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Costumbre Mercantil
Se puede definir la costumbre mercantil como el conjunto de conductas que adoptan las
personas que realizan actividades comerciales en el desarrollo y prácticas de las mismas, así
la costumbre mercantil tendrá la misma autoridad que la ley comercial, siempre que no la
contraríe expresa o tácitamente, y que los actos integradores de la misma sean públicos,
uniformes y reiterados en el lugar donde hayan de cumplirse las prestaciones o surgido las
relaciones que deban reglamentarse por ella.
En cuanto a las funciones que cumple la costumbre mercantil se resaltan las siguientes:
Función interpretativa: tal como está establecido en el Artículo 5° del Código, según el
cual las costumbres sirven para determinar el sentido de las palabras o frases técnicas del
comercio y para interpretar los actos y convenios mercantiles.
Función Integradora: se presenta cuando una norma mercantil remite expresamente a la
costumbre, de manera que esta viene a complementar a la norma, convirtiéndose en parte
integrante de ella.
Función Normativa: se puede decir que es la función más importante y se da cuando la
costumbre, tomando las características de norma reguladora llena los vacíos legales de la ley
regulando un determinado aspecto de la vida de los negocios, esto hace que se aplique como
verdadera regla de derecho.
Clasificación
De acuerdo a su contenido la costumbre se clasifica así:
Praeter legem: (Fuera de la ley) es aquella llamada a regir en razón de una situación que la
ley no haya dispuesto y aun no hubiera sido invocada expresamente por la disposición escrita;
son normas que no se oponen a las prescripciones del derecho escrito, sino que las
complementa. Va más allá de la ley y por lo tanto es la auténtica costumbre normativa y que
según el artículo 3° del código de comercio jerárquicamente es igual a la ley comercial.
Secundum legem: (de acuerdo con la ley) es aquella que se deriva de la propia ley la cual le
concede la facultad de reglar un caso concreto, que esa misma ley se ha abstenido de regular.
Contra legem:(contraria a la ley) es aquella que es contraria a la ley escrita y la deja sin
efecto. Se presenta cuando la normativa y la realidad que se pretende normalizar no van de la
mano, por lo tanto una de las dos debe derogarse, y debe ser la costumbre por cuanto esta es
inadmisible como fuente cuando contraría la ley.
Bogotá : en Bogotá podemos encontrar que las costumbres mercantiles se direccionan hacia
negocios de transporte internacionales marítimos , pero también hacia el transporte
intermunicipal.
Medellín : en esta ciudad sobresale la costumbre mercantil donde las agencias de
arrendamiento se queden con el 10 o 15% del valor , además de tener muchas empresas
aseguradoras y corredoras de seguro empleen una firma mecánica en todos los contratos así
como la compra venta de inmuebles.
Cali: en esta ciudad es muy común la compraventa de vehículos particulares usados ,
además que las empresas de transporte intermunicipal devuelva el pasaje si el cliente no
esté de acuerdo con el servicio y de razones concretas, también que en los arrendamientos de
locales comerciales en el primer mes el valor de corredor lo costee el dueño del local.
4. Explique en qué consisten los principios jurídicos del derecho mercantil y explique
cada uno de ellos.
El Consensualismo
El consensualismo es un acuerdo mutuo entre dos partes con respecto a los contratos, estos se
forman por el consentimiento de las partes con normas propias del principio del
consensualismo. Los contratos serán legales si hay acuerdo mutuo y existe voluntad de las
partes para aceptar lo que se acuerde.
Conservación De La Empresa
Este principio habla sobre la importancia de la conservación de la empresa ya que la empresa
genera beneficios para empleados y riqueza interna, por lo cual debe ser protegida y regulada
por el estado.
Buena Fe
Es el comportamiento sincero y conscientemente, el modo de adquirir cosas por la vía
legitima, el hecho de no buscar engañar a la otra parte en contratos de naturaleza comercial.
El Principio de la Alteridad
Este principio habla sobre la relación entre la sociedad y los socios individualmente
considerados, siendo cada uno distinto del otro resaltando la separación patrimonial entre
ambos.