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Factores agroambientales.
El maracuyá tiene un amplio intervalo de adaptación, que va de 0 a 1300 de altitud, con
temperaturas que varían entre 24° y 28° C. En regiones con temperaturas promedio por
encima de ese rango, el desarrollo vegetativo es acelerado, se restringe la producción de
flores, y se reduce el número de botones florales. Las temperaturas bajas que ocurren
durante el invierno ocasionan una reducción del número de frutos. En cuanto a la radiación
solar, la calidad del fruto está relacionada directamente con la exposición lumínica del área
foliar de las plantas. Los frutos expuestos al sol disminuyen en peso pero tienen mayor
porcentaje de jugo, mayor cantidad de ácido ascórbico, corteza más delgada, y los sólidos
solubles también aumentan a mayor radiación solar. Se recomienda 5 horas de luz por día,
precipitación, 1000 a 1200 mm, humedad relativa > 70%, pH 5.5 a 7.5 y suelos francos
con buena retención de humedad. (Gerencia Regional Agraria La Libertad, 2009)
Aspectos fisiológicos.
Los procesos fisiológicos de mayor importancia son la floración, la polinización y la
fecundación.
Distancias de siembra.
Distancias de siembra (en 3x3 3x4 3x5 4x4
metros)
Densidad de siembra 1111 833 666 625
plantas/ha
Fertilización.
La fertilización del maracuyá debe hacerse con base en los resultados del análisis de suelos,
o foliar, y de los requerimientos del cultivo. Es recomendable la fertilización edáfica cada
30 ó 60 días y en dosis moderadas teniendo en cuenta las recomendaciones de los análisis.
Excesos de fertilización con urea hacen que los tejidos se vuelvan más susceptibles al
ataque de Phytopthora sp. Caso contrario ocurre cuando se hacen aplicaciones controladas
de calcio y óxido de zinc, éstas modifican el pH y fortalecen las paredes externas de la
célula e impiden ataques de Fusarium sp. Datos obtenidos para el maracuyá amarillo,
permiten determinar la exigencia en nutrientes por la planta en el siguiente orden
decreciente: N > K > Ca > S > P > Mg > Fe > B > Mn > Zn > Cu Cada nutriente es esencial
para la integridad de la planta y del fruto; la falta de cualquiera de éstos crea un desbalance
nutricional que afecta la calidad del fruto.
Es importante considerar el requerimiento de micronutrientes como Mn, Fe, B y Zn; pues
sus deficiencias afectan la calidad del fruto al igual que los rendimientos. Se estima que el
primer año del ciclo productivo, un cultivo para producir 20 toneladas de fruta por hectárea
extrae las siguientes cantidades de nutrientes: Nitrógeno 160 kg, Fósforo 15 kg, Potasio 140
kg, Calcio 115 kg, Magnesio 10 kg, azufre 20 kg, Boro 230 g, Cobre 150 g, Hierro 600 g,
manganeso 220 g, Zinc 200 g. Al inicio del cultivo deben suministrarse abonos orgánicos y
posteriormente abonos ricos en fósforo y potasio. El nitrógeno se debe aplicar antes que
comience la nueva brotación en la cosecha, el fósforo, en el trasplante, y el potasio
igualmente que el nitrógeno, se sugiere:
Riego.
El sistema de riego más utilizado es el riego por gravedad; con este método es necesario
hacer un anillo de riego de 40 a 50 cm de diámetro alrededor de la planta. El riego por
aspersión pero no es recomendable, pues además de su alto costo aumenta la incidencia de
antracnosis y daña la floración.
Control de arvenses.
Este es necesario para evitar la competencia por agua y nutrientes, sobre todo en el inicio
del establecimiento del cultivo que es cuando el cultivo se está desarrollando, una vez las
plantas de nuestro cultivo estén desarrolladas el control de arvenses se hará entre hileras.
Tipos de tutorado.
En mantel o de T: es el más utilizado, se coloca un hilo de alambre central en la parte
superior de las guaduas o sea a 2 m del suelo, paralelamente a este alambre a los dos lados
(60 cm de distancia) se colocan alambres que van a lo largo del surco y con respecto al
alambre principal forman una T. Se considera que en este sistema la producción es mayor y
por tener mejor aireación; la incidencia de plagas y enfermedades es menor.
Podas.
Consiste en eliminar partes de planta con el fin de darles arquitectura, mejorar el
tamaño de los frutos, obtener cosechas precoces y facilitar la aireación, la
iluminación, el manejo de plagas y enfermedades. Se realizan tres tipos de poda:
De formación: Deschuponado ramas laterales. Despunte y repunte. Arreglo de
ramas sobre el alambre.
De renovación: Corte guías fructíferas 30-35 cm., vejez o debilidad, exceso de
cosecha y follaje.
De limpieza: Eliminación guías enfermas o dañadas, aireación, iluminación o
control del peso de ramas
Las herramientas para la poda deben estar desinfectadas con formalina al 10%. Por
ser el maracuyá una especie enredadera necesitas hacerle amarres para que lo
ayudes a guiar en su proceso de desarrollo. Debes colocar los residuos de la poda en
composteras, evitarás la aparición de insectos y microorganismos patógenos que
propagan enfermedades y te obligan a la aplicación masiva de agroquímicos
(insecticidas, fungicidas, bioestimulantes). (CORMACARENA, 2018)
Manejo fitosanitario.
El factor fitosanitario puede ser un limitante de producción al disminuir la calidad y
productividad de los frutos. Es bastante importante establecer y mantener una fauna
benéfica y aplicar el control integrado de plagas y enfermedades, el cual incluye
todos los mecanismos que se pueden aplicar ya sean químicos, culturales, de
agentes benéficos y de control genético bien manejado. Muchas plagas y
enfermedades influyen en todo el proceso productivo del cultivo provocando caída
de estructuras florales, de botones, caída de frutos, defoliaciones severas, limitación
en el crecimiento normal de la planta, lesiones en los frutos, deformación de frutos y
secamiento general de la planta.
Plagas.
Dentro de las plagas que afectan al maracuyá se mencionan las más importantes:
Crisomélidos, Lorito verde (Diabrotica sp) que ataca las plantas jóvenes, recién
transplantadas evitando el desarrollo normal de la planta. Arañita rojas o ácaros
(Tetranichidae sp y Tenuipalpidae sp): Causan amarillamiento y defoliación de las
plantas acortando el ciclo productivo de la misma. Proliferan en los veranos
prolongados. Se puede controlar culturalmente relizando riego por aspersión
evitando así largos periodos de sequía.
Mosca de la fruta (Anastrepha sp): Ocasiona la caída de los frutos. El fruto
afectado pierde su valor comercial tanto para consumo fresco, como para industria.
El control físico con instalación de las trampas Mcphail con proteína hidrolizada y
antes de iniciar la floración. Igualmente, la instalación de trampas de color amarillo
debe hacerse utilizando pegantes agrícolas.
Trips (Trips tabaci lindeman, Frankliniella occidentalis): Insecto muy pequeño, se
localizan sobre las yemas terminales atrofiando el desarrollo normal de la planta.
Son transmisores de virus. El control de los insectos perjudiciales encierra dos
problemas básicos: el primero es la destrucción de plagas y el segundo la
conservación de los insectos polinizadores. Para solucionar este problema, se debe
tener cuidado en la formulación y dosificación de los insecticidas, así como en el
tiempo propicio para su aplicación. (Gerencia Regional Agraria La Libertad (2009)
Enfermedades.
Pudrición del cuello y de las raíces. Se denomina 'secadera' y se identificó a
Fusarium sp. como su agente causal. Sin embargo, otros estudios del ICA indican
que varios microorganismos pueden estar asociados con estos síntomas de
marchitamiento y muerte prematura de las plantas, entre ellos Rhizoctonia sp,
Pythium sp. y Phytophthora sp. Los síntomas son el amarillamiento gradual de las
hojas bajeras y el marchitamiento de las plantas, que finalmente mueren. A veces
las hojas quedan adheridas al tallo y caen cuando la planta muere.
El patógeno lesiona las plantas adultas a la altura del cuello; la lesión puede rodear
todo el tallo dando la apariencia de un collar y allí se desprende la corteza; a veces
esta zona se engruesa y se suberiza. En algunos casos las raíces se deterioran y el
crecimiento de las raicillas se detiene o es muy escaso. Se puede controlar cultural o
biológicamente realizando podas sanitaria y evitando el exceso de humedad del
suelo con drenajes. Aplicar al suelo el hongo Trichoderma sp. al momento de la
siembra, porque protege la plántula durante los primeros días después de la
emergencia, le ayuda a desarrollar las raíces y le da más vigor.
Antracnosis (Colletotrichum sp.) La antracnosis es favorecida por una humedad
relativa alta y por la poca aireación del lugar; ocurre con más frecuencia durante los
períodos de lluvia. Estos hongos patógenos producen los síntomas de la antracnosis
en todos los órganos de la planta: En las hojas inducen manchas foliares de forma y
tamaño variables, de apariencia aceitosa en los bordes y con anillos concéntricos
desde el centro hacia afuera. En los frutos las lesiones empiezan como manchas
aceitosas que se vuelven lesiones hendidas y luego chancros de color pardo a negro
donde hay crecimiento del hongo.
Nematodos. Los más frecuentes en el cultivo de maracuyá son Rotylenchulus
reniformis y Meloidogyne sp. Su importancia para este cultivo está en el daño que
causan en las plantas de vivero: retrasan el desarrollo de sus raíces y de sus hojas,
las cuales se vuelven cloróticas.