos convincentes que
permitan eliminar temores legítimos o fundadas sospechas de parcialidad
sobre su persona. Ello puesto que el juez debe aparecer como actuando sin
estar sujeto a influencia, aliciente, presión, amenaza o intromisión, directa
o indirecta, sino única y exclusivamente conforme a -y movido por- el
Derecho. En el mismo sentido: Caso Barreto Leiva Ks. Kenezuela. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2009. Serie C
No. 206, párr. 98; Caso Usón Ramírez Ks. Kenezuela. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre
de 2009. Serie C No. 207, párr. 117; Caso Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Ks.
Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de
2010 Serie C No. 217, párr. 177; Caso Atala Riffo y Niñas Ks. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia del 24 de febrero de 2012. Serie C No.
239, párr. 189; Caso del Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros)
Ks. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 28 de agosto de 2013. Serie C No. 268, párr. 220; Caso J. Ks.
Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275177, párr. 182. Caso López Lone y
otros Ks. Honduras. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de octubre de 2015. Serie C No. 302, párr.233. Al respecto,
el Tribunal considera que la institución de la recusación tiene un doble fin:

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por un lado actúa como una garantía para las partes en el proceso, y por el
otro, busca otorgar credibilidad a la función que desarrolla la Jurisdicción.
En efecto, la recusación otorga el derecho a las partes de instar a la
separación de un juez cuando, más allá de la conducta personal del juez
cuestionado, existen hechos demostrables o elementos convincentes que
produzcan temores fundados o sospechas legítimas de parcialidad sobre su
persona, impidiéndose de este modo que su decisión sea vista como
motivada por razones ajenas al Derecho y que, por ende, el
funcionamiento del sistema judicial se vea distorsionado. La recusación no
debe ser vista necesariamente como un enjuiciamiento de la rectitud moral
del funcionario recusado, sino más bien como una herramienta que brinda
confianza a quienes acuden al Estado solicitando la intervención de
órganos que deben ser y aparentar ser imparciales. En el mismo sentido:
Caso Norín Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del Pueblo
Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279178, párr. 30; Caso López Lone y
otros Vs. Honduras. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de octubre de 2015. Serie C No. 302, párr.224. En tal
sentido, la recusación es un instrumento procesal destinado a proteger el
derecho a ser juzgado por un órgano imparcial y no un elemento
constitutivo o definitorio de dicho derecho. En otras palabras, un juez que
no pueda ser recusado no necesariamente es -o actuará de forma- parcial,
del mismo modo que un juez que puede ser recusado no necesariamente
es -o actuará de forma- imparcial. En lo referente a la inhibición, la Corte
estima que aún cuando está permitida por el derecho interno, no es
suficiente para garantizar la imparcialidad del tribunal, puesto que no se ha
demostrado que el justiciable tenga algún recurso para cuestionar al juez
que debiendo inhibirse no lo hiciere. Teniendo en cuenta lo anterior, la
Corte concluye que no hay prueba que indique que el Estado haya
desconocido el derecho de las víctimas a ser juzgadas por un tribunal
imparcial, pero sí está demostrado que su legislación (supra párr. 59) y
jurisprudencia (supra párr. 61) les impidieron solicitar que la imparcialidad
de su órgano juzgador sea revisada. Dicho de otro modo, no está
demostrado el incumplimiento del deber de respeto del derecho, sino la
falta de garantía del mismo. Por todo ello, el Tribunal declara que el Estado
no garantizó el derecho de las víctimas a ser juzgadas por un tribunal
imparcial, lo que constituye una violación del artículo 8.1 de la Convención
en consonancia con los artículos 1.1 y 2 de la misma. Corte IDH. Caso Usón
Ramírez Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2009. Serie C No. 207. El derecho
a ser juzgado por un juez o tribunal imparcial es una garantía fundamental
del debido proceso. Es decir, se debe garantizar que el juez o tribunal en el
ejercicio de su función como juzgador cuente con la mayor objetividad
para enfrentar el juicio. Al respecto, este Tribunal ha establecido que la
imparcialidad exige que el juez que interviene en una contienda particular
se aproxime a los hechos de la causa careciendo, de manera subjetiva, de
todo prejuicio y, asimismo, ofreciendo garantías suficientes de índole
objetiva que permitan desterrar toda duda que el justiciable o la
comunidad puedan albergar respecto de la ausencia de imparcialidad. La
imparcialidad del tribunal implica que sus integrantes no tengan un interés
directo, una posición tomada, una preferencia por alguna de las partes y
que no se encuentren involucrados en la controversia. La imparcialidad
personal o subjetiva se presume a menos que exista prueba en contrario.

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Por su parte, la denominada prueba objetiva consiste en determinar si el
juez cuestionado brindó elementos convincentes que permitan eliminar
temores legítimos o fundadas sospechas de parcialidad sobre su persona.
Corte IDH. Caso Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2010. Serie C No.
217. La vigencia del debido proceso es uno de los principios fundamentales
de la justicia, y tiene como uno de sus presupuestos que el juez que
interviene en una contienda particular se aproxime a los hechos de la causa
de modo imparcial, es decir, careciendo, de manera subjetiva, de todo
prejuicio personal y, asimismo, ofreciendo garantías suficientes de índole
objetiva que permitan desterrar toda duda que el justiciable o la
comunidad puedan albergar respecto de la ausencia de imparcialidad. Al
respecto, una de las formas de garantizar la conducción imparcial del
proceso es mediante el instituto procesal de la excusa, la cual compete al
juzgador cuando se estima impedido para conocer de un determinado
asunto por considerar que, debido a que se presenta alguna de las causales
previstas por la ley para ello, podría verse afectada su imparcialidad. La
Corte reitera que la imparcialidad personal de un juez debe ser presumida,
salvo prueba en contrario (supra párr. 189). Para el análisis de la
imparcialidad subjetiva, el Tribunal debe intentar averiguar los intereses o
motivaciones personales del juez en un determinado caso. En cuanto al
tipo de evidencia que se necesita para probar la imparcialidad subjetiva, el
Tribunal Europeo ha indicado que se debe tratar de determinar si el juez ha
manifestado hostilidad o si ha hecho que el caso sea asignado a él por
razones personales. La Corte ya ha establecido [_] que la visita
extraordinaria afectó el derecho a la igualdad y a la no discriminación y la
vida privada de la señora Atala. Asimismo, se ha concluido que era
discriminatorio incorporar en la investigación disciplinaria la orientación
sexual o la relación de pareja de la señora Atala, por cuanto no existía
relación alguna con su desempeño profesional [_] y por lo cual tampoco
existía fundamento para concluir que la orientación sexual de la señora
Atala podía derivar en una falta disciplinaria. Sin embargo, en el informe de
la visita al sitio de trabajo se determinó, con relación a la orientación sexual
de la señora Atala, que los hallazgos eran hechos que "rev[estían] una
gravedad que merec[ía] ser observada por [la Corte de Apelaciones de
Temuco]" [_]Además, el Tribunal toma en cuenta las circunstancias de la
realización de la visita extraordinaria, ya que antes y durante la visita se
llevaron a cabo una serie de interrogatorios a funcionarios y empleados del
Juzgado de Villarrica para indagar sobre la orientación sexual y los hábitos
de la señora Atala [_] También se observa que las conclusiones del informe
de la visita presentadas a la Corte de Apelaciones, en su conjunto, fueron
aprobadas por dicha Corte el mismo día que fue presentado dicho informe.
La Corte de Apelaciones procedió entonces a imputarle cargos
disciplinarios a la señora Atala, entre otras cosas, por su orientación sexual
[_]Teniendo en cuenta todos los hechos reseñados anteriormente, la Corte
considera que existían prejuicios y estereotipos que fueron manifestados
en el informe, que demostraban que quienes realizaron y aprobaron dicho
informe no fueron objetivos respecto a este punto. Por el contrario,
dejaron plasmada su posición personal respecto a la orientación sexual de
la señora Atala en un ámbito disciplinario en el que no era aceptable ni
legítimo un reproche jurídico por este hecho. En consecuencia, la Corte
establece que la visita extraordinaria y la investigación disciplinaria se
realizaron sin la imparcialidad subjetiva necesaria, por lo que el Estado

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vulneró el artículo 8.1 en relación con el artículo 1.1 de la Convención
Americana en perjuicio de Karen Atala Riffo. Corte IDH. Caso Norín
Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del Pueblo Indígena
Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de
mayo de 2014. Serie C No. 279. En el presente caso han sido sometidas a la
consideración de la Corte alegaciones sobre la supuesta falta de
imparcialidad personal de los jueces o tribunales que dictaron las
sentencias condenatorias. Al respecto, este Tribunal ha establecido que la
imparcialidad exige que el juez que interviene en una contienda particular
se aproxime a los hechos de la causa careciendo, de una manera subjetiva,
de todo prejuicio y, asimismo, ofreciendo garantías suficientes de índole
objetiva que permitan desterrar toda duda que el justiciable o la
comunidad puedan albergar respecto de la ausencia de imparcialidad. La
Corte ha destacado que la imparcialidad personal se presume a menos que
exista prueba en contrario, consistente por ejemplo en la demostración de
que algún miembro de un tribunal o juez guarda prejuicios o parcialidades
de índole personal contra los litigantes. El juez debe aparecer como
actuando sin estar sujeto a influencia, aliciente, presión, amenaza o
intromisión, directa o indirecta, sino única y exclusivamente conforme a -y
movido por- el Derecho. Comenzando por este último punto, la Corte
entiende que es preciso distinguir las actitudes que una parte importante
de los medios de comunicación difunden acerca de las manifestaciones de
reivindicación del pueblo mapuche (supra párr. 93), así como las formas de
actuación del Ministerio del Interior y Seguridad Pública y del Ministerio
Público -al determinar cuáles son los casos en que invocan la aplicación de
la Ley Antiterrorista- y la argumentación en que se fundan, de la decisión
que en definitiva han adoptado los tribunales chilenos al respecto. La Corte
debe centrar su atención en las decisiones judiciales, sin dejar de
considerar la posibilidad de que la forma en que los medios de
comunicación presenten el llamado "conflicto mapuche", o las
presentaciones del Ministerio Público, hayan influido indebidamente en
tales decisiones. Puede haber una aplicación discriminatoria de la ley penal
si el juez o tribunal condena a una persona basándose en un razonamiento
fundado en estereotipos negativos que asocien a un grupo étnico con el
terrorismo para determinar alguno de los elementos de la responsabilidad
penal. Incumbe al juez penal verificar que todos los elementos del tipo
penal hayan sido probados por la parte acusadora, puesto que, como ha
expresado esta Corte, la demostración fehaciente de la culpabilidad
constituye un requisito indispensable para la sanción penal, de modo que la
carga de la prueba recaiga, como corresponde, en la parte acusadora y no
en el acusado. Los estereotipos constituyen pre-concepciones de los
atributos, conductas, papeles o características poseídas por personas que
pertenecen a un grupo identificado. Asimismo, la Corte ha indicado que las
condiciones discriminatorias "basadas en estereotipos [_] socialmente
dominantes y socialmente persistentes, [_] se agravan cuando los
estereotipos se reflejan, implícita o explícitamente, en políticas y prácticas,
particularmente en el razonamiento y el lenguaje de [las autoridades]"
Para establecer si una diferencia de trato se fundamentó en una categoría
sospechosa y determinar si constituyó discriminación, es necesario analizar
los argumentos expuestos por las autoridades judiciales nacionales, sus
conductas, el lenguaje utilizado y el contexto en que se produjeron las
decisiones judiciales. Entre las expresiones particularmente señaladas
como discriminatorias por la Comisión y los intervinientes comunes de los

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representantes se destacan las siguientes, que con algunas variantes
aparecen en las distintas sentencias condenatorias: "[_] las acciones que
causaron estos delitos demuestran que la forma, métodos y estrategias
empleadas, tenían una finalidad dolosa de causar un estado de temor
generalizado en la zona. Los ilícitos antes referidos están insertos en un
proceso de recuperación de tierras del pueblo mapuche, el que se ha
llevado a efecto por vías de hecho, sin observar la institucionalidad y
legalidad vigente, recurriendo a acciones de fuerza previamente
planificadas, concertadas y preparadas por grupos exacerbados que
buscan crear un clima de inseguridad, inestabilidad y temor en diversos
sectores de la octava y novena regiones. Estas acciones se pueden
sintetizar en la formulación de exigencias desproporcionadas, hechas bajo
presión por grupos beligerantes a los dueños y propietarios, a quienes se
les advierte que sufrirán diversos tipos de atentados en caso de no acceder
a sus requerimientos, muchas de estas amenazas se han materializado
mediante ataques a la integridad física, en acciones de robo, hurto,
incendio, daños y ocupaciones de tierras, que han afectado tanto a los
individuos y bienes de diversas personas dedicadas a las actividades
agrícolas y forestales de esta zona del país. La finalidad perseguida es
provocar en la gente un justo temor de ser víctima de atentados similares,
y con ello obligarlas para que desistan de seguir explotando sus
propiedades y hacer que las abandonen. La sensación de inseguridad e
intranquilidad que generan dichos atentados, ha traído como
consecuencias la disminución y encarecimiento de la mano de obra,
aumento en el costo e hipotecas, tanto en la contratación de maquinarias
para la explotación de los predios, como para cubrir las pólizas que
aseguren las tierras, instalaciones y plantaciones. Es cada vez más
frecuente ver trabajadores, maquinarias, vehículos y faenas instalados en
los distintos predios, bajo protección policial que garantice la ejecución de
las labores, todo lo cual afecta derechos garantizados
constitucionalmente. Lo anterior fluye, aunque no necesariamente con los
mismos caracteres, de los atestados contestes de Juan y Julio Sagredo
Marín, Miguel [Á]ngel Sagredo Vidal, Mauricio Chaparro Melo, Raúl
Arnoldo Forcael Silva, Juan Agustín Figueroa Elgueta, Juan Agustín
Figueroa Yávar, Armín Enrique Stappung Schwarzlose, Jorge Pablo
Luchsinger Villiger, Osvaldo Moisés Carvajal Rondanelli, Gerardo Jequier
Shalhlí y Antonio Arnoldo Boisier Cruces, quienes expresaron haber sido
víctimas directas o tener conocimiento de amenazas y atentados contra
personas o bienes, perpetrados por personas pertenecientes a la etnia
mapuche; testigos que expresaron de diferente forma la sensación de
temor que dichos actos les provocaron. Se relaciona lo anterior con los
dichos del perito José Muñoz Maulen, quien refirió haber respaldado en un
compac disc computacional información obtenida de la pagina web
denominada "sitio htp/fortunecety.es/”, en la cual se describen diversas
actividades relacionadas al movimiento de reivindicación de tierras que
parte del pueblo perteneciente a la etnia mapuche desarrolla en las
regiones octava y novena del país; los antecedentes contenidos en el
informe de la Sesión de la Comisión Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Honorable Senado de la República, realizada el 1 de julio
del 2002 que concluyó en la constatación de la falta de servicio por parte
del Estado; las informaciones no desvirtuadas y contenidas en el cuerpo C,
páginas 10 y 11 de la edición del diario El Mercurio del 10 de marzo de 2002
relativa a la cantidad de conflictos causados por grupos de mapuches en

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actos terroristas, publicaciones de la Tercera en Internet, [l]a Segunda en
Internet y El Mercurio electrónico, publicadas los días 26 de marzo de
1999, 15 de diciembre de 2001, 15 de marzo de 2002 y 15 de junio de 2002,
respectivamente, y tres cuadros gráficos extraídas de las páginas Web de la
Comisión Nacional de Inversión Extranjera en Chile, dividido en sectores y
por regiones, de acuerdo a la división político administrativa del país, que
permite hacer comparaciones de dólares efectivamente invertidos en las
demás regiones y la Novena, y demuestran que la inversión privada en la
región ha disminuido. [_] Respecto a la participación de ambos enjuiciados
es preciso considerar lo siguiente: Como antecedentes generales y de
acuerdo a la prueba aportada durante el juicio por el Ministerio Público y
los querellantes particulares, es un hecho público y notorio que en la zona,
desde hace un tiempo a la fecha, están actuando organizaciones de hecho
que usando como argumento reivindicaciones territoriales, realizan actos
de violencia o incitan a ellos. Entre sus métodos de acción se emplea la
realización de diversos actos de fuerza que se dirigen contra empresas
forestales, pequeños y medianos agricultores, todos los cuales tienen en
común ser propietarios de terrenos contiguos, aledaños o cercanos a
comunidades indígenas que pretenden derechos históricos sobre las
mismas. Tales acciones apuntan a la reivindicación de tierras estimadas
como ancestrales, siendo la ocupación ilegal un medio para alcanzar el fin
más ambicioso, a través de ellas se irán recuperando parte de los espacios
territoriales ancestrales y se fortalecerá la identidad territorial del Pueblo
Mapuche. Así se desprende del testimonio conteste de los ofendidos Juan
y Julio Sagredo Marin, Juan Agustin Figueroa Elgueta y Juan Agustin
Figueroa Yávar, sustentados por el atestado de Armin Stappung
Schwarzlose, Gerardo Jequier Salí, Jorge Pablo Luchsinger Villiger,
Antonio Arnaldo Boisier cruces y Osvaldo Moisés Carvajal Rondanelli,
analizadas. No se encuentra suficientemente acreditado que estos hechos
fueron provocados por personas extrañas a las comunidades mapuches,
debido a que obedecen al propósito de crear un clima de total
hostigamiento a los propietarios del sector, con el objeto de infundirles
temor y lograr así que accedan a sus demandas, y que respondan a una
lógica relacionada con la llamada "Problemática Mapuche", porque sus
autores conocían las áreas reclamadas o por el hecho de que ninguna
comunidad o propiedad mapuche ha resultado perjudicada. Se encuentra
probado que el acusado Pascual Pichún es Lonko de la Comunidad
"Antonio Ñirripil" y Segundo Norín lo es de la Comunidad "Lorenzo Norín",
lo que importa jerarquía en su interior y determinada capacidad de mando
y liderazgo sobre ellas. Asimismo, es preciso resaltar que los imputados
Pichún y Norín se encuentran condenados por otros delitos relativos a
ocupaciones de tierras cometidos con anterioridad a estos hechos en
contra de predios forestales, ubicados en lugares aledaños a las respectivas
comunidades, según consta de la causa Rol N° 22.530 y acumuladas por la
cual se condenó a Pascual Pichún a la pena de 4 años de presidio menor en
su grado máximo y a Segundo Norín a una pena de 800 días de presidio
menor en su grado medio, en ambos casos, a las accesorias legales y costas
por el delito de. [sic] Además, Pichún Paillalao fue condenado a la pena de
41 días de prisión en su grado máximo y al pago de una multa de 10
unidades tributarias mensuales como autor del delito de manejo en estado
de ebriedad; así consta de sus respectivos extractos de filiación y
antecedentes y de las copias de las sentencias definitiva debidamente
certificada e incorporadas. Las Comunidades mapuches de Didaico y

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Temulemu son colindantes con el predio Nancahue, y Ambos acusados
pertenecerían, según lo declarado por Osvaldo Carvajal, a la Coordinadora
Arauco Malleco C.A.M, organización de hecho — según reitero - y de
carácter violentista . Que los elementos de juicios referidos en los
fundamentos primero, séptimo y decimotercero, del fallo de primera
instancia, constituyen presunciones judiciales, que apreciadas en
conciencia, acreditan que los incendios de los camiones y retroexcavadora
se encuentran circunscritos dentro del conflicto Pehuenche, en la Octava
Región, Provincia de Bio Bio, comuna de Santa Bárbara, sector cordillerano
denominado Alto Bio Bio, lo que se relaciona con la oposición a la
construcción de la Central Hidroeléctrica Ralco, donde además, es de
público conocimiento que las hermanas Berta y Nicolasa Quintremán
Calpán son las que se oponen al proyecto de Endesa, porque sus terrenos
serán inundados con la construcción de la Central y en los cuales se
encuentran sus ancestros, sus orígenes, su cultura y sus tradiciones. En
este contexto han acontecidos los hechos, como una manera de exigir a las
autoridades resoluciones o imponer exigencias para revertir la situación
existente en la construcción de la Central. Que para ello, el 29 de
septiembre de 2001, 03 y 17 de marzo de 2002, se iñceñdiaroñ dos
camiones y una retroexcavadora y posteriormente dos camiones, vehículos
que trabajaban para Endesa. La primera vez actuaron varios individuos
encapuchados, excepto uno, utilizando un arma de fuego, lesionando al
conductor del camión con un palo. La segunda vez participaron a lo menos
dos individuos, con rostro cubierto, premunido uno de ellos con escopeta,
efectuando dos disparos al aire, y en la tercera oportunidad fue un grupo
de personas encapuchadas, uno de los cuales portaba un arma de fuego,
haciendo disparos al aire. En todos estos actos usaron combustible
inflamable, como bencina u otro semejante. Las acciones ilícitas antes
referidas se han llevado a efecto por vías de hecho, sin observar la
institucionalidad y legalidad vigente, recurriendo a acciones de fuerza
previamente planificadas, concertadas de acuerdo como acontecieron los
hechos, lugar y modus operandi, con la finalidad de crear situaciones de
inseguridad, inestabilidad y temor, infundiendo miedo para la formulación,
bajo presión delictual de peticiones a las autoridades imponiéndole
exigencias para lograr sus fines. La Corte considera que la sola utilización
de esos razonamientos que deñotañ estereotipos y prejuicios en la
fundamentación de las sentencias configuraron una violación del principio
de igualdad y no discriminación y el derecho a la igual protección de la ley,
consagrados en el artículo 24 de la Coñveñcióñ Americana, en relación con
el artículo 1.1 del mismo instrumento. Corte IDH. Caso Granier y otros
(Radio Caracas Televisión) Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de 2015. Serie C
No. 293. Por otra parte, la Corte reitera que el derecho a ser juzgado por un
juez o tribunal imparcial es una garantía fundamental del debido proceso,
debiéndose garantizar que el juez o tribunal en el ejercicio de su fuñcióñ
como juzgador cuente con la mayor objetividad para enfrentar el juicio .
Este Tribunal ha establecido que la imparcialidad exige que el juez que
interviene en una contienda particular se aproxime a los hechos de la causa
careciendo, de manera subjetiva, de todo prejuicio y, asimismo, ofreciendo
garantías suficientes de índole objetiva que inspiren la confianza necesaria
a las partes en el caso, así como a los ciudadanos en una sociedad
democrática . La imparcialidad del tribunal implica que sus integrantes no
tengan un interés directo, una posición tomada, una preferencia por

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alguna de las partes y que no se eñcueñtreñ involucrados en la controversia
. En el mismo sentido: Caso Herrera Ulloa Ks. Costa Rica. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de julio de
2004. Serie C No. 107, párr. 171, y Caso Argüelles y otros Ks. Argentina.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
20 de noviembre de 2014. Serie C No. 288, párr. 168. Corte IDH. Caso
Duque Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de febrero de 2016. Serie C No. 310. La Corte
reitera que la imparcialidad personal de un juez debe ser presumida, salvo
prueba en contrario. Para el análisis de la imparcialidad subjetiva, el
Tribunal debe intentar averiguar los intereses o motivaciones personales
del juez en un determinado caso. En cuanto al tipo de evidencia que se
necesita para probar la imparcialidad subjetiva, el Tribunal Europeo ha
indicado que se debe tratar de determinar si el juez ha manifestado
hostilidad o si ha hecho que el caso sea asignado a él por razones
personales. La Corte resalta que una violación del artículo 8.1 de la
Convención por la presunta falta de imparcialidad judicial de los jueces
debe establecerse a partir de elementos probatorios específicos y
concretos que indiquen que se está efectivamente ante un caso en el que
los jueces claramente se han dejado influenciar por aspectos o criterios
ajenos a las normas legales. En el presente caso, el Tribunal considera que
no es posible concluir que las autoridades hayan actuado esencialmente y
de forma principal con fundamento en otros aspectos más allá de lo
expresamente establecido en leyes colombianas. Además, la Corte no
cuenta con elementos que le permitan considerar que las autoridades
judiciales actuaron con ausencia de imparcialidad o conforme a prejuicios o
estereotipos relacionados con la orientación sexual del señor Duque que
habrían influenciado de manera central y decisiva su decisión. Corte IDH.
Caso Flor Freire Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2016. Serie C No. 315. En virtud de lo
expuesto previamente, no es posible afirmar que el Comandante de la
Cuarta Zona Militar se aproximó a los hechos careciendo de todo prejuicio
subjetivo respecto de lo ocurrido. Por el contrario, para el momento que
culminó la etapa investigativa y le correspondía pronunciarse sobre la
responsabilidad disciplinaria del señor Flor Freire, ya había actuado en
respuesta a los hechos de 19 de noviembre en su capacidad de mando
sobre el señor Flor Freire, de manera separada e independiente al
procedimiento disciplinario. La Corte considera que dichas actuaciones
fueron suficientemente significativas para comprometer su imparcialidad
posterior. Asimismo, no se desprende del expediente, ni del proceso ni de
los alegatos del Estado, que se hubieran ofrecido garantías objetivas
suficientes sobre su imparcialidad. Además, de las resoluciones de los
Consejos de Oficiales no se desprende un nuevo análisis objetivo de los
hechos, a partir del cual se pudiera considerar subsanada la ausencia de
imparcialidad en el Juzgado de Derecho. La Corte advierte que no resulta
contrario a la Convención el simple hecho que el superior jerárquico del
señor Flor Freire fuera quien ejercía la potestad disciplinaria sobre él. En
ciertos supuestos y particularmente en el ámbito militar resulta lógico y
razonable. El problema no es el diseño normativo por el cual el superior
jerárquico del señor Flor Freire era a quien correspondía establecer su
responsabilidad disciplinaria. Tampoco resulta contrario a la Convención
que, en el marco de un procedimiento disciplinario, se suspenda al
funcionario de sus funciones de manera cautelar con base en la normativa

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aplicable, hasta tanto se adopte una decisión. El problema es que, en el
caso concreto del señor Flor Freire, dicho superior jerárquico actuó y
adoptó decisiones previamente, en ejercicio de su facultad de mando, por
fuera del procedimiento disciplinario, respecto de hechos que
posteriormente le correspondería juzgar en el marco del mismo. Por tanto,
no es posible afirmar que su aproximación a los hechos, en su carácter de
juez disciplinario, era ajeno a toda idea preconcebida respecto de lo
ocurrido, de manera tal que pudiera formarse una opinión de lo sucedido
sobre la base de lo actuado y las pruebas recabadas en el procedimiento.
En virtud de las consideraciones anteriores, este Tribunal considera que el
Comandante de la Cuarta Zona Militar no reunía elementos subjetivos ni
objetivos de imparcialidad para actuar como Juez de Derecho en el
procedimiento de información sumaria del señor Flor Freire, que concluyó
en el establecimiento de su responsabilidad disciplinaria. Por tanto, el
Estado violó la garantía de imparcialidad reconocida en el artículo 8.1 de la
Convención, en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento, en
perjuicio del señor Homero Flor Freire. Corte IDH. Caso Acosta y otros Vs.
Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 25 de marzo de 2017. Serie C No. 334. Este Tribunal ha
establecido que uno de los objetivos principales que tiene la separación de
los poderes públicos es la garantía de la independencia de los jueces. El
objetivo de la protección radica en evitar que el sistema judicial en general
y sus integrantes en particular se vean sometidos a posibles restricciones
indebidas en el ejercicio de su función por parte de órganos ajenos al Poder
Judicial. De esta forma, la independencia judicial se deriva de garantías
como un adecuado proceso de nombramiento, la inamovilidad en el cargo
y la garantía contra presiones externas. A su vez, la Corte ha señalado que
el ejercicio autónomo de la función judicial debe ser garantizado por el
Estado tanto en su faceta institucional, esto es, en relación con el Poder
Judicial como sistema, así como también en conexión con su vertiente
individual, es decir, con relación a la persona del juez específico. Por otro
lado, la Corte ha señalado que la imparcialidad exige que el juez que
interviene en una contienda particular se aproxime a los hechos de la causa
careciendo, de manera subjetiva, de todo prejuicio y, asimismo, ofreciendo
garantías suficientes de índole objetiva que permitan desterrar toda duda
que el justiciable o la comunidad puedan albergar respecto de la ausencia
de imparcialidad. En este sentido, la recusación es un instrumento procesal
que permite proteger el derecho a ser juzgado por un órgano imparcial. La
garantía de imparcialidad implica que los integrantes del tribunal no
tengan un interés directo, una posición tomada, una preferencia por
alguna de las partes y que no se encuentren involucrados en la controversia
y que inspiren la confianza necesaria a las partes en el caso, así como a los
ciudadanos en una sociedad democrática. Asimismo, no se presume la
falta de imparcialidad, sino que debe ser evaluada caso a caso. La Corte
hace notar que, en este caso, han sido analizadas una serie de
cuestionables acciones y omisiones de las autoridades judiciales que
intervinieron en diferentes momentos en el proceso, lo cual también fue
observado por órganos internos vinculados a la administración de justicia,
particularmente el Ministerio Público. En particular, la forma irracional en
que concluyó la instrucción y el hecho de que procurara la impunidad
parcial del hecho mediante el referido sobreseimiento, aunado a las
declaraciones públicas que dio ante un medio de comunicación un día
antes de dictarlo, no dejan dudas acerca de la manifiesta parcialidad con

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que actuó el juez instructor. Consta que el 10 de junio de 2002 el
representante de la señora Acosta promovió un incidente de recusación
contra ese juez, junto con un incidente de nulidad, por considerar que
desde el inicio del procedimiento se había conducido de forma parcial. Sin
embargo, si bien el juez rechazó el incidente de nulidad, no consta que
diera trámite al de recusación. Tampoco consta que instancias superiores
se pronunciaran al respecto, ni consta que dieran respuestas adecuadas
cuando otras actuaciones del juez fueron cuestionadas a través de
incidentes de nulidad o de quejas disciplinarias. En este sentido, es
relevante destacar que las quejas disciplinarias interpuestas tampoco
resultaron efectivas como mecanismo de control de la actividad
jurisdiccional, en varias de las cuales se hizo específica referencia a la falta
de imparcialidad del juez instructor. Ello llevó a la señora Acosta a
presentar una denuncia ante la Procuraduría para la Defensa de los
Derechos Humanos, la cual declaró que los magistrados miembros de la
Comisión de Régimen Disciplinario de la Corte Suprema de Justicia eran
responsables por la violación del derecho de acceso a una justicia pronta de
la señora Acosta y recomendó que se instara a dicha Comisión a resolver
las quejas pendientes. En su informe final, esa Procuraduría concluyó que
la Presidenta de la Corte Suprema había desacatado sus recomendaciones
y no había remitido información al respecto. En atención a lo anterior, la
Corte considera que el proceso penal fue llevado a cabo en su parte inicial y
determinante por un juez que incurrió en actos que deben ser calificados
como parcializados y, además, el Estado no garantizó adecuadamente el
derecho a ser oído por jueces imparciales a través de las instancias
superiores. En consecuencia, el Estado es responsable por la violación del
derecho a ser oído por jueces imparciales, en los términos del artículo 8.1
de la Convención, en perjuicio de la señora Acosta.
Derecho a ser juzgado en un plazo razonable. Corte IDH. Caso Genie
Lacayo Vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de
enero de 1997. Serie C No. 30. El artículo 8.1 de la Convención también se
refiere al plazo razonable. Este no es un concepto de sencilla definición. Se
pueden invocar para precisarlo los elementos que ha señalado la Corte
Europea de Derechos Humanos en varios fallos en los cuales se analizó
este concepto, pues este artículo de la Convención Americana es
equivalente en lo esencial, al 6 del Convenio Europeo para la Protección de
Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. De acuerdo con la
Corte Europea, se deben tomar en cuenta tres elementos para determinar
la razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla el proceso: a) la
complejidad del asunto; b) la actividad procesal del interesado; y c) la
conducta de las autoridades judiciales (Ver entre otros, Eur. Court H.R.,
Motta judgment of 19 February 1991, Series A no. 195-A, párr. 30; Eur.
Court H.R., Ruiz Mateos v. Spain judgment of 23 June 1993, Series A no.
262, párr. 30). En el mismo sentido: Caso Suárez Rosero Ks. Ecuador.
Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35182, párr. 72;
Caso 19 Comerciantes Ks. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109, párr.190; Caso Tibi Ks.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 7 de septiembre de 2004. Serie C No. 114183, párr.175; Caso de
las Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de marzo de 2005. Serie C No. 120, párr.67; Caso de la
"Masacre de Mapiripán” Vs. Colombia. Sentencia de 15 de septiembre de
2005. Serie C No. 134, párr. 217; Caso Baldeón García Vs. Perú. Fondo,

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Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de abril de 2006. Serie C No. 147 184,
párr. 151; Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de
julio de 2006 Serie C No. 148, párr. 298; Caso Ximenes Lopes Vs. Brasil.
Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie C No. 149185, párr. 196; Caso La
Cantuta Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de
noviembre de 2006. Serie C No. 162, párr. 149; Caso Escué Zapata Vs.
Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de julio de 2007.
Serie C No. 165, párr. 102; Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177, párr. 97186; Caso
Salvador Chiriboga Vs. Ecuador. Excepción Preliminar y Fondo. Sentencia
de 6 de mayo de 2008. Serie C No. 179187, párr. 78; Caso Apitz Barbera y
otros ("Corte Primera de lo Contencioso Administrativo") Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de
agosto de 2008. Serie C No. 182, párr. 172; Caso Valle Jaramillo y otros Vs.
Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de
2008. Serie C No. 192188, párr. 155; Caso Kawas Fernández Vs. Honduras.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de abril de 2009 Serie C No.
196, párr. 112; Caso Anzualdo Castro Vs. Perú. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de Septiembre de 2009.
Serie C No. 202, párr. 156; Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
septiembre de 2009. Serie C No. 203, párr. 133; Caso Radilla Pacheco Vs.
México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de Noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 244; Caso
Gomes Lundy otros ("Guerrilha do Araguaia") Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de
noviembre de 2010. Serie C No. 219, párr. 219; Caso López Mendoza Vs.
Venezuela. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de
2011 Serie C No. 233, párr. 162; Caso Familia Barrios Vs. Venezuela. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2011. Serie CNo.
237, párr. 273; Caso Uzcáteguiy otros Vs. Venezuela. Fondo y
Reparaciones. Sentencia de 3 de septiembre de 2012 Serie C No. 249, párr.
224; Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de septiembre de 2012 Serie
C No. 250, párr. 230; Caso Gudiel Álvarezy otros (Diario Militar) Vs.
Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 noviembre de
2012 Serie C No. 253, párr. 262; Caso García y Familiares Vs. Guatemala.
Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 noviembre de 2012 Serie C
No. 258, párr. 153; Caso Luna López Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 10 de octubre de 2013. Serie C No. 269, párr. 189;
Caso Osorio Rivera y Familiares Vs. Perú. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2013.
Serie C No. 274, párr. 201. Corte IDH. Caso Las Palmeras Vs. Colombia.
Fondo. Sentencia de 6 de diciembre de 2001. Serie C No. 90. En lo que
atañe al plazo del proceso penal, es importante indicar que el artículo 8.1
de la Convención también se refiere al plazo razonable. En el presente
caso, las partes presentaron los alegatos correspondientes y, al respecto,
esta Corte se remite a lo establecido en su Sentencia sobre excepciones
preliminares dictada el 4 de febrero de 2000, en la cual indicó que: El
Estado no ha dado ninguna explicación satisfactoria acerca del trámite
procesal desarrollado entre esa fecha y el inicio de 1998. El silencio del
Estado debe ser apreciado tomando en cuenta que durante los siete
primeros años el trámite procesal no pasó de la etapa indagatoria.

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Colombia ha mencionado los avances que ocurrieron desde que la Unidad
de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación tomó a su cargo
esta causa. Pero el tema en cuestión no es lo que sucedió en 1998, sino en
los primeros siete años a partir de los hechos. Este tiempo es más que
suficiente para que un tribunal dicte sentencia. La Corte ha establecido el
criterio de que un período de cinco años transcurrido desde el momento
del auto de apertura del proceso rebasaba los límites de la razonabilidad.
Dicho criterio se aplica al presente caso. Con fundamento en las
consideraciones precedentes, es importante señalar que al hacer el estudio
global del procedimiento en la jurisdicción penal interna, el cómputo del
plazo desde el 29 de enero de 1991 -fecha en que se dictó el auto de
apertura del proceso penal militar- hasta el 25 de marzo de 1998 -cuando
se trasladó la causa a la jurisdicción penal ordinaria- y luego, desde el día 14
de mayo de 1998 cuando se dictó el auto de avocamiento del proceso por
parte del Fiscal Regional de la Unidad Nacional de Derechos Humanos de
la Fiscalía General de la Nación hasta la actualidad, en que todavía no se ha
pronunciado una sentencia condenatoria, este Tribunal advierte que, en
conjunto, el proceso penal ha durado más diez años, por lo que este
período excede los límites de razonabilidad previstos en el artículo 8.1 de la
Convención. Corte IDH. Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros Vs.
Trinidad y Tobago. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de junio
de 2002. Serie C No. 94. La Corte considera que una demora prolongada
puede llegar a constituir por sí misma, en ciertos casos, una violación de
las garantías judiciales. Corresponde al Estado exponer y probar la razón
por lo que se ha requerido más tiempo que el que sería razonable en
principio para dictar sentencia definitiva en un caso particular, de
conformidad con los criterios indicados (supra párr. 143). En el mismo
sentido: Caso 19 Comerciantes Ks. Colombia. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109, párr. 191; Caso
Ricardo Canese Ks. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
31 de agosto de 2004. Serie C No. 111191, párr. 142; Caso Gómez Palomino
Ks. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de
2005. Serie C No. 136, párr. 85; Caso Kimel Ks. Argentina. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177,
párr. 97; Caso Apitz Barbera y otros ("Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo") Ks. Kenezuela. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182,
párr. 172; Caso Anzualdo Castro Ks. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de Septiembre de 2009. Serie
CNo. 202, párr. 156; Caso Radilla Pacheco Ks. México. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
Noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 244; Caso López Mendoza Ks.
Kenezuela. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de
2011 Serie C No. 233, párr. 162; Caso González Medina y familiares Ks.
República Dominicana. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 27 de febrero de 2012 Serie C No. 240, párr. 257.
Corte IDH. Caso de la "Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia. Sentencia de
15 de septiembre de 2005. Serie C No. 134. Ciertamente la Corte ha
establecido, respecto al principio del plazo razonable contemplado en el
artículo 8.1 de la Convención Americana, que es preciso tomar en cuenta
tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo en el que se
desarrolla un proceso: a) complejidad del asunto, b) actividad procesal del
interesado y c) conducta de las autoridades judiciales. No obstante, la

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Corte considera que la pertinencia de aplicar esos tres criterios para
determinar la razonabilidad del plazo de un proceso depende de las
circunstancias de cada caso. En efecto, es necesario recordar que el
presente es un caso de ejecuciones extrajudiciales y en este tipo de casos el
Estado tiene el deber de iniciar ex officio y sin dilación, una investigación
seria, imparcial y efectiva. Durante el proceso de investigación y el tramite
judicial, las víctimas de violaciones de derechos humanos, o sus familiares,
deben tener amplias oportunidades para participar y ser escuchados, tanto
en el esclarecimiento de los hechos y la sanción de los responsables, como
en la búsqueda de una justa compensación. Sin embargo, la búisqueda
efectiva de la verdad corresponde al Estado, y no depende de la iniciativa
procesal de la victima, o de sus familiares o de su aportación de elementos
probatorios. En este caso, algunos de los imputados han sido juzgados y
condenados en ausencia. Ademas, la reducida participación de los
familiares en los procesos penales, ya sea como parte civil o como testigos,
es consecuencia de las amenazas sufridas durante y despues de la
masacre, la situación de desplazamiento que enfrentaron y el temor a
participar en dichos procesos. Por tanto, mal podría sostenerse que en un
caso como el presente deba considerarse la actividad procesal del
interesado como un criterio determinante para definir la razonabilidad del
plazo. Ciertamente la masacre fue perpetrada en el contexto del conflicto
armado que vive iñte^ñameñte Colombia; comprendiei un gran núimero
de víctimas - que fueron ejecutados o fueron desplazadas - y tuvo lugar en
una región remota y de difícil acceso del país, entre otros factores. Sin
embargo, en este caso la complejidad del asunto tambien está^ ligada a las
dificultades provocadas en la investigación, que tuvieron su origen en la
propias conductas activas y omisivas de autoridades administrativas y
judiciales del Estado, seg^n se analiza en el próximo apartado. No es
sostenible, entonces, tal como pretende el Estado, justificar el plazo
transcurrido en las investigaciones en "vicisitudes y limitaciones en
recursos fiñañcieros y tecnicos, [...] así como la crítica situación de orden
publico reinante en las zonas donde deben realizarse las investigaciones y
las pruebas". Si bien han transcurrido m^s de ocho a^os desde que
sucedieron los hechos, el proceso penal permanece abierto y, a pesar de
las dilaciones señaladas, ha producido ciertos resultados que deben ser
tomados en cuenta. En raz^n de ello, la Corte estima que, má^s que con
base en un análisis acerca de la razonabilidad del plazo transcurrido en las
investigaciones, la responsabilidad del Estado a la luz de los artículos 8.1 y
25 de la Coñveñci^ñ debe ser establecida mediante una evaluación del
desarrollo y los resultados del proceso penal, es decir, de la efectividad del
deber de investigar los hechos para la determiñaci^ñ de la verdad de lo
sucedido, la sañciclñ de los responsables y la reparación de las violaciones
cometidas en perjuicio de las víctimas. En el mismo sentido: Caso de las
Masacres de Ituango Ks. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006. Serie
C No. 148, párr.293. Corte IDH. Caso de la Masacre de Pueblo Bello Vs.
Colombia. Sentencia de 31 de enero de 2006. Serie C No. 140. En relación
con la razonabilidad del plazo, este Tribunal ha señalado que el derecho de
acceso a la justicia no se agota con el trámite de procesos internos, sino
que éste debe además asegurar, en tiempo razonable, el derecho de las
presuntas víctimas o sus familiares a que se haga todo lo necesario para
conocer la verdad de lo sucedido y para que se sancione a los eventuales
responsables. Ciertamente la Corte ha establecido, respecto al principio
del plazo razonable contemplado en el artículo 8.1 de la Convención

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Americana, que es preciso tomar en cuenta tres elementos para
determinar la razonabilidad del plazo en el que se desarrolla un proceso: a)
complejidad del asunto, b) actividad procesal del interesado y c) conducta
de las autoridades judiciales. No obstante, la pertinencia de aplicar esos
tres criterios para determinar la razonabilidad del plazo de un proceso
depende de las circunstancias de cada caso. En efecto, dadas las
particularidades del presente caso, la Corte analizará la razonabilidad de la
duración de cada uno de los procedimientos, cuando ello resulte posible y
pertinente. En el mismo sentido: Caso de las Masacres de Ituango Ks.
Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006. Serie C No. 148, párr.289. En
relación con el presente caso, la Corte reconoce que el asunto que se
investiga por los órganos judiciales internos es complejo y que a la fecha
hay algunos resultados concretos en las investigaciones y en el proceso
penal que, si bien son insuficientes, han derivado en la condenatoria de
varios miembros del grupo paramilitar que ejecutó la masacre (supra párrs.
95.103, 95.105 y 95.106). Ciertamente la masacre fue perpetrada en el
contexto del conflicto armado que vive internamente Colombia,
comprendió un gran número de víctimas - que fueron privadas de su vida o
desaparecidas - y tuvo lugar en una región remota del país, entre otros
factores. Sin embargo, en este caso la complejidad del asunto está ligada a
las faltas verificadas en la misma investigación. Por otro lado, ha sido
probado que uno de los familiares de las personas desaparecidas y privadas
de la vida se constituyó en parte civil en dicho proceso penal y, al igual que
ASFADDES, ha intentado impulsar el proceso en varias oportunidades
(supra párrs. 95.104, 95.108 a 95.113). No obstante, en razón de lo señalado
anteriormente respecto del carácter de deber propio que deben guardar
las investigaciones en este tipo de hechos, mal podría sostenerse que en un
caso como el presente deba considerarse la actividad procesal del
interesado como un criterio determinante para definir la razonabilidad del
plazo del proceso penal. Por otro lado, si bien con la sentencia de casación
de 8 de marzo de 2001 se alcanzaron resultados parciales respecto de la
privación de la vida de las seis personas cuyos cuerpos fueron identificados,
en realidad la desaparición de las otras 37 personas permanece abierta y en
la fase de investigación desde hace más de 16 años. En síntesis, la
impunidad parcial y la falta de efectividad del proceso penal en este caso
se reflejan en dos aspectos: en primer lugar, la gran mayoría de los 122
responsables no han sido vinculados a las investigaciones o no han sido
identificados ni procesados, si se toma en cuenta que participaron en la
masacre alrededor de 60 hombres. En segundo lugar, la impunidad se
refleja en el juicio y condena en ausencia de los paramilitares que se han
visto beneficiados con la acción de la justicia que los condena pero no hace
efectiva la sanción. En síntesis, la impunidad parcial y la falta de efectividad
del proceso penal en este caso se reflejan en dos aspectos: en primer lugar,
la gran mayoría de los 122 responsables no han sido vinculados a las
investigaciones o no han sido identificados ni procesados, si se toma en
cuenta que participaron en la masacre alrededor de 60 hombres. En
segundo lugar, la impunidad se refleja en el juicio y condena en ausencia de
los paramilitares que se han visto beneficiados con la acción de la justicia
que los condena pero no hace efectiva la sanción. La Corte considera que la
investigación y proceso adelantados en la jurisdicción penal ordinaria no
han representado un recurso efectivo para garantizar, en un plazo
razonable, el derecho de acceso a la justicia de los familiares de las
personas desaparecidas y privadas de la vida con plena observancia de las

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garantías judiciales. Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs.
Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006. Serie C No. 148. Las masacres
fueron perpetradas en el contexto del conflicto armado interno que sufre
Colombia; comprendieron un gran número de víctimas - que perdieron sus
bienes, fueron ejecutadas, y en el caso de El Aro, obligadas a realizar
trabajos forzosos o desplazadas - y tuvo lugar en una región remota y de
difícil acceso del país, entre otros factores. Sin embargo, aun tomando en
cuenta la complejidad del asunto, la efectividad de los procesos se ha visto
afectada por varías fallas en la investigación (supra párr. 125.42, 125.43,
125.52, 125.87 y 125.93). No es sostenible, entonces, tal como pretende el
Estado, argumentar que las investigaciones en el presente caso fueron
realizadas en plazos razonables, tomando en consideración la complejidad
que significa abordar la "macrocriminalidad” implícita en estos hechos y
que la actividad procesal de los peticionarios en los procesos internos ha
sido escasa, en especial en los procesos penales en donde no ejercieron la
acción civil (supra párr. 282.ii.a y b). En relación con lo anterior, los
representantes señalaron que la legislación penal colombiana impedía
expresamente la constitución de parte civil durante la etapa de
investigación previa, situación que cambió el 3 de abril de 2002, cuando la
Corte Constitucional emitió la Sentencia C 228, mediante la cual dispuso
dicha participación. Además, la reducida participación de los familiares en
los procesos penales, ya sea como parte civil o como testigos, es también
consecuencia de la situación de desplazamiento que enfrentaron y el
temor a participar en dichos procesos derivado de la muerte o amenazas
sufridas por las personas que participaron o impulsaron los mismos, como
el señor Jesús Valle Jaramillo o los diversos fiscales que salieron del país
(supra párr. 125.95). Al respecto este Tribunal ha señalado que durante el
proceso de investigación y el trámite judicial, las víctimas de violaciones de
derechos humanos, o sus familiares, deben tener amplias oportunidades
para participar y ser escuchados, tanto en el esclarecimiento de los hechos
y la sanción de los responsables, como en la búsqueda de una justa
reparación. Sin embargo, la búsqueda efectiva de la verdad corresponde al
Estado, y no depende de la iniciativa procesal de la víctima, o de sus
familiares o de su aportación de elementos probatorios. Por tanto, mal
podría sostenerse, tal y como lo hizo el Estado (supra párr. 282.ii.b), que en
un caso como el presente deba considerarse la actividad procesal del
interesado como un criterio determinante para definir la razonabilidad del
plazo. Es necesario recordar que el presente caso comprende, inter alia,
ejecuciones extrajudiciales de 19 personas. En dichos casos la
jurisprudencia de este Tribunal es inequívoca: el Estado tiene el deber de
iniciar ex officio, sin dilación, una investigación seria, imparcial y efectiva,
que no se emprenda como una simple formalidad condenada de antemano
a ser infructuosa. Corte IDH. Caso Bayarri Vs. Argentina. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de octubre de
2008. Serie C No. 187. Como lo determinó el Tribunal (supra párr. 59), la
detención del señor Bayarri tuvo lugar el 18 de noviembre de 1991.
Asimismo, del expediente se desprende que el 20 de diciembre de ese año
el Juzgado de Instrucción No. 25 dictó auto de prisión preventiva en su
contra (supra párr. 71) y que la sentencia de primera instancia que condenó
al señor Bayarri a reclusión perpetua fue dictada el 6 de agosto de 2001, es
decir, aproximadamente diez años después. El recurso de apelación
interpuesto por la presunta víctima fue resuelto mediante sentencia de 1
de junio de 2004 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y

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Correccional Federal, que lo absolvió y ordenó su libertad. El Tribunal
observa que este proceso judicial duró aproximadamente trece años,
período durante el cual el señor Bayarri estuvo sometido a prisión
preventiva (supra párr. 71). En casos anteriores, al analizar la razonabilidad
de un plazo procesal la Corte ha valorado los siguientes elementos: a)
complejidad del asunto, b) actividad procesal del interesado y c) conducta
de las autoridades judiciales. No obstante, el Tribunal considera que existe
un retardo notorio en el proceso referido carente de explicación razonada.
En consecuencia, no es necesario realizar el análisis de los criterios
mencionados. Tomando en cuenta, asimismo, el reconocimiento de
hechos formulado (supra párrs. 29 y 30), la Corte estima que respecto de la
causa penal en estudio el Estado violó el artículo 8.1 de la Convención
Americana en perjuicio del señor Juan Carlos Bayarri. Corte IDH. Caso Valle
Jaramillo y otros Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 27 de noviembre de 2008. Serie C No. 192. La Corte ha establecido que
es preciso tomar en cuenta tres elementos para determinar la
razonabilidad del plazo: a) la complejidad del asunto, b) la actividad
procesal del interesado, y c) la conducta de las autoridades judiciales. El
Tribunal considera pertinente precisar, además, que en dicho análisis de
razonabilidad se debe tomar en cuenta la afectación generada por la
duración del procedimiento en la situación jurídica de la persona
involucrada en el mismo, considerando, entre otros elementos, la materia
objeto de controversia. Si el paso del tiempo incide de manera relevante en
la situación jurídica del individuo, resultará necesario que el procedimiento
corra con más diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo
breve. Corte IDH. Caso Anzualdo Castro Vs. Perú. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de septiembre de 2009.
Serie C No. 202. El artículo 8.1 de la Convención Americana establece
como uno de los elementos del debido proceso que los tribunales decidan
los casos sometidos a su conocimiento en un plazo razonable. Al respecto,
la Corte ha considerado preciso tomar en cuenta varios elementos para
determinar la razonabilidad del plazo en el que se desarrolla un proceso: a)
complejidad del asunto, b) actividad procesal del interesado, c) conducta
de las autoridades judiciales y d) afectación generada en la situación
jurídica de la persona involucrada en el proceso. No obstante, la
pertinencia de aplicar esos criterios para determinar la razonabilidad del
plazo de un proceso depende de las circunstancias de cada caso, pues en
casos como el presente el deber del Estado de satisfacer plenamente los
requerimientos de la justicia prevalece sobre la garantía del plazo
razonable. En todo caso, corresponde al Estado demostrar las razones por
las cuales un proceso o conjunto de procesos han tomado un período
determinado que exceda los límites del plazo razonable. Si no lo
demuestra, la Corte tiene amplias atribuciones para hacer su propia
estimación al respecto. En el mismo sentido: Caso Radilla Pacheco Vs.
México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de noviembre de 2009. Serie CNo. 209, párr.244. En el
presente caso, la Corte advierte que la averiguación de los hechos revestía
cierta complejidad, por tratarse de una desaparición forzada en que los
perpetradores intentaron eliminar todo rastro o evidencia, por la negativa
de brindar información sobre el paradero y por el número de posibles
responsables. No obstante, en el primer período las autoridades judiciales
actuaron en forma negligente y sin la debida celeridad que ameritaban los
hechos (supra párrs. 134 y 140). En todo momento los familiares asumieron

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una posición activa, poniendo en conocimiento de las autoridades la
información de que disponían e impulsando las investigaciones. Respecto
de las nuevas investigaciones abiertas a partir del año 2002, no es posible
desvincular las obstaculizaciones y dilaciones verificadas respecto del
período anterior, lo que ha llevado a que las investigaciones y procesos
hayan durado más de 15 años desde que ocurrieron los hechos. Estos
procesos continúan abiertos, sin que se haya determinado la suerte o
localizado el paradero de la víctima, así como procesado y eventualmente
sancionado a los responsables, lo cual, en conjunto, ha sobrepasado
excesivamente el plazo que pueda considerarse razonable para estos
efectos. Por todo lo anterior, la Corte considera que el Estado incumplió los
requerimientos del artículo 8.1 de la Convención. Corte IDH. Caso Vásquez
Durand y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 15 de febrero de 2017. Serie C No.
332. La Corte ha establecido que el derecho de acceso a la justicia requiere
que se haga efectiva la determinación de los hechos que se investigan en
tiempo razonable . Este Tribunal ha señalado que el "plazo razonable" al
que se refiere el artículo 8.1 de la Convención se debe apreciar en relación
con la duración total del procedimiento que se desarrolla hasta que se dicta
la sentencia definitiva . Asimismo, ha considerado que una demora
prolongada constituye en principio, por sí misma, una violación a las
garantías judiciales . Corte IDH. Caso Favela Nova Brasília Vs. Brasil.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16
de febrero de 2017. Serie C No. 333. En cuanto a la celeridad del proceso,
este Tribunal ha señalado que el "plazo razonable" al que se refiere el
artículo 8.1 de la Convención se debe apreciar en relación con la duración
total del procedimiento que se desarrolla hasta que se dicta la sentencia
definitiva . El derecho de acceso a la justicia implica que la solución de la
controversia se produzca en tiempo razonable , ya que una demora
prolongada puede llegar a constituir, por sí misma, una violación de las
garantías judiciales . Respecto al presunto incumplimiento de la garantía
judicial de plazo razonable en el proceso penal, la Corte examinará los
cuatro criterios establecidos en su jurisprudencia en la materia: i) la
complejidad del asunto; ii) la actividad procesal del interesado; iii) la
conducta de las autoridades judiciales, y iv) la afectación generada en la
situación jurídica de la persona involucrada en el proceso . La Corte
recuerda que corresponde al Estado justificar, con fundamento en los
criterios señalados, la razón por la cual ha requerido del tiempo
transcurrido para tratar el caso y, de no demostrarlo, la Corte tiene amplias
atribuciones para hacer su propia estimación al respecto . El Estado no
presentó alegatos específicos sobre esa alegada violación de la
Convención.
Complejidad del asunto. Corte IDH. Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2004. Serie C
No. 111. Al analizar los criterios que se deben tomar en cuenta para
determinar la razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla el proceso
(supra párr. 141), esta Corte ha constatado que al señor Canese se le
procesó y juzgó por los delitos de difamación e injuria y que los principales
elementos probatorios lo constituyeron los dos artículos periodísticos en
los que se publicaron las declaraciones querelladas, ya que no se recibió
ninguna declaración testimonial ni peritaje. Asimismo, en su declaración
indagatoria el señor Canese aceptó haber realizado tales declaraciones,
por lo que en materia probatoria el proceso penal no revistió gran

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complejidad. Al respecto, el propio Estado indicó que estaba de acuerdo
con la Comisión en que los procesos por difamación e injuria "no deben ser
precisamente considerados como complejos, salvo que las pruebas a ser
aportadas al proceso, o la cantidad de testigos, o la cantidad de víctimas
sea de un número muy elevado, lo cual no se ha constatado en este caso".
Corte IDH. Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. Sentencia de 25 de
noviembre de 2005. Serie C No. 137. En el transcurso de la audiencia
pública en el presente caso el Estado solicitó que la Corte tuviera en cuenta
que la causa contra el señor Urcesino Ramírez Rojas era "una de las dos mil
causas que fueron anuladas al mismo tiempo como parte del mismo
proceso luego de la Sentencia del Tribunal Constitucional en el 2003”. Al
respecto, la Corte reconoce las difíciles circunstancias por las que ha
atravesado el Perú. Sin embargo, las condiciones de un país, sin importar
que tan difíciles sean, generalmente no liberan a un Estado Parte en la
Convención Americana de sus obligaciones legales establecidas en ese
tratado, salvo en los casos en ella misma establecidos. A la luz de lo
anterior, este Tribunal considera que a pesar de la demostrada
complejidad del nuevo proceso penal seguido contra el señor Urcesino
Ramírez Rojas en el presente caso, las actuaciones de las autoridades
estatales competentes no han sido compatibles con el principio del plazo
razonable. El Tribunal considera que el Estado debe tener en cuenta el
tiempo que el señor Urcesino Ramírez Rojas ha permanecido detenido
para llevar a cabo de una manera diligente el nuevo proceso. Por todo lo
anterior, la Corte concluye que el Estado ha violado, en perjuicio del señor
Urcesino Ramírez Rojas, el derecho a ser juzgado dentro de un plazo
razonable, que establece el artículo 8.1 de la Convención Americana. Corte
IDH. Caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de marzo de 2006. Serie C No.
146. La Corte ha constatado que el 7 de septiembre de 1993 se iniciaron los
trámites ante el INDI para el reconocimiento de lo que en el Paraguay se
conoce como "personería jurídica” de la Comunidad Sawhoyamaxa (supra
párr. 87), y que el decreto mediante el cual se reconoció ésta fue emitido el
21 de julio de 1998, es decir, cuatro años, diez meses y catorce días
después (supra párr. 73.15). Teniendo en cuenta lo anterior, y considerando
que la complejidad de este procedimiento era mínima y que el Estado no
ha justificado la mencionada demora, el Tribunal la considera
desproporcionada y como una violación del derecho a ser oído dentro de
un plazo razonable, conforme al artículo 8.1 de la Convención Americana.
Corte IDH. Caso Radilla Pacheco Vs. México. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2009.
Serie C No. 209. En el presente caso, la Corte advierte que la averiguación
de los hechos reviste cierta complejidad, por tratarse de una desaparición
forzada en ejecución desde hace más de 35 años. No obstante, cuando se
presentaron las dos primeras denuncias, las autoridades no realizaron una
investigación exhaustiva (supra párr. 201). Si bien la Fiscalía Especial se
avocó, entre otros, a la investigación de los hechos, la Corte nota que, para
ello, transcurrió un período de casi 10 años desde que fuera presentada la
primera denuncia penal en 1992. Esto no es posible desvincularlo de la
propia omisión del Estado. Asimismo, durante las investigaciones
posteriores la señora Tita Radilla Martínez ha asumido una posición activa
como "coadyuvante”, poniendo en conocimiento de las autoridades la
información de que ha dispuesto e impulsando las investigaciones. No
obstante, la averiguación previa se encuentra todavía abierta a más de

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siete años desde que la Fiscalía Especial inició las investigaciones. En total,
han transcurrido 17 años desde que la autoridad ministerial tuvo
conocimiento formal de la desaparición forzada del señor Rosendo Radilla
Pacheco, sin que el Estado haya justificado válidamente la razón de esta
demora. Todo lo anterior, en conjunto, ha sobrepasado excesivamente el
plazo que pueda considerarse razonable para estos efectos. En
consecuencia, la Corte considera que el Estado incumplió los
requerimientos del artículo 8.1 de la Convención. Corte IDH. Caso López
Mendoza Vs. Venezuela. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de
septiembre de 2011. Serie C No. 233. El Estado señaló que los recursos
mencionados implicaron hechos irregulares cometidos por funcionarios
públicos y, en el caso concreto de los hechos de PDVSA, comprendía a una
persona jurídica, el análisis de vínculos de consanguinidad de primer grado
entre los implicados y el análisis de la implementación de un convenio
(supra párrs. 40 a 43). Asimismo, el Estado indicó que uno de los recursos
fue interpuesto de manera conjunta con un amparo cautelar que implicó
pronunciamientos previos, y que frente a la declaratoria de responsabilidad
por los hechos del Municipio Chacao hubo una solicitud de adhesión que
ameritó nuevos pronunciamientos por parte de la Sala Político
Administrativa. La Corte considera que estos aspectos involucraban
debates técnicos sobre gestión de presupuestos e implementación de
convenios, lo cual permite inferir la complejidad de los asuntos a resolver.
De esta manera, aún asumiendo que en promedio los plazos descritos en la
Ley Orgánica permitan concluir que un recurso interpuesto ante el Tribunal
Supremo de Justicia debe ser resuelto en 10 meses y medio, la Corte
considera que el plazo de 3 años y casi 6 meses y de 3 años resulta
razonable frente a la complejidad de los asuntos involucrados (supra párr.
163). Además, la Corte constata que el Tribunal Supremo de Justicia
promovió diligentemente diferentes actuaciones de las partes. Corte IDH.
Caso Furlan y familiares Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2012. Serie C No.
246. Este Tribunal ha tenido en cuenta diversos criterios para determinar la
complejidad de un proceso. Entre ellos, se encuentra la complejidad de la
prueba, la pluralidad de sujetos procesales o la cantidad de víctimas, el
tiempo transcurrido desde la violación, las características del recurso
consagradas en la legislación interna y el contexto en el que ocurrió la
violación. En ese orden de ideas y teniendo en cuenta los anteriores puntos
reseñados, el Tribunal considera que el caso no involucraba aspectos o
debates jurídicos o probatorios que permitan inferir una complejidad cuya
respuesta requiriera el transcurso de un lapso de casi 12 años. Por lo tanto,
la dilación en el desarrollo y ejecución del proceso civil por daños y
perjuicios en el presente caso no puede justificarse en razón de la
complejidad del asunto. Corte IDH. Caso Masacre de Santo Domingo Vs.
Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones. Sentencia de
30 de noviembre de 2012. Serie C No. 259. La Corte considera indudable
que este es un caso complejo, principalmente por todos los aspectos
técnicos que involucraba una investigación efectiva, así como por la
pluralidad de víctimas y la cantidad de actores de la Fuerza Aérea
Colombiana y del Ejército que tuvieron participación en ese contexto
específico de conflicto armado en la zona. Han sido referidas numerosas
diligencias de investigación conducidas por la Fiscalía General de la Nación,
que denotan una actividad constante en la búsqueda de determinación de
los hechos y un seguimiento plausible de líneas lógicas de investigación,

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sin perjuicio de lo que aún corresponda investigar. Aún si está pendiente de
decisión el recurso de casación, es posible considerar que las autoridades
jurisdiccionales ordinarias han venido cumpliendo adecuadamente sus
funciones. Además, si bien en este caso la investigación es un deber ex
officio del Estado, las víctimas han asumido una posición activa en las
investigaciones. Por último, en las circunstancias del caso, no es necesario
realizar el análisis del cuarto elemento del plazo razonable. En
consecuencia, no ha sido demostrado que el Estado incurriera en violación
del artículo 8 de la Convención por exceder el plazo razonable en las
investigaciones. Corte IDH. Caso Suárez Peralta Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de mayo de
2013. Serie C No. 261. Por otra parte, a pesar de que el caso se refería a un
asunto médico, el cual conlleva un cierto elemento de complejidad, no
correspondió a ello la lentitud del proceso, sobre todo, teniendo presente
que los operadores judiciales no solicitaron diligencias técnicas, pericias o
estudios especializados para la investigación de los hechos que pudieran
justificar la demora del mismo. Asimismo, en el presente caso, fueron
claramente determinadas la víctima, las personas que realizaron la
iñterveñcióñ quirúrgica, el resultado de dicha iñterveñcióñ, el lugar y las
circunstancias de los hechos. De lo anterior se desprende la falta de
diligencia y efectividad de los operadores de justicia en impulsar el proceso
de investigación del caso, lo que, sumado a las diversas interrupciones
temporales del trámite, culminaron en la prescripción de la acción penal.
Es decir, la responsabilidad por las falencias y la demora en el proceso y su
consecuente prescripción se deben exclusivamente a la actuación de las
autoridades judiciales ecuatorianas, sobre quienes recaía la
responsabilidad de tomar todas las medidas necesarias para investigar,
juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables, independientemente de
la gestión de las partes. Corte IDH. Caso Argüelles y otros Vs. Argentina.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20
de noviembre de 2014. Serie C No. 288. Respecto de la complejidad del
caso, este Tribunal ha tenido en cuenta diversos criterios, entre los cuales
se encuentran la complejidad de la prueba, la pluralidad de sujetos
procesales o la cantidad de víctimas, el tiempo transcurrido desde la
violación, las características del recurso consagradas en la legislación
interna y el contexto en el que ocurrió la violación. Asimismo, el Tribunal
Europeo ha indicado que la complejidad debe determinarse por la
naturaleza de las acusaciones, el número de acusados y la situación política
y social reinante en el lugar y tiempo de la ocurrencia de los hechos. En
este sentido, respecto a los criterios tomados en cuenta por este Tribunal
en aras de determinar la complejidad del caso se observa la presencia de:
1) un amplio número de acusados; 2) una situación política y social
compleja, y 3) dificultades en la obteñcióñ de prueba. En el mismo sentido:
Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) Ks. Kenezuela.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
22 de junio de 2015. Serie C No. 293, párr. 260. Corte IDH. Caso Wong Ho
Wing Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de junio de 2015. Serie C No. 297. Este Tribunal ha tenido
en cuenta diversos criterios para determinar la complejidad de un proceso.
Entre ellos, se encuentran la complejidad de la prueba, la pluralidad de
sujetos procesales o la cantidad de víctimas, el tiempo transcurrido desde
la violación , las características del recurso consagradas en la legislación
interna, el contexto en el que ocurrió la violación y la cantidad de recursos

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interpuestos en un proceso . La Corte afirma que, contrariamente a lo que
sostiene el Estado, la falta de claridad en las sentencias de los propios
tribunales locales o la vigencia de medidas provisionales dictadas por el
sistema interamericano de protección de derechos humanos no pueden ser
argumentos que eximan al Estado de su obligación de garantizar el plazo
razonable de un proceso ni que justifiquen su retraso. No obstante, en el
presente caso, la Corte nota que el proceso de extradición entre el Perú y
China involucra comuñicacioñes y relaciones diplomáticas entre dos
Estados que cuentan con un sistema jurídico e idioma diferente y que
requiere la participación de múltiples y distintos órganos de ambos
Estados. Además, la ausencia de jurisprudencia a nivel regional o a nivel
interno sobre la materia y la diversidad de recursos interpuestos tanto por
la presunta víctima como por los órganos del Estado (infra B.2.b y B.2.c)
han contribuido a complejizar el proceso e influido en su prolongación. Por
tanto, este Tribunal reconoce que el caso es complejo. Sin embargo, es
necesario analizar los demás elementos del plazo razonable para
determinar si el Estado ha incumplido o no con esta garantía. Corte IDH.
Caso Yarce y otras Vs. Colombia. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2016. Serie C No.
325. Este Tribunal ha indicado en otras oportunidades las dificultades que
pueden generarse para dar respuesta adecuada y fiel a los compromisos
iñterñacioñales del Estado cuando éste se encuentra frente al juzgamiento
de actuaciones de miembros de grupos alzados en armas . La Corte
observa que la investigación de los procesos penales de los delitos de
amenazas y desplazamiento como son los relativos a las señoras Rúa,
Ospina y sus familiares, resultan complejos, en lo que concierne a la
determinación, eventual detención (si procede) y juzgamiento de los
inculpados, dado que involucran múltiples víctimas y posibles responsables
pertenecientes a grupos armados ilegales. Corte IDH. Caso Andrade
Salmón Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de
diciembre de 2016. Serie C No. 330. En relación al primer elemento, este
Tribunal ha tenido en cuenta diversos criterios para determinar la
complejidad de un asunto. Entre ellos se encuentra i) la complejidad de la
prueba; ii) la pluralidad de sujetos procesales o la cantidad de víctimas; iii)
el tiempo transcurrido desde la violación; iv) las características del recurso
contenidos en la legislación interna, y v) el contexto en el que ocurrieron
los hechos. En relación con segundo elemento, es decir con la actividad
procesal del interesado, la Corte ha evaluado si los sujetos realizaron las
intervenciones en los procesos que le eran razonablemente exigibles. En
cuanto al tercer elemento, es decir la conducta de las autoridades
judiciales, la Corte ha entendido que los jueces, como rectores del proceso,
tienen el deber de dirigir y encausar el procedimiento judicial con el fin de
no sacrificar la justicia y el debido proceso en pro del formalismo. En
relación con el cuarto elemento, es decir la afectación generada en la
situación jurídica de la persona involucrada en el proceso, la Corte ha
establecido que las autoridades deben actuar con mayor diligencia en
aquellos casos donde de la duración del proceso depende la protección de
otros derechos de los sujetos del proceso.
Actividad procesal del interesado. Corte IDH. Caso Genie Lacayo Vs.
Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de
1997. Serie C No. 30. En cuanto al segundo elemento que se refiere a la
actividad procesal del afectado no consta en autos que el señor Raymond
Genie Peñalba, padre de la víctima, hubiere tenido una conducta

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incompatible con su carácter de acusador privado ni entorpecido la
tramitación, pues se limitó a interponer los medios de impugnación
reconocidos por la legislación de Nicaragua (supra 70). Corte IDH. Caso
Cantos Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de
noviembre de 2002. Serie C No. 97. La otra cuestión debatida en estas
actuaciones respecto del proceso seguido ante la Suprema Corte de
Justicia Argentina es la de si el procedimiento se ha ajustado a los artículos
8 y 25 de la Convención Americana en cuanto garantizan el derecho a una
respuesta de la autoridad judicial dentro de un plazo razonable. Este
Tribunal observa al respecto que, en principio, los diez años transcurridos
entre la presentación de la demanda del señor Cantos ante la Corte
Suprema de Justicia y la expedición de la sentencia de ésta última que puso
fin al proceso interno, implican una violación de la norma sobre plazo
razonable por parte del Estado. No obstante, un examen detenido del
desarrollo del aludido proceso, muestra que tanto el Estado como el
demandante, es decir, el señor Cantos, incurrieron en comportamientos
que por acción u omisión incidieron en la prolongación de la actuación
judicial interna. Si la conducta procesal del propio interesado en obtener
justicia ha contribuido en algún grado a prolongar indebidamente la
duración del proceso, difícilmente se configura en cabeza del Estado una
violación de la norma sobre plazo razonable En todo caso, teniendo en
cuenta la complejidad del asunto y el desinterés del actor, entre otros
factores, la duración global del proceso litigioso no revestiría la
importancia necesaria para declarar la violación de los artículos que
protegen el derecho al acceso a la justicia y a las garantías judiciales. A la
luz de ello este Tribunal encuentra que carece de elementos para declarar
que el Estado de Argentina ha violado, en la especie, los artículos 8 y 25 de
la Convención Americana en cuanto consagran el derecho de obtener
respuesta, dentro de un plazo razonable, a las demandas y solicitudes
planteadas a las autoridades judiciales. Corte IDH. Caso Juan Humberto
Sánchez Vs. Honduras. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 7 de junio de 2003. Serie C No. 99. En lo relativo a las
actuaciones del actor, como lo indicó la Corte anteriormente en el
fenómeno de las ejecuciones extrajudiciales, el descargo del Estado no
puede descansar en las actuaciones de los familiares de la presunta
víctima, como lo señalara la Corte Suprema de Justicia en 1997 al afirmar
que "respetando la independencia de los [t]ribunales inferiores, no se
pronuncia[ba] en ningún sentido en lo que respecta al caso que se ventila.
Esto además de que las partes tienen expeditos los recursos que señala la
ley, para obtener la subsanación de cualquier irregularidad que pudieran
considerar [que] aparece en los expedientes de referencia". En este tipo de
situaciones es obligación del Estado llevar a cabo una investigación seria y
efectiva como en este caso sería la averiguación de lo sucedido al señor
Juan Humberto Sánchez. No obstante, esta Corte hace notar que los
familiares de la presunta víctima presentaron declaraciones en diferentes
oportunidades en el proceso 1992, 1993, 1995 y 1998, en razón de que
fueron anuladas por el Juzgado Segundo de Letras de Intibucá por faltar
algún requisito legal al ser tomadas por el Juzgado de Paz de
Colomoncagua, pese a que éstos estaban siendo amenazados por parte de
la autoridades militares de que no siguiesen investigando (supra 70.13 y
70.14). En todo caso, cuando se trate de ejecuciones extrajudiciales las
autoridades deben actuar de oficio e impulsar su investigación, no
haciendo recaer esta carga en la iniciativa de los familiares, como lo afirmó

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el Estado en sus alegaciones (supra 61.e y 116.c). En el mismo sentido:
Caso de la "Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia. Sentencia de 15 de
septiembre de 2005. Serie C No. 134, párr. 219; Caso de las Masacres de
Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006 Serie C No. 148,
párr. 296; Caso Valle Jaramillo y otros Vs. Colombia. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2008. Serie C
No. 192, párr. 157; Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de septiembre de 2009.
Serie C No. 203, párr.. 135. Corte IDH. Caso Mémoli Vs. Argentina.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22
de agosto de 2013. Serie C No. 265. Sin perjuicio de lo anterior, la Corte
destaca que los retrasos causados por las acciones u omisiones de
cualquiera de las dos partes se deben tomar en cuenta al analizar si el
proceso ha sido llevado a cabo en un plazo razonable. Al respecto, el
principal alegato del Estado consiste en que la dilación del proceso civil se
debe a la cantidad de recursos judiciales interpuestos por las partes en el
mismo. En este sentido, este Tribunal constata que, entre ambas partes, se
interpusieron más de treinta recursos y coincide con el Estado en que los
recursos interpuestos por las partes en el proceso civil han contribuido a
complejizar el proceso e influido en su prolongación . No obstante, este
Tribunal destaca que las partes en dicho proceso, entre ellas las presuntas
víctimas en este caso, estaban haciendo uso de medios de impugnación
reconocidos por la legislación aplicable para la defensa de sus intereses en
el proceso civil, lo cual per se no puede ser utilizado en su contra. La Corte
considera que la interposición de recursos constituye un factor objetivo,
que no debe ser atribuido al Estado demandado, y que debe ser tomado en
cuenta al determinar si la duración del procedimiento excedió el plazo
razonable. Adicionalmente, del expediente ante la Corte no se desprende
que se haya decretado la negligencia de ninguna de las dos partes. Lo que
es más, los señores Mémoli, al menos en seis oportunidades, solicitaron al
Juzgado que tomase acciones sobre algún punto pendiente y en tres
oportunidades solicitaron pronto despacho. Asimismo, al menos en tres
oportunidades los demandantes reactivaron la causa tras un período de
inactividad, y en julio de 2007 la parte querellante señaló que había
"transcurrido en exceso el plazo de producción de prueba". Además,
ambas partes desistieron de prueba, lo cual, en principio, ha debido
contribuir a dar mayor celeridad al proceso. Corte IDH. Caso Veliz Franco y
otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No. 277. Por otro lado, la
Corte ha constatado que la señora Rosa Elvira Franco ha tenido acceso a la
investigación y ha participado activamente en ésta a través de
declaraciones, envío de escritos, presentación de información y consultas a
los funcionarios encargados del caso, entre otros. Sin embargo, el Estado
ha argumentado que dicha intervención de la señora Franco ha
obstaculizado la investigación al aportar diversa información,
contradictoria o inconsistente, que a su juicio no ha resultado útil. Al
respecto, este Tribunal considera que dicho alegato del Estado es
inadmisible para justificar una demora indebida en los procedimientos, ya
que en la jurisdicción interna corresponde a los órganos competentes
dirigir la investigación y encauzarla de acuerdo a las estrategias o líneas de
investigación determinadas por ellos para el esclarecimiento de los hechos
y, en todo caso, la investigación debe ser impulsada de oficio, sin que sean

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las víctimas o sus familiares quienes tengan la carga de asumir tal iniciativa
, que corresponde al Estado.
Conducta de las autoridades judiciales. Corte IDH. Caso Genie Lacayo Vs.
Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de
1997. Serie C No. 30. En lo que al tercer elemento se refiere, es decir, en
cuanto a la conducta de las autoridades judiciales de Nicaragua, esta Corte
estima que no se han producido dilaciones excesivas en las diversas etapas
del proceso, con excepción de la última fase todavía pendiente (supra 71),
es decir, del recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia
interpuesto por la parte acusadora el 29 de agosto de 1994, admitido por
dicho Tribunal el 31 siguiente y que, no obstante las diversas solicitudes de
las partes, todavía no ha sido resuelto. Incluso considerando la complejidad
del asunto, así como las excusas, impedimentos y sustitución de los
magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el plazo de más de dos años
que ha transcurrido desde la admisión del citado recurso de casación no es
razonable y por consiguiente este Tribunal debe considerarlo violatorio del
artículo 8.1 de la Convención. Lo hará en la parte resolutiva en relación con
el artículo 1.1 de la misma que es el que contiene la obligación general de
respetar la Convención. Corte IDH. Caso Juan Humberto Sánchez Vs.
Honduras. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 7 de junio de 2003. Serie C No. 99. En cuanto al comportamiento de las
autoridades, en primer término baste destacar que las acciones u
omisiones que vulneren derechos fundamentales pueden ser cometidas
por cualquier autoridad pública, sea ésta del Poder Ejecutivo, Legislativo o
Judicial, tal como ha quedado establecido en la jurisprudencia de este
Tribunal. En razón de lo anterior, en el caso sub judice en el período
correspondiente a 1992 a 2001, debe ponderarse no sólo lo acaecido en el
proceso ante el Juzgado de Paz de Colomoncagua y el Juzgado Segundo
de Letras de Intibucá, sino todos aquellos procesos o procedimientos que
de alguna manera incidieran en esta causa y que dejen entrever el
comportamiento de las autoridades públicas: a) cabe destacar que si bien
los juzgados correspondientes desconocían la dirección del posible
imputado desde el 16 de marzo de 1995, éstos no hicieron esfuerzos para
tratar de localizar a dicha persona sabiendo que se trataba de un agente
del Estado sino hasta el 29 de septiembre de 1998, fecha en que el Juzgado
Segundo de Letras de Intibucá solicitó al director de la junta interventora
de la policía nacional y al comandante general de las fuerzas armadas que
pusieran a la disposición al señor Ángel Belisario Hernández González. En
el caso de las fuerzas armadas, éstas no contestaron a la solicitud en un
período de un año, la misma les fue reiterada el 23 de junio de 1999 y al no
obtener una respuesta se procedió al archivo de la causa hasta el 20 de
noviembre de 2001. Según consignó el imputado, en su declaración ante el
Juzgado Segundo de Letras de Intibucá, fue dado de baja en las fuerzas
armadas el 28 de enero de 1997 y supo que estaba siendo investigado a
través de publicaciones de anuncios de recompensa por su captura en los
diarios en marzo de 2002. Este tipo de suspensiones sólo deberían
admitirse por causas extremadamente graves, pero no, como en el caso
sub judice, por no poder ubicar al presunto responsable de los hechos, ya
que la investigación debería de haberse dirigido a determinar la
responsabilidad de los demás partícipes de la detención, torturas y
ejecución extrajudicial del señor Juan Humberto Sánchez (supra 70.30); y
b) asimismo, no se llevó a cabo ninguna investigación sobre ningún otro
agente del Estado sino sólo con respecto a quien se había ordenado la

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primera detención, pese a que en el fuero interno de las fuerzas armadas
había sido investigado y absuelto. En igual sentido, por la detención, las
condiciones mismas del cadáver y el patrón imperante en el país, es
razonable inferir que participaron varios agentes para vulnerar los
derechos del señor Juan Humberto Sánchez. Corte IDH. Caso Ricardo
Canese Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de
agosto de 2004. Serie C No. 111. En el presente caso la conducta de las
autoridades judiciales se encuentra estrechamente relacionada con el
anterior parámetro de análisis del plazo razonable. El Estado alegó que se
debe tomar en cuenta que el proceso penal al cual se sometió al señor
Canese fue reglado por una norma de corte inquisitivo; que el tipo de
proceso penal es de instancia privada, es decir, que se "vería muy mal que
[el Estado] impulse el procedimiento de oficio"; y que la representación del
señor Canese incurrió en varias oportunidades en "deficiencias por
presentaciones fuera de plazo o inactividad procesal". En diversas
oportunidades las autoridades judiciales resolvieron de forma tardía
incluso los propios recursos urgidos por la parte querellante, por ejemplo,
cuando después de que el 19 de noviembre de 1997 el Tribunal de
Apelación en lo Criminal, Tercera Sala, concedió el recurso de apelación
presentado por el abogado de la parte querellante contra la sentencia de
segunda instancia y dispuso que se remitieran los autos a la Corte Suprema
de Justicia del Paraguay, el abogado de la parte querellante se vio obligado
a solicitar que se resolviera su apelación. Sin embargo, la Sala Penal de la
Corte Suprema de Justicia del Paraguay tardó aproximadamente tres años
y cinco meses en resolver tal apelación. En el proceso penal seguido contra
el señor Canese las autoridades judiciales no actuaron con la debida
diligencia y celeridad, lo cual se ve reflejado, por ejemplo, en que: a) el
proceso tuvo una duración de ocho años y seis meses hasta que quedó
firme la sentencia de segunda instancia; b) el período transcurrido entre la
interposición de la apelación contra la sentencia de primera instancia y la
emisión de la sentencia de segunda instancia fue de tres años y siete
meses; y c) el período transcurrido entre la interposición del recurso de
apelación contra la sentencia de segunda instancia interpuesto por el
abogado de la parte querellante y su resolución final fue de
aproximadamente tres años y cinco meses. La Corte observa que el propio
Estado afirmó que es posible que el caso de[l señor] Canese -regido bajo
las formas del viejo proceso- haya sido uno de los tantos que pudieran
haberse dilatado más allá de los parámetros mínimos atendidos por la
Convención Americana, sin que esto finalmente pudiera ser imputado a los
órganos del Estado Paraguayo, que en medio de la crisis ha[n] sabido
superar dichos problemas e implementar un nuevo modelo penal -
sustancial y formal". Con respecto a los referidos alegatos del Paraguay
(supra párrs. 145 y 147), la Corte reitera que, de conformidad con lo
estipulado en el artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados, es un principio básico del Derecho Internacional que "[u]na
parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como
justificación del incumplimiento de un tratado". En el derecho de gentes,
una norma consuetudinaria prescribe que un Estado que ha ratificado un
tratado de derechos humanos debe introducir en su derecho interno las
modificaciones necesarias para asegurar el fiel cumplimiento de las
obligaciones asumidas. Los Estados no pueden incumplir estas
obligaciones convencionales alegando supuestas dificultades de orden
interno. Por tales razones, la regulación procesal penal del Paraguay

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aplicada en el proceso seguido contra el señor Canese no podía ser
invocada por este Estado para incumplir la garantía de razonabilidad del
plazo al juzgar a la presunta víctima, de conformidad con la obligación a su
cargo contemplada en el artículo 8.1 de la Convención Americana. Corte
IDH. Caso de las Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de marzo de 2005. Serie C No. 120.
Basándose en los antecedentes expuestos en el capítulo sobre Hechos
probados, la Corte reconoce que el asunto que se investiga por los
tribunales nacionales en este caso es complejo y que esto debe tenerse en
consideración para apreciar la razonabilidad del plazo. Sin embargo, el
Tribunal advierte que las demoras en el proceso penal que se examina en
este caso no se han producido por la complejidad del caso, sino por una
inacción del órgano judicial que no tiene explicación. En diversas
oportunidades durante la instrucción han transcurrido largos períodos de
tiempo sin que el fiscal solicitara al juez que se practicara alguna diligencia
y sin que el juez lo ordenara de oficio. Asimismo, tanto el fiscal como el
juez han dejado transcurrir meses y hasta más de un año, antes de solicitar
y ordenar que se practique una diligencia que no se realizó en la primera
oportunidad señalada para evacuarse. Por ejemplo, en cuanto a las
actuaciones procesales relacionadas con la Cruz Roja, el fiscal y el juez
dejaron transcurrir un año y casi ocho meses desde que el Director General
de la Cruz Roja salvadoreña, en una diligencia de inspección de libros,
manifestó que "no t[enía] en su poder [los] libros de trabajo de
asesoramiento y atención a desplazados durante el año de mil novecientos
ochenta y dos, ya que dichos documentos o libros se enc[o]ntra[b]an en
poder de la Cruz Roja Internacional”, para realizar una diligencia con el
propósito de solicitar información al Comité Internacional de la Cruz Roja
(supra párr. 48.59). En cuanto a las actuaciones procesales relacionadas
con la Fuerza Armada, por ejemplo, el fiscal y el juez dejaron transcurrir
tres meses antes de volver a solicitar y ordenar que se realizara una
inspección en los Libros de Novedades y registros del Destacamento
Militar Número Uno de Chalatenango, la cual había quedado pendiente
cuando la primera inspección no se realizó porque los archivos estaban
desordenados (supra párr. 48.63 y 48.65). Asimismo, en enero de 2002 un
nuevo fiscal asumió la investigación, pero tardó aproximadamente un año
y ocho meses para realizar las primeras actuaciones en el proceso (supra
párr. 48.69). Corte IDH. Caso Mémoli Vs. Argentina. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de agosto de
2013. Serie C No. 265. La Corte recuerda que es el Estado, a través de sus
autoridades judiciales, quien debe conducir el proceso. Al respecto,
conforme la legislación procesal civil aplicable al presente caso, el juez
tiene el deber de dirigir el procedimiento, manteniendo la igualdad de las
partes en el proceso, vigilando que la tramitación de la causa procure la
mayor economía procesal y evitando la paralización del proceso. Sin
embargo, la Corte constata que han existido varios períodos de inactividad
en el proceso civil que son enteramente atribuibles a las autoridades
judiciales. Asimismo, existió una falta de debida diligencia por parte de las
autoridades que no es cuantificable en una demora específica de tiempo,
pero que sin duda contribuyó a la dilación en el procedimiento. La Corte
advierte que los constantes recursos interpuestos por las partes del
proceso pueden generar cierta confusión en su tramitación, no obstante, al
ser el juez el director del proceso, debe asegurar la tramitación correcta de
los mismos [_]La Corte estima que dicha falta de diligencia de las

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autoridades es especialmente relevante al considerar que las presuntas
víctimas han sido objeto de una medida cautelar de inhibición general de
bienes, en virtud de los posibles daños civiles, por más de diecisiete años.
Según la legislación nacional aplicable, dichas órdenes implican una
"inhibición general de vender o gravar sus bienes” y no están limitadas a un
monto específico. La Corte recuerda que la adopción de medidas
cautelares que afecten la propiedad privada no constituye per se una
violación del derecho de propiedad, aún cuando sí constituyen una
limitación a dicho derecho, en la medida que afectan la facultad de las
personas de disponer libremente de sus bienes. No obstante, la Corte
advierte que las autoridades judiciales internas no previeron la posibilidad
de moderar el impacto de la duración del proceso civil en la facultad de las
presuntas víctimas de disponer sus bienes, ni tomaron en cuenta que,
según la legislación argentina "[e]l juez, para evitar perjuicios o
gravámenes innecesarios al titular de los bienes, podrá disponer una
medida precautoria distinta de la solicitada, o limitarla, teniendo en cuenta
la importancia del derecho que se intentare proteger”. A pesar de dicha
disposición, la medida cautelar ha tenido hasta ahora una vigencia de más
de diecisiete años y, según la información disponible en el expediente
aportado a este Tribunal, fue reordenada en diciembre de 2011 lo cual
supondría una vigencia hasta diciembre de 2016 (supra párr. 112). En suma,
la duración prolongada del proceso, en principio de naturaleza sumaria,
unida a la inhibición general de bienes por más diecisiete años, ha
significado una afectación desproporcionada al derecho a la propiedad
privada de los señores Mémoli y ha llevado a que las medidas cautelares se
conviertan en medidas punitivas. Todo esto demuestra que las autoridades
judiciales a cargo no actuaron con la debida diligencia y el deber de
celeridad que exigía los derechos e intereses en juego. En definitiva, para la
Corte la duración por más de quince años de un proceso civil de daños y
perjuicios de naturaleza sumaria, fundamentado en una sentencia penal
por un delito de injurias, aunado a la vigencia durante todo ese tiempo de
una inhibición general de eñajeña^ y gravar bienes, sobrepasa
excesivamente el plazo que pudiera considerarse razonable para que el
Estado resolviese un caso de esta naturaleza y afecta, de una manera
desproporcionada, el derecho a la propiedad de los señores Mémoli. Con
base en todo lo anterior, este Tribunal concluye que el Estado violó el
principio del plazo razonable, establecido en el artículo 8.1 y el derecho la
propiedad privada, consagrado en el artículo 21, ambos en relación con el
artículo 1.1, todos de la Coñveñcióñ Americana, en perjuicio de los señores
Pablo y Carlos Mémoli. Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1
de septiembre de 2015. Serie C No. 298. Al respecto, la Corte recuerda que
ha analizado, en casos anteriores, la falta de diligencia para la localización
de personas contra quienes se sigue un proceso penal, así como la falta de
impulso por parte de las autoridades a los procesos penales en el Ecuador.
Por ejemplo, en el Caso Albán Cornejo y otros Vs. Ecuador operó la
prescripción de la acción penal incoada en contra del médico que trató a la
víctima debido a que no pudo ser localizado, y transcurridos los diez años
establecidos para la prescripción, la acción penal fue declarada prescrita.
De igual manera, en el Caso Suárez Peralta Vs. Ecuador se declaró la
prescripción de la acción penal, en consideración del transcurso de cinco
años desde el dictado del auto cabeza del proceso, debido a la falta de
diligencia y efectividad de los operadores de justicia en impulsar el proceso

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de investigación del caso. La Corte nota que la reiterada falta de debida
diligencia en casos relativos al Estado ecuatoriano ha producido que opere
la prescripción de la acción penal en múltiples ocasiones. La Corte
considera que estas negligencias en los procesos penales generan una
denegación de la justicia en el marco de los mismos, impidiendo que se
realice una efectiva investigación de los responsables.
Situación jurídica de la persona involucrada en el proceso. Corte IDH.
Caso Ximenes Lopes Vs. Brasil. Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie C No.
149. El plazo en que se ha desarrollado el procedimiento penal en el caso
sub judice no es razonable, ya que a más de seis años, o 75 meses de
iniciado, todavía no se ha dictado sentencia de primera instancia y no se
han dado razones que puedan justificar esta demora. Este Tribunal
considera que este período excede en mucho el principio de plazo
razonable consagrado en la Convención Americana, y constituye una
violación del debido proceso. Por otra parte, la falta de coñclusióñ del
proceso penal ha tenido repercusiones particulares para las familiares del
señor Damiao Ximenes Lopes, ya que, en la legislación del Estado, la
reparación civil por los daños ocasionados como consecuencia de un hecho
ilícito tipificado penalmente puede estar sujeta al establecimiento del
delito en un proceso de naturaleza criminal, por lo que en la acción civil de
resarcimiento tampoco se ha dictado sentencia de primera instancia. Es
decir, la falta de justicia en el orden penal ha impedido que las familiares
del señor Ximenes Lopes, en particular su madre, obtengan una
compensación civil por los hechos del presente caso. Corte IDH. Caso Yvon
Neptune Vs. Haití. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de mayo
de 2008. Serie C No. 180. En conclusión, ha sido establecido que el señor
Neptune se encuentra actualmente en una situación de inseguridad
jurídica, al haber sido penalmente perseguido y mantenido en prisión
durante más de dos años por orden de un tribunal que no era legalmente
competente. Esto se ve agravado por el hecho de que la referida decisión
de la Corte de Apelaciones de Gonaives aún no le ha sido debidamente
notificada. Esta situación le ha ocasionado un injustificable retardo en el
acceso a la justicia, ha prolongado su estado de incertidumbre y no le ha
permitido obtener un pronunciamiento definitivo de un juez competente
acerca de los cargos que le fueron imputados. En un contexto de
impedimentos normativos y prácticos para asegurar un acceso real a la
justicia, así como en una situación generalizada de ausencia de garantías,
inseguridad jurídica e ineficacia de las instituciones judiciales para afrontar
hechos como los del presente caso, se ha configurado la responsabilidad
internacional del Estado por haber faltado a su obligación de respetar y
garantizar al señor Neptune su derecho a acceder y ser oído sin demora por
un tribunal competente en la sustanciación de los cargos formulados en su
contra, en los términos de los artículos 8.1 y 25 de la Convención, en
relación con el artículo 1.1 de la misma. Corte IDH. Caso Valle Jaramillo y
otros Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 2008. Serie C No. 192. La Corte ha establecido que es
preciso tomar en cuenta tres elementos para determinar la razonabilidad
del plazo: a) la complejidad del asunto, b) la actividad procesal del
interesado, y c) la conducta de las autoridades judiciales. El Tribunal
considera pertinente precisar, además, que en dicho análisis de
razonabilidad se debe tomar en cuenta la afectación generada por la
duración del procedimiento en la situación jurídica de la persona
involucrada en el mismo, considerando, entre otros elementos, la

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materia objeto de controversia. Si el paso del tiempo incide de manera
relevante en la situación jurídica del individuo, resultará necesario que el
procedimiento corra con más diligencia a fin de que el caso se resuelva en
un tiempo breve. En el mismo sentido: Caso Kawas Fernández Vs.
Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de abril de 2009
Serie C No. 196, párr. 112; Caso Anzualdo Castro Vs. Perú. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de Septiembre
de 2009. Serie C No. 202, párr. 156; Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
septiembre de 2009. Serie C No. 203, párr. 133; Caso Radilla Pacheco Vs.
México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de Noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 244; Caso
Gomes Lundy otros ("Guerrilha do Araguaia") Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de
noviembre de 2010. Serie C No. 219, párr. 219; Caso López Mendoza Vs.
Venezuela. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de
2011 Serie C No. 233, párr. 162; Caso Familia Barrios Vs. Venezuela. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2011. Serie CNo.
237, párr. 273; Caso González Medina y familiares Vs. República
Dominicana. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de febrero de 2012 Serie C No. 240, párr. 255; Caso Furlan
y Familiares Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2012. Serie C No.
246, párr. 152; Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de septiembre
de 2012 Serie C No. 250, párr. 230; Caso Gudiel Álvarez y otros (Diario
Militar) Vs. Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 20
noviembre de 2012 Serie C No. 253, párr. 262; Caso García y Familiares Vs.
Guatemala. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 noviembre de
2012 Serie C No. 258, párr. 153; Caso Masacre de Santo Domingo Vs.
Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones. Sentencia de
30 de noviembre de 2012. Serie C No. 259, párr. 164; Caso Mémoli Vs.
Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 22 de agosto de 2013. Serie C No. 265, párr. 172; Caso Osorio
Rivera y Familiares Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2013. Serie C No.
274, párr. 201. Si bien en el presente caso el proceso de naturaleza penal a
nivel interno comprende a tres presuntas víctimas, una de homicidio
agravado y dos de secuestro simple, la Corte observa que la investigación
ha resultado compleja en lo que concierne a la detención de los inculpados,
quienes incluso fueron juzgados en ausencia en razón de la clandestinidad
en la que se mantienen los grupos paramilitares, así como en razón de la
identificación de todos los autores. En jurisprudencia previa, este Tribunal
se ha referido a las dificultades para dar respuesta adecuada y fiel a los
compromisos internacionales del Estado cuando éste se encuentra frente
al juzgamiento de actuaciones ilegales de miembros de grupos alzados en
armas. Sin embargo, la Corte reitera que las condiciones del país no liberan
a un Estado Parte en la Convención Americana de sus obligaciones
establecidas en ese tratado. En esa medida, y pese a que se ha sancionado
a dos responsables en el caso pertenecientes a grupos paramilitares, la
Corte considera que la dificultad del asunto que se investiga en la
jurisdicción interna no justifica, por sí misma, que el proceso penal
continúe abierto luego de 10 años de los hechos. Corte IDH. Caso Kawas

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Fernández Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de
abril de 2009. Serie C No. 196. En cuanto al cuarto elemento, la Corte ha
dicho que para determinar la razonabilidad del plazo se debe tomar en
cuenta la afectación generada por la duración del procedimiento en la
situación jurídica de la persona involucrada en el mismo, considerando,
entre otros elementos, la materia objeto de controversia. Así, el Tribunal
ha establecido que si el paso del tiempo incide de manera relevante en la
situación jurídica del individuo, resultará necesario que el procedimiento
corra con más diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo
breve. En el presente caso la Corte considera que no es necesario realizar el
análisis de este elemento para determinar la razonabilidad del plazo de la
investigación y procedimientos iniciados a raíz de la muerte de la víctima.
Teniendo en cuenta lo anterior, así como el allanamiento del Estado, la
Corte concluye que el lapso de 14 años que ha demorado la justicia interna
sólo en la fase de investigación de los hechos sobrepasa excesivamente un
plazo que pueda considerarse razonable para que el Estado realizara las
correspondientes diligencias investigativas, y constituye una flagrante
denegación de justicia en perjuicio de los familiares de Blanca Jeannette
Kawas Fernández. Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek
Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de agosto de
2010. Serie C No. 214. En cuanto al cuarto elemento, para determinar la
razonabilidad del plazo se debe tomar en cuenta la afectación generada
por la duración del procedimiento en la situación jurídica de la persona
involucrada en el mismo, considerando, entre otros elementos, la materia
objeto de controversia. El Tribunal ha establecido que si el paso del tiempo
incide de manera relevante en la situación jurídica del individuo, resultará
necesario que el procedimiento avance con mayor diligencia a fin de que el
caso se resuelva en un tiempo breve En el presente caso la demora en la
obtención de una solución definitiva al problema de la tierra de los
miembros de la Comunidad ha incidido directamente en su estado de vida.
Esta situación es analizada en profundidad en el Capítulo VII infra. 137.
Adicionalmente, la Corte recuerda que en los casos de las comunidades
indígenas de Yakye Axa y Sawhoyamaxa, ambos contra el Paraguay, este
Tribunal consideró que los plazos de más de 11 años y 13 años que,
respectivamente, duraron los procedimientos de reivindicación de tierras,
no eran compatibles con el principio del plazo razonable. Por lo tanto, el
plazo de más de 17 años que ha operado en el presente caso (supra párr.
127) no puede sino llevar a semejante conclusión. Corte IDH. Caso
Fornerón e hija Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
27 de abril de 2012. Serie C No. 242. Finalmente, esta Corte ha dicho que
para determinar la razonabilidad del plazo también se debe tomar en
cuenta la afectación generada por la duración del procedimiento en la
situación jurídica de la persona involucrada en el mismo, considerando,
entre otros elementos, la materia objeto de controversia. Así, el Tribunal
ha establecido que si el paso del tiempo incide de manera relevante en la
situación jurídica del individuo, resultará necesario que el procedimiento
avance con mayor diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo
breve. En el mismo sentido: Caso Furlan y familiares Vs. Argentina.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31
de agosto de 2012. Serie C No. 246, párr.194. Tanto el Juez de Primera
Instancia como el Superior Tribunal de Entre Ríos otorgaron la guarda
judicial de la niña al matrimonio B-Z con base, principalmente, en los
vínculos que había desarrollado M con el matrimonio de guarda con el

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transcurrir del tiempo. Esto implicó que, pese a que el señor Fornerón es el
padre biológico de la niña, -y así lo reconoció ante las autoridades desde
poco después de su nacimiento-, no ha podido ejercer sus derechos ni
cumplir con sus deberes de padre, ni M ha podido disfrutar de los derechos
que le corresponden como niña respecto de su familia biológica.
Adicionalmente, la ausencia de una decisión y establecimiento de un
régimen de visitas ha impedido que padre e hija se conozcan y que se
establezca un vínculo entre ambos, ello en los primeros 12 años de vida de
la niña, etapa fundamental en su desarrollo. Consecuentemente, teniendo
en cuenta los derechos e intereses en juego, el retraso en las decisiones
iudiciales generó afectaciones significativas, irreversibles e irremediables a
los derechos del señor Fornerón y de su hija. Corte IDH. Caso Furlan y
familiares Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2012. Serie C No. 246. Al respecto, el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en reiteradas oportunidades ha
utilizado este criterio en el análisis de plazo razonable. En efecto, en el
caso H. Vs. Reino Unido, dicho Tribunal hizo especial énfasis en la
importancia de "lo que estaba en juego” para el accionante, y determinó
que el resultado del procedimiento en cuestión tenía un carácter particular
de irreversibilidad, por lo que en este tipo de casos las autoridades deben
actuar con una diligencia excepcional. Asimismo, en el caso X. Vs. Francia,
el Tribunal manifestó que las autoridades judiciales debían actuar de
manera excepcionalmente diligente en un procedimiento en el que estaba
involucrado una persona con SIDA, ya que lo que estaba en juego para el
accionante era de crucial importancia, tomando en cuenta que sufría de
una enfermedad incurable que reducía sus expectativas de vida. De igual
forma, en los casos Codarcea Vs. Rumanía y Jablonska Vs. Polonia, el
Tribunal Europeo consideró que la avanzada edad de los accionantes
requería de una especial diligencia de las autoridades en la resolución del
proceso. Por tanto, si las autoridades judiciales hubieran tenido en cuenta
el estado de vulnerabilidad en que se encontraba Sebastián Furlan por las
particularidades anteriormente descritas, hubiera sido evidente que el
presente caso exigía por parte de las autoridades judiciales una mayor
diligencia, pues de la brevedad del proceso dependía el objetivo primordial
del proceso judicial, el cual era obtener una indemnización que podía estar
destinada a cubrir las deudas que durante años la familia de Sebastián
Furlan acumuló para efectos de su rehabilitación y para llevar a cabo
terapias necesarias tendientes a atenuar los efectos negativos del paso del
tiempo. Asimismo, la Corte observa que a pesar de la concordancia entre
los dos peritajes médicos respecto a la necesidad de tratamiento urgente
de Sebastián Furlan, el juez de la causa omitió adoptar medidas oportunas
para garantizar un debido acceso a la rehabilitación. Teniendo en cuenta lo
anterior, la Corte considera que se encuentra suficientemente probado que
la prolongación del proceso en este caso incidió de manera relevante y
cierta en la situación jurídica de la presunta víctima y su efecto tiene, hasta
el día de hoy, un carácter irreversible, por cuanto al retrasarse la
indemnización que necesitaba, tampoco pudo recibir los tratamientos que
hubieran podido brindarle una mejor calidad de vida. Corte IDH. Caso
Wong Ho Wing Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 30 de junio de 2015. Serie C No. 297. La Corte observa
que el proceso de extradición ha durado más de 6 años y medio y que
durante este lapso, el señor Wong Ho Wing ha estado privado de su
libertad (5 años y medio en un centro de detención y 1 año bajo arresto

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domiciliario). Asimismo, debe mencionarse la situación de incertidumbre
en que se ha mantenido a la presunta víctima en cuanto a su posible
extradición a China. Aun así, a lo largo del procedimiento de extradición, el
Estado ha otorgado poca o nula atención a la afectación que la demora en
la decisión definitiva ocasionaba al señor Wong Ho Wing y no previó la
posibilidad de moderar el impacto de la duración del proceso en sus
derechos individuales sino hasta el 10 de marzo de 2014, cuando se le
otorgó el arresto domiciliario. Al respecto, es necesario destacar que los
procesos en los cuales una persona se encuentra detenida de manera
cautelar se deben llevar a cabo con la mayor celeridad posible (infra párr.
268). No obstante, la Corte no encuentra que se haya dado esta
consideración en la tramitación del presente proceso de extradición. Corte
IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015.
Serie C No. 298. En el presente caso, respecto al proceso penal, la Corte
considera que si bien no existía una afectación en la situación jurídica de
Talía, sí existía una afectación en su situación personal relativa a su salud, a
su condición de niña y a la atención médica que requería, tomando en
consideración las condiciones económicas en que vivía su familia y las
dificultades derivadas de esto. Sin la sentencia penal que determinara
responsabilidades por el contagio de Talía, no era posible establecer
responsables para el pago de daños y perjuicios, situación que impactaba
en la vida de Talía y mantenía la compleja situación económica de su
familia (supra párr. 131). La Corte considera que en el presente caso existía
una debida diligencia excepcional que era necesaria debido a la particular
situación de vulnerabilidad en que se encontraba Talía, por lo que era
imperante tomar las medidas pertinentes con el fin de evitar retrasos en la
tramitación de los procesos, de manera que se garantizara la pronta
resolución y ejecución de los mismos. Además, la Corte destaca que era
necesario contar con una condena penal para poder acudir al ámbito civil,
lo cual implicaba una obligación reforzada de actuar con debida diligencia
dentro del proceso penal. Al respecto, este Tribunal ha establecido que es
necesario actuar con especial celeridad cuando, por el propio diseño
interno normativo, la posibilidad de activar una acción civil de daños y
perjuicios depende del proceso penal. Por otra parte, el Tribunal Europeo
ha indicado que se exige una diligencia especial en aquellos casos en los
cuales está en juego la integridad de la persona. Asimismo, el Tribunal
Europeo ha conocido casos en los cuales el debate de los procesos en curso
se encontraba relacionado con la situación de una persona con VIH. En el
caso X Vs. Francia, el Tribunal Europeo analizó el incumplimiento de las
garantías judiciales tomando en cuenta que lo que estaba en juego en el
proceso judicial era de crucial importancia para el peticionario, debido a la
naturaleza de su enfermedad. El Tribunal indicó que en el referido caso era
requerida una "diligencia excepcional", independientemente de la cantidad
de casos pendientes . Asimismo, en el caso F.E. Vs. Francia, el Tribunal
Europeo señaló que esta diligencia excepcional debía operar aun
entendiendo cierto nivel de complejidad en este tipo de casos . Tomando
en consideración i) que en el presente caso la integridad de Talía estaba en
juego; ii) la consecuente urgencia derivada de su condición de niña con
VIH, y iii) la crucial importancia en la resolución de los procesos para el
acceso de Talía y su familia a una reparación por daños y perjuicios, la
Corte concluye que existía una obligación especial de actuar con debida
diligencia, y que esta obligación no fue cumplida por el Estado. Caso

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Argüelles y otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No.
288. Finalmente, con respecto al cuarto elemento, el cual se refiere a la
afectación generada por la duración del procedimiento en la situación
jurídica de las personas involucradas, la Corte ha dicho que para
determinar la razonabilidad del plazo se debe tomar en cuenta la
afectación generada por la duración del procedimiento en la situación
jurídica de la persona involucrada en el mismo, considerando, entre otros
elementos, la materia objeto de controversia. Así, el Tribunal ha
establecido que si el paso del tiempo incide de manera relevante en la
situación jurídica del individuo, resultará necesario que el procedimiento
corra con más diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo breve
. En el presente caso la Corte ya determinó que la prisión preventiva de los
acusados excedió el plazo razonable (supra párr. 135). En relación a lo
anterior, el Tribunal considera que efectivamente durante el período en
que los acusados estuvieron detenidos preventivamente, era exigible del
Estado una mayor diligencia en la investigación y tramitación del caso, de
modo a no generar un perjuicio desproporcionado a su libertad. Corte IDH.
Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre
de 2016. Serie C No. 318. En el presente caso la Corte constata que la
resolución del proceso penal en contra de los señores Raimundo Alves de
Rocha, Antonio Alves Vieira y Joao Luiz Quagliato Neto, hubiera
impactado en el otorgamiento de reparaciones a los trabajadores
sometidos a condiciones de esclavitud en la Hacienda Brasil Verde. Como
consecuencia de la falta de resolución de dicho proceso, el otorgamiento
de reparaciones no ocurrió, ocasionándoles una afectación a los
mencionados trabajadores quienes no recibieron ningún tipo de
indemnización por las condiciones en las que habían sido mantenidos en la
Hacienda Brasil Verde. Corte IDH. Caso Herrera Espinoza y otros Vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de septiembre de 2016. Serie C No. 316. En este caso, tiene
especial relevancia el cuarto elemento. En ese sentido, durante todo el
tiempo que duró el proceso, el señor Revelles se encontró detenido o bajo
prisión preventiva; es decir, privado de libertad sin condena, lo que hacía
exigible a las autoridades judiciales actuar con especial diligencia y
premura. Asimismo, la Corte nota que el señor Revelles fue condenado a
una pena de seis años de prisión. A partir de ello, el hecho de que el
proceso durara más de cuatro años y que durante ese tiempo él estuviera
privado preventivamente de la libertad, indica en este caso una
prolongación excesiva del proceso, teniendo en cuenta la duración
irrazonable de la prisión preventiva (supra párr. 198). Corte IDH. Caso
Andrade Salmón Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1
de diciembre de 2016. Serie C No. 330. Finalmente, con respecto al cuarto
elemento, la Corte ha dicho que para determinar la razonabilidad del plazo
se debe tomar en cuenta la afectación generada por la duración del
procedimiento en la situación jurídica de la persona involucrada en el
mismo, considerando, entre otros elementos, la materia objeto de
controversia. Así, el Tribunal ha establecido que si el paso del tiempo incide
de manera relevante en la situación jurídica del individuo, resultará
necesario que el procedimiento se desarrolle con mayor prontitud a fin de
que el caso se resuelva en un tiempo breve . En el presente caso, este
Tribunal consideró que la prolongación del proceso en el caso "Gader"

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constituyó un elemento consustancial a la afectación al derecho a la
propiedad, y al derecho a la circulación de la señora Andrade, en tanto que
las medidas cautelares no fueron objeto de revisiones periódicas que
evaluaran su necesidad a la luz de la subsistencia de un peligro procesal
(supra párrs. 135 y 150). Por tanto, tal y como fue concluido en capítulos
anteriores, en este caso, la violación a ambos derechos se encuentra
relacionada con la dilación desproporcionada en el tiempo de las medidas
de fianza y de arraigo impuestas, las cuales a su vez estuvieron vinculadas a
la duración misma del proceso y a la falta de revisión periódica de la
necesidad de las medidas cautelares. Análisis global del procedimiento.
Corte IDH. Caso Genie Lacayo Vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 29 de enero de 1997. Serie C No. 30. Adicionalmente
al estudio de las eventuales demoras en las diversas etapas del proceso, la
Corte Europea ha empleado para determinar la razonabilidad del plazo en
el conjunto de su trámite lo que llama "análisis global del procedimiento"
(Motta, supra 77, párr. 24; Eur. Court H.R., Vernillo judgment of 20
February 1991, Series A no. 198 y Eur. Court H.R., Unión Alimentaria
Sanders S.A. judgment of 7 July 1989, Series A, no. 157). Aún cuando se
excluyan la investigación policial y el plazo que empleó la Procuraduría
General de la República de Nicaragua para formular acusación ante el juez
de primera instancia, es decir, realizando el cómputo a partir del 23 de julio
de 1991, fecha en que ese juez dictó el auto de apertura del proceso, hasta
la actualidad en que todavía no se ha pronunciado sentencia firme, han
transcurrido más de cinco años en este proceso, lapso que esta Corte
considera que rebasa los límites de la razonabilidad prevista por el artículo
8.1 de la Convención. Corte IDH. Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador. Fondo.
Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35. El principio de
"plazo razonable" al que hacen referencia los artículos 7.5 y 8.1 de la
Convención Americana tiene como finalidad impedir que los acusados
permanezcan largo tiempo bajo acusación y asegurar que ésta se decida
prontamente. En el presente caso, el primer acto del procedimiento lo
constituye la aprehensión del señor Suárez Rosero el 23 de junio de 1992 y,
por lo tanto, a partir de ese momento debe comenzar a apreciarse el plazo.
Considera la Corte que el proceso termina cuando se dicta sentencia
definitiva y firme en el asunto, con lo cual se agota la jurisdicción (cf. Cour
eur. D.H., arrét Guincho du 10 juillet 1984, série A n° 81, párr. 29) y que,
particularmente en materia penal, dicho plazo debe comprender todo el
procedimiento, incluyendo los recursos de instancia que pudieran
eventualmente presentarse. Con base en la prueba que consta en el
expediente ante la Corte, ésta estima que la fecha de conclusión del
proceso contra el señor Suárez Rosero en la jurisdicción ecuatoriana fue el
9 de septiembre de 1996, cuando el Presidente de la Corte Superior de
Justicia de Quito dictó sentencia condenatoria. Si bien en la audiencia
pública el señor Suárez Rosero mencionó la interposición de un recurso
contra dicha sentencia, no fue demostrada esa afirmación. En el mismo
sentido: Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros Vs. Trinidad y
Tobago. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de junio de 2002.
Serie C No. 94, párr. 142; Caso 19 Comerciantes Vs. Colombia. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No. 109,
párr. 189; Caso Tibi Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de septiembre de 2004. Serie C No.
114, párr. 169; Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie C No. 129204, párr. 104;

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Caso López Álvarez Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de febrero de 2006. Serie C No. 141, párr. 130; Caso
Baldeón García Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6
de abril de 2006. Serie C No. 147, párr. 150; Caso Ximenes Lopes Vs.
Brasil. Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie C No. 149, párr. 195; Caso
Salvador Chiriboga Vs. Ecuador. Excepción Preliminar y Fondo.
Sentencia de 6 de mayo de 2008. Serie C No. 179, párr. 56; Caso
Heliodoro Portugal Vs. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 12 de agosto de 2008. Serie C No.
186, párr. 148; Caso Bayarri Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de octubre de 2008. Serie C No.
187, párr. 105; Caso Kalle Jaramillo y otros Ks. Colombia. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2008. Serie C
No. 192, párr. 154; Caso De la Masacre de las Dos Erres Ks. Guatemala.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de
noviembre de 2009. Serie C No. 211, párr. 132; Caso Masacres de Río
Negro Ks. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 4 de septiembre de 2012 Serie C No. 250, párr. 229;
Caso Gudiel Álvarez y otros (Diario Militar) Ks. Guatemala. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 noviembre de 2012 Serie C No.
253, párr. 261; Caso García y Familiares Ks. Guatemala. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 noviembre de 2012 Serie C No.
258, párr. 152; Caso Mémoli Ks. Argentina. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de agosto de 2013. Serie C
No. 265, párr. 171; Caso Argüelles y otros Ks. Argentina. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de
noviembre de 2014. Serie C No. 288, párr.188. Corte IDH. Caso Tibi Vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 7 de septiembre de 2004. Serie C No. 114. La razonabilidad
del plazo al que se refiere ese precepto se debe apreciar en relación con la
duración total del proceso, desde el primer acto procesal hasta que se dicte
sentencia definitiva. La Corte se pronunció en el sentido de que, en materia
penal, el plazo comienza en la fecha de la aprehensión del individuo.
Cuando no es aplicable esta medida, pero se halla en marcha un proceso
penal, dicho plazo debiera contarse a partir del momento en que la
autoridad judicial toma conocimiento del caso. La aprehensión del señor
Daniel Tibi ocurrió el 27 de septiembre de 1995. Por lo tanto, se debe
apreciar el plazo a partir de ese momento. Asimismo, este Tribunal ha
establecido que para determinar la razonabilidad del plazo se debe tomar
en cuenta que el proceso concluye cuando se dicta sentencia definitiva y
firme en el asunto, con lo cual se agota la jurisdicción, y que,
particularmente en materia penal, dicho plazo debe comprender todo el
procedimiento, incluyendo los recursos de instancia que pudieran
eventualmente presentarse. Corte IDH. Caso de la Comunidad Moiwana
Vs. Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia 15 de junio de 2005. Serie C No. 124. Desde que Suriname
reconoció la competencia de la Corte el 12 de noviembre de 1987, han
pasado casi 18 años y el Estado no ha realizado una investigación seria y
efectiva de estos hechos que pueda haber conducido a un enjuiciamiento
de los responsables del ataque a la aldea de Moiwana (supra párr. 86.33). El
Tribunal considera que una demora tan prolongada constituye per se una
violación de las garantías judiciales, que difícilmente podría ser justificada
por el Estado, sin perjuicio de lo cual el Tribunal considerará si la demora se

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debió a la complejidad del caso o a la conducta de las partes. Corte IDH.
Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. Sentencia de 25 de noviembre
de 2005. Serie C No. 137. En cuanto al análisis del plazo razonable en el
primer proceso seguido en contra del señor Urcesino Ramírez Rojas, este
Tribunal observa que transcurrieron más de 38 meses desde que la
presunta víctima fuera detenida (supra párr. 97.70) hasta que fuera
condenada en primera instancia (supra párr. 97.83), más de 48 meses
desde la deteñcióñ hasta la coñfirmacióñ de la sentencia en segunda
instancia (supra párr. 97.85) y más de 8 años en total desde la deteñcióñ
hasta la desestimación del recurso de revisión interpuesto ante la Corte
Suprema de Justicia (supra párr. 97.86). A raíz del reconocimiento de estos
hechos realizado por el Estado, el Tribunal considera que dicha demora
constituyó per se una violación del derecho del señor Urcesino Ramírez
Rojas a ser oída dentro un plazo razonable consagrado en el artículo 8.1 de
la Convención. Corte IDH. Caso López Álvarez Vs. Honduras. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de febrero de 2006. Serie C No. 141.
El plazo razonable al que se refiere el artículo 8.1 de la Coñveñcióñ se debe
apreciar en relación con la duración total del procedimiento penal que se
desarrolla en contra de cierto imputado, hasta que se dicta sentencia
definitiva. En materia penal este plazo comienza cuando se presenta el
primer acto de procedimiento dirigido en contra de determinada persona
como probable responsable de cierto delito. En el mismo sentido: Caso
Baldeón García Ks. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6
de abril de 2006. Serie CNo. 147, párr. 150. En el presente caso el primer
acto de procedimiento se dio con la aprehensión del señor Alfredo López
Álvarez ocurrida el 27 de abril de 1997, fecha a partir de la cual se debe
apreciar el plazo, aún cuando en este punto se trate del plazo para la
realización del proceso, no para la duración de la detención, en virtud de
que aquella fue la primera diligencia de que se tiene noticia en el conjunto
de los actos del procedimiento penal correspondiente al señor López
Álvarez. Para determinar si el plazo fue razonable es preciso tomar en
cuenta que el proceso concluye cuando se dicta sentencia firme; en este
momento concluye el ejercicio de la jurisdicción de conocimiento. En
materia penal el plazo debe comprender todo el procedimiento,
incluyendo los recursos de instancia que pudieran presentarse. Corte IDH.
Caso Ximenes Lopes Vs. Brasil. Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie C No.
149. El artículo 8.1 de la Convención establece como uno de los elementos
del debido proceso que los tribunales decidan los casos sometidos a su
conocimiento en un plazo razonable. La razonabilidad del plazo se debe
apreciar en relación con la duración total del procedimiento penal. En
materia penal este plazo comienza cuando se presenta el primer acto de
procedimiento dirigido en contra de determinada persona como probable
responsable de cierto delito y termina cuando se dicta sentencia definitiva
y firme. Corte IDH. Caso Furlan y familiares Vs. Argentina. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2012. Serie C No. 246. Respecto a la etapa de ejecución de las providencias
judiciales, este Tribunal ha reconocido que la falta de ejecución de las
sentencias tiene "vinculación directa con la tutela judicial efectiva para la
ejecución de los fallos internos", por lo que ha realizado su análisis a la luz
del artículo 25 de la Convención Americana. Sin embargo, la Corte
considera que el análisis de la etapa de ejecución de las sentencias también
puede abordarse para contabilizar el término de duración de un proceso,
con el fin de determinar su incidencia en la prolongación del plazo

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razonable de un proceso. En efecto, el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos ha señalado en reiteradas oportunidades que "los
procedimientos de ejecución deben ser considerados como una segunda
etapa de los procedimientos". En ese orden de ideas, en el caso Silva e
Pontes Vs. Portugal, dicho Tribunal estableció que las garantías
establecidas en el artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos
aplican tanto a la primera etapa de los procedimientos como a la segunda.
Asimismo, en el caso Robins Vs. Reino Unido, ese Tribunal concluyó que
todas las etapas de los procedimientos para determinar derechos y
obligaciones civiles, "sin excluir etapas subsiguientes a la sentencia de
fondo", deben resolverse en un plazo razonable. Tomando en cuenta las
anteriores consideraciones, la Corte considera que el objetivo primordial
para el cual la presunta víctima interpuso la demanda en el fuero civil, era
obtener la indemnización por daños y perjuicios y, por lo tanto, para
efectos de un análisis del plazo razonable, no puede considerarse
culminado dicho proceso hasta tanto dicho fin no se materializara. En ese
orden de ideas, esta Corte considera que el lapso correspondiente a la
etapa de ejecución de la sentencia judicial con el fin de realizar
efectivamente el cobro de la indemnización, en el presente caso, hace
parte del proceso y debe tomarse en cuenta para analizar el plazo
razonable. Corte IDH. Caso Veliz Franco y otros Vs. Guatemala.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19
de mayo de 2014. Serie C No. 277. Además, hubo otros lapsos prolongados
de ausencia de actividad. Así, de los hechos se desprende que no hubo
actividad de investigación sustantiva entre el 21 de julio de 2003 y el 19 de
mayo de 2004, entre septiembre de 2004 y junio de 2005, entre febrero de
2007 y julio de 2009, y entre ese mes y diciembre de 2010. Asimismo, no ha
sido allegada al Tribunal información sobre actuaciones de investigación
efectuadas durante el año 2013. Es claro en el caso que, siendo el de
investigar un deber de oficio que debe ser conducido por las autoridades
estatales, la inactividad durante los lapsos mencionados responden a la
conducta de aquéllas. En consecuencia, para la Corte no es necesario
realizar el análisis de los criterios mencionados dado que es evidente que el
tiempo transcurrido es atribuible a la conducta estatal, y sobrepasa
excesivamente el plazo que pudiera considerarse razonable para que el
Estado investigara los hechos del presente caso. Por lo tanto, los más de
doce años que ha tomado la investigación excede los límites de la
razonabilidad , máxime siendo que en la actualidad el caso se encuentra
aún en la etapa preparatoria o de investigación . Esta falta de investigación
durante tan largo período configura una flagrante denegación de justicia y
una violación al derecho de acceso a la justicia de las víctimas. Corte IDH.
Caso Tarazona Arrieta y otros Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 15 de octubre de 2014. Serie C No.
286. Este Tribunal ha señalado que el "plazo razonable” al que se refiere el
artículo 8.1 de la Convención se debe apreciar en relación con la duración
total del procedimiento que se desarrolla hasta que se dicta la sentencia
definitiva. Además, en este caso, el lapso correspondiente a la etapa de
ejecución de la sentencia judicial con el fin de realizar efectivamente el
cobro de la indemnización debe también tomarse en cuenta para analizar
el plazo razonable puesto que la reparación civil surge como parte del
proceso penal al cual fue sometido el autor de los hechos. En el presente
caso, la Corte constata que la duración total del procedimiento penal
seguido en contra de Evangelista Pinedo fue de aproximadamente 16 años

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y 2 meses, computado entre el primer acto de procedimiento, el 2 de
noviembre de 1994, y la ejecución de la sentencia condenatoria en firme el
6 de enero de 2011. Este Tribunal constata que durante este período, el
proceso penal estuvo archivado por más de 7 años y 4 meses, entre el 11 de
septiembre de 1995 y 21 de enero de 2003. Si bien es cierto que en
términos generales la Corte debe considerar la duración global de un
proceso a efectos de analizar su plazo razonable, en ciertas situaciones
particulares puede ser pertinente una valoración específica de sus distintas
etapas. En este caso, para los efectos del análisis del plazo razonable se
pueden distinguir diferentes fases del procedimiento, los cuales
corresponden a períodos diferenciados en el desarrollo del proceso
seguido en contra de Evangelista Pinedo. En conclusión, la Corte considera
que, respecto del primer período que transcurrió entre la instrucción penal
y el archivamiento del caso, el Estado no ha violado el plazo razonable con
referencia al análisis de los elementos anteriormente realizado. En relación
con el segundo período que transcurrió durante el archivo del caso, este
Tribunal establece que el Estado ha violado el plazo razonable, incluyendo
el período que transcurrió entre la solicitud de "desarchivamiento” y la
reapertura del caso. Durante este período, se liberó al entonces presunto
responsable de los hechos y no se efectuó ninguna diligencia en razón de
que el caso estuvo archivado por más de siete años en aplicación de la Ley
de Amnistía, la cual posteriormente fue dejada sin efecto por el tribunal
interno. Finalmente, respecto del tercer período que transcurrió entre la
reapertura del caso y el pago por el Estado de las reparaciones en ejecución
de la sentencia condenatoria, la Corte establece que en este período de 8
años aproximadamente, en que además fueron otorgadas varias
ampliaciones de plazos procesales, las actuaciones de las autoridades
superaron los límites del plazo razonable, por lo que el Estado ha violado
dicho principio respecto de este período. Por tanto, el Tribunal encuentra
que se violó el principio del plazo razonable del proceso penal interno
seguido en contra de Antonio Mauricio Evangelista Pinedo, contenido en el
artículo 8.1 de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de
la misma, en perjuicio de Luis Bejarano Laura, Víctor Tarazona Hinostroza,
Lucila Arrieta Bellena, Santiago Pérez Vera y Nieves Emigdia Chávez Rojas.
Corte IDH. Caso Tenorio Roca y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de 2016. Serie C
No. 314. En cuanto al alegato del Estado que procura que el análisis del
plazo razonable sea realizado a partir del año 2006, la Corte considera que
en el presente caso corresponde hacer un análisis global de los diversos
procesos para los efectos del análisis del plazo razonable, teniendo en
cuenta que la terminación de los procesos ordinarios de los años 80 fue
irregular en cuanto a que el fuero militar se avocó a su conocimiento en
contravención de la Convención Americana. Asimismo, se aplicó la ley de
amnistía que también fue declarada incompatible con la Convención
Americana, de modo tal que por 8 años no se llevó a cabo ningún tipo de
investigación por los hechos relativos a la desaparición del señor Tenorio
Roca. Ahora bien, aunque la investigación en curso que fue iniciada en el
año 2003 fue declarada compleja (supra párr. 111), la Corte considera que
ha existido una prolongación excesiva de la etapa de instrucción, sin que se
hubieran requerido todas las diligencias conducentes para la averiguación
de los hechos, determinación del paradero de la víctima e identificación de
los responsables en los términos expuestos supra. En suma, la Corte
advierte que, habiendo transcurrido más de 32 años de iniciada la

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ejecución de los hechos y 13 años de iniciada la última investigación en el
fuero ordinario, el proceso penal continúa en sus primeras etapas, sin que
se haya individualizado, procesado y, eventualmente, sancionado a todos
los posibles responsables, lo cual ha sobrepasado excesivamente el plazo
que puede considerarse razonable para estos efectos. En razón de lo
anterior, la Corte considera que el Estado no ha llevado a cabo
investigaciones serias, diligentes y exhaustivas, en un plazo razonable, de
los hechos concernientes a la desaparición forzada de Rigoberto Tenorio
Roca, en violación del artículo 8.1 de la Convención Americana y I.b) de la
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
Corte IDH. Caso Andrade Salmón Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 1 de diciembre de 2016. Serie C No. 330. Si bien el
principio de igualdad requiere que el tiempo razonable del proceso y de la
consiguiente limitación de derechos en función de medidas cautelares
sean de pareja exigencia por parte de cualquier persona, deben cuidarse
especialmente los casos que involucran a funcionarios públicos. La sana
lucha contra la corrupción y la deseable persecución de los delitos contra la
administración pública, no es admisible que se perviertan desviándose en
un recurso lesivo a la democracia, mediante el sometimiento a una
indefinida situación procesal incierta a personas políticamente activas, con
el resultado de excluirlas de la lucha política democrática. El propio
objetivo de combatir la corrupción, ante situaciones susceptibles de
convertir el celo por la transparencia en el manejo de la cosa pública en un
instrumento antidemocrático, exige que se extreme el cuidado e inclusive
se abrevie el término que usualmente se considera tiempo razonable del
proceso, en defensa de la salud democrática de todo Estado de Derecho.
Derecho a una resolución motivada. Corte IDH. Caso Yatama Vs.
Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de junio de 2005. Serie C No. 127. Las decisiones que
adopten los órganos internos que puedan afectar derechos humanos, tal
como el derecho a la participación política, deben estar debidamente
fundamentadas, pues de lo contrario serían decisiones arbitrarias. En el
mismo sentido: Caso Palamara Iribarne Ks. Chile. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 216;
Caso Claude Reyes y otros Ks. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 19 de septiembre de 2006. Serie C No. 151, párrs.120 y 143;
Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Ks. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de noviembre
de 2007. Serie C No. 170, párr. 107; Caso Apitz Barbera y otros ("Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo") Vs. Venezuela. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de
2008. Serie CNo. 182; párr. 78; Caso Chocrón Chocrón Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de
julio de 2011. Serie C No. 227, párr. 118; Caso López Mendoza Vs.
Venezuela. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de
2011 Serie C No. 233, párr. 141; Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013.
Serie C No. 275, párr. 224. Las decisiones que el Consejo Supremo Electoral
emitió en materia electoral y que implicaban una afectación de los
derechos políticos de las personas propuestas por YATAMA como
candidatos para participar en las elecciones municipales de noviembre de
2000, debían estar debidamente fundamentadas, lo que implicaba señalar
las normas en las que se fundamentaban los requisitos que estaba

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incumpliendo YATAMA, los hechos en que consistía el incumplimiento y
las consecuencias de ello. El cumplimiento de la garantía de la
fundamentación de las decisiones adoptadas en el proceso electoral de
noviembre de 2000 era especialmente importante, tomando en cuenta que
la Ley Electoral No. 331 que regía dicho proceso entró en vigencia
aproximadamente 9 meses antes del día estipulado para la celebración de
las elecciones, es decir, se trataba del primer proceso electoral que se
realizaba bajo la vigencia de esa ley, la cual consagraba importantes
modificaciones respecto de la ley anterior, tales como la eliminación de la
figura de la asociación de suscripción popular y la nueva exigencia de que
sólo se puede participar como candidato a través de un partido político
(supra párr. 124.20). El Tribunal considera que al excluir a las presuntas
víctimas de participar en las elecciones municipales de 2000, el Consejo
Supremo Electoral no respetó la garantía prevista en el artículo 84 de la
Ley Electoral No. 331, que dispone: [c]uando el Consejo Supremo Electoral
de acuerdo con lo establecido en la presente Ley, deniegue una solicitud o
rechace a un candidato por no llenar los requisitos de Ley, lo notificará al
partido político o alianza de partidos dentro de los tres días siguientes a la
resolución, para proceder a subsanar los defectos o a sustituir los
candidatos. A partir de las anteriores consideraciones, la Corte concluye
que las decisiones adoptadas por el Consejo Supremo Electoral que
afectaron la participación política de los candidatos propuestos por
YATAMA para las elecciones municipales de noviembre de 2000 no se
encontraban debidamente fundamentadas ni se ajustaron a los
parámetros consagrados en el artículo 8.1 de la Convención Americana,
por lo que el Estado violó el derecho a las garantías judiciales consagrado
en dicho artículo, en relación con el artículo 1.1 de dicho tratado, en
perjuicio de los referidos candidatos. Corte IDH. Caso Chaparro Álvarez y
Lapo Íñiguez Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 21 de noviembre de 2007. Serie C No. 170. El
Tribunal recalca que son las autoridades nacionales las encargadas de
valorar la pertinencia o no del mantenimiento de las medidas cautelares
que emiten conforme a su propio ordenamiento. Al realizar esta tarea, las
autoridades nacionales deben ofrecer la fundamentación suficiente que
permita a los interesados conocer los motivos por los cuales se mantiene la
restricción de la libertad. Para determinar lo anterior, es necesario analizar
si las actuaciones judiciales garantizaron no solamente la posibilidad
formal de interponer alegatos sino la forma en que, sustantivamente, el
derecho de defensa se manifestó como verdadera salvaguarda de los
derechos del procesado, de tal suerte que implicara una respuesta
motivada y oportuna por parte de las autoridades en relación con los
descargos. Al respecto, el Tribunal ha resaltado que las decisiones que
adopten los órganos internos que puedan afectar derechos humanos
deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían
decisiones arbitrarias. La motivación es la exteriorización de la justificación
razonada que permite llegar a una conclusión. En este entendido, la Corte
reseña los argumentos ofrecidos por las víctimas para conseguir su libertad
y la respuesta que obtuvieron de las autoridades competentes. Corte IDH.
Caso Apitz Barbera y otros ("Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo”) Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182.
La Corte ha señalado que la motivación "es la exteriorización de la
justificación razonada que permite llegar a una conclusión". El deber de

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motivar las resoluciones es una garantía vinculada con la correcta
administración de justicia, que protege el derecho de los ciudadanos a ser
juzgados por las razones que el Derecho suministra, y otorga credibilidad
de las decisiones jurídicas en el marco de una sociedad democrática. En el
mismo sentido: Caso Tristán Donoso Ks. Panamá. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de enero de 2009. Serie C
No. 193, párr.152. El Tribunal ha resaltado que las decisiones que adopten
los órganos internos que puedan afectar derechos humanos deben estar
debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían decisiones
arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo debe mostrar que
han sido debidamente tomados en cuenta los alegatos de las partes y que
el conjunto de pruebas ha sido analizado. Asimismo, la motivación
demuestra a las partes que éstas han sido oídas y, en aquellos casos en que
las decisiones son recurribles, les proporciona la posibilidad de criticar la
resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las instancias
superiores. Por todo ello, el deber de motivación es una de las "debidas
garantías" incluidas en el artículo 8.1 para salvaguardar el derecho a un
debido proceso. En el mismo sentido: Caso Tristán Donoso Ks. Panamá.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de
enero de 2009. Serie C No. 193, párr.153; Caso Escher y otros Ks. Brasil.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6
de julio de 2009. Serie C No. 200, párr. 208; Caso Chocrón Chocrón Ks.
Kenezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de julio de 2011. Serie C No. 227, párr. 118; Caso López
Mendoza Ks. Kenezuela. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de
septiembre de 2011 Serie C No. 233, párr. 141; Caso Suárez Peralta Ks.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 21 de mayo de 2013. Serie C No. 261, párr. 109; Caso J. Ks.
Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275, párr. 224. En tercer lugar,
teniendo en cuenta que el deber de motivar no exige una respuesta
detallada a todo argumento de las partes, sino que puede variar según la
naturaleza de la decisión, y que corresponde analizar en cada caso si dicha
garantía ha sido satisfecha, la Corte estima que la CFRSJ debía responder
autónomamente, y no por remisión a la decisión de la SPA, al menos los
principales alegatos de los magistrados Apitz, Rocha y Ruggeri, a saber: 1)
la alegada falta de efectos constitutivos de la medida cautelar revisada por
la SPA en el marco del proceso de avocamiento, y 2) que la decisión de la
Corte Primera supuestamente desarrollaba una interpretación jurídica
plausible sobre los alcances del amparo cautelar. Respecto a este último
alegato, la Corte considera que la motivación debía operar como una
garantía que permitiera distinguir entre una "diferencia razonable de
interpretaciones jurídicas" y un "error judicial inexcusable" que
compromete la idoneidad del juez para ejercer su función, de tal forma que
no se sancione a los jueces por adoptar posiciones jurídicas debidamente
fundamentadas aunque divergentes frente a aquellas sustentadas por
instancias de revisión. En el mismo sentido: Caso Tristán Donoso Ks.
Panamá. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 27 de enero de 2009 Serie C No. 193, párr. 154; Caso López Mendoza Ks.
Kenezuela. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de
2011 Serie C No. 233, párr.146. Al no haber ocurrido lo anterior, la situación
real fue que el proceso disciplinario terminó siendo de mero trámite. Por
consiguiente, la Corte considera que el Estado incumplió con su deber de

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motivar la sanción de destitución, violando con ello las "debidas garantías"
ordenadas en el artículo 8.1 de la Convención Americana, en relación con el
artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de los señores Apitz, Rocha y Ruggeri.
Corte IDH. Caso Escher y otros Vs. Brasil. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de julio de 2009. Serie C No.
200. En ocasiones anteriores, al analizar las garantías judiciales, el Tribunal
ha resaltado que las decisiones que adopten los órganos internos que
puedan afectar derechos humanos deben estar debidamente motivadas y
fundamentadas, pues de lo contrario serían decisiones arbitrarias. Las
decisiones deben exponer, a través de una argumentación racional, los
motivos en los cuales se fundan, teniendo en cuenta los alegatos y el
acervo probatorio aportado a los autos. El deber de motivar no exige una
respuesta detallada a todo argumento señalado en las peticiones, sino
puede variar según la naturaleza de la decisión. Corresponde analizar en
cada caso si dicha garantía ha sido satisfecha. En los procedimientos cuya
naturaleza jurídica exija que la decisión sea emitida sin audiencia de la otra
parte, la motivación y fundamentación deben demostrar que han sido
ponderados todos los requisitos legales y demás elementos que justifican
la concesión o la negativa de la medida. De ese modo, el libre
convencimiento del juez debe ser ejercido respetándose las garantías
adecuadas y efectivas contra posibles ilegalidades y arbitrariedades en el
procedimiento en cuestión. Corte IDH. Caso Chocrón Chocrón Vs.
Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 1 de julio de 2011. Serie C No. 227. Sobre este deber de motivar las
decisiones que afectan la estabilidad de los jueces en su cargo, la Corte
reitera su jurisprudencia en el sentido que la motivación "es la
exteriorización de la justificación razonada que permite llegar a una
conclusión”209. El deber de motivar las resoluciones es una garantía
vinculada con la correcta administración de justicia, que protege el derecho
de los ciudadanos a ser juzgados por las razones que el Derecho
suministra, y otorga credibilidad a las decisiones jurídicas en el marco de
una sociedad democrática. Por tanto, las decisiones que adopten los
órganos internos que puedan afectar derechos humanos deben estar
debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían decisiones
arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo y de ciertos actos
administrativos deben permitir conocer cuáles fueron los hechos, motivos
y normas en que se basó la autoridad para tomar su decisión, a fin de
descartar cualquier indicio de arbitrariedad. Asimismo, la motivación
demuestra a las partes que éstas han sido oídas y, en aquellos casos en que
las decisiones son recurribles, les proporciona la posibilidad de criticar la
resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las instancias
superiores. Por todo ello, el deber de motivación es una de las "debidas
garantías” incluidas en el artículo 8.1 para salvaguardar el derecho a un
debido proceso. En el mismo sentido: Caso Maldonado Ordoñez Vs.
Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 3 de mayo de 2016. Serie C No. 311, párr.87. Teniendo en
cuenta estos alcances del deber de motivar tanto en el derecho
internacional como en el derecho interno, así como las garantías de
independencia judicial que deben operar para sañcioña^ o remover a un
juez (supra párrs. 98 a 100), el Tribunal considera que la facultad de dejar
sin efecto el nombramiento de jueces con base en "observaciones" debe
encontrarse mínimamente justificada y regulada, por lo menos en cuanto a
la precisión de los hechos que sustentan dichas observaciones y a que la

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motivación respectiva no sea de naturaleza disciplinaria o sancionatoria.
Debido a que si efectivamente se tratase de una sanción disciplinaria,
además de que ello implicaría la competencia de la Comisión de
Fuñcioñamieñto y Reestructuración (supra párr. 59), la exigencia de
motivación sería aún mayor, ya que el control disciplinario tiene como
objeto valorar la conducta, idoneidad y desempeño del juez como
funcionario público y, por ende, correspondería analizar la gravedad de la
conducta y la proporcionalidad de la sanción. En el ámbito disciplinario es
imprescindible la indicación precisa de aquello que constituye una falta y el
desarrollo de argumentos que permitan concluir que las observaciones
tienen la suficiente entidad para justificar que un juez no permanezca en el
cargo. En el presente caso, aún cuando la Corte no pudo concluir que el
acto que dejó sin efecto el nombramiento de la señora Chocrón Chocrón
tuviera naturaleza sañcioñatoria (supra párr. 116), el Tribunal considera
que la discrecionalidad no fundamentada transformó el acto
administrativo de remoción en un acto arbitrario que, al afectar
indebidamente su derecho a la estabilidad en el cargo, vulneró el deber de
motivación. Corte IDH. Caso López Mendoza Vs. Venezuela. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2011. Serie C No.
233. Si bien el Estado alegó "el alto grado de afectación que [la] conducta
[del señor López Mendoza] tuvo en los valores de la ética pública y la moral
administrativa, así como las nefastas repercusiones que su conducta como
fuñcioñario público tuvo en la colectividad" (supra párr. 103), la Corte
observa que las decisiones interaas no plasmaron con suficiente precisión
este tipo de aspectos. El Tribunal considera que dados los alcances de la
restricción al sufragio pasivo implicados en una inhabilitación para ser
candidato, el Contralor tenía un deber de motivación explícita de la
decisión, tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo. El Contralor tenía
que desarrollar razones y fundamentos específicos sobre la gravedad y
entidad de la falta supuestamente cometida por el señor López Mendoza y
sobre la proporcionalidad de la sanción adoptada. Además, la Corte
considera que una motivación adecuada para la imposición de la
inhabilitación permite verificar que el Contralor ha realizado una
evaluación concreta y autónoma, sin remisión a lo determinado por la
Dirección de Determinación de Responsabilidades, respecto a los alegatos
y evidencia que dieron origen a la declaración de responsabilidad. Sin una
motivación adecuada y autónoma, la sanción de inhabilitación para
postularse a un cargo de elección popular opera en forma casi automática,
a través de un incidente procesal que termina siendo de mero trámite.
Finalmente, la Corte ya ha señalado que el señor López Mendoza tuvo
oportunidad de controvertir las consideraciones del Contralor a través de
recursos posteriores en los que se rechazaban los argumentos sobre la
entidad de las fallas administrativas y la gravedad de las irregularidades
cometidas (supra párr. 118). Sin embargo, el Tribunal considera que los
problemas en la motivación al imponer la sanción de inhabilitación
tuvieron un impacto negativo en el ejercicio del derecho a la defensa. La
falta de motivación impedía un reexamen a profundidad sobre la
argumentación o evidencia directamente relacionada con la imposición de
una restricción al sufragio pasivo que, como es evidente y este caso lo
demuestra, pueden ser notablemente más gravosas que la sanción
principal. En este punto, el Tribunal reitera que la motivación demuestra a
las partes que éstas han sido oídas y, en aquellos casos en que las
decisiones son recurribles, les proporciona la posibilidad de criticar la

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resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las instancias
superiores. En consecuencia, el Estado es responsable por la violación del
deber de motivación y el derecho a la defensa en los procedimientos
administrativos que derivaron en la imposición de las sanciones de
inhabilitación, establecidos en el artículo 8.1, en relación con el artículo 1.1
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en perjuicio del
señor López Mendoza. Corte IDH. Caso López Lone y otros Vs. Honduras.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de
octubre de 2015. Serie C No. 302. Por otra parte, respecto a la precisión de
las conductas sancionables, este Tribunal hace notar que las presuntas
víctimas fueron sancionadas disciplinariamente por una multiplicidad de
normas. La Corte recuerda que las presuntas víctimas fueron inicialmente
destituidas mediante acuerdos del pleno de la Corte Suprema de Justicia
(supra párrs. 95, 115, 132 y 145). Al respecto, este Tribunal constata que en
cada uno de los acuerdos se hace una breve exposición de los hechos o
conductas que se están sancionando, para luego realizar una enumeración
de las normas supuestamente incumplidas, sin adecuadamente explicar la
relación entre los hechos y las normas señaladas (supra párrs. 95, 115, 132 y
145). La Corte advierte que la mera enumeración de las normas que
podrían resultar aplicables a los hechos o conductas sancionadas no
satisface los requisitos de una adecuada motivación. Tratándose de
sanciones disciplinarias impuestas a jueces y juezas la exigencia de
motivación es aún mayor que en otros procesos disciplinarios, ya que el
control disciplinario tiene como objeto valorar la conducta, idoneidad y
desempeño del juez como funcionario público y, por ende, correspondería
analizar la gravedad de la conducta y la proporcionalidad de la sanción. En
el ámbito disciplinario es imprescindible la indicación precisa de aquello
que constituye una falta y el desarrollo de argumentos que permitan
concluir que las conductas reprochadas tienen la suficiente entidad para
justificar que un juez no permanezca en el cargo. Caso García Ibarra y otros
Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2015. Serie C No. 306. Para este Tribunal,
una exposición clara de una decisión constituye parte esencial de una
correcta motivación de una resolución judicial, entendida como "la
justificación razonada que permite llegar a una conclusión". En este
sentido, la Corte ha considerado que el deber de motivar las resoluciones
es una garantía vinculada con la correcta administración de justicia, que
otorga credibilidad de las decisiones jurídicas en el marco de una sociedad
democrática . Por ello, las decisiones que adopten los órganos internos que
puedan afectar derechos humanos deben estar debidamente
fundamentadas, pues de lo contrario serían decisiones arbitrarias . En este
sentido, la argumentación de un fallo y de ciertos actos administrativos
deben permitir conocer cuáles fueron los hechos, motivos y normas en que
se basó la autoridad para tomar su decisión . Además, debe mostrar que
han sido debidamente tomados en cuenta los alegatos de las partes y que
el conjunto de pruebas ha sido analizado. Por todo ello, el deber de
motivación es una de las "debidas garantías" incluidas en el artículo 8.1
para salvaguardar el derecho a un debido proceso , no sólo del imputado
sino, en casos como el presente, también de los familiares de la presunta
víctima en relación con sus derechos de acceso a la justicia y a conocer la
verdad, en relación con el artículo 25 de la Convención. En este caso en
particular, la determinación efectiva de los hechos en la vía penal debía
constituir la explicación suficiente y satisfactoria sobre la privación de la

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vida de la presunta víctima por parte de un agente policial, así como
satisfacer ese derecho de acceso a la justicia y de conocer la verdad. No
obstante, dada la forma irregular y "sui generis" en que fue resuelto, no ha
sido establecido que el proceso penal, en tanto respuesta investigativa y
judicial del Estado, constituyera un medio adecuado para permitir una
búsqueda genuina de la verdad de lo sucedido mediante una evaluación
adecuada de las dos hipótesis consideradas sobre el modo y circunstancias
en que José Luis García Ibarra fue privado de su vida por un agente policial
que utilizó su arma de dotación oficial en su perjuicio. Tal actuación
irregular no fue, en definitiva, corregida o subsanada posteriormente por la
Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia al resolver el recurso de
casación, a pesar de haber encontrado varias "irregularidades" en el
proceso, a saber: calificó la sentencia del tribunal penal como "sui generis
con tres criterios distintos"; señaló que el vocal "no podía pronunciarse en
el sentido que lo hace sobre la incompetencia" del tribunal; y consideró que
la decisión sobre el recurso de nulidad de "confirmar la sentencia" de la
Corte Superior de Esmeraldas se pronunció "con retardo injustificado" y
"no correspondió a "un pronunciamiento sobre la validez procesal". En
atención a tales irregularidades, la Corte Suprema dispuso "oficiar al
Consejo Nacional de la Judicatura para que examinara las actuaciones de
los miembros" del tribunal penal y de la Corte Superior en la vía
disciplinaria. El Estado sostuvo al respecto que "si en el proceso habrían
existido irregularidades, las mismas que fueron conocidas por el Consejo
Nacional de la Judicatura". No obstante, tal control disciplinario no ocurrió
en este caso, pues no fue probado por el Estado que los miembros de esos
tribunales fueran procesados o sancionados por sus actuaciones en el
proceso penal seguido en relación con este caso (supra párrs. 88 y 89). Esa
sentencia de la Corte Suprema tiene carácter de última instancia, por lo
que quedó cerrada a nivel interno, en definitiva, la posibilidad concreta de
subsanar las "irregularidades" detectadas en la decisión y de hacer efectiva
la explicación debida por el Estado sobre los hechos. En consecuencia, la
Corte considera que la respuesta investigativa y judicial del Estado,
especificada en las actuaciones de las autoridades judiciales en el marco
del referido proceso penal, no constituyó una explicación satisfactoria,
suficiente y efectiva para establecer la verdad sobre las circunstancias de la
privación de la vida de José Luis García Ibarra, la cual ya fue considerada
como arbitraria en los términos del artículo 4.1 de la Convención. En este
sentido, tales actuaciones tampoco satisfacen las obligaciones del Estado
de garantizar los derechos de sus familiares de acceso a la justicia y a
conocer la verdad sobre los hechos. Por último, no fue demostrado que el
proceso penal fuera en sí mismo una vía adecuada, o abriera la vía, para
una reparación. Corte IDH. Caso Flor Freire Vs. Ecuador. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2016. Serie C No. 315. La motivación es la exteriorización de la justificación
razonada que permite llegar a una conclusión . El deber de motivar las
resoluciones es una garantía vinculada a la recta administración de justicia,
que le garantiza a los ciudadanos el derecho a ser juzgados por las razones
que el derecho otorga, a la vez que brinda credibilidad a las decisiones
judiciales en una sociedad democrática . En virtud de lo cual las decisiones
que adopten los órganos internos de los Estados que puedan afectar
derechos humanos deben de estar motivadas, de lo contrario serían
decisiones arbitrarias . La motivación de un fallo y de ciertos actos
administrativos debe permitir conocer cuáles son los hechos, motivos y

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normas en las que se basó el órgano que lo dictó para tomar su decisión de
modo que se pueda desechar cualquier indicio de arbitrariedad, a la vez
que les demuestra a las partes que estas han sido oídas en el marco del
proceso . Además, debe mostrar que han sido debidamente tomados en
cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto de pruebas ha sido
analizado . Por todo lo anterior, la Corte ha concluido que el deber de
motivación es una de las "debidas garantías" incluidas en el artículo 8.1 del
debido proceso . Tratándose de sanciones disciplinarias la exigencia de
motivación es mayor que la de cualquier acto administrativo, debido al
objeto de un control disciplinario (supra párr. 150) y, por ende,
correspondería analizar la gravedad de la conducta y la proporcionalidad
de la sanción . En el ámbito disciplinario es imprescindible la indicación
precisa de aquello que constituye una falta y el desarrollo de argumentos
que permitan concluir que las conductas reprochadas tienen la suficiente
entidad para justificar que la persona no permanezca en el cargo . De otra
parte, al tratarse de supuestas faltas disciplinarias las razones por las
cuales se infringe la norma o normas en cuestión debe reflejarse de manera
expresa, precisa, clara y sin ambigüedades, de forma tal que permita a la
persona ejercer plenamente su derecho a la defensa , al momento de
recurrir dicha decisión. Este Tribunal resalta que la carencia de una
adecuada motivación de las decisiones disciplinarias puede tener un efecto
directo en la capacidad de las víctimas de ejercer una defensa adecuada en
los recursos posteriores. Ahora bien, la Corte considera que, a efectos de
las garantías establecidas en el artículo 8.1 de la Convención, los procesos
deben ser examinados como un todo, es decir, realizándose un análisis de
todas sus etapas y no mediante una evaluación aislada de una fase
defectuosa, salvo que sus efectos permeen todo el proceso y no hubieren
sido subsanadas en una etapa posterior. Asimismo, esta Corte ha
reconocido que el alcance de las garantías establecidas en el artículo 8.1 de
la Convención, tales como el deber de motivación, dependerá de la
naturaleza de los procesos y materias sobre las cuales se pronuncian. El
deber de motivación no exige una respuesta detallada a todos y cada uno
de los argumentos de las partes , sino una respuesta a los argumentos
principales y esenciales al objeto de la controversia que permitan
garantizar a las partes que han sido oídas en el marco del proceso. Corte
IDH. Caso Zegarra Marín Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 15 de febrero de 2017. Serie C No.
331. La Corte subraya la relevancia de la motivación, a fin de garantizar el
principio de presunción de inocencia, principalmente en una sentencia
condenatoria, la cual debe expresar la suficiencia de prueba de cargo para
confirmar la hipótesis acusatoria; la observancia de las reglas de la sana
crítica en la apreciación de la prueba, incluidas aquellas que pudieran
generar duda de la responsabilidad penal; y el juicio final que deriva de esta
valoración. En su caso, debe reflejar las razones por las que fue posible
obtener convicción sobre la imputación y la responsabilidad penal, así
como la apreciación de las pruebas para desvirtuar cualquier hipótesis de
inocencia, y solo así poder confirmar o refutar la hipótesis acusatoria. Lo
anterior, permitiría desvirtuar la presunción de inocencia y determinar la
responsabilidad penal más allá de toda duda razonable. Ante la duda, la
presunción de inocencia y el principio in dubio pro reo, operan como
criterio decisorio al momento de emitir el fallo . Asimismo, la Corte ha
resaltado la necesidad de que "el fallo de condena proporcione una
fundamentación clara, completa y lógica en la cual, además de realizar una

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descripción del contenido de los medios de prueba, exponga su apreciación
de los mismos y se indiquen las razones por las cuales los mismos le
resultaron, o no, confiables e idóneos para acreditar los elementos de la
responsabilidad penal y, por lo tanto, desvirtuar la presunción de
inocencia”. De la sentencia no se desprenden las razones por las cuales los
jueces consideraron que los hechos atribuidos al señor Zegarra Marín se
subsumían en las normas penales. En este sentido, del fallo no se derivan
las circunstancias de tiempo, modo y lugar de la comisión de cada uno de
dichos delitos, ni se reflejan las razones de derecho que habrían sustentado
la calificación jurídica de los mismos y si, en su caso, habría alguna
evidencia que pudiera desvirtuar dicha calificación . En suma, no se
desprende motivación alguna respecto de las consideraciones jurídicas
sobre la tipicidad, su relación con las pruebas y su apreciación . En tercer
lugar, respecto de la relevancia de la motivación con la posibilidad de
recurrir el fallo, la Corte ya ha señalado que "la motivación de la decisión
judicial es condición de posibilidad para garantizar el derecho de defensa”
213, demuestra a las partes que éstas han sido oídas, y, en aquellos casos en

que las decisiones son recurribles, les proporciona la posibilidad de criticar


la resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las instancias
superiores . La Corte estima que la omisión en la motivación del fallo tuvo
un impacto directo en el ejercicio de los derechos a la defensa y a recurrir el
fallo, ya que dificultó realizar un análisis a profundidad sobre la
argumentación o evidencias directamente relacionadas con la acreditación
del delito y la supuesta responsabilidad penal del señor Zegarra Marín. En
vista de todo lo anterior, la Corte concluye que, para efectos del presente
caso, el Estado violó el principio de presunción de inocencia del señor
Zegarra Marín y no garantizó la motivación del fallo. En particular, se
invirtió la carga probatoria, las declaraciones de los coimputados no fueron
corroboradas ni analizadas con la prueba en su conjunto, a fin de
determinar la responsabilidad penal más allá de toda duda razonable, lo
cual además quedó evidenciado con la falta de motivación de la decisión
judicial, vulnerando la obtención de una fallo debidamente razonado, el
cual garantizara la posibilidad de su impugnación. Por tanto, el Estado es
internacionalmente responsable de la violación de los artículos 8.1 y 8.2 de
la Convención Americana, en perjuicio del señor Zegarra Marín.
Previsibilidad de la sanción. Corte IDH. Caso López Mendoza Vs.
Venezuela. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de
2011. Serie C No. 233. La Corte considera que en el marco de las debidas
garantías establecidas en el artículo 8.1 de la Convención Americana se
debe salvaguardar la seguridad jurídica sobre el momento en el que se
puede imponer una sanción. Al respecto, la Corte Europea ha establecido
que la norma respectiva debe ser: i) adecuadamente accesible, ii)
suficientemente precisa, y iii) previsible. Respecto a este último aspecto, la
Corte Europea utiliza el denominado "test de previsibilidad”, el cual tiene
en cuenta tres criterios para determinar si una norma es lo suficientemente
previsible, a saber: i) el contexto de la norma bajo análisis; ii) el ámbito de
aplicación para el que fue creado la norma, y iii) el estatus de las personas a
quien está dirigida la norma. Sobre el particular, la Corte considera que los
problemas de indeterminación no generan, per se, una violación de la
Convención, es decir, que el hecho de que una norma conceda algún tipo
de discrecionalidad no es incompatible con el grado de previsibilidad que
debe ostentar la norma, siempre y cuando el alcance de la discrecionalidad
y la manera en que se debe ejercer sea indicado con suficiente claridad con

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el fin de brindar una adecuada protección para que una interferencia
arbitraria no se produzca. La Corte constata que existen criterios que el
Contralor General debe seguir para tomar la decisión de imponer
cualquiera de las tres sanciones que consagra el artículo 105 de la
LOCGRSNCF (supra párr. 33), y que existen parámetros a la
discrecionalidad que le concede dicha norma al Contralor. Respecto a lo
alegado por las partes sobre la inexistencia de una norma que establezca el
término temporal con el que cuenta el Contralor para imponer las
sanciones accesorias una vez se haya declarado la responsabilidad
administrativa de un funcionario público e impuesto la correspondiente
multa, la Corte observa que la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia, tomando en cuenta la norma general sobre
prescripción de las acciones administrativas sancionatorias (establecida en
la LOCGRSNCF), en jurisprudencia posterior a los hechos del presente
caso, ha señalado un plazo máximo de cinco años para que pueda ser
adoptada la sanción de inhabilitación [_] En el presente caso la imposición
de la inhabilitación al señor López Mendoza por los hechos relacionados
con PDVSA ocurrió aproximadamente cinco meses después de que la
declaratoria de responsabilidad administrativa quedara en firme [_]
mientras que la inhabilitación por los hechos relacionados con el Municipio
Chacao fue impuesta aproximadamente seis meses después de la
resolución que dejó en firme la declaratoria de responsabilidad [_]Al
respecto, si bien el tiempo que transcurrió en el presente caso entre la
declaratoria de responsabilidad y la imposición de la inhabilitación no fue
en sí mismo excesivo, está probado que la norma interna no establecía un
término o plazo fijo para que el Contralor ejerciera dicha facultad. La
decisión de la Sala Político Administrativa mediante la cual se intentó
suplir esta laguna normativa con el término de prescripción de la acción
administrativa no cumple con el estándar de previsibilidad o certeza de la
norma. En efecto, el "test de previsibilidad” implica constatar que la norma
delimite de manera clara el alcance de la discrecionalidad que puede
ejercer la autoridad y se definan las circunstancias en las que puede ser
ejercida con el fin de establecer las garantías adecuadas para evitar abusos.
La Corte considera que la incertidumbre sobre el plazo dentro del cual se
podría imponer las sanciones accesorias establecidas en el artículo 105 de
la LOCGRSNCF es contraria a la seguridad jurídica que debe ostentar un
procedimiento sancionatorio. Por otro lado, el plazo de cinco años no es
razonable para garantizar la previsibilidad en la imposición de una sanción.
Constituye un plazo excesivamente prolongado y, por lo tanto, es
incompatible con la necesidad de que un procedimiento sancionatorio
concluya al momento de determinarse la responsabilidad correspondiente,
de tal forma que el imputado no espere por un plazo demasiado amplio a
que se determine el tipo de sanción que debe recibir por una
responsabilidad que ya ha sido determinada. Además, la falta de un plazo
cierto, previsible y razonable puede dar lugar a un ejercicio arbitrario de la
discrecionalidad a través de sanciones aplicadas en un momento
totalmente inesperado para la persona que ya fue declarada responsable
previamente. En consecuencia, al no cumplir con el requisito de
previsibilidad y, además, teniendo en cuenta lo señalado en el sentido que
el artículo 105 de la LOCGRSNCF permite la restricción del derecho a ser
elegido por una autoridad que no es juez penal (supra párrs. 107 y 108), la
Corte concluye en el presente caso se vulneraron los artículos 8.1, 23.1.b y
23.2, en relación con los artículos 1.1 y 2 de la Convención Americana.

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Garantías relativas al proceso penal. En este tercer apartado exponemos
el desarrollo jurisprudencial que ha realizado la Corte IDH en relación a las
garantías del artículo 8.2 de la CADH. En primer lugar, se aborda el alcance
de estas garantías, destacando que si bien estas han sido asociadas al
proceso penal, la Corte IDH en ciertos casos ha determinado que no son
exclusivas de el, consagrando un carácter amplio del debido proceso. Entre
esas garantías en este apartado se desarrollan el principio de presunción de
inocencia en sus tres dimensiones (como regla de trato, regla de juicio y
regla de prueba), el derecho a defensa y sus diferentes requisitos y
manifestaciones, así como el derecho a la doble conformidad. Respecto de
esta última garantía se observará cómo la Corte IDH ha ido precisando el
contenido de la garantía de manera de hacerla compatible con los sistemas
jurídicos de la región. Asimismo, también de desarrollan otras garantías
íntimamente ligadas con el debido proceso, como son el ne bis in ídem y
sus excepciones, y la publicidad y oralidad del juicio. Como veremos a
continuación, la jurisprudencia de la Corte IDH en todas estas materias ha
sido variada y amplia, desarrollando los estándares en diferentes
contextos, buscando un adecuado equilibrio entre las exigencias de la
justicia y los derechos de los imputados.
Alcance. Corte IDH. Caso Baena Ricardo y otros Vs. Panamá. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de febrero de 2001. Serie C No. 72.
Es evidente que la Ley 25 no se refiere a materia penal puesto que no
tipifica un delito ni sanciona con una pena. Se ocupa, por el contrario, de
un tema administrativo o laboral. Corresponde a esta Corte, por lo tanto,
determinar el ámbito de incidencia del artículo 8 de la Convención y, en
particular, si éste se aplica únicamente a procesos penales. Si bien el
artículo 8 de la Convención Americana se titula "Garantías Judiciales", su
aplicación no se limita a los recursos judiciales en sentido estricto, "sino [al]
conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales" a
efectos de que las personas estén en condiciones de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier tipo de acto del Estado que
pueda afectarlos. Es decir, cualquier actuación u omisión de los órganos
estatales dentro de un proceso, sea administrativo sancionatorio o
jurisdiccional, debe respetar el debido proceso legal. La Corte observa que
el elenco de garantías mínimas establecido en el numeral 2 del artículo 8
de la Convención se aplica a los órdenes mencionados en el numeral 1 del
mismo artículo, o sea, la determinación de derechos y obligaciones de
orden "civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter". Esto revela el
amplio alcance del debido proceso; el individuo tiene el derecho al debido
proceso entendido en los términos del artículo 8.1 y 8.2, tanto en materia
penal como en todos estos otros órdenes. En el mismo sentido: Caso del
Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Ks. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
28 de agosto de 2013. Serie CNo. 268, párr. 167. En cualquier materia,
inclusive en la laboral y la administrativa, la discrecionalidad de la
administración tiene límites infranqueables, siendo uno de ellos el respeto
de los derechos humanos. Es importante que la actuación de la
administración se encuentre regulada, y ésta no puede invocar el orden
público para reducir discrecionalmente las garantías de los administrados.
Por ejemplo, no puede la administración dictar actos administrativos
sancionatorios sin otorgar a los sancionados la garantía del debido
proceso. Es un derecho humano el obtener todas las garantías que
permitan alcanzar decisiones justas, no estando la administración excluida

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de cumplir con este deber. Las garantías mínimas deben respetarse en el
procedimiento administrativo y en cualquier otro procedimiento cuya
decisión pueda afectar los derechos de las personas. La Corte Europea se
ha pronunciado sobre este tema, señalando que: ... los principios
eñUñciados en el párrafo 2 (art. 6-2) y 3 (a saber los incisos a, b y d) [... de la
Coñveñcióñ Europea de Derechos Humanos], se aplican mutatis mutandis
a los procesos disciplinarios a los que se refiere el inciso 1 (art. 6-1) de la
misma forma en que se aplican a los casos en que una persona es acusada
por una infracción de carácter penal. La justicia, realizada a través del
debido proceso legal, como verdadero valor jurídicamente protegido, se
debe garantizar en todo proceso disciplinario, y los Estados no pueden
sustraerse de esta obligación argumentando que no se aplican las debidas
garantías del artículo 8 de la Convención Americana en el caso de
sanciones disciplinarias y no penales. Permitirle a los Estados dicha
interpretación equivaldría a dejar a su libre voluntad la aplicación o no del
derecho de toda persona a un debido proceso. Corte IDH. Caso Radilla
Pacheco Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2009. Serie C No. 209. Al
respecto, la Corte estima coñveñieñte subrayar que el proceso penal es
uno solo a través de sus diversas etapas, tanto la correspondiente a la
primera instancia como las relativas a instancias ulteriores. En
coñsecueñcia, el concepto del juez natural y el principio del debido proceso
legal rigen a lo largo de esas etapas y se proyectan sobre las diversas
instancias procesales. Corte IDH. Caso Vélez Loor Vs. Panamá.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23
de noviembre de 2010. Serie C No. 218. Es por ello que se exige que
cualquier autoridad pública, sea administrativa, legislativa o judicial, cuyas
decisiones puedan afectar los derechos de las personas, adopte tales
decisiones con pleno respeto de las garantías del debido proceso legal. Así,
el artículo 8 de la Convención consagra los lineamientos del debido
proceso legal, el cual está compuesto de un conjunto de requisitos que
deben observarse en las instancias procesales, a efectos de que las
personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus derechos
ante cualquier tipo de acto del Estado que pueda afectarlos.
Adicionalmente, la Corte ha interpretado que el elenco de garantías
mínimas establecido en el numeral 2 del artículo 8 de la Convención se
aplica también a la determinación de derechos y obligaciones de orden -
civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter-. Por esta razón, no puede
la administración dictar actos administrativos sancionatorios sin otorgar
también a las personas sometidas a dichos procesos las referidas garantías
mínimas, las cuales se aplican mutatis mutandis en lo que corresponda.
Funciones de la Corte IDH en relación al control de las garantías del
proceso penal. Corte IDH. Caso Fermín Ramírez Vs. Guatemala. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de junio de 2005. Serie C No. 126.
Es importante reiterar en este caso, en que se cuestiona lo actuado en el
marco de un proceso penal, que los órganos del sistema interamericano de
derechos humanos no funcionan como una instancia de apelación o
revisión de sentencias dictadas en procesos internos. Su función es
determinar la compatibilidad de las actuaciones realizadas en dichos
procesos con la Convención Americana. A esto se limita el Tribunal en la
presente Sentencia. En el mismo sentido: Caso Mohamed Vs. Argentina.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23
noviembre de 2012. Serie CNo. 255218, párr.81. El proceso seguido contra

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el señor Fermín Ramírez se originó por la muerte violenta de una menor de
edad. Al resolver otros casos, la Corte ha hecho notar que no es un tribunal
penal en el que pueda analizarse la responsabilidad penal de los individuos.
Corresponde a los tribunales nacionales aplicar la ley penal a quienes
cometen delitos. Esto es aplicable al presente caso, que no se refiere a la
inocencia o culpabilidad del señor Fermín Ramírez en relación con los
hechos que se le atribuyen, sino a la conformidad de los actos del proceso
que se le siguió con la Convención Americana. La Corte destaca el deber
que tienen los Estados de proteger a todas las personas, evitando los
delitos, sancionar a los responsables de éstos y mantener el orden público,
particularmente cuando se trata de hechos como los que dieron origen al
proceso penal seguido contra el señor Fermín Ramírez, que no sólo
comportan una lesión a los individuos, sino al conjunto de la sociedad, y
merecen el más enérgico rechazo, más aún cuando perjudican a niñas y
niños. Sin embargo, la lucha de los Estados contra el crimen debe
desarrollarse dentro de los límites y conforme a los procedimientos que
permitan preservar tanto la seguridad pública como el pleno respeto a los
derechos humanos de quienes se hallen sometidos a su jurisdicción. Corte
IDH. Caso La Cantuta Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de noviembre de 2006. Serie C No. 162. Al respecto, resulta
oportuno recordar que la Corte no es un tribunal penal en el que
corresponda determinar la responsabilidad de individuos particulares por
actos criminales. La responsabilidad internacional de los Estados se genera
en forma inmediata con el ilícito internacional atribuido al Estado y, para
establecer que se ha producido una violación de los derechos consagrados
en la misma, no se requiere determinar, como ocurre en el derecho penal
interno, la culpabilidad de sus autores o su intencionalidad y tampoco es
preciso identificar individualmente a los agentes a los cuales se atribuyen
los hechos violatorios. Es en ese marco que la Corte efectúa la
determinación de responsabilidad internacional del Estado en este caso, la
que no corresponde condicionar a estructuras propias y específicas del
derecho penal, interno o internacional, definitorias de criterios de
imputabilidad o responsabilidades penales individuales; tampoco es
necesario definir los ámbitos de competencia y jerarquía o subordinación
de cada agente estatal involucrado en los hechos. En el mismo sentido:
Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2009. Serie CNo. 206, párr. 24. Corte
IDH. Caso Vera Vera y otra Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2011. Serie C No. 226.
Al respecto, el Tribunal recuerda que el objeto de su mandato es la
aplicación de la Convención Americana y de otros tratados que le otorguen
competencia. No corresponde a este Tribunal determinar
responsabilidades individuales, cuya definición compete a los tribunales
penales internos o a otros tribunales internacionales, sino conocer los
hechos traídos a su conocimiento y calificarlos en el ejercicio de su
competencia contenciosa, según la prueba presentada por las partes.
Asimismo, esta Corte ha señalado que la obligación de investigar los
hechos, juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables de un delito que
constituye una violación de derechos humanos, es un compromiso que
emana de la Convención Americana, y que la responsabilidad penal debe
ser determinada por las autoridades judiciales competentes siguiendo
estrictamente las normas del debido proceso establecidas en el artículo 8
de la Convención Americana. Teniendo en cuenta lo anterior, la Corte se

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encuentra impedida para determinar si lo sucedido al señor Vera Vera se
encuadra en los tipos penales de lesiones u homicidio señalados por el
representante y el perito Manuel Ramiro Aguilar Torres ya que ello,
precisamente, corresponde a las autoridades competentes del Estado. No
obstante, el Tribunal observa que, conforme indicó el perito Aguilar Torres,
el Código de Procedimiento Penal vigente en el Ecuador en la época de los
hechos, el cual fue aportado por el Estado y por el representante (supra
párr. 9), establecía una regla general conforme a la cual la acción penal era
siempre pública, salvo algunas excepciones establecidas en el artículo 428
de dicho Código respecto de las cuales la acción penal se ejercía sólo
mediante acusación particular (supra párr. 92, notas al pie de página 114 y
115). Dentro de estas excepciones no se encuentran los delitos de lesiones
y homicidio, por lo cual la Corte constata que el ejercicio de la acción penal
para tales delitos era pública y, por lo tanto, debía practicarse de oficio. En
tal sentido, el Tribunal destaca que el análisis del presente apartado no
debe referirse a las actuaciones tendientes a la investigación de los hechos
que debieron o no realizar los familiares del señor Vera Vera,
particularmente, a si aquéllos debieron presentar una denuncia formal,
sino que, tratándose de una obligación ex officio a cargo del Estado, el
Tribunal debe analizar la actividad desplegada por éste al respecto.
Presunción de inocencia. Como regla de trato. Corte IDH. Caso Cantoral
Benavides Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C No.
69. La Corte observa, en primer lugar, que en el presente caso está
probado que el señor Cantoral Benavides fue exhibido ante los medios de
comunicación, vestido con un traje infamante, como autor del delito de
traición a la patria, cuando aún no había sido legalmente procesado ni
condenado (supra párr. 63.i.). El principio de la presunción de inocencia,
tal y como se desprende del artículo 8.2 de la Convención, exige que una
persona no pueda ser condenada mientras no exista prueba plena de su
responsabilidad penal. Si obra contra ella prueba incompleta o
insuficiente, no es procedente condenarla, sino absolverla. En el mismo
sentido: Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2004. Serie C No. 111, párr. 153; Caso
Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010 Serie C No.
220, párr. 183; Caso López Mendoza Vs. Venezuela. Fondo Reparaciones y
Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2011 Serie C No. 233, párr. 128;
Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275, párr. 228. Corte
IDH. Caso Lori Berenson Mejía Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 25 de noviembre de 2004. Serie C No. 119. Durante el
proceso militar, la señora Lori Berenson fue exhibida por la DINCOTE ante
los medios de comunicación como autora del delito de traición a la patria,
cuando aún no había sido legalmente procesada y condenada (supra párr.
88.28). La Corte Europea ha señalado que [el derecho a la] presunción de
inocencia puede ser violado no sólo por un juez o una Corte sino también
por otra autoridad pública. [el] artículo 6 párrafo 2 [de la Convención
Europea] no puede impedir a las autoridades informar al público acerca de
las investigaciones criminales en proceso, pero lo anterior requiere que lo
hagan con toda la discreción y la cautela necesarias para que [el derecho a]
la presunción de inocencia sea respetado. El derecho a la presunción de
inocencia, tal y como se desprende del artículo 8.2 de la Convención, exige
que el Estado no condene informalmente a una persona o emita juicio ante

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la sociedad, contribuyendo así a formar una opinión pública, mientras no
se acredite conforme a la ley la responsabilidad penal de aquella. En el
mismo sentido: Caso J. Ks. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C
No. 275, párr. 235. Corte IDH. Caso Acosta y otros Vs. Nicaragua.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25
de marzo de 2017. Serie C No. 334. El derecho a la presunción de inocencia
exige que el Estado no condene informalmente a una persona o emita
juicio ante la sociedad, contribuyendo así a formar una opinión pública,
mientras no se acredite su responsabilidad penal conforme a la ley. Por
ello, ese derecho puede ser violado tanto por los jueces a cargo del
proceso, como por otras autoridades públicas, por lo cual éstas deben ser
discretas y prudentes al realizar declaraciones públicas sobre un proceso
penal, antes de que la persona haya sido juzgada y condenada . La Corte
hace notar que el juez encargado de la instrucción realizó una serie de
declaraciones en el diario de mayor circulación nacional de entonces,
refiriéndose a una manifestación de la señora Acosta realizada en el marco
de la instrucción que se seguía por la muerte de su esposo, en que señaló
como sospechoso a una persona que en ese momento no identificó (supra
párr. 58). El juez manifestó ante la prensa que tal declaración, así como una
respuesta de ella a una pregunta de la fiscalía, "perfectamente
encuadra[ba] en señalarla como encubridora del homicidio de su esposo".
Es decir, además de calificar de "aventurera" tal declaración, el juez emitió
un criterio al respecto, nada menos que "encuadrarla" en una forma de
participación criminal en el hecho investigado y en la conducta específica
que a ella se le imputaba en la investigación que él mismo abrió en su
contra. De este modo, tales manifestaciones de un juez indudablemente
hacen alusión al procedimiento penal en curso en ese momento y revelan
una animadversión de su parte hacia la señora Acosta. Este Tribunal estima
que, sumada a la falta de imparcialidad del juez ya señalada, tales
manifestaciones públicas pudieron propiciar, en el referido contexto, una
creencia o prejuicio sobre su culpabilidad, además de revelar un posible
prejuicio sobre la evaluación de los hechos por parte de la propia autoridad
judicial que conocía el caso y la juzgaba en ausencia, independientemente
del hecho de que al día siguiente dictaría un sobreseimiento a su favor. De
este modo, la Corte considera que el Estado es responsable por la violación
del derecho a la presunción de inocencia, reconocido en el artículo 8.2 de la
Convención, en perjuicio de la señora Acosta.
Como regla de juicio y prueba. Corte IDH. Caso Ricardo Canese Vs.
Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2004. Serie C No. 111. La Corte ha señalado que el artículo 8.2 de la
Convención exige que una persona no pueda ser condenada mientras no
exista prueba plena de su responsabilidad penal. Si obra contra ella prueba
incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino absolverla.
En este sentido, la Corte ha afirmado que en el principio de presunción de
inocencia subyace el propósito de las garantías judiciales, al afirmar la idea
de que una persona es inocente hasta que su culpabilidad sea demostrada.
La Corte considera que el derecho a la presunción de inocencia es un
elemento esencial para la realización efectiva del derecho a la defensa y
acompaña al acusado durante toda la tramitación del proceso hasta que
una sentencia condenatoria que determine su culpabilidad quede firme.
Este derecho implica que el acusado no debe demostrar que no ha
cometido el delito que se le atribuye, ya que el onus probandi corresponde

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a quien acusa. En el mismo sentido: Caso Cabrera García y Montiel Flores
Ks. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de noviembre de 2010 Serie C No. 220, párr. 182; Caso
López Mendoza Ks. Venezuela. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia
de 1 de septiembre de 2011 Serie C No. 233, párr. 128; Caso J. Vs. Perú.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 2013. Serie C No. 275, párr. 233. [...] el Tribunal encuentra
claro que tanto el Juzgado de Primera Instancia en lo Criminal del Primer
Turno como el Tribunal de Apelación en lo Criminal, Tercera Sala,
presumieron el dolo del señor Canese y, a partir de ello, le exigieron que
desvirtuara la existencia de su intención dolosa. De esta manera, tales
tribunales no presumieron la inocencia del imputado, por lo que la Corte
concluye que el Estado violó, en perjuicio del señor Canese, el artículo 8.2
de la Convención Americana. Por otra parte, en cuanto a la restricción para
salir del país, la Corte ha indicado que dicha restricción puede constituirse
en un sustituto de la pena privativa de libertad si se continúa aplicando
cuando ha dejado de cumplir con su función de aseguramiento procesal
(supra párr. 129). En el presente caso, ha quedado establecido, de
conformidad con los parámetros anteriormente expuestos, que la
restricción al derecho de circulación aplicada al señor Canese durante ocho
años y casi cuatro meses devino innecesaria y desproporcionada (supra
párrs. 131, 134 y 135) para asegurar que aquel no eludiera su
responsabilidad penal en caso de ejecutarse la condena. Esto significó en la
práctica una anticipación de la pena que le había sido impuesta y que
nunca fue ejecutada, lo cual constituye una violación al derecho de
presunción de inocencia contemplado en el artículo 8.2 de la Convención.
Corte IDH. Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie C No. 129. La Ley de
Control y Fiscalización del Tráfico de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas en sus artículos 9 y 10 disponía que cualquier infracción a
ésta debía ser comprobada a través de un informe obligatorio del
Departamento Nacional de Control y Fiscalización de Estupefacientes
(supra párrs. 67 y 68). Dicho informe, si fuera el caso, comprobaría la
existencia de cualquier estupefaciente e incluiría una muestra de la droga
destruida. El Estado nunca cumplió con los procedimientos establecidos en
la legislación interna en relación con el informe de referencia. A pesar de
que no se demostró por medios técnicos o científicos, como la ley lo exigía,
que las sustancias cuya posesión se atribuyó al señor Acosta Calderón eran
estupefacientes, los tribunales llevaron adelante el proceso en contra del
inculpado con fundamento en la declaración policial (supra párr. 50.2) de
quienes practicaron el arresto. Esto demuestra que se trató de inculpar al
señor Acosta Calderón sin indicios suficientes para ello, presumiéndose
que era culpable e infringiendo el principio de presunción de inocencia.
Corte IDH. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre
de 2010. Serie C No. 220. De acuerdo con lo establecido por el Tribunal
Europeo, el principio de presunción de inocencia implica que los
juzgadores no inicien el proceso con una idea preconcebida de que el
acusado ha cometido el delito que se le imputa, por lo que la carga de la
prueba está a cargo de quien acusa y cualquier duda debe ser usada en
beneficio del acusado. La presunción de inocencia se vulnera si antes de
que el acusado sea encontrado culpable una decisión judicial relacionada
con él refleja la opinión de que es culpable. Corte IDH. Caso Zegarra Marín

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Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 15 de febrero de 2017. Serie C No. 331. De la posición de las
partes se desprenden distintos alegatos sobre el tratamiento y valoración
de los elementos probatorios por parte de los juzgadores, inter alia: i) la
imputación realizada por dos coimputados y su alegada apreciación como
única prueba de cargo; ii) la alegada inversión de la carga de la prueba; iii)
la alegada falta de valoración de la prueba de descargo y de oficio; iv) la
supuesta falta de certeza para determinar la responsabilidad penal del
señor Zegarra Marín, y v) la alegada falta de motivación de la sentencia
condenatoria y su relación con el principio de presunción de inocencia . Por
otra parte, siendo que el señor Zegarra Marín estuvo facultado para
participar en el proceso y controvertir la prueba con las debidas garantías,
así como debido a la falta de elementos probatorios, no corresponde en
este caso pronunciarse sobre la alegada falta de parcialidad del tribunal. En
relación con lo anterior, el principio de presunción de inocencia requiere
que nadie sea condenado salvo la existencia de prueba plena o más allá de
toda duda razonable de su culpabilidad , tras un proceso sustanciado de
acuerdo a las debidas garantías . Por lo que si "obra contra ella prueba
incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino
absolverla222”. Debe recordarse que "[l]a falta de prueba plena de la
responsabilidad en una sentencia condenatoria constituye una violación al
principio de presunción de inocencia223”. En este sentido, cualquier duda
debe ser usada en beneficio del acusado . Este estado jurídico de inocencia
se proyecta en diversas obligaciones que orientan el desarrollo de todo el
proceso penal. Así, la demostración fehaciente de la culpabilidad
constituye un requisito indispensable para la sanción penal, de modo que la
carga de la prueba recae en la parte acusadora . Es más, el principio de
presunción de inocencia implica que los juzgadores no inicien el proceso
con una idea preconcebida de que el acusado ha cometido el delito que se
le imputa . En este sentido, la Corte estima que la presunción de inocencia
exige que el acusador deba demostrar que el ilícito penal es atribuible a la
persona imputada, es decir, que ha participado culpablemente en su
comisión y que las autoridades judiciales deban fallar [con un criterio] más
allá de toda duda razonable para declarar la responsabilidad penal
individual del imputado, incluyendo determinados aspectos fácticos
relativos a la culpabilidad del imputado . Por ende, la Corte resalta que el
principio de presunción de inocencia es un eje rector en el juicio y un
estándar fundamental en la apreciación probatoria que establece límites a
la subjetividad y discrecionalidad de la actividad judicial. Así, en un sistema
democrático la apreciación de la prueba debe ser racional, objetiva e
imparcial para desvirtuar la presunción de inocencia y generar certeza de la
responsabilidad penal. La Corte ha sostenido que "más allá de la
compatibilidad de instituciones que buscan la colaboración de ciertos
implicados con la parte acusadora a cambio de determinadas
contraprestaciones [_] con la Convención Americana, [_], lo cierto es que
es posible afirmar la limitada eficacia probatoria que debe asignarse a la
declaración de un coimputado, más allá de su contenido específico, cuando
es la única prueba en la que se fundamenta una decisión de condena, pues
objetivamente no sería suficiente por sí sola para desvirtuar la presunción
de inocencia” . En este sentido, la Corte resalta que las declaraciones de los
co-acusados revisten valor indiciario y, por consiguiente, forman parte de
la prueba indirecta o indiciaria, debiendo valorar sus contenidos conforme
a los principios de la sana crítica; es decir, que sean varios los indicios y,

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entre ellos, sean serios y precisos, así como concordantes. El co-imputado
no tiene el deber de prestar declaraciones, dado que realiza un acto
sustancial de defensa, a diferencia del testigo, que incurre en una conducta
delictiva no sólo cuando falta a la verdad, sino incluso cuando la omite o es
remiso. La Corte destaca las reformas a la legislación peruana posteriores a
estos hechos, que señalan que las imputaciones realizadas por
coimputados deben estar corroboradas por otros hechos, datos o
circunstancias externas. Asimismo, destaca el Acuerdo Plenario No. 2-
2005/CJ-116 , el cual exige valorar varias circunstancias, que se erigen en
criterios de credibilidad, no de mera legalidad, respecto del coimputado.
No obstante, las mismas no se aplicaron a este caso. La Corte destaca que
la carga de la prueba se sustenta en el órgano del Estado, quien tiene el
deber de probar la hipótesis de la acusación y la responsabilidad penal, por
lo que no existe la obligación del acusado de acreditar su inocencia ni de
aportar pruebas de descargo. Es decir, la posibilidad de aportar
contraprueba es un derecho de la defensa para invalidar la hipótesis
acusatoria, contradiciéndola mediante contrapruebas o pruebas de
descargo compatibles con hipótesis alternativas (contra-hipótesis), que a
su vez la acusación tiene la carga de invalidar. En el presente caso no se
respetó dicho principio, especialmente al manifestar expresamente la
sentencia que "no surgi[ó] una prueba de descargo contundente que lo
h[iciera] totalmente inocente de los ilícitos que se le imputa[ban]", por lo
que se invirtió la carga de la prueba en perjuicio del señor Zegarra Marín .
En segundo lugar, la Corte ha señalado que el proceso penal, en tanto
respuesta investigativa y judicial del Estado, debe constituir un medio
adecuado para permitir una búsqueda genuina de la verdad de lo sucedido
mediante una evaluación adecuada de las hipótesis consideradas sobre el
modo y circunstancias del delito . Al respecto, en virtud del principio de
presunción de inocencia, la Quinta Sala Penal debía valorar racional y
objetivamente las pruebas de cargo y descargo, pero también las pruebas
de oficio, así como desvirtuar las hipótesis de inocencia que surgiera a
partir de éstas, a fin de determinar la responsabilidad penal. Este Tribunal
constató que en la sentencia condenatoria emitida por la Quinta Sala Penal
se enunciaron pruebas de oficio y de descargo que supuestamente podrían
favorecer al inculpado, o bien podrían generar duda respecto a su
responsabilidad penal, las cuales no se desprende haber sido analizadas
para confirmar o desvirtuar la hipótesis acusatoria (infra párr. 150).
Tampoco se habrían confrontado las pruebas de cargo con otros
elementos para ensayar las hipótesis posibles y desvirtuar la presunción de
inocencia. En vista de todo lo anterior, la Corte concluye que, para efectos
del presente caso, el Estado violó el principio de presunción de inocencia
del señor Zegarra Marín y no garantizó la motivación del fallo. En
particular, se invirtió la carga probatoria, las declaraciones de los
coimputados no fueron corroboradas ni analizadas con la prueba en su
conjunto, a fin de determinar la responsabilidad penal más allá de toda
duda razonable, lo cual además quedó evidenciado con la falta de
motivación de la decisión judicial, vulnerando la obtención de una fallo
debidamente razonado, el cual garantizara la posibilidad de su
impugnación. Por tanto, el Estado es internacionalmente responsable de la
violación de los artículos 8.1 y 8.2 de la Convención Americana, en perjuicio
del señor Zegarra Marín.
Vinculación con prisión preventiva. Corte IDH. Caso Suárez Rosero Vs.
Ecuador. Fondo. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35.

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Esta Corte estima que en el principio de presunción de inocencia subyace el
propósito de las garantías judiciales, al afirmar la idea de que una persona
es inocente hasta que su culpabilidad sea demostrada. De lo dispuesto en
el artículo 8.2 de la Convención se deriva la obligación estatal de no
restringir la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente
necesarios para asegurar que no impedirá el desarrollo eficiente de las
investigaciones y que no eludirá la acción de la justicia, pues la prisión
preventiva es una medida cautelar, no punitiva. Este concepto está
expresado en múltiples instrumentos del derecho internacional de los
derechos humanos y, entre otros, en el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, que dispone que la prisión preventiva de las personas
que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general (art. 9.3). En caso
contrario se estaría cometiendo una injusticia al privar de libertad, por un
plazo desproporcionado respecto de la pena que correspondería al delito
imputado, a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido
establecida. Sería lo mismo que anticipar una pena a la sentencia, lo cual
está en contra de principios generales del derecho universalmente
reconocidos. En el mismo sentido: Caso Tibi Ks. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de septiembre
de 2004. Serie C No. 114; Caso Acosta Calderón Ks. Ecuador. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie C No. 129,
párr.111-, Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez Ks. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de noviembre
de 2007. Serie C No. 170, párrs. 145-146; Caso Bayarri Ks. Argentina.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de
octubre de 2008. Serie C No. 187, párr. 110; Caso Barreto Leiva Ks.
Kenezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre
de 2009. Serie CNo. 206, párr. 121. Caso Tibi Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de septiembre
de 2004. Serie C No. 114. Se ha probado que el señor Tibi permaneció
detenido desde el 27 de septiembre de 1995 hasta el 21 de enero de 1998
(supra párr. 90.11, 90.25 y 90.27). Esta privación de libertad fue ilegal y
arbitraria (supra párrs. 103 y 107). No había elementos probatorios que
permitieran inferir razonablemente que el señor Tibi estaba involucrado en
el Operativo "Camarón". Pese a que el artículo 108 del Código de
Procedimiento Penal prohibía la admisión como testigos a los coacusados,
la acción del Estado se fundó en una sola declaración inculpatoria, que
quedó desvirtuada posteriormente (supra párr. 90.8, 90.11 y 90.21). Esto
demuestra que se trató de inculpar al señor Tibi sin indicios suficientes para
ello, presumiendo que era culpable e infringiendo el principio de
presunción inocencia. Considerados en su conjunto, los datos
correspondientes al procesamiento penal del inculpado no solo no
acreditan que se le hubiera tratado como corresponde a un presunto
inocente; sino muestran que en todo momento se actuó, con respecto a él,
como si fuere un presunto culpable, o bien, una persona cuya
responsabilidad penal hubiere quedado clara y suficientemente acreditada.
Corte IDH. Caso Bayarri Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de octubre de 2008. Serie C No.
187. Este Tribunal ha establecido que, al ser la prisión preventiva una
medida cautelar y no punitiva, existe una "[o]bligación estatal de no
restringir la libertad del detenido más allá de los límites estrictamente
necesarios para asegurar que aquél no impedirá el desarrollo del
procedimiento ni eludirá la acción de la justicia"224. Proceder de otro modo

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equivaldría a anticipar la pena, lo cual contraviene principios generales del
derecho ampliamente reconocidos, entre ellos, el principio de presunción
de inocencia. Efectivamente, en ocasiones anteriores, el Tribunal ha
estimado que al privar de la libertad, en forma innecesaria o
desproporcionada, a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido
establecida, el Estado incurre en una violación del derecho de toda persona
a que se le presuma inocente, reconocido en el artículo 8.2 de la
Convención Americana. A igual conclusión se debe llegar si el Estado
mantiene a una persona privada de su libertad preventivamente más allá
de los límites temporales que impone el derecho consagrado en el artículo
7.5 de la Convención Americana (supra párr. 70). Ya quedó establecido que
la víctima permaneció en prisión preventiva aproximadamente trece años
y que dicho período excedió el plazo máximo previsto por la legislación
interna (supra párr. 77). La Corte también consideró que durante ese
tiempo el señor Bayarri estuvo sujeto a un proceso penal en el cual se
violaron diversas garantías judiciales (supra párrs. 107 y 108). Tomando en
cuenta todo lo anterior, el Tribunal estima que la prolongada duración de la
prisión preventiva de Juan Carlos Bayarri en el transcurso de un proceso
penal violatorio de la Coñveñcióñ Americana convirtió aquella en una
medida punitiva y no cautelar, lo cual desnaturaliza dicha medida. El
Tribunal estima que el Estado violó el derecho del señor Bayarri a ser
presumido inocente y que, en consecuencia, es responsable por la violación
del artículo 8.2 de la Convención Americana en perjuicio del señor Juan
Carlos Bayarri. Corte IDH. Caso Norín Catrimán y otros (Dirigentes,
miembros y activista del Pueblo Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279.
El Tribunal considera que la causal de "peligro para la seguridad de la
sociedad" tiene una redacción que admite varias interpretaciones en
cuanto a la consecución tanto de fines legítimos como de fines no
cautelares. En cuanto a una interpretación en este último sentido, la Corte
reitera su jurisprudencia constante en materia de los estándares que deben
regir la prisión preventiva en cuanto a su excepcionalidad, carácter
temporal limitado, estricta necesidad y proporcionalidad y,
fundamentalmente, los relativos a que los fines que busque alcanzar deben
ser propios de su naturaleza cautelar (fines de aseguramiento procesal de
acuerdo a las necesidades que se justifiquen en el proceso concreto) y no
puede constituirse como una pena anticipada que contravenga el principio
de presunción de inocencia que protege al imputado (supra párrs. 307 a
312). La Corte estima que no está en discusión que los Estados Parte
pueden adoptar medidas de derecho interno para prevenir la delincuencia,
una parte de ellas a través de su ordenamiento jurídico y particularmente
del Derecho Penal a través de la imposición de penas, pero estima
necesario enfatizar que ello no es función de la prisión preventiva.
Asimismo, la Corte constata que al estipular dicha causal en el referido
artículo 140.c) del Código Procesal Penal se establecía que para estimar si
se configuraba la misma "el juez deb[ía] considerar especialmente alguna
de las [_] circunstancias" descritas en la norma (supra párr. 305). De los
elementos aportados a esta Corte, es posible sostener que dicha
regulación no prohibía la posibilidad de que el juez tomara en cuenta otros
criterios que le permitieran valorar la necesidad de la medida en el caso
concreto para la obtención de fines procesales. Sin embargo, la Corte toma
en cuenta lo explicado por el perito Duce en el sentido de que "los
tribunales [chilenos] entienden habitualmente que el peligro para la

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seguridad de la sociedad se constituirá por la concurrencia objetiva de una
o algunas de [esas] circunstancias", lo cual resulta particularmente grave si
se toma en cuenta que entre ellas están "la gravedad de la pena asignada al
delito" y "el carácter de los [delitos imputados]". La Corte reitera que
ambos constituyen criterios que no son, por si mismos, justificación
suficiente de la prisión preventiva (supra párr. 312.a) y agrega que fundar la
prisión preventiva únicamente en tales criterios conlleva una vulneración
de la presunción de inocencia. Criterios de esa naturaleza deben ser
valorados en el contexto de la evaluación de la necesidad de la medida en
las circunstancias del caso concreto. Al ordenarse y mantenerse las
medidas de prisión preventiva a las ocho víctimas de este caso,
repetidamente se aplicó la causal de "peligro para la seguridad de la
sociedad" en la forma señala por el perito Duce, sin motivarse la necesidad
de la medida en las circunstancias del caso concreto y con base
fundamentalmente en criterios relativos a la gravedad del delito
investigado y la gravedad de la pena (supra párrs. 321-327, 337-339 y 352).
Con base en los anteriores razonamientos, el Tribunal estima que el
artículo 363 del Código de Procedimiento Penal aplicado al señor Ancalaf y
el artículo 140.c del Código Procesal Penal de 2000 aplicado a las restantes
siete presuntas víctimas que regulaban la causal de prisión preventiva
relativa al "peligro para la seguridad de la sociedad" no eran normas per se
contrarias a la Convención Americana, puesto que podían ser interpretadas
de una manera acorde a la misma, siempre y cuando se aplicaran buscando
un fin procesal y los criterios tomados en cuenta fueran valorados en
relación con la evaluación de la configuración de un riesgo procesal en las
circunstancias del caso concreto. Por consiguiente, Chile no violó el deber
de adoptar disposiciones de derecho interno, consagrado en el artículo 2
de la Convención Americana, en relación con el artículo 7 de la Convención
Americana, en perjuicio de las ocho presuntas víctimas del presente caso.
Las violaciones a su derecho a la libertad personal se derivan de la
interpretación y aplicación judicial de dichas normas. Corte IDH. Caso
Herrera Espinoza y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2016. Serie C No.
316. Además, conforme a los hechos probados, se dictó prisión preventiva
en perjuicio del señor Revelles el 17 de agosto de 1994, y fue recién el 1 de
abril de 1998 cuando el Segundo Tribunal Penal de Pichincha lo condenó a
seis años de prisión (supra parrs. 62 y 72). El 24 de noviembre de 1998 esa
decisión fue confirmada (supra párr. 75). O sea, el señor Revelles, cuya
libertad se ordenó el 4 de diciembre de 1998 (supra párr. 76), permaneció
detenido en prisión preventiva, sin que conste que fuera revisada la
pertinencia de la medida de acuerdo a las pautas indicadas (supra párr.
143), más de la mitad del tiempo total por el cual fue finalmente
condenado. Estuvo privado de su libertad en prisión preventiva; es decir,
sin estar condenado, más de cuatro años y tres meses , lo cual fue
equivalente a anticipar un castigo. Por lo tanto, se contravino el principio
de presunción de inocencia establecido en el artículo 8.2. de la Convención
Americana.
Derecho de defensa. Corte IDH. Caso Ruano Torres y otros Vs. El
Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de octubre de
2015. Serie C No. 303. El derecho a la defensa es un componente central
del debido proceso que obliga al Estado a tratar al individuo en todo
momento como un verdadero sujeto del proceso, en el más amplio sentido
de este concepto, y no simplemente como objeto del mismo . El derecho a

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la defensa debe necesariamente poder ejercerse desde que se señala a una
persona como posible autor o partícipe de un hecho punible y sólo culmina
cuando finaliza el proceso, incluyendo, en su caso, la etapa de ejecución de
la pena . El derecho a la defensa se proyecta en dos facetas dentro del
proceso penal: por un lado, a través de los propios actos del inculpado,
siendo su exponente central la posibilidad de rendir una declaración libre
sobre los hechos que se le atribuyen y, por el otro, por medio de la defensa
técnica, ejercida por un profesional del Derecho, quien cumple la función
de asesorar al investigado sobre sus deberes y derechos y ejecuta, inter
alia, un control crítico y de legalidad en la producción de pruebas . La
Convención Americana rodea de garantías específicas el ejercicio tanto del
derecho de defensa material, por ejemplo a través del derecho a no ser
obligado a declarar contra sí mismo (artículo 8.2.g) o las condiciones bajo
las cuales una confesión pudiera ser válida (artículo 8.3), como de la
defensa técnica, en los términos que se desarrollarán a continuación. Corte
IDH. Caso Pollo Rivera y otros Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 21 de octubre de 2016. Serie C No. 319. La Corte no entra en
este caso a valorar la utilización o alcances del criterio de conciencia para
valorar pruebas en dicho proceso penal. Sin embargo, en el marco de lo
señalado sobre la validez y eficacia de las fuentes de prueba (supra párrs.
193 y 194), en principio se entendería que la declaración de una persona,
rendida en forma de manifestación policial o instructiva o en diligencias de
reconocimiento ante la DINCOTE en 1995, podría ser apreciada o utilizada
como prueba por el juzgador si su contenido es ratificado por esa persona
durante el juicio oral. De lo contrario, la falta de control de la defensa del
imputado sobre la prueba inicial u originalmente producida no es
subsanada por la mera evacuación de esa prueba testimonial en un nuevo
proceso, atentando así contra su derecho de defensa. Ello es, no obstante,
diferente e independiente de la valoración que corresponda al juzgador
respecto de la credibilidad o valor sustantivo de tal declaración o
testimonio. Según lo señalado, la Corte advierte que, ante una sospecha
fundada de algún vicio sustancial en el origen o producción (fuente) de un
elemento probatorio (medio), particularmente cuando en el vicio
sospechado se vislumbra una posible o alegada violación de derechos
fundamentales, el juzgador debe analizar no sólo los aspectos formales
establecidos en la legislación procesal interna, sino también debe descartar
la posible existencia de tal vicio a efectos de que tal elemento pueda tener
validez y eficacia probatoria en el proceso penal. A efectos de la
conservación del medio probatorio, tal análisis debe quedar reflejado en
una decisión motivada del juzgador, ya sea durante el proceso o en
sentencia. De otro modo, el derecho de defensa del imputado se ve
vulnerado. Corte IDH. Caso Acosta y otros Vs. Nicaragua. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de marzo de
2017. Serie C No. 334. En segundo lugar, el juez rechazó la representación
legal ofrecida por la señora Acosta con base en la supuesta falta de un
poder adecuado, sin nombrarle defensor de oficio, en el mismo oficio en
que ordena detenerla con la fuerza pública bajo el supuesto de no querer
atender su orden de indagatoria. Según fue analizado, la representación
legal fue aceptada por el juez el mismo día que dictó el sobreseimiento a su
favor, juzgándola en ausencia. Es decir, aún si la propia Constitución
nicaragüense y la Convención Americana protegen el derecho del
procesado a ser defendido y representado por abogado desde el inicio del
proceso, tal actuación del juez significó que ella no pudo ejercer su derecho

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de defensa mientras fue imputada en dicha instrucción. En consecuencia,
la Corte considera que el Estado es responsable por esta manifiesta
violación del derecho de defensa de la señora Acosta, en los términos del
artículo 8.2 de la Convención.
Ámbito de aplicación: inicio y fin. Corte IDH. Caso Barreto Leiva Vs.
Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre
de 2009. Serie C No. 206. Ahora bien, el derecho a la defensa debe
necesariamente poder ejercerse desde que se señala a una persona como
posible autor o partícipe de un hecho punible y sólo culmina cuando
finaliza el proceso, incluyendo, en su caso, la etapa de ejecución de la pena.
Sostener lo opuesto implicaría supeditar las garantías convencionales que
protegen el derecho a la defensa, entre ellas el artículo 8.2.b, a que el
investigado encuentre en determinada fase procesal, dejando abierta la
posibilidad de que con anterioridad se afecte un ámbito de sus derechos a
través de actos de autoridad que desconoce o a los que no puede controlar
u oponerse con eficacia, lo cual es evidentemente contrario a la
Convención. En efecto, impedir que la persona ejerza su derecho de
defensa desde que se inicia la investigación en su contra y la autoridad
dispone o ejecuta actos que implican afectación de derechos es potenciar
los poderes investigativos del Estado en desmedro de derechos
fundamentales de la persona investigada. El derecho a la defensa obliga al
Estado a tratar al individuo en todo momento como un verdadero sujeto
del proceso, en el más amplio sentido de este concepto, y no simplemente
como objeto del mismo. En el mismo sentido: Caso Cabrera García y
Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No. 220, párr.154.
Por todo ello, el artículo 8.2.b convencional rige incluso antes de que se
formule una "acusación” en sentido estricto. Para que el mencionado
artículo satisfaga los fines que le son inherentes, es necesario que la
notificación ocurra previamente a que el inculpado rinda su primera
declaración ante cualquier autoridad pública. Evidentemente, el contenido
de la notificación variará de acuerdo al avance de las investigaciones,
llegando a su punto máximo, expuesto en el párrafo 28 supra, cuando se
produce la presentación formal y definitiva de cargos. Antes de ello y como
mínimo el investigado deberá conocer con el mayor detalle posible los
hechos que se le atribuyen. Corte IDH. Caso Herrera Espinoza y otros Vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de septiembre de 2016. Serie C No. 316. En relación con el
artículo 8.2.c) de la Convención, ya se ha indicado que no consta que antes
de brindar su "declaración presumarial” el señor Revelles fuera informado
de las razones de la detención ni de los cargos en su contra. En las
circunstancias del caso, ello menoscabó los medios que tuvo para preparar
su defensa. La conclusión anterior tiene en cuenta la relevancia que la
indicada "declaración presumarial” tuvo en el proceso penal, al punto que
fue sustento de la condena dictada contra el señor Revelles.
Derecho a intérprete (art. 8.2.a). Para alcanzar sus objetivos, el proceso
debe reconocer y resolver los factores de desigualdad real de quienes son
llevados ante la justicia. Es así como se atiende el principio de igualdad
ante la ley y los tribunales y a la correlativa prohibición de discriminación.
La presencia de condiciones de desigualdad real obliga a adoptar medidas
de compensación que contribuyan a reducir o eliminar los obstáculos y
deficiencias que impidan o reduzcan la defensa eficaz de los propios
intereses. Si no existieran esos medios de compensación, ampliamente

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reconocidos en diversas vertientes del procedimiento, difícilmente se
podría decir que quienes se encuentran en condiciones de desventaja
disfrutan de un verdadero acceso a la justicia y se benefician de un debido
proceso legal en condiciones de igualdad con quienes no afrontan esas
desventajas. Por ello se provee de traductor a quien desconoce el idioma
en que se desarrolla el procedimiento, y también por eso mismo se
atribuye al extranjero el derecho a ser informado oportunamente de que
puede contar con la asistencia consular. Estos son medios para que los
inculpados puedan hacer pleno uso de otros derechos que la ley reconoce a
todas las personas. Aquéllos y éstos, indisolublemente vinculados entre sí,
forman el conjunto de las garantías procesales y concurren a integrar el
debido proceso legal.
Derecho a que se le comunique la acusación (art. 8.2.b). Caso Tibi Vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 7 de septiembre de 2004. Serie C No. 114. Se ha establecido
que el señor Daniel Tibi no tuvo conocimiento oportuno y completo de los
cargos que se le imputaban en el auto cabeza del proceso (supra párr.
90.18) y en los que se había sustentado, de hecho, su detención arbitraria.
En este sentido, en la Observación General No. 13 relativa a la "Igualdad
ante los tribunales y derecho de toda persona a ser oída públicamente por
un tribunal competente establecido por la ley (art. 14)”, el Comité de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas señaló que: el derecho a ser
informado "sin demora” de la acusación exige que la información se
proporcione de la manera descrita tan pronto como una autoridad
competente formule la acusación. En opinión del Comité, este derecho
debe surgir cuando, en el curso de una investigación, un tribunal o una
autoridad del ministerio público decida adoptar medidas procesales contra
una persona sospechosa de haber cometido un delito o la designe
públicamente como tal. Las exigencias concretas del apartado a) del
párrafo 3 pueden satisfacerse formulando la acusación ya sea verbalmente
o por escrito, siempre que en la información se indique tanto la ley como
los supuestos hechos en que se basa. En el mismo sentido: Caso Acosta
Calderón Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de
junio de 2005. Serie CNo. 129, párr. 117. El artículo 8.2.b de la Convención
Americana ordena a las autoridades judiciales competentes notificar al
inculpado la acusación formulada en su contra, sus razones y los delitos o
faltas por los cuales se le pretende atribuir responsabilidad, en forma
previa a la realización del proceso. Para que este derecho opere en plenitud
y satisfaga los fines que le son inherentes, es necesario que esa notificación
ocurra antes de que el inculpado rinda su primera declaración. Sin esta
garantía, se vería conculcado el derecho de aquél a preparar debidamente
su defensa. En el mismo sentido: Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie
CNo. 129, párr. 118; Caso LópezÁlvarez Vs. Honduras. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de febrero de 2006. Serie C No.
141, párr. 149. En el caso sub judice quedó demostrado que no se notificó
a la presunta víctima del auto cabeza del proceso ni los cargos que
había en su contra. En consecuencia, este Tribunal declara que el Estado
violó el artículo 8.2.b de la Convención Americana en perjuicio del señor
Tibi. Corte IDH. Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie C No. 129. En el caso sub
judice quedó demostrado que la presunta víctima no tuvo conocimiento
oportuno de la acusación formulada en su contra, al no estar mencionada

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en el auto cabeza del proceso la legislación que contenía el tipo penal
aplicable en su caso (supra párr. 50.5). Por lo tanto, el Tribunal considera
que el señor Acosta Calderón no fue notificado de la acusación formulada
en su contra, ya que en el auto cabeza del proceso de 15 de noviembre de
1989, dictado por el Tribunal de Lago Agrio, no se especificó la ley
supuestamente violada, sino que solamente se limitó a señalar la base
fáctica del arresto. En consecuencia, este Tribunal declara que el Estado
violó en perjuicio del señor Acosta Calderón el derecho a ser comunicado
previa y detalladamente de la acusación formulada, consagrado en el
artículo 8.2.b de la Convención Americana, en conexión con el artículo 1.1.
de la misma. Corte IDH. Caso López Álvarez Vs. Honduras. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de febrero de 2006. Serie C No. 141.
En el presente caso, quedó demostrado que el señor Alfredo López Álvarez
rindió su declaración indagatoria el 29 de abril de 1997, sin contar con la
asistencia de un abogado defensor (supra párr. 54.17). De la prueba
aportada consta que ese mismo día la presunta víctima nombró a su
abogado defensor, cuya acreditación ante el Juzgado de Letras Seccional
de Tela fue presentada el 30 de abril de 1997 y este Juzgado admitió el
escrito el 2 de mayo de 1997 (supra párr. 54.18). El citado 30 de abril de
1997 el Ministerio Público presentó ante el Juzgado de Letras Seccional de
Tela acusación por posesión, venta y tráfico de cocaína en contra del señor
Alfredo López Álvarez y otras personas (supra párr. 54.19). Por lo que, el
señor López Álvarez rindió su declaración indagatoria sin conocer previa y
detalladamente la acusación formulada en su contra. Corte IDH. Caso
Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
17 de noviembre de 2009. Serie C No. 206. Para satisfacer el artículo 8.2.b
convencional el Estado debe informar al interesado no solamente de la
causa de la acusación, esto es, las acciones u omisiones que se le imputan,
sino también las razones que llevan al Estado a formular la imputación, los
fundamentos probatorios de ésta y la caracterización legal que se da a esos
hechos. Toda esta información debe ser expresa, clara, integral y
suficientemente detallada para permitir al acusado que ejerza plenamente
su derecho a la defensa y muestre al juez su versión de los hechos. La Corte
ha considerado que la puntual observancia del artículo 8.2.b es esencial
para el ejercicio efectivo del derecho a la defensa. Evidentemente, el
contenido de la notificación variará de acuerdo al avance de las
investigaciones, llegando a su punto máximo, expuesto en el párrafo 28
supra, cuando se produce la presentación formal y definitiva de cargos.
Antes de ello y como mínimo el investigado deberá conocer con el mayor
detalle posible los hechos que se le atribuyen. En el mismo sentido: Caso J.
Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 27 de noviembre de 2013. Serie CNo. 275, párr.199. Cabe advertir, en
consecuencia, que el Estado acepta que no informó al señor Barreto Leiva
de los hechos que se le imputaban antes de declarar ante autoridades
judiciales. Por ello, corresponde analizar si las razones que brinda son
suficientes para justificar tal omisión. Es admisible que en ciertos casos
exista reserva de las diligencias adelantadas durante la investigación
preliminar en el proceso penal, para garantizar la eficacia de la
administración de justicia. Asiste al Estado la potestad de construir un
expediente en búsqueda de la verdad de los hechos, adoptando las
medidas necesarias para impedir que dicha labor se vea afectada por la
destrucción u ocultamiento de pruebas. Sin embargo, esta potestad debe
armonizarse con el derecho de defensa del investigado, que supone, inter

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alia, la posibilidad de conocer los hechos que se le imputan. La transición
entre "investigado” y "acusado” -y en ocasiones incluso "condenado”-
puede producirse de un momento a otro. No puede esperarse a que la
persona sea formalmente acusada o que -como en el presente caso- se
encuentre privada de la libertad para proporcionarle la información de la
que depende el oportuno ejercicio del derecho a la defensa. El hecho de
que el señor Barreto Leiva hubiese podido conocer por los medios de
comunicación o por su declaración previa ante el Congreso (supra párr. 33)
el tema de la investigación que se estaba realizando, no relevaba al Estado
de cumplir con lo dispuesto en el artículo 8.2.b de la Convención. El
investigado, antes de declarar, tiene que conocer de manera oficial cuáles
son los hechos que se le imputan, no sólo deducirlos de la información
pública o de las preguntas que se le formulan. De esta forma su respuesta
podrá ser efectiva y sin el margen de error que las conjeturas producen; se
garantizará el principio de congruencia, según el cual debe mediar
identidad entre los hechos de los que se informa al inculpado y aquellos por
los que se le procesa, acusa y sentencia, y se asegura el derecho a la
defensa. Corte IDH. Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No.
275. Por otra parte, esta Corte recuerda que para garantizar el derecho a la
defensa es necesario que en la formulación de una acusación criminal se
expongan todos los fundamentos probatorios de ésta. La Corte constata
que la actual acusación en contra de la señora J. indica los elementos
probatorios sobre los cuales se fundamenta. No obstante, este Tribunal
nota que dicha acusación no toma en cuenta elementos de prueba
producidos durante la primera etapa del proceso que favorecen la versión
de la presunta víctima sobre los hechos, tales como la declaración de su
padre (respecto a la propiedad de las armas presuntamente halladas en la
habitación de J.) o la pericia sobre los manuscritos encontrados que
concluye que la escritura no corresponde a la señora J. Resulta contrario al
derecho a ser juzgado con las debidas garantías que en la determinación
de una acusación, el Ministerio Público sólo tome en cuenta los elementos
que incriminan a la persona imputada y no aquellas que pudieran favorecer
la versión del imputado. Al respecto, este Tribunal resalta lo indicado por la
representante en el sentido de que hay ciertos elementos de prueba,
producidos durante la primera etapa del proceso, que actualmente serían
imposibles de reproducir. Corte IDH. Caso Maldonado Ordoñez Vs.
Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 3 de mayo de 2016. Serie C No. 311. El derecho a contar con
comunicación previa y detallada de la acusación en materia penal
contempla que debe realizarse una descripción material de la conducta
imputada que contenga los datos fácticos recogidos en la acusación, que
constituyen la referencia indispensable para el ejercicio de la defensa del
imputado y la consecuente consideración del juzgador en la sentencia. De
ahí que el imputado tenga derecho a conocer, a través de una descripción
clara, detallada y precisa, los hechos que se le imputan. Como parte de las
garantías mínimas establecidas en el artículo 8.2 de la Convención, el
derecho a contar con comunicación previa y detallada de la acusación se
aplica tanto en materia penal como en los otros órdenes señalados en el
artículo 8.1 de la Convención, a pesar de que la exigencia en los otros
órdenes puede ser de otra intensidad o naturaleza. Ahora bien, cuando se
trata de un proceso disciplinario sancionatorio el alcance de esta garantía
puede ser entendido de manera diversa, pero en todo caso implica que se

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ponga en conocimiento del sujeto disciplinable cuales son las conductas
infractoras del régimen disciplinario que se le imputan. La Corte considera
que era necesario que, por lo menos, se suministrara información que fuera
clara respecto de la motivación del proceso de destitución, así como una
mínima referencia a la relación existente entre los hechos respecto de los
cuales se aplicaría la sanción disciplinaria y la norma supuestamente
infringida. De la lectura de la mencionada notificación no resultaba claro el
motivo específico por el cual la señora Maldonado estaba siendo objeto de
un proceso disciplinario; en consecuencia no contó con información
detallada de las razones por las cuales podría ser destituida de su trabajo.
Esta falta de información constituyó una violación a la garantía de contar
con información previa y detallada del proceso iniciado en su contra,
contenida en el artículo 8.2.b de la Convención Americana. En ese sentido,
no obstante la señora Maldonado contó con el tiempo y la posibilidad de
defenderse a nombre propio y a pesar de haber sido asistida por los
defensores de su elección, los medios para la preparación de su defensa no
fueron adecuados como consecuencia de la falta de la claridad respecto del
motivo específico por el cual se iniciaba el proceso de destitución en su
contra. Lo anterior constituyó una vulneración adicional al derecho a la
defensa de la señora Maldonado, contenido en el artículo 8.2.c de la
Convención Americana.
Concesión de medios y tiempo para la preparación de la defensa (8.2.c).
Corte IDH. Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 30 de mayo de 1999. Serie C No. 52. La Corte observa
que el artículo 717 del Código de Justicia Militar, norma aplicable a los
casos de traición a la patria, establece que una vez producida la acusación
fiscal se pondrán los autos en conocimiento de la defensa por espacio de
doce horas. En el presente caso, la acusación fiscal fue presentada el 2 de
enero de 1994 y los abogados pudieron consultar el expediente el 6 de los
mismos mes y año por un lapso muy reducido. La sentencia se dictó al día
siguiente. De acuerdo con la legislación aplicable, la defensa no pudo
interrogar a los agentes de la DINCOTE que participaron en la fase de
investigación. El numeral 8 de los Principios Básicos sobre la función de los
Abogados relativo a las salvaguardias especiales en asuntos penales, que
fija los estándares pertinentes para el ejercicio adecuado de la defensa en
estos casos, establece que [a] toda persona arrestada, detenida, o presa, se
le facilitará oportunidades, tiempo e instalaciones adecuadas para recibir
visitas de un abogado, entrevistarse con él y consultarle, sin demora,
interferencia ni censura y en forma plenamente confidencial. Estas
consultas podrán ser vigiladas visualmente por un funcionario encargado
de hacer cumplir la ley, pero no se escuchará la conversación. La condena
del señor Astorga Valdez pone aún más en evidencia la escasa posibilidad
de ejercer una defensa efectiva del inculpado. En dicho caso, el inculpado
fue condenado en última instancia con base en una prueba nueva, que el
abogado defensor no conocía ni pudo contradecir. La Corte estima que, la
restricción a la labor de los abogados defensores y la escasa posibilidad de
presentación de pruebas de descargo han quedado demostradas en este
caso. Efectivamente, los inculpados no tuvieron conocimiento oportuno y
completo de los cargos que se les hacían; las condiciones en que actuaron
los defensores fueron absolutamente inadecuadas para su eficaz
desempeño y sólo tuvieron acceso al expediente el día anterior al de la
emisión de la sentencia de primera instancia. En consecuencia, la presencia
y actuación de los defensores fueron meramente formales. No se puede

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sostener que las víctimas coñtaroñ con una defensa adecuada. En el mismo
sentido: Caso Lori Berenson Mejía Ks. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2004. Serie CNo. 119, párr.167.
Por todo lo expuesto, la Corte declara que el Estado violó el artículo 8.2.b y
8.2.c de la Convención. Corte IDH. Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2009.
Serie C No. 206. Uno de esos derechos fundamentales es el derecho a
contar con el tiempo y los medios adecuados para preparar la defensa,
previsto en el artículo 8.2.c de la Coñveñcióñ, que obliga al Estado a
permitir el acceso del inculpado al conocimiento del expediente llevado en
su contra. Asimismo, se debe respetar el principio del contradictorio, que
garantiza la iñterveñcióñ de aquél en el análisis de la prueba. En el mismo
sentido: Caso Palamara Iribarne Ks. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 170; Caso
Cabrera García y Montiel Flores Ks. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010 Serie C No.
220, párr. 156. Si el Estado pretende limitar este derecho, debe respetar el
principio de legalidad, argüir de manera fundada cuál es el fin legítimo que
pretende conseguir y demostrar que el medio a utilizar para llegar a ese fin
es idóneo, necesario y estrictamente proporcional. Caso contrario, la
restricción del derecho de defensa del individuo será contraria a la
Coñveñcióñ. En el mismo sentido: Caso J. Ks. Perú. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013.
Serie C No. 275, párr.206. En el presente caso, la Corte observa que, de
conformidad con la ley (supra párrs. 51 y 52), los recaudos sumariales,
mientras duraba el sumario, eran siempre secretos para el investigado no
privado de su libertad. En otras palabras, el derecho a la defensa del
investigado siempre estaba supeditado, siendo irrelevante para la ley -y
por mandato de ésta, para el juez- las características del caso particular.
Por lo anterior, el Tribunal concluye que el Estado violó el artículo 8.2.c de
la Coñveñcióñ, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio del
señor Barreto Leiva. Del mismo modo, al haberse producido esta violación
como consecuencia de la aplicación de los entonces vigentes artículos 60
de la Constitución y 73 del CEC, el Estado también incumplió el artículo 2
de la Convención.
Defensa técnica (art. 8.2. d) y e)). Corte IDH. Excepciones al agotamiento
de los recursos internos (Arts. 46.1, 46.2.a y 46.2.b, Convención Americana
sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-11/90 de 10 de agosto
de 1990. Serie A No. 11. Los literales d) y e) del artículo 8.2 expresan que el
inculpado tiene derecho de defenderse personalmente o de ser asistido por
un defensor de su elección y que si no lo hiciere tiene el derecho
irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado,
remunerado o no según la legislación interna. En estos términos, un
inculpado puede defenderse personalmente, aunque es necesario
entender que ésto es válido solamente si la legislación interna se lo
permite. Cuando no quiere o no puede hacer su defensa personalmente,
tiene derecho de ser asistido por un defensor de su elección. Pero en los
casos en los cuales no se defiende a sí mismo o no nombra defensor dentro
del plazo establecido por la ley, tiene el derecho de que el Estado le
proporcione uno, que será remunerado o no según lo establezca la
legislación interna. Es así como la Convención garantiza el derecho de
asistencia legal en procedimientos penales. Pero como no ordena que la
asistencia legal, cuando se requiera, sea gratuita, un indigente se vería

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discriminado por razón de su situación económica si, requiriendo asistencia
legal, el Estado no se la provee gratuitamente. Hay que entender, por
consiguiente, que el artículo 8 exige asistencia legal solamente cuando
ésta es necesaria para que se pueda hablar de debidas garantías y que el
Estado que no la provea gratuitamente cuando se trata de un indigente, no
podrá argüir luego que dicho proceso existe pero no fue agotado. Aun en
aquellos casos en los cuales un acusado se ve obligado a defenderse a sí
mismo porque no puede pagar asistencia legal, podría presentarse una
violación del artículo 8 de la Convención si se puede probar que esa
circunstancia afectó el debido proceso a que tiene derecho bajo dicho
artículo. Corte IDH. Caso Tibi Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de septiembre de 2004.
Serie C No. 114. A su vez, el Principio décimo séptimo para la Protección de
Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión,
afirma que: 1. Las personas detenidas tendrán derecho a asistencia de un
abogado. La autoridad competente les informará de ese derecho
prontamente después de su arresto y les facilitará medios adecuados para
ejercerlo. 2. La persona detenida que no disponga de asistencia de un
abogado de su elección tendrá derecho a que un juez u otra autoridad le
designe un abogado en todos los casos en que el interés de la justicia así lo
requiera y sin costo para él si careciere de medios suficientes para pagarlo.
La Constitución Política del Ecuador establecía que "toda persona
enjuiciada por una infracción penal tendrá derecho a contar con un
defensor" (artículo 19.17.e). Pese a la norma constitucional citada, el señor
Daniel Tibi no tuvo acceso a un abogado durante su primer mes de
detención. Un día después de ésta, el 28 de septiembre de 1995, la
presunta víctima rindió su declaración preprocesal ante el fiscal, sin contar
con la asistencia de un abogado defensor. Como se demostró, en el auto
cabeza del proceso que declaró abierta la etapa de sumario, dictado el 4 de
octubre de 1995, el Juez designó un abogado de oficio para el señor Daniel
Tibi y los otros sindicados. Ese abogado no visitó a la presunta víctima ni
intervino en su defensa. Si bien el señor Tibi logró comunicarse
posteriormente con un abogado particular, no pudo contratar sus servicios
por falta de recursos económicos. Esta situación hizo que durante el primer
mes de detención no contara con asistencia de un abogado (supra párr.
90.19), lo que le impidió disponer de una defensa adecuada. Corte IDH.
Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de noviembre
de 2007. Serie C No. 170. En la audiencia pública ante la Corte, el señor
Chaparro manifestó que el 18 de noviembre de 1997 fue "interrogado sin
presencia del abogado". Este interrogatorio habría ocurrido un día antes de
la declaración preprocesal efectuada ante el Fiscal. De otra parte, el señor
Chaparro indicó que al presentar su recurso de amparo de libertad ante la
Corte Superior de Guayaquil (supra párr. 132) el Presidente de dicha Corte
prohibió a su abogado ejercer su defensa, indicándole que él mismo tenía
que fundamentar su recurso. Asimismo, el señor Lapo manifestó que al
rendir su declaración preprocesal, la defensora pública que le había sido
adscrita no estuvo durante el interrogatorio y sólo se hizo presente para
que pudiera iniciar la declaración y al final de la misma, para firmarla. El
Estado presentó su allanamiento respecto del artículo 8 de la Convención
en la misma audiencia pública, luego de haber escuchado a las víctimas y
haber tenido la posibilidad de contrainterrogarlas, por lo que la Corte tiene
estos hechos como establecidos. Pese a la normativa constitucional citada,

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el señor Chaparro no contó con la presencia de un abogado defensor al
momento de ser interrogado por parte de la Policía el 18 de noviembre de
1997. Además, la Corte encuentra que al impedirse al abogado del señor
Chaparro intervenir en su declaración preprocesal y al exigirse que sea el
propio señor Chaparro quien fundamente su recurso de amparo de
libertad, cuando su deseo era que su abogado lo hiciera, la presencia de los
defensores fue tan solo formal. Por ello, el Estado violó el derecho
consagrado en el artículo 8.2.d) de la Convención, en relación con el
artículo 1.1 de la misma, en perjuicio del señor Chaparro. De otra parte, la
Corte considera que la actitud de la defensora pública asignada al señor
Lapo es claramente incompatible con la obligación estatal de proporcionar
una defensa adecuada a quien no pudiera defenderse por sí mismo ni
nombrar defensor particular. En especial, la Corte resalta que la asistencia
letrada suministrada por el Estado debe ser efectiva, para lo cual el Estado
debe adoptar todas las medidas adecuadas. Por consiguiente, la Corte
considera que el Ecuador violó en perjuicio del señor Lapo el derecho de
contar con un defensor proporcionado por el Estado consagrado en el
artículo 8.2.e) de la Convención, en conexión con el artículo 1.1 de la
misma. Corte IDH. Caso Dacosta Cadogan Vs. Barbados. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de
septiembre de 2009. Serie C No. 204. La Corte considera que hubo una
variedad de defensas disponibles que el abogado defensor nombrado por
el Estado pudo haber presentado en el juicio. Sin embargo, su decisión de
no presentar una defensa de atenuante de responsabilidad y de elegir, en
cambio, otras defensas disponibles, ciertamente no califica como grave
incompetencia. Consecuentemente, la Corte considera que la decisión del
abogado nombrado por el Estado de no solicitar una evaluación
psiquiátrica o psicológica independiente en este caso, no constituye una
violación al derecho del señor DaCosta Cadogan a las garantías judiciales.
Por lo tanto, el Estado no es responsable por la violación del artículo 8.2.e
de la Convención con respecto al tema de la incompetencia del abogado.
Corte IDH. Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2009. Serie C No. 206. La
acusación puede ser enfrentada y refutada por el inculpado a través de sus
propios actos, entre ellos la declaración que rinda sobre los hechos que se
le atribuyen, y por medio de la defensa técnica, ejercida por un profesional
del Derecho, quien asesora al investigado sobre sus deberes y derechos y
ejecuta, inter alia, un control crítico y de legalidad en la producción de
pruebas. En el mismo sentido: Caso Argüelles y otros Vs. Argentina.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
20 de noviembre de 2014. Serie C No. 288, párr.176y 177. Si el derecho a la
defensa surge desde el momento en que se ordena investigar a una
persona (supra párr. 29), el investigado debe tener acceso a la defensa
técnica desde ese mismo momento, sobre todo en la diligencia en la que se
recibe su declaración. Impedir a éste contar con la asistencia de su
abogado defensor es limitar severamente el derecho a la defensa, lo que
ocasiona desequilibrio procesal y deja al individuo sin tutela frente al
ejercicio del poder punitivo. El derecho a la defensa técnica no puede ser
satisfecho por quien a la postre realizará la acusación, esto es, el Ministerio
Público. La acusación afirma la pretensión penal; la defensa la responde y
rechaza. No es razonable depositar funciones naturalmente antagónicas
en una sola persona. En el mismo sentido: Caso Cabrera García y Montiel
Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.

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Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No. 220, párr.155. En
consecuencia, el señor Barreto Leiva tenía, conforme a la Convención
Americana, el derecho de ser asistido por su abogado defensor y no por el
Ministerio Público, cuando rindió las dos declaraciones preprocesales
indicadas en los párrafos 35 y 40 supra. Al habérsele privado de esa
asistencia, el Estado violó en su perjuicio el artículo 8.2.d de la Convención,
en relación con el artículo 1.1 de la misma. Caso Cabrera García y Montiel
Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No. 220. [_] Sin embargo,
el nombrar un defensor de oficio con el sólo objeto de cumplir con una
formalidad procesal, equivaldría a no contar con defensa técnica, por lo
que es imperante que dicho defensor actúe de manera diligente con el fin
de proteger las garantías procesales del acusado y evite así que sus
derechos se vean lesionados. Corte IDH. Caso J. Vs. Perú. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre
de 2013. Serie C No. 275. Esta Corte ha establecido que el derecho a la
defensa debe poder ejercerse desde que se señala a una persona como
posible autor o partícipe de un hecho punible y sólo culmina cuando
finaliza el proceso. Sostener lo opuesto implica supeditar las garantías
convencionales que protegen el derecho a la defensa, entre ellas el artículo
8.2.b, a que el investigado se encuentre en determinada fase procesal,
dejando abierta la posibilidad de que con anterioridad se afecte un ámbito
de sus derechos a través de actos de autoridad que desconoce o a los que
no puede controlar u oponerse con eficacia, lo cual es evidentemente
contrario a la Convención. El derecho a la defensa obliga al Estado a tratar
al individuo en todo momento como un verdadero sujeto del proceso, en el
más amplio sentido de este concepto, y no simplemente como objeto del
mismo. Por todo ello, el artículo 8.2.b convencional rige incluso antes de
que se formule una "acusación" en sentido estricto. Para que el
mencionado artículo satisfaga los fines que le son inherentes, es necesario
que la notificación ocurra previamente a que el inculpado rinda su primera
declaración ante cualquier autoridad pública. La señora J. fue detenida en
el marco del Operativo Moyano, el cual como se estableció previamente
fue una operación cuidadosamente planificada luego de un proceso de
investigación de inteligencia (supra párrs. 78 y 79). De ello se desprende
que existía una investigación en trámite antes de la detención de la señora
J. de la cual ésta no fue notificada. Al respecto, el Estado ha indicado que
"la notificación a cualquier persona implicaba simplemente el fracaso del
operativo y nunca se podría haber capturado a la máxima dirigencia de
Sendero Luminoso y menos aún haber acabado con este grupo terrorista".
En este sentido, esta Corte ha señalado que es admisible que en
determinados casos exista reserva de las diligencias adelantas durante una
investigación en un proceso penal, de modo de garantizar la eficacia en la
administración de justicia. Asiste al Estado la potestad de construir un
expediente tomando las medidas necesarias para impedir que dicha labor
se vea afectada por la destrucción u ocultamiento de pruebas. Sin
embargo, esta potestad debe armonizarse con el derecho de defensa del
investigado, que supone, la posibilidad de conocer los hechos que se le
imputan.
Derecho a conocer la prueba y la identidad de los testigos (8.2.f). Corte
IDH. Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de mayo de 1999. Serie C No. 52. La Corte considera que la
legislación aplicada al caso imposibilita el derecho a interrogar a los

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testigos que fundamentaron la acusación contra las supuestas víctimas.
Por una parte, se prohíbe el interrogatorio de agentes, tanto de la policía
como del ejército, que hayan participado en las diligencias de
investigación. Por otra, tal como ha sido consignado (supra 141), la falta de
intervención del abogado defensor hasta el momento en que declara el
inculpado, hace que aquél no pueda controvertir las pruebas recabadas y
asentadas en el atestado policial. Tal como lo ha señalado la Corte
Europea, dentro de las prerrogativas que deben concederse a quienes
hayan sido acusados está la de examinar los testigos en su contra y a su
favor, bajo las mismas condiciones, con el objeto de ejercer su defensa. La
Corte entiende que la imposición de restricciones a los abogados
defensores de las víctimas vulnera el derecho, reconocido por la
Convención, de la defensa de interrogar testigos y hacer comparecer a
personas que puedan arrojar luz sobre los hechos. Por lo tanto, la Corte
declara que el Estado violó el artículo 8.2.f de la Convención. Corte IDH.
Caso Lori Berenson Mejía Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 25 de noviembre de 2004. Serie C No. 119. La Corte
Interamericana ha señalado, como lo ha hecho la Corte Europea, que el
inculpado tiene derecho a examinar a los testigos que declaran en su
contra y a su favor, en las mismas condiciones, con el objeto de ejercer su
defensa. En el mismo sentido: Caso García Asto y Ramírez Rojas Ks. Perú.
Sentencia de 25 de noviembre de 2005. Serie CNo. 137, párr.152. La
imposición de restricciones a la presunta víctima y al abogado defensor
vulnera ese derecho, reconocido por la Convención, así como el de hacer
comparecer a personas que puedan arrojar luz sobre los hechos. Por lo
tanto, la Corte declara que el Estado violó el artículo 8.2.f de la Convención
en perjuicio de la presunta víctima, en relación con el artículo 1.1. de la
misma, en el proceso penal ante la jurisdicción militar. Corte IDH. Caso
Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135. La Corte considera que la
imposibilidad de acceder a las actuaciones realizadas durante la etapa del
sumario y presentar pruebas impidieron que el señor Palamara Iribarne
pudiera defenderse de forma adecuada. Cuando el abogado del señor
Palamara Iribarne tuvo acceso al expediente al elevarse la causa a plenario
el 24 de octubre de 1994, de conformidad con el artículo 150 del Código de
Justicia Militar contaba con un plazo de tan solo 6 días para responder a
"los cargos que exist[í]an en su contra”. Recién el 20 de febrero de 1995 el
abogado del señor Palamara Iribarne, al contestar la acusación Fiscal, pudo
ofrecer prueba en el proceso (supra párr. 63.65). Además, íntimamente
ligado con lo anterior, la Corte Interamericana ha señalado que el
inculpado tiene derecho a examinar a los testigos que declaran en su
contra y a su favor, en las mismas condiciones, con el objeto de ejercer su
defensa. En el mismo sentido se ha pronunciado la Corte Europea. Este
Tribunal ha establecido que en todo proceso deben concurrir los elementos
necesarios para "que exista el mayor equilibrio entre las partes, para la
debida defensa de sus intereses y derechos. Esto implica, entre otras
cosas, que rija el principio de contradictorio” Las referidas restricciones
impuestas al señor Palamara Iribarne y a su abogado defensor en la Causa
Rol No. 464 por los delitos de desobediencia e incumplimiento de deberes
militares y en la Causa Rol No. 471 por el delito de desacato, ambas ante el
Juzgado Naval de Magallanes, vulneraron las garantías propias del derecho
de defensa, así como el de hacer comparecer a personas que puedan
arrojar luz sobre los hechos, reconocidos en el artículo 8.2.f) de la

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Convención. Corte IDH. Caso Norín Catrimán y otros (Dirigentes,
miembros y activista del Pueblo Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279.
La Corte se ha pronunciado en anteriores oportunidades acerca de
violaciones del derecho de la defensa de interrogar testigos en casos que
trataban de medidas que en el marco de la jurisdicción penal militar
imponían una absoluta restricción para contrainterrogar testigos de cargo,
otros en los que había no sólo "testigos sin rostro” sino también "jueces sin
rostro”, y en otro que se refiere a un juicio político celebrado ante el
Congreso en el cual a los magistrados inculpados no se les pemitió
contrainterrogar a los testigos en cuyos testimonios se basó su destitución.
El literal f) del artículo 8.2 de la Convención consagra la "garantía
mínima” del "derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes
en el tribunal y de obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de
otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos”, la cual materializa
los principios de contradictorio e igualdad procesal. La Corte ha señalado
que entre las garantías reconocidas a quienes hayan sido acusados está la
de examinar los testigos en su contra y a su favor, bajo las mismas
condiciones, con el objeto de ejercer su defensa. La reserva de identidad
del testigo limita el ejercicio de este derecho puesto que impide a la
defensa realizar preguntas relacionadas con la posible enemistad, prejuicio
y confiabilidad de la persona misma del declarante, así como otras que
permitan argumentar que la declaración es falsa o equivocada. En el
mismo sentido: Caso Pollo Rivera y otros Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 21 de octubre de 2016. Serie C No. 319, párr.205. El
deber estatal de garantizar los derechos a la vida y la integridad, la libertad
y la seguridad personales de quienes declaran en el proceso penal puede
justificar la adopción de medidas de protección. En esta materia el
ordenamiento jurídico chileno comprende tanto medidas procesales
(como la reserva de datos de identificación o de características físicas que
individualicen a la persona) como extraprocesales (como la protección de
su seguridad personal). En el mismo sentido: Caso Pollo Rivera y otros Vs.
Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de octubre de 2016.
Serie C No. 319, párr.205. Para pronunciarse en el presente caso, la Corte
también tomará en cuenta si en los casos concretos el Estado aseguró que
la afectación al derecho de defensa de los imputados que se derivó de la
utilización de la medida de reserva de identidad de testigos estuvo
suficientemente contrarrestada por medidas de contrapeso, tales como las
siguientes: a) la autoridad judicial debe conocer la identidad del testigo y
tener la posibilidad de observar su comportamiento durante el
interrogatorio con el objeto de que pueda formar su propia impresión
sobre la confiabilidad del testigo y de su declaración, y b) debe concederse
a la defensa una amplia oportunidad de interrogar directamente al testigo
en alguna de las etapas del proceso, sobre cuestiones que no estén
relacionadas con su identidad o paradero actual; lo anterior con el objeto
de que la defensa pueda apreciar el comportamiento del testigo bajo
interrogatorio, de modo que pueda desacreditarlo o, por lo menos,
plantear dudas sobre la confiabilidad de su declaración. En el mismo
sentido: Caso Pollo Rivera y otros Ks. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 21 de octubre de 2016. Serie C No. 319, párr.205.
Incluso cuando se hayan adoptado medidas de contrapeso que parecen
suficientes, la condena no puede estar fundada únicamente o en grado
decisivo en declaraciones realizadas por testigos de identidad reservada.

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De lo contrario, se podría llegar a condenar al imputado utilizando
desproporcionadamente un medio probatorio que fue obtenido en
detrimento de su derecho de defensa. Por tratarse de prueba obtenida en
condiciones en las que los derechos del inculpado han sido limitados, las
declaraciones de testigos con reserva de identidad deben tratarse con
extrema precaución, ser valoradas en conjunto con el acervo probatorio,
las observaciones u objeciones de la defensa y las reglas de la sana crítica.
La determinación de si este tipo de pruebas ha tenido un peso decisivo en
el fallo condenatorio dependerá de la existencia de otro tipo de pruebas
que corrobore aquellas de tal forma que, a mayor prueba corroborativa,
menor será el grado decisivo que el fallador otorga al testimonio de
identidad reservada. En el mismo sentido: Caso Pollo Rivera y otros Ks.
Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de octubre de 2016.
Serie C No. 319, párr.205. Las medidas de contrapeso implementadas
fueron adecuadas para salvaguardar el derecho de la defensa a interrogar
testigos. La defensa tuvo acceso a las declaraciones rendidas por esos
testigos en la etapa de investigación, de manera que pudieran ser
controvertidas y, en cuanto hubo "testigos de cargo de cuyos testimonios
no había constancia en la investigación[, ello] motivó una decisión
incidental dividida de los sentenciadores, con la prevención de que sus
dichos serían considerados en la medida que no afectaran el debido
proceso y que se apreciarían con libertad". La solicitud del Ministerio
Público acompañó un sobre sellado con constancia de la identidad de los
testigos objeto de la medida de reserva, las declaraciones de los mismos
fueron rendidas en la audiencia ante el Tribunal de Juicio Oral con la
consecuente inmediación en la recepción de la prueba, los abogados
defensores tuvieron la oportunidad de interrogarlos en la audiencia y de
conocer su identidad, con la limitación de no informársela a los imputados
(supra párr. 234). En lo tocante al punto de vital importancia de si las
condenas estuvieron fundadas únicamente o en grado decisivo en dichas
declaraciones (supra párr. 247), hay diferencias entre cada uno de los
condenados: a) con respecto a la condena del señor Norín Catrimán, no se
utilizó la declaración de testigos de identidad reservada para fundamentar
la declaratoria de responsabilidad como autor del delito de amenaza de
incendio terrorista en perjuicio de los propietarios del predio San Gregorio.
Si bien la reserva de identidad del testigo se efectúo en la etapa de
investigación en ausencia de un efectivo control judicial (supra párr. 249),
en el presente caso ello no conlleva una violación de la garantía prevista en
el artículo 8.2.f de la Convención, debido a que la declaración de ese
testigo no fue utilizada de forma decisiva y, en la etapa de juicio, fueron
garantizadas determinadas medidas de contrapeso para que su defensa
pudiera interrogar al testigo reservado y controvertir su declaración (supra
párrs. 234 y 250). b) En cambio, la condena penal del señor Pichún Paillalao
como autor del delito de amenaza de incendio terrorista en perjuicio del
administrador y dueños del Fundo Nancahue estuvo fundada en grado
decisivo en la declaración de un testigo de identidad reservada (el "testigo
protegido N° 1"), pues si bien se hace referencia a otros medios de prueba,
éstos por sí solos no hubiesen bastado para llegar a la condena, ya que las
otras tres personas que rindieron testimonio solo tenían un conocimiento
indirecto. La sentencia hizo además referencia a una carta sobre supuestas
amenazas firmada por el señor Pichún, pero sin fecha, y a un cheque
firmado por el administrador del Fundo Nancahue a la orden del acusado.
También mencionó una declaración testimonial en la que se señaló que la

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Coordinadora Arauco Malleco es una organización de hecho, de carácter
terrorista y que Pichún pertenecía a ella, sin un análisis de su incidencia en
la configuración del tipo penal. Por las razones expuestas, la Corte
concluye que para determinar la condena se otorgó valor decisivo a la
declaración de un testigo de identidad reservada, lo que constituye una
violación del derecho de la defensa a interrogar testigos, consagrado en el
artículo 8.2.f de la Convención, en relación con el artículo 1.1 de la misma,
en perjuicio del señor Pascual Huentequeo Pichún Paillalao. Corte IDH.
Caso Ruano Torres y otros Vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 5 de octubre de 2015. Serie C No. 303. Dentro de este último
ámbito, que es el que interesa en el presente caso, los literales d) y e) del
artículo 8.2 expresan, dentro del catálogo de garantías mínimas en materia
penal, que el inculpado tiene derecho de "defenderse personalmente o de
ser asistido por un defensor de su elección” y que si no lo hiciere tiene el
"derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por
el Estado, remunerado o no según la legislación interna”. Si bien la norma
contempla diferentes alternativas para el diseño de los mecanismos que
garanticen el derecho, cuando la persona que requiera asistencia jurídica
no tenga recursos ésta deberá necesariamente ser provista por el Estado
en forma gratuita. Pero en casos como el presente que se refieren a la
materia penal en la cual se consagra que la defensa técnica es
irrenunciable, debido a la entidad de los derechos involucrados y a la
pretensión de asegurar tanto la igualdad de armas como el respeto
irrestricto a la presunción de inocencia, la exigencia de contar con un
abogado que ejerza la defensa técnica para afrontar adecuadamente el
proceso implica que la defensa que proporcione el Estado no se limite
únicamente a aquellos casos de falta de recursos. En esta línea, la Corte
reconoce que un rasgo distintivo de la mayoría de los Estados parte de la
Convención es el desarrollo de una política pública e institucionalidad que
garantiza a las personas que así lo requieran y en todas las etapas del
proceso el derecho intangible a la defensa técnica en materia penal a
través de las defensorías públicas, promoviendo de este modo la garantía
de acceso a la justicia para las personas más desaventajadas sobre las que
generalmente actúa la selectividad del proceso penal. Así, la Asamblea
General de la OEA ha afirmado "la importancia fundamental que tiene el
servicio de asistencia letrada gratuita para la promoción y protección del
derecho de acceso a la justicia de todas las personas, en particular de
aquellas que se encuentran en una situación especial de vulnerabilidad”. La
institución de la defensa pública, a través de la provisión de servicios
públicos y gratuitos de asistencia jurídica permite, sin duda, compensar
adecuadamente la desigualdad procesal en la que se encuentran las
personas que se enfrentan al poder punitivo del Estado, así como la
situación de vulnerabilidad de las personas privadas de libertad, y
garantizarles un acceso efectivo a la justicia en términos igualitarios. Sin
embargo, la Corte ha considerado que nombrar a un defensor de oficio con
el sólo objeto de cumplir con una formalidad procesal equivaldría a no
contar con defensa técnica, por lo que es imperante que dicho defensor
actúe de manera diligente con el fin de proteger las garantías procesales
del acusado y evite así que sus derechos se vean lesionados y se quebrante
la relación de confianza. A tal fin, es necesario que la institución de la
defensa pública, como medio a través del cual el Estado garantiza el
derecho irrenunciable de todo inculpado de delito de ser asistido por un
defensor, sea dotada de garantías suficientes para su actuación eficiente y

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en igualdad de armas con el poder persecutorio. La Corte ha reconocido
que para cumplir con este cometido el Estado debe adoptar todas las
medidas adecuadas. Entre ellas, contar con defensores idóneos y
capacitados que puedan actuar con autonomía funcional. En esta línea y
más allá del diseño institucional y orgánico propio de cada país, la
Asamblea General de la OEA ha instado a los Estados a que "adopten
acciones tendientes a que los defensores públicos oficiales cuenten con
presupuesto adecuado y gocen de independencia, autonomía funcional,
financiera y/o presupuestaria y técnica”. A criterio de la Asamblea General
tales medidas son apropiadas para garantizar "un servicio público eficiente,
libre de injerencias y controles indebidos por parte de otros poderes del
Estado que afecten su autonomía fuñcioñal y cuyo mandato sea el interés
de su defendido o defendida". La Corte nota que en el presente caso los
defensores públicos ejercieron la defensa del señor José Agapito Ruano
Torres durante el proceso penal No. 77-2001-2, en el cual se emitió una
sentencia condenatoria en su contra. A diferencia de casos anteriores, en
los cuales la violación del derecho a la defensa reconocida a todo inculpado
del delito dentro del catálogo de garantías contemplado en el artículo 8.2
de la Convención, se configuró por los impedimentos de las autoridades
policiales, fiscales o judiciales para que la defensa técnica participara
asistiendo al imputado en actos centrales del proceso, como por ejemplo
recibiendo la declaración del imputado sin la asistencia de su abogado
defensor , en el presente caso los argumentos se refieren a la alegada
deficiente actuación de la defensoría pública. Esto es, que la defensa
técnica provista por el Estado no habría actuado de forma eficiente. Por lo
tanto, el presente caso plantea a la Corte la situación de tener que
determinar los alcances de la responsabilidad internacional del Estado por
la actuación de la defensa pública en materia penal. Ahora bien, la
Comisión citó aparte de sus propios criterios , lo sostenido por el Comité de
Derechos Humanos y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para
definir el criterio aplicable para determinar el alcance de la responsabilidad
en estos casos, en el sentido que "el Estado no puede ser considerado
responsable por todas las fallas de desempeño del abogado o defensor
público[, e]s así como el Estado es responsable si la defensa pública incurre
en omisiones o fallas que de manera evidente permitan concluir que no
brindó un patrocinio efectivo". Toda vez que la defensa pública
corresponde a una función estatal o servicio público, pero aún así se
considera una función que debe gozar de la autonomía necesaria para
ejercer adecuadamente sus funciones de asesorar según su mejor juicio
profesional y en atención a los intereses del imputado, la Corte estima que
el Estado no puede ser considerado responsable de todas las fallas de la
defensa pública, dado la independencia de la profesión y el juicio
profesional del abogado defensor. En este sentido, la Corte considera que,
como parte del deber estatal de garantizar una adecuada defensa pública,
es necesario implementar adecuados procesos de selección de los
defensores públicos, desarrollar controles sobre su labor y brindarles
capacitaciones periódicas. En atención a lo anterior, la Corte considera
que, para analizar si ha ocurrido una posible vulneración del derecho a la
defensa por parte del Estado, tendrá que evaluar si la acción u omisión del
defensor público constituyó una negligencia inexcusable o una falla
manifiesta en el ejercicio de la defensa que tuvo o puede tener un efecto
decisivo en contra de los intereses del imputado. En esta línea, la Corte
procederá a realizar un análisis de la integralidad de los procedimientos, a

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menos que determinada acción u omisión sea de tal gravedad como para
configurar por sí sola una violación a la garantía. Además, es pertinente
precisar que una discrepancia no sustancial con la estrategia de defensa o
con el resultado de un proceso no será suficiente para generar
implicaciones en cuanto al derecho a la defensa, sino que deberá
comprobarse, como se mencionó, una negligencia inexcusable o una falla
manifiesta. En casos resueltos en distintos países, los tribunales nacionales
han identificado una serie de supuestos no exhaustivos que son indicativos
de una vulneración del derecho a la defensa y, en razón de su entidad, han
dado lugar como consecuencia la anulación de los respectivos procesos o la
revocación de sentencias proferidas: a) No desplegar una mínima actividad
probatoria. b) Inactividad argumentativa a favor de los intereses del
imputado . c) Carencia de conocimiento técnico jurídico del proceso penal .
d) Falta de interposición de recursos en detrimento de los derechos del
imputado . e) Indebida fundamentación de los recursos interpuestos . f)
Abandono de la defensa . En el presente caso, al evaluar de manera
integral las actuaciones de la defensa pública, la Corte verifica que los
defensores que representaban al señor Ruano Torres no solicitaron la
nulidad de la diligencia de reconocimiento en rueda de personas con base
en las irregularidades que habrían sucedido según lo indicado por el propio
imputado y otras personas , así como sobre la base de que la víctima del
delito había visto a los detenidos en los medios de comunicación (supra
párr. 113). De este modo, la identificación positiva de José Agapito Ruano
Torres como uno de los partícipes en el hecho punible durante el
reconocimiento en rueda de personas y en la vista pública se convirtió en
uno de los fundamentos de la condena. Además, la defensa pública no
presentó recurso contra la condena (supra párr. 93), que permitiera
obtener el doble conforme por parte de un juez o tribunal distinto y de
superior jerarquía orgánica al que emitió la sentencia condenatoria. La
doble conformidad judicial, expresada mediante el acceso a un recurso que
otorgue la posibilidad de una revisión íntegra del fallo condenatorio,
confirma el fundamento y otorga mayor credibilidad al acto jurisdiccional
del Estado, y al mismo tiempo brinda mayor seguridad y tutela a los
derechos del condenado . En este sentido, la Corte resalta que tal omisión
no se ve suplida por la presentación de un recurso de revisión una vez que
la sentencia se encontraba en firme, el cual tiene causales de procedencia
específicas y es resuelto por el mismo tribunal que dictó la sentencia.
Resulta palmario en el presente caso que tales omisiones lejos de obedecer
a una estrategia de defensa a favor del imputado actuaron en detrimento
de los derechos e intereses del señor Ruano Torres y lo dejaron en estado
de indefensión, constituyendo una vulneración del derecho irrenunciable
de ser asistido por un defensor. La Corte estima que la responsabilidad
internacional del Estado puede verse comprometida, además, por la
respuesta brindada a través de los órganos judiciales respecto a las
actuaciones u omisiones imputables a la defensa pública. Si es evidente
que la defensa pública actuó sin la diligencia debida, recae sobre las
autoridades judiciales un deber de tutela o control. Ciertamente, la función
judicial debe vigilar que el derecho a la defensa no se torne ilusorio a través
de una asistencia jurídica ineficaz. En esta línea, resulta esencial la función
de resguardo del debido proceso que deben ejercer las autoridades
judiciales. Tal deber de tutela o de control ha sido reconocido por
tribunales de nuestro continente que han invalidado procesos cuando
resulta patente una falla en la actuación de la defensa técnica. En suma, la

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responsabilidad internacional del Estado será, pues, también establecida si
la negligencia inexcusable o falla manifiesta de la defensa debió haber sido
evidente para las autoridades judiciales o bien fueron puestas en
conocimiento de las mismas y no se adoptaron las acciones necesarias y
suficientes para prevenir y/o remediar la violación al derecho a la defensa,
de modo tal que la situación condujo a la violación del debido proceso,
atribuible al Estado. En las circunstancias descritas, la Corte considera que
las fallas manifiestas en la actuación de los defensores públicos y la falta de
respuesta adecuada y efectiva por parte de las autoridades judiciales
colocó a José Agapito Ruano Torres en un estado de total indefensión, lo
cual se vio agravado por el hecho de encontrarse privado de libertad
durante toda la sustanciación de su proceso. Asimismo, en virtud de dichas
circunstancias, es posible considerar que no fue oído con las debidas
garantías. En razón de lo expuesto y del reconocimiento de
responsabilidad efectuado por el Estado, la Corte concluye que el Estado
es responsable por la vulneración de los artículos 8.1, 8.2.d) y 8.2.e) de la
Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 de la misma, en
perjuicio de José Agapito Ruano Torres.
Presentar prueba para esclarecer los hechos (8.2.f). Corte IDH. Caso
Ricardo Canese Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
31 de agosto de 2004. Serie C No. 111. En el presente caso se encuentra
demostrado que en el proceso penal seguido en contra del señor Canese
no se le permitió obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de
otras personas que pudieran "arrojar luz sobre los hechos". En cuanto a la
primera instancia, el juez de la causa, después de haber emitido una
resolución citando a audiencias a los testigos propuestos por el señor
Canese, revocó tal decisión y ordenó el cierre del período probatorio, por lo
cual no se rindió ninguna prueba testimonial, coartando por una
negligencia judicial la posibilidad de presentar medios probatorios en su
defensa que pudieran "arrojar luz sobre los hechos". Además, ante el
Tribunal de Apelación en lo Criminal, Tercera Sala, tampoco se produjo
prueba testimonial alguna. La defensa del señor Canese consistió en
repetir ante los tribunales que sus declaraciones no iban dirigidas a los
querellantes, sino que se referían al señor Wasmosy, en el marco de la
campaña electoral a la Presidencia de la República. Los tribunales
consideraron que la ratificación de sus declaraciones en la declaración
indagatoria y en la conciliación constituía una "'confesión simple’ del
delito". Con base en lo señalado, la Corte considera que el Estado violó, en
perjuicio del señor Ricardo Canese, el artículo 8.2.f) de la Convención
Americana. Corte IDH. Caso Dacosta Cadogan Vs. Barbados. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de
septiembre de 2009. Serie C No. 204. No obstante que el ordenamiento
jurídico interno permitía al juez solicitar la opinión de un experto para tales
efectos, ésta nunca fue ordenada en el proceso seguido contra el señor
DaCosta Cadogan. Es decir, el Estado omitió ordenar que se llevara a cabo
una evaluación psiquiátrica con el propósito de determinar, inter alia, la
existencia de una posible dependencia al alcohol u otros "trastornos de
personalidad", que pudieron haber afectado al señor DaCosta Cadogan al
momento del delito, y tampoco aseguró que el señor DaCosta Cadogan y
su abogado tuvieran conciencia sobre la disponibilidad de una evaluación
gratuita, voluntaria y detallada de su salud mental, con el fin de preparar su
defensa en el juicio. El hecho de que el Estado no informó al señor DaCosta
Cadogan o a su abogado, al inicio del proceso penal, de su derecho a

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obtener dicha evaluación, pudo haber resultado en la exclusión de pruebas
relevantes para la preparación de una defensa adecuada en el juicio.
Consecuentemente, la supuesta condición mental del señor DaCosta
Cadogan al momento de los hechos nunca fue completamente evaluada
por un profesional en la salud mental, para la preparación de su defensa, en
un caso donde la muerte era la única sentencia posible. A diferencia de
otros procesos penales, en los que esta actitud pasiva del Estado con
respecto a la disponibilidad de evaluaciones psiquiátricas resultaría
admisible, el caso del señor DaCosta Cadogan resulta diferente por varias
razones. Primero, se trataba de un proceso sujeto a la imposición
obligatoria de la pena de muerte que como se señaló anteriormente, exige
la más amplia y estricta observación de las garantías procesales. Segundo,
la situación particular del acusado al momento del delito razonablemente
ameritaba al menos, una indagación respecto a una posible situación de
dependencia al alcohol o algún "trastorno de personalidad", especialmente
teniendo en cuenta que el juez planteó ante el jurado el asunto del efecto
que pudo haber causado el consumo de alcohol y drogas en el estado
mental del acusado. Tercero, teniendo en cuenta que fue el propio Estado
el que designó a un abogado defensor a favor del señor DaCosta Cadogan,
correspondía al juez adoptar una posición más activa para asegurar que se
adoptaran todas las medidas necesarias para velar por el respeto de las
garantías judiciales. Cuarto, el señor DaCosta Cadogan solicitó en el
proceso de apelación la posibilidad de presentar una evaluación más
detallada respecto de su supuesto trastorno de personalidad y
dependencia al alcohol, sin que ello le fuera permitido.
Derecho a recurrir del fallo ante un tribunal o un juez superior (art.
8.2.h). Corte IDH. Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de mayo de 1999. Serie C No. 52.
La Corte advierte que, según declaró anteriormente (supra 134), los
procesos seguidos ante el fuero militar contra civiles por el delito de
traición a la patria violan la garantía del juez natural establecida por el
artículo 8.1 de la Convención. El derecho de recurrir del fallo, consagrado
por la Convención, no se satisface con la mera existencia de un órgano de
grado superior al que juzgó y condenó al inculpado, ante el que éste tenga
o pueda tener acceso. Para que haya una verdadera revisión de la
sentencia, en el sentido requerido por la Convención, es preciso que el
tribunal superior reúna las características jurisdiccionales que lo legitiman
para conocer del caso concreto. Conviene subrayar que el proceso penal es
uno solo a través de sus diversas etapas, tanto la correspondiente a la
primera instancia como las relativas a instancias ulteriores. En
consecuencia, el concepto del juez natural y el principio del debido proceso
legal rigen a lo largo de esas etapas y se proyectan sobre las diversas
instancias procesales. Si el juzgador de segunda instancia no satisface los
requerimientos del juez natural, no podrá establecerse como legítima y
válida la etapa procesal que se desarrolle ante él. En el caso que nos ocupa,
el tribunal de segunda instancia forma parte de la estructura militar. Por
ello no tiene la independencia necesaria para actuar ni constituye un juez
natural para el enjuiciamiento de civiles. En tal virtud, pese a la existencia,
bajo condiciones sumamente restrictivas, de recursos que pueden ser
utilizados por los procesados, aquéllos no constituyen una verdadera
garantía de reconsideración del caso por un órgano jurisdiccional superior
que atienda las exigencias de competencia, imparcialidad e
independencia que la Convención establece. En el mismo sentido: Caso

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Herrera Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107,
párr. 159; Caso Lori Berenson Mejía Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2004. Serie C No. 119, párr. 192;
Caso Radilla Pacheco Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de Noviembre de 2009. Serie C No.
209, párr. 180; Caso Vélez Loor Vs. Panamá. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2010
Serie C No. 218, párr. 179. Por todo lo expuesto, la Corte declara que el
Estado violó el artículo 8.2.h de la Convención. Corte IDH. Caso Herrera
Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107. El artículo 8.2.h.
de la Convención Americana dispone que durante el proceso, toda persona
tiene derecho, en plena igualdad, "de recurrir del fallo ante juez o tribunal
superior”. La Corte considera que el derecho de recurrir del fallo es una
garantía primordial que se debe respetar en el marco del debido proceso
legal, en aras de permitir que una sentencia adversa pueda ser revisada por
un juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica. El derecho de
interponer un recurso contra el fallo debe ser garantizado antes de que la
sentencia adquiera calidad de cosa juzgada. Se busca proteger el derecho
de defensa otorgando durante el proceso la posibilidad de interponer un
recurso para evitar que quede firme una decisión que fue adoptada con
vicios y que contiene errores que ocasionarán un perjuicio indebido a los
intereses de una persona. En el mismo sentido: Caso Barreto Leiva Vs.
Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre
de 2009. Serie C No. 206, párr.88; Caso Vélez Loor Vs. Panamá.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23
de noviembre de 2010 Serie C No. 218, párr. 179; Caso Mohamed Vs.
Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 noviembre de 2012 Serie C No. 255, párrs. 98y 99; Caso
Mendoza y otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y
Reparaciones. Sentencia de 14 de mayo de 2013 Serie C No. 260, párrs.
243 y 244; Caso Liakat Ali Alibux Vs. Suriname. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de enero de
2014. Serie C No. 276232, párr. 85. La Corte ha indicado que el derecho de
recurrir del fallo, consagrado por la Convención, no se satisface con la mera
existencia de un órgano de grado superior al que juzgó y condenó al
inculpado, ante el que éste tenga o pueda tener acceso. Para que haya una
verdadera revisión de la sentencia, en el sentido requerido por la
Convención, es preciso que el tribunal superior reúna las características
jurisdiccionales que lo legitiman para conocer del caso concreto. Conviene
subrayar que el proceso penal es uno solo a través de sus diversas etapas,
incluyendo la tramitación de los recursos ordinarios que se interpongan
contra la sentencia. De acuerdo al objeto y fin de la Convención
Americana, cual es la eficaz protección de los derechos humanos, se debe
entender que el recurso que contempla el artículo 8.2.h. de dicho tratado
debe ser un recurso ordinario eficaz mediante el cual un juez o tribunal
superior procure la corrección de decisiones jurisdiccionales contrarias al
derecho. Si bien los Estados tienen un margen de apreciación para regular
el ejercicio de ese recurso, no pueden establecer restricciones o requisitos
que infrinjan la esencia misma del derecho de recurrir del fallo. Al respecto,
la Corte ha establecido que "no basta con la existencia formal de los
recursos sino que éstos deben ser eficaces", es decir, deben dar resultados

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o respuestas al fin para el cual fueron concebidos. En el mismo sentido:
Caso Barreto Leiva Ks. Kenezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2009. Serie C No. 206, párr. 90; Caso
Kélez Loor Ks. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2010 Serie C No. 218, párr. 179.
Con base en lo expuesto en los párrafos anteriores, la Corte pasa a resolver
si el recurso de casación al que tuvo acceso el señor Mauricio Herrera Ulloa
cumplió con los parámetros anteriormente establecidos y, por ende, si se
trató de un recurso regulado y aplicado de conformidad con lo estipulado
en el artículo 8.2.h. de la Convención Americana. El juez o tribunal superior
encargado de resolver el recurso interpuesto contra la sentencia penal
tiene el deber especial de protección de las garantías judiciales y el debido
proceso a todas las partes que intervienen en el proceso penal de
conformidad con los principios que lo rigen. La posibilidad de "recurrir del
fallo" debe ser accesible, sin requerir mayores complejidades que tornen
ilusorio este derecho. En el mismo sentido: Caso Kélez Loor Ks. Panamá.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23
de noviembre de 2010 Serie C No. 218, párr. 179; Caso Mohamed Ks.
Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 23 noviembre de 2012 Serie C No. 255, párr. 99; Caso Mendoza y otros
Ks. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones. Sentencia
de 14 de mayo de 2013 Serie CNo. 260, párr. 244; Caso Liakat Ali Alibux Ks.
Suriname. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de enero de 2014. Serie C No. 276, párr. 86.
Independientemente de la denominación que se le de al recurso existente
para recurrir un fallo, lo importante es que dicho recurso garantice una
examen integral de la decisión recurrida. En el mismo sentido: Caso
Mohamed Ks. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 noviembre de 2012 Serie C No. 255, párr. 97; Caso
Mendoza y otros Ks. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y
Reparaciones. Sentencia de 14 de mayo de 2013 Serie C No. 260, párr. 242;
Caso Liakat Ali Alibux Ks. Suriname. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de enero de 2014. Serie C No. 276,
párr. 85. Al respecto, el Comité de Derechos Humanos concluyó [_] que la
inexistencia de la posibilidad de que el fallo condenatorio y la pena del
autor fueran revisadas íntegramente, como se desprende de la propia
sentencia de casación [_], limitándose dicha revisión a los aspectos
formales o legales de la sentencia, no cumple con las garantías que exige el
párrafo 5, artículo 14 del Pacto. Por consiguiente, al autor le fue denegado
el derecho a la revisión del fallo condenatorio y de la pena, en violación del
párrafo 5 del artículo 14 del Pacto. En el presente caso, los recursos de
casación presentados contra la sentencia condenatoria de 12 de noviembre
de 1999 no satisficieron el requisito de ser un recurso amplio de manera tal
que permitiera que el tribunal superior realizara un análisis o examen
comprensivo e integral de todas las cuestiones debatidas y analizadas en el
tribunal inferior. Esta situación conlleva a que los recursos de casación
interpuestos por los señores Fernán Vargas Rohrmoser y Mauricio Herrera
Ulloa, y por el defensor de éste último y apoderado especial del periódico
"La Nación", respectivamente (supra párr. 95. w), contra la sentencia
condenatoria, no satisficieron los requisitos del artículo 8.2 h. de la
Convención Americana en cuanto no permitieron un examen integral sino
limitado. Por todo lo expuesto, la Corte declara que el Estado violó el
artículo 8.2.h. de la Convención Americana en relación con los artículos 1.1

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y 2 de dicho tratado, en perjuicio del señor Mauricio Herrera Ulloa. Corte
IDH. Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 17 de noviembre de 2009. Serie C No. 206. La doble
conformidad judicial, expresada mediante la íntegra revisión del fallo
condenatorio, confirma el fundamento y otorga mayor credibilidad al acto
jurisdiccional del Estado, y al mismo tiempo brinda mayor seguridad y
tutela a los derechos del condenado. En el mismo sentido: Caso Vélez Loor
Vs. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de noviembre de 2010 Serie C No. 218, párr. 179; Caso
Mohamed Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 noviembre de 2012 Serie C No. 255, párr. 97; Caso
Mendoza y otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y
Reparaciones. Sentencia de 14 de mayo de 2013 Serie CNo. 260, párr. 242;
Caso Liakat Ali Alibux Vs. Suriname. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de enero de 2014. Serie C No. 276,
párr. 85. Si bien los Estados tienen un margen de apreciación para regular
el ejercicio de ese recurso, no pueden establecer restricciones o requisitos
que infrinjan la esencia misma del derecho de recurrir del fallo. El Estado
puede establecer fueros especiales para el enjuiciamiento de altos
funcionarios públicos, y esos fueros son compatibles, en principio, con la
Convención Americana (supra párr. 74). Sin embargo, aun en estos
supuestos el Estado debe permitir que el justiciable cuente con la
posibilidad de recurrir del fallo condenatorio. Así sucedería, por ejemplo, si
se dispusiera que el juzgamiento en primera instancia estará a cargo del
presidente o de una sala del órgano colegiado superior y el conocimiento
de la impugnación corresponderá al pleno de dicho órgano, con exclusión
de quienes ya se pronunciaron sobre el caso. En razón de lo expuesto, el
Tribunal declara que Venezuela violó el derecho del señor Barreto Leiva
reconocido en el artículo 8.2.h de la Convención, en relación con el artículo
1.1 y 2 de la misma, puesto que la condena provino de un tribunal que
conoció el caso en única instancia y el sentenciado no dispuso, en
consecuencia, de la posibilidad de impugnar el fallo. Cabe observar, por
otra parte, que el señor Barreto Leiva habría podido impugnar la sentencia
condenatoria emitida por el juzgador que habría conocido su causa si no
hubiera operado la conexidad que acumuló el enjuiciamiento de varias
personas en manos de un mismo tribunal. En este caso la aplicación de la
regla de conexidad, admisible en sí misma, trajo consigo la inadmisible
consecuencia de privar al sentenciado del recurso al que alude el artículo
8.2.h de la Convención. Corte IDH. Caso López Mendoza Vs. Venezuela.
Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2011. Serie
C No. 233. A mayor abundamiento, el Tribunal considera que no es per se
contrario a la Convención Americana que se establezca en el derecho
interno de los Estados que en determinados procedimientos, ciertos actos
de trámite no son obieto de impugnación. Adicionalmente, la Corte
destaca que los representantes no presentaron alegatos suficientes sobre
el impacto adverso que dicha imposibilidad de impugnación pudo tener en
el ejercicio del derecho a la defensa del señor López Mendoza. La prueba
obrante en el expediente permite concluir que la no impugnación de actos
de trámite no afectó la posibilidad de impugnar actos posteriores ni
impidió, en su coníunto, la debida defensa respecto a las sanciones de
multa que le fueron impuestas a la víctima. Corte IDH. Caso Mohamed Vs.
Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 23 noviembre de 2012. Serie C No. 255. La Corte hace notar que este

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caso presenta la particularidad de que al imputado se le siguió un proceso
penal de dos instancias, y fue condenado en segunda instancia por un
tribunal que revocó la decisión absolutoria del juzgado de primera
instancia. Para determinar si al señor Mohamed le asistía el derecho de
recurrir del fallo ante juez o tribunal superior, corresponde determinar si la
protección consagrada en el artículo 8.2.h de la Convención Americana
permite una excepción, tal como alega Argentina, cuando el imputado
haya sido declarado condenado por un tribunal que resuelva un recurso
contra su absolución. El artículo 8.2 de la Convención contempla la
protección de garantías mínimas a favor de "[t]oda persona inculpada de
delito”. En el último inciso en que expone esas garantías, cual es el h),
protege el "derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior”. La
Corte entiende que el artículo 8.2 se refiere, en términos generales, a las
garantías mínimas de una persona que es sometida a una investigación y
proceso penal. Esas garantías mínimas deben ser protegidas dentro del
contexto de las distintas etapas del proceso penal, que abarca la
investigación, acusación, juzgamiento y condena. Teniendo en cuenta que
las garantías judiciales buscan que quien esté incurso en un proceso no sea
sometido a decisiones arbitrarias, la Corte interpreta que el derecho a
recurrir del fallo no podría ser efectivo si no se garantiza respecto de todo
aquél que es condenado, ya que la condena es la manifestación del
ejercicio del poder punitivo del Estado. Resulta contrario al propósito de
ese derecho específico que no sea garantizado frente a quien es
condenado mediante una sentencia que revoca una decisión absolutoria.
Interpretar lo contrario, implicaría dejar al condenado desprovisto de un
recurso contra la condena. Se trata de una garantía del individuo frente al
Estado y no solamente una guía que orienta el diseño de los sistemas de
impugnación en los ordenamientos jurídicos de los Estados Partes de la
Convención. Para confirmar la interpretación de esta Corte de que se trata
de un derecho que asiste al condenado, resulta relevante acudir al lenguaje
concreto del artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos que, al referirse al derecho a recurrir del fallo, expresamente
establece que es una garantía que tiene "[t]oda persona declarada
culpable de un delito” (énfasis agregado). En otra oportunidad la Corte ha
manifestado que dicha norma del Pacto es "muy similar” al artículo 8.2.h
de la Convención Americana. El Estado ha sostenido que sería permitido
establecer excepciones al derecho a recurrir condenas penales [_]con base
en que el artículo 2 del Protocolo 7 del Convenio Europeo para la
Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales
permite determinadas excepciones. Al respecto, la Corte no coincide con el
alcance que Argentina otorga a esa norma del Sistema Europeo para
interpretar la correspondiente norma de la Convención Americana, ya que
precisamente esta última no previó excepciones como sí lo hizo
expresamente la disposición del Sistema Europeo. Con base en las
anteriores consideraciones, la Corte concluye que, en los términos de la
protección que otorga el artículo 8.2.h de la Convención Americana, el
señor Mohamed tenía derecho a recurrir del fallo proferido por la Sala
Primera de la Cámara Nacional de Apelaciones el 22 de febrero de 1995,
toda vez que en éste se le condenó como autor del delito de homicidio
culposo [_]La Corte ha sostenido que el artículo 8.2.h de la Convención se
refiere a un recurso ordinario accesible y eficaz. Ello supone que debe ser
garantizado antes de que la sentencia adquiera la calidad de cosa juzgada.
La eficacia del recurso implica que debe procurar resultados o respuestas al

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fin para el cual fue concebido. Asimismo, el recurso debe ser accesible,
esto es, que no debe requerir mayores complejidades que tornen ilusorio
este derecho. En ese sentido, la Corte estima que las formalidades
requeridas para que el recurso sea admitido deben ser mínimas y no deben
constituir un obstáculo para que el recurso cumpla con su fin de examinar y
resolver los agravios sustentados por el recurrente. En el mismo sentido:
Caso Mendoza y otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y
Reparaciones. Sentencia de 14 de mayo de 2013 Serie C No. 260, párr.
244; Caso Liakat Ali Alibux Vs. Suriname. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de enero de 2014. Serie
CNo. 276, párr. 86. Debe entenderse que, independientemente del
régimen o sistema recursivo que adopten los Estados Partes y de la
denominación que den al medio de impugnación de la sentencia
condenatoria, para que éste sea eficaz debe constituir un medio adecuado
para procurar la corrección de una condena errónea. Ello requiere que
pueda analizar cuestiones fácticas, probatorias y jurídicas en que se basa la
sentencia impugnada, puesto que en la actividad jurisdiccional existe una
interdependencia entre las determinaciones fácticas y la aplicación del
derecho, de forma tal que una errónea determinación de los hechos
implica una errada o indebida aplicación del derecho. Consecuentemente,
las causales de procedencia del recurso deben posibilitar un control amplio
de los aspectos impugnados de la sentencia condenatoria. En el mismo
sentido: Caso Mendoza y otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares,
Fondo y Reparaciones. Sentencia de 14 de mayo de 2013. Serie C No. 260,
párr. 245; Caso Liakat Ali Alibux Vs. Suriname. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de enero de 2014. Serie C
No. 276, párr. 86. Además el Tribunal considera que, en la regulación que
los Estados desarrollen en sus respectivos regímenes recursivos, deben
asegurar que dicho recurso contra la sentencia condenatoria respete las
garantías procesales mínimas que, bajo el artículo 8 de la Convención,
resulten relevantes y necesarias para resolver los agravios planteados por
el recurrente, lo cual no implica que deba realizarse un nuevo juicio oral. En
el mismo sentido: Caso Mendoza y otros Vs. Argentina. Excepciones
Preliminares, Fondo y Reparaciones. Sentencia de 14 de mayo de 2013
Serie CNo. 260, párr. 246; Caso Liakat Ali Alibux Ks. Suriname.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30
de enero de 2014. Serie C No. 276, párr. 87. La Corte ha constatado que en
el presente caso el alcance limitado del recurso extraordinario federal
quedó manifiesto en la decisión proferida por la Sala Primera de la Cámara
Nacional de Apelaciones, la cual rechazó in limine el recurso interpuesto
por el defensor del señor Mohamed con base en que los argumentos
presentados se referían "a cuestiones de hecho, prueba y derecho común,
que ha[bíañ] sido valoradas y debatidas en oportunidad del fallo
impugnado" [.]Adicionalmente, la Corte resalta la gravedad de que en el
presente caso no se garantizara al señor Mohamed el derecho a recurrir la
sentencia condenatoria, tomando en cuenta que parecieran haberse
configurado deficiencias en la garantía del derecho de defensa durante la
segunda instancia del proceso penal frente a la apelación planteada contra
la sentencia absolutoria. La Corte observa que en dicho proceso penal el
Ministerio Público acusó calificando los hechos de homicidio culposo,
posteriormente solicitó el sobreseimiento y después de la sentencia
absolutoria en primera instancia apeló sin fundamentar la apelación (sin
expresar agravios). La querella también apeló y presentó agravios o

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fundamentos de la apelación, pero no consta que en el proceso penal se
hubiere dado traslado del escrito al defensor del señor Mohamed para que
pudiera pronunciarse sobre esos agravios con anterioridad a la emisión de
la sentencia de segunda instancia que revocó la absolución y condenó
penalmente al señor Mohamed. . Por las razones expuestas, la Corte
concluye que el sistema procesal penal argentino que fue aplicado al señor
Mohamed no garantizó normativamente un recurso ordinario accesible y
eficaz que permitiera un examen de la sentencia condenatoria contra el
señor Mohamed, en los términos del artículo 8.2.h de la Convención
Americana, y también ha constatado que el recurso extraordinario federal
y el recurso de queja, en tanto salvaguarda de acceso al primero, no
constituyeron en el caso concreto recursos eficaces para garantizar dicho
derecho. Corte IDH. Caso Mendoza y otros Vs. Argentina. Excepciones
Preliminares, Fondo y Reparaciones. Sentencia de 14 de mayo de 2013.
Serie C No. 260. Al respecto, esta Corte observa que el "fallo Casal"
estableció en lo pertinente que el recurso de casación fue históricamente
limitado a cuestiones jurídicas, ya que nació con el objetivo de tener un
control jerárquico sobre el trabajo de los jueces inferiores, impidiendo que
sus sentencias fueran contrarias al texto de la ley. En este esquema clásico
las decisiones de los jueces sobre los hechos no podrían alterarse. Por ello,
en el recurso de casación, históricamente se planteó una separación
tajante entre cuestiones de hecho y cuestiones de derecho para decidir si
una sentencia era o no recurrible. La casación estaba limitada a cuestiones
jurídicas. Sin embargo, el máximo tribunal argentino señaló que la
delimitación entre estos campos "si bien parece clara en principio,
enfrentada a los casos reales es poco menos que inoperante [. pues] en
cualquier caso puede convertirse una cuestión de hecho en una de derecho
y, viceversa". De este modo, la Corte Suprema de la Nación indicó que "se
abandona definitivamente la limitación del recurso de casación a las
llamadas cuestiones de derecho". Es decir, si el agravio del condenado es
considerado una cuestión de hecho y prueba, ello no puede ser una excusa
para negar, ipso facto, el examen de los posibles errores del fallo. En
consecuencia, dicho tribunal manifestó que "los [artículos] 8.2.h de la
Convención Americana y 14.5 del Pacto [Internacional de Derechos Civiles
y Políticos] exigen la revisión de todo aquello que no esté exclusivamente
reservado a quienes hayan estado presentes como jueces en el juicio oral"
y, por lo tanto, todo error que pudiera tener el fallo será materia de
recurso, salvo lo percibido única y directamente por los jueces en la dicha
etapa. Es pertinente resaltar que los criterios que se desprenden del fallo
Casal son posteriores a las decisiones que recayeron a los recursos de
casación interpuestos en el presente caso a favor de las presuntas víctimas.
Por ello, el análisis de la relevancia de dicho fallo, en los términos
planteados por el Estado, se realizará en los capítulos pertinentes de esta
Sentencia (infra párrs. 299 a 303). De lo anterior se desprende que los
recursos de casación interpuestos a favor de [_] fueron denegados,
básicamente, con base en que lo que se procuraba era una revisión de
cuestiones fácticas y probatorias, entre las cuales se cuestionaba la
imposición de la prisión perpetua, las cuales estaban fuera del ámbito del
alcance de los recursos de casación previstos por el artículo 474 del Código
Procesal Penal de la Provincia de Mendoza y por el artículo 456 del Código
Procesal Penal de la Nación, respectivamente. Con base en fórmulas
rígidas contrarias a la revisión integral del fallo en el sentido exigido por la
Convención, el rechazo de los recursos de casación fue in limine, sin

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ningún análisis sobre el fondo de la cuestión, y sin considerar que las
cuestiones fácticas y probatorias también pueden incidir en la corrección
de una condena penal (supra párr. 253). En términos de la jurisprudencia
sobre los alcances del derecho de recurrir del fallo, las decisiones recaídas a
los recursos de casación fueron contrarias a lo dispuesto por el artículo
8.2.h) de la Convención Americana. Corte IDH. Caso Liakat Ali Alibux Vs.
Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de enero de 2014. Serie C No. 276. La Corte se ha referido
en su jurisprudencia constante sobre el alcance y contenido del artículo
8.2(h) de la Convención, así como a los estándares que deben ser
observados para asegurar la garantía del derecho a recurrir el fallo ante
juez o tribunal superior . En este sentido, el Tribunal ha entendido que
dicho derecho consiste en una garantía mínima y primordial que "se debe
respetar en el marco del debido proceso legal, en aras de permitir que una
sentencia adversa pueda ser revisada por un juez o tribunal distinto y de
superior jerarquía [_]" . Teniendo en cuenta que las garantías judiciales
buscan que quien esté incurso en un proceso no sea sometido a decisiones
arbitrarias, la Corte interpreta que el derecho a recurrir el fallo no podría
ser efectivo si no se garantiza respecto de todo aquél que es condenado ,
ya que la condena es la manifestación del ejercicio del poder punitivo del
Estado . La Corte ha considerado el derecho a recurrir el fallo como una de
las garantías mínimas que tiene toda persona que es sometida a una
investigación y proceso penal . En razón de lo anterior, la Corte ha sido
enfática al señalar que el derecho a impugnar el fallo tiene como objetivo
principal proteger el derecho de defensa, puesto que otorga la oportunidad
de interponer un recurso para evitar que quede firme una decisión judicial
en el evento que haya sido adoptada en un procedimiento viciado y que
contenga errores o malas interpretaciones que ocasionarían un perjuicio
indebido a los intereses del justiciable, lo que supone que el recurso deba
ser garantizado antes de que la sentencia adquiera calidad de cosa juzgada
. Este derecho permite corregir errores o injusticias que puedan haberse
cometido en las decisiones de primera instancia, por lo que genera una
doble conformidad judicial, otorga mayor credibilidad al acto jurisdiccional
del Estado y brinda mayor seguridad y tutela a los derechos del condenado
. En concordancia con lo anterior, a efectos que exista una doble
conformidad judicial, la Corte ha indicado que lo importante es que el
recurso garantice la posibilidad de un examen integral de la sentencia
recurrida . Además, el Tribunal ha sostenido que el artículo 8.2(h) de la
Convención se refiere a un recurso ordinario accesible y eficaz , es decir
que no debe requerir mayores complejidades que tornen ilusorio este
derecho . En ese sentido, las formalidades requeridas para que el recurso
sea admitido deben ser mínimas y no deben constituir un obstáculo para
que el recurso cumpla con su fin de examinar y resolver los agravios
sustentados por el recurrente , es decir que debe procurar resultados o
respuestas al fin para el cual fue concebido . "Debe entenderse que,
independientemente del régimen o sistema recursivo que adopten los
Estados Partes y de la denominación que den al medio de impugnación de
la sentencia condenatoria, para que éste sea eficaz debe constituir un
medio adecuado para procurar la corrección de una condena errónea [_].
Consecuentemente, las causales de procedencia del recurso deben
posibilitar un control amplio de los aspectos impugnados de la sentencia
condenatoria" A continuación, en virtud de los argumentos de las partes y
frente a la importancia del debate para muchos otros ciudadanos y Estados

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de la Región, la Corte se referirá al derecho comparado en la materia, con
el fin de precisar el alcance y contenido del derecho a recurrir el fallo,
aplicado a altas autoridades, a saber: a) el Comité de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas; b) el CEDH, y c) la práctica de los Estados de la
región en la materia. El Comité de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas ha señalado de manera expresa en el párrafo 47 de la Observación
General No. 32 que: "El párrafo 5 del artículo 14 [del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (en adelante "PIDCP")] se vulnera no sólo si la
decisión de un tribunal de primera instancia se considera definitiva sino
también si una condena impuesta por un tribunal de apelación o un
tribunal de última instancia a una persona absuelta en primera instancia no
puede ser revisada por un tribunal superior. Cuando el tribunal más alto de
un país actúa como primera y única instancia, la ausencia de todo derecho
a revisión por un tribunal superior no queda compensada por el hecho de
haber sido juzgado por el tribunal de mayor jerarquía del Estado Parte; por
el contrario, tal sistema es incompatible con el Pacto, a menos que el
Estado Parte interesado haya formulado una reserva a ese efecto" De igual
manera, el Comité de Derechos Humanos ha señalado en sus decisiones
que, el derecho a recurrir el fallo debe garantizarse sin importar el rango de
la persona juzgada por lo que "si bien la legislación [de un] Estado Parte
dispone en ciertas ocasiones que una persona en razón de su cargo sea
juzgada por un tribunal de mayor jerarquía que el que naturalmente
correspondería, esta circunstancia no puede por sí sola menoscabar el
derecho del acusado a la revisión de su sentencia y condena por un
tribunal" Por otro lado, la Corte considera pertinente referirse a lo alegado
por el Estado en el sentido que el juzgamiento de altos funcionarios
públicos en primera y única instancia, no es, por definición, violatorio del
principio generalmente aceptado del derecho a recurrir del fallo, con
fundamento en la regulación permitida por ley de dicho derecho, según lo
establecido por el artículo 14, inciso 5 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (supra párr. 81). Al respecto, el Tribunal considera preciso
resaltar que el artículo 14, inciso 5 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos se diferencia del artículo 8.2(h) de la Convención
Americana ya que el último es muy claro al señalar el derecho a recurrir el
fallo sin hacer mención a la frase "conforme a lo prescrito por la ley", como
sí lo establece el artículo del PIDCP. Sin embargo, el Comité de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas lo ha interpretado en el párrafo 45 de su
Observación General No. 32, en el sentido que: "La expresión "conforme a
lo prescrito por la ley" en esta disposición no tiene por objeto dejar a
discreción de los Estados Partes la existencia misma del derecho a revisión,
puesto que este es un derecho reconocido por el Pacto y no meramente
por la legislación interna. La expresión "conforme a lo prescrito por la ley"
se refiere más bien a la determinación de las modalidades de acuerdo con
las cuales un tribunal superior llevará a cabo la revisión, así como la
determinación del tribunal que se encargará de ello de conformidad con el
Pacto. El párrafo 5 del artículo 14 no exige a los Estados Partes que
establezcan varias instancias de apelación. Sin embargo, la referencia a la
legislación interna en esta disposición ha de interpretarse en el sentido de
que si el ordenamiento jurídico nacional prevé otras instancias de
apelación, la persona condenada debe tener acceso efectivo a cada una de
ellas” En razón de ello, si bien existe una deferencia a los Estados para
regular el ejercicio del recurso, mediante su normativa interna, no pueden
establecerse restricciones o requisitos que infrinjan la esencia misma del

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derecho a recurrir el fallo, o la existencia del mismo. En este sentido, el
Tribunal no considera que la remisión a la normativa interna constituya un
mecanismo por el cual la existencia del derecho a recurrir el fallo de las
altas autoridades pueda verse afectada, más aún cuando dicha remisión no
se reconoce en la Convención Americana. La Corte considera pertinente
referirse a lo alegado por el Estado en el sentido que el juzgamiento de
autoridades que ejercen altos cargos públicos en primera y única instancia,
no es, por definición, violatorio del principio generalmente aceptado del
derecho a recurrir del fallo, con base en el artículo 2, inciso 2 del Protocolo
7 del CEDH (supra párr. 81). Ahora bien, sin perjuicio de que el CEDH no se
aplica a los Estados de la región, la Corte observa que el mismo ejerce una
fuerte influencia y sirve de referencia jurídica del derecho europeo en
Suriname en razón de su historia. Al respecto, el artículo 2, inciso 2 del
Protocolo 7, establece expresamente una excepción al derecho a recurrir el
fallo, en supuestos donde la persona es condenada en primera instancia
por un tribunal superior. Sin embargo, tal como se estableció en el caso
Mohamed Vs. Argentina "la Corte no coincide con el alcance [que se
pretende otorgar a la] norma del Sistema Europeo para interpretar la
correspondiente norma de la Convención Americana, ya que precisamente
esta última no previó excepciones como sí lo hizo expresamente la
disposición del Sistema Europeo”. En este sentido, el Tribunal no considera
que la excepción contenida en el sistema europeo pueda aplicarse al
presente caso. La Corte constata que la práctica de diversos Estados
miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) otorgan a
sus altas autoridades la posibilidad de recurrir el fallo condenatorio en
procesos penales seguidos en su contra y en menor medida, algunos
Estados los juzgan en única instancia. Dicho derecho se reconoce en los
Estados, ya sea de manera restringida, es decir a favor de ciertos
funcionarios que ostentan un rango menor, con exclusión del Presidente y
Vicepresidente; o de manera amplia, estableciendo esta garantía a un
grupo de autoridades de diversa jerarquía. Cabe señalar que, muchos
Estados en la región garantizan el derecho de recurrir el fallo sin perjuicio
del establecimiento de una jurisdicción distinta a la penal ordinaria como
competente para juzgar a sus altos funcionarios públicos y/o políticos, el
cual en muchos casos, está a cargo del máximo órgano de justicia. De igual
manera, la Corte observa que en estos supuestos, en donde no existe una
instancia superior al máximo órgano, que pueda hacer una revisión íntegra
del fallo condenatorio, algunos Estados de la región han adoptado
distintas fórmulas jurídicas con el fin de garantizar el derecho a recurrir el
fallo. En este sentido, el Tribunal constata que ello se ha logrado a través
de diversas prácticas, a saber: a) cuando una Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia es la que juzga en primera instancia, para que luego el
Pleno de la misma, sea la instancia que revise el recurso interpuesto; b)
cuando una determinada Sala de la Corte Suprema juzga en primera
instancia y otra Sala, de distinta composición, resuelve el recurso
presentado, y c) cuando una Sala conformada por un número determinado
de miembros juzga en primera instancia y otra Sala conformada por un
número mayor de jueces que no participaron en el proceso de primera
instancia, resuelva el recurso. Asimismo, el Tribunal observa que la
composición de las instancias revisoras incluye miembros que no
conocieron del caso en primera instancia y que la decisión emitida por
aquellas puede modificar o revocar el fallo revisado. En virtud de lo
expuesto, la Corte verifica que la mayoría de los Estados miembros de la

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OEA otorgan a los altos funcionarios, la posibilidad de recurrir el fallo en el
marco de procedimientos penales. Es decir que, la necesidad de la doble
conformidad judicial, expresada mediante la impugnación del fallo
condenatorio, ha sido reconocida por los sistemas jurídicos de los mismos.
Empero, en esta oportunidad se examinará de manera específica el
proceso penal en instancia única seguido en contra del señor Alibux ante la
Alta Corte de Justicia de Suriname a la luz del artículo 8.2(h) de la
Convención, sin que se pretenda adelantar consideraciones sobre la
compatibilidad de otros ordenamientos jurídicos distintos del examinado
con la Convención, los cuales se analizarán en cada caso en concreto,
atendiendo su naturaleza, particularidades y complejidad. Sin embargo, la
Corte verifica que no existió ningún recurso ante el máximo órgano de
justicia que juzgó al señor Alibux que pudiera ser interpuesto a efectos de
garantizar su derecho a recurrir el fallo condenatorio, contrariamente a lo
dispuesto por el artículo 8.2(h) de la Convención Americana. En este
sentido, la Corte considera que si bien fue la Alta Corte de Justicia la que
juzgó y condenó al señor Alibux, el rango del tribunal que juzga no puede
garantizar que el fallo en instancia única será dictado sin errores o vicios.
En razón de lo anterior, aun cuando el procedimiento penal en instancia
única estuvo a cargo de una jurisdicción distinta a la ordinaria, el Estado
debió garantizar que el señor Alibux contara con la posibilidad de que la
sentencia adversa fuera recurrida, con base en la naturaleza de garantía
mínima del debido proceso que dicho derecho ostenta. La ausencia de un
recurso, significó que la condena dictada en su contra quedara firme y por
ende, el señor Alibux cumpliera una pena privativa de la libertad. Al
respecto, el Tribunal estima pertinente ratificar la importancia de la
existencia de un recurso que permita la revisión de una sentencia
condenatoria, sobre todo en procesos penales, en donde otro grupo de
derechos pueden verse limitados, especialmente el derecho a la libertad
personal de un individuo, es decir que significa una garantía del individuo
frente al Estado. Ahora bien, el artículo 8.2(h) de la Convención Americana
establece el "derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior”. El
señor Liakat Alibux fue juzgado por el máximo órgano de justicia de
Suriname, por lo que no existía un tribunal o juez superior quien pudiera
hacer una revisión íntegra del fallo condenatorio. Al respecto, en supuestos
como estos, la Corte interpreta que al no existir un tribunal de mayor
jerarquía, la superioridad del tribunal que revisa el fallo condenatorio se
entiende cumplida cuando el pleno, una sala o cámara, dentro del mismo
órgano colegiado superior, pero de distinta composición al que conoció la
causa originalmente, resuelve el recurso interpuesto con facultades de
revocar o modificar la sentencia condenatoria dictada, si así lo considera
pertinente. En este sentido, la Corte ha señalado que puede establecerse,
"[^], por ejemplo, [_] que el juzgamiento en primera instancia estará a
cargo del presidente o de una sala del órgano colegiado superior y el
conocimiento de la impugnación corresponderá al pleno de dicho órgano,
con exclusión de quienes ya se pronunciaron sobre el caso”242. Asimismo,
la Corte verifica que ésta ha sido la práctica de algunos Estados de la región
(supra párr. 98). Sin perjuicio de ello, el Tribunal estima que el Estado
puede organizarse de la manera que considere pertinente a efectos de
garantizar el derecho a recurrir el fallo de los altos funcionarios públicos
que corresponda. En el mismo sentido: Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de 2009.
Serie CNo. 206, párr. 90. En virtud de lo expuesto, la Corte constata que

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en el presente caso, el señor Alibux no contó con la posibilidad de recurrir
su condena, con el fin de otorgarle seguridad y tutela a sus derechos, con
independencia del rango o cargo ejercido y de la jurisdicción competente
establecida para su juzgamiento. Asimismo, la Corte estima que el Estado
no pudo demostrar de qué manera, al ser juzgado por un grupo de tres
jueces del máximo órgano de justicia, el señor Alibux contó con plenas
garantías, en particular la de recurrir el fallo condenatorio, en
contravención del artículo 8.2(h) de la Convención. Corte IDH. Caso Norín
Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del Pueblo Indígena
Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de
mayo de 2014. Serie C No. 279. El alcance y el contenido del derecho de
recurrir del fallo han sido precisados en numerosos casos resueltos por esta
Corte . En general, ha determinado que es una garantía primordial que se
debe respetar en el marco del debido proceso legal, en aras de permitir que
una sentencia adversa pueda ser revisada por un juez o tribunal distinto y
de superior jerarquía orgánica . Toda persona sometida a una investigación
y proceso penal debe ser protegida en las distintas etapas del proceso, que
abarca la investigación, acusación, juzgamiento y condena . En particular,
considerando que la Convención Americana debe ser interpretada
teniendo en cuenta su objeto y fin , que es la eficaz protección de los
derechos humanos, la Corte ha determinado que debe ser un recurso
ordinario, accesible y eficaz, que permita un examen o revisión integral del
fallo recurrido, esté al alcance de toda persona condenada y respete las
garantías procesales mínimas: a) Recurso ordinario: el derecho de
interponer un recurso contra el fallo debe ser garantizado antes de que la
sentencia adquiera la calidad de cosa juzgada, pues busca proteger el
derecho de defensa evitando que quede firme una decisión adoptada en un
procedimiento viciado y que contenga errores que ocasionarán un perjuicio
indebido a los intereses de una persona . b) Recurso accesible: su
presentación no debe requerir mayores complejidades que tornen ilusorio
este derecho . Las formalidades requeridas para su admisión deben ser
mínimas y no deben constituir un obstáculo para que el recurso cumpla con
su fin de examinar y resolver los agravios sustentados por el recurrente . c)
Recurso eficaz: no basta con la existencia formal del recurso, sino que éste
debe permitir que se obtengan resultados o respuestas al fin para el cual
fue concebido . Independientemente del régimen o sistema recursivo que
adopten los Estados Partes y de la denominación que den al medio de
impugnación de la sentencia condenatoria, debe constituir un medio
adecuado para procurar la corrección de una condena errónea . Este
requisito está íntimamente vinculado con el siguiente: d) Recurso que
permita un examen o revisión integral del fallo recurrido: debe asegurar la
posibilidad de un examen integral de la decisión recurrida . Por lo tanto,
debe permitir que se analicen las cuestiones fácticas, probatorias y
jurídicas en que se basa la sentencia impugnada, puesto que en la actividad
jurisdiccional existe una interdependencia entre las determinaciones
fácticas y la aplicación del derecho, de forma tal que una errónea
determinación de los hechos implica una errada o indebida aplicación del
derecho. Consecuentemente, las causales de procedencia del recurso
deben posibilitar un control amplio de los aspectos impugnados de la
sentencia condenatoria . De tal modo se podrá obtener la doble
conformidad judicial, pues la revisión íntegra del fallo condenatorio
permite confirmar el fundamento y otorga mayor credibilidad al acto
jurisdiccional del Estado, al paso que brinda mayor seguridad y tutela a los

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derechos del condenado . e) Recurso al alcance de toda persona
condenada: el derecho a recurrir del fallo no podría ser efectivo si no se
garantiza respecto de todo aquél que es condenado, ya que la condena es
la manifestación del ejercicio del poder punitivo del Estado. Debe ser
garantizado inclusive frente a quien es condenado mediante una sentencia
que revoca una decisión absolutoria . f) Recurso que respete las garantías
procesales mínimas: los regímenes recursivos deben respetar las garantías
procesales mínimas que, con arreglo al artículo 8 de la Convención,
resulten pertinentes y necesarias para resolver los agravios planteados por
el recurrente, sin que ello implique la necesidad de realizar un nuevo juicio
oral . Corresponde ahora analizar si el sistema recursivo del Código
Procesal Penal, tal como fue aplicado en el presente caso, se ajusta a las
exigencias del artículo 8.2.h de la Convención. Para ello no es necesario
pronunciarse sobre cada uno de los aspectos impugnados en los recursos
de nulidad, sino evaluar si el examen efectuado por los tribunales
superiores que resolvieron los recursos fue compatible con la exigencia de
eficacia del recurso que requiere la Convención Americana. Tampoco
corresponde pronunciarse sobre otros aspectos en los que el examen en
abstracto de las normas vigentes en Chile sobre recursos en el proceso
penal pudiera revelar alguna colisión con las garantías procesales mínimas
establecidas en la Convención Americana. [_] Sala Segunda no
realizó un examen integral de la decisión recurrida, ya que no analizó todas
las cuestiones fácticas, probatorias y jurídicas impugnadas en que se
basaba la sentencia condenatoria de los señores Norín Catrimán y Pichún
Paillalao. Ello indica que no tuvo en cuenta la interdependencia que existe
entre las determinaciones fácticas y la aplicación del derecho, de forma tal
que una errónea determinación de los hechos implica una errada o
indebida aplicación del derecho. En consecuencia, el recurso de nulidad de
que dispusieron los señores Norín Catrimán y Pichún Paillalao no se ajustó
a los requisitos básicos necesarios para cumplir con el artículo 8.2.h de la
Convención Americana, de modo que se violó su derecho a recurrir del fallo
condenatorio. [_] este Tribunal subraya que el tribunal superior que
resuelve el recurso debe controlar, en virtud del recurso contra el fallo
condenatorio y para no hacer ilusorio el derecho a ser oído en condiciones
de igualdad, que el tribunal inferior cumpla con su deber de exponer una
valoración que tenga en cuenta tanto la prueba de cargo como de
descargo. Aún si el tribunal inferior optara por valorar la prueba de manera
conjunta, tiene el deber de exponer claramente en qué puntos existen
coincidencias y en cuáles contradicciones en la misma, así como ocuparse
de las objeciones que la defensa hiciere sobre puntos o aspectos concretos
de esos medios de prueba. Esos aspectos planteados por la defensa en el
recurso contra la condena no fueron suficientemente resueltos por parte
del tribunal superior en el presente caso. En cuanto a si la causal de nulidad
establecida en el literal e) del artículo 374 del Código Procesal Penal es
conforme con el criterio de eficacia del recurso a que tiene derecho todo
condenado en virtud del artículo 8.2.h de la Convención, la Corte advierte
que los peritajes que obran en el expediente sobre el alcance de esa causal
llegan a conclusiones contrarias . Es posible constatar que dicha causal
otorga la posibilidad de impugnar el fallo cuando en la sentencia no se
observen los requisitos que el artículo 342 de ese mismo código le impone
al juez, entre los cuales se encuentra aquél de hacer una "exposición clara,
lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren
por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y [el] de

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la valoración de los medios de prueba que fundamentaren dichas
conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297” (supra párr.
272). El artículo 297 del Código Procesal Penal, a su vez, fija como criterios
de apreciación de la prueba "los principios de la lógica, las máximas de la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados”, establece la
obligación de "hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba
producida, incluso de aquella que hubie[se] desestimado, indicando en tal
caso las razones que hubiere tenido en cuenta para hacerlo” e impone "el
señalamiento del o de los medios de prueba mediante los cuales se dieren
por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por
probados” y que "es[a] fundamentación deberá permitir la reproducción
del razonamiento utilizado para alcanzar las concusiones a que llegare la
sentencia” (supra párr. 272). La Corte advierte que el texto del artículo
374.e) del Código Procesal Penal establece una causal de nulidad absoluta
con base en los deberes de motivación y valoración probatoria
consagrados en esa misma normativa procesal. Además de lo anterior, le
consta a este Tribunal que de acuerdo al artículo 381 del Código Procesal
Penal, al tribunal superior que resuelve el recurso se le debe remitir no sólo
la sentencia recurrida y el escrito de interposición del recurso, sino también
las actuaciones determinadas impugnadas o el registro de la audiencia del
juicio oral (supra párr. 272) que, según el perito Fuentes Maureira, se
corresponde con los audios de la audiencia pública. En ese sentido, la
causal del artículo 374.e de ese código permite que el recurrente
interponga argumentos que no sólo se refieran a la rectitud interna de la
fundamentación del fallo condenatorio y su apreciación de la prueba, sino
que también posibilita que se ofrezca como parámetro para sustentar esos
argumentos aquellas actuaciones y pruebas rendidas en el juicio oral que,
según estime el recurrente, fueron indebidamente valorados y sus
conclusiones indebidamente fundamentadas en la sentencia condenatoria.
En cuanto a la posición sostenida por las partes relativa a la interpretación
que tribunales nacionales habrían dado a la causal de nulidad absoluta del
artículo 374.e) del Código Procesal Penal, los extractos de sentencias
citados por el Estado demuestran que en esos casos el tribunal superior
hizo un análisis que supera cuestiones estrictamente jurídicas en relación
con la valoración de la prueba y que, al contrario, involucran un examen
que contrasta el acervo probatorio del caso con la valoración y
consecuencias jurídicas que el tribunal inferior hizo del mismo. Al respecto,
la Corte nota que se trata de sentencias recientes de los años 2009, 2012 y
2013. La Corte advierte que, a su vez, los representantes llamaron la
atención respecto de la existencia de otros fallos internos en los que el
alcance de la referida causal de nulidad es restrictivo sobre este punto y
afirman la imposibilidad de analizar cuestiones relativas a la fijación de los
hechos en el juicio oral. Estas decisiones datan de los años 2010, 2011 y
2012. En esas sentencias se sostuvo una interpretación que reduce el
ámbito de revisión a cuestiones eminentemente relativas a la debida
aplicación de las reglas del derecho probatorio. La Corte considera que los
elementos aportados no son suficientes para concluir que la causal del
artículo 374.e) del Código Procesal Penal no cumple con el estándar de
recurso eficaz garantizado en el artículo 8.2.h de la Convención en lo que
respecta a su amplitud para comprender la impugnación de cuestiones
fácticas por medio de argumentaciones referidas al juicio probatorio
realizado por el tribunal inferior. Tomando en cuenta que existen mutuas
implicaciones entre las dimensiones fáctica, probatoria y jurídica de la

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sentencia penal (supra párr. 270.d), la Corte considera que, no siendo una
conclusión derivable del texto de la causal referida, no ha sido probado que
bajo la misma no sea posible impugnar cuestiones relativas a la base
fáctica del fallo por medio del examen del juicio probatorio del mismo. Por
lo tanto, la Corte concluye que en el presente caso el Estado no violó el
deber de adoptar disposiciones de derecho interno, establecido en el
artículo 2 de la Convención Americana, en relación con el derecho de
recurrir del fallo consagrado en el artículo 8.2.h de la misma, en perjuicio
de las ocho presuntas víctimas del presente caso. No obstante, esta Corte
insiste en que la interpretación que los tribunales internos realicen de la
referida causal debe asegurar que se garanticen el contenido y criterios
desarrollados por este Tribunal respecto del derecho a recurrir el fallo
(supra párr. 270). El Tribunal reitera que las causales de procedencia del
recurso asegurado por el artículo 8.2.h) de la Convención deben posibilitar
que se impugnen cuestiones con incidencia en el aspecto fáctico del fallo
condenatorio ya que el recurso debe permitir un control amplio de los
aspectos impugnados, lo que requiere que se pueda analizar cuestiones
fácticas, probatorias y jurídicas en las que está fundada la sentencia
condenatoria. Corte IDH. Caso Zegarra Marín Vs. Perú. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 15 de febrero de
2017. Serie C No. 331. La Corte se ha referido en su jurisprudencia
constante sobre el alcance y contenido del artículo 8.2 (h) de la
Convención, así como a los estándares que deben ser observados para
asegurar la garantía del derecho a recurrir el fallo ante juez o tribunal
superior . En este sentido, el Tribunal ha entendido que dicho derecho
consiste en una garantía mínima y primordial que "se debe respetar en el
marco del debido proceso legal, en aras de permitir que una sentencia
adversa pueda ser revisada por un juez o tribunal distinto y de superior
jerarquía [.]"243. Teniendo en cuenta que las garantías judiciales buscan que
quien esté incurso en un proceso no sea sometido a decisiones arbitrarias,
la Corte interpreta que el derecho a recurrir el fallo no podría ser efectivo si
no se garantiza respecto de todo aquél que es condenado , ya que la
condena es la manifestación del ejercicio del poder punitivo del Estado . La
Corte ha considerado el derecho a recurrir el fallo como una de las
garantías mínimas que tiene toda persona que es sometida a una
investigación y proceso penal . En razón de lo anterior, la Corte ha sido
enfática al señalar que el derecho a impugnar el fallo tiene como objetivo
principal proteger el derecho de defensa, puesto que otorga la oportunidad
de interponer un recurso para evitar que quede firme una decisión judicial
en el evento que haya sido adoptada en un procedimiento viciado y que
contenga errores o malas interpretaciones que ocasionarían un perjuicio
indebido a los intereses del justiciable, lo que supone que el recurso deba
ser garantizado antes de que la sentencia adquiera calidad de cosa
juzgada. Este derecho permite corregir errores o injusticias que puedan
haberse cometido en las decisiones de primera instancia, por lo que genera
una doble conformidad judicial, otorga mayor credibilidad al acto
jurisdiccional del Estado y brinda mayor seguridad y tutela a los derechos
del condenado. En concordancia con lo anterior, a efectos que exista una
doble conformidad judicial, la Corte ha indicado que lo importante es que
el recurso garantice la posibilidad de un examen integral de la sentencia
recurrida . Además, el Tribunal ha sostenido que el artículo 8.2 (h) de la
Convención se refiere a un recurso ordinario accesible y eficaz, es decir que
no debe requerir mayores complejidades que tornen ilusorio este derecho.

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En ese sentido, las formalidades requeridas para que el recurso sea
admitido deben ser mínimas y no deben constituir un obstáculo para que el
recurso cumpla con su fin de examinar y resolver los agravios sustentados
por el recurrente, es decir que debe procurar resultados o respuestas al fin
para el cual fue concebido. "Debe entenderse que, independientemente
del régimen o sistema recursivo que adopten los Estados Partes y de la
denominación que den al medio de impugnación de la sentencia
condenatoria, para que éste sea eficaz debe constituir un medio adecuado
para procurar la corrección de una condena errónea [.].
Consecuentemente, las causales de procedencia del recurso deben
posibilitar un control amplio de los aspectos impugnados de la sentencia
condenatoria" En este sentido, en aras de resolver las cuestiones
planteadas por el recurrente, resultaba necesario que la Primera Sala de la
Corte Suprema hiciera referencia a las impugnaciones del señor Zegarra
Marín, y se pronunciara sobre las principales cuestiones planteadas. Lo
anterior a fin de garantizar la posibilidad de un examen integral de la
sentencia recurrida, a la luz de las características de la doble conformidad
(supra, párr. 171). Al respecto, la Corte recuerda que el recurso efectivo
implica que el análisis por la autoridad competente de un recurso judicial
no puede reducirse a una mera formalidad, sino que debe examinar las
razones invocadas por el demandante y manifestarse expresamente sobre
ellas. Otras garantáis: derecho asistencia consular. Corte IDH. El Derecho
a la Información sobre la Asistencia Consular en el Marco de las Garantías
del Debido Proceso Legal. Opinión Consultiva OC-16/99 de 1 de octubre de
1999. Serie A No. 16, párr. 124. Si el Estado que envía decide brindar su
auxilio, en ejercicio de los derechos que le confiere el artículo 36 de la
Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, podrá asistir al
detenido en diversos actos de defensa, como el otorgamiento o
contratación de patrocinio letrado, la obtención de pruebas en el país de
origen, la verificación de las condiciones en que se ejerce la asistencia legal
y la observación de la situación que guarda el procesado mientras se halla
en prisión. En el mismo sentido: Caso Bulacio Vs. Argentina. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 18 de Septiembre de 2003. Serie C
No. 100245, párr. 130; Caso Tibi Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de septiembre de 2004.
Serie C No. 114, párr. 112; Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie C No. 129,
párr. 125; Caso Bueno Alves Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No. 164, párr. 116;
Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de
noviembre de 2007. Serie C No. 170, párr. 164; Caso Vélez Loor Vs.
Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de noviembre de 2010 Serie C No. 218, párr. 154. En el
caso al que se refiere la presente Opinión Consultiva, ha de tomarse en
cuenta la situación real que guardan los extranjeros que se ven sujetos a un
procedimiento penal, del que dependen sus bienes jurídicos más valiosos y,
eventualmente, su vida misma. Es evidente que, en tales circunstancias, la
notificación del derecho a comunicarse con el representante consular de su
país, contribuirá a mejorar considerablemente sus posibilidades de defensa
y a que los actos procesales en los que interviene - y entre ellos los
correspondientes a diligencias de policía - se realicen con mayor apego a la
ley y respeto a la dignidad de las personas. En tal virtud, la Corte estima

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que el derecho individual que se analiza en esta Opinión Consultiva debe
ser reconocido y considerado en el marco de las garantías mínimas para
brindar a los extranjeros la oportunidad de preparar adecuadamente su
defensa y contar con un juicio justo. La incorporación de este derecho en la
Convención de Viena sobre Relaciones Consulares -y el contexto de las
discusiones respectivas, durante su redacción- , demuestran un
reconocimiento uniforme de que el derecho a la información sobre la
asistencia consular constituye un medio para la defensa del inculpado, que
repercute - y en ocasiones decisivamente- en el respeto de sus otros
derechos procesales. En otros términos, el derecho individual de
información establecido en el artículo 36.1.b) de la Convención de Viena
sobre Relaciones Consulares permite que adquiera eficacia, en los casos
concretos, el derecho al debido proceso legal consagrado en el artículo 14
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y que este precepto
establece garantías mínimas susceptibles de expansión a la luz de otros
instrumentos internacionales como la Convención de Viena sobre
Relaciones Consulares, que amplían el horizonte de la protección de los
justiciables. Corte IDH. Caso Vélez Loor Vs. Panamá. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre
de 2010. Serie C No. 218. El Tribunal pasa, seguidamente, a determinar si
el Estado informó al señor Vélez Loor del derecho que le asistía. Del
expediente obrante ante la Corte no se desprende elemento probatorio
alguno que demuestre que el Estado haya notificado al señor Vélez Loor,
como detenido extranjero, su derecho a comunicarse con un funcionario
consular de su país, a fin de procurar la asistencia reconocida en el artículo
36.1.b de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares. La Corte
considera que correspondía al Estado demostrar que en el presente caso
cumplió con la obligación de notificar al señor Vélez Loor el derecho a la
asistencia consular que asiste a todo extranjero detenido y no sólo a la
Embajada de Ecuador. Sobre esto, es importante resaltar que la
Convención de Viena pone la decisión de ser o no visitado por el
funcionario consular en manos del detenido . Ahora bien, todas las partes
coinciden en que en algún momento se informó a las autoridades
consulares de Ecuador que el señor Vélez Loor se encontraba bajo custodia
del Estado panameño (supra párrs. 149 y 150), pero subsiste la controversia
respecto de cuándo fue la fecha en que fue hecha esta notificación al
consulado. La prueba proporcionada no ha sido conteste en cuanto a la
fecha y el modo en que se puso en conocimiento del Consulado del
Ecuador en Panamá que el señor Vélez Loor se encontraba bajo la custodia
estatal . Lo cierto es que al 5 de diciembre de 2002 la misión consular
ecuatoriana ya había iniciado gestiones para obtener la deportación del
señor Vélez Loor . Al respecto, el señor Vélez Loor declaró que durante el
tiempo que estuvo recluido en la Cárcel Pública de La Palma se entrevistó
con funcionarios de inmigración, sin embargo, manifestó que "nunca
tuv[o] conocimiento" de las gestiones que estaba realizando en diciembre
de 2002 el Consulado ecuatoriano en su favor. Asimismo, refirió que
"nunca sup[o] cómo sucede la deportación" y que "no s[abe] cuáles hayan
sido las gestiones" Es pertinente recordar que el derecho de un detenido
extranjero a solicitar la ayuda del consulado de su país ha sido considerado
como un componente de las "garantías mínimas para brindar a los
extranjeros la oportunidad de preparar adecuadamente su defensa" 248. Es
así que la Corte ha destacado varios actos relacionados con la defensa en
los que el cónsul puede asistir al detenido (supra párr. 154) y su importancia

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para garantizar el cumplimiento del derecho a "ser asistido por un
defensor" bajo el artículo 8.2.d) de la Convención. De modo tal que "[l]a
inobservancia u obstrucción de[l] derecho [del detenido] a la información
afecta las garantías judiciales", y puede resultar en una violación de las
mismas. En cuanto al acceso efectivo a la comunicación consular, la
Convención de Viena dispone que al detenido se le debe permitir: 1)
comunicarse libremente con los funcionarios consulares; y 2) recibir visitas
de ellos . Según este instrumento, "los funcionarios consulares tendrán
derecho a visitar al nacional del Estado [y] a organizar su defensa ante los
tribunales". Es decir, el Estado receptor no debe obstruir la actuación del
funcionario consular de brindar servicios legales al detenido. Asimismo, el
detenido tiene el derecho a la asistencia misma, lo cual impone al Estado
del cual el detenido es nacional el deber de proteger los derechos de sus
nacionales en el extranjero brindando protección consular. Las visitas de
los funcionarios consulares deberían ser con miras a proveer la "protección
de los intereses” del detenido nacional, particularmente los asociados con
"su defensa ante los tribunales” 251. De esta manera, el derecho a la visita
consular presenta un potencial para garantizar y dar efectividad a los
derechos a la libertad personal, la integridad personal y la defensa. La
Corte observa que, si bien el señor Vélez Loor tuvo comprobada
comunicación con funcionarios consulares de Ecuador en el Estado de
Panamá , el procedimiento administrativo que duró del 12 de noviembre al
6 de diciembre de 2002, y que culminó con la resolución que le impuso una
sanción de privación de la libertad, no le proporcionó la posibilidad de
ejercer el derecho de defensa, audiencia ni del contradictorio, ni mucho
menos garantizaba que dicho derecho pudiera ejercerse en términos reales
(supra párr. 144). Es decir, si bien el señor Vélez Loor recibió visitas por
parte de los funcionarios consulares en el Centro Penitenciario La Joyita
con posterioridad a la imposición de la sanción , en las cuales se le
entregaron útiles de aseo personal, dinero en efectivo y medicinas y se
solicitó la intervención de médicos que verificasen su salud, no pudo
ejercer su derecho a la defensa con la asistencia consular ya que el
procedimiento administrativo sancionatorio no permitió materializarla
como parte del debido proceso legal, pues se decidió sin que la parte fuese
oída.
Otras garantías: principio de coherencia o de correlación entre
acusación y sentencia. Corte IDH. Caso Fermín Ramírez Vs. Guatemala.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de junio de 2005. Serie C
No. 126. Uno de los principales argumentos vertidos por la Comisión y los
representantes para sostener que el Estado violó el artículo 8 de la
Convención es la inobservancia de la mencionada correlación entre la
acusación y la sentencia. La incongruencia se produjo cuando el Tribunal
de Sentencia cambió la calificación jurídica del delito y dio por establecidos
hechos y circunstancias nuevas, que no fueron considerados en la
acusación ni en el auto de apertura a juicio, a saber: la causa de la muerte
de la menor de edad y las circunstancias que en opinión del Tribunal de
Sentencia demostraban la mayor peligrosidad del señor Fermín Ramírez.
La Convención no acoge un sistema procesal penal en particular. Deja a los
Estados en libertad para determinar el que consideren preferible, siempre
que respeten las garantías establecidas en la propia Convención, en el
derecho interno, en otros tratados internacionales aplicables, en las
normas consuetudinarias y en las disposiciones imperativas de derecho
internacional. Al determinar el alcance de las garantías contenidas en el

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artículo 8.2 de la Convención, la Corte debe considerar el papel de la
"acusación” en el debido proceso penal vis-á-vis el derecho de defensa. La
descripción material de la conducta imputada contiene los datos fácticos
recogidos en la acusación, que constituyen la referencia indispensable para
el ejercicio de la defensa del imputado y la consecuente consideración del
juzgador en la sentencia. De ahí que el imputado tenga derecho a conocer,
a través de una descripción clara, detallada y precisa, los hechos que se le
imputan. La calificación jurídica de éstos puede ser modificada durante el
proceso por el órgano acusador o por el juzgador, sin que ello atente contra
el derecho de defensa, cuando se mantengan sin variación los hechos
mismos y se observen las garantías procesales previstas en la ley para
llevar a cabo la nueva calificación. El llamado "principio de coherencia o de
correlación entre acusación y sentencia” implica que la sentencia puede
versar únicamente sobre hechos o circunstancias contemplados en la
acusación. Por constituir el principio de coherencia o correlación un
corolario indispensable del derecho de defensa, la Corte considera que
aquél constituye una garantía fundamental del debido proceso en materia
penal, que los Estados deben observar en cumplimiento de las obligaciones
previstas en los incisos b) y c) del artículo 8.2 de la Convención. En el caso
Pélissier y Sassi vs. Francia, la Corte Europea de Derechos Humanos
determinó que los peticionarios no tuvieron oportunidad para preparar su
defensa respecto del nuevo cargo que se les imputaba, ya que sólo a través
de la sentencia del tribunal de apelaciones se enteraron de la recalificación
de los hechos. En particular, estimó que el cambio acogido en la sentencia
alteraba los términos de la acusación inicial. Al respecto, hizo las siguientes
consideraciones: [_] La Corte observa que los preceptos del tercer párrafo,
inciso a), del artículo 6 [de la Convención Europea de Protección de los
Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales] apuntan a la
necesidad de brindar especial atención a la debida notificación de la
acusación al imputado. Las particularidades del delito juegan un rol crucial
en el proceso penal, desde que el momento de la comunicación de aquéllas
es cuando el sospechoso es formalmente puesto en conocimiento de la
base fáctica y legal de los cargos formulados en su contra (ver Kamasinki
vs Austria, sentencia de 19 de diciembre de 1989, Serie A, No. 168, pp. 36-
37, párr. 79). El artículo 6.3.a) de la Convención [Europea] reconoce al
imputado el derecho a ser informado no sólo de la causa de la acusación, es
decir, de los actos que supuestamente ha cometido y sobre los que se basa
la acusación, sino también de la calificación legal dada a esos actos. Dicha
información debe ser detallada, tal como correctamente sostuvo la
Comisión. [_] El alcance del precepto anterior debe ser determinado, en
particular, a la luz del derecho más general referente a un juicio justo,
garantizado por el artículo 6.1 de la Convención (ver, mutatis mutandis,
las siguientes sentencias: Deweer vs Bélgica, Sentencia de 27 de febrero
de 1980, Serie A, No. 35, pp. 30-31, párr. 56; Artico vs Italia, Sentencia de
13 de Mayo de 1980, Serie A, No. 37, p. 15, párr. 32; Goddi vs Italia,
Sentencia de 9 de abril de 1984, Serie A, No. 76, p. 11, párr. 28; y Colozza
vs. Italia, Sentencia de 12 de febrero de 1985, Serie A, No. 89, p. 14, párr.
26). La Corte considera que, en cuestiones penales, el precepto
concerniente a una información completa y detallada de los cargos
formulados contra el imputado y, consecuentemente, a la calificación legal
que el tribunal pueda adoptar al respecto, constituye un prerrequisito
esencial para asegurar que los procedimientos sean justos. [_]
Finalmente, respecto de la queja formulada bajo el artículo 6.3.b) de

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la Convención, la Corte considera que los sub-párrafos a) y b) del artículo
6.3 están conectados y que el derecho a ser informado sobre la naturaleza
y la causa de la acusación debe ser considerada a la luz del derecho del
imputado de preparar su defensa. En el presente caso, la imposición de la
pena de muerte por parte del Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad
y Delitos contra el Ambiente se basó en la aplicación del artículo 132 del
Código Penal de Guatemala, que tipifica y sanciona el asesinato. La
sentencia fue dictada luego de un debate oral y público, posterior a la
acusación formulada contra el señor Fermín Ramírez por el delito de
violación calificada, previsto en el artículo 175 del Código Penal y
sancionado con pena privativa de libertad de hasta 50 años de prisión. Esta
imputación sirvió de base para el inicio del juicio oral y público ante el
Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente.
Durante el primer día de debate, el Tribunal advirtió a las partes sobre la
posibilidad de cambiar la calificación jurídica del delito, pero no especificó
a qué delito pudiera dirigirse el cambio, lo cual no es irrelevante, en modo
alguno, para el ejercicio de la defensa y la decisión judicial sobre la sanción
aplicable. En sentencia de 6 de marzo de 1998, el Tribunal de Sentencia
Penal resolvió, invocando el artículo 388 del Código Procesal Penal, que
"del análisis de la prueba producida en el debate [_] el Tribunal estima que
el hecho delictivo imputado al procesado encuadra en la figura
contemplada en el artículo 132 del Código Penal, [_ p]or lo que, por
imperativo legal debe cambiarse la tipificación jurídica formulada en la
acusación y en el auto de la apertura de juicio, de violación calificada al
delito de asesinato”. En consecuencia, condenó al señor Fermín Ramírez a
la pena de muerte (supra párrs. 54.5 a 54.18). Al evacuar pruebas durante
el juicio oral es posible que se acredite la existencia de nuevos hechos o
circunstancias no previstos en la acusación. En tal hipótesis, el Ministerio
Público puede formular la "Acusación alternativa” o la "Ampliación de la
acusación”, mencionadas anteriormente (supra párr. 54.10 y 54.11), a fin
de promover la modificación del objeto del proceso. En el caso al que se
refiere esta sentencia ocurrieron ciertas inadvertencias y omisiones. Luego
de que la acusación formulada por el Ministerio Público calificó la acción
del imputado como violación agravada, el órgano acusador solicitó al
tribunal que cambiara esa calificación jurídica y condenara al imputado a la
pena de muerte, pero no ejerció la facultad de presentar una "Acusación
alternativa” o una "Ampliación de la acusación”, conforme a los artículos
333 y 373 del Código Procesal Penal guatemalteco, respectivamente (supra
párrs. 54.10, 54.11 y 71), sino se limitó a solicitar en sus conclusiones, al
final del debate, que se condenara al acusado por el delito de asesinato y se
le impusiera la pena de muerte. En su alegato de conclusión, la defensa no
se refirió a esa solicitud del Ministerio Público, sino pidió que se dictara
sentencia absolutoria, en virtud de que a su juicio existió una duda
razonable. Por su parte, el presidente del Tribunal de Sentencia no dispuso
"recibir una nueva declaración” del señor Fermín Ramírez, ni informó a las
partes que tenían "derecho a pedir la suspensión del debate para ofrecer
nuevas pruebas o para preparar su intervención”, lo cual debió haber
realizado de oficio según los términos de los artículos 373 y 374 del Código
Procesal Penal (supra párrs. 54.11 y 54.12). Correspondía al tribunal penal,
en todo caso, conducir el proceso de acuerdo con las garantías
consagradas en la legislación interna y en la Convención. El Tribunal de
Sentencia fundó su actuación en el artículo 374 del Código Procesal Penal,
que prevé la "advertencia de oficio” sobre una "modificación posible de la

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calificación jurídica”. Ahora bien, el presidente del Tribunal se limitó a
advertir a las partes que "en el momento oportuno” podía darse una
calificación jurídica distinta de la contemplada en la acusación y en el auto
de apertura a juicio, pero no especificó cual sería esa nueva calificación
legal, y mucho menos se refirió a la posibilidad de que el cambio de
calificación proviniera, en realidad, de una modificación en la base fáctica
del proceso y, en su hora, de la sentencia. El presidente del Tribunal de
Sentencia no ofreció al inculpado la oportunidad de rendir una nueva
declaración en relación con los últimos hechos que se le atribuyeron. Estas
omisiones privaron a la defensa de certeza acerca de los hechos imputados
(artículo 8.2.b) de la Convención) y, en consecuencia, representaron un
obstáculo para preparar adecuadamente la defensa, en los términos del
artículo 8.2.c) de la Convención. El párrafo segundo del artículo 388 del
Código Procesal Penal guatemalteco establece que "en la sentencia, el
tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquella de la
acusación o de la del auto de apertura del juicio, o imponer penas mayores
o menores que la pedida por el Ministerio Público”. Esta facultad,
consecuente con el principio iura novit curia, debe ser entendida e
interpretada en armonía con el principio de congruencia y el derecho de
defensa. La necesaria congruencia entre la acusación y la eventual
sentencia justifica la suspensión del debate y el nuevo interrogatorio del
acusado, cuando se pretende cambiar la base fáctica de la acusación. Si
esto ocurre irregularmente, se lesiona el derecho a la defensa, en la
medida en que el imputado no ha podido ejercerlo sobre todos los hechos
que serán materia de la sentencia. Al respecto, la Corte observa que, en la
sentencia de 6 de marzo de 1998, el Tribunal de Sentencia no se limitó a
cambiar la calificación jurídica de los hechos imputados previamente, sino
modificó la base fáctica de la imputación, inobservando el principio de
congruencia. Se pasó de la calificación de Violación Agravada a la
calificación de Asesinato. No coincide la dirección del dolo en ambos
supuestos: en el primero, el animus es de mantener acceso carnal, del que
resulta la muerte del sujeto pasivo; en el segundo, es de matar, en alguna
de las formas o a través de alguno de los medios que la ley prevé a título de
agravantes. El Tribunal de Sentencia dio por demostrados hechos no
contenidos en la acusación: la muerte dolosa producida por "asfixia
mediante estrangulamiento” y la posibilidad del acceso carnal posterior a
la muerte. No podría entenderse que esto significa un simple cambio en la
calificación jurídica del delito, sino implica hechos diferentes de los que
constituyen Violación Agravada (artículo 175 del Código Penal). Así, se
modificó la base fáctica establecida en la acusación, sin que el señor
Fermín Ramírez pudiera ejercer defensa alguna al respecto. Esta
modificación sustancial trajo consigo la posibilidad de imponer, como
efectivamente se hizo, la pena capital. El respeto al conjunto de garantías
que informan el debido proceso y significan el límite a la regulación del
poder penal estatal en una sociedad democrática, se hace especialmente
infranqueable y riguroso cuando venga al caso la imposición de la pena de
muerte. En el presente caso, al haber desconocido las garantías del debido
proceso, en particular el derecho de defensa, el Estado transgredió las
reglas procesales de estricta y necesaria observancia en supuestos de
imposición de pena de muerte. En consecuencia, la condena del señor
Fermín Ramírez a la pena capital fue arbitraria por haber incumplido
limitaciones infranqueables para la imposición de dicha pena en los países
que aún la preservan Por todo lo anterior, la Corte estima que las faltas

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procesales en que incurrieron las autoridades judiciales implican violación
al artículo 8.2.b) y 8.2.c) de la Convención, en relación con el artículo 1.1 de
la misma.
Otras garantías: derecho a una evaluación sobre la salud mental en los
casos de pena de muerte. Al evaluar si el Estado respetó y garantizó el
derecho del señor DaCosta Cadogan a las garantías judiciales, el Tribunal
observa que esta obligación es más exigente y amplia en aquellos procesos
que puedan culminar en la pena de muerte . Esto se debe a que dicha pena
conlleva una privación del más fundamental de los derechos , el derecho a
la vida, con la consecuente imposibilidad de revertir la pena una vez que
ésta se ha llevado a cabo. De lo contrario, una violación del derecho a las
garantías judiciales del acusado en un caso de pena de muerte, tal como la
de no proveerle medios razonables y adecuados para su defensa, a la luz
del artículo 8.2.c y 8.2.f de la Convención, podría resultar en una privación
arbitraria del derecho a la vida reconocido en el artículo 4 de la misma
(supra párrs. 55 a 59). Es decir, la omisión del Estado de adoptar todas las
medidas necesarias para garantizar un debido proceso en un caso de pena
de muerte, indudablemente podría resultar en una injusticia grave e
irreversible, con el posible resultado de la ejecución de una persona, a la
que no se le brindaron sus garantías judiciales. En este sentido, el Tribunal
ha señalado en múltiples ocasiones que el objeto y propósito de la
Convención, como instrumento para la protección del ser humano,
requiere que el derecho a la vida sea interpretado y aplicado de manera
que sus salvaguardas sean verdaderamente prácticas y efectivas (effet
utile) . Por lo tanto, el análisis respecto de las garantías procesales que el
Estado debió proveer al señor DaCosta Cadogan, debe hacerse teniendo
en cuenta esta amplia protección que corresponde al derecho a la vida.
Teniendo esto en cuenta, el Tribunal observa que la salud mental del señor
DaCosta Cadogan nunca fue evaluada detalladamente durante el proceso
penal en su contra, a pesar de que se presentó prueba que indicaba que el
acusado había estado consumiendo una cantidad excesiva de alcohol el día
de los hechos, y que tenía la intención de realizar un robo con el propósito
de conseguir dinero para comprar más alcohol . Al respecto, resulta
pertinente destacar que las supuestas enfermedades mentales que los
representantes alegan padece o padeció el señor DaCosta Cadogan son la
dependencia al alcohol y un "trastorno de personalidad anti-social”, que
podrían haber permitido al señor DaCosta Cadogan sustentar una defensa
de atenuantes de responsabilidad (supra párras. 77 y 81). Sin embargo, no
se llevó a cabo una evaluación detallada respecto de su salud mental, ya
que la defensa del señor DaCosta Cadogan no la solicitó durante el juicio,
ni tampoco lo hizo el juez, a pesar de que éste instruyó al jurado que
determinara el estado mental del señor DaCosta Cadogan al momento del
delito. En este sentido, el juez indicó al jurado que debía determinar "si [_]
las acciones del acusado descritas en el caso corresponden al
comportamiento de un hombre que no ejercía control alguno sobre sus
acciones, o que se encontraba tan afectado por el consumo de drogas y
alcohol que no logró llegar a tener la intención de matar [_] o de causar [_]
un grave daño físico”. Consecuentemente, el juez instruyó al jurado que si
éste encontraba "que el acusado se encontraba tan afectado por el
consumo de alcohol y drogas de manera que no logró llegar a tener la
intención de matar o de causar un grave daño físico, [el jurado] debía
encontrarlo inocente del delito de homicidio, pero culpable del delito de
manslaughter". Adicionalmente, la Corte de Justicia del Caribe rechazó una

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solicitud que hubiera permitido al señor DaCosta Cadogan presentar
prueba adicional en este sentido . Según el Estado, el juez de primera
instancia no solicitó una evaluación psiquiátrica más detallada, ya que no
"encontró que hubiera prueba que le llevara a plantear la defensa de
atenuantes de responsabilidad por su propia cuenta, ni tampoco encontró
que existiera prueba de alguna incapacidad o impedimento mental". Al
respecto, este Tribunal estima que para establecer la responsabilidad penal
de un acusado, resulta necesario determinar el efecto que podría tener una
enfermedad mental sobre el sujeto al momento de cometer el delito, lo
cual va más allá de la determinación del estado de su salud mental durante
el transcurso del juicio. En el caso particular del señor DaCosta Cadogan, la
determinación del efecto que pudo tener una supuesta enfermedad mental
en él al momento del delito era relevante en tanto podría haberle
permitido alegar una defensa de atenuantes de responsabilidad . Al
respecto, la Corte observa que los "trastornos de personalidad anti-social"
y dependencia de alcohol, que se alega sufría el señor DaCosta Cadogan,
no son necesariamente evidentes a primera vista, y requieren usualmente
de la determinación de un profesional en salud mental, particularmente
para diferenciar entre una situación de embriaguez común y una
enfermedad relacionada con la dependencia de una sustancia. La
diferencia entre una determinación u otra, en un caso de pena de muerte,
particularmente de pena de muerte obligatoria, podría significar para el
acusado la diferencia entre la vida y la muerte. No obstante que el
ordenamiento jurídico interno permitía al juez solicitar la opinión de un
experto para tales efectos, ésta nunca fue ordenada en el proceso seguido
contra el señor DaCosta Cadogan. Es decir, el Estado omitió ordenar que
se llevara a cabo una evaluación psiquiátrica con el propósito de
determinar, inter alia, la existencia de una posible dependencia al alcohol u
otros "trastornos de personalidad", que pudieron haber afectado al señor
DaCosta Cadogan al momento del delito, y tampoco aseguró que el señor
DaCosta Cadogan y su abogado tuvieran conciencia sobre la disponibilidad
de una evaluación gratuita, voluntaria y detallada de su salud mental, con
el fin de preparar su defensa en el juicio. El hecho de que el Estado no
informó al señor DaCosta Cadogan o a su abogado, al inicio del proceso
penal, de su derecho a obtener dicha evaluación, pudo haber resultado en
la exclusión de pruebas relevantes para la preparación de una defensa
adecuada en el juicio. Consecuentemente, la supuesta condición mental
del señor DaCosta Cadogan al momento de los hechos nunca fue
completamente evaluada por un profesional en la salud mental, para la
preparación de su defensa, en un caso donde la muerte era la única
sentencia posible. A diferencia de otros procesos penales, en los que esta
actitud pasiva del Estado con respecto a la disponibilidad de evaluaciones
psiquiátricas resultaría admisible, el caso del señor DaCosta Cadogan
resulta diferente por varias razones. Primero, se trataba de un proceso
sujeto a la imposición obligatoria de la pena de muerte que como se señaló
anteriormente, exige la más amplia y estricta observación de las garantías
procesales. Segundo, la situación particular del acusado al momento del
delito razonablemente ameritaba al menos, una indagación respecto a una
posible situación de dependencia al alcohol o algún "trastorno de
personalidad", especialmente teniendo en cuenta que el juez planteó ante
el jurado el asunto del efecto que pudo haber causado el consumo de
alcohol y drogas en el estado mental del acusado. Tercero, teniendo en
cuenta que fue el propio Estado el que designó a un abogado defensor a

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favor del señor DaCosta Cadogan, correspondía al juez adoptar una
posición más activa para asegurar que se adoptaran todas las medidas
necesarias para velar por el respeto de las garantías judiciales. Cuarto, el
señor DaCosta Cadogan solicitó en el proceso de apelación la posibilidad
de presentar una evaluación más detallada respecto de su supuesto
trastorno de personalidad y dependencia al alcohol, sin que ello le fuera
permitido.
Exigencias reforzadas en procesos vinculados con pena de muerte.
Corte IDH. Caso Fermín Ramírez Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 20 de junio de 2005. Serie C No. 126. El respeto al
conjunto de garantías que informan el debido proceso y significan el límite
a la regulación del poder penal estatal en una sociedad democrática, se
hace especialmente infranqueable y riguroso cuando venga al caso la
imposición de la pena de muerte. Corte IDH. Caso Dacosta Cadogan Vs.
Barbados. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de septiembre de 2009. Serie C No. 204. Al respecto, la
Corte recuerda que debido a la naturaleza excepcionalmente seria e
irreversible de la pena de muerte, su imposición o aplicación está sujeta a
ciertos requisitos procesales, que limitan el poder punitivo del Estado y
cuyo cumplimiento debe ser estrictamente observado y revisado. En este
sentido, el Tribunal observa que el artículo 8.1 de la Convención establece
que "en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra
[una persona]", se deben proveer las "debidas garantías[,] dentro de un
plazo razonable". Los términos en que está redactado este artículo indican
claramente que el sujeto del derecho es el acusado, quien podrá exigir el
respeto de todas las referidas "debidas garantías" propias de un "debido
proceso", las cuales podrán ser determinadas por el tribunal atendiendo a
las particularidades de cada caso concreto. Es decir, todo juez tiene la
obligación de asegurar que los procesos se lleven a cabo con el debido
respeto de aquellas garantías judiciales, que sean necesarias para asegurar
un juicio justo. De esta manera, el artículo 8.2 de dicho instrumento precisa
cuáles constituyen las "garantías mínimas" a las que toda persona tiene
derecho durante el proceso, en plena igualdad. Específicamente, el artículo
8.2.c de la Convención exige que individuos puedan defenderse
adecuadamente contra cualquier acto del Estado que pudiera afectar sus
derechos. Asimismo, el artículo 8.2.f reconoce el derecho de los acusados a
interrogar a los testigos presentados contra ellos y aquéllos que declaran a
su favor, bajo las mismas condiciones que el Estado, con el fin de
defenderse. En todo caso, la Convención no impide que los Estados
adopten medidas adicionales a aquellas reconocidas en el artículo 8.2 de la
Convención con el propósito de garantizar un debido proceso. Al evaluar si
el Estado respetó y garantizó el derecho del señor DaCosta Cadogan a las
garantías judiciales, el Tribunal observa que esta obligación es más
exigente y amplia en aquellos procesos que puedan culminar en la pena de
muerte. Esto se debe a que dicha pena conlleva una privación del más
fundamental de los derechos, el derecho a la vida, con la consecuente
imposibilidad de revertir la pena una vez que ésta se ha llevado a cabo. De
lo contrario, una violación del derecho a las garantías judiciales del acusado
en un caso de pena de muerte, tal como la de no proveerle medios
razonables y adecuados para su defensa, a la luz del artículo 8.2.c y 8.2.f de
la Convención, podría resultar en una privación arbitraria del derecho a la
vida reconocido en el artículo 4 de la misma (supra párrs. 55 a 59). Es decir,
la omisión del Estado de adoptar todas las medidas necesarias para

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garantizar un debido proceso en un caso de pena de muerte,
indudablemente podría resultar en una injusticia grave e irreversible, con el
posible resultado de la ejecución de una persona, a la que no se le
brindaron sus garantías judiciales. En este sentido, el Tribunal ha señalado
en múltiples ocasiones que el objeto y propósito de la Convención, como
instrumento para la protección del ser humano, requiere que el derecho a
la vida sea interpretado y aplicado de manera que sus salvaguardas sean
verdaderamente prácticas y efectivas (effet utile). Por lo tanto, el análisis
respecto de las garantías procesales que el Estado debió proveer al señor
DaCosta Cadogan, debe hacerse teniendo en cuenta esta amplia
protección que corresponde al derecho a la vida.
No declarar contra sí mismo y prohibición de coacción en la confesión
(arts. 8.2.g) y 8.3). Corte IDH. Caso Castillo Petruzzi y otros Vs. Perú.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de mayo de 1999. Serie C
No. 52. La Corte consideró probado que durante la declaración instructiva
ante el Juez Instructor Militar Especial se exhortó a los inculpados a decir la
verdad. Sin embargo, no hay constancia de que esa exhortación implicara
la amenaza de pena u otra consecuencia jurídica adversa para el caso de
que el exhortado faltara a la verdad. Tampoco hay prueba de que se
hubiese requerido a los inculpados rendir juramento o formular promesa
de decir la verdad, lo cual contrariaría el principio de libertad de aquéllas
para declarar o abstenerse de hacerlo. Corte IDH. Caso Cantoral Benavides
Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C No. 69. Según
se ha expresado en esta misma sentencia (supra párr. 104), Luis Alberto
Cantoral Benavides fue sometido a torturas para doblegar su resistencia
psíquica y obligarlo a autoinculparse o a confesar determinadas conductas
delictivas. En el mismo sentido: Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs.
México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 26 de noviembre de 2010 Serie C No. 220, párr. 174. La Corte concluye,
en consecuencia, que el Estado violó, en perjuicio del señor Luis Alberto
Cantoral Benavides, los artículos 8.2.g) y 8.3 de la Convención Americana.
Corte IDH. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre
de 2010. Serie C No. 220. Al respecto, la Corte observa que la regla de
exclusión de pruebas obtenidas mediante la tortura o tratos crueles e
inhumanos (en adelante "regla de exclusión") ha sido reconocida por
diversos tratados y órganos internacionales de protección de derechos
humanos que han establecido que dicha regla es intrínseca a la prohibición
de tales actos. Al respecto, la Corte considera que esta regla ostenta un
carácter absoluto e inderogable. En este sentido, la Corte ha sostenido que
la anulación de los actos procesales derivados de la tortura o tratos crueles
constituye una medida efectiva para hacer cesar las consecuencias de una
violación a las garantías judiciales. Además, el Tribunal considera necesario
recalcar que la regla de exclusión no se aplica sólo a casos en los cuales se
haya cometido tortura o tratos crueles. Al respecto, el artículo 8.3 de la
Convención es claro al señalar que "[l]a confesión del inculpado solamente
es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza", es decir que no se
limita el supuesto de hecho a que se haya perpetrado un acto de tortura o
trato cruel, sino que se extiende a cualquier tipo de coacción. En efecto, al
comprobarse cualquier tipo de coacción capaz de quebrantar la expresión
espontánea de la voluntad de la persona, ello implica necesariamente la
obligación de excluir la evidencia respectiva del proceso judicial. Esta
anulación es un medio necesario para desincentivar el uso de cualquier

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modalidad de coacción. En el mismo sentido: Caso Herrera Espinoza y
otros Ks. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2016. Serie C No. 316, párr. 193.
Por otra parte, este Tribunal considera que las declaraciones obtenidas
mediante coacción no suelen ser veraces, ya que la persona intenta
aseverar lo necesario para lograr que los tratos crueles o la tortura cesen.
Por lo anterior, para el Tribunal, aceptar o dar valor probatorio a
declaraciones o confesiones obtenidas mediante coacción, que afecten a la
persona o a un tercero, constituye a su vez una infracción a un juicio justo.
Asimismo, el carácter absoluto de la regla de exclusión se ve reflejado en la
prohibición de otorgarle valor probatorio no sólo a la prueba obtenida
directamente mediante coacción, sino también a la evidencia que se
desprende de dicha acción. En consecuencia, la Corte considera que excluir
la prueba que haya sido encontrada o derivada de la información obtenida
mediante coacción, garantiza de manera adecuada la regla de exclusión.
La Corte observa que los tribunales que resolvieron sobre el presente caso
indicaron que: i) no se comprobó la existencia de malos tratos o tortura con
el fin de obtener la confesión de los señores Cabrera y Montiel; ii) si bien no
se demostró que las declaraciones ante el Ministerio Público fueran
inválidas por ser el resultado de un trato cruel, tortura o por la
incomunicación, los señores Cabrera y Montiel aceptaron ante el juez
competente el día 7 de mayo de 1999 varios de los delitos por los cuales
fueron condenados, razón por la cual su confesión sería válida, y iii) por lo
anterior, se le otorgó valor probatorio a las declaraciones realizadas dicho
día. No obstante, la Corte considera que al realizarse una comparación
entre los delitos aceptados por los señores Cabrera y Montiel durante las
tres declaraciones, y la sentencia final que los condenó, se puede concluir
que fueron sentenciados por los mismos delitos que confesaron durante la
declaración del 7 de mayo de 1999. En efecto, el señor Montiel Flores fue
condenado por el porte de arma de fuego, mientras que el señor Cabrera
García por el porte del rifle y el cargador. Para analizar la relación entre las
tres declaraciones, la Corte observa que el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos, en el caso Harutyunyan v. Armenia, indicó que en caso de existir
evidencia razonable de que una persona ha sido torturada o tratada de
manera cruel e inhumana, el hecho de que ratifique la confesión ante una
autoridad distinta a la que realizó la acción, no conlleva automáticamente
que dicha confesión sea válida. Lo anterior, debido a que la confesión
posterior puede ser la consecuencia del maltrato que padeció la persona y
específicamente, del miedo que subsiste después de este tipo de hechos.
La Corte comparte el criterio anteriormente descrito, y reitera que la
situación de indefensión y vulnerabilidad en la que se encuentran las
personas a quienes en el momento de ser detenidas se les somete a tratos
crueles, inhumanos y degradantes, con el objeto de suprimir su resistencia
psíquica y forzarla a autoinculparse, pueden producir sentimientos de
miedo, angustia e inferioridad capaz de humillar y devastar a una persona y
posiblemente quebrar su resistencia física y moral. Al respecto, la Corte ya
constató que los señores Cabrera y Montiel fueron objeto de tratos crueles
e inhumanos los días en que estuvieron detenidos en Pizotla sin ser
remitidos oportunamente ante una autoridad judicial competente (supra
párr. 134). De lo anterior, es posible concluir que los señores Cabrera y
Montiel fueron objeto de tratos crueles con el fin de doblegar su resistencia
psíquica y obligarlos a autoinculparse o a confesar determinadas conductas
delictivas. Los tratos crueles proyectaron sus efectos en las primeras

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declaraciones rendidas ante el Ministerio Público, así como a la declaración
de 7 de mayo de 1999. En consecuencia, el juez de instancia debió valorar
este hecho y no descartar de plano los alegatos presentados por las
víctimas. [_] Como mencionó anteriormente, este Tribunal reitera que la
carga probatoria de este tipo de hechos recae en el Estado (supra párr.
136), por lo que no es válido que se argumente que el denunciante no
probó plenamente su denuncia para descartarla. Por todo lo anteriormente
expuesto, la Corte concluye que los tribunales que conocieron la causa en
todas las etapas del proceso debieron excluir totalmente las declaraciones
ante el Ministerio Público y la confesión rendida el 7 de mayo de 1999, por
cuanto la existencia de tratos crueles e inhumanos inhabilitaba el uso
probatorio de dichas evidencias, de conformidad con los estándares
internacionales anteriormente expuestos. Por tanto, la Corte declara la
violación del artículo 8.3, en relación con el artículo 1.1 de la Convención
Americana, en perjuicio de los señores Cabrera y Montiel.
Ne bis in ídem (art. 8.4). Concepto y fundamento de la garantía. Corte
IDH. Caso Loayza Tamayo Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 17 de septiembre
de 1997. Serie C No. 33. En cuanto a la denuncia de la Comisión sobre
violación en perjuicio de la señora María Elena Loayza Tamayo de la
garantía judicial que prohíbe el doble enjuiciamiento, la Corte observa que
el principio de non bis in idem está contemplado en el artículo 8.4 de la
Convención en los siguientes términos: El inculpado absuelto por una
sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos
hechos. Este principio busca proteger los derechos de los individuos que
han sido procesados por determinados hechos para que no vuelvan a ser
enjuiciados por los mismos hechos. A diferencia de la fórmula utilizada por
otros instrumentos internacionales de protección de derechos humanos
(por ejemplo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las
Naciones Unidas, artículo 14.7, que se refiere al mismo "delito”), la
Convención Americana utiliza la expresión "los mismos hechos", que es un
término más amplio en beneficio de la víctima. En el mismo sentido: Caso
Lori Berenson Mejía Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 25 de noviembre de 2004. Serie C No. 119, párr. 199; Caso Mohamed
Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 noviembre de 2012 Serie C No. 255, párrs. 120 y 121; Caso
J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275, párr. 259. En el
caso presente, la Corte observa que la señora María Elena Loayza
Tamayo fue procesada en el fuero privativo militar por el delito de traición
a la patria que está estrechamente vinculado al delito de terrorismo, como
se deduce de una lectura comparativa del artículo 2, incisos a, b y c del
Decreto-Ley N° 25.659 (delito de traición a la patria) y de los artículos 2 y 4
del Decreto- Ley N° 25.475 (delito de terrorismo). Ambos decretos-leyes se
refieren a conductas no estrictamente delimitadas por lo que podrían ser
comprendidas indistintamente dentro de un delito como en otro, según los
criterios del Ministerio Público y de los jueces respectivos y, como en el
caso examinado, de la "propia Policía (DINCOTE)". Por lo tanto, los citados
decretos-leyes en este aspecto son incompatibles con el artículo 8.4 de la
Convención Americana. Corte IDH. Caso Cantoral Benavides Vs. Perú.
Fondo. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C No. 69. Observa la
Corte que, entre los elementos que conforman la situación regulada por el
artículo 8.4, se encuentra la realización de un primer juicio que culmina en
una sentencia firme de carácter absolutorio. De acuerdo con la demanda

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de la Comisión, ese primer juicio, en el presente caso, sería el constituido
por las actuaciones realizadas por la justicia penal militar en contra de Luis
Alberto Cantoral Benavides, en relación con el delito de traición a la patria.
En el mismo sentido: Caso Lori Berenson Mejía Vs. Perú. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2004. Serie C
No. 119, párr.202. En esta misma sentencia (supra párr. 114) se ha
pronunciado la Corte en el sentido de que la aplicación de la justicia penal
militar a civiles infringe las disposiciones relativas al juez competente,
independiente e imparcial (artículo 8.1 de la Convención Americana). Eso
es suficiente para determinar que las diligencias realizadas y las decisiones
adoptadas por las autoridades del fuero privativo militar en relación con
Luis Alberto Cantoral Benavides, no configuran el tipo de proceso que
correspondería a los presupuestos del artículo 8.4 de la Convención. En el
mismo sentido: Caso Lori Berenson Mejía Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2004. Serie C No. 119, párr.206.
Corte IDH. Caso Mohamed Vs. Argentina. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 noviembre de 2012. Serie C No.
255. La Corte reitera que el principio ne bis in idem, consagrado en el
artículo 8.4 de la Convención, se sustenta en la prohibición de un nuevo
juicio sobre los mismos hechos que han sido materia de la sentencia
dotada con autoridad de cosa juzgada. La Corte considera que el señor
Mohamed no fue sometido a dos juicios o procesos judiciales distintos
sustentados en los mismos hechos. Corte IDH. Caso del Tribunal
Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de
2013. Serie C No. 268, párr. 186. En el presente caso, la información de la
que dispone la Corte no permite concluir algo diferente a que la votación
realizada el 8 de diciembre de 2004 reabrió un juicio político que ya había
sido finalizado. En efecto, el 2 de diciembre de 2004 hubo una certificación
expresa emitida por la Secretaría del Congreso en la que se señaló que no
se habían aprobado y se habían declarado negadas las mociones de
censura. Por ello, es posible afirmar que, de acuerdo a la normatividad
interna, se había cumplido el presupuesto procesal para considerar que el
juicio político había finalizado. Posteriormente, se utilizó una convocatoria
a sesiones extraordinarias para reabrir la votación, a pesar de que ésta ya
se había realizado. En consecuencia, esta reapertura de votación implicó
un nuevo enjuiciamiento y la vulneración de la garantía de "ne bis in idem”.
Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275. Para que se
configure una violación del artículo 8.4 de la Convención Americana: (i) el
imputado debe haber sido absuelto; (ii) la absolución debe ser el resultado
de una sentencia firme, y (iii) el nuevo juicio debe estar fundado en los
mismos hechos que motivaron la sustanciación del primer juicio.
Excepciones. Corte IDH. Caso Carpio Nicolle y otros Vs. Guatemala.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre 2004. Serie
C No. 117. El desarrollo de la legislación y de la jurisprudencia
internacionales ha permitido el examen de la llamada "cosa juzgada
fraudulenta” que resulta de un juicio en el que no se han respetado las
reglas del debido proceso, o cuando los jueces no obraron con
independencia e imparcialidad. En el mismo sentido: Caso Nadege
Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo Reparaciones y
Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012. Serie C No. 251, párr.196.
Corte IDH. Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. Excepciones

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Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de
septiembre de 2006. Serie C No. 154. En lo que toca al principio ne bis in
idem, aún cuando es un derecho humano reconocido en el artículo 8.4 de
la Convención Americana, no es un derecho absoluto y, por tanto, no
resulta aplicable cuando: i) la actuación del tribunal que conoció el caso y
decidió sobreseer o absolver al responsable de una violación a los derechos
humanos o al derecho internacional obedeció al propósito de sustraer al
acusado de su responsabilidad penal; ii) el procedimiento no fue instruido
independiente o imparcialmente de conformidad con las debidas garantías
procesales, o iii) no hubo la intención real de someter al responsable a la
acción de la justicia. Una sentencia pronunciada en las circunstancias
indicadas produce una cosa juzgada "aparente” o "fraudulenta”. Por otro
lado, esta Corte considera que si aparecen nuevos hechos o pruebas que
puedan permitir la determinación de los responsables de violaciones a los
derechos humanos, y más aún, de los responsables de crímenes de lesa
humanidad, pueden ser reabiertas las investigaciones, incluso si existe un
sentencia absolutoria en calidad de cosa juzgada, puesto que las exigencias
de la justicia, los derechos de las víctimas y la letra y espíritu de la
Convención Americana desplaza la protección del ne bis in idem. En el
mismo sentido: Caso La Cantuta Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 29 de noviembre de 2006. Serie C No. 162, párr. 153; Caso
Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo Reparaciones
y Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012 Serie C No. 251, párr. 195;
Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie CNo. 275, párr. 267. Corte
IDH. Caso La Cantuta Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de noviembre de 2006. Serie C No. 162. Específicamente en relación
con la figura de la cosa juzgada, recientemente la Corte precisó que el
principio non bis in idem no resulta aplicable cuando el procedimiento que
culmina con el sobreseimiento de la causa o la absolución del responsable
de una violación a los derechos humanos, constitutiva de una infracción al
derecho internacional, ha sustraído al acusado de su responsabilidad penal,
o cuando el procedimiento no fue instruido independiente o
imparcialmente de conformidad con las debidas garantías procesales. Una
sentencia pronunciada en las circunstancias indicadas produce una cosa
juzgada "aparente” o "fraudulenta”. En el mismo sentido: En el mismo
sentido: Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012. Serie C No.
251, párr.195. En tal sentido, al presentar una denuncia contra presuntos
autores intelectuales de los hechos (supra párr. 80.82), en cuyo favor fue
dispuesto un sobreseimiento en el fuero militar, la Procuraduría Ad Hoc
estimó que es inadmisible considerar el auto de sobreseimiento emitido
por jueces militares, carentes de competencia e imparcialidad, y en el curso
de un proceso encaminado a cubrir con un manto de impunidad, como un
obstáculo legal a la promoción de la acción penal ni como sentencia firme,
por lo que no tendría calidad de cosa juzgada.

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4. GÉNERO, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA, PUEBLOS INDÍGENAS Y GRUPOS EN
SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
1. GÉNERO: El patriarcado es el régimen de dominación masculina que a lo
largo de la historia de la humanidad, articula de una manera desigual a las
sociedades en su funcionamiento. El sustento ideológico del patriarcado es
a dominación vertical y asimétrica de las relaciones sociales y tiene su
mayor expresión en la subyugación de las mujeres. Este sistema de
dominación ha impuesto sumisión a las mujeres en la esfera público-
privada. En las relaciones privadas las mujeres quedan relegadas a la
maternidad, lo que es interpretado por el grupo social en su conjunto como
la función reproductiva de la misma sociedad. En las relaciones maritales a
las mujeres se les somete al espacio doméstico prebenda histórica de la
estructura patriarcal, para asegurar la legitimidad de su prole. Esta
estructura mental se reviste de diferentes expresiones culturales, la cual es
aceptada tanto por hombres como por mujeres. En todas y cada una de
etas manifestaciones, las mujeres articulan dentro de la sociedad como un
ente reproductor, aceptando, en la mayoría de los casos esta relación
desigual. La imposición a través de la violencia por parte de las relaciones
patriarcales somete a la mujer al espacio doméstico y la anula per se de
cualquier posibilidad de participar en las instancias públicas, Este círculo de
negaciones se reviste de violencia psicológica, verbal y física y en el peor de
los casos puede devenir en la muerte. Desde la estructura privada se les
niega su vinculación a la esfera pública por lo que se vedan todas sus
capacidades intelectuales y quedan al margen de sus derechos y libertades
fundamentales. En contraposición con los hombres son seres para sí en el
mundo y quienes desarrollan trabajos valorizados y valorados. En la
apropiación masculina de la agricultura, fue el punto de partida que
redefinió y creo la diferenciación de las relaciones entre hombres y mujeres
y otorgó el predominio a los hombres por la fuerza física. La actividad
agrícola y la domesticación de animales, ambas actividades desarrolladas a
mayor escala, exigieron fuerza bruta del “del hombre”, quien se apropió no
solo de las actividades generadoras de alimento, sino también de la
riqueza por ellas producida, lo que hizo que el hombre deseara heredar
riqueza de sus rebaños y tierras a sus vástagos por lo que exigió fidelidad a
una mujer, para garantizar así la paternidad de sus hijos, porque
anteriormente la mujer era libre de tener los hombres que deseara y los
hijos que se reconocían como hermanos por línea materna.
Ante el impacto de las noticias relacionadas con la violencia contra las
mujeres que se incrementó a partir del año 2000 algunas parlamentarias
guatemaltecas y los grupos de mujeres organizados en la sociedad civil se
pronunciaron en contra de la ola de horrendos crímenes hacia este sector
de la población, donde surgen debates de la necesidad de identificar como

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un delito específico, la muerte violenta en contra de las mujeres. (Motivo
por el cual se aprobó ante el Congreso de la República de Guatemala la Ley
Contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer en el
campo penal el 08 de abril de 2008, la cual tipifica los asesinatos de
mujeres por causas de género).

a. EVOLUCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS


MUJERES: En la antigua Roma sólo se reconocía la existencia
de derechos a los hombres adultos que no fueran esclavos. Sólo
ellos tienen la condición de ciudadanos. Las mujeres, en
consecuencia, que no eran "sui iuris", sino "alieni Iuris" no eran
consideradas como tales. La afirmación y reivindicación de los
derechos de la mujer tiene un origen moderno, formando parte
de los planteamientos de la Revolución Francesa, como
consecuencia de la proclamación del principio de igualdad. Sin
embargo, la lucha efectiva por los derechos no tendrá lugar
hasta el siglo XIX. La evolución de los derechos de la mujer
durante el siglo XX y XXI ha sido notable. Durante mucho
tiempo la mujer sufrió de invisibilidad en los ámbitos de
decisión (político, social y económico), en muchos Estados y
también en Organizaciones Internacionales. La mirada
machista y la discriminación de género aún existen pero
afortunadamente cada día son más débiles. Los movimientos
de mujeres de la segunda mitad del siglo pasado, tuvieron
como base las reivindicaciones por el derecho al sufragio y la
igualdad de derechos con los hombres. La Comisión de la
Condición Jurídica y Social de la Mujer se reunió por primera vez
en Lake Success, Nueva York, en febrero de 1947, poco después
de la creación de las Naciones Unidas. En aquel momento, los
15 representantes gubernamentales que formaban la Comisión
eran mujeres. Desde su nacimiento, la Comisión contó con el
apoyo de una dependencia de las Naciones Unidas que más
tarde se convertiría en la División para el Adelanto de la Mujer,
dependiente de la Secretaría de las Naciones Unidas. La
Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer forjó una
estrecha relación con las organizaciones no gubernamentales;
aquellas reconocidas como entidades consultivas por el Consejo
Económico y Social eran invitadas a participar en las sesiones
de la Comisión en calidad de observadoras. Entre 1947 y 1962,
la Comisión se centró en establecer normas y formular
convenciones internacionales que cambiaran las leyes
discriminatorias y aumentaran la sensibilización mundial sobre
las cuestiones de la mujer. En sus aportaciones a la redacción de
la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Comisión
defendió con éxito la necesidad de suprimir las referencias a
“los hombres” como sinónimo de la humanidad, y logró
incorporar un lenguaje nuevo y más inclusivo. Dado que la
codificación de los derechos jurídicos de las mujeres debe
apoyarse en datos y análisis, la Comisión inició una evaluación
de la condición jurídica y social de la mujer a escala mundial. Se
llevó a cabo amplias investigaciones gracias a las cuales se
obtuvo un detallado panorama país por país de la situación
política y jurídica de las mujeres, que con el tiempo serviría de

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base para la redacción de los instrumentos de derechos
humanos. La Comisión elaboró las primeras convenciones
internacionales sobre los derechos de la mujer, como
la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer de 1953,
que fue el primer instrumento de derecho internacional en
reconocer y proteger los derechos políticos de las mujeres;
también fue la responsable de redactar los primeros acuerdos
internacionales sobre los derechos de la mujer en el
matrimonio, a saber, la Convención sobre la Nacionalidad de la
Mujer Casada de 1957 y la Convención sobre el consentimiento
para el matrimonio, la edad mínima para contraer matrimonio y
el registro de los matrimonios de 1962. Además, contribuyó al
trabajo de las oficinas de las Naciones Unidas, como
el Convenio relativo a la igualdad de remuneración entre la
mano de obra masculina y la mano de obra femenina por un
trabajo de igual valor de la Organización Internacional del
Trabajo (1951), que consagró el principio de igual salario por
trabajo igual. En 1963, los esfuerzos para consolidar las normas
relativas a los derechos de la mujer condujeron a la Asamblea
General de las Naciones Unidas a solicitar a la Comisión que
elaborara una Declaración sobre la eliminación de la
discriminación contra la mujer, que la Asamblea aprobó en
última instancia en 1967. A dicha declaración siguió en 1979
la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer (CEDAW), un instrumento
jurídicamente vinculante cuya redacción también corrió a cargo
de la Comisión. En 1999, el Protocolo Facultativo de la
Convención introdujo el derecho de presentar una demanda
para las mujeres víctimas de discriminación. A medida que en el
decenio de 1960 comenzaban a acumularse las pruebas que
demostraban que las mujeres se veían desproporcionadamente
afectadas por la pobreza, la Comisión concentró su trabajo en
las necesidades de las mujeres en las esferas del desarrollo
comunitario y rural, el trabajo agrícola, la planificación familiar
y los avances científicos y tecnológicos. La Comisión alentó al
sistema de las Naciones Unidas a ampliar su asistencia técnica
para acelerar el progreso de la mujer, especialmente en los
países en desarrollo. En 1972, coincidiendo con el 25º
aniversario de su creación, la Comisión recomendó que 1975
fuera declarado Año Internacional de la Mujer, una idea que
contó con la adhesión de la Asamblea General y cuyo objetivo
era llamar la atención sobre la igualdad entre mujeres y
hombres y sobre la contribución de aquellas al desarrollo y la
paz. Aquel año estuvo marcado por la celebración de la Primera
Conferencia Mundial sobre la Mujer en Ciudad de México, a la
que siguió en el periodo 1976-1985 el Decenio de las Naciones
Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz.
Posteriormente se celebraron más conferencias mundiales
en Copenhague (1980) y Nairobi (1985). También se crearon
nuevas oficinas de las Naciones Unidas dedicadas a las mujeres,
en particular el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas
para la Mujer (UNIFEM) y el Instituto Internacional de
Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer

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(INSTRAW). En 1987, en el marco del seguimiento de la Tercera
Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Nairobi, la
Comisión asumió el liderazgo de las labores de coordinación y
promoción del trabajo del sistema de las Naciones Unidas en
los asuntos económicos y sociales para el empoderamiento de
la mujer. Sus esfuerzos consiguieron elevar las cuestiones de
género a la categoría de temas transversales, dejando de ser
asuntos independientes. En ese mismo periodo, la Comisión
contribuyó a que, por primera vez, el problema de la violencia
contra las mujeres figurara en primer plano de los debates
internacionales. Esos esfuerzos cristalizaron en la Declaración
sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, aprobada
por la Asamblea General el 20 de diciembre de 1993. En 1994, la
Comisión de Derechos Humanos nombró una Relatora especial
sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias,
con el mandato de investigar e informar sobre todos los
aspectos de la violencia contra las mujeres. La Comisión sirvió
como órgano preparatorio para la Cuarta Conferencia Mundial
sobre la Mujer de 1995, en la que se aprobó la Declaración y
Plataforma de Acción de Beijing. Tras la Conferencia, la
Asamblea General dio a la Comisión el mandato de desempeñar
un papel central en la supervisión de la aplicación de la
Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y de asesorar al
Consejo Económico y Social en consecuencia. Como pedía la
Plataforma de Acción, se creó una nueva oficina de las Naciones
Unidas para la promoción de la igualdad de género: la Oficina
del Asesor Especial en Cuestiones de Género y Adelanto de la
Mujer. En 2011, las cuatro secciones del sistema de las Naciones
Unidas que se mencionan en esta página —la División para el
Adelanto de la Mujer, el Instituto Internacional de
Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer, la
Oficina del Asesor Especial en Cuestiones de Género y Adelanto
de la Mujer y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas
para la Mujer— se fusionaron, convirtiéndose en ONU Mujeres,
que hoy es la Secretaría de la Comisión de la Condición Jurídica
y Social de la Mujer.
Además de contemplar los derechos humanos, la Convención
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer aprobada en 1979 habla sobre "las libertades
fundamentales de la mujer en las esferas políticas, económica,
social, cultural y civil o cualquier otra". A su vez, aclara que las
mujeres tienen igualdad de derecho en educación, empleo,
atención médica, matrimonio y relaciones familiares. No hay
que pasar por alto que también "suprime todas las formas de
trata de mujeres y explotación en la prostitución de la mujer".

b. TEORÍA DE GÉNERO: Uno de los que marca un debate


terminológico y filosófico entorno al término género es Robert
Stoller, quien a finales de la década de los sesenta logra publicar el
libro ¨Sexo y género¨ donde hace una evidente separación del sexo
biológico del género social, lo que causa mucha polémica,
marcando una oposición o tensión al respecto. Alude que el sexo
apunta a los rasgos fisiológicos y biológicos de ser macho y hembra,

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el género a la construcción social de las diferencias sexuales. Así, el
sexo se hereda y el género se adquiere a través del aprendizaje
cultural. Esta distinción abre una brecha e inaugura un nuevo
camino para las reflexiones respecto a la constitución de las
identidades de hombres y mujeres. Es el feminismo como
movimiento intelectual quien se encarga de plasmar la evolución
filosófica y política en torno a esta discusión, el concepto género
marca la diferencia entre los sexos, designa tanto a los seres
humanos en su conjunto como su división en dos categorías
sexuadas. Se estaba haciendo necesario romper con la tradición
que, al decir de Freud: ¨… la anatomía es el destino…¨ y hacer una
distinción entre lo que depende de la naturaleza y lo que depende
de lo social en la relación entre los sexos, separando por supuesto el
hecho biológico de la construcción cultural. Ya entonces se podría
afirmar que el sexo no tenía que ver con el género, desligando estas
dos realidades. El concepto género va a marcar una dimensión
reflexiva, se convierte en el soporte de una filosofía y una liberación
ya posible. Entonces podríamos concordar con el criterio que tiene
al respecto Geneviene Friasse, filósofa e investigadora y, directora
de Investigaciones en el Centro Nacional de Investigaciones
Científicas de Francia (CNRS), quien expresó: ¨… la historicidad de
la diferencia entre los sexos podría ser el hilo conductor, la
historicidad no sólo como crítica de las representaciones
atemporales de los sexos sino también como localización de los
sexos en la máquina de la Historia…¨ Otro de los que incorpora el
concepto de género al análisis científico es el psicólogo Jhon
Money, quien por primera vez en 1951 usa el concepto género para
referirse al componente cultural, fundamentalmente la influencia
educativa, en la formación de la identidad sexual. Hace un estudio
de personas transexuales, lo que lo llevó a constatar que en la
educación de las personas se les pueden asignar papeles que no se
corresponden con el sexo biológico. Ello se convirtió
significativamente en un aporte para el conocimiento científico,
pues contribuyó a demostrar que la identidad sexual de las
personas (ser machos o hembras) no está determinado por el
componente biológico, cuestión que con posterioridad hace que se
reconozca al género dentro de la teoría feminista. Linda Nicholson
plantea: “no podemos separar lo social de lo psicológico, como
habremos de hacerlo si queremos utilizar lo último para explicar lo
primero.” Sherry Ortner lo explica a partir del vínculo que se
establece entre la actividad de gestación y lactancia de las mujeres
y la naturaleza, considerada en todas las sociedades por debajo de
la cultura o la sociedad. Entonces es cuando pregunta: ¿es la mujer
a la naturaleza lo que el hombre a la cultura…?, demostrando que el
status secundario de la mujer dentro de la sociedad constituye un
verdadero universal. Es a partir de todo este análisis teórico cuando
el género emerge como categoría de análisis, y por supuesto, ya
tiene sus implicaciones dentro de las ciencias sociales, pues ya sus
presupuestos teóricos dan respuesta a las diferencias, nos permiten
replantearnos la cuestión de que: ha supuesto un campo
epistemológico propio en el que convergen diversas disciplinas;
supuso la idea de la variabilidad: hombres y mujeres son
construcciones culturales, lo que hace que su definición varíe de

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una cultura a otra, por tanto no se puede hablar de la mujer y el
hombre; configura la idea relacional: alude a la construcción
sociocultural de las diferencias sexuales, es decir a la distinción
entre masculino y femenino y por tanto a la relación entre ellos;
emerge el principio de la multiplicidad de elementos que
constituyen la identidad del sujeto, identidad de género; ya que el
género se experimenta de acuerdo a la pertenencia (étnica, racial,
de clase, edad, etc.); emerge la idea del posicionamiento, es decir,
un análisis de género supone el estudio del contexto en el que se
dan las relaciones de género y la diversidad de posiciones que ellos
ocuparán; plantea el desafío de explorar las realidades más que
asumirlas; permite no solo conocer las realidades, sino que abre la
posibilidad al cambio. el género es el conjunto de características
sociales, culturales, políticas, psicológicas, jurídicas, económicas
asignadas a las personas en forma diferenciada de acuerdo al sexo.
El género está estrechamente vinculado tan al factor cultural como
al social; este último está referido a los aspectos socioeconómicos
que participan en los procesos de producción y reproducción de
género, tales como las diferencias salariales, que las mujeres sean
las máximas responsables de las tareas domésticas, las más
¨machacadas¨, desigual distribución de los roles domésticos,
desigual o diferente representación en los espacios de toma de
decisión; el primero comprende todo el simbolismo relacionado con
el ser mujer o ser hombre, presente en cada cultura y época
histórica. Podemos afirmar que la categoría de género es
multidimencional: tiene una dimensión biológica, una social, una
económica, una subjetiva y otra política. Las dimensiones biológica
y social reflejan las diferencias de nacer macho o hembra (sexo),
tales como prohibiciones, normativas, costumbres, todo un deber
ser. Ello se traduce en la cultura patriarcal y la subjetividad social,
generalizándolo a través de la familia, la escuela, las instituciones
laborales y las religiosas. Cómo se presenta lo femenino y lo
masculino, la representación de los roles tradicionales, cargados de
simbolismo (lo que se debe hacer y no se debe hacer). En la
dimensión económica se forman intereses diferenciales hacia las
profesiones y oficios, en el caso de las mujeres en trabajos de poco
esfuerzo físico, empleos que luego se masculinizaron. Las
diferencias salariales y mala remuneración. Ejemplo de ello es el
llamado trabajo informal, conocido también como cuenta propia,
como resultado de las crisis económicas las mujeres tienen que
trabajar aunque sus trabajos sean menos remunerados, acuden al
trabajo informal, es aquí cuando las niñas empiezan abandonar la
escuela para ayudar financieramente a sus madres (esto sucede con
mucha frecuencia en Latinoamérica).Esto es economía de
sobrevivencia y también de pobreza. Por su parte en la dimensión
subjetiva vemos como las feministas apelaron al psicoanálisis,
viendo el papel que tiene la subjetividad social como reproductora
del género. Todo lo que ocurre es el resultado de la subjetividad de
las personas. En cuanto a la dimensión política podemos decir que
la primera jerarquización es la de género: los hombres con mayor
peso que las mujeres. Ello ha sido un proceso histórico, se
construye desde que se nace en las relaciones de poder, es por ello
que a las mujeres les cuesta tanto llegar a la palestra política. Esto

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reafirma que el género como perspectiva tiene una visión crítica,
explicativa y alternativa a lo que acontece en el orden de género; es
una visión científica, analítica y política. Ello permite analizar y
comprender las características que definen a las mujeres y los
hombres de manera específica, así como sus semejanzas y
diferencias. Sí, nos muestra una visión diferente de un mismo
asunto y, ello lo logramos cuando generamos conciencia de género
y promovemos el cambio. Marcela Lagarde en una de sus
publicaciones (Género y feminismo) nos muestra que la perspectiva
de género tiene como único objetivo: el de contribuir a la
construcción subjetiva y social de una nueva configuración (de la
concepción del mundo) a partir de la re significación de la historia,
la sociedad, la cultura y la política, desde las mujeres y con las
mujeres. Señalando que el reconocimiento a la diversidad de
género y la diversidad de cada uno es el principio esencial de esa
perspectiva. Los componentes que conforman la subjetividad como
producto y como proceso reproductor del género son: el biológico
que plantea que lo recibimos está marcado por lo que somos
(machos y hembras), ello está presente en el desarrollo subjetivo, la
influencia que recibimos está determinada por lo que se espera que
seamos. El social como sistema de ideas compartidas entorno a un
objeto representacional, tiene una dimensión informativa que no se
fundamenta científicamente, funciona como orientadora de las
personas, de cómo incorporamos lo nuevo. Se trasmite de grupo a
grupo y de grupo a individuos como referente de interpretación de
lo que acontece. A este respecto Martínez Benlloch y Bonilla
plantea: “.....para la construcción de su identidad, los individuos a
pesar de los cambios generacionales, continúan utilizando modelos
generalizados [...] de tal forma que la construcción de los géneros
será al mismo tiempo, proceso y producto de su representación
social. La representación social del género incide en su construcción
en el plano subjetivo (individual) y la representación subjetiva del
género influye en su construcción social.” Esto nos permite
comprender que la identidad está dada como un sistema de
codificación que autorreferencia al sujeto, es la síntesis de un
proceso por el que las personas establecen la diferencia entre el yo
y la alteridad o los otros individuos, en lo que la diferencia sexual es
fundamental. Lo que permite replanearnos el yo (soy yo y no el
otro, como sistema de codificación). La identidad debe entenderse
como expresión de dinámicas de origen interno y externo del
sujeto. Ahora bien, se hace necesario hacer una clara diferenciación
en lo que respecta a la definición de identidad, como parte del sexo
y como parte del género. El primero se refiere a la elaboración
cognitiva que ambos sexos realizan partiendo de la toma de
conciencia de su propia imagen corporal, de su sexo morfológico, lo
que implica la autopercepción y convicción de la pertenencia a un
sexo determinado y la comprensión de lo que ello supone; es un
juicio de auto clasificación como hombre o mujer basada en
aquellos aspectos que a lo largo de la historia de la especie, han ido
incorporando culturalmente al hombre y a la mujer. El segundo es
resultado de un proceso evolutivo por el que se interiorizan las
expectativas y normas sociales relativas al dimorfismo sexual y
hace referencia al sentido psicológico del individuo de ser varón o

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mujer con los comportamientos sociales y psicológicos que la
sociedad designa como femeninos o masculinos.

c.PERPECTIVA DE GÉNERO: La integración general de la dimensión


de género (o mainstreaming de género) suele considerarse un
concepto innovador, que engloba muchas más cosas que la
«tradicional» política de igualdad de oportunidades. La Comisión
Europea adoptó el enfoque del mainstreaming [o transversalidad]
de género en 1996, no con el fin de sustituir la política de igualdad
de oportunidades, sino como complemento de la misma. Se trata,
por tanto, de un enfoque integrado: «La transversalidad de género
implica no limitar los esfuerzos de promoción de la igualdad a la
adopción de medidas específicas a favor de las mujeres, sino
movilizar todas las medidas y políticas generales específicas con el
propósito de lograr la igualdad, teniendo en cuenta de forma activa
y abierta en la etapa planificadora sus posibles efectos respecto a
las situaciones respectivas de hombres y mujeres (la perspectiva de
género). Ello supone estudiar de forma sistemática la dimensión de
la igualdad en todas las medidas y políticas y tener en cuenta esos
posibles efectos al definirlas y aplicarlas» De acuerdo con el
Consejo de Europa, el mainstreaming de género puede definirse
como «la organización (la reorganización), la mejora, el desarrollo y
la evaluación de los procesos políticos, de modo que una
perspectiva de igualdad de género se incorpore en todas las
políticas, a todos los niveles y en todas las etapas, por los actores
normalmente involucrados en la adopción de medidas políticas»
Otra manera interesante de definir el mainstreaming de género
consiste en distinguir entre tres tipos de estrategias de igualdad de
género: reparar, adaptar a la medida y transformar: Por «reparar»
se entiende las medidas dirigidas a establecer la igualdad formal
entre hombres y mujeres, como la legislación de igualdad de trato y
los mecanismos que garanticen el cumplimiento de la ley. Entre los
ejemplos en la Unión Europea cabe citar las directivas en materia
de igualdad salarial e igualdad de trato en el acceso al empleo, la
formación, la promoción y las condiciones laborales. Reparar es, de
hecho, una de las estrategias más antiguas para la promoción de la
igualdad de oportunidades. La segunda estrategia consiste en
«adaptar a la medida». Dado que la igualdad de trato no conduce
automáticamente a igualdad en los resultados, pueden ser
necesarias medidas y servicios específicos para las mujeres, tales
como los programas de acción positiva para mujeres y los servicios
de cuidado infantil. En este planteamiento de adaptar a la medida,
se supone que las mujeres asimilan el statu quo, que en sí mismo no
se discute. La tercera estrategia, «transformar», va un paso más
allá al cuestionar el statu quo (es decir, la corriente dominante o
«mainstream») y considerar que puede ser necesaria una
transformación de las instituciones o de las organizaciones para
alcanzar la igualdad de género. De esta forma, el mainstreaming de
género supondría añadir este potencial de transformación a las
políticas ya establecidas de igualdad formal y acción positiva en
materia de igualdad de género. En lo relativo a la política de
empleo, el mainstreaming de género implica que la política tiene
expresamente en cuenta la desigual posición de hombres y mujeres

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en el mercado laboral. Los 4 pasos de la perspectiva de género: A lo
largo de los últimos años se han elaborado diversas guías sobre la
manera de aplicar el mainstreaming de género, a menudo
centradas en aspectos específicos o dirigidos a determinados
grupos concretos. Un ejemplo a escala europea lo constituye la
«Guía EQUAL sobre integración de la perspectiva de género», que
está destinada a las personas implicadas en los proyectos EQUAL
nacionales. Otro ejemplo más reciente se encuentra en la guía de
mainstreaming de género elaborada por el Comité sueco de apoyo
al mainstreaming de género. La mayoría de las guías definen un
marco o distinguen diversas etapas. Así, por ejemplo, existe una
guía que contempla un marco útil para aplicar el mainstreaming de
género en las universidades. En esta guía se distinguen cuatro
«cajas de herramientas» o conjuntos de instrumentos: 1) medición
y seguimiento, 2) implantación y organización, 3) sensibilización e
implicación, 4) comprobación y evaluación de género. También
puede encontrarse información útil en guías que describen las
diferentes etapas de un proceso de evaluación del impacto de
género. A partir de la literatura existente y teniendo en cuenta la
materia y las partes interesadas específicas, se ha elaborado una
lista de comprobación del mainstreaming de género en las políticas
de empleo, que consta de cuatro pasos: Organizarse. Este primer
paso se centra fundamentalmente en la implantación y la
organización, además de la sensibilización y la implicación. La
implantación y la organización, así como la sensibilización y la
implicación, pueden considerarse importantes condiciones previas
para el éxito del mainstreaming de género. Por implantación y
organización del mainstreaming de género se entiende el proceso
de dotar de una base estructural y cultural a la igualdad de
oportunidades. Esto incluye la formulación de objetivos y metas, la
elaboración de un plan y de un presupuesto, y la definición de las
funciones y responsabilidades de las distintas personas
involucradas. En cuanto al presupuesto, es necesario obtener
recursos suficientes para la implantación. Asimismo, podría
contemplarse la posibilidad de utilizar un asesoramiento
especializado (externo). El mainstreaming de género supone
también que todas aquellas partes interesadas que participan en la
política de empleo tengan en cuenta la igualdad de oportunidades
entre hombres y mujeres. Para crear un cierto grado de
sensibilización y conocimiento experto en materia de igualdad de
género es esencial la formación. A su vez, las partes interesadas
deberían considerar el mainstreaming de género como parte de sus
tareas y responsabilidades. Por ese motivo es importante «lograr la
implicación», aunque para ello pueden adoptarse distintas
estrategias. En algunos casos, puede esperarse que se implique
todo el equipo; sin embargo, cuando los niveles de sensibilización
sean bajos, puede ser necesario comenzar nombrando a una
persona concienciada y con conocimientos específicos dentro del
equipo o la unidad encargada de la elaboración de las políticas.
Conocer las diferencias de género. El objetivo del segundo paso es
describir la desigualdad de género respecto de la participación, los
recursos, los usos sociales y valores, y los derechos; así como
evaluar tendencias en ausencia de intervención en las políticas. El

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siguiente paso en el proceso del mainstreaming de género es la
recopilación de datos pertinentes sobre la posición de mujeres y
hombres. La descripción de la situación real resulta clave para
evaluar la igualdad (o desigualdad) de género y para determinar las
áreas a las que hay que prestar una atención prioritaria. Asimismo,
el seguimiento de la situación a lo largo del tiempo proporciona
información sobre las tendencias que se perciben en materia de
igualdad (o desigualdad) de género. La Comisión Europea
estableció en 1998 cuatro dimensiones para la evaluación de la
desigualdad de género: la participación: La participación se refiere
a la composición, desde el punto de vista del género, de la
población o el colectivo al que se dirige la política, e implica la
necesidad de recabar datos básicos, tales como el porcentaje de
hombres y mujeres en situación de desempleo o con
discapacidades o con contratos flexibles. Cuando las medidas
políticas especifiquen grupos concretos de personas vulnerables,
deberán tenerse en cuenta también las diferentes repercusiones
que tales medidas puedan producir en hombres y mujeres. A lo
largo de los últimos años ha mejorado considerablemente la
disponibilidad de estadísticas diferenciadas por sexos, un avance
que facilita el primer paso. Aunque las estadísticas parezcan claras,
es importante también tener presentes los criterios de medición.
Por ejemplo, el desempleo puede medirse de distintas maneras.
Dependiendo del método, las diferencias de género podrían variar,
pasando de ser más bien bajas a ser bastante altas. Los recursos:
Las diferencias de género también pueden producirse en relación
con el acceso o la distribución de recursos tales como el tiempo, el
espacio, la información, el dinero, el poder político y económico, las
cualificaciones, el transporte, el uso de los servicios públicos, etc.
En concreto, el desigual reparto de las responsabilidades de
cuidado de las personas dependientes tiene una gran repercusión
en la distribución de los recursos. Por ejemplo, respecto a las
políticas activas del mercado de trabajo debe tenerse en cuenta el
hecho de que las mujeres soportan la responsabilidad principal en la
crianza de los hijos. La disponibilidad de servicios de cuidados a los
niños es, por consiguiente, muy importante para permitir, en
particular, que las mujeres participen en los programas. En el
ámbito de las políticas de conciliación, una cuestión relevante es
que los permisos parentales sean o no retribuidos. Asimismo, es
más probable que las mujeres se concentren en el área del mercado
de trabajo en la que más influye el salario mínimo interprofesional
y, por tanto, que se vean desproporcionadamente afectadas por las
decisiones de aumentar dicho salario mínimo por encima o por
debajo del porcentaje medio de aumento de los beneficios. Los
usos sociales y valores: Los usos sociales y los valores influyen en
los roles y la división del trabajo establecidos en función del género,
así como en las actitudes y el comportamiento de mujeres y
hombres. A ellos se deben también, en parte, las desigualdades en
el valor que se concede a los hombres y a las mujeres o a las
características masculinas y femeninas. Resulta esencial determinar
el papel que desempeñan las políticas a la hora de reforzar los usos
sociales y los valores que mantienen la desigualdad de género. Las
políticas fiscales y de prestaciones, por ejemplo, se basan a menudo

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en un modelo en el que el hombre es el sostén de la familia. El paso
a modelos más individualizados puede tener, con independencia
del impacto en los porcentajes de participación, un importante
valor simbólico. En esta misma línea, una política centrada en un
reparto más igualitario del trabajo retribuido y no retribuido —en el
que los hombres asuman explícitamente un papel de cuidadores de
personas dependientes— podría contribuir también a un conjunto
de usos y valores más igualitarios. Y los derechos: Los derechos
aluden a la discriminación directa o indirecta por razón de sexo, los
derechos humanos y el acceso a la justicia en el ámbito jurídico,
político o socioeconómico. Por ejemplo, ¿pueden acceder a los
programas de políticas activas del mercado de trabajo las personas
inactivas (las que desean reincorporarse al mercado laboral, y no
solo las que solicitan prestaciones o subsidios) de la misma manera
que las personas desempleadas que tienen derecho a prestación? Si
no es así, las mujeres pueden sostener que tienen menos apoyo que
los hombres para reincorporarse al trabajo. En este sentido, debería
tenerse en cuenta también que incluso cuando las mujeres poseen
los mismos derechos formales que los hombres, la falta de servicios
puede limitar la capacidad de las mujeres para ejercer su derecho a
aprovechar estas oportunidades. Del mismo modo, la existencia de
derechos formales de los hombres a participar en las medidas de
reconciliación no bastará necesariamente para promover la
igualdad de género en las tareas de cuidado a las personas
dependientes. Es importante considerar la situación inicial desde
una perspectiva dinámica y no exclusivamente estática. Evaluar el
impacto en las políticas. El tercer paso es analizar el potencial
impacto de género de la política en lo referido a la participación, los
recursos, los usos sociales y valores, y los derechos. El tercer paso
requiere una evaluación del potencial impacto de género que
produce la política en relación con la participación, los recursos, los
usos sociales y valores, así como los derechos. En cuanto a la
participación, es importante que se tengan en cuenta tanto
aspectos cuantitativos como cualitativos. Por ejemplo, es posible
que los programas destinados a crear puestos de trabajo vayan
dirigidos, en particular, a las mujeres. Esto puede valorarse como
algo positivo desde el punto de vista de la igualdad de género. Sin
embargo, cuando la calidad de los puestos es problemática (por
ejemplo, en cuanto a jornada y salario), esos programas podrían
reforzar la desigualdad de género. En el caso del acceso a los
recursos, resulta fundamental tener presente no solo el impacto en
cuanto a los recursos familiares, sino también en cuanto a los
recursos individuales. En lo que se refiere a los usos sociales y los
valores, las políticas de conciliación deberían abordar la implicación
de los hombres en las tareas domésticas. Si solo las mujeres hacen
uso de las medidas de conciliación, la tradicional división desigual
del trabajo no retribuido entre hombres y mujeres se verá reforzada
y, a su vez, podría reforzar los usos sociales a este respecto. En lo
que atañe a los derechos, es importante incluir el derecho a los
servicios de cuidado infantil, así como el derecho a trabajar.
Rediseñar la política. El cuarto paso consiste en encontrar
posibilidades de rediseño de las políticas con el fin de promover la
igualdad de género. Cuando, como resultado de la evaluación, se

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concluye que la política tiene un impacto negativo en la igualdad de
género o es, en general, neutral desde el punto de vista del género,
resulta esencial encontrar formas de rediseñar la política con el fin
de promover la igualdad de género. La necesidad de rediseñar es
especialmente intensa cuando las diferencias de género iniciales
son grandes y repercuten de manera importante en las
oportunidades vitales de las mujeres. El rediseño no implica
necesariamente realizar cambios fundamentales. Por ejemplo, en
relación con las políticas activas del mercado de trabajo, una
medida relativamente sencilla pero eficaz consiste en extender la
posibilidad de acceso a los programas a todas las personas
inactivas. Ofrecer servicios de apoyo a los padres y a las madres
trabajadores tampoco parece excesivamente complicado. Otros
aspectos, en cambio, pueden resultar más complejos. Por ejemplo,
la reducción de la segregación vertical y horizontal exige aplicar
políticas más amplias. El rediseño puede también requerir un
planteamiento pluridimensional que afecte a más de un área
política o a más de un departamento. Por ejemplo, puede ser
necesario que el servicio público de empleo coopere activamente
con el departamento responsable de la prestación de servicios de
cuidado infantil para que las mujeres que desean trabajar tengan
acceso a unos servicios de cuidado infantil que les faciliten la
búsqueda de trabajo. El mainstreaming de género exige un
planteamiento más integrado del diseño de las políticas cuando la
política de empleo no se desarrolla de manera aislada respecto de
los servicios de bienestar social y cuidado infantil, por un lado, o de
las políticas fiscales y de prestaciones, por el otro.

d. METODOLOGÍA DE GÉNERO: Es una metodología


especializada y difiere del postulado de la neutralidad axiológica de
las investigaciones de las ciencias experimentales que establece
Max Weber, pues desde su concepción se fundamenta en el
compromiso ético feminista, de observar y analizar la sociedad
desde la visión de las mujeres; lo que no ha sido parte de la
producción científica en miles de años. Se sustenta en un
paradigma holográfico, pues la realidad social es multidimensional,
y sus diferentes esferas ya sean políticas, económicas, jurídicas,
sociales, religiosas o culturales, están íntimamente
interrelacionadas y las mujeres deben ser sus sujetas protagónicas.
Asimismo, considera que el desarrollo humano es una meta social a
alcanzarse, pero que este desarrollo tiene que ser sostenible y con
rostro humano; como una moneda, que en un lado tiene el rostro
de la mujer y en la otra cara tiene la faz del hombre. La
metodología de género es definida desde el cuerpo conceptual
teórico de Los Estudios de Género, como un proceso pedagógico
que tiene por finalidad la transformación particular de cada
persona; dirigida a lograr cambios de actitudes, sentimientos y
formas de vivir, a efecto de lograr la construcción de la igualdad
genérica en todas las esferas de la vida social. La abogada feminista
Alda Facio, ha formulado una metodología denominada “Análisis
de género del fenómeno legal”, afirmando lo siguiente: “no
pretendo presentarles un nuevo método de análisis, sino
proponerles una teoría sobre cómo llegar a soluciones no sexistas ni

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androcéntricas” (Facio: 2007,14). Esta autora explica que, debido a
que la perspectiva de género es poco conocida, muchas/os la
utilizan como sinónimo de mujer; así que opta por definir unos
cuantos pasos que no son difíciles, una vez se ha tomado conciencia
de lo que comprende el sexismo. A continuación se presentan
algunos de sus pasos: 1. Tomar conciencia de la subordinación del
sexo femenino en forma personal. 2. Identificar las formas de cómo
se manifiesta el sexismo en los textos: • Androcentrismo • Ginopia
• Misoginia • Dicotomismo sexual • Doble parámetro • Familismo 3.
Identificar cuál es el modelo de mujer que aparece o está
invisibilizada en el texto (mujer anciana, mujer indígena, mujer con
capacidades diferenciadas). 4. Identificar cuál es la concepción de
mujer que sirve de sustento al texto (mujer madre, mujer esposa,
mujer honesta). 5. Utilización del lenguaje incluyente. 6.
Eliminación de la insensibilidad de género. Paso 1: Tomar
conciencia de la subordinación del sexo femenino en forma
personal. El primer paso supone tomar conciencia a nivel personal,
de que existe la discriminación contra las mujeres, ya que esta
situación implica una nueva forma de percibir la propia vida y la vida
de las mujeres que acuden a nuestros servicios a demandar justicia.
Asimismo, entraña el tener conocimientos acerca de las formas de
discriminación que enfrentan las mujeres, por ejemplo: no tener
acceso a la educación, a un salario igual por igual trabajo realizado,
a similares condiciones de contratación laboral, al crédito, a la
vivienda, a la participación política o a la justicia pronta y cumplida.
Este proceso parte de cuestionar el modelo social imperante que
tiene al hombre como paradigma de lo humano y por tanto
merecedor de todos los privilegios, facultado para el ejercicio de los
derechos y libertades, en detrimento de una igualdad de trato para
las mujeres. Tomar conciencia implica conocer y aceptar que la
discriminación contra la mujer existe y que se debe eliminar. Para
ello se debe partir de su respectiva definición teórica, misma que
está contenida en el artículo 1 de la “Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la
Mujer”, que textualmente dice: “A los efectos de la presente
Convención, la expresión “discriminación contra la mujer” denotará
toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga
por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento,
goce o ejercicio por la mujer; independientemente de su estado
civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los
derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas
política, económica, social, cultural y civil, o en cualquier otra
esfera”. La discriminación basada en el sexo se manifiesta mediante
una serie de actitudes y conductas fundamentadas en la creencia de
que los hombres son seres superiores a las mujeres. La condición de
inferioridad física que se les asigna a las mujeres ha sido
argumentada sobre la base de que la mujer “por naturaleza” es
madre, sumisa, débil y frágil. Sin embargo, es importante
demostrar que esa supuesta debilidad es solo un mito, que es una
construcción social y que por tanto es susceptible de ser cambiada.
Los estilos tradicionales de socialización siempre estuvieron
centrados en la hegemonía de la figura masculina, el paradigma de
lo humano ha sido el hombre y desde él y para él se han creado las

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religiones y leyes o se han diseñado las políticas; pero éstas se
pueden cambiar si inicialmente se aprende a identificar las formas
de discriminación contra las mujeres, o bien, de cómo las mujeres
han sido excluidas o marginadas de todas las esferas de la vida.
Paso 2: Identificar las formas cómo se manifiesta el sexismo en los
textos. Explica Alda Facio en relación al análisis del fenómeno legal
que “el fenómeno jurídico no se reduce a las leyes formalmente
generadas, sino que también se forman a través de la
administración o interpretación que de ellas hacen las personas
operadoras de justicia, influenciadas por sus prejuicios, costumbres
o tradiciones” (Facio: 2007,43). Por ello, al realizar el análisis de
documentos educativos, legales, de comunicación, etc., es
importante preguntarse: • ¿Quién es el modelo o paradigma de
obligaciones y derechos en esta ley o texto, el hombre o la mujer? •
¿Contempla la ley o el texto diferencia de trato para mujeres y
hombres? • ¿Cuál es el bien tutelado por la ley? ¿En qué contexto
socio-cultural fue emitida la ley? • ¿A qué mujeres excluye o incluye
esta ley o texto? Androcentrismo: Facio manifiesta que: “el
androcentrismo es la forma más generalizada de sexismo. Consiste
en ver el mundo desde la mirada de lo masculino, tomando al varón
como parámetro de lo humano. A veces esta forma de sexismo se
degenera devaluando lo femenino, lo que hace imposible ver la
existencia de necesidades específicas de las mujeres, tampoco se
acepta su existencia autónoma. En el lenguaje cotidiano, a estas
formas de ver el mundo, o a las actitudes que los hombres asumen
frente a la vida se le llama machismo. Así mismo debemos tener en
cuenta que tanto mujeres como hombres pueden asumir este tipo
de actitudes en la vida cotidiana” (Facio: 2007,24). Se está
partiendo de una concepción androcentrista cuando: • Se
reconocen exclusivamente las necesidades de los hombres. • El
modelo del texto es un hombre o los hombres. • Solamente han
participado hombres en su formulación. • Las acciones a realizar
están dirigidas a resolver problemas de los hombres. • Cuando las
necesidades, intereses, expectativas y opiniones de las mujeres no
han sido tomadas en consideración, ya sean en la formulación y
aplicación de las leyes, planes, programas, textos o proyectos. • Se
incluye la perspectiva masculina como paradigma y centro de la
experiencia humana, como única y relevante, ignorando la
perspectiva femenina. Algunas de las múltiples formas que se
pueden utilizar para eliminar el androcentrismo, y así construir
formas más igualitarias de vida, sin sobrevalorar un género y
desvalorizar al otro, son las siguientes: • Que mujeres y hombres
participen en condiciones de paridad en la capacitación,
planificación, ejecución y monitoreo de políticas públicas,
programas o proyectos para que sus necesidades específicas sean
tomadas en consideración. • En la vida familiar tratar con igualdad
a hijas e hijos, así como valorar y respetar a nuestra pareja. •
Establecer relaciones de valoración y respeto en el trabajo que
abarquen a mujeres y hombres en condiciones de equidad. • Que el
trato igualitario para mujeres y hombres sea parte de la
cotidianidad laboral, familiar, política, económica, social y cultural.
La autora Alda Facio explica que “El androcentrismo degenera en
misoginia, que como su raíz latina lo indica, es el odio o desprecio a

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lo femenino; o en ginopia, o sea, la imposibilidad de ver lo femenino
o imposibilidad de aceptar la existencia autónoma de personas del
sexo femenino. Estas dos formas extremas de sexismo son mucho
más comunes de lo que a primera vista se desprende, porque las
mujeres estamos tan acostumbradas a que se nos desprecie o
invisibilice, que no nos damos cuenta de las muy variadas formas en
que se nos niega la pertenencia al género humano, o peor aún, de
cómo se nos niega la existencia misma” (Facio: 200,24).
Dicotomismo sexual: En forma muy resumida se puede decir que el
dicotomismo sexual es el concebir y tratar a los dos sexos como
diametralmente opuestos y contradictorios. Las mujeres y los
hombres son tratados como totalmente diferentes y contrarios, sin
reconocer que entre ambos existen más igualdades que diferencias,
por ejemplo: • Las mujeres son miedosas, los hombres valientes. •
Los hombres son de la calle, las mujeres de la casa. • Las mujeres
sienten, los hombres piensan. • Los hombres pueden cometer
adulterio, las mujeres no. • Los hombres son activos, las mujeres
pasivas. Como puede observarse, las características atribuidas a los
hombres tienen más valor social. Para eliminar estas concepciones
se debe dar igualdad de trato a los hombres y a las mujeres en las
leyes, políticas, educación, salud, trabajo, etc., y no presentarlos
como totalmente opuestos, sin ninguna característica semejante.
Doble parámetro: Desde esta perspectiva, una misma conducta o
situación idéntica es valorada en diferente forma si la realiza una
mujer o un hombre. A este tipo de actitudes se le llama “doble
moral”, ya que las conductas de mujeres y hombres son valoradas
de acuerdo a los prejuicios sexistas imperantes en una sociedad y
momento dado, prejuicios que generalmente privilegian a los
hombres. En la vida cotidiana existen cantidad de ejemplos de
cómo se produce esta situación, uno muy común es referirse con
todo respeto a un político como a “un hombre público” y la
desvalorización al referirse a una “mujer pública”. Asimismo, es
considerado normal que el hombre tenga dos mujeres, que ande en
la calle a altas horas de la noche, lo que jamás será aceptable para
una mujer, por ejemplo: en algunos países la infidelidad de la
esposa era causal de divorcio, la infidelidad del esposo no. De modo
que, una ley se aplica en diferente forma a un hombre que a una
mujer; o la misma actitud, conducta o características humanas
similares, son valoradas o evaluadas con muy diferentes medidas si
corresponden a un hombre o a una mujer. Familismo: Esta situación
es producto de las concepciones tradicionales que ubican a la mujer
como única responsable del cuidado del hogar. De acuerdo a las
costumbres predominantes en las sociedades tradicionales “el
deber ser de la mujer” era ser madre y dedicarse a la familia; por
ello, cuando se habla de programas de la mujer, la incluyen con
toda la familia. Un claro ejemplo de esta forma de sexismo es el
diseño de programas para la mujer y reciben el nombre de
“materno infantil”; existen también, organizaciones llamadas “de la
Mujer, el niño y la familia”. En este contexto el hombre es visto
como ajeno a la familia y por el otro lado la mujer es vista como
sinónimo de familia, y por ende, las necesidades de las mujeres
quedan postergadas, al priorizar necesidades familiares. Paso 3:
Identificar cuál es el modelo de mujer que aparece o está

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invisibilizada en el texto (mujer anciana, mujer indígena, mujer con
capacidades diferenciadas). Identificar cuál es el modelo de mujer
que se está contemplando o no aparece en la ley, en la política, en
el proyecto o documento divulgativo; analizando cuál es su
situación, condición y posición; tomando en consideración su etnia,
edad, creencias, orientaciones sexuales, etc. O si es mujer pobre,
mujer indígena o mujer con capacidades diferenciadas y cómo estas
condiciones o situaciones influyen en el ejercicio de sus derechos,
especialmente en el relativo al acceso a la justicia. Paso 4:
Identificar cuál es la concepción de mujer que sirve de sustento al
texto (mujer madre, mujer esposa, mujer honesta). Como producto
de las construcciones sociales predominantes en determinada
sociedad y momento histórico, surgen los llamados “modelos de
ser mujer”, lo que significa un conjunto de ideas, creencias y juicios
de valor que se le asignan a las mujeres. Es también la combinación
de rasgos culturales, psicológicos, papeles sociales, valores,
aspiraciones e intereses con que se representan a las mujeres en
ese momento y lugar dado, lo cual es trasladado a los textos
legales, educativos o de comunicación. En este paso metodológico
se trata de identificar la concepción de mujer que priva en los textos
legales o educativos, mensajes de comunicación o divulgación. Los
modelos más conocidos son: mujer-madre, mujer-esposa, mujer-
virtuosa o mujer- honesta; a efecto de establecer si estos
contribuyen a construir la igualdad de libertades, ejercicio de
derechos y acceso a la justicia. De estos modelos se describen los
siguientes: Mujer Esposa: Tradicionalmente las mujeres tienen
como un fuerte imperativo social, contraer matrimonio (casarse);
debido a que es el principal proyecto de vida que tradicionalmente
se les ha asignado. Algunos refranes populares que ilustran esta
situación son: “ojalá se case con el príncipe azul”; y la que no se
casa, “ya la dejó el tren, es una solterona amargada”, “más vale
desvestir borrachos, que vestir santos”. Estos prejuicios constituyen
formas de presión social hacia las mujeres para inducirlas a que su
principal aspiración sea el contraer nupcias; y con ello, a ser una
esposa servicial, sumisa, paciente, obediente, que siempre cede y
renuncia a sus gustos; dedicada exclusivamente al cuidado de su
hogar, hijas e hijos, excelente cocinera, lavandera, enfermera,
destinada a servir al esposo y vivir en función de su familia,
postergando sus necesidades propias. En el Código Civil de
Guatemala esta situación estaba normada, ya que la esposa que
deseaba trabajar fuera del hogar debía solicitar autorización ante
Juez competente para hacerlo. (Derogada en 1998)”8. Mujer
Madre: La Antropóloga feminista Marcela Lagarde, definió la
categoría científica de “madreesposa”, ya que en las concepciones
tradicionales de lo que es “ser mujer”, esta función está totalmente
ligada, no se puede ser esposa sin ser madre o viceversa. La imagen
de la mujer ha sido idealizada como madre ejemplar y sacrificada,
(situación explotada al máximo por el consumismo, estableciendo
hasta un “día de la madre”). Hay refranes populares que expresan
esta situación, por ejemplo el que afirma “no es mujer la que no es
madre”. Los anteriores prejuicios forman parte integral de las
personas que hacen las leyes, quienes las incorporan en los textos
legales, influenciadas por las costumbres y tradiciones imperantes

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en ese momento histórico o porque sufren presiones del colectivo
social, que considera estos roles como los correctos para mujeres y
hombres. Esposa Virtuosa: El trabajo de la mujer esposa (ama de
casa) es idealizado, ya que supuestamente toda su vida transcurre
en forma armoniosa y serena, no hay problema doméstico que ella
no pueda resolver. Debe ser cariñosa, estar siempre de buen humor
y ser tolerante, debe permanecer en la casa y hacer oficio todo el
día. Su mundo es el ámbito privado del hogar, siempre actúa en
nombre del amor a los hijos, al esposo, pero nunca en función de sí
misma, por ello incluso posterga sus necesidades. Un claro ejemplo
es: “ahora me dedico a cuidar a mis hijos e hijas, cuando sean
mayores, trabajo o estudio”. Mujer que trabaja fuera de la casa:
Actualmente la sociedad como producto de la modernidad vive una
situación de rápidos cambios, en los que se acepta que la mujer
realice un trabajo reproductivo fuera de su casa, pues antes, la
mujer que trabajaba fuera de la casa era “una madre irresponsable
que abandonaba a sus pobres hijos a los azares del destino”.
Comúnmente se decía que, “como las mujeres se fueron a trabajar
fuera de la casa, ahora hay tantos niños de la calle”. Pareciera que a
las mujeres no se les reconociera la necesidad de desarrollarse
como personas humanas en otras áreas como el deporte, mundo
laboral, el arte o la política. Mujer Honesta: Como resultado de la
persistencia de la ideología patriarcal en todas las esferas de la vida
y por ende en la legislativa, aún privan criterios que llevan a exigir a
la mujer ciertas virtudes que no le son exigidas a los hombres,
dando origen a una gran desigualdad de trato ante la ley. El
ejemplo siguiente lo ilustra claramente: • Código Penal, Artículo
176. (Estupro mediante inexperiencia o confianza). El acceso carnal
con mujer honesta, mayor de 12 años y menor de catorce,
aprovechando su inexperiencia u obteniendo su confianza, se
sancionará con prisión de uno a dos años. Si la edad de la víctima
estuviere comprendida entre los catorce y los dieciocho años, la
pena a imponerse será de seis meses a un año. • Código Penal,
Artículo 177. (Estupro mediante engaño). El acceso carnal con mujer
honesta, menor de edad, interviniendo engaño o promesa falsa de
matrimonio, se sancionará con prisión de dos años, si la edad de la
víctima estuviere comprendida entre los doce y los catorce y con
prisión de seis meses a un año, si la víctima fuere mayor de catorce
años. Estos modelos estaban sustentados en las creencias
tradicionales que indican que es parte de la “naturaleza de la mujer”
el casarse, ser madre y ser ama de casa, pero se ha demostrado que
esas son construcciones sociales propias de determinadas etapas
de desarrollo histórico, que ya están cambiando y cambiarán más,
ya que estos modelos no contemplan la diversidad de
transformaciones existentes en la actualidad, en que grupos de
mujeres protagonizan grandes conquistas en el campo político,
económico, social, cultural y legal; pero también deben estar
presentes en estos avances las mujeres indígenas y rurales de
diversas etnias y grupos etarios; las obreras, campesinas y muchas
otras que aún no han tenido acceso a la democratización de las
oportunidades y a la promoción y cumplimiento de sus derechos
como humanas. Paso 5: Utilización del lenguaje incluyente: El
lenguaje es un sistema abierto de comunicación social que

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responde a las necesidades de representación simbólica de la
realidad, y por tanto debe corresponder a las transformaciones que
se están produciendo en la vida de mujeres y hombres. Desde el
feminismo, se ha propuesto como alternativa la utilización del
lenguaje incluyente, tanto en los discursos como en
comunicaciones orales y escritas. Este lenguaje tiene la particular
característica que nombra, incluye y hace presente a la mitad de la
población del mundo: las mujeres, que son invisibilizadas y
excluidas por el lenguaje sexista. La mayor parte de normativas
lingüísticas parten de una perspectiva sexista. Según la feminista
guatemalteca Blanca de Sánchez, sexismo es “toda acción o actitud
que subvalora, excluye, sub-representa y estereotipa a las personas
por su sexo, favoreciendo a uno, en detrimento del otro”. (Sánchez,
1993.23). El sexismo es mantenido por los estereotipos sexistas;
aquellas ideas o prejuicios impuestos por la cultura imperante, que
son aplicados en forma general a todas las personas pertenecientes
a una categoría a la que se hace referencia. Los estereotipos son
modelos rígidos que se aplican a todas las personas por pertenecer
a una categoría, ignorando sus atributos personales y cualidades.
Por ejemplo: “todos los guatemaltecos son burlones, impuntuales e
irresponsables”, “todas las mujeres son tiernas, cariñosas y buenas
madres”. Uno de los objetivos que impulsa la Metodología de
Género, es la erradicación de los prejuicios y estereotipos sexistas
que limitan el desarrollo y potenciación de las capacidades y
habilidades, elementos básicos para el logro de la autonomía de las
personas. Desde la Metodología de Género, se han propuesto una
serie de normativas propias del lenguaje incluyente, que
contribuyen a hacer visibles e incorporar a las mujeres en los textos
educativos o legales, en los mensajes comerciales, gráficas,
ilustraciones y diversos contendidos de la comunicación oral y
escrita, a efecto de lograr equilibrio y equidad. Principalmente se ha
trabajado en torno a dos propuestas: • La utilización en el lenguaje
de los términos neutros sustituyendo a los términos masculinos.
Por ejemplo, nombrar en lugar de hombres: personas humanas,
seres humanos, personas trabajadoras, personas empleadoras, o
utilizar niñez en lugar de niños. La segunda tendencia es el lenguaje
que haga visibles, incluya y nombre a los dos géneros, o sea,
utilización simultánea de los dos géneros gramaticales: masculino y
femenino. Esta dirección afirma que en el lenguaje oral y escrito se
debe citar al género al que se hace referencia y utilizarlo en forma
alterna, citando inicialmente a las mujeres y otras a los hombres y
viceversa. A continuación se presenta un resumen de normativas
lingüísticas Incluyentes: A. Sustituir la utilización del género
masculino, como representante de ambos géneros, nombrando a
ambos:

Utilización de lenguaje tradicional Lenguaje incluyente o alternativo


sexista
El hombre La mujer y el hombre
Los hombres Los hombres y las mujeres
Los derechos humanos de las mujeres
Los derechos del hombre Los derechos humanos de las personas
humanas o de la humanidad

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El cuerpo del hombre El cuerpo humano

B. Sustituir la utilización del género masculino para designar a ambos géneros, por
ejemplo en gentilicios, grupos etarios, categorías de población:

Utilización de lenguaje tradicional Lenguaje incluyente o alternativo


sexista
Los ancianos Las ancianas y los ancianos
Los guatemaltecos Los guatemaltecos y las guatemaltecas
Los ciudadanos Las ciudadanas y los ciudadanos
Los jefes de hogares Los y las jefas de hogares

C. Escribir las carreras, profesiones, cargos u oficios, en el respectivo género:

Utilización de lenguaje tradicional Lenguaje incluyente o alternativo


sexista
El doctor La doctora
El ministro, el alcalde, el juez La ministra, la alcaldesa, la jueza
El gerente La gerenta

Paso 6: Eliminación de la insensibilidad de género (Alda Facio) La insensibilidad al género:


es ignorar que mujeres y hombres deben participar en condiciones de igualdad en las
diferentes esferas de la vida, y por tanto deben involucrarse en la planificación y ejecución
de las acciones para que respondan a las necesidades comunes de ambos y a las
diferenciadas por cada sexo.
e. DERECHO Y GÉNERO: Género: Generalidades: Género, lo
define el diccionario como: “conjunto de seres o cosas que tienen
caracteres comunes”. Los seres humanos en su esencia comparten
las mismas características, no negando que biológicamente existen
algunas diferencias que han trascendido al plano social,
estableciendo roles diferentes para cada sexo, que se manifestaron
al establecer diferencias para educar, actuar y hasta de pensar.
Existe una diferencia real entre hombre y mujer, la biológica, pero
ésta no solo existe biológicamente, sino también en el plano legal,
la razón como lo señalan Alda Facio y Lorena Fries es “porque la
diferencia mutua entre hombres y mujeres se concibió como, la
diferencia de las mujeres con respecto a los hombres cuando los
primeros tomaron el poder y se erigieron en el modelo de lo
humano.” Esta desigualdad se encuentra enraizada dentro de todos
los ámbitos de la sociedad, que permiten y perpetúan el estatus de
inferioridad de las mujeres. Entre los factores que contribuyen a
que esto continué están: la sociedad y las leyes. La sociedad, a
través de los patrones establecidos, que vienen de generación en
generación, y las leyes como reguladoras de la convivencia entre
todos los seres humanos; las que al no ser imparciales, han
promovido la desigualdad, que se perpetua a través del temor y la
violencia. Como se ha observado a través de la historia, en toda
situación injusta, se produce una rebelión por parte del sector
oprimido. Así surgió el movimiento feminista, que se inició en el
siglo XX. Aparecen las teorías feministas que no son más que: “un
conjunto de saberes, valores y prácticas explicativas de las causas,
formas, mecanismos, justificaciones y expresiones de la

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subordinación de las mujeres que buscan transformarla. Una
definición más clara la da Castells: “entenderemos por feminismo lo
relativo a todas aquellas personas y grupos, reflexiones y
actuaciones orientadas a acabar con la subordinación, desigualdad,
y opresión de las mujeres y lograr, por tanto, su emancipación y la
construcción de una sociedad en que ya no tengan cabida las
discriminaciones por razón de sexo y género. La desigualdad ha
trascendido al plano del derecho, ejemplo de ello, los preceptos
legales que establecen la obediencia de la mujer a su marido, la
representación legal le corresponde al marido, la oposición del
marido a que la mujer trabaje, la no criminalización de la violencia
sexual en el matrimonio, etc. En todos se hace evidente la
desigualdad de trato, y quien detenta el poder sobre quién. En el
Código Civil guatemalteco ya se ha logrado derogar algunas de
ellas, pero aun así dentro del Código Penal subsisten algunos
artículos que son clara evidencia de la desigualdad. Violencia de
género: Se habla de género y violencia, porque a pesar de que ésta
última, puede estar dirigida a cualquier miembro de una sociedad,
se ha encontrado que la mayor incidencia es hacia las mujeres. La
violencia contra la mujer se ha manifestado, a través de la historia,
y en la mayoría de las culturas, debido a que el poder se le ha
entregado al hombre como padre, esposo o hermano. En 1993, la
Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la Declaración
sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la cual estipula:
“Todo acto de violencia basado en el género que resulte o tenga
probabilidad de resultar, en daño físico, sexual o psicológico o de
sufrimiento de la mujer e inclusive la amenaza de cometer esos
actos, la coerción y la privación arbitraria de la libertad sea que
ocurran en la vida pública o en la vida privada”. Cuando se habla
entonces de violencia basada en género, se refiere a todas aquellas
manifestaciones de violencia en contra de las mujeres de cualquier
edad, raza, país o condición económica.

f. SISTEMA DE MEDIDAS DE SEGURIDAD Y PROTECCIÓN PARA


LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER: Acuerdo 30-
2010 de la Corte Suprema de Justicia. ARTÍCULO 4. CRITERIOS DE
ATENCIÓN VICTIMOLÓGICA. Sin perjuicio de lo establecido en el
ordenamiento jurídico, para operativizar los principios, derechos y
garantías otorgados y reconocidos a las víctimas de Femicidio y
otras Formas de Violencia Contra la Mujer, los órganos
jurisdiccionales deben adoptar todas las medidas tendientes a: a.
Evitar que la víctima sea confrontada con el agresor, salvo cuando
la ley expresamente señale que para la realización de un acto deben
estar presentes la víctima y el victimario. b. Evitar la utilización de
juicio de valor que estigmaticen a la víctima. c. Evitar el uso de
terminología acciones, comentarios misóginos. d. Garantizar que
en los actos y diligencias procesales se evite exponer la identidad,
integridad física y psicológica de la víctima. e. Garantizar que la
víctima reciba atención especializada necesaria durante todo el
proceso, en especial, previamente a prestar declaraciones en
cualquier etapa del proceso. f. Evitar que a la víctima declare
innecesariamente dentro del proceso; sin perjuicio del derecho que
le asiste a declarar cuantas veces ella lo considere. g. Evitar que en

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el interrogatorio a la víctima le sean dirigidas preguntas en las que
se utilicen términos discriminatorios o estigmatizantes. h.
Garantizar que la víctima reciba información oportuna sobre el
estado del proceso y el alcance de las actuaciones judiciales. i.
Minimizar o eliminar los efectos colaterales que puedan derivar de
la ejecución de las medidas de seguridad. ARTÍCULO 5.
INDISPONIBILIDAD DE LA ACCIÓN. Los hechos delictivos
regulados en la Ley contra el Femicidio no admiten en momento
alguno la suspensión o conclusión del proceso a causa de
desistimiento, renuncia o conciliación de la víctima. La víctima
deberá ser informada durante todo el proceso de manera clara y
precisa sobre los alcances del procedimiento penal, los derechos y
garantías que le asisten y los efectos de las resoluciones judiciales
en especial que aún y cuando desista, renuncie o concilie con el
victimario el proceso penal no se suspenderá y continuará hasta la
resolución que ponga fin al caso. ARTÍCULO 6. SUSPENSIÓN DEL
PROCESO. En ningún caso los órganos jurisdiccionales podrán
suspender o dilatar la emisión o promoción de la ejecución de
resoluciones judiciales, salvo que, conforme al ordenamiento
jurídico, se hubiere emitido resolución expresa que declare la
suspensión del proceso. CAPÍTULO II ACTIVIDAD PROCESAL
SECCIÓN I SUSTANCIACIÓN DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
ARTÍCULO 7. SOLICITUD DE MEDIDAS DE SEGURIDAD. Las
medidas de seguridad a favor de las víctimas de Femicidio u otras
Formas de Violencia contra la Mujer podrán ser emitidas de oficio o
a requerimiento verbal o escrito de cualquier persona a discreción
de quien las solicita. El órgano jurisdiccional ante quien se presente
la solicitud deberá conocer y resolver, inmediatamente, sin
necesidad de la presencia de la víctima ni del presunto agresor. Al
disponer la medida de seguridad correspondiente, el órgano
jurisdiccional deberá individualizar a la persona responsable de la
ejecución de la medida, el plazo para ejecutarla y el plazo para
informar el resultado de la ejecución; de acuerdo a la naturaleza de
las medidas impuestas. ARTÍCULO 8. EJECUCIÓN DE LAS
MEDIDAS DE SEGURIDAD. El órgano jurisdiccional que emitió la
resolución de las medidas de seguridad a favor de las víctimas de
Femicidio u otras Formas de Violencia contra la Mujer seguirá
siendo competente para conocerlas hasta que hubiere verificado la
ejecución de las mismas; y, oportunamente, deberá remitir las
actuaciones al juzgado o tribunal competente. ARTÍCULO 9.
CRITERIOS DE COMPETENCIA PARA DICTAR MEDIDAS DE
SEGURIDAD. Las medidas de seguridad a favor de la víctima por
hechos de Femicidio u otras Formas de Violencia contra la Mujer
serán emitidas por las y los jueces de: a. Primera Instancia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Turno, cuando no
se hubiere emitido el auto de procesamiento. b. Paz
independientemente de que exista o no Juzgado de Primera
Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. c.
Primera Instancia o tribunales con competencia en materia penal,
narcoactividad y delitos contra el ambiente cuando tengan
conocimiento del caso. d. Primera Instancia Penal de Delitos de
Femicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer cuando esté
conociendo el caso luego de emitido el auto de procesamiento.

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ARTÍCULO 11. PRORROGA, AMPLIACIÓN, SUSTITUCIÓN Y
REVOCACIÓN DE MEDIDAS DE SEGURIDAD. Los órganos
jurisdiccionales competentes para conocer el proceso penal
resolverán las solicitudes relacionadas con la prórroga, ampliación,
sustitución o revocación de las medidas de seguridad que hubieren
sido emitidas. Al recibir las actuaciones las juezas y jueces, de
oficio, deberán verificar que las medidas de seguridad emitidas a
favor de la víctima sean idóneas y efectivas de acuerdo a las
necesidades particulares de cada una. La oposición a las medidas
de seguridad se sustanciará conforme al procedimiento de los
incidentes previsto en el Código Procesal Penal. Cuando la causa se
encuentre en la Corte de Constitucionalidad será competente para
conocer de todo lo relativo a las medidas de seguridad el juzgado o
tribunal que hubiere emitido la resolución contra la cual se hubiere
interpuesto la acción constitucional que motivó la remisión de la
causa a dicha Corte.

g. LEGISLACIÓN NACIONAL Y ESTÁNDARES


INTERNACIONALES EN MATERIA DE GÉNERO: Legislación,
derechos humanos y derechos de la mujer: Generalidades: La
revolución francesa fue el inicio de la lucha por la libertad, los
derechos y la igualdad del hombre, a través de la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada por la Asamblea
Nacional en agosto de 1789, sin embargo, surge también una
contradicción, pues a pesar de los ideales que le dieron origen,
Libertad, Igualdad y Fraternidad, no incluía a las mujeres. La autora
teatral y activista revolucionaria Olimpia de Gouges (1748-1793) fue
la primera en iniciar la lucha por la igualdad de las mujeres al
publicar en 1791 la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la
Ciudadana, que fue una copia de la Declaración de los Derechos del
Hombre, enfocada hacia la mujer. La cual decía así: “Las madres,
las hijas y las hermanas, representantes de la nación, piden ser
constituidas en Asamblea Nacional. Considerando que la
ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos de la mujer son
las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los
gobiernos, han resuelto exponer en una solemne declaración los
derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer (...)".
Manifestaba en el mismo que la: "mujer nace libre y debe
permanecer igual al hombre en derechos" y que "la Ley debe ser la
expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y los
Ciudadanos deben contribuir, personalmente o por medio de sus
representantes, a su formación". A pesar de sus esfuerzos, el
Código Civil napoleónico (1804), en el que se recogieron los
principales avances sociales de la revolución, negó a las mujeres, los
derechos civiles reconocidos para los hombres, durante el período
revolucionario (igualdad jurídica, derecho de propiedad...), e
impuso unas leyes discriminatorias, según las cuales el hogar era
definido como el ámbito exclusivo de la actuación femenina. Surge
así el movimiento llamado feminista, que se trazó como primera
meta, la lucha por el derecho al voto, iniciado en Europa Occidental
y Norteamérica. Los últimos cambios políticos, económicos y
sociales en los países más desarrollados dieron mayor impulso a
este movimiento, siendo sus principales objetivos: el derecho de

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voto, la mejora de educación, la capacitación profesional y la
apertura de nuevos horizontes laborales, la equiparación de sexos
en la familia para evitar la subordinación de la mujer y la doble
moral sexual. Uno de los primeros logros fue la resolución relativa al
trabajo profesional de la mujer, emitida en el Primer Congreso de la
Asociación Internacional de Trabajadores en 1866, la que desafiaba
la tradición de que el lugar de las mujeres era el hogar. En 1975 se
lleva a cabo en México la primera Conferencia Mundial sobre la
Mujer, declarándose como Año Internacional de la Mujer, dando
como resultado la proclamación por la Asamblea General de la
Organización de Naciones Unidas (ONU) el “Decenio de las
Naciones Unidas para la Mujer (1975-1985). Esta organización
mediante la resolución 32/142, insta a los estados que proclamen un
día del año, como día de las Naciones Unidas por los derechos de la
mujer y la paz internacional. En 1979 la Asamblea General de la
Organización de Naciones Unidas (ONU) aprueba la “Convención
Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer”, a la que se han adherido más de 130 países, entre ellos
Guatemala, habiendo ratificado su adhesión el 8 de julio de 1982,
mediante Decreto Ley 49-82. Dicha convención declara en su
Artículo 1 que:”Discriminación contra la mujer”: es toda distinción,
exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o
resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio
por la mujer independientemente de su estado civil, sobre la base
de la igualdad del hombre y la mujer de los Derechos Humanos y las
libertades fundamentales de las esferas política, económica, social,
cultural y civil o de cualquier otra esfera. En la Conferencia Mundial
de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, se reconoció a
los Derechos de la Mujer como Derechos Humanos. Proclamando
seis meses después la Declaración Sobre la Eliminación de la
Violencia Contra la Mujer". En 1994 la Comisión de Derechos
Humanos creó el cargo de Relator Especial sobre la violencia contra
la mujer. La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada
en Beijing en 1995, reiteró los progresos de Viena, y la violencia
contra la mujer pasó a ser el elemento central de su plataforma de
acción. La aprobación del Protocolo Facultativo de la Convención
en el 2000, constituyó, otro paso importante, pues faculta a la
Convención a examinar peticiones de mujeres particulares o de
grupos de mujeres que hayan agotado los recursos de la jurisdicción
interna. Además, faculta al comité a investigar violaciones graves o
sistemáticas de la Convención. A nivel regional, en el año de 1994,
la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos,
aprobó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer ("Convención de Belén do
Pará"), por iniciativa de la Comisión Interamericana de Mujeres
(CIM), aprobada en Guatemala por el Decreto 69-94 del Congreso
de la República. En ese año, la Comisión Interamericana creó el
cargo de Relatora Especial sobre los Derechos de la Mujer. Desde
1994 el acontecimiento más importante ha sido la adopción del
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que define
específicamente la violación y otros actos de violencia contra la
mujer como actos que constituyen crímenes de lesa humanidad y
crímenes de guerra. Finalmente, a nivel nacional se aprobó en 1996

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la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar.
Decreto 97-96. Otro de los instrumentos que reconoce los derechos
de la mujer, es la Convención sobre los Derechos Políticos de la
Mujer, que establece el derecho de votar, de ser electas, de ocupar
cargos públicos y ejercer todas las funciones públicas establecidas.
También puede mencionarse entre otras: La Convención Sobre la
Nacionalidad de la Mujer Casada; la Convención Relativa a la Lucha
Contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza;
Convención sobre el Consentimiento para el Matrimonio, que
establece la edad mínima para contraer matrimonio y la obligación
del registro de los matrimonios; el Convenio número 100 relativo a
la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor, para la
mano de obra femenina como para la masculina, Convenio 103
relativo a la protección de la maternidad; Convenio número 111
relativo a la discriminación en materia de empleo y ocupación y
Convenio 118 sobre la igualdad de trato (Seguridad Social). En la
legislación guatemalteca, una de las leyes que fue reformada de
conformidad con la Convención sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación Contra la Mujer, fue el Código Civil,
mediante Decretos 80-98 y 27-99, en relación a la representación
conyugal y las obligaciones para con los hijos, también fueron
derogados los Artículos 113 y 114 que se referían a la autoridad que
podía ejercer el marido respecto del trabajo que pudiera
desempeñar la esposa. Sin embargo, aún hace falta, que se
promulguen otras reformas u otras leyes que apoyen los derechos
de la mujer. Convenciones y Tratados de Derechos Humanos que
protegen los derechos de la mujer. En estos instrumentos están
contenidos los esfuerzos por mejorar la situación actual de la mujer
a nivel mundial, en todos los ámbitos en los que se le ha
discriminado, pero a pesar de ello, continúa dentro de la sociedad,
la desigualdad de trato y la indiferencia de la mayoría de los países
a los problemas que esto conlleva. Convención Sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer. Esta
Convención fue adoptada por Guatemala mediante Decreto Ley
número 49-82 del 29 de junio de 1982, depositado el 12 de agosto
de 1982 y publicado en el diario de Centroamérica, tomo CCXIX,
número 54, del 6 de septiembre de ese mismo año. Quedando así
comprometido el Estado de Guatemala a cumplir con reformar o
derogar todas aquellas leyes que fueran discriminatorias contra la
mujer, compromiso que se ha cumplido parcialmente, se
reformaron los Artículos 109, 110, 115, 131, 132, 255 y derogado los
Artículos 114 y 133 del Código Civil, de conformidad con lo
establecido en el Artículo 15.2 que dicta: Los Estados Partes
reconocerán a la mujer, en materias civiles, capacidad idéntica a la
del hombre… En particular le reconocerán a la mujer iguales
derechos para firmar contratos y administrar bienes…; y lo que
señala el Artículo 16.1 “Los Estados Partes adoptarán todas las
medidas adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer
en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las
relaciones familiares; y en particular, asegurarán, en condiciones de
igualdad entre hombres y mujeres. Convención Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer
(Convención de Belem do para) Esta Convención fue aprobada en

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Guatemala, por Decreto número 69-94 de fecha 15 de diciembre de
1994, consta de 25 Artículos, la importancia de esta convención
radica en la redefinición que se hace acerca de la violencia contra la
mujer. El Artículo 1 define el significado de violencia contra la
mujer, señalando que: “cualquier acción o conducta, basada en su
género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el
privado”. Señala también esta Convención, los ámbitos en los que
se desarrolla la violencia y las acciones que constituyen la misma,
en el Artículo 2: “se entenderá que violencia contra la mujer incluye
la violencia física, sexual y psicológica: a. Que tenga lugar dentro de
la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación
interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el
mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros,
violación, maltrato y abuso sexual; b. Que tenga lugar en la
comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que
comprende, entre otros, violaciones, abuso sexual, tortura, trata de
personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar
de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos
de salud o cualquier otro lugar, y c. que sea perpetrada o tolerada
por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra. Los derechos
protegidos mediante esta convención, se encuentran contenidos en
los capítulos del 3 al 6, cito los siguientes pues corresponden al
interés de este estudio: Artículo 3. Toda mujer tiene derecho a una
vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el
privado. Artículo 4. Toda mujer tiene derecho al reconocimiento,
goce, ejercicio y protección de todos los derechos humanos y a las
libertades consagradas por los instrumentos regionales e
internacionales sobre derechos humanos. Estos derechos
comprenden, entre otros: 1. El derecho a que se respete su vida; 2.
El derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral; 3.
El derecho a la libertad y a la seguridad personal; 4. El derecho a no
ser sometida a torturas; 5. El derecho a que se respete la dignidad
inherente a su persona y que se proteja a su familia; 6. El derecho
a igualdad de protección ante la ley y de la ley; 7. El derecho a un
recurso sencillo y rápido ante los tribunales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos; 8. El derecho a la
libertad de asociación; 9. El derecho a la libertad de profesar la
religión y las creencias propias dentro de la ley; y 10. El derecho a
tener igualdad de acceso a las funciones públicas de su país y a
participar en los asuntos públicos, incluyendo la toma de
decisiones. En su capítulo 3, establece esta convención, los Deberes
de los Estados, que se comprometieron a cumplir con la misma,
contemplados en el Artículo 7, siendo algunos de ellos: Incluir leyes
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer,
adoptar medidas judiciales que conminen al agresor a abstenerse
de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida
de la mujer, su integridad o perjudique su propiedad, modificar
leyes o prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la
persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer, medidas
de protección, entre otros. Declaración Sobre la Eliminación de la
Violencia Contra la Mujer Consta de 6 Artículos, su objetivo es
reforzar y complementar la aplicación de la Convención sobre la

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Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
En esta declaración se reconoce “que la violencia contra la mujer
constituye una manifestación de relaciones de poder,
históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han
conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su
contra por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la
mujer, y que la violencia contra la mujer es uno de los mecanismos
sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una
situación de subordinación respecto del hombre.” Además señala
que, para la eliminación de la violencia en todas sus formas, es
necesario el compromiso por parte de los Estados de asumir sus
responsabilidades, y también el compromiso de la comunidad
internacional de velar por que se cumpla con esas
responsabilidades. El Artículo 1 de este documento señala que:
“violencia contra la mujer” se entiende todo acto de violencia
basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener
como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico
para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la
privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida
pública como en la vida privada. Los actos que constituyen violencia
contra la mujer, según reza el Artículo 2 de esta declaración son: 1.
La violencia física, sexual y sicológica que se produzca en la familia,
incluidos los malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar,
la violencia relacionada con la dote, la violación por el marido, la
mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales nocivas
para la mujer, los actos de violencia perpetrados por otros
miembros de la familia y la violencia relacionada con la explotación;
2. La violencia física, sexual y sicológica perpetrada dentro de la
comunidad en general, inclusive la violación, el abuso sexual, el
acoso y la intimidación sexuales en el trabajo, en instituciones
educacionales y en otros lugares, la trata de mujeres y la
prostitución forzada; 3. La violencia física, sexual y sicológica
perpetrada o tolerada por el Estado, Donde quiera que ocurra.

h. POLÍTICA DE IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES


EN EL MINISTERIO PÚBLICO: La igualdad es un derecho que se
encuentra plasmado en el artículo 4 de la constitución política de la
república de Guatemala, aunque también se encuentra plasmado
en la parte filosófica que inspiro la creación, es decir en el
preámbulo. En el mismo se establece que gobernados y
gobernantes deben actuar con absoluto apego al derecho, nadie
puede ni debe hacer actos contrarios al ordenamiento jurídico, sin
importar si ostenta algún cargo público o no.

i. ATENCIÓN A PERSONAS LGBTIQ VICTIMAS DEL DELITO: La


ruta es un instrumento de acción tanto para la sociedad civil, a la
hora de exigir sus derechos, como para las autoridades, en el
momento de otorgar protección a los ciudadanos y ciudadanas,
especialmente a las personas LGBTI que son víctimas de violencia
por identidad de género o por razón de su orientación sexual. Estas
violencias se pueden manifestar en forma directa e indirecta, tanto
en ámbitos públicos como privados, y generan acciones de
discriminación, estigmatización, exclusión y prejuicios hacia

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hombres y mujeres de este grupo poblacional vulnerable. El
objetivo de la Ruta de Atención a Personas LGBTI es tener los
instrumentos adecuados y el personal capacitado para garantizar
un idóneo tratamiento y protección a las personas LGBTI que son
víctimas de violencia, a través de la prestación de atención
oportuna, amplia, concertada y diferencial que se manifieste en:
Implementación de esta Ruta de Atención a Personas LGBTI en el
municipio. Funcionarios y funcionarias públicas capacitadas y
competentes que respondan por la aplicación efectiva de la Ruta de
Atención.
Documentación y desarrollo de registros de los casos de violencia
contra personas LGBTI desagregados por variables de sexo, género,
orientación sexual, edad, pertenencia étnica/raza.
Aplicación de estrategias para avanzar en la implementación de
una atención integral eficaz para las víctimas LGBTI.
Presentación de campañas para la sensibilización y promoción del
reconocimiento y respeto de la diversidad sexual y las identidades
de género.
Puesta en marcha de acciones interinstitucionales especializadas en
el seguimiento y control de las conductas violentas y los riesgos de
afectación.
Desarrollo de indicadores al interior de los sistemas de atención del
municipio que permitan la evaluación de las intervenciones
interinstitucionales.
Disminución de los niveles de violencia debido a las intervenciones
oportunas y eficaces de las instituciones y la población civil.
La atención que se ofrece es:
Interinstitucional: Es prestada por un grupo de servidores públicos
que, desde sus diferentes disciplinas, proponen una intervención
apropiada en la prevención sociopolítica de la violencia por
prejuicio.
Secuencial: Permite, desde la prevención y atención, proponer e
implementar estrategias de reducción de los daños generados por
el hecho violento.
Preventiva: Logra identificar y neutralizar acciones o procesos que
puedan ser perjudiciales para las personas LGBTI a partir de
acciones y programas de trabajo municipal.
Quienes son las personas LGBTI
LGBTI: Se utiliza como término colectivo que designa a las
personas cuya orientación sexual no es heterosexual -hombres y
mujeres que se asumen como lesbianas, gays o bisexuales-, cuya
identidad de género está más allá de las impuestas por la sociedad
–reconocidas como personas trans-, o cuya construcción biológica
del sexo rompe con los esquemas de macho y hembra –personas
intersex-.
Orientación sexual: Es la atracción física, erótica y/o afectiva hacia
un sexo determinado o hacia ambos sexos. Existen tres tipos de
orientación sexual: heterosexual, homosexual (gais y lesbianas) y
bisexual.
Heterosexuales: Son las personas cuyas emociones eróticas y/o
afectivas están orientadas hacia personas del sexo opuesto:
Hombre-Mujer y Mujer-Hombre.

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Homosexuales: Son las personas cuyas emociones eróticas y/o
afectivas están orientadas hacia personas de su mismo sexo:
Hombre-Hombre (gais) y Mujer-Mujer (lesbianas).
Lesbianas: Son las mujeres que se reconocen como tal y sienten
atracción erótica y/o afectiva hacia otras mujeres.
Gais: Son los hombres que se reconocen como tal y sienten
atracción erótica y/o afectiva hacia otros hombres.
Bisexuales: Son las personas cuyas emociones eróticas y/o afectivas
están orientadas tanto hacia personas de su mismo sexo como
hacia personas del sexo opuesto.
Identidad de género: Es la vivencia del género tal como cada
persona la siente profundamente y puede corresponder o no con el
sexo asignado al momento del nacimiento. Incluye la vivencia del
cuerpo (que podría involucrar la modificación de la apariencia o la
función corporal a través de medios médicos, quirúrgicos o de otra
índole, siempre que la misma sea libremente escogida) y otras
expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de
hablar y los modales. Las personas con identidad de género diversa
pueden ser: transformistas, travestis y transexuales.
Transformistas: Son las personas que basan sus actuaciones en los
cambios de traje y de caracterización de sus personas para asumir
el género contrario. Por lo general lo hacen de manera esporádica y
principalmente para espectáculos.
Travestis: Son las personas que construyen su identidad de manera
permanente con actitudes, atuendos y acciones del otro género,
como un asunto de su vida cotidiana. En algunos casos se someten
a tratamiento de hormonización para hacer sus cuerpos más
femeninos.
Transexuales: Son las personas cuya vivencia personal del género
no corresponde con la que socialmente es considerada como propia
del sexo asignado al momento de nacer. Es hombre trans la
persona que fue asignada al sexo femenino al nacer y se identifica
como hombre. Es mujer trans la persona que fue asignada al sexo
masculino al nacer y se identifica como mujer.
Sexo biológico: Responde a las características genéticas que
definen ser macho, hembra o intersex. No determina la orientación
sexual ni la identidad de género.
Intersex: Son personas que presentan características genéticas y
fenotípicas propias de hombres y mujeres en grados variables.

2. DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES


a. PRINCIPIOS, DERECHOS Y GARANTÍAS DE LA NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA: Principios: de tutelaridad, contenido en el artículo 6 de
la Ley de protección integral de la niñez y adolescencia, estipula que: “El
derecho de la niñez y adolescencia es un derecho tutelar de los niños, niñas
y adolescentes, otorgándoles una protección jurídica preferente. Las
disposiciones de la presente ley son de orden público y de carácter
irrenunciable. El estado verá velar porque los niños, niñas y adolescentes
reciban entre otros: a) Protección y socorro especial en caso de desastres;
b) atención especializada en los servicios públicos o de naturaleza pública;
c) formulación y ejecución de políticas públicas especificas; d) asignación
específica de recursos públicos en las áreas relacionadas con la protección
a la niñez y juventud adolescencia. 144. PRINCIPIO DE JUSTICIA

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ESPECIALIZADA: Este principio es muy importante en virtud que en los
procesos que se lleven en donde esté involucrado un niño, niña y
adolescente estarán a cargo de órganos especializados y para ello tendrán
alto conocimiento en Derechos Humanos. Psicología, Sociología,
Criminología y ciencias del comportamiento Orientada en Adolescentes en
conflicto con la ley penal. Artículo 145. PRINCIPIO DE LEGALIDAD: Este
principio establece que no podrá iniciarse proceso en contra de un
adolescente por hechos que no violen la ley penal. 146. PRINCIPIO DE
LESIVIDAD: Establece que ningún adolescente podrá ser sometido a
ninguna medida establecida en la ley sin antes no se comprueba que su
conducta DAÑA O PONE en peligro un BJT. 147. PRESUNCIÓN DE
INOCENCIA: Durante todo el proceso el adolescente deberá ser tratado
como inocente mientras no se le comprueba por los medios establecidos
su responsabilidad en el proceso. 150. NO BIS IN IDEM: Ningún
adolescente podrá ser perseguido más de una vez por el mismo hecho. 151
PRINCIPIO DE INTERÉS SUPERIOR: El cual establece que los órganos
Jurisdiccionales, así como cualquier otra institución ya sea pública o
privada deberá tomar en cuenta para cualquier decisión el interés superior
del niño, niña o adolescente. 153. PRINCIPIO DE CONFIDENCIALIDAD:
Serán confidenciales los datos sobre los hechos cometidos por
adolescentes, por lo tanto en todo momento deberá respetarse la
identidad y la imagen del adolescente. 154. PRINCIPIO DE
INVIOLABILIDAD DE LA DEFENSA: Tendrán derecho a que desde el inicio
del proceso sean asistidos por un abogado defensor. 156. PRINCIPIO DE
CONTRADICTORIO: Tendrán derecho a ser oídos, aportar pruebas e
interrogar a los testigos y refutar los argumentos del contrario. 157.
PRINCIPIO DE RACIONALIDAD Y PROPORCIONALIDAD: Este principio
indica que la sanción a aplicar al adolescente deberá ser racional y
proporcional a la transgresión cometida por el adolescente que viole la ley
penal. 158. PRINCIPIO DE DETERMINACIÓN DE LAS SANCIONES: No
podrán imponerse sanciones que no estén determinadas en la ley.
Derechos y garantías fundamentales de la niñez y adolescencia: derechos
humanos: estos se dividen en: individuales y sociales. A su vez, los
derechos individuales se dividen en: Derecho a la vida: Comprende:
supervivencia, seguridad y desarrollo integral. Protección, cuidado,
asistencia necesaria para que se desarrollen físico, mental, social y
espiritualmente. Desde su concepción. Derecho a la igualdad: Ningún tipo
de discriminación (raza, color, sexo, idioma, discapacidad física, mental o
sensorial Etc. Este comprende incluso su derecho de pertenencia e
identidad (origen indígena, su propia vida cultural, educativa, espiritual,
costumbres, idiomas, cosmovisión, Etc.) Derecho a la Integridad Personal:
Implica: No descuido, abandono o violencia. No torturas, tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Derecho a la Libertad. Derecho a la Identidad.
Derecho al Respeto. Derecho a la Dignidad. Derecho de Petición. Derecho
a la familia. Derecho a la estabilidad de la familia. Derecho a la localización
de padres o familias. Derecho a la adopción. Igualdad de derechos. Cuando
un menor es adoptado en otro país, tiene derecho a que como mínimo se le
garanticen los mismos derechos que le asisten en este país. Los derechos
sociales se dividen en: Nivel de vida adecuado: Comprende: la salud, desde
su nacimiento. Un desarrollo sano y armonioso, en condiciones dignas de
existencia. Condiciones adecuadas para la lactancia materna: Estado,
instituciones y empleadores deben proporcionar la realización de estas
condiciones, incluso para madres privadas de libertad. Obligaciones de

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establecimientos de Salud. Este artículo (27 Ley PINA) básicamente
concede la obligación para los establecimientos de salud y por ende nacen
derechos para los menores, que son estos: ser identificados (recién
nacidos) mediante el registro de su impresión plantar y digital y de la
identificación digital de la madre, sin perjuicio de otras formas normadas
por la autoridad administrativa competente. El Registro Civil es el ente
obligado para que esta norma se cumpla al momento de la inscripción del
menor. Que se realicen exámenes con miras al diagnóstico y terapéutica
de anormalidades en el metabolismo del recién nacido, y orientar a los
padres. Derecho al sistema de salud. Acceso al sistema de salud pública,
universal e igualitaria a acciones y servicios para promoción, protección y
recuperación de la salud. Comunicación de casos de maltrato. Este
derecho implica: Que se denuncie ante autoridad competente por parte de
personal médico, paramédico, de atención social, educativa y otros el
maltrato que se detecte sea cometido contra el menor. Programas de
asistencia médica y odontológica. Derecho de que se realicen este tipo de
programas para la prevención de enfermedades así como campañas de
educación sanitaria y sexualidad humana para padres, educadores y
alumnos. Vacunación. Con el fin de prevenir enfermedades epidémicas y
endémicas. Autorización para tratamientos médicos. Por regla general; los
padres, tutores o encargados son los que emiten esta autorización; no
obstante, en aquellos casos que por razones culturales o religiosas se
negare el consentimiento para hospitalizar al menor, el médico tratante
está facultado para adoptar acciones inmediatas a efecto de proteger la
vida o la integridad física de estos. Salud primaria. Derecho a participar en
programas de atención integral dedicadas especialmente para menores
hasta los seis años. (Sin perjuicio de las obligaciones que el Estado tiene
para todos los menores) Certificados de vacunación. Los centros de
enseñanza (desde prepa hasta diversificado) centros de cuidado diario,
deben requerir estos certificados, si no se presenta o falta suministrar
alguna dosis, deben remitir al encargado a las autoridades de salud más
cercanas y dejar constancia de esto. Atención a la salud. Todos los centros
de salud del país tienen ciertas obligaciones (Art. 35 ley Pina) lo cual
conlleva derechos para los menores, siendo los siguientes: Que el recién
nacido tenga contacto con la madre al nacer y alojamiento con ella. Ser
diagnosticado y tener seguimiento médico si nace con problemas
patológicos y con discapacidades físicas sensoriales y mentales. Que
existan programas especializados para la atención de los menores que
presenten problemas patológicos y discapacidades. Que se controle su
crecimiento y que su desarrollo no sea inferior a la edad cronológica, así
como que sus padres, tutores, o encargados sean orientados para la toma
de medidas necesarias. Derecho a la Educación. Derecho a la Cultura.
Derecho al Deporte. Derecho a la Recreación. Derecho a la Protección de la
Niñez y Adolescencia con Discapacidad. Derecho a la Protección contra el
tráfico ilegal, sustracción, secuestro, venta y trata de niños, niñas y
adolescentes. Derecho a la Protección contra la Explotación Económica.
Derecho a la Protección por el uso ilícito de sustancias que produzcan
dependencia. Derecho a la protección por maltrato. Derecho a la
protección por la explotación y abusos sexuales. Derecho a la protección
por conflicto armado. Derecho a la protección de los niños, niñas y
adolescentes refugiados. Derecho a la protección contra toda información
y material perjudicial para el bienestar de la niñez y adolescencia.
Principios generales del proceso de medidas de protección de la niñez y la

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adolescencia La protección integral de la niñez y la adolescencia parte de la
protección de los derechos fundamentales del hombre y en la dignidad y el
valor de la persona humana, y su determinación de promover el progreso
social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la
libertad, que las Naciones Unidas han proclamado en la declaración
universal de derechos humanos “que toda persona tiene, todos los
derechos y libertades enunciados en ella, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, opinión política o de cualquiera otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición y que el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita
protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto
antes como después del nacimiento”. Que la necesidad de esa protección
especial ha sido enunciada en la declaración de Ginebra de 1924 sobre los
derechos del niño y reconocida en la declaración universal de derechos
humanos y en los convenios constitutivos de los organismos especializados
y de las organizaciones internacionales que se interesan en el bienestar del
niño, que la humanidad debe al niño lo mejor que puede darle. Proclama la
declaración de los derechos del niño a fin de que éste pueda tener una
infancia feliz y gozar, en su propio bien y en bien de la sociedad, de los
derechos y libertades que en ella se enuncian e insta a los padres, a los
hombres y mujeres individualmente y a las organizaciones particulares,
autoridades locales y gobiernos nacionales a que reconozcan esos
derechos y luchen por su observancia con medidas legislativas y de otra
índole adoptadas progresivamente en conformidad con los siguientes
principios: Principio uno: El niño disfrutará de todos los derechos
enunciados en esa Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos
los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de
raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición,
ya sea del propio niño o de su familia. Principio consagrado en el Artículo 2
de la Convención sobre los derechos del niño y en el Artículo 10 de la Ley
de protección integral de la niñez y adolescencia. Principio dos: El niño
gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y
servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que
pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma
saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al
promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se
atenderá será el interés superior del niño. Contenido en el Artículo 3 de la
Convención sobre los derechos del niño y en los Artículos 12, 13 y 16 de la
Ley de protección integral de la niñez y adolescencia. Principio tres: El niño
tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
Principio regulado en el Artículo 7 de la Convención sobre los derechos del
niño y el Artículo 14 de la Ley de protección integral de la niñez y
adolescencia. Principio cuatro: El niño debe gozar de los beneficios de la
seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud;
con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados
especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a
disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
El cual está contenido en los Artículos 24 y 26 de la Convención sobre los
derechos del niño y en los Artículos del 25 al 35 de la Ley de protección
integral de la niñez y adolescencia. Principio cinco: El niño física o
mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir
el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso

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particular. Regulado en el Artículo 23 de la Convención sobre los derechos
del niño y en los Artículos del 46 al 49 de la Ley de protección integral de la
niñez y adolescencia. Principio seis: El niño, para el pleno y armonioso
desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que
sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus
padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y
material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño
de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán
la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan
de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos
de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra
índole. Principio contenido en los Artículos 9 y 20 de la Convención sobre
los derechos del niño. Principio siete: El niño tiene derecho a recibir
educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas
elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le
permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus
aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y
social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. 31 El interés superior
del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de
su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer
término, a sus padres. Principio regulado en los Artículos 3, 28 y 29 de la
Convención sobre los derechos del niño y en los Artículos 3, 28 y 29 de la
Ley de protección integral de la niñez y adolescencia. Principio ocho: El
niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben
estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y
las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este
derecho. Consagrado en el Artículo 31 de la Convención sobre los derechos
del niño y en el Artículo 45 de la Ley de protección integral de la niñez y
adolescencia. Principio nueve: El niño debe, en todas las circunstancias,
figurar entre los primeros que reciban protección y socorro. El niño debe
ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No
será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar
antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le
permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda
perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o
moral. Regulado en los Artículos 19, 32 y 37 de la Convención sobre los
derechos del niño y Artículos 11, 16, 53 y 56 de la Ley de protección integral
de la niñez y adolescencia. Principio diez: El niño debe ser protegido contra
las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de
cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión,
tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y 32 fraternidad universal, y con
plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio
de sus semejantes. Consagrado en el Artículo 30 de la Convención sobre los
derechos del niño y en el Artículo 10 de la Ley de protección integral de la
niñez y adolescencia.
El Acuerdo 42-2007 de la Corte Suprema de Justicia, que contiene el
Reglamento general de Juzgados y Tribunales con Competencia en
Materia de la Niñez y Adolescencia Amenazada o Violada en sus Derechos
Humanos y Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, responde a la
jurisdicción especializada para facilitar el acceso a la justicia para la niñez y
adolescencia, basado en el principio a su interés superior, ya que en éste se
regulan los principios rectores que permitan desarrollar el proceso de
medidas de protección, tales como:

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Inmediación: La organización del despacho judicial desarrollará las
actividades administrativas que acompañan el ejercicio de la función
jurisdiccional y no podrá afectar al principio según el cual es indispensable
la presencia del juez en todos los actos del proceso. Como principio general
las solicitudes y previsiones normativas serán resueltas y notificadas en
audiencia, salvo cuando la ley lo prohíba expresamente.
Celeridad, concentración y continuidad: La gestión del procedimiento
deberá desarrollarse dentro de los plazos que señala la ley,
concentrándose el mayor número de actuaciones en audiencias que se
celebrarán de forma continúa. El juez deberá impulsar de oficio todas
aquellas actuaciones que la ley le permita sin necesidad de previo
requerimiento o solicitud de parte. Para el ejercicio de su función
jurisdiccional deberá entenderse que los plazos fijados en la ley al tribunal
o juzgado son máximos, por lo que no es necesario esperar su transcurso
total.
Interés superior del niño: En cualquier conflicto de interés que pueda
originarse durante la gestión de los procesos deberá prevalecer el interés
superior del niño. 33 En toda resolución judicial, el juez deberá
fundamentar tácticamente la prevalencia del interés superior del niño, en
concordancia con los instrumentos internacionales de los cuales forma
parte el estado de Guatemala, la constitución política de la república y el
ordenamiento jurídico del país. Cuando la decisión judicial implique el
otorgamiento de una medida de protección o la imposición de una sanción,
el juez deberá observar el carácter excepcional y provisional de la
institucionalización o privación de libertad de los niños y adolescentes.
Buena fe y colaboración con la justicia: Las partes, sus representantes,
abogados y todos los partícipes del proceso, colaborarán con la
administración de justicia para la realización de sus fines evitando
entorpecer los procedimientos mediante cualquier conducta o actuación
ilícita o dilatoria. (Acuerdo 42-2007 de la Corte Suprema de Justicia.
Reglamento general de juzgados y tribunales con competencia en materia
de la niñez y adolescencia amenazada o violada en sus derechos humanos
y adolescentes en conflicto con la ley penal, Artículos 3, 4, 5 y 6)
Regulación de los derechos fundamentales de la niñez y la adolescencia en
el Decreto 27-2003, Ley de protección integral de la niñez y adolescencia.
Principios procesales que rigen a los menores que se encuentran en
abandono o desprotección: Tutelar: Las normas del derecho de la niñez y la
adolescencia, como lo indica el Artículo 6 de la Ley de Protección Integral
de la Niñez y la Adolescencia, constituyen un derecho tutelar de los niños,
niñas y adolescentes, otorgándoles una protección jurídica preferente. Las
disposiciones de la ley entonces, son de orden público y de carácter
irrenunciable. En aplicación de este derecho, el Estado tiene la obligación
de velar porque los menores reciban: i. Protección y socorro especial en
caso de desastres; ii. Atención especializada en los servicios públicos o de
naturaleza pública; iii. Formulación y ejecución de políticas públicas
específicas; iv. Asignación específica de recursos públicos en las áreas
relacionadas con la protección a la niñez y adolescencia.
Garantías procesales: De conformidad con el Artículo 116 de la ley en
referencia, las garantías procesales que le asisten a la niñez y la
adolescencia, son: a) Ser escuchado en su idioma, en todas las etapas del
proceso y que su opinión y versiones sean tomadas en cuenta y
consideradas en la resolución que dicte el juzgado, debiendo en su caso,
estar presente un intérprete. b) No ser abrigado en institución pública o

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privada, sino mediante declaración de autoridad competente, previa
agotar las demás opciones de colocación. Asimismo, no podrán bajo
ninguna circunstancia, ser internados en instituciones destinadas a
adolescentes en conflicto con la ley penal, incurriendo en responsabilidad
los funcionarios que no cumplieren esta disposición. c) Asistir a las
audiencias judiciales programadas, acompañado por un trabajador social,
psicólogo o cualquier otro profesional similar. d) Recibir información clara
y precisa en su idioma materno, sobre el significado de cada una de las
actuaciones procesales que se desarrollen en su presencia, así como del
contenido y las razones de cada una de las decisiones. e) Que todo
procedimiento sea desarrollado sin demora. f) La justificación y
determinación de la medida de protección ordenada. En la resolución en la
que se le determine la medida de protección, el juez le deberá explicar, de
acuerdo a la edad y madurez del adolescente, el motivo por el cual fue
seleccionada esta medida. g) Una jurisdicción especializada; h) La
discreción y reserva de las actuaciones; i) Tener y seleccionar un intérprete
cuando fuere el caso; j) A no ser separado de sus padres o responsables
contra la voluntad de estos excepto cuando el juez determine, previa
investigación de los antecedentes, que tal separación es necesaria en el
interés superior del niño, en caso en que éste sea objeto de maltrato o
descuido. k) A evitar que sea re victimizado al confrontarse con su agresor
en cualquier etapa del proceso.
Principios, derechos y garantías fundamentales en el proceso de
adolescentes en conflicto con la ley penal: Garantías básicas: El Artículo
142 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia al
respecto indica: “Desde el inicio de la investigación y durante la
tramitación del proceso judicial, a los adolescentes les serán respetadas las
garantías procesales básicas para el juzgamiento de adultos, además, las
que les correspondan por su condición especial. Se consideran
fundamentales, las garantías consagradas en la Constitución Política de la
República, en los instrumentos internacionales aceptados y ratificados por
Guatemala y en las leyes relacionadas con la materia objeto de esta ley.
Todas las actuaciones en el proceso de adolescentes en conflicto con la ley
penal, serán gratuitas y se efectuarán oralmente, de forma suscita, se hará
un relato escrito de la audiencia, relación que podrá tomarse
taquigráficamente o por otros medios técnicos, según las posibilidades y
disposiciones del juzgado. El juez o tribunal en su caso, el fiscal, el abogado
defensor, el adolescente acusado y las partes procesales deberán asistir
personalmente al desarrollo íntegro de todas las audiencias que se
señalen”. Derecho a la igualdad y a no ser discriminado: Este derecho se
encuentra establecido en el Artículo 143 de la ley y dice que durante la
investigación y en el trámite del proceso en la ejecución de las medidas, se
respetará a los adolescentes el derecho a la igualdad ante la ley y a no ser
discriminados por ningún motivo. El adolescente tiene derecho a un
intérprete gratuito. Principios de racionalidad y de proporcionalidad: En el
Artículo 157 de la ley en referencia indica que: “Las sanciones que se
impongan dentro del proceso, tendrán que ser racionales y proporcionales
a la transgresión cometida por el adolescente que viole la ley penal”.

b. CONVENIOS Y TRATADOS INTERNACIONALES


RATIFICADOS POR GUATEMALA EN MATERIA DE NIÑEZ Y
ADOLESCENCIA: Declaración de los Derechos de los Niños. La
Declaración de los Derechos del Niños fue el primer instrumento

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internacional en reconocer que los niños son vulnerables y por lo
tanto tienen derecho a un cuidado especial, razón por la cual debían
gozar de reconocimiento exclusivo respecto a los Derechos
Humanos.
Convención Sobre los Derechos del Niño. En 1979 se proclamó el
Año Internacional de la Niñez, lo que constituyó la oportunidad
perfecta para todos aquellos países que deseaban que la
Declaración de los Derechos del Niños se convirtiera en un tratado
vinculante y obligatorio para los Estados. Ante esto la Comisión de
Derechos Humanos de la ONU conformó un grupo de trabajo para
considerar la cuestión de una Convención sobre Derechos de la
Niñez. A partir de esta fecha se inició una década de debate
respecto a todo el concepto y naturaleza de los derechos del niño.
PROTOCOLO FACULTATIVO A LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO RELATIVO A LA VENTA DE NIÑO, LA
PROSTITUCIÓN INFANTIL Y LA UTILIZACIÓN DE NIÑOS EN LA
PORNOGRAFÍA (2000).
PROTOCOLO FACULTATIVO A LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO RELATIVO A LA PARTICIAPCIÓN DE
NIÑOS EN LOS CONFLICTOS ARMADOS (2000).
CONVENIO SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO. Directrices De Las
Naciones Unidas Para La Prevención De La Delincuencia Juvenil.
Menores Privados De Libertad (Asamblea De Naciones Unidas
Resolución 45/113), Marco Legal y Político 9 14 de diciembre 1990.
Esta incluye a menores privados de libertad por instituciones
especiales de menores y a menores privados de libertad por
razones de salud o por bienestar del adolescente.
Reglas Mínimas Uniformes De Las Naciones Unidas Para La
Administración De La Justicia De Menores (Asamblea General De
Naciones Unidas - Resolución 40/33 29 De Noviembre 1985). Estas
se orientan a proteger los derechos de los niños y jóvenes y
responder a sus necesidades, mediante la elaboración de sistemas
especiales para administrar la justicia de menores.
Normas Uniformes Sobre La Igualdad De Oportunidades Para Las
Personas Con Discapacidad (Asamblea General De Naciones Unidas
–Resolución 48/96) 20 De Diciembre 1993. Esta garantiza que los
niños y niñas, mujeres y hombres con discapacidad puedan tener
los mismos derechos y obligaciones que los demás.
Programa Mundial De Acción Para La Juventud Para El Año 2000 y
Más Allá Del Año 2000 (Resolución 1995/64 Del Consejo Económico
y Social). Este Programa se adoptó el 2 de noviembre de 1995, su
objetivo principal es el de proveer un marco para las políticas y una
guía práctica para la acción nacional y el apoyo internacional, con el
fin de mejorar la situación de la juventud. Este implica un
compromiso a garantizar a todos los jóvenes el total disfrute de los
derechos humanos y las libertades fundamentales, de acuerdo a lo
prescrito por la carta de naciones unidas y los instrumentos de
derechos humanos. Se identifican diez áreas prioritarias de acción:
educación, empleo, hambre y pobreza, salud; medio ambiente;
abuso de drogas; delincuencia juvenil; actividades de tiempo libre;
mujeres y mujeres adolescentes y participación total y efectiva de
la juventud. Se destaca que la juventud debe de tener acceso a los
servicios básicos de salud y se deben lograr los objetivos de salud

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para todos, basados en la equidad y la justicia social, de acuerdo a
lo establecido en la Declaración de Alma-Ata.

c.LEY DE PROTECCION INTEGRAL DE LA NIÑEZ Y


ADOLESCENCIA: es un instrumento jurídico de integración familiar
y promoción social, que persigue lograr el desarrollo integral y
sostenible de la niñez y adolescencia guatemalteca, dentro de un
marco democrático e irrestricto respeto a los derechos humanos.

d. PROCESO DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA,


AMENAZADA O VIOLADA EN SUS DERECHOS HUMANOS:
GARANTIAS PROCESALES: Ser escuchado en su idioma en todas
las etapas del proceso y que su opinión y versiones sean tomadas
en cuenta y consideradas en la resolución que dicte el Juzgado,
debiendo en su caso, estar presente un intérprete. No ser abrigado
en institución pública o privada, sino mediante declaración de
autoridad competente, PREVIO a agotar las demás opciones de
colocación, así mismo bajo ninguna circunstancia no podrán ser
internados en instituciones destinadas a adolescentes en conflicto
con la ley penal, incurriendo en responsabilidad los funcionarios que
no cumplieren esta disposición. Asistir a las audiencias judiciales
programadas, acompañado por un trabajador social, psicólogo o
cualquier otro profesional similar. Recibir información clara y
precisa: en su idioma materno, sobre el significado de cada una de
las actuaciones procesales. Que todo procedimiento sea
desarrollado sin demora. El Juez le deberá de explicar, de acuerdo a
su edad y madurez, la justificación y determinación de la medida de
protección ordenada en resolución. Una jurisdicción especializada.
La discreción y reserva de las actuaciones. A no ser separado de sus
padres o responsables contra la voluntad de éstos, Excepto cuando
el Juez determine, previa investigación de los antecedentes, que tal
separación es necesaria en interés superior del niño, en caso en que
éste sea objeto de maltrato o descuido. A evitar que sea re-
victimizado al confrontarse con su agresor en cualquier etapa del
proceso. INICIO DEL PROCESO DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA
AMENAZADA O VIOLADA EN SUS DERECHOS HUMANOS:
FORMA DE INICIARSE: a) Por remisión de la Junta Municipal de
Protección de la Niñez y/o del Juzgado de Paz. b) De oficio. c)
Denuncia presentada por cualquier persona o autoridad. Durante el
desarrollo el Juez deberá de tomar en cuenta las garantías
procesales establecidas en la ley PINA.

1. RECIBIDO EL EXPEDIENTE:
El Juez de la Niñez y la Adolescencia deberá dictar inmediatamente las medidas
cautelares que correspondan, previstas artículos 112, 114 y 115 y señalará día y
hora para audiencia que deberá celebrarse dentro de los 10 días siguientes,
debiendo ser notificadas las partes por lo menos con 03 días de anticipación, en
caso de delito o falta cometida en contra del niño, niña o adolescente certificará
lo conducente a donde corresponda.

2. AUDIENCIA DE CONOCIMIENTO DE HECHOS:


En la audiencia señalada para el efecto, el juez determinará:

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 Si se encuentran presentes las partes
 Instruirá en el idioma materno al niño o adolescente sobre la importancia y
el significado de la audiencia, cuando se trate de asuntos que pueden
causarle perjuicio psicológico, el Juez podrá disponer su retiro transitorio
de la misma.
 Oirá en su orden al niño, niña o adolescente, al representante de la PGN,
al representante de otras instituciones, terceros involucrados, médicos,
psicólogos, trabajadores sociales, maestros o testigos que tengan
conocimiento del hecho; y a los padres, tutores o encargados, en caso de
ausencia injustificada de las personas citadas a la audiencia, se certificará
lo conducente a un juzgado del orden penal.
 Habiendo oído a las partes y según la gravedad del caso, el Juez podrá
proponer una solución definitiva y en caso de no ser aceptada ésta por las
partes se suspenderá la audiencia, la que deberá continuar dentro de un
plazo no mayor de 10 días, dándose para el efecto las partes por
notificadas.
 PROPOSICION DE PRUEBAS: 05 días antes de la continuación de la
audiencia, las partes y el representante de la PGN deberán presentar al
Juez un informe de los medios de prueba recabados que se aportarán en
la audiencia definitiva. En este orden: Declaración de partes, testigos,
dictamen de expertos, reconocimiento judicial, doctos, medios científicos.

2.1 SI SE PRORROGA LA AUDIENCIA EL JUEZ DEBERA:


 Revocar, confirmar o modificar las medidas cautelares dictadas. En
caso contrario, dictará de inmediato la resolución que corresponda.

3. AUDIENCIA DEFINITIVA:
El día y hora señalados para la CONTINUACION de la audiencia, el juez
procederá de la siguiente forma:
 Determinará si se encuentran presentes las partes
 Oirá en su orden al niño, niña o adolescente, al representante de la
PGN, al representante de otras instituciones, terceros involucrados,
profesionales, testigos y por último a los padres o tutores encargados.
 Una vez recibida la prueba el juez declarará por finalizada la
audiencia. Inmediatamente dictará SENTENCIA valorando la prueba
en base a la sana crítica en la misma declarará si los derechos del niño o
niña o adolescente se encuentran amenazados o violados y la forma
como deberán ser restituidos, en la misma confirmará o revocará la
medida cautelar decretada. Si x la complejidad de la hora se haga
necesario diferir la redacción de la sentencia , el juez leerá solo la parte
resolutiva y explicará en forma sintética los fundamentos de su
decisión, la que se notificará dentro de los 03 días siguientes a su
pronunciamiento de la parte resolutiva.

e. PROCESO DE ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA


LEY PENAL:
I. DERECHOS Y GARANTÍAS FUNDAMENTALES DEL PROCESO: ART.
142 al 158 PRINCIPIO DE JUSTICIA ESPECIALIZADA: La aplicación de
ésta Ley, tanto en el proceso como en la ejecución, estará a cargo de
órganos especializados en materia de derechos humanos. El personal que
trabaja en los distintos órganos deberá tener una formación especializada

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en derecho, sociología, psicología, criminología y ciencias del
comportamiento, orientada a la adolescencia en conflicto con la ley penal.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD: Ningún adolescente podrá ser sometido a un
proceso por hechos que no violen la ley penal. Tampoco podrá ser
sometido a procedimientos, medidas ni sanciones, que la ley no haya
establecido previamente. PRINCIPIO DE LESIVIDAD: Ningún adolescente
podrá ser sometido a ninguna medida establecida en ésta Ley, si no se
comprueba que su conducta daña o pone en peligro un bien jurídico
tutelado. PRESUNCION DE INOCENCIA: hasta en tanto no se les
compruebe por los medios establecidos en ésta Ley u otros medios legales
su participación en los hechos que se le atribuyen. DERECHO AL DEBIDO
PROCESO. DERECHO DE ABSTENERSE DE DECLARAR. PRINCIPIO
DEL “NON BIS IN IDEM”. PRINCIPIO DE INTERES SUPERIOR: Cuando a
un adolescente puedan aplicársele dos leyes o normas diferentes, siempre
se optará por la que resulte más favorable para sus derechos
fundamentales. DERECHO A LA PRIVACIDAD: Los adolescentes tendrán
derecho a que se les respete su vida privada y la de su familia, por lo que se
prohíbe divulgar la identidad de un adolescente sometido a proceso.
PRINCIPIO DE CONFIDENCIALIDAD: Serán confidenciales todos los
datos sobre los hechos cometidos por adolescentes sometidos a ésta ley.
PRINCIPIO DE INVIOLABILIDAD DE LA DEFENSA. DERECHO DE
DEFENSA. PRINCIPIO DE CONTRADICTORIO. PRINCIPIO DE
RACIONALIDAD Y DE PROPORCIONALIDAD: Las sanciones que se
impongan dentro del proceso, tendrán que ser racionales y proporcionales
a la transgresión cometida por el adolescente que viole la ley penal.
PRINCIPIO DE DETERMINACION DE LAS SANCIONES.
INTERNAMIENTO EN CENTROS ESPECIALIZADOS: En caso de ser
sometidos a una sanción privativa de libertad, de manera provisional o
definitiva, los adolescentes tendrán derecho a ser ubicados en un centro
adecuado, exclusivo para adolescentes, no en uno destinado para
personas adultas. Deberá de garantizarle un intérprete y que el juicio se
desarrolle en su idioma tal como está previsto para los adultos.
ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL: Art. 132, 133,
134: Debe entenderse como adolescente en conflicto con la ley penal a
aquél o aquella cuya conducta viole la ley penal. Serán sujetos de la ley,
todas las personas que tengan una edad comprendida entre los 13 y menos
de 18 años al momento de incurrir en una acción en conflicto con la ley
penal o leyes especiales. Aplicación de la ley PINA a todos los adolescentes
que se encuentren en conflicto con la ley penal, así como a los que en el
transcurso del proceso cumplan con la mayoría de edad. Igualmente se
aplicará cuando los adolescentes sean acusados después de haber
cumplido la mayoría de edad, siempre y cuando el hecho haya ocurrido
dentro de las edades comprendidas para aplicarles la LEY PINA.
PRINCIPIOS RECTORES DEL PROCESO DE ADOLESCENTES EN
CONFLICTO CON LA LEY PENAL: art. 139: Protección integral del
adolescente. Su interés superior. Respeto a sus derechos. Su formación
integral. Reinserción en su familia y la sociedad.

II. GRUPOS ETARIOS: La Ley PINA diferenciará en cuanto al proceso, las


medidas y su ejecución entre dos grupos, a partir de los 13 años y hasta
15 años de edad y a partir de los 15 años hasta en tanto no hayan cumplido
los 18 años de edad.

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III. MEDIDAS CAUTELARES: FLAGRANCIA: Cuando el adolescente sea
aprehendido en flagrante violación a la ley penal, deberá ser presentado
inmediatamente a su detención, ante el Juez competente. La detención
deberá ser comunicada simultáneamente al Ministerio Púbico. En ningún
caso el adolescente detenido puede ser llevado a cuerpo, cuartel o estación
de policía o centro de detención para adultos. Quien traslade o detenga a
un adolescente a un lugar distinto al señalado incurrirá en el delito de
abuso de autoridad. El juez bajo su responsabilidad certificará lo
conducente para los efectos de la persecución penal. Una vez escuchado el
adolescente, el Juez podrá dictar auto de procesamiento en contra del
mismo, cuando información sobre la existencia de un hecho delictivo y
motivos racionales suficientes para creer que el adolescente lo ha
cometido o participado en él; el que tiene por objetivo sujetar al
adolescente al proceso y pronunciarse sobre la medida de coerción a
adoptar y su justificación. LIBERTAD PROVISIONAL: Cuando el
adolescente fuere puesto en libertad después de su declaración, deberá
presentarse ante el Juez que conozca el caso y/o MP, cuantas veces sea
solicitado por ello. Los padres tutores o responsables asumirán dicha
obligación cuando estuviere bajo su cuidado, en caso de incumplimiento,
el Juez podrá ordenar la conducción del adolescente si su presencia fuere
estrictamente necesaria, en los casos en que el adolescente se oculte o se
le halle en situación de rebeldía, el juez, aún sin declaración previa, podrá
ordenar su conducción. FALTAS: En los casos de faltas o delitos con
penas de prisión que no superen los 03 años o multas según el Código
Penal o leyes penales especiales, si en su declaración el adolescente no
aceptara los hechos o no fuere aplicable: Criterio de Oportunidad, O
remisión. El Juez de paz convocará en un plazo no mayor de 10 días a un
DEBATE RESERVADO al adolescente, al ofendido y a los agentes
captores en el que se recibirá la prueba pertinente. Oirá brevemente a los
comparecientes y dictará la resolución definitiva absolviendo o
imponiendo una sanción si fuera procedente.

IV. TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO: SECCION III FORMAS DE


TERMINACION ANTICIPADA DEL PROCESO. ARTICULO 184.-
Terminación del proceso. El proceso termina en forma anticipada por: a)
Cumplimiento de las obligaciones impuestas en el acta de conciliación. b)
Remisión. c) Criterio de oportunidad reglado. ARTICULO 185 .-
Conciliación. Admiten conciliación todas las transgresiones a la ley penal
donde no exista violencia grave contra las personas. ARTICULO 186 .-
Naturaleza de la conciliación. La conciliación es un acto voluntario entre la
parte ofendida y el adolescente o sus padres, tutores o responsables.
Para el cumplimiento de las obligaciones de contenido patrimonial podrá
obligarse cualquier persona. No podrá autorizarse la conciliación cuando
se vulnere el interés superior del adolescente. ARTICULO 187 .-
Procedencia. La conciliación procede de oficio o a instancia de parte,
siempre que existan indicios o evidencias de la participación del
adolescente en el hecho y no concurran causales excluyentes de
responsabilidad. La conciliación procede hasta antes del debate ante el
juez que esté conociendo. El fiscal podrá promover la conciliación y ésta
será autorizada por el juez, previa opinión favorable del abogado defensor
del adolescente. ARTICULO 188 .- Audiencia de conciliación. Para realizar
la audiencia conciliatoria se citará al adolescente, a su representante legal
o persona responsable, a la parte ofendida o víctima, que si fuere

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adolescente, la citación comprenderá además a su representante legal. Se
citará además al defensor y al fiscal, cuando ya hubieran tenido
participación en el proceso. Si alguna de las partes indispensables dejase
de concurrir a la audiencia de conciliación, se dejará constancia de ello y se
continuará el procedimiento. Lo anterior no impedirá que pueda realizarse
una nueva audiencia de conciliación. ARTICULO 189 .- Acta de
conciliación. Presentes las partes, se les explicará el objeto de la diligencia,
procediéndose a escuchar a los citados. Si se llegare a un acuerdo, se
levantará acta que será firmada por los comparecientes. El arreglo
conciliatorio suspende el procedimiento. Si no hubiese acuerdo se dejará
constancia de ello y se continuará la tramitación del mismo. El
cumplimiento de la conciliación extingue la acción ante los juzgados
especializados y la acción civil ante los juzgados correspondientes.
ARTICULO 190 .- Obligaciones. En el acta de conciliación se determinarán
las obligaciones pactadas, entre las cuales se contemplará la reparación del
daño a la víctima o a la parte ofendida, se señalará plazo para su
cumplimiento y se constituirán las garantías, si fuera necesario. La
certificación del acta de conciliación tendrá la calidad de título ejecutivo.
ARTICULO 191 .- Responsabilidad de los representantes legales. Los
representantes legales conjuntamente con el adolescente se
comprometen solidariamente a cumplir con las obligaciones determinadas
en el acta de conciliación, cuando se trate de obligaciones de contenido
patrimonial. ARTICULO 192 .- Incumplimiento injustificado. Cuando el
adolescente incumpliere sin causa justificada las obligaciones de contenido
no patrimonial, determinadas en el acta de conciliación, el procedimiento
continuará como si no se hubiese conciliado. Si se trata de obligaciones
de contenido patrimonial, la parte ofendida antes de promover la acción
civil podrá pedir al juez que solicite el pago obligado para el cumplimiento
de las obligaciones. ARTICULO 193 .- La remisión. El juez podrá examinar
la posibilidad de no continuar el proceso, cuando la acción contenida
estuviere sancionada en el Código Penal, con pena de prisión cuyo mínimo
sea inferior a tres años, con base en el grado de participación en el daño
causado y la reparación del mismo. Si el juez considera que no procede la
continuación del proceso, citará a las partes a una audiencia común y
previo acuerdo con ellos resolverá remitir al adolescente a programas
comunitarios, con el apoyo de su familia y bajo control de la institución que
los realice, si no existiere acuerdo entre las parte se continuará el proceso.
ARTICULO 194 .- Criterio de oportunidad reglado. El Ministerio Público
tendrá la obligación de ejercer la acción pública ante los tribunales
correspondientes, con arreglo a las disposiciones de esta Ley. No
obstante, podrán solicitar al juez que se prescinda, total o parcialmente de
la persecución; la limite a una o varias infracciones o a alguna de las
personas que han participado en el hecho, cuando se trate de un hecho que
por su insignificancia, lo exiguo de la contribución como partícipe no afecte
el interés público.

V. FASES PROCESALES: SECCION I FLAGRANCIA ARTICULO 195 .-


{REFORMADO por el Art. 5 del DECRETO del CONGRESO No. {02-2004},
vigente desde el {14 de Enero de 2004}, el cual queda así:} "Flagrancia.
Cuando el adolescente sea aprendido en flagrante violación a la ley penal,
deberá ser presentado inmediatamente a su detención, ante el Juez
competente. La detención deberá ser comunicada simultáneamente al
Ministerio Público, el que actuará de conformidad con la Ley. En ningún

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caso el adolescente detenido puede ser llevado a cuerpo, cuartel o estación
de policía o centro de detención para adultos. Quien traslade o detenga a
un adolescente a un lugar distinto al señalado incurrirá en el delito de
abuso de autoridad. El juez bajo su estricta responsabilidad certificará lo
conducente para los efectos de la persecución penal del responsable. En
todos los casos, el juez al resolver el caso, del adolescente se pronunciará
sobre la legalidad de la detención. Una vez escuchando el adolescente, el
juez podrá dictar auto de procesamiento en contra del mismo. Este
procede sólo cuando exista información sobre la existencia de un hecho
delictivo y motivos racionales suficientes para creer que el adolescente lo
ha cometido o participado en él. El auto de procesamiento tiene como
objeto sujetar al adolescente al proceso. Dicho auto debe contener los
datos de identificación personal del mismo, una enunciación de los hechos
que se atribuyen al mismo, la calificación legal del delito o falta y su
fundamento legal, los motivos y fundamentos de la decisión, y la parte
resolutiva. En el mismo auto, el juez deberá pronunciarse sobre la medida
de coerción a adoptar y su justificación." ARTICULO 196 .- Libertad
provisional. Cuando el adolescente fuere puesto en libertad después de su
declaración, deberá presentarse ante el juez que conozca el caso y/o
Ministerio Público, cuantas veces sea solicitado por ellos. Los padres,
tutores o responsables asumirán dicha obligación cuando estuviere bajo su
cuidado, en caso de incumplimiento, el juez podrá ordenar la conducción
del adolescente si su presencia fuere estrictamente necesario. En los casos
en que el adolescente se oculte o se le halle en situación de rebeldía, el
juez, aún sin declaración previa, podrá ordenar su conducción. ARTICULO
197 .- Faltas. En caso de faltas o delitos sancionados con pena de prisión
que no supere los tres años o multa según el Código Penal o leyes penales
especiales, si en su declaración de adolescente no aceptara los hechos o no
fuera aplicable el criterio de oportunidad o remisión, el juez de paz
convocará en un plazo no mayor de diez días a un debate reservado al
adolescente ofendido y a los agentes captores en el que se recibirá la
prueba pertinente. Oirá brevemente a los comparecientes y dictará la
resolución definitiva absolviendo o imponiendo una sanción si fuera
procedente. SECCION II FASE PREPARATORIA ARTICULO 198 .-
Iniciación. La investigación se iniciará de oficio o por denuncia. ARTICULO
199 .- Averiguación. El Ministerio Público deberá promover la averiguación
de conformidad con la ley, teniendo en cuenta las restricciones que el
procedimiento especial le impone. ARTICULO 200 .- Plazo. Una vez
establecida la denuncia, por cualquier medio, deberá iniciarse una
investigación que tendrá por objeto determinar la existencia del hecho, así
como establecer los autores, cómplices o instigadores. También se
verificará el daño causado por el delito. El plazo para realizar las
diligencias de averiguación no podrá exceder de dos meses. El Ministerio
Público podrá solicitar la ampliación al juez por una sola vez hasta por el
mismo plazo, sólo en el caso de que el adolescente se encuentre sujeto a
una medida de coerción no privativa de su libertad. Sin perjuicio de la
investigación desarrollada, el juez podrá ordenar: a) Que de oficio o a
petición de parte, el Ministerio Público practique otras diligencias. b) La
recepción de pruebas anticipadas. Mientras no exista vinculación procesal
mediante el auto de procesamiento la investigación no estará sujeta a
plazos. ARTICULO 201 .- Conocimiento personal del juez. Cuando el juez
tuviese conocimiento que algún adolescente ha realizado un acto
violatorio a la ley penal, solicitará al Ministerio Público el inicio de la

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averiguación. ARTICULO 202 .- Primeras diligencias. Al iniciar la
averiguación, el Ministerio Público procederá a: a) Comprobar la edad e
informar de ello inmediatamente al juez. b) Informar al adolescente, a sus
padres, representantes legales o responsables y al juez sobre la infracción
que se le atribuye; y en su caso, la persona que lo acusa. c) Practicar los
estudios que el caso amerite cuando sea necesario. Durante la
averiguación, el Ministerio Público, podrá solicitar la conciliación,
oportunidad y remisión. ARTICULO 203 .- Resolución del Ministerio
Público. Agotada la averiguación o concluido el plazo para la misma, el
Ministerio Público solicitará al juez, en forma breve o razonada según el
caso: a) El sobreseimiento, clausura provisional o el archivo. b) La
acusación y apertura a debate, en cuyo caso señalará los hechos sobre los
cuales versará el proceso y adjuntará las investigaciones realizadas. En la
acusación el fiscal deberá proponer la sanción que estima más adecuada
para el adolescente, debiendo razonar los fundamentos jurídicos y
educativos de su solicitud. c) Solicitud de prórroga de la investigación.
d) Aplicación del procedimiento abreviado. ARTICULO 204 .-
Comunicación. Cuando se formule acusación y se requiera la apertura del
juicio o el sobreseimiento el juez ordenará a más tardar un día después de
su presentación, la notificación a todas las partes, incluso al agraviado, si
hubiere. En la resolución donde ordena la notificación a que se refiere el
párrafo anterior el juez señalará día y hora para la audiencia oral y
reservada del procedimiento intermedio, la cual deberá celebrarse en un
plazo no mayor de diez días contados a partir de la fecha en que se
presentó el requerimiento del Ministerio Público. Entre la audiencia del
procedimiento intermedio y la notificación de la solicitud del Ministerio
Público, deberán mediar por lo menos cinco días, a efecto de que las partes
puedan ejercer su derecho de defensa. El pedido del Ministerio Público y
los medios de investigación practicados por el fiscal quedarán en el
juzgado para su consulta a partir de la presentación de la solicitud.
ARTICULO 205 .- Audiencia del procedimiento intermedio. El día y hora
fijados para la audiencia del procedimiento intermedio, el juez se
constituirá en el lugar señalado para la audiencia, verificará la presencia del
fiscal, del adolescente y su defensor, así como las demás partes que
hubieren sido admitidas o que requieran su admisión. El juez declarará
abierta la audiencia. Inmediatamente después, advertirá a las partes sobre
la importancia y el significado de lo que sucederá, les indicará que presten
atención y le concederá la palabra al fiscal para que fundamente su
solicitud. Luego dará la palabra al agraviado o al querellante para que se
manifieste sobre sus pretensiones y reproduzca los medios de convicción
en que las funda. Concluida la intervención del agraviado o querellante, le
dará la intervención al adolescente y al abogado defensor, para que se
manifiesten sobre las pretensiones del fiscal y del querellante; y, en su
caso, reproduzcan la prueba en que fundan sus pretensiones. Todas las
cuestiones incidentales que se pudieran suscitar serán tratadas en un solo
acto, en la audiencia, a menos que el juez resuelva hacerlo sucesivamente
o diferir alguna, según convenga al orden de la audiencia. En la discusión
de las cuestiones incidentales se les concederá la palabra solamente una
vez, por el tiempo que establezca el juez, al fiscal, al defensor y a las demás
partes. ARTICULO 206 .- Otras solicitudes. Cuando el Ministerio Público
requiera la clausura provisional, el archivo o la prórroga de la investigación
el juez resolverá en un plazo que no exceda de las cuarenta y ocho horas.
ARTICULO 207 .- Admisión de la acusación. La resolución por la cual el

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juez decide admitir la acusación del fiscal, deberá contener: a) La
descripción precisa del hecho objeto del juicio y la identidad del o los
adolescentes. b) La calificación jurídica del hecho. c) La subsistencia o
sustitución de las medidas preventivas. d) La descripción de la prueba que
fundamenta la acusación. SECCION III FASE DEL JUICIO ARTICULO
208 .- Citación a juicio. Resuelta favorablemente la concreción de los
hechos y la apertura del proceso, el juez citará al fiscal, las partes y los
defensores, a fin de que en el plazo de cinco días hábiles, comparezcan a
juicio, examinen las actuaciones, los documentos y las cosas secuestradas,
ofrezcan pruebas e interpongan las recusaciones que estimen pertinentes.
ARTICULO 209 .- Ofrecimiento de prueba. En el escrito de ofrecimiento de
prueba, el Ministerio Público y el adolescente, su defensor o sus padres o
representantes, podrán presentar todas las pruebas que consideren
convenientes para ser evacuadas. ARTICULO 210 .- Admisión y rechazo
de la prueba. Vencido el plazo para ofrecer pruebas, el juez deberá
pronunciarse, mediante resolución razonada, sobre la admisión o rechazo
de ellas. El juez podrá rechazar la prueba manifiestamente impertinente y
ordenar, de oficio, la que considere necesaria. ARTICULO 211 .-
Señalamiento para debate. En la misma resolución en la que se admita la
prueba, el juez señalará el día y la hora para celebrar el debate, el cual se
efectuará en un plazo no superior a diez días. ARTICULO 212 .- Oralidad y
privacidad. La audiencia deberá ser oral y privada, so pena de nulidad. Se
realizará con la presencia del adolescente, su defensor, el ofendido y el
fiscal. Además podrán estar presentes los padres o representantes del
adolescente; si es posible, los testigos, peritos, intérpretes y otras personas
que el juez considere conveniente. ARTICULO 213 .- El debate. El debate
será reservado y se regirá, en cuanto sea aplicable, por el Código Procesal
Penal. Al inicio, el juez instruirá al adolescente sobre la importancia y el
significado del debate. Cuando sea necesario tratar asuntos que puedan
causarle perjuicio psicológico, el juez, previa consulta a éste, a su defensor
y a las partes, podrá disponer su retiro transitorio de la audiencia. El
adolescente podrá comunicarse en todo momento con la defensa, de
manera que deberá estar ubicado a su lado. En lo posible la sala de
audiencia estará acondicionada de conformidad con el fin educativo que
persigue este procedimiento especial. ARTICULO 214 .- División de
debate. El juez dividirá el debate en dos etapas: a) Sobre el grado de
responsabilidad del adolescente en el acto que viole la ley penal. b) Sobre
la idoneidad y justificación de la sanción. Para la determinación de la
sanción, el juez se asistirá de un psicólogo y un pedagogo. ARTICULO 215
.- Declaración del adolescente. Una vez que el juez haya constatado que el
adolescente comprende el contenido de la acusación y verificada la
identidad del mismo, le indicará que puede declarar o abstenerse de ello,
sin que su silencio implique presunción de culpabilidad. Si el adolescente
acepta declarar, después de hacerlo podrá ser interrogado por el fiscal y
por su defensor. Igualmente podrá ser interrogado por el ofendido o su
representante legal. Las preguntas deberán ser claras y directas y deberá
constatarse que el adolescente las entiende. Durante el transcurso de la
audiencia, el adolescente podrá rendir las declaraciones que considere
oportunas, y las partes podrán formularle preguntas, con el objetivo de
aclarar sus manifestaciones. ARTICULO 216 .- Recepción de pruebas.
Después de la declaración del adolescente, el juez recibirá la prueba en el
orden establecido en el Código Procesal Penal para la fase de debate, salvo
que considere pertinente alterarlo. ARTICULO 217 .- Nuevas pruebas. El

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tribunal podrá ordenar a petición de parte, la recepción de nuevos medios
de prueba, si en el curso del debate resultaren indispensables o
manifiestamente útiles para esclarecer la verdad. En este caso, la audiencia
será suspendida a petición de alguna de las partes por un plazo no mayor
de cinco días. También podrá citar a los peritos si sus dictámenes
resultaren insuficientes. Las operaciones periciales necesarias serán
practicadas en la misma audiencia, cuando fuere posible. ARTICULO 218
.- Declaración de la primera etapa del debate. Probada la existencia de un
hecho que viola la ley penal y el grado de participación en el mismo del
adolescente, el juez lo declarará. ARTICULO 219 .- Conclusiones.
Terminada la recepción de pruebas, el juez concederá la palabra al
Ministerio Público y al defensor, para que en ese orden emitan sus
conclusiones, tipo de sanción aplicable y su duración en el momento
procesal oportuno. Además, invitará al transgresor y al ofendido a
pronunciarse sobre lo que aconteció durante la audiencia. Las partes
tendrán derecho a réplica, la cual deberá limitarse a la refutación de los
argumentos adversos presentados en las conclusiones. ARTICULO 220 .-
Debate sobre la idoneidad de la sanción. Una vez concluida la primera
etapa del debate y declarada la existencia del hecho que viola la ley penal y
el grado de participación en el mismo del adolescente, se procederá a la
discusión de la idoneidad de la sanción. El juez deberá determinar el grado
de exigibilidad y justificar la sanción impuesta. En este mismo acto, el
juez deberá establecer la finalidad de la sanción, el tiempo de duración y
las condiciones en que debe ser cumplida; para el efecto, se asistirá de un
psicólogo y un pedagogo. ARTICULO 221 .- Resolución sobre la
responsabilidad transgresional del adolescente. El juez dictará resolución
final inmediatamente después de concluida la audiencia, con base en los
hechos probados, la existencia del hecho o su atipicidad, la autoría o la
participación del adolescente, la existencia o la inexistencia de causales,
excluyentes de responsabilidad, las circunstancias o gravedad del hecho y
el grado de exigibilidad. El juez podrá dictar la resolución final, hasta tres
días después de finalizar la audiencia. ARTICULO 222 .- Principios
rectores. La resolución definitiva se ajustará a los principios generales que
orientan esta Ley; y en particular a los siguientes: a) La respuesta a los
adolescentes en conflicto con la ley penal, será siempre proporcional a las
circunstancias y a la gravedad del hecho, el grado de exigibilidad y a sus
circunstancias y necesidades. Las sanciones de privación de libertad
deberán ser siempre fundamentadas y se reducirán al mínimo posible. b)
El respeto de sus derechos humanos, su formación integral, su inserción
familiar y social y su identidad personal y cultural. c) La privación de
libertad sólo se impondrá como sanción de último recurso, previa
justificación de la inexistencia de otra respuesta adecuada y siempre que
concurran las causales señaladas en el artículo 252 de esta Ley.
ARTICULO 223 .- Requisitos de la sentencia. Son requisitos de la sentencia
los siguientes: a) El nombre, fecha y la ubicación del juzgado que dicta la
resolución final. b) Los datos personales del adolescente y cualquier otro
dato de identificación relevante. c) El razonamiento y la decisión del juez
sobre cada una de las cuestiones planteadas durante la audiencia final, con
exposición expresa de los motivos de hecho y de derecho en que se basa.
d) La determinación precisa del hecho que el juez tenga por probado o no
probado. e) Las sanciones legales aplicables. f) La determinación clara,
precisa y fundamentada de la sanción impuesta. Deberán determinarse el
tipo de sanción, su duración y el lugar donde debe ejecutarse. g) La firma

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del juez. ARTICULO 224 .- Notificación. El contenido de la resolución final
se notificará personalmente a las partes en las mismas audiencias,
dejándose constancia escrita del acto y la hora.

VI. FUNCIONES Y ATRIBUCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO: ARTICULO


169 .- Funciones del Ministerio Público. Con relación al proceso de
adolescentes en conflicto con la ley penal, serán funciones del Ministerio
Público, a través de sus fiscales especializados: a) Velar por el
cumplimiento de la presente Ley. b) Iniciar la investigación y la
persecución penal del adolescente conforme procedimiento establecido en
esta Ley, practicando todas las diligencias pertinentes y útiles para
determinar la existencia del hecho delictivo, la autoría o participación del
adolescente o en su caso, de personas adultas y verificar el daño causado.
Si se estableciere la participación de personas adultas deberá ponerlo en
conocimiento, inmediatamente y bajo su responsabilidad, del fiscal
competente. c) Realizar la investigación de las transgresiones cometidas
por adolescentes. d) Promover la acción correspondiente. e) Solicitar
pruebas, aportarlas y, cuando proceda, participar en su producción. f)
Solicitar, cuando proceda, la cesación, modificación o sustitución de las
sanciones decretadas o interponer recursos legales. g) Brindar
orientación legal y psicológica, cuando sea necesario, a la víctima del delito
y mantener una comunicación constante y directa con la misma,
notificándole todas las diligencias que realice. h) Asesorar al ofendido,
durante la conciliación, cuando éste lo solicite. i) Estar presente en la
primera declaración del adolescente y pronunciarse sobre su situación
jurídica y procesal. j) Las demás funciones que ésta y otras leyes le fijen.
En todas las fases del proceso el fiscal de adolescentes debe actuar con
objetividad, imparcialidad y apego a los principios que esta Ley señala.
ARTICULO 170 .- Unidad de Niñez y Adolescencia de la Policía Nacional
Civil. La Policía Nacional Civil se encargará de auxiliar al Ministerio Público
y a los tribunales de adolescentes en conflicto con la Ley Penal, en el
descubrimiento y la verificación científica de las transgresiones y de sus
presuntos responsables. La Policía Nacional Civil debe someter su
actuación a los principios rectores, derechos y garantías reconocidos por
esta Ley, respetando la dignidad, identidad, edad y sexo del adolescente.
Queda prohibido el uso de medidas o actos denigrantes o humillantes, así
como realizar cualquier tipo de interrogatorio, durante la aprehensión,
detención o investigación.

VII. ACTOS CONCLUSIVOS: ARTICULO 203 .- Resolución del Ministerio


Público. Agotada la averiguación o concluido el plazo para la misma, el
Ministerio Público solicitará al juez, en forma breve o razonada según el
caso: a) El sobreseimiento, clausura provisional o el archivo. b) La
acusación y apertura a debate, en cuyo caso señalará los hechos sobre los
cuales versará el proceso y adjuntará las investigaciones realizadas. En la
acusación el fiscal deberá proponer la sanción que estima más adecuada
para el adolescente, debiendo razonar los fundamentos jurídicos y
educativos de su solicitud. c) Solicitud de prórroga de la investigación.
d) Aplicación del procedimiento abreviado.

VIII. RECURSOS PROCESALES: CAPITULO VII RECURSOS ARTICULO 227 .-


Tipos de recursos. Las partes podrán recurrir las resoluciones del Juzgado
de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, sólo mediante los recursos

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de revocatoria, apelación casación y revisión. ARTICULO 228 .-
Revocatoria. Todas las resoluciones son revocables de oficio por el juez que
las dictó o a instancia de parte, salvo las que pongan fin al procedimiento.
La interposición del recurso puede hacerse en forma verbal o por escrito,
dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a su notificación. El juez o
tribunal ante quien se interponga el recurso de revocatoria, deberá
resolverlo sin más trámite, dentro de las veinticuatro horas siguientes.
ARTICULO 229 .- Reposición. El recurso de reposición se tramitará en las
formas establecidas en el Código Procesal Penal. ARTICULO 230 .-
Recurso de apelación. Serán apelables la siguientes resoluciones: a) La
que resuelva el conflicto de competencia. b) La que ordene una
restricción provisional a un derecho fundamental. c) La que ordene la
remisión. d) La que termine el proceso. e) La que modifique o substituya
cualquier tipo de sanción en la etapa de ejecución. f) Las demás que
causen gravamen irreparable. ARTICULO 231 .- Facultad de recurrir. El
recurso de apelación procede sólo por los medios y en los casos
establecidos de modo expreso. Las partes únicamente podrán recurrir
cuando la resolución les produzca agravio. Cuando la resolución sólo haya
sido recurrida a favor del adolescente, no podrá ser modificada en su
perjuicio. ARTICULO 232 .- Trámite de recurso de apelación. El recurso de
apelación deberá interponerse por escrito, dentro del plazo de tres días,
ante el Juez de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal que conoce el
asunto. En el escrito, deberán expresarse los motivos en que se
fundamenta y las disposiciones legales aplicables; además, deberá
ofrecerse la prueba pertinente, cuando proceda. Recibido el memorial,
deberá remitirse inmediatamente a la Sala de la Corte de Apelaciones de la
Niñez y Adolescencia. {PARRAFO REFORMADO por el Art. 6 del
DECRETO del CONGRESO No. {02-2004}, vigente desde el {14 de Enero de
2004}), el cual queda así:} "Admitido el recurso, el tribunal emplazará a las
partes para que comparezcan a una audiencia oral y fundamenten el
recurso en un plazo de cinco días a partir de la notificación. Salvo los autos
que no pongan fin al proceso, en este caso, recibidas las actuaciones, el
tribunal resolverá dentro del plazo de tres días y, con certificación de lo
resuelto, devolverá las actuaciones inmediatamente." El plazo será de
diez días cuando existan razones por el término de la distancia. El mismo
procedimiento y plazo se utilizará para el caso de las apelaciones que se
interpongan en contra de las resoluciones dictadas en esta materia y en los
casos previstos por los jueces de paz. ARTICULO 233 .- Decisión del
recurso de apelación. Inmediatamente después de la audiencia oral, la Sala
de la Corte de Apelaciones de la Niñez y Adolescencia resolverá el recurso
planteado, salvo en casos complejos, según criterio de ésta, en cuyo caso
podrá, en un plazo no mayor de tres días, resolver el recurso interpuesto.
ARTICULO 234 .- Recurso de casación. El recurso de casación procede
contra las resoluciones que terminen el proceso y contra las fijaciones
ulteriores de la sanción, siempre que el hecho no constituya una falta.
ARTICULO 235 .- Tramitación del recurso de casación. El recurso de
casación se tramitará de acuerdo con las formalidades y los plazos fijados
para los adultos en el Código Procesal Penal. La Corte Suprema de Justicia
constituida en Tribunal de Casación será competente para conocer de este
recurso. ARTICULO 236 .- Recurso de revisión. El recurso de revisión
procederá por los motivos fijados en el Código Procesal Penal. El Tribunal
de Casación será competente para conocer de este recurso. ARTICULO
237 .- Facultad de recurrir en revisión. Podrán promover la revisión: a) El

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defensor del adolescente sancionado. b) Los ascendientes, el cónyuge, o
los hermanos del adolescente que fueren mayores de edad. c) El
Ministerio Público.

IX. PRESCRIPCIÓN: CAPITULO VI PRESCRIPCION ARTICULO 225 .-


Prescripción de la acción. La acción contra infracciones a la ley penal
cometida por los adolescentes prescribirá a los cinco años en el caso de
delitos contra la vida, delitos sexuales y delitos contra la integridad física;
en tres años cuando se trate de cualquier otro tipo de delito de acción
pública. En delitos de acción privada y contravenciones, prescribirá en seis
meses. Los plazos señalados para la prescripción de la acción, se contarán
a partir del día en que se cometió el delito o la contravención o desde el día
en que se decretó la suspensión del proceso. ARTICULO 226 .-
Prescripción de las sanciones. Las sanciones ordenadas en forma definitiva
prescribirán en un plazo igual al ordenado para cumplirlas. Este plazo
empezará a contarse desde la fecha en que se encuentre firme la
resolución respectiva, o desde aquella en que compruebe que comenzó el
incumplimiento.

X. SANCION Y EJECUCION DE LAS SANCIONES SOCIOEDUCATIVAS:


CAPITULO VIII SANCIONES SOCIOEDUCATIVAS SECCION I
DISPOSICIONES GENERALES ARTICULO 238 .- Tipos de sanciones.
Verificada la comisión o la participación del adolescente en un hecho que
transgreda la ley penal, el juez correspondiente podrá aplicar los siguientes
tipos de sanciones: a) Sanciones socioeducativas: 1) Amonestaciones y
advertencia. 2) Libertad asistida. 3) Prestación de servicios a la
comunidad. 4) Reparación de los daños al ofendido. b) Ordenes de
orientación y supervisión: 1) Instalarse en un lugar de residencia
determinado o cambiarse de él. 2) Abandonar el trato con determinadas
personas. 3) Eliminar la visita a centros de diversión determinados. 4)
Obligación de matricularse en un centro de educación formal o en otro
cuyo objetivo sea enseñarle alguna profesión u oficio. 5) Abstenerse de
ingerir bebidas alcohólicas, sustancias alucinógenas, enervantes,
estupefacientes o tóxicas que produzcan adicción o hábito. 6) Obligación
de someterse a programas de tipo formativo, cultural, educativo,
profesional, laboral, de educación sexual, de educación vial u otros
similares. c) Ordenar el internamiento terapéutico del niño, niña o
adolescente o el tratamiento ambulatorio en un centro especializado de
salud, público o privado, para desintoxicarlos o eliminar su adicción a las
drogas antes mencionadas. {LITERAL REFORMADA por el Art. 7 del
DECRETO del CONGRESO No. {02-2004}, vigente desde el {14 de Enero de
2004}, la cual queda así:} "d) Privación del permiso de conducir."
{LITERAL ADICIONADA por el Art. 7 del DECRETO del CONGRESO No.
{02-2004}, vigente desde el {14 de Enero de 2004}, la cual queda así:} "e)
Sanciones privativas de libertad: 1. Privación de libertad domiciliaria. 2.
Privación de libertad durante el tiempo libre. 3. Privación de libertad en
centros especializados durante fines de semana, comprendido desde el
sábado, de las ocho horas, hasta el domingo a las dieciocho horas. 4.
Privación de libertad en centros especializados de cumplimiento en
régimen abierto, semiabierto o cerrado." ARTICULO 239 .- Determinación
de la sanción aplicable. Para determinar la sanción aplicable se debe tener
en cuenta: a) La comprobación de una conducta que viole la ley penal. b)
La comprobación de que el adolescente ha realizado o participado en la

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transgresión a la ley penal. c) La capacidad para cumplir la sanción,
asimismo, la proporcionalidad, racionalidad e idoneidad de ésta. d) La
edad del adolescente, sexo, origen cultural y sus circunstancias personales,
familiares y sociales. e) Los esfuerzos del adolescente por reparar los
daños. f) Los efectos de la sanción para la vida futura del adolescente.
ARTICULO 240 .- Forma de aplicación. Las sanciones señaladas deberán
tener una finalidad primordialmente educativa y aplicarse, en su caso, con
la intervención de la familia y el apoyo de los especialistas que se
determinen. Las sanciones en ningún caso podrán superar el plazo
señalado por esta Ley. SECCION II DEFINICION DE MEDIDAS O
SANCIONES ARTICULO 241 .- Amonestación y advertencia. La
amonestación es la llamada de atención que el Juez dirige oralmente al
adolescente haciéndole comprender la gravedad del hecho cometido y la
consecuencia que ha tenido, podría haber tenido, tanto para él como para
terceros, exhortándolo a no volver a cometer tales hechos en el futuro,
para que en lo sucesivo, se acoja a las normas de trato familiar y
convivencia social. Cuando corresponda, deberá advertirles a los padres,
tutores o responsables sobre la conducta seguida y les indicará que deben
colaborar en el respeto de las normas legales y sociales. La amonestación
y la advertencia deberán ser claras y directas, de manera que el
adolescente y los responsables de su conducta comprendan lo ilícito de los
hechos cometidos. ARTICULO 242 .- Libertad asistida. La libertad
asistida es una sanción educativa, socializadora e individualizada, que
consiste en otorgar la libertad del adolescente bajo la asistencia y
supervisión de personal especializado. Se orientará al desarrollo de
habilidades, capacidades y aptitudes para el desarrollo personal y social del
adolescente. Su duración máxima será de dos años y su cumplimiento
deberá iniciarse a más tardar quince días después de haber sido ordenada,
tiempo en el cual el equipo técnico responsable elaborará el plan individual
de la libertad asistida del adolescente. ARTICULO 243 .- Prestación de
servicios a la comunidad. La prestación de servicios a la comunidad
consiste en realizar tareas gratuitas, de interés general en entidades de
asistencia, públicas o privadas, como hospitales, escuelas, parques
nacionales y otros establecimientos similares. Las tareas deberán
asignarse según las aptitudes de los adolescentes, procurando, cuando
fuere posible, relacionar la naturaleza de la actividad con la el bien jurídico
lesionado por el adolescente. Las tareas se cumplirán durante una jornada
máxima de ocho horas semanales, los sábados domingos y días feriados o
en días hábiles, pero sin perjudicar la asistencia a la escuela o la jornada
normal de trabajo. Los servicios a la comunidad deberán prestarse
durante un período máximo de seis meses. La sanción se mantendrá
durante el tiempo necesario para que le servicio fijado se realice
efectivamente o sea sustituido. La sanción será supervisada y orientada
por la persona que el juez designe, quien elaborará un plan individual para
el adolescente. ARTICULO 244 .- Obligación de reparar el daño. La
reparación del daño consiste en una obligación de hacer del adolescente, a
favor de la víctima, con el fin de resarcir el daño causado o restituir la cosa
dañada por la conducta delictiva. Cuando el adolescente mayor a quince
años realice un acto que afecte el patrimonio económico de la víctima, el
juez podrá determinar, teniendo especial cuidado en su situación
económica, que éste restituya la cosa, promueva el resarcimiento del daño
o compense el perjuicio causado a la víctima. Cuando dicho acto sea
cometido por un adolescente de trece a catorce años de edad, el juez

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podrá también determinar la reparación del daño, quedando
solidariamente, obligados los padres, tutores o responsables. El juez sólo
podrá imponer esta sanción, cuando la víctima y el adolescente hayan
dado su consentimiento. Si ambas partes acuerdan sustituir el trabajo por
una suma de dinero, el juez procederá a fijar la cuantía que se considere
equivalente a los daños y perjuicios ocasionados por el delito o falta. La
sanción se considerará cumplida cuando el juez determine que el daño ha
sido reparado de la mejor forma posible. La reparación del daño excluye
la indemnización civil. ARTICULO 245 .- Ordenes de orientación y
supervisión. Las órdenes de orientación y supervisión consisten en
mandamientos o prohibiciones impuestas por el Juez de Adolescentes en
Conflicto con la Ley Penal para regular la conducta de los adolescentes, así
como promover y asegurar su formación. Las órdenes o prohibiciones
durarán un período máximo de dos años y su cumplimiento deberá
iniciarse a más tardar un mes después de ordenadas. Si se incumple
cualquiera de estas obligaciones, el juez podrá, de oficio o a petición de
parte, modificar la orden o prohibición impuesta. ARTICULO 246 .-
Privación del permiso de conducir. La privación del permiso de conducir
consiste en privar temporalmente al adolescente de su permiso de
conducir o de su derecho a obtenerlo. Esta sanción podrá imponerse
cuando el delito o falta se hubiere cometido utilizado un vehículo
automotor. Esta sanción podrá imponerse por un período máximo de dos
años. ARTICULO 247 .- Tratamiento ambulatorio o internamiento
terapéutico. El tratamiento ambulatorio terapéutico consiste en someter al
adolescente a un tratamiento a cargo de un profesional o centro
especializado. El adolescente queda obligado a asistir al lugar designado
con la periodicidad requerida por los facultativos que lo atiendan, así como
a seguir las pautas fijadas para el adecuado tratamiento de la adicción que
padezca, o de las alteraciones en su percepción o anomalías o alteraciones
psíquicas. El internamiento terapéutico consiste en el internamiento en
un centro de atención terapéutica para que le brinden al adolescente una
educación especializada o un tratamiento específico para la adicción o
dependencia que padezca, o para tratar el padecimiento de anomalías o
alteraciones psíquicas, o alteraciones en la percepción que determinen una
alteración grave de la conciencia de la realidad. En ambos casos deberá
informarse periódicamente al juez de los avances del tratamiento. Si el
adolescente rechaza el tratamiento de deshabituación, el juez deberá
adoptar otra sanción adecuada a sus circunstancias. La duración máxima
de la sanción, en el caso del tratamiento ambulatorio no podrá ser superior
a los doce meses, y en el caso de internamiento terapéutico no podrá
superar los cuatro meses. ARTICULO 248 .- Sanciones privativas de
libertad. La sanción privativa de libertad se utilizará como último recurso y
sólo cuando no sea posible aplicar otro tipo de sanción. La privación de
libertad tiene las modalidades siguientes: a) Privación de libertad
domiciliaria. b) Privación de libertad durante el tiempo libre. c) Privación
de libertad en centros especializados durante los fines de semana,
comprendido desde el sábado de las ocho horas hasta el domingo a las
dieciocho horas. d) Privación de libertad en centro especializado de
cumplimiento en régimen abierto, semiabierto o cerrado. ARTICULO 249
.- Privación de libertad domiciliaria. La privación de libertad domiciliaria,
consiste en la privación de libertad del adolescente en su casa de
habitación, con su familia. De no poder cumplirse en su casa de habitación,
por razones de inconveniencia o imposibilidad, se practicará en la casa de

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cualquier familiar. Cuando no se cuente con ningún familiar, podrá
ordenarse la privación de libertad en una vivienda o ente privado, que se
ocupe de cuidar al adolescente. En este último caso, deberá contarse con
su consentimiento. La privación de libertad domiciliaria no debe afectar
el cumplimiento del trabajo ni la asistencia a su centro educativo. Un
trabajador social del Juzgado de Control de Ejecución de Sanciones
supervisará el cumplimiento de esta sanción, cuya duración no será mayor
de un año. ARTICULO 250 .- Privación de libertad durante el tiempo libre.
La aprobación de libertad durante el tiempo libre debe cumplirse en un
centro especializado, durante el tiempo libre de que disponga el
adolescente en el transcurso de la semana. La duración de este
internamiento no podrá exceder de ocho meses. Se considera tiempo libre
aquel durante el cual el adolescente no debe cumplir con su horario de
trabajo ni asistir a un centro educativo. ARTICULO 251 .- Privación de
libertad durante los fines de semana. La privación de libertad durante los
fines de semana debe cumplirse en un centro especializado, desde el
sábado a las ocho horas hasta el domingo a las dieciocho horas. Durante
ese período se programarán actividades individuales para promover el
proceso de responsabilización del adolescente. La duración máxima de
esta sanción será de ocho meses. ARTICULO 252 .- Privación de libertad
en centro especializado de cumplimiento. La sanción de privación de
libertad en centro especializado de cumplimiento es de carácter
excepcional. Puede ser aplicada sólo en los siguientes casos: a) Cuando se
trate de una conducta realizada mediante grave amenaza o violencia hacia
las personas y la propiedad y se trate de un delito contra la vida, la libertad
sexual, la libertad individual, robo agravado y tráfico de estupefacientes.
b) Cuando se trate de delitos dolosos sancionados en el Código Penal o
leyes especiales, para mayores de edad con pena de prisión superior a seis
años. La sanción de privación de libertad durará un período máximo de
seis años para adolescentes entre los quince y los dieciocho años, y de dos
años para adolescentes con edades entre los trece y los quince años. La
sanción de privación de libertad nunca podrá aplicarse cuando no proceda
para un adulto, según el Código Penal. Al aplicar una sanción de privación
de libertad, el juez deberá considerar el período de detención provisional al
que fue sometido el adolescente. La privación de libertad del adolescente
se llevará a cabo de acuerdo al régimen que el juez señale, tomando en
cuenta las circunstancias personales, familiares, sociales y educativas del
adolescente. ARTICULO 253 .- Regímenes de privación de libertad en
centro especial de cumplimiento. La privación de libertad en centro
especial de cumplimiento se podrá llevar a cabo en alguno de los siguientes
regímenes: a) Régimen abierto, consiste en que el adolescente tendrá
como residencia habitual el centro especial de cumplimiento,
estableciéndose en su plan individual y proyecto educativo, que todas sus
actividades socio-educativas se llevarán a cabo fuera del centro, en los
servicios del entorno. b) Régimen semi-abierto, consiste en que el
adolescente tendrá como residencia habitual el centro especial de
cumplimiento, estableciéndose en su plan individual y proyecto educativo
que algunas de sus actividades formativas, educativas, laborales y de
descanso se llevarán a cabo fuera del centro. c) Régimen cerrado,
consiste en que el adolescente residirá en el centro, estableciéndose en su
plan individual y proyecto educativo que todas sus actividades socio-
educativas serán desarrolladas dentro del propio centro. La aplicación de
los regímenes de privación de libertad pueden tener un carácter

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progresivo. ARTICULO 254 .- Suspensión condicional de la sanción de
privación de libertad. El juez podrá ordenar la suspensión condicional de las
sanciones privativas de libertad, por un período igual al doble de la sanción
impuesta, tomando en cuenta los supuestos siguientes: a) Los esfuerzos
del adolescente por reparar el daño causado. b) La falta de gravedad de
los hechos cometidos. c) La conveniencia para el desarrollo educativo o
laboral del adolescente. d) La situación familiar y social en que se
desenvuelve. e) El hecho de que el adolescente haya podido constituir,
independientemente un proyecto de vida alternativo. Si durante el
cumplimiento de la suspensión condicional, el adolescente comete un
nuevo hecho que constituya violación a la ley penal, se le revocará la
suspensión condicional y cumplirá con la sanción impuesta. SECCION III
EJECUCION Y CONTROL DE LAS SANCIONES ARTICULO 255 .-
Objetivo de la ejecución. La ejecución de las sanciones deberá fijar y
fomentar las acciones sociales necesarias que le permitan al adolescente,
sometido a algún tipo de sanción, su permanente desarrollo personal y la
reinserción en su familia y la sociedad, así como el desarrollo de sus
capacidades y el sentido de su responsabilidad. Para la consecución del
objetivo de la sanción, durante su ejecución se promoverá, como mínimo:
a) Satisfacer las necesidades básicas de la persona sancionada. b)
Posibilitar su desarrollo personal. c) Reforzar su sentido de dignidad y
autoestima. d) Fomentar la participación del adolescente sancionado, en
la elaboración y ejecución de su plan individual y proyecto educativo de
cumplimiento. e) Minimizar los efectos negativos que la ejecución de la
sanción pudieran provocar en la vida futura del adolescente. f) Fomentar,
cuando sea posible y conveniente, los vínculos familiares del adolescente.
g) Promover contactos directos e indirectos entre el adolescente y la
comunidad local y sociedad en general. ARTICULO 256 .- Plan individual
y proyecto educativo para el cumplimiento de la sanción y su ejecución. La
ejecución de las sanciones se realizará mediante un plan individual de
ejecución para cada adolescente sancionado, el plan será elaborado por el
equipo técnico o profesional responsable del programa o unidad
responsable de la ejecución de cada sanción. El plan contendrá el
proyecto educativo del adolescente y en el mismo se hará constar una
descripción clara de los objetivos que se persiguen alcanzar y los pasos a
seguir. En su elaboración se deberá tener en cuenta los aspectos
personales, familiares, culturales, económicos y educativos del
adolescente, así como los principios rectores de esta Ley y los objetivos
que para el caso concreto el juez señale. El plan se elaborará con la
participación y compromiso del adolescente y, de ser posible, necesario y
útil, con el de sus padres, tutores, responsables o familiares, quienes
también deberán suscribirlo. El plan deberá ser elaborado para toda
sanción impuesta, en un plazo no mayor de quince (15) días, contados a
partir de que la sentencia esté firme. Es deber del juez que dictó la
sentencia, velar por el cumplimiento del plan y de que éste sea el resultado
de la correcta interpretación de la sentencia. El juez deberá aprobar el plan
y ordenará su ejecución; si el juez considera necesario hacer alguna
modificación al mismo, antes del inicio de su ejecución, lo hará saber al
equipo técnico o profesional responsable de la ejecución. Para la
aprobación del plan, el juez deberá consultar a su equipo técnico y tiene un
plazo no mayor de tres (3) días para resolver. ARTICULO 257 .-
Competencia. El Juzgado de Control de Ejecución de Sanciones será el
encargado de controlar la ejecución de las sanciones impuestas al

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adolescente. Tendrá competencia para resolver las cuestiones o los
incidentes que se susciten durante la ejecución y para controlar el
cumplimiento de los objetivos fijados por esta Ley. Para verificar o
controlar la ejecución de sanciones podrá delegarse a las juntas
municipales u organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que
desarrollan programas en el municipio, quienes estarán obligados a rendir
informes periódicos sobre el cumplimiento de las mismas. ARTICULO 258
.- Funcionarios de los centros especializados. Los funcionarios de los
centros especializados serán seleccionados de acuerdo con sus aptitudes y
capacidades idóneas para el trabajo con adolescentes. Para el trabajo en
los centros especializados de mujeres se preferirá, en igualdad de
condiciones, a las mujeres. En los centros especializados, la portación y el
uso de armas de fuego, por parte de los funcionarios, deberá
reglamentarse y restringirse sólo a casos excepcionales y de necesidad.
ARTICULO 259 .- {REFORMADO el PRIMER PARRAFO por el Art. 8 del
DECRETO del CONGRESO No. {02-2004}, vigente desde el {14 de Enero de
2004}, el cual queda así:} "Autoridad competente en reinserción y
resocialización. La Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia de la
República es la autoridad competente y responsable de llevar a cabo todas
las acciones relativas al cumplimiento de las sanciones impuestas a los
adolescentes y de las medidas de protección." En materia de
responsabilidad penal de la adolescencia tendrá, entre otras, las siguientes
funciones: a) Organizar y administrar los programas que sean necesarios
para el cumplimiento de las sanciones establecidas en esta Ley. b) Brindar
servicio de atención terapéutica y orientación psicosocial a los
adolescentes que se encuentren cumpliendo una sanción o medida
cautelar, así como a sus familiares o responsables. c) Informar
periódicamente al juez sobre el avance del proceso de reinserción y
resocialización del adolescente. d) Organizar y administrar los centros
especiales de custodia y de cumplimiento de privación de libertad, en sus
distintos regímenes, así como velar por el cumplimiento de sus
reglamentos, bajo la corresponsabilidad del Secretario de Bienestar Social
y el director de cada centro. e) Promover, organizar y crear, en
concertación con la sociedad civil y participación activa de las
comunidades, asociaciones y organizaciones privadas, públicas y no
gubernamentales, programas y unidades de apoyo para la reinserción y
resocialización de los adolescentes en conflicto con la ley penal.
Garantizar que el personal encargado de la ejecución de las sanciones y en
contacto directo con los adolescentes, sea competente y suficiente, el cual
estará integrado por especialistas profesionales de los campos de
educación, salud, trabajo social, psicología, psiquiatría y derecho, con
formación especializada en derechos humanos de la niñez y adolescencia.
Se promoverá su formación y capacitación continua. ARTICULO 260 .-
Derechos del adolescente durante la ejecución. Durante la ejecución de las
sanciones, el adolescente tendrá, como mínimo, los derechos siguientes:
a) Derecho a la vida, la dignidad y la integridad física y moral. b) Derecho a
la igualdad ante la ley y a no ser discriminado. c) Derecho a permanecer,
preferiblemente en su medio familiar, si éste reúne los requisitos
adecuados para el desarrollo del adolescente. d) Derecho a recibir los
servicios de salud, educativos y sociales, adecuados a su edad y
condiciones y a que se los proporcionen personas con la formación
profesional requerida. e) Derecho a recibir información, desde el inicio de
la ejecución de la sanción, sobre: 1. Los reglamentos internos de

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comportamiento y vida en el centro, en especial la relativa a las sanciones
disciplinarias que puedan aplicársele. 2. Sus derechos en relación con los
funcionarios responsables del centro especializado. 3. El contenido del
plan individual de ejecución para reinsertarlo en la sociedad. 4. La forma y
los medios de comunicación hacia exterior del centro, los permisos de
salida y el régimen de visitas. 5. Derecho a presentar peticiones ante
cualquier autoridad y a que se le garantice respuesta. 6. Derecho a que se
le mantenga, en cualquier caso, separado de los delincuentes condenados
por la legislación penal común. 7. Derecho a que se le ubique en un lugar
apto para el cumplimiento del plan de ejecución individual y a que no se le
traslade arbitrariamente. 8. Derecho a no ser incomunicado en ningún
caso, ni a ser sometido al régimen de aislamiento ni a la imposición de
penas corporales. Cuando la incomunicación o el aislamiento deben ser
aplicados para evitar actos de violencia contra el adolescente o terceros,
esta sanción se comunicará al juez de Control de Ejecución de Sanciones y
al procurador de los Derechos Humanos, para que, de ser necesario, la
revisen y la fiscalicen. 9. Los demás derechos, especialmente los
establecidos para los adultos y que sean aplicables a los adolescentes.
ARTICULO 261 .- Continuación del internamiento de los mayores de edad.
Si el adolescente privado de libertad cumple dieciocho (18) años de edad
durante su internamiento, deberá ser ubicado separadamente de los
adolescentes o ser trasladado a un centro especial para este fin. Por ningún
motivo será trasladado a un centro penal de adultos. En los centros no se
admitirán adolescentes sin orden previa y escrita de la autoridad
competente. Deberán existir, dentro de estos centros, las separaciones
necesarias según la edad. Se ubicará a los adolescentes con edades
comprendidas entre los quince (15) y los dieciocho (18) años, en lugar
diferente del destinado a los adolescentes con edades comprendidas entre
los trece (13) y los quince (15) años; igualmente, se separarán los que se
encuentren en internamiento provisional y los de internamiento definitivo,
los infractores primarios y los reincidentes. ARTICULO 262 .- Informes del
director del centro. El director del centro especializado de internamiento,
donde se interne al adolescente, a partir de su ingreso enviará, al Juez de
Control de Ejecución de Sanciones, un informe bimensual sobre la
situación del sancionado y el desarrollo del plan de ejecución individual,
con recomendaciones para el cumplimiento de los objetivos de esta Ley.
Además, indicará las posibilidades de que el adolescente sea sujeto a un
régimen distinto, lo cual se hará de forma progresiva según los adelantos
de éste. El incumplimiento de la obligación de enviar el referido informe
será comunicado por el juez al jefe administrativo correspondiente, para
que sancione al director. ARTICULO 263 .- Egreso del adolescente.
Cuando el adolescente esté próximo a egresar del centro, deberá ser
preparado para la salida, con la asistencia de especialistas en trabajo social,
psicología y psiquiatría del centro; asimismo, con la colaboración de los
padres o familiares, si es posible. ARTICULO 264 .- Derogatorias. Se
deroga el Código de Menores, Decreto Número 78-79 del Congreso de la
República, y el Decreto Número 78-96 del Congreso de la República y sus
reformas. ARTICULO 265. Vigencia. El presente Decreto entrará en
vigencia al día siguiente de su publicación en el diario oficial.

3. PUEBLOS INDIGENAS
ESTANDARES INTERNACIONALES SOBRE DERECHOS HUMANOS DE LOS
PUEBLOS INDÍGENAS: Por estándares internacionales sobre derechos humanos

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se entiende el conjunto de instrumentos jurídicos de distinta naturaleza, origen,
contenido y efectos, que establecen, por un lado, las obligaciones internacionales
a que están sujetos los Estados en materia de derechos humanos (tratados,
convenios, convenciones, protocolos y normas consuetudinarias) y por otro, que
contribuyen a precisar el contenido, objeto y alcances de dichas obligaciones,
facilitando su interpretación, integración y cumplimiento (declaraciones, reglas
mínimas, principios, observaciones generales y observaciones finales de Órganos
de Tratados, entre otros). Los estándares internacionales constituyen
obligaciones mínimas de los Estados.
Entre los estándares internacionales que reconocen los derechos de
los Pueblos Indígenas destacan: el Convenio 169 de la OIT, la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas, la Declaración Americana sobre los Derechos de
los PueblosIndígenas, las Observaciones Generales del Comité para
la Eliminación de la Discriminación Racial; los informes de
Relatores Especiales y Grupos de Trabajo; las Observaciones
Finales emitidas por el Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial al Estado de Guatemala, entre otros
estándares.
La Constitución Política de la República de Guatemala, establece
normas y mecanismos a través de los cuales las obligaciones
internacionales reconocidas en dichos estándares deben aplicarse a
nivel nacional. Así, el artículo 46 de dicha Constitución, establece la
preeminencia de los tratados internacionales en materia de
derechos humanos sobre el derecho interno, lo que implica que el
Convenio 169 de la OIT como otros tratados internacionales, no
solamente tienen plena aplicabilidad, sino además una aplicación
preferente sobre el derecho interno.
En este mismo sentido, el artículo 44 de la Constitución Política de
la República de Guatemala establece en su primer párrafo que:
“Los derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen
otros que, aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes
a la persona humana”.
Esto implica un reconocimiento a los derechos cuyo desarrollo se
encuentra en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
La Corte de Constitucionalidad de Guatemala al interpretar el
alcance de esta disposición constitucional, mediante sentencia de
17 de julio de 2012, contenida en el expediente No.1822-2011
configuró lo que en doctrina se denomina el bloque de
constitucionalidad, que considera a la Constitución y a los tratados
internacionales de derechos humanos, como un solo bloque,
integrando el derecho internacional y el derecho nacional para una
aplicación garantista.

II. ESTANDARES INTERNACIONALES SOBRE ACCESO A LA


JUSTICIA DE LOS PUEBLOS INDIGENAS: En términos de acceso a
la justicia, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en
el artículo 14 y la Convención Americana sobre Derechos Humanos
en el artículo 8 establecen el derecho de toda persona a ser oída,
con las debidas garantías, dentro de un plazo razonable, por un juez
o tribunal competente, independiente e imparcial. El artículo 25 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el artículo 2,
párrafo 3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

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reconocen el derecho de toda persona a un recurso efectivo que la
proteja contra la violación de sus derechos. Dentro de los
estándares internacionales sobre derechos humanos de los Pueblos
Indígenas y acceso a la justicia, algunos de los más relevantes para
fundamentar la presente Política, son los siguientes: El artículo 1 del
Convenio 169 de la OIT, que establece los criterios para la
determinaciónde quién es indígena, señalando en su segundo
párrafo que la conciencia de la identidadindígena deberá
considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a
losque se aplican las disposiciones sobre dichos pueblos. Esta
norma, se complementacon las disposiciones del artículo 33 de la
Declaración de las Naciones Unidas sobrelos Derechos de los
Pueblos Indígenas, fundamentando la autoidentificación, en
elderecho que tiene una persona o pueblo a determinar su propia
identidad o pertenenciaconforme a sus costumbres y tradiciones.
Este derecho ofrece a la persona la garantíapor un lado, de que la
identidad étnica no le será atribuida de manera arbitraria, y porotro,
que el sólo hecho de identificarse como indígena hace obligatorio
para el Estadogarantizar el ejercicio de sus derechos individuales y
colectivos como miembro de unPueblo Indígena.
El artículo 5 del Convenio 169 de la OIT, dispone que deben
reconocerse y protegerselos valores y prácticas sociales, culturales,
religiosas y espirituales propias de los PueblosIndígenas. Esto
incluye el ejercicio de los mecanismos propios de administración
dejusticia de los Pueblos Indígenas. En el mismo sentido, el artículo
5 de la Declaración delas Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas reconoce el derechode los Pueblos Indígenas a
conservar sus instituciones jurídicas, sociales y culturales.
El artículo 8.1 del Convenio 169 de la OIT establece que “[a]l aplicar
la legislaciónnacional a los pueblos interesados deberán tomarse
debidamente en consideraciónsus costumbres o su derecho
consuetudinario”. El artículo 8.2 del mismo Convenioreconoce que
“[d]ichos pueblos deberán tener el derecho de conservar sus
costumbrese instituciones propias, siempre que estas no sean
incompatibles con los derechosfundamentales definidos por el
sistema jurídico nacional ni con los derechos
humanosinternacionalmente reconocidos. Siempre que sea
necesario, deberán establecerseprocedimientos para solucionar los
conflictos que puedan surgir en la aplicación de esteprincipio”. Por
su parte, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos
delos Pueblos Indígenas en el artículo 34, establece el derecho de
los Pueblos Indígenasa promover, desarrollar y mantener sus
estructuras institucionales y sistemas jurídicosde conformidad con
las normas internacionales de derechos humanos. El artículo
XXII.2de la Declaración Americana sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas establece laobligación de reconocer y respetar
los sistemas jurídicos indígenas en el orden jurídiconacional,
regional e internacional; asimismo, en el artículo XXIII reconoce el
derecho a laparticipación y aportes de los sistemas legales y
organizativos indígenas.
El artículo 9.1 del Convenio 169 de la OIT establece que “[e]n la
medida en que ello seacompatible con el sistema jurídico nacional y
con los derechos humanos internacionalmentereconocidos,

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deberán respetarse los métodos a los que los pueblos interesados
recurrentradicionalmente para la represión de los delitos cometidos
por sus miembros”. Asimismo,en el artículo 9.2, dispone que “[l]as
autoridades y los tribunales llamados a pronunciarsesobre
cuestiones penales deberán tener en cuenta las costumbres de
dichos pueblos enla materia”.
El artículo 1.1 de la Convención Internacional para la Eliminación de
todas las Formas deDiscriminación Racial establece la definición de
la discriminación racial en los términossiguientes, “(...) toda
distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos
de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto
o por resultado anularo menoscabar el reconocimiento, goce o
ejercicio, en condiciones de igualdad, de losderechos humanos y
libertades fundamentales en las esferas política, económica,
social,cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública”. Este
instrumento está destinado aprohibir expresamente la
discriminación y establecer las medidas que deben adoptarsepara
ello.
El artículo 1.4 de la Convención Internacional sobre la Eliminación
de todas las Formasde Discriminación Racial dispone que “Las
medidas especiales adoptadas con el finexclusivo de asegurar el
adecuado progreso de ciertos grupos raciales o étnicos o deciertas
personas que requieran la protección que pueda ser necesaria con
objeto degarantizarles, en condiciones de igualdad, el disfrute o
ejercicio de los derechos humanosy de las libertades fundamentales
no se considerarán como medidas de discriminaciónracial, siempre
que no conduzcan, como consecuencia, al mantenimiento de
derechosdistintos para los diferentes grupos raciales y que no se
mantengan en vigor despuésde alcanzados los objetivos para los
cuales se tomaron”. El Convenio 169 de la OIT en elartículo 2,
señala que “[l]os gobiernos deberán asumir la responsabilidad en
desarrollar,con la participación de los pueblos interesados, una
acción coordinada y sistemática conmiras a proteger los derechos
de esos pueblos y a garantizar el respeto de su integridad”.
El artículo 5.a) de la Convención Internacional sobre la Eliminación
de todas las Formasde Discriminación Racial establece la obligación
del Estado de prohibir y eliminar ladiscriminación racial en todas
sus formas y garantizar el derecho de toda persona a laigualdad
ante la ley, sin distinción de raza, color y origen nacional o étnico,
particularmenteen el tratamiento en los tribunales y los demás
órganos que administran justicia.
iii. NORMATIVA NACIONAL APLICABLE AL ACCESO A LA
JUSTICIA DE LOS PUEBLOS INDIGENAS: A nivel constitucional
existen varias normas que tienen relación con la obligación del
Estado de garantizar el pleno acceso de los Pueblos Indígenas a la
justicia. El artículo 2 de la Constitución Política de la República de
Guatemala, preceptúa que es deber del Estado garantizar a los
habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la
seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona. También
reconoce que toda persona tiene el derecho a dirigir, individual o
colectivamente, peticiones a la autoridad, la que está obligada a
tramitarlas y resolverlas (artículo 28). Asimismo, en el artículo 29
constitucional garantiza el libre acceso de toda persona a los

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tribunales para ejercer sus acciones y hacer valer sus derechos.
Incorpora y garantiza los derechos inherentes a la persona humana
aun cuando no figuren expresamente en ella (artículo 44), proclama
que es pública la acción para enjuiciar a los infractores de los
derechos humanos (artículo 45). También establece que los
tratados y convenciones de derechos humanos aceptados y
ratificados por Guatemala tienen preeminencia sobre el derecho
interno (artículo 46), y dispone que Guatemala norma sus
relaciones con otros Estados de conformidad con los principios,
reglas y prácticas internacionales relacionadas, entre otras
materias, con el respeto y la defensa de los derechos humanos y el
fortalecimiento de los procesos democráticos (artículo 149). De
manera específica, el respeto y garantía de los derechos de los
Pueblos Indígenas se encuentra consagrado en los artículos 58 y 66
de la Constitución Política de la República de Guatemala, que
establecen el derecho de las personas y las comunidades a su
identidad cultural (artículo 58) y la obligación del Estado de
reconocer, respetar y promover, las formas de vida, costumbres,
tradiciones, formas de organización social, el uso del traje indígena
en mujeres y hombres, idiomas y dialectos (artículo 66), todo lo
cual incluye las formas propias de administrar justicia de los
Pueblos Indígenas. La Ley Marco de los Acuerdos de Paz, Decreto
52-2005 del Congreso de la República, convierte en compromisos
de Estado los Acuerdos de Paz, entre los cuales se encuentra el
Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas y el
Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del
Ejército en una Sociedad Democrática. Ambos contienen aspectos
relacionados con los derechos de los Pueblos Indígenas frente al
sistema de justicia. El primer Acuerdo referido, reconoce que la
normatividad tradicional de los Pueblos Indígenas es un elemento
esencial para la regulación y cohesión social de la vida de las
comunidades. Por su parte, el Código Municipal, Decreto 12-2002
del Congreso de la República, en su artículo 8, dispone que son
elementos básicos del municipio, entre otros, la autoridad ejercida
por las Autoridades Indígenas propias de las comunidades y el
derecho consuetudinario. La Ley de Idiomas Nacionales, Decreto
19-2003 del Congreso de la República, establece la obligación del
Estado de facilitar el acceso a los servicios de salud, educación,
justicia, seguridad, como sectores prioritarios, para los cuales la
población deberá ser informada y atendida en el idioma propio de
cada comunidad lingüística, sin menoscabo de la incorporación
gradual de los demás servicios (artículo 15).

4. GRUPOS EN SITUACION DE VULNERABILIDAD


a. LAS 100 REGLAS DE BRASILIA: La Cumbre Judicial
Iberoamericana, dentro del marco de los trabajos de su XIV edición,
ha considerado necesaria la elaboración de unas Reglas Básicas
relativas al acceso a la justicia de las personas que se encuentran en
condición de vulnerabilidad. De esta manera, se desarrollan los
principios recogidos en la “Carta de Derechos de las Personas ante
la Justicia en el Espacio Judicial Iberoamericano” (Cancún 2002),
específicamente los que se incluyen en la parte titulada “Una
justicia que protege a los más débiles” (apartados 23 a 34). En los

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trabajos preparatorios de estas Reglas también han participado las
principales redes iberoamericanas de operadores y servidores del
sistema judicial: la Asociación Iberoamericana de Ministerios
Públicos, la Asociación Interamericana de Defensorías Públicas, la
Federación Iberoamericana de Ombudsman y la Unión
Iberoamericana de Colegios y Agrupaciones de Abogados. Sus
aportaciones han enriquecido de forma indudable el contenido del
presente documento. El sistema judicial se debe configurar, y se
está configurando, como un instrumento para la defensa efectiva
de los derechos de las personas en condición de vulnerabilidad.
Poca utilidad tiene que el Estado reconozca formalmente un
derecho si su titular no puede acceder de forma efectiva al sistema
de justicia para obtener la tutela de dicho derecho. Si bien la
dificultad de garantizar la eficacia de los derechos afecta con
carácter general a todos los ámbitos de la política pública, es aún
mayor cuando se trata de personas en condición de vulnerabilidad
dado que éstas encuentran obstáculos mayores para su ejercicio.
Por ello, se deberá llevar a cabo una actuación más intensa para
vencer, eliminar o mitigar dichas limitaciones. De esta manera, el
propio sistema de justicia puede contribuir de forma importante a
la reducción de las desigualdades sociales, favoreciendo la cohesión
social. Las presentes Reglas no se limitan a establecer unas bases
de reflexión sobre los problemas del acceso a la justicia de las
personas en condición de vulnerabilidad, sino que también recogen
recomendaciones para los órganos públicos y para quienes prestan
sus servicios en el sistema judicial. No solamente se refieren a la
promoción de políticas públicas que garanticen el acceso a la
justicia de estas personas, sino también al trabajo cotidiano de
todos los servidores y operadores del sistema judicial y quienes
intervienen de una u otra forma en su funcionamiento. CAPÍTULO
I: PRELIMINAR Sección 1ª.- Finalidad (1) Las presentes Reglas
tienen como objetivo garantizar las condiciones de acceso efectivo
a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad, sin
discriminación alguna, englobando el conjunto de políticas,
medidas, facilidades y apoyos que permitan a dichas personas el
pleno goce de los servicios del sistema judicial. (2) Se recomienda
la elaboración, aprobación, implementación y fortalecimiento de
políticas públicas que garanticen el acceso a la justicia de las
personas en condición de vulnerabilidad. Los servidores y
operadores del sistema de justicia otorgarán a las personas en
condición de vulnerabilidad un trato adecuado a sus circunstancias
singulares. Asimismo se recomienda priorizar actuaciones
destinadas a facilitar el acceso a la justicia de aquellas personas que
se encuentren en situación de mayor vulnerabilidad, ya sea por la
concurrencia de varias causas o por la gran incidencia de una de
ellas. Sección 2ª.- Beneficiarios de las Reglas 1.- Concepto de
las personas en situación de vulnerabilidad (3) Se consideran en
condición de vulnerabilidad aquellas personas que, por razón de su
edad, género, estado físico o mental, o por circunstancias sociales,
económicas, étnicas y/o culturales, encuentran especiales
dificultades para ejercitar con plenitud ante el sistema de justicia
los derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico. (4) Podrán
constituir causas de vulnerabilidad, entre otras, las siguientes: la

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edad, la discapacidad, la pertenencia a comunidades indígenas o a
minorías, la victimización, la migración y el desplazamiento interno,
la pobreza, el género y la privación de libertad. La concreta
determinación de las personas en condición de vulnerabilidad en
cada país dependerá de sus características específicas, o incluso de
su nivel de desarrollo social y económico. 2.- Edad (5) Se considera
niño, niña y adolescente a toda persona menor de dieciocho años de
edad, salvo que haya alcanzado antes la mayoría de edad en virtud
de la legislación nacional aplicable. Todo niño, niña y adolescente
debe ser objeto de una especial tutela por parte de los órganos del
sistema de justicia en consideración a su desarrollo evolutivo. (6) El
envejecimiento también puede constituir una causa de
vulnerabilidad cuando la persona adulta mayor encuentre especiales
dificultades, atendiendo a sus capacidades funcionales, para
ejercitar sus derechos ante el sistema de justicia. 3.- Discapacidad
(7) Se entiende por discapacidad la deficiencia física, mental o
sensorial, ya sea de naturaleza permanente o temporal, que limita
la capacidad de ejercer una o más actividades esenciales de la vida
diaria, que puede ser causada o agravada por el entorno económico
y social. (8) Se procurará establecer las condiciones necesarias para
garantizar la accesibilidad de las personas con discapacidad al
sistema de justicia, incluyendo aquellas medidas conducentes a
utilizar todos los servicios judiciales requeridos y disponer de todos
los recursos que garanticen su seguridad, movilidad, comodidad,
comprensión, privacidad y comunicación. 4.- Pertenencia a
comunidades indígenas (9) Las personas integrantes de las
comunidades indígenas pueden encontrarse en condición de
vulnerabilidad cuando ejercitan sus derechos ante el sistema de
justicia estatal. Se promoverán las condiciones destinadas a
posibilitar que las personas y los pueblos indígenas puedan ejercitar
con plenitud tales derechos ante dicho sistema de justicia, sin
discriminación alguna que pueda fundarse en su origen o identidad
indígenas. Los poderes judiciales asegurarán que el trato que
reciban por parte de los órganos de la administración de justicia
estatal sea respetuoso con su dignidad, lengua y tradiciones
culturales. Todo ello sin perjuicio de lo dispuesto en la Regla 48
sobre las formas de resolución de conflictos propios de los pueblos
indígenas, propiciando su armonización con el sistema de
administración de justicia estatal. 5.- Victimización (10) A efectos
de las presentes Reglas, se considera víctima toda persona física
que ha sufrido un daño ocasionado por una infracción penal,
incluida tanto la lesión física o psíquica, como el sufrimiento moral y
el perjuicio económico. El término víctima también podrá incluir, en
su caso, a la familia inmediata o a las personas que están a cargo de
la víctima directa. (11) Se considera en condición de vulnerabilidad
aquella víctima del delito que tenga una relevante limitación para
evitar o mitigar los daños y perjuicios derivados de la infracción
penal o de su contacto con el sistema de justicia, o para afrontar los
riesgos de sufrir una nueva victimización. La vulnerabilidad puede
proceder de sus propias características personales o bien de las
circunstancias de la infracción penal. Destacan a estos efectos,
entre otras víctimas, las personas menores de edad, las víctimas de
violencia doméstica o intrafamiliar, las víctimas de delitos sexuales,

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los adultos mayores, así como los familiares de víctimas de muerte
violenta. (12) Se alentará la adopción de aquellas medidas que
resulten adecuadas para mitigar los efectos negativos del delito
(victimización primaria). Asimismo se procurará que el daño sufrido
por la víctima del delito no se vea incrementado como
consecuencia de su contacto con el sistema de justicia
(victimización secundaria). Y se procurará garantizar, en todas las
fases de un procedimiento penal, la protección de la integridad
física y psicológica de las víctimas, sobre todo a favor de aquéllas
que corran riesgo de intimidación, de represalias o de victimización
reiterada o repetida (una misma persona es víctima de más de una
infracción penal durante un periodo de tiempo). También podrá
resultar necesario otorgar una protección particular a aquellas
víctimas que van a prestar testimonio en el proceso judicial. Se
prestará una especial atención en los casos de violencia
intrafamiliar, así como en los momentos en que sea puesta en
libertad la persona a la que se le atribuye la comisión del delito. 6.-
Migración y desplazamiento interno (13) El desplazamiento de
una persona fuera del territorio del Estado de su nacionalidad
puede constituir una causa de vulnerabilidad, especialmente en los
supuestos de los trabajadores migratorios y sus familiares. Se
considera trabajador migratorio toda persona que vaya a realizar,
realice o haya realizado una actividad remunerada en un Estado del
que no sea nacional. Asimismo se reconocerá una protección
especial a los beneficiarios del estatuto de refugiado conforme a la
Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, así como a
los solicitantes de asilo. (14) También pueden encontrarse en
condición de vulnerabilidad los desplazados internos, entendidos
como personas o grupos de personas que se han visto forzadas u
obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia
habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos de
un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de
violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o
provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera
estatal internacionalmente reconocida. 7.- Pobreza (15) La pobreza
constituye una causa de exclusión social, tanto en el plano
económico como en los planos social y cultural, y supone un serio
obstáculo para el acceso a la justicia especialmente en aquellas
personas en las que también concurre alguna otra causa de
vulnerabilidad. (16) Se promoverá la cultura o alfabetización
jurídica de las personas en situación de pobreza, así como las
condiciones para mejorar su efectivo acceso al sistema de justicia.
8.- Género (17) La discriminación que la mujer sufre en
determinados ámbitos supone un obstáculo para el acceso a la
justicia, que se ve agravado en aquellos casos en los que concurra
alguna otra causa de vulnerabilidad. (18) Se entiende por
discriminación contra la mujer toda distinción, exclusión o restricción
basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o
anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad
del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y
civil o en cualquier otra esfera. (19) Se considera violencia contra la

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mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer,
tanto en el ámbito público como en el privado, mediante el empleo
de la violencia física o psíquica. (20) Se impulsarán las medidas
necesarias para eliminar la discriminación contra la mujer en el
acceso al sistema de justicia para la tutela de sus derechos e
intereses legítimos, logrando la igualdad efectiva de condiciones.
Se prestará una especial atención en los supuestos de violencia
contra la mujer, estableciendo mecanismos eficaces destinados a la
protección de sus bienes jurídicos, al acceso a los procesos
judiciales y a su tramitación ágil y oportuna. 9.- Pertenencia a
minorías (21) Puede constituir una causa de vulnerabilidad la
pertenencia de una persona a una minoría nacional o étnica,
religiosa y lingüística, debiéndose respetar su dignidad cuando
tenga contacto con el sistema de justicia. 10.- Privación de
libertad (22) La privación de la libertad, ordenada por autoridad
pública competente, puede generar dificultades para ejercitar con
plenitud ante el sistema de justicia el resto de derechos de los que
es titular la persona privada de libertad, especialmente cuando
concurre alguna causa de vulnerabilidad enumerada en los
apartados anteriores. (23) A efectos de estas Reglas, se considera
privación de libertad la que ha sido ordenada por autoridad pública,
ya sea por motivo de la investigación de un delito, por el
cumplimiento de una condena penal, por enfermedad mental o por
cualquier otro motivo. Sección 3ª.- Destinatarios: actores del
sistema de justicia (24) Serán destinatarios del contenido de las
presentes Reglas: a) Los responsables del diseño, implementación y
evaluación de políticas públicas dentro del sistema judicial; b) Los
Jueces, Fiscales, Defensores Públicos, Procuradores y demás
servidores que laboren en el sistema de Administración de Justicia
de conformidad con la legislación interna de cada país; c) Los
Abogados y otros profesionales del Derecho, así como los Colegios
y Agrupaciones de Abogados; d) Las personas que desempeñan sus
funciones en las instituciones de Ombudsman. e) Policías y servicios
penitenciarios. f) Y, con carácter general, todos los operadores del
sistema judicial y quienes intervienen de una u otra forma en su
funcionamiento. CAPÍTULO II: EFECTIVO ACCESO A LA
JUSTICIA PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS El presente
Capítulo es aplicable a aquellas personas en condición de
vulnerabilidad que han de acceder o han accedido a la justicia,
como parte del proceso, para la defensa de sus derechos. (25) Se
promoverán las condiciones necesarias para que la tutela judicial de
los derechos reconocidos por el ordenamiento sea efectiva,
adoptando aquellas medidas que mejor se adapten a cada
condición de vulnerabilidad. Sección 1ª.- Cultura jurídica (26) Se
promoverán actuaciones destinadas a proporcionar información
básica sobre sus derechos, así como los procedimientos y requisitos
para garantizar un efectivo acceso a la justicia de las personas en
condición de vulnerabilidad. (27) Se incentivará la participación de
funcionarios y operadores del sistema de justicia en la labor de
diseño, divulgación y capacitación de una cultura cívica jurídica, en
especial de aquellas personas que colaboran con la administración
de justicia en zonas rurales y en áreas desfavorecidas de las grandes

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ciudades. Sección 2ª.- Asistencia legal y defensa pública 1.-
Promoción de la asistencia técnico jurídica a la persona en
condición de vulnerabilidad (28) Se constata la relevancia del
asesoramiento técnico-jurídico para la efectividad de los derechos
de las personas en condición de vulnerabilidad: En el ámbito de la
asistencia legal, es decir, la consulta jurídica sobre toda cuestión
susceptible de afectar a los derechos o intereses legítimos de la
persona en condición de vulnerabilidad, incluso cuando aún no se
ha iniciado un proceso judicial; En el ámbito de la defensa, para
defender derechos en el proceso ante todas las jurisdicciones y en
todas las instancias judiciales; Y en materia de asistencia letrada
al detenido. (29) Se destaca la conveniencia de promover la política
pública destinada a garantizar la asistencia técnico-jurídica de la
persona vulnerable para la defensa de sus derechos en todos los
órdenes jurisdiccionales: ya sea a través de la ampliación de
funciones de la Defensoría Pública, no solamente en el orden penal
sino también en otros órdenes jurisdiccionales; ya sea a través de la
creación de mecanismos de asistencia letrada: consultorías jurídicas
con la participación de las universidades, casas de justicia,
intervención de colegios o barras de abogados… Todo ello sin
perjuicio de la revisión de los procedimientos y los requisitos
procesales como forma de facilitar el acceso a la justicia, a la que se
refiere la Sección 4ª del presente Capítulo. 2.- Asistencia de
calidad, especializada y gratuita (30) Se resalta la necesidad de
garantizar una asistencia técnico-jurídica de calidad y especializada.
A tal fin, se promoverán instrumentos destinados al control de la
calidad de la asistencia. (31) Se promoverán acciones destinadas a
garantizar la gratuidad de la asistencia técnico-jurídica de calidad a
aquellas personas que se encuentran en la imposibilidad de afrontar
los gastos con sus propios recursos y condiciones. Sección 3ª.-
Derecho a intérprete (32) Se garantizará el uso de intérprete
cuando el extranjero que no conozca la lengua o lenguas oficiales
ni, en su caso, la lengua oficial propia de la comunidad, hubiese de
ser interrogado o prestar alguna declaración, o cuando fuere
preciso darle a conocer personalmente alguna resolución. Sección
4ª.- Revisión de los procedimientos y los requisitos procesales
como forma de facilitar el acceso a la justicia (33) Se revisarán las
reglas de procedimiento para facilitar el acceso de las personas en
condición de vulnerabilidad, adoptando aquellas medidas de
organización y de gestión judicial que resulten conducentes a tal
fin. 1.- Medidas procesales Dentro de esta categoría se incluyen
aquellas actuaciones que afectan a la regulación del procedimiento,
tanto en lo relativo a su tramitación, como en relación con los
requisitos exigidos para la práctica de los actos procesales. (34)
Requisitos de acceso al proceso y legitimación Se propiciarán
medidas para la simplificación y divulgación de los requisitos
exigidos por el ordenamiento para la práctica de determinados
actos, a fin de favorecer el acceso a la justicia de las personas en
condición de vulnerabilidad, y sin perjuicio de la participación de
otras instancias que puedan coadyuvar en el ejercicio de acciones
en defensa de los derechos de estas personas. (35) Oralidad Se
promoverá la oralidad para mejorar las condiciones de celebración
de las actuaciones judiciales contempladas en el Capítulo III de las

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presentes Reglas, y favorecer una mayor agilidad en la tramitación
del proceso, disminuyendo los efectos del retraso de la resolución
judicial sobre la situación de las personas en condición de
vulnerabilidad. (36) Formularios Se promoverá la elaboración de
formularios de fácil manejo para el ejercicio de determinadas
acciones, estableciendo las condiciones para que los mismos sean
accesibles y gratuitos para las personas usuarias, especialmente en
aquellos supuestos en los que no sea preceptiva la asistencia
letrada. (37) Anticipo jurisdiccional de la prueba. Se recomienda la
adaptación de los procedimientos para permitir la práctica
anticipada de la prueba en la que participe la persona en condición
de vulnerabilidad, para evitar la reiteración de declaraciones, e
incluso la práctica de la prueba antes del agravamiento de la
discapacidad o de la enfermedad. A estos efectos, puede resultar
necesaria la grabación en soporte audiovisual del acto procesal en
el que participe la persona en condición de vulnerabilidad, de tal
manera que pueda reproducirse en las sucesivas instancias
judiciales. 2.- Medidas de organización y gestión judicial Dentro
de esta categoría cabe incluir aquellas políticas y medidas que
afecten a la organización y modelos de gestión de los órganos del
sistema judicial, de tal manera que la propia forma de organización
del sistema de justicia facilite el acceso a la justicia de las personas
en condición de vulnerabilidad. Estas políticas y medidas podrán
resultar de aplicación tanto a jueces profesionales como a jueces no
profesionales. (38) Agilidad y prioridad Se adoptarán las medidas
necesarias para evitar retrasos en la tramitación de las causas,
garantizando la pronta resolución judicial, así como una ejecución
rápida de lo resuelto. Cuando las circunstancias de la situación de
vulnerabilidad lo aconsejen, se otorgará prioridad en la atención,
resolución y ejecución del caso por parte de los órganos del sistema
de justicia. (39) Coordinación Se establecerán mecanismos de
coordinación intrainstitucionales e interinstitucionales, orgánicos y
funcionales, destinados a gestionar las interdependencias de las
actuaciones de los diferentes órganos y entidades, tanto públicas
como privadas, que forman parte o participan en el sistema de
justicia. (40) Especialización Se adoptarán medidas destinadas a la
especialización de los profesionales, operadores y servidores del
sistema judicial para la atención de las personas en condición de
vulnerabilidad. En las materias en que se requiera, es conveniente
la atribución de los asuntos a órganos especializados del sistema
judicial. (41) Actuación interdisciplinaria Se destaca la importancia
de la actuación de equipos multidisciplinarios, conformados por
profesionales de las distintas áreas, para mejorar la respuesta del
sistema judicial ante la demanda de justicia de una persona en
condición de vulnerabilidad. (42) Proximidad Se promoverá la
adopción de medidas de acercamiento de los servicios del sistema
de justicia a aquellos grupos de población que, debido a las
circunstancias propias de su situación de vulnerabilidad, se
encuentran en lugares geográficamente lejanos o con especiales
dificultades de comunicación. Sección 5ª.- Medios alternativos de
resolución de conflictos 1.- Formas alternativas y personas en
condición de vulnerabilidad (43) Se impulsarán las formas
alternativas de resolución de conflictos en aquellos supuestos en los

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que resulte apropiado, tanto antes del inicio del proceso como
durante la tramitación del mismo. La mediación, la conciliación, el
arbitraje y otros medios que no impliquen la resolución del conflicto
por un tribunal, pueden contribuir a mejorar las condiciones de
acceso a la justicia de determinados grupos de personas en
condición de vulnerabilidad, así como a descongestionar el
funcionamiento de los servicios formales de justicia. (44) En todo
caso, antes de iniciar la utilización de una forma alternativa en un
conflicto concreto, se tomarán en consideración las circunstancias
particulares de cada una de las personas afectadas, especialmente
si se encuentran en alguna de las condiciones o situaciones de
vulnerabilidad contempladas en estas Reglas. Se fomentará la
capacitación de los mediadores, árbitros y otras personas que
intervengan en la resolución del conflicto. 2.- Difusión e
información (45) Se deberá promover la difusión de la existencia y
características de estos medios entre los grupos de población que
resulten sus potenciales usuarios cuando la ley permita su
utilización. (46) Cualquier persona vulnerable que participe en la
resolución de un conflicto mediante cualquiera de estos medios
deberá ser informada, con carácter previo, sobre su contenido,
forma y efectos. Dicha información se suministrará de conformidad
con lo dispuesto por la Sección 1ª del Capítulo III de las presentes
reglas. 3.- Participación de las personas en condición de
vulnerabilidad en la Resolución Alternativa de Conflictos (47) Se
promoverá la adopción de medidas específicas que permitan la
participación de las personas en condición de vulnerabilidad en el
mecanismo elegido de Resolución Alternativa de Conflictos, tales
como la asistencia de profesionales, participación de intérpretes, o
la intervención de la autoridad parental para los menores de edad
cuando sea necesaria. La actividad de Resolución Alternativa de
Conflictos debe llevarse a cabo en un ambiente seguro y adecuado
a las circunstancias de las personas que participen. Sección 6ª.-
Sistema de resolución de conflictos dentro de las comunidades
indígenas (48) Con fundamento en los instrumentos
internacionales en la materia, resulta conveniente estimular las
formas propias de justicia en la resolución de conflictos surgidos en
el ámbito de la comunidad indígena, así como propiciar la
armonización de los sistemas de administración de justicia estatal e
indígena basada en el principio de respeto mutuo y de conformidad
con las normas internacionales de derechos humanos. (49) Además
serán de aplicación las restantes medidas previstas en estas Reglas
en aquellos supuestos de resolución de conflictos fuera de la
comunidad indígena por parte del sistema de administración de
justicia estatal, donde resulta asimismo conveniente abordar los
temas relativos al peritaje cultural y al derecho a expresarse en el
propio idioma. CAPÍTULO III: CELEBRACIÓN DE ACTOS
JUDICIALES El contenido del presente Capítulo resulta de
aplicación a cualquier persona en condición de vulnerabilidad que
participe en un acto judicial, ya sea como parte o en cualquier otra
condición. (50) Se velará para que en toda intervención en un acto
judicial se respete la dignidad de la persona en condición de
vulnerabilidad, otorgándole un trato específico adecuado a las
circunstancias propias de su situación. Sección 1ª.- Información

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procesal o jurisdiccional (51) Se promoverán las condiciones
destinadas a garantizar que la persona en condición de
vulnerabilidad sea debidamente informada sobre los aspectos
relevantes de su intervención en el proceso judicial, en forma
adaptada a las circunstancias determinantes de su vulnerabilidad.
1.- Contenido de la información (52) Cuando la persona
vulnerable participe en una actuación judicial, en cualquier
condición, será informada sobre los siguientes extremos: La
naturaleza de la actuación judicial en la que va a participar Su
papel dentro de dicha actuación El tipo de apoyo que puede
recibir en relación con la concreta actuación, así como la
información de qué organismo o institución puede prestarlo (53)
Cuando sea parte en el proceso, o pueda llegar a serlo, tendrá
derecho a recibir aquella información que resulte pertinente para la
protección de sus intereses. Dicha información deberá incluir al
menos: El tipo de apoyo o asistencia que puede recibir en el
marco de las actuaciones judiciales Los derechos que puede
ejercitar en el seno del proceso La forma y condiciones en las que
puede acceder a asesoramiento jurídico o a la asistencia técnico-
jurídica gratuita en los casos en los que esta posibilidad sea
contemplada por el ordenamiento existente El tipo de servicios u
organizaciones a las que puede dirigirse para recibir apoyo 2.-
Tiempo de la información (54) Se deberá prestar la información
desde el inicio del proceso y durante toda su tramitación, incluso
desde el primer contacto con las autoridades policiales cuando se
trate de un procedimiento penal. 3.- Forma o medios para el
suministro de la información (55) La información se prestará de
acuerdo a las circunstancias determinantes de la condición de
vulnerabilidad, y de manera tal que se garantice que llegue a
conocimiento de la persona destinataria. Se resalta la utilidad de
crear o desarrollar oficinas de información u otras entidades
creadas al efecto. Asimismo resultan destacables las ventajas
derivadas de la utilización de las nuevas tecnologías para posibilitar
la adaptación a la concreta situación de vulnerabilidad. 4.-
Disposiciones específicas relativas a la víctima (56) Se promoverá
que las víctimas reciban información sobre los siguientes elementos
del proceso jurisdiccional: Posibilidades de obtener la reparación
del daño sufrido Lugar y modo en que pueden presentar una
denuncia o escrito en el que ejercite una acción Curso dado a su
denuncia o escrito Fases relevantes del desarrollo del proceso
Resoluciones que dicte el órgano judicial (57) Cuando exista riesgo
para los bienes jurídicos de la víctima, se procurará informarle de
todas las decisiones judiciales que puedan afectar a su seguridad y,
en todo caso, de aquéllas que se refieran a la puesta en libertad de
la persona inculpada o condenada, especialmente en los supuestos
de violencia intrafamiliar. Sección 2ª.- Comprensión de
actuaciones judiciales (58) Se adoptarán las medidas necesarias
para reducir las dificultades de comunicación que afecten a la
comprensión del acto judicial en el que participe una persona en
condición de vulnerabilidad, garantizando que ésta pueda
comprender su alcance y significado. 1.- Notificaciones y
requerimientos (59) En las notificaciones y requerimientos, se
usarán términos y estructuras gramaticales simples y

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comprensibles, que respondan a las necesidades particulares de las
personas en condición de vulnerabilidad incluidas en estas Reglas.
Asimismo, se evitarán expresiones o elementos intimidatorios, sin
perjuicio de las ocasiones en que resulte necesario el uso de
expresiones conminatorias. 2.- Contenido de las resoluciones
judiciales (60) En las resoluciones judiciales se emplearán términos
y construcciones sintácticas sencillas, sin perjuicio de su rigor
técnico. 3.- Comprensión de actuaciones orales (61) Se
fomentarán los mecanismos necesarios para que la persona en
condición de vulnerabilidad comprenda los juicios, vistas,
comparecencias y otras actuaciones judiciales orales en las que
participe, teniéndose presente el contenido del apartado 3 de la
Sección 3ª del presente Capítulo, Sección 3ª.- Comparecencia en
dependencias judiciales (62) Se velará para que la comparecencia
en actos judiciales de una persona en condición de vulnerabilidad se
realice de manera adecuada a las circunstancias propias de dicha
condición. 1.- Información sobre la comparecencia (63) Con
carácter previo al acto judicial, se procurará proporcionar a la
persona en condición de vulnerabilidad información directamente
relacionada con la forma de celebración y contenido de la
comparecencia, ya sea sobre la descripción de la sala y de las
personas que van a participar, ya sea destinada a la familiarización
con los términos y conceptos legales, así como otros datos
relevantes al efecto. 2.- Asistencia (64) Previa a la celebración del
acto Se procurará la prestación de asistencia por personal
especializado (profesionales en Psicología, Trabajo Social,
intérpretes, traductores u otros que se consideren necesarios)
destinada a afrontar las preocupaciones y temores ligados a la
celebración de la vista judicial. (65) Durante el acto judicial Cuando
la concreta situación de vulnerabilidad lo aconseje, la declaración y
demás actos procesales se llevarán a cabo con la presencia de un
profesional, cuya función será la de contribuir a garantizar los
derechos de la persona en condición de vulnerabilidad. También
puede resultar conveniente la presencia en el acto de una persona
que se configure como referente emocional de quien se encuentra
en condición de vulnerabilidad. 3.- Condiciones de la
comparecencia Lugar de la comparecencia (66) Resulta
conveniente que la comparecencia tenga lugar en un entorno
cómodo, accesible, seguro y tranquilo. (67) Para mitigar o evitar la
tensión y angustia emocional, se procurará evitar en lo posible la
coincidencia en dependencias judiciales de la víctima con el
inculpado del delito; así como la confrontación de ambos durante la
celebración de actos judiciales, procurando la protección visual de
la víctima. Tiempo de la comparecencia (68) Se procurará que la
persona vulnerable espere el menor tiempo posible para la
celebración del acto judicial. Los actos judiciales deben celebrarse
puntualmente. Cuando esté justificado por las razones
concurrentes, podrá otorgarse preferencia o prelación a la
celebración del acto judicial en el que participe la persona en
condición de vulnerabilidad. (69) Es aconsejable evitar
comparecencias innecesarias, de tal manera que solamente
deberán comparecer cuando resulte estrictamente necesario
conforme a la normativa jurídica. Se procurará asimismo la

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concentración en el mismo día de la práctica de las diversas
actuaciones en las que deba participar la misma persona. (70) Se
recomienda analizar la posibilidad de preconstituir la prueba o
anticipo jurisdiccional de la prueba, cuando sea posible de
conformidad con el Derecho aplicable. (71) En determinadas
ocasiones podrá procederse a la grabación en soporte audiovisual
del acto, cuando ello pueda evitar que se repita su celebración en
sucesivas instancias judiciales. Forma de la comparecencia (72) Se
procurará adaptar el lenguaje utilizado a las condiciones de la
persona en condición de vulnerabilidad, tales como la edad, el
grado de madurez, el nivel educativo, la capacidad intelectiva, el
grado de discapacidad o las condiciones socioculturales. Se debe
procurar formular preguntas claras, con una estructura sencilla (73)
Quienes participen en el acto de comparecencia deben evitar emitir
juicios o críticas sobre el comportamiento de la persona,
especialmente en los casos de víctimas del delito. (74) Cuando sea
necesario se protegerá a la persona en condición de vulnerabilidad
de las consecuencias de prestar declaración en audiencia pública,
podrá plantearse la posibilidad de que su participación en el acto
judicial se lleve a cabo en condiciones que permitan alcanzar dicho
objetivo, incluso excluyendo su presencia física en el lugar del juicio
o de la vista, siempre que resulte compatible con el Derecho del
país. A tal efecto, puede resultar de utilidad el uso del sistema de
videoconferencia o del circuito cerrado de televisión. 4.- Seguridad
de las víctimas en condición de vulnerabilidad (75) Se recomienda
adoptar las medidas necesarias para garantizar una protección
efectiva de los bienes jurídicos de las personas en condición de
vulnerabilidad que intervengan en el proceso judicial en calidad de
víctimas o testigos; así como garantizar que la víctima sea oída en
aquellos procesos penales en los que estén en juego sus intereses.
(76) Se prestará especial atención en aquellos supuestos en los que
la persona está sometida a un peligro de victimización reiterada o
repetida, tales como víctimas amenazadas en los casos de
delincuencia organizada, menores víctimas de abuso sexual o
malos tratos, y mujeres víctimas de violencia dentro de la familia o
de la pareja. 5.- Accesibilidad de las personas con discapacidad
(77) Se facilitará la accesibilidad de las personas con discapacidad a
la celebración del acto judicial en el que deban intervenir, y se
promoverá en particular la reducción de barreras arquitectónicas,
facilitando tanto el acceso como la estancia en los edificios
judiciales. 6.- Participación de niños, niñas y adolescentes en
actos judiciales (78) En los actos judiciales en los que participen
menores se debe tener en cuenta su edad y desarrollo integral, y en
todo caso: Se deberán celebrar en una sala adecuada. Se deberá
facilitar la comprensión, utilizando un lenguaje sencillo. Se
deberán evitar todos los formalismos innecesarios, tales como la
toga, la distancia física con el tribunal y otros similares. 7.-
Integrantes de comunidades indígenas (79) En la celebración de
los actos judiciales se respetará la dignidad, las costumbres y las
tradiciones culturales de las personas integrantes de comunidades
indígenas, conforme a la legislación interna de cada país. Sección
4ª.- Protección de la intimidad 1.- Reserva de las actuaciones
judiciales (80) Cuando el respeto de los derechos de la persona en

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condición de vulnerabilidad lo aconseje, podrá plantearse la
posibilidad de que las actuaciones jurisdiccionales orales y escritas
no sean públicas, de tal manera que solamente puedan acceder a su
contenido las personas involucradas. 2.- Imagen (81) Puede
resultar conveniente la prohibición de la toma y difusión de
imágenes, ya sea en fotografía o en vídeo, en aquellos supuestos en
los que pueda afectar de forma grave a la dignidad, a la situación
emocional o a la seguridad de la persona en condición de
vulnerabilidad. (82) En todo caso, no debe estar permitida la toma
y difusión de imágenes en relación con los niños, niñas y
adolescentes, por cuanto afecta de forma decisiva a su desarrollo
como persona. 3.- Protección de datos personales (83) En las
situaciones de especial vulnerabilidad, se velará para evitar toda
publicidad no deseada de los datos de carácter personal de los
sujetos en condición de vulnerabilidad. (84) Se prestará una
especial atención en aquellos supuestos en los cuales los datos se
encuentran en soporte digital o en otros soportes que permitan su
tratamiento automatizado. CAPÍTULO IV: EFICACIA DE LAS
REGLAS Este Capítulo contempla expresamente una serie de
medidas destinadas a fomentar la efectividad de las Reglas, de tal
manera que contribuyan de manera eficaz a la mejora de las
condiciones de acceso a la justicia de las personas en condición de
vulnerabilidad. 1.- Principio general de colaboración (85) La
eficacia de las presentes Reglas está directamente ligada al grado
de colaboración entre sus destinatarios, tal y como vienen definidos
en la Sección 3ª del Capítulo I. La determinación de los órganos y
entidades llamadas a colaborar depende de las circunstancias
propias de cada país, por lo que los principales impulsores de las
políticas públicas deben poner un especial cuidado tanto para
identificarlos y recabar su participación, como para mantener su
colaboración durante todo el proceso. (86) Se propiciará la
implementación de una instancia permanente en la que puedan
participar los diferentes actores a los que se refiere el apartado
anterior, y que podrá establecerse de forma sectorial. (87) Se
destaca la importancia de que el Poder Judicial colabore con los
otros Poderes del Estado en la mejora del acceso a la justicia de las
personas en condición de vulnerabilidad. (88) Se promoverá la
participación de las autoridades federales y centrales, de las
entidades de gobierno autonómico y regional, así como de las
entidades estatales en los estados federales, dado que
frecuentemente el ámbito de sus competencias se encuentra más
próximo a la gestión directa de la protección social de las personas
más desfavorecidas. (89) Cada país considerará la conveniencia de
propiciar la participación de las entidades de la sociedad civil por su
relevante papel en la cohesión social, y por su estrecha relación e
implicación con los grupos de personas más desfavorecidas de la
sociedad. 2.- Cooperación internacional (90) Se promoverá la
creación de espacios que permitan el intercambio de experiencias
en esta materia entre los distintos países, analizando las causas del
éxito o del fracaso en cada una de ellas o, incluso, fijando buenas
prácticas. Estos espacios de participación pueden ser sectoriales.
En estos espacios podrán participar representantes de las instancias
permanentes que puedan crearse en cada uno de los Estados. (91)

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Se insta a las Organizaciones Internacionales y Agencias de
Cooperación para que: Continúen brindando su asistencia técnica
y económica en el fortalecimiento y mejora del acceso a la justicia.
Tengan en cuenta el contenido de estas Reglas en sus actividades,
y lo incorporen, de forma transversal, en los distintos programas y
proyectos de modernización del sistema judicial en que participen.
Impulsen y colaboren en el desarrollo de los mencionados
espacios de participación. 3.- Investigación y estudios (92) Se
promoverá la realización de estudios e investigaciones en esta
materia, en colaboración con instituciones académicas y
universitarias. 4.- Sensibilización y formación de profesionales
(93) Se desarrollarán actividades que promuevan una cultura
organizacional orientada a la adecuada atención de las personas en
condición de vulnerabilidad a partir de los contenidos de las
presentes Reglas. (94) Se adoptarán iniciativas destinadas a
suministrar una adecuada formación a todas aquellas personas del
sistema judicial que, con motivo de su intervención en el proceso,
tienen un contacto con las personas en condición de vulnerabilidad.
Se considera necesario integrar el contenido de estas Reglas en los
distintos programas de formación y actualización dirigidos a las
personas que trabajan en el sistema judicial. 5.- Nuevas
tecnologías (95) Se procurará el aprovechamiento de las
posibilidades que ofrezca el progreso técnico para mejorar las
condiciones de acceso a la justicia de las personas en condición de
vulnerabilidad. 6.- Manuales de buenas prácticas sectoriales (96)
Se elaborarán instrumentos que recojan las mejores prácticas en
cada uno de los sectores de vulnerabilidad, y que puedan
desarrollar el contenido de las presentes Reglas adaptándolo a las
circunstancias propias de cada grupo. (97) Asimismo se elaborará
un catálogo de instrumentos internacionales referidos a cada uno
de los sectores o grupos mencionados anteriormente. 7.- Difusión
(98) Se promoverá la difusión de estas Reglas entre los diferentes
destinatarios de las mismas definidos en la Sección 3ª del Capítulo I.
(99) Se fomentarán actividades con los medios de comunicación
para contribuir a configurar actitudes en relación con el contenido
de las presentes Reglas. 8.- Comisión de seguimiento (100) Se
constituirá una Comisión de Seguimiento con las siguientes
finalidades: Elevar a cada Plenario de la Cumbre un informe sobre
la aplicación de las presentes Reglas. Proponer un Plan Marco de
Actividades, a efectos de garantizar el seguimiento a las tareas de
implementación del contenido de las presentes reglas en cada país.
A través de los órganos correspondientes de la Cumbre, promover
ante los organismos internacionales hemisféricos y regionales, así
como ante las Cumbres de Presidentes y Jefes de Estado de
Iberoamérica, la definición, elaboración, adopción y fortalecimiento
de políticas públicas que promuevan el mejoramiento de las
condiciones de acceso a la justicia por parte de las personas en
condición de vulnerabilidad. Proponer modificaciones y
actualizaciones al contenido de estas Reglas. La Comisión estará
compuesta por cinco miembros designados por la Cumbre Judicial
Iberoamericana. En la misma podrán integrarse representantes de
las otras Redes Iberoamericanas del sistema judicial que asuman las

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presentes Reglas. En todo caso, la Comisión tendrá un número
máximo de nueve miembros.

b. ATENCION A ADULTOS MAYORES VICTIMAS DE


DELITO: Artículo 51 constitucional: El Estado protegerá la salud
física, mental y moral (…) y de los ancianos. Les garantizará su
derecho a la alimentación, salud, educación y seguridad y previsión
social. En el contexto cultural guatemalteco, las perso¬nas adultas
mayores ocupan un lugar importan¬te en la sociedad, de ahí que se
deban tomar todas las medidas apropiadas para que todas las
personas en esta etapa de la vida tengan me¬jores condiciones de
vida. Este es el sentido de la protección a la que hace referencia el
artículo 51 de la Constitución Política de la República de Guatemala.
Según la Procuraduría de Derechos Humanos, Los adultos mayores
en Guatemala son las personas que se encuentran arriba de los 60
años y, por las propias condiciones de la matriz social del país, se les
incluye dentro de las20 poblaciones denominadas vulnerables, por
el hecho de que se encuentran expues¬tos, por edad, condición
laboral y situación familiar, a diferentes presiones y afecciones,
como la falta o baja significativa en sus Ingresos, problemas
recurrentes de salud e incluso abandono familiar. Son personas que
tienen un alto grado de marginalidad, exclusión y vulnerabilidad de
manera que necesitan del apoyo del Estado, la sociedad y sus
familias. Así lo es¬tablece el artículo 15 de la Ley de Protección para
las Personas de la Tercera Edad. Esta norma señala que, en caso de
maltrato, ofensas, humillaciones o lesiones, las y los ancianos,
tienen derecho a solicitar protección prioritaria ante las autoridades
competentes. En el ámbito internacional se reconoce que las
personas adultas mayores tienen, entre otros, los derechos
siguientes: a. Acceso a servicios jurídicos que les aseguren mayores
niveles de autono¬mía, protección y cuidado. b. Acceso a medios
apropiados de atención institucional que les proporcionen
protección, rehabilitación y estímulo social y mental en un entorno
humano y seguro. c. Disfrutar de sus derechos humanos y su
libertad, es fundamental cuando re¬sidan en hogares o
instituciones donde se les brinden cuidados o tratamien¬to, con
pleno respeto de su dignidad, creencias, necesidades e intimidad. d.
Adoptar decisiones sobre su cuidado y sobre la calidad de su vida. e.
Vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotación y de
malos tratos físicos o mentales. f. Recibir un trato digno,
independientemente de la edad, sexo, raza o pro¬cedencia étnica,
discapacidad u otras condiciones, y han de ser valoradas
independientemente de su contribución económica. En el marco de
la atención integral a víctimas del delito, el Personal del Ministerio
Público deberá tomar en especial consideración a las y los adultos
mayores que se encuentren en situación de abandono, y garantizar
la atención geriátrica de urgencia en los servicios de Trabajo Social,
Psicología y Medicina. Adulto mayor, adulto en plenitud, tercera
edad, personas de edad, personas adultas mayores, senectos y
ancianos; son vocablos que se refieren a los mismo; a toda persona
de 60 años o más de cualquier sexo, raza, religión, color, que por
sus condiciones están dentro de los grupos vulnerables de la
sociedad. La Organización de las Naciones en la Segunda Asamblea

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Mundial sobre Envejecimiento las nombró como las personas de
edad o personas mayores. Una política pública responsable debe
estar basada en la defensa de los Derechos Humanos y exige
prestar especial atención a este sector de la población. Ignorar las
demandas y necesidades de los Mayores cercena las posibilidades
de las generaciones futuras. El derecho a ser incluido, a
participar y a contribuir, debe estar garantizado por la sociedad a
todos sus miembros por igual, sin tener en cuenta la edad. La
edad no puede ni debe ser una barrera para participar, enseñar,
aprender, comunicarse, enamorarse, trabajar, elegir, ser
independiente, elegir el domicilio, desarrollar su vocación, o
defender su Dignidad. Los Estados deben responsablemente
promover una imagen positiva de la vejez: ello significa reconocer
que esta edad es una etapa normal del desarrollo de la vida, en la
que la mujer y el hombre se adaptan mediante acciones que
previenen, corrigen o atenúan los cambios producidos por la
declinación de sus potencialidades, y se integra con los otros
grupos de la población evitando las segregaciones y
discriminaciones que lo marginan y destruyen. DERECHOS:
TENER UNA VIDA DIGNA Y PLENA: Ello implica ser respetados
en sus libertades fundamentales, su dignidad, creencias, intereses,
necesidades e intimidad, así como adoptar decisiones sobre su
cuidado y calidad de vida. NO SER DISCRIMINADOS: Tienen
derecho a recibir un trato digno y a ejercer sus Derechos,
independientemente de la edad, el sexo, la procedencia étnica, la
capacidad, la situación económica u otras condiciones. NO
RECIBIR MALOS TRATOS FÍSICOS O MENTALES, Y A TENER
UNA VIDA LIBRE DE EXPLOTACIÓN: Todo tipo de maltrato es
una violación a los Derechos Humanos. ENVEJECER EN SU CASA
Y EN FAMILIA: Tienen derecho a residir en su propio domicilio
todo el tiempo que sea posible, elegir su residencia y decidir cómo y
con quiénes vivir. El domicilio es uno de los atributos de una
persona física o jurídica; por lo cual toda variación del mismo debe
ser en principio voluntaria. ACCEDER A INFORMACIÓN, A SER
ESCUCHADOS Y EXPRESARSE LIBREMENTE: Ello implica que
tienen derecho a la libertad de opinión y expresión, a investigar y a
recibir informaciones, acceder a las nuevas tecnologías y difundirlas
sin limitación de fronteras por todos los medios. ACCEDER A UNA
SALUD DE CALIDAD: Ello quiere decir que puedan disfrutar del
más alto nivel posible de salud física y mental a partir de la
aplicación de políticas que aseguren una prevención, promoción,
educación y tratamiento; para lo cual es imprescindible la
formación y capacitación de los recursos humanos. PARTICIPAR
EN LA TOMA DE DECISIONES DENTRO DE LA SOCIEDAD:
Tienen derecho a ser parte de la formulación y aplicación de las
políticas públicas, especialmente aquellas que afectan
directamente a su bienestar Bio-Psico-Socio-Cultural. APRENDER
A DESARROLLAR SU POTENCIAL: Ello incluye el acceso a
programas educativos y de capacitación adecuados a lo largo de
toda su vida, a fin de lograr el pleno desarrollo de su personalidad,
su potencial creador y el fortalecimiento del respeto a los Derechos
Humanos y libertades fundamentales. REVALORIZAR LOS
VÍNCULOS INTERGENERACIONALES: Esto significa que tienen

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derecho a ejercer la responsabilidad en la transmisión de
experiencias, valores y cultura a las generaciones más jóvenes, en
especial, niños, niñas y adolescentes. DESARROLLARSE
CIENTÍFICA Y CULTURALMENTE: Es decir, a participar libremente
en la vida cultural de la comunidad, a gozar del arte en todas sus
manifestaciones y a participar en el progreso científico y en los
beneficios que de él resulten. Cuando una Sociedad valora una
etapa de la Vida -la vejez- está valorizando a todas. Es el camino
más eficiente para la
construcción de una "sociedad para todas las edades",
incluyente e integradora. INSTRUMENTOS INTERNACIONALES:
Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento:
Este Plan fue adoptado por la Asamblea Mundial sobre el
Envejecimiento en Viena del 26 de julio al 6 de agosto de 1982.
Tuvo como objetivo principal generar un plan de acción
internacional específico sobre el envejecimiento, que debía ser
aplicado a nivel mundial, por lo que cada país tiene el derecho y la
responsabilidad de formular leyes que obedezcan a necesidades y
objetivos nacionales concretos, para atender los problemas de
población en proceso de envejecimiento. Dentro de las
recomendaciones que se formularon se pueden mencionar las
siguientes: a) Crear y aplicar políticas a los niveles internacional,
regional y nacional para realizar la vida de las personas de edad
como individuos, a fin de que, espiritual y físicamente, disfruten
plena y libremente de sus años avanzados en paz, salud y
seguridad; b) Estudiar las consecuencias del envejecimiento de la
población sobre el desarrollo y las del desarrollo sobre las personas
de edad; c) Reafirmar solemnemente su convicción que los
derechos fundamentales e inalienables consagrados en la
Declaración Universal de Derechos Humanos se aplican plena e
íntegramente a las personas de edad; d) Reconocer solemnemente
que la calidad de la vida no es menos importante que la longevidad
y que, por consiguiente, las personas de edad deben, en la medida
de lo posible, disfrutar en el seno de sus propias familias y
comunidades de una vida plena, saludable, segura y satisfactoria y
ser estimadas como parte íntegramente de la sociedad. Plan de
Acción Internacional sobre el Envejecimiento Madrid: Fue creado
en la Segunda Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el
Envejecimiento la cual se llevó a cabo en Madrid del 8 al 12 de abril
de 2002. Este Plan de Acción prestó especial atención a los países
en desarrollo, a diferencia del Plan de Acción de Viena que se
enfocó en los países desarrollados. Se centró en temas como
garantizar los derechos económicos, sociales y culturales de las
personas mayores, así como de sus derechos civiles y políticos y la
eliminación de todas las formas de discriminación contra las
personas de la tercera edad. Ley de Protección a las Personas de
la Tercer Edad (Decreto Legislativo 80-96 y sus Reformas 2-97 y
51-98): El objeto de la ley, según lo prescribe el artículo 1, es tutelar
los intereses de las personas de la tercera edad buscando que el
Estado garantice y promueva el derecho de los ancianos a un nivel
de vida adecuado en condiciones que les ofrezcan educación,
alimentación, vivienda, vestuario, asistencia médica geriátrica y
gerontológica integral, recreación y esparcimiento, y los servicios

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sociales necesarios para una existencia útil y digna. Asimismo el
artículo 2 de la misma ley establece que ésta deberá interpretarse
siempre a favor y en interés de las personas de la tercera edad,
nombrándola como ley de Orden Público, la cual tendrá prevalencia
sobre otras leyes relacionadas con la materia, pues tal como lo
establece el artículo 7 se declara de interés nacional la protección
de las personas de la tercera edad.

c. ATENCIÓN A PERSONAS CON DISCAPACIDAD VICTIMAS DE


DELITO: Los derechos humanos son universales, políticos, civiles,
económicos, sociales y culturales, pertenecen a todos los seres
humanos, incluyendo a la personas con distintas discapacidades.
Las personas discapacitadas deben gozar de sus derechos humanos
y libertades fundamentales en términos iguales con otros en la
sociedad, sin discriminación de ningún tipo. Ellos también disfrutan
de ciertos derechos específicamente ligados a su status. Los
derechos humanos en cuestión: Los derechos humanos para las
personas discapacitadas incluyen los siguientes derechos
indivisibles, interdependientes e interrelacionados. El derecho a la
no distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en su
condición de discapacidad basada en el efecto de deteriorar el
disfrute de los derechos humanos y libertades fundamentales. El
derecho a la igualdad de oportunidades. El derecho a una completa
igualdad y protección ante la Ley. El derecho a una alto estándar de
salud para un tratamiento médico, psicológico y funcional, de igual
manera a una rehabilitación médica y social y otros servicios
necesarios para el máximo desarrollo de las capacidades,
habilidades y auto-confianza. El derecho a trabajar, de acuerdo con
sus capacidades, a recibir salarios que igualitarios que contribuyan a
un estándar de vida adecuado. El derecho a ser tratado con
dignidad y respeto. ¿Cuáles son los derechos humanos de las
personas con discapacidad? Todos los miembros de la sociedad
tienen los mismos derechos humanos, que incluyen derechos
civiles, culturales, económicos, políticos y sociales. Entre estos
derechos están los siguientes: Igualdad ante la ley sin
discriminación: Derecho a la vida, la libertad y la seguridad de la
persona. Igual reconocimiento ante la ley y capacidad jurídica.
Protección contra la tortura. Protección contra la explotación, la
violencia y el abuso. Derecho al respeto de la integridad física y
mental. Libertad de desplazamiento y nacionalidad. Derecho a vivir
en la comunidad. Libertad de expresión y de opinión. Respeto de la
privacidad. Respeto del hogar y de la familia. Derecho a la
educación. Derecho a la salud. Derecho al trabajo. Derecho a un
nivel de vida adecuado. Derecho a participar en la vida política y
pública. Derecho a participar en la vida cultural. Derecho a que se
tomen las medidas que les permitan lograr la mayor autonomía
posible, es decir, que le permitan valerse por sí mismos en todos los
aspectos, ejemplo la nivelación de las aceras, construcción de
rampas y pasamanos especiales, instalación de puertas
automáticas, adaptación de ascensores y baños, adaptación de
medios de transporte colectivo, a efecto de que cuenten con
mecanismos especiales para facilitar su uso por los discapacitados.
Derecho a recibir atención médica, psicológica y funcional,

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incluyendo los aparatos de prótesis y ortopedia. Derecho a la
educación y la readaptación profesional especializadas cuando sea
necesario. Derecho a programas especiales para su participación
en la vida cultura, intelectual y deportiva. Derecho a los servicio de
colocación de empleo que faciliten su integración económica.
Derecho a la protección contra toda explotación económica,
reglamentación o trato discriminatorio, como consecuencia de su
discapacidad. Derecho a que en su participación dentro de un
proceso judicial o administrativo, se tome en cuenta su condición
de discapacidad y se dispongan las medidas necesarias, a efecto de
que pueda gozar de los mismos derechos que las demás personas.
Derecho a que se tome en cuenta sus necesidades en todas las
etapas de planificación económica y social de los Estados. Todas las
personas con discapacidad tienen derecho a gozar, sin
discriminación alguna, de todos sus derechos. Ello incluye el
derecho a no ser víctima de discriminación por motivos de
discapacidad, así como por cualquier otro motivo como la raza, el
color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de cualquier
otra índole, el origen nacional o social, el patrimonio, el nacimiento,
o cualquier otra condición. ¿Cuáles son las provisiones de la Ley
de derechos humanos que garantizan el goce completo de los
derechos de las personas con discapacidad? Incluye síntesis de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Convención de los
Derechos del Niño y la Convención de la Organización Internacional
del Trabajo concerniente a la Rehabilitación Vocacional y Empleo
para las personas discapacitadas (Convención 159). "Todos los seres
humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados
como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros. Toda persona tiene los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición............. no se
hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o
internacional....... Todos son iguales ante la ley y tienen, sin
distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen
derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja
esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Declaración Universal de los Derechos Humanos, Art. 1, 2, 7 y 25.
"Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a
garantizar el ejercicio de los derechos... sin discriminación
alguna...... Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el
derecho a trabajar..... reconocen el derecho de toda persona al
goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias.......Una
remuneración que proporcione como mínimo a todos los
trabajadores Un salario equitativo e igual por trabajo de igual valor,
sin distinciones de ninguna especie..... Los Estados Partes en el
presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a un nivel de
vida adecuado para sí y su familia..... Los Estados Partes en el
presente Pacto, reconociendo el derecho fundamental de toda
persona a estar protegida contra el hambre, adoptarán,

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individualmente y mediante la cooperación internacional, las
medidas necesarias..... Los Estados Partes en el presente Pacto
reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel
posible de salud física y mental...... Los Estados Partes en el
presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la
educación..... Convienen en que la educación debe orientarse hacia
el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su
dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y
las libertades fundamentales. Convienen asimismo en que la
educación debe capacitar a todas las personas para participar
efectivamente en una sociedad libre...... La enseñanza primaria
debe ser obligatoria y asequible a todos gratuitamente..... La
enseñanza secundaria, en sus diferentes formas, incluso la
enseñanza secundaria técnica y profesional, debe ser generalizada
y hacerse accesible a todos, por cuantos medios sean
apropiados...... La enseñanza superior debe hacerse igualmente
accesible a todos, sobre la base de la capacidad de cada uno, por
cuantos medios sean apropiados..... Los Estados Partes en el
presente Pacto reconocen el derecho de toda persona… Participar
en la vida cultura… Gozar de los beneficios del progreso científico y
de sus aplicaciones…." Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, Art. 2, 6, 7, 11, 12, 13 y 15
"....sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o
nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor
requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y del
Estado.... Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se
compromete a garantizar que: a) Toda persona cuyos derechos o
libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados
podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación
hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de
sus funciones oficiales.... Nadie será sometido a torturas ni a penas
o tratos crueles, inhumanos o degradantes. En particular, nadie
será sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos
o científicos..... Todas las personas son iguales ante los tribunales y
cortes de justicia.... Toda persona acusada de un delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad conforme a la ley.... Todo ser humano tiene derecho,
en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica...
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida
privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques
ilegales a su honra y reputación..... Toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra esas injerencias o esos ataques..... La
familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene
derecho a la protección de la sociedad y del Estado..... Se reconoce
el derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a
fundar una familia si tienen edad para ello..... Todas las personas
son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación a igual
protección de la ley. A este respecto, la ley prohibirá toda
discriminación y garantizará a todas las personas protección igual y
efectiva contra cualquier discriminación por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o

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cualquier otra condición social…" Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, Art. 2, 7, 14, 16, 17, 23 y 26 "Los Estados Partes
respetarán los derechos enunciados en la presente Convención y
asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin
distinción alguna... Los Estados Partes tomarán todas las medidas
apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda
forma de discriminación o castigo por causa de la condición... Los
Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas,
administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al
niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental,
descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el
abuso sexual... procedimientos eficaces para el establecimiento de
programas sociales con objeto de proporcionar la asistencia
necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así como para otras
formas de prevención y para la identificación, notificación, remisión
a una institución, investigación, tratamiento y observación
ulterior... Los Estados Partes reconocen que el niño mental o
físicamente impedido deberá disfrutar de una vida plena y decente
en condiciones que aseguren su dignidad, le permitan llegar a
bastarse a sí mismo y faciliten la participación activa del niño en la
comunidad... reconocen el derecho del niño impedido a recibir
cuidados especiales y alentarán y asegurarán, con sujeción a los
recursos disponibles, la prestación al niño que reúna las condiciones
requeridas y a los responsables de su cuidado de la asistencia que se
solicite y que sea adecuada al estado del niño... a asegurar que el
niño impedido tenga un acceso efectivo a la educación, la
capacitación, los servicios sanitarios, los servicios de rehabilitación,
la preparación para el empleo y las oportunidades de esparcimiento
y reciba tales servicios con el objeto de que el niño logre la
integración social y el desarrollo individual, incluido su desarrollo
cultural y espiritual, en la máxima medida posible" Convención
sobre los Derechos del Niño, Art. 2, 19 y 23 "De conformidad con
las condiciones, práctica y posibilidades nacionales, todo Miembro
formulará, aplicará y revisará periódicamente la política nacional
sobre la readaptación profesional y el empleo de personas
inválidas... Dicha política estará destinada a asegurar que existan
medidas adecuadas de readaptación profesional al alcance de todas
las categorías de personas inválidas y a promover oportunidades de
empleo para las personas inválidas en el mercado regular del
empleo... se basará en el principio de igualdad de oportunidades
entre los trabajadores inválidos y los trabajadores en general.
Deberá respetarse la igualdad de oportunidades y de trato para
trabajadoras inválidas y trabajadores inválidos. Las medidas
positivas especiales encaminadas a lograr la igualdad efectiva de
oportunidades y de trato entre los trabajadores inválidos y los
demás trabajadores no deberán considerarse discriminatorias... Las
autoridades competentes deberán adoptar medidas para
proporcionar y evaluar los servicios de orientación y formación
profesionales, colocación, empleo y otros afines, a fin de que las
personas inválidas puedan lograr y conservar un empleo y progresar
en el mismo... Se adoptarán medidas para promover el
establecimiento y desarrollo de servicios de readaptación
profesional y de empleo para personas inválidas en las zonas rurales

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y en las comunidades apartadas..." Convenio de la Organización
Internacional del Trabajo sobre la readaptación profesional y el
empleo de las Personas Inválidas, Art. 2, 3, 4, 7, y 8 Convención
Interamericana para la Eliminación de Todas Las Formas de
Discriminación Contra las Personas con Discapacidad Aprobada por
la Organización de los Estados Americanos, en la ciudad de
Guatemala con fecha 7 de junio de 1999. De conformidad con el
artículo 3, el objetivo de la misma es: “…Adoptar las medidas de
carácter legislativo, social, educativo, laboral o de cualquier otra
índole, necesarias para eliminar la discriminación contra las
personas con discapacidad y propiciar su plena integración en la
sociedad, dentro las cuales se puede mencionar las siguientes:
medidas para prevenir las discapacidades, 483 Morales Trujillo,
Hilda. Op. Cit. Página 24 484 Loc. Cit. 485 Despouy, Leandro. Op.
Cit. Página 4 176 medidas para lograr la integración al deporte,
educación, servicios públicos, recreación, transporte, actividades
políticas, entre otras, de las personas que padecen alguna
discapacidad; para lo cual se buscar eliminar los obstáculos
arquitectónicos, de transporte y comunicaciones que existan con la
finalidad de facilitar el acceso y uso para todas las personas.”
Convención Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Esta Convención fue adoptada el 13 de diciembre de 2006,
mediante resolución 61/106. De conformidad con el artículo 42 de la
Convención, ésta y su Protocolo Facultativo están abiertos a la
firma de todos los Estados y las organizaciones de integración
regional desde el 30 de marzo de 2007. La Convención busca
proteger y garantizar la igualdad y el pleno goce de los Derechos
Humanos de las personas con discapacidad. Regula temas
fundamentales como la accesibilidad, libertad de movimiento,
salud, educación, empleo, habilitación y rehabilitación,
participación en la vida política, y la igualdad. GUATEMALA: LEY
DE ATENCIÓN PARA LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD. ART.
53 CPRG. .LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DE LAS
PERSONAS CON DISCAPACIDAD (2006). Declaración sobre la
Protección de los Enfermos Mentales y el Mejoramiento de la
Atención de la Salud Mental. Declaración de los Derechos del
Retrasado Mental. Declaración de los Derechos de los Impedidos.
Convenio 159 Sobre la Readaptación Profesional y el Empleo
(Personas Inválidas) OIT.

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5. DERECHO PENAL
a. PODER PUNITIVO DEL ESTADO (IUSPUNIENDI): Pretensión del Estado
en monopolizar el uso de la fuerza, con la finalidad de asegurar la paz
social, evitando la venganza privada y protegiendo a los ciudadanos frente
a lo que sería la tiranía del poderoso frente al débil. El monopolio del uso
de la fuerza convierte al Estado en el único legitimado para responder con
“violencia” frente a la comisión de los delitos, la manifestación de ésta
violencia es el poder estatal para imponer penas y medidas de seguridad.
(Sin embargo en un Estado democrático y de derecho ésta debe de tener
límites, siendo en el presente caso a través del Organismo Legislativo en
representación de los ciudadanos, quien asume qué conductas merecen
sanción). Decisión que debe de plasmarse en una ley escrita que defina con
precisión que conductas son prohibidas y determina la sanción aplicable
por infringir ésta prohibición. Así la prohibición deberá de ser conocida
previamente por los ciudadanos.

b. PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO PENAL: Principio de


Legalidad: Nadie podrá ser penado por acciones y omisiones que no estén
expresamente calificadas como delitos o faltas en una ley anterior a su
perpetración. Principio de intervención mínima: El poder sancionador del
Estado, implica la vulneración de derechos fundamentales de la persona,
como la propiedad, la libertad y en algunos casos hasta la vida, ésta
vulneración solo se puede justificar como mal necesario para poder
asegurar la paz social y los derechos fundamentales del resto de los
ciudadanos. El Estado sólo podrá sancionar cuando sea estrictamente
necesario. Principio de culpabilidad: La sanción sólo se podrá imponer en la
medida en la que el infractor tenga capacidad de ser culpable, entendido
dicho concepto como la capacidad de haber elegido realizar una conducta
que lesiona o pone en peligro bienes jurídicos fundamentales. Por lo que
no se podrá responsabilizar penalmente a las personas por hechos que no
hayan cometido, ni por aquellos que no hubiesen podido prever su
comisión.

c. ÁMBITO DE VALIDÉZ DE LA LEY PENAL: El ámbito de validez de la ley


penal determina los alcances y limites de la ley penal. encontramos el
ámbito material que son las normas aplicables, el ámbito temporal que
determina el momento y hasta cuando esta vigente la norma, el ámbito
espacial que determina en que demarcación geográfica o espacio tiene
aplicación la norma y por ultimo el ámbito personal que señala a quien o a
quienes se aplica la norma.

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Ámbito espacial de validez. Las leyes penales no pueden sancionar más
allá del territorio del Estado que las dictó pero es aplicable a todos los que
se encuentren dentro de su país, la ley penal no se aplica a nadie fuera de
dicho territorio. Ámbito temporal de validez. Como principio tenemos la
irretroactividad de las leyes penales, las conductas delictivas serán
sancionadas por la ley penal vigente al momento de ser cometidas. En
algunos casos si posteriormente a la ejecución de un delito la ley penal
sufre una reforma o surge una nueva ley, es posible que se aplique a los
hechos anteriores, siempre que beneficie al indiciado o procesado.
Ámbito material de validez. Los Estados federados convienen en que la
Federación determine cuales acciones delictivas serán sancionadas
exclusivamente por las leyes penales federales, y cuáles podrán ser
reguladas conforme a las leyes penales locales, otro ejemplo podría ser eel
fuero militar.
Ámbito Personal de validez. Ninguna condición personal puede oponerse
a la aplicación de las leyes penales, con acepción de ciertos individuos que
pertenecen a los órganos del Estado, se establece la necesidad de un
procedimiento especial para la aplicación de la ley penal, pero no deja de
aplicarse.

4. CONCURSO DE NORMAS PENALES Concepto Existirá concurso de


leyes, o concurso aparente de normas penales, cuando uno o varios hechos sean
aparentemente incluibles en varios preceptos penales pero tan sólo uno
pueda aplicarse. En estos casos uno de los preceptos basta por sí solo para
englobar todo el desvalor del hecho. Si no se actuase de esta manera se estaría
violando el principio del “ne bis in idem” o prohibición de sancionar dos veces a
una persona por unos hechos. Cuando una persona mata a su padre, su conducta
es tipificable como delito de homicidio (art. 123 CP) o como parricidio (art. 131
CP). Sin embargo, es evidente que tan sólo concurre este último pues, por sí
mismo, ya engloba todo el desvalor del hecho. Criterios de solución del
concurso de leyes Para distinguir los concursos de leyes de los concursos de
delitos (vid. infra) la doctrina ha elaborado varios principios de interpretación, de
los cuales sólo vamos a analizar los dos más importantes: a.- Principio de
especialidad. El precepto especial deroga el precepto general. Un precepto es
más especial que otro cuando requiere, además de los presupuestos del
original, alguno adicional. Así el parricidio, además de exigir que se mate a otro,
requiere que el sujeto pasivo sea familiar y que el autor conociese ese
vínculo. La especialidad puede dar lugar a un castigo mayor (parricidio) o
menor (infanticidio). b.- Principio de concusión. Se dará en aquellos
supuestos en los que un precepto penal absorbe a otro por motivos distintos de
la especialidad. Se distinguen dos grupos de casos: * Supuestos en los que un
hecho acompaña generalmente a otro: en el delito de violación (art.173 CP),
las coacciones previas (art. 214 CP) no se penan; en el de homicidio quedan
absorbidos los daños sobre la ropa del occiso (art.278 CP). * Actos
posteriores impunes. Son hechos posteriores a un delito que son absorbidos
por éste y que por sí solos constituirían un delito. Tales actos constituyen la
forma de asegurar o realizar el beneficio obtenido o perseguido por el
delito anterior. Por ejemplo, cuando un homicida entierra a su víctima, el
delito de inhumación ilegal (art.311 CP) es absorbido por el de homicidio.
Sin embargo, si el que entierra a la víctima es un tercero (no partícipe en el
homicidio) se le sancionará por inhumación ilegal. No siempre será fácil distinguir
estos supuestos del concurso de delitos.

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5. DERECHO PENAL INTERNACIONAL: El derecho
penal internacional comprende todas las normas de derecho que
directamente fundamentan, excluyen o de cualquier otro modo regulan
una responsabilidad penal.1 En este sentido, los crímenes contra el derecho
internacional son todos los que importan responsabilidad individual directa
a partir del derecho internacional. Algunos autores utilizan la expresión
«derecho penal internacional» en un sentido más amplio2, que incluye no
solo los aspectos penales del derecho internacional, particularmente
relacionado a los crímenes contra el derecho internacional, sino también
los aspectos internacionales del derecho penal doméstico, especialmente
en lo relativo a reglas domésticas sobre la jurisdicción sobre crímenes con
un elemento extranjero. El derecho penal es la rama del derecho público
que regula la potestad punitiva
Se definen los crímenes internacionales (principalmente, genocidio, crimen
de guerra, crímenes contra la humanidad y crimen de agresión) y regula el
funcionamiento de los tribunales competentes para conocer de los casos
en los que los individuos incurran en responsabilidad penal internacional,
imponiendo las sanciones que correspondan. El surgimiento de esta rama
supone una importante evolución respecto del Derecho internacional
clásico, que era esencialmente interestatal y no consideraba a la persona
como sujeto de Derecho internacional. Las normas de derecho penal
internacional pueden ser aplicadas por tribunales domésticos
e internacionales. La responsabilidad individual es independiente de la
responsabilidad internacional del estado.3
El principal órgano del Derecho Penal Internacional es la Corte Penal
Internacional, el primer tribunal de justicia penal internacional
permanente, creado en 1998 a través del Estatuto de Roma. La Corte tiene
sede en La Haya.

6. EXTRADICIÓN: EL PROCEDIMIENTO DE EXTRADICION EN GUATEMALA.


CONCEPTO- Acto por el cual el Estado guatemalteco, entrega de
acuerdo a un Tratado vigente un individuo a un Estado, que loredarna
con el objeto de someterlo a. un proceso penal o para el cumplimiento de
una sentencia, o lo solicita para los mismos fines. CLASES DE
EXTRADICION. EXTRADICIÓN ACTIVA: Se da cuando el Estado.
·guatemalteco,. requiere a otro Estado· la entrega. EXTRADICION PASIVA:
Cuando el Est.ado guatemalteco recibe la petición de otro Estado, para que se
le entregue a un fugitivo QYé seencuentraén territorio guatemalteco.
LEGISLACION APUCABLE: CONSTITUCIONPOLmCA DE LA R~pÚBUCA
DE GUATEMALA: Artículo 27, segundo y tercer párrafo: "La extradición
se rige por lo dispuesto en tratados intemadonates. Por delitos políticos
no se intentará :lá extradición de guatemaltecos, quienes en ningún caso
serán entregad0s a g9bi.eri:to extranjero, salvo lo dispuesto en tratados
y convenciones con respectó a· los delitos de lesa humanidad o contra el
derecho internacional." CODIGO PENAL: Artículo 8: . .. La extradición
sólo podrá intentarse u otorgarse por delitos comunes. Cuando se trate
de extradición comprendida en tratados internacionales, solo podrá
otorgarse si existe reciprocidad. En ningún caso podrá intentarse ni
otorgarse la extradición por delitos políticos, ni por delitos comunes
conexos con aquellos." CONVENIOS Y TRATADOS DE EXTRADICION
CELEBRADOS POR GUÁTEMALA. BILATERALES: • Bélgica: Tratado
sobre Extradiciór;tdeCnminales suscrito en Guatemala, el. 20 de
noviembre de 1897, modlñcado por' éi Convenio Adicional al Tratado de

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Extradición de fecha 26 de abril' de i934 y posteriormente por el
Protocolo Adicional a la Convención de Extradidóri: de fecha'21 de octubre
de 1959. • España: Tratado de Extradicíón suscrito en Guatemala, el 7
de noviembre' de 1895.
• Estados Unidos de América: Tratado· qe Extradición suscrito en
Washington. 27 de febrero de 1903,
m~íficado.'P<>~.la·COriyencióSnuplementaria al Tratado de Extradición de
fecha 20 de febrero.de 1940. • Gran Bretaña: Tratado de
Extradicíón:suscrito en Gua~mala, el 4 de julio de 1885, modificado por el
Protocolo Aciic'°né)I al Tratado de Extradición, de fecha 30 de mayo de
1940 y posteríormenté.por el canje de Notas para Extender las
Estipulaciones del Tratado de Extr:a.diC~Ó,n a· Alg.unos Territorios Bajo el
Mandato de la Gran Bretaña de fecha 21. ~ mayo de 1929 • México: Tratado
de &tradición de· Crjmitiales suscrito en Guatemala, el 19 de mayo de
1894. MULnLATERALES: • Convención Sobre Extradición, suscrita en
la VII Conferencia Internacional Americana, en Montevideo, el 26 de
diciembre de 1933; • Convención de Extradición suscrita·en Washington el 7 de
febrero de 1923 · en vigor para Costa Rica, El Salvador, Guatém()la y
Nicaragua. REQUISITOS GENERALES Para UNA SOLICITUD DE
EXTRADICION. • Que el Estado requirente tenga jurísdícdón para juzgar el
hecho delictuoso que se le imputa al individuo reclamado; • Que el hecho
por el cual se reclama la extradición tenga el carácter de delito y sea
punible por las leyes del Estado requirente y por las del Estado
requerido con la pena mínima de un año de prívadén de libertad; • Que
no esté prescrita la acción penal o Ja pena; • Que el individuo inculpado no
haya curnplído su condena en el país del delito o haya sido amnistiado o
indultado; • Que el individuo solicitado no esté siendo juzgado en el
Estado requerido por et hecho que se le imputa y en el cual se funda el
pedido de extradición; • Que no se trate de un delito político o de los que
le son conexos; • Que no se trate de delito militar o contra ta religión; •
Que el delito se haya cometido en .el .territorio del Estado que
pide la extradicíón. SOLICITUD DE DETENCION· PROVISJqNAL CON
FINES DE EXTRADICION. • Esta puede hacerse por vía telegráfica o
postal. A partir de la detención del inculpado, se tienen entre 40 días y
tres meses para presentar la documentar la solicitud formal de
Bctradición; • En la solicitud de una Detención Provisional se _debe
asegurar la existencia de una resolución judicial de Orden de Detención,
invocar el instrumento internacional correspondiente y proporci6nar
datos personales tendientes a la identificación del extraditable. •
Asimismo asegurar que la petición formal de Extradición, se
presentará en el plazo que no exceda del tiempo indicado en el Convenio
o Tratado respectivo, plazo que se cuenta a partir del momento de
la notificación a la Misión Diplomática del Estado requirente sobre la
detención del sujeto. TRAMITE DE LA soucrruo FoRMAL DE
EXTRADICION. FASE ADMINISTRATIVA. • Presentación de la
solicitud formal de extradición ante el Ministerio de Relaciones
Exteriores. • Traslado de la documentación a la Secretaria de la Corte
Suprema de Justicia, en donde se designa el Tribunal que ha de conocer de
la misma. FASE JUDICIAL. • Recibido el expediente procedente de , la
Corte Suprema de Justicia, el Juez analiza la procedencia de la solicitud.
• Si la solicitud está ajustada, el Juez emite una resolución en la
que le .da trámite a la misma en la vía tnodental. • El Juez informa
al detenido de la solicitud de extradición en su contra; le permite

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nombrar un defensor y corre · · audienda al extradita ble, asimismo se da
audiencia a la Misión Diplomática del país requirente y al Ministerio
Público, por el plazo de dos días. Si el incidente se refiere a cuestiones de
hecho, el juez, al vencer el plazo de la audiencia, resolverá ordenando la
recepción de las pruebas ofrecidas por las partes al promover el
incidente o al evacuar la audiencia, en no más de dos audiencias que
tendrán verifrcativo dentro de los diez días hábiles siguientes. • Concluida
la fase anterior, el Juez sín más trámite, resuelve dentro del tercer día,
declarando la procedencia o la improcedenciade la extradición. •
Declarada con ·lugar una solicitud de extradición, el Juez dentro de la
misma resolución pone al detenido a disposición de Ministerio de
Relaciones Exteriores, para los efectos subsiguientes. SEGUNDA FASE
ADMINISTRATIVA. • En el caso de un nacional guate~alteco la
persona solicitada, se pone a disposición del Ejecutivo para que el
señor Presidente de la República, decida la entrega del mismo, ya que
normalmente no se está obligado a entregar a un nacional. • La
decisión de entrega la toma el señor Presidente de la República,
mediante Acuerdo Gubernativo en Consejo de Ministros.. Decidida la
entrega, la persona se pone a disposición del Ministerio de Relaciones
Exteriores, quien se encarga de los trámites para llevar a cabo la
extradición coordinando con la Misión Diplomática el lugar, la fecha
y la hora de la entrega. Con anterioridad· la Misión correspondiente a
solicitud del Ejecutivo ha garantizado en nombre de su Gobierno, que el
extradítable gozará. de todos los derechos y garantías de conformidad
con la Constitución de ese país; particularmente de que será
considerado inocente hasta no ser declarado culpable; que su juicio
será totalmente imparcial, que se le proveerá de un Abogado para su
defensa, sin que no se pedirá en su contra ni se le aplicará la Pena de
Muerte en el caso· de ser hallado culpable del delito que se le imputa.

7. TEORÍA DEL DELITO: TEORIA DEL DELITO DESDE LA PERSPECTIVA FINALISTA:


En conclusión, la Teoría Jurídica del Delito estudia los principios y elementos que son
comunes a todo delito, así como las características por las que se diferencian los delitos
unos de otros, elementos, que como dijimos anteriormente son la acción, la tipicidad, la
antijuridicidad y la culpabilidad. Consecuentemente, todo el estudio analítico de lo que
comprende el delito, es tarea de la teoría jurídica del mismo. Por ello, se afirma que la
teoría del delito es un producto de la dogmática. La doctrina partiendo del derecho
positivo, al decir de Gimbernat, ha ordenado y sistematizado bajo las categorías tipicidad,
antijuridicidad y culpabilidad las reglas jurídicas que condicionan la posible
responsabilidad penal de una persona. La ordenación y sistematización de estas reglas
facilita su interpretación y su aplicación práctica en el análisis de los casos concretos. En
tanto que las normas están integradas dentro de un sistema, su interpretación obliga a
considerarlas en su conjunto de modo que guarden coherencia entre ellas. Por eso, la
teoría del delito cumple también una función de garantía, pues no sólo evita una
aplicación arbitraria de la ley penal, sino que también permite calcular cómo se va a
aplicar dicha ley en un caso concreto. La médula del nuevo sistema es éste: ante el
concepto causal de acción, Hans Welzel esgrimió el concepto finalista, y dijo: “Acción
humana es ejercicio de actividad final”. El mismo Welzel asegura en su magna obra que
la finalidad es “vidente”, en cambio la causalidad “ciega”. Siguiendo a Juan Bustos,
diremos que para el sistema finalista, sus primeros principios fundamentales son que el
delito es acción, pero no causal sino final, lo que significa que el actuar humano se
determina desde el fin perseguido por el autor sobre la base de su experiencia causal. En
suma, a) la tipicidad tiene un aspecto objetivo, descriptivo y valorativo (del proceso

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causal) y un aspecto subjetivo (que recoge valorativamente el proceso desde el fin). Por
ello dolo y culpa pertenecen a la tipicidad. b) la antijuridicidad es objetiva y valorativa,
pero todas las causas de justificación contienen elementos subjetivos (conocimiento e
intención). Para los finalistas, el injusto es un ámbito integrado de diferentes caracteres,
pero en el que el elemento común es lo subjetivo. c) La culpabilidad es reprochabilidad
(proceso valorativo) de la capacidad de motivación, esto es, de la capacidad de actuar de
otra manera, esto es, conforme a la norma y a pesar de ello actuar en contra de ella
(aspecto subjetivo). Luego los elementos de culpabilidad son sólo la imputabilidad y la
conciencia del injusto. Para los finalistas la exigibilidad de la conducta por principio no
puede ser elemento de la culpabilidad, pues el sujeto podía actuar de otra manera. Luego,
en esas situaciones extremas todo lo más habría una dispensa estatal. En resumen, en la
concepción de Medina Peñaloza, filosóficamente el sistema finalista se fundamenta en
axiomas que le dan sustento y fuerza, y que son: El delito deja de ser un fenómeno natural
que es producido por una causa y acarrea una consecuencia o resultado, para convertirse
en una realidad del ser social, ya que el derecho se edifica sobre la base de la naturaleza
real de las cosas. El concepto clásico del delito fue producto del pensamiento jurídico del
positivismo científico, mientras que el finalismo partió de una fundamentación ético-
social del Derecho Penal; y con ello, de una concepción ius filosófica, que retomó criterios
aportados por el derecho natural , pues, como dice Welzel, “para el conocimiento de los
valores recurrió a lo que precede a la existencia humana: el sujeto responsable, el carácter
ordenado del actuar ético-social y la concordancia de los órdenes ético-sociales”. Admite
que el concepto del delito debe ser congruente con el fin y los medios del Derecho Penal y
no con las causas y efectos (como un fenómeno natural). El fin estriba en la protección de
la convivencia en comunidad frente a infracciones graves a la normatividad; mientras que
el principal medio de que se sirve es la pena, traducida en la conminación e imposición de
un mal estatal, en proporción a la gravedad de la lesión del Derecho, cuyo propósito es el
mantenimiento de tal orden jurídico. Representa el paso del subjetivismo al objetivismo.
Como consecuencia el método que sigue el finalismo para estudiar la teoría general del
delito se funda en un derecho penal de medios afines. Reconoce que para fijar los criterios
de punibilidad, la Teoría del delito se debe fundar en la naturaleza de la acción
perpetrada, y no en la personalidad del delincuente, en atención a que la imposición de la
pena debe circunscribirse a una responsabilidad del acto y no responsabilidad de autor,
que impide que al sujeto se le apliquen criterios de peligrosidad, temibilidad, reincidencia
o habitualidad, como resabios de un positivismo que se encuentra en contradicción con
los principios del Derecho natural.(Medina, pp. 136 y 137) La teoría del delito es una
construcción dogmática, que nos proporciona el camino lógico para averiguar si hay
delito en cada caso concreto. La dogmática es un método del conocimiento, pero la
delimitación de lo que hay que conocer no es una cuestión que incumba al método. Es
una elaboración teórica, lógica (no contradictoria) y no contraria al texto de la ley; que
nos permite definir cuando una conducta puede ser calificada como delito. La dogmática
jurídico-penal “establece límites y construye conceptos, posibilita una aplicación del
derecho penal segura y previsible y lo substrae de la irracionalidad, de la arbitrariedad y
de la improvisación”. Conducta: La llamada teoría social de la acción (conducta),
pretendió ser un puente o posición intermedia entre las teorías causal y final. Se basa en
la afirmación de que no cualquier acción puede ser materia prohibida por el derecho
penal, sino solo aquellas que tienen sentido social, es decir que trascienden a terceros,
formando parte del interaccionar humano, solo las acciones que forman parte de esta
interacción pueden interesar al derecho penal y no aquellas que no trascienden el ámbito
individual.
a. ACCIÓN: En materia penal se conoce como acto, hecho, hecho
penal, conducta, acontecimiento, conducta humana,
entendiéndose como una manifestación de voluntad por medio de

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un hacer, que produce un cambio en el mundo exterior, o que por
no hacer lo que se espera deja sin cambio el mundo exterior cuya
modificación se protege. El delito, solo procede de la conducta
humana, solo es imitable al ser humano, con exclusividad, lo que
justifica que sea imprescindible la existencia de una relación de
causalidad o nexo jurídico entre el hacer humano y el resultado
delictivo, para determinar la culpabilidad del agente. Ver artículo 10
del CP., que indica que “los hechos previstos en las figuras delictivas
serán atribuidos al imputado, cuando fueren consecuencias de una
acción u omisión normalmente idónea para producirlos”. Falta de
acción: Puesto que el derecho penal solo se ocupa de acciones
voluntarias, no habrá acción penalmente relevante cuando falte la
voluntad, sucede esto en tres grupos de casos: Fuerza irresistible,
Movimientos, reflejos, Estados de inconsciencia.
b.TIPO PENAL: La tipicidad es la adecuación de un hecho cometido a
la descripción que de ese hecho se hace en la ley penal. “nullum
crimen sine lege”, solo los hechos tipificados en la ley penal como
delitos, pueden ser considerados como tal, es decir es NULA LA
ACCION DEL ESTADO, cuando pretende sancionar conductas del
ser humano que la ley no ha calificado como acto ilícito. Ningún
hecho, por antijurídico y culpable que sea, puede llegar a la
categoría de delito si al mismo tiempo no es típico, es decir, no
corresponde a la descripción contenida en una norma penal.
Principios generales de la tipicidad: La tipicidad se encuentra
apoyada en el ordenamiento jurídico y en especial en los preceptos
constitucionales y estos principios supremos constituyen una
garantía de legalidad. NULLUM CRIMEN SINE LEGE , No hay
delito sin ley (indubio pro reo), NULLUM RIMEN SINE TIPO, No
hay delito sin tipo, NULLUM POENA SINE TIPO, No hay pena sin
tipo, NULLUM POENA SINE CRIMEN, No hay pena sin delito,
NULLUM POENA SINE LEGE, No hay pena sin ley. e) Dolo: El
ámbito subjetivo del tipo injusto de los delitos dolosos está
constituido por el dolo. El termino dolo tiene varias acepciones en
el ámbito del derecho. Aquí se entiende simplemente como
conciencia y voluntad de realizar el tipo objetivo de un delito. Es la
voluntad consciente dirigida a la ejecución de un hecho que es
delictuoso, o sea que es propósito o intención deliberada de causar
daño. El dolo se constituye por la presencia de dos elementos: UNO
INTELECTUAL: debe saber qué es lo que hace y que constituye su
acción típica según su capacidad. OTRO VOLITIVO: Voluntad de
actuar dolosamente, serie de pensamientos previa a actuar. Culpa:
Tiene lugar cuando se produce un resultado delictivo, sin intención
de producirlo, pero este se materializa por falta de prudencia,
pericia, cuidado o por negligencia del agente. Para don Eugenio
Cuello Calón se define como aquel que obrando sin la previsión y
diligencia debida, se causa un resultado dañoso, previsible y
penado por la ley. La culpa posee tres ingredientes esenciales:
IMPRUDENCIA: toda acción que lleva consigo un riesgo, falta de
prudencia punible e inexcusable; NEGLIGENCIA: falta de
precaución, despreocupación o indiferencia, por el acto que se
ejecuta; olvido de las precauciones que la prudencia vulgar

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aconseja, lo cual conduce a ejecutar hechos que, al mediar malicia
en el actor serian delitos; IMPERICIA: la violación a los principios de
experiencia, conocimiento y habilidad en la realización de un
hecho, (descuido u omisión). Hay dos tipos de culpa: CON
REPRESENTACION O PREVISION: que tiene lugar cuando el sujeto
activo de la acción se representa el resultado típico pero confía
indebidamente en poder evitarlo, ya que cree que dicho resultado
no se producirá; y CULPA SIN REPRESENTACION: es aquella
cuando el sujeto activo, no se representa la consecuencia típica de
su conducta, habiendo podido haberla previsto. También podemos
distinguir entre Culpa ata: es cuando el evento dañoso pudo haber
sido previsto por cualquier hombre común, Culpa leve: cuando solo
hubiere sido posible prever por un hombre diligente; y Culpa
levísima: si el resultado se hubiera podido prever únicamente
mediante el empleo de una diligencia extraordinaria.
c. ANTIJURICIDAD: Debe entenderse por Antijuricidad, lo que es
contra el derecho. h) Causas de justificación: Según Luis Jiménez de
Asùa, son las causas o elementos negativos del delito, que excluyen
la antijuricidad de una conducta que puede subsumirse en un tipo
legal, son aquellos actos realizados conforme el derecho. El código
penal en su artículo 24 contempla 3 causas de justificación 1. La
legítima defensa 2.El estado de necesidad, Y 3. El legítimo ejercicio
de un derecho.
d.CULPABILIDAD: El fundamento de la culpabilidad está
íntimamente ligado a las teorías que fundamentan la pena. Además
de que una conducta humana sea típica, antijurídica, debe ser
culpable, es decir, debe concurrir la manifestación de voluntad o
voluntariedad de quien realiza la acción, constituyéndose en
elemento subjetivo del delito.
e. PUNIBILIDAD: Consiste en la amenaza estatal de imponer las
sanciones al cumplirse con los presupuestos legales descritos en el
tipo penal y el merecimiento de la sanción penal propiamente
dicha.
f. ERROR DE PROHIBICIÓN: es la figura jurídica por la que el autor
de un hecho delictivo, al realizar el hecho, pensaba de forma
equivocada que su actuación era lícita. En la teoría finalista del
delito, cuando el error de prohibición es invencible, elimina la
culpabilidad.
g.ERROR DE TIPO: El error implica que el autor del delito ha obrado
con un error sobre los elementos del tipo objetivo, es decir, sobre la
concurrencia de circunstancias y elementos que permiten conocer
la existencia de un peligro concreto de realización del tipo, es decir,
el error es el desconocimiento o falta de representación o
representación equivocada de alguno o de todos los hechos
constitutivos del tipo realizado o de su significación antijurídica. El
error de tipo concurre si el autor ha obrado desconociendo los
elementos del tipo objetivo, ya bien sea sobre los hechos
constitutivos de la infracción o sobre las circunstancias agravantes.
El error de tipo excluye, por tanto, el dolo, al haber
desconocimiento sobre la ilicitud del hecho, sobre que lo que se
ataca es un bien jurídico protegido. Habrá error de tipo si el sujeto
obra sin saber lo que está haciendo. El error de tipo invencible

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(inevitable) atendiendo a las circunstancias del caso y personales
del autor, tendrá en todos los casos, por consecuencia, la exclusión
de la pena del delito doloso. Si el error sobre los elementos del tipo
hubiera sido vencible (evitable), atendiendo a las circunstancias del
caso y personales del autor, la infracción será castigada, en su caso,
como imprudente. El fundamento de la exclusión de castigo en los
casos de error de tipo o prohibición inevitable por parte del sujeto,
se encuentra en la superación en el campo penal del principio
civilista "la ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento",
toda vez en el campo penal su interpretación se atenúa, al
considerar que este principio debe referirse a la eficacia de las leyes,
no a la culpabilidad del infractor.

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h.AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN: La autoría y participación en el
derecho penal dice relación con la calidad del sujeto que realiza un
acto típico y antijurídico, en cuanto a su mayor o menor proximidad
con el hecho mismo y su elaboración material o intelectual.
Dominio del autor El dominio del autor podemos observar que es
manifestado de manera subjetiva y objetiva: Por un lado, se
manifiesta de forma subjetiva porque el autor lo orienta a la lesión
de un bien jurídico. Por otro lado, se expresa de manera
objetiva porque tiene la capacidad de interrumpir el desarrollo del
hecho si lo desea. Autoría mediata Es autor mediato quien causa
un resultado sirviéndose de otra persona como medio o
instrumento para realizar la ejecución. El criterio que se sigue en
esta figura es que se deja de imputar el hecho al que lo ejecuta
materialmente para pasar a la persona de atrás. Este criterio es el
del dominio del hecho, ya que quién domina la acción es el autor
mediato (persona de atrás), quien domina la voluntad de quien
actúa. Quien comete el resultado lesivo realiza una conducta
humana y nunca puede ser utilizado como mero objeto porque si no
estaríamos hablando de una vis absoluta. En relación con los
supuestos de autoría mediata podemos distinguir dos: Por una
parte puede suceder que el autor inmediato actúe sin
antijuridicidad porque: Puede ocurrir que el instrumento actúe de
manera atípica. Que el autor inmediato actúe sin dolo o que en él
no concurran los elementos subjetivos del injusto. Por último,
puede concurrir alguna causa de justificación. Por otra parte, puede
ocurrir que el instrumento sea un inimputable para la realización del
hecho o que actúe por miedo insuperable o error de prohibición.
Límites de la autoría mediata El principal límite de la autoría
mediata se establece cuando el ejecutor directo no haya perdido el
dominio del hecho. En el caso de los delitos especiales podemos
hablar de autoría mediata cuando el hombre de atrás es un sujeto
cualificado que utiliza a otro que no lo es como instrumento. En los
delitos de propia mano nunca puede darse. Tampoco es posible en
los delitos imprudentes. La coautoría El artículo 28 CP se refiere a
la coautoría cuando señala que son autores quienes realizan el
hecho conjunto. (En Guatemala no se da, ya que solo existe la
figura de cómplice) Partiendo de este artículo podemos definir
la coautoría como la realización conjunta de un delito por varias
personas que colaboran consciente y voluntariamente. A diferencia
de la conspiración, en la coautoría el coautor interviene en la
ejecución del hecho delictivo. En la coautoría se aplica el principio
de imputación recíproca de las aportaciones ajenas del delito. Este
principio implica que los hechos realizados por cada coautor son
imputables al resto, de esta manera se considera a cada uno de los
coautores como autor de la totalidad. Podemos dividir la coautoría
en elementos subjetivos y objetivos: Los elementos subjetivos se
basan en el acuerdo de voluntades que convierte en partes de un
plan global unitario las distintas aportaciones, que se vinculan
recíprocamente. Los requisitos son: El hecho que se realice
conjuntamente ha de ser típico. Debe de estar prevista la
colaboración entre los coautores para alcanzar la finalidad. El hecho
debe de ser recíproco. El acuerdo puede ser previo, simultáneo,
expreso o tácito. No puede ser presunto. Cabe la coautoría

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adhesiva que es cuando el acuerdo surge durante la ejecución.
También cabe la coautoría sucesiva, que se produce cuando alguien
suma su comportamiento al ya realizado por otro, a fin de lograr la
conclusión de un delito cuyos actos ejecutivos ya habían sido
realizados parcialmente por este. Hay un dolo común que abarca el
conocimiento y voluntad de realizar el tipo conjuntamente. Los
elementos objetivos está basado en el dominio funcional del hecho
que se subsume en la conducta típica. Asimismo, la conducta del
coautor se plasma en la última fase del iter criminis, es decir, en la
parte inmediatamente anterior a la consumación del delito. Muñoz
Conde diferencia entre coautoría ejecutiva y no ejecutiva. La
ejecutiva se divide en directa, en la cual realizan los actos ejecutivos
todos los coautores; y La coautoría ejecutiva parcial en la que se
reparten las tareas ejecutivas. Cabe precisar que es posible que en
el momento de la ejecución del hecho delictivo no estén todos los
coautores presentes porque se ha producido un reparto de papeles.
Es destacable comentar que el dominio del hecho lo tienen todos
los coautores. Y que el simple acuerdo de voluntades no basta, ya
que se debe de contribuir de alguna manera a la producción del
hecho delictivo. Por último, hay que señalar que cada coautor solo
responde del hecho que previamente han acordado producir y no
de lo que no hayan consentido todos previamente. La
Participación Se entiende por participación el hecho delictivo
realizado por un conjunto de personas a las cuales se les impondrá
la pena en función del modo de intervención en la comisión del
delito. El comportamiento del partícipe depende del hecho
principal el cual pertenece al autor, y por lo tanto su infracción no es
autónoma. El tipo del partícipe depende del tipo principal que se le
atribuye al autor. La accesoriedad de la participación La punición
de la participación se debe a que se ha extendido el ámbito de
personas responsables. Esta extensión se basa en el principio de
accesoriedad. La accesoriedad significa que la incriminación de la
participación depende de la conducta que tiene el partícipe
respecto de la conducta del autor. Hay cuatro tipos de
accesoriedad: En primer lugar está la hiperaccesoriedad, según la
cual solo es punible si el autor realizó una conducta típica,
antijurídica, culpable y punible. En segundo lugar está
la accesoriedad máxima, según la cual solo es punible si el autor
actuó típica, antijurídica y culpablemente. En tercerlugar está
la accesoriedad mínima según la cual es punible la participación en
el caso en que el autor haya actuado típicamente y a pesar de que
su conducta esté amparada por una causa de justificación. En
cuarto lugar está el principio de accesoriedad limitada. Es el que
mayor acogida tiene entre la doctrina y la jurisprudencia. Establece
que la participación es accesoria respecto del hecho del autor el
cual basta con que sea antijurídico. La inducción La inducción se
caracteriza por ser una forma de participación parecida a la autoría
que consiste en que una persona hace nacer en otra la decisión de
delinquir a través de la persuasión. A diferencia de la autoría
mediata, quien decide y domina la realización del delito es el
inducido. Al inductor se le castiga con la misma pena que al autor
porque aunque sea una forma típica de participación, el legislador
por su entidad cualitativa la asimila a la autoría. Requisitos: La

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inducción se debe de realizar con anterioridad a la ejecución del
delito. Asimismo puede ser concomitante, por ejemplo cuando una
discusión se incita a uno de los que discute a agredir a la parte
contraria. Tiene que ser directa, es decir, entre el autor y el inducido
debe de existir una relación personal e inmediata, a través de la cual
se induzca de manera concreta a la realización de un delito. Muñoz
Conde entiende que no cabe la inducción por omisión ni tampoco
por imprudencia. Por su parte, Mir Puig diferencia entre inducción a
un hecho doloso e inducción a un hecho imprudente. Inducción a
un hecho doloso: Tipo objetivo: El inductor debe provocar que otra
persona realice la producción del resultado criminal. La conducta
del inducido debe subsumirse en un tipo doloso de autoría. Tipo
subjetivo: Hay un dolo en el inductor según el cual el inductor quiere
que se produzca el hecho delictivo y que se realice efectivamente el
hecho. Inducción a un hecho imprudente: Es posible si se admite
la participación en hechos imprudentes Tipo objetivo: La decisión
del autor ha de ser de realizar una conducta imprudente. La
conducta del inducido debe subsumirse en un tipo imprudente. Tipo
subjetivo: En el inductor debe concurrir la voluntad de inducir a
realizar la conducta imprudente. La Cooperación El cooperador
necesario es aquel que interviene en la comisión del delito a través
de una aportación determinante para que sea posible la realización
del hecho. En la cooperación necesaria distinguimos entre un
elemento subjetivo y otro objetivo: En cuanto al elemento subjetivo
debe de haber un acuerdo previo para delinquir. El elemento
objetivo se basa en la aportación eficaz, necesaria y trascendente
en el resultado producido. La aportación basta con que sea
difícilmente reemplazable. El cómplice es aquella persona que
auxilia, contribuyendo o favoreciendo, eficazmente al ejecutor o
ejecutores del delito colaborando voluntariamente sin incidir en la
realización del hecho. Su actuación es importante para la
consecución del hecho, pero no es esencial. Requisitos: Debe de
haber un acuerdo de voluntades previo. El cómplice debe de
conocer el plan del autor. Conocimiento de que se está cooperando
en el plan. La contribución debe de ser secundaria. Es relevante la
distinción entre el cooperador necesario y el cómplice porque de
ella depende que al sujeto activo se le castigue como si fuera el
autor del hecho o con la pena inferior en grado. Para diferenciar
estas dos figuras debemos de preguntarnos si es necesaria la
cooperación para la producción del resultado. Asimismo, hay que
acudir a la teoría de los bienes escasos fundamentada por
Gimbernat, según la cual lo importante de la aportación es que sea
complicado su reemplazo. Para saber si específicamente la
aportación es determinante, es necesario el estudio de las
circunstancias de cada caso. Encubrimiento No es una forma de
participación en un delito. Aquí no se ejecuta de manera directa o
indirecta el delito ni se ayuda en su realización, sino que realiza
aquellas acciones tendientes a impedir a las autoridades judiciales o
civiles el esclarecimiento del delito o hacer efectiva la
responsabilidad penal de los autores y/o cómplices, sea eliminando
u ocultando pruebas o personas.

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i. CONCURSO DE DELITOS: Habrá concurso de delitos cuando un
mismo hecho es constitutivo de dos o más delitos (concurso ideal)
o cuando varios hechos cometidos por una misma persona
constituyen varios delitos siempre que ninguno haya tenido lugar
tras la existencia de condena por alguno de ellos (concurso real). En
nuestro código Penal se encuentra contemplados en Concurso de
delitos en el capítulo III, en donde establece el artículo 69 Concurso
Real, en el artículo 70 Concurso Ideal y en el artículo 71 Delito
Continuado.
8. CONSECUENCIAS JURIDICAS DEL DELITO: El Derecho penal es una
rama de derecho, que se encarga de estudia al delito y las consecuencias
jurídicas que sufre la persona que ha cometido un hecho delictivo, entre las
consecuencias que regula el Derecho penal guatemalteco encontramos la
pena y las medidas de seguridad. En este capítulo se explicaran claramente
a que refiere cada una, como se regula y como es aplicada en la actualidad,
ya que muchas veces las personas desconocen lo que sucede al momento
de cometer un delito.
9. CLASIFICACION DOCTRINARIA Y LEGAL DE LOS DELITOS: Los delitos se
clasifican por las formas de culpabilidad, por la forma de acción, por la
calidad del sujeto activo, por la forma procesal, por el resultado y por el daño
que causan; por otra parte también existe la gran clasificación genérica que
los divide en delitos civiles y penales.

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Formas de Culpabilidad. Doloso.Esto se debe a que la persona cometió el hecho punible
con toda la intención de dañar a la otra persona o bien al objeto contra el cual va la
acción. Imprudente (culposo).En este caso el hecho no se debe a la intención de la persona
dirigida a dañar, de hecho, su ocurrencia escapa de toda voluntad, el mismo obedece a la
inobservancia de una regla o bien normativa.

Formas de la acción. Comisión. Esto se debe a la realización en sí de la acción, es decir por


la propia ejecución de aquella, que es lo que permitió que se llevara a cabo el delito.
Omisión. Esto ocurre cuando la persona comete el delito como producto de la no
realización de una conducta que debía efectuarse conforme al derecho o bien a la moral.

Por la calidad del sujeto activo. Comunes. Que son aquellos delitos contemplados por la
legislación y que puede llevar a cabo cualquier persona. Especiales. Se debe su nombre a
que para su configuración los delitos deben ser llevados por determinadas personas con el
fin de que puedan catalogarse como tal, como es el caso del adulterio.

Por la forma procesal. De acción pública.Considerados así por para iniciar el proceso de
punibilidad, las propias entidades jurídicas del Estado, ya que no ameritan que la víctima
haga ninguna acción. De acción privada. Considerados así porque para proceder ameritan
que la víctima haga la respectiva denuncia ante el ente competente.

Por el resultado. Materiales. Denominados así porque ameritan que los mismos coincidan
entre la realización del hecho, la consecución del mismo y el resultado de este; en efecto,
se produce un esquema delictivo integral. Formales. Son aquellos que suceden sin que
medie la causa específica, en efecto, sin que se pueda acceder a los mismos esquemas
donde el resultado no es conjugable con la acción.

Por el daño que causan De lesión. Son aquellos que acarrean una lesión en la integridad
de la persona. De Peligro. Son aquellos que ocasionan una situación de riesgo, sin que el
daño se haya materializado.

Delitos Civiles/Delitos Penales.


La distinción reside en la ley que los juzga, entre la ley penal y civil.

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10. TEORIA DE LA PENA: El principal medio de que dispone el Estado como
reacción frente al delito es la pena, en el sentido de restricción de derechos del
responsable. El orden jurídico prevé además las denominadas medidas de
seguridad destinadas a paliar situaciones respecto de las cuales el uso de las
penas no resulta plausible. De manera que el sistema de reacciones penales se
integra con dos clases de instrumentos; penas y medidas de seguridad. Desde
la antigüedad se discuten acerca del fin de la pena, fundamentalmente tres
concepciones que en sus más variadas combinaciones continúan hoy
caracterizando la discusión, así, para explicar estos remedios incluidos en la
legislación penal se ofrecen estas diversas teorías que parten de puntos de
vista retributivos o preventivos, puros o mixtos que se encargan de
fundamentar de diverso modo y de explicar los presupuestos que condicionan
el ejercicio del "ius puniendi" y la finalidad perseguida por el Estado con la
incriminación penal. Teorías absolutas de la pena: Son aquellas que sostienen
que la pena halla su justificación en sí misma, sin que pueda ser considerada
como un medio para fines ulteriores. Absoluta porque en ésta teoría el sentido
de la pena es independiente de su efecto social, se suelta de él. La teoría de la
justa retribución: Desarrollada por Kant, para quien la pena "debe ser" aun
cuando el Estado y la sociedad ya no existan, y Hegel cuya fundamentación de
la pena pública, fue la base que permitió la sistematización de la teoría del
delito, (elaborada a partir de la teoría de las normas de Binding) concibe al
delito como al negación del derecho, y a la pena, como la negación de la
negación, como anulación del delito, como restablecimiento del derecho,
entiende que la superación del delito es el castigo. En coincidencia con Kant,
tampoco Hegel reconoce finalidades de prevención, como el mejoramiento y
la intimidación, como fines de la pena. Es concebida por ésta teoría como
reacción por lo sucedido y desvinculada del porvenir ya que su fin es reparar el
delito y no evitar delitos futuros. Esto explica la sólida interconexión
establecida entre las teorías del delito y la pena: El fin de la pena es restablecer
el orden alterado por el delito; El delito, condición de la pena, exige la
realización de un comportamiento contrario a la norma, más, la existencia de
culpabilidad en el autor del mismo. El sistema se basa en el libre albedrío
siendo culpable aquél sujeto que pudiendo motivarse en el respeto de la
norma tomó la opción contraria y delinquió. El haberse mantenido al margen
de las exigencias que le plantaba el orden Jurídico, no obstante haber podido
ajustarse a ellas (el haber podido obrar de otro modo) es el criterio
generalmente aceptado sobre el cual se fundamenta el juicio de culpabilidad.
La medida de la pena depende de la gravedad del hecho realizado y el grado
de culpabilidad del autor, estableciéndose así un criterio de proporcionalidad
entre el delito y la pena. En relación al fundamento y límite del "ius puniendi":
Fundamenta el para qué del castigo pero no explica ¿cuándo? el Estado debe
hacerlo. No fija un límite en cuanto al contenido de la potestad penal estatal.
Presupone la necesidad de la pena que debería en realidad justificar; llevada al
extremo concluiría en que debe castigarse al delincuente aunque ello no
resulte necesario en el caso concreto. Imposibilidad de verificar el libre
albedrío: Presupone el libre albedrío o libertad de voluntad respecto de lo cual
se sostiene que es irracional fundamentar el derecho del Estado a imponer
penas en la existencia de una culpabilidad basada en él debido a que la libertad
de voluntad del autor no es empíricamente demostrable. La retribución como
pago del mal con el mal. La racionalización de la venganza. El pago o la
devolución de un mal corresponden al arraigado impulso de venganza
humano. La afirmación de que con la pena se ejerce una retribución fáctica
solamente puede justificarse en la medida en que ella impide los actos de

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justicia por propia mano. Se entiende que el criterio retributivo no puede ser
absoluto debido a que resulta evidente que no toda culpabilidad debe ser
castigada ya que la pena, en el caso concreto, puede producir efectos
contraproducentes (no explica ¿cuándo? el Estado debe aplicar la pena). La
idea de retribución compensadora es vulnerable debido a que la pena no borra
el mal causado por el delito sino que en realidad añade un segundo mal, "el
criterio talionario no permite recuperar el ojo de la víctima quitando un ojo al
autor". Más allá de las críticas a la teoría hasta aquí expuesta, el derecho penal
contemporáneo no ha evolucionado hacia un abandono total de los puntos de
vista retributivos debido, fundamentalmente, a la fragilidad de las teorías
preventivas propuestas como alternativas. La sistematización de los
presupuestos de punibilidad, formulados por la escuela clásica desde
perspectivas retributivas se ve como un conjunto de garantías del gobernado
frente al Estado y en los modelos propuestos en su reemplazo parecería estar
corriendo riesgo, ello origina un rechazo de éstos, además, la circunstancia de
que no se haya formulado aun ningún sistema que ofrezca presupuestos de
incriminación (teoría del delito) diferentes a los enunciados como
consecuencia de la concepción retributiva, da más fuerza a la sensación de que
el abandono de dichas teorías produciría inseguridad jurídica. Teorías
relativas de la pena: Las teorías preventivas renuncian a ofrecer fundamentos
éticos a la pena, ella será entendida como un medio para la obtención de
ulteriores objetivos, como un instrumento de motivación, un remedio para
impedir el delito. Para explicar su utilidad, en relación a la prevención de la
criminalidad, se busca apoyo científico. Teorías de la prevención especial:
Según éste punto de vista preventivo especial, el fin de la pena es disuadir al
autor de futuros hechos punibles, es decir, evitar las reincidencias (versión
moderna de la teoría) y sólo es indispensable aquella pena que se necesite
para lograrlo, se procurará readaptar al autor mediante tratamientos de
resocialización. Así, la necesidad de prevención especial es la que legitima la
pena, para Von Liszt; sólo la pena necesaria es justa. Se habla de relativa
porque su finalidad está referida a la evitación del delito. Para dicho autor la
prevención especial actúa de tres maneras: Corrigiendo al corregible:
resocialización, Intimidando al intimidable, Haciendo inofensivos a quienes no
son corregibles ni intimidables. La necesidad de la pena es la que fundamenta
en esta teoría de la imposición. Pese a que existen razones para considerarlo
concepción dominante, éste punto de vista también es vulnerable. Algunas
objeciones a la teoría de la prevención especial: En cuanto al fundamento y
límites del "ius puniendi". El ideal de corrección explica el fin que persigue la
pena pero no contiene ninguna justificación del "ius puniendi". No sirve para
fundamentar la conminación de penas, sino en todo caso, para fundamentar la
aplicación y ejecución de penas. No posibilitan una delimitación del ius
puniendi en cuanto a su contenido. - Imposibilidad de determinar la
necesidad de la pena. En la mayoría de los casos, los conocimientos empíricos
no bastan para delimitar la necesidad de la pena, lo que resulta extensivo a lo
relativo a naturaleza y quantum de la pena. En aquellos supuestos en que
resulte posible determinar la falta de necesidad de prevención especial la
única conclusión viable seria la impunidad. Delincuentes primarios y
ocasionales: Porque no manifiestan peligro de volver a delinquir. Delitos
graves: en ciertos casos no hay peligro de repetición. Delitos cometidos en
situaciones excepcionales: porque casi con seguridad no se volverán a repetir.
Delincuentes habituales: a veces no hay posibilidad de resocializarlos.
Delincuentes por convicción: se dificulta la resocialización debido a que para
que la misma resulte viable es indispensable la colaboración del delincuente y

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no cabe su imposición coactiva, no podría aplicársele por la fuerza. En el
ámbito de individualización de la pena, surgen nuevas objeciones por la
imposibilidad de predecir los efectos del tratamiento (si la pena se prolonga
hasta que el tratamiento tenga éxito, el condenado queda a merced de la
intervención estatal). Ilegitimidad de la resocialización coactiva: El Estado o
la sociedad no tienen derecho alguno que les permita readaptar a según las
reglas socialmente impuestas, en forma coactiva, al autor de un delito
determinado. No se puede, además, agotar el sentido de la pena en la
readaptación social del condenado y el propósito de evitar la reincidencia. La
razón por la cual la teoría de la prevención especial quedó detenida en su
evolución, no logrando superar las críticas apuntadas, se relacionan con su
prematuro abandono de los conocimientos de las ciencias sociales y de la
investigación empírica para construir las categorías de autor que debían servir
de base al sistema. Teorías de la prevención general: Tiene origen científico
en Feuerbach, concibe a la pena como una amenaza que por medio de las
leyes se dirige a toda la colectividad con el fin de limitar al peligro derivado de
la delincuencia latente en su seno.Esta coacción formulada en abstracto se
concretiza en la sentencia, cuando el juez refuerza la prevención general al
condenar al autor debido a que por éste acto está anunciando a los demás lo
que les ocurrirá si realizan idéntica conducta. Teoría de la prevención general
positiva: La prevención general puede ser entendida de un modo diverso al
precedentemente expuesto. Por una parte, puede manifestarse por la vía de la
intimidación a los posibles delincuentes, y, por la otra, como prevalecimiento
o afirmación del derecho a los ojos de la colectividad. Algunas objeciones a la
teoría de la prevención general: Es muy difícil verificar cual es el efecto
preventivo general de la pena. La idea de que la intensidad de la amenaza es
proporcional al efecto preventivo resulta, al menos, dudosa. Utilización del
delincuente para amedrentar a otros hombres. El interés público en la
evitación de delitos no basta para justificar, respecto del afectado, lo que la
pena a él le ocasiona: la garantía de la dignidad humana prohíbe utilizar al
hombre como medio para los fines de otros hombres. Es impugnable en sí
mismo un criterio que utiliza al hombre de esa forma ya que no se lo castiga
por su acción sino por comportamientos que se supone que otros hombres
pueden realizar, asumiendo sentido la objeción kantiana a que lo seres
humanos sean manejados como instrumentos para prevenir las intenciones de
otros.

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11. LA PENA: PRINCIPIO, CLASIFICACION Y APLICACIÓN: La Pena. Los libros
de derecho penal a través de la historia, ha ido redactando a la humanidad, de
cómo el hombre viola la norma y que ha base de todo esto se llega a tener que
castigar al individuo con una pena que es el recurso que el Estado utiliza para
castigar a las personas al momento en que estas cometen el delito, aunque en
la actualidad la Pena ya no es la única consecuencia jurídica del delito, puesto
que también se pueden imponer medidas de seguridad. Evolución y origen de
la Pena. Evolución: La pena ha pasado por cinco etapas Históricas. La
primera, la etapa primitiva, la cual simplemente era una Venganza; la
segunda, la pena tiene un aspecto religioso, se da el derecho a castigar a los
sacerdotes, más que al poder civil; la tercera etapa, tiene un fundamento
ético; la pena tiene el sentido de castigar y moralizar al delincuente; la Cuarta
etapa, Ferri la denomina ético jurídica, porque no solamente tiene los aspectos
éticos, donde va intervenir el mundo jurídico, los principios ya conocidos y que
da la Escuela Clásica de Derecho penal; la quinta etapa sería una etapa social
de la pena, el momento en el cual el delincuente es considerado más que como
delincuente como un enfermo social, y por lo tanto la sociedad tiene que
hacerse cargo de él, lo que es muy diferente a que la sociedad lo castigue.
Definiciones de la pena. Pena es una consecuencia jurídica del delito, que
consiste en la privación o restricción de ciertos bienes jurídicos, que impone el
órgano jurisdiccional, basado en la culpabilidad del agente y que tiene como
objetivo la resocialización del mismo. Principio Ámbito de aplicación de la
ley penal. Aplicación temporal. Cuando la doctrina se refiere a la ley penal es
el especio, lo hace con el fin de explicar el campo de aplicación que puede
tener la ley penal en un país determinado. La determinación del ámbito
especial de validez de la ley penal es el resultado de un conjunto de principios
jurídicos que fijan el alcance de la validez de las leyes penales del Estado con
relación al espacio. El ámbito especial de validez de una ley es mucho más
amplio que el denominado territorio, la ley penal de un país regularmente
trasciende a regular hechos cometidos fuera de su territorio. Vigencia y
derogación. Irretroactividad. Retroactividad de la ley favorable.
Retroactividad: consiste en aplicar una ley vigente con efectos hacia el pasado,
a pesar de que se haya cometido el hecho bajo el imperio de una ley distinta y
ya se haya dictado sentencia. Principio de territorialidad. Sostiene que la ley
penal debe aplicarse únicamente a los hechos cometidos dentro del los límites
del territorio del Estado que la expide y dentro de ese limite la ley penal debe
aplicarse a autores o a cómplices de los delitos, sin importar su condición de
nacional o extranjero, residente o transeúnte, ni la pretensión punitiva de otro
Estado. Se fundamenta en la soberanía de los Estados, por lo que la ley penal
no puede ir más allá del territorio donde ejerce su soberanía determinado
territorio. Ver art. 4 del C.P. Extraterritorialidad. Es una partícula excepción al
principio de territorialidad y sostiene que la ley penal de un país, si puede
aplicarse a delitos cometidos fuera de su territorio teniendo como base los
siguientes principios (ver art. 5 y 6 del C.P.). Principio real o de protección de
intereses. Fundamenta la extra territorialidad de la ley penal, diciendo que un
Estado no puede permanecer aislado frente a ataques contra la comunidad
que representa por el solo hecho de que se realicen en extranjero de tal
manera que la competencia del Estado para el ejercicio de la actividad punitiva
está determinada porque el interés lesionado o puesto en peligro por el delito
sea nacional. Ejemplo: falsificación de moneda nacional en el extranjero. Ver
art. 5 incisos 1, 2, 4 y 6 del CP. Principio de personalidad. La ley penal del
Estado sigue al nacional donde quiera que este vaya, de modo que la
competencia se determina por la nacionalidad del autor del delito y tiene en la

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actualidad aplicación cuando se dan las siguientes circunstancias: Que el
delincuente nacional no haya sido penado en el extranjero y que se encuentre
en su propio país. Se fundamenta en una desconfianza existente respecto de
una posible falta de garantías al enjuicia el hecho cometido por un nacional de
un país extranjero. Ver art. 5 inciso 3 del CP. Principio universal. Principio
universal o de comunidad de intereses: Sostiene que la ley penal de cada
Estado tiene validez universal, por lo que todas las naciones tienen derecho a
sancionar a los autores de determinados delitos, no importando su
nacionalidad, lugar de comisión de delito, ni el interés jurídico vulnerado, la
única condición es que el delincuente se encuentre en el territorio de su Estado
y que haya sido castigado por este delito. Ver art 5 inciso 5 del CP.
Clasificación. La penología. Clasificación doctrinaria y legal. Clasificación
doctrinaria. Por sus consecuencias: Reversible. Por su aplicación: principal,
accesoria, complementaria. Por su finalidad que persigue: correctiva,
intimidatoria o preventiva, eliminatoria. Por el bien jurídico que afecta:
Capital, Corporal, Pecuniarias, Laborales, Informantes. Medidas sustitutivas:
Condena condicional, Libertad preparatoria, Libertad provisional.
Clasificación legal:
Penas principales (Art. 41)
 La de muerte
 La de prisión
 El arresto y
 La multa
Penas accesorias (Art. 42)
 Inhabilitación absoluta
 Inhabilitación especial
 Comiso y pérdida de los objetos o instrumentos del delito
 Expulsión de extranjeros del territorio nacional
 Pago de costas y gastos procesales
 Publicación de la sentencia y todas aquellas que otras leyes señalen
Medidas de seguridad (Art. 88)
 Internamiento en establecimiento siquiátrico
 Internamiento en granja agrícola, centro industrial u otro análogo
 Internamiento en establecimiento educativo o de tratamiento especial
 Libertad vigilada
 Prohibición de residir en lugar determinado
 Prohibición de concurrir a determinados lugares
 Caución de buena conducta
Clasificación Legal de las penas. La legislación Guatemalteca regula en su artículo 61 al
64 del código penal las penas se dividen: Principales y Accesorias. Penas Principales. Se
les denomina Principales porque gozan de autonomía en su imposición de tal manera que
pueden imponerse solas, prescindiendo de la imposición de otra u otras, por cuanto
tienen independencia propia. La legislación guatemalteca en su artículo 41 del Código
penal establece que son penas principales: la pena de muerte, la pena de multa, la pena
de prisión y la pena de arresto. La pena de muerte. La pena de muerte siempre ha ido
acompañada de la humanidad ya que ha surgido desde tiempos muy antiguos y cada uno
la ha aplicado de diferente forma de acuerdo a sus usos y costumbre, como por ejemplo;
la hoguera, la rueda el garrote, etc. Todas estas formas eran muy crueles porque
pretendían que la persona que había cometido el delito sufriera. En Guatemala la pena de
muerte ha significado una práctica lamentable en el transcurso de nuestra historia, desde
la época Precolombina se estipulan penas corporales como la muerte, la esclavitud y el
tormento. Durante el régimen colonial constituyo una práctica constante principalmente

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contra los autores de motines en los pueblos indios. La ejecución de la pena capital
aparece en los documentos bajo tres formas: garrote, disparo de arma de fuego y
ahorcamiento. En la actualidad la pena de muerte tiene carácter extraordinario, y solo se
aplicará en los casos expresamente consignados en la ley, sin embargo no se ejecutará,
sino después de agotarse todos los recursos legales. Entre los delitos que el Código penal
guatemalteco establece son los siguientes:
Parricidio: regulado en el Artículo 131 del Código penal, establece que se impondrá la
pena de muerte si las circunstancias del hecho, la manera de realizarlo y existe mayor
peligrosidad de la persona que cometió el delito.
Asesinato: regulado en el artículo 132 del Código penal, también establece al igual que el
parricidio que se impondrá la pena de muerte si las circunstancias del hecho, la manera de
realizarlo y existe mayor peligrosidad de la persona que cometió el delito.
Ejecución Extrajudicial: regulado en el artículo 132 Bis del Código penal, se le da un
margen de libertad al juzgador ya que se impondrá pena de muerte solamente cuando la
víctima sea menor de doce años de edad o persona mayor de sesenta años y también
cuando exista peligrosidad del agente. Y en los demás caso será sancionado con prisión
de 25 o 30 años.
Violación Calificada: regulado en el artículo 175 del código penal, se impondrá la pena de
muerte cuando resultare la muerte de la víctima y no hubiera cumplido 10 años de edad.
Plagio o secuestro: regulado en el artículo 201 del Código penal, el legislador establece
que se aplicara la pena de muerte cuando se plagie o secuestre a una o más personas con
el propósito de lograr rescate, canje de persona o la toma de cualquier otro propósito
similar o igual.
Desaparición Forzada: regulado en el artículo 201 Ter del Código penal, al igual que el
delito de violación forzada ya que se aplicara la pena de muerte cuando la víctima
resultaré con lesiones graves o gravísimas, trauma psíquico o psicológico permanente o
falleciere.
Caso de Muerte: regulado en el artículo 383 del Código pena, al igual que el delito de
asesinato y parricidio se impondrá la pena de muerte cuando exista peligrosidad del
agente.
La ley de Narcoactividad en su artículo 52 establece, que se sanciona con pena de
muerte como cuando consecuencia de los delitos tipificados en esta ley, resultare la
muerte de una o más personas.

En Guatemala existe un procedimiento especifico para la aplicación de la pena de muerte


que se realiza de la siguiente forma: en el interior del presidio que corresponda, pudiendo
estar presentes únicamente: el Juez ejecutor, el ejecutor, el médico forense, el personal
paramédico que se estime necesario, el director del presidio, el fiscal del Ministerio
Público, el abogado defensor, el capellán mayor, un ministro de la religión o culto que
profese el reo, su esposa o conviviente, sus familiares dentro de los grados de ley, así
como los representantes de la prensa hablada, escrita y televisada. Se suspenderá la
ejecución de la pena capital, cuando el reo, se hallare privado de la razón o padeciendo
una enfermedad grave, previo informe médico legal y únicamente por el tiempo
estrictamente necesario para la recuperación del mismo. Se procederá a la notificación
del auto que mande el cumplimiento de la pena capital y una vez llegada la hora dispuesta
para la misma, el director del centro penitenciario conducirá al reo al lugar destinado para
el efecto; se procederá a la lectura de la sentencia y de la resolución judicial que ordena el
cumplimiento de la pena. Después de la lectura, se procede a ejecutar la pena de muerte

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mediante el procedimiento de la inyección letal. Aplicación: Aplicación en Guatemala:
En Guatemala, se aplican las penas de acuerdo a lo preceptuado en el Título VI (De las
Penas) Capítulo II (De la aplicación de las penas) como lo indica en los Artículos
siguientes: Artículo 62. El autor del delito consumado. Artículo 63. El autor de tentativa y
al cómplice del delito consumado. Artículo 64. Al cómplice de tentativa.
12. EXTINCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL: Después que se ha comprobado la
existencia de un delito y que se atribuye a una persona determinada, esta deviene en
responsable del mismo y se sujeta a las consecuencias penales y civiles por la comisión del
mismo. Sin embrago nuestra legislación considera la extinción del derecho de acción penal
(extinción de la responsabilidad) y la extinción del derecho de ejecución de la pena (extinción
de la pena). En la extinción del derecho de acción penal de cuyo ejercicio conforme lo
prescribe el art. 24 del C. Procesal Penal, es titular el Ministerio Público, pero que alternativa
y eventualmente pueden ejercer además, los agraviados y cualquier persona o asociación de
personas cuando se trata de delitos cometidos por funcionarios o empleados públicos que
hubieren violado Derechos Humanos. Las causas de extinción de la responsabilidad penal
son determinadas circunstancias que sobrevienen después de la comisión del delito y anulan
la acción penal. Extinción de la pena. El derecho a la ejecución de la pena que nuestra ley
llama extinción de la pena, tiene las siguientes causas: ( art. 102 CP) POR SU
CUMPLIMIENTO: Cuando el reo cumple la pena impuesta por el Estado a través del órgano
jurisdiccional competente por lo que es indudable que la responsabilidad penal se ha
extinguido (art. 493 CPP). POR MUERTE DEL REO: Es cuando el reo se encuentra
cumpliendo la condena y fallece. Se extingue el derecho a la ejecución de la pena y sus
consecuencias penales, solo las responsabilidades civiles pasan a ser un gravamen del
patrimonio del reo fallecido. AMNISTIA: es la más completa expresión del derecho de gracia
y supone completo del delito y sus consecuencias. Solo podrá otorgarse por delitos políticos
y comunes conexos cuando lo exija la conveniencia pública. La concede el congreso. Es el
olvido de los delitos políticos. INDULTO: es una gracia concedida tradicionalmente al jefe del
ejecutivo y ha quedado como resabio de los derechos que los reyes o soberanos ejercían
remitiendo ha atenuado las penas impuestas con base en el poder omnimodo que ejercían.
Solo extingue la pena principal. PERDON DEL OFENDIDO: se da en los delitos perseguibles
mediante denuncia o querella, solo se aplica en los casos permitidos por la ley (arts. 116,172 y
234 CP) PRESCRIPCIÓN: su base es el transcurso del tiempo. El fundamento de la
prescripción de la pena es la falta de utilización por el Estado, no obstante haber transcurrido
el tiempo. Las penas impuestas por sentencia firme prescriben por el transcurso de un doble
de la pena fijada, sin que pueda exceder de 30 años, comenzando a contarse el término
desde la fecha en que la sentencia queda firme desde el quebrantamiento de la condena. Se
interrumpe la pena quedando sin efecto el tiempo transcurrido por la comisión de un nuevo
delito o porque el reo se presente o sea habido. Modalidades de la imposición de la pena.
Principales y accesorias.
PRESCRIPCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL Y DE LA PENA:
La prescripción de la acción penal se interrumpe desde que se inicie proceso
contra el imputado, corriendo de nuevo el tiempo de la prescripción desde que se
paralice su prosecución por cualquier circunstancia. También se interrumpe
respecto a quien cometiere otro delito. Artículo 110 Prescripción de la pena.
13. MEDIDAS DE SEGURIDAD Y CORRECCIÓN: Medidas de seguridad (Art. 88)
Internamiento en establecimiento siquiátrico, Internamiento en granja agrícola, centro
industrial u otro análogo, Internamiento en establecimiento educativo o de tratamiento

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especial, Libertad vigilada, Prohibición de residir en lugar determinado, Prohibición de
concurrir a determinados lugares, Caución de buena conducta.

14. SUSTITUTIVOS PENALES: “Los sustitutivos penales, son medios que utiliza el
Estado, a través de los órganos jurisdiccionales, encaminados a sustituir la pena de
prisión, atendiendo a una política criminal con el fin de resocializar al delincuente,
dándole la oportunidad de reintegrarse a la sociedad y que no vuelva a delinquir.” Los
sustitutivos penales “consisten en beneficios que cambian el cumplimiento de la pena de
multa y de la pena de prisión, cuando ésta es de corta duración, y que se otorgan siempre
y cuando se cumplan los requisitos y los presupuestos señalados en la ley para su
procedencia.” Características de los sustitutivos penales. Como sanción penal: La
sustitución de las penas privativas de libertad consiste en el mecanismo que establece la
legislación penal para aplicar un sustitutivo. La sustitución presupone la existencia de una
sentencia condenatoria, en la que se establezca una pena presidiaria, que posteriormente
se decide sustituir a entera discreción de los jueces o tribunales. Como medio para
evadir la pena privativa de libertad: El fundamento esencial de este cambio de pena,
consiste en la facultad que se les otorga a los jueces para no hacer ejecutar la pena
privativa de libertad si estiman la conveniencia al condenado, dadas las circunstancias del
hecho y de la persona. Como medida alternativa: La idea fundamental de la sustitución
de la pena privativa de libertad es evitar en lo posible la pena de prisión y por eso
constituye una alternativa para eludir la resocialización del delincuente. Como acto
intelectual del juez: Es importante indicar que el juez antes de imponer la pena
sustitutoria, deberá llevar a cabo un proceso intelectivo y orientado a la aplicación de la
sustitución de una pena por otra, verificando la concurrencia de cada uno de los requisitos
que se tienen que dar para que se aplique la pena sustitutoria. Como actividad
discrecional del juzgador: Este proceso que realiza el juzgador para la aplicación y
ejecución de la pena, se fundamenta en la facultad legal de aplicar una sanción eficaz para
evitar la cárcel, que se apoya en el margen de discrecionalidad que se les otorga
legalmente para determinar la conveniencia de sustituir la pena de prisión por otra pena
menos drástica. Como medio necesario para lograr la resocialización del condenado: El
fin primordial de la aplicación de las penas sustitutivas es la de evitar el encarcelamiento
del delincuente y consecuentemente obtener su resocialización y así cumplir a cabalidad
el mandato constitucional, por lo que deben de conducir al delincuente, lo más pronto y lo
más seguramente posible, a su reintegro a la sociedad, como un miembro activo de ella.
Clasificación legal de los sustitutivos penales. Dentro de la legislación guatemalteca se
encuentran regulados en el Código Penal las siguientes figuras que son consideradas
como sustitutivos penales aplicables dentro del proceso penal: La suspensión condicional
de la pena, La libertad condicional y El perdón judicial. La suspensión condicional de la
pena. Consiste en “el beneficio penitenciario por el cual se deja en libertad a los penados
que hayan observado un comportamiento adecuado durante los diversos períodos de su
condena y cuando ya se encuentren en la última parte del tratamiento penal, siempre que
se sometan a las condiciones de buena conducta y demás disposiciones que para el efecto
el juez señale.” “Es el beneficio que confiere la gran mayoría de los ordenamientos
penales, de suspender la efectividad de la pena, condicionando esa suspensión a la no
correspondiente al nuevo delito.” El perdón judicial. “El perdón judicial es un sustitutivo
penal, o medio que utiliza el Estado, a través de los órganos jurisdiccionales, encaminado
a sustituir la pena de prisión o multa, atendiendo a una política criminal con el fin de
resocializar al delincuente, dándole la oportunidad de reintegrarse a la sociedad y que no
vuelva a delinquir”, “Es la facultad discrecional que algunas legislaciones penales

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modernas atribuyen a los tribunales para proceder fundamentalmente a remitir la pena
prevista para el delito cometido por el reo condenado, cuando resulte más útil esta
decisión.” Tiene como efecto la extinción de la responsabilidad penal. La libertad
condicional. “Es un beneficio que se concede judicialmente a los condenados después
que han cumplido determinada parte de su condena y observando buena conducta;
siempre que no se trate de reincidentes que se atengan a ciertas reglas impuestas por el
juez. Al no ser observadas algunas de esas condiciones el condenado vuelve a ser recluido
por el tiempo faltante para el cumplimiento de la pena, sin que en el cómputo se tenga en
cuenta el tiempo que se estuvo libre.” Diferencia de los sustitutivos penales con otras
figuras jurídicas. La sustitución de la pena tiene sentido cuando “es cambiada por otra
figura que permite evitar el cumplimiento de la pena de prisión otorgando libertad
personal al condenado en sentencia, por lo que no se está ante la cesación de sus efectos
sino ante un proceso sustitutivo de una consecuencia jurídica por otra pero, únicamente
al ser impuesta en sentencia condenatoria, por esto se excluye como sustitutivos penales
a las medidas sustitutivas, a las medidas de seguridad y a los criterios de oportunidad,
pudiendo ser otorgadas en cualquier etapa del proceso.” Diferencias de los sustitutivos
penales con las medidas sustitutivas. Las medidas sustitutivas “son alternativas que
ofrece el Código Procesal Penal a la prisión preventiva, en aquellos casos en que los fines
de la misma pueden lograrse por otras vías menos gravosas para el sindicado, por lo que
en el proceso penal es necesario adoptar medidas cautelares o asegurativas que
garanticen la realización del juicio y la efectividad de la sentencia que se dicte. “Las
condiciones para la aplicación de una medida sustitutiva son la existencia de un hecho
punible y de indicios suficientes de responsabilidad penal del imputado por una parte y el
peligro de fuga o de obstaculización a la investigación por otra. Cuando razonablemente
se pueda pensar que la fuga o la obstaculización pueda evitarse a través de una medida
sustitutiva, se preferirá ésta antes que la prisión incluso dentro de las medidas sustitutivas
se dará prioridad a las menos gravosas cuando así se puedan cumplir los objetivos
señalados.” Mientras que los sustitutivos se constituyen en medios que vienen a
reemplazar la pena de prisión o multa impuestas al final del proceso y dictada dentro de
una sentencia condenatoria, no sólo suspendiendo de forma condicional su cumplimiento
y efectos sino que incluso puede extinguir los mismos y liberar al condenado de toda
responsabilidad penal quedando vigente únicamente la responsabilidad civil. Diferencias
de los sustitutivos penales con las medidas de seguridad. Las medidas de seguridad
“constituyen una medida no penal, consideradas como tratamientos impuestos por el
Estado a determinados delincuentes encaminados a obtener su adaptación a la vida
social o a su segregación de la misma. Tienen un fin preventivo, rehabilitador no
retributivo, porque pretenden prevenir la comisión de futuros delitos a través de la
educación, corrección y curación de los sujetos con probabilidad de delinquir,
desprovistas del castigo expiatorio.” “Parten del estudio de la personalidad del
delincuente, por lo que se consideran un complemento necesario de la pena, pues éstas
tratan de impedir la realización de futuros delitos y miran a la prevención especial
imponiéndolas a los inimputables peligros y aún a los no peligrosos, por lo que el hecho
ilícito cometido se valora como un síntoma de la personalidad antisocial y sirve de base a
la creencia de que no es un episodio aislado y que si no se toman ciertas medidas
asegurativas habrá de repetirse sistemáticamente. Es lo que se denomina peligrosidad
delictual o criminal, y consiste en la “posibilidad de que el agente cometa nuevos delitos.”
En cuanto a su diferencia con los sustitutivos penales, para que éstos procedan debe
existir previamente un debido proceso iniciado con motivo de la comisión de un hecho
delictivo concluido con una sentencia condenatoria en la cual se imponga una pena

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privativa de libertad, mientras que las medidas de seguridad por no constituir una figura
punitiva sino preventiva, cuentan con un procedimiento específico el cual consiste en un
juicio especial para la aplicación exclusiva de medidas de seguridad y corrección, el cual
procederá en cualquier etapa del proceso. Además, las medidas de seguridad pueden
dictarse como medida principal o accesoria a una pena sin que ésta sea necesariamente
privativa de libertad, para prevenir o como consecuencia de la comisión de un delito, y
pueden dictarse ya sea dentro de un proceso penal o a través de su proceso específico
según sea el caso, pudiendo dictarse de forma indefinida; mientras que los sustitutivos
penales se aplican en forma temporal en tanto se extinguen las causas que les dieron
origen, es decir, terminan mediante su revocación o con la extinción de la pena.

15. REPARACIÓN DIGNA: Proviene del latín reparatio, onis. Se define como la acción o
efecto de restituir a su condición normal y de buen funcionamiento, a
cosas materiales mal hechas, deterioradas, o rotas. En la jurisprudencia, la reparación es
la reposición por parte de un criminal de una pérdida causada a una víctima. La reparación
monetaria es una forma común de reparación. La reparación junto con la verdad y la
justicia, es uno de los elementos principales que se buscan en un proceso transicional, en
el que se busca implementar un nuevo orden que se lleve a cabo en un proceso de paz. Es
imprescindible para establecer el monto de la reparación digna, que la misma cumpla con
los extremos siguientes: que sea viable, proporcional, objetiva, legal, la prueba debe
acreditar que es efecto propio del ilícito que se juzga, además reparadora, rehabilitadora
o reinsertadora y que viabilice la paz social. Otro aspecto a tomar en cuenta es las
condiciones físicas, psicológicas, económicas, sociales y culturales de la persona obligada,
ya que en igualdad de condiciones el juzgador deberá considerar estos extremos para la
existencia del debido proceso en igualdad de condiciones sin discriminación alguna.
REPARACIÓN DIGNA. (Código Procesal Penal Guatemalteco Dto. 51-92. Dto. 7-2011). La
reparación privada; sección primera; acción civil. Código Procesal Penal Artículo 124.
Derecho a la reparación digna. (DEFINICIÓN LEGAL DE REPARACIÓN DIGNA) La
reparación a que tiene derecho la víctima comprende la restauración del derecho
afectado por el hecho delictivo, que inicia desde reconocer a la víctima como persona con
todas sus circunstancias como sujeto de derechos contra quien recayó la acción delictiva,
hasta las alternativas disponibles para su reincorporación social a fin de disfrutar o hacer
uso lo más pronto posible del derecho afectado, en la medida que tal reparación sea
humanamente posible y, en su caso, la indemnización de los daños y perjuicios derivados
de la comisión del delito; para el ejercicio de este derecho deben observarse las siguientes
reglas: REQUISITOS PARA QUE PROCEDA LA REPARACIÓN DIGNA. Sentencia
Condenatoria, Víctima determinada. 1) La acción de reparación podrá ejercerse en el
mismo proceso penal una vez dictada la sentencia condenatoria". El Juez o tribunal que
dicte la sentencia de condena, cuando exista víctima determinada, en el relato de la
sentencia se convocará a los sujetos procesales y a la víctima o agraviado a la audiencia
de reparación, la que se llevará a cabo al tercer día. (PROBAR LOS DAÑOS Y
PERJUICIOS) 2) En la audiencia de reparación deberá acreditar el monto de la
indemnización, la restitución y, en su caso, los daños y perjuicios conforme a las reglas
probatorias y, pronunciarse la decisión inmediatamente en la propia audiencia. 3) Con la
decisión de reparación, y previamente relatada responsabilidad penal y pena, se integra la
sentencia escrita. (MEDIDAS CAUTELARES) 4) No obstante lo anterior, en cualquier
momento del proceso penal, la víctima o agraviado podrán solicitar al juez o tribunal
competente, la adopción de medidas cautelares que permitan, asegurar
los bienes suficientes para cubrir el monto de la reparación. (SENTENCIA EJECUTABLE)
5) La declaración de responsabilidad civil será ejecutable cuando la sentencia
condenatoria quede firme. Si la acción reparadora no se hubiere ejercido en esta vía,
queda a salvo el derecho de la víctima o agraviado a ejercerla en la vía civil. Parte

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resolutiva de la sentencia Código Procesal Penal. Artículo 390. Pronunciamiento. "La
sentencia se pronunciará siempre en el nombre de la República de Guatemala. Redactada
la sentencia, el tribunal se constituirá nuevamente en la sala de audiencia, después de ser
convocados verbalmente todas las partes en el debate, y… La lectura de la sentencia se
deberá llevar a cabo, a más tardar dentro de las cinco días posteriores al pronunciamiento
de la parte resolutiva" Código Procesal Penal Artículo. 124, numeral 1. "En el relato de la
sentencia se convocará a los sujetos procesales y a la víctima o agraviado a la audiencia
de reparación, la que se llevará a cabo al tercer día." AUDIENCIA DE REPARACION
DIGNA 1) Apertura 2) Se le otorga la palabra a la víctima o agraviado, Querellante
Adhesivo (pretensión y aporte sus pruebas). 3) Se le da palabra al Ministerio Público
(Pretensión y Prueba). 4) Se le da palabra al abogado Defensor (Pretensión y Prueba).
5) Se admite o rechaza la prueba. 6) Se diligencia la prueba. 7) Pronunciamiento de la
decisión de Reparación Digna. 8) Artículo 278. REMISIÓN. Código Procesal Penal: "El
embargo de bienes y las demás medidas de coerción para garantizar la multa o la
reparación, sus incidentes, diligencias, ejecución y tercerías, se regirán por el Código
Procesal Civil y Mercantil". (Libro 5to. Alternativas comunes a todos los procesos)
VÍCTIMAS. Artículo 117, numeral 1, Código Procesal Penal. (Reformado por el art. 38 de
la Ley Orgánica del Instituto de Asistencia y Atención a la Víctima del delito Dto. 21-2016)
1. Las personas que, individual o colectivamente, haya sufrido daño. Incluidas lesiones
físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de
sus derechos fundamentales como consecuencia de acciones u omisiones que violen la
ley penal vigente. 2. Cónyuges. 3. Familiares. 4. Dependientes inmediatos de la víctima
directa. 5. Persona que conviva con ella en el momento de cometerse el delito.
6. Personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para
prevenir la victimización. RESPONSABILIDAD CIVIL. Código Penal. Artículo 112. Personas
responsables. "Toda persona responsable penalmente de un delito o falta, lo es también
civilmente". RESPONSABILIDAD SOLIDARIA. Código Penal Artículo 113. Solidaridad de
las obligaciones. "En el caso de ser dos o más los responsables civilmente de un delito o
falta, el tribunal señalará la cuota por la que debe responder cada uno. Sin embargo, los
autores y los cómplices responderán solidariamente entre sí y responderán
subsidiariamente de las cuotas que correspondan, no solo a los insolventes de su
respectivo grupo, sino también de los insolventes del otro. Tanto en uno como en el otro
caso, queda a salvo el derecho de quien hubiere pagado, de repetir contra los demás por
las cuotas correspondiente de cada uno". TRANSMISIÓN. Código Penal. Artículo 115.
"La responsabilidad civil derivada de un delito o falta, se transmite a los herederos del
responsable; igualmente se transmite a los herederos del perjudicado la acción para
hacerla efectiva". RESPONSABILIDAD CIVIL DE INIMPUTABLES. Código Penal. Artículo
116. "Los comprendidos en el artículo 23 (Código Penal, no es imputable), responderán
con sus bienes por los daños que causaren. Si fueren insolventes, responderán
subsidiariamente quienes los tengan bajo su potestad o guarda legal, salvo que
demuestren que no incurrieron en descuido o negligencia en la vigilancia del que cometió
el hecho". CLASES DE REPARACIÓN. (Artículo 124 Código Procesal Penal) Económicas
Pago de Indemnización, Pago de Daños, Pago de Perjuicios. No económicas Art. 29 Ley
Orgánica del Instituto de Asistencia y Atención de la Víctima del delito. Dto. 21-2016. Es
obligación del Instituto de la Víctima coadyuvar con el Ministerio Público en la garantía y
defensa del derecho a la reparación digna de la víctima del delito, cuando ésta se haya
constituido como querellante adhesivo. Rehabilitación, Compensación, Satisfacción,
Medidas de no Repetición. MATERIALES Restitución EN CASOS DE FEMICIDIO
Y VIOLENCIA CONTRA LA MUJER NO ECONÓMICA Artículo 3, literal h, Ley contra el
Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer. Médica, Psicológica, Moral, Social.
OBLIGACION DE REPARAR. DAÑOS Y PERJUICIOS. ARTÍCULO 1646 Código Civil: "El
responsable de un delito doloso o culposo, está obligado a reparar a la víctima los daños o
perjuicios que le haya causado". DAÑOS Y PERJUICIOS. ARTÍCULO 1434. Código Civil:

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"Los daños, que consisten en las pérdidas que el acreedor sufre en su patrimonio, y Los
perjuicios, que son las ganancias lícitas que deja de percibir. Deben ser consecuencia
inmediata y directa de la contravención, ya sea que se hayan causado o que
necesariamente deban causarse". EJEMPLO: MEDIDAS DE SATISFACCIÓN Sentencia de
fecha 19 de mayo de 2014, la Corte Interamericana de Derechos Humanos: Veliz Franco
Vrs. Guatemala. Párrafo 256. 1. La Sentencia "Per se". 2. Publicación de la sentencia en el
diario oficial. 3. Publicación de la sentencia en un diario de amplia circulación.
4. Publicación de la sentencia por 1 año, en la página web, del Poder Judicial, Ministerio
Público y Policía Nacional Civil. 5. Disculpas públicas. EJEMPLO: GARANTÍAS DE NO
REPETICIÓN: Sentencia de fecha 19 de mayo de 2014, la Corte Interamericana
de Derechos Humanos: Veliz Franco Vrs. Guatemala. Que hechos similares no se vuelvan
a repetir y contribuyan a la prevención.Párrafo 264. 1. Adoptar una legislación orientada a
combatir la violencia 2. Fortalecer el INACIF y asignarle adecuados recursos para ampliar
sus actividades en el territorio nacional. 3. Implementar órganos jurisdiccionales
especializados en femicidio en toda la República", así como de fiscalías especializadas.
4. Implementar programas y cursos para funcionarios públicos pertenecientes
al Poder Judicial, Ministerio Público y Policía Nacional Civil que estén vinculados a la
investigación de actos de homicidio de mujeres. 5. Crear un Sistema Nacional
de Información sobre Violencia contra la Mujer. 6. Brindar atención médica o psicológica
gratuita, de forma inmediata, adecuada y efectiva a las personas afectadas.
DAÑO INMATERIAL Sentencia de fecha 19 de mayo de 2014, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos: Veliz Franco Vrs. Guatemala. Párrafo 295. "ha desarrollado en su
jurisprudencia el concepto de daño inmaterial y ha establecido que éste puede
comprender tanto los sufrimientos y las aflicciones causados por la violación como el
menoscabo de valores muy significativos para las personas y cualquier alteración,
de carácter no pecuniario, en las condiciones de existencia de las víctimas. Dado que no
es posible asignar al daño inmaterial un equivalente monetario preciso, sólo puede ser
objeto de compensación, para los fines de la reparación integral a la víctima, mediante el
pago de una cantidad de dinero o la entrega de bienes o servicios apreciables en dinero,
que el Tribunal determine en aplicación razonable del arbitrio judicial y en términos
de equidad". EJECUCION. Artículo 124, numeral 5, Código Procesal Penal "La declaración
de responsabilidad civil será, ejecutable cuando la sentencia condenatoria quede firme".
¿En dónde se ejecuta? EJECUCION. Expediente No. 2038-2011 de duda
de competencia CSJ Sentencia del 14/10/2011 "...Que del análisis de las actuaciones
Cámara Penal encuentra que la duda de competencia que se plantea con relación a que si
el juzgado de Ejecución Penal únicamente está facultado para el cobro de conmutas de
penas de prisión o multas y no así para el cobro de reparaciones de orden civil…" "se
puede determinar que es competencia de los jueces de ejecución el conocer lo referente a
la ejecución de las reparaciones dignas de las víctimas en los procesos penales en los que
se haya ejercitado dicho derecho, con la salvedad de que si no se hubiere ejercido en esta
vía, puedan ejercerla en la vía civil. En tal sentido, el Juzgado Primero de Ejecución Penal
de Guatemala deberá seguir conociendo con referencia a la duda planteada de la
sustanciación de la fase de ejecución..."
RESPONSABILIDAD CIVIL: Generalidades sobre responsabilidad civil.
Concepto de responsabilidad: El diccionario de la Real Academia define la
responsabilidad como: “deuda u obligación de reparar y satisfacer”, aplicado este
concepto al mundo jurídico, supondría “la sujeción de una persona que vulnera un
deber y produce un daño, y la obligación de resarcir el daño producido”.
Responsabilidad civil Definición: Etimológicamente la palabra –responsabilidad-
viene del latín respondere. Y, se puede decir, que responsabilidad civil es el efecto
que el ordenamiento jurídico hace recaer sobre el patrimonio de un sujeto que
está correlacionado con la infracción de un deber prestatario, ya sea éste de
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naturaleza positiva o negativa. Díez-Picazo define la responsabilidad como: “la
sujeción de una persona que vulnera un deber de conducta impuesto en interés de
otro sujeto a la obligación de reparar el daño producido”. Según el tratadista
Manuel Ossorio, responsabilidad civil: “es la que lleva consigo el resarcimiento de
los daños causados y de los perjuicios provocados por uno mismo o por tercero,
por el que debe responderse”. Entonces la responsabilidad civil, se da cuando la
persona que ha causado el daño tiene la obligación de repararlo, en naturaleza o
por un equivalente monetario (normalmente mediante el pago de una
indemnización de perjuicios). El fundamento de la responsabilidad civil. Para
nadie es un misterio que los códigos modernos tienen la culpa como fundamento
de la responsabilidad civil. Sin embargo en el siglo recién pasado la culpa ha
sufrido importantes embates. La crítica a la insuficiencia del sistema basado en la
culpa dio lugar a la teoría del riesgo. La dificultad de probar la culpa en accidentes
de trabajo dejaba a las víctimas sin ninguna indemnización. El debate estaba
planteado: ¿la culpa constituye el único fundamento posible de la responsabilidad
civil? la respuesta negativa se confirma con la aparición de la responsabilidad
objetiva. Los derechos de la víctima en la responsabilidad civil. La doctrina
muestra una tendencia a ver los problemas de responsabilidad civil desde el punto
de vista del autor. La víctima y sus derechos no han merecido una acuciosa
reflexión. Ahora bien la víctima no siempre debe acreditar los mismos elementos
para exigir la responsabilidad del autor o deudor. La posición más precaria es
aquella en que la víctima debe probar la culpa, el hecho generador, el daño y el
vínculo causal entre los dos últimos. Esto ocurre en presencia de las obligaciones
de medio en materia contractual y en todos los casos en que no exista una
presunción de culpa o una hipótesis de responsabilidad objetiva en el ámbito
extracontractual. Este es el grado menor de protección y garantía de la víctima. En
segundo término, es posible que exista una presunción de culpa. La víctima sólo
debe probar el hecho generador, el daño y el vínculo causa entre ambos.
Corresponde al deudor probar la ausencia de culpa para librarse de
responsabilidad. En tercer lugar, es posible que la víctima deba ser indemnizada
sin importar la culpa del autor o deudor. La responsabilidad objetiva hace óbice al
análisis de la culpa. Esta no presenta ninguna relevancia para el establecimiento
de la responsabilidad. La víctima prueba el hecho dañino y el vínculo causal. El
autor y el deudor sólo pueden eximirse de responsabilidad probando la
concurrencia de alguna de las hipótesis que interrumpa el vínculo causal entre el
hecho y el daño. Esto es, fuerza mayor o caso fortuito, el hecho de un tercero o,
por último, el hecho de la víctima absoluto. En materia contractual, las
obligaciones de resultado constituyen un ejemplo de responsabilidad objetiva.
Objetivo de la responsabilidad civil. “El objetivo principal de la responsabilidad
civil es procurar la reparación, que consiste en restablecer el equilibrio que existía
entre el patrimonio del autor del daño y el patrimonio de la víctima antes de sufrir
el perjuicio. La responsabilidad civil posee un aspecto preventivo, que lleva a los
ciudadanos a actuar con prudencia para evitar comprometer su responsabilidad; y
un aspecto punitivo, de pena privada”. Como se puede observar el único objetivo
de la responsabilidad es resarcir el daño provocado a la víctima y devolver las
cosas al estado que se encontraban antes de que ocurriera el percance que
provocó el daño. Diferencia con la responsabilidad penal. Es importante
distinguir la responsabilidad civil de la responsabilidad penal, ya que ésta última
tiene por finalidad designar a la persona que deberá responder por los daños o

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perjuicios causados a la sociedad en su totalidad, no a un individuo en particular. A
la vez, todas estas especies de responsabilidad jurídica deben distinguirse de la
responsabilidad moral, en la cual los responsables no responden de sus actos ante
la sociedad, sino ante su propia conciencia o ante Dios. Para la responsabilidad
penal los daños o perjuicios tienen un carácter social, pues son considerados como
atentados contra el orden público lo suficientemente graves como para ser
fuertemente reprobados y ser erigidos en infracciones. Las sanciones penales
tienen una función esencialmente punitiva y represiva, y sólo buscan la prevención
de manera accesoria (ya sea a través de la intimidación y la disuasión, o a través de
la rehabilitación del culpable, de su reeducación o de su reinserción social). Clases
de responsabilidad La diferencia entre la responsabilidad civil subjetiva y la
responsabilidad civil objetiva radica en que la responsabilidad subjetiva está
basada en la idea de culpabilidad y nace de la actuación negligente de un sujeto;
esto es, que una persona responde de las consecuencias de una acción por el
hecho de haber actuado (dolosa o culposamente), por lo tanto quedará exento de
responsabilidad si prueba haber obrado con toda la diligencia debida. Sin
embargo, existe responsabilidad civil objetiva, cuando se impone a un sujeto la
obligación de responder por haberse ocasionado un daño y prescindiendo
totalmente de si el sujeto ha actuado o no de forma negligente. Prueba y
presunción de culpabilidad La tradición jurídica ha fundamentado siempre la
responsabilidad en la idea de culpa, sin embargo a partir del año 1964 en que se
promulga el Código Civil y el Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto Ley 106 y
107 respectivamente; abriendo paso a una tendencia a la objetivación de
responsabilidad, mediante la inversión de la carga de la prueba, la creación del
riesgo profesional, la idea de compensación de beneficios, etcétera, ley que tiene
por objeto dar solución práctica al problema que se plantea cuando alguien sufre
una lesión en sus bienes y derechos, sin tener una obligación jurídica de soportar
los mismos. En cuanto a la forma en que obra la inversión de la carga de la prueba,
la misma supone que frente al principio general de que quien alega un hecho debe
probarlo, se establece que quien ha producido un resultado dañoso se presume
que ha sido debido a culpa del mismo, debiendo acreditar, para exonerarse de
responsabilidad, haber actuado con toda la diligencia debida y descargando de la
obligación de probar a la persona que ha sufrido el daño. La teoría del riesgo
profesional, tiene su fundamento en que la persona que pone en funcionamiento
una actividad constitutiva de riesgo, debe responder del riesgo creado. Por su
parte, la teoría de la compensación del beneficio, parte que la persona que obtiene
beneficio de una determinada conducta, debe también asumir los riesgos que de
la misma se deriven. No obstante estas teorías, se debe señalar que el sistema
jurídico guatemalteco, postula como requisito necesario para exigir
responsabilidad civil, la culpa del agente causante del daño, entendiéndose que
hay culpa siempre que se trasgreden las normas objetivas de cuidado, por muy
leve que sea la trasgresión que se produzca.

SISTEMA PENITENCIARIO: Definición del Sistema Penitenciario. Institución


gubernamental encargada de la custodia de las personas que se encuentran
detenidas preventivamente y de las que en sentencia firme han sido declaradas
culpables de delitos cometidos en contra de la sociedad, así como la entidad
encargada de crear las instancias y políticas que tiendan a la reeducación y
readaptación de los reclusos a la misma. Antecedentes en Guatemala del

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Sistema Penitenciario. El 9 de julio de 1875 el señor José F. Quezada visito por
encargo de la Municipalidad de Guatemala, la cárcel de hombres y de corrección
Santa Catarina, ubicada en la 3ª. Avenida y 5ª. Calle de la zona 1 de la ciudad
capital, la observación que hizo de esta visita fue impactante ya que pudo darse
cuenta que las condiciones del edificio eran desastrosas, los presos se
encontraban en estados degradantes que no correspondían a condiciones
humanas, que carecían de servicios esenciales, el estado deplorable de las celdas
eran comparadas con caballerizas, los presos enfermos morían por falta de
cuidados médicos, y su enfermedad prolongaba más aún la pena del castigo,
siendo así la cárcel en ese entonces una maldición caída del cielo puesto que el que
cumplía condena por delitos menores y sin relevancia social era considerado igual
como el peor de los asesinos que pudiese existir, ya que el que se encontraba
guardando prisión pasaba por las más duras de las penas impuestas tanto por el
trato de sus compañeros como el de los celadores, sin embargo lo que hacía más
desastrosa la condición de detenido eran las condiciones de la cárcel. A raíz de
esta observación, el señor Quezada rinde al Alcalde su informe del estado de la
cárcel y las condiciones de los reclusos. Dando así lugar a que por orden y apoyo
del gobierno del General Justo Rufino Barrios se iniciara la construcción de la
Penitenciaría Central, el 11 de enero de 1877 misma que fuera construida en el
terreno llamado “El Campamento”. Dicha Penitenciaría era de estilo panóptico y
tenía un sistema moderno de seguridad, contaba con instalaciones apropiadas
tanto para los reclusos como para los empleados de la misma. Sin embargo lo que
en principio fue un paso hacia al iluminismo dejando atrás al pasado con sistemas
y métodos ortodoxos, no tardo en pasar unos cuantos años para que se volviera al
mismo abandono y regresara el mismo trato a los reclusos e inclusive al mismo
estado de las instalaciones regresando al hacinamiento puesto que la capacidad
de dicha penitenciaría era para recluir a quinientos reclusos y se agudiza al alojar a
más de dos mil quinientos. Antecedentes en la historia del Sistema
Penitenciario. Los sistemas penitenciarios tienen por objeto la reforma o
enmienda del delincuente. Antiguamente al someter a un individuo a una pena
privativa de libertad se perseguía el propósito de aislarlo de la sociedad,
haciéndole cumplir un castigo con un fin expiatorio, más tarde evolucionó hasta
considerar que era necesario someter a ese individuo que había cometido un
delito, a un sistema que tuviera por objeto reformarlo. Los sistemas penitenciarios
son también todos los procedimientos ideados y llevados a la práctica para el
tratamiento, castigo y corrección de todos aquellos que han violado la norma
penal. Históricamente han existido 5 sistemas los cuales son: 1) Filadelfico o
celular, 2) De aurbun o sing sing nueva york, 3) Sistema de reformatorios, 4) Ingles
de los borstals y 5) Sistemas progresivos. Sistema filadelfico o celular. En los
Estados Unidos surge en el año de 1777, bajo el nombre de The Philadelfia Society
For Distressed Prisioners, el sistema Filadelfico o celular, que prevenía en primer
lugar el aislamiento continuo de los detenidos que presentaban peligrosidad
mayor y así permitirles alcanzar el arrepentimiento en la calma contemplativa más
absoluta. Para aquellos reclusos menos difíciles estaba prevista la ocupación en
trabajos útiles a la comunidad. Si bien es cierto, que el fin inspirador provenía de
los cuáqueros como consecuencia de ello, de lo más humanos, en la práctica se
reveló la falacia de un sistema que constreñía el aislamiento más absoluto para
llevar a la penitencia y rehabilitación. Sistema de auburn y sing sing, new york.
Como consecuencia de las críticas al sistema Filadelfico se intentó otra dirección,

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que encontró su primera expresión en 1823, sistema que se fundaba en ese
concepto: De día el trabajo se desempeñaba en común, bajo un estricto rigor
disciplinario y el más absoluto silencio, de noche imperaba el absoluto aislamiento
en pequeños cuartos individuales. Si el primer sistema fallaba por la falta de
asociación o comprensión entre los hombres, factores naturales indispensables
para el sano desarrollo de la personalidad humana, el segundo fallaba por exceso
de disciplina, considerado como un mal necesario. Resta el hecho de que ambos
sistemas representaban en concreto el intento de institución y organización de
una causa de pena, para utilizarla como prisión para delincuentes sentenciados a
penas privativas. Puede afirmarse que en este período existe una ambivalencia de
actitudes, por una parte persiste la tradición de la venganza el deseo de castigar
dolosamente a quien ha pecado. Por otra parte se abre paso a un sentimiento de
piedad cristiana por condición miserable en la que son abandonados los detenidos
en las cárceles. Sistemas reformatorios. En 1876 en New York este sistema
representa la experiencia Norteamericana de Elmira, consistiendo en una forma
de disciplina especial para adolescentes y jóvenes adultos, de los 16 a 30 años,
condenados con sentencias indeterminadas. Este sistema anglosajón consiste en
un procedimiento de imposición de una sanción penal en su conjunto y no la sola
sentencia emitida por el juez. Consiste en un tratamiento progresivo para
estimular al máximo en el joven interno, la capacidad de obtener con el trabajo y
el buen comportamiento la libertad. Sistema ingles de los borstals. Es una forma
de sistema progresivo y se debió a Evelyn Ruggles Brise, que a comienzos del siglo
pasado, ensayó en un sector de una antigua prisión del municipio de Borstals,
próximo a la ciudad de Londres, Inglaterra, alojando a menores reincidentes, de 16
a 21 años. Ante el éxito obtenido lo amplió a todo el establecimiento. Los jóvenes
enviados a ese establecimiento tenían condenas indeterminadas que oscilaban
entre los nueve meses y tres años; Lo fundamental era el estudio físico y psíquico
de los individuos, para saber a que tipo de establecimiento en Borstals debía de
ser remitidos, ya que los había de menor o mayor seguridad, urbanos o rurales
para enfermos mentales, la forma progresiva se percibe en los distintos grados
que se van obteniendo conforme a la conducta y buena aplicación, el primero se
denomina ordinario y dura tres meses aproximadamente y tiene características
del sistema Filadelfico, es decir no se les permite tener conversaciones y el pupilo
solo puede recibir una carta y una visita, no hay juegos y se introduce el sistema
Auburniano, se trabaja en común de día y se recibe instrucción de noche. En este
período se práctica la observación. Sistema progresivo. Consistía en obtener la
rehabilitación social, mediante etapas o grados. Es estrictamente científico,
porque está basado en el estudio del sujeto y en progresivo tratamiento, con una
base técnica. También incluye una elemental clasificación y diversificación de
establecimientos. Es el adoptado por las Naciones Unidas en sus
recomendaciones y por casi todos los países del mundo en vías de transformación
penitenciaria. Comienza en Europa a fines del siglo pasado y se extiende a
América a mediados del siglo XX. Se comenzó midiendo la pena con la suma de
trabajo y la buena conducta del recluso. Según el primero se les daba marcas o
vales y cuando obtenían un número determinado de éstos recuperaban su
libertad. En consecuencia todo dependía del propio recluso. En casos de malas
conductas se imponían multas. El sistema comenzó con el capitán Maconochie,
que en 1840 fue nombrado gobernador de la isla de Norfolk, señalando que al
llegar a la isla, la encontró convertida en un infierno, la dejo transformada en una

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comunidad ordenada y bien reglamentada. La pena era indeterminada y basada
en tres períodos: 1) De prueba (aislamiento diurno y nocturno), y trabajo
obligatorio. 2) Labor en común durante el día y el aislamiento nocturno (interviene
el sistema de vales), y 3) Libertad condicional. En una primera etapa los reclusos
debían guardar silencio, pero vivían en común. En una segunda etapa, se les hacia
un estudio de personalidad y eran seleccionados en números de veinticinco a
treinta, siendo los grupos de carácter homogéneo. Por medio del trabajo y
conducta los reclusos podían recuperar su libertad en forma condicional y reducir
hasta una tercera parte su condena. Walter Crofton Director de Prisiones de
Irlanda, viene a perfeccionar el sistema, al establecer prisiones intermedias. Era un
medio de prueba para obtener la libertad. Entonces encontramos cuatro períodos:
El primero de aislamiento sin comunicación, y con dieta alimenticia. El segundo,
trabajo en común y silencio nocturno. Es el sistema Auburniano. El tercero período
intermedio, introducido por Crofton es el trabajo al aire libre, en el exterior, en
tareas agrícolas especialmente, como el actual sistema de extramuros. Entre
innovaciones se encuentra el no uso del traje penal. El cuarto período es la libertad
condicional sobre la base de vales, al igual que en el sistema de Maconochie,
ganados por la conducta y el trabajo. Organización del Sistema Penitenciario
Guatemalteco. El Sistema Penitenciario está organizado bajo una Dirección
General, de esta por escala jerárquica sigue la Escuela de Estudios Penitenciarios,
la cual está encargada de la capacitación del personal penitenciario,
posteriormente sigue la Subdirección General, misma que se encuentra
subordinada a la Dirección General y está encargada en la coordinación y políticas
del sistema, luego se encuentra la Unidad de Asesoría Jurídica y la Unidad de
Cómputo, luego la Unidad de Infraestructura Física encargada de la observancia
del estado y reconstrucción de los edificios a cargo del sistema, posteriormente la
Dirección Administrativa Financiera la cual tiene a su cargo los departamentos
administrativos como es la Selección del Personal, Desarrollo del Personal,
Servicios Administrativos, Registros de Personal, el Departamento del
Presupuesto, Tesorería, y Contabilidad. Subsiguientemente la Dirección de
Seguridad que tiene a su cargo la seguridad de los centros penales, los centros de
condena, centros preventivos, Departamento de Libertades, Departamento de
Control de Internos, Departamento de Supervisión del Personal de Seguridad
conjuntamente con la Armería. Luego sigue la dirección de Salud Integral y
Programas Penitenciarios, el cual tiene a su cargo los departamentos de Salud
Integral, Servicios Médicos, Tratamiento y Rehabilitación, Educativo-Laboral,
compuestos de las secciones educativa y laboral y finalmente en el escalón del
organigrama se encuentran las Granjas Penales de Rehabilitación, Centros de
Condena y Presidios Departamentales.

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6. LEYES PENALES: El Derecho Penal puede definirse como una parte del derecho
compuesta por un conjunto de normas y principios establecidos por el Estado para
determinar los delitos, las penas y/o las medidas de seguridad que han de
aplicarse a quienes los cometen. A lo largo de la historia se puede observar como
el derecho así como los delitos y las formas de cometer los ilícitos penales han ido
evolucionando, de tal forma que se hace necesario regular determinadas actitudes
de una forma más específica y detallada. Es por ello que surgen LAS LEYES
PENALES ESPECIALES, en las cuales se regulan las distintas formas en que se
puede atentar o violentar contra los bienes jurídicos tutelados o fundamentales a
través de la imposición y ejecución de penas más específicas.
a. CÓDIGO PENAL: Un código penal es un conjunto unitario, ordenado y
sistematizado de las normas jurídicas punitivas de un Estado, es decir, las
leyes o un compendio ordenado de la legislación aplicable en materia
penal que busca la eliminación de redundancias, la ausencia de lagunas y la
universalidad: esto es, que no existan normas penales vigentes fuera del
compendio. Los códigos penales son, en cierto sentido, la facultad
sancionadora del Estado. De esta manera, el Estado mismo a través del
legislador, busca evitar la aplicación de penas arbitrarias, ya que sólo
puede ser sancionada penalmente una conducta cuando ésta se consigna
expresamente en el mismo código penal y con la sanción que el mismo
establece.

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b. LEY CONTRA EL FEMICIDIO Y OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA
CONTRA LA MUJER: tiene como objeto garantizar la vida, la libertad, la
integridad, la dignidad, la protección y la igualdad de todas las mujeres
ante la ley, y de la ley, particularmente cuando por condición de género, en
las relaciones de poder o confianza, en el ámbito público o privado, quien
agrede cometa en contra de ellas prácticas discriminatorias, de violencia
física, psicológica, económica o de menosprecio a sus derechos. El fin es
promover e implementar disposiciones orientadas a la erradicación de la
violencia física, psicológica, sexual, económica o cualquier tipo de coacción
en contra de las mujeres, garantizándoles una vida libre de violencia, según
lo estipulado en la Constitución Política de la República e instrumentos
internacionales sobre derechos humanos de las mujeres, ratificados por
Guatemala.

c. LEY CONTRA EL LAVADO DE DIENRO U OTROS ACTIVOS: DECRETO


67-2001 BIEN JURÍDICO TUTELADO: La Economía Nacional, el comercio,
la industria y el régimen tributario.tiene por objeto prevenir, controlar,
vigilar y sancionar el lavado de dinero u otros activos precedentes de la
comisión de cualquier delito, y establece las normas que para este efecto
deberán observar las personas obligadas a que se refiere el artículo 18 de
esta ley y las autoridades competentes; siendo estas: Las entidades sujetas
a la vigilancia e inspección de la Superintendencia de Bancos, las personas
individuales o jurídicas que se dediquen al corretaje o a la intermediación
en la negociación de valores, las entidades emisoras y operadoras de
tarjetas de crédito, las entidades fuera de plaza denominadas off-shore
que operan en Guatemala, que se definen como entidades dedicadas a la
intermediación financiera constituidas o registradas bajo las leyes de otro
país y que realizan sus actividades principalmente fuera de la jurisdicción
de dicho país, las personas individuales o jurídicas que realicen
cualesquiera de las siguientes actividades: operaciones sistemáticas o
sustanciales de canje de cheques, operaciones sistemáticas o sustanciales
de emisión, venta o compra de cheques de viajero o giros postales,
transferencias sistemáticas o sustanciales de fondos y/o movilización de
capitales, factorajes, arrendamiento financiero, compra venta de divisas,
cualquier otra actividad que por naturaleza de sus operaciones pueda ser
utilizada para el lavado de dinero u otros activos, como se establezcan en
el reglamento. RESUMEN DE LA LEY: ¿Qué es el lavado de dinero? El
lavado de dinero (también conocido en algunos países como lavado de
capitales, lavado de activos, blanqueo de dinero, blanqueo de capitales o
legitimación de capitales) es el proceso a través del cual es encubierto el
origen de los fondos generados mediante el ejercicio de algunas
actividades ilegales o criminales (tráfico de drogas o estupefacientes,
contrabando de armas, corrupción, desfalco, fraude fiscal, crímenes de
guante blanco, prostitución, malversación pública, extorsión, trabajo
ilegal, piratería y últimamente terrorismo). El objetivo de la operación, que
generalmente se realiza en varios niveles, consiste en hacer que los fondos
o activos obtenidos a través de actividades ilícitas aparezcan como el fruto
de actividades legítimas y circulen sin problema en el sistema financiero.
¿Para qué fue creada esta ley? La siguiente ley fue creada en nuestro país

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por el compromiso que este tiene con los tratados internacionales que este
ha firmado y ratificado, comprometiéndose con ello a controlar y sancionar
el lavado de dinero y otros activos, con el fin de proteger la economía
nacional y el sistema financiero guatemalteco. Es obligación del Estado
proteger la formación del capital, ahorro e inversión y crear las condiciones
adecuadas para promover la inversión en el país de capitales nacionales y
extranjeros para lo cual creó las siguientes disposiciones legales. Esta ley
en su capítulo primero articulo 1 nos dice cuál es el objeto de la ley que es
la de prevenir, controlar, vigilar y sancionar el lavado de dinero y otros
activos provenientes de la comisión de cualquier delito y establece las
normas que deberán cumplir las personas que se mencionan en el artículo
18 del esta misma ley. En su capítulo segundo nos habla sobre el delito, los
responsables y de las penas, en su sección primera en el artículo 2 nos dice
que cometen este delito las personas que inviertan, transfieran o realicen
cualquier transacción financiera, administren, posean, tengan, utilicen,
oculten o impidan la determinación de la verdadera naturaleza u origen del
dinero o bienes, teniendo el conocimiento de que la adquisición de estos es
de la comisión de algún delito. También nos indica en su artículo 3 que si
este delito es cometido por un extranjero éste da lugar a la extradición del
mismo de forma activa o pasiva de conformidad con la ley vigente. La
sección segunda nos habla de los responsables y las penas nos dice que el
que cometa este delito será sancionado con prisión de 6 a 20 años, tendrá
que pagar una multa igual a los bienes, instrumentos o productos objetos
del delito, el comiso, la pérdida o destrucción de los instrumentos para su
comisión y el pago de costas y gastos procesales y la publicación de la
sentencia en por lo menos 2 de los medios de comunicación social escritos
de mayor circulación en el país y si es extranjero además de la pena que se
le otorgue se le impondrá la pena de expulsión de territorio nacional
después de que haya cumplido con la anterior. Además se establece que si
es una persona jurídica la que comete el delito, la ley se aplicara sin
importar la responsabilidad penal. el papel que estos desempeñen en la
empresa y además se le cobrar una multa de $10,000.00 a $625,000.00
dólares de los Estados Unidos Americanos o su equivalente en moneda
nacional y si este vuelve a reincidir se le cancelara su personalidad jurídica
de forma efectiva, también se le impondrá la misma pena que a la persona
individual y si es una persona jurídica sujeta a la vigilancia de la
Superintendencia de Bancos, el juez notificará al órgano superior la
sentencia condenatoria respectiva. También se le considera responsables a
los que participan en la conspiración o proposición para cometer este
delito solo que su pena es rebajada a una tercera parte y se le aplicaran las
demás penas accesorias. La pena se agravara si este delito es cometido por
un funcionario o empleado público. La sanción se aumentará una tercera
parte, las penas accesorias y se le impondrá la pena accesoria de
inhabilitación especial para el cumplimiento de un cargo por el doble del
tiempo de la pena privativa de libertad. Los bienes serán decomisados por
el Estado a no ser que pertenezcan a un tercero no responsable de la
comisión del delito. En su capítulo tercero sección primera nos habla del
procedimiento y nos indica que en la persecución de los delitos y en la
aplicación de las penas se llevará a cabo el procedimiento señalado por el

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Código Procesal Penal para los delitos de acción pública. Y que por la
naturaleza de los delitos que ésta contempla se realizará el curso del
procedimiento preparatorio del proceso penal con reserva según lo que
establece la Constitución Política de la República. La sección II habla sobre
las providencias cautelares que pueden ser dictadas por juez o tribunal que
tenga conocimiento del caso en cualquier tiempo sin notificación ni
audiencia previa, cuando lo requiera el Ministerio Publico pero este deberá
ser conocido y resuelto por un juez o tribunal inmediato. Nos indica que el
Ministerio Publico puede ordenar la incautación, embargo o inmovilización
de bienes, documentos y cuentas bancarias. Que los bienes, productos o
instrumentos objeto de medidas cautelares quedan bajo la custodia del
Ministerio Publico o de la persona que este designe. Las providencias
cautelares pueden ser revisadas, revocadas o modificadas en cualquier
tiempo por un juez o tribunal cuando sea requerido, además el juez pude
permitir el uso temporal de los bienes en comiso a las autoridades que
tienen conocimiento del caso siempre no se pueda encontrar al dueño
legítimo de éstos; y para que les sean devueltos debe de cumplir con los
requisitos de tener legítimo derecho respecto a los bienes, no poder ser
imputado en la comisión del delito y entre otros. Se establece que las
personas obligadas son las que se encargan de las transacciones
monetarias y las que se encuentran bajo la vigilancia de la
Superintendencia de Bancos. Éstas personas están obligadas a ejecutar
normas y programas para el control idóneo para evitar el mal uso de sus
servicios, tienen prohibida la apertura de cuentas anónimas, siempre se
debe tener conocimiento de la identidad de las terceras personas que
realizan transacciones en sus instituciones, además se deben de actualizar
los datos y mantener un registro por lo menos de 5 años después del cierre
de esas transacciones. Toda persona está obligada a declarar lo que
transporta dentro y fuera del territorio nacional en los puertos de entrada y
salida llenando el formulario correspondiente, que las personas obligadas
tienen la obligación de hacer conocer las transacciones irregulares o
sospechosas a la Intendencia de Verificación Especial (I V E), que no puede
hacer de conocimiento público las transacciones que esos realizan, salvo a
un tribunal o al Ministerio Público si estos se lo solicitan. Están obligadas a
dar información a la IVE cuando ésta la solicite, se deben tener siempre
copias de los registros. Se exime de toda culpa a las personas que brinden
información siempre en cumplimiento de la ley y la sanción que reciben
estos si no cumplen con lo que la IVE le solicita, la multa es de $10,000.00 a
$50,000.00 dólares o su equivalente en moneda local y con el
cumplimiento de la obligación omitida por éstos. También la ley estipula lo
referente a la creación y funcionamiento de la Intendencia de Verificación
Especial, ésta es creada dentro de la Superintendencia de Bancos y es la
encargada de velar por el objeto, cumplimiento de la ley y de su
reglamento. Algunas de las funciones de la Intendencia de Verificación
Especial que son: ❖ Requerir o recibir de las personas obligadas toda la
información relacionada con las transacciones financieras, comerciales o
de negocios que puedan tener vinculación con el lavado de dinero y otros
activos. ❖ Analizar la información obtenida para confirmar la existencia de
transacciones sospechosas, elaborar y mantener los registros y estadísticas

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necesarias para el desarrollo de sus funciones. ❖ Proveer al Ministerio
Público cualquier asistencia requerida en el análisis de información que
posea. ❖ Imponer las multas correspondientes. La I V E al igual que el
Ministerio Público y cualquier otra autoridad competente pueden solicitar
y prestar asistencia a las autoridades competentes de otros países para:
recibir los testimonios o tomar declaración a las personas; presentar
documentos judiciales; efectuar inspecciones e incautaciones, etc.
También estas entidades podrán prestar y recibir asistencia administrativa
de otras autoridades competentes de otros países. Todas las personas que
trabajan para dicha institución tienen la obligación de guardar reserva de
las transacciones bancarias y financieras, salvo para fines estadísticos. Las
multas que está recibe son destinados en un 50 % para la capacitación del
personal y el otro 50 % para incrementar su presupuesto. La ley estipula
que el Intendente de Verificación Especial es el encargado de la dirección
de la I V E junto con el personal necesario para su operatividad. El
Intendente debe cumplir con unas calidades que la ley establece como: ❖
Ser guatemalteco de los comprendidos el Art. 144 de la Constitución de la
República. ❖ Ser mayor de treinta años. ❖ Ser de reconocida
honorabilidad. ❖ Encontrarse en el goce de sus derechos civiles. Además
se establece que hay personas que no pueden ser nombrados para este
cargo como los dirigentes de organizaciones de carácter político, gremial,
empresarial o sindical, los ministros de cualquier culto o religión, los
parientes dentro del cuarto grado de parentesco del presidente,
vicepresidente, etc. El Intendente nombrado por la Junta Monetaria, a
propuesta de la Superintendencia de Bancos. Si este por cualquier motivo
se ausenta temporalmente será sustituido por el funcionario que el
Superintendente de Bancos designe y este posee derecho de antejuicio.
Por último se encuentran las disposiciones finales que estipulan que el
reglamento debe ser creado por la Superintendencia de Bancos a través de
la I V E dentro de los 60 días siguientes a la vigencia de la ley y ser
sometida a consideración y conocimiento del Presidente de la República
para su aprobación. La Intendencia de Verificación Especial iniciará
operaciones dentro de los 180 días de la fecha de la vigencia de la ley, ésta
prevalecerá sobre cualquier otra ley anterior o posterior con relación a la
misma materia.

d. LEY CONTRA LA DEFRAUDACION Y EL CONTRABANDO


ADUANEROS: esta ley fue creada considerando que el gobierno de la
Republica ha adoptado disposiciones tendientes a la reestructuración y
perfeccionamiento del sistema aduanero del país, siendo indispensable
para complementarlas emitir las medidas que permitan el control efectivo
del contrabando y defraudación en el ramo aduanero, asi como combatir
eficazmente la corrupción, que durante muchos años se ha agudizado en la
internación y egreso de mercancías, a efecto de que las mismas ingresen
por las vías legalmente establecidas y se cancelen los tributos
correspondientes. Establece un listado de acciones consideradas como
delitos y las penas a imponer.

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e. LEY CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA: tiene por objeto
establecer las conductas delictivas atribuibles a los integrantes y/o
participantes de las organizaciones criminales; el establecimiento y
regulación de los métodos especiales de investigación y persecución penal
así como todas aquellas medidas con el fin de prevenir, combatir,
desarticular y erradicar la delincuencia organizada de conformidad y con
los dispuesto en la Constitución Política de la República, los tratados
internacionales suscritos y ratificados por Guatemala, y leyes ordinarias.

f. LEY CONTRA LA NARCOACTIVIDAD: DECRETO NÚMERO 48-92 BIEN


JURIDICO TUTELADO: La salud, la integridad de la persona, la economía
nacional, el comercio y la industria. Es de interés público, en protección de
la salud, se declara de interés público la adopción por parte del estado de
las medidas necesarias para prevenir, controlar, investigar, evitar y
sancionar toda actividad relacionada con la producción, fabricación, uso,
tenencia, tráfico y comercialización de los estupefacientes psicotrópicos y
las demás drogas y fármacos susceptibles de producir alteraciones o
transformaciones del sistema nervioso central y cuyo uso es capaz de
provocar dependencia física o psíquica, incluidos en los convenios y
tratados internacionales al respecto, ratificados por Guatemala y en
cualquier otro instrumento jurídico internacional que sobre ésta materia se
apruebe. RESUMEN DE LA LEY: La Ley contra la Narcoactividad estipula
que únicamente se podrá autorizar la importación, fabricación, extracción,
posesión y uso de las drogas en las cantidades estrictamente necesarias,
exclusivamente por personas legalmente facultadas, tal uso de la droga
deberá ser únicamente para el tratamiento de una enfermedad, un análisis
toxicológico, para la investigación científica o para la elaboración de algún
fármaco. También se establece que podrá autorizarse la tenencia de
drogas y estupefacientes para fines de entrenamiento canino en la Escuela
Centroamericana de Entrenamiento Canino, de la Policía Nacional Civil. El
Director de la Escuela Centroamericana de Entrenamiento Canino
conservará la droga o sustancia autorizada en custodia bajo su estricta
responsabilidad y bajo su responsabilidad. Las sustancias deberán
mantenerse bajo estrictas medidas de seguridad y se llevará un registro de
control en donde aparecerán los datos del peso, pureza, uso y pérdida por
el uso de las sustancias. Al finalizar el curso de Entrenamiento Canino, el
Director deberá presentar un informe ante un juez, detallando todo el
contenido de las sustancias que hubieren sobrado y el juez ordenará su
total destrucción. Los establecimientos que bajo autorización legal se
dediquen a trabajar con sustancias que puedan ser utilizadas como
estupefacientes o psicotrópicos, deberán contar con previa autorización
del Ministerio de Salud Pública. Se establece en la presente ley que el
Estado deberá promover los programas de desarrollo, rehabilitación y
reinserción a la sociedad de las personas dependientes de sustancias como
las drogas. Además las personas jurídicas colectivas de carácter social,
cultural o religioso contribuirán con la tarea del Estado para erradicar el
uso de drogas y promover la prevención de los delitos y consumo ilícito de
drogas. Serán imputables los autores y cómplices de los delitos
relacionados con el narcotráfico, no importando que se tratare de personas

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físicas o personas jurídicas, de igual forma tendrán que cumplir con las
penas establecidas respectivamente para cada una. Las penas a imponer a
las personas físicas son las siguientes: 1. De muerte. 2. De prisión. 3.
Multa. 4. Inhabilitación absoluta o especial. 5. El comiso, pérdida o
destrucción de los objetos provenientes del delito y de los instrumentos
utilizados para la comisión del mismo. 6. Expulsión del territorio nacional
de extranjeros. 7. Pago de costas y gastos procesales. 8. Publicación de la
sentencia condenatoria. Además se establecen penas específicas para las
personas jurídicas que incurran en delitos relacionados con el narcotráfico:
a. Multa. b. Cancelación de la personalidad jurídica. c. Suspensión total o
parcial de actividades. d. El comiso, pérdida o destrucción de los objetos
provenientes del delito y de los instrumentos utilizados para su comisión.
e. Pago de costas procesales. f. Publicación de la sentencia. Se podrá
aplicar la conmutación de la pena en el caso de cometer delitos de
narcotráfico únicamente cuando la pena no exceda de cinco años. La
conmuta se realizará fijando un mínimo de Q.5.00 como mínimo y un
máximo de Q.100.00 por cada día, tal monto variará de acuerdo a las
condiciones económicas del penado. Cabe mencionar también la forma en
que la ley regula la suspensión condicional de la pena, atendiendo este
beneficio a las características especiales del hecho o a la personalidad del
condenado que no le permitan o le sea inútil la ejecución de la pena.
Además se impondrán medidas de seguridad y corrección, las cuales se
revisarán cada año. Al momento de realizar una incautación o decomiso de
drogas; el cual consiste en la pérdida a favor del Estado de los
instrumentos de delito; se procederá a realizar todos los análisis y estudios
pertinentes para determinar la pureza, peso y otras características de la
sustancia incautada. Después de haber pasado por todo este proceso de
análisis científico, el Juez de Primera Instancia ordenará su destrucción
dentro de los 20 días siguientes a su incautación. Cuando se encontraren
plantaciones de drogas, el Ministerio Público está facultado para destruir
en el mismo lugar todas las sustancias incautadas; teniendo como base que
se conservará una cantidad razonable de la sustancia, que posteriormente
será analizada en sus propiedades y características y podrá ser utilizada
como medio de prueba. Desde el momento en que una droga o sustancia
es incautada deberá permanecer en el almacén correspondiente de la
Policía Nacional Civil, quienes serán los responsables de su traslado,
guarda y custodia. Al momento de cometer cualquiera de los delitos
tipificados dentro del marco de la presente ley, nace la obligación de
reparar el grave daño material y moral ocasionado a la sociedad, tal
obligación será de forma solidaria entre todos los responsables de la
comisión del delito, no importando si fueren personas físicas o jurídicas.
Para poder calcular el daño material y moral causado a la sociedad se
tendrá en cuenta lo siguiente: el valor de las drogas incautadas, el valor de
los bienes relacionados con el delito, la capacidad de cultivo y producción
de la sustancia, la gravedad del delito cometido y las lesiones económicas
provocadas a la sociedad por la inversión de recursos en la lucha contra el
narcotráfico. A continuación se establecen los nombres de los delitos en
que se puede incurrir al estar relacionado con actividades de narcotráfico:
1. Tránsito internacional. 2. Siembra y Cultivo. 3. Fabricación y

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Transformación. 4. Comercio, Tráfico y almacenamiento ilícito. 5. Posesión
para el consumo. 6. Promoción y fomento. 7. Facilitación de medios. 8.
Alteración. 9. Expendio ilícito. 10. Receta o suministro. 11. Transacciones e
inversiones ilícitas. 12. Asociaciones delictivas. 13. Procuración de
impunidad o evasión. 14. Encubrimiento real. 15. Encubrimiento personal.
Para poder iniciar un proceso de enjuiciamiento de los delitos
mencionados anteriormente, se aplicará el procedimiento fijado en el
Código Procesal Penal. Con el fin de crear medidas de prevención y
tratamientos contra las adicciones y acciones ilícitas vinculadas con el
tráfico de drogas se crea la COMISIÓN CONTRA LAS ADICCIONES Y EL
TRAFICO ILICITO DE DROGAS, que tendrá como objetivo principal diseñar
y ejecutar políticas y estrategias de prevención y tratamiento de las
adicciones, así como adoptar recomendaciones sobre prevención del delito
de narcotráfico, impulsando el perfeccionamiento del marco jurídico
existente relativo a los delitos de drogas y otras sustancias prohibidas.

g. LEY CONTRA LA VIOLENCIA SEXUAL, EXPLOTACION SEXUAL Y


TRATA DE PERSONAS: tiene por objeto prevenir, reprimir, sancionar y
erradicar la violencia sexual, la explotación y la trata de personas, la
atención y protección de sus víctimas y resarcir los daños y perjuicios
ocasionados.

h. LEY DE AREAS PROTEGIDAS: Tiene como principios fundamentales: el


Interés nacional, la cracion del sistema guatemalteco de áreas protegidas,
la educación ambiental y la coordinación. Los objetivos de la ley son: a.
Asegurar el funcionamiento optimo de los procesos ecológicos esenciales y
de los sistemas naturales vitales para el beneficio de todos los
guatemaltecos. B) Lograr la conservación de la diversidad biológica del
país. C) Alcanzar la capacidad de una utilización sostenida de las especies y
ecosistemas en todo el territorio nacional. D) Defender y preservar el
patrimonio natural de la nación. E) Establecer las áreas protegidas
necesarias en el territorio nacional con carácter de utilidad pública e interés
social. Es de aplicación general en todo el territorio de la República y pata
efectos de la mejor atención de las necesidades locales y regionales en las
materias de su competencia, los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural y
las Municipalidades coadyuvaran en la identificación, estudio, proposición,
y desarrollo de áreas protegidas, dentro del ámbito de su respectiva
región. El órgano de dirección y encargado de la aplicación de esta ley es el
Consejo Nacional de Areas Protegidas y su Secretaria Ejecutiva. Regula
Faltas en materia de vida silvestre y áreas protegidas asi como los delitos
de Atentado contra el Patrimonio Natural y Cultural de la Nación, Trafico
Ilegal de flora y fauna, usurpación de áreas protegidas, establece multas y
penas a cumplir.

i. LEY DE ARMAS Y MUNICIONES: DECRETO NÚMERO 15-2009 BIEN


JURÍDICO TUTELADO: La vida, la integridad física, la libertad, la seguridad
y la justicia. regula la tenencia, portación, importación, exportación,
fabricación, comercialización, donación, traslado, compraventa,
almacenaje, des almacenaje, transporte, tráfico, y todos los servicios

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relativos a las armas y las municiones. RESUMEN DE LA LEY: Debido al
crecimiento desmedido de la cantidad de armas de fuego que circulan
dentro de la sociedad guatemalteca, se hace necesario la creación de esta
ley para poder tener de cierta forma el control de las armas; decimos de
cierta forma porque se tiene control solo sobre las armas y municiones
registradas en la Dirección General de Control de Armas y Municiones
(DIGECAM) que es la dependencia del Ministerio de la Defensa Nacional
encargada de registrar la tenencia de armas de fuego y extender la
constancia correspondiente, autorizar licencias de portación, registrar las
huellas balísticas de todas las armas de fuego, y entre otras atribuciones.
Para los efectos y estudio de la Ley de Armas y Municiones, las armas se
clasifican de la siguiente forma: armas de fuego, armas de acción por gases
comprimidos, armas blancas, armas explosivas, armas químicas, armas
biológicas, armas atómicas, misiles trampas bélicas, armas
experimentales, armas hechizas y o artesanales. Esta ley nos indica que
todas las personas en Guatemala (que demuestren no tener problemas
psicológicos) tenemos derecho a tener en nuestras casas o portar armas de
fuego de las que están permitidas por la misma; inclusive los extranjeros
que viven en nuestro país (con algunas restricciones), pero también tienen
el mismo derecho que los nacionales, con la respectiva autorización de la
DIGECAM. Sin embargo también establece algunas prohibiciones para la
portación de arma de fuego, dentro de las cuales encontramos las
siguientes: • Personas menores de veinticinco años de edad. •
Personas declaradas en estado de interdicción • Personas que hayan sido
condenadas por tribunal competente por los delitos de homicidio doloso,
asesinato, secuestro, ejecución extrajudicial, robo y robo agravado,
lesiones graves y gravísimas provocadas con arma de fuego o portación
ilegal de arma de fuego. • Y los delitos establecidos en la ley de
delincuencia organizada. La obtención de la tarjeta de tenencia o de la
licencia de portación de arma, tiene un procedimiento el cual es muy
sencillo y después de haber cancelado la cuota correspondiente, podemos
hacernos acreedores de la misma, hasta por un plazo de tres años,
pudiendo renovarla llenando los requisitos específicos para la renovación.
También debemos mencionar que dentro de esta ley no está regulada la
portación de armas de fuego para los miembros del Ejército de Guatemala
y de la Policía Nacional Civil, quienes se rigen por sus propios reglamentos
internos, pero todas las armas con las que cuenten estas instituciones si
deben ser registradas en la DIGECAM, por el Ministerio de Gobernación.
Sin embargo si se deben tipificar los ilícitos penales ocasionados por
quienes porten armas y/o municiones de uso exclusivo del Ejército de
Guatemala y fuerzas del orden público del estado. Debemos destacar que
existen armas no registrables y estas son las armas blancas bélicas o de uso
exclusivo del Ejército de Guatemala, pero si deberán quedar en depósito en
las instalaciones de la DIGECAM, pero los artefactos bélicos como
explosivos y similares por su peligrosidad, deberán ser almacenados en
lugares adecuados a disposición del Ministerio de la Defensa Nacional,
para su resguardo, mantenimiento, utilización o destrucción. También esta
ley establece los requisitos que deben cumplir las personas o empresas que
compran armas debiendo estar siempre bajo el control de la seguridad de

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la DIGECAM para su transporte o traslado o bien de las dependencias con
las cuales esta coordine dichas acciones. Así mismo se hace referencia a las
armerías y a los polígonos de tiro, quienes para poder tener instalaciones
de esta naturaleza deben contar con la respectiva licencia o autorización
de la DIGECAM, previo a cumplir con los requisitos establecidos en esta
ley. Llama la atención lo rigurosa que resulta ser esta ley en cuanto a las
sanciones para los delitos de este tipo, porque impone la pena de prisión
inconmutable más el comiso de las armas, municiones o maquinaria para el
mantenimiento o la elaboración de las mismas y en el caso de
reincidencia, la pena de prisión se duplica. Y para las personas que tengan
licencia de portación de arma y cometan el ilícito en varias ocasiones, se les
cancelará la misma. Y finalmente esta ley establece que todos los pagos
que las personas individuales o jurídicas deban realizar, se harán
directamente en las cajas de la DIGECAM, los que pasaran a ser parte de
los fondos privativos de dicha institución, para sus gastos de
administración y funcionamiento.

j. LEY DE BANCOS Y GRUPOS FINANCIEROS: La presente Ley tiene por


objeto regular lo relativo a la creación, organización, fusión, actividades,
operaciones, funcionamiento, suspensión de operaciones y liquidación de
bancos y grupos financieros, así como al establecimiento y clausura de
sucursales y de oficinas de representación de bancos extranjeros.

1. LEY DE DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS: La presente


ley es de orden público y de interés social, y tiene por objeto la protección
de los derechos de los autores de obras literarias y artísticas, de los artistas
intérpretes o ejecutantes, de los productores de fonogramas y de los
organismos de radiodifusión.

2. LEY DE EQUIPOS Y TERMINALES MÓVILES: Tiene por objeto crear y


regular: 1. Un registro de los usuarios actuales y futuros de servicios de
telecomunicaciones móviles. 2. Un registro de los importadores,
vendedores y distribuidores de equipos terinales móviles. 3. Un registro
delos distribuidores y comercializadores para la venta y distribución de
tarjetas SIM en el país. 4. La restricción del uso y portación de equipos
terminale móviles que sean denunciados como robados, hurtados o
reportados como extraviados, asi como aquellos equipos que hayan sido
alterados. 5. La prohibición del uso y portación de equipos terminales
móviles y cualquier tipo de teconologia que utilice tarjetas SIM, Micro SIM
o cualquier otro tipo de equipo de comunicaciones móviles en todos los
centros de privación de libertad, carcelarios, correccionales y
penitenciarios, tanto para menores de edad como mayores de edad. 6. La
tipificación de los actos delictivos que se cometan utilizando tecnología de
comunicación o un equipo terminal móvil. Se exceptúan del ámbito de
aplicación de esta ley, los equipos terminales móviles que se encuentren
realizando itinerancia internacional o roaming internacional en alguna de
las redesy servicios de telecomunicaciones móviles que operan en el país.
En su Capitulo V se encuentran regulados los delitos, sanciones y
prohibiciones.

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3. LEY DE MIGRACIÓN: OBJETO: La presente ley tiene por objeto
garantizar un eficaz ordenamiento migratorio, regulando la entrada y
salida de nacionales y extranjeros del territorio nacional, así como la
permanencia de estos últimos dentro del mismo. Las disposiciones de la
presente ley son de orden público y su observancia se extiende a todas las
personas nacionales y extranjeras, exceptuándose a los funcionarios
diplomáticos y consulares extranjeros, a los representantes o funcionarios
de otros Estados y a funcionarios de Organismos Internacionales
acreditados en el país y sus familias, mientras permanezcan en sus
funciones quienes estarán sujetos a la ley y a las disposiciones de los
Convenios, Acuerdos o Tratados Internacionales de los que Guatemala sea
parte. Funciones que al respecto le correspondan a través de la Dirección
General de Migración, la cual depende de dicho Ministerio. DELITOS:
COMETE EL DELITO DE INGRESO ILEGAL DE PERSONAS. COMETE EL
DEITO DE TRANSITO ILEGAL DE PERSONAS. COMETE EL DELITO DE
TRANSPORTE DE ILEGALES. COMETE EL DELITO DE OCULTACION DE
ILEGALES. COMETE EL DELITO DE CONTRATACION DE ILEGALES

4. LEY DE PROBIDAD Y RESPONSABILIDADES DE FUNCIONARIOS Y


EMPLEADOS PUBLICOS: tiene por objeto crear normas y procedimientos
para transparentar el ejercicio dela administración publica y asegurar la
obervancia estricta de los preceptos constitucionales y legales en el
ejercicio de las funciones publicas estatales, evitar el desvio de los
recursos, bienes, fondos y valores públicos en perjuicio de los intereses del
estado; establecer los mecanismos de control patrimonial de los
funcionarios y empleados públicos durante el ejercicio de sus cargos, y
prevenir el aprovechamiento personal o cualquier forma de
enriquecimiento ilícito de las personas al servicio del estado y de otras
personas individuales o jurídicas que manejen, administren, custodien,
recauden e inviertan fondos a valores públicos, determinando la
responsabilidad en que incurran.

5. LEY DE PROPIEDAD INDUSTRIAL: Esta ley tiene por objeto la


protección, estimulo y fomento a la creatividad intelectual que tiene
aplicación en el campo de la industria y el comercio y, en particular, lo
relativo a la adquisición, mantenimiento y protección de los signos
distintivos, de las patentes de invención y de modelos de utilidad y de los
diseños industriales, asi como la protección de los secretos empresariales y
disposiciones relacionadas con el combate de la competencia desleal. La
propiedad industrial es la rama de la propiedad intelectual que protege las
creaciones en el campo comercial e industrial. Entre las entidades
mundiales que protegen la propiedad intelectual se encuentra: la
Organización mundial de propiedad intelectual y la organización mundial
del comercio. Los temas que tiene la ley de propiedad industrial son los
siguientes: Signos distintivos: estos tienen por objeto identificar
productos, servicios, empresas y establecimientos de unos con otros; entre

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ellos están: la marca, el nombre comercial, emblema, expresión o señal de
publicidad y denominación de origen geográfica.
Patentes de invención: que dan legalidad al invento, siendo este la
creación intelectual del ser humano, el cual es novedoso y debe ser
aplicable a la industria. Modelo de utilidad: que son las mejoras o
innovaciones que se le hacen a un producto ya creado.
Diseños industriales: Que son las combinaciones de líneas y colores que le
dan un aspecto propio a un producto.
Secreto Empresarial: Conjunto de fórmulas e informaciones necesarias
para crear un producto y es prohibido revelar
Competencia desleal: son prácticas o actividades que comete un
comerciante en contra de la buena fe y la verdad sabida, dañando a otro
comerciante.

6. LEY DE TABACOS Y SUS PRODUCTOS: esta ley fue creada considerando


que es necesario dar mayores facilidades a los fabricantes de cigarrillos y
productores de tabaco para elcumplimiento de sus obligaciones
tributarias, las que por estar contenidas en diversas leyes y disposiciones
dificulta su aplicación y además es conveniente asegurar el ingreso
tributario de esta actividad económica. Contiene sanciones y faltas
administrativas.

7. LEY NACIONAL DE ADUANAS: Tiene por objeto establecer


procedimientos y disposiciones complementarias aduaneras, infracciones
aduaneras administrativas y sus sanciones. Contiene el recurso de Revisión
el cual se encuentra regulado en el articulo 51, que remite al Recauca, ya
que el recurso que se encuentra establecido en esa ley, también procede
contra las resoluciones o actos que emita la autoridad aduanera, que
causen agravio al destinatario de la resolucion, en relación con los
regímenes, tramites, operaciones y procedimientos regulados en el código
aduanero uniforme centroamericano y su reglamento. Asi también
establece una serie de delitos que puede cometer cualquier persona que se
dedique a la importación de mercadería, esto en el CAPITULO6, SECCION
I, donde regula las Reformas a la Ley Contra la Defraudación y el
Contrabam¿ndo Aduaneros.

8. LEY PARA PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL DE LA


NACIÓN: tiene por objeto regular la protección, defensa, investigación,
conservación y recuperación de los bienes que integran el patrimonio
cultural de la Nación. Corresponde al Estado cumplir con estas funciones
por conducto del Ministerio de Cultura y Deportes.

9. LEY DE EXTINCIÓN DE DOMINIO: NATURALEZA DE LA EXTINCIÓN DE


DOMINIO. •No es una pena, ni accesoria, ni principal •Su ámbito es más
amplio que el del delito •Es una consecuencia patrimonial de las
actividades ilícitas (antijurídicas), que consiste en la pérdida del derecho de
dominio a favor del Estado sin contraprestación, ni compensación de
naturaleza alguna para su titular. •Es jurisdiccional, sólo un juez puede
declarar que por el irregular carácter de la misma, el titular no es

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merecedor de protección constitucional alguna. Es una acción pública. •Es
una acción directa. •Es una acción autónoma. •No hace parte del poder
punitivo del Estado contra una persona, por lo que no se le pueden
trasladar las garantías constitucionales referidas al delito. AUTÓNOMA Y
ESPECIAL. Derecho nuevo: Tanto sustantivamente como procesal y
probatorio es un Derecho especial y exclusivo; es independiente de los
Derechos, sustantivos y procesales, Penal, Civil, Mercantil u otras materias
jurídicas. Se sustancia y declara al margen de la gravedad del hecho
punible y de la responsabilidad penal personal; únicamente considera la
vinculación, nexo o relación entre el bien o derechos accesorios y las
causales enumeradas. No aplican las normas o los principios relativos a la
pena o a la culpabilidad como el Dolo, la Proporcionalidad, la Ofensividad,
la Relación de causalidad penal, de Intervención Mínima, etc. Tampoco el
Derecho Probatorio penal. ES ESPECIAL •No es una acción penal, civil o
administrativa, es sui generis: procedimiento propio, expedito y normas
especiales. •El proceso penal no puede invocarse como asunto prejudicial
para que proceda o no la acción de extinción. •No está regido por las
mismas garantías y principios a que se encuentra sujeto el proceso penal y
la acción penal. •Se ejerce independientemente de las resultas del proceso
penal (absolución, prescripción, extinción de la acción penal). •Se limitan
las nulidades, oposiciones, excepciones, incidentes como posibilidades
dilatorios o entorpecedoras del proceso... y se determina el momento
procesal oportuno para resolverlas. •No cabe Casación –aunque sí el
Amparo- SE TRASMITE A TERCEROS Y HEREDEROS: •Persigue bienes de
Terceros y Herederos no responsables de las actividades delictivas pero
beneficiados Una persona beneficiada es el heredero o tercero que no
habiendo participado en la actividad ilícita se beneficia de ella. •Ej. La
empleada del servicio a quien el narcotraficante coloca bienes a su
nombre. •El menor de edad que hereda de su padre bienes de procedencia
ilícita. ES EXTRATERRITORIAL: EXTRATERRITORIAL: Puede intentarse
contra bienes que se encuentren en el extranjero, adquiridos por
nacionales producto de actividades ilícitas y por bienes que se encuentren
en territorio nacional en caso de actividades ilícitas o condenas proferidas
en el extranjero. ES JURISDICCIONAL •ESJURISDICCIONAL–Solo un juez
o tribunal puede declararla. •LA RESOLUCIÓN ES DECLARATIVA-
CONSTITUTIVA: Declara que dado el carácter irregular de la propiedad,
esta no merece la protección constitucional, después de determinar la pre-
existencia de las actividades ilícitas o delictivas, las causales y su nexo de
relación con los bienes. ES REAL Y DE CONTENIDO PATRIMONIAL.
•Procede contra cualquier derecho real, principal o accesorio, se inicia y
desarrolla en relación con bienes concretos y determinados. NO ES
SANCIÓN PENAL, ES AUTÓNOMA:
•Noesunapenaprincipalniaccesoria.Esunaconsecuenciapatrimonialdelasac
tividadesilícitasoantijurídicas.Ynorequieredeclaracióndeculpabilidad.
•Tiene un objeto propio, causales independientes, características
particulares y procedimiento propio. PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD
PROBATORIA. 1. Quien está en mejores condiciones de probar, debe
aportar la prueba (Convenciones internacionales). 2. Valoración según
grado probatorio de la Balanza de probabilidades o de la Preponderancia

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de la Prueba (se decide a favor de lo que es más probable que lo contrario)
3. Introducción taxativa de la Prueba Indiciaria o Circunstancial (Convenios
internacionales-Derecho probatorio). ES GARANTISTA. •SE PROTEGEN
DERECHOS DE TERCEROS DE BUENA FE (Sin culpa ni simulación).
•Aunque es un término jurídico conocido, sobre todo en el ámbito civil y
mercantil, debe definirse conforme a la finalidad y el fundamento de la
LED: Tercero de buena fe, es el propietario o poseedor de los bienes,
ganancias o instrumentos adquiridos, capaz de garantizar y demostrar que
la adquisición es lícita y ha cumplido con su deber de vigilancia de la cosa, y
que no se trata de negocio simulado para ocultar el origen ilícito o
delictivo, o el verdadero propietario, su destino…RETROSPECTIVA: Debe
partirse de la necesidad de resolver el conflicto de leyes, que ocurre cuando
un hecho o una situación ocurre bajo una determinada ley, pero se
consolida durante la vigencia de una ley nueva, para solucionar tal
situación en principio debe acudirse al principio de la: •Irretroactividad:
según el cual la ley regula situaciones y hechos ocurridos a partir de su
vigencia. Excepcionalmente se habla de: •Ultractividad: La ley derogada
continúa regulando situaciones nacidas bajo su imperio.

10. LEY DE ACCESO A LA INFORMACIÓN PUBLICA: Tiene por objeto: 1.


Garantizar a toda persona interesada, sin discriminación alguna, el derecho
a solicitar y a tener acceso a la información publica en posesión de las
autoridades y sujetos obligados por la presente ley. 2. Garantizar a toda
persona individual el derecho a conocer y proteger los datos personas de lo
que de ella conste en archivos estatales, asi como de las actualizaciones de
los mismos. 3. Garantizar la transparencia de la administración publica y de
los sujetos obligados y el derecho de toda persona a tener acceso libre a la
información publica. 4. Establecer como obligatorio el principio de máxima
publicidad y transparencia en la administración publica y para los sujetos
obligados en la presente ley. 5. Establecer, a manera de excepción y de
manera limitativa, los supuesto en que se restrinja el acceso a la
información publica. 6. Favorecer por el Estado la rendición de cuentas a
los gobernados, de manera que puedan auditar el desempeño de la
administración publica. 7. Garantizar que toda persona tenga acceso a los
actos de la administración publica. Dentro de su contenido se encuentra el
Recurso de Revisión que es un medio de defensa jurídica que tiene por
objeto garantizar que en los actos y resoluciones de los sujetos obligados
se repeten las garantías de legalidad y seguridad jurídica. La máxima
autoridad de cada sujeto obligado será la competente para resolver los
recursos de revisión interpuestos contra actos o resoluciones de los sujetos
obligados referidas en esta ley, en materia de acceso a la información
pública y habeas data.

11. LEY DE CONTRATACIONES DEL ESTADO: La compra, venta y


contratación de bienes, suministros, obras y servicios que requieran los
organismos del Estado, sus entidades descentralizadas y autónomas,
unidades ejecutoras, las municipalidades y las empresas públicas estatales
o municipales, se sujetan a la presente ley y su reglamento. Las donaciones
que a favor del Estado, sus dependencias, instituciones o municipalidades

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hagan personas, entidades, asociaciones u otros Estados o Gobiernos
extranjeros, se regirán únicamente por lo convenido entre las partes. Si
tales entidades o dependencias tienen que hacer alguna aportación, a
excepción de las municipalidades, previamente oirán al Ministerio de
Finanzas Públicas. En lo relativo a lo dispuesto en convenios y tratados
internacionales de los cuales la República de Guatemala sea parte, las
disposiciones contenidas en la presente ley y reglamentos de la materia, se
aplicarán en forma complementaria, siempre y cuando no contradigan los
mismos.

12. LEY EN MATERIA DE ANTEJUICIO: tiene por objeto crear los


procedimientos para el trámite de las diligencias de antejuicio que, de
conformidad con el ordenamiento jurídico, se promuevan en contra de los
dignatarios y funcionarios a quienes la Constitución Política de la República
[* y las leyes *] conceden ese derecho; su ámbito de aplicación, su
tramitación y efectos.

13. LEY PARA PREVENIR, SANCIONAR, Y ERRADICAR LA VIOLENCIA


INTRAFAMILIAR: La violencia intrafamiliar, constituye una violación a los
derechos humanos y para los efectos de la presente ley, debe entenderse
como cualquier acción u omisión que de manera directa o indirecta causare
daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o patrimonial, tanto en el
ámbito público como en el privado, a persona integrante del grupo
familiar, por parte de parientes o conviviente o exconviviente, conyuge o
exconyuge o con quien se haya procreado hijos o hijas. La presente ley
regulará la aplicación de medidias de protección necesarias para garantizar
la vida, integridad, seguridad y dignidad de las victimas de violencia
intrafamiliar. Asimismo tiene como objetivo brindar protección especial a
mujeres, niños, niñas, jóvenes, ancianos y ancianas y personas
discapacitadas, tomando en consideración las situaciones especificas de
cada caso. Las medidas de protección se aplicaran independientemente de
las sanciones específicas establecidas por los códigos penal y procesal
penal, en el caso de hechos constitutivos de delito o falta. Ademas de las
contenidas en el artículo 88 del código penal, los tribunales de justicia,
cuando se trate de situaciones de violencia intrafamiliar, acordaran
cualquiera de las siguientes medidas de seguridad. Se podrá aplicar más de
una medida: a) Ordenar al presunto agresor que salga inmediatamente de
la residencia común. Si resiste, se utilizara la fuerza pública. b) Ordenar la
asistencia obligatoria a instituciones con programas terapéutico-
educativos, crados para ese fin. C) Ordenra el allanamiento de la morada
cuando, por violencia intrafamiliar, se arriesgue gravemente la integridad
física, sexual, patrimonial o psicológica de cualquiera de sus habitantes. D)
Prohibir que se introduzca o se mantengan armas en la casa de habitación,
cuando se utilicen para intimidar, amenazar o causar daño a alguna de las
personas integrantes del grupo familiar. E) Decomisar las armas en
posesión del presunto agresor, aun cuando tenga licencia de portación. F)
Suspenderle provisionalmente al presunto agresor, la guarda y custodia de
sus hijos e hijas menores de edad. G) Ordenar al presunto agresor
abstenerse de interferir, en cualquier forma, en el ejercicio de la guarda,

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crianza y educación de sus hijos e hijas. H) Suspenderle al preseunto
agresor el derecho de visitar a sus hijos e hijas, en caso de agresión sexual
contra menores de edad. I) Prohibir, al presunto agresor que perturbe o
intimide a cualquier integrante del grupo familiar. J) Prohibir el acceso del
presunto agresor al domicilio permanente o temporal de la persona
agredida y a su lugar de trabajo o estudio. K) Fijar una obligación
alimentaria provisional, de conformidad con lo establecido en el Código
Civil. L) Disponer el embargo preventivo de bienes, del presunto agresor.
Para aplicar esta medida no será necesario ningún depósito de garantía. A
juicio de la autoridad judicial competente, el embargo recaerá sobre la casa
de habitación familiar y sobre los bienes necesarios para respaldar la
obligación alimentaria a favor de la persona agredida y los dependientes
que corresponda, conforme a la ley. M) Levantar un inventario de los
bienes muebles exostentes en el nucleo habitacional, en particular el
menaje de casa u otros que le sirvan como medio de trabajo a la persona
agredida. N) Otorgar el uso exclusivo, por un plazo determinado, del
menaje de casa a la persona agredida. Deberán salvaguardarse
especialmente la vivienda y el menaje amparado al régimen de patrimonio
familiar. Ñ) Ordenar, al presunto agresor, que se abstenga de interferir en
el uso y disfrute de los instrumentos de trabajo de la persona agredida.
Cuando ésta tenga 60 años o mas o sea discapacitada, el presunto agresor
no deberá interferir en el uso y disfrute de instrumentos indispensables
para que la victima pueda valerse por si misma o integrarse a la sociedad.
O) Ordenar al presunto agresor, la reparación en dinero efectivo de los
daños ocasionados a la persona agredida, o a los bienes que le sean
indispensables para continuar su vida normal. Se incluyen gastos de
traslado, reparaciones a la propiedad, alojamiento y gastos médicos. El
monto se hará efectivo en la forma y procedimiento que la autoridad
judicial estime conveniente para garantizar que la misma sea cumplida. Las
medidas de seguridad contenidas en la presente ley, podrán ser
acompañadas de dispositivo de control telemático, para la efectiva
protección de integridad física de las victimas, por el plazo otorgado por el
juez competente en las medidas de seguridad aplicadas; dicho dispositivo
se colocará al presunto agresor al venticimiento del plazo de oposición.

14. LEY REGULADORA DEL PROCEDIMIENTO DE EXTRADICIÓN: El


procedimiento de extradición se regirá por los tratados o convenios de los
cuales Guatemala sea parte; en lo no previsto en los mismos se regirá por
la presente ley.

15. LEY PARA LA PROTECCIÓN DE SUJETOS PROCESALES Y PERSONAS


VINCULADAS A LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA PENAL:
DENOMINACION: Se crea el Servicio de protección de sujetos
procesales y personas vinculadas a la adminsitracion de justicia penal, la
cual se denomina como SERVICIO DE PROTECCION misma que funciona
dentro de la organización del Ministerio Público. ART. 1. OBJETO: El
servicio de protección tiene como objetivo esencial, proporcionar
protección a funcionarios y empleados del Organismo Judicial, de las

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fuerzas de seguridad civil y del Ministerio Público, así como a testigos,
peritos, consultores, querellantes adhesivos, mujeres víctimas de violencia,
sus hijas e hijos, así como otras personas que estén expuestas a riesgos por
su intervención en procesos penales. Tambien dará cobertura a periodistas
que lo necesiten por encontrarse en riesgo, debido al cumplimiento de su
función informativa. Art. 2 ORGANOS Y COMPETENCIAS: El servicio de
Protección se integra por el Consejo Directivo, que es el órgano superior y
encargado de diseñar las políticas generales para la protección de los
beneficiarios; y la Oficina de Protección, que es el órgano ejecutor de las
políticas generales de protección. ART. 3 Y 5 PLANES DE PROTECCION:
El servicio de protección comprende: (ART. 8) Protección del Beneficiario
con personal de seguridad; Cambio de lugar de residencia del beneficiario;
La protección con personal de seguridad de la residencia y/o lugar de
trabajo del beneficiario. Cambio de identidad del beneficiario Así mismo el
articulo 18 establece que esos beneficios o planes de protección pueden
extenderse a los familiares del beneficiario (conyuge o conviviente, hijos,
padres y hermanos)

16. LEY FORESTAL: Con la presente ley se declara de urgencia nacional y de


interés social la reforestación y la conservación de los bosques, para lo cual
se propiciará el desarrollo forestal y su manejo sostenible, mediante el
cumplimiento de los siguientes objetivos: a) Reducir la deforestación de
tierras de vocación forestal y el avance de la frontera agrícola, a través del
incremento del uso de la tierra de acuerdo con su vocación y sin omitir las
propias características de suelo, topografía y el clima; b) Promover la
reforestación de áreas forestales actualmente sin bosque, para proveer al
país de los productos forestales que requiera; c) Incrementar la
productividad de los bosques existentes, sometiéndolos a manejo racional
y sostenido de acuerdo a su potencial biológico y económico, fomentando
el uso de sistemas y equipos industriales que logren el mayor valor
agregado a los productos forestales; d) Apoyar, promover e incentivar la
inversión pública y privada en actividades forestales para que se
incremente la producción, comercialización, diversificación,
industrialización y conservación de los recursos forestales; e) Conservar los
ecosistemas forestales del país, a través del desarrollo de programas y
estrategias que promuevan el cumplimiento de la legislación respectiva; y
f) Propiciar el mejoramiento del nivel de vida de las comunidades al
aumentar la provisión de bienes y servicios provenientes del bosque para
satisfacer las necesidades de leña, vivienda, infraestructura rural y
alimentos.

7. DERECHO PROCESAL PENAL


a. DERECHOS Y GARANTIAS PROCESALES: Garantías procesales y
principios en el proceso penal guatemalteco. Conceptualización de las
garantías procesales. La Constitución Política de la República es la ley
superior, la ley fundamental, es el fundamento del ordenamiento jurídico
de una nación. Es la Constitución la que permite el nacimiento, desarrollo y

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aplicabilidad, del ordenamiento jurídico de cada ámbito del derecho. La
Constitución ha incorporado al derecho penal, determinadas garantías de
relevancia constitucional, que determinan aspectos orgánicos de la
jurisdiccional penal y del proceso penal, siendo que el derecho penal es el
instrumento jurídico por el cual el Estado ejerce uno de los poderes
fundamentales contra sus gobernados, “el poder penal”. Sintetizando lo
dicho, se puede conceptualizar que las garantías procesales,
constitucionales o adjetivas, son reglas o seguridades jurídicas originadas
por la necesidad histórico-social, de proteger a los gobernados y hacer
respetar sus derechos consagrados en la ley suprema, contra el ejercicio
arbitrario del poder penal por parte de la autoridad. Definición de las
garantías procesales. Para el profesor Barrientos Pellecer en la exposición
de motivos del Código Procesal Penal, las garantías procesales: ¨Son una
serie de derechos y garantías que protegen a la persona contra el ejercicio
arbitrario del poder penal¨. Las garantías procesales; según García
Laguardia dice que: “Son medios técnicosjurídicos orientados a proteger
las disposiciones constitucionales cuando éstas son infringidas,
reintegrando el orden jurídico…”. Al respecto es importante definir los
principios y según Ramiro Podetti citado por el licenciado Chicas
Hernández, son “las directrices o líneas matrices dentro de las cuales han
de desarrollarse las instituciones del proceso”. Cabanellas define al
principio como el “primer instante del ser, de la existencia de una
institución o grupo. Razón, fundamento, origen”. Garantías del proceso
penal reguladas en la Constitución Política de la República. La
Constitución Política de la República, en el capítulo I “de las garantías
individuales”, introdujo preceptos sobre garantías procesales, que revisten
una trascendental importancia, a tal punto que el gobernado encuentra
una amplia protección a los diversos bienes que integran la esfera de sus
derechos. Las garantías individuales de carácter procesal que regula
nuestra Constitución y que serán objeto de análisis del presente título son:
Garantía de legalidad. Regula el Artículo 17 de la Constitución de la
República de Guatemala que: “No son punibles las acciones u omisiones
que no estén calificadas como delito o falta y penadas por la ley anterior a
su perpetración” así mismo en el Artículo 1 del Código Penal, Decreto 17-73
del Congreso de la República se establece acerca “(de la legalidad). Nadie
podrá ser penado por hechos que no estén expresamente calificados como
delitos o faltas, por ley anterior a su perpetración; ni se impondrán otras
penas que no sean las previamente establecidas por la ley “, lo cual se
integra a lo regulado por nuestra constitución y a lo establecido en el
Artículo 1 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la
República, estableciendo que “No hay pena sin ley. (Nullum poena sine
lege). No se impondrá pena alguna si la ley no lo hubiere fijado con
anterioridad” así pues el Artículo 2 del citado Código, regula: “No hay
proceso sin ley. (Nullum proceso sine lege). No podrá iniciarse proceso ni
tramitarse denuncia o querella, sino por actos u omisiones calificados
como delitos o faltas por una ley anterior. Sin ese presupuesto, es nulo lo
actuado e induce responsabilidad del tribunal”. Garantía del juicio previo.
La Constitución Política de Guatemala, señala como principio en su
Artículo 12, que nadie puede ser “condenado sin haber sido citado, oído y

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vencido en proceso legal ante Juez o Tribunal competente y
preestablecido”. En el mismo sentido se pronuncia el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos de 1966 (Art. 14) y la Convención Americana
Sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de 1969 (Art.8). La
existencia de un juicio previo a cualquier condena es pues, un requisito
constitucional. Las consecuencias directas de este principio son según el
Manual del Fiscal, las siguientes: 1º. Las condiciones que habilitan para
imponer pena, así como la pena misma, han de haber sido establecidas con
anterioridad al hecho que se pretende sancionar. 2º. Toda sanción debe
haber sido fijada en una sentencia, dictada tras un juicio previamente
establecido. La inobservancia de una regla de garantía establecida a favor
del imputado, no se podrá hacer valer en su contra”. Garantía de ser
tratado como inocente. Durante el desarrollo del proceso penal el
imputado tiene el estatus jurídico de inocente, hasta que una sentencia
dictada por un juez competente, lo declare culpable. Esta presunción de
inocencia está contenida en el Artículo 14 de la Constitución y en el 14 del
Código Procesal Penal, y sus consecuencias jurídicas son: 1º. El in dubio pro
reo: La declaración de culpabilidad en una sentencia, sólo puede estar
fundada en la certeza del tribunal que falla acerca de la existencia del
hecho punible y del grado de participación del imputado. Si existiere duda
razonable, no se podrá condenar, pues esta favorece al imputado. Art. 14
Código Procesal Penal. 2º. La carga de la prueba corre a cargo de las partes
acusadoras. El imputado no necesita probar su inocencia pues constituye el
estatus jurídico que lo ampara, de tal manera que quien acusa debe
destruir completamente esa posición arribando a la certeza sobre la
comisión de un hecho punible y la responsabilidad del mismo. La carga de
la prueba corresponde al Ministerio Público y al querellante, según el caso.
3º. La reserva de la investigación: Como consecuencia del principio de
inocencia del imputado y del tratamiento como tal, la investigación debe
evitar en lo posible las consecuencias negativas que supone, a ojos de la
sociedad, el hecho de ser sometido a persecución penal. En esta línea, el
Artículo 314 establece el carácter reservado de las actuaciones y el Artículo
7 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, limita el derecho a la
información así como el de presentación de imputados ante los medios de
comunicación para salvaguardar el derecho a la presunción de inocencia y
el derecho a la intimidad. 4º. El carácter excepcional de las medias de
coerción: Las medidas de coerción limitan el derecho a ser tratado como
inocente. Por ello, sólo se justifican cuando exista un real peligro de
obstaculización en la averiguación de la verdad o peligro de fuga. Incluso
dentro de las mismas, se dará preferencia a las menos gravosas (por
ejemplo una medida sustitutiva antes que la prisión preventiva). En ningún
caso las medidas coercitivas pueden utilizarse como una sanción o pena
anticipada. Garantía del derecho de defensa. La Constitución, establece
en el Artículo 12, la inviolabilidad al derecho de defensa. La persona tiene
derecho a hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente
ser asistida por un defensor de su elección; a ser informada, si no 7 tuviera
defensor, del derecho que le asiste a tenerlo y siempre que el interés de la
justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio, gratuitamente, si
careciere de medios suficientes para pagarlo. Las principales

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manifestaciones del derecho de defensa, según el Manual del Fiscal, son:
1º. El derecho de defensa material. Es el derecho que tiene el imputado a
intervenir personalmente en el procedimiento para ejercer su defensa. De
esta forma, el imputado puede, a lo largo del procedimiento realizar las
declaraciones, hacer pedidos al fiscal o al juez, proponer por sí mismo
pruebas, etc.. En el debate tiene además el derecho a la última palabra. 2º.
La declaración del imputado. El Artículo 15 del Código Procesal Penal, en
desarrollo del Artículo 16 de la Constitución, estipula el principio de
declaración libre, por el que el imputado no puede ser obligado a declarar
contra sí, ni a declararse culpable. La declaración del imputado tiene por
finalidad básica, ser un medio de defensa material y no una fuente de
información privilegiada y absoluta, como existía en el proceso anterior.
No se puede plantear acusación, sin haberse oído al imputado, Artículo 334
del Código Procesal Penal. 3º. El derecho de defensa técnica: El Código
Procesal Penal, obliga a que la defensa técnica sea realizada por un
abogado. El imputado tiene derecho a elegir un abogado, de su confianza
o a que se le nombre uno de oficio. El Artículo 92, faculta al imputado a
defenderse por sí mismo, sin necesidad de defensor técnico. Sin embargo,
será necesaria la autorización del juez quien deberá asegurarse que el
derecho de defensa no va a ser afectado. 4º. Necesario conocimiento de
la imputación: El derecho de defensa implica el derecho de conocer los
hechos que se le imputan, tanto antes de la primera declaración (Art. 81
Código Procesal Penal), como al plantearse la acusación y al iniciarse el
debate, para de que esta manera poder defenderse sobre los mismos. El
respeto a este principio genera la obligatoria correlación entre acusación y
sentencia, por el cual no se puede condenar por hechos por los que no se
ha acusado. 5º. Derecho a tener un traductor. Si el imputado no
comprende la lengua oficial, lo cual está regulado en el Artículo 90 Código
Procesal Penal. La ley prevé en el Artículo 142, que los actos procesales se
realicen en idiomas indígenas, con traducción simultánea al español.
Garantía a un juez imparcial. Los mecanismos constitucionales y legales
existentes para asegurar la imparcialidad del juez son: 1º. La
independencia judicial: La independencia del juez es un principio
constitucional, establecido en sus Artículos 203 y 205. Al dictar sus
resoluciones, los jueces y magistrados, sólo deben atenerse a lo fijado por
la Constitución, los tratados internacionales ratificados por Guatemala y
por las leyes del país. La independencia judicial se articula en un doble
plano: Independencia del Organismo Judicial frente a los poderes del
Estado: Es independiente frente al poder ejecutivo y legislativo.
Independencia del juez frente a las autoridades del Organismo Judicial: La
independencia, no sólo se debe dar frente a los otros poderes, sino
también frente a los otros jueces y magistrados. Por ello, el artículo 205,
inciso c, establece como una de las garantías, la no remoción de
magistrados y jueces. 2º. La exigencia de un juez competente
preestablecido. Esta garantía contenida en el Artículo 12 de la
Constitución, tiene como finalidad asegurar la independencia del juez,
evitando que los poderes interfieran del estado y puedan elegir en cada
caso, al juez que convenga más a sus intereses. Quedan totalmente
prohibidos los tribunales de fuero especial. Por estas razones es de suma

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importancia la existencia de un mecanismo objetivo y no manipulable en la
determinación de la competencia de cada juez o Tribunal. 3º. El principio
acusatorio. La separación de funciones entre investigación, control de la
investigación y juzgamiento tiene como finalidad, garantizar la
imparcialidad del juez, evitando su contaminación y predisposición en
contra del imputado. Es muy difícil que la misma persona que investiga
pueda a la vez controlar que la investigación respete las garantías legales y
constitucionales y mucho menos pueda decidir objetivamente sobre la
culpabilidad o inocencia del reo. Por ello, el Código Procesal, rompiendo
con el sistema inquisitivo, delimita entre fiscal, juez de primera instancia y
tribunal de sentencia, las funciones de investigar, controlar la investigación
y dictar sentencia. 4º. La imparcialidad del juez en el caso concreto.
Todos los mecanismos anteriores, tienen por finalidad crear las
condiciones abstractas para que un juez sea imparcial. Sin embargo, puede
no ser suficiente pues el juez puede tener amistad, enemistad, prejuicio,
interés, parentesco con alguno de los sujetos procesales, pudiendo poner
en peligro la objetividad. Para ello, el Código Procesal Penal, en el Artículo
62 y la Ley del Organismo Judicial, especifican y desarrollan los
impedimentos, excusas y recusaciones. La garantía procesal de juez
imparcial, garantiza una limpia e igualitaria contienda procesal, permite al
juez desempeñar un papel de operador constitucional, (super parte); es
decir proteger la efectividad del derecho en un proceso en el que se
observen todas las garantías que lo rigen y en su resolución que dicte debe
materializarse la aplicación de la ley. Garantía de prohibición a la
persecución y sanción penal múltiple. En un estado de derecho, en base a
los principios de libertad y seguridad jurídica, no se puede permitir que una
persona pueda ser enjuiciada o sancionada repetidas veces por los mismos
hechos (non bis in idem). Lo regula y desarrolla el Código Procesal Penal en
su Artículo 17. Garantía de publicidad. La publicidad de los actos
administrativos se encuentra estipulada en el Artículo 30 de la Constitución
y la desarrolla el Código procesal penal prescribe en su Artículo 12, que
impone la publicidad del proceso, lo cual permite una mejor intervención
del imputado, el control ciudadano sobre la actividad de los jueces y
fiscales y en general mayor transparencia. Garantía de ser juzgado en un
tiempo razonable. El hecho de estar sometido a un proceso, supone un
perjuicio psíquico y económico en la persona del imputado, que se agrava
en el supuesto en el que se le imponga alguna medida de coerción. Por
todo ello, es un derecho básico el que se resuelva la situación jurídica del
sindicado en el menor tiempo posible. Dentro del Código se han regulado
importantes instituciones, siendo alguna de ellas el procedimiento
abreviado, las medidas desjudicializadoras y según el Artículo 323 del
Código, que fija un plazo para el desarrollo de la etapa preparatoria, tres
meses si el sindicado se encuentra bajo la medida de coerción de prisión
preventiva y seis meses si se encuentra en libertad mediante medida
sustitutiva. Garantía de la limitación estatal a la recolección de
información. Dentro de los fines del proceso penal esta la averiguación de
la verdad o de la acción realizada por la persona que se adecua a la descrita
en alguna norma jurídica sustantiva, calificada como delito o falta, así
como el grado y participación del imputado. Estos fines no son absolutos,

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están limitados al respeto de los derechos humanos individuales
contenidos en la Constitución y las leyes. Las principales limitaciones a la
recolección de información son: 1º. El derecho a no declarar contra sí ni
contra parientes. Este principio se encuentra recogido en la Constitución
en su Artículo 16. 2º. Ineficacia de interrogatorio judicial. Este principio se
encuentra regulado en el Artículo 9, párrafo segundo de la Constitución,
que dicta que: “El interrogatorio extrajudicial carece de valor probatorio,
siendo las autoridades judiciales las únicas competentes para interrogar a
los detenidos o presos. 3º. Inviolabilidad de la vivienda. (Artículo 23 de la
Constitución). El ingreso a la vivienda solo se admite con autorización
judicial competente o en los supuestos de urgencia tasados por la ley. 4º.
Inviolabilidad de correspondencia y libros. El Artículo 24 de la
Constitución, preceptúa que solo podrá revisarse la correspondencia y
libros en virtud de resolución judicial firme. 5º. Secreto de comunicaciones
telefónicas, radiofónicas cablegráficas y otros productos de tecnología
moderna. Artículo 24 de la Constitución. 6º. Limitación al registro de
personas y vehículos, garantía regulada en el Artículo 25 de la
Constitución, que impone que el registro solo lo podrán hacer elementos
de las fuerzas de seguridad, debidamente uniformados y del mismo sexo
que el registrado. De acuerdo al Artículo 183 del Código Procesal Penal, la
información obtenida vulnerándose estos principios se considerará prueba
prohibida y no podrá valorarse. Garantía del debido proceso. Se
contempla en la Constitución Política de la República de Guatemala en el
Artículo 12, que: “Nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos,
sin haber sido citado, oído y vencido en proceso legal ante juez o
tribunal…” haciendo referencia al debido proceso que además se
encuentra contemplado en el Artículo 4, de nuestro Código Procesal Penal
que refiere a este principio regulando “…un procedimiento llevado a cabo
conforme a las disposiciones de este código y a las normas de la
constitución, con observancia de las garantías previstas para las personas y
de las facultades y derechos del imputado o acusado. El debido proceso es
llevado a cabo en el momento mismo en que se manifiesta la acción penal
a través de “cualquier indicación que señale a una persona como posible
autor de un hecho punible o de participar en él, ante alguna de las
autoridades de la persecución penal”, según Artículo 71 del Código
Procesal Penal, siendo esto lo que conocemos como actos introductorios,
administrando justicia pronta. Pero respetando, claro está, los derechos,
garantías y recursos que la ley le otorga al sindicado en el ejercicio de su
defensa. Garantía de transparencia. Siendo un deber del Estado de
Guatemala: “Garantizarle a los habitantes de la República la vida, la
libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la
persona” como lo regula la constitución en el Artículo 2, es importante que
el desempeño del órgano jurisdiccional este dotado de transparencia para
que prevalezca la justicia, es así como en el mismo cuerpo legal pero en su
Artículo 203, se regula que: “La justicia se imparte de conformidad con la
Constitución y las leyes de la República. Garantía a los límites a la
investigación. El Artículo 6 de la Constitución, regula que: “Ninguna
persona puede ser detenida o presa, sino por causa de delito o falta y en
virtud de orden librada con apego a la ley por autoridad judicial

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competente. Se exceptúan los casos de flagrante delito o falta”, a su vez el
Artículo 16 del mismo cuerpo legal establece que dentro del proceso penal:
“Ninguna persona puede ser obligada a declarar contra sí misma, contra su
cónyuge o persona unida de hecho legalmente, ni contra sus parientes
dentro de los grados de ley” y no podrá dictarse un auto de prisión sin que
preceda información de haberse cometido un delito y sin que concurran
motivos racionales suficientes para creer que la persona detenida lo ha
cometido o participado en él, como lo regula el Artículo 13 de nuestra
Constitución. Garantía de la acción penal. El Artículo 251 de la
Constitución Política regula esta garantía fundamental dentro del sistema
de justicia penal, atribuyendo al Ministerio Público el ejercicio de la acción
penal pública, lo que lo faculta para perseguir penalmente los delitos de
acción pública. Es una garantía, pues está determinado
constitucionalmente, quién es el órgano encargado de investigar las
acciones delictivas, teniendo como pretensión fundamental, alcanzar los
fines del proceso penal. El Ministerio Público debe aplicar en su actuación
los principios y garantías constitucionales y ordinarias que rigen el proceso
penal y de esta forma alcanzar la justicia y la paz social. Es importante
indicar que existen otras garantías procesales, inmersas en la Constitución
Política de la República, que también dirigen o fundamentan el
procedimiento penal, como lo son: Artículo. 5.- La libertad de acción.
Toda persona puede hacer lo que la ley no prohíbe. Artículo. 7.-
Notificación de la causa de detención. Toda persona detenida deberá ser
notificada inmediatamente, en forma verbal y por escrito, de la causa que
motivó su detención, autoridad que la ordenó y lugar en el que
permanecerá. Artículo. 8.- Derechos del detenido. Todo detenido deberá
ser informado inmediatamente de sus derechos, en forma que le sean
comprensibles, y que puede proveerse de un defensor. Artículo. 9.-
Interrogatorio a detenido o preso. Las autoridades judiciales son las
únicas competentes para interrogar a los detenidos o presos. Esta deberá
practicarse en un plazo que no exceda de veinticuatro horas. El
interrogatorio extrajudicial carece de valor probatorio. Artículo. 10.-
Centro de detención legal. Los centros de detención, arresto o prisión
provisional, serán distintos a aquellos en que han de cumplirse las
condenas. Artículo. 11.- Detención por faltas e infracciones. Por faltas o
por infracciones a los reglamentos no deben permanecer detenidas las
personas cuya identidad pueda establecerse mediante documentación, por
el testimonio de persona de arraigo, o por la propia autoridad. Artículo.
13.- Motivos para dictar auto de prisión. Información de haberse
cometido un delito y motivos racionales suficientes para creer que la
persona detenida lo ha cometido o participado en él. Artículo. 15.-
Irretroactividad de la ley. La ley no tiene efecto retroactivo, salvo en
materia penal cuando favorezca al reo. Artículo. 18.- Pena de muerte. La
pena de muerte no podrá imponerse en los siguientes casos: a. Con
fundamento en presunciones; b. A las mujeres; c. A los mayores de sesenta
años; d. A los reos de delitos políticos y comunes conexos con los políticos;
y e. A reos cuya extradición no haya sido concedida bajo esa condición.
Artículo. 20.- Menores de edad. Los menores de edad que transgredan la
ley son inimputables. Artículo. 22.- Antecedentes penales y policíacos.

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No son causa para que a las personas se les restrinja en el ejercicio de sus
derechos que la Constitución y la ley garantizan. Artículo. 28.- El derecho
de petición. Los habitantes de la república de Guatemala tienen derecho a
dirigir, individual o colectivamente, peticiones a la autoridad, la que está
obligada a tramitarlas y deberá resolverlas conforme a la ley. Garantías
procesales reguladas en el Código Procesal Penal. El Decreto número 51-
92 del Congreso de la República, Código Procesal Penal, que entro en
vigencia el 1º de julio de 1994, regula y desarrolla las garantías individuales
de carácter procesal de jerarquía constitucional, que siendo fundamentales
no se contemplaban por legislaciones anteriores. Las garantías procesales
que se encuentran reguladas en el mencionado Código son: La garantía
criminal. Artículo 1 y 2. No hay pena sin ley. (nullum crime sine lege).
Esta garantía procesal, prohíbe imponer pena alguna si la ley no la hubiere
fijado con anterioridad. Se refiere esta “anterioridad”, a la perpetración de
la acción calificada previamente en la ley como delito o falta. Esta garantía
consiste en la protección que tiene toda persona que no puede ser
sancionada por conductas que no estén calificadas previamente como
delito o falta en la ley penal y que sea previa a su comisión, se encuentra
regulada en el Artículo 2 de nuestro Código Procesal Penal. La garantía
penal, (nullum poena sine lege). Se desarrolla está garantía en base a que
cualquier persona sindicada de la comisión de un hecho señalado como
delito o falta no se le podrán imponer más penas, que aquellas que se
encuentren previamente establecidas por la ley penal a la comisión de
este, se encuentra establecida en el Artículo1 del Código Procesal Penal. La
garantía jurisdiccional. Es otra protección regulada en diversas normas,
del Código Procesal Penal, en sus Artículos 2, 4 y 7 en la cual se establece el
juzgamiento y decisión de las causas penales a jueces preestablecidos
previamente a la comisión del delito o falta; esta garantía se encuentra
relacionada con la garantía de juez natural ya que no se podrá juzgar a
nadie ante un juez o tribunal que no sea por los designados para el efecto
por la ley penal. La garantía procesal. Artículo 2. No hay proceso sin ley.
¨ No podrá iniciarse proceso ni se tramitarse denuncia o querella, sino por
actos u omisiones calificados como delitos o faltas por una ley. Sin ese
presupuesto, es nulo lo actuado e induce en responsabilidad del tribunal.¨
La garantía de ejecución. Esta garantía protege a las personas de que una
vez resuelta su situación jurídica y establecida su responsabilidad en la
participación en la comisión de un hecho delictivo con el pronunciamiento
de una sentencia por un tribunal competente para ello le corresponderá en
única instancia a los jueces de ejecución la ejecución de la misma en los
lugares destinados para el efecto. La garantía de imperatividad del
proceso. Contemplada en el Artículo 3 del Código Procesal Penal que
regula: “Los tribunales y los sujetos procesales no podrán variar las formas
del proceso, ni la de sus diligencias o incidencias” así mismo podemos
complementar la norma con lo que se encuentra regulado en el Artículo 52,
de la Ley del Organismo Judicial, Decreto 2-89 del Congreso de la
República que regula: “El Organismo Judicial no está sujeto a
subordinación alguna... sólo a la Constitución Política de la República de
Guatemala y a las leyes” lo que garantiza un procedimiento preestablecido
para su aplicación. Garantía de juicio previo. Se establece según Figueroa

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Sarti: “El juicio previo es desarrollado en los Artículos 2, 3 y 4 del Código
Procesal Penal, para que pueda juzgarse a las personas se requiere de un
procedimiento establecido con anterioridad. Las formas del proceso no
podrán variar y nadie podrá ser condenado o sometido a medida de
seguridad y corrección sino en sentencia firme. Juicio y sentencia son
utilizados como sinónimos, por que la sentencia es el juicio del tribunal
fundado en ley anterior al hecho del proceso”. La garantía de protección a
los fines del proceso. Esta garantía se consagra en el Artículo 5 del Código
Procesal Penal, preceptúa los fines del proceso encontrándose como tales
a la averiguación de un hecho señalado como delito o falta, el establecer
las circunstancias en las que este pudo haberse cometido, la
individualización del autor, así como el establecimiento de los medios que
pueden determinar su participación, contemplando el pronunciamiento de
una sentencia y la ejecución de la misma. Garantía de posterioridad del
proceso. Esta garantía está regulada en el Artículo 6 del Código Procesal
Penal, se refiere a que solo después de cometido un hecho punible o una
acción calificada en la ley como delito, se iniciará proceso en contra del
autor o partícipe de la acción delictiva. Garantía de Independencia e
imparcialidad judicial. El Artículo 7 del Código Procesal Penal, regula que
el juzgamiento y decisión de las causas penales se llevará a cabo por jueces
imparciales e independientes, sólo sometidos a la Constitución y a la ley.
Según Figueroa Sarti “el juez no es un sujeto procesal neutro, está del lado
de la justicia y su tarea es alcanzarla en sus decisiones”. Garantía de
exclusividad jurisdiccional. Esta garantía se puede resumir así: Para
conocer de un asunto, el Órgano Jurisdiccional debe haber sido creado por
la ley y estar en funciones y tener competencia preestablecida. Nadie
puede ser extraído del juez designado por la ley antes de la acción de la
causa. Artículo 7, párrafo segundo del Código. Garantía del juez natural.
La norma contenida en el Artículo 7, del Código Procesal Penal, consagra la
garantía de juez natural, principio en virtud del cual nadie puede ser
juzgado por comisión, tribunal o juez especialmente nombrado para el
caso, sino exclusivamente por órganos jurisdiccionales preestablecidos que
tienen la función de aplicar, integrar e interpretar las leyes en los casos
concretos. Es absoluta la prohibición de “juzgamiento fuera del poder
judicial”. Garantía de la independencia del Ministerio Público. El
Ministerio Público, como institución, goza de plena independencia para el
ejercicio de la acción penal y la investigación de los delitos. Esto implica
que el Ministerio Público no está subordinado a ningún otro órgano estatal.
Art. 8 del Código Procesal Penal. Garantía de la fundamentación. Esta
garantía impone a los jueces y magistrados que administran justicia que ¨
Los autos y las sentencias contendrán una clara y precisa fundamentación
de la decisión, su ausencia constituye un defecto absoluto de forma ¨.
Contenida en el Artículo 11 Bis del Código Procesal Penal. Toda resolución
judicial carente de fundamentación viola el derecho constitucional de
defensa y de la acción penal. Garantía de la obligatoriedad, gratuidad y
publicidad. La función de los tribunales en los procesos penales es
obligatoria, gratuita y pública. Salvo casos excepciones regulados en la ley,
por ejemplo la reserva de las actuaciones, regulada en el Artículo 12 y 314
del Código Procesal Penal. Garantía de indisponibilidad. Esta garantía

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consiste en la prohibición de los tribunales de renunciar al ejercicio de su
función y de que los interesados puedan recurrir a un tribunal distinto del
competente, reforzando de esta manera la garantía del juez natural;
regulada en el Artículo 13 del Código Procesal Penal. Garantía de ser
tratado como inocente. Esta garantía determina el estatus jurídico del
sindicado durante el desarrollo del proceso penal, la norma citada regula:
“Todo procesado será tratado como inocente durante el proceso, hasta
que sea declarado culpable mediante sentencia firme debidamente
ejecutoriada”, según lo estipulado en el Artículo 14 del Código Procesal
Penal. Garantía in dubio pro reo. La ley impone: “En caso de duda esta
favorece al imputado”. Esto obliga al Ministerio Público a probar con plena
certeza que el acusado es responsable de la acción que se le imputa. La
duda es la falta de certeza de destruir la presunción de inocencia, por lo
que en caso de existir duda la resolución o sentencia deberá ser
absolutoria. Esta garantía está contenida en el Artículo 14 párrafo
segundo, Código Procesal Penal. Garantía de declaración libre. El
imputado no podrá ser obligado a declararse culpable y deberá contar con
toda la libertad para responder a las preguntas; regulada en el Artículo 15
del Código Procesal Penal. Según Figueroa Sarti: “Dada la inclinación a la
búsqueda de la aceptación de los hechos atribuidos mediante métodos
coactivos o violentos, o que en un estado de derecho deben rechazarse
como formas de averiguación de la verdad, la declaración del imputado es
un medio de defensa, más que un medio de prueba”. Garantía al respeto a
los derechos humanos. El Artículo 16 del Código Procesal Penal
preceptúa: “Los tribunales y autoridades que intervienen en los procesos,
deben cumplir los deberes que imponen la Constitución de la República y
tratados internacionales sobre derechos humanos”. Garantía de única
persecución. Esta garantía le asegura a la persona que no podrá ser
perseguida penalmente más de una vez por un mismo hecho, por el cual ya
fue procesado. Esta garantía regulada en el Artículo 17 del Código Procesal
Penal, establece la prohibición a la persecución penal múltiple, simultánea
o sucesiva por un mismo hecho, debiendo existir para considerar una
violación a esta garantía una identidad en persona, objeto y de causa.
Garantía de cosa juzgada. Esta garantía regulada en el Artículo citado,
regula que ¨ Un proceso fenecido no podrá ser abierto de nuevo, excepto el
caso de revisión ¨, y este recurso solo podrá ser utilizado solo en beneficio
del condenado. Este recurso tiene especial legitimación, pues aún el
Ministerio Público está obligado a plantearlo a favor del imputado cuando
concurran los motivos de su procedencia. Sin embargo puede existir un
segundo proceso, en uso de nuevas circunstancias que beneficien al
condenado, siendo el caso del recurso de revisión. Apunta Binder
refiriéndose a las condiciones en las que puede violarse esta garantía que:
“En primer lugar se debe tratar de la misma persona, en segundo lugar, se
debe tratar del mismo hecho, en tercer lugar debe tratarse del mismo
motivo de persecución. Estas tres correspondencias se suelen identificar
con los nombres latinos de eadem persona, eadem res, eadem
causapetendi”. Garantía de la continuidad del proceso. El Código acoge
esta garantía y estipula, “No puede suspenderse, interrumpirse ni hacerse
cesar un proceso, en cualquiera de sus trámites, salvo los casos

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determinados por la ley expresamente”. Dentro de los casos determinados
en la ley que pueden suspender un proceso, se encuentran la clausura
provisional, la suspensión condicional de la persecución penal, la
declaración de rebeldía o la interrupción del debate por las causas
determinadas en la ley. Estipulada en el Artículo 19 del Código Procesal
Penal. Garantía de defensa. Esta garantía de jerarquía constitucional es
acogida por el Código, y la preceptúa de la siguiente manera: “La defensa
de la persona o de sus derechos es inviolable en el proceso penal. Nadie
podrá ser condenado sin antes haber sido citado, oído y vencido en
procedimiento preestablecido y ante tribunal competente, en el que se
hayan observado las formalidades y garantías de ley”. Contenida en el
Artículo 20 del Código Procesal Penal. Garantía de igualdad en el
proceso. Quienes se encuentren sometidos a proceso, gozarán de las
garantías y derechos que la Constitución y las leyes establecen, sin
discriminación. Cualquier discriminación que sufra el sindicado durante la
tramitación del proceso penal, es considerada como una violación a esta
garantía; la cual está consagrada en el Artículo 21 del Código Procesal
Penal. Garantía de seguridad y certeza jurídica. El Estado de Guatemala,
constitucionalmente garantiza a los habitantes de la República, la justicia y
la seguridad jurídica de la persona. Entendemos por seguridad jurídica
según Ossorio: “Una condición esencial para la vida y el desenvolvimiento
de las naciones y de los individuos que la integran. Representa la garantía
de la aplicación objetiva de la ley, de tal modo que los individuos saben en
cada momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones sin que la
arbitrariedad o mala voluntad de las autoridades puedan afectarles sus
derechos y causarles perjuicio. A su vez la seguridad limita y determina las
facultades y los deberes del los poderes públicos. Como es lógico la
seguridad jurídica sólo se logra en los estados de derecho.”. La garantía de
certeza jurídica, suele confundirse con la seguridad jurídica, siendo que
estas garantías se encuentran íntimamente ligadas, se complementan, es
difícil la búsqueda de certeza sin la ayuda de la seguridad e igualmente no
se puede concebir a la seguridad sin que esta se encuentre acompañada de
certeza. Ossorio la ubica como “…clara, segura y firme convicción de la
verdad. Ausencia de dudas sobre un hecho o cosa…” además la refiere en
el ámbito procesal, como “…convencimiento que adquiere el juzgador por
lo resultante de autos; y que se traduce en la apreciación que hace de las
pruebas…”. Garantía procesal, regulada en la Ley del Organismo
Judicial. Garantía de no ser condenado en ausencia. Esta garantía es
especial, pues es un principio que rige todo el ordenamiento jurídico
guatemalteco. La ley del Organismo Judicial en el artículo 152 regula:
¨Inafectabilidad de terceros inauditos ¨, esta garantía asegura a la persona
que: ¨ La sentencia dada contra una parte, no perjudica a tercero que no
haya tenido oportunidad de ser oído y de defenderse en el proceso ¨.

b. PRINCIPIOS QUE SUSTENTAN EL PROCESO PENAL: Los principios


especiales son: Oficialidad; Contradicción; Oralidad; Concentración;
Inmediación; Publicidad; Sana Crítica Razonada; Doble Instancia; Cosa
juzgada.

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c. FINES DEL PROCESO: ARTÍCULO 5.- Fines del proceso. El proceso
penal tiene por objeto: La averiguación de un hecho señalado como delito
o falta y de las circunstancias en que pudo ser cometido, El establecimiento
de la posible participación del sindicado; El pronunciamiento de la
sentencia respectiva, y La ejecución de la misma. (Ricardo Levene) El
proceso penal contiene fines generales y específicos. Fines Generales:
Investigar el hecho que se considera delictuoso y la responsabilidad
criminal del acusado. Fines específicos: El castigo de los culpables y la
absolución de los inocentes conforme a la realidad de los hechos, y como
consecuencia de una investigación total y libre de prejuicios. La
reintegración del autor y la seguridad de la comunidad jurídica.

d. CRIMINOLOGÍA: ciencia social que estudia las causas y circunstancias de


los distintos delitos, la personas de los delincuentes y el tratamiento
adecuado para su represión. Los criminólogos estudian las pautas de
comportamiento, los factores sociales y demás circunstancias que lleven a
una persona a cometer un delito. Es una ciencia que busca la relación causa
– efecto en la explicación del fenómeno criminal. La criminología es una
ciencia humana e interdisciplinaria que tiene como objetivo el estudio del
delincuente, el lugar de los hechos, el delito, las conductas desviadas, el
control social, con relación al delito mismo, sin dejar de lado del todo a
la víctima, la cual será en todo caso objeto total de estudio de
la victimología, con el objetivo de entender al criminal y las distintas
motivaciones que lo llevaron a cometer determinados crímenes. Basa sus
fundamentos en conocimientos diversos de disciplinas y ciencias tales
como lo
sonla sociología, psicología, medicina, antropología, matemática, física y q
uímica, apoyándose de manera indirecta del derecho penal y de otras
ciencias de carácter penal o forense. Cabe destacar que es frecuente
confundir la criminología forense, que se centra en las razones de los
asesinatos con la criminalística, que lo hace en el proceso de investigación.
Las áreas de investigación criminológicas incluyen el iter criminis, la
incidencia y las formas o mecanismos de los crímenes, así como sus causas
y algunas consecuencias. Cesare Lombroso, se le considera el padre de la
criminología, ya que en sus estudios acerca de la antropología criminal,
cimentó bases y teorías que hasta nuestros días perduran, ya sea como
antecedentes o como directrices mismas de la ciencia.

e. TUTELA JUDICIAL EFECTIVA: El principio de la tutela judicial efectiva


está desarrollado limitadamente a lo establecido en los Artículos 28 y 29
que se complementa con los artículos 12 y 203 de la Constitución Política
de la República de Guatemala. Definición de la tutela judicial efectiva. El
derecho a la tutela judicial efectiva es aquél por el cual toda persona, como
integrante de una sociedad, puede acceder a los órganos jurisdiccionales
para el ejercicio o defensa de sus derechos e intereses, con sujeción a que
sea atendida a través de un proceso que le ofrezca garantías mínimas para
su efectiva realización, proporcionándole la certeza legal de que su
petición va ser recibida, analizada y resuelta por el ente encargado de
impartir justicia, agregando que el calificativo de efectiva que se le añade
le otorga una connotación de realidad a la tutela jurisdiccional, nutriéndola
de contenido, aplicando los conceptos teóricos en la práctica procesal.
Garantías que integran el derecho de la tutela judicial efectiva Derecho
de acceso a los órganos jurisdiccionales; Derecho al debido proceso;

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Decisión ajustada a derecho; Derecho a recurrir de la decisión y Derecho a
ejecutar la decisión. Derecho de acceso a los órganos jurisdiccionales El
derecho de acceso a la jurisdicción se materializa a través del derecho de
petición, que se elabora ante cualesquiera entidad administrativa, la cual
incluye por supuesto la que presta el organismo judicial a través de los
tribunales de justicia especializados en cada rama y que lleva implícito el
resultado de obtener con celeridad una resolución motivada, se encuentra
regulada en el Artículo 28 de la Constitución Política de la República de
Guatemala, pero desarrollado en forma específica en el Artículo 51 del
Código Procesal Civil y Mercantil. En síntesis, el derecho de acceso a la
justicia confiere a todos los ciudadanos, la posibilidad de presentar sus
conflictos a los tribunales competentes, someterlos a su decisión como
terceros imparciales y desde ese momento se comienza a ejercer el
derecho a la tutela judicial efectiva. Derecho al debido proceso El derecho
al debido proceso es un derecho individual de carácter fundamental
integrado por un conjunto de garantías constitucionales procesales
mínimas que permiten un proceso justo, razonable y confiable. El derecho
al debido proceso engloba una serie de garantías, que se encuentran
consagradas en los Artículos 7, 8, 9, 12, 14, 16, 17 y 29 de la Constitución
Política de la República de Guatemala. Decisión ajustada a derecho La
sentencia debe estar motivada y esta motivación se hace a través de las
argumentaciones de hecho y de derecho que expliquen las razones que
tuvo el juzgador para acoger o no la pretensión. El artículo 15 de la Ley del
Organismo Judicial que establece: “Obligación de resolver y resolverán de
acuerdo con las reglas establecidas en el Artículo 10 de esta ley. El
operador de justicia debe enmarcar su decisión, sobre los hechos que han
sido alegados en la demanda y contradichos en la contestación
correspondiente, es decir, que debe pronunciarse, sólo sobre aquellos
hechos que han sido debatidos o controvertidos por las partes en el
proceso, y sobre los cuales ha recaído la actividad probatoria de éstos,
pues si se pronuncia sobre algún hecho no expuesto por las partes en la
fase alegatoria de proceso, se configura el vicio de incongruencia positiva,
en tanto que si deja de pronunciarse sobre algún hecho controvertido en la
litis, se produce el vicio de incongruencia negativa. Derecho a recurrir de
la decisión Como se ha venido señalando, ese conjunto de actos
procesales realizados ante el órgano jurisdiccional, culmina con la decisión
que dictará el operador, en esta decisión como es lógico, habrá un ganador
y un perdedor, y precisamente aquel sujeto que resulte perjudicado con el
fallo dictado, no con los motivos de hecho y de derecho que sostienen el
dispositivo del mismo, sino con el propio dispositivo, constitucionalmente
tiene el derecho de impugnar la decisión por la vía de los recursos legales
que regula la Ley. Todo sujeto perjudicado con la decisión judicial tiene el
derecho a recurrir de la misma, activándose de esta manera el derecho o
garantía constitucional del doble grado de jurisdicción a que se refiere el
Artículo 211 de la Constitución Política de la República de Guatemala, que
constituye igualmente una manifestación de la garantía a la tutela judicial
efectiva a que se refiere el Artículo154 de la Ley del Organismo Judicial que
establece: “Interposición de recursos. Los plazos para interponer un
recurso se contarán a partir del día siguiente a la última notificación de la
totalidad de la sentencia o del auto en que se resuelva la aclaración o la
ampliación, según el caso.” Derecho a ejecutar la decisión Es cuando el
operador de justicia que por omisión, pasividad o defecto de
entendimiento, se aparta sin causa justificada de lo previsto en el fallo que

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debe ejecutarse, o se abstiene de adoptar las medidas necesarias para su
ejecución, cuando le sean legalmente exigibles, desconoce la garantía a la
tutela judicial efectiva a través del régimen de ejecución y efectividad en el
cumplimiento de la decisión judicial. Según lo establecido por el
Artículo156 de la Ley del Organismo Judicial, indica que: “La Ejecución.
Debe ejecutar la sentencia el juez que la dictó en primera instancia. En lo
penal se atenderá a lo que preceptúa la ley respectiva.”. De esta manera la
cosa juzgada es la calidad o atributo que dimana de la decisión judicial, la
autoridad, cuando contra ella no existen medios de ataque que permitan
modificarla, que le imprime eficacia, la cual se traduce en inimpugnabilidad
de la decisión judicial, inmutabilidad y coercibilidad, en otras palabras, la
cosa juzgada consiste en la autoridad y eficacia que alcanza una resolución
judicial, cuando contra la misma no pueden ejercerse recursos ordinarios o
extraordinarios que permitan su modificación. La tutela judicial efectiva
también supone la observancia de ciertos requisitos en los procesos de
ejecución de sentencias: a) La ejecución de la sentencias corresponde a los
Jueces y Tribunales, según las normas de competencia y procedimiento
que las leyes procesales establezcan. b) En principio, la ejecución
procederá únicamente respecto de las sentencias y demás resoluciones
ejecutoriadas, excepcionalmente, las normas procesales pueden eximir de
esta cualidad a ciertas resoluciones para que presten mérito ejecutivo. c)
La ejecución ha de cumplirse al contenido del fallo, no puede el Tribunal
apartarse sin causa justificada de lo previsto en la sentencia, y por tanto,
será nula la resolución en la que se opera la modificación. “No obstante,
podrá sustituirse la condena por su equivalencia pecuniaria o por otro tipo
de prestación, en los supuestos previstos por el ordenamiento procesal”. d)
“La resolución judicial debe ser susceptible de ejecución, esto es, que
preste mérito ejecutivo, pues de lo contrario, será preciso una actividad
adicional de las partes, a fin de lograr un título suficiente que permita la
ejecución en caso de ser necesario.”. e) Deben de adoptarse medidas
oportunas para llevar a efecto la ejecución con independencia de cuál sea
el momento en que el órgano jurisdiccional las dicta, “La tardanza excesiva
e irrazonable lesiona el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, que
también abarca el proceso ejecutivo.”. Convenios y Tratados
Internacionales que contemplan el derecho a la tutela judicial efectiva
Desde la perspectiva del derecho internacional el derecho a la tutela
judicial efectiva se encuentra consagrado en diversos tratados aprobados y
ratificados por Guatemala. Entre estos tratados encontramos los
siguientes: Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre. Esta declaración aprobada por la Novena Conferencia
Internacional Americana, en Bogotá, Colombia en 1948, expresa en su
Artículo XVIII:“Toda persona puede concurrir a los tribunales para hacer
valer sus derechos. Asimismo, debe disponer de un procedimiento sencillo
y breve por la cual la justicia la ampare contra actos de la autoridad que
viole, en perjuicio suyo, alguno de los derechos fundamentales
consagrados constitucionalmente”, en este artículo se observa claramente
el derecho de acceso a los órganos de administración de justicia que tiene
cualquier persona, el cual se encuentra consagrado en el art. 29 de la
Constitución Política de la República de Guatemala. La Declaración
Universal de Derechos Humanos.Esta declaración adoptada por la
resolución 217A (III) de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 10
de Diciembre de 1948, establece un sistema de derecho y garantías
judiciales entre las que cabe citar: “Artículo 8: Toda persona tiene derecho

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a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes que la
ampare contra actos que viole sus derechos fundamentales reconocidos
por la Constitución o por la ley.”;así mismo el Artículo 10 de La Declaración
Universal de Derechos Humanos, establece: “Toda persona tiene 20
derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial, o para la determinación
de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación
contra ella en materia penal.”;de los artículos de la Declaración Universal
de Derechos Humanos anteriormente citados, se observa la consagración
del derecho a recurrir de una decisión y el derecho a ser oída públicamente
y con justicia en condiciones de plena igualdad. Tales derechos se
encuentran reflejados en el derecho positivo guatemalteco en los Artículos
211 y 12 de la Constitución Política de la República de Guatemala. la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Específicamente el
capítulo II sobre Derechos Civiles y Políticos, suscrita en San José de Costa
Rica el 22 de Noviembre de 1969, se integra con una serie de disposiciones
de relevante trascendencia en materia de tutela jurisdiccional, entre las
que cabe destacar: “Artículo 8: Toda persona tiene derecho a ser oída, con
las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad por la
ley, en la substanciación de cualquier acusación penal formulada contra
ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.”; en el Artículo trascrito se hace
referencia a las garantías judiciales de las cuales goza toda persona ante
cualquier acusación formulada contra ella; es decir, el derecho al debido
proceso, consagrado en el Artículo 12 de la Constitución Política de la
República de Guatemala. También el Artículo 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, indica: “Toda persona tiene derecho
a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen
sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la
presente convención aún cuando tal violación sea cometido por personas
que actúen en ejercicio de funciones oficiales.”;se aprecia en el Artículo
anterior la referencia a la protección judicial por medio del derecho que
tiene toda persona contra actos que violen sus garantías a ejercer un
recurso sencillo, rápido y efectivo ante los tribunales competentes,
regulados en los Artículos 211 y 265 de la Constitución Política de la
República de Guatemala. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos suscrito en Nueva York el 19 de Diciembre de 1966, establece
en su parte II que los Estados se comprometen a garantizar: “Artículo 2:
Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente
pacto hayan sido violados, podrá interponer un recurso efectivo, aún
cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en
ejercicio de sus funciones oficiales.”; en la norma transcrita se reitera el
derecho que tiene toda persona a recurrir de la sentencia cuando se violan
sus derechos sin menoscabo de que tal violación sea cometida por
funcionarios públicos en ejercicio de sus funciones. Función de la tutela
judicial. La tutela judicial efectiva es un derecho amplio, que garantiza el
indiscutido carácter universal de la justicia y como institución jurídica
constitucional engloba una serie de derechos a saber: a) el acceso a los
órganos de administración de justicia; b) una decisión ajustada a derecho;
c) el derecho a recurrir de la decisión; el derecho a ejecutar la decisión y el
derecho al debido proceso; por tanto, al verse vulnerados uno de estos

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derechos se afecta insoslayablemente la tutela judicial efectiva
contemplada dispersamente en los Artículos 12, 29 y 203 de la
Constitución política de la república de Guatemala.

f. LA ACCION PENAL: La acción es un instituto jurídico–procesal autónomo,


por medio del cual se materializa el derecho de peticionar ante la autoridad
judicial, la actividad pública necesaria para conocer y juzgar respecto de
una pretensión jurídica por ella presentada. (Cabanellas) La acción es la
exigencia de una actividad encaminada a incoar el proceso, a pedir la
aplicación de la ley penal en el caso concreto. A través de la acción penal se
hace valer la pretensión punitiva del Estado, para imponer la pena al
delincuente, por un delito cometido. ¿Cuáles son los caracteres de la
Acción Penal? Es pública; Oficialidad; Es única; e, Irrevocable. ¿Por la
forma de su ejercicio, la acción penal puede ser? 1) Acción pública; 2)
Acción pública dependiente de instancia particular o que requiera
autorización estatal; 3) Acción Privad. (Art. 24 del CPP).

g. CODIGO PROCESAL PENAL: El proceso de reforma de la justicia penal


que vive Guatemala desde 1994, es mucho mas profundo y va mucho mas
alla que el simple cambio de un código, se trata de sentar las bases, de
construir los cimientos de un estado constitucional de derecho en un país
que camina desde 1985, por la senda de la democracia como forma de
gobierno, lo cual impone como instrumento para impartit justicia, un
modelo de proceso enal democrático sobre la base de un derecho penal
minimo, de ultima ratio, eminentemente garantista y protector de los
derechos humanos, cuya construcción necesita de la decidida participación
en todos los niveles de nuestra sociedad. Asi como la reforma técnica y
científica requiere de la participación de académicos, intelectuales y todos
los prucuradores (operadores) de la justicia penal, también se requiere la
participación de otros profesionales, de la clase política, de la sociedad
civil, de estudiantes y demás grupos sociales e instituciones, porque la
administración de justicia no es solamente problema de abogados, sino de
toda la sociedad, por supuesto que los abogados estamos mucho mas
obligados a tener una conciencia clara del problema y participar en la
propuesta de soluciones; el profesor Alberto Binder, decía con razón en la
conferencia para administradores de justicia celebrada en Washington en
1991, que esta reforma era una tarea pendiente en America Latina desde la
época de la independiencia. Guatemala llevo a cabo sus primero intentos
de reforma procesal penal, después de la emancipación política del reino
de España 1821, que había legado a todos los países hispanoamericanos, el
sistema inquisitivo propio de la organización política monárquica y
absolutista que imperaba en España en época de la colonización de
america. El movimiento político de aquella época, pretendió consolidar la
independencia haciendo cambios estructurales que permitieran la
construcción de un nuevo país con un gobernó republicano, y dentro de
esos cambios se incluia la administración de justicia. Fue el Doctoro
Mariano Galvez (ilustre jurisconsulto y presidente de la republica) quien en
el año 1836 logra la aprobación de los denominados “códigos de
Livingston” que adoptaban un modelo de justicia penal radicalmente
opuesto al imperante sistema inquisitivo; aquella visionaria y malograda
legislación iba incluso mas alla de la reforma actual, ya que adopto el
sistema de jurados con participación de la población en la impartición de la
justicia en defensa de valores y libertades que recién se habían logrado, de

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tal suerte que se ha dicho que a él –dr.Mariano Galvez- le corresponde una
de las manifestaciones mas fuertes de confianza en el pueblo de
Guatemala y fe en el sistema republicano y democrático, afianzada en la
convicción de que solo el ejercicio de un poder transparente y democrático
y el disfrute de las libertades de la republica, habrían de garantizar la
verdadera independencia de la nación que recién nacia.
Desafortunadamente para Guatemala e hispanoamerica, las
desavenencias interesadas en no conslidar el nuevo sistema, le imputaron
ser una de las causas que motivaron la revolución que terminara con ese
gobierno y de paso con la federación centroamericana, la legislación fue
abrogada y de retorno al sistema inquisitorial de la colonia. A los códigos
de Livingston le sucedió el código procesal penal de 1877, que siguió la
tendencia del sistema inquisitivo que impero durante toda la época
colonial y veintiun años después, durante el gobierno del general Jose
Maria Reyna Barrios se emite el decreto 551 de fecha 7 de enero de 1898
que contenía el nuevo código de procedimientos penales de Guatemala
que se decía segui un modelo mixto por cuanto contemplaba dos fases: la
de instrucción o sumario y la de juicio o plenaria, sin embargo, el
procedimiento se desarrollaba solamente por escrito tanto en la primera
como en la segunda fase, el juez que era el mismo en ambas, tenia amplias
facultades para prceder de oficio en todo el proceso hasta dictar sentencia,
sin importar la presencia del acusador publico o privado; la doble instancia
estaba segura aun sin necesidad del dobre recurso de apelación ya que
imperaba el sistema de la consulta al órgano superior; la valoración de la
prueba era tasada y la presentada durante el sumario servia para
fundamentar la sentencia, dándole especial importancia a la confesión del
inculpado; la prisión preventiva era regla general y existía todo un capitulo
del código que regulaba la incomunicación del procesado, con lo cual se
evidencia que se trataba de un modelo eminentemente inquisitivo, y que
se mantuvo vigente por setenta y cinco años hasta la promulgación del
decreto 52-73 del congreso de la republica, que contenía el código procesal
penal que entro en vigencia el 1 de enero de 1974, que se mantuvo con una
serie de reformas parciales y modificaciones hasta la reforma procesl que
nos ocupa; a pesar de que este código presentaba toda una estructura
forma, incluyendo principios, que lo ubicaban dentro de un modelo mixto,
su desarrollo forense fue inquisitivo. Previamente a la reforma procesal
penal que vivimos, se pueden contabilizar cinco tentativas serias por
modificar la legislación procesal penal, 2 antes de la vigencia del código
procesal abrogado y 2 despues. El 6 de septiembre de 1961, el ejecutivo
presento al confreso de la republica un proyecto de código procesal penal
elaborado por el profesor argentino Sebastian Soler y los profesores
guatemaltecos, Romeo Augusto De León y Benjamin Lemus Moran, dicho
proyecto se basaba en el texto que Alfredo velez mariconde y el propio
soler, formularon en 1937 para la provincia argentina de Córdoba, que
estaba basado en el procedimiento oral, y que para adaptarlo al medio
guatemalteco, sebastian soler propuso algunas modificaciones que, al
parecer de los profesores De León y Lemus Moran, introducían graves
desordenes en el proceso, razón por la cual hicieron cambios sustanciales
que hacían desaparece el sistema oral, finalmente no fue aprobado por el
congreso de la republica. El 5 de julio de 1973 el congreso de la republica
emite el decreto 52-73 que contenía el código procesal penal, en
sustitución del código de procedimientos penales de 1898 que elaboro el
jurista guatemalteco Hernan Hurtado Aguilar, cuya estructura formal

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aparentemente se ubica en el sistema mixto, con características muy
especiales que lo hacían único, desafiando los postulados y principios de la
dotrina procesal. Con la aprobación y entrada en vigencia del nuevo
Codigo Procesal Penal, que establece un nuevo modelo de administrat
justicia, no solo se esta cumpliendo con la constitución en cuanto a
garantizar los derechos fundamentales de las personas y preservar la
dignidad humana, sino se ha dado el salto fundamental para la reforma de
la justicia penal en Guatemala, quedando aun pendiente y con caracte de
urgente, la reforma del código penal sustantivo que es totalmente
obsoleto, por cuanto que resonde a un derecho penal peligrosista de corte
positivista con algunas instituciones de la escuela clásica, asi mismo
deviene necesario la creación de una legislación penal ejecutiva
(penitenciaria) que no existe en nuestro país, a pesar que estamos de
acuerdo con Maier y Binder al decir que no se debe ignorar que las normas,
por si solas, no operan en ningún cambio aunque sean indispensables para
ellos; será la inteligencia y la buena voluntad de los hombres encargados
de aplicarlas, las únicas armas que permitirán recuperar una administración
de justicia penal razonablemente justa, según nuestras concepciones
culturales actuales.

8. MEDIDAS DESJUDICIALIZADORAS: DESJUDICIALIZACION: La


desjudicialización es un medio para expulsar la estructura burocrática de los
tribunales de justicia y así resolver rápidamente y de manera sencilla ciertos casos
penales, destinando el proceso penal ordinario a delitos graves ya que no tiene
sentido agotar todas las fases del juzgamiento en asuntos de menor impacto
social o en los que la reestructuración de la paz social, así como la defensa contra
el delito. Facilita el acceso a la justicia, simplifica y expedita los casos sencillos.
Busca estimular la aceptación de los hechos por parte del imputado, el pago de las
responsabilidades civiles a cambio de beneficios procésales, de tal manera que la
finalidad del proceso no solo busca imponer mecánicamente una pena, sino
solucionar el conflicto tanto social como individual que ocasiona la comisión de un
delito. El código procesal penal establece 4 presupuestos en los que es posible
aplicar este principio: criterio de oportunidad, conversión, suspensión condicional
de la persecución penal, procedimiento abreviado. a) CRITERIO DE
OPORTUNIDAD: CONCEPTO: Es la facultad que tiene el MP, bajo el control del
juez, de no ejercer la acción penal debido a la escasa trascendencia social del
delito o mínima afectación del bien jurídico protegido, a las circunstancias
especiales en la responsabilidad del sindicado o cuando el imputado sufre las
consecuencias de un delito culposo. También se podrá aplicar el criterio de
oportunidad a favor de cómplices y encubridores. Objetivo: El objetivo es doble:
Por un lado la descarga de trabajo para el MP y por otro la intervención mínima del
estado en problemas que pueden resolverse a través de la conciliación entre las
partes recogiéndose de esta manera los principios humanizadores y
racionalizadores del derecho moderno penal. Supuestos: Los supuestos para la
aplicación del criterio de oportunidad se establecen en el art. 25 del CPP, y son:
Por delitos no sancionados con prisión; Delitos persegibles por instancia
particular; Delitos de acción pública con pena máxima de prisión de 5 años; Que la
responsabilidad o contribución en el delito sea mínima; Que el inculpado haya sido
afectado directa y gravemente por las consecuencias de un delito culposo y la
pena resulte inapropiada; El criterio de oportunidad se aplicará por los jueces de
primera instancia obligadamente a los cómplices o autores del delito de
encubrimiento que presten declaración eficaz contra los autores de los delitos en
señalados en el numeral 6 del art. 25 del CPP. El criterio de oportunidad no podrá

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aplicarse cuando a criterio del MP el delito puede afectar o amenazar gravemente
al interés público y a la seguridad ciudadana y cuando el delito ha sido cometido
por funcionario o empleado público en ejercicio de su cargo. Para poder aplicar el
criterio de oportunidad será necesario llenar los requisitos establecidos en el art.
25 bis del CPP: 1. Autorización Judicial, 2. Consentimiento del agraviado, si lo
hubiere. 3. Que el sindicado haya reparado el daño o exista acuerdo para la
reparación. 4. Que el sindicado no haya sido beneficiado previamente por la
abstención del ejercicio de la acción, por la comisión de un delito doloso que haya
dañado o puesto en peligro el mismo bien jurídico (art. 25 quinquies CPP). Efectos:
Si no se impugna pasado un año de su aprobación se produce la extinción de la
pena, La impugnación del criterio de oportunidad se podrá realizar que hubo dolo,
fraude, simulación o violencia para su otorgamiento o si surgieren elementos que
demuestren que la figura delictiva era más grave y que de no haberse conocido no
hubiere permitido la aplicación del criterio de oportunidad (art. 25 bis). El criterio
de oportunidad se podrá dar desde que se tiene conocimiento del ilícito hasta el
comienzo del debate (art. 286 CPP). Una vez formulada la solicitud por el MP,
síndico municipal, agraviado o imputado el juez de paz (si la pena del delito
cometido no es mayor de tres años) citará a las partes a una audiencia
conciliatoria, si se llega a un acuerdo las partes firmaran el acta la cual tiene fuerza
de título ejecutivo en acción civil, si el MP considera que procede el criterio de
oportunidad, pero el agraviado no está de acuerdo con las fórmulas de
conciliación, se podrá otorgar la conversión de la acción a petición del agraviado.
Cuando procede el criterio de oportunidad se podrá someter el conflicto a centros
de mediación (art. 25 quáter). En losmunicipios en que no hubiere ningún fiscal,
actuará como tal los síndicos municipales (art. 85 de la ley orgánica del MP).
Contra la admisión del criterio de oportunidad procede la apelación –art.404 CPP,
numeral 5). Cuando el criterio de oportunidad genere el sobreseimiento se podrá
recurrir en apelación (art. 404 CPP inciso 8) o en apelación especial (art. 415 CPP).
Cuando el juez de instancia no autoriza el criterio de oportunidad cabe la
reposición (art. 402 CPP). b) LA CONVERSION (art. 26 CPP): La conversión
supone la transformación de una acción penal de ejercicio público en un
procedimiento por delito de acción privada, ejercitada únicamente por el
agraviado. Objetivo: se pretende liberar al MP de la obligación de intervenir en los
casos en que no haya intereses públicos afectados y puedan ser tratados como
delitos de acción pública. Los supuestos para que pueda convertirse la acción los
determina el artículo 26 del CPP, y son: En los casos que cuando proceda no se
hubiera aplicado el criterio de oportunidad, Los delitos que requieran denuncia a
instancia particular (Art. 24 ter CPP) a pedido del legitimado a instar. En los delitos
contra el patrimonio a excepción del hurto y robo agravados. Para convertir el
ejercicio público en acción privada se requiere que los hechos que dieron lugar a la
acción pública no produzcan impacto social, que exista consentimiento del
agraviado. No se precisa la aceptación del imputado ni autorización del juez de
primera instancia, aunque existe un control, ya que el tribunal de sentencia que
conocerá la querella debe decidir sobre la admisión de la misma. Los efectos de la
conversión son que el MP ya no ejercerá la acción sino la víctima, y una vez
transformada la acción ya no es posible volver a la acción pública ya que al haberse
desistido la misma con anterioridad se provocó el sobreseimiento (Art. 48a CPP),
La acción se entenderá transformada cuando el tribunal de sentencia la acepte
para su trámite (ver art. 475 CPP). La ley no fija un momento procesal específico
para pedir la conversión, pero lo conveniente es realizarla al inicio del
procedimiento preparatorio, esto en base al objetivo de esta figura. La ley no
señala un procedimiento específico para la conversión. Contra la resolución que
deniega el trámite de la querella dictada por el tribunal de sentencia procede el

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recurso de apelación especial (art. 415 CPP). c) Suspensión condicional de la
persecución penal (Art. 27 CPP y 72 CP). Es el mecanismo a través del cual se
interrumpe la persecución penal, sometiendo al imputado a una serie de
condiciones durante un tiempo determinado, que si se cumplen, producen la
extinción de la persecución penal. En caso contrario, se reanudará el
procedimiento penal. El objetivo principal de esta figura es evitarle al imputado el
desarrollo de todo un proceso en su contra, cuando la consecuencia del mismo
posiblemente va a ser la suspensión de la ejecución de la condena y se otorga por
razones de economía procesal. Podrá aplicarse en los delitos cuya pena máxima
de prisión sea de cinco años y en los delitos culposos. Los requisitos que establece
el art. 72 del CP son: Que la pena consistente en privación de la libertad no exceda
de cinco años, Que el beneficiado no haya sido condenado anteriormente en
delito doloso, Que antes de la perpetración del delito el beneficiario haya
mostrado una buena conducta y ser un trabajador constante, y Que la naturaleza
del delito no revele peligrosidad y que se presuma que el agente no volverá a
delinquir. El Ministerio Público deberá acompañar a la solicitud: la aceptación de
los hechos por el imputado y los acuerdos celebrados entre las partes con respecto
al pago de las responsabilidades civiles provenientes del delito. La resolución se
dictará en una audiencia convocada para el efecto. La solicitud podrá ser verbal o
escrita, siempre fundada, y puede plantearse al juez de primera instancia durante
el transcurso de la etapa preparatoria y en el inicio de la intermedia, quien citará a
las partes para establecer su procedencia. d) Procedimiento abreviado Aunque
este es un proceso resumido, algunos autores lo colocan dentro de los
procedimientos de dejudicialización, porque tiene como fin agilizar la
administración de justicia mediante formas que permiten una decisión rápida del
juez sobre los hechos sometidos a su conocimiento. (Este tema se trata más
adelante en el tema procedimientos especiales para casos concretos).

9. DERECHO PENAL PREMIAL: En definitiva, dos han sido las principales razones
que han llevado a los diferentes Estados a plantear nuevas formas de afrontar la
delincuencia organizada tal es el caso: de la transnacionalidad real y la
transnacionalidad virtual. En Italia en los años 70 se vieron en la necesidad de dar
origen al Derecho Penal Premial, empezándose a utilizar el término Pentiti,
plural de Pentito que significa “el que se arrepiente”, normalmente son personas que
tienen un amplio conocimiento de la red criminal, en muchos casos son personas
que manejan información sobre la estructura financiera de la organización. El
nombre técnico de esta figura jurídica en el idioma italiano es la de “collaboratori di
giustizia” que significa “Colaborador con la Justicia” ya que sin esta persona el
Derecho penal premial no podría existir. El primeros beneficiados en Italia fue
Tommaso Buscetta, quien fue condenado a cadena perpetua, situación que lo
llevó a buscar la forma de fugarse de las cárceles de Italia, lo cual consiguió en
reiteradas ocasiones, refugiándose en diferentes países, pero
desafortunadamente para él, lo encontraban y lo arrestaban nuevamente;
situaciones que surgieron en reiteradas ocasiones siendo tanta su decepción que
siempre regresaba a la cárcel que llegó a tal grado de quererse suicidar pero no lo
consiguió, entonces mejor prefirió ser uno de los primeros colaboradores con la
justicia y así hacerse acreedor de los beneficios que presta el derecho Penal
Premial, otorgando información veraz acerca de casos relacionados al tráfico
ilegal de cigarrillo, al tráfico de drogas y posteriormente colabora para dar con los
responsables de dos crímenes en los cuales él había participado, logrando con ello
brindar la información suficiente para desmantelar la columna vertebral de su
organización y así poder investirle de los beneficios que otorga el Derecho penal
premial. DENOMINACIONES DEL DERECHO PENAL PREMIAL En el derecho

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penal premial, su principal objetivo es el de otorgar beneficios a las personas que
colaboran con la justicia, y que esa colaboración o información le facilite el trabajo
a las autoridades a descubrir la identidad de aquellos personas que participan en la
comisión de un delito, a los cuales se les denomina colaborador o colaboradores
eficaces. Los colaboradores brindan información eficaz y veraz con el fin de lograr
la captura y posterior sometimiento a juicio de los involucrados, siempre y cuando
sea a cambio de un “premio”, entendido éste como: “la recompensa,
remuneración de un mérito o servicio” que se da a una persona como
reconocimiento por una obra, una actividad o una cualidad”. Entre las
denominaciones más comunes o sobresalientes para esta nueva figura, y que son
adoptadas por el Derecho penal premial están las siguientes: arrepentido,
colaborador, delator, testigo principal, prueba cómplice, pentiti, colaborador
eficaz, chivato, soplón, testigo de la corona, entre otras. Estos han expandido en
el moderno derecho penal en sectores particularmente graves en donde reina la
criminalidad específicamente el crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo.
Se encuentran dos modelos de derecho penal premial el que hace referencia a los
colaboradores, arrepentido etc, que prestan información eficaz para poder dar con
los responsables de los delitos cometidos y así desvirtuar poco a poco las bandas
criminales y por el otro lado refiriéndose a los beneficios que otorga como
recompensa a la información veraz y eficaz que presta: *La figura del Derecho
penal premial (el arrepentido) entra en escena como testigo en el juicio oral y está
obligado a declarar en el mismo como condición para obtener algún tipo de
inmunidad, privilegio o beneficio que otorga el derecho penal premial y así dejar
de ser imputado (grant of inmunity)36 y convertirse en parte del proceso. Esta
figura está expuesta a un peligro especial por la banda criminal a la que delató, por
lo cual se le otorga la condición de testigo protegido, ya que después de fungir
como testigo en contra de su propia organización corre el peligro de alguna
represalia por ser un soplón es por ello que cuenta con medidas de seguridad. Así
se suele encontrar en los países anglosajones como Estados Unidos, Gran Bretaña
y Polonia el derecho penal premial. *El arrepentido interviene fundamentalmente
en la fase preparatoria e intermedia del procedimiento, esto cuando desde el
principio de su detención está dispuesto a colaborar o bien durante el proceso
desea hacerlo, colaborando con las autoridades a la persecución penal en el
esclarecimiento de los hechos y en el descubrimiento de los culpables; conducta
premiada generalmente de modo facultativo por el juez con una rebaja o incluso
con una exclusión de la pena. Este es el modelo propio de los países como
Alemania, Austria, Suiza, Holanda y también del derecho español al momento de
aplicar los beneficios que presenta la nueva corriente de Derecho penal premial”.
DEFINICIÓN DE DERECHO PENAL PREMIAL Derecho penal premial: Es aquella
persona miembro de una organización criminal, quien brinda información
relacionada a la misma y sobre la comisión de delitos, con la finalidad de que se le
otorguen beneficios en el proceso que se tramita en su contra. Derecho Penal
Premial o Sistema Penal Premial: Es Conjunto de principios y normas jurídicas
mediante las cuales el Estado por razones de política criminal, cede ante los
delincuentes miembros de una organización criminal, que aportan información
relevante para el proceso penal, a cambio se le otorgan premios. Derecho penal
Premial: La persona que ha participado en un hecho delictivo, sea o no integrante
de un grupo delictivo organizado, que preste ayuda o colaboración eficaz para la
investigación y persecución de miembros de grupo delictivo organizado, podrá
recibir los beneficios otorgados en la presente Ley. OBJETO Y NATURALEZA
JURÍDICA DEL DERECHO PENAL PREMIAL. El Objeto del Derecho penal
premial: Es descubrir a los grupos criminales organizados, establecer métodos
especiales de investigación, regular medidas para prevenir, combatir, desarticular

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y erradicar la delincuencia organizada total o parcialmente, todo esto por medio
de los beneficios que presta el Derecho penal premial ya que la responsabilidad
penal del imputado que se vuelve colaborador de la justicia, o bien las personas
que no han tenido participación en los hechos pero que también coadyuvan a las
entidades encargadas de la administración de justicia y la persecución penal, a
proporcionar datos relevantes acerca de la comisión de delitos o por medio de la
acusación de otros que han tenido participación en el hecho. Naturaleza jurídica
del Derecho penal premial: es evidente que las disposiciones, lineamientos,
ordenamientos jurídicos, así como también la adopción de medidas de seguridad
y procedimientos para enjuiciar a los responsables y ejecutar las penas aplicables a
toda actividad relacionada con el crimen organizado o delincuencia organizada
son de orden público, puesto que afectan a la colectividad y además son de interés
y observancia general. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO PENAL PREMIAL Las
características del Derecho penal premial, se estudian luego de haber detenido a
las personas involucradas en el hecho y que estas personas estén en toda la
disposición y voluntad de colaborar proporcionando información veraz y eficaz
para dar con su estructura criminal, volviéndose posteriormente en un
colaborador eficaz en donde ya con más amplitud del caso se puede analizar lo
que a continuación se presenta como lo es: el delito, delincuente, grupo delictivo
organizado, grupo estructurado, conducta desviada, prevención del delito y
disuasión del delincuente. Delito: Se deriva del verbo latino delinquere, que
significa abandonar, apartarse del buen camino, alejarse del sendero señalado por
la ley, en otras palabras esla persona que viola la ley sustantiva aquella que regula
lo relativo a los delitos, faltas y sanciones. Es una de las características que da
origen al nacimiento del Derecho penal premial siempre y cuando el detenido
colabore eficazmente, debido a que esta nueva corriente del Derecho penal
necesita la colaboración de las personas involucradas en la ejecución de dicho
delito tipificado dentro de la norma legal, y posteriormente que se dé con la
captura de todos los responsables. Delincuente: “Sujeto que ha cometido un acto
sancionado como delito por la ley penal”. Es aquél que transgrede la ley penal
cometiendo un delito y se clasifican en delincuentes, asesinos, ladrones violentos
y cínicos, delincuentes sexuales, violadores, estupradores, raptores, psicópatas
sexuales incluso terroristas. A los cuales después de su captura se arrepienten y
desean ayudar a los Órganos Jurisdiccionales, y así poder ser favorecidos con los
beneficios que presta el Derecho penal premial a cambio de la rebaja de la pena,
de la no persecución penal u otorgarles el criterio de oportunidad, siendo este otro
de los factores que diferencia al Derecho penal premial. Grupos delictivos
Organizados: Se considera grupo delictivo organizado u organización criminal,
(específicamente en Guatemala) a cualquier grupo estructurado de tres o más
personas, que exista durante cierto tiempo y que actué concertadamente, con el
propósito de cometer uno o más de los delitos siguientes: a) De los contenidos en
la Ley Contra la Narcoactividad; b) De los contenidos en la Ley contra el Lavado de
Dinero u otros activos; c) De los cometidos en la Ley de Migración; d) De los
contenidos en la Ley para la Prevenir y Reprimir el Financiamiento del Terrorismo;
e) De los contenidos en el Código penal como el peculado, fraude, evasión,
asesinato, terrorismo, entre otros. Son delitos que están tipificados en las normas
legales y no necesariamente es imperativo que se le haya asignado a sus
miembros funciones formalmente definidas ni haya continuidad en la condición
de miembro o exista una estructura desarrollada, con miras a obtener, directa o
indirectamente, un beneficio económico y otro beneficio de orden material para
motivar aquellas personas a que ejecuten un delito. El Derecho penal premial uno
de sus objetivos significativos es la destrucción o minimización de los grupos
delictivos así como también la minimización de los delitos; ya que la idea del

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legislador fue premiar a uno o varias de las personas que se ven involucradas en la
comisión del delito y que colaboran con información y así poder eliminar los
grupos delictivos a través del Derecho penal premial y otorgar beneficios al
colaborador eficaz. Conducta desviada: Este concepto surge en los Estados
Unidos y engloba no solo delitos, sino conductas que transgreden cualquier norma
de carácter social o de cualquier otra índole, y no únicamente a los delitos de
carácter penal. En el caso de la conducta desviada, la transgresión no
necesariamente tiene que ser violenta, propiamente dicha, por lo que es de
carácter social por lo que las conductas delictivas como las violentas que no llegan
a serlo; habría que englobarlas como conductas desviadas. Siendo conductas
desviadas las siguientes: El crimen, El suicidio, Los desordenes mentales, El
alcoholismo etc. Prevención del delito y la Disuasión del delincuente: Estas dos
definiciones van íntimamente ligadas, toda vez que, prevenir equivale a disuadir al
infractor potencial con la amenaza del castigo. En esencia, la definición de
Prevención del delito: implica la reducción o la eliminación de los hechos
delictivos que de otra manera hubiesen ocurrido. Todo esto por medio de la
creación de la nueva corriente el Derecho penal premial que trata de combatir,
prevención y disuadir la eliminación de crímenes, por medio de la colaboración de
sus integrantes para con la justicia y tarde o temprano dar con los responsables de
los delitos. PRINCIPIOS QUE RIGEN EL DERECHO PENAL PREMIAL Estos
principios surgen a raíz de las definiciones que se aportan de lo que es el Derecho
Penal Premial, en sí se entiende por principios aquellas fuentes a las cuales se
debe acudir para que los jueces puedan decretar las resoluciones finales
(sentencias) siempre y cuando existan lagunas de la norma legal o bien no se
pueda aplicar la analogía, desprendiendo los siguientes principios desde el punto
de vista de la colaboración que presta el sindicado y se desprenden los siguientes
en base: Eficacia: La información que brindará el colaborador tiene que ser de
gran magnitud, verídica, valorativa y por consiguiente pueda ayudar a dar con los
responsables de los hechos delictivos así como también con las organizaciones
criminales, para que de esta forma se pueda hacer acreedor de los beneficios que
presta el Derecho penal Premial como un premio por la ayuda que ha prestado con
el objetivo de desarticular a todas las bandas de criminales que imperan en los
países; el colaborador también debe aportar las suficientes pruebas para llevar a
juicio a los miembros de las estructuras criminales, a efecto de que no queden
impunes los delitos que cometieron. Oportunidad: La información que vaya a
proporcionar el colaborador debe obtenerse de manera oportuna, y capturar tanto
a los miembros como también a los cabecillas de la organización criminal, para
que al momento de dar con ellos se obtengan los decomisos suficientes que
fueron o serán producto de la comisión de algún delito, y por consiguiente
incriminarles varios de los delitos de los cuales son culpables y todo esto para la
recolección de las evidencias que se puedan recabar en el lugar de detención.
Proporcionalidad: El beneficio que presta el Derecho penal Premial hacia el
colaborador por la información veraz y eficaz que otorgó a las autoridades
jurisdiccionales debe ser recompensada con un beneficio pero este debe ser en
forma proporcional a la eficacia, importancia y veracidad de la información que
haya aportado durante el proceso penal, de esta forma el Ministerio Publico en el
caso de Guatemala pueda solicitar al Juez los beneficios a los cuales se ha hecho
acreedor por la ayuda que prestó, haciendo del conocimiento del juez que fue lo
que se le ofreció es decir que beneficio en específico, dentro del compromiso que
firmó el detenido. Comprobación: En este apartado se considera que no es
suficiente la simple declaración del colaborador, sino por el contrario hacer que su
testimonio debe de ser verificable y comprobable con otros medios de
investigación científicos como escuchas telefónicas, análisis de cámaras de video,

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informes periciales y de las telefonías nacionales, es decir que en este caso el
Ministerio Público en el caso de Guatemala nuevamente, compara las pruebas de
los indicios con la declaración que presta el sindicado y comprobar si está diciendo
la verdad o por el contrario está desviando las investigaciones que se tienen.
Formalidad: Es necesario suscribir un acuerdo de colaboración en forma escrita, el
cual debe firmar el agente fiscal del Ministerio Público, el sindicado y su abogado
defensor, para que al momento de la detención de la organización o bien de las
personas que han participado en los delitos y comprobada eficazmente la
colaboración se exhiba al juez el acuerdo al que había llegado el Ministerio Publico
con el sindicado y de esta forma el juez otorgue ya legalmente cualquiera de los
beneficios que otorgue el derecho penal premial. La declaración del colaborador
es ante un juez competente en calidad de prueba anticipada, que es de manera
voluntaria, espontánea y con el compromiso de hablar con la verdad. Control
judicial: El juez competente ya en sentencia luego de calificar la declaración del
sindicado y comprobar que realmente fue un medio de ayuda para dar con las
bandas criminales de manera rápida, éste tiene la facultad de autorizar o
modificar los beneficios que presta el Derecho penal premial de forma
proporcional con la colaboración, o bien, el beneficio que mejor se adecue a su
colaboración ya que la ley contempla el respeto a la independencia judicial.
Revocabilidad: Consiste en que los beneficios que se le han otorgado a una
persona ya en sentencia y que goza de ellos por haber fungido como colaborador
eficaz dentro de un proceso, los cuales pueden ser revocados, siempre y cuando
no vuelva a cometer otro delito en el plazo al doble de la pena máxima por el
delito que se le sindique, caso contrario perderá el beneficio y siendo penado
nuevamente por los delitos cometidos. O bien cuando se compruebe que el
sindicado ha mentido, ha sido falsa su declaración o se niega a cumplir con los
compromisos que suscribió en el acuerdo. FINALIDAD DEL DERECHO PENAL
PREMIAL La finalidad que busca el derecho penal premial es que a cambio de la
información que proveen, a los pentiti o colaboradores eficaces se les otorgue
sentencias más cortas por los crímenes que hayan cometido y en algunos casos
otorgarles hasta incluso la libertad. Dentro del sistema judicial italiano, los pentiti
obtienen protección personal, proveyéndoles un nuevo nombre y algo de dinero
para comenzar una nueva vida en otro lugar, normalmente en el extranjero, para
prevenir todo aquello de las represalias de las organizaciones criminales en contra
de ellos y de su familia. Esta práctica es muy común en países como los Estados
Unidos. Otra de las finalidades que busca el Derecho penal premial es dar con las
personas que han cometido hechos delictivos, pudiendo estos delatar a la
organización criminal de la que forman parte, para que los órganos jurisdiccionales
descubran las estructuras de dicha organización, logrando agilizar los procesos
penales, y por último como se mencionaba anteriormente brindar seguridad a los
delatores así como también otorgarles los beneficios que esta corriente presta a
las personas que colaboran dando la información veraz a los órganos
jurisdiccionales o a la institución que necesita información para las investigaciones
tratando de desaparecer las organizaciones delictivas, o bien la disminución de los
delitos. RESULTADOS QUE PERSIGUE EL DERECHO PENAL PREMIAL El
Derecho penal premial, busca localizar el porqué o para qué de los beneficios que
se les otorgan a las personas que colaboran con la justicia, es decir cuál es el
resultado que persigue al negociar el Estado reducción de penas a cambio de
información. Se ha estipulado que el colaborador brinde información esencial para
evitar que se continúe con la comisión de delito, así como también a que ayude a
esclarecer los hechos de los cuales tiene conocimiento, investigando y
proporcionando información útil y suficiente para probar la participación de otros
imputados, siempre que la conducta del colaborador facilite y evite la

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continuación de los delitos, valorando la información brindada, y los controles que
tenga paraconsiderar su fiabilidad, pues no es de extrañar la existencia de falsos
arrepentidos que tengan como finalidad desviar una investigación. Debe ser una
información importante que tenga incidencia sobre el proceso de investigación y
que le permita a la autoridad competente llegar a dar con los superiores
jerárquicos del aparato del poder organizado, su funcionamiento, los elementos,
bienes, recursos con que se cuenta para delinquir. El integrante o los integrantes
del aparato del poder organizado no serán castigados de la misma forma que los
superiores de determinada organización, teniendo como beneficio la rebaja de las
penas en dado caso que aporten información suficientes para la aprehensión de
otros integrantes del aparato del poder organizado o bien cuando la información
que hayan aportado pase a formar medios de convicción suficientes para llegar a
dar con los superiores de dicha organización y poder desmantelar la misma. Se
considera que la colaboración ha permitido que el sistema de justicia cuente con la
información adecuada para iniciar y desarrollar las diferentes investigaciones
contra integrantes del crimen organizado, pese a existir el sistema integral de
protección de testigos. Si el Estado a través de sus funcionarios, no planifica una
estrategia de protección de testigos, entonces puede decirse que el tema de la
colaboración eficaz no interesa, ya que las personas interesadas en acogerse a
ciertos y determinados beneficios contemplados en la ley, no tienen ninguna
seguridad ni tampoco alguna medida de protección con la que puedan
resguardarse. Es evidente que la colaboración eficaz ha permitido que el sistema
de justicia cuente con la información adecuada para iniciar y desarrollar las
diferentes investigaciones contra integrantes del crimen organizado. Por ello cabe
mencionar que corresponde al sector Justicia aislar a los testigos y redoblar las
medidas de protección y seguridad, para evitar nuevos crímenes y para promover
e incentivar a la población a que denuncie en caso de que tenga conocimiento de
hechos ilícitos cometidos o que están por cometerse. En un sentido muy amplio, el
derecho penal premial, busca resultados por medio de su finalidad, la de otorgar
beneficios a todas aquellas personas que tuvieron en un momento oportuno
influencia o conocimiento del manejo de los hilos del aparato de poder organizado
y posteriormente a su detención pasan a brindar información eficaz para poder
llegar a desvirtuar un aparato de poder organizado a cambio del otorgamiento de
un beneficio o un premio como doctrinariamente lo llama el derecho penal
premial como prestación a la conducta post delictual realizada por dicha persona o
dichas personas. En definitiva, la configuración de esa relación en el proceso penal
y la necesidad de proteger bienes jurídicos esenciales como lo es la vida, la
libertad, la integridad y la seguridad de aquellas personas sometidas
objetivamente a una situación de riesgo o de peligro por la posición adoptada en
el proceso, es uno de los resultados que busca esta corriente del Derecho penal
premial la protección de los bienes jurídicos tutelados ya que es problemático para
todas aquellas personas que desean acogerse a este tipo de beneficios. En
conclusión el resultado que persigue el derecho penal premial es otorgar
determinados beneficios a imputados que presten suficiente información para
poder desvirtuar un aparato de poder organizado, ya que Los resultados que
persigue el derecho penal premial son: Ayudar, Cooperar o Auxiliar a la justicia en
la investigación de todos aquellos delitos relacionados con la criminalidad
organizada. INTRODUCCIÓN DEL DERECHO PENAL PREMIAL EN EL
PROCESO PENAL GUATEMALTECO. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL
DERECHO PENAL PREMIAL EN GUATEMALA. En
Guatemala no estaba regulado específicamente en ninguna ley, lo único que
estaba establecido en la legislación guatemalteca era el Criterio de Oportunidad,
este fue el primer y único medio en Guatemala que puede estar relacionado con el

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Derecho penal premial. En Guatemala, el Congreso aprobó la reforma a la Ley
contra la Delincuencia Organizada, Decretos No. 17-2009, No. 23-2009 entrando
en vigencia el 2 de Agosto de 2006, fue propuesta por la Comisión Internacional
Contra laImpunidad siendo su impulsor el Doctor Carlos Castresana Fernández,
reforma que hace referencia a la Colaboración Eficaz en el Proceso Penal bajo el
epígrafe Derecho Penal Premial. Esta nueva ley por medio de la corriente del
Derecho penal premial establece que quienes colaboren con el desmantelamiento
de alguna organización criminal a la que pertenezcan podrán solicitar una rebaja
de la pena, suspensión condicional de la condena, la libertad vigilada y seguridad.
Sin embargo a este beneficio, no tienen derecho los jefes, cabecillas o dirigentes
de organizaciones que hayan sido acusados de genocidio, desaparición forzada,
ejecución extrajudicial, tortura u otros delitos de lesa humanidad, la normativa
dispone que el colaborador deberá entregar a la justicia todos los bienes
obtenidos en sus actividades delictivas a cambio de recibir beneficios, siendo esta
una herramienta que ayudará a dar con los autores materiales e intelectuales de
las organizaciones. El Derecho penal premial tienen restricciones específicas como
en el caso de los delitos cometidos por genocidio, desaparición forzada,
ejecuciones extrajudiciales, tortura y delitos contra deberes de humanidad, que
por su calidad de delitos crueles, NO generan beneficios a través del Derecho
penal premial aún así hayan prestado información eficaz debido al gran impacto
social que ocasionan esos delitos. De igual forma, se deniega toda clase de
beneficios que sean regulados por cualquier otra ley así como lo es el caso del
criterio de oportunidad, suspensión condicional de la persecución penal o
sobreseimiento, a los Jefes, Cabecillas o Dirigentes de Organizaciones Criminales.
En el presente punto es necesario ver la diferencia que existe entre colaborador
eficaz y agente encubierto, debido a que se prestan para poder ser utilizados
como sinónimos, ya que ambas personas aportan información a la fiscalía, a los
órganos jurisdiccionales o incluso a la policía, información que es de vital
importancia debido a que en ambos casos dicha información va dirigida sobre la
estructura interna como también la agenda de una red u organización criminal. La
diferencia radica en que el Colaborador Eficaz es un colaborador casual que por su
posición dentro de la estructura tiene información privilegiada por el hecho de
formar parte de esa estructura y delatar a quiénes la integran, y dar a conocer
cuáles son los recursos financieros con los que cuenta, etc. El colaborador eficaz
debe ser incentivado para que brinde esa información, es decir espera algo a
cambio de su información en este caso gozar de los beneficios que otorga el
Derecho penal premial los cuales se encuentra regulados en la ley contra la
delincuencia organizada. Por otra partetenemos al Agente Encubierto, es un
oficial o agente público que se involucra y forma parte de una organización
criminal siendo su objetivo el descubrir la forma en que opera la organización,
descubrir los hechos que han cometido o están por cometerse, y principalmente
descubrir quienes son los que conforman la organización criminal y la estructura
jerárquica de los jefes organización para que posteriormente de haber descubierto
y recolectado información se desligue de la organización a la que formó parte para
volver nuevamente a su puesto, al cual le pertenece, y luego se desmantele esa
organización completamente. FINALIDAD DEL DERECHO PENAL PREMIAL EN
GUATEMALA. La finalidad que persigue el Derecho penal premial surge cuando la
información que haya proporcionado el colaborador permita cualquiera de los
siguientes resultados siguientes: Evitar la continuidad y consumación de delitos o
disminuir su magnitud; Conocer las circunstancias en que se planificó y ejecutó el
delito, o las circunstancias en las que se viene planificando o ejecutando;
Identificar a los autores o partícipes de un delito cometido o por cometerse; o a los
jefes, cabecillas o directores de la organización criminal; Identificar a los

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integrantes de una organización criminal y su funcionamiento, que permita
desarticularla, menguarla o detener a uno o varios de sus miembros; Averiguar el
paradero o destino de los instrumentos, bienes, efectos y ganancias del delito, así
como indicar las fuentes de financiamiento y apoyo de las organizaciones
criminales; La entrega de los instrumentos, efectos, ganancias o bienes producto
de la actividad ilícita a las autoridades competentes. EL DERECHO PENAL
PREMIAL Y SU REGULACION LEGAL EN GUATEMALA La
regulación jurídica, norma todo lo relacionado con el Derecho penal premial y su
evolución histórica en Guatemala desde el punto de los beneficios que presta esta
nueva corriente del Derecho penal, lo cual conlleva al surgimiento de nuevas
figuras delictivas, la diversificación de las formas de delinquir, así como el
surgimiento de grupos organizados de criminales. En la legislación guatemalteca,
el tema del Derecho penal premial, se encuentra regulado en los siguientes
cuerpos legales: a) Constitución Política de la República de Guatemala; b) Decreto
Número 21-2006, Ley Contra la Delincuencia Organizada; c) Decreto Número 17-
73, Código Penal; d) Decreto Número 51-92, Código Procesal Penal; e) Decreto
Número 40-94, Ley Orgánica del Ministerio Público; f) Decreto Número 2-89, Ley
del Organismo Judicial; y g) Decreto Número 70-96, Ley para la Protección de
Sujetos Procesales y Personas Vinculadas a la Administración de Justicia Penal.
Constitución Política de la República de Guatemala. La Constitución Política de
la República de Guatemala establece que el Estado de Guatemala se organiza para
proteger a la persona y a la familia y su fin supremo es la realización del bien
común. Asimismo es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la
República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral
de la persona. En Guatemala se ha observado que la delincuencia organizada ha
sido como un castigo en la actualidad, colocando a los habitantes de la República
en un estado de indefensión, por su funcionamiento organizacional; por lo que se
ve en la necesidad de la creación de un instrumento legal para perseguir, procesar
y erradicar a la delincuencia organizada, pudiendo prevenir y combatir
eficazmente la delincuencia organizada transnacional y garantizar lo establecido
dentro de sus primeros dos artículos constitucionales. Ley Contra La
Delincuencia Organizada; Decreto 21-2006 del Congreso de la República de
Guatemala. Debido a que la delincuencia organizada es un flagelo que ha puesto
a los habitantes de Guatemala en un estado indefenso, se hace necesaria la
creación de una norma legal que pueda perseguir, procesar y erradicar a la
delincuencia organizada. Así es como se origina la Ley Contra la Delincuencia
Organizada, Decreto 21-2006 del Congreso de la República de Guatemala. El
Decreto anteriormente mencionado, manifiesta dentro de su Artículo 90 la
definición de Derecho penal premial como: “la persona que ha participado en un
hecho delictivo, sea o no integrante de un grupo delictivo organizado, que preste
ayuda o colaboración eficaz para la investigación y persecución de miembros de
grupo delictivo organizado” que recibe los beneficios establecidos en la ley. Es
importante necesario subrayar que el Derecho penal premial, no se encuentra
definido únicamente se define como una figura del colaborador eficaz, que es el
personaje que se hace acreedor a los beneficios que otorga esta corriente, ya que
contempla su participación en un hecho delictivo como lo es la de una persona
individual que pertenece a un grupo organizado; por lo que se hace evidente que
el derecho penal premial como tal no tiene una enunciación plenamente definida.
Código Penal; Decreto 17-73 del Congreso de la República de Guatemala. El
Código Penal Decreto 17-73, fue creado para establecer en el ordenamiento
jurídico guatemalteco todas aquellas conductas y hechos delictivos como también
criminales, así como la participación que realizan las personas al momento de la
ejecución del delito, y que luego son merecedoras de una pena o sanción según el

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grado criminal y la gravedad de cada hecho delictivo, debido a que ponen en
riesgo el fin último del Estado, que es garantizar el bien común. Dentro del Código
Penal se exponen las circunstancias que modifican la responsabilidad penal,
específicamente en el Artículo 26 # 4: Son circunstancias atenuantes:
Arrepentimiento eficaz: Si el delincuente ha procurado, con celo, reparar el daño
causado o impedir sus ulteriores perniciosas consecuencias. Este inciso hace
referencia nuevamente a la forma de cómo se manifiesta en este caso el Derecho
penal premial, ya que menciona de un beneficio en dado caso al agresor que
colabora reparando el daño causado o bien impedir que se siga con la ejecución
del mismo. El Código Penal, regula también en sus Artículos 35, 36 y 37, lo relativo
a la participación en el delito, lo cual también debe ser observado para el
otorgamiento de los beneficios que contempla el derecho penal premial. Artículo
35. Responsables. Menciona dicho artículo que los responsables de los delitos son
los autores y los cómplices y únicamente de las faltas serán los autores que
realizan dicha falta, por consiguiente el Código penal guatemalteco es bastante
claro al mencionar dicha diferencia. Artículo 36. Autores. Dicho artículo especifica
en si quienes son autores: Son aquellas personas forman parte directa de la
ejecución del delito; las personas que fuercen o induzcan a otra persona a que lo
ejecutarlo; las personas que cooperen a su realización ya sea en su preparación o
ejecución y finalmente aquellas que habiéndose reunido con otros para la
ejecución del delito. Artículo 37. Cómplices. Son cómplices: Ahora bien el
presente artículo indica que los cómplices del delito son: Las personas que
animaren o alentaren a otro para que realice el delito; las personas que cooperen
después de haber cometido el delito; las personas que suministraren informes o
medios para realizar el delito; las personas que actúan como intermediarios para
realizar el delito. Los artículos anteriormente citados hacen referencia, uno a los
beneficios y el segundo a las personas que van dirigidos esos beneficios en este
caso a los autores y los cómplices, encontrándonos ya en el punto de enlace se
observa nuevamente la relación que se tiene con el Derecho Penal Premial, por lo
que las circunstancias atenuantes tienen como objetivo la disminución de la
responsabilidad criminal o penal y consecuentemente otorgar un menor quórum
de pena a los autores y cómplices de las organizaciones criminales. Código
Procesal Penal; Decreto 51-92 del Congreso de la República de Guatemala. Se
crea el Código Procesal Penal, para que de esta forma se pueda consolidar el
estado de derecho en este caso llevando a proceso legal a todos los delitos
contemplados en el Código Penal. Su finalidad es alcanzar la pronta y efectiva
justicia penal y poder brindar a los habitantes de Guatemala, la paz, tranquilidad y
seguridad ciudadanas, así como también garantizar el respeto a los derechos
humanos. El Código Procesal Penal, Decreto 51-92, regula en su Artículo 25, uno
de los beneficios que otorga el derecho procesal penal a los infractores, tal
beneficio es el denominado Criterio de Oportunidad, para lo cual establece:
Articulo 25 Criterio de Oportunidad: Cuando el Ministerio Público considere que
el interés público o la seguridad ciudadana no están gravemente afectados o
amenazados, previo consentimiento del agraviado y autorización judicial, podrá
abstenerse de ejercitar la acción penal en los siguientes casos:…. Esta norma
como lo es en este caso el Código Procesal Penal guarda intima relación
nuevamente con el Derecho penal premial ya que otorga un beneficio como lo es
el Criterio de Oportunidad que, en resumen, lo que busca es una conciliación entre
ambas partes para hacer a un lado las sanciones y las penas, este beneficio que
presta será aplicado por los jueces de primera instancia obligadamente a los
cómplices o autores del delito, que presten declaración eficazmente contra los
autores de los delitos siguientes: Contra la salud, Defraudación, Contrabando,
Delitos contra la hacienda pública, la economía nacional, la seguridad del Estado,

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Contra la Constitución, Contra el orden público, Contra la tranquilidad social,
Cohecho, Peculado, Negociaciones ilícitas, y Plagio o secuestro. Ley Orgánica Del
Ministerio Público; Decreto 40-94 del Congreso de la República de Guatemala.
El Ministerio Público es una institución con funciones autónomas, promueve la
persecución penal y dirige la investigación de los delitos de acción pública; además
de velar por el estricto cumplimiento de las leyes del país. En el ejercicio de sus
funciones el Ministerio Público buscará la realización de la justicia pronta y
efectiva, y actuará con objetividad, imparcialidad y con apego al principio de
legalidad, en los términos que la ley establece. Artículo 47 Ejercicio de la
Función:…. Este obtener los beneficios como lo es el criterio de oportunidad, la no
persecución penal, la rebaja de la pena, entre otros. Ley del Organismo Judicial;
Decreto 2-89 del Congreso de la República de Guatemala. La Constitución
Política de la República de Guatemala es clara al manifestar que el Organismo
Judicial es el encargado de impartir justicia a través de sus jueces al aplicar las
normas equitativamente, con independencia y con la potestad de juzgar. Artículo
51 de la Ley del Organismo Judicial…Artículo 5 Ámbito de aplicación de la
ley:..Artículo 57 Justicia:.. La misión del Organismo Judicial es recuperar y
mantener la armonía y paz social a través de forma más satisfactoria de
administrar justicia basado en los principios de imparcialidad, celeridad, sencillez,
responsabilidad, eficacia y economía, con el propósito de hacer realidad y alcanzar
los valores de justicia, verdad y equidad, para que de esta forma el colaborar crea
en estos órganos jurisdiccionales y con toda confianza proporciones cualquier
clase de información a la que tenga conocimiento y poder descubrir y desmantelar
a las organizaciones criminales, ya que él está seguro que a través de los Jueces va
a obtener que presta el derecho penal premial que hayan acordado. Para una
mejor organización y funcionamiento del Organismo Judicial y poder dar mayor
eficacia y funcionalidad a la administración de justicia se creó la Ley del
Organismo Judicial, con el Decreto 2-89 del Congreso de la República de
Guatemala el veintiocho de marzo de mil novecientos ochenta y nueve, publicado
en el Diario Oficial el 23 de diciembre de 1990 y entró en vigencia ocho días
después. Ley para la protección de sujetos procesales y personas vinculadas a
la administración de justicia penal; decreto 70-96 del congreso de la república
de Guatemala. Esta ley, establece que se crea el Servicio de Protección de sujetos
procesales y personas vinculadas a la administración de justicia penal, el cual
funcionará dentro de la organización del Ministerio Público, y contempla: Artículo
8. Planes de protección. Dentro de los planes de protección se encuentra la
Protección del beneficiario, con personal de seguridad; Cambio del lugar de
residencia del beneficiario, la protección, con personal de seguridad, en la
residencia y lugar de trabajo del beneficiario; y proporcionar un cambio de
identidad del beneficiario. Artículo 10 Protección a Testigos. El fiscal del
Ministerio Público podrá solicitar la protección del interesado de oficio o a
solicitud del interesado para que de esta forma la Oficina de Protección evalué el
caso con el objeto de someterla a la aprobación del director. Artículo 11
Beneficios Los beneficios se otorgaran una vez se haya realizado el estudio previo
que realiza la Oficina de Protección, posteriormente dar información por escrito,
de su decisión al juez que conozca del proceso. Conteniendo para otorgar los
beneficios a los testigos: Que el riesgo al que se expone el testigo exista; La
gravedad del hecho; El valor de la declaración para acusar a los participes; La
posibilidad de obtener medios de información; Que su declaración pueda llevar a
identificar a los partícipes del hecho. Artículo 14. Finalización de beneficios. Los
beneficios del servicio de Protección se darán por terminado cuando finalice el
plazo por el cual fueron otorgados, cuando desaparezcan las circunstancias de
riesgo que motivaron la protección, o cuando el beneficiario incumpla las

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condiciones u obligaciones establecidas en el convenio suscrito con el director.
Artículo 18. Ampliación de beneficios. Los beneficios se podrán extender hacia el
cónyuge o conviviente, padres, hijos y hermanos del beneficiario, así como a
cualquier persona ligada al beneficiario y expuesta a riesgo por las mismas causas.
Como bien cabe recalcar la presente Ley para la Protección de Sujetos Procesales
y Personas Vinculadas a la Administración de Justicia Penal; Decreto 70-96 del
Congreso de la República de Guatemala, busca brindar la protección necesaria a
todas aquellas personas que se encuentran expuestas a riesgos por su intervención
en procesos penales, es decir delatar ante los órganos jurisdiccionales a las
organizaciones criminales a las que formaron parte y que por consiguiente su vida
e integridad física está en peligro por cualquier represalia en contra de ellos o de
su familia es por ello que nuevamente son recompensados con beneficios que
otorga el derecho penal premial garantizando la seguridad y protección personal.
La finalidad de la referida ley es que los procesados puedan coadyuvar sin temor
alguno con los órganos jurisdiccionales para la correcta administración de justicia,
y culminar con la ejecución de los delitos, con las organizaciones criminales
beneficiando y protegiendo a los colaboradores y así el Estado cumplir con sus
fines primordiales de brindar a los ciudadanos la libertad, la vida, la justicia, la
seguridad, la paz y el desarrollo integral en beneficio del bien común, tal y como lo
estipula la Constitución Política de la República de Guatemala. INSTITUCIONES Y
ÓRGANOS RELACIONADOS CON EL DERECHO PENAL PREMIAL EN
GUATEMALA Corte Suprema de Justicia. Ministerio Público. Instituto Nacional
de Ciencias Forenses. Comisión Internacional Contra la Impunidad en
Guatemala. Policía Nacional Civil. FIGURAS QUE CONTIENE EL
DERECHO PENAL PREMIAL GUATEMALTECO. Testigo de
Corona: Es una de las primeras figuras que apareció al lado del derecho penal
premial, denominándolo testigo de la corona, testigo protegido o arrepentido, es
el coautor, cómplice o instigador de delito que, habiéndosele imputado en causa
penal, negocia con el Ministerio Público –bajo el control de los jueces– para lograr
inmunidad procesal, a cambio de pruebas que permita la condena de los otros
partícipes del delito y el comiso del dinero producto de la actividad criminal. Si los
datos aportados por el testigo de corona tienen veracidad, el proceso en su contra
termina; si la información es falsa, la persecución penal continúa. En resumen se
dice que el Testigo de Corona es quien declara en contra de su Rey y a cambio
recibirá un premio como lo son los beneficios que otorga el derecho penal premial
como por ejemplo la reducción de la pena, desistimiento de la persecución penal,
prisión preventiva ya que de otra forma este testigo no tendría porque ayudar con
pruebas o bien señalar, involucrar y denunciar a terceras personas partícipes de los
delitos. Pentiti o Pentito: El Pentiti, plural de Pentito, surge en Italia para llamar a
la persona que forma parte de una organización criminal o terrorista y que luego
de ser arrestada, se “arrepiente” y decide colaborar con el sistema judicial en las
investigaciones que involucran a su organización. Esto con el fin de obtener
beneficios que concede el derecho penal premiala cambio de la información veraz
suministrada. Estos pentiti, son normalmente personas que tienen un amplio
conocimiento de la red criminal, en muchos casos son personas que manejan
información sobre la estructura financiera de la organización. Desde el punto
de vista de la logística, estas personas son quienes conocen en detalle las
transacciones y los objetivos de la red de la que hacen parte. Con la información
que brindan, ayudan a desmantelar la columna vertebral de su organización.
Arrepentido: Se podría definir como aquel imputado que pretende beneficiarse
con eximirse de la pena, o con su atenuación, por el hecho de prestar colaboración
post-delictual con los órganos de la investigación, auto incriminándose o
delatando a sus cómplices. En principio, el arrepentimiento se debe entender o

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interpretar como un acto de confesión voluntaria, proporcionando información de
la que tiene conocimiento, es por ello de su denominación: arrepentido, este
arrepentimiento como bien se ha mencionado; viene posteriormente de haber
cometido el delito, es decir, cuando la persona ya está en prisión, al momento de
su arrepentimiento se aparta automáticamente del grupo u organización
terrorista de la que formaba parte, así como también de los ilícitos que hubiera o
haya cometido, gozando desde ya de seguridad personal por las represalias que
pueda tomar esta organización. Agente Encubierto: Son agentes encubiertos los
funcionarios policiales especiales que voluntariamente, a solicitud del Ministerio
Público, se les designe una función con la finalidad de obtener evidencias o
información que permitan descubrir y procesar a los miembros de grupos
delictivos organizados. Cómplice: Es aquella persona que es responsable penal de
un delito o falta, pero no por haber sido el autor directo del mismo, sino por haber
cooperado a la ejecución del hecho, con actos anteriores o simultáneos.
Colaborador eficaz: El término “Colaboración Eficaz” es utilizado dentro del
ordenamiento jurídico guatemalteco, como la forma de generalizar la figura
jurídica del derecho penal premial del arrepentimiento en los demás tipos penales
como: el tráfico ilícito de drogas, corrupción de funcionarios, los tipos aduaneros,
entre otros. Por lo mismo, el colaborador eficaz sería aquel investigado,
procesado o sentenciado que colabora con la justicia esclareciendo los hechos
ilícitos e identificando a los otros coinculpados, consiguiendo finalmente una
recompensa por el apoyo a la justicia penal. CREACION DE LA LEY
CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA, (Decreto 21-2006).
Los Diputados del Congreso de la República aprobaron dos propuestas legislativas
impulsadas por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala: la
primera: La Ley de Competencia Penal en Procesos de Mayor Riesgo; y la
segunda: La reforma a la Ley Contra la Delincuencia Organizada que enmienda
la corriente del Derecho penal premial, ambas propuestas aprobadas por 145 y 143
votos favorables respectivamente, de un total de 158 Diputados. Esta ley busca el
desmantelamiento de las estructuras del crimen organizado que opera en
Guatemala y ofrece beneficios a los que se entreguen a la justicia y/o ayuden a la
captura de los cabecillas de esos grupos organizados, permitiendo así resolver
casos con la ayuda de testimonios de personas involucradas en un crimen y que de
manera voluntaria y de acuerdo a la importancia de la información, la persona
puede o no recibir algunos beneficios en su proceso judicial. La Comisión
Internacional contra la Impunidad en Guatemala de acuerdo con la aprobación de
las propuestas legislativas está conforme con el trabajo realizado por los
Diputados del Congreso de la República de Guatemala, pudiendo así como
Institución lograr sus propios objetivos, que son los de colaborar con el país en la
desarticulación de los Cuerpos Ilegales, Aparatos Clandestinos de Seguridad, y
poder ayudar a desmantelar a las mafias del crimen organizado que se han
incrustado en las instituciones del Estado guatemalteco, demostrando su
compromiso con la lucha contra la impunidad y el fortalecimiento del Sistema de
Justicia de Guatemala. TRAMITE DE LOS BENEFICIOS QUE OTORGA EL
DERECHO PENAL PREMIAL EN GUATEMALA Es muy clara la definición que
presta la norma legal dentro de su Artículo 90 del Decreto 21-2006 manifestando:
El Derecho penal premial se va a otorgar a las personas que han participado en un
hecho delictivo, sean o no integrantes de un grupo delictivo organizado, que
presten ayuda o colaboración eficaz para la investigación y persecución de
miembros de grupos delictivos organizados, la información que proporcione el
colaborador debe de buscar ciertos resultados favorables tales como: Evitar la
continuidad y consumación de delitos o disminuir su magnitud; Conocer las
circunstancias en que se planificó y ejecutó el delito, o las circunstancias en las que

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se viene planificando o ejecutando; Identificar a los autores o partícipes de un
delito cometido o por cometerse: o a los jefes, cabecillas o directores de la
organización criminal; Identificar a los integrantes de una organización criminal y
su funcionamiento, que permita desarticularla, menguarla o detener a uno o
varios de sus miembros; Averiguar el paradero o destino de los instrumentos,
bienes, efectos y ganancias del delito, así como indicar las fuentes de
financiamiento y apoyo de las organizaciones criminales; La entrega de los
instrumentos, efectos, ganancias o bienes producto de la actividad ilícita a las
autoridades competentes. Teniendo ya la información que ha proporcionado el
colaborador y consiguiendo algunos de los resultados favorables mencionados
anteriormente, el Derecho penal premial le otorga a cambio de su colaboración,
en este caso eficaz, beneficios condicionales siempre que el colaborador no
cometa algún delito doloso, por un tiempo no menor del doble de la pena máxima
por el delito que se le sindique o hubiere cometido, dentro de los beneficios que
otorga el Derecho penal premial, puedo mencionar: el criterio de oportunidad; la
suspensión de la persecución penal; el sobreseimiento para los cómplices; o la
rebaja de la pena hasta las dos terceras partes, beneficios que no se pueden
otorgar a los jefes, cabecillas o dirigentes de organizaciones criminales. Entrando
ya en materia, el procedimiento a seguir para otorgar los beneficios que presta el
Derecho penal premial se inicia con la voluntad del sindicado de proporcionar
información al Ministerio Público, posteriormente de la información que haya
presentado el colaborador, el Fiscal investigará para corroborar la información
proporcionada, ordenando a la Policía Nacional Civil realizar las pesquisas y
averiguaciones necesarias para poder entregar un informe al Fiscal de toda la
investigación y pesquisa que realizó, desde el momento que el sindicado da la
información y mientras se corrobora si es cierto o no, el fiscal queda obligado a
proteger al sindicado garantizándole seguridad personal por medio de la
protección policial para él como para sus familiares, cambio de residencia y
ocultación de su paradero; preservar u ocultar la identidad y sus datos personales;
otorgar el cambio de identidad y facilitar su salida del país, en dado caso, no fuera
cierta la información que proporcionó el colaborador, el Fiscal negará el beneficio
y el acuerdo a la persona interesada, caso contrario tanto la Policía Nacional Civil
como el Ministerio Público corroboran que la información proporcionada por el
sindicado es eficaz, realizan un acta solicitando al Juez competente lo siguiente: El
beneficio otorgado al que se ha hecho acreedor el sindicado por su valiosa
colaboración; Describir la información proporcionada por el colaborador y las
averiguaciones o pesquisas que hayan corroborado dicha información; Las
medidas de seguridad que le facilitaron durante el plazo de las investigaciones que
serán necesarias para garantizar su protección personal; El compromiso del
sindicado de seguir colaborando durante el desarrollo del proceso penal; Las
obligaciones a la que queda sujeto el sindicado. Posteriormente a su colaboración
y ante la solicitud presentada ante el Juzgado competente, el sindicado tiende a
rendir declaración como un medio de prueba anticipada para que de esta forma se
pueda dar con las personas que están involucradas en hechos delictivos iniciando
así con la persecución penal en contra de éstos. Después de la prueba anticipada
se fija fecha, día y hora para la audiencia citando a los sujetos procesales, iniciando
con la Fase Preparatoria y/o Intermedia teniendo ya con un número de expediente
y el nombre del delito impuesto al colaborador y como en todo proceso penal se
verifica la presencia de los sujetos procesales, registro de la audiencia,
advertencias al sindicado, amonestaciones, verificación de los datos de
identificación, declaración del sindicado, interrogatorio, protestas, conclusiones
del cierre, para que finalmente se dicte sentencia. El juez dentro de la audiencia
analiza el acuerdo que contenga el o los beneficios que se van a otorgar como

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recompensa o como premio al sindicado por su colaboración, si la resolución fuere
negativa el fiscal podrá apelarla conforme al procedimiento que establece el
Código Procesal Penal, para el efecto son apelables los autos que denieguen o
autorice: interceptación de comunidades; medidas precautorias; así como el auto
que apruebe o no el acuerdo de colaboración eficaz. Caso contrario el Juez
resolviera favorablemente para el sindicado podrá hacer las modificaciones
pertinentes para adecuar el beneficio de acuerdo a la naturaleza y modalidad del
hecho punible, concedido ya el beneficio el sindicado tendrá la obligación de:
Presentarse periódicamente ante las autoridades competentes; Reparar los daños
ocasionados por los ilícitos cometidos de acuerdo a su capacidad económica; No
acudir a determinados lugares o visitar determinadas personas; Prohibición de
portar armas de fuego, salvo que el fiscal lo considere necesario por su propia
seguridad; En caso de ser necesario adoptar alguna identidad distinta que permita
una mejor colaboración; Devolver los bienes producto de la actividad ilícita; No
salir de determinada circunscripción territorial sin previa autorización judicial.
PARÁMETROS PARA EL OTORGAMIENTO DE LOS BENEFICIOS QUE
OTORGA EL DERECHO PENAL PREMIAL EN GUATEMALA La legislación
guatemalteca específicamente en la Ley Contra la Delincuencia Organizada,
prevee ciertos parámetros para el otorgamiento de los beneficios antes
mencionados. Dentro de los parámetros establecidos en el Artículo 94 de la
referida ley, encontramos: El grado de eficacia o importancia de la colaboración
en el esclarecimiento de los delitos investigados y en la sanción de los principales
responsables; La gravedad de los delitos que han sido objeto de la colaboración
eficaz; El grado de responsabilidad en la organización criminal del colaborador
eficaz, sin perjuicio de lo establecido en el inciso final del artículo 92; y, La
gravedad del delito y el grado de responsabilidad que en él se le atribuye al
colaborador eficaz. Existen ciertas consideraciones procesales. Para ello se
requiere: Que el colaborador se acerque por sí o por otro ante el fiscal de turno o el
fiscal que conoce del caso (la ley no faculta a otra autoridad); Que solicite
expresamente su deseo de acogerse a este procedimiento, sea por escrito o en
acta levantada; Que se le asigne una clave o código para cuidar su identidad; Que
se reciba su declaración inicial en la cual proporciona la información o hace
entrega de la documentación o pruebas que sustentan su dicho, si fuera el caso;
Que la fiscalía comience la verificación de lo expresado por el colaborador,
pudiéndose contar con el auxilio de la Policía Nacional Civil; Además de verificada
la información y si aparecen elementos de juicio básicos para el ejercicio de la
acción penal, se procederá de inmediato o en su caso se abrirá investigación
preliminar por el mismo fiscal o por el que sea competente, o si el proceso penal
ya se encuentra abierto, se remitirá lo pertinente a dicho juzgado o fiscalía, a fin
de que proceda a su incorporación; En el procedimiento por colaboración se
precisa día y hora para proceder a la diligencia del acuerdo; se cita al colaborador,
si está libre, y a su defensor (se convoca también al Procurador General de la
Nación, si el Estado es el agraviado); Fijados los términos del acuerdo y levantada
el acta, se remite lo actuado al juez penal competente para que proceda al control
de la legalidad del mismo; Si el juez aprueba el acuerdo, se dicta sentencia sobre la
base de aquél (si lo observa, se subsana la omisión; si lo desaprueba, es posible la
impugnación ante la sala superior); La colaboración aprobada tiene la calidad de
cosa juzgada. El colaborador se libera del resto del proceso penal, si existiera, y
puede ser llamado a declarar almismo u otros procesos además de cumplir con lo
que disponga la sentencia, especialmente el pago de la reparación civil. Por ello,
es necesario que la información proporcionada se verifique, que se asegure la
prueba, y que sea útil en el proceso. La cautela y la reserva son importantes en
estos casos, pues lo que se pretende, en esencia, es descubrir la verdad, asegurar

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el caudal probatorio, iniciar nuevas investigaciones o fortalecer las existentes y
concluir el proceso sancionando a los responsables. De allí que este procedimiento
brinde resultados positivos en la lucha contra el crimen organizado y se mantenga
en el nuevo proceso penal. BENEFICIOS QUE OTORGA EL DERECHO PENAL
PREMIAL GUATEMALTECO: El objetivo primordial de otorgar estos beneficios o
privilegios, es: Premiar y fomentar conductas de desistimiento, Renuncia,
abandono o arrepentimiento eficaz de la actividad criminal o, en su caso, auxiliar o
colaborar con la justicia en el desmantelamiento de los grupos de organización
criminal a la que pertenece el imputado. Para lograr cumplir con los fines del
Estado y las garantías otorgadas en la Constitución Política de la República de
Guatemala. Dichos beneficios son de naturaleza penal. Nuestra legislación otorga
los siguientes beneficios para el colaborador eficaz: *El criterio de oportunidad o
la suspensión condicional de la persecución penal regulados en el Código Procesal
Penal, a quienes de conformidad con el Código Penal son autores: así como al
autor del delito de encubrimiento. *La no persecución penal o el sobreseimiento
del ya iniciado a los que de conformidad al Código Penal son cómplices. *La rebaja
de la pena en dos terceras partes a quien se encuentre cumpliendo condena, o la
extinción de la misma cuando la rebaje en dos terceras partes haga efectiva el
cumplimiento de la pena. *Así como también la Pena atenuada, Liberación de la
pena, Sobreseimiento, Libertad condicional, entre otras. APLICACIÓN DEL
DERECHO PENAL PREMIAL SE TRADUCE EN LA EXIMENTE DE LA
CULPABILIDAD. Para poder entender este apartado es conveniente mencionar
¿Que es Delito? Delito es toda acción humana típica, antijurídica y culpable. Es
Típico por el hecho de estar descrito en la ley dentro del Ordenamiento Jurídico;
Es Antijurídico por lo que el hecho es contrario a derecho; y es Culpable por el
hecho puede ser atribuido a su autor. Ahora bien dentro del Código Penal surgen
los Delitos Culposos, que son aquellos que se cometen como consecuencia de una
acción u omisión licita causando un mal por negligencia, impericia o imprudencia.
Es Negligente.

10. ETAPA PREPARATORIA: El órgano encargado de realizar el procedimiento


preparatorio es el Ministerio Público, tiene como fin averiguar las circunstancias
del hecho que se reputa como delito y la vinculación del imputado con el mismo.
Los actos introductorios del procedimiento preparatorio son: La denuncia, la
querella, el conocimiento de oficio. La denuncia debe llenar ciertos requisitos para
cumplir su finalidad, debe contener un relato del hecho que se denuncia, los datos
y los posibles participes testigos o victimas e información sobre elementos de
prueba que se conozcan. La Corte de constitucionalidad ha declarado sin embargo
denunciar un hecho delictivo ante los tribunales es deber jurídico de la persona
que tenga conocimiento del mismo. No obstante si existen circunstancias
especiales en las que el poder público puede exigir que se denuncie. La querella
acto introductorio que quien la presente debe demostrar que está legitimado para
ejercitar la acción penal. El MP entre otras diligencias puede conocer la
declaración del imputado, inspeccionar, registrar lugares, practicar allanamientos,
realizar reconocimientos personales o mentales del imputado, interrogar testigos
ordenar peritajes. La prueba anticipada puede producirse en las ocasiones en que
no es posible esperar el juicio para producir la prueba. La etapa preparatoria
termina con los actos conclusivos, los cuales son actos procesales que dan por
terminada de manera formal la investigación o fase preparatoria. El más
importante de estos actos conclusivos es la Acusación que además de concluir la
fase preparatoria inicia la etapa del juicio, el sobreseimiento puede presentarse
cuando no se encuentran elementos para presentar una acusación. La clausura
provisional se presenta cuando no puede desecharse la posibilidad de construir un

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caso. Procedimiento Preparatorio Introducción Tiene como fin fundamentar la
acusación del MP. La exigencia de averiguación de la verdad como uno de los fines
del procedimiento, se hace necesario una investigación, que deberá contar con
todas las garantías para el imputado, especialmente la de defensa. Actos Iníciales
del Proceso El derecho penal debe ser el último recurso que el estado utilice para
solucionar un conflicto idea que constituye el principio de Ultima Ratio. Siendo
estos: Denuncia, Querella, Conocimiento de Oficio ROL DEL MP EN EL
PROCEDIMIENTO PREPARATORIO Al MP le corresponde la actividad de
investigación, es decir el esclarecimiento del hecho, teniendo la facultad de decidir
el tipo de investigación que practicará dependiendo del caso concreto, pero
cuando se trata de una investigación que requiere restringir los derechos y
garantías de las personas es necesario que el MP solicite autorización
jurisdiccional y sin esta autorización el acto será nulo. El fiscal a cargo de la
investigación, deberá practicar todas las diligencias pertinentes y útiles para:
Determinar la existencia del hecho con las circunstancias de importancia para
la ley penal. Comprobar que personas intervinieron y de qué forma lo hicieron.
Verificar el daño causado por el delito, aun cuando no se haya ejercido la
acción civil. Papel del Juez en el Procedimiento Preparatorio Al juez le
corresponde la responsabilidad de autorizar y controlar las diligencias de
investigación que signifiquen restricciones a los derechos y garantías que
establece la Constitución, los Tratados Internacionales aprobados y ratificados por
el Estado de Guatemala en materia de Derechos Humanos, controlar los plazos
que determina la ley, Así como la prueba anticipada. El Juez es un órgano
independiente e imparcial que decide en forma autónoma la peticiones que
realice el MP, la defensa o los otros sujetos procesales Art. 10 Declaración
Universal de Derechos Humanos y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos. En caso de duda obligan a interpretar siempre la regla in favor libertatis.
Mero resguardo de las condiciones necesarias para su eventual incorporación
posterior al debate: -El control sobre la decisión de ejercicio de la acción. -La
decisión sobre la aplicación de alguna medida de coerción sobre el imputado. -La
autorización en diligencias limitativas de derechos constitucionales. -La práctica
de prueba anticipada. -El control de duración de la investigación. ROL DEL
IMPUTADO Y SU DEFENSOR EN EL PROCEDIMIENTO PREPARATORIO El
derecho de proponer diligencias, de participar en actos jurisdiccionales o de
investigación con el objeto de fiscalizarlos u oponerse a ellos, formular peticiones
al juez. ROL DEL QUERELLANTE EN EL PROCEDIMIENTO PREPARATORIO El
querellante puede colaborar con el MP en la investigación que realiza cuando se
trata de delitos de acción pública cuando se trata de delitos de acción pública o
delitos de acción pública dependientes de instancia particular. Tiene el derecho de
fiscalizar la forma en el que el MP está dirigiendo la investigación objetar actos
conclusivos que sean perjudiciales a sus intereses. 345 quater. DILIGENCIAS QUE
REQUIEREN AUTORIZACIÓN JUDICIAL El fiscal no puede realizar diligencias de
investigación que supongan la restricción de los siguientes derechos
fundamentales. Libertad salvo flagrancia. Derecho a declarar libremente. No
autoincriminación o incriminación del conyuge y parientes dentro de los grados de
la ley. Inviolabilidad de la vivienda. Requisitos para autorizar Actos de
Investigación Al juez le corresponde la responsabilidad de vigilar y controlar la
investigación que realiza el MP para que no se violen derechos y garantías que
establece la Constitución y los Tratados Internacionales en materia de Derechos
Humanos aprobados y ratificados por Guatemala. El MP tiene la obligación de
solicitar al juez autorización para realizar determinados actos de investigación
donde se restrinjan derechos fundamentales del imputado, sin esta autorización el
acto será nulo. La doctrina indica los presupuestos necesarios para la

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autorización de actos de investigación que presenten injerencia a derechos
fundamentales *Legalidad es preciso que se acredite con claridad el hecho que se
investiga para poder definir con precisión si se trata o no de un delito. *Que el
hecho tal y como esta descrito encuadre en un tipo penal. *Motivación la falta de
motivación de las resoluciones constitucionales producen su nulidad *Por
motivación fáctica se entiende el hecho que el tribunal declara demostrado, la
motivación probatoria es la valoración que realice el tribunal sobre los medios de
prueba, la motivación jurídica estriba en que el tribunal realiza la argumentación
concreta del porque los hechos acreditados encajan en una norma que habilita la
autorización de la restricción de un derecho fundamental. La Convención
Americana de Derechos Humanos indica las restricciones deben justificarse según
objetivos colectivos, la restricción debe ser proporcionada al interés que la justifica
y ajustarse estrechamente al logro de ese legítimo objetivo. LA DURACIÓN DEL
PROCEDIMIENTO PREPARATORIO La etapa preparatoria debe durar el mínimo
de tiempo posible artículo 332 bis y 82 numeral 6to CPP, La exigencia de que el
proceso penal este limitado a un plazo razonable está establecido también en los
pactos internacionales de Derechos Humanos Ratificados por Guatemala.

a. DERECHOS DEL DETENIDO: Los Derechos del detenido. Están


regulados en el “Artículo 8 de la Constitución Política de la
República de Guatemala”, está íntimamente relacionada con la
garantía de la notificación de la causa de la detención; debido a que
al ser notificada la persona del por qué fue aprehendida, se le debe
indicar cuáles son sus derechos; es decir, que tiene derecho a elegir
un abogado defensor de su confianza y que de no contar con los
recursos económicos adecuados para ese fin, se nombrará a su
favor un defensor público que lo atenderá de manera gratuita;
además, se le debe hacer saber que tendrá la oportunidad de
declarar ante juez competente para hacer valer su derecho de
defensa.

b.DECLARACIÓN DEL SINDICADO: ¿Para la Declaración del


Sindicado, cuáles son las indicaciones y Advertencias Preliminares
que deben formularse al mismo, antes de comenzar las preguntas?
Respuesta: Se le indica el hecho que se le atribuye, con
circunstancias de tiempo, lugar y modo; La calificación jurídica
provisional del hecho; Un resumen de las pruebas que se tuvieren y
disposiciones penales; Se le advierte que puede abstenerse de
declarar y que tal decisión no podrá ser utilizada en su perjuicio;
Que puede exigir la presencia de un defensor y consultar con él
antes de declarar. ¿Cuándo el sindicado es detenido, dentro de que
tiempo debe ser puesto a disposición de las autoridades judiciales?
Respuesta: Dentro de un plazo que no exceda las seis (6) horas (Art.
6 CPRG). ¿Dentro de que plazo prestará su declaración una persona
que fue aprehendida? Respuesta: Dentro de las veinticuatro (24)
horas a contar desde el momento de su aprehensión. ¿En qué
momento el Querellante Adhesivo podrá provocar la persecución
penal o adherirse a la ya iniciada por el Ministerio Público?
Respuesta: Antes que el Ministerio Público requiera la apertura
del juicio o el sobreseimiento. (Art. 118 CPP).

c. ACTOS INTRODUCTORIOS: Actos Introductorios. El Código


Procesal Penal contempla tres formas de inicio del proceso: La

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prevención policial. La denuncia. La querella. Prevención de oficio.
Prevención Policial. La mayoría de procesos se inicia partiendo de
la prevención policial, en la cual se informa de un hecho que, a juicio
de quien la redacta, reviste características de delito y en las que se
detiene y consigna al presunto responsable del hecho delictivo.
Normalmente, esos partes policíacos son remitidos a Juzgados de
Paz del Ramo Penal, los que raramente cumplen con lo ordenado
en el inciso c) del artículo 44 del Código Procesal Penal, pues se
concretan a hacerle saber al detenido el motivo de su detención y
excusándose en que ellos no pueden resolver la situación jurídica de
aquel. Lo que sobresale de las actas que documentan esa
diligencia, es que como están elaboradas conforme a un machote,
ni el Juez, ni los oficiales le hacen saber al detenido efectivamente
por qué se le detiene, quién es el afectado, sino solo transcriben
parte de la norma 81. Eso podría generar en contra del funcionario
judicial un incumplimiento de deberes (Artículo 416 del Código
Procesal Penal). El Juez debe oír al sindicado y agotar los medios a
su alcance para proveerlos de defensor e inmediatamente o a más
tardar al primer día hábil siguiente remitir las actuaciones al
juzgado de primera instancia para resolver la situación jurídica de
aquel. La Denuncia El Ministerio Público, a través de la Oficina de
Atención Permanente, recibe denuncias orales y escritas,
incluyéndose en éstas las que le son remitidas por los juzgados de
Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el
Ambiente (Artículos 2-297-300-310 del Código Procesal Penal).
Dentro del análisis y clasificación que la respectiva Fiscalía realiza,
decide cuáles pueden ser objeto de desjudicialización; cuáles
pueden no constituir delito, solicitando la desestimación y archivo,
a la espera de lo que el órgano jurisdiccional resuelva. Y cuando
estima que el hecho denunciado constituye delito y se ha
individualizado al sospechoso, si está autorizada solicita se le cite
para oírlo a la orden de aprehensión. Aquí, el Ministerio Público
debe ser cuidadoso y tomar en cuenta la clasificación que el Código
hace en cuanto a los delitos en: De acción pública: El Ministerio
Público puede ejercer la acción penal sin ninguna limitación. De
acción pública dependiente de instancia particular: El Ministerio
Público puede proceder sólo cuando ha sido requerido para actuar,
no bastando la denuncia o la querella De acción privada: El
Ministerio Público no puede proceder. Artículo 24 y sus adicciones.
Aun cuando la ley no exige el auxilio de abogado, pues no otra cosa
se infiere de los requisitos del artículo 302 del Código Procesal
Penal, este requisito debe cumplirse al tenor de lo que para el
efecto preceptúa el artículo 197 de la Ley del Organismo Judicial,
obviamente cuando la denuncia se hace por escrito. La Querella
Para ésta la ley exige la formulación por escrito que debe reunir
determinados requisitos, no incluyendo dentro de ellos el auxilio de
abogado. Como en otras situaciones, entre los jueces no se ha
unificado el criterio en lo que el auxilio de abogado se refiere,
puesto que algunos lo exigen apoyándose en lo que para el efecto
estable el artículo 197 de la Ley del Organismo Judicial,
convirtiendo a la víctima del hecho en víctima de los juzgadores.
Empero, como se indica líneas arriba, si se exige para la denuncia
escrita en la que el denunciante no figura como sujeto procesal

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(artículo 300 del CPP), con mayor razón debe exigirse en la querella,
siempre que el que la interpone esté comprendido dentro de los
casos que la ley señala (artículo 117 CPP). Problemas que se
presentan con relación a la Denuncia y a la Querella: En el
documento (acta o memorial) el denunciante se constituye en
acusador formal (sujeto procesal inexistente) o en querellante y
solicita medidas cautelares (sin que se le haya dado intervención
provisional como actor civil). El agraviado se constituye como
querellante adhesivo y también solicita medidas cautelares. Se
recomienda que si asume la calidad de sujeto procesal como
querellante adhesivo, cumpla con los requisitos idóneos, que son
los contemplados en el ya citado artículo 302: y si pretende la
aplicación de medidas cautelares, solicite previamente su
intervención provisional como actor civil, al tenor de los que
establecen los artículos 129, 130 y 133 del Código Procesal Penal, de
lo contrario su solicitud no puede ser atendida, la que puede
reformular dado que no opera el Principio de Preclusión, pues la ley
permite su constitución como querellante adhesivo y/o actor civil,
aún en la etapa intermedia (segundo párrafo del artículo 340 CPP)

d.METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CRIMINAL: La


investigación criminal Debe de ser profunda y comparte dos fases
distintas. La primera puede ser considerada como pasiva ya que la
Policía no interviene en el acontecimiento, sino que luego lo
constata. De la manera más metódica posible va a registrar los
hechos, los va a analizar y los va a mencionar de forma escrita. La
segunda fase es más positiva, puesto que la policía va a tomar la
iniciativa, elaborando hipótesis de trabajo tendientes a lograr el
esclarecimiento de la verdad, la identificación y la detención de los
autores. Debemos recordar que: La función de investigar en una
tarea técnico profesional. El fin de la misma es hallar la verdad del
hecho sin apasionamiento. Esa tarea debe terminar en el despacho
de un Juez o tribunal. La existencia de este último punto, significa la
diferencia entre un investigador y un oficinista. El segundo recopila
datos para una carpeta que guarda en un estante. Las pruebas
recogidas servirán de base para una acusación, o como defensa en
una demanda. Con esta visión y no otra se debe trabajar. El
investigador debe ser observador, segaz, minucioso, paciente con
buena memoria, ordenado, intuitivo, discreto y perseverante. Se ha
comprobado que los investigadores que su experiencia la han
adquirido empíricamente, no es imprescindible un título
universitario para ser investigadores, pero si es un buen
complemento en el perfil. Estas dos tareas insumen menos de diez
minutos, y le da al investigador una visión en conjunto del hecho
pudiendo definir: *El delito cometido *Las pérdidas sufridas *El
método utilizado por el o los delincuentes *Tiempo que transcurrió
(tiempo relatado por la víctima) *Descripción del delincuente (fuera
del hurto). El investigador debe diferenciar precisamente dos
aspectos del razonamiento CREAR y JUZGAR. El primero es una
hipótesis falsa o verdadera. Por lo que no se debe trabajar tampoco
con prejuicios. Las anotaciones deben ser hechas ordenadamente
con letra clara y en la medida de lo posible, ir resumiendo. Se verá
que con esta práctica, contribuirá a darle claridad mental necesaria

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para encarar con éxito la tarea; y se evitara la clásica frase "que más
me faltaba" Para reunir información se debe tener conciencia de los
siguientes puntos: *Que le permitan en cada caso centrar el asunto
sobre el que trabaja. *Sentido ético y de estricta justicia para no
exagerar caprichosamente los datos adquiridos. *Responsabilidad
*Ser discreto.

e. MEDIDAS DE COERCIÓN PERSONAL: MEDIDAS DE COERCION.


Coerción personal del Imputado: Concepto: Las medidas de
coerción personal son aquellos medios de restricción al ejercicio de
derechos personales del imputado impuestos durante el curso de
un proceso penal y tendiente a garantizar el logro de sus fines: el
descubrimiento de la verdad y la actuación de la ley substantiva al
caso concreto. Son medios jurídicos de carácter cautelar o temporal
de los que dispone el órgano jurisdiccional, para poder legalmente
vincular al proceso penal a la persona sindicada de la comisión de
un delito. Si se aprehende a una persona y se le aplica prisión
preventiva o detención, esto constituye una medida coercitiva
personal o directa, ya que es una limitación que se impone a la
libertad del imputado para asegurar la consecución de los fines del
proceso. Fines: Garantizar que el imputado no evada su
responsabilidad, en caso de obtener una sentencia de condena.
Estas medidas deben interpretarse siempre en forma restringida, y
aplicarse en forma excepcional contra el sindicato, ya que en las
ocasiones en que el juzgador las dicte, será porque en efecto es
indispensable vincular al imputado al proceso, para evitar que éste
se fugue, o en su caso, que exista peligro de obstaculización de la
verdad y sólo debe decretarse cuando fuere absolutamente
indispensable para asegurar el desarrollo del proceso y la aplicación
de la ley. La detención provisional tiene como fin asegurar que el
imputado no burle el cumplimiento de la ley, ya sea, obstaculizando
la verdad del hecho, o bien a través de una posible fuga, o que haga
desaparecer los vestigios y evidencias de la escena del crimen, o
intimidar a los testigos, por ejemplo. Presentación espontánea: La
ley dice que quien considere que puede estar sindicado en un
procedimiento penal podrá presentarse ante el Ministerio Público,
pidiendo ser escuchado. (Art. 254). Aprehensión: La policía deberá
aprehender a quien sorprenda en delito flagrante. Se entiende que
hay flagrancia cuando la persona es sorprendida en el momento
mismo de cometer el delito. Procederá igualmente la aprehensión
cuando la persona es descubierta instantes después de ejecutado el
delito, con huellas, instrumentos o efectos del delito que hagan
pensar fundadamente que acaba de participar en la comisión del
mismo. La policía iniciará la persecución inmediatamente del
delincuente que haya sido sorprendido en flagrancia cuando no
haya sido posible su aprehensión en el mismo lugar del hecho. Para
que proceda la aprehensión en este caso, es necesario que exista
continuidad entre la comisión del hecho y la persecución. (Art. 257
del CPP). El deber y la facultad previstos en el artículo anterior se
extenderán a la aprehensión de la persona cuya detención haya
sido ordenada o de quien se fugue del establecimiento donde
cumple su condena o prisión preventiva. En estos casos el
aprehendido será puesto inmediatamente a disposición de la

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autoridad que ordenó su detención o del encargado de su custodia.
(Art. 258 CPP). Formas y casos: Como ya se vio en la definición
legal anterior las formas son dos: a) en el momento de la comisión
del delito; b) y posteriormente a su comisión existiendo continuidad
en la persecución. Los casos serían cuando hay delito flagrante y
cuando hay orden de juez competente para la
detención. Detención: En los casos en que el imputado se oculte o
se halle en situación de rebeldía, el juez, aún sin declaración previa,
podrá ordenar su detención. Si ya hubiere sido dictada la prisión
preventiva, bastará remitirse a ella y expresar el motivo que
provoca la necesidad actual del encarcelamiento. (Art. 266 del
CPP). De la definición anterior, se desprende que la detención es
una medida coercitiva personal que consiste en la privación de la
libertad de una persona, contra quien existe presunción de
responsabilidad de la comisión de un delito. A esta persona se le
priva momentáneamente de su libertad con el fin de ponerla a
disposición del tribunal competente, asegurándola para los fines
del mismo y para una eventual prisión preventiva. Podemos decir
entonces que los presupuestos procesales para que el Juez ordene
la detención cuando la persona a la que se le imputa la comisión de
un hecho delictivo se oculte o se halle en situación de rebeldía.
(Véase art. 79 CPP). Prisión Preventiva: La prisión preventiva es el
encarcelamiento de una persona para asegurar que comparezca al
juicio, que la pena será cumplida, y que en una y otra circunstancia
no se verán frustradas por una eventual fuga del imputado u
obstaculización de la verdad del hecho. En ese sentido vale decir
que la sentencia de condena, pronunciada por un Juez, o tribunal
competente, es el único título legítimo que el Estado puede exhibir
para aplicar una pena de prisión, restringiendo el derecho de
libertad personal del imputado... Sustanciación: Esta medida a la
que también se le denomina auto de presión, está contemplada en
el Artículo 259 del Código Procesal Penal que establece: "Prisión
Provisional. Se podrá ordenar la prisión preventiva después de oír
al sindicado, cuando media información sobre la existencia de un
hecho punible y motivos racionales suficientes para creer que el
sindicado lo ha cometido o participado en él. La libertad no debe
restringirse sino en los límites absolutamente indispensables para
asegurar la presencia del imputado en el proceso." El artículo
subsiguiente establece los requisitos que ha de contener el auto de
prisión dictado por el juez competente; luego, el artículo 261
prescribe los casos de excepción, en el sentido de que en los delitos
menos graves no será necesaria la prisión preventiva, salvo que
exista presunción razonable de fuga o de obstaculización de la
averiguación de la verdad, asimismo de que no se podrá ordenar la
prisión preventiva en los delitos que no tengan prevista pena
privativa de libertad o cuando, en el caso concreto, no se espera
dicha sanción. Inmediatamente después en los artículos 262 y 263
se establecen los parámetros para determinar cuándo hay peligro
de fuga y cuándo peligro de obstaculización, respectivamente.
Medidas Sustitutivas de la Prisión Provisional: No obstante el
iusimperium del Estado para defender a la colectividad del crimen,
existe el principio de excepcionalidad al encarcelamiento
preventivo, en aquellos casos que no haya peligro de fuga ni de

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obstaculización de la averiguación de la verdad. De tal manera que
las medidas sustitutivas son alternativas o medios jurídicos
procesales, de los que dispone el órgano jurisdiccional para aplicar
el principio de excepcionalidad en el proceso penal, limitando todo
tipo de medida coercitiva que restrinja la libertad del sindicado,
haciendo patente, los derechos y garantías constitucionales del
imputado. Ver artículo 264 del Código Procesal Penal. Ver artículo
264 Bis. Arresto Domiciliario en Hechos de Tránsito. Ver artículo
265 CPP. Acta. Cauciones: Son medidas de coerción personal o
actos cautelares de restricción al ejercicio patrimonial, limitando la
disposición sobre una parte de su patrimonio del imputado
impuesto durante el curso de un proceso penal, tendientes a
garantizar el logro de sus fines: el descubrimiento de la verdad y la
actuación de la ley substantiva al caso concreto. Son medios
jurídicos de carácter cautelar o temporal de los que dispone el
órgano jurisdiccional, para poder legalmente vincular al proceso
penal a la persona sindicada de la comisión de un delito. Formas: Ya
vimos que las medidas de coerción personal se clasifican en
personales y reales; siendo las personales las que abordamos en el
apartado anterior. En tanto que las medidas de coerción real son
aquellas que recaen sobre el patrimonio del imputado, entre ellas
pueden citarse: el embargo y el secuestro. Pero ambas medidas
tienen una misma finalidad, la cual consiste en garantizar la
consecución de los fines del proceso los que pueden afectar, como
ya se vio, al imputado o a terceras personas. Sustanciación: ver
artículo 264 del Código Procesal Penal. También que previo a la
ejecución de este tipo de medidas sustitutivas, se levantará un acta
con los requisitos del artículo 265. Y en la sustanciación también:
"Artículo 269. Cauciones. El tribunal, cuando corresponda, fijara el
importe y la clase de caución, decidirá sobre la idoneidad del fiador,
según libre apreciación de las circunstancias del caso. A pedido del
tribunal, el fiador justificará su solvencia. Cuando la caución fuere
prestada por otra persona, ella asumirá solidariamente por el
imputado la obligación de pagar, sin beneficio de exclusión, la suma
que el tribunal haya fijado. El imputado y el fiador podrán sustituir
la caución por otra equivalente, previa autorización del
tribunal." Embargo y secuestro. Embargo: El embargo es el acto de
coerción real por el cual se establece la indisponibilidad de una
suma de dinero y otros bienes determinados (muebles o
inmuebles), con el fin de dejarlos afectados al cumplimiento de las
eventuales consecuencias económicas que pudieran surgir de la
sentencia (pena pecuniaria, indemnización civil y costas). Tal
cumplimiento se llevará a cabo por el simple traspaso de lo
embargado (si se tratara de dinero) o por su previa conversión en
dinero mediante la ejecución forzada (si se tratara de otros bienes).
El Artículo 278 del Código Procesal Penal, prescribe: "...Remisión.
El embargo y las demás medidas de coerción para garantizar la
multa o la reparación, sus incidentes, diligencias, ejecución y
tercerías, se regirán por el Código Procesal Civil y Mercantil. En los
delitos promovidos por la Administración Tributaria, se aplicará lo
prescrito en el Artículo 170 del Código Tributario. En estos casos
será competente el juez de primera instancia o el tribunal que
conoce de ellos. Sólo serán recurribles, cuando lo admita la

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mencionada ley y con el efecto que ella prevé." Secuestro: El
secuestro consiste en la aprehensión de una cosa por parte de la
autoridad judicial, con el objeto de asegurar el cumplimiento de su
función específica que es la investigación de la verdad y la actuación
de la ley penal. Precisa indicar que el secuestro es un acto
coercitivo, porque implica una restricción a derechos patrimoniales
del imputado o de terceros, ya que inhibe temporalmente la
disponibilidad de una cosa que pasa a poder y disposición de la
justicia. Limita el derecho de propiedad o cualquier otro en cuya
virtud el tenedor use, goce o mantenga en su poder al objeto
secuestrado. Otro aspecto que merece destacarse es que
únicamente se puede secuestrar cosas o documentos
objetivamente individualizados, aunque estén fuera del comercio.
El fin de esta medida apunta a un desapoderamiento de objetos,
bien del propietario o de tercera persona, con los fines de
aseguramiento de pruebas, evidencias, recuperación de objetos de
delito, si se trata de los relacionados con el delito. Y también como
complemento del embargo, con el fin de poner los bienes
embargados en efectivo poder del depositario nombrado. El
secuestro puede terminar antes de la resolución definitiva del
proceso o después. Puede cesar antes cuando los objetos sobre los
cuales recayó dejaron de ser necesarios, sea porque se comprobó
su desvinculación con el hecho investigado, o porque su
documentación (copias, reproducciones, fotografías) tornó
innecesaria su custodia judicial. Pero si tales efectos pudiesen estar
sujetos a confiscación, restitución o embargo, deberá continuar
secuestrados hasta que la sentencia se pronuncie sobre su destino.
Fuera de este caso, las cosas secuestradas serán devueltas a la
persona de cuyo poder se sacaron, en forma definitiva o
provisionalmente en calidad de depósito, imponiéndose al
depositario el imperativo de su exhibición al tribunal si éste lo
requiere. Las cosas secuestradas pueden ser recuperadas de oficio o
a solicitud de parte, antes de dictarse la sentencia o al dictarse la
misma; si hay revocación de prisión preventiva o sobreseimiento, o
bien por la obtención de una sentencia absolutoria,
respectivamente y según el caso. Ver Código Procesal Penal,
artículo 198. Revisión de las Medidas de Coerción Personal: De
conformidad con la ley, la revisión de las medidas de coerción
personal, se podrá hacer de la manera siguiente: "Artículo 276.
Carácter de las decisiones. El auto que imponga una medida de
coerción o la rechace es revocable o reformable, aún de oficio."
"Artículo 277. Revisión a pedido del imputado. El imputado y su
defensor podrán provocar el examen de la prisión y de la
internación, o de cualquiera otra medida de coerción personal que
hubiere sido impuesta, en cualquier momento del procedimiento,
siempre que hubieren variado las circunstancias primitivas. El
examen se producirá en audiencia oral, a la cual serán citados todos
los intervinientes. El tribunal decidirá inmediatamente en presencia
de los que concurran. Se podrá interrumpir la audiencia o la
decisión por un lapso breve, con el fin de practicar una averiguación
sumaria."

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f. MEDIDAS DE COERCION PATRIMONIAL: Medidas de
Coerción Reales. Las medidas de coerción o cautelares son
instrumentos procesales que se imponen durante el curso de un
proceso penal, con el objeto de restringir el ejercicio de los
derechos personales o patrimoniales del imputado o de terceras
personas. Medidas Cautelares Reales. Las medidas de coerción o
cautelares son instrumentos procesales que se imponen durante el
curso de un proceso penal, con el objeto de restringir el ejercicio de
los derechos personales o patrimoniales del imputado o de terceras
personas. Medidas Cautelares Reales. Tienen por objeto el
patrimonio de quien, a la postre, podrá resultar obligado a hacer
frente a las responsabilidades económicas fijadas en la sentencia.
Medidas de coerción o cautelares personales: 1. La citación. 2. El
arresto. 3. La prisión preventiva. 4. La presentación de garantía
económica. 5. Impedimento de salida del país o localidad. 6.
Someterse al cuidado o vigilancia de persona o institución. 7.
Presentación periódica ante el juez o autoridad. 8. Arresto
domiciliario. 9. Colocación de localizadores electrónicos. Medidas
de Coerción Reales Es un fundamento genérico de asegurar el
resultado del juicio y evitar la obstaculización de la investigación.
Dentro de las medidas reales se distinguen: Embargo El embargo
de bienes y las demás medidas de coerción para garantizar la multa
y reparación, sus incidentes, diligencia, ejecuciones y tercerías, se
regirán por el Código Procesal Civil y Mercantil, en los delitos
promovidos por la administración Tributaria, se aplicara lo
establecido en el artículo 170 del Código Tributario. En estos casos
será competente el juez de primera instancia o el tribunal que
conoce de ellos. En el artículo 527 Procesal Civil y Mercantil,
establece que podrá decretarse precautoriamente el embargo de
bienes que alcancen a cubrir el valor de lo demandado, intereses y
costas, para cuyo efecto son aplicables. El embargo deberá trabarse
sobre bienes suficientes que cubran las responsabilidades civiles y
las costas procesales y que puede recaer sobre muebles, vehículos u
objetos recogidos con motivo de hecho. La excepcionalidad de éste
es que puede ser: Revocado en cualquier estado del proceso;
Sustituible también mediante fianza; y Termina en virtud de una
sentencia absolutoria. El embargo como medida de coerción recae
sobre los bienes (muebles o inmuebles, fungibles y no fungibles,
perecedero y no perecederos, y todos aquellos bienes susceptibles
de apropiación) individuales del procesado, con el afán de asegurar
las responsabilidades pecuniarias de éste. Secuestro Se puede
establecer que el Diccionario de Lengua Española, lo define
depósito judicial por embargo de bienes, o como medida de
aseguramiento en cuanto a los litigios. Para el connotado jurista
Herrarte, determina que es una coerción real decretada por el
estado, por medio del cual y para los fines de la prueba se limita
temporalmente el derecho de propiedad sobre un mueble,
sometiéndola a una custodia especial. Los entes susceptibles de
secuestro se clasifican en: Bienes muebles o semovientes
(excluyendo el mismo hombre en vida), aunque si puede serlo
el cadáver y partes inertes del cuerpo humano; Bienes inmuebles,
que en todo caso pueden ser objeto de clausura; y Cualquier objeto
mueble, que sirva a los fines de la investigación. Asimismo, no es

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necesario que los bienes, objeto del secuestro sean propiedad del
sindicado. Se trata entonces de asegurar toda
clase de responsabilidades civiles ocasionadas por el
sindicado o procesado participe o autor de un delito. Para connotar
el secuestro es necesario tener en cuenta las siguientes
características: *Es una medida procesal para el aseguramiento de
la prueba. *Es una medida limitativa de la propiedad privada que
garantiza la constitución. El Manual del Fiscal, determina que está
figura legal surge con el fin de conservar las cosas y documentos
relacionadas con el delito, es su estado inicial para que sobre ella se
practique inspección pericial, reconocimiento u otro medio
probatorio, es necesaria la recolección y depósito de los mismos. La
persona que tuviese estos bienes en posesión estará obligada a
entregarlos. En el caso de que se oponga, se dispondrá su
secuestro, artículo 198. El secuestro es la incautación que se realiza,
con orden del juez o tribunal, de cosas y documentos relacionados
con el proceso, que no han querido ser entregados voluntariamente
por sus tenedores, con el fin de conservarlos y asegurar su
valoración a través de distintos medios de prueba. La orden se
secuestro podrá solicitarse, inmediatamente después la
autorización judicial y consignar las cosas o documentos ante juez o
tribunal competente. En caso, de que el tribunal no autorice el
secuestro, las cosas o documentos serán devueltos, artículo 200.
Las cosas y bienes secuestrados son entregados al juez, sin
embargo, cuando el Ministerio Público precise las evidencias para la
práctica de pericias u otras diligencias puede retenerlas o remitirlas
una vez que estos son realizados artículo 200. Las limitaciones de
acuerdo con el artículo 199, no podrán ser sometidos a secuestro las
comunicaciones escritas entre imputado y aquellos que puedan
abstenerse de declarar como testigos por motivos profesionales o
familiares, o las notas que estos hubiesen tomado sobre
comunicaciones confiadas por el imputado. Ello sólo se dará
cuando las notas de comunicaciones se encuentran en poder de los
citados. La base de esta limitación es el derecho constitucional a no
declarar contra uno mismo ni contra parientes. El procedimiento
del secuestro lo regula el artículo 201, el que estipula que para el
secuestro regirán en lo posible las normas del registro. La orden de
secuestro le será entregada al poseedor o encargado de la cosa o
documento. Cuando el secuestro lo realice de urgencia del
Ministerio Público, la comunicación de la orden será verbal. Si se
dice oposición a la entrega de la cosa o documento, se podrá hacer
uso de la fuerza. Finalizada la diligencia de secuestro se levantará
acta en la que se describirán y detallaran con precisión los bienes
incautados. No obstante, cuando el secuestro se dé durante una
diligencia de reconocimiento inspección o registro, no habría
inconveniente en levantar una sola acta en la que se detallen las
distintas diligencias realizadas. Es fundamental, para evitar que la
prueba quede viciada, que el fiscal a cargo de la investigación
afiance la cadena de custodia. El destino final de los bienes
secuestrados, porque una vez que la cosa o documento secuestrado
haya cumplido su fin en el proceso, se le debe dar su destino final de
acuerdo a lo dispuesto en los artículos 201, 202, dejándose destino
de los objetos. Del secuestro legal puede darse varias figuras

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especiales reguladas de la siguiente forma: *Secuestro de
correspondencia se da entre el imputado y otra persona, dentro de
la correspondencia figuran: la comunicación postal, telegráfica,
teletipo gráfica como envíos. La orden se solicitará ante juez
competente. Ésta correspondencia será abierta ente el juez que
expidió la orden, levantándose acta, se leerá y examinara la misma
y si tuviere que ver con el proceso se secuestrara. En caso contrario
se mantendrá en reserva y dispondrá la entrega a su destinatario.
*Clausura de locales, ésta es una medida que se aplica a bienes
mueble. Al respecto el artículo 206, dispone que aquellos casos que
sean imprescindibles para la averiguación de un hecho punible la
clausura de local la inmovilización de bien mueble que no pueda ser
sometido a depósito, se procederá a su aseguramiento siguiendo la
normativa del depósito. Esto se complementa con la medida de
cierre del local registrado, dispuesto en el artículo 192, en el cual
establece que el Ministerio Público puede ordenar el cierre de una
calle u otro lugar público, para asegurar la investigación (Escena del
Crimen). Hay que tener en cuenta que el fiscal ha de ser muy
cuidadoso en no abusar de esta medida y limitarla al tiempo
estrictamente necesario de aseguramiento de la diligencia.

g.ACTOS CONCLUSIVOS: La etapa preparatoria termina con los


actos conclusivos, los cuales son actos procesales que dan por
terminada de manera formal la investigación o fase preparatoria. El
más importante de estos actos conclusivos es la Acusación que
además de concluir la fase preparatoria inicia la etapa del juicio, el
sobreseimiento puede presentarse cuando no se encuentran
elementos para presentar una acusación. La clausura provisional se
presenta cuando no puede desecharse la posibilidad de construir un
caso. ¿Cuáles son los actos conclusivos anormales del
procedimiento? La desestimación (Arts. 310 y 311 CPP); El
Sobreseimiento (art. 328-330 CPP); ACTOS CONCLUSIVOS Entre
ellos La Acusación acto por medio del cual el MP requiere la
elevación de su investigación a juicio para que las pruebas puedan
ser producidas y valoradas en un proceso contradictorio y público.
Sobreseimiento * Clausura Provisional PROCEDIMIENTO
INTERMEDIO es la fase procesal en la que se ejerce control sobre el
requerimiento o acto conclusivo decidido por el MP al concluir la
investigación. La ley procesal señala que la etapa intermedia tiene
por objeto que el juez evalúe si existe fundamento para someter a
una persona a juicio oral y público por la probabilidad de su
participación en un hecho delictivo o para verificar la
fundamentación de otras solicitudes del MP. La Ley Procesal señala
la individualización del imputado, la relación clara precisa del hecho
objeto del proceso, la calificación jurídica del mismo, un resumen
de la imputación la forma de participación del imputado, el grado
de ejecución del hecho agravantes, atenuantes. En el
procedimiento intermedio cobra importancia el principio
contradictorio, permitiendo a la defensa asumir igualdad de
posiciones que fue restringida en la etapa preparatoria.

h.DESESTIMACIÓN: ARTÍCULO 310.- Desestimación. El Ministerio


Público solicitará al juez de primera instancia el archivo de la

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denuncia, la querella o la prevención policial, cuando sea manifiesto
que el hecho no es punible o cuando no se pueda proceder.

i. ARCHIVO: Archivo. Es una forma no definitiva de finalizar el


proceso, procede en los casos cuando no se haya individualizado al
imputado o se haya declarado su rebeldía, en la que el MP dispone
del archivo de las actuaciones. Requisitos para el archivo *Que la
investigación se haya agotado, que no exista posibilidad de practicar
nuevas pruebas útiles; *Que se notifique la resolución a las demás
partes; *Efectos cierra el procedimiento, pero no definitivamente.
*La decisión de archivo le compete al MP, en virtud de lo anterior el
juez solo puede conocerlo si las partes recurren a él. ARCHIVO DE
LAS ACTUACIONES El Código contempla varios casos de archivo
(310-327) *Cuando es manifiesto que el hecho no es punible;
*cuando no se puede proceder, *Cuando no se haya individualizado
al imputado, *Cuando sea declarado rebelde el imputado. En los
primeros dos casos el Ministerio Público debe hacer su
planteamiento ante el Juez contralor de la investigación y éste es el
que lo resuelve: ordenándolo o denegando la solicitud y, en ambos
casos, devolviéndole las actuaciones. En los otros dos casos es dicho
Ministerio el que lo dispone, pero tiene la obligación de notificarlo a
las partes; y si hay objeción, debe conocerla el Juez, quien decide si
confirma el archivo o revoca la decisión de dicho Ministerio. En los
dos primeros casos puede constituir un acto conclusivo, en los otros
dos, solo aparece un efecto suspensivo en tanto se individualiza al
imputado o es habido. Materialmente, archivar es guardar el
expediente en un lugar seguro. Formalmente, es suspender o hacer
cesar las actuaciones. Esta figura se da cuando se agota la
investigación y el resultado de la misma es estéril. Pero para tener
una base legal, es necesario que haya una resolución que emane del
Ministerio Público o de un Juez, en tanto no se modifiquen las
circunstancias que obligaron a decretarlo.

11. ETAPA INTERMEDIA: PROCEDIMIENTO INTERMEDIO OBJETIVO Su razón de


ser consiste en que el juez controle el requerimiento del Ministerio Público con el
objeto de no permitir la realización de juicios defectuosos y fijar en forma
definitiva el objeto del juicio, o en su caso evitar el sobreseimiento o clausura
ilegales. Tiene como objetivos fundamentales garantizar la libertad y el derecho
de defensa del acusado, el que deberá conocer cuál es el hecho o hechos
concretos que se le imputan y ello solo es posible mediante su acusación bien
fundamentada que contenga concretamente el hecho sobre el cual versará el
juicio. Solo de esa manera el acusado podrá ejercer su derecho de defensa
material y también su defensa técnica por medio de su defensor, porque sabe con
claridad y precisión cuáles son los hechos de que se le acusa, con todos sus
elementos de carácter objetivo y subjetivo. La etapa intermedia tiene por objeto
que el juez evalué si existe fundamento para someter a una persona a juicio oral y
público por la probabilidad de su participación en el hecho delictivo o para verificar
la fundamentación de las otras solicitudes del MP. Una vez formulado el
requerimiento del fiscal, básicamente se apunta a los siguientes requerimientos: -
Control formal sobre la petición del fiscal - Control sobre los presupuestos del
juicio - Control sobre el ejercicio de la acción penal - Control sobre la calificación
jurídica del hecho - Control sobre los fundamentos de la petición Desarrollo del
Procedimiento Intermedio *La fase intermedia se inicia con la presentación del

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requerimiento por parte del MP *Se llevará a cabo una audiencia oral *En la
audiencia las partes podrán hacer valer sus pretensiones de conformidad con los
artículos 336, 337, 338, 339 del CPP. *Al concluir la audiencia oral el juez deberá
dictar la resolución que corresponda al caso, pudiendo diferir la misma por 24
horas por la complejidad del caso, fundamentando la misma. Fines de la Fase
intermedia *Control formal sobre la petición *Control sobre los presupuestos del
juicio *Control sobre la obligatoriedad de la acción *Control sobre la calificación
jurídica del hecho. *Control sobre los fundamentos de la petición

a. ACUSACIÓN LA ACUSACIÓN Es la concreción del ejercicio de la


acción penal, imputa a persona o personas determinadas la
comisión de un hecho punible, basándose en los medios de
investigación reunidos durante la investigación. La Acusación
supone el convencimiento objetivo y firme por parte del MP de que
el imputado es el posible autor de un hecho delictivo. La acusación
formulada por el MP debe estar basada en los medios probatorios
concretos obtenidos durante la investigación en la fase
preparatoria. Lo descrito en la acusación delimita los hechos por los
cuáles el acusado deberá comparecer y defenderse en juicio, el
fundamento legal está contenido en el art. 332 Bis. del CPP.
1) CONTENIDO CONTENIDO DE LA ACUSACIÓN Los datos que
sirven para identificar o individualizar al imputado, el nombre
de su defensor, y la indicación del lugar para notificarle. La
relación clara precisa, precisa y circunstanciada del hecho
punible que se le atribuye y su calificación jurídica; Los
fundamentos resumidos de la imputación, con expresión de los
medios de investigación utilizados y que determinen la
probabilidad de que el imputado cometió el delito por el cual se
le acusa; La calificación jurídica del hecho punible, razonándose
el delito que cada uno de los individuos ha cometido, la forma
de participación, el grado de ejecución y las circunstancias
agravantes o atenuantes aplicables; La indicación del tribunal
competente para el juicio. En el caso de que sea una acusación
y sean varios los procesados deben individualizarse los actos
que cada uno realizó, pues esto tiene que ver con la intimación
procesal, es decir los hechos por los que se está siendo juzgada
una persona. En la acusación debe describirse individualmente
cada uno de los actos realizados por cada uno de los imputados,
y no caer en el error de elaborar hecho para imputárselo a todos
por igual. El hecho imputado se determina con todas sus
circunstancias en la acusación. Consignar los fundamentos
resumidos de la imputación, con expresión de los medios de
investigación utilizados y que determinen la probabilidad de
que el imputado cometió el delito por el cual se le acusa. La
elaboración de la acusación debe permitir con una sola lectura
determinar con claridad el hecho, el autor o participes,
calificación jurídica, los fundamentos y medios de prueba que
acreditan que la imputación tiene un alto grado de probabilidad.
La calificación jurídica del hecho punible razonándose el delito
que cada uno de los imputados cometió la forma de
participación, el grado de ejecución y las circunstancias
atenuantes y agravantes aplicables.

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2) REQUISITOS Los contenidos en el artículo 332 bis del Código
Procesal Penal.
3) PLATAFORMA PROBATORIA, FACTICA Y JURÍDICA
Plataforma fáctica: La verdad histórica del hecho criminal y
verdad real primaria, son dos elementos irreversibles de un
mismo objeto. Estos elementos reales se producen a través de
las manos de los humanos, provocando consecuencias jurídicas,
como lo es el delito y que constituye la plataforma fáctica de la
acusación. La teoría del caso es un tema que resulta de suma
importancia para el nuevo sistema de justicia penal, es una
pieza fundamental para la fiscalía y para la defensa y sin una
teoría del caso carecería de debate la audiencia de juicio oral.
La teoría del caso se conforma por distintas partes
fundamentales, las cuales son: Teoría fáctica: se refiere a la
teoría de los sucesos o hechos, es decir, es la historia de cómo
sucedieron los hechos; Teoría jurídica: se refiere a la teoría de la
clasificación jurídica penal; Teoría probatoria: se refiere a las
pruebas que unen los hechos (teoría fáctica) con el delito (teoría
jurídica). Dichos elementos están tan entrelazados que sin una
teoría probatoria, no podríamos tener una relación (nexo
causal) entre la teoría fáctica y la teoría jurídica. Dentro de las
partes del nuevo sistema, tenemos que cada una de ellas tiene
su propia teoría del caso. La fiscalía no tiene muchas opciones
de teoría del caso, y al exponer primero, deben de tener una
definida a diferencia de la defensa que puede por principio de
contradicción una serie de posibilidades dentro del proceso,
aquí existen tres posibilidades: *No lo hizo (se utiliza cuando es
inocente el imputado); *Lo hizo, pero (se utiliza cuando hay una
causa de defensa legal); *Duda razonable (es la más débil de las
teorías ya que depende de la contraparte y sus pruebas). La
teoría del caso es sumamente importante en estos casos,
puesto que en aquellos casos en que la teoría probatoria resulta
ser indirecta o insuficiente, con una teoría del caso puede
fortalecer la postura.
b.SOBRESEIMIENTO El Sobreseimiento representa una absolución
anticipada, ya sea porque el imputado no tuvo participación en el
hecho punible de que se trata, cierra irrevocablemente el proceso.
El auto produce cosa juzga y ello prohíbe la reapertura del proceso.
En qué casos procede el sobreseimiento según el CPP: Resulte
evidente la falta de alguna de las condiciones para la imposición de
una pena. Entre estas causas están: Causas de Inimputabilidad
*Causas de Justificación *Causas de Inculpabilidad. También se
podrá sobreseer cuando luego de la Clausura Provisional no se
hubiere reabierto el proceso durante el tiempo de cinco años Art.
345 quater. CPP
c. CLAUSURA PROVISIONAL Clausura Provisional Doble objetivo
Evitar que se produzca el sobreseimiento, con el efecto de cosa
juzgada, en los casos en que la investigación no se ha agotado.
Limitar el mantenimiento de un proceso abierto en contra del
imputado, exclusivamente a los supuestos en lo que existan medios
de prueba concretos y determinados que puedan practicarse.
Procede cuando vencido el plazo para la investigación no
correspondiere el sobreseimiento y los elementos de prueba

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resultaren insuficientes para requerir fundamentalmente la
apertura a juicio. El MP deberá indicar la forma concreta y los
elementos de prueba que podrá incorporar, en qué plazo y que
elemento o elementos probaría con dichos medios de prueba.
Efectos cese de toda medida de coerción a favor del imputado.

12. ETAPA DE JUICIO Fase del debate: Esta fase inicia con la preparación y en la cual
las partes en los términos que indica la ley podrán interponer recusaciones y
excepciones fundadas en nuevos hechos en el plazo legal, al igual ofrecerán las
pruebas que estimen pertinentes para que sean diligenciadas dentro del debate.
En síntesis, esta etapa es para dejar preparado todo el marco jurídico que será
necesario para el desarrollo del debate, por lo cual debe ser tomada de acuerdo a
las prescripciones legales. Ya en la fase del debate, se realizan todas las diligencias
y actos pertinentes para llegar a una conclusión sobre el asunto de que se trate,
con la presencia ininterrumpida de los jueces llamados a dictar sentencia, con la
presencia del Ministerio Público, del acusado, de su defensor, y de las demás
partes o sus representantes, y donde se presentan todas las pruebas recabadas a
lo largo de la investigación del Ministerio Público, y donde se recibe la declaración
del imputado, y en base a todo ello el Tribunal de Sentencia dictará la sentencia
que en derecho corresponde.
a. PRUEBA Teoría de la Prueba Importancia de la Prueba en el
Proceso Penal La teoría del prueba constituye un tema de tanta
importancia y especialización, que desde hace años atrás ha
logrado su independencia como rama jurídica, recibiendo la
denominación de Derecho Probatorio o Evidenciario. Concepto de
Derecho Probatorio Rolando Emmanuelli Jimenez señala que el
Derecho Probatorio establece las normas para la presentación,
rechazo admisión, evaluación y suficiencia de la evidencia que
presentan las partes en un proceso judicial, con el fin de descubrir la
verdad y hacer adjudicaciones justas rápidas y económicas. El
derecho probatorio comprende todas aquellas normas que cada
Estado establece en torno a 1. Que constituye evidencia 2. Como
debe presentarse 3. En qué caso es admisible o pertinente, 4.
Cuando una prueba debe excluirse 5. Forma como debe valorarse.
LA PRUEBA DEFINICION Y ACEPCIONES En sentido amplio, cabe
decir que prueba es lo que confirma o desvirtúa una hipótesis o
afirmación precedente. Llamamos prueba a todo aquello que en el
procedimiento representa el esfuerzo por incorporar rastros o
señales que conducen al conocimiento cierto o probable de su
objeto. Medios de Prueba y Fuente de Prueba Medio de Prueba
Actividad del juez, de las partes o de terceros, desarrollada dentro
del proceso, para traer Fuentes de Prueba, esa actividad se realiza
de la manera indicada en cada ordenamiento procesal Medios de
prueba serán los procedimientos que la ley señala para poder
incorporar al proceso las fuentes de prueba pertinente. Fuentes de
Prueba Son las personas o cosas cuya existencia son anteriores al
proceso e independientes de él, que tienen conocimiento o
representan el hecho a probar. Cuerpo del Delito Conjunto de
todos los aspectos o circunstancias que integran y exteriorizan el
hecho delictuoso, o como la reconstrucción de sus elementos
materiales, o como la realidad externa de la infracción, es decir
todos los episodios de su realización externa. Actividad Probatoria

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Está constituida por la actuación que realizan dentro del proceso
todos los sujetos procesales (MP, imputado, partes civiles) con el fin
de establecer la exactitud o inexactitud de los hechos objetos del
proceso. El artículo 182 establece la libertad Prueba, de manera
que podrán probar todos los hechos y circunstancias de interés para
caso por cualquier medio de prueba permitido. Sin embargo para
que un medio de prueba sea admisible dentro del proceso penal y
pueda entrar a ser valorado por el juez, debe observar ciertos
PROCEDIMIENTOS Debe ser ofrecido legalmente es decir con las
formas y oportunidad prevista. (343 CPP) Debe ser admitido por el
juez o tribunal. (343CPP) La admisibilidad de un medio de prueba
ofrecido por las partes viene determinada según el artículo 343 CPP
*Debe ser Pertinente *Debe ser útil idóneo *No debe ser
sobreabundante *Debe ser lícito *Debe ser incorporado o
reproducido al proceso durante el debate *Debe ser objeto de
fiscalización por parte de la defensa. CLASES DE PRUEBA De
acuerdo a su utilidad en la búsqueda de la verdad Directa: Son
todos aquellos datos que de ser valorados por el juzgador
comprueben los hechos que se buscaba demostrar sin ningún otro
tipo de consideración. Indirecta también llamada circunstancial:
las cuales permiten en un momento dado convencer al juzgador de
la forma en ocurrieron determinados hechos. De acuerdo a su
forma de presentación en el debate: Testimonial También
denominada personal por otros autores, comprende todas aquellas
personas que suministran información al juzgador Testigo Lego
Persona común y corriente que tiene conocimiento personal y
directo de la forma en que ocurrieron determinados hechos.
Testigo Perito Persona que por sus conocimientos en determinada
ciencia o arte puede ser considerado experto en la materia.
Demostrativa: Objetos o representaciones perceptibles por los
sentidos. Real Los objetos que se presentan son los mismos que
parte del hecho en cual se quieren presentar como prueba.
Ilustrativa Consiste en aquellas representaciones que ilustran al
juzgador sobre cómo ocurrieron los hechos que se pretenden
probar; un arma del mismo calibre. Requisitos de la prueba
*Legalidad, *Admisibilidad, y *Pertinencia. Toda prueba
pertinente es admisible, una prueba es pertinente cuando tiene
relación y sirve para convencer al juzgador con relación al hecho
que se pretende probar, En relación a la admisibilidad, el derecho
evidenciario regula el principio general de que toda prueba
pertinente es admisible salvo que exista alguna regla de exclusión.
La regla de exclusión es aquella disposición de derecho probatorio
que excluye prueba pertinente fundamentándose en factores de:
*Falta de confiabilidad de la prueba, *Razones exteriores de
política pública, El posible entorpecimiento o daño que dicha
evidencia pudiera causar al descubrimiento de la verdad.
b.DEBATE ORAL Y PÚBLICO EL DEBATE Es la etapa más
importante de todo el procedimiento, tiene como objetivo resolver
en definitiva el conflicto que ha sido presentado al Estado para que
busque una solución. La cesura del debate consiste en dividir el
debate en dos fases: la primera para analizar y pronunciarse sobre
la culpabilidad del imputado y la segunda dirigida al análisis y
decisión sobre la pena. La inmediación exige la presencia personal

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en el juicio de los sujetos procesales y por supuesto del tribunal. La
publicidad otro principio que tiene como objeto asegurar el control
popular. Alberto Binder dice que una vez producido el encuentro
de las personas en el juicio, en condiciones de validez inmediación y
publicidad comienza a desarrollarse el debate en cuatro fases: *La
apertura y la constitución del objeto del debate, *La de producción
de la prueba, *La discusión sobre la prueba o alegatos sobre la
misma y *La clausura del debate. La apertura del debate verifica la
inmediación y fija el objeto del debate, con la lectura de la
acusación y la declaración del imputado queda fijado el objeto del
debate. Recepción de la prueba el orden que rige para producir
cada una de ellas en el debate es el siguiente Peritajes, prueba
testimonial prueba documental, cosas y otros elementos de
convicción, inspecciones y reconstrucción de hechos. Discusión
final y clausura, cada parte expone sus argumentos y conclusiones.
La deliberación rige por las reglas de la Sana Crítica Razonada.
Deben deliberar sobre lo relativo a la responsabilidad penal, la
calificación legal del delito, la pena a imponer la responsabilidad
civil y las costas procesales. La sentencia debe respetar los
principios de congruencia la sentencia solo se puede basar en el
hecho y las circunstancias proferidas en la acusación, la sentencia
no podrá dar por acreditado otros hechos u otras circunstancias que
las descritas en la acusación, la sentencia es el acto con el cual se
materializa la decisión del tribunal, es un acto formal ya que su
misión es establecer la solución que el orden jurídico a través de la
institución judicial ha encontrado para el caso que motivo el
proceso. La sentencia de condena significa que los jueces
consideran que se presentan los requisitos que el Estado de
derecho exigen para la imposición de una pena, y en sentido
contrario la absolución significa que no se llena los requisitos
exigidos para aplicar una pena, bien porque el hecho ilícito no fue
probado, no se demostró la participación del acusado, ante tal
situación los jueces deben absolver pues el fallo de condena puede
surgir solamente de la certeza de la responsabilidad.
c. CESURA DEL DEBATE La cesura del debate consiste en dividir el
debate en dos fases: La primera para analizar y pronunciarse sobre
la culpabilidad del imputado y La segunda dirigida al análisis y
decisión sobre la pena.
d.CONCLUSIONES Y REPLICA CONCLUSIONES Discusión final, las
partes procesales hacen uso de argumentaciones dialécticas y
retoricas con el objeto de efectuar un análisis profundo y minucioso
de todo lo que aconteció en el desarrollo del debate La discusión
final debe ser la fase donde se tiende a convencer al tribunal de
sentencia de la hipótesis sostenida (acusación defensa) con el
resultado de cada uno de los medios de prueba desarrollados.
Principios básicos que deben informar a las conclusiones son:
*Preparación, *Convicción, *Coherencia, *Razonamiento jurídico,
*Recapitulación, *Conclusión, y *Solicitud concreta. En cuanto a la
estructura: *Introducción, *Planteamiento de la hipótesis,
*Valoración de la prueba desarrollada, *Razonamiento jurídico
doctrinal y Jurisprudencial y *Una petición final. Replicas Tienen
derecho a réplica el MP, querellante, actor civil, defensor, abogado
del tercero civilmente demandado. Tienen derecho a la misma el

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MP y el defensor, consiste en responder o contra argumentar lo
expuesto por ambos, en sus respectivas discusiones. La finalidad
esencial de esta institución procesal es la facultad que tienen estos
sujetos procesales para poder profundizar bilateralmente todos
aquellos aspectos que no fueron indicado o muy bien desarrollados
en sus respectivas exposiciones finales. CLAUSURA Se le concede
la palabra al agraviado del hecho delictivo y posteriormente al
acusado, para que si lo desean expongan todo lo que consideren a
su conveniencia exponer. El presidente declara cerrado el debate.
e. SENTENCIA La sentencia debe respetar los principios de
congruencia, la sentencia solo se puede basar en el hecho y las
circunstancias proferidas en la acusación, la sentencia no podrá dar
por acreditado otros hechos u otras circunstancias que las descritas
en la acusación, la sentencia es el acto con el cual se materializa la
decisión del tribunal, es un acto formal ya que su misión es
establecer la solución que el orden jurídico a través de la institución
judicial ha encontrado para el caso que motivo el proceso.

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f. AUDIENCIA DE REPARACION Es imprescindible para establecer el
monto de la reparación digna, que la misma cumpla con los
extremos siguientes: que sea viable, proporcional, objetiva, legal, la
prueba debe acreditar que es efecto propio del ilícito que se juzga,
además reparadora, rehabilitadora o reinsertadora y que viabilice la
paz social. Otro aspecto a tomar en cuenta es las condiciones
físicas, psicológicas, económicas, sociales y culturales de
la persona obligada, ya que en igualdad de condiciones el juzgador
deberá considerar estos extremos para la existencia del debido
proceso en igualdad de condiciones sin discriminación alguna.
REPARACIÓN DIGNA (Código Procesal Penal Guatemalteco Dto.
51-92. Dto. 7-2011) La reparación privada; sección primera; acción
civil Código Procesal Penal Artículo 124. Derecho a la reparación
digna. (DEFINICIÓN LEGAL DE REPARACIÓN DIGNA) La
reparación a que tiene derecho la víctima comprende la
restauración del derecho afectado por el hecho delictivo, que inicia
desde reconocer a la víctima como persona con todas sus
circunstancias como sujeto de derechos contra quien recayó la
acción delictiva, hasta las alternativas disponibles para su
reincorporación social a fin de disfrutar o hacer uso lo más pronto
posible del derecho afectado, en la medida que tal reparación sea
humanamente posible y, en su caso, la indemnización de los daños
y perjuicios derivados de la comisión del delito; para el ejercicio de
este derecho deben observarse las siguientes reglas: REQUISITOS
PARA QUE PROCEDA LA REPARACIÓN DIGNA *Sentencia
Condenatoria *Víctima determinada 1) La acción de reparación
podrá ejercerse en el mismo proceso penal una vez dictada
la sentencia condenatoria". El Juez o tribunal que dicte la
sentencia de condena, cuando exista víctima determinada, en el
relato de la sentencia se convocará a los sujetos procesales y a la
víctima o agraviado a la audiencia de reparación, la que se llevará a
cabo al tercer día. (PROBAR LOS DAÑOS Y PERJUICIOS) 2) En la
audiencia de reparación deberá acreditar el monto de la
indemnización, la restitución y, en su caso, los daños y perjuicios
conforme a las reglas probatorias y, pronunciarse la decisión
inmediatamente en la propia audiencia. 3) Con la decisión de
reparación, y previamente relatada responsabilidad penal y pena,
se integra la sentencia escrita. (MEDIDAS CAUTELARES) 4) No
obstante lo anterior, en cualquier momento del proceso penal, la
víctima o agraviado podrán solicitar al juez o tribunal competente,
la adopción de medidas cautelares que permitan, asegurar
los bienes suficientes para cubrir el monto de la reparación.
(SENTENCIA EJECUTABLE) 5) La declaración de responsabilidad
civil será ejecutable cuando la sentencia condenatoria quede firme.
Si la acción reparadora no se hubiere ejercido en esta vía, queda a
salvo el derecho de la víctima o agraviado a ejercerla en la vía civil.
Parte resolutiva de la sentencia Código Procesal Penal. Artículo
390. Pronunciamiento. "La sentencia se pronunciará siempre en el
nombre de la República de Guatemala. Redactada la sentencia, el
tribunal se constituirá nuevamente en la sala de audiencia, después
de ser convocados verbalmente todas las partes en el debate,
y… La lectura de la sentencia se deberá llevar a cabo, a más tardar
dentro de las cinco días posteriores al pronunciamiento de la parte

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resolutiva" Código Procesal Penal Artículo. 124, numeral 1. "En el
relato de la sentencia se convocará a los sujetos procesales y a la
víctima o agraviado a la audiencia de reparación, la que se llevará a
cabo al tercer día." AUDIENCIA DE REPARACION DIGNA
1) Apertura 2) Se le otorga la palabra a la víctima o agraviado,
Querellante Adhesivo (pretensión y aporte sus pruebas). 3) Se le da
palabra al Ministerio Público (Pretensión y Prueba). 4) Se le da
palabra al abogado Defensor (Pretensión y Prueba). 5) Se admite o
rechaza la prueba. 6) Se diligencia la prueba. 7) Pronunciamiento de
la decisión de Reparación Digna. 8) Artículo 278. REMISIÓN.
Código Procesal Penal: "El embargo de bienes y las demás
medidas de coerción para garantizar la multa o la reparación, sus
incidentes, diligencias, ejecución y tercerías, se regirán por
el Código Procesal Civil y Mercantil". (Libro 5to. Alternativas
comunes a todos los procesos) VÍCTIMAS. Artículo 117, numeral 1,
Código Procesal Penal. (Reformado por el art. 38 de la Ley Orgánica
del Instituto de Asistencia y Atención a la Víctima del delito Dto. 21-
2016) 1. Las personas que, individual o colectivamente, haya
sufrido daño. Incluidas lesiones físicas o mentales, sufrimiento
emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus
derechos fundamentales como consecuencia de acciones u
omisiones que violen la ley penal vigente. 2. Cónyuges.
3. Familiares. 4. Dependientes inmediatos de la víctima directa.
5. Persona que conviva con ella en el momento de cometerse el
delito. 6. Personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir
a la víctima en peligro o para prevenir la victimización.
RESPONSABILIDAD CIVIL. Código Penal. Artículo 112. Personas
responsables. "Toda persona responsable penalmente de un delito
o falta, lo es también civilmente". RESPONSABILIDAD SOLIDARIA.
Código Penal Artículo 113. Solidaridad de las obligaciones. "En el
caso de ser dos o más los responsables civilmente de un delito o
falta, el tribunal señalará la cuota por la que debe responder cada
uno. Sin embargo, los autores y los cómplices responderán
solidariamente entre sí y responderán subsidiariamente de las
cuotas que correspondan, no solo a los insolventes de su
respectivo grupo, sino también de los insolventes del otro. Tanto en
uno como en el otro caso, queda a salvo el derecho de quien
hubiere pagado, de repetir contra los demás por las cuotas
correspondiente de cada uno". TRANSMISIÓN. Código Penal.
Artículo 115. "La responsabilidad civil derivada de un delito o falta,
se transmite a los herederos del responsable; igualmente se
transmite a los herederos del perjudicado la acción para hacerla
efectiva". RESPONSABILIDAD CIVIL DE INIMPUTABLES. Código
Penal. Artículo 116. "Los comprendidos en el artículo 23 (Código
Penal, no es imputable), responderán con sus bienes por los daños
que causaren. Si fueren insolventes, responderán subsidiariamente
quienes los tengan bajo su potestad o guarda legal, salvo que
demuestren que no incurrieron en descuido o negligencia en la
vigilancia del que cometió el hecho". CLASES DE REPARACIÓN.
(Artículo 124 Código Procesal Penal) Económicas *Pago de
Indemnización *Pago de Daños *Pago de Perjuicios No económicas
Art. 29 Ley Orgánica del Instituto de Asistencia y Atención de la
Víctima del delito. Dto. 21-2016. Es obligación del Instituto de la

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Víctima coadyuvar con el Ministerio Público en la garantía y
defensa del derecho a la reparación digna de la víctima del delito,
cuando ésta se haya constituido como querellante adhesivo.
*Rehabilitación *Compensación *Satisfacción *Medidas de no
Repetición MATERIALES Restitución. EN CASOS DE FEMICIDIO
Y VIOLENCIA CONTRA LA MUJER NO ECONÓMICA Artículo 3,
literal h, Ley contra el Femicidio y otras formas de violencia
contra la mujer. *Médica *Psicológica *Moral *Social
OBLIGACION DE REPARAR DAÑOS Y PERJUICIOS. ARTÍCULO
1646 Código Civil: "El responsable de un delito doloso o culposo,
está obligado a reparar a la víctima los daños o perjuicios que le
haya causado". DAÑOS Y PERJUICIOS. ARTÍCULO 1434. Código
Civil: "Los daños, que consisten en las pérdidas que el acreedor
sufre en su patrimonio, y Los perjuicios, que son las ganancias
lícitas que deja de percibir. Deben ser consecuencia inmediata y
directa de la contravención, ya sea que se hayan causado o que
necesariamente deban causarse". EJEMPLO: MEDIDAS DE
SATISFACCIÓN Sentencia de fecha 19 de mayo de 2014, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos: Veliz Franco Vrs.
Guatemala. Párrafo 256. *La Sentencia "Per se". *Publicación de la
sentencia en el diario oficial. *Publicación de la sentencia en un
diario de amplia circulación. *Publicación de la sentencia por 1 año,
en la página web, del Poder Judicial, Ministerio Público y Policía
Nacional Civil. *Disculpas públicas. EJEMPLO: GARANTÍAS DE NO
REPETICIÓN: Sentencia de fecha 19 de mayo de 2014, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos: Veliz Franco Vrs.
Guatemala. Que hechos similares no se vuelvan a repetir y
contribuyan a la prevención. Párrafo 264. *Adoptar una legislación
orientada a combatir la violencia *Fortalecer el INACIF y asignarle
adecuados recursos para ampliar sus actividades en el territorio
nacional. *Implementar órganos jurisdiccionales especializados en
femicidio en toda la República", así como de fiscalías
especializadas. *Implementar programas y cursos para funcionarios
públicos pertenecientes al Poder Judicial, Ministerio Público y
Policía Nacional Civil que estén vinculados a la investigación de
actos de homicidio de mujeres. *Crear un Sistema Nacional
de Información sobre Violencia contra la Mujer. *6. Brindar
atención médica o psicológica gratuita, de forma inmediata,
adecuada y efectiva a las personas afectadas. DAÑO INMATERIAL
Sentencia de fecha 19 de mayo de 2014, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos: Veliz Franco Vrs. Guatemala. Párrafo 295. "ha
desarrollado en su jurisprudencia el concepto de daño inmaterial y
ha establecido que éste puede comprender tanto los sufrimientos y
las aflicciones causados por la violación como el menoscabo
de valores muy significativos para las personas y cualquier
alteración, de carácter no pecuniario, en las condiciones de
existencia de las víctimas. Dado que no es posible asignar al daño
inmaterial un equivalente monetario preciso, sólo puede ser objeto
de compensación, para los fines de la reparación integral a la
víctima, mediante el pago de una cantidad de dinero o la entrega
de bienes o servicios apreciables en dinero, que el Tribunal
determine en aplicación razonable del arbitrio judicial y en términos
de equidad". EJECUCION. Artículo 124, numeral 5, Código Procesal

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Penal "La declaración de responsabilidad civil será, ejecutable
cuando la sentencia condenatoria quede firme". ¿En dónde se
ejecuta? La reparación digna en Guatemala es un mecanismo de
resarcimiento adoptado recientemente en la legislación adjetiva
penal, que fortalece uno de los objetivos establecidos en el proceso
penal, específicamente la tutela judicial efectiva, establecida en el
segundo párrafo del artículo 5 del código procesal penal. Queda a
cargo del mismo juez de ejecución penal, tramitar, conocer y
resolver, los asuntos en materia de reparación digna y realizar las
diligencias pertinentes para poder hacer efectiva la reparación
digna a favor de la víctima, siempre y cuando la sentencia
condenatoria cause firmeza. Una vez obtenida la sentencia
condenatoria penal y la individualización de la víctima, esta última
puede hacer efectivo su derecho de hacer efectiva la reparación
digna dentro del propio proceso penal inmediatamente después de
pronunciado el fallo, el cual constituye título ejecutivo.
g.ESTRATEGIA DE LITIGIO El litigio estratégico consiste en la
presentación de casos ante tribunales con el objetivo de realizar
cambios legales y sociales. La idea de este tipo de litigio es muy
diferente de la idea tradicional de un servicio legal. El litigio
estratégico es diseñado para ver el caso dentro de un panorama
completo y busca la modificación de políticas y patrones de
comportamiento.

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h.ORATORIA FORENSE ORATORIA FORENSE.- Es la que tiene por
objeto ilustrar la inteligencia y mover la voluntad de los jueces para
decidir si un hecho se ha realizado o no, si una persona es o no
culpable, si ha de aplicarse tal o cual regla jurídica o si ésta ha de
interpretarse en uno u otro sentido. Esta finalidad especial de la
oratoria forense requiere 3 reglas especiales, primero las Cualidades
del Orador, segundo la Materia del Discurso, y tercero el estilo.
Todos ellos llevan conocido grandes valorizaciones, las cuales son
reflejadas en el foro. Estos aspectos serán expuestos en los
siguientes trabajos posteriores, dejando al siguiente (estudiante) en
orden al tema de exposición la correlativa explicación.
ARGUMENTACION JURIDICA Objetivo general Argumentar
inductivamente y deductivamente en la audiencia de juicio oral.
Objetivos específicos *Construir argumentos inductivos en la
audiencia de juicio oral. *Construir argumentos deductivos en la
audiencia de juicio oral. *Descomponer los argumentos
presentados por los demás intervinientes en la audiencia de juicio
oral. *Presentar contraargumentos en la audiencia de juicio oral.
LA UTILIZACIÓN DE ARGUMENTOS INDUCTIVOS PARA LA
PREPARACIÓN Y PARTICIPACIÓN EN LA AUDIENCIA DEL
JUICIO ORAL. El fiscal debe iniciar la preparación del caso desde el
momento mismo en que le sea asignado, y debe seguir un
procedimiento que le permita construir una argumentación
razonable que luego presentará al juez en la respectiva audiencia.
Puede afirmarse que el fiscal realiza dos procedimientos
intelectivos determinantes para cumplir su función, pues
inicialmente debe establecer qué fue lo que realmente ocurrió, cuál
es la trascendencia jurídica y la ubicación típica concreta de la
conducta realizada por un determinado ciudadano y cuáles las
evidencias que demuestran los hechos, y luego debe establecer la
mejor forma de llevar dicha información al juez con el propósito de
convencerlo de que su tesis es la más razonable. Cabe insistir que
en un sistema de tendencia acusatoria el juez conoce de los hechos
aquello que las partes le informen mediante los diferentes medios
de prueba y las argumentaciones que presenten en las respectivas
audiencias.
i. LITIGIO ESTRATEGICO ALGUNOS ELEMENTOS DEL LITIGIO
ESTRATÉGICO *Utilización de una metodología de análisis para
resolución de casos; *Análisis político y social del contexto en que
se produjeron los hechos y del contexto en el que se desarrolla el
litigio; *Preparación técnica, en forma continua, del equipo de
litigio durante todo el proceso.

13. RECURSOS EN EL PROCESO PENAL RECURSOS EN EL PROCESO PENAL El


Código Procesal Penal guatemalteco acoge los distintos recursos judiciales a partir
del libro lll. Se presentan los mismos partiendo de los principios propios de un
sistema penal acusatorio, cuidando este Código que tales figuras jurídicas no se
interpongan ante los tribunales en la forma a como tradicionalmente se utilizaban,
cuyo ejercicio era prácticamente para alargar el proceso, dependiendo de quién lo
intentara, aunque considero que uno de los recursos que atentan en contra de la
oralidad del proceso es la Apelación Especial. Reposición La reposición es un
recurso que se puede plantear frente a cualquier resolución de juez o tribunal, que
se haya dictado sin audiencia previa, siempre y cuando no quepa frente a las

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mismas, recurso de apelación o de apelación especial, con el objetivo que se
reforme o revoque. El recurso de reposición se interpone ante el mismo órgano
jurisdiccional que dictó la resolución. (Artículo 402 Código Procesal Penal). Este
puede ser por motivos de forma o de fondo y es de suma utilidad y de mayor uso
durante las audiencias, en especial durante el debate, donde cualquiera de las
resoluciones puede ser impugnada por esta vía. La interposición del recurso de
reposición en el debate vale como protesta previa para recurrir en Apelación
Especial. Tiempo y forma del recurso de reposición Conforme al Artículo 402 del
Código Procesal Penal, en los procedimientos por escrito, los requisitos que acota
son: *En primer lugar la interposición por escrito; *Segundo, ha de plantearse
dentro de los tres días de notificada la resolución; y *Tercero, el recurso ha de ser
fundado, tal y como se indicó en el recurso de Apelación; El recurso de reposición
se resolverá́ con un auto y en su caso se reformará la resolución recurrida.
Conforme el Artículo 403 del Código Procesal Penal, en el debate y en el resto de
las audiencias que se celebren, los requisitos son: *Primero, interposición oral;
*Segundo, ha de plantearse inmediatamente después de dictada la resolución o
cuando esta surta sus efectos si no hubiere sido interpuesta en ese momento; y
*Tercero, ha de ser fundado. El recurso se reposición se resolverá́ inmediatamente
y en forma verbal. El efecto de la interposición del recurso de reposición durante el
juicio vale como protesta de recurrir en apelación especial y deberá́ dejarse
constancia en el acta del debate de todos los recursos interpuestos y de la
resolución del tribunal. Apelación El recurso de apelación, es el medio de
impugnación que se interpone frente a las resoluciones del Juez de Primera
Instancia, para que la Sala de Apelaciones, reexamine lo resuelto y revoque o
modifique la resolución recurrida. El Recurso de Apelación es un recurso amplio en
cuanto a los motivos por los que procede, no así́ frente a los casos en los que se
puede interponer, dado que en el Artículo 404 del Código Procesal Penal, se
expresan taxativamente las resoluciones que pueden ser susceptibles de ser
impugnadas mediante este recurso. En cuanto a los motivos por los que procede
el recurso de apelación, se dice que son amplios porque pueden discutirse
cuestiones referidas a la aplicación del derecho (tanto penal como procesal), o
cuestiones de valoración de los hechos y la prueba que funda la decisión. Según el
Artículo 404 del Código Procesal Penal, pueden impugnarse, mediante este
recurso, los autos de los Jueces de Primera Instancia que resuelvan:
• Los conflictos de competencia;
• Los impedimentos, excusas y recusaciones;
• Los que admitan, denieguen o declaren abandonada la intervención del
querellante adhesivo o del actor civil;
• Los que admitan o denieguen la intervención del tercero civilmente
demandado;
• Los que autoricen la abstención del ejercicio de la acción penal por parte
del Ministerio Público;
• Los que denieguen la práctica de la prueba anticipada;
• Los que declaren la suspensión condicional de la persecución
Penal;
• Los que declaren el sobreseimiento o clausura del proceso;
• Los que declaren la presión o imposición de medidas sustitutivas y sus
modificaciones;
• Los que denieguen o restrinjan la libertad;
• Los que fijen término al procedimiento preparatorio;
• Los que resuelvan excepciones u obstáculos a la persecución penal y civil;
• Los autos en los cuales se declare la falta de mérito;

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• Las Sentencias que emitan los Jueces de Primera Instancia que resuelvan
el Procedimiento Abreviado;
Tiempo y forma del recurso de apelación Según lo preceptuado por el Artículo
407 del Código Procesal Penal, los requisitos para el planteo del recurso de
apelación son que debe ser por escrito, debe plantearse dentro de los tres días de
notificada la resolución apelada; y debe ser fundado. Trámite del recurso de
apelación El recurso de apelación se presenta ante el Juez de Primera Instancia o
ante el Juez de Paz o de Ejecución, si se impugnara una resolución de éstos
últimos. Deberá interponerse en el plazo de tres días desde la notificación a todas
las partes de la resolución recurrida. El Juez realizará una primera revisión en
cuanto a la forma de presentación. En el caso de que no admita la apelación, se
podrá recurrir en queja (Artículo 412 Código Procesal Penal). Si el Juez acepta la
apelación, notificará a las partes. Una vez hecha las notificaciones, que deben
hacerse al día siguiente de dictadas las resoluciones de acuerdo al Artículo 160 del
Código Procesal Penal, se elevarán las actuaciones a la Corte de Apelaciones. La
Sala deberá resolver en tres días desde la elevación de las actuaciones (Artículo
411 Código Procesal Penal). La notificación de la resolución de la Corte de
Apelaciones se dará dentro de las veinticuatro horas siguientes. En caso de que
sea recurrida una sentencia dictada conforme al procedimiento abreviado, la Sala
convocará a una audiencia dentro de los cinco días. La exposición en la audiencia
podrá ser reemplazada por un escrito. Apelación en el procedimiento de faltas.
El recurso de apelación podrá interponerse verbalmente o por escrito en el
término de dos días desde la notificación de la sentencia. El Juzgado de Primera
Instancia resolverá en el plazo de tres días y con certificación de lo resuelto
devolverá las actuaciones inmediatamente. Queja Cuando se interpone un recurso
de apelación o de apelación especial, el Juez de Primera Instancia, el Juez de Paz,
el Juez de Ejecución o el Tribunal de Sentencia, dependiendo de quién haya
dictado la resolución, realizará un examen de procedibilidad del recurso, esto es, si
el escrito donde se plantea el recurso contiene las exigencias de forma que plantea
la ley. En caso que en éste examen de procedibilidad el tribunal ante quién se
presenta el recurso lo rechace, se habilita la vía del recurso de queja, con el objeto
de que la Sala de Apelaciones solicite las actuaciones y resuelva su procedencia y,
en su caso, sobre el fondo de la cuestión. Tiempo, forma y trámite del recurso de
queja El Recurso de queja debe presentarse ante la Sala de la Corte de
Apelaciones dentro de los tres días de notificada la resolución del juez que dictó la
resolución apelada según el Artículo 412 Código Procesal Penal, por escrito. La
Sala solicitará los antecedentes al juez respectivo dentro de las veinticuatro horas
y en el mismo plazo resolverá. Si el recurso de queja no es admitido se rechazará
sin más trámite y si se admite, la Sala pasará a resolver sobre el fondo. (Artículos
413 y 414 Código Procesal Penal). Caso especial de queja El Artículo 179 del
Código Procesal Penal, permite la interposición de una queja ante el Tribunal
Superior, cuando el juez o tribunal incumpla los plazos para dictar resolución. El
Tribunal Superior, previo informe del denunciado resolverá lo procedente y en su
caso emplazará al Juzgado o Tribunal para que dicte resolución. Apelación
especial De acuerdo al Artículo 415 del Código Procesal Penal, la apelación
especial es un recurso restringido en cuanto a sus motivos que procede contra de
las sentencias del Tribunal de Sentencia, las resoluciones del Tribunal de
Sentencia que declaren el sobreseimiento o el archivo; las resoluciones del Juez
de Ejecución que pongan fin a la pena, a medida de seguridad y corrección o
denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la pena. Este recurso tiene
como objeto controlar las decisiones de los tribunales que dictan sentencia,
asegurando de esta forma el derecho al recurso reconocido por la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. Objeto del recurso de apelación especial

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El objeto de este recurso es la sentencia o la resolución que pone fin al
procedimiento. El recurso de apelación especial puede ser de fondo y de forma.
Apelación especial de fondo El Artículo 419 del Código Procesal Penal indica que
la apelación especial de fondo puede interponerse, por los siguientes motivos,
inobservancia de la ley; interpretación Indebida o por errónea aplicación de la ley.
Apelación especial de forma Con este recurso se busca que en el desarrollo del
juicio se respete el rito establecido por la ley, es decir, las normas que determinan
el modo en que deben realizarse los actos, el tiempo, el lugar y en general, todas
aquellas normas que regulan la actividad de los sujetos procesales. La ley, en su
Artículo 419 del Código Procesal Penal, señala que procede el recurso de apelación
especial contra una sentencia o resolución, cuando se haya operado una
inobservancia o errónea aplicación de la ley que constituya un defecto del
procedimiento. Trámite del recurso de apelación especial
 Inicialmente debe interponerse por escrito en el plazo de diez días ante el tribunal
que dictó la resolución recurrida según el Artículo 423 Código Procesal Penal;
 El tribunal notificará a todas las partes la interposición del recurso.
 Inmediatamente de realizada las notificaciones remitirá las actuaciones a la Sala
de la Corte de Apelaciones correspondiente, emplazando a las partes para que
comparezcan ante el mismo;
 En el plazo de cinco días desde el emplazamiento, las partes comparecerán ante la
Sala y en su caso señalarán nuevo lugar para ser notificadas.
 En el caso de no comparecer se entenderá abandonado el recurso.
 Dentro de ése plazo de diez días las otras partes podrán adherirse al recurso
planteado;
 Recibidas las actuaciones y vencido el plazo de cinco días, la Sala analizará el
recurso y las adhesiones y revisará si contienen los requisitos de tiempo,
argumentaciones, fundamentación y protesta;
 Admitido el recurso, las actuaciones quedarán por seis días en la oficina del
tribunal, para que los interesados puedan examinarlos.
 Vencido ése plazo el presidente fijará audiencia para el debate, con intervalo no
menor de diez días y notificando a las partes;
 Las audiencias se celebrarán con las formalidades previstas en el Artículo 427 del
Código Procesal Penal.
Casación Casación deriva del verbo casar (caso, casare) que significa anular,
quebrar. Aunque tradicionalmente se ha reconocido que la actividad anulatoria de
casación se produce ante la presencia de un error in procedendo (error en el
procedimiento o en la forma) o ante un error in iudicando (error de juicio o por el
fondo), la moderna doctrina y la jurisprudencia han orientado éstos y otros
aspectos hacia situaciones menos restringidas y formales (en especial el excesivo
ritualismo) que caracterizaron a esta modalidad de recurso, otorgándole un
sentido de amplitud más acorde con una adecuada administración de justicia (no
sólo desde el punto de vista de la materia penal sino, además, en las restantes
áreas del derecho en que suele utilizarse). El recurso de casación, tal y como esta
configurado en el Código Procesal Penal, es un recurso limitado en sus motivos,
que puede plantearse ante la Corte Suprema de Justicia, frente a algunos de los
autos y sentencias que resuelvan recursos de apelación y apelación especial.
Asimismo, este recurso cumple una función de unificación de la jurisprudencia de
las distintas salas de la Corte de Apelaciones. De acuerdo al Artículo 437 del
Código Procesal Penal, procede:
• Frente a las sentencias de la sala que resuelvan los recursos de apelación
especial planteados contra las sentencias emitidas por los tribunales de

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sentencia o en caso de división del debate, contra la resolución que integra
la sentencia;
• Frente a las sentencias de la sala que resuelvan los recursos de apelación
especial planteados contra los autos de sobreseimiento dictados por los
tribunales de sentencia;
• Frente a las sentencias de la Sala de la Corte de Apelaciones que
resuelvan los recursos de apelación planteados contra las sentencias
emitidas por los Jueces de Primera Instancia, en el procedimiento
abreviado;
• Frente a los autos de la Sala de la Corte de Apelaciones que resuelvan los
autos dictados por los Jueces de Primera Instancia que declaren el
sobreseimiento o clausura del proceso y los que resuelvan excepciones u
obstáculos a la persecución penal.
• El recurso de casación puede ser de forma y de fondo.
Forma y trámite del recurso de casación Según el Artículo 443 del Código
Procesal Penal, sólo se tendrán por debidamente fundados los recursos de
casación cuando se expresen de manera clara y precisa los artículos e
incisos que autoricen el recurso, indicándose si es casación de forma o de
fondo, así como si contiene los artículos e incisos que se consideren
violados por las leyes respectivas. Trámite del recurso de casación
• En un plazo de quince días desde la notificación de la resolución de la Sala
de la Corte de Apelaciones, el recurrente tendrá que interponer el recurso.
El mismo podrá interponerse ante la Corte Suprema de Justicia o ante la
sala que resolvió la resolución recurrida. En este último supuesto, la sala
elevará de inmediato el recurso a la Corte Suprema de Justicia, según el
Artículo 443 Código Procesal Penal;
• Una vez recibido el recurso, la Corte Suprema de Justicia analizará si el
mismo cumple los requisitos de forma. Si se interpusiese fuera de plazo o
no cumpliere los requisitos del Artículo 443 Código Procesal Penal, la Corte
lo rechazará sin más trámite. En caso contrario, lo admitirá, pedirá los
autos y señalará día y hora para la audiencia;
• El día y hora señalados se celebrará vista pública a la que se citará a las
partes, procediéndose de acuerdo a lo señalado en el Artículo 446 del
Código Procesal Penal;
• En un plazo de quince días desde la audiencia, la Corte Suprema de
Justicia deberá dictar sentencia.
Revisión En consecuencia, debe quedar claro que no toda condena
equivocada es revisable. Solamente lo es aquella sentencia condenatoria
que se funda en información falsa o no ha tenido en cuenta información
relevante. Este es un límite específico del recurso de revisión y, sin duda,
deja subsistente un problema: ¿qué sucede si se han agotado todos los
recursos, no existe nueva información, pero es evidente que todos los
jueces han valorado la información de un modo manifiestamente
incorrecto? ¿Podría funcionar el habeas corpus como la última herramienta
que tienen los ciudadanos para evitar la prisión injusta? ¿O prefiere el
Estado sostener el principio de cosa juzgada, aun a costa de la prisión de un
inocente? La duda queda planteada. Este principio general que requiere de
información nueva se suele plasmar en los distintos sistemas procesales
por medio de ejemplos tradicionales o que, según la experiencia histórica
constituyen los casos tradicionales de revisión. Ellos son:
 Cuando se presentan, después de la sentencia, nuevos documentos de carácter
decisivo que, por distintas razones, no hubieran sido incorporados al proceso;
 Cuando los testigos son falsos o el peritaje ha sido fraguado;

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 Cuando los testigos tenían alguna forma de inhabilidad relevante, desconocida al
momento de dictar sentencia;
 Cuando aparece viva la persona que se había dado por muerta;
 Cuando se comprueba la falsedad de algún documento u otro tipo de prueba, que
habían sido considerados como auténticos.
Estos son apenas ejemplos. Sin embargo, en algunos textos normativos
que no establecen un criterio general, se plantea el problema de si la lista
de casos descritos es meramente ejemplificativa o exhaustiva, con relación
a supuestos similares. Una interpretación correcta, teniendo en cuenta el
conjunto de las garantías constitucionales y el principio rector del respeto a
la inocencia y repudio a la prisión injusta, debe llevar a considerar que los
casos que se establecen son siempre ejemplificativos y que la revisión de
una condena no puede ser limitada por los textos procesales, puesto que se
hallan en juego principios y garantías de superior jerarquía. Existe también
una modalidad indirecta de revisión, que se habilita cuando otra sentencia,
penal o de otro tipo, que le haya servido de base es, por su parte, revisada.
Por ejemplo: una sentencia había declarado válido un matrimonio y sobre
esa base se dictó una condena por bigamia; si luego se declara nulo el
primer matrimonio, la condena por bigamia es revisada. Un tercer caso de
revisión se da cuando el juez ha dictado deliberadamente una sentencia en
contra de la información perteneciente a la causa o en contra de la ley. El
caso más común es el del prevaricato, delito funcional de los jueces.
También pueden existir casos en los que el delito de prevaricato no sea
tipificado como tal, pero exista una grave infracción a los deberes del Juez.
Supongamos como ejemplo el caso de un Juez que dictó una sentencia que
ha quedado firme pero, en realidad, lo hizo antes de haber sido nombrado
formalmente o luego de haber sido destituido. La revisión es un medio
extraordinario, que procede por motivos taxativamente fijados, para
rescindir sentencias firmes de condena. La Revisión supone un límite al
efecto de cosa juzgada de las sentencias, por cuanto se plantea en
procesos ya terminados. El Artículo 455 Código Procesal Penal, establece
para que haya revisión es necesario:
 Que exista una sentencia condenatoria firme;
 Que aparezcan nuevos hechos o nuevos medios de prueba;
 Los nuevos hechos o reforma legal produzcan la absolución o la reducción de la
condena o medida de seguridad. Por lo tanto es necesario que la nueva situación
produzca un efecto en la pena o medida de seguridad.
Forma y trámite de la revisión
 Para ser admitido debe ser promovido por escrito ante la Corte Suprema de
Justicia, señalándose expresamente los motivos en los que se funda la revisión y
los preceptos jurídicos aplicables;
 Recibida la impugnación la Corte decidirá sobre su procedencia.
 Si faltaren requisitos, podrá otorgar un plazo para que éstos se cumplan;
 Una vez admitida la revisión, la Corte dará intervención al Ministerio Público o al
condenado, según el caso y dispondrá, si fuese necesaria la recepción de medios
de prueba solicitados por el recurrente.
 La Corte podrá ordenar la recepción de pruebas de oficio; finalizada la instrucción
se dará una audiencia para oír a los intervinientes, pudiéndose entregar alegatos
por escrito. Finalizada la misma, el tribunal declarará si ha lugar o no a la revisión.

14. JUSTICIA RESTAURATIVA JUSTICIA RESTAURATIVA. TUTELA EFECTIVA La


justicia restaurativa, también llamada justicia reparadora o justicia compasiva,

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es una forma de pensar la justicia cuyo foco de atención son las necesidades de las
víctimas y los autores o responsables del delito, y no el castigo a estos últimos ni el
cumplimiento de principios legales abstractos. A menudo se usa el término
"ofensores" como concepto alternativo al de "delincuentes" o "criminales", pues la
justicia restaurativa intenta evitar estigmatizar a las personas que han cometido
un delito. Howard Zehr, profesor en la Universidad Menonita de Harrisonburg, ha
sido un pionero de este enfoque, sobre el que ha publicado diversos estudios.
Marshall Rosenberg y Dominic Barter se cuentan también entre los mayores
defensores de la justicia restaurativa y han mostrado a través de sus prácticas los
resultados de esta forma de justicia en contraposición a la justicia punitiva. Según
John Braithwaite (2004), la justicia restaurativa es "...un proceso en el cual todas
las personas afectadas por una injusticia tienen la oportunidad de discutir cómo
han sido afectadas por ella y decidir qué debe hacerse para reparar el daño. Según
Van Ness y Strong, son valores centrales de la justicia restaurativa: El Encuentro:
consiste en el encuentro personal y directo entre la víctima, el autor u ofensor y/u
otras personas que puedan servir de apoyo a las partes y que constituyen sus
comunidades de cuidado o afecto. La Reparación: Es la respuesta que la justicia
restaurativa da al delito. Puede consistir en restitución o devolución de la cosa,
pago monetario, o trabajo en beneficio de la víctima o de la comunidad. La
reparación debe ir primero en beneficio de la víctima concreta y real, y luego,
dependiendo de las circunstancias, puede beneficiar a víctimas secundarias y a la
comunidad. La Reintegración: Se refiere a la reintegración tanto de la víctima
como del ofensor en la comunidad. Significa no sólo tolerar la presencia de la
persona en el seno de la comunidad sino que, más aún, contribuir a su reingreso
como una persona integral, cooperadora y productiva. La Participación o
inclusión: Consiste en regalar a las partes (víctimas, ofensores y eventualmente, la
comunidad), la oportunidad para involucrarse de manera directa y completa en
todas las etapas de encuentro, reparación y reintegración. Requiere de procesos
que transformen la inclusión de las partes en algo relevante y valioso, y que
aumenten las posibilidades de que dicha participación sea voluntaria.
Definiciones de conceptos clave La justicia restaurativa es una forma de
responder al comportamiento delictivo balanceando las necesidades de la
comunidad, de las víctimas y de los delincuentes. Un “proceso restaurativo” se
define como “todo proceso en que la víctima, el delincuente y, cuando proceda,
cualesquiera otras personas o miembros de la comunidad afectados por un delito
participen conjuntamente de forma activa. Los individuos involucrados en este
proceso son denominados “partes”. De acuerdo a los Principios Básicos, un
“resultado restaurativo” es un acuerdo alcanzado como resultado de un proceso
restaurativo. El acuerdo puede incluir remisiones a programas como el de la
reparación, el de la restitución y el de los servicios comunitarios, “encaminados a
atender las necesidades y las responsabilidades individuales y colectivas de las
partes, y a lograr la reintegración de la víctima y del delincuente”. En casos que
involucran ofensas serias, también puede combinarse con otras medidas.
Objetivos de la justicia restaurativa *Restaurar el orden y la paz de la comunidad
y reparar las relaciones dañadas *Denunciar el comportamiento delictivo como
inaceptable y reafirmar los valores de la comunidad *Dar apoyo a las víctimas,
darles voz, permitir su participación y atender sus necesidades *Motivar a todas
las partes relacionadas para responsabilizarse, especialmente a los ofensores
*Identificar resultados restaurativos futuros *Prevenir la reincidencia motivando
el cambio en los ofensores y facilitando su reintegración a la comunidad. Orígenes
El modelo de Justicia Restaurativa es muy reciente, no obstante, esta idea de
justicia está basada en tradiciones indígenas y consiste en la reparación del daño y
la sanación de las heridas originadas a partir del hecho dañoso, a través de la

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discusión y la interacción entre el víctimario, la víctima y la comunidad. La Justicia
Restaurativa es diferente al sistema de justicia convencional, este sistema
restaurativo se construye desde la premisa de que el delito causa daño
directamente a la víctima y extiende sus efectos negativos a la comunidad en
general. Principios fundamentales del proceso restaurativo La Justicia
Restaurativa no sólo busca involucrar a todas las partes de un conflicto en su
solución, sino que también pretende la restauración de los valores morales, la
dignidad de las personas y la equidad social. La Justicia Restaurativa se enfoca en
reparar y curar el daño como resultado de un conflicto o de cualquier ofensa,
mientras que el sistema legal tradicional se basa en la imposición de castigos ante
la infracción de las reglas establecidas. Entre los procesos restaurativos se pueden
incluir: la mediación, la conciliación, la celebración de conversaciones y las
reuniones para decidir sentencias, pero pese a la diversidad entre estos
mecanismos, todos tienen en común una serie de principios que les dan sustento a
su naturaleza restaurativa y sanadora. Son tres los principios que sientan las bases
de la Justicia Restaurativa: *El objetivo general del proceso de justicia penal debe
ser la restauración de víctimas, ofensores y comunidades a través de la reparación
de daños causados por el delito y la reconciliación de las partes. La justicia debe
trabajar para volver a su estado original a aquellos que se han visto perjudicados
por la comisión del delito, intentando satisfacer las necesidades de los ofendidos
así como reparar los daños. *2) El proceso de justicia penal debe facilitar la
participación activa de las víctimas, ofensores y comunidades. Por tanto, debe
existir la posibilidad para que los perjudicados puedan participar de lleno y de
manera voluntaria, equitativa y directa en la respuesta al hecho delictivo. *3) El
gobierno no debe dominar el proceso. De esta forma, el delito es una ofensa en
primer lugar, contra la víctima; en segundo lugar contra la sociedad y, por
último, contra la ley. El Estado por tanto, tiene como papel el preservar un orden
público justo y la comunidad debe ayudar a construir y mantener una paz justa.

15. PROCEDIMIENTOS ESPECIALES O ESPECIFICOS PROCEDIMIENTOS


ESPECIALES: Objetivos del proceso: El proceso de adolescentes en conflicto con
la ley penal tendrá como objetivos establecer la existencia de una transgresión a la
ley penal, determinar quién es su autor o partícipe, buscará la reinserción del
adolescente en su familia y en la sociedad, según los principios rectores
establecidos en la ley. Juzgados: *a) De la niñez y la Adolescencia; *b) De
Adolescencia en Conflicto con la Ley Penal; *c) De Control de Ejecución de
Medidas; y, *d) Sala de la Corte de Apelaciones de la Niñez y Adolescencia.
Jurisdicción: de los Tribunales de la Niñez y la Adolescencia y de Adolescentes en
conflicto con la Ley Penal será especializada. Atribuciones de los Juzgados de Paz:
A) En materia de derechos de la niñez y adolescencia:
a) Conocer y resolver las solicitudes de medidas cautelares que sean
necesarias para el cese de la amenaza o violación de un derecho humano
de la niñez y la adolescencia, pudiendo dictas las medidas establecidas en
las literales e), g) h), e), i) del artículo 112 y la contemplada en el artículo
115.
b) Supervisar la ejecución de las medidas cautelares y definitivas que el Juez
de la Niñez y Adolescencia dicte y así le sea solicitado.
c) Una vez decretada la medida cautelar, remitir a la primera hora hábil del
día siguiente el expediente al Juzgado de la Niñez y Adolescencia
competente.
B) En materia de adolescentes en conflicto con la ley penal: Conocer, tramitar,
juzgar y resolver los hechos, atribuidos a los adolescentes, constitutivos de falta,
delitos contra la seguridad del tránsito y delitos cuya pena máxima de prisión no

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sea superior a los 03 años o consista en pena de multa, según el Código Penal o
Leyes Penales Especiales, de acuerdo al Procedimiento Específico del Juicio de
Faltas, respetando los principios derechos y garantías que la ley reconoce a los
adolescentes. (Estando autorizados en éstos casos para promover a conciliación,
la remisión y el Criterio de Oportunidad). Al resolver únicamente podrán imponer
las sanciones siguientes:
1) Socioeducativas: a) Amonestación y advertencia; b) Prestación de servicios
a la comunidad, por un período máximo de 02 meses; c) Reparación de los
daños.
2) Ordenes de orientación y supervisión de las contempladas en el literal b)
del artículo 238 y la privación del permiso de conducir contemplada en el
artículo 246 de la referida ley.
2. 1 Instalarse en un lugar de residencia o cambiarse de él
2. 2 Abandonar el trato con determinadas personas.
2. 3 Eliminar la visita a centros de diversión determinados.
2. 4. Obligación de matricularse en un centro de educación formal o en otro
cuyo objetivo sea enseñarle alguna profesión u oficio.
2.5. Abstenerse de ingerir bebidas alcohólicas, sustancias alucinógenas,
estupefacientes o tóxicas que produzcan adicción o hábito.
2.6. Obligación de someterse a programas de tipo formativo, cultural,
educativo, profesional, educación sexual, educación vial.
2.7 Ordenar el internamiento terapéutico del niño o niña o adolescente o el
tratamiento ambulatorio en un centro especializado de salud, público o
privado, para desintoxicarlos o eliminar su adicción a las drogas.
3) Sanciones privativas de libertad:
1. Privación de libertad domiciliaria.
2. Privación de libertad durante el tiempo libre.
3. Privación de libertad en centros especializados durante fines de semana,
comprendido desde el sábado, de las ocho horas, hasta el domingo a las
18:00 horas.
4. Privación de libertad en centros especializados de cumplimiento en
régimen abierto, semi-abierto o cerrado.
4) En los demás casos realizarán las primeras diligencias: y conocerán, a
prevención, en donde no hubiere Juez de Adolescentes en Conflicto con la
Ley o que se encuentre cerrado, agotadas las primeras diligencias remitirá
lo actuado al Juez de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal con 02
copias.
En los casos de flagrancia o de presentación del adolescente sindicado de la
comisión de un hecho calificado como delito, se pronunciará sobre su
situación jurídica y procesal, quedará sujeto al proceso de adolescente en
conflicto con la ley penal, cuando el caso amerite de lo contrario, dictará
una resolución por falta de mérito y ordenará la inmediata libertad.
Si el adolescente queda sujeto a proceso, podrá disponer:
* La medida de coerción adecuada, de acuerdo a lo establecido por ésta Ley;
* Y ordenará practicar las diligencias que sean necesarias para el esclarecimiento del
caso. En los casos de que el Juez de Paz conoce a prevención: remitirá lo actuado al Juez
de la Niñez y Adolescencia y de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, a primera
hora hábil del día siguiente.

a. PROCEDIMIENTO ABREVIADO Concepto: Es el instrumento por medio del cual


el poder judicial permite una decisión rápida del juez, sobre los hechos sometidos
a su conocimiento, que se caracterizan por su baja repercusión social y a pedido
del Ministerio Público. Puede ser definido como un procedimiento especial en el

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cual el debate es sustituido por una audiencia ante el juez de primera instancia, en
la cual deben regir los principios del debate. Se aplica en aquellos casos en los
cuales el imputado reconoce haber cometido los hechos y la pena a imponer sea
baja por lo que el debate es innecesario. La aplicación de este procedimiento
beneficia al Ministerio Publico puesto que supone un trabajo menor que el llevar
un juicio por el procedimiento común, beneficia al imputado pues también evita
que este vaya a un debate oral y público en su contra así como en agilizar la
resolución de su caso, descarga el trabajo en los tribunales de justicia y
paralelamente se cumple con la garantía de acceso a la justicia y se da salida legal
al problema planteado. Es el único caso en que el juez de primera instancia que
controla la investigación dicta sentencia. Este procedimiento especifico no
precisa, para su aplicación el consentimiento del querellante adhesivo. Con la
aplicación de este procedimiento se alcanza de una manera simple y en estricta
observancia a la ley los fines del derecho procesal penal que se traducen en
resolver en forma inmediata mediante un fallo judicial los conflictos sociales de
carácter penal menores o de poco impacto social. Requisitos: El procedimiento
abreviado se puede aplicar para cualquier delito, siempre y cuando se cumplan los
requisitos siguientes: - Que el Ministerio Público estime suficiente la imposición de
una pena privativa de libertad no superior a cinco años o cualquier otra pena no
privativa de libertad o aún en forma conjunta. - Que tanto imputado como su
defensor admitan los hechos descritos en la acusación y su grado de participación.
En este sentido es importante aclarar que la referida admisión de los hechos y su
participación en la comisión del delito no implica una admisión de culpabilidad, y
es por ello que los hechos contenidos en la acusación deben probarse en la
audiencia, de lo contrario el juez puede dictar una sentencia absolutoria. - Aceptar
llevar el proceso por la vía del procedimiento abreviado. Efectos: La sentencia
dictada en este procedimiento especial, tiene iguales efectos que una sentencia
dictada en el procedimiento penal común, variando únicamente en lo que se
refiere a los medios de impugnación y la reparación privada. En este
procedimiento la sentencia dictada por el juzgado de primera instancia que la
dicta es apelable y también puede ser objeto de casación, la reparación civil
deberá llevarse ante el tribunal competente del orden civil, asimismo el actor civil
tiene derecho a recurrir en apelación en la medida en la que la sentencia influya
sobre su resultado que espera en el futuro, principalmente si el acusado es
absuelto. Momento procesal y procedimiento: Este procedimiento se inicia una
vez terminada la fase preparatoria o de investigación con la presentación de la
acusación por parte del Ministerio Público. El ente investigador del Estado
solicitará en la acusación que se siga la vía del procedimiento abreviado. El
juzgado de primera instancia al recibir el requerimiento del Ministerio Público,
notificará a las partes fijando fecha y hora para la audiencia. En la audiencia el juez
de primera instancia oirá al imputado y a las demás partes y dictará
inmediatamente la resolución que corresponda. El juez podrá absolver o
condenar, pero nunca podrá imponer una pena mayor que la propuesta por el
Ministerio Público. El juez también tiene facultad para no admitir la vía del
procedimiento abreviado y emplazar al Ministerio Público para que concluya la
investigación y se siga el procedimiento común, contra esta resolución no cabe
recurso alguno.
b. PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO En Guatemala el procedimiento simplificado
fue adicionado al Código Procesal Penal (CPP) por el decreto 7-2011 del Congreso
de la República de Guatemala; el cual entra en vigencia el día treinta del junio del
2011, adicionado por el artículo 12, dicho decreto en el encabezado de sus
considerandos establece: “que las debilidades del sistema de justicia penal deben
ser atendidas y resueltas con medidas oportunas, de aplicación inmediata y de

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bajo costo, con el aprovechamiento máximo de los recursos económicos y
humanos, y que la justicia es un derecho humano de impostergable cumplimiento.
La propia Corte Suprema de Justicia afirma “que después de dieciséis años, al final
de la etapa de readecuaciones normativas con la presente iniciativa de la CSJ, por
cuanto plantea aspectos de urgente y necesaria prioridad procesal dirigidos a:
1. Ampliar el acceso de la justicia a las víctimas y generar, así, condiciones
para la tutela efectiva;
2. fortalecer la acción penal a cargo del Ministerio público y facilitar la
persecución y sanción de delitos;
3. Activar la judicatura de paz, para resolver las causas por delitos menores
graves mediante un procedimiento específico, así como verificar la efectiva
respuesta del Ministerio Público a los requerimientos de las víctimas;
4. Crear condiciones objetivas para los requerimientos de la acción penal
tengan la debida respuesta judicial inmediata, con el objeto de visibilizar la
lucha contra la impunidad.” Estos son los motivos señalados por la CSJ.
Fases del Procedimiento El procedimiento simplificado se caracteriza por
agilizar el proceso al no contar con la fase preparatoria del procedimiento
penal común sino solo de la fase intermedia y del juicio, este se encuentra
regulado en el artículo 465 bis del CPP de Guatemala. Las etapas del
procedimiento simplificado inician cuando el fiscal lo solicita en caso exista
un caso de flagrancia o por citación u orden de aprehensión. Asimismo, el
artículo en el referido cuerpo legal se establece que: “El Ministerio Público
podrá solicitar la aprehensión del sindicado al juez o tribunal cuando
estime que concurren los requisitos de ley y que resulta necesario su
encarcelamiento, en cuyo caso lo pondrá a disposición del juez que
controla la investigación. El juez podrá ordenar cualquier medida
sustitutiva”. Como la propia norma lo indica tanto la policía, un sujeto en
particular puede practicar la aprehensión y el Ministerio Público puede
solicitarla cuando no requiera realizar una investigación posterior o
complementar la que tiene. Una vez solicitados se inicia con: 1. Fase de
Diligencias previas a la audiencia: En donde el Ministerio público solicita la
aplicación de procedimiento simplificado haciéndole saber al imputado los
cargos de los que se le acusa y de todos los elementos de investigación con
que el fiscal cuenta hasta el momento, sin menospreciar el derecho de
defensa que le asiste al acusado, se le dará un periodo prudencial para
preparar su defensa. Así mismo debe de comunicársele a la victima la
decisión del fiscal y de la audiencia posterior. 2. Fase de Diligencias propias
de la audiencia: Una vez en la audiencia se procede a identificar al acusado,
preguntándole su nombre completo, edad estado civil, profesión u oficio,
nacionalidad, fecha y lugar de nacimiento, domicilio y lugar de residencia,
si los tuviere, nombre del cónyuge, hijos y personas con las que vive, si
dependen de él o están bajo su guardia. El juez le advertirá de sus derechos
fundamentales y le advertirá de abstenerse a declarar, le explicara con
palabras sencillas y claras los cargos que se le imputan haciéndose
referencia a la fundamentación y requerimiento de llevar a juicio al
imputado, también señalarán el hecho verificable y los medios de prueba
con los que cuenta el Ministerio Público. En seguida, el imputado hace
valer su derecho de elegir a el defensor de su confianza y si no ejerciere
este derecho el tribunal le otorgará uno de oficio. Se le dará intervención a
la defensa y al querellante para que presenten sus argumentos y
fundamenten su pretensión. El tribunal dará intervención al querellante
adhesivo, actor civil, víctima o agraviado, para que se manifiesten sobre las
intervenciones posteriores. Finalmente el juez dará su decisión

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debidamente razonada. Si en su caso se declara la apertura a juicio se
procede conforme a las reglas del proceso común. El Procedimiento
Simplificado penal en plano formal, material y garantista. En el
procedimiento simplificado se encuentran varios principios y garantías,
como el de legalidad ya que dicho proceso conlleva a una condena al
acusado pero a la vez busca la pronta reparación de la víctima, la
reinserción social del imputado, al no seguirse un procedimiento penal
común que le puede conllevar años en litigio y fuertes gastos económicos,
dando acceso a una forma de terminar el proceso de forma equilibrada,
accesible no solo para el imputado sino para todos los sujetos procesales y
sin ser menos importante se respeta el derecho de defensa ya que el
imputado puede optar por un proceso penal común, si lo cree conveniente.
Las garantías que asisten al procedimiento simplificado no solo se basan
en la Constitución Política de la República de Guatemala (CPRG), sino
también se dan en el ámbito internacional como lo establece la
Declaración Universal de Derechos Humanos, en el artículo 5 “nadie será
sometido a torturas ni a penas o tratos crueles e inhumanos o degradantes,
en el artículo 7 “ todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción,
derecho a igual protección de la ley; en el artículo 10 “Toda persona tiene
derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de
sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación
contra ella en materia penal”, Sin mencionar el artículo 11 en donde se
plasma el principio de inocencia. De igual forma en el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos; en donde se encuentran plasmadas las
siguientes garantías procesales, artículo 9 derecho a la libertad y a la
seguridad personal; artículo 8 “derecho de toda persona a ser oída, con las
debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por
la ley, en la sustentación de cualquier acusación penal formulada contra
ella o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral fiscal o de cualquier otro carácter”, y el artículo 14 que regula el
principio de igualdad ante la ley. Entonces se puede decir que el
procedimiento simplificado se fundamenta no solo en la legislación
nacional con la CPRG y el CPP, sino en pactos y tratados internacionales
que buscan que los fines del Estado y la justicia se cumplan, dando paso a
mecanismos que concreten dichos objetivos permitiendo la evolución del
derecho, de acuerdo a las necesidades de la misma sociedad. Puntos
negativos, el autor Mauricio Duce: “la negociación está cada vez
abriéndose más margen en el sistema como una forma de llegar a
respuestas o soluciones.

C. JUICIO PARA LA APLICACIÓN EXCLUSIVA DE MEDIDAS DE


SEGURIDAD Y CORRECCION En primer lugar es necesario
aclarar que el Código Penal a lo largo de todo su articulado
únicamente se refiere a medidas de seguridad, en cambio el
Código Procesal Penal a lo largo de todos sus artículos se refiere a
medidas de seguridad y corrección. Que como ya lo hemos
anotado con anterioridad, en honor al principio de legalidad que
rige las medidas de seguridad según el Código Penal, no pueden
imponerse más medias de seguridad que las establecidas en el
Artículo 88, y por consiguiente en virtud de declaración de estado

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de peligrosidad social de un sujeto sólo podrán imponerse las
medidas señaladas por el Artículo 88 del Código Penal y dentro de
ellas, la única medida de corrección es el internamiento en centro
educativo. Según la propuesta contenida en esta tesis, este es el
procedimiento que requiere una urgente modificación, para una
verdadera protección de la sociedad. A continuación exponemos
los Artículos del Código procesal penal que regulan ese
procedimiento; inmediatamente hacemos las observaciones que,
según nuestro particular punto de vista, le hacen deficiente.
“Articulo 484 Procedencia. Cuando el Ministerio Público, después
del procedimiento preparatorio, estime que sólo corresponde
aplicar una medida de seguridad y corrección, requerirá la
apertura del juicio en la forma y las condiciones previstas para la
acusación en el juicio común, indicando también los antecedentes
y circunstancias que motivan el pedido.” El Artículo transcrito
impone los siguientes requisitos al procedimiento para la
imposición exclusiva de una medida de seguridad. • La solicitud
se centraliza en el Ministerio Público. Indica el Artículo citado
que... Cuando el Ministerio Público, ..., estime que sólo
corresponde aplicar una medida de seguridad y corrección,
requerirá la apertura del juicio... es decir que únicamente al
órgano oficial para ejercer la acción penal, corresponde pedir la
aplicación de la medida de seguridad. • Debe agotarse la fase
preparatoria. El procedimiento sólo se iniciará después de la fase
preparatoria lo que conlleva dos inconvenientes; por una parte,
como anteriormente lo estudiamos, la fase preparatoria es parte
del procedimiento común, procedimiento que es aplicado a
delitos de mayor gravedad en los que no es posible aplicar el
juicio por faltas, tampoco alguna medida desjudicializadora, ni el
procedimiento abreviado. Por otra parte, como oportunamente
vimos, al analizar el procedimiento penal común, la fase
preparatoria tarda hasta tres meses si el sindicado estuviere
detenido; y hasta seis meses si se hubiere otorgado una medida
sustitutiva y no estará sujeta a plazos cuando no hubiere prisión
provisional ni medida sustitutiva. • Se tramita ante el tribunal de
sentencia. Indica el Artículo que estamos comentando (484), que:
“el Ministerio Público requerirá la apertura del juicio en la forma y
las condiciones previstas para la acusación en el juicio común,
indicando también los antecedentes y circunstancias que motivan
el pedido.” Es decir que aunque se haya establecido que no habrá
la imposición de una pena; en el debate debe probarse el estado
de peligrosidad social del agente. Consideramos que esto es
completamente antieconómico, porque de conformidad con el
análisis desarrollado, el costo que conlleva realizar una audiencia
ante un Tribunal de Sentencia, es de más de veinticinco mil
quetzales, lo que es un derroche de recursos que serían mejor
utilizados en una audiencia para juzgar un delito de alto impacto.
Debe entenderse entonces que ocurrido un hecho grave, al que
no puede aplicársele una medida desjudicializadora, que no es

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susceptible de ser juzgado mediante el juicio por faltas, o el
procedimiento abreviado, si agotada la investigación el ministerio
público establece que por algún motivo no podrá imponerse la
pena respectiva, llevará el caso a debate, únicamente para probar
el estado de peligrosidad y que el tribunal de sentencia aplique
una medida de seguridad. El siguiente Artículo que regula este
procedimiento es el 485 que prescribe: “Remisión y reglas
especiales. El procedimiento se regirá por las reglas comunes,
salvo las establecidas a continuación: 1) Cuando el imputado sea
incapaz, será representado por su tutor o por quien designe el
tribunal, con quien se llevarán a cabo todas las diligencias del
procedimiento, salvo los actos de carácter personal. 2) En el caso
previsto en el inciso anterior, no regirá lo dispuesto para la
declaración del imputado, si fuere imposible su cumplimiento. 3)
El juez de primera instancia en la etapa de procedimiento
intermedio podrá también rechazar el requerimiento, por
entender que corresponde la aplicación de una pena, y ordenar la
acusación. 4) El juicio aquí previsto se tramitará
independientemente de cualquier otro juicio. Con esta norma
debe entenderse que no puede tramitarse la imposición exclusiva
de una medida de seguridad dentro del juicio por faltas,
procedimiento abreviado, o por delito de acción privada. 5) El
debate se realizará a puertas cerradas, sin la presencia del
imputado, cuando fuere imposible a causa de su estado o
inconveniente por razones de orden, seguridad o salud, caso en el
cual será representado por su tutor. El imputado podrá ser traído
al debate cuando su presencia fuere indispensable. 6) La
sentencia versará sobre la absolución o sobre la aplicación de una
medida de seguridad y corrección. 7) No serán de aplicación las
reglas referidas al procedimiento abreviado. Esto no significa que
en sentencia del procedimiento abreviado no pueda imponerse
una medida de seguridad, sino que ni el Ministerio Público ni el
sindicado, pueden admitir la aplicación de una medida de
seguridad para abstraerse del proceso. “Artículo 486
Transformación y advertencia. Si después de la apertura del juicio
resulta posible la aplicación de una pena, el tribunal hará las
advertencias al imputado conforme las disposiciones aplicables
para la ampliación o notificación de la acusación. Articulo 487
Menores. El presente capítulo no rige para los menores de edad
que estarán a lo que dispone el Código de Menores respectivo; al
tiempo de iniciarse la vigencia del Código procesal penal se
encontraba vigente el Código de Menores Decreto legislativo 78-
79 que fue derogado por el decreto legislativo 78-96 Código de la
niñez y la juventud, que a su vez fue derogado por la actual Ley de
protección integral de la niñez y adolescencia. Decreto legislativo
27-2003. Concluimos este capítulo afirmando que aunque las
medidas de seguridad pueden imponerse en cualquiera de los
procedimientos penales contemplados en el Código Procesal
Penal, en los que se dicta sentencia por delito o falta, todos tienen

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en común que la pueden imponer hasta después de cometido el
ilícito, lo que no representa una eficaz protección para la
sociedad, ni para algunos de los mismos sujetos peligrosos.

D. PROCEDIMIENTO ESPECIAL DE AVERIGUACION La exhibición


personal como presupuesto procesal para la procedencia del
procedimiento especial de averiguación. El Habeas Corpus es
una institución que tiene sus raíces en el derecho anglosajón y
una profunda remembranza en el derecho histórico español con
antecedentes lejanos como el denominado recurso de
manifestación de personas del reino de Aragón y algunos en el
fuero de Vizcaya y otros ordenamientos formales. La exhibición
personal: Es la acción que ejercita todo individuo de cualquier
edad, sexo, condición categoría, que se siente perjudicado o
agraviado en su libertad individual o seguridad personal que la
Constitución de la República establece, para que se resuelva si su
arresto fue, es o no legal, para mantenerse o levantarse; si la
amenaza a la perdida de su libertad o los vejámenes que sufriere
en prisión son ilegales, o en caso contrario que se restituya en su
libertad, se hagan cesar los vejámenes o termine la coacción a
que estuviere sujeto, por ser contrario a la disciplina política de la
nación. Procedimiento legal de una exhibición personal. a.
Interposición. Es por el agraviado o por cualquier persona o de
oficio de conformidadcon el Artículo 85 y 86 del Decreto 1-86 de
la Asamblea Nacional Constituyente. B. Tribunal competente.
No obstante regirse la competencia de la Exhibición Personal por
las reglas de los tribunales de amparo, por la naturaleza de la
acción que es eminentemente Constitucional se puede iniciar
ante cualquier tribunal de justicia, el que dictará a prevención, las
providencias urgentes que el caso requiera, pasando sin demora
el conocimiento del asunto con informe de lo actuado al tribunal
competente. C. Tramitación. El tribunal en nombre de la
república de Guatemala emite auto de exhibición y podrá
comisionar a un ejecutor para que ordene a la autoridad o
funcionario a presentar al ofendido, dentro de un plazo que no
podrá exceder de 24 horas a partir de la petición o denuncia.
(Artículos 88, 89, 91 del Decreto 1-86 de la Asamblea Nacional
Constituyente). Era necesario analizar brevemente aspectos
generales de la exhibición personal, toda vez que finalizado el
trámite de esta, sin resultados favorables, y si hubieren sospechas
de que la persona a cuyo favor se solicitó sigue ilegalmente
detenido, entonces podemos accionar a través del procedimiento
especial de averiguación el cual se tratará a continuación. El
procedimiento especial de averiguación. El código procesal
penal ha creado un procedimiento específico para aquellos casos
en los que la exhibición personal no ha determinado el paradero
de la persona a cuyo favor se interpuso, este es el procedimiento
especial de averiguación, el cual mantiene la estructura del
procedimiento común en la fase intermedia y en la del juicio oral

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pero introduce modificaciones en el preparatorio. Concepto. El
procedimiento especial de averiguación es el medio a través del
cual, se propone brindar protección contra todo uso arbitrario del
poder, que conculca o pone en peligro la libertad locomotiva de
las personas, después de agotada la acción de exhibición personal
sin resultado positivo. Puede ser definido también como el
procedimiento que se inicia ante la Corte Suprema de Justicia
después de haberse declarado sin lugar una exhibición personal y
se tiene conocimiento que persiste la violación ilegal y arbitraria
de los derechos humanos de la persona. Trámite Legal: 1.-
Procedencia: Procede el procedimiento especial de averiguación
cuando agotada la exhibición personal, sin resultado favorable es
decir, sin hallar a la persona a cuyo favor se solicitó, habiendo
existido motivos de sospecha suficientes para afirmar que ella ha
sido detenida o mantenida ilegalmente en detención por un
funcionario público, por miembros de las fuerzas de seguridad del
estado o por agentes regulares o irregulares sin que se de razón
de su paradero. 2.- Autoridad Competente: La autoridad
competente para conocer de este procedimiento es la Corte
Suprema de Justicia, quien para resolver sobre la procedencia de
la averiguación especial, convocará a una audiencia al Ministerio
Público a quien instó el procedimiento y a los interesados en la
averiguación que se hubieren presentado espontáneamente. La
Corte Suprema de Justicia en virtud de los medios de prueba que
los interesados le presenten resuelve en deliberación privada,
fundadamente sobre la prosperidad o rechazo de este
procedimiento. La Corte Suprema de Justicia podrá intimar o sea
hacer saber con fuerza para ser obedecido al Ministerio Público
para que informe sobre el progreso y resultado de la
investigación, la ley indica un plazo de cinco días el cual puede ser
abreviado cuando sea necesario, o en su caso encargar la
averiguación en orden excluyente a: a) Al procurador de los
derechos humanos; b) A una entidad o asociación jurídicamente
establecida en el país; c) Al cónyuge o a los parientes de la
víctima. Resuelto esto la Corte Suprema de Justicia expedirá el
mandato de la averiguación llenando los requisitos establecidos
en el Artículo 469 del Código Procesal Penal para que se garantice
la eficiencia de la investigación, siendo uno de los efectos el de
equiparar al investigador designado a los agentes del Ministerio
Público. Expedido el mandato de averiguación el investigador
designado conformará su averiguación según las reglas comunes
del procedimiento de preparación de la acción pública, sin
perjuicio de la actividad que pudiere cumplir el Ministerio Público,
el importante también le indicar que la Corte Suprema de Justicia
en el mandato de averiguación indicará los plazos en los cuales se
le debe presentar resultados de la investigación y también que
designará el juez que debe controlar la investigación. Si existiera
dentro de la investigación algún sindicado, la declaración de este
solo podrá proceder por orden de juez contralor de la

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investigación a pedido del investigador. La acusación será
formulada por el Ministerio Público o por el investigador
designado, y el procedimiento intermedio será conocido por el
juzgado competente a cargo de la investigación, aquí también se
aplica la regla de remisión en el sentido que cumplida la
investigación se siguen las reglas del procedimiento común. La
Corte Suprema de Justicia cualquiera que sea el orden en que
concluya, será informada del resultado de la averiguación. Dentro
de otros aspectos importantes de mencionar, están que el
investigador nombrado por la Corte Suprema de Justicia puede
ser removido de su cargo si no cumple diligentemente dentro de
los plazos señalados por la Corte Suprema de Justicia en este caso
caducará su mandato y se podrá designar otro investigador. Es
importante mencionar también que a partir del auto de apertura
del juicio rigen las reglas comunes, inclusive para decidir el
tribunal de sentencia competente y si el investigador lo hubiere
solicitado en su acusación será considerado y continuará como
querellante en todo momento del procedimiento. Este
procedimiento finaliza por sentencia del tribunal competente.
Características. Dentro de las características más sobresalientes
del procedimiento especial de averiguación están: - Que este
procedimiento únicamente puede ser iniciado ante la Corte
Suprema de Justicia. - Como requisito previo debe existir un
resultado de una exhibición personal sin resultado favorable, con
motivos de sospecha suficiente de que la persona a cuyo favor se
planteo se encuentra ilegalmente detenida. - La Corte Suprema
de Justicia puede nombrar como investigador al Procurador de los
Derechos Humanos, al cónyuge o parientes de la víctima o a una
entidad o asociación jurídicamente establecida en el país, quienes
son equiparados para desempeñar su función a los agentes del
Ministerio Público. - En el contenido del mandato de averiguación
que la Corte Suprema de Justicia le otorga al investigador deberá
designar al juez que controla la investigación. - El investigador
debe informar a la Corte Suprema de Justicia, cualquiera que sea
el resultado. - Dictado el auto de apertura a juicio rigen las reglas
comunes, inclusive para decidir el tribunal de sentencia
competente. - Si el investigador lo hubiere solicitado en la
acusación continuará como querellante. - La Corte Suprema de
Justicia será garante de este procedimiento y por lo mismo
brindará protección a los que intervengan en el mismo.
Aplicación práctica: Al expedir el mandato especial de
averiguación la Corte Suprema de Justicia puede ordenar todas
aquellas medidas que sean adecuadas para garantizar sin lugar a
dudas que la averiguación será llevada con toda la eficiencia y
seriedad a efecto de conseguir los fines pretendidos de tutelar la
libertad del ciudadano Guatemalteco, persiguiendo toda
conducta lesiva de la misma, que provenga de funcionarios o
miembros de las fuerzas de seguridad del Estado. Al declarar la
procedencia de la averiguación, la Corte Suprema de Justicia debe

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emitir inmediatamente un mandato, en el que se debe contener
instrucciones precisas que permitan al mandatario cumplir
fielmente su obligación de averiguación, éstas instrucciones se
constituyen esencialmente a los siguientes: a) designación de la
institución o persona a quien se le encomienda la averiguación; b)
identificación de la persona desaparecida, resumiéndose el hecho
supuestamente cometido, motivos por los que no fructificó la
exhibición personal y el fundamento de la sospecha de que
determinada autoridad y en determinado lugar se retiene al
desaparecido; c) indicación de que el investigador designado se
haya equiparado a los agentes del Ministerio Público para
esclarecer el hecho descrito y ordena a funcionarios y empleados
del estado de prestar la misma colaboración respecto que al
funcionario mencionado; d) expresión de los plazos en que debe
presentar a la Corte Suprema de Justicia los informes del
resultado de la averiguación, y designación del juez que controla
la investigación. Es importante resaltar que el investigador
designado esta equiparado a agentes del Ministerio Público y
como tal solo a este le compete averiguar sobre el paradero del
desaparecido, esto sin embargo no quita las obligaciones propias
del Ministerio Público quien a su vez tendrá que realizar aquellas
actividades de investigación que se le encomienden
específicamente o que pudiera realizar de oficio como
corresponde a los hechos penales de carácter público. Si el
investigador determina la necesidad de que sea escuchado el
funcionario o autoridad sospechosa deberá solicitarlo al juez que
corresponda. Una vez se realiza la investigación y arroja mérito
para dictar alguna medida coercitiva, la dicta el Juez que controla
la investigación si el caso lo amerita, también el auto de
procesamiento, para concluir con el planteamiento de la
acusación. En toda la actividad de investigación, la Corte
Suprema de Justicia dará al investigador designado todo el auxilio
necesario para que desempeñe su función como tal. Si se
planteará una controversia entre investigador y Ministerio
Público, la Corte Suprema de Justicia resolverá
convenientemente lo procedente. Respecto al procedimiento
intermedio, la acusación puede ser planteada al juez de primera
instancia, tanto por el investigador designado como por el
Ministerio Público, situación que obliga a la apertura de la fase
intermedia, sin perjuicio de que deba informarse a la Corte
Suprema de Justicia, también sobre el resultado que tuvo la
averiguación. El procedimiento intermedio sufre el trámite
común indicado en la ley para el proceso penal común. Respecto
a la fase del juicio, al concluir el procedimiento intermedio, si el
Juez de primera instancia resuelve la apertura del juicio el tribunal
de sentencia competente toma la secuencia procesal aplicando la
normativa referida a la etapa del juicio, desarrollando la
preparación del debate, el debate y dicta la sentencia
correspondiente. Juicio para la aplicación exclusiva de medidas

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de seguridad y corrección. Concepto: Es un juicio contradictorio,
similar al común y con las mismas garantías en donde se resuelve
la aplicación de una medida de seguridad y corrección en vez de
una pena al imputado. Tradicionalmente la declaración de
inimputabilidad por enfermedad mental, desarrollo psíquico
incompleto o retardado o de trastorno mental transitorio no
estaba rodeada de garantías suficientes. Cuando se sospechaba
que una persona de estas características había cometido un
hecho delictivo, se declaraba la inimputabilidad y sin más trámite
se le dictaba una medida de seguridad sin detenerse a verificar si
efectivamente era la autora. En la legislación procesal penal
guatemalteca derogada se tomaba abandonada en la práctica del
proceso penal contra inimputables, todas las garantías y derechos
pensados para los imputables tales como el principio de
inocencia, defensa en juicio, porque en la mayoría de casos no
existía una persona que los hiciere efectivos. Nuestro actual
Código Procesal Penal trata de tener una vigencia absoluta y mas
estricta en el proceso para la aplicación de medidas de seguridad
y corrección por lo que su finalidad es la de realizar una vigilancia
más estricta en la vigencia de las garantías judiciales,
aumentando las posibilidades reales de defensa del imputado
cuando sea incapaz permitiendo que el mismo sea representado
por el tutor o por quien designe el tribunal. Trámite legal. El juicio
especifico para la aplicación exclusiva de medidas de seguridad y
corrección sigue básicamente las reglas del procedimiento
común. Es el Ministerio Público el que después del procedimiento
preparatorio estima que solo corresponde aplicar una medida de
seguridad y corrección, requiere la apertura del juicio en la forma
y las condiciones previstas para la acusación en el juicio común,
indicando también los antecedentes y circunstancias que motivan
el pedido. El procedimiento se regirá por las reglas comunes salvo
las establecidas siguientes: - En caso ser incapaz el imputado será
representado por su tutor o persona que designe el tribunal. - Si el
juez de primera instancia en la etapa del procedimiento
intermedio considera que le corresponde la aplicación de una
pena rechazará el procedimiento y ordenará que el Ministerio
público formalice acusación - El juicio para la aplicación exclusiva
de medidas de seguridad y corrección se tramitará
independientemente a cualquier otro. - Por situaciones especiales
el debate se realizará a puerta cerrada, sin presencia del
imputado, salvo el caso cuando su presencia sea indispensable. -
La sentencia versará sobre la absolución o sobre la aplicación de
una medida de seguridad y corrección. - Las reglas del
procedimiento abreviado no se aplicará en este trámite. - En
ningún caso este procedimiento se podrá aplicar a los menores de
edad, quienes tienen su propia legislación.
E. PROCEDIMIENTO PARA DELITOS MENOS GRAVES El objeto
del procedimiento de delitos menos graves, es darle competencia
a los Juzgados de Paz, para que conozcan delitos con prisión que

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se consideran que no son de gravedad o impacto social, a efecto
de agilizar en los Juzgados de Primera Instancia Penal, los
procesos que son de trascendencia y que por el impacto social del
asunto, deben de resolverse con mayor celeridad, sin que otros
procedimientos no graves impidan su prosecución y pronta
resolución. Algunos delitos menos graves regulados en el código
penal: *Suposición de muerte, Artículo 130 del código penal.
*Aborto Procurado, artículo 134 del código penal. *Lesiones
leves, artículo 148 del código penal. *Maltrato contra personas
menores de edad, artículo 150 bis del código penal. *Injuria,
Articulo 161 del código penal. *Exhibicionismo Sexual, artículo
188 del código penal. *Allanamiento, artículo 206 del código
penal. *Inducción al abandono del hogar, articulo 212 del código
penal. *Turbación de actos de culto, articulo 224 del código
penal. *Matrimonio ilegal, artículo 226 del código penal.
*Negación de asistencia, articulo 242 del código penal.
*Alteración de linderos, artículo 258 del código penal. *Incendio y
Estrago culposo, articulo 285 del código penal. Artículo 465 Ter.
Procedimiento para delitos menos graves. Código Procesal Penal.
El procedimiento para delitos menos graves constituye un
procedimiento especial, que se aplica para el juzgamiento de
delitos sancionados en el Código Penal con pena máxima de cinco
años de prisión. Para este procedimiento son competentes los
jueces de paz, y se rige, aparte de las normas procesales
generales, por las especiales siguientes: 1. Inicio del proceso: El
proceso da inicio con la presentación de la acusación fiscal o
querella de la víctima o agraviado; 2. Audiencia de conocimiento
de cargos: Esta audiencia debe realizarse dentro de los diez (10)
días de presentada la acusación o querella, convocando al
ofendido, acusador, imputado y su abogado defensor,
desarrollándose de la siguiente manera: a. En la audiencia, el juez
de paz concederá la palabra, en su orden, al fiscal o, según el
caso, a la víctima o agraviado, para que argumenten y
fundamenten su requerimiento; luego al acusado y a su defensor
para que ejerzan el control sobre el requerimiento; b. Oídos los
intervinientes, el juez de paz puede decidir: I. Abrir a juicio penal
el caso, estableciendo los hechos concretos de la imputación; II.
Desestimar la causa por no poder proceder, no constituir delito o
no tener la probabilidad de participación del imputado en el
mismo; c. Si abre a juicio, concederá nuevamente la palabra a los
intervinientes a excepción de la defensa, para que en su orden
ofrezcan la prueba lícita, legal, pertinente e idónea a ser
reproducida en debate, asegurando el contradictorio para proveer
el control de la imputación probatoria. Seguidamente el juez de
paz decidirá sobre la admisión o rechazo de la prueba ofrecida,
señalando la fecha y hora del debate oral y público, el que debe
realizarse dentro de los veinte días siguientes a la audiencia en
que se admite la prueba; d. Las pruebas de la defensa, cuando así
se pida en la audiencia, serán comunicadas al juzgado por lo

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menos cinco días antes del juicio donde serán puestas a
disposición del fiscal o querellante; e. A solicitud de uno de los
sujetos procesales, se podrá ordenar al juez de paz más cercano,
que practique una diligencia de prueba anticipada para ser
valorada en el debate. 3. Audiencia de debate: Los sujetos
procesales deben comparecer con sus respectivos medios de
prueba al debate oral y público, mismo que se rige por las
disposiciones siguientes: a. Identificación de la causa y
advertencias preliminares por parte del juez de paz; b. Alegatos
de apertura de cada uno de los intervinientes al debate; c.
Reproducción de prueba mediante el examen directo y contra-
examen de testigos y peritos, incorporando a través de ellos la
prueba documental y material; d. Alegatos finales de cada uno de
los intervinientes al debate; e. Pronunciamiento relatado de la
sentencia, inmediatamente de vertidos los alegados finales, en
forma oral en la propia audiencia; En todos estos casos, cuando se
trate de conflictos entre particulares, el Ministerio Público puede
convertir la acción penal pública en privada." Artículo 466.
Efectos. Código Procesal Penal. Contra la sentencia será
admisible el recurso de apelación, interpuesto por el Ministerio
Público, o por el acusado, su defensor y el querellante por
adhesión.

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VIII.CRIMINALISTICA
1. DEFINICION DE CRIMINALISTICA: Es la ciencia que aplica
heterogéneos conocimientos, métodos y técnicas de investigación de las
ciencias, con el propósito de descubrir y verificar el cuándo, el dónde, el
quién y en qué circunstancias acaeció un hecho o dejó de acaecer.

2. ESCENA DEL CRIMEN: es el lugar donde los hechos sujetos a


investigación fueron cometidos, los rastros y restos que quedan en la
victima y victimario y en algunos casos en personas (testigos, cómplices,
encubridores, coautores o cualquier otra persona) presenciales de los
hechos u omisiones.

3. CLASES DE ESCENA DEL CRIMEN: La escena del crimen y zonas


aledañas: No existe una norma que establezca la dimensión de una escena
del crimen, ello dependerá del hecho, modo y circunstancias en que fue
cometido. Es importante al determinar la dimensión de la escena, las zonas
aledañas, ya que en esos lugares pueden existir indicios que por no tomarse
en cuenta en el momento oportuno, se pueden perder o contaminar. La
escena del crimen por su forma se podría clasificar en lnternas y externas,
estas dependerán si el crimen fue cometido en el interior de un inmueble,
casa de habitación o negocio; o bien en sus afueras. Las abiertas y
cerradas. Si la escena es aire libre se le llama abierta, si es un lugar
protegido del medio ambiente, recibe el nombre de cerrada. Las grandes y
pequeñas, las cuales se pueden clasificar de esta forma, dependiendo de su
dimensión y por último las simples y complicadas, a las que se les llama
simples a aquellas escenas en que no se requiere mayor tiempo de trabajo,
técnicas y peritos. Las complicadas requieren mejor equipo de trabajo,
esfuerzo y especialización. De principio no existe una escena del crimen
simple, sin importar el tipo de delito, ya que siempre deberá trabajarse con
empeño, para poder recolectar el mayor número de indicios. El
investigador en una escena del crimen en delitos patrimoniales, sin
importar su dimensión y forma, debe buscar todo tipo de indicio que le
ayude a esclarecer el hecho delictivo. Siempre se debe iniciar por buscar
huellas o impresiones dactilares ocultas o poco visibles, ya que éstas se
pueden perder fácilmente o bien si se dejaran por último se podrían

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confundir con alguna dejada sobre alguna superficie correspondiente al
personal que trabajó la escena. El resultado del estudio de huellas
dactilares, es determinante porque a través de él se establece qué persona
estuvo en el lugar del hecho, antes o durante la comisión delito. Cualquier
detalle por pequeño que sea puede resultar un elemento útil a la
investigación; desde los que puedan pasar inadvertidos como por ejemplo,
un botón de saco, una colilla de cigarro, etc.; hasta las más evidentes como
armas de fuego, herramientas utilizadas para forzar una chapa o mueble,
sangre, entre otros. Nada debe pasar por inadvertido, una prenda de vestir,
huellas de neumáticos, vidrios fracturados, vehículos que se encuentren en
el lugar deben tomarse en cuenta y ser estudiados de forma científica.
Principalmente debe tomarse en cuenta todo indicio al que se le pueda
realizar análisis de ADN, por medio del cual se identificaría plenamente al
responsable del delito, tales como manchas de sangre, cabellos, semen,
que puedan ser localizados en la escena del crimen, que permitan la
individualización del sujeto activo del delito.

4. PROCESAMIENTO DE LA ESCENA DEL CRIMEN: Escena del


Crimen: No existe norma que pueda definir con exactitud las dimensiones
de la Escena del Crimen; pero por lo general, es considerada solamente el
punto o lugar donde se ha llevado a cabo el evento delictivo, sin embargo,
el término es más amplio y debe incluir también las zonas circundantes por
la que haya pasado el posible autor o la víctima al dirigirse al lugar o
retirarse del mismo; pues en dichas zonas pueden haberse producido
descuidos por parte del agente delictivo y haber dejado huellas de
importancia criminalística que prueben más adelante su culpabilidad,
consiguientemente, la Escena del Crimen debe comprender el lugar donde
se ha cometido el delito y la zona circundante a ésta. Tipos de escenas del
crimen: En la actualidad se conocen cinco tipos o modalidades de escenas
del delito, siendo éstas las siguientes: 1 Escena abierta: Que se caracteriza
por estar situada al aire libre y expuesta a las inclemencias del medio
ambiente y de las personas. (Vía pública, parques, estadios, playas, predios
baldíos, etc.) 2 Escena cerrada: Se denomina así al lugar del hecho que se
encuentra delimitado generalmente por paredes y bajo techo. (Ej.
viviendas, locales, moteles, etc.) 3 Escena mixta: Es la que presenta
evidencias relacionadas, en un sitio cerrado y otro abierto y que
corresponden a un mismo hecho. (Ej. Interior y patio de una vivienda) 4
Escena prolongada: Es la que inicia en un lugar y termina en otro en forma
continua sin interrupción, en los cuales hay indicios y/o evidencias
relacionadas al mismo hecho y a los mismos protagonistas. 5 Escena de
liberación: Es el lugar diferente a la escena original, en la que el delincuente
abandona o se deshace de la evidencia que pudiera incriminarlo o
relacionarlo con el hecho delictivo. Esta escena también se conoce como
“lugar del hallazgo”, es decir, el sitio donde se encuentran evidencias
relacionadas al hecho delictivo, sin que necesariamente sea éste donde se
originó el crimen o donde finalizó. Es importante señalar que cualquiera de
las anteriores escenas del delito está expuesta a una alteración, lo que
podría tratarse de un escenario elaborado a propósito por el criminal, con
el objeto de dejar su propia marca, su firma o simplemente retrasar u

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orientar equivocadamente la investigación. Aspectos operativos a seguir
por el fiscal: La protección de la escena del crimen inicia con las medidas
que adoptan las y los primeros agentes policiales que llegan al lugar de los
hechos, verificando y confirmando la noticia criminal. La protección debe
mantenerse sin interrupción hasta que la o el Fiscal responsable del
procesamiento considere finalizada la diligencia. a. Entrevistar al policía
que protege la escena y solicitarle el reporte de novedades. b. Determinar
un puesto de mando en coordinación con el equipo multidisciplinario (PNC,
DEIC, DICRI). c. Observar en el área circundante a la escena y tomar nota
de aquello que le parezca sospechoso o relevante. d. Trasladar a las o los
testigos y/o víctimas a la oficina principal o aislarlos procurando la
seguridad de los mismos. e. Verificar la identidad de la víctima y solicitar
informe sobre sus antecedentes. f. Coordinar la Realización de capturas
por flagrancias cuando sea necesario y procedente a través de PNC. g.
Dejar constancia, mediante acta, del procesamiento de la escena del delito,
así como de los eventos que se presenten durante la misma, de toda la
evidencia física recuperada y de los análisis requeridos por parte del
personal fiscal; la cual deberá ser firmada por todos los intervinientes.
Partes de la escena del crimen: normalmente se establecen 4 áreas de
estudio: epicentro: es el sitio más rico en indicios, en él suelen encontrarse
el cadáver, el arma o cualquier otro elemento relevante para la
investigación (por ejemplo, una caja fuerte en caso de robos). Ruta de
acceso: es el lugar por donde el delincuente llego hasta el núcleo de la
escena. Casi siempre son puertas, ventanas, pasillos y escaleras. Los
indicios hallados en estos lugares son valiosos, porque por lo general los
delincuentes prestan más atención a borrar sus huellas en el núcleo que en
las rutas de acceso. Ruta de escape: es el lugar por donde abandona el sitio
de los hechos. Se suele suponer que corresponde a la misma ruta de
acceso, pero no siempre se da esta conjunción, por lo que el investigador
debe suponer al inicio de sus indagaciones que son diferentes. En muchas
ocasiones la ruta de escape es rica en indicios, porque en la huída el
malhechor suele descuidarse debido al nerviosismo o al temor de ser
sorprendido infraganti. Área circundante: es un perímetro alrededor de la
zona donde es posible encontrar otros indicios. La extensión de esta área
depende de las circunstancias de cada caso. Lo ideal es comenzar con una
zona amplia que luego se irá delimitando, así se evita la perdida de indicios
que se encuentren alejados del núcleo. Métodos de búsqueda en la escena
del crimen: 1. Método de Cuadros: Consiste en dividir dos o más
cuadrantes con tiza o crayón para realizar el registro del lugar,
metódicamente cuadro por cuadro, asignando un número y/o letra a cada
uno de los cuadrantes. Así, si se dispone de personal suficiente se puede
responsabilizar a cada uno de ellos de la parte que le corresponda. Es un
método recomendado para lugares cerrados como el caso de una
habitación, baño, cocina, etc. 2. Método Lineal o Peine: El personal
ingresará en fila al lugar del registro por uno de los extremos, para luego
avanzar paralelamente hasta el extremo opuesto. Luego gira siempre en
fila hacia uno de los lados y dando vuelta regresa sin dejar terreno por
registrar. En esta forma peina toda la escena. Este método es
recomendado para campo abierto, pero también es útil en campo cerrado.

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3. Método Espiral o Reloj: El personal ingresa a la escena del delito
haciendo círculo del exterior hacia el interior, utilizando dos o más peritos
en línea, uno al costado del otro encargándose cada uno del sector que le
corresponde. Al llegar al centro pueden regresar en sentido contrario,
repasando nuevamente su recorrido para asegurarse que no ha quedado
lugar alguno sin ser registrado. Es recomendado para campo abierto. 4.
Método Directo: El perito se desplaza indistintamente por la escena sin
hacer ninguna figura geométrica. Se usa para casos sencillos o lugar
cerrado, en todo caso, dependerá del tipo de delito. 5. Método por Zonas:
Se divide por zonas de importancia: - Zona "A": es el foco y la de mayor
importancia. - Zona "B": es la zona adyacente al foco. - Zona "C": la del
tercer orden en importancia. También puede dividirse de acuerdo a la
infraestructura del lugar (sala, comedor, cocina, baño, pasadizo, escape,
etc.). 6. Método por Franjas: Es un "doble peine" por ejemplo: primero se
peina de sur a norte y luego de oeste a este. Es recomendado para escenas
grandes y en campo abierto. Inclusive se puede utilizar bicicletas, motos u
otros vehículos que permitan el desplazamiento personal. 7. Método del
Abanico: Es el método más práctico. Se ingresa por un extremo y se
abanica con la vista el piso, paredes y techo, avanzando sistemáticamente.
La utilización de los métodos seria lados, tiene como finalidad, realizar una
inspección criminalística ordenada, eficaz y profesional con el prop6sito de
no dejar espacios sin registrar y par lo tanto evidencias sin hallar.

5. METODOS DE BUSQUEDA DE EVIDENCIA: la investigación en la escena


del crimen es determinante para responder las preguntas básicas y
encontrar indicios de quien pudo cometer el delito. La búsqueda o rastreo
debe ser debidamente planificada, organizada, ordenad, sistemática,
ejecutada, coordinadamente, para no contaminar, alterar, perder indicios e
información valiosa y no desperdiciar o duplicar esfuerzos. observe con
todos los sentidos ( ver, oler, sentir, oír) sea criticó, visualice que sucedió
formule una hipótesis, no asuma asegúrese de revisar en detalle de manera
sistemática para no dejar pasar nada, así por ejemplo observar siempre de
izquierda a derecha, de abajo hacia arriba, dividir por áreas y segmentos
paredes, piso, techo, gradas entre otros.
Él fiscal debe hacer una valoración inicial y discutir con el equipo el tipo de
rostro, indicio o evidencia que es posible encontrar o es necesario buscar
de acuerdo al tipo de hecho de escena. Debe planificar los métodos y
técnicas de búsqueda y discutirlas con el equipo.
a) Método de Franjas o Líneas: un metodo apropiado para areas otorgadas como
zanjas o carreteras. Uno o mas investigadores trabajan desde un punto conocido
hasta otro punto conocido exelente para las areas boscosas.

b) Método de Rejas o cuadricula: este método es parecido al de franjas, brinda


doble cobertura al cubrir dos direcciones ( norte a sur y este a oeste) se suele usar

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en áreas mas restringidas para localizar objetos mas pequeños, así como en la
antropología forense.

c) Método de Espiral o Circular de Círculos concéntricos:


Se realiza la búsqueda de izquierda a derecha o viceversa. empiece en el centro y
vaya girando en torno a un punto fijo extendiendo el radio de búsqueda en la
siguiente pasada o viceversa. se utiliza en escenas a campo abierto como escenas
cerradas. en lugares abiertos se inicia la búsqueda dirigida la vista de la periférica
al centro, en forma espiral hasta llegar al centro mismo del lugar de los hechos o
viceversa. la búsqueda en forma de círculos concéntricos, en todo el lugar de los
hecho, en lugares cerrados, se realiza la búsqueda de afuera hacia adentro, en
lugares abiertos, al contrario. LO IMPORTANTE ES NO DEJAR INADVERTIDA
NINGUNA AREA.

d) Sistema de Zonas, Sectores o cuadrantes: algunos lo consideran no como un


metodo o sistem, sino una forma de dividir un area, es muy util para enfocarse en
areas especificas se puede usar un grupo para revisar el sector ´a´ y otro para el
sector ´b´, luego cada grupo se desplaza a otro sector.

6. PROCEDIMIENTO PARA REALIZAR ALLANAMIENTO, INSPECCION Y


REGISTRO: Previo a realizar un allanamiento se debe tomar en cuenta: 1.
Información inicial del hecho a investigar. 2. Confiabilidad de la información. 3.
Delito imputado y personas sospechosas. 4. Identificar el lugar a allanar: si no se
cuenta con dirección exacta, es necesario tener al menos: # de contador, puntos
de referencia cercanos, nombre popular que pudiera tener la casa, el lugar o su
entorno, entre otros. Es importante la discrecionalidad. Hay que indicarle al juez:
1. El motivo y necesidad de la diligencia. 2. El presunto delito. 3. Identificar a
sospechosos, si se tuviesen. 4. Describir que se pretende encontrar. 5. Dirección
exacta / identificación del inmueble. Es importante presentar en la audiencia el

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informe de investigación policial, declaración de los agentes y cualquier otra
investigación preliminar. Durante la diligencia se puede ordenar que no se
ausenten los moradores, se debe evitar el uso de la fuerza, se debe entregar una
copia de la orden al morador, el fiscal debe presenciar el registro. Art 147 CPP.
a. DILIGENCIAS PREVIAS*: Se deben realizar las diligencias de
investigación que permitan la individualización del sujeto activo y
del lugar en donde podría ubicarse, se debe individualizar y
describir bien el lugar en donde podría localizarse cualquier vestigio
del delito y la persona que lo pudo haber cometido, con descripción
detadallada del lugar, numero de contador y cualquier otra
descripción que pueda individualizar el inmueble. Se debe acudir
ante el juez que tiene el control jurisdiccional a efecto de que emita
una autorización para el ingreso al inmueble.
b.PROCESAMIENTO: durante el procesamiento se debe de hacer el
llamado en el inmueble, reunir a todos los moradores en un solo
lugar, pedir a uno de los moradores que acompañe en el
diligenciamiento de la inspección, se debe de nombrar a las
personas (agentes de PNC) que colaboraran con la inspección a
efecto de no tener mucha mas gente de la necesaria en el inmueble,
se le notifica el motivo de nuestra presencia por lo que debe de
firmar una copia de la orden judicial y se le debe de dejar una copia,
al finalizar la diligencia se debe hacer constar mediante acta
ministerial todo lo acontesido en la diligencia, asi como se debe
detallar cada uno de los indicios que se pudieron haber recolectado
dentro del inmueble y se le debe de notificar, (si se localiza en el
interior) a la persona sobre la que recaiga orden de aprehensión a
efecto de que la PNC proceda con su captura y posterior traslado a
donde corresponda, al finalizar el acta deben de firmar todos los
comparecientes y si no lo hacen el motivo por el cual no firma.
c. DILIGENCIAS POSTERIORES*: Se debe informar al juez sobre el
resultado de las diligencias realizadas y la convalidación de las
evidencias recolectadas.
*regulado en el articulo 187-199 y 206 CPP

7. DILIGENCIAMIENTO DE LA ORDEN DE SECUESTRO: regulado en los


artículos 200,201,202,203,204 CPP

8. TECNICAS DE INVESTIGACION CRIMINAL: La investigación criminal es


el proceso tendiente a comprobar la existencia de un delito y la
responsabilidad del autor. Tanto uno como el otro conlleva a realizar una
investigación y esta deberá ser llevada a cabo por un investigador. La
investigación criminal, entonces, resulta ser un procedimiento científico
que hace acopio de las distintas ramas científicas que pueden aportar al
conocimiento y explicación de los hechos criminales, en donde a partir de
los indicios encontrados en la escena del crimen, permiten establecer el
modus operandi del victimario, la forma en que se produjo el hecho
delictivo, el tipo de arma utilizada, las características del agresor, así como
los elementos que permitan su persecución y captura. La técnica de la
observación: Es la técnica de campo que tiene por objeto detectar en el

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lugar de los hechos o escena del crimen los aspectos objetivos que
permitan obtener rastros del ilícito que se debe investigar. La observación
puede ser participativa o no participativa. La observación participativa es
aquella en la que el investigador se inserta en el grupo social que estudia y
toma parte en la vida del grupo. Un ejemplo en el caso de la investigación
criminal sería convivir durante un tiempo con los miembros de una pandilla
juvenil. La observación no participativa es aquella mediante la cual el
investigador observa desde fuera el fenómeno que estudia. Aquí el
investigador asiste como público a un hecho con consecuencias jurídico-
penales. “Al practicar la observación, conviene estar consciente de la
participación que pueden tener los elementos subjetivos dentro del
investigador…De todos modos hay que tener en cuenta que, todas las
observaciones han de estar a favor o en contra de algún punto de vista,
para que sean de alguna utilidad. La técnica de la entrevista: La entrevista
es un contacto personal que tiene por objeto el acopio de testimonios
orales. De acuerdo con el número de las personas entrevistadas, la
entrevista puede ser considerada como individual o colectiva. La entrevista
colectiva puede tener por objeto el contacto de todas las personas
afectadas por una situación o con un número representativo de ellas. “De
acuerdo con el número de las personas entrevistadas en una misma sesión,
las entrevistas pueden dividirse en personales o de grupo. Las primeras son
más útiles para el acopio de información confidencial, que el informante no
proporcionaría en público. La segunda puede ser más útil cuando el
informante se siente obligado a decir la verdad frente a testigos. Asimismo,
de acuerdo con la estructuración de la entrevista, ésta podría clasificarse
como libre o dirigida. En el primer caso el entrevistador conduce la
entrevista en una forma más espontánea para el entrevistado. En la
segunda, el cuestionario propone un número fijo de preguntas. La primera
permite profundizar más en la mente del entrevistado. La segunda facilita
la comparación de las respuestas.” 27 En relación con el número de veces
que una misma persona puede ser entrevistada, las entrevistas pueden
considerarse como únicas y repetidas. Las primeras representan la ventaja
del ahorro que implica y la posibilidad de reducir al mínimo las molestas
ocasionadas al entrevistado. Las segundas permiten mayor posibilidad de
verificación, así como la observación de cambios en el desarrollo de las
situaciones. Cuando las entrevistas son numerosas, y se requiere de los
servicios de un equipo, éste debe ser seleccionado, además, de acuerdo
con su experiencia y su habilidad para seguir instrucciones. El equipo debe
ser entrenado y controlado, con objeto de que los resultados sean
comparables. El investigador criminal puede entrevistar al sindicado, a la
víctima si es posible, a los testigos y a informantes de acuerdo al tipo de
delito que esté investigando y los objetivos que persigue en función de la
línea de investigación que ha definido llevar a cabo para la averiguación del
hecho señalado como delito, las circunstancias en que pudo haberse
cometido y la posible participación del sindicado. La técnica de la
investigación documental: Esta técnica consiste en la búsqueda de
información secundaria, la cual ha sido procesada por terceras personas,
las cuales han dejado testimonio de los resultados por escrito. Con esta
técnica es posible conocer los informes de los peritos, los dictámenes de

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expertos, las conclusiones de una investigación teórica o empírica que no
ha sido publicada, lo informado por un testigo, los resultados obtenidos en
otra época sobre un caso similar al que se está investigando y otra serie de
información que permita recabar datos, hechos, indicios o elementos
orientados hacia el esclarecimiento del hecho sometido a investigación.

9. METODOS ESPECIALES DE INVESTIGACION: La Ley Contra la


Delincuencia Organizada busca establecer tipos penales que pueden
atribuirse a los integrantes y/o participantes de las organizaciones
criminales (establecidas en ella), el establecimiento y regulación de los
métodos especiales de investigación, así como aquellas medidas con el fin
de prevenir, combatir, desarticular y erradicar la delincuencia organizada
en Guatemala, en seguimiento a lo establecido por la CPRG, tratados
internacionales suscritos por Guatemala en la materia y demás normativa
interna. Por ello, cabe concluir que esta legislación señala la diferencia
entre la persecución del crimen común y el crimen organizado;
distinguiendo el tratamiento investigativo que se hace a alguien que
comete un acto delictivo común de aquel que comete un delito y forma
parte del crimen organizado, dicho contraste esencialmente radica en los
medios de investigación utilizados durante la investigación preliminar. La
ley les denomina a los medios de investigación en los delitos cometidos por
parte del crimen organizado “métodos especiales de investigación”, los
cuales son: a) Operaciones encubiertas; b) Entregas vigiladas; e, c)
Intercepciones telefónicas y otros medios de comunicación. El agente
encubierto - Operaciones encubiertas (artículo 21 al 34, LCDO) Las
operaciones encubiertas son aquellas realizadas por agentes encubiertos
que tienen como fin la obtención de información o evidencias que permitan
procesar a las personas que forman parte de grupos delictivos organizados
y su desarticulación, mediante el diseño de estrategias eficaces bajo el
control del MP. Para llevar a cabo una operación encubierta se debe contar
con la autorización y supervisión del MP, y estará bajo su responsabilidad.
La autorización corresponde al Fiscal General de la República y Jefe del MP,
las cuales tendrán como tiempo máximo seis meses, pudiendo renovarlo
de ser necesario sin que el plazo total de la operación exceda de un año. La
solicitud de la operación encubierta deberá hacerse por escrito y deberá
contener: a) Descripción del hecho que se investiga indicando el o los
posibles delitos en que incurre. b) Antecedentes que permitan presumir
que la operación encubierta facilitará la consecución de los objetivos que se
persiguen; la justificación del uso de esta medida fundamentando su
necesidad por la probabilidad que el sistema ordinario de investigación no
logrará la obtención de la información necesaria. c) En términos generales,
las actividades que el agente encubierto desarrollará para la obtención de
la información y los métodos que se utilizarán para documentar la
información recabada. d) La identidad ficticia que asumirán y las funciones
de los agentes encubiertos que intervendrán en la operación; la identidad
real será únicamente del conocimiento del fiscal encargado del caso. e) En
plica cerrada la identidad real del agente encubierto, la que quedará al
resguardo del Fiscal General de la República y Jefe del MP sin que este
pueda conocer el contenido, salvo caso necesario al darse por terminada la

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operación. f) Cuando se conozca, el nombre, sobrenombre o cualquier otra
circunstancia que permita identificar a las personas o integrantes
presuntamente vinculadas a la organización criminal o las operaciones
ilícitas de las mismas. El Fiscal General de la República y Jefe del MP deberá
conocer y resolver en forma inmediata la solicitud planteada por el fiscal.
La resolución deberá ser fundada y en caso de autorizarse deberá contener:
a) La determinación de los agentes encubiertos que participarán en la
operación. b) Indicación de las actividades generales que se autoriza
realizar durante la operación encubierta y los métodos que se utilizarán
para documentar la información que proporcionen los agentes encubiertos.
c) El objeto y plazo por el cual se autoriza la operación encubierta. d) La
obligación del fiscal de informar verbalmente cada 30 días al Fiscal General
de la República y Jefe del MP sobre el desarrollo de las actividades
realizadas por los agentes encubiertos, para verificar si la medida está
cumpliendo con la finalidad perseguida y con las reglas establecidas en la
ley para la utilización de la medida. e) La prohibición expresa de que los
agentes encubiertos provoquen la comisión de delitos para lograr una
eventual detención o procesamiento de cualquier persona. De las
operaciones encubiertas quedan prohibidas y excluidas de las siguientes
actividades: 1. La provocación de delitos. 2. Las operaciones que se hagan
fuera de las acciones y planificaciones en la fase de investigación. Se debe
entender por agentes encubiertos a los funcionarios policiales especiales
que voluntariamente, a solicitud del MP, se les designe una función con la
finalidad de obtener evidencias o información que permitan descubrir y
procesar a los miembros de grupos delictivos organizados. Podrán asumir
transitoriamente identidades y roles ficticios; actuar de modo secreto y
omitir la realización de los procedimientos normales de su cargo ante la
comisión de delitos, en los casos asignados a ellos, con el fin de optimizar
las investigaciones y el procesamiento de integrantes de dichas
organizaciones. Están facultados para intervenir en el tráfico comercial,
asumir obligaciones, ingresar y participar en reuniones en el lugar de
trabajo o domicilio del imputado o los lugares donde el grupo delictivo
organizado lleve a cabo sus operaciones o transacciones. Igualmente, si
encuentra en los lugares donde se lleve a cabo la operación, información
útil para los fines de la operación, lo hará saber al fiscal encargado de la
investigación para que este disponga el desarrollo de una operación
especial, para la recopilación de la información y los elementos materiales
o evidencia física encontrados. Durante la operación encubierta los fiscales
deberán documentar la información que reciban de forma verbal por los
agentes encubiertos. Esta podrá obtenerse mediante seguimientos,
vigilancias, grabaciones de voces de las personas investigadas, la
utilización de micrófonos u otros mecanismos que permitan tal finalidad,
fotografías, grabaciones de imágenes u otros métodos técnico científicos
que permitan verificar la información proporcionada por los agentes
encubiertos. Un tema importante en este tipo de investigación es la
exención de la responsabilidad del agente encubierto, estará exento de
responsabilidad penal, civil y administrativa cuando incurra en actividades
ilícitas necesarias para el cumplimiento de su cometido, siempre que
reúnan las siguientes condiciones: Esto tiene como excepción cuando los

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agentes encubiertos tuvieren conocimiento de la futura comisión de delitos
contra la vida, plagio o secuestro, tortura, lesiones específicas, graves o
gravísimas, delitos de violación y abusos deshonestos; en este caso
deberán ponerlo en conocimiento inmediato de las autoridades respectivas
a efecto de evitar la comisión de los mismos (artículo 25) a. Que su
actuación cuente con la autorización previa del Fiscal General de la
República y Jefe del MP. b. Que su actividad esté dentro de los
lineamientos determinados por el Ministerio Público en el ejercicio de la
dirección de la investigación. c. Que el agente encubierto informe
periódicamente al fiscal encargado del caso y a sus superiores, sobre los
actos y diligencias que realice y el resultado de los mismos. d. Que sus
actividades no estén orientadas a ocultar, destruir o alterar evidencias de la
actividad de la organización criminal, o a encubrir fallas en el operativo o en
la actuación de sus superiores u otros agentes. e. Que el agente encubierto
no motive, induzca o provoque la comisión delictiva de algún miembro de
la organización criminal o de otras personas. f. Que las actividades no estén
orientadas al lucro o beneficio personal del agente encubierto o de sus
parientes dentro de los grados de ley. g. Que las actividades no consistan
en los siguientes hechos punibles: Delitos contra la vida, plagio o secuestro,
tortura, lesiones específicas, graves o gravísimas, delitos de violación y
abusos deshonestos. El agente encubierto que cometa delito por
extralimitarse en las actividades generales a que está autorizado, será
sancionado con la pena señalada para el delito cometido aumentada en
una cuarta parte. Los agentes fiscales serán los responsables de la
dirección, desarrollo y documentación de la operación encubierta. Si
detectaren desviaciones o abusos en el desarrollo de la operación por parte
de los agentes encubiertos, deberán suspender inmediatamente la
operación e informar al Fiscal General de la República y Jefe del MP los
motivos de la misma y, si fuere procedente, deberá formular la acusación
respectiva para el procesamiento del agente encubierto. Con relación al
control administrativo, es el Ministro de Gobernación el superior jerárquico
responsable de ejercer dicho control sobre el personal que desempeña
funciones de agente encubierto, quedando el control de la información e
investigación con exclusividad al Fiscal General de la República y Jefe del
MP y al agente fiscal respectivo. Al momento de que la información
otorgada por el agente encubierta sea utilizada para la acusación de una
persona, a partir de la primera declaración, el imputado o su defensor
podrá revisar el expediente que deberá contener la documentación de la
información recabada durante la operación encubierta, con el objeto de
constatar si en el procedimiento y en los actos realizados no se vulneraron
los derechos y garantías del imputado y si se respetó el contenido de la
LCDO. Entregas vigiladas (artículos 34 al 47 de la LCDO) Se entenderá por
entrega vigilada el método de investigación que permite el transporte y
tránsito de remesas ilícitas o sospechosas, así como de drogas o
estupefacientes y otras sustancias, materiales u objetos prohibidos o de
ilícito comercio, que ingresen, circulen o salgan del país, bajo la estricta
vigilancia o seguimiento de las autoridades correspondientes. Este método
se utilizará con el fin de descubrir las vías de tránsito, el modo de entrada y
salida del país, el sistema de distribución y comercialización, la obtención

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de elementos probatorios, la identificación y procesamiento de los
organizadores, transportadores, compradores, protectores y demás
partícipes de las actividades ilegales. Durante el desarrollo de operaciones
encubiertas, el Fiscal General de la República y Jefe del MP, a
requerimiento y bajo la responsabilidad del agente fiscal encargado del
caso podrá autorizar que uno o más agentes encubiertos pongan a circular
dentro de un grupo delictivo organizado, drogas o estupefacientes, así
como otras sustancias, materiales u objetos prohibidos o de ilícito
comercio, a efecto de descubrir el funcionamiento y operación de dichas
organizaciones y obtener la demás información que se persigue mediante
la utilización de las entregas vigiladas. Las entregas vigiladas deberán ser
realizadas por un equipo especial formado por personal de la PNC, bajo la
supervisión y dirección estricta del MP, y serán periódicamente evaluados
con métodos científicos para garantizar su idoneidad en el ejercicio de
dichas actividades. Los agentes fiscales encargados del caso deberán
solicitar por escrito y bajo su responsabilidad, ante el Fiscal General de la
República y Jefe del MP, la autorización de la entrega vigilada, quien
deberá resolver inmediatamente. Dicha solicitud deberá contener: a.
Descripción del hecho que se investiga indicando el o los delitos en que se
encuadran los mismos. b. Los antecedentes que permitan presumir que la
entrega vigilada facilitará la consecución de los objetivos perseguidos. c. La
justificación del uso de esta medida fundamentando su necesidad por la
probabilidad que el sistema ordinario de investigación no logrará la
obtención de la información necesaria. d. En términos generales, los
métodos que se desarrollarán para documentar la información de la
entrega vigilada. e. Cuando proceda, el detalle de las sustancias, bienes u
objetos de ilícito comercio que se pondrán a circulación, indicando con
precisión las cantidades de los mismos, y la justificación de los resultados
que se pretenden alcanzar. Cuando esto no sea posible porque dichas
sustancias, bienes u objetos no serán puestos en circulación por agentes
encubiertos, deberá indicarse en términos generales la clase de sustancias
o bienes que se dejarán circular para el alcance de los fines de la entrega
vigilada. Será competente para la autorización de entregas vigiladas, bajo
su responsabilidad, el Fiscal General de la República y Jefe del MP, quien
deberá dictar su resolución debidamente fundamentada, determinando los
siguientes puntos: a. Descripción del hecho que se investiga. b. La
justificación del uso de esta medida fundamentando su necesidad por la
probabilidad que el sistema ordinario de investigación no logrará la
obtención de la información necesaria. c. En términos generales, los
métodos que se autorizan para documentar la información de la entrega
vigilada. d. Si las sustancias o bienes serán puestos en circulación por
agentes encubiertos, deberá indicarse el detalle de las sustancias, bienes u
objetos de ilícito comercio que se pondrán a circulación, indicando con
precisión las cantidades y características de los mismos, y la justificación de
los resultados que se pretenden alcanzar. e. Cuando las sustancias o bienes
no sean puestos en circulación por agentes encubiertos, deberá indicarse
en términos generales la clase de sustancias o bienes que se dejarán
circular para el alcance de los fines de la entrega vigilada. Si de lo
manifestado por el fiscal encargado del caso en su solicitud, el Fiscal

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General de la República y Jefe del MP considera que no es viable la
autorización de la entrega vigilada, por deficiencias en la solicitud, deberá
comunicar inmediatamente al fiscal las fallas o deficiencias de que
adolezca la misma a efecto de que estas puedan ser subsanadas de forma
inmediata o en un plazo no mayor de 24 horas. De no lograrse subsanar
tales deficiencias, el Fiscal General de la República y Jefe del MP dictará la
resolución correspondiente con la debida fundamentación. Autorizada la
entrega vigilada, el fiscal responsable del caso deberá coordinar con el jefe
de la unidad especial, la designación de los agentes que desarrollarán la
entrega vigilada, quienes serán responsables de informar
permanentemente al fiscal del avance de la operación, para que este pueda
decidir las diligencias procesales pertinentes cuando lo estime necesario.
Durante la operación de entrega vigilada los agentes que intervengan en la
misma, bajo la dirección del fiscal, deberán documentar la entrega vigilada,
mediante grabaciones de voces, utilización de micrófonos, fotografías,
grabaciones de imágenes, u otros métodos técnico-científicos que
permitan garantizar el debido control de la operación. La información
documentada deberá ser puesta a disposición del fiscal encargado del caso
inmediatamente. Dentro de los 3 días de haber concluido la entrega
vigilada, el Fiscal General de la República y Jefe del MP, deberá ser
informado por el fiscal encargado del caso sobre los resultados de dicha
operación, en especial, sobre la existencia y paradero de las sustancias,
bienes u objetos ilícitos, que se dejaron circular. Para la autorización de
entregas vigiladas de sustancias, bienes u objetos de ilícito comercio
provenientes de otros países, las autoridades del país requirente o el país
de destino final de las mismas, deberán suministrar al Ministerio Público la
información necesaria para que el fiscal designado pueda fundamentar
solicitud para efectos de la autorización respectiva. Cuando haya concluido
la entrega vigilada y se hayan incautado sustancias, bienes u objetos de
ilícito comercio, los agentes encargados de la operación, bajo la dirección
del fiscal responsable del caso, deberán asegurar la cadena de custodia
para garantizar que las evidencias obtenidas llenen los requisitos para ser
incorporadas en el proceso. El Fiscal General de la República y Jefe del MP
podrá resolver en cualquier momento la cesación de las operaciones
encubiertas o del procedimiento de entrega vigilada, la detención de los
partícipes en el hecho ilícito y la incautación de las substancias y de los
instrumentos del delito, poniéndolos a disposición del juez competente, si
a su criterio: 1. La operación pone en serio peligro la vida o la integridad
física de algún agente encubierto u otras personas ajenas a los actos ilícitos
de la organización criminal. 2. La operación obstaculiza o impide la
comprobación de los ilícitos investigados. 3. La operación facilita a los
partícipes eludir la acción de la justicia. 4. La operación se desvía de
finalidad o evidencia en sus ejecutores, abusos, negligencia, imprudencia o
impericia. 5. Han cambiado o desaparecido los presupuestos de hecho que
sustenten la conveniencia de seguir aplicando la modalidad de las
operaciones encubiertas o de las de entregas vigiladas. 6. La operación
haya violado un precepto constitucional. Evidentemente, este método de
investigación tiene una aplicación restringida toda vez que no se puede
hacer uso de él sino en casos muy específicos y concretos, por ejemplo el

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narcotráfico o el terrorismo. En función de lo que pretende la LCDO y que
resulta de los artículos 34 y siguientes de la misma, teniendo como fin el
descubrir las vías de tránsito, modos de entrada y salida del país,
distribución y comercialización, así como la obtención de elementos
probatorios, parece un medio adecuado de investigación y desde luego
sumamente novedoso en Guatemala, siendo positivo por la cantidad de
delitos que pueden impedirse, encuadrándose en un sistema preventivo del
delito. Las intercepciones telefónicas (artículo 48 al 71 de la LCDO)
“Consiste en la interceptación, grabación y reproducción con autorización
judicial de las comunicaciones orales, escritas, telefónicas,
radiotelefónicas, informáticas y similares que utilicen el espectro
electromagnético, así como de cualesquiera de otra naturaleza que en el
futuro existan cuando sea necesario evitar, interrumpir o investigar la
comisión de los delitos regulados en la Ley Contra la Delincuencia
Organizada” . Este método fue regulado por medio del acuerdo
gubernativo 188-2007, Reglamento para la aplicación del método especial
de investigación de interceptaciones telefónicas y otros medios de
comunicación. Cuando sea necesario evitar, interrumpir o investigar la
comisión de los delitos regulados en la LCDO, podrá interceptarse,
grabarse y reproducirse, con autorización judicial, comunicaciones orales,
escritas, telefónicas, radiotelefónicas, informáticas y similares que utilicen
el espectro electromagnético, así como cualesquiera de otra naturaleza
que en el futuro existan. Los fiscales del MP son los únicos competentes
ante el juez correspondiente, para la solicitud de autorización de la
interceptación de las comunicaciones mencionadas en el artículo anterior,
cuando la situación lo haga conveniente. Cuando el órgano policial tenga
conocimiento de la comisión o planificación de la comisión de delitos por
grupos delictivos organizados, deberán acudir inmediatamente al MP
proporcionando toda la información necesaria para fundamentar la
solicitud de la interceptación de dichas comunicaciones. Las solicitudes de
autorización para la interceptación de las comunicaciones, deberán
presentarse por escrito ante el juez competente con los siguientes
requisitos: a. Descripción del hecho que se investiga, indicando el o los
delitos en que se encuadran los mismos. b. Números de teléfonos,
frecuencias, direcciones electrónicas, según corresponda, cualesquiera
otros datos que sean útiles para determinar el medio electrónico o
informático que se pretende interceptar para la escucha, grabación o
reproducción de comunicación respectiva. c. Descripción de las diligencias
y medios de investigación que hasta el momento se hayan realizado. d.
Justificación del uso de esta medida, fundamentando su necesidad e
idoneidad. e. Si se tuvieren, nombres y otros datos que permitan identificar
a la persona o personas que serán afectadas con la medida. En los delitos
en que esté en peligro la vida o la libertad personal, el MP podrá presentar
verbalmente la solicitud al juez competente quien resolverá en forma
inmediata. Se entenderá que existe necesidad de la interceptación de las
comunicaciones cuando, los medios de investigación realizados
demuestren que en los delitos cometidos por miembros de grupos
delictivos organizados se estén utilizando los medios de comunicación
señalados por la LCDO. Asimismo, se entenderá que existe idoneidad

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cuando atendiendo a la naturaleza del delito, se puede determinar que la
interceptación de las comunicaciones es eficaz para obtener elementos de
investigación que permitan evitar, interrumpir o esclarecer la comisión de
los delitos ejecutados por miembros de grupos delictivos organizados.
Serán competentes para la autorización de interceptación de las
comunicaciones, los jueces de primera instancia del ramo penal,
correspondiente a la circunscripción territorial donde se haya cometido, se
esté cometiendo o se esté planificando la comisión de delitos por
miembros de grupos delictivos organizados. Cuando la comisión del delito
se haya realizado o se esté planificando cometer en distintos lugares,
cualquiera de los jueces de primera instancia del ramo penal, de dichos
lugares deberá conocer de las solicitudes de interceptación de estas
comunicaciones. Cuando por razón de horario o cualquier otro motivo no
fuere posible que los jueces de primera instancia conozcan de forma
inmediata la solicitud de interceptación, podrá presentarse ante el juez de
paz correspondiente. En este caso, el juez de paz deberá resolver de forma
inmediata y enviar las actuaciones a la primera hora hábil del día siguiente
al juez de primera instancia jurisdiccional competente para que, en un
término máximo de tres días, ratifique, modifique o revoque la decisión
adoptada. El juez competente deberá resolver inmediatamente las
solicitudes de interceptaciones, siendo responsable por la demora
injustificada en la resolución de las mismas. El auto que resuelva este tipo
de solicitudes, además de los requisitos formales de un auto judicial,
deberá contener los siguientes: a. Justificación del uso de esta medida
indicando los motivos por los que autoriza o deniega la solicitud de
interceptación. b. Definición del hecho que se investiga o se pretende
evitar o interrumpir, indicando el o los delitos en que se encuadran los
mismos. c. Números de teléfonos, frecuencias, direcciones electrónicas,
según corresponda, o cualesquiera otros datos que sean útiles para
determinar el medio electrónico o informático que se autoriza interceptar.
d. Plazo por el que autoriza la interceptación, tomando en cuenta que la
autorización tendrá una duración máxima de treinta días, la cual podrá
prorrogarse. e. Nombres y otros datos que permitan identificar a la persona
o personas que serán afectadas con la medida, en caso éstos hayan sido
proporcionados por el órgano requirente. f. Fecha y hora para la audiencia
de revisión del informe. El fiscal encargado del caso deberá cesar
inmediatamente la interceptación cuando concurra cualquiera de los
siguientes supuestos (artículo 47): a. Se pone en serio peligro la vida o
integridad física de alguna persona ajena a los actos ilícitos de la
organización criminal. b. Obstaculiza o impide la comprobación de los
ilícitos investigados. c. Facilita a los partícipes eludir la acción de la justicia.
d. Se desvía de la finalidad o evidencia en sus ejecutores, abusos,
negligencia, imprudencia o impericia. e. Han cambiado o desaparecido los
presupuestos de hecho que sustenten la conveniencia de seguir aplicando
este método. f. Se haya violado un precepto constitucional. Si de lo
manifestado por el fiscal en la solicitud, el juez competente considera que
no es viable la autorización de la interceptación de las comunicaciones, por
deficiencias en la solicitud, deberá comunicar inmediatamente al fiscal las
fallas o deficiencias de que adolezca la misma a efecto que estas puedan

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ser subsanadas de forma inmediata o en un plazo no mayor de veinticuatro
horas. De no lograrse subsanar tales deficiencias, el juez dictará la
resolución correspondiente con la debida fundamentación. La
interceptación, grabación y reproducción de las comunicaciones, será
realizada por personal especializado de la PNC, quienes serán
periódicamente evaluados con métodos científicos para garantizar su
idoneidad en el ejercicio de dichas actividades. El Ministro de Gobernación
deberá conformar un equipo especial de técnicos que serán destinados
exclusivamente para la realización de dichas funciones. El MP organizará
las unidades de terminales de consultas donde se realizarán las
interceptaciones, grabaciones y reproducciones de las comunicaciones, las
cuales deberán ser estrictamente reglamentadas a efecto que, de toda
actividad realizada en dichas unidades, quede registro informático y
electrónico para el efectivo control del respeto a las garantías y el apego a
la legalidad de quienes intervengan en ellas. Para el efecto todas las
empresas prestadoras de servicios de comunicación telefónica, informática
u otras de naturaleza electrónica, deberán colaborar con el Ministerio
Público con el equipo necesario para el desarrollo de las interceptaciones
de las comunicaciones brindadas por sus servicios. Los jueces de primera
instancia del ramo penal que hayan autorizado las interceptaciones de las
comunicaciones previstas en la ley deberán acudir a verificar que los
procedimientos se estén desarrollando de conformidad con la ley y que no
se estén desarrollando interceptaciones, grabaciones o reproducciones de
comunicaciones no autorizadas, dicho control deberá realizarlo
personalmente por lo menos una vez dentro del período autorizado,
levantando acta de dicha visita. La autorización de la medida expirará una
vez se cumpla el plazo autorizado por el juez, salvo que se solicite prórroga
por el fiscal responsable de la investigación. En este caso, deberá
justificarse la necesidad e idoneidad de continuar con dicha actividad.
Podrá asimismo terminarse la medida cuando se logre el objetivo para el
cual ha sido expedida la autorización de interceptación. En el mismo
momento en que se autorice la medida de interceptación, el juez
competente deberá establecer la obligación del fiscal a informar cada
quince días sobre el desarrollo de la actividad de interceptación, grabación
y reproducción de las comunicaciones, para verificar si la medida está
cumpliendo con la finalidad perseguida y si se está cumpliendo con las
reglas establecidas por la ley para la utilización de la medida. La omisión
por el fiscal de la presentación de este informe verbal o escrito, o si sus
explicaciones no fueren satisfactorias para el juez, podrán ser motivo
suficiente para revocar la autorización y ordenar la suspensión de la
interceptación. El fiscal y sus investigadores deberán levantar acta
detallada de la transcripción de las comunicaciones útiles y relevantes para
la comprobación o aportación de evidencias del hecho punible que se
investiga, tomando en cuenta que cualquier otra información personal o
íntima, será excluida del informe certificado que se aporte como prueba del
crimen o delito. El MP conservará los originales de las transcripciones así
como el o los cassettes sin editar que contienen las voces grabadas, hasta
que se solicite la recepción de la primera declaración de la persona
sindicada, momento en el que deberá poner a disposición del juez

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competente las actuaciones que obren en su poder. Una vez terminada la
audiencia de la primera declaración, las actuaciones originales volverán a
poder del MP para completar la etapa preparatoria del proceso penal. Las
comunicaciones, informaciones, mensajes, datos o sonidos transmitidos en
un idioma que no sea el español, serán traducidas a este idioma por un
intérprete autorizado por el juez contralor. En todos los casos, las
traducciones se ejecutarán previo juramento de realizar versiones fieles,
conforme a lo dicho por el investigado. El medio de prueba será las
grabaciones o resultados directos de las interceptaciones, y las
transcripciones servirán únicamente como guías para una correcta
comprensión de las mismas. En caso de contradicción, prevalecerá lo
primero sobre las transcripciones. El resultado final de las grabaciones
deberá tener como único objetivo la sustanciación del procedimiento que
impulse el fiscal en contra de la persona a quien va dirigida la
interceptación de su comunicación. Para garantizar el derecho de defensa,
las grabaciones podrán ser revisadas por la persona que ha sido objeto o
blanco de ellas, a partir de la primera declaración de dicha persona en los
tribunales penales correspondientes. El contenido de las grabaciones
realizadas de conformidad la ley, solo tendrá validez como medio de
prueba cuando sea el resultado de una interceptación autorizada de
conformidad con el procedimiento establecido. La prueba obtenida con
violación de estas formalidades o la violación al derecho a la privacidad
más allá de lo establecido por la autorización judicial es ilegal, sin perjuicio
de las responsabilidades legales en que incurra la persona que la realiza.
Cuando a consecuencia de una medida de interceptación autorizada,
resultare información de hechos delictivos del investigado o de un tercero
no previstos en la autorización judicial, el fiscal deberá ponerlo en
conocimiento inmediato del juez contralor, a efecto de solicitar una nueva
autorización con respecto a los nuevos hechos descubiertos. Los jueces de
primera instancia del ramo penal, llevarán un libro de registro de todas las
solicitudes presentadas a su consideración, indicando la fecha y hora en
que fueron recibidas, el número de la solicitud y el nombre del
representante del Ministerio Público que la presenta. Únicamente al fiscal
encargado del caso se le entregará copia de la solicitud y de la decisión
judicial. A ninguna entidad o persona se le debe suministrar información
relacionada con las actuaciones de interceptaciones reguladas en la
presente Ley. Los registros y actas en los cuales consten las
interceptaciones de las comunicaciones, hayan dado o no resultados,
deberán ser destruidos bajo supervisión judicial, un año después de
finalizada la persecución penal o la sentencia impuesta haya sido
ejecutoriada en el caso que existan personas condenadas. La destrucción
no incluye el expediente del proceso penal que haya fenecido. El MP
solicitará la prórroga del período de la interceptación de las
comunicaciones por lo menos con dos días de anticipación a la fecha en
que fenezca el periodo anterior. El juez resolverá inmediatamente con base
en el informe que se le hubiere presentado. Cuando se hubiere denegado la
prórroga, el fiscal encargado del caso deberá concluir la interceptación
autorizada, debiendo levantar acta y rendir informe complementario al
juez competente. Cuando hubiere concluido toda interceptación de

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comunicaciones, el fiscal encargado del caso informará al juez competente
sobre su desarrollo y sus resultados, debiendo levantar el acta respectiva
para efectos de dicho informe. El fiscal encargado del caso levantará acta
circunstanciada de toda interceptación realizada que contendrá las fechas
de inicio y término de la misma; un inventario detallado de los
documentos, objetos, cintas de audio y cualquier otro medio utilizado, que
contengan los sonidos captados durante la misma; la identificación de
quienes hayan participado en las diligencias, así como los demás datos que
considere relevantes para la investigación. Los documentos, objetos, cintas
y cualquier otro registro obtenido en las interceptaciones, se numerarán en
original y en duplicado de forma progresiva y contendrán los datos
necesarios para su identificación. Se guardarán en sobre sellado para
conservar la cadena de custodia de la prueba y el fiscal encargado del caso
será responsable de su seguridad, cuidado e integridad, debiendo dejar
constancia de todo acto que realiza. Quienes participen en alguna
intervención de comunicaciones privadas deberán guardar reserva sobre el
contenido de las mismas. Las voces provenientes de una comunicación
interceptada contra el imputado podrán ser cotejadas por los medios
idóneos para ser incorporados en el proceso penal como evidencias o
medios de prueba. Por lo que a los métodos de investigación se refiere, se
está de acuerdo con la sentencia dictada por la Corte de
Constitucionalidad de fecha 15 de enero de 2008 (expediente 2837-2006),
cuando señala en el Considerando II que “…existe un conflicto de derechos
fundamentales entre la garantía del secreto de la correspondencia y de las
comunicaciones telefónicas, radiofónicas, cablegráficas y otros productos
de la tecnología moderna, contenido en el artículo 24 constitucional, y la
seguridad de la persona, estipulada como deber del Estado y derecho
individual en los artículos 2° y 3° constitucionales…”, que la propia Corte de
Constitucionalidad resuelve señalando que “…la interpretación valorativa
de la Constitución en orden a los derechos humanos contenidos en ella
debe dar por presupuestos que: a) esos derechos son, ontológicamente,
limitados, porque son derechos “del hombre en sociedad”; y b) esos
derechos son relativos y, por ende, admiten limitaciones razonables al
tenor de lo que en ese punto habilita la Constitución”. Por lo expuesto, los
tres métodos de investigación no conculcan derechos fundamentales de la
persona toda vez que ningún derecho es absoluto, siendo relativos cuando
éstos se ven limitados por el interés social (según lo establecido por la
Corte de Constitucionalidad en la citada sentencia). En relación al agente
encubierto, pese a encontrarse regulado en la legislación guatemalteca, y a
la prevención en la comisión de muchos delitos que el método podría
suponer; es lo cierto que el mismo resulta absolutamente inoperante en
Guatemala, donde no es utilizado debido a que no existe una estructura
técnica que permita ejecutar el método con garantías (seguridad) tanto de
la propia investigación como de los sujetos que la llevan a cabo. Por su
parte, las entregas vigiladas constituyen un método de investigación de
aplicación restringida, limitándolo a determinados tipos penales en los
cuales se dé el tránsito de bienes de ilícito comercio, siendo de utilidad para
la prevención del delito. Las intercepciones telefónicas, en cuanto
constituyan un método de investigación son útiles como un instrumento

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para recabar indicios que posteriormente puedan presentarse como
prueba, pudiendo además constituir medio de prueba si de la escucha
telefónica se refiere a hechos de terceros ajenos a la persona que es objeto
de la misma; más no como prueba toda vez que con ello se podría ver
conculcado el derecho a no declarar contra sí mismo y parientes
establecido en el artículo 16 de la CPRG.

10.CADENA DE CUSTODIA: Concepto: “Es un procedimiento establecido


por la normatividad jurídica que tiene el propósito de garantizar la
integridad, conservación e inalterabilidad de elementos materiales de
prueba, como documentos, muestras (orgánicas e inorgánicas), armas de
fuego, proyectiles, vainillas o casquillos, armas blancas, estupefacientes y
sus derivados”. La cadena de custodia, es el seguimiento que se da a la
evidencia, con el objeto que no vaya a ser alterada, cambiada o perdida.
Con ese fin los indicios deben ser etiquetados y la persona que lo recibe
deberá entregar a cambio una constancia o cargo. “Además la cadena de
custodia supone que la evidencia se mantiene en un lugar seguro donde no
tengan acceso personas no facultadas para ello”. La cadena de custodia “es
la aplicación de una serie de normas tendientes a asegurar, embalar, y
proteger cada elemento material probatorio, para evitar su destrucción,
suplantación o contaminación, lo que podría implicar serios tropiezos en la
investigación de una cadena punible”. La cadena de custodia, es un
procedimiento técnico científico, que asegura el manejo de la evidencia
desde su descubrimiento en la escena del crimen, hasta su presentación
como prueba ante la corte o tribunal; por medio de registro de recibo y
entrega de quien tiene contacto con dicha evidencia con el fin de
protegerla de posibles cambios, deterioros y alteraciones mal
intencionadas, para que no pierda su valor probatorio, debe demostrarse
que la prueba, presentada ante el tribunal, es la misma que se fijo, levanto
y se embolso en la escena del crimen. Embalaje: Se denomina así “al acto
mediante el cual el perito guarda las evidencias en los recipientes
apropiados a los que se denomina embalaje; el cual incluye el cierre y
sellado de dichos recipientes en donde se conservaran”. Fundamentos
legales: En Guatemala no existe una reglamentación que norme los pasos
que deben componer la cadena de custodia de la evidencia, y así tanto el
Ministerio Público y la Policía Nacional civil, utilizan sus propios
procedimientos, formularios, embalajes y lugares de análisis, peritación y
resguardo de la evidencia. En otros países, la cadena de custodia de la
evidencia física es realizada por una institución específica como forma de
garantizar la pureza de la misma, así mismo el almacenaje y archivo final
por otra institución, encontrándose cada uno debidamente regulada. La
cadena de custodia conlleva intrínsecamente responsabilidad de las
personas que intervienen en ella. Inicialmente en el lugar de los hechos
recae la responsabilidad a los agentes policiales uniformados que conocen
primero el caso, al fiscal, a los investigadores, técnicos de procesamiento
de escena del crimen, a los demás técnicos que acuden a la escena
(fotógrafos, dactiloscopistas, planimetristas), y en sí todas las personas
que participen de una u otra manera en la diligencia. Seguidamente la
responsabilidad recae en el personal de los laboratorios que por la

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naturaleza del caso tengan que efectuar análisis sobre la evidencia
recolectada en el lugar y finalmente en quienes conducen el cadáver a la
morgue correspondiente. Posteriormente la responsabilidad es del jefe de
grupo, sección área o coordinador de laboratorio, personal técnico o
profesionales (los peritos), personal forense y demás funcionarios que
reciben o transporte elementos de prueba y los documentos que los
acompañan (hojas de control de cadena de custodia, actas, oficios,
solicitudes de análisis), lo mismo aquellos que transcriban dictámenes
criminalísticas o médico legales, deben tener conocimiento integral de
todos los procesos de cadena de custodia, relacionados lógicamente con
su área o sección. El jefe encargado del laboratorio será el responsable de
la inducción, control y seguimiento en el cumplimiento de los
procedimientos de cadena de custodia establecidos en su respectiva área o
laboratorio, velando por que el menor número de personas o funcionarios
investiguen en estas. Toda muestra o elemento probatorio enviado por la
autoridad o que se origine al aplicar los procedimientos criminalísticos o
médico legales, debe ser custodiado por los funcionarios, que conforman la
cadena de custodia sea indicado, quienes responden por la seguridad,
integridad y la preservación de las muestras. Es responsabilidad del jefe del
laboratorio actuar directamente ante los clientes, externos e internos, en
los casos en que se requieran aclaraciones, información adicional o se
presenten inconsistencias, dejando el registro respectivo. Es
responsabilidad de todo funcionario que integre la cadena de custodia,
verificación de documentos y elementos de prueba que recibe y, en caso
de encontrar inconsistencia, dejar constancia escrita e informar
oportunamente al jefe inmediato superior. El perito es responsable por el
trámite ágil y oportuno de las Inter. Consultas y remisiones de solicitud de
análisis que se dan entre los distintos laboratorios, criminalísticos,
garantizando que se diligencie en forma legible, completa y que la copia
sea idéntica a su contenido original. El perito forma parte directa de la
cadena de custodia y es responsable de garantizar la integridad,
preservación y seguridad, tanto de las muestras que recibe y le remitan
para análisis, como de aquellas que devuelva a la autoridad respectiva
como remanente o contra muestra, y que en determinado momento no
podrá cumplir la función de perito y guardián de la evidencia que analiza
por lo que esta deberá ser enviada a un lugar especifico para el
cumplimiento de esta función. El funcionario asignado o el perito es
responsable del embalaje y rotación de los elementos de prueba, pero no
quien debe tenerlos en archivos dentro de él mismo laboratorio de análisis,
y más delicado aún si no existe ninguna regulación legal que los ampare
para la guarda y custodia final de la evidencia, en determinado momento
puede perderse la cadena de custodia por este hecho y perderse el valor
probatorio de la misma. Funciones de la cadena de custodia Garantizar la
autenticidad de los elementos materiales de prueba recolectados y
examinados, asegurando que pertenecen al caso investigado, sin confusión
adulteración o sustracción, es desplegado por los funcionarios y personas
bajo cuya responsabilidad se encuentran los elementos probatorios,
iniciándose con la autoridad que inicialmente protege la escena del crimen,
quienes los recaudan y finaliza con los diferentes funcionarios judiciales.

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Implican que estos elementos de prueba se mantendrán en un lugar seguro
y protegido, sin que pueda tener acceso ellos personas no autorizadas, sino
únicamente quienes tengan que tener contacto con ella por razón del
cargo o puesto que ejerzan. Debe tenerse un control y actualización para el
mejor desempeño en la función de cadena de custodia los siguientes
funcionarios. 1. El jefe de laboratorio y cada coordinador de área o grupo,
debe conocer y actualizas los procedimientos de cadena de custodia de
acuerdo con la función que cumple. 2. El perito del laboratorio
Criminalístico o de medicina legal o ciencias forenses, al analizar muestras
o elementos de prueba, dejara constancia escrita de la descripción
detallada de ellos, de las técnicas o procedimientos de análisis utilizados,
así como las modificaciones realizadas o si quedaron remanentes. 3. Los
jefes de laboratorio Criminalístico y medicina legal, deben establecer
indicadores de control para garantizar la efectividad de la cadena de
custodia. 4. Realizar el seguimiento para los casos que requieran la
participación de dos o más laboratorios, valiéndose de mecanismos de
coordinación, comunicación y para obtener respuesta integral y oportuna
de los casos. 5. Evaluar periódicamente el servicio conformado,
indicadores de efectividad (calidad por área o sección), lo cual permitirá
desarrollar y suplementar mejoras en los procesos con la cadena de
custodia. Se efectúa sobre elementos físicos y actas en las que se ha hecho
constar la existencia de elementos materiales de prueba que han sido
destruidos o difícil preservación. Al momento de recargar los elementos
materiales de prueba, se debe dejar constancia en el acta de la diligencia
original, haciendo la descripción completa y discriminada, registrando su
naturaleza, lugar exacto de donde fue removido o tomado y el funcionario
que lo obtiene. Al requerirse un procedimiento técnico o científico, la
recolección la debe efectuar personal calificado, capacitado o entrenado
para estos efectos. “En caso de no contarse con él, se realizará siguiendo
estrictamente las reglas señaladas para seguridad personal, a fin de no
destruir los elementos e impedir que se obtengan resultados contrarios o
diferentes a la investigación”.(López Calvo, Pedro y Gómez Silva Pedro,
Ob. Cit. Pág. 140. 112 5.5. Principios básicos de cadena de custodia.) De lo
anteriormente expuesto deberá de considerarse cada uno de los principios
básicos de cadena de custodia que a continuación se detalla una a uno: a)
La cadena de custodia es el mecanismo que garantiza la autenticidad de
los elementos de prueba recolectados y examinados, esto es, que las
pruebas correspondan al caso investigado, sin que dé lugar a confusión,
adulteración ni sustracción alguna. Por tanto todo funcionario que
participe en el proceso de cadena de custodia, deberá velar por la
seguridad, integridad y preservación de dichos elementos. b) La cadena de
custodia está conformada por los funcionarios y personas bajo cuya
responsabilidad se encuentran los elementos de prueba respectivos,
durante las diferentes etapas del proceso penal. Por consiguiente, todo
funcionario que reciba, genere o analice muestras o elementos de prueba y
documentos, forman parte de la cadena de custodia. c) La cadena de
custodia se inicia con la autoridad que recolecta los elementos de prueba,
desde el mismo momento en que se conoce el hecho presuntamente
delictuoso, en la diligencia de inspección de cadáver o inspección judicial y

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finaliza con el juez de la causa y los diferentes funcionarios jurisdiccionales.
d) Desde un primer momento, en el lugar de los hechos, la cadena de
custodia se efectúa con una orden por escrito, impartida por autoridad
competente, al funcionario investigador y así sigue hasta salir del
laboratorio, igual en forma escrita, un resultado y el elemento material
objeto de análisis o estudio. e) Los procedimientos de custodia deben
aplicarse a todo elemento probatorio, sea un cadáver, un documento o
cualquier otro material físico. Esta misma protección y vigilancia se deben
ejercer de manera idéntica sobre las actas y oficios que acompañan este
material. f) Es responsabilidad de todo funcionario que participa en el
proceso de cadena de custodia, conocer los procedimientos generales y
específicos establecidos para tal fin. g) Cada uno de los funcionarios que
participan en la cadena de custodia es responsable del control y registro de
su actuación directa dentro del proceso. h) Al momento de recolectar los
elementos de prueba se debe dejar constancia en el acta de la diligencia
correspondiente, haciendo la descripción completa de los mismos,
registrando su naturaleza, sitio exacto donde fue removido o tomado y la
persona o funcionario que lo recolecto. i) Toda muestra o elemento
probatorio tendrá el registro de cadena de custodia el cual debe
acompañar a cada uno de los elementos de prueba a través de su curso
judicial. Por consiguiente toda transferencia de custodia quedará
consignada en el registro, indicando: fecha, hora nombre y firma de quien
recibe y de quien entrega. j) Toda muestra o elemento probatorio y contra
muestra o remanente de ésta, deben llegar debidamente embalados y
rotulados, de acuerdo con lo establecido en los manuales de los diferentes
laboratorios criminalísticos y del Instituto de Medicina Legal y Ciencia
Forense. k) Todo funcionario (perito), que analiza muestras o elementos de
prueba, dejará en el dictamen pericial constancia escrita de la descripción
detallada de los mismos; de las técnicas y procedimientos de análisis
utilizados, así como de las modificaciones realizadas sobre los elementos
de prueba, mencionando si estos se agotaron en los análisis o si quedaron
remanentes; este aspecto es muy importante cuando se analizan
estupefacientes. l) La cadena de custodia implica que todos los elementos
de prueba como los documentos que los acompañan, se deben mantener
siempre en un lugar seguro. m) Los laboratorios criminalísticos o el
Instituto Nacional de Medicina Legal, podrán abstenerse de análisis
elementos de prueba enviados por las autoridades competentes, cuando
se comprueba que no ha existido cadena de custodia o que esta se ha
interrumpido. n) En el formato de cadena de custodia aparecerán las
firmas de quien recibe y entrega en forma legible (nombres y apellidos
claros), no rúbrica tanto en el original como en la copia. o) En el formato de
cadena de custodia no se admiten tachones, borrones enmendaduras,
espacios y líneas en blanco, tintas de diferente color o interlineaciones
(palabras o signos entre líneas), no adiciones en la copia al carbón. p) El
formato de cadena de custodia se diligenciará completamente, teniendo
en cuenta lo siguiente: 1. Si existen o quedan espacios en blanco se
anularán en cada renglón a continuación de la última palabra del texto con
“X” y/o rayas. 2. Cuando existan referencias a cantidades, valores o cifras,
se expresarán en letras seguidas con el número correspondientes entre

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paréntesis. 3. En caso de que requiera mayor espacio para escribir, del
preestablecido en el formato de cadena de custodia, se deberá hacer
mención de la continuidad con el siguiente texto “continúa al respaldo” y
reiniciar con la palabra “continuación”. Seguidamente se consignada el
texto faltante sin dejar espacios en blanco (véase literal a), concluyendo
con la firma y la fecha. q) El control y diligenciamiento del registro de
cadena de custodia, continúa e inicia internamente en los laboratorios
criminalísticos y forenses, en la oficina de correspondencia respectiva. r) El
registro de cadena de custodia se diligencia por todos y cada uno de los
funcionarios por cuyas manos pase el material de prueba y los documentos
que lo acompañan. s) El funcionario de correspondencia o internamente en
cada área, sección o laboratorio, responsable por la cadena de custodia,
debe almacenar adecuadamente y en sitio seguro los oficios, petitorios,
elementos de prueba y documentos anexos, que se reciben de las
autoridades, garantizando la integridad y preservación de los mismos. t) Si
se presentan inconvenientes o inconsistencias en la revisión de cadena de
custodia por parte de los jefes o responsables, se informará en forma
inmediata al jefe directo, dejando la constancia de la anomalía detectada,
por escrito. u) Para evitar que se rompa un eslabón de la cadena de
custodia en los laboratorios criminalísticos y forenses, se cumplirán normas
de seguridad personal, industrial e/o instrumentales. v) Internamente en
los laboratorios se llevará un control, con la información suficiente de casos
o respuestas pendiente. En los emergentes sistemas acusatorias o mixtos
de América Latina se habla mucho de “cadena de custodia” como una
doctrina jurídica. Sin embargo en el sistema procesal penal, de Guatemala,
la cadena de custodia no es nada más ni nada menos que el nombre que se
utiliza para cualquier sistema interno del manejo de evidencia, diseñado
para asegurar su integridad durante su custodia por alguna autoridad,
generalmente una dependencia especifica, la que debe llenar debidamente
las medidas de seguridad y control para la debida guarda custodia y
archivo final de los elementos físicos de prueba.
El concepto nace como un apéndice a la garantía constitucional del
debido proceso, aplicable a las polifacéticas garantías que están
incluidas en el debido proceso, es la de “confrontación” de la prueba (es
decir, el derecho de controvertir la prueba), así como la imparcialidad
de las autoridades encargadas del ejercicio de la acción penal.
Obedeciendo estas garantías, las autoridades investigativas
acusadoras (Policía y Fiscalías del Ministerios Público) tienen la
obligación de conservar las evidencias físicas en el estado en que las
recibieron para evitar su cuestionamiento a base de un posible
trasplante, alteración o clasificación. En consecuencia, se han visto
obligados a implementar procedimientos administrativos,
posibilitando ante juez competente en el momento del juicio, su
absoluta integridad, esto no solo incluye el momento de su recepción
en juicio oral, sino también el momento de su sometimiento a prueba
criminalística según su naturaleza (sangre, sustancia tóxica, drogas,
armas de fuego, casquillos, proyectiles, encamisados de blindaje,
fragmentos de proyectil de arma de fuego, pelos, etc.). Otros aspectos
en el manejo de la evidencia física, que no tienen que ver con el debido

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proceso, pero es de importancia trascendental para cualquier sistema
de justicia penal en una sociedad democrática, es el de la ética de sus
componentes y su imagen y credibilidad ante la sociedad. En los
sistemas garantistas donde la defensa juega el papel de fiscalizador
auxiliar, el ente monopolizador de la acción penal (la fiscalía) este
nunca está exento de ataques a base de la posible alteración o
falsificación de los elementos físicos de la prueba y no es suficiente
basar sus respuestas en su “buena fe” como institución del estado. Sus
actuaciones tienen que ser respaldados por una transparencia notable
y perfecta en la medida de lo posible.
Esta realidad opera como otra razón más para la existencia del control
que representa la cadena de custodia. Por lo general, cada una de las
dependencias que tiene contacto con evidencia física, cuentan con
protocolo únicamente de forma interna, unificando procedimientos de
embalaje y conservación. Pero en todas las dependencias cuentan con
las hojas de tramite en la cual dejan constancias del traslado de las
evidencias, porque muy fácilmente puede perderse la cadena de
custodia y en determinado momento no podrá identificarse a las
personas que tuvieron contacto con la evidencia. Así en algunos casos
que se cuestione la cadena de custodia, los fiscales no podrán
demostrar por medios documentales el correcto y adecuado manejo de
custodia de la evidencia física. La cadena de custodia comienza con la
requisa de la escena del delito, o el allanamiento en donde los técnicos
documentan en forma escrita y con fotografías la ubicación de los
objetos. Después de su registro pasan a manos de un custodio de
evidencias, que debe ser una persona formada en el manejo de las
mismas. En general, estas personas cuentan con un depósito diseñado
especialmente para tales efectos, y él guarda el objeto durante todo el
proceso o lo evacua hacia un lugar más seguro.
Es prácticamente inconcebible que, en algún momento un fiscal tenga
custodia de la evidencia física. Se evita porque en general los fiscales
no tienen facilidades ni procedimientos para el adecuado manejo de la
evidencia física, siendo que es deber de la dependencia que la ley
establezca. Además y demás importancia, el hecho que un fiscal llegue
a ser eslabón en la cadena conllevaría el riesgo de que se convierta en
testigo, con su consecuente recusación. Un problema prácticamente
universal en cuanto al manejo de evidencias en los países de la región,
es el hecho de que la evidencia física sigue físicamente al expediente.
Eso da una situación en que fiscales o jueces de instrucción se ven
obligados a recibir evidencias recabadas por órganos auxiliares a
guardar evidencias físicas que ellos han recabado, sin facilidades para
su aseguramiento. Como propósito general, se debe designar a una
persona como responsable, y esta persona, debe ser la única que tiene
acceso al depósito y la única facultada para recibir y cumplir con
exhortos por partes de fiscales o jueces, para traslado de evidencias. En
la medida que se posible el depósito se ubicaría en la misma localidad
que sirve para minimizar las necesidades logísticas inherentes en
traslado. Según el tamaño de la dependencia el responsable no tiene
que desempeñar el trabajo de tiempo completo. El depósito seria

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reglamentado con sistemas de registro único, sello único y
procedimiento de traslado único, de forzoso cumplimiento para todos
los componentes, incluyendo laboratorios forenses, que
obligadamente deberían enviar todos los elementos físicos analizados
al lugar correspondiente. 1. La cadena de custodia es una herramienta
que permite garantizar la idoneidad, inviolabilidad e inalterabilidad de
los elementos que son materia de prueba y facilitan establecer
controles sobre los procesos - La ruta seguida por muestras,
documentos y oficios. - Las personas responsables que intervienen en
la cadena de custodia - Los procedimientos de transferencias y cambios
de custodia. - Tiempos de permanencia y sistemas de seguridad de
cada eslabón. 2. Toda muestra o elemento probatorio, sea este un
cadáver, documento y/o cualquier material físico, enviados por la
autoridad competente o que se origine al aplicar los procedimientos
criminalísticos o médico-legales y de ciencias forenses, debe poseer el
registro de cadena de custodia debidamente diligenciado. 3. En el
registro de cadena de custodia se consignará toda la transferencia de
custodia, indicando: Nombre (legible) y firmas de quien recibe y
entrega, fecha, hora y las observaciones sobre las condiciones y estado
de la muestra, en caso de ameritarlo por presentarse inconformidades
respecto a la descripción de aquella relacionada en la solicitud. 4. Toda
muestra para ser devuelta como remanente a la autoridad competente
o para ser tramitada a ínter laboratorio, será embalada y rotulada, de
acuerdo con los procedimientos de embalaje, protección y manejo
estandarizado por cada área, sección o laboratorio. 5. El jefe del
laboratorio Criminalístico o de grupo realizara auditorias periódicas
sobre los procesos de cadena de custodia, en cada una de las áreas
Criminalísticas o forenses. 6. Los registros de cadena de custodia serán
guardados, garantizando la seguridad y conservación de ellos. 7. La
recepción de muestras en los laboratorios criminalísticos, médico
legales y ciencias forenses, la debe efectuar un funcionario asignado
para este fin, quién conocerá los procedimientos que se han de seguir
con cadena de custodia, lo cual permite garantizar la integridad,
preservación y seguridad de las muestras. 8. Toda muestra se recibirá
embalada y rotulada; en caso de existir inconformidad con este
requerimiento, el funcionario responsable de recibir, dejará constancia
escrita en el oficio petitorio, informando dicha anomalía al solicitante o
a quien trae la muestra. 9. “Toda muestra o elemento probatorio, sea
cadáver, documento y/o cualquier material físico, enviado por la
autoridad o que se originen al aplicar los procedimientos criminalísticos
o de ciencias forenses, será sometido a revisión y verificación por el
funcionario responsable de recibir, y en caso de existir inconsistencias
entre lo anunciado y lo efectivamente recibido, informará el remitente
de la solicitud dejando constancia escrita con fecha y firma”. Etapas en
la cadena de custodia: la cadena de custodia comprende un proceso
integral que puede prolongarse en el tiempo. Técnicamente la duración
de toda cadena de custodia va desde el momento en que las
autoridades legan al lugar de los hechos investigando un presunto
hecho delictuoso, hasta que la investigación concluye (en el juicio), o

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precluye (por termino de los plazos legales o insuficiencia de pruebas,
entre otros). Los pasos de la cadena e custodia puede simplificarse en 6
grandes momentos:
Recolección de la prueba en el lugar de los hechos
Embalaje
Transporte
Análisis
Almacenamiento
Identificación de los responsables en cada paso.

11.DECLARACION EN CAMARA GESSEL O CIRCUITO CERRADO:


Definición: Un área dividida en dos ambientes, en cuya parte divisoria
existe una ventana, denominado ventana reflexiva. El área que cuenta
con venta reflexiva, será denominada sala de entrevista y será utilizada
para el desarrollo de la diligencia. La otra área será denominada sala de
observación y en ella se colocaran las personas que sean autorizadas a
presenciar la diligencia. Las salas estarán conectadas por un sistema de
intercomunicación y cada una será amueblada con mobiliario que varía
dependiendo del objeto para el cual van a ser destinadas. Surge con el
afán que el ente investigador cumpla con efectividad la función
encomendada adoptando medidas para garantizar el resguardo de los
derechos de las víctimas y en especial de los niños, niñas, adolescentes
para evitar re victimización, siempre con el respeto a la garantía
constitucional del debido proceso, control efectivo de la prueba y derecho
a la defensa que le corresponde al imputado. Siendo la cámara Gessel un
herramienta que permite aplicar pautas para la atención integral a las
víctimas, la cual mejora la persecución penal, la reducción de la
victimización secundaria para garantizar el bienestar de la víctima del
delito. Los principios que rigen las cámaras Gessel son: Dirección
funcional, la no re victimización, interés superior del niño, acceso a las
justicia, igualdad y debido proceso. El ámbito de aplicación de la cámara
Gessel: diligencias de investigación y especialmente entrevistas,
declaraciones de victimas. La prioridad serán asuntos que obedezcan a
situaciones de cualquier tipo de violencia física, sexual, psicología,
personas de tercera edad. Acuerdos instrucciones relacionadas con el
tema de victimología: Acuerdo Número 34-2003 en donde se establece la
Aprobación del Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Red
Nacional de Derivación para Atención a Víctimas. Acuerdo Número 35-
2003 en donde se crea la Aprobación del Reglamento de Organización y
Funcionamiento de las Redes de Derivación Locales para Atención a
Víctimas. Acuerdo Número 74-2004 en donde se crea el Reglamento de
Organización y Funcionamiento de las Oficinas de Atención a la Víctima de
Las Fiscalías Distritales y Municipales. Acuerdo Número 09-2005 en donde
se establece el Reglamento de Organización y Funcionamiento del
Departamento de Coordinación de Atención a la Víctima. Instrucción
General Número 09-2008 contiene el Protocolo para la Atención de la
Niñez y Adolescencia Víctimas Directas y Colaterales. Instrucción General
Número 10-2008 contiene el Protocolo para la Atención a Víctimas de
Delitos Contra la Libertad y Seguridad Sexual, y el Pudor, en las Oficinas de
Atención a la Víctima. Acuerdo 35-2010 que establece el Manual de
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Normas y Procedimientos del Modelo de Atención Integral de Casos de
Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales y Violencia contra la Mujer en el
Área Metropolitana. Instrucción General 04-2014 que contiene las bases
para la Aplicación del “Protocolo de Atención Integral para las Víctimas de
Delito”. Acuerdo Número 41-2010 que contiene el “Reglamento para uso
de Cámara Gessel dentro del Proceso Penal”. Instrucción General Número
02-2013 que es “Para la Atención y Persecución Penal de Delitos
Cometidos en Contra de la Niñez y Adolescencia”. Breve descripción de los
Acuerdos e Instrucciones. Los Acuerdos 34 y 35 ambos del 2003, Acuerdo
49-2008 y la Instrucción 07-2008 regulan todo lo relacionado a la
organización, atención y procedimiento de referencia a la Red de
Derivación. El Acuerdo 74-2004 regula las consideraciones y disposiciones
generales del MAI, así como su organización, funciones e integración, de
las psicólogas, trabajadoras sociales y médica. El Acuerdo 09-2005 regula
la creación del DCAV, el cual regula la organización, integración y
funcionamiento del mismo, así como, de las áreas que lo integran: La
Jefatura. Área de Coordinación Legal – Victimológica. Área de
Coordinación de Servicios Integrales de las OAV. Área de Coordinación de
Redes de Derivación. La Instrucción 09-2008 establece el protocolo para
atención a la niñez y adolescencia víctimas directas y colaterales,
proporcionando definiciones en cuanto a la atención; así como técnicas de
atención para la aplicación de la entrevista con estos grupos de personas.
La Instrucción 10-2008 aporta elementos para atención a víctimas que han
sufrido violencia sexual en cuanto a la atención psicológica, social y
médica. El Acuerdo 35-2010 establece las normas el Manual de Normas y
Procedimientos del Modelo de Atención Integral de Casos de Violencia
Intrafamiliar, Delitos Sexuales y Violencia contra la Mujer en el Área
Metropolitana.

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IX. VICTIMOLOGIA
a. CONCEPTOS GENERALES: Es la ciencia que estudia el papel que la
víctima desempeña con relación al delito y a las consecuencias que el delito
ocasiona en las víctimas. En primer lugar, la victimología es el estudio de
las personas que son víctimas de un delito u otros sucesos que causan dolor
y sufrimiento. En segundo lugar, es el estudio del incidente de
victimización, que incluye aquellas condiciones que causan una
interrupción en la vida de alguien y que dan lugar al sufrimiento. En tercer
lugar, es el estudio de cómo las agencias responden a una victimización
para ayudar a la persona afectada a recuperarse financiera, física y
emocionalmente. La victimología, en su inicio (en los años 50) se
promueve como una disciplina independiente de la criminología, así como,
de otras ciencias sociales. En los años 60, se identifican los programas de
asistencia a víctimas que, desde la década de los setenta, han tenido un
gran auge, tanto en número como en la variedad. BREVE HISTORIA:
Escuela clásica (Pensadores Sócrates, Platón, Aristóteles entre otros, causa
primordial del delito se consideraba la discapacidad mental y factores
hereditarios). Siglo XVIII, surgen pensadores más revolucionarios como
Cesare Becaria, Jeremías Bentham Howard, Lavater y Gall basándose en
un método de investigación abstracto-deductivo fundamentado en los
silogismos. QUE ENTENDEMOS POR VICTIMA: Podrá considerarse
víctima a una persona con arreglo a la presente declaración,
independientemente de que se identifique, aprehenda, enjuicie o condene
al perpetrador e independientemente de la relación familiar entre el
perpetrador y la víctima. En la expresión “Víctima” se incluye además en su
caso, a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con
la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños, al intervenir
para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización. (Art. 2
de la Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las
víctimas de delito y abuso de poder).

b. DERECHOS HUMANOS DE LA VICTIMA: La Declaración sobre los


principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso
de poder. Adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/34, del 29
de noviembre de 1985. Acceso a la justicia y a un trato justo,
Resarcimiento, Indemnización, Asistencia. DERECHOS HUMANOS: Son un
conjunto de garantías y derecho inalienables que tiene el hombre, basados
en la dignidad humana, que le son indispensables para subsistencia como
tal y para su desarrollo dentro de la sociedad (López, 2008). RELACION DE
LA VICTIMOLOGIA CON LOS DERECHOS HUMANOS: La victimología
como parte del control social y el estudio de la víctima, se relaciona con los
derechos humanos por medio de los derechos que le son inherentes a cada
persona, según lo establecido en nuestra CPRG en su artículo 44 y el 117

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del CPP. La trilogía de los derechos humanos es: 1. Vida, 2. Integridad, 3.
Dignidad. Obligaciones del Estado frente al acto delictivo: Constitución
Política de la República de Guatemala, Arts. 1, 2, 140 y 141 Obligación de
Respetar los Derechos (Convención Americana de DDHH). 1. Los Estados
Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y
libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda
persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier otra índole. La Convención Interamericana de Derechos
Humanos: Deber de garantizar los derechos humanos impone al Estado de
Guatemala. Prevenir razonablemente por todos los medios a su alcance la
violación de los derechos humanos. Investigar toda violación de un
derecho humano (especialmente, cuando tal hecho es constitutivo de un
delito) cuando esta haya ocurrido. Sancionar las violaciones a los derechos
humanos, (delitos) a través de las correspondientes penas impuestas tras
un proceso penal. Garantizar una reparación integral a la víctima por
todas las consecuencias derivadas del delito. Derechos reconocidos
dentro del Ministerio Público: Ser atendida/o en forma respetuosa e
inmediata por el personal de justicia durante el proceso penal. Ser
escuchada/o con atención, sin interrupciones y en su propio idioma.
Expresar libremente sus opiniones e inquietudes. Colaborar con el proceso
penal de la investigación. 5. Recibir información sobre el proceso legal que
genera su testimonio o denuncia y sobre lo actuado en su proceso. 6. Que
no se publique en los medios de comunicación su nombre, apellidos,
fotografías, cuando se trate de delitos como violación, agresión sexual,
explotación sexual, secuestro, menores de edad y otros. 7. Trabajar
conjuntamente con el Ministerio Público para seguir el proceso penal. 8.
Que no se le exponga frente al acusado o a la acusada, en especial cuando
se trate de niñez y adolescencia víctima, por delitos de secuestro y delitos
sexuales a fin de evitar la revictimización. Mantener comunicación
constante con la persona o personas que lleven su caso. A ser notificada de
las resoluciones de las fiscalías y de los tribunales. No ser discriminada por
ninguna razón.

c. REPARACION DIGNA: REPARACIÓN: Proviene del latín reparatio, onis.


Se define como la acción o efecto de restituir a su condición normal y de
buen funcionamiento, a cosas materiales mal hechas, deterioradas, o
rotas. En la jurisprudencia, la reparación es la reposición por parte de un
criminal de una pérdida causada a una víctima. La reparación monetaria es
una forma común de reparación. La reparación junto con la verdad y la
justicia, es uno de los elementos principales que se buscan en un proceso
transicional, en el que se busca implementar un nuevo orden que se lleve a
cabo en un proceso de paz. Es imprescindible para establecer el monto de
la reparación digna, que la misma cumpla con los extremos siguientes: que
sea viable, proporcional, objetiva, legal, la prueba debe acreditar que es
efecto propio del ilícito que se juzga, además reparadora, rehabilitadora o
reinsertadora y que viabilice la paz social. Otro aspecto a tomar en cuenta
es las condiciones físicas, psicológicas, económicas, sociales y culturales de
la persona obligada, ya que en igualdad de condiciones el juzgador deberá

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considerar estos extremos para la existencia del debido proceso en
igualdad de condiciones sin discriminación alguna. LA REPARACIÓN
PRIVADA; SECCIÓN PRIMERA; ACCIÓN CIVIL. Código Procesal Penal
Artículo 124. Derecho a la reparación digna. (DEFINICIÓN LEGAL DE
REPARACIÓN DIGNA). La reparación a que tiene derecho la víctima
comprende la restauración del derecho afectado por el hecho delictivo,
que inicia desde reconocer a la víctima como persona con todas sus
circunstancias como sujeto de derechos contra quien recayó la acción
delictiva, hasta las alternativas disponibles para su reincorporación social a
fin de disfrutar o hacer uso lo más pronto posible del derecho afectado, en
la medida que tal reparación sea humanamente posible y, en su caso, la
indemnización de los daños y perjuicios derivados de la comisión del delito;
para el ejercicio de este derecho deben observarse las siguientes reglas:
REQUISITOS PARA QUE PROCEDA LA REPARACIÓN DIGNA: Sentencia
Condenatoria, Víctima determinada. 1) La acción de reparación podrá
ejercerse en el mismo proceso penal una vez dictada la sentencia
condenatoria". El Juez o tribunal que dicte la sentencia de condena,
cuando exista víctima determinada, en el relato de la sentencia se
convocará a los sujetos procesales y a la víctima o agraviado a la audiencia
de reparación, la que se llevará a cabo al tercer día. (PROBAR LOS DAÑOS
Y PERJUICIOS). 2) En la audiencia de reparación deberá acreditar el
monto de la indemnización, la restitución y, en su caso, los daños y
perjuicios conforme a las reglas probatorias y, pronunciarse la decisión
inmediatamente en la propia audiencia. 3) Con la decisión de reparación, y
previamente relatada responsabilidad penal y pena, se integra la sentencia
escrita. (MEDIDAS CAUTELARES). 4) No obstante lo anterior, en
cualquier momento del proceso penal, la víctima o agraviado podrán
solicitar al juez o tribunal competente, la adopción de medidas cautelares
que permitan, asegurar los bienes suficientes para cubrir el monto de la
reparación. (SENTENCIA EJECUTABLE). 5) La declaración de
responsabilidad civil será ejecutable cuando la sentencia condenatoria
quede firme. Si la acción reparadora no se hubiere ejercido en esta vía,
queda a salvo el derecho de la víctima o agraviado a ejercerla en la vía civil.
Parte resolutiva de la sentencia. Código Procesal Penal. Artículo 390.
Pronunciamiento. "La sentencia se pronunciará siempre en el nombre de
la República de Guatemala. Redactada la sentencia, el tribunal se
constituirá nuevamente en la sala de audiencia, después de ser convocados
verbalmente todas las partes en el debate, y… La lectura de la sentencia se
deberá llevar a cabo, a más tardar dentro de las cinco días posteriores al
pronunciamiento de la parte resolutiva". Código Procesal Penal Artículo.
124, numeral 1. "En el relato de la sentencia se convocará a los sujetos
procesales y a la víctima o agraviado a la audiencia de reparación, la que se
llevará a cabo al tercer día." AUDIENCIA DE REPARACION DIGNA: 1)
Apertura. 2) Se le otorga la palabra a la víctima o agraviado, Querellante
Adhesivo (pretensión y aporte sus pruebas). 3) Se le da palabra al
Ministerio Público (Pretensión y Prueba). 4) Se le da palabra al abogado
Defensor (Pretensión y Prueba). 5) Se admite o rechaza la prueba. 6) Se
diligencia la prueba. 7) Pronunciamiento de la decisión de Reparación
Digna. 8) Artículo 278. REMISIÓN. Código Procesal Penal: "El embargo de

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bienes y las demás medidas de coerción para garantizar la multa o la
reparación, sus incidentes, diligencias, ejecución y tercerías, se regirán por
el Código Procesal Civil y Mercantil". (Libro 5to. Alternativas comunes a
todos los procesos). VÍCTIMAS. Artículo 117, numeral 1, Código Procesal
Penal. (Reformado por el art. 38 de la Ley Orgánica del Instituto de
Asistencia y Atención a la Víctima del delito Dto. 21-2016) 1. Las personas
que, individual o colectivamente, haya sufrido daño. Incluidas lesiones
físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo
sustancial de sus derechos fundamentales como consecuencia de acciones
u omisiones que violen la ley penal vigente. 2. Cónyuges. 3. Familiares. 4.
Dependientes inmediatos de la víctima directa. 5. Persona que conviva con
ella en el momento de cometerse el delito. 6. Personas que hayan sufrido
daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la
victimización. RESPONSABILIDAD CIVIL. Código Penal. Artículo 112.
Personas responsables. "Toda persona responsable penalmente de un
delito o falta, lo es también civilmente". RESPONSABILIDAD SOLIDARIA.
Código Penal Artículo 113. Solidaridad de las obligaciones. "En el caso de
ser dos o más los responsables civilmente de un delito o falta, el tribunal
señalará la cuota por la que debe responder cada uno. Sin embargo, los
autores y los cómplices responderán solidariamente entre sí y responderán
subsidiariamente de las cuotas que correspondan, no solo a los insolventes
de su respectivo grupo, sino también de los insolventes del otro. Tanto en
uno como en el otro caso, queda a salvo el derecho de quien hubiere
pagado, de repetir contra los demás por las cuotas correspondiente de
cada uno". TRANSMISIÓN. Código Penal. Artículo 115. "La
responsabilidad civil derivada de un delito o falta, se transmite a los
herederos del responsable; igualmente se transmite a los herederos del
perjudicado la acción para hacerla efectiva". RESPONSABILIDAD CIVIL
DE INIMPUTABLES. Código Penal. Artículo 116. "Los comprendidos en
el artículo 23 (Código Penal, no es imputable), responderán con sus bienes
por los daños que causaren. Si fueren insolventes, responderán
subsidiariamente quienes los tengan bajo su potestad o guarda legal, salvo
que demuestren que no incurrieron en descuido o negligencia en la
vigilancia del que cometió el hecho". CLASES DE REPARACIÓN. (Artículo
124 Código Procesal Penal) ECONÓMICAS. Pago de Indemnización, Pago
de Daños, Pago de Perjuicios. NO ECONÓMICAS. Art. 29 Ley Orgánica del
Instituto de Asistencia y Atención de la Víctima del delito. Dto. 21-2016. Es
obligación del Instituto de la Víctima coadyuvar con el Ministerio Público
en la garantía y defensa del derecho a la reparación digna de la víctima del
delito, cuando ésta se haya constituido como querellante adhesivo.
Rehabilitación, Compensación, Satisfacción, Medidas de no Repetición.
MATERIALES. Restitución. EN CASOS DE FEMICIDIO Y VIOLENCIA
CONTRA LA MUJER. NO ECONÓMICA. Artículo 3, literal h, Ley contra el
Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer. Médica, Psicológica,
Moral, Social. OBLIGACION DE REPARAR. DAÑOS Y PERJUICIOS.
ARTÍCULO 1646 Código Civil: "El responsable de un delito doloso o
culposo, está obligado a reparar a la víctima los daños o perjuicios que le
haya causado". DAÑOS Y PERJUICIOS. ARTÍCULO 1434. Código Civil:
"Los daños, que consisten en las pérdidas que el acreedor sufre en su

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patrimonio, y Los perjuicios, que son las ganancias lícitas que deja de
percibir. Deben ser consecuencia inmediata y directa de la contravención,
ya sea que se hayan causado o que necesariamente deban causarse".
EJEMPLO: MEDIDAS DE SATISFACCIÓN: Sentencia de fecha 19 de mayo
de 2014, la Corte Interamericana de Derechos Humanos: Veliz Franco Vrs.
Guatemala. Párrafo 256. 1. La Sentencia "Per se". 2. Publicación de la
sentencia en el diario oficial. 3. Publicación de la sentencia en un diario de
amplia circulación. 4. Publicación de la sentencia por 1 año, en la página
web, del Poder Judicial, Ministerio Público y Policía Nacional Civil. 5.
Disculpas públicas. EJEMPLO: GARANTÍAS DE NO REPETICIÓN:
Sentencia de fecha 19 de mayo de 2014, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos: Veliz Franco Vrs. Guatemala. Que hechos similares no
se vuelvan a repetir y contribuyan a la prevención. Párrafo 264. 1. Adoptar
una legislación orientada a combatir la violencia. 2. Fortalecer el INACIF y
asignarle adecuados recursos para ampliar sus actividades en el territorio
nacional. 3. Implementar órganos jurisdiccionales especializados en
femicidio en toda la República", así como de fiscalías especializadas. 4.
Implementar programas y cursos para funcionarios públicos
pertenecientes al Poder Judicial, Ministerio Público y Policía Nacional Civil
que estén vinculados a la investigación de actos de homicidio de mujeres.
5. Crear un Sistema Nacional de Información sobre Violencia contra la
Mujer. 6. Brindar atención médica o psicológica gratuita, de forma
inmediata, adecuada y efectiva a las personas afectadas. DAÑO
INMATERIAL. Sentencia de fecha 19 de mayo de 2014, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos: Veliz Franco Vrs. Guatemala.
Párrafo 295. "ha desarrollado en su jurisprudencia el concepto de daño
inmaterial y ha establecido que éste puede comprender tanto los
sufrimientos y las aflicciones causados por la violación como el menoscabo
de valores muy significativos para las personas y cualquier alteración, de
carácter no pecuniario, en las condiciones de existencia de las víctimas.
Dado que no es posible asignar al daño inmaterial un equivalente
monetario preciso, sólo puede ser objeto de compensación, para los fines
de la reparación integral a la víctima, mediante el pago de una cantidad de
dinero o la entrega de bienes o servicios apreciables en dinero, que el
Tribunal determine en aplicación razonable del arbitrio judicial y en
términos de equidad". EJECUCION. Artículo 124, numeral 5, Código
Procesal Penal. "La declaración de responsabilidad civil será, ejecutable
cuando la sentencia condenatoria quede firme". ¿En dónde se ejecuta?
EJECUCION. Expediente No. 2038-2011 de duda de competencia CSJ
Sentencia del 14/10/2011. "...Que del análisis de las actuaciones Cámara
Penal encuentra que la duda de competencia que se plantea con relación a
que si el juzgado de Ejecución Penal únicamente está facultado para el
cobro de conmutas de penas de prisión o multas y no así para el cobro de
reparaciones de orden civil…" "se puede determinar que es competencia
de los jueces de ejecución el conocer lo referente a la ejecución de las
reparaciones dignas de las víctimas en los procesos penales en los que se
haya ejercitado dicho derecho, con la salvedad de que si no se hubiere
ejercido en esta vía, puedan ejercerla en la vía civil. En tal sentido, el
Juzgado Primero de Ejecución Penal de Guatemala deberá seguir

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conociendo con referencia a la duda planteada de la sustanciación de la
fase de ejecución..." CONCLUSION. La reparación digna en Guatemala es
un mecanismo de resarcimiento adoptado recientemente en la legislación
adjetiva penal, que fortalece uno de los objetivos establecidos en el
proceso penal, específicamente la tutela judicial efectiva, establecida en el
segundo párrafo del artículo 5 del código procesal penal. Queda a cargo del
mismo juez de ejecución penal, tramitar, conocer y resolver, los asuntos en
materia de reparación digna y realizar las diligencias pertinentes para
poder hacer efectiva la reparación digna a favor de la víctima, siempre y
cuando la sentencia condenatoria cause firmeza. Una vez obtenida la
sentencia condenatoria penal y la individualización de la víctima, esta
última puede hacer efectivo su derecho de hacer efectiva la reparación
digna dentro del propio proceso penal inmediatamente después de
pronunciado el fallo, el cual constituye título ejecutivo.

d. EL ROL DE LA VICTIMA EN EL PROCESO PENAL: Denuncia. Es la


Primera Intervención que hace la víctima dentro del proceso penal, en ella
se encuentra la facultad de accionar ante los órganos del Estado para que
se inicie proceso, ya dentro del proceso para que la víctima se convierta en
Querellante Adhesivo. Art. 116, Durante la Primera Declaración Art. 82. El
Querellante Legalmente acreditado podrá intervenir en la audiencia a
continuación del fiscal. En la Etapa Preparatoria su participación es muy
importante en virtud que con el objeto de no ser re victimizada se puede
gestionar su declaración testimonial en calidad de anticipo de prueba tal y
como lo establecen los articulo 218 y 317 cpp. En la Etapa Intermedia si
estuviere constituido como Querellante Adhesivo según el artículo 337
C.P.P. puede: Adherirse a la acusación, señalar los vicios formales de la
acusación en que incurre el escrito de acusación y solicitar su corrección,
objetar la acusación por omitir algún sindicado y puede requerir las
ampliaciones correspondientes. Según el artículo 343 CPP tiene derecho a
ofrecer prueba en la Etapa del Juicio puede estar presente acompañado de
su abogado técnico quien podrá intervenir en el desarrollo del mismo, si la
sentencia es de Carácter condenatorio tiene derecho a solicitar la
reparación DIGNA regulada en el artículo 124 CPP, según el artículo 398
CPP tienen facultad de recurrir. ANTECEDENES DE LA VICTIMOLOGIA EN
DERECHO PENAL: Se empieza a hablar de víctima en el siglo XVIII, con el
nacimiento de la dogmática penal, la víctima es caracterizada como el
sujeto pasivo del delito, un receptor paciente de la acción, tomando mayor
importancia el sujeto activo. Este pensamiento comienza a cambiar en
torno a la Segunda Guerra Mundial. Quizás fue el Profesor israelita
Meniamim Mendelsohn, el que realizó el primer estudio sistematizado
sobre la víctima en el año 1940. Hans Von Henting publicó en la
Universidad de Yale un libro denominado: “El criminal y su víctima” en
1948 y se enfoca en la vulnerabilidad de ciertos tipos de personas, como lo
son los más jóvenes o viejos, inmigrantes recientes, grupos minoritarios y
personas con deficiencias mentales. Symposium International de 1973 se
efectuó el estudio de la víctima, estableciéndose lo siguiente: a) concepto y
definición de la víctima, metodología y aspectos interdisciplinarios de la
victimología. Relación de la Victimología con el Derecho Penal: Se

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relaciona la victimología estrechamente con el derecho penal porque la
primera estudia a la víctima y el segundo por considerar a la víctima como
sujeto pasivo del delito, este planteamiento toma auge por el sistema
penal acusatorio en donde se le reconoce y garantiza más los derechos a la
víctima para encontrar justicia y reparación digna. FUNDAMENTO
LEGAL: Constitución Política de la Republica de Guatemala art. 44 y 46,
Código Procesal Penal art. 117, Ley Orgánica del Ministerio Público art. 8 y
26. La Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las
víctimas de delito y abuso de poder.

e. EL MODELO DE ATENCION INTEGRAL: Atención Victimológica: Es


aquella observación y escucha activa que se brinda a la víctima, con
sensibilidad y calidad humana, para saneamiento y restitución del
sufrimiento al que fue sometida. De acuerdo al protocolo para la atención
integral de las víctimas del delito se entiende ATENCIÓN INTEGRAL A
VICTIMAS DE DELITO: el conjunto de acciones que ofrecen seguridad,
confianza y protección a las personas que ha sido víctima de un delito.
Por su naturaleza, son de carácter secuencial, están relacionadas entre sí y
responden, de manera integral, a las necesidades físicas, psicológicas o
emocionales, jurídicas, sociales médicas, de la víctima, con miras a
contener los efectos del delito y logras su restablecimiento, estas acciones
deben estar integradas en tres esquemas: RESPUESTA INMEDIATA: Se
integra por el conjunto de servicios que se proporcionan desde el momento
en que la víctima del delito tiene el primer contacto con la institución, su
misión es contener la situación de crisis y salvaguardar la integridad física
y emocional de la víctima. ACOMPAÑAMIENTO: es una acción que se
inicia una vez resuelto el estado de crisis y su objeto es orientar y en su
caso conducir a la víctima hacia los servicios y procesos a seguir para
denunciar el delito. EXPEDIENTE ÚNICO: se establece a través de este un
esquema que coordina el trabajo del MP y de las instituciones públicas
que participan en la atención integral de la víctima del delito. Unidad de
atención integral: es una unidad que se encarga de la atención primaria
del usuario. Recibe, orienta, filtra, desestima, archiva y distribuye a donde
corresponda las denuncias, prevenciones policiales, querellas y
documentos. Además realiza la valoración de riesgo o crisis de la
victima para su atención inmediata. Unidad de atención integral: es una
unidad que se encarga de la atención primaria del usuario, recibe,
orienta, filtra, desestima, archiva y distribuye a donde corresponda las
denuncias, prevenciones policiales, querellas y documentos, además
realiza la valoración de riesgo o crisis de la víctima para su atención
inmediata. Dentro de sus funciones esta: Brindar atención inmediata,
permanente e integral a las víctimas; Brindas un servicio integral y
coordinado con la fiscalía especializada de manera que se evite la
victimización secundaria; Recibir de manera inmediata y completa las
denuncias con presencia de víctima, evitar re victimizar y obtener
información para la persecución penal estratégica. Brindar asesoría a
víctimas y denunciantes para las acciones inmediata que ameriten cada
caso y sus derechos procesales.

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f. REDES DE DERIVACION: La red de derivación nace de la necesidad de
la coordinación y cooperación permanente de funciones conjuntas con
otras instituciones y personas individuales o jurídicas que intervienen en el
proceso de atención a las víctimas en función de su competencia,
especialización y limitaciones. Existen redes de derivación locales en
cada departamento y municipio, con el objetivo de coordinar en forma
nacional e interinstitucional para que se facilite una asistencia
complementaria e integral para las víctimas. Por lo tanto crea
mecanismos de identificación, respaldo, apoyo, compromiso social y
coordinación entre las organizaciones multidisciplinarias,
gubernamentales, no gubernamentales, para beneficio de la sociedad
guatemalteca. La red nacional de derivación facilita y agiliza la remisión
de casos y asistencia a las víctimas a través de mecanismos
formalizados y consensuados. Esta es el conjunto de organizaciones
multidisciplinarias, gubernamentales, no jurídicas en los diferentes
departamento de la república de Guatemala, que proporcionan su apoyo
y sus servicios especializados a todas las personas que hayan sido
víctimas. Esta red está integrada por las oficinas de atención a la
víctima del MP y diferentes organizaciones multidisciplinarias. El apoyo
que esta red de derivación pueda brindar: atención psicológica,
psiquiátrica, atención medica, asesoría legal, albergue, alimentación,
vestuario, transporte, servicios educativos, capacitación laboral, servicios
de intérprete, y otros servicios afines.

g. LA VICTIMIZACION SECUNDARIA (ANTICIPO DE PRUEBA): Naciones


Unidas define este concepto como aquella victimización que ocurre a
través de la respuesta de las Instituciones y las personas hacia la víctima de
un delito; no es un resultado directo de la acción delictiva. Prueba
anticipada Conocida también en doctrina como anticipo de prueba, o
anticipo jurisdiccional de prueba, y la cual es de carácter excepcional,
consistiendo en practicar por el órgano jurisdiccional una prueba en forma
urgente que se cree que tiende a desaparecer y no va a ser posible
practicarla en el debate, por lo que es necesario diligenciarla con la
ritualidad que para tal prueba ordena la ley, ya que si no se observa dicha
ritualidad la prueba sería viciada y no surtiría ningún efecto jurídico, puede
ser protestada por los sujetos procesales. Se debe coordinar un anticipo de
prueba. Los fiscales y OAV preparan todo para el debate. Tomar en cuenta
la vulnerabilidad física y desarrollo emocional que les impide defenderse de
los agresores, sumisión por autoridad, dependencia económica o
inexperiencia.

h. MEDIOS TECNOLOGICOS PARA EVITAR LA VICTIMIZACIÓN


SECUNDARIA: CÁMARA GESSEL DEFINICIÓN: Es un área dividida en
dos ambientes, en cuya parte divisoria existe una ventana, denominado
ventana reflexiva. El área que cuenta con venta reflexiva, será
denominada sala de entrevista y será utilizada para el desarrollo de la
diligencia. La otra área será denominada sala de observación y en ella
se colocaran las personas que sean autorizadas a presenciar la
diligencia. Las salas estarán conectadas por un sistema de

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intercomunicación y cada una será amueblada con mobiliario que varía
dependiendo del objeto para el cual van a ser destinadas. Surge con el
afán que el ente investigador cumpla con efectividad la función
encomendada adoptando medidas para garantizar el resguardo de los
derechos de las víctimas y en especial de los niños, niñas, adolescentes
para evitar revictimización, siempre con el respeto a la garantía
constitucional del debido proceso, control efectivo de la prueba y derecho
a la defensa que le corresponde al imputado. Siendo la cámara gessel un
herramienta que permite aplicar pautas para la atención integral a las
víctimas, la cual mejora la persecución penal, la reducción de la
victimización secundaria para garantizar el bienestar de la víctima del
delito. Los principios que rigen las cámaras gessel son: Dirección
funcional, La no revictimización, Interés superior del niño, Acceso a las
justicia, Igualdad y debido proceso. El ámbito de aplicación de la cámara
gessel: diligencias de investigación y especialmente entrevistas,
declaraciones de victimas. La prioridad serán asuntos que obedezcan a
situaciones de cualquier tipo de violencia física, sexual, psicología,
personas de tercera edad. La Instrucción 09-2008 establece el protocolo
para atención a la niñez y adolescencia víctimas directas y colaterales,
proporcionando definiciones en cuanto a la atención; así como técnicas de
atención para la aplicación de la entrevista con estos grupos de personas.
La Instrucción 10-2008 aporta elementos para atención a víctimas que han
sufrido violencia sexual en cuanto a la atención psicológica, social y
médica. El Acuerdo 35-2010 establece las normas el Manual de Normas y
Procedimientos del Modelo de Atención Integral de Casos de Violencia
Intrafamiliar, Delitos Sexuales y Violencia contra la Mujer en el Área
Metropolitana. ACUERDOS INSTRUCCIONES RELACIONADAS CON
EL TEMA DE VICTIMOLOGIA: Acuerdo Número 34-2003 en donde se
establece la Aprobación del Reglamento de Organización y
Funcionamiento de la Red Nacional de Derivación para Atención a
Víctimas. Acuerdo Número 35-2003 en donde se crea la Aprobación del
Reglamento de Organización y Funcionamiento de las Redes de Derivación
Locales para Atención a Víctimas. Acuerdo Número 74-2004 en donde se
crea el Reglamento de Organización y Funcionamiento de las Oficinas de
Atención a la Víctima de Las Fiscalías Distritales y Municipales. Acuerdo
Número 09-2005 en donde se establece el Reglamento de Organización y
Funcionamiento del Departamento de Coordinación de Atención a la
Víctima. Instrucción General Número 09-2008 contiene el Protocolo para la
Atención de la Niñez y Adolescencia Víctimas Directas y Colaterales.
Instrucción General Número 10-2008 contiene el Protocolo para la
Atención a Víctimas de Delitos Contra la Libertad y Seguridad Sexual, y el
Pudor, en las Oficinas de Atención a la Víctima. Acuerdo 35-2010 que
establece el Manual de Normas y Procedimientos del Modelo de Atención
Integral de Casos de Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales y Violencia
contra la Mujer en el Área Metropolitana. Instrucción General 04-2014 que
contiene las bases para la Aplicación del “Protocolo de Atención Integral
para las Víctimas de Delito”. Acuerdo Número 41-2010 que contiene el
“Reglamento para uso de Cámara Gesell dentro del Proceso Penal”.
Instrucción General Número 02-2013 que es “Para la Atención y

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Persecución Penal de Delitos Cometidos en Contra de la Niñez y
Adolescencia”. Breve descripción de los Acuerdos e Instrucciones: Los
Acuerdos 34 y 35 ambos del 2003, Acuerdo 49-2008 y la Instrucción 07-
2008 regulan todo lo relacionado a la organización, atención y
procedimiento de referencia a la Red de Derivación. El Acuerdo 74-2004
regula las consideraciones y disposiciones generales del MAI, así como su
organización, funciones e integración, de las psicólogas, trabajadoras
sociales y médica. El Acuerdo 09-2005 regula la creación del DCAV, el cual
regula la organización, integración y funcionamiento del mismo, así como,
de las áreas que lo integran: La Jefatura, Área de Coordinación Legal –
Victimológica, Área de Coordinación de Servicios Integrales de las OAV,
Área de Coordinación de Redes de Derivación, La Instrucción 09-2008
establece el protocolo para atención a la niñez y adolescencia víctimas
directas y colaterales, proporcionando definiciones en cuanto a la
atención; así como técnicas de atención para la aplicación de la entrevista
con estos grupos de personas. La Instrucción 10-2008 aporta elementos
para atención a victimas que han sufrido violencia sexual en cuanto a la
atención psicológica, social y médica. El Acuerdo 35-2010 establece las
normas el Manual de Normas y Procedimientos del Modelo de Atención
Integral de Casos de Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales y
Violencia contra la Mujer en el Área Metropolitana.

i. PROTOCOLO DE ATENCION INTEGRAL PARA LAS VICTIMAS DEL


DELITO, INSTRUCCIÓN GENERAL 04-2014: *adjunta*

X. POLITICAS INSTITUCIONALES DEL MINISTERIO PUBLICO


1. POLITICA CRIMINAL La Política Criminal es una disciplina
eminentemente valorativa. ZIPF plantea que la política

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criminal es el conjunto de respuesta penales del Estado,
para este autor es una concepción Jurídico penal, para
DELMAS MARTY es el conjunto de respuestas de la
Sociedad frente a un fenómeno que es social la criminalidad
parte de una concepción social. La política criminal como
parte de la Política en general de un Estado, tiene las
características básicas de cualquier actuación política: es un
conjunto de estrategias para un determinado fin. El fin
general de la Política Criminal: La realización de los
Derechos fundamentales. Es una disciplina teleológica o
valorativa; no hay pues actuación política que no esté
orientada por una determinada ideología. Fines y objetivos
de la política criminal: Como fin concreto, la prevención de
la delincuencia, así como controlar todas sus consecuencias,
los efectos hacia las víctimas, sobre el delincuente, sobre la
familia del delincuente y sobre la Sociedad en general.
Buscando como objetivo privilegiar la prevención a la
reprensión utilizando políticas criminales integrales.

2. PRINCIPIOS DE LA POLITICA CRIMINAL Principios


rectores de la Política Criminal *Principio de Subsidiariedad
*Principio de Humanidad *Principio de Eficacia

3. POLITICA CRIMINAL DEMOCRATICA DEL ESTADO DE


GUATEMALA 2015-2035 fue formulada bajo el criterio
ordenador de la Constitución Política y todos los
instrumentos pertinentes de derecho internacional y de
derechos humanos suscritos por el país, así como
atendiendo el resultado de las consultas que se hicieron a
los diversos sectores sociales, religiosos, empresariales,
institucionales y autoridades de los pueblos indígenas, entre
otros. Tiene como función esencial la creación de las
estrategias interinstitucionales para el abordaje articulado
de los hechos y fenómenos criminales priorizados, sobre la
base de cuatro ejes: la prevención, la investigación, la
sanción y la reinserción, en coordinación con las
organizaciones de la sociedad civil y otros actores del país.
Pretende enfrentar la criminalidad y la violencia bajo el
paradigma de la seguridad ciudadana, por lo que es una
política criminal inclusiva, orientada a atender también las
particularidades de las poblaciones vulnerabilizadas, con
perspectiva de género, pertinencia cultural y lingüística,
enfoque victimológico y consideración particular del
derecho indígena.
En términos de la construcción de la democracia y la convivencia pacífica,
la presente política constituye un insumo de primer orden para fortalecer la
acción del estado a favor del bien común, la vida, el desarrollo humano, la
paz y el fortalecimiento del Estado de Derecho y la democracia. Se
promueve la cultura de legalidad que obliga al respeto irrestricto del marco
normativo nacional e internacional vigente. Prioriza la prevención del
delito, establece una investigación centralizada, científica, articulada,
estratégica y efectiva de los hechos que más impacto y regularidad social
presentan.

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Tiene como objetivo general la creación de estrategias articuladas que
permitan a las instituciones del sector justicia y seguridad ciudadana, el
abordaje de los principales hechos de violencia y criminalidad que ocurren
en el país y que afectan los bienes jurídicos, los cuales el Estado tiene el
deber de proteger, tanto desde la óptica de las posibilidades efectivas de
tutela, como desde la prevención, considerada herramienta de primer
orden para minimizar la incidencia delictiva. La articulación deberá
considerar la participación de las organizaciones de la sociedad civil, la
academia, la iniciativa privada y los pueblos indígenas, entre otros
sectores.
Pretende enfrentar el fenómeno de la violencia y el delito a través de una
metodología que se oriente a desarrollar un análisis de las causas de los
mismos, con el apoyo de herramientas y de investigación que ofrecen la
criminología, la victimología, la sociología, la antropología, psicología, la
estadística, la informática y otras. Con estas ciencias auxiliares de la
política criminal, será posible analizar los diversos aspectos del delito, la
violencia y sus consecuencias, así como proveer recomendaciones y
observaciones que permitan diseñar estrategias que faciliten identificar y
entender las causas del delito y sus efectos; al mismo tiempo que se
buscara la reparación de los daños ocasionados a las víctimas y se
asegurará una pronta y adecuada imposición y ejecución de las penas.
Está concebida como un conjunto articulado de lineamientos de carácter
estratégico, para incidir, desde la prevención, en las estructuras sociales
que puedan mejorar la condición política, económica, social, educativa y
cultural, a fin de reducir o evitar la comisión de hechos delictivos,
potenciando las condiciones que permitan una efectiva prevención del
delito, la construcción de una cultura de legalidad y tolerancia ciudadana,
teniendo como aliados a los medios de comunicación, fortaleciendo a las
demás instituciones estatales encargadas de la persecución penal e
investigación criminal, a fin de evitar la impunidad y la corrupción, así
como garantizar condiciones efectivas de tratamiento y retorno al
contexto social, para las personas que hayan infringido la ley. Articula la
investigación criminal, generando mecanismos más adecuados de uso de
la información, planificación de acciones estratégicas a nivel nacional y
regional, selección de casos, para enfrentar los distintos fenómenos
criminales, particularmente de las áreas priorizadas, de conformidad con
las condiciones específicas de los distintos departamentos y su incidencia
criminal.
De igual forma, se orienta hacia decisiones afectivas que permitan afrontar
la corrupción y la impunidad, mejorando las capacidades de las
instituciones, la formación de sus empleados (as) y funcionarios (as),
definiendo además mecanismos más eficientes para el control
disciplinario, evaluación de desempeño y reclutamiento de personal.
En el eje de la sanción, plantea racionalizar el uso de la pena privativa de
libertad, considerando la intensidad de la lesión a los bienes jurídicos que
afecta a la convivencia armónica, las condiciones particulares del autor del
hecho delictivo, así como la necesidad de fortalecer los mecanismos de
resolución alterna de conflictos y ampliar las alternativas de sanción
previstas en la legislación penal.
El eje de la reinserción social, articula los esfuerzos que se llevan a cabo
desde otras políticas, orientados a disminuir el hacinamiento carcelario,
mejorar las condiciones de reclusión, generar mecanismos que posibiliten

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el cumplimiento del fin resocializador y rehabilitador de la sanción y
políticas para el retorno al contexto social.

4. POLITICA DE DERECHOS HUMANOS PARA LA


PERSECUCIÓN PENAL DEL MINISTERIO PUBLICO
RETOS ACTUALES DE LA POLITICA CRIMINAL Las
concepciones actuales funcionalistas del Derecho Penal
consideran que es función de la intervención penal lograr
fines sociales de prevención de la criminalidad. La
prevención de la criminalidad por parte del sistema penal o
por cualquier medio de control social no parece verificarse
pero tampoco se realiza algún esfuerzo por comprobarlo.
Diseñar una serie de políticas sociales, institucionales,
económicas, educativas, públicas y privadas para llevar a
cabo una eficaz labor de dirección social y contención de
riesgos. Estudiar estos otros instrumentos de control:
sociales, educativos, informales, comunitarios, estudiarlos
para complementar una verdadera visión de los medios de
control social. Una política criminal que respete el principio
de intervención mínima necesariamente tiene que aplicar el
principio de subsidiariedad. FERRJOLI se ha proclamado la
universalidad y la igualdad de los derechos fundamentales,
si éstos son derechos mínimos de todos los ciudadanos del
mundo, el satisfacer sus necesidades primarias debe ser una
tarea de un constitucionalismo mundial que se presenta
como paradigma de todas las relaciones sociales, políticas y
económicas. Los Derechos Humanos considerados en clave
universal, están siendo hoy en día la piedra de toque para
resolver los problemas de esta nueva sociedad.

5. POLITICA DE PERSECUCION PENAL DEMOCRATICA DEL


MINISTERIO PUBLICO Configurar la respuesta del Estado
frente al fenómeno criminal La política criminal son las
respuestas al fenómeno criminal, a partir de ahí la respuesta
gira en torno a tres puntos 1. Quien o quienes hacen la
política criminal, 2. Qué tipo de respuestas al fenómeno
criminal se incluyen en las mismas, 3. Cuál es la naturaleza
de la política criminal. La política criminal como respuesta
del estado al fenómeno criminal Delmas Marty considera
que la política criminal es conjunto de métodos con los que
el cuerpo social organiza las respuestas al fenómeno
criminal La política criminal como respuesta coactiva del
Estado al fenómeno criminal El principio de última ratio,
determina que el derecho penal solamente puede intervenir
cuando otros mecanismos menos lesivos han fallado, así
pues la definición restrictiva puede ser útil para fortalecer
los principios limitativos de la política criminal y para
clarificar su ámbito de actuación. La Política criminal como
parte de una política Como ciencia es posible construir
modelos que expliquen este fenómeno social o modelos que
definan una situación ideal, el modelo de política criminal
que quisiéramos que exista de un Estado, esto significa que
la política criminal como ciencia puede proporcionar tanto

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categorías que ayuden a explicar como ocurre este
fenómeno en la realidad como modelos que nos permitan
fijar el rumbo, el deber ser de una determinada política
criminal. Formulación y configuración de la política
criminal Formulación: momento inicial en que una decisión
de política criminal es objetiva, dando comienzo a un
proceso social. Este momento está integrado
fundamentalmente por la elaboración de los distintos
cuerpos normativos. Ej. CPP Configuración: Se integra por
lo que resulta en la realidad de la aplicación estas decisiones
iníciales.

6. PARTICIPACION ACTIVA Y RESPETO A LOS DERECHOS


DE LA VICTIMA

7. PARTICIAPCION CIUDADANA Y COMUNITARIA Se


requiere un esfuerzo sistemático de planificación y
construcción de acciones, así como la consideración de una
gran variedad de aspectos y de actores que deben
involucrarse, en un enfoque integral, que identifique los
problemas principales, con participación ciudadana y defina
las acciones correspondientes para brindar respuestas
satisfactorias. De acuerdo con la visión de desarrollo para
los próximos 20 años contenida en el Plan Nacional de
Desarrollo K’atun Nuestra Guatemala 2032: “La seguridad y
la justicia constituyen dos de las obligaciones más
significativas del Estado. Seguridad implica la posibilidad de
la plena convivencia, sin presiones, temores y amenazas que
limiten el desarrollo individual y colectivo. La justicia es la
condición suprema que garantiza el respeto de las
obligaciones y deberes de todo ciudadano”. (Consejo
Nacional de Desarrollo Urbano y Rural –CONADUR–, 2014)

XI. GERENCIA Y ADMINISTRACION PUBLICA


1. PRINCIPIOS DE ADMINISTRACION PÚBLICA PRINCIPIOS
FUNDAMENTALES DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA. PRINCIPIO DE
LEGALIDAD: De acuerdo con este principio, toda la actividad de la administración
pública queda sometida a la a ley y esto no escapa de los contratos. De acuerdo a
este principio todo contrato debe de basarse en una norma jurídica vigente, sea
administrativa o civil, o basada en los principios generales del derecho. PRINCIPIO
DE SEGUIMIENTO DE OFICIO: Seguimiento de oficio significa que
la Administración Pública no debe ser rogada dentro de sus
procedimientos, sino por el contrario debe agilizar, desarrollar, dinamizar y
vigilar que los procedimientos finalicen sin que para ello resulte como un proceso civil.
La Administración Pública y sus órganos tienen la obligación y responsabilidad de
dirigir el procedimiento administrativo y ordenar que se practiquen cuantas
diligencias sean necesarias para dictar el acto o resolución final, independientemente
que el mismo se inicie de oficio o a petición del interesado. PRINCIPIO DE
INFORMALIDAD: Todo procedimiento administrativo no debe estar sujeto a
formalidad alguna, salvo en los casos especiales donde sí se requiere de algún tipo de

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formalismo en cuanto a requisitos. Si hay formalidades dentro de la ley o el
reglamento, los particulares y los funcionarios menores e intermedios deben ser
debidamente informados y orientados a través de las circulares e instrucciones, para
que cuando se inicie el procedimiento se cumplan los requisitos que se exigen desde
el principio para no entorpecerlo el ya iniciado, asegurando con ello la eficiencia de lo
pedido. En Guatemala, dentro del procedimiento no se cumple a cabalidad con este
principio, principalmente con los medios de Impugnación, en los que se revisan como
si fueran demandas judiciales, aplicando supletoriamente le Ley del Organismo
Judicial y el Código Procesal Civil y Mercantil, lo que implica revestir de muchos
formalismos al procedimiento administrativo. PRINCIPIO DE RESPETO AL
DERECHO DE DEFENSA O AUDIENCIA PREVIA: Este principio debe ser
tomado como una norma general y obligatoria para la administración y consiste en que
el administrador antes de dictar una resolución, debe dar la oportunidad al particular
que se defienda, principalmente si se trata de una sanción o por el comportamiento
personal del administrado. La administración tiene la obligación de informar al
particular de la existencia del procedimiento cuando se ha iniciado de oficio y dársele la
oportunidad de enterarse de contenido y los motivos del mismo y presentar dentro del
procedimiento las pruebas que considere necesarias, a efecto de desvirtuar lo que la
administración dice. Este principio o derecho se contiene en el Artículo 12 de la
Constitución Política de la República, aplicándolo supletoriamente en lo administrativo;
pero si se hace un análisis de lo que significa la juridicidad, podemos considerar que el
principio citado debe ser aplicado sin necesidad de una aplicación supletoria del Artículo
constitucional mencionado, ya que toda disposición constitucional nunca puede ser
supletoria, sino de observancia y aplicación prioritaria o preferente. Este principio debe
ser aplicado independiente, pues recordemos que los principios equivalen a normas,
aun que no se encuentren plasmados en una ley, es decir tienen existencia por si solos.
PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD: Si bien es cierto que el administrador debe
cuidar por el orden público, también lo es que cuando pueda causar perjuicio al
particular, o exista conflicto de intereses entre particulares, debe resolver en una forma
imparcial atendiendo al interés público, sin inclinaciones hacia alguno de los
administrados. PRINCIPIO DE PROCEDIMIENTO SIN COSTAS: Cuando en
un procedimiento administrativo se dicta la resolución final, no hay
pronunciamiento de condena en costas al administrado, ya que el procedimiento
administrativo es gratuito, como lo establece el Artículo 2 del Decreto número 119-
96, Ley de lo Contencioso Administrativo. PRINCIPIO DE PROCEDIMIENTO
ESCRITO: El procedimiento administrativo es eminentemente escrito y todas sus
actuaciones, pruebas, inspecciones, etc., deben quedar escritas dentro del mismo.
Los dictámenes, informes, notificaciones, peritajes, resoluciones, deberán
plasmarse por escrito, ya sea mediante actas, oficios, providencias, notificaciones,
etc., asegurando así la proyección de sus efectos hacia el futuro. Estos actos
debidamente ordenados en riguroso orden de fechas y plasmados en el documento
forman el expediente. Para la Administración Pública la escritura es la prueba
fehaciente que se cumplió con todas las formalidades contenidas en la ley. La
escritura materializa la voluntad del órgano, la mantiene viva, la proyecta en el
tiempo, es prueba palpable para que los actos previos, den nacimiento al acto
administrativo y produzca el efecto perseguido y sea eficaz para lo pretendido. La
forma escrita evita que las actuaciones sean cambiadas o alteradas en el transcurso
del tiempo, dando seguridad, perdurabilidad y certeza al acto administrativo. El
procedimiento administrativo debe ser escrito, pero debe ir combinado con la
oralidad. PRINCIPIO DE PUBLICIDAD: Este principio de publicidad de los actos
de la Administración Pública, lo Consagra Nuestra Constitución
Política, en el Artículo 30, al establecer que: “Todos los actos de la
administración son públicos. Los interesados tienen derecho a obtener, en

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cualquier tiempo, informes, copias, reproducciones y certificaciones que soliciten y
la exhibición de los expedientes que deseen consultar, salvo que se trate de asuntos
militares o diplomáticos de seguridad nacional o de datos suministrados por
particulares bajo garantía de confidencia.” PRINCIPIO DE SENCILLEZ,
RAPIDEZ, ECONOMÍA Y EFICACIA: Este conjunto de principios tiene como
propósito posibilitar que la Administración Pública moderna no burocratice los
expedientes y que, si se cumplieron los requisitos o se verificaron gestiones internas
dentro del procedimiento, deba resolverse conforme a la ley. En este caso el
procedimiento administrativo debe culminar con un resultado quesea beneficioso
tanto para la administración como para los particulares.

2. PRINCIPIOS DE ADMINISTRACION DE RECURSOS HUMANOS Principios


de la Administración De Recursos Humanos: La administración de recursos
humanos lleva por defecto ciertos principios que son aplicables en todos los
casos, estos principios son:
I. Del Derecho al trabajo: es una norma que regula las relaciones de trabajo,
el funcionamiento de las instituciones que intervienen en este ámbito. Por otro
lado, regulan las relaciones entre empleadores, trabajadores, así como de estos con los
poderes públicos.
II. Del Mérito Personal: este principio proclama que toda persona interesada en ingresar en
una organización, así como mantenerse en la misma, debe demostrar que posee la
capacidad y las demás cualidades exigidas por el puesto para ser desempeñados con
eficiencia.
III. De Igualdad de trato, trato justo o debida consideración a la dignidad humana:
este principio prescribe la debida consideración a la dignidad humana, el respeto,
trato justo y garantía de los valores personales del trabajador. El supervisor o ejecutivo en
función de líder, tiene la responsabilidad de obtener el respaldo de sus subordinados
ejerciendo de manera democrática el poder y autoridad que le confiere el cargo, y tratando
de persuadir, antes que de imponer arbitrariamente sus decisiones.
IV. De Remuneración o retribución adecuada: la remuneración y los métodos de retribución
deben ser justos y propiciar la misma satisfacción posible para los trabajadores y para
el empleado. Estos deben fundamentarse en una política salarial que considere los factores
de orden económico y social que inciden en la vía del obrero, empleado o funcionario.
V. De Estabilidad Laboral: este principio consiste en el derecho que un trabajador
tiene a conservar su puesto de trabajo, de no incurrir en faltas previamente determinadas o
de no acaecer en circunstancias extrañas garantizando así sus ingresos en forma directa, lo
que permite satisfacer las necesidades de su núcleo familiar y garantizar los ingresos
de la empresa, ya que trabajadores adiestrados y expertos, integrados con la empresa,
brindaran índices satisfactorios de producción y productividad.
VI. Del Análisis y valoración del trabajo: este principio demanda el análisis y valoración
objetiva e impersonal de las funciones y responsabilidades asignadas a los puestos
de una institución, a fin de establecer un sistema uniforme de clasificación, basado en
la agrupación de cargos de funciones homogéneas, en que prevalezca la distribución
equitativa del trabajo. Mediante este sistema se puede obtener la mayor eficiencia y mejor
justo trato de los que trabajan en unidades colectivas, máxime cuando el personal
de esta es numeroso.
VII. De igualdad de oportunidades, publicidad: prescribe que debe darse oportunidad
de ingresar al servicio de una organización o empresa a todos aquellos ciudadanos que se
hallen en aptitud y con el deseo de hacerlo.

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Las áreas de recursos humanos tienen el papel relevante de vincular a los trabajadores de
la organización con la misión, la visión y los objetivos corporativos. Para tal efecto, es vital
que áreas cuenten con un código de ética que contenga las máximas que deben regir en la
prestación de servicios, de tal suerte que estas contribuyan al mejoramiento de la
productividad de todos los colaboradores. Las normas éticas de las oficinas encargadas
del manejo de personal deben prever y difundir ciertos valores básicos, según Alma
Patricia Aduna Mondragón, Epifanio García Mata, Érika J. Chávez Gutiérrez, estudiosos
del área de recursos humanos. En el trabajo intitulado Modelos de gestión de recursos
humanos, estos especialistas precisan que esos valores básicos son: responsabilidad social,
esto implica implementar la consciencia de servir y contribuir. desarrollo profesional,
conlleva infundir la necesidad de esforzarse para alcanzar altos estándares de
competencia y compromiso. liderazgo ético, las unidades de recursos humanos deben
fungir como modelo a efectos de mantener la conducta ética. imparcialidad y justicia, las
oficinas de recursos humanos como un valor ético tienen que promover estas posturas.
conflicto de intereses, se trata de llevar una comunicación sincera, proteger sus intereses e
integridad profesional y no involucrarse en fenómenos de dicha naturaleza, y uso de la
información, alude a la obligación que tienen los profesionales en la administración de los
trabajado es de respetar los derechos de estos, y en especial, lo que alude a sus datos.
Para la implementación del código de ética que contenga los principios que se pretenden
fijar, es recomendable elaborar un plan de acción; por ende, se deben contemplar estas
prácticas:

 crear un cronograma de transmisión de los valores por cierto plazo (la


Organización Internacional del Trabajo en el trabajo Mejore su Negocio, El Recurso
Humano y la Productividad recomienda entre tres o seis meses),
 plantear metas realistas para la filtración de los principios contenidos en el código,
 conservar el documento a disposición de los operadores de la gestión del personal,
y si es posible, colocarlo en un espacio que lo haga visible, y
 fijar revisiones periódicas relacionadas con el avance del establecimiento del
cuerpo normativo.

La actuación ética implica que la persona tome decisiones por el camino correcto, y en el
campo del manejo del personal, a llegar a los profesionales de los recursos humanos un
instrumento de esta índole, les ayudará a saber cuidar a los trabajadores, que son un
componente indispensable para la rentabilidad de las empresas.

3. EVALUACION DEL DESEMPEÑO DEL PERSONAL El Artículo 81 bis.


establece: “Evaluación de desempeño. La evaluación de desempeño es
el sistema permanente por medio del cual se califica el rendimiento del
personal de carrera, tendrá como fin de calidad determinar la eficiencia y
eficacia del personal en el cumplimiento de sus funciones, así como
establecer necesidades de capacitación a efecto de superar las
deficiencias encontradas y reconocimientos. Las evaluaciones de
desempeño se efectuarán al menos una vez al año. El Ministerio Público
contará con una unidad especializada, integrada por equipos
multidisciplinarios, que se encargará de desarrollar y ejecutar el sistema
de evaluación de desempeño, los integrantes de la unidad especializada
deberán ser profesionales con cinco (5) años o más de colegiación
profesional y encontrarse colegiados activos.” El Artículo 57. Se adiciona
el artículo 81 ter al Decreto Número 40-94 del Congreso de la República,
Ley Orgánica del Ministerio Público, el cual queda así: “Artículo 81 ter.
Contenido. La evaluación comprenderá:
a. El análisis de la eficiencia y eficacia en la gestión y en las actuaciones

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técnico-jurídicas de los casos que tenga bajo su responsabilidad según la
función que se desempeña de acuerdo a la ley, instrucciones, manuales y
reglamentos.
b. La debida diligencia en la atención a la víctima, testigos, querellantes y
otros actores del proceso.
c. La evaluación disciplinaria, la que comprende las sanciones firmes emitidas
por la junta disciplinaria.
d. La evaluación académica que compren de los créditos obtenidos en cursos
teóricos y prácticos impartidos por la unidad de capacitación, los cuales se
complementan con estudios a nivel de post grados y otros conocimientos
adquiridos por los funcionarios.

La Unidad de Evaluación deberá elaborar los manuales e instrumentos de evaluación


correspondientes. El reglamento respectivo desarrollará la metodología de
evaluación, los aspectos a evaluar, la valoración que le sea asignada a cada uno de
ellos y la escala de calificación. El Jefe del Ministerio Público deberá aprobar el
reglamento de evaluación de desempeño.” El “Artículo 81 quater. Resultados de la
evaluación de desempeño. Solamente quienes aprueben la evaluación de desempeño
con la nota establecida en el reglamento, podrán optar a ascensos en la institución.
Previo a decidir sobre la concesión de un ascenso, debe evaluarse la mesa de trabajo
del aspirante a efecto de determinar su perfil de trabajo. Cuando el funcionario sea
reiteradamente calificado como deficiente en evaluaciones de desempeño, el Fiscal
General procederá a su destitución, previo agotar el procedimiento disciplinario
correspondiente. Se entenderá que hay reiteración al producirse dos calificaciones
deficientes consecutivas. La Dirección de Recursos Humanos deberá mantener un
registro actualizado del expediente de todo el personal de la institución, que contenga,
entre otra información, los resultados de las evaluaciones de desempeño, las faltas
cometidas y las cancelaciones, los resultados de la evaluación de desempeño serán de
acceso público. Cuando del proceso de evaluación se adviertan indicios sobre la
existencia de delitos, faltas o infracciones administrativas, se comunicará
inmediatamente al órgano correspondiente para el inicio de las investigaciones.” El
Artículo 81 quinquies. Recursos. El funcionario evaluado, deberá ser notificado del
resultado de las evaluaciones de desempeño y podrá solicitar su revisión de forma
fundamentada ante el jefe de la unidad de evaluación dentro de los ocho (8) días
siguientes de haber recibido la calificación, debiendo resolverse la misma dentro de los
quince (15) días siguientes. Contra esta resolución procede el recurso de
reconsideración ante el Fiscal General, el cual se podrá solicitar si se considera que: La
evaluación se realizó con base a aspectos, parámetros y procedimientos distintos o
contradictorios a los contemplados en el presente Ley y en el reglamento. El
interponente deberá indicar concretamente el error en el que considere que se incurrió
en la evaluación.

4. SISTEMA DISCIPLINARIO DE LA CARRERA PROFESIONAL DEL


MINISTERIO PUBLICO El “Artículo 60. Principios. El sistema
disciplinario de la carrera profesional del Ministerio Público se rige
conforme los siguientes principios: Principio de legalidad. Los
funcionarios y empleados del Ministerio Público están sujetos a
responsabilidad disciplinaria. Solo podrá imponérseles sanción
disciplinaria cuando realicen acciones u omisiones previstas como falta
en la ley y siguiendo el procedimiento establecido en esta Ley y sus
reglamentos. El personal contratado por servicios personales y
profesionales, se regirá por las cláusulas contractuales con el Ministerio
Público y demás leyes vigentes en el país. Non bis in idem. Nadie puede

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ser sancionado administrativamente dos veces por el mismo hecho.
Independencia del procedimiento disciplinario. El inicio de
persecución penal no interrumpe ni impide el procedimiento
administrativo disciplinario. El procedimiento disciplinario se realizará y
aplicará sin perjuicio de las responsabilidades civiles y penales y no
impedirá la sustanciación de dicho proceso. Derecho de defensa. Nadie
podrá ser sancionado, ni privado de sus derechos sin haber sido citado,
oído y vencido en el sistema disciplinario de la carrera profesional.
Proporcionalidad. En todo el procedimiento disciplinario y al momento
de imponer las sanciones administrativas, se atenderá el principio de
proporcionalidad, tomando en cuenta:
5. La naturaleza del servicio afectado.
6. Grado de responsabilidad.
7. El grado de perturbación efectiva del servicio.
8. La naturaleza de los bienes jurídicos afectados.
9. Las circunstancias en las que sucedió el hecho.
10. Los antecedentes laborales del trabajador en la institución.”

El “Artículo 61. Prescripción y extinción de la responsabilidad administrativa. Las


faltas establecidas en la presente Ley y las sanciones que se pueden iniciar a raíz de las
mismas, prescriben conforme a las siguientes reglas:
1) La acción disciplinaria prescribe en seis (6) meses para las faltas leves, en un (1)
año para las faltas graves y en dos (2) años para las faltas muy graves. En todos
los casos el plazo se computa para las faltas consumadas desde el día de su
consumación, y para las de carácter permanente o continuado, desde la
realización del último acto.
2) Cuando fueren varias las conductas juzgadas en un solo procedimiento, la
prescripción de las acciones se cumple independientemente para cada una de
ellas.
3) La sanción disciplinaria prescribe en un término de cinco (5) años, contados a
partir de la ejecutoria del fallo.

Constarán en los registros de los órganos disciplinarios del Ministerio Público, las faltas
que sean declaradas con lugar y sin lugar, sin perjuicio de los derechos laborales
existentes.”

El “Artículo 62. Faltas. Sin perjuicio de las responsabilidades penales y civiles, se


consideran faltas las siguientes:
a. Faltas leves:
a. La inobservancia del horario de trabajo sin causa justificada, siempre que
no implique una falta de mayor gravedad conforme a esta Ley.
b. La falta de respeto debido hacia el público, compañeros y subalternos en el
desempeño del cargo, la víctima, el imputado, funcionarios judiciales,
representantes de órganos auxiliares de la administración de justicia,
miembros del Ministerio Público, del Instituto de la Defensa Pública Penal y
los abogados litigantes.
c. La negligencia en el cumplimiento de las funciones propias de su cargo,
siempre que la misma no constituya falta grave o gravísima.
d. El uso inapropiado de las instalaciones, bienes muebles e inmuebles de la
institución.
b. Faltas graves:
a. Ausencia o abandono injustificado a sus labores, o inobservancia reiterada
del horario de trabajo, o ausencia injustificada de las oficinas donde se

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labora.
b. Faltar a la debida celeridad en el trámite de los procesos e incurrir en
retrasos y descuidos injustificados en la tramitación de los procesos.
c. No guardar la discreción debida en aquellos asuntos que por su naturaleza
o en virtud de leyes o reglamentos requieran reserva, ocasionando
consecuencias graves para el desarrollo del proceso.
d. La falta en el acatamiento de las normas o instrucciones generales o
específicas de la autoridad fiscal en las investigaciones, ocasionando
consecuencias graves para el desarrollo del proceso.
e. Ocultar a las partes documentos o información de naturaleza pública, sin
perjuicio de responsabilidades de otro tipo contenidas en otras leyes.
f. Presentarse a trabajar o laborar en estado de embriaguez o bajo el efecto de
estupefacientes.
g. La injuria, la calumnia o las vías de hecho en contra de jefes, funcionarios,
representantes del Ministerio Público o cualquier otro trabajador.
h. Causar intencionalmente daño o usar en provecho propio o de terceras
personas, los bienes muebles o inmuebles del Ministerio Público.
i. Hacer durante el trabajo o dentro de las oficinas del Ministerio Público
actividades políticas partidistas o de proselitismo religioso.
j. Delegar funciones inherentes a su cargo a sus subordinados.
k. Omitir informar a la víctima del resultado de las investigaciones fuera de
los casos en que la ley dispone la reserva de la investigación u omitir
notificar la resolución del juez que ponga fin al proceso.
l. Hacer acusaciones, pedimentos, formular conclusiones o rendir informes o
dictámenes carentes de fundamento legal.
m. No ingresar ni actualizar, la información del avance de las investigaciones
en el sistema informático oficial del Ministerio Público, en los casos en que
no constituya falta gravísima.
c. Faltas muy graves:
a. Desempeñar simultáneamente a la función, empleos o cargos remunerados,
con excepción de la docencia, o prestar cualquier clase de servicio
profesional.
b. Interferir en el ejercicio de funciones de los otros Organismos del Estado, sus
agentes o representantes, o permitir la interferencia a cualquier organismo,
institución o persona que atente contra la función del Ministerio Público.
c. Cometer cualquier acto de acoso, coacción o abuso, especialmente aquellos
de índole sexual o laboral.
d. Solicitar o aceptar favores, préstamos, regalías o dádivas en dinero o en
especie, directa o indirectamente, en relación a cualquier procedimiento.
e. No ingresar ni actualizar, la información del avance de las investigaciones en
el sistema informático oficial del Ministerio Público, obstaculizando el
trámite del proceso o la evaluación de desempeño profesional.
f. Incumplir con los plazos procesales, ocasionando con ello la finalización del
proceso.
g. Ejecutar hechos o incurrir en omisiones que hagan imposible la elaboración
de un adecuado requerimiento fiscal, o bien provoquen la carencia de
sustento y evidencia para fundamentar la pretensión del Ministerio Público.
h. Introducir evidencias por medios ilegales, o bien sustraer, destruir, alterar o
extraviar evidencias, así como alterar informes y dictámenes que recaigan en
ellas.
i. Recurrir a medios ilegales en la fase de investigación.
j. Hacer acusaciones, pedimentos, formular conclusiones o rendir dictámenes
que tengan como base hechos manifiestamente falsos.

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k. La negativa manifiesta a acatar las normas o instrucciones generales o
específicas de la autoridad fiscal en las investigaciones bajo su conocimiento.
l. Impedir u obstaculizar a las partes el ejercicio de sus derechos en cualquier
procedimiento, o bien darles información errónea u ocultarles información
cuando no se haya declarado la reserva de las actuaciones.
m. Revelar o proporcionar información confidencial que conozca con ocasión de su
cargo.
n. Incumplir las normas sobre confidencialidad de los testigos, colaboradores,
víctimas y sujetos procesales bajo protección del Ministerio Público.
o. Portar armas de cualquier clase durante la jornada de trabajo, excepto
cuando lo requiera la índole del servicio.
p. Intervenir en cualquier acto procesal a sabiendas de que se encuentra en
alguna causal de inhibitoria, o en alguna de las incompatibilidades o
prohibiciones establecidas en la ley.
q. Faltar a la verdad, en un proceso de contratación, calificación o ascenso
señalando tener calidades, calificaciones académicas, historial disciplinario,
experiencia profesional, condiciones o conocimientos que no se poseen; sin
perjuicio de las responsabilidades penales que correspondan. La
circunstancia del ocultamiento o presentación de datos falsos no podrá ser
saneada posteriormente por prescripción.
r. Realizar una acción comprendida entre las prohibiciones establecidas en la
presente Ley, salvo que constituya una falta específica.
s. La conducta y trato discriminatorio, incluyendo el insultar o proferir frases
discriminatorias, basado en motivos deraza, etnia, prácticas culturales,
religión, género, sexo, edad, idioma o de otra índole en el ejercicio del cargo
en contra del personal de la institución, partes procesales, sus abogados o
público en general.

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t. Ejercerla profesión de abogado litigando asuntos particulares por sí o por
interpósita persona.
u. Extraer fuera de los casos en que la ley lo autoriza, los expedientes y
documentos fuera de la oficina en que deban estar, o de las del Ministerio
Público.”
El “Artículo 63. Sanciones. Las sanciones que se impongan serán conforme al tipo
de falta cometida.
a. Sanciones para faltas leves: Amonestación verbal y escrita.
b. Sanciones para faltas graves: Suspensión de empleo o cargo sin goce de
salario hasta por veinte (20) días.
c. Sanciones para faltas muy graves: Suspensión desde veintiuno (21) hasta
noventa (90) días sin goce de salario o destitución.

La imposición de una sanción por falta grave o por tres faltas leves, impide el ascenso
en la carrera e impone la limitación temporal de optar a becas dentro o fuera del país y
optar a otros cargos dentro de la institución, mientras no se haya cancelado la
anotación en el expediente del sancionado. La sanción del cargo o empleo impide el
reingreso de la persona en el Ministerio Público.”
El “Artículo 64. Juntas disciplinarias. Se crean las juntas disciplinarias, las que tendrán
a su cargo conocer y en su caso, imponer las sanciones por faltas leves, graves y muy
graves, de conformidad con la presente Ley a Fiscales Regionales, Fiscales de Distrito,
Fiscales de distrito adjunto, fiscales de sección, fiscales de sección adjunto, Agentes
Fiscales, fiscales para asuntos especiales, auxiliares fiscales, oficiales de fiscalía y
personal de la Dirección de Investigaciones Criminalísticas.
El Fiscal General establecerá el número y ubicación de las juntas disciplinarias
conforme a las necesidades del servicio, tomando en consideración el acceso de las
partes y la carga de trabajo de las juntas existentes.
Las juntas disciplinarias serán de carácter permanente y se integrarán por tres
miembros titulares y tres suplentes, quienes serán designados por el Fiscal General,
mediante concurso público de oposición, de conformidad con la carrera del Ministerio
Público. Al menos un integrante titular y un suplente deberán tener experiencia por lo
menos de tres (3) años y estar en funciones como agente fiscal, fiscal de distrito, fiscal
de sección, o auxiliar fiscal.

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PAOLA MISHELLE ESCOBAR QUIÑONEZ.

Para ser integrante de la junta disciplinaria se requiere:


1) No haber sido condenado por la comisión de delitos dolosos.
2) Ser abogado y notario, con cinco (5) años o más de colegiación
profesional y encontrarse colegiado activo.
3) No tener sanciones vigentes impuestas por el Tribunal de Honor del
Colegio de Abogados y Notarios o de otro órgano disciplinario de la
institución en donde se haya desempeñado.
Cuando se inicie procedimiento disciplinario contra un miembro de una junta
disciplinaria, este deberá ser sustituido por el suplente respectivo.”
El “Artículo 64 bis. Atribuciones de la junta disciplinaria. Son atribuciones de la junta
disciplinaria:
1) Conocer, tramitar y resolver los procedimientos disciplinarios,
imponiendo las sanciones correspondientes de acuerdo a la presente
Ley.
2) Remitir a la unidad de evaluación de desempeño la información relativa
a sanciones firmes, a efecto de ser consideradas como parte de la
evaluación de desempeño.”

El “Artículo 65. Supervisión General. Se crea la Supervisión General, a la que


corresponde la función de investigar la comisión de hechos constitutivos de faltas
administrativas, y en su caso formular la imputación que corresponda.
Orgánicamente dependerá del Fiscal General, actuará por instrucciones de este o de
oficio y tendrá la facultad de desarrollar supervisiones generales o específicas para
revisar el trabajo de la institución. En el ejercicio de sus funciones actuará en forma
independiente.
El Fiscal General nombrará al Supervisor General del Ministerio Público y al personal
conforme a las necesidades del servicio, mediante concurso público de oposición de
conformidad con la carrera profesional del Ministerio Público.
El Supervisor General deberá cumplir con lo requerido en el artículo 28 de la presente
Ley y el personal a su cargo con lo establecido en el artículo 43 de la presente Ley.
La Supervisión General deberá recolectar los elementos de prueba de cargo y descargo
que permitan fundar el requerimiento conclusivo de la investigación, pudiendo para el
efecto solicitar informes, peritajes, documentos y recibir declaraciones de particulares
y otros elementos de prueba que sean idóneos, de cualquier funcionario o empleado de
la institución o de cualquier otra.

Cuando se inicie procedimiento disciplinario contra el personal de la Supervisión


General, el Fiscal General designará a la persona que deba desarrollar la investigación
respectiva en los términos establecidos en la presente Ley.”
El “Artículo 65bis. Inicio del procedimiento disciplinario para la carrera fiscal. El
procedimiento disciplinario puede iniciarse por:
a) Denuncia escrita o verbal presentada por particulares, funcionarios o
empleados públicos;
b) Por comunicación de los superiores jerárquicos inmediatos;
c) Por hallazgos de los supervisores en la realización de supervisiones
generales o específicas.
La denuncia podrá presentarse ante cualquier dependencia de la institución, la cual
deberá remitir la misma a la Supervisión General en el plazo máximo de dos (2) días,
debiéndose expedir constancia gratuita de la misma.
En caso que el superior jerárquico tome conocimiento de una posible falta
administrativa, levantará un acta y la remitirá a Supervisión General del Ministerio
Público dentro del plazo de dos (2) días.”
El “Artículo 65ter. Primera decisión. La Supervisión General, dentro de los dos (2) días

594
PAOLA MISHELLE ESCOBAR QUIÑONEZ.

siguientes de haber recibido la denuncia deberá:


a) Desestimar mediante resolución motivada el caso, si la denuncia se
refiere a actos que no son constitutivos de faltas.
b) Remitir la denuncia a la junta disciplinaria, si considera que el hecho es
constitutivo de falta leve.
c) Iniciar la investigación cuando existan indicios suficientes de la
comisión de falta grave o muy grave.
Durante el desarrollo del proceso disciplinario el Jefe del Ministerio Público, a solicitud
de la Supervisión General, podrá suspender provisionalmente al denunciado en tanto
duren las investigaciones y hasta por un máximo de treinta (30) días cuando existan
indicios de la comisión de una falta muy grave, en los siguientes casos:
a. Si se considera que de continuar laborando se producirá afectación al
desarrollo normal del servicio;
b. Si existe la posibilidad de que el funcionario dificulte o entorpezca el
desarrollo del procedimiento disciplinario.
La resolución en que el Fiscal General se pronuncie sobre la suspensión provisional será
susceptible de recurso de reposición.
De igual manera se procederá en el caso que se dicte auto de procesamiento contra un
funcionario de la institución por la comisión de un delito, en este caso la medida durará
hasta que se dicte la resolución que ponga fin al proceso.”

El “Artículo 65 quater. Investigación. La investigación de las faltas graves y muy graves


tendrá una duración máxima de un (1) mes, contado a partir de la resolución de
Supervisión General. La Supervisión General podrá concluir la investigación antes del
vencimiento del plazo previsto y adoptar las decisiones establecidas en la presente Ley, o
en casos estrictamente necesarios solicitara la junta disciplinaria la ampliación del plazo
de investigación por el período improrrogable de quince (15) días.
El denunciado y el denunciante podrán proponer medios de prueba a la Supervisión
General. En caso de negativa en diligenciar las pruebas propuestas, podrán acudir a la
junta disciplinaria a efecto que se revise la decisión de la Supervisión General. La junta
disciplinaria deberá resolver en un plazo máximo de dos (2) días.
En cualquier momento de la investigación, se remitirá la denuncia a la Oficina de
Atención Permanente correspondiente, si se determina que el hecho investigado es a
demás constitutivo de delito.”
El “Artículo 65 quinquies. Actos conclusivos. Finalizada la investigación, la Supervisión
General deberá, con base a los medios de prueba obtenidos, formular fundadamente
cualquiera de los siguientes actos conclusivos ante la junta disciplinaria:
a) El sobreseimiento de la denuncia, si se determina que el hecho no
constituye falta administrativa o no se demostrare la responsabilidad
del denunciado.
b) La imputación de cargos solicitando la sanción correspondiente. La
imputación de cargos deberá contener:
1. La descripción precisa y circunstanciada del hecho que se atribuye
al funcionario o empleado con indicación del lugar, tiempo y
forma conocidos;
2. La indicación de la falta cometida, de conformidad con lo
establecido en la presente Ley;
3. Las pruebas con indicación precisa de los hechos que cada una
pretende demostrar.

El acto conclusivo deberá ser notificado por la Supervisión General al denunciado y


denunciante. Junto con la solicitud, se elevará el expediente respectivo a la junta
disciplinaria.”

595
PAOLA MISHELLE ESCOBAR QUIÑONEZ.

El “Artículo 65 sexies. Audiencia oral. Dentro de los diez (10) días siguientes a la
recepción de la solicitud, la junta disciplinaria convocará a una audiencia oral, en la que
se oirá a la Supervisión General y al funcionario o empleado investigado.

A esta audiencia deberá convocarse al denunciante y a la víctima, quienes podrán


intervenir en el desarrollo de la misma. La incomparecencia del denunciante y la
víctima no suspenderá el procedimiento.

En caso de incomparecencia del funcionario o empleado denunciado con causa


justificada, se suspenderá la audiencia, fijándose nueva fecha y hora para su
realización. Cuando no exista causa justificada, la junta disciplinaria continuará con el
procedimiento sin su presencia.

En caso de incomparecencia del representante de la Supervisión General se suspenderá


la audiencia, fijándose nueva fecha y hora para su realización.

Cuando no exista causa justificada, la junta disciplinaria denunciará el hecho a la


Supervisión General para que inicie el procedimiento disciplinario correspondiente.

Inmediatamente después de celebrada la audiencia, la junta disciplinaria analizará todo


lo actuado y emitirá fundadamente la resolución que corresponda, imponiendo en su
caso, la sanción correspondiente.

Contra las resoluciones de la junta disciplinaria únicamente cabrá el recurso de


apelación ante el Fiscal General. El recurso podrá interponerse por la Supervisión, el
denunciante o el sancionado, dentro de los tres (3) días siguientes de haber sido
notificada la resolución respectiva y deberá resolverse dentro de los quince (15) días
siguientes.

El Fiscal General resolverá fundadamente ratificando, revocando o modificando la


resolución impugnada. Cuando el recurso sea interpuesto exclusivamente por el
sancionado no podrán imponerse sanciones más graves a las impuestas por el órgano
sancionador.”
El “Artículo 65 septies. Procedimiento disciplinario para el área administrativa, técnica
y de apoyo. El procedimiento para sancionar las faltas cometidas por los empleados del
área administrativa, técnica y de apoyo, podrá iniciarlo el superior jerárquico del
trabajador (a) que será sujeto a procedimiento disciplinario, deberá faccionar un acta
en la cual se harán constar las acciones u omisión es en que incurrió la persona a quien
se implica en la comisión de hechos que son constitutivos de procedimiento
disciplinario, debiendo señalar la disposición legal en la que encuadran los mismos.

De dicha acta y de todas las pruebas de cargo que acrediten los hechos que constan en
la misma, deberá darse conocimiento al trabajador (a), debiéndosele conferir audiencia
por dos (2) días para el trabajador (a) de la región metropolitana y un día más para
trabajadores (as) del interior del país, por razón de distancia, oportunidad en la que
podrá ofrecer la prueba pertinente. La Supervisión General del Ministerio Público, con
citación del trabajador (a) interesado, recibirá las pruebas ofrecidas en su oportunidad
y/o diligenciará aquellas que le indique el trabajador (a), dentro de los tres (3) días
siguientes para los trabajadores (as) del área metropolitana y cinco (5) días para los
trabajadores (as) del interior del país, plazo que deberá contar sea partir del día
siguiente de la citación.

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PAOLA MISHELLE ESCOBAR QUIÑONEZ.

Con la prueba diligenciada, el expediente se remitirá dentro de las cuarenta y ocho


horas siguientes de lo actuado, según sea el caso a:

1. El superior jerárquico (fiscal de distrito o de sección o jefes de


dependencias del Ministerio Público) para los casos de amonestación
verbal o escrita, para que resuelva en el plazo de tres (3) días;

2. Al Jefe del Ministerio Público, para que resuelva dentro de los cinco (5)
días siguientes a la recepción del expediente para el caso de suspensión
o despido. En los casos que el trabajador (a) no evacue audiencia y/o no
proponga prueba, el expediente deberá ser remitido a la Supervisión
General, que al constatar este extremo remitirá el expediente en forma
inmediata a donde corresponda.

En todos los casos se valorará toda la prueba aportada por el trabajador (a).

Asimismo, los plazos establecidos se computarán como días hábiles, y de todo lo


actuado se dejará constancia escrita.”

El “Artículo 65 octies. Ejecución de sanciones. Las sanciones disciplinarias se


ejecutarán cuando se encuentre firme la resolución respectiva. La autoridad que dicte
la última resolución deberá oficiar la misma a la Dirección de Recursos Humanos para
que la haga efectiva.

Las sanciones impuestas se anotarán en el expediente personal del trabajador, que


obra en la Dirección de Recursos Humanos. La habilitación de la sanción se acordará de
oficio transcurrido el plazo de tres (3) meses en caso de amonestación verbal, doce (12)
meses en caso de amonestación escrita y dieciocho (18) meses en caso de suspensión
de labores sin goce de salario.”

El “Artículo 65 nonies. Procedimiento disciplinarlo para los Secretarios, Sub


Secretarios, Supervisor General, Jefes del área administrativa, técnica y de apoyo. El
procedimiento para sancionar las faltas cometidas por los empleados demás alta
jerarquía en el Ministerio Público, tales como secretarios y sub secretarios de las
distintas secretarías, supervisor general, jefes del área administrativa, jefe de la
Dirección de Investigaciones Criminalísticas, jefes del área técnica y de apoyo deberá
iniciarlo el Fiscal General de la República, previo informe detallado de la Supervisión
General y la junta disciplinaria, el cual contendrá los antecedentes del caso a que esta
se refiera, con este informe el Jefe del Ministerio Público decidirá si inicia
procedimiento o no, lo cual hará constar en resolución motivada, que será notificada al
denunciante, quien tendrá derecho de interponer recurso de reposición.

Si decidiere iniciarse procedimiento, notificará la resolución motivada al denunciado y


nombrará a una persona de la junta disciplinaria y una persona de la Supervisión General
quienes diligenciarán la prueba que proponga el denunciado y el denunciante, con
citación de ambas partes, de todo lo actuado dejarán constancia escrita; y una vez
diligenciada toda la prueba propuesta lo cual deberá realizarse en un plazo no mayor de
cinco (5) días hábiles, la remitirá a la Fiscalía General para que el Jefe del Ministerio
Público decida si procede imponer o no una sanción al personal denunciado, el que podrá
impugnar la resolución mediante recurso de reposición.”

5. MANEJO DEL CLIMA LABORAL EN EL AREA DE TRABAJO Cómo


mejorar el clima laboral: 5 características del ambiente de laboral

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PAOLA MISHELLE ESCOBAR QUIÑONEZ.

perfecto: El ambiente laboral es uno de los factores más influyentes en el


bienestar de los empleados. Por ambiente laboral o de
trabajo entendemos todo aquello que involucra a los empleados en el
trabajo, como por ejemplo:
 La relación con los compañeros de trabajo y líderes.
 La cultura organizacional o corporativa.
 El espacio disponible para el desarrollo personal.
La principal ventaja de un clima laboral positivo es que los empleados
sienten como agradable la idea de ir cada día a su trabajo. Esto les da una
motivación que mantienen durante el resto del día. No importa en qué tipo
de empresa trabajes. Evaluar el ambiente laboral es una tarea que no
debes pasar por alto… ¿o acaso hay algo peor que ir cada día a un sitio
donde detestas estar? Cada trabajo es diferente, pero existen ciertas
características muy valoradas por todos los trabajadores de cualquier
empresa. Podríamos decir que son puntos universales, con raras
excepciones. 1. Comunicación abierta y transparente Hace sentir al
empleado que su opinión importa, y que forma parte de la organización. Si
se siente valorado, se genera un sentimiento mutuo de afiliación.
Discutiendo de vez en cuando sobre la filosofía, la misión y los valores de la
empresa, podremos asegurarnos de que todos los miembros trabajen más
allá de por un simple sueldo. Esto hace mucho más sencillo que puedan
compartir sus puntos de vista sobre cómo alcanzar los objetivos de la
empresa. Para recibir, primero hay que dar: Una comunicación abierta y
bidireccional acaba con los clásicos obstáculos de las organizaciones
jerarquizadas e incrementa la confianza entre compañeros; así como entre
líderes y liderados. Se fomenta el respeto mutuo entre todos los miembros,
sin importar sus estatutos oficiales. Los empleados se sienten animados a
sugerir ideas para mejorar los procesos de trabajo, y la respuesta es un
mejor ambiente laboral para toda la organización. 2. Conciliación
laboral Para que un ambiente laboral positivo sea posible, debe existir
cierto equilibrio entre la vida personal y laboral de los trabajadores.
Normalmente, un sentimiento de equilibrio mejora la satisfacción entre los
empleados, porque sienten que pueden atender otros aspectos de sus
vidas, tan importantes como el trabajo. Pensando más allá del trabajo Los
empleados se sienten más seguros de sí mismos y de su
desempeño cuando pueden satisfacer otras necesidades de su vida. La
familia, los amigos, el autodesarrollo o el crecimiento espiritual reportan
experiencias que también se pueden aplicar al trabajo. El equilibrio entre la
vida personal y el laboral fomenta la creatividad y el pensamiento
divergente. Más no siempre es mejor ¿Alguna vez has oído que un buen
empleado es aquel que se sacrifica por su trabajo, depositando grandes
esfuerzos y parte de su tiempo personal para crecer profesionalmente?
Estas personas muchas veces se vuelven adictas al trabajo y dejan de lado
otros aspectos importantes de su vida, mermando cualquier posibilidad
de un buen ambiente en el trabajo. La responsabilidad de un gerente
es premiar a los empleados que mantienen buenos hábitos y que se
esfuerzan por conciliar su vida personal con el trabajo, para que eso
repercuta positivamente en su productividad. Aquí es donde la
organización debe tomar las medidas oportunas para que los empleados
entiendan los beneficios de mantener ese equilibrio en sus vidas,
incluyéndolo en la declaración de su misión. 3. Entrenamiento y
desarrollo enfocado Una organización centrada en mantener y mejorar su

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PAOLA MISHELLE ESCOBAR QUIÑONEZ.

productividad general cuenta con una hoja de ruta clara para capacitar a
sus empleados hacia los dos tipos de habilidades que pueden desarrollar:
habilidades duras y blandas. Las habilidades duras tienen un impacto
directo en la productividad. Por ejemplo, cuando un trabajador sabe cómo
manejar el nuevo programa de gestión de clientes podemos decir que tiene
habilidades duras. Las habilidades blandas tienen que ver con las
capacidades interpersonales que tienen que ver con la moral de la
organización. Se engloban aquí las dotes comunicativas, la
automotivación, el liderazgo, el trabajo en equipo, la resolución de
problemas o la flexibilidad. Mediante un clima laboral positivo se puede
mejorar la eficiencia e inculcar actitudes positivas entre todos los
miembros de la organización. 4. Reconocimiento del trabajo duro Las
recompensas son un gran estímulo para fomentar ciertas conductas en
las personas. En psicología, esto se conoce como refuerzo positivo bajo
condicionamiento operante. Pero también se puede emplear en la gestión
del comportamiento dentro de tu empresa, premiando a aquellos
empleados que se esfuercen más. Esto promoverá actitudes similares en el
futuro. Lo bueno, si breve... ¡dos veces bueno! Una recompensa no tiene
por qué ser monetaria; ni siquiera tiene por qué ser tangible. En ocasiones,
un simple reconocimiento verbal por parte del líder es suficiente para
motivar a los empleados. Este enfoque es saludable, porque los
empleados se sentirán igualmente valorados, aunque no reciban nada a
cambio. Reconociendo su presencia Las interacciones diarias también son
muy efectivas a la hora de reconocer los esfuerzos, aunque tan solo sean
pequeños logros. Sus reconocimientos deben ser específicos y
personales, para que el empleado sienta que se le toma en serio y se le
valora. 5. Fuerte espíritu de equipo Resolver los conflictos en equipo
evoca una sensación de unidad en el equipo, que hará que los empleados se
sientan parte de un grupo que les apoya. En lugar de sentir que trabajan
para sí mismos, reconocerán que se encuentran trabajando para algo más
grande que ellos mismos: para su equipo. Solo es posible inculcar un
fuerte espíritu de equipo cuando los diferentes compañeros de trabajo
toleran y aceptan las diversas perspectivas y estilos de trabajo. Todos en el
mismo barco Para mejorar el ambiente laboral, es importante dedicar
algo de tiempo a realizar actividades que fortalezcan los vínculos positivos
de cada empleado, al mismo tiempo que se anulan los negativos. Celebrar
fechas importantes, como cumpleaños; o tratar los problemas como un
equipo, hará que cada miembro se sienta único. El pensamiento grupal
sucede cuando el espíritu de equipo es alto. Este fenómeno psicológico
tiene lugar cuando la cohesión del grupo es tan fuerte que los juicios o la
toma de decisiones se nublan. Cuando esto sucede, los empleados tienden
a apoyar cualquier decisión que se tome como equipo, sin plantear
objeciones válidas. La solución para ello, es tener un miembro que
desempeñe el papel de Defensor del Diablo durante las discusiones.

6. PACTO COLECTIVO DE CONDICIONES DE TRABAJO DEL MINISTERIO


PUBLICO

7. REGLAMENTO INTERIOR DE TRABAJO DEL MINISTERIO PUBLICO

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