Está en la página 1de 4

TEORIA CAUSALISTA: VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe A.

Derecho Penal (Parte


General). Editorial Juridica grijley. Primera Edicion marzo del 2006.

          Surge a finales del siglo XIX, tratando de adaptar la teoría del delito al método
empleado por las ciencias experimentales, aunque ha ido sufriendo notables
modificaciones a lo largo de su evolución. En esencia, concibe la acción
humana como un fenómeno causal que produce un resultado. Si esa acción
(por ejemplo, matar) y ese resultado (por ejemplo, la muerte) están descritos en
un tipo penal (por ejemplo, homicidio -artículo 138 del Código Penal) y no
concurre ninguna causa de justificación prevista en la ley (por ejemplo, legítima
defensa -artículo 20.4 del Código Penal), podrá afirmarse que dicha conducta
es típica y antijurídica (el resultado -muerte- supone una afectación del bien
jurídico protegido en el homicidio - vida humana independiente - prohibida por
el ordenamiento).

          La valoración del comportamiento del sujeto no se realiza hasta llegar al
elemento culpabilidad, en el que se analiza si quería y sabía lo que hacía (dolo-
imprudencia), si se encontraba en una situación psíquica normal
(imputabilidad), si era consciente de que su comportamiento es ilícito
(conocimiento de la antijurídicidad del hecho) y si el ordenamiento le podía
exigir que se comportara de un modo ilícito (exigibilidad).

7.1.1.   EL CAUSALISMO NATURALISTA.

                Conocido también como sistema Lizit-Being, se identifica un modelo cuya base
de inspiración fue el positivismo naturalista.
                Es el inicio de la dogmática moderna y a partir de él se pretende configurar una
teoría científica del delito.
                El delito es una acción equivalente a un hecho de la naturaleza que produce un
cambio en el mundo social, luego, el delito es definido por la relación de
causalidad entre esa acción y la modificación del mundo exterior. Desde este
planteamiento las funciones de los elementos del delito quedan definidas de la
siguiente manera:

a)    Tipicidad es simplemente descriptiva del proceso causal, es decir de una


necesidad  entre un antecedente que es la acción y un consecuente que es el
cambio que dicha acción produce  en el mundo social. La determinación de la
tipicidad se realiza comprobando la relación de causalidad entre la acción y el
resultado. La tipicidad luego tiene un carácter objetivo.

b)   La antijuridicidad es valorativa. Se trata de valorar la relación de 


contradicción entre ese proceso causal con todo el ordenamiento jurídico. Por
ello mismo, la antijuridicidad tiene carácter objetivo.
                        En suma, el hecho típico antijurídico tiene un carácter objetivo y pertenece al
mundo natural.

c)    La culpabilidad es una relación psicológica entre el hecho y su autor, luego


tiene un carácter subjetivo y perteneciente al mundo natural. Por eso la
culpabilidad se agota en el dolo y la culpa, que son formas de esa relación
psicológica.
                 Ahora bien, la culpabilidad entendida como relación psicológica del hecho con
el autor requiere de este, condiciones de madurez y de salud psíquica y física
para que esa relación pueda tener lugar.
                 Esas condiciones determinan la imputabilidad o capacidad de culpabilidad de
una persona. En consecuencia, el modelo del casualismo naturalista
necesariamente tiene que contemplar la imputabilidad como un presupuesto de
la imputabilidad. En definitiva, el delito tiene un ámbito de carácter objetivo (el
injusto) y otro de carácter subjetivo (la culpabilidad), pero lo común es la
pertenencia al mundo de lo natural (en el sentido de las ciencias naturales).
                  A esta propuesta se objetaría que no existe un concepto superior de acción ya
que acción y omisión eran realidades diferentes. También ataques en relación
a la distinción entre el objeto y lo subjetivo y dentro de lo objetivo  de lo
descriptivo con lo valorativo.

7.1.2.   EL CAUSALISMO VALORATIVO

El surgimiento renovado del pensamiento kantiano a principios del siglo,


serviría de fundamento para una revisión crítica del positivismo. Sería el
comienzo de una huida del pensamiento positivista que se centraría en su más
claro signo de identidad, es decir, en el concepto de causalidad. La ideología
neokantiana distingue entre dos grandes ciencias, la de la naturaleza y la de
los valores. Estas últimas son las propias al aspecto social de los hechos.
El causalismo valorativo habría de proponer una sumatoria de ambas.
Mantendría el concepto de acción causal, solo que la causalidad pasa a ser
causalidad valorativa y por tanto también el delito.

a)    La tipicidad es descriptiva y al mismo tiempo valorativa (del proceso causal) y


pertenece al ámbito objetivo pero por excepción puede contener elementos
subjetivos (dado que ciertos tipos legales no podían ser entendidos sin ellos)

b)   La antijuridicidad es valorativa y objetiva, y solo por excepción contiene algún


elemento contiene algún elemento subjetivo (el conocimiento) en algunas
causas de justificación. En suma, el injusto es objetivo y perteneciente al
mundo del valor.

c)    La culpabilidad si para el causalismo naturalista era solo subjetiva, con el


causalismo valorativo pasa a ser antes que nada valorativa, pues es entendida
como un reproche al autor. Pero también es subjetiva ya que el sujeto tenía
capacidad de actuar de otra manera. Con ello, entonces dolo y culpa pasan a
ser solo elementos de la culpabilidad y la imputabilidad o capacidad de
culpabilidad pasa a integrarse como otro elemento de ella. Del mismo modo
también se incluye como elemento por algunos la exigibilidad de la conducta
como valoración de las circunstancias en que actuó la persona.
                            En definitiva el delito tiene un ámbito de carácter   objetivo valorativo (el
injusto) y otro de carácter subjetivo valorativo (la culpabilidad), luego la
característica común es la pertenecía al mundo del valor (en el sentido de las
ciencias valorativas).

7.2.        TEORIA FINALISTA

Surge a mediados del siglo XX como consecuencia de la teoría de la


"causalista" elaborada por Welzel: la conducta humana no es un mero
fenómeno causante de un resultado, pues los humanos actuamos siempre con
una determinada finalidad, y esa finalidad debe ser objeto de valoración ya
cuando se analiza la acción del sujeto, esto es, en la tipicidad.
Por otro lado, la diferente finalidad que guía al sujeto que actúa dolosamente
(sabe lo que hace y decide hacerlo) frente al que actúa imprudentemente (no
quiere producir el resultado e incluso puede no saber lo que hace) merece una
diferente valoración de su hecho; de ahí que los componentes de la
antijuricidad sean también distintos en el tipo doloso y el tipo imprudente (en
ambos hay un mismo desvalor de resultado -la muerte-, pero el dolo conlleva
un mayor desvalor de acción que la imprudencia).

Sus primeros principios fundamentales son que el delito es acción, pero no


causal sino final, lo que significa que el actuar humano determina desde el fin
perseguido por el autor sobre la base de una experiencia causal. Con este
planteamiento la teoría de la causalidad queda integrada no sumada como en
el causalismo valorativo dentro de la tipicidad. Luego:

a)    La tipicidad tiene un aspecto objetivo, descriptivo y valorativo (del proceso


causal) y un aspecto subjetivo (que recoge valorativamente el proceso desde el
fin. Por ello dolo y culpa pertenecen a la tipicidad.

b)   La antijuridicidad es objetiva y valorativa pero todas las causas de justificación


contienen elementos subjetivos (conocimientos e intención).
En suma, para los finalistas, el injusto es un ámbito integrado de diferentes
caracteres, pero en que el elemento común es  lo subjetivo.

c)    La culpabilidad es reprochabilidad ( proceso valorativo) de la capacidad de


motivación, esto es, de la capacidad de actuar de otra manera, esto es,
conforme a la norma y a pesar de ello actuar en contra de ella ( aspecto
subjetivo ) luego; los elementos de la culpabilidad son solo la imputabilidad y
conciencia del injusto.
Para los finalistas la exigibilidad de la conducta por principio no puede ser
elemento de la culpabilidad, pues el sujeto podría actuar de otra manera.
Luego, en esas situaciones extremas todo lo demás abría una dispensa estatal.
En definitiva para los finalistas dentro de su proceso de integración prima
siempre lo subjetivo valorado éticamente, por eso consecuentemente es para
ellos punible la tentativa de delito imposible, pues ya en ello hay una
subjetividad desvalorada éticamente que se a objetivado.

Conclusiones:

1)    La teoría del delito constituye un instrumento de análisis científico de la


conducta humana, utilizado por juristas, ya sea en la función de jueces,
fiscales, defensores o bien como estudiosos del derecho para determinar la
existencia del delito.

2)    El delito es toda acción u omisión punible, objetivizada en la manifestación de


un hecho previsto en la ley penal, al cual  le recae una sanción, también
prevista en la misma ley penal, a fin de que inhibir al individuo a la comisión de
esas conductas consideradas como delitos. En cuanto a las formas de
comisión de los delitos, ya se trate de acción o de omisión, éste siempre será
una conducta, es decir un hacer o un no hacer, cuyos resultados prevé la ley
penal, los que tienen trascendencia en el mundo físico y en el del derecho.   

3)    Por otra parte, si bien es cierto que solamente las conductas que prevé la ley
penal pueden ser consideradas como delitos, la preparación de esas
conductas, no obstante que no constituyan propiamente  un delito, sí son la
tentativa del mismo, la que será penada cuando se pretenda afectar un bien
jurídico que trascienda a la seguridad de la sociedad, además del individuo que
sufre la lesión causada por el delito

4)    Por último, el delito como figura principal en el Derecho Penal, es la que le da


contenido a éste, pues el objeto principal de su materia a estudio, con todas las
características que el mismo envuelve.

También podría gustarte