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Los regaños

Un regaño es una reprimenda, un apercibimiento o un sermón.


Cuando una persona regaña a otra, le está manifestando su
disgusto por alguna acción o palabra. Por ejemplo: “Si nos quieres
escuchar mis regaños, hazme caso cuando te hablo: soy tu
padre”, “Los ministros tuvieron que tolerar un nuevo regaño del
presidente, quien se mostró furioso por las últimas declaraciones
públicas de su equipo”, “Tenemos que regresar: si no llegó a mi
casa antes del anocher, me van a regañar”.
Lo que hace un regaño es transmitir un enojo o una desazón. Por lo
general, quien regaña pretende no sólo hacerle notar su malestar al
otro individuo, sino que también le reclama un cambio en
su conducta o en su actitud.
Supongamos que una maestra, en clase, les pide a sus alumnos que
mantengan silencio. Un niño, desoyendo su pedido, le habla a un
compañero. La docente, ante esta situación, advierte al alumno que
debe permanecer callado. Pese a esto, el niño vuelve a hablar.
Entonces la maestra se ve obligada a regañarlo, resaltando que ya
le había pedido que guarde silencio. El regaño, en este caso, implica
una sanción y una exigencia implícita de un cambio de conducta.
Se considera que a la hora de regañar a los niños por cualquier
cosa que han hecho mal se deben seguir estos consejos para lograr
que la acción sea efectiva y logre los propósitos con los que se
realiza:
-Los padres no deben usar ningún tipo de violencia, ni física ni
verbal.
-Hay que hablarles de manera clara, directa y con vocabulario que
puedan entender.

-El tono que se emplee debe ser normal y calmado.


-Se debe explicar de forma que puedan comprender qué han hecho
mal y porqué su acción recibe ese calificativo.
-Los adultos deben sentarse al lado de sus hijos, mirarles a los ojos
y hacerlo en un lugar de la casa donde no haya interrupciones de
ningún tipo.
-Es importante que los pequeños conozcan el sentimiento de sus
progenitores ante lo que ha ocurrido.
-Jamás hay que recurrir a las comparaciones ni tampoco a las
descalificaciones.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia


Española (RAE), regaño también es el nombre que recibe el trozo de
pan que carece de corteza y que fue tostado en el horno. En la
gastronomía andaluza, se conoce como regañada o regañá a una
torta fina y dura de pan que acompaña distintas preparaciones.
Por regla general, este tipo de pan se suele utilizar para acompañar
desde una tabla de embutidos hasta un plato de hummus pasando
por un cuenco de aceitunas.

Además de todo lo expuesto, no hay que olvidar que este alimento,


propio de tierras andaluzas, se puede presentar en una gran
variedad de modalidades. Así, aunque estas comparten lo que es la
misma receta, luego cada una puede presentar distintos añadidos.
Claro ejemplo de esto lo podemos encontrar en cualquier
supermercado donde están las regañás sencillas y luego otras que
cuentan con ajonjolí o almendras, por ejemplo.

Los ingredientes básicos para prepararlas son aceite de oliva, sal,


harina de trigo, agua y levadura.

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