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de clases en la Antigua
Roma?
Por
Esteban García Marcos
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Antecedentes
Inmediatamente después de terminar la Segunda Guerra Púnica, el
gobierno romano había sido reafirmado en las manos de la nobleza
senatorial. Durante un periodo corto de tiempo existió cierta calma y
armonía en este grupo, pero pronto empezaron las disensiones. Lo que se
conoce como «solidaridad de clase» empezó a resquebrajarse ante el poder
casi absoluto de los senadores. Tarde o temprano, la lucha entre los
distintos bandos del senado iba a desarrollarse a cualquier precio, incluida
la crudelitas, acabar con el adversario cueste lo que cueste.
Sicilia era una isla con una larga tradición de agricultura en extensión y de
grandes pastizales. El régimen servil permitía la explotación de miles de
seres humanos en un régimen de brutalidad y degradación que traía
importantes riquezas a los latifundistas, ya que podían reducir costes al
máximo. Algunos esclavos, como los pastores, que tenían cierta autonomía
por el propio estilo de su trabajo empezaron a dedicarse al bandolerismo.
En 135, un esclavo llamado Euno conquistará la ciudad de Enna y se
nombrará rey. Encerrará a la población libre convirtiéndola en esclava y
después se dedicará a conquistar Sicilia hasta que Publio Rupilio
consiguiese detener la revuelta en 132. Esta sublevación sentará el
precedente de revueltas de esclavos posteriores, como la de Espartaco.
De un gran número de romanos, ninguno tiene ara, patria ni sepulcro de sus mayores, sino que por
el regalo y la riqueza de otros pelean y mueren.- Tiberio Graco
Para ello iba a resucitar otro conjunto de leyes que se remontaba al 367
a.C. y que recibían el nombre de licinio-sextias. Por ellas, el poseedor de la
tierra no podía tener más de 125 hectáreas de terreno, lo cual se podía
aumentar con 75 hectáreas por los dos primeros hijos que tuviera la
familia.
Quitarle poder a las capas altas de la sociedad era un auténtico suicidio, así
que quien tuviese el valor de hacerlo se iba a enfrentar al patriciado. El
brazo ejecutor sería Tiberio, que puso el proyecto en marcha obviando la
tradicional consulta al senado antes de presentarla ante la asamblea. La
aristocracia intentó mover los hilos de sus redes clientelares para derribar
la ley, pero fue infructuoso ya que el apoyo popular era total y el voto
secreto, no existían represalias. El día de la votación, miles de campesinos
de todos los alrededores de Roma acudieron en busca de esperanza.
Sin embargo, estaba claro que cuando Tiberio dejase su mandato -anual-
iba a ser enjuiciado y asesinado por la clase senatorial. Su única salida para
salvar la vida era volver a ser elegido como tribuno, pero estaba prohibido.
Durante la asamblea de re-elección, asustados los senadores, fueron
violentamente contra la asamblea. La marea humana huyendo para no ser
asesinada aplastó a Tiberio que fue rematado en el suelo por uno de sus
colegas del tribunado. Su cadáver fue arrojado al Tíber. No se atreverían a
tocar la ley agraria, pero intentarían paralizarla por todos los medios.
Este sería el comienzo del fin de la república romana, que a partir de este
momento sufriría un deterioro meteórico hasta la instauración del
principado en la figura de Augusto un siglo después.
Bibliografía
Roldán Hervás, José Manuel. Historia de Roma I: la República Romana.
Cátedra, Madrid, 1987.
Tiberio Sempronio Graco (162? - 133 a.C.) Estaba casado con la hija del famoso
orador Apio Claudio. Durante multitud de viajes por tierra, y consciente de los
problemas del gobierno romano, en si la desviación de los valores, Tiberio
advierte la escasa cantidad de hombres libres que habitaban los territorios de
Roma y sus provincias. Incluso observa que muchos ciudadanos vivían en
condiciones de cuasi esclavitud, maltratados y humillados por sus patrones que
no parecían respetar la ciudadanía romana de éstos trabajadores. Ver estos
sucesos es lo que principalmente lo lleva a plantearse qué hechos sociales
causaron a esta insostenible situación.
Para comprender esto ahondemos en la situación económica, política y social de
la Roma de su tiempo. Antiguamente el pueblo romano estaba constituido por
campesinos rústicos y humildes los cuales cambiaban sus herramientas de trabajo
por las armas, transformándose en los soldados de Roma cuando su nación los
necesitaba o debía ser protegida. Estos mismos hombres fueron los que con su
sangre y sudor ayudaron a incrementar las fronteras de la República y
conformaban su principal defensa ante las invasiones enemigas. Las nuevas
tierras, conquistadas con tanta rapidez, irónicamente llevaron a un desbalance
económico y social nunca antes visto. El trigo que llegaba de los nuevos
territorios como eran Cerdeña, África, España y Sicilia inundaba los mercados de
Roma desplomando los precios. Precios con los que a pequeños y medianos
agricultores se les hacía imposible competir, ya que era producto de la mano de
obra esclava de los latifundios. Siéndoles irrealizable proseguir con sus fincas se
veían obligados a venderlas, a su vez siendo estas así absorbidas por los
crecientes latifundios. No obstante estos latifundios estaban controlados por un
pequeño número de personas, algo que llevaba a una centralización y
"feudalización" de las tierras. En su absoluta mayoría los masivos terratenientes
eran o bien los especuladores que en los tiempos de la guerra contra Aníbal
habían prestado dinero al Estado; o los mismos Senadores quienes invertían todo
el botín de guerra en la agricultura, debido a que una ley promulgada en el 220
les impedía comerciar con este dinero. Esta masa de ciudadanos romanos
desposeídos tampoco podía encontrar un sustento en los trabajos artesanales y
administrativos de las ciudades ya que las conquistas y victorias militares
llevaron a que un exorbitante número de esclavos acapararan todo este tipo de
trabajos, de hecho la crisis era tal que un lote mediano de esclavos se medía en
las 10 mil cabezas. Los ciudadanos romanos, entonces, no veían salida alguna a
su oscura situación, más que trabajar en las fincas como colonos por unas pocas
monedas. No obstante tanta cantidad de esclavos llevaba a rebeliones, empujadas
por el maltrato que recibían, que tenían su coste político y social. Algunas de
ellas tan peligrosas y monumentales como la de Euno, quien comandando un
ejército de setenta mil hombres esclavos, dominara Sicilia durante seis años.
Fue la realización de todo lo anteriormente mencionado lo que, en parte, llevó a
Tiberio a plantearse la problemática en la que se encontraba la sociedad romana
de su época. Cómo podría la República protegerse a sí misma si los antiguos
campesinos-guerreros que la conformaban serían reemplazados por esclavos que
la odiarían profundamente. Tiberio Graco encontraría rápidamente una respuesta
a esto, respuesta que consistía en hacer renacer a la tradicional población agraria
de la República, conformada por hombres de campo dueños de sus pequeñas
parcelas de tierra. Pero lograrlo no sería tarea fácil ya que para esto debería hacer
caducar los arrendamientos de territorios públicos, iniciar un control de la
cantidad de territorio en poder de cada persona y repartir parcelas entre los más
pobres sin propiedades. Algo que sin duda alguna generaría una fuerte oposición
por parte de los terratenientes más ricos.
3.- Las tierras devueltas serían divididas en lotes de 20 acres (7,5 ha) destinados a
los ciudadanos más pobres con la condición de que jamás las vendieran y
pagaran un tributo anual al tesoro.
Las tierras podían traspasarse por testamento pero no ser vendidas, las tierras
conquistadas pasaban a formar parte del ager publicus -el cual sería repartido
entre los ciudadanos empobrecidos en pequeñas parcelas-. Quizá una de las
medidas más importantes tomadas es que el estado mismo pagaría del tesoro las
herramientas necesarias para trabajar la tierra. El tributo anual que se les pedía a
los más pobres era simbólico y muy reducido, dándoles la oportunidad de poder
obtener ganancias de sus tierras y no solo el sustento diario. Al dirigirse al pueblo
Tiberio lo hizo de la siguiente manera:
Los animales del campo y los pájaros del cielo tienen cuevas y
nidos donde refugiarse, pero los hombres que pelean y mueren
por Italia solo tienen luz y aire. Nuestros propios generales
instan a sus soldados a luchar por las tumbas y los altares de los
ancestros. Pero es un pedido falso. ustedes no pueden enseñar el
altar paterno. Ustedes no tienen tumbas ancestrales. ustedes
combaten y dan sus vidas para que otros naden en la riqueza y el
lujo. A ustedes los llaman los amos del mundo, pero no poseen
siquiera la más ínfima porción de tierra.
Las consecuencias en el poder
Su período estaba casi finalizando y Tiberio no tenía aún definida del todo su
reforma, además el Senado utilizaría la destitución de Marco Octavio como
medida para enjuiciar a Tiberio. De hecho fue en el Senado mismo que se
anunció la intención de juzgarlo al término de su mandato de un año por haber
violado la constitución. Consciente de esto Tiberio vería como imperativo
reafirmar un periodo más en su cargo, algo ilegal e inconstitucional. En una
arriesgada jugada Tiberio se dirige al Senado, el día de la votación, vestido de
luto con la intención de comunicar a sus seguidores que si era derrotado debería
enfrentar el juicio político y consecuentemente la muerte. A sabiendas de que la
situación estaba en su estado más tenso, se aseguraría de ir acompañado por
escolta. Consciente además de la inevitable batalla campal entre ambos bandos
decreta ley marcial con el objetivo de disminuir la cantidad de víctimas en las
calles.
Durante el transcurso de la votación hubo violencia entre los distintos partidarios.
Escipión Násica, argumentando que Tiberio deseaba convertirse en rey, dirigió a
los senadores armados con garrotes a apalearlo -la escolta de Tiberio asustada
por la envergadura patricia de sus enemigo se hizo a un lado dejando a TIberio
a merced de sus enemigos- sería un colega de Tiberio, otro Tribuno, el que le
otorgara el primer golpe, golpes que lo llevaron a la muerte instantáneamente.
Junto con Tiberio varios centenares de sus seguidores son masacrados en las
calles. Su hermano Cayo Sempronio Graco, al pedir permiso para rendirle un
adiós a su hermano le es esto negado y los cuerpos son entonces arrojados al
Tíber -Irónicamente el río que proporcionó a Tiberio de su nombre-. Mientras
todo esto ocurría el pueblo, que tanto había sido beneficiado por Tiberio, se
ocupaba de saquear las casas de los muertos. Es imposible saberlo, pero tal vez el
hecho de que una gran parte de la población no viera con buenos ojos la idea de
abandonar la Urbe, ya acostumbrados a este tipo de vida, y moverse a las zonas
agrarias rurales más rústicas y sin tantas comodidades, hizo que la muerte de
Tiberio no fuera muy protestada por el pueblo.
El asesinato de Cayo
El principio del fin llegó un año más tarde al querer renovar su período por un
tercer mandato, lo que había sido anteriormente establecido como "no ilegal",
permitiendo de esta manera una nueva postulación. Cayo sería derrotado y
muchos de sus partidarios denunciarían fraude. Consciente de las revueltas y
enfrentamientos que traería dicha acusación y queriendo evitar estos conflictos
para esquivar así llegar al derramamiento de sangre, se retira pacíficamente y se
dedica a sus asuntos y negocios personales por un tiempo.
Al recuperar el poder perdido en los años anteriores el Senado comienza con un
plan sistemático para desintegrar las medidas tomadas por Cayo. El indicio de
estas acciones se da cuando ordenan abandonar la colonia de Cartago en el 121
AC. Enfurecidos por el curso de acción que se estaba tomando varios grupos
partidarios de Cayo comenzaron a asistir a la Asamblea buscando detener o al
menos limitar estas medidas, motivo que lleva a los Senadores a ir escoltados por
esclavos fuertemente armados. La situación se convierte entonces de una disputa
en una batalla y los Populares comienzan a ser atacados por los Senadores
conservadores. Queriendo calmar el caos reinante Cayo haría acto de presencia
en el lugar pero sus intentos resultarían inútiles y debiendo huir rápidamente de
los atacantes que al reconocerlo pretendieron lincharlo. Al verse cercado ordenó
a un esclavo que le de muerte -acto seguido el esclavo se suicidaría-. Como el
Senado había ofrecido el peso de la cabeza de Cayo en oro a quien la trajera, un
"amigo" lo decapita, ya muerto, y la rellenó con barro.
En este conflicto 250 partidarios de Graco mueren en los enfrentamientos y otros
300 serían condenados a muerte por un decreto del Senado, cerrando con un
broche de sangre los intentos y proyectos de los hermanos.
Curiosidades
HISTORIA DE LA LUCHA
DE CLASES: LOS
HERMANOS GRACO
(ROMA, S. II A.C.)
¿SABÍAS QUE LA LUCHA DE CLASES HA MARCADO LOS
ACONTECIMIENTOS DE TODAS LAS CIVILIZACIONES
HISTÓRICAS? ¿SABÍAS QUE LOS HERMANOS GRACO
FUERON DOS LEGISLADORES DE ORIGEN ARISTOCRÁTICO
QUE LUCHARON POR LOS DERECHOS DE LOS MENOS
FAVORECIDOS EN LA REPÚBLICA ROMANA? ¿SABÍAS QUE
EN EL SENADO ROMANO HABÍA YA DOS FACCIONES: LOS
CONSERVADORES Y LOS PROGRESISTAS?
Toda la historia está definida por la lucha de clases, por el
conflicto entre los que poseen los medios de producción y el
control y los desposeídos, que pretenden equiparar sus
condiciones. Así ha sucedido desde que el ser humano se
sedentarizó y la riqueza comenzó a distribuirse de forma
desigual. Acaeció en todas las civilizaciones antiguas, y
como no podía ser de otra manera, en Roma, donde uno de
los episodios más célebres fue el protagonizado por dos
hermanos de una familia muy rica.
Clase
s sociales en la Antigua Roma
Los Graco fueron como muchos ilustrados del XVIII, gente
aristocrática que se alineó en torno a un partido político para
favorecer, bien por demagogia o populismo, o bien por sus
valores éticos, a las clases más desfavorecidas.
Tiberio y Cayo Semprio Graco encabezaron en sus tiempos la
facción política de los POPULARES, que se enfrentó
amargamente a los OPTIMATES (“los buenos entre los
buenos”), cuyo objetivo era preservar las prerrogativas de la
clase senatorial en el seno de la sociedad romana.
Ejemp
lo del enfrentamiento entre optimates y populares