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Situaciones

formativas con
aprendizaje activo
Las situaciones formativas son aquellos escenarios y contextos donde se pretende promover
procesos de enseñanza-aprendizaje. Muchas veces las ubicamos en los procesos denominados
“formales”, como las instituciones, escuelas o departamentos de capacitación. Sin embargo,
las situaciones formativas pueden abarcar procesos de formación “no formales” donde la
planeación suele darse de manera más espontánea o sin tanto rigor programático, pero que
sí provocan procesos de aprendizaje, como los grupos de auto ayuda, las comunidades de
aprendizaje, las comunidades de prácticas, los nodos o redes profesionales, etc.

Las situaciones formativas son susceptibles de mejorarse. Algunas porque presentan


problemáticas notables en los aprendizajes que quieren promoverse, o pueden no ser tan
evidentes, pero igualmente se pueden ubicar áreas de oportunidad para incrementar los
resultados esperados. Lo interesante para los promotores de estas situaciones es contar con un
abanico de posibilidades que lleven a esa mejora de los procesos formativos.
Las áreas de mejora pueden ser aprendizajes muy concretos sobre determinadas disciplinas, como
por ejemplo los aprendizajes de matemáticas, ciencias, idiomas (estos saberes y su aplicación pueden
asociarse con las competencias disciplinares), etc. En otras ocasiones no se trata tanto de aprendizaje de
estos saberes, sino de otros que son paralelos, como la motivación, la autoestima, la inclusión, la ética,
el aprender a aprender, el trabajo en equipo, el reflexionar, la capacidad para transferir (estos saberes y
habilidades se pueden asociar a las competencias transversales).

Los aprendizajes activos pueden ser una oportunidad para incrementar estos saberes, disciplinarios o
transversales. En esta promoción, el rol del participante debe ser activo y tomar responsabilidad dentro de
su equipo de trabajo, ser participativo, desarrollar habilidades para resolver problemas y de aprendizaje
auto-dirigido para la búsqueda de información que le ayude a la resolución del problema.

El rol de los facilitadores ya no se ubica como el centro del proceso de enseñanza, sino que debe apoyar
al alumno en el desarrollo de habilidades de auto-aprendizaje. Se entiende entonces que el formador/
facilitador toma un rol de facilitador de información, quien busca diseñar la instrucción con problemas
interesantes y significativos para el contexto del estudiante. Por tanto, ya no es proveedor de la
información e instrucción, sino más bien es un constructor de la experiencia y director del proceso hacia el
aprendizaje (Ramírez-Montoya, 2012
Hay estrategias que ayudan a esta promoción; por ejemplo, con el aprendizaje basado en
problemas se puede fomentar el desarrollo de la comunicación, habilidades para resolver
problemas, trabajo en equipo, el desarrollo de un aprendizaje auto-dirigido y la asertividad.
Tales habilidades y actitudes ayudan al alumno a hacer transferencia de lo aprendido en una
situación diferente (Ramírez-Montoya, 2012).

El rol del participante es activo, participativo, creativo, emprendedor y comprometido con su


propio aprendizaje y el de sus pares. Se requieren competencias para la búsqueda y evaluación
de información, así como para el trabajo colaborativo.

El participante desempeña diferentes roles como planeador, monitor, evaluador, colaborador,


tomador de decisiones, comunicador, investigador e innovador. Por su parte, el formador/
facilitador toma el rol de promotor de un ambiente colaborativo y motivador. Éste debe ofrecer
información previa sobre el tema del proyecto y ser guía durante el proceso. El rol del formador/
facilitador será el de un facilitador del proceso en donde su actividad será preguntar y guiar a los
participantes a través del proceso.
En este rol, el formador/facilitador será quien establezca el ejercicio, se cerciore de que las
condiciones de trabajo del equipo sean las apropiadas y buscará un buen proyecto. Asimismo,
también es motivador ya que muestra interés y pone atención al trabajo del grupo, escucha y
se convierte en un opositor que reta a través de preguntas, reta las decisiones y pregunta por
qué se tomaron; además, ayuda también al grupo a que encuentre su propia solución sobre
situaciones difíciles que puedan originarse u ocurrir entre los miembros del equipo; igualmente,
será monitor del proceso de aprendizaje, experto o especialista y evaluador (Governs, 2001).

En el mismo sentido, la estrategia de portafolios digitales (Ramírez-Montoya, 2012) presenta una


oportunidad invaluable para que los participantes trabajen con una colección de evidencias
sistemáticas y organizadas para monitorear el crecimiento de conocimientos, habilidades y
actitudes en un área específica. El rol del formador/facilitador aquí es plantear el reto, mientras
que el de los participantes consiste en ubicar libremente la evidencia que enuncie lo que quiere
demostrar.
Otra de las estrategias puede ser el aprendizaje basado en proyectos.
Puede fomentar la integración de teoría y práctica, del saber y del
hacer, a través de un producto concreto, el proyecto. Puede impactar
en desarrollar las competencias para el aprendizaje para toda la vida,
la capacidad de toma de decisiones y la propuesta de soluciones a
problemas concretos y significativos. A su vez, mediante el aprendizaje
con casos se puede fomentar la discusión basada en los hechos
problemáticos que deben ser encarados en situaciones de la vida real.
Se posibilita la expresión de actitudes de diversas formas de pensar a
través de la discusión o intercambio de participaciones. Puede impactar
como un elemento que fomenta la toma de decisiones o resolución de
problemas en contextos de la vida real.

El aprendizaje activo es el modelo que pretende alcanzar el desarrollo de


las capacidades del pensamiento crítico y del pensamiento creativo, en
donde la actividad de aprendizaje está centrada en el participante.

El reto para el formador/facilitador de estas experiencias es precisamente


colocar en el centro de interés al estudiante para invitarlo a pensar, a ir
más allá de respuestas únicas y concretas, a transferir los aprendizajes y a
ser creativo en las soluciones que busque.
Referencias

Governs, E. (2001). Information for tutors. Documento presentado en sesiones de entrenamiento de POL
en el DINKEL Institute. Holanda: Universidad de Twente.

Ramírez-Montoya, M. S. (2012). Modelos y estrategias de enseñanza para ambientes innovadores (eBook).


Monterrey, México: Editorial Digital Tecnológico de Monterrey

Lo hermoso del aprendizaje es que nadie te lo puede quitar

B. B. KING
Músico norteamericano
.
Imágenes: Freepik.com

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