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Tema 02: La constitución

Sitio: Programa de Educación a Distancia


Curso: SP - NC - DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANO
Libro: Tema 02: La constitución
Imprimido por: ANA CECILIA ARAYA CAPRISTAN
Día: sábado, 14 de diciembre de 2019, 10:01

Tabla de contenidos
 ¡Bienvenida
 Logros de aprendizaje
 Organizador gráfico del tema
 2.1. Antecedentes.
 2.2. Definición.
 2.3. Clases de Constitución.
 2.4. Características de las normas Constitucionales
 2.5. Finalidad de la Constitución.
 2.5.1. La constitución como norma fundamentadora del sistema jurídico y del
sistema político.
 2.5.2. La Constitución como emotio
 2.5.3. La Constitución como norma jurídica
 2.6. Estructura de la Constitución
 Lecturas recomendadas
 Conclusiones
 Metacognición
 Referencias

¡Bienvenida
¡Bienvenidos!
 
Estimado estudiante, bienvenidos a nuestro segundo tema de estudio, los
contenidos que a continuación desarrollaremos nos permitirá identificar:
Antecedentes, clases, características, finalidad, estructura, luego realiza las
actividades contempladas en el aula virtual, donde encontrarás un vídeo
complementario del tema.

Logros de aprendizaje
Durante este tema el estudiante:
 

 Estudia los  antecedentes de la constitución


 Estudia las características de la constitución.
 Conoce la finalidad de la constitución.
 Conoce la estructura de la constitución

Organizador gráfico del tema


Observemos detenidamente el siguiente mapa conceptual, es una síntesis de
los contendidos temáticos que estudiaremos, durante esta sesión de
aprendizaje.
¿Qué conceptos te llaman la atención?

2.1. Antecedentes.
Iniciaremos diciendo que en el Perú hemos tenido un total de 12
Constituciones, 8 en el siglo XIX (1823, 1836, 1828, 1834, 1839, 1856,1860 y
1867) y 4 en el siglo XX (1920, 1933, 1979 y 1993).

 La primera Constitución fue la de 1823, que fue producto del proceso


de independencia del Perú suscitada en el 28 de julio de 1821, promulgada
por José Bernardo Tagle.

 La Constitución de 1826, fue promulgada por Simón Bolívar, y tiene la


particularidad de que se consideraba un nacional a los Libertadores de la
República, esto con la finalidad de que Bolívar pueda detentar el poder.

 La Constitución de 1828, se destaca por la existencia de tribunales


especiales para el comercio y la minería.

 La Constitución de 1834, resalta la existencia de un consejo supremo de


guerra.

 La Constitución de 1839, existen tribunales para comercio, minería,


aguas, diezmos y comisos.
 La Constitución de 1856 y 1860, fue promulgada por Ramón Castilla,
en su primer y segundo periodo respectivamente.
 La Constitución de 1867, tuvo una breve vigencia, pues luego se volvió
a la vigencia de la Constitución de 1860.
 En el siglo XX, la Constitución de 1920, regula educación obligatoria y
establece que la mayoría de edad se adquiere a los 21 años.
 La Constitución de 1933, establece por primera vez el derecho al voto
de la mujer solo para las elecciones municipales.
 La Constitución de 1979, establece la estabilidad absoluta del
trabajador.
 La Constitución de 1993, es la que estudiaremos detalladamente en este
curso.

2.2. Definición.
El concepto de Constitución del Estado lleva, en sí, un carácter polémico, es
uno de los conceptos que ofrece mayor pluralidad de formulaciones dentro de
la teoría constitucional, como bien dice García Pelayo (2001)   Se trata de un
concepto muy controvertible, porque tiene un alto contenido político que se
nutre básicamente de contenidos ideológicos. Estos contenidos adquieren la
forma de corrientes doctrinarias que expresan intereses de grupo o clase
social.
Sin embargo, a pesar del carácter polémico del concepto de Constitución, en
la literatura constitucional encontramos cierto consenso en cuanto a que la
Constitución es un orden supremo del Estado; así lo entendía Aristóteles 
cuando sostenía que la Constitución tiene una doble función, de distribuir el
poder y de organizar las magistraturas, todo ello con vista al interés común.
No obstante, este concepto se agota en un criterio político y no incluye el
aspecto formal que permita sustentar la superioridad de la Constitución sobre
las leyes.
Para Kelsen, en el contenido del concepto de Constitución no es prioritario el
elemento político, mas sí el aspecto formal, jurídico; no obstante, para Kelsen
la Constitución es también un orden supremo. Su concepción sobre la
Constitución es una teoría puramente jurídica que asigna dos significados a la
Constitución, uno de carácter lógico-jurídico, es decir, la Constitución como
norma hipotética fundamental del Estado; y otro como norma positiva
suprema en el orden estatal, que encuentra su fundamento en la norma
hipotética fundamental. Además, esta Constitución o norma positiva suprema
regula la creación de todas las otras normas del Estado.
“La Constitución es, pues, norma jurídica y, como tal, vincula. De ahí que,
con acierto, pueda hacerse referencia a ella aludiendo al “Derecho de la
Constitución”, esto es, al conjunto de valores, derechos y principios que, por
pertenecer a ella, limitan y delimitan jurídicamente los actos de los poderes
públicos. Bajo tal perspectiva, la supremacía normativa de la Constitución de
1993 se encuentra recogida en sus dos vertientes: tanto aquella objetiva,
conforme a la cual la Constitución preside el ordenamiento jurídico (artículo
51º), como aquella subjetiva, en cuyo mérito ningún acto de los poderes
públicos (artículo 45º) o de la colectividad en general (artículo 38º) puede
vulnerarla válidamente”. (STC 5854-2005-PA, FJ 5 y 6)
“La Constitución es la expresión jurídica de un hecho político democrático,
pues es la postulación jurídica de la voluntad del Poder Constituyente, como
un totus social en el que subyace la igualdad”.
La Constitución se legitima como  norma  democrática  suprema  con 
carácter  vinculante  para  los  ciudadanos  y  los  poderes  públicos,  en  la 
medida  que  tienen  el  deber  de  cumplirla  y  defenderla.  Así,  “a  través 
de  múltiples  trasformaciones  que  ha  sufrido,  la  noción  de  Constitución 
ha  conservado  un  núcleo  permanente: la idea de un principio supremo que
determina por entero el orden estatal y la esencia de la comunidad constituida
por ese orden”
 
Actualmente,  de  la  Constitución  emana  todo  el  ordenamiento  jurídico  y 
vincula directamente  a  los  poderes  públicos  y  privados

2.3. Clases de Constitución.


Según que las constituciones cumplan o no su finalidad propia de limitar el
poder político, se clasifican en constituciones normativas (cuando la
cumplen), nominales (no la cumplen del todo, pero se espera que la cumplan)
y semánticas (ni siquiera intentan cumplirla, de modo que no son realmente
constituciones, sino simples caretas o disfraces de constitución).
Según su dificultad para ser enmendadas, las constituciones se clasifican en
rígidas (difíciles de cambiar) y flexibles (fáciles de cambiar). La rigidez de
una constitución proviene del establecimiento de un procedimiento especial de
enmienda constitucional, o incluso de la prohibición pura y simple de
cambiarla al menos en algún aspecto, mientras que las constituciones flexibles
pueden ser reformadas por el procedimiento legislativo común. Que las
constituciones rígidas sean más difíciles de cambiar no significa que de hecho
cambien menos. La experiencia demuestra lo contrario: son las que más
reformas sufren, pues suelen fundarse en un consenso social menos estable
que las flexibles.
Por su contenido, las constituciones se clasifican en lacónicas (o restrictivas) y
extensivas. Las primeras son cortas, pues sólo contienen lo necesario para que
la constitución sea tal, mientras que las segundas suelen contener una gran
cantidad de normas y de declaraciones adicionales que, si se exagera, pueden
hacerla complicada y de difícil aplicación.

2.4. Características de las normas


Constitucionales
En un primer acercamiento a la Constitución es posible advertir que las
normas constitucionales, en cuanto a su estructura y función, no son iguales;
pueden distinguirse hasta tres clases de normas constitucionales: imperativas,
programáticas y teleológicas; por lo que se requiere realizar un previo estudio
de la norma constitucional y contar con los elementos necesarios para una
mejor comprensión de la Constitución formal.
Las normas constitucionales, que obviamente son normas jurídicas, pueden
definirse como preceptos de carácter fundamental y orgánico, de competencia
suprema, dictadas por el Poder Constituyente. Pero cuando nos referimos a la
función de normas constitucionales su estructura se flexibiliza, pues siempre
se tiene un precepto; ahora bien, en cuanto a su obligatoriedad, por su
generalidad (comprende a la Nación, a la totalidad del Estado), requiere de
ciertas condiciones materiales para que su obligatoriedad sea efectiva, pero de
ninguna manera se puede pensar que por ello dejan de ser normas jurídicas; al
contrario, existe la obligación social de conseguir la materialidad necesaria
para el total cumplimiento de todo el conjunto normativo constitucional.
En esta perspectiva encontramos las referidas tres clases de normas
constitucionales:

 Imperativas. Normas supremas del Estado vinculantes para todo el


orden social, jurídico y político, llamadas también operativas, que en
cuanto a su aplicación funcionan inmediata y directamente. Generalmente
definen el orden político-jurídico del Estado. Señalan el procedimiento
para seleccionar los representes del Estado, determinan las funciones de
los operadores del poder público, fijan el sistema de control y diseñan la
supervisión constitucional.

 Programáticas. Normas constitucionales que vinculan sólo al


legislador, que sustentan y precisan las diferentes funciones o actividades
que debe desarrollar el gobierno para ir cumpliendo los fines del Estado.

Estas normas, en cierta medida, expresan la ideología que inspira la


Constitución y, por tal razón, sirven de directivas para el funcionamiento de
los órganos del poder y el reconocimiento de los Derechos Fundamentales,
materializándose en los planes de desarrollo del Estado.
 Teleológicas. Normas constitucionales que definen el deber ser del
Estado, las cuales se fundamentan en la fórmula política del Estado y
precisan el modelo social adoptado por la voluntad social. Son vinculantes
para la sociedad y todos los operadores del Estado.

Las normas teleológicas diseñan el modelo social que se aspira alcanzar para
lograr el bienestar general y la plena vigencia de los derechos fundamentales,
a fin de que todos los integrantes de la nación se realicen totalmente. Estas
normas sirven también para la interpretación constitucional.

2.5. Finalidad de la Constitución.


Por otro lado, el Tribunal Constitucional ha penetrado en su escapelo
jurisprudencial encarando la doble naturaleza de lo que hoy es una
Constitución no solo como norma política y que constituye el viejo concepto
político de Constitución; sino también el reconocimiento de que ella es norma
jurídica fundamental y fundamentadora de un sistema jurídico. Veamos:
La Constitución es una norma jurídico-política sui generis. El origen de dicha
peculiaridad, desde luego, no sólo dimana de su posición en el ordenamiento
jurídico, sino también del significado que tiene, y de la función que está
llamada a cumplir. Es común señalar que una de las formas cómo se expresa
esa singularidad tiene que ver con la doble naturaleza. Así, por un lado, en la
medida que crea al Estado, organiza a los poderes públicos, les atribuye sus
competencias y permite la afirmación de un proyecto sociopolítico, que es
encarnación de los valores comunitarios, la Constitución es, prima facie, una
norma política. Ella, en efecto, es la expresión de todo lo que la nación
peruana fue, es y aspira a alcanzar como grupo colectivo. Pero, de otro lado,
también la Constitución es una norma jurídica. En efecto, si expresa la
autorepresentación cultural de un pueblo, y refleja sus aspiraciones como
nación, una vez formado el Estado Constitucional de Derecho, ella pasa a
ocupar una posición análoga a la que ocupaba su creador. En buena cuenta, en
el Estado Constitucional de Derecho, el status de Poder Constituyente, es
decir la representación del pueblo políticamente soberano, lo asumirá la
Constitución, que de esta forma pasará a convertirse en la norma
jurídicamente suprema.
La Constitución, así, termina convirtiéndose en el fundamento de validez de
todo el ordenamiento instituido por ella. De manera que una vez que entra en
vigencia, cualquier producción normativa de los poderes públicos e, inclusive,
los actos y comportamientos de los particulares, deben guardarle lealtad y
fidelidad. Ciertamente, no se trata sólo de una adhesión y apoyo que pueda ser
medido o evaluado en el plano de la moral o la ética, sino también de una
exigencia de coherencia y conformidad de la que es posible extraer
consecuencias jurídicas. La infidelidad constitucional, en efecto, acarrea la
posibilidad de declarar la invalidez de toda norma o acto, cualquiera sea su
origen, según los alcances que el mismo ordenamiento constitucional haya
previsto”. (STC 0014-2003-AI. FJ 2).

2.5.1. La constitución como norma


fundamentadora del sistema jurídico y del
sistema político.
El TC, auto percibiéndose como un intérprete funcional de la Constitución, ha
enfatizado el doble carácter de norma fundamental y fundamentadora que
ostenta la constitución, tanto en su proyecto sobre el sistema jurídico como en
su ligazón esencial con el sistema político. Veamos:
“El Tribunal Constitucional, dada su condición de supremo interprete de la
norma Fundamentadora, sustenta la validez funcional de su actuación
justamente en la naturaleza de la constitución, desde el punto de vista
estructural y funcional, la constitución es la norma que fundamenta el sistema
jurídico político democrático. (En tal sentido se proclama) la dualidad jurídico
– político de la Norma Suprema. Por lo tanto, la constitución no solamente es
una norma de rasgo eminentemente jurídico, sino que el fortalecimiento del
régimen democrático ira condicionando su validez y eficacia”.  (STC 0050-
2004-AI/TC, f, J 11).

2.5.2. La Constitución como emotio


En esta línea se podrá descubrir también que el Tribunal Constitucional no
solo ha entendido, como diría don Manuel García Pelayo, que la Constitución
es de naturaleza racional; sino también que ella supone una vivencia de un
sentimiento constitucional emotivo. Es decir:
"La Constitución no solo es ratio, sino también emotio. Esto quiere decir que,
si bien las Constituciones democráticas han presupuesto personas racionales y
dispuestas a hacer armonizar sus legítimos
Intereses con los de los demás, no podemos negar esa dimensión emocional o
"irracional" que es también inherente a su naturaleza. Es precisamente en
atención a esta dimensión emocional que la Constitución reconoce las diversas
manifestaciones culturales que realizan las personas ya sea individualmente o
como miembros de una comunidad más amplia y diversa culturalmente.
En efecto, la Constitución (artículo 1), al reconocer que la defensa de la
persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad
y del Estado, capta al ser humano no sólo como ser 'racional', sino también
aprehende la conditio humana desde el lado emocional o 'irracional'. Lo cual
se refleja claramente cuando se invoca a Dios o se evoca el sacrificio de las
generaciones anteriores en el Preámbulo de nuestra Constitución; o cuando se
refiere a los símbolos patrios (artículo 49) -sobre los cuales se ha pronunciado
este Tribunal en sentencia sobre el Exp. N.° 0044-2004-AA/TC. Fundamento
36-, a la bandera (artículo 49, segundo párrafo), o al idioma (artículo 2, inciso
2; 2, inciso 19; 48)".
(STC Exp. N° 0042-2004-Pl/TC, f. j. 2 in fine).

2.5.3. La Constitución como norma jurídica


Una adecuada comprensión sobre la Constitución en tanto que norma jurídica,
supone, entre otras cosas, asumir necesariamente que ella no es sólo una
fuente del Derecho, sino también y, esencialmente, la fuente de fuentes de
nuestro ordenamiento jurídico; lo cual significa que esta norma se presenta
como una fuente formal y una fuente material. Por otro lado, al interior de su
entramado normativo, la Ley Fundamental contiene, además de normas
propiamente regulativas, normas constitutivas que confieren poderes
normativos a los distintos poderes públicos, de cuya debida observancia
depende la validez de las disposiciones finalmente emitidas. De ahí que cobre
especial relevancia la revisión de algunos conceptos básicos relacionados al
carácter de norma jurídica que ostenta la Constitución en nuestro sistema de
fuentes, poniendo especial énfasis en los principios que rigen su estructura
jerárquica, así como su sistematicidad y coherencia. Veamos, esta vez, el
largo excurso argumentativo del Tribunal Constitucional sobre esta materia.
 
"El tránsito del Estado Legal de Derecho al Estado Constitucional de Derecho
supuso; entre otras cosas, abandonar la tesis según la cual la Constitución no
era más que una mera norma política, esto es, una norma carente de contenido
jurídico vinculante y compuesta únicamente por una serie de disposiciones
orientadoras de la labor de los poderes públicos, para consolidar la doctrina
conforme a la cual la Constitución es también una Norma Jurídica, es decir,
una norma con contenido dispositivo capaz de vincular a todo poder (público
o privado) y a la sociedad en su conjunto.
Es decir, significó superar la concepción de una pretendida soberanía
parlamentaria, que consideraba a la ley como la máxima norma jurídica del
ordenamiento, para dar paso -de la mano del principio político do soberanía
popular- al principio jurídico de supremacía constitucional, conforme al cual,
una vez expresada la voluntad del Poder Constituyente con la creación de la
Constitución del Estado, en el orden formal y sustantivo presidido por ella no
existen soberanos, poderes absolutos o autarquías. Todo poder devino
entonces en un poder constituido por la Constitución y, por consiguiente,
limitado e informado, siempre y en todos los casos, por su contenido jurídico-
normativo.
La Constitución es, pues, norma jurídica y, como tal, vincula. De ahí que, con
acierto, pueda hacerse referencia a ella aludiendo al "Derecho de la
Constitución", esto es, al conjunto de valores, derechos y principios que, por
pertenecer a ella, limitan y delimitan jurídicamente los actos de los poderes
públicos".  (STC Exp. N° 05854-2005-PA/TC, ff. jj. 3-6)
En otro fallo vinculado a un proceso de inconstitucionalidad, el Tribunal
Constitucional asume la postura de la Constitución como norma, y amplía la
forma como debe concebirse la Norma Normarum. Veamos:
"La Constitución es la norma de normas que disciplina los procesos de
producción del resto de las normas y, por tanto, la producción misma del
orden normativo estatal.
El reconocimiento de la Constitución como norma jurídica vinculante y
directamente aplicable constituye la premisa básica para que se erija como
fuente de Derecho y como fuente de fuentes. Si bien este Colegiado le ha
reconocido la Constitución el carácter de norma política, también ha tenido
oportunidad de enfatizar en varias oportunidades su carácter normativo y
vinculante. Así, en el caso Alberto Borea Odría y más de 5000 ciudadanos,
Exp. N° 0014-2003-AI/TC, afirmó que:
(...) la Constitución es una norma jurídica. En efecto, sí expresa la
autorrepresentación cultural de un pueblo, y refleja sus aspiraciones como
nación, una vez formado el Estado Constitucional de Derecho, ella pasa a
ocupar una posición análoga a la que ocupaba su creador. En buena cuenta, en
el Estado Constitucional de Derecho, el status de Poder Constituyente, es
decir la representación del pueblo políticamente soberano, lo asumirá la
Constitución, que de esta forma pasará a convertirse en la norma
jurídicamente suprema. (STC Exp. N' 00047-2004-AI/TC. f. j. 9.)

2.6. Estructura de la Constitución


El contenido mínimo de una constitución para ser tal (a lo que suelen limitarse
las lacónicas) es el siguiente:
1) La división de poderes. 2) Las relaciones entre los tres poderes y entre ellos
y el pueblo. 3) Los derechos y libertades de los ciudadanos, enunciados clara
y concisamente. 4) El procedimiento de reforma constitucional, en las
constituciones rígidas. 
Dentro de una constitución se puede distinguir los siguientes tipos de
disposiciones: 1) Disposiciones propiamente normativas: ya sean de carácter
inmediatamente obligatorio o preceptivo, o de preceptividad diferida, no
inmediata. 2) Disposiciones directivas o programáticas: directivas para la
acción que, sin ser obligatorias, deben guiar la actuación futura del legislador
y del gobierno. 3) Disposiciones institutivas u organizativas: las que crean
órganos o instituciones.
Lecturas recomendadas
Para saber más: Ponemos a tu disposición dos interesantes documentos que
encontrarás en internet y te ayudarán a ampliar el tema que hemos estudiado.

 Documento 1: La  constitucion Política , Jaime Guzmán Errázuriz

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2649297

 Documento 2: El Preámbulo de la Constitución Política, Jaime Guzmán


Errázuriz               https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=4897810

Conclusiones
Podemos concluir este tema referido a Los Delitos Contra la Vida, el Cuerpo y
la Salud resaltando las siguientes ideas:
-  El concepto de Constitución del Estado lleva, en sí, un carácter polémico, es
uno de los conceptos que ofrece mayor pluralidad de formulaciones dentro de
la teoría constitucional.   Se trata de un concepto muy controvertible, porque
tiene un alto contenido político que se nutre básicamente de contenidos
ideológicos.
- Según que las constituciones cumplan o no su finalidad propia de limitar el
poder político, se clasifican en constituciones normativas (cuando la
cumplen), nominales (no la cumplen del todo, pero se espera que la cumplan)
y semánticas (ni siquiera intentan cumplirla, de modo que no son realmente
constituciones, sino simples caretas o disfraces de constitución).
- El contenido mínimo de una constitución para ser tal (a lo que suelen
limitarse las lacónicas) es el siguiente:1) La división de poderes. 2) Las
relaciones entre los tres poderes y entre ellos y el pueblo. 3) Los derechos y
libertades de los ciudadanos, enunciados clara y concisamente. 4) El
procedimiento de reforma constitucional, en las constituciones rígidas.

Tema 03: Métodos de interpretación


Constitucional y la importancia del
control constitucional”
Sitio: Programa de Educación a Distancia

Curso: SP - NC - DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANO


Tema 03: Métodos de interpretación Constitucional y la importancia del control
Libro:
constitucional”

Imprimido
ANA CECILIA ARAYA CAPRISTAN
por:

Día: sábado, 14 de diciembre de 2019, 10:02

Tabla de contenidos
 Bienvenida

 Logros de aprendizaje

 Organizador gráfico del tema

 3.1. Criterios de interpretación del Tribunal Constitucional.


o 3.1.1. .- Interpretación Sistemática.-
o 3.1.2.- Interpretación Institucional
o 3.1.3. .- Interpretación Social.-
o 3.1.4. - Interpretación Teleológica
o 3.1.5. Interpretación Axiológica
o 3.1.6. Teoría De Los Derechos Innominados
o 3.1.7. Tribunal Constitucional: Interpreta en contra de La Constitución.

 3.2. Métodos de Interpretación.

 3.2.1. El método literal

 3.2.2. El método de la ratio legis.

 3.2.3. El método sistemático.

 3.2.4. El método histórico

 3.2.5. El método Sociológico

 3.3. Sistemas o modelos de control constitucional.

 Lecturas recomendadas

 Conclusiones

 Metacognición

 Referencias

Bienvenida
¡Bienvenidos!
 
Estimado estudiante, bienvenidos a nuestro tercer tema de estudio, los
contenidos que a continuación desarrollaremos nos permitirá identificar, los
criterios de interpretación por el Tribunal constitucional, Métodos de
interpretación, Sistemas o modelos de control constitucional, luego realiza las
actividades contempladas en el aula virtual, donde encontrarás un vídeo
complementario del tema.
.

Logros de aprendizaje
Durante este tema el estudiante:

 Estudia los  criterios de interpretación por el Tribunal constitucional


 Estudia los Métodos de interpretación.
 Sistemas o modelos de control constitucional.

Organizador gráfico del tema


Observemos detenidamente el siguiente mapa conceptual, es una síntesis de
los contendidos temáticos que estudiaremos, durante esta sesión de
aprendizaje.
¿Qué conceptos te llaman la atención?

3.1. Criterios de interpretación del Tribunal


Constitucional.
.

3.1.1. .- Interpretación Sistemática.-


Sentencia 08 de enero del 1998. Exp. 0273-93-AA-TC; el Tribunal ha
afirmado que la aplicación e interpretación de las normas constitucionales no
debe realizarse aisladamente sino debe efectuarse de manera sistemática.
Supone que la Constitución es un sistema normativo, es decir un conjunto de
partes que se interrelacionan según ciertos principios. Toda la Constitución
tiene una armonía interna que permite solucionar los problemas de
interpretación y aplicación del Derecho Constitucional. (Exp. 0273-93-AA-
TC)
 
En conclusión la interpretación sistemática trata de mirar íntegramente la
Constitución y de dar respuestas normativas constitucionales. Ello quiere decir
que metodológicamente para analizar cada problema constitucional debemos
revisar no solamente la regla aplicable sino todo el texto constitucional. 
Ejemplos Tribunal Constitucional: en materia de interpretación de los
derechos constitucionales, el operador judicial no puede olvidar que de
conformidad con la cuarta Disposición Final y Transitoria de la constitución,
la comprensión de las cláusulas que reconocen o limitan derechos debe
interpretarse en armonía con lo que sobre ellas hayan realizado los tratados
internacionales en materia de derechos humanos. De ahí que en materia de
derechos humanos el operador judicial no puede sustentar sus decisiones
amparándose únicamente en una interpretación literal de uno o más preceptos
constitucionales.
 
Art. 62 de la Constitución es una disposición que está referida a los contratos
en general dentro de su primer párrafo y a los contratos Ley en el segundo
párrafo. En cada uno de estos dos párrafos hay diferentes normas. Siendo
técnicamente correcto hacer una interpretación sistemática entre las diversas
normas de un mismo dispositivo.
Art. 139 de la Const. Inc. 14. El mismo que garantiza el derecho de defensa en
todos los ámbitos jurídicos, y no se trata solo de un derecho subjetivo sino
también de un principio constitucional para toda la actividad jurisdiccional. Se
trata entonces de una norma constitucional principio y por tanto no se puede
hacer una interpretación exclusivamente literal que restrinja su aplicación a
los procesos jurisdiccionales.
Al ser un principio general a toda actuación donde la persona necesite
defensa, por consiguiente también es aplicable desde los primeros momentos
de la investigación policial.

3.1.2.- Interpretación Institucional


Es aquella que permite identificar en las disposiciones constitucionales una
lógica hermenéutica unívoca, la que debe considerar a la persona humana
como el fundamento primero del Estado Social y Democrático de Derecho. En
efecto las normas constitucionales no pueden ser comprendidas como átomos
desprovistos de interrelación. Su sistemática interna obliga a apreciar a la
norma fundamental como un todo unitario. Lo particular de la interpretación
institucional es que no solamente se interrelacionan las normas entre sí, sino
también lo hacen las instituciones constitucionales.
 
Ejm: la persona humana. Su prioridad está establecida en el art. 1 de la
Constitución y con todos sus derechos en el art. 2 y también todos los demás
existentes según el art. 3. Relacionándose con esa integralidad institucional
con la institución del Estado Social y Democrático de Derecho. De manera
que el Estado al servicio de la persona humana. No se puede entonces analizar
por separado a la persona humana y al Estado Social y Democrático de
Derecho dentro de la Constitución, ya que existe una lógica integradora
uniforme.

3.1.3. .- Interpretación Social.-


Teniendo en cuenta que la Const. Contiene normas reglas y normas principio,
siendo exactamente estas últimas las que contienen los postulados políticos
sociales y político económicos. La finalidad de la Interpretación Social es
aplicar de la mejor manera dichos postulados, para ello es necesario vincular
las normas previstas en la Const. Con la realidad cotidiana. 
Por su parte la interpretación social permite maximizar la eficiencia de los
derechos económicos, sociales y culturales en los hechos concretos, de modo
tal que las normas programáticas (dentro de las cuales reside la clave del bien
común), no aparezcan como una mera declaración de buenas intenciones, sino
COMO UN COMPROMISO CON LA SOCIEDAD. (Exp. N° 008-2003-AI-
TC).
Ejm: T.C ha estudiado la interpretación social a propósito del art. 103 de la
Const. “Pueden expedirse leyes especiales porque así lo exige la naturaleza de
las cosas”.  Esto es la realidad y la realidad tienen una estructura, unas
relaciones y una composición. El derecho regula dicha realidad en sus
diversos aspectos: social, económico, político. No puede haber una
desvinculación entre derecho y sociedad, por consiguiente el derecho
constitucional no puede aplicarse al margen de la realidad social.
Un caso específico donde el Tribunal Constitucional aplicó la interpretación
social es: cuando el Estado había dictado una ley que establecía que, en ciertos
ámbitos de la ciudad, se podía inscribir la propiedad mediante un formulario,
documento privado que no es una escritura pública. Se presentó una acción de
inconstitucionalidad donde se señalaba que el no uso de la escritura pública
creaba inseguridad jurídica. El T.C estableció en el Exp. 0001-0003-2003-AI-
TC, la cosa, a la que alude el art. 103, es decir la inscripción registral es
costosa y la realidad social objetiva informa que dicha funcionalidad se
cumple tan solo de modo parcial, pues, los altos costos de transacción impiden
el acceso al registro de los sectores de menor poder adquisitivo, y dado que el
citado párrafo de la const. Está orientado a que la inscripción registral
recupere su funcionalidad, reduciendo los costos de transacción en el acceso a
registros de los menos favorecidos, el T.C consideró haber legislado NO en
contra de la naturaleza de las cosas sino por el contrario así lo exigía la norma.
(Exp. 0001-0003-2003-AI-TC) 
 
El tribunal Constitucional  sostuvo que la seguridad no solo es el instrumento
que se utiliza para inscribir (formulario o escritura pública), sino la propia
inscripción, y que en la realidad el uso de la escritura pública encarece mucho
el trámite, por lo que para la seguridad de las propiedades es correcto
inscribirlas mediante un formulario más barato.

3.1.4. - Interpretación Teleológica


La teleología se define como la teoría de las causas finales. Así el art. 1 de la
Cont. Concibe a la persona humana como el fin supremo de la sociedad y del
Estado. De modo que la garantía de su vigencia dentro de nuestra Const. No
puede limitarse solamente a la posibilidad del ejercicio de pretensiones por
parte de los diversos individuos, sino que también debe ser asumida por el
Estado como una responsabilidad teleológica.
 
El Tribunal Constitucional considera que la garantía de la vigencia de los
derechos humanos debe ser asumida por el Estado como una responsabilidad
teleológica. Así ha sido establecido en nuestra const. Art. 44, la misma que
establece que son deberes primordiales del Estado peruano: defender la
soberanía nacional, garantizar la plena vigencia de los derechos humanos,
proteger a la población, promover el bienestar general, etc. Este art. 44 es una
de las piedras angulares para determinar la teleología de la constitución. Ejm.
El estado recauda impuestos, los mismos que constituyen fondos necesarios
para que éste pueda cumplir con las actividades que constitucionalmente se le
ha confiado: servicios públicos.

3.1.5. Interpretación Axiológica


De acuerdo al criterio axiológico, el intérprete asume que la tarea de
interpretación consiste en adecuar el resultado, en la medida de lo posible, a
ciertos valores que deben imperar en la aplicación del Derecho. Así, por
ejemplo, entre una solución que perjudique la libertad y otra que la favorezca,
preferirá la segunda; entre la solución justa y la injusta se inclinará por la
primera y así sucesivamente.
Los valores que puede perseguir el intérprete son varios, y pueden estar
ordenados de manera distinta. En otras palabras, los valores que elige y la
escala axiológica que forma con ellos pertenecen a su propia decisión, por lo
que no puede darse aquí una idea más precisa ni una fórmula general. Sin
embargo, lo que debe quedar claro es que el criterio axiológico, por oposición
al tecnicista, sí hace intervenir elementos extraños a lo propiamente técnico-
jurídico en la tarea de interpretación, que provienen que la axiología como
disciplina filosófica (Rubio, 2011.p. 235)

3.1.6. Teoría De Los Derechos Innominados


Todo parte del art. 3 de la cont. Donde se han establecido derechos
innominados. El Tribunal Constitucional ha dicho que el art. 3 de la Const.
Prevé la individualización de nuevos derechos en función a esta teoría.
De esta forma a partir de esta norma abierta pueden ingresar como derechos
fundamentales reconocidos detalladamente en la Ley especificaciones a los
derechos enumerados a la constitución. Ejm. Art. 65 de la Const. Que protege
en términos generales al consumidor y al usuario. Cuando la norma de rango
de Ley establece derechos más detallados en favor del consumidor, estos se
integran al bloque de constitucionalidad, siendo por tanto que el Tribunal
Constitucional considera que existe el concepto de bloque de
constitucionalidad porque permite considerar como desarrollo constitucional
al contenido de las normas.
 Así pues, los derechos innominados enriquecen el contenido constitucional de
los derechos expresamente establecidos y constituyen una fuente adicional de
significados constitucionales para la interpretación jurídica.

3.1.7. Tribunal Constitucional: Interpreta en contra de La


Constitución.
Muchas veces el Tribunal Constitucional ha preferido la interpretación
sistemática e institucional a la interpretación literal. Ejm: art. 100 de la Const.
“En caso de resolución acusatoria de contenido penal, el Fiscal de la Nación
formula denuncia ante la Corte Suprema en el plazo de cinco días. El Vocal
Supremo Penal abre la instrucción correspondiente”. Ante esto el T.C
considera que no existen criterios razonables que permitan concluir que la
prerrogativa del antejuicio deba dar lugar a algún grado de interferencia con la
independencia de los poderes públicos encargados de la persecución del
delito; observando el T.C, con preocupación lo expuesto en el tercer y quinto
párrafo del art. 100. El T.C, considera que las referidas Disposiciones son
contrarias a lo establecido por el principio fundamental sobre los que se
sustenta el Estado Democrático y de Derecho: la separación de poderes.
Imponiéndose de esta manera la ausencia de toda injerencia en las funciones
esenciales de cada una de las instituciones que organizan el Estado, menos
puede aceptarse la limitación de los principios de Unidad, Exclusividad e
independencia en la función jurisdiccional (inc. 1 y 2 del art. 139), siendo
pues que el T.C ha exhortado al congreso a realizar la reforma constitucional
correspondiente.
 
Así, pues, el T.C ha hecho una interpretación Sistemática Institucional, según
la cual por principio de separación de poderes, EL CONGRESO NO PUEDE
IMPONER, que el Fiscal de la Nación y el Poder Judicial actúen como
simples tramitadores

3.2. Métodos de Interpretación.


Los métodos de interpretación son procedimientos metodológicos en base a
los cuales podemos obtener conclusiones positivas frente al qué quiere decir la
norma jurídica, desentrañando, al aplicarlos, diversos contenidos provenientes
de los criterios antes mencionados. Es decir, los métodos de interpretación
esclarecen el significado de las normas utilizando, cada uno, variables de
interpretación distintas a las de los demás. Criterios y métodos de
interpretación están estrechamente vinculados. Los criterios determinan el uso
y las diversas combinaciones posibles de los métodos. A ellos nos referimos
cuando decimos que la posición axiomática de interpretación determina
también la metodología con la cual trabajar. (Du Pasquier, Claude, 1983.p.
114).
 
En materia de métodos de interpretación ha habido aportes superpuestos en
distintos momentos de la historia del Derecho. Las traducciones y la manera
de pensar de di-versas épocas han generado una gran confusión conceptual y
terminológica. Para una visión global de los aportes de las diversas escuelas
puede consultarse cualquier manual de introducción o historia del Derecho.
Especialmente accesible en nuestro medio es el de Claude Du Pasquier11.
Pretendemos aligerar este trabajo con la mención e ingresar directamente a la
exposición de los métodos acumulados a través del tiempo para, luego, hacer
las necesarias referencias y explicaciones históricas en el tratamiento de cada
uno de ellos.
Atendiendo a esta diversidad terminológica y conceptual, vamos a tomar una
nomenclatura que consideramos válida, sobre todo porque tiene la virtud de
describir lo esencial de cada método. Según ello, los métodos que trabajamos
son los siguientes: literal, ratio legis, sistemático por comparación con otra
norma, sistemático por ubicación de la norma en el sistema, histórico y
sociológico. (Rubio, 2011.p. 238)

3.2.1. El método literal


Para el método literal, el procedimiento de interpretación consiste en
averiguar lo que la norma denota mediante el uso de las reglas lingüísticas
propias al entendimiento común del lenguaje escrito en el que se halla
producida la norma, salvo que los términos utilizados tengan algún significado
jurídico específico y distinto del común, en cuyo caso habrá que averiguar
cuál de los dos significados está utilizando la norma. Es decir, el método
literal trabaja con la gramática y el diccionario.
El método literal es la puerta de entrada a la interpretación dentro de cualquier
sistema jurídico basado en la escritura. Esto es evidente desde que el método
literal no es sino el decodificador elemental y necesario para los distintos
sujetos de la sociedad, sobre lo que escribió en la norma jurídica quien tenía la
potestad de producirla.
El método literal, por tanto, se utiliza siempre. Sin embargo, podemos
hacernos dos preguntas teóricas de importancia:
1. ¿El método literal debe ser utilizado solo o, en todo caso, preferentemente a
los otros métodos?
2. ¿Es el método de interpretación literal autosuficiente o, más bien, necesita
siempre de la complementariedad de otros?
Sobre la primera pregunta, los tratadistas de las ramas más asentadas y
tradicionales del Derecho como la civil, la penal o las procesales, sostienen a
menudo que cuando el método literal produce un resultado interpretativo
suficiente, debe excluir la aplicación de los demás métodos de interpretación.
Naturalmente, esta posición se sustenta en un punto de partida tecnicista que
busca ante todo la vigencia de la ley, con exclusión de toda otra
consideración. Históricamente, tuvo su momento más importante en la etapa
de la exégesis francesa, en los años inmediatamente siguientes al Código de
Napoleón (vigente en 1804).
La exégesis francesa, sin embargo, nunca planteó la exclusividad del método
literal aunque sí su preponderancia y, muy pronto, aparecieron otras escuelas
con distinto pensamiento. Por ello consideramos importante ubicar
históricamente los criterios interpretativos predominantes, para no extrapolar
sus conclusiones en el tiempo y aplicarlas en contextos en los que no resultan
útiles ni convenientes.
Pero, más allá aún, vale la pena preguntarse (con nuestra segunda
interrogante) si el método de interpretación literal es autosuficiente o si, más
bien, necesita de la complementación de los otros métodos.
De hecho, el método literal deja sin solución a una multitud de problemas
interpretativos. Pensemos por ejemplo en aquella norma ya mencionada antes
que establece «La Constitución no ampara el abuso del derecho».
Dos problemas aparecen inmediatamente con el método literal. El primero
consiste en que si interpretamos ley en su sentido estricto (norma aprobada
por el Congreso de acuerdo al trámite constitucional preestablecido),
llegaremos al absurdo de decir que la ley no ampara el abuso pero que sí
podrán ampararlo normas legislativas distintas. El método literal aquí es pues
insuficiente.
Sin embargo, el concepto de abuso también es difícil de definir literalmente
porque decir que abuso es el uso excesivo y arbitrario de un derecho, tampoco
explica mucho los casos concretos. El método literal no aportará mucho a la
definición del abuso.
Podríamos multiplicar los ejemplos pero lo esencial está dicho: el método
literal es el primero a considerar necesariamente en el proceso de
interpretación porque decodifica el contenido normativo que quiso comunicar
quien dictó la norma. Sin embargo, el método literal suele actuar implícita o
explícitamente ligado a otros métodos para dar verdadero sentido a las
interpretaciones y, en muchos casos, es incapaz de dar una respuesta
interpretativa adecuada. Por tanto, su utilización preponderante es discutible.
(Rubio, 2011.p. 240)
En referencia a la interpretación de los derechos fundamentales, el Tribunal
Constitucional ha dicho expresamente que el método literal debe ser utilizado
pero por sí mismo es insuficiente:
En materia de derechos fundamentales el operador judicial no puede sustentar
sus de cisiones amparándose únicamente en una interpretación literal de uno o
más preceptos constitucionales, ya que, rara vez, la solución de una
controversia en este ámbito puede resolverse apelándose a este criterio de
interpretación (Exp.  1941 2002 AA)

3.2.2. El método de la ratio legis.


Según el método de la ratio legis, el «qué quiere decir» de la norma se obtiene
desentrañando su razón de ser intrínseca, la que puede extraerse de su propio
texto.
En efecto, el lenguaje suele denotar y connotar a la vez. El método de la ratio
legis busca esclarecer la norma en base a lo connotado: Si digo «el Presidente
de la República será elegido por un período de cinco años y deberá transcurrir
un período de gobierno para que quien ha ejercido el cargo pueda ser
reelegido», la razón de ser de la norma está orientada a evitar que una persona
ocupe la Presidencia por largo tiempo o de manera indefinida.
La razón de ser de la norma es llamada ratio legis en la teoría y se la debe
distinguir de algunas otras figuras aparentemente similares.
La ratio legis no es la intención que tuvo el legislador al dar la norma. Esta
debe buscarse en los documentos que van conformando la norma jurídica
(fundamentaciones, antecedentes, etcétera) mediante al uso del método
histórico. La ratio legis debe fluir del texto mismo de la norma o grupo
normativo que le es correspondiente. No supone una investigación que vaya a
documentos y fuentes distintas del propio texto de la norma sometida a
interpretación. (Rubio, 2011.p. 240)
En segundo lugar, la ratio legis se entiende como la razón de ser de la norma
jurídica propiamente dicha, en tanto que la ratio iuris es entendida como la
razón de ser del Derecho en general. Sobre esto volveremos a propósito de la
integración del Derecho. Hacemos la distinción, sin embargo, porque la ratio
legis emana directamente de la norma jurídica bajo interpretación y no es un
contenido abstraído de todo el Derecho.
La ratio legis no puede ser percibida siempre. Si digo: «cualquiera que por sus
hechos causa un daño a otro está obligado a indemnizarlo», la ratio legis podrá
ser que todo aquel que sufra un daño debe ser indemnizado, o que todo aquel
que cause un daño debe indemnizar.
Estas dos conclusiones no son siempre equivalentes en consecuencias. En este
caso, la ratio legis no es ubicable con precisión y el método de la ratio legis no
puede brindarnos gran ayuda para interpretar la norma.
Muchas veces, el método de la ratio legis ha sido considerado como
subjetivista porque, se dice, la ratio legis de una norma no existe: se la da el
que interpreta. El subjetivismo de la ratio legis es cierto. Sin embargo, con
ello no se invalida su uso. Lo recomendable es utilizar la ratio legis haciendo
una cuidadosa distinción entre las ideas personales y la ratio legis de la norma.
Por lo demás, este es un ejercicio siempre necesario.
En síntesis, entonces, el método de interpretación de la ratio legis otorga
significados a partir de la precisión de la razón de ser de la norma. Esta razón
de ser es distinta de la intención del legislador y de la ratio iuris, concepto de
mayor abstracción. Es un método importante, reconocido y en verdadero
ejercicio en nuestro medio jurídico. Sus límites son, de un lado, que la ratio
legis no siempre es claramente discernible en las normas jurídicas y, de otro,
que se puede prestar a una utilización subjetiva que reste méritos a su aporte
como método de interpretación. (Rubio, 2011.p. 241)
El método de la ratio legis es correspondiente a un criterio tecnicista que
resalta la importancia de la razón de la norma frente a otros criterios y
contenidos posibles.
El Tribunal Constitucional, luego de sostener que la interpretación literal es
insuficiente, añade que el intérprete:
Requiere, por el contrario, de un esfuerzo de comprensión del contenido
constitucionalmente protegido de cada uno de los derechos, principios o
bienes constitucionales comprometidos, para, después de ello, realizar una
ponderación de bienes (Exp.  2209 - 2002 AA)
3.2.3. El método sistemático.
Según el método sistemático por ubicación de la norma, su interpretación debe
hacerse teniendo en cuenta el conjunto, subconjunto, grupo normativo,
etcétera, en el cual se halla incorporada, a in de que su «qué quiere decir» sea
esclarecido por los elementos conceptuales propios de tal estructura
normativa.
 No obstante, el método sistemático de comparación de normas tiene que ser
utilizado con ciertas restricciones. Las fundamentales son:
1.  El método sistemático por comparación tiene que encontrar una ratio legis
equivalente en las dos normas que se comparan. Cuando la ratio legis de
ambas normas no es clara, el método de comparación no puede ser aplicado.
Como regla general, el método sistemático por comparación de normas debe
ser aplicado entre dos normas de carácter general. Usualmente no puede com-
pararse una norma general con una especial. La única posibilidad de hacer
esto ocurre cuando la norma especial no hace excepción a los principios que
subyacen a la norma general. Este aspecto podrá ser mejor comprendido cuan-
do analicemos la integración jurídica y trabajemos los principios generales del
Derecho en el capítulo siguiente. El método sistemático por comparación de
normas está emparentado con la integración jurídica, aun cuando
estrictamente hablando pertenece a la interpretación. Por consiguiente, lo que
aquí cabe decir es que, cuando comparemos una norma general con una
especial, tenemos que tener gran cuidado en determinar si los principios
subyacentes a ambas son los mismos. Si esto ocurre, entonces la comparación
puede ser posible. En caso contrario (que será lo usual), entonces el
sistemático por comparación no puede operar.
2. Tampoco se aplica el método a las normas prohibitivas y a las que
establecen sanciones que, por definición, son excepciones que contienen
principio distinto al de la norma general permisiva o autoritativa que les es
correspondiente.
3. La tercera observación que debe hacerse al método sistemático por
comparación con otras normas es que no se debe olvidar que el Derecho es un
gran sistema estructural conformado por conjuntos y subconjuntos, cada uno
de los cuales tiene a su vez principios y conceptos particulares, distintos de los
de los otros. Por lo tanto, el método del que hablamos solo puede ser aplicado
cuando los principios y conceptos son los mismos, nunca cuando son diversos.
Dada la estructura de sucesivos agregados que tiene el sistema jurídico, puede
perfecta-mente ocurrir que tal principio solo se aplique dentro de un
subconjunto, o que se aplique dentro de todo un conjunto, o que se aplique de
la misma manera en todo el Derecho. Este método deberá ser utilizado de
forma correspondiente.
4. Finalmente, este método contribuye a la aplicación del criterio tecnicista
con contenido dogmático y también, en menor medida, con contenido
sistemático.
Ante aparentes contradicciones de la Constitución, el Tribunal Constitucional
ha dicho que nunca ha sido ni será válido interpretar las disposiciones
constitucionales de manera aislada.
En síntesis, podemos decir que el método sistemático por comparación con
otras normas consiste en extender a la norma bajo interpretación los principios
o conceptos que luyen claramente del contenido de otras normas y que, en la
interpretada, no son ostensibles. Para que el método pueda ser válidamente
aplicado es necesario, primero, que tales principios y conceptos sean claros y
que sean los mismos en las normas a comparar lo que no ocurre en todos los
casos, y que el método se aplique to-mando en cuenta las eventuales
diferencias que puedan existir entre los conjuntos y subconjuntos a los que
pertenecen las normas utilizadas. (Rubio, 2011.p. 244)

3.2.4. El método histórico


Para el método histórico la interpretación se hace recurriendo a los contenidos
que brindan los antecedentes jurídicos directamente vinculados a la norma de
que se trate. Este método se fundamenta en que el legislador siempre tiene una
intención determinada al dar la norma jurídica, llamada intención del
legislador, que debe contribuir decisivamente a explicarnos su sentido.
Esta intención del legislador puede manifestarse a través de varias fuentes
directas e indirectas. Las principales son:

 Las fundamentaciones expresas de los proyectos legislativos, dejadas


por escrito por los mismos autores. Aquí podemos encontrar una
subclasiicación. De un lado, las llamadas «exposiciones de motivos» que
generalmente acompañan a los proyectos de leyes elaborados por
especialistas del Derecho que, así, dejan constancia de las razones por las
que proponen la norma y sus contenidos específicos. Mientras menos
modificaciones sufra el proyecto al convertirse en ley, mayor será la
utilidad de esta exposición de motivos.
 Otro tipo de documentos son las fundamentaciones que hacen los
ponentes de las normas ante el órgano legislativo. Estas
fundamentaciones, sin embargo, tienen un valor histórico restringido,
porque en los órganos colegiados la verdadera intención del legislador
generalmente no puede ser identificada, ya que votan muchas personas
en distintos sentidos. Estas fundamentaciones tienen mayor sentido
cuanto mayor unanimidad haya habido en una votación legislativa. A
veces, los fundamentos de la norma son puestos en una parte
considerativa que precede a las normas estrictamente dichas. Esta parte
considerativa es, efectiva-mente, una fuente histórica de los
fundamentos de dicha normatividad.
 También son importantes para el método histórico las normas en las
que el legislador declara haberse inspirado y las propias normas
derogadas, pues el cotejo entre ambas puede decir mucho del contenido
de la actual.
 Entre los contenidos importantes del método histórico está la
llamada ocassio legis, que podemos definir como aquella situación
concreta que fue la causa eficiente de la aprobación de una norma
jurídica    (Rubio, 2011.p. 249)

 
El Tribunal Constitucional ha insistido en la necesidad del uso de los
elementos de interpretación históricos en la siguiente sentencia:
El deber de motivar debió obligar […] no solo a realizar un mero análisis legal
de las normas de carácter tributario o a darle una interpretación textual o
literal, sino a sus-tentar su decisión de acuerdo a las normas de orden
constitucional que rigen el sistema tributario nacional. Además, debió utilizar
otros métodos de interpretación que tenga en cuenta los fines de la norma, el
contexto histórico, sus características, elementos, etcétera. Por ello, este
Colegiado considera que este extremo de las resoluciones no estuvo
debidamente motivado (Exp.  3283 - 2007 PA)

3.2.5. El método Sociológico


Para el método sociológico la interpretación de la norma debe realizarse
tomando en cuenta las variables sociales del más diverso tipo, del grupo social
en el que va a producirse la aplicación de la norma. Como es obvio, se funda
en el criterio sociologista de interpretación.
El método sociológico de interpretación supone el aporte de las distintas
ciencias sociales al esclarecimiento y adaptación de la normatividad a la
realidad y, en verdad, uno de sus objetivos centrales es trabajar para lograr tal
adecuación entre derecho y sociedad. Mucho se ha trabajado en los últimos
decenios en torno a este problema, en un esfuerzo sincero y no siempre
fructífero para enlazar ambos elementos y convertir al derecho de entelequia
autónoma en disciplina social. Sin embargo, no es a esto a lo que alude el
método sociológico de interpretación. No se trata, entonces, de una
sociologización del derecho sino, más bien, de hacer intervenir
consideraciones sociales para esclarecer el «qué quiere decir» la norma.
Un ejemplo especialmente aplicable a amplios sectores de nuestro país es el
siguiente: el matrimonio de prueba existe en muchos lugares de nuestra Sierra,
es conocido como servinakuy y consiste en una antigua y conocida tradición
de sociedades campesinas que consiste en hacer una prueba de conformación
de familia entre varón capaz de trabajar y mujer púber. Esto suele ocurrir,
entonces, entre varones mayores de edad y mujeres de los doce años en
adelante. Sin embargo, para el Código Penal, una relación sexual de este tipo
constituye un delito de violación de menor, aun cuando esta brindara su
aceptación, pues se la supone totalmente incapaz de hacerlo por la edad.
Evidentemente, aquí hay un choque de culturas y lo que para los sectores
occidentalizados de nuestra sociedad es una acción monstruosa, para otros
sectores sociales de cosmovisión tan válida como la otra, es algo
perfectamente legítimo y amparado por ancestrales costumbres.
Desde el punto de vista penal, sin embargo, aplicando el método sociológico,
nosotros podemos aducir falta de culpabilidad en el presunto agresor, pues no
hay en él la menor conciencia de estar haciendo algo reprobable y, menos aún,
delictuoso.
Naturalmente, esta es una interpretación que soslaya mucho de lo que es la
interpretación literal del derecho, dentro de la cual, la contundencia del
artículo 173 inciso 3 del Código Penal no admite discusión en este caso. Sin
embargo, aun en la rama penal, nos parece que la aplicación del método
sociológico para atenuar o eliminar la culpabilidad del presunto agresor en un
caso como este, puede ser altamente justificada.
El ejemplo del servinakuy es uno de naturaleza cultural, pero existen otros de
naturaleza diversa y no menos interesantes. Por ejemplo, la evolución del
derecho civil a reconocer cada vez más una culpa de riesgo, frente a la
tradicional culpa subjetiva.
Hasta hace doscientos años, los peores peligros para la vida y la propiedad
podían ser, probablemente, un caballo desbocado, una bala de cañón o una
temprana locomotora. Salvo la bala de cañón arteramente disparada, de todo
lo demás era relativamente fácil protegerse o, incluso, precaverse. Hoy en día,
sin embargo, el caballo desbocado puede ser sustituido por una tonelada (o
más) de metal desplazándose a ciento cincuenta kilómetros por hora bajo la
forma de un automóvil; la bala de cañón por un artefacto bélico cualquiera
que en caso de explotar, aun accidentalmente, puede dañar millones de vidas e
incalculable cantidad de bienes; y la locomotora antigua puede ser sustituida
por un tren súper rápido o, eventualmente por un avión. Hace doscientos años
nadie se podía electrocutar por acción humana pero hoy el hombre maneja
tantas fuerzas naturales como aprendiz de brujo que un cable de alta tensión o
un reactor atómico pueden causar muchos daños o devastar toda una región.
Podríamos poner muchos otros ejemplos, pero estos dos, de naturaleza
totalmente distinta, permiten ver la forma cómo el método sociológico puede
moldear el significado de las normas sin que ello signifique desnaturalizar las
instituciones y el modo de operar del Derecho. (Rubio, 2011.p. 252)
El Tribunal Constitucional ha resaltado la importancia de tomar en cuenta los
elementos de la realidad social para la interpretación de los derechos:
Por su parte, la interpretación social permite maximizar la eficiencia de los
derechos económicos, sociales y culturales en los hechos concretos, de modo
tal que las normas programáticas, en cuya concreción reside la clave del bien
común, no aparezcan como una mera declaración de buenas intenciones, sino
como un compromiso con la sociedad dotado de metas claras y realistas (Exp. 
0008 - 2003 AI)

3.3. Sistemas o modelos de control


constitucional.
3.2.1.  ORIGINARIOS.- Son aquellos que han surgido como consecuencia
de la actividad creadora de principios, categorías y reglas, destinadas a
asegurar la supremacía de la constitución. Puede ser de dos clases:
a) control político.  Se trata de un modelo que confía el control de la
constitucionalidad al órgano parlamentario en su condición de portavoz
omnicomprensivo de la soberanía popular.
b) control jurisdiccional.- se trata de un modelo que confía el control de la
constitucionalidad de manera directa o indirecta en un ente administrador de
justicia.
Éste puede ser: 1).- Difuso.- en este modelo la salvaguarda de la constitución
se encuentra a cargo del órgano judicial ordinario (Judicial Review). Así la
pluralidad de los jueces ordinarios tienen la potestad de establecer la
inconstitucionalidad de las normas dentro del marco de una controversia
judicial concreta en este caso no existe un órgano contralor especial, sino que
son los jueces comunes los que  ante una determinada controversia deberán
examinar si existe contradicción entre la norma invocada y los alcances de la
propia constitución, por lo que de ser el caso aplicarán el texto fundamental y
dejarán de hacer uso de la ley inconstitucional.
2).- Concentrado.- en este modelo la salvaguarda de la constitución se
encuentra a cargo de un órgano jurisdiccional especial, se confía el control de
la constitucionalidad a un ente particular y autónomo del resto de los órganos
del poder estatal. El resultado de la intervención jurisdiccional ocasiona que la
ley cuestionada sea anulada, inexistente de tal manera que la impugnación de
la ley por esta vía puede llevar a su cancelación definitiva en el ordenamiento
jurídico.
 
3.2.2. DERIVADOS.-
3.3.2.1.- el control orgánico mixto.- que surge como consecuencia de la
mezcla, fusión de dos o más modelos originarios, constituyendo un modelo
sui generis; en este modelo el órgano administrador de la justicia ordinaria
(poder judicial) ejerce simultáneamente un control difuso y concentrado,
según sea la naturaleza de la acción objeto de su conocimiento.
Se trata de un control orgánico mixto en razón a que un solo órgano la corte
suprema aparece como única instancia final, pues conoce tanto del control
incidental como del abstracto.
3.3.2.2. El control orgánico dual o paralelo.- surge como consecuencia de la
aplicación de dos modelos originarios que coexisten en forma independiente,
manteniendo cada uno de ellos sus propias características.
Es aquel que existe cuando en un mismo país, en un mismo ordenamiento
jurídico, coexisten el modelo americano y el modelo europeo, pero sin
mezclarse ni desnaturalizarse

Lecturas recomendadas
Para saber más: Ponemos a tu disposición dos interesantes documentos que
encontrarás en internet y te ayudarán a ampliar el tema que hemos estudiado.
-  Documento 1: La interpretación constitucional, Anibal Quiroga Leon  
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5084957.pdf
- Documento 2: Interpretacion Constitucional, Rudzinsky, Javier
http://www.derecho.uba.ar/graduados/ponencias/rudzinsky.pdf

Conclusiones
Podemos concluir este tema referido a Los Delitos Contra la Vida, el Cuerpo y
la Salud resaltando las siguientes ideas:
- En conclusión la interpretación sistemática trata de mirar íntegramente la
Constitución y de dar respuestas normativas constitucionales. Ello quiere decir
que metodológicamente para analizar cada problema constitucional debemos
revisar no solamente la regla aplicable sino todo el texto constitucional.
- En síntesis, podemos decir que el método sistemático por comparación con
otras normas consiste en extender a la norma bajo interpretación los principios
o conceptos que luyen claramente del contenido de otras normas y que, en la
interpretada, no son ostensibles.
- El método sociológico de interpretación supone el aporte de las distintas
ciencias sociales al esclarecimiento y adaptación de la normatividad a la
realidad y, en verdad, uno de sus objetivos centrales es trabajar para lograr tal
adecuación entre derecho y sociedad.
Tema 04: La Reforma constitucional
Sitio: Programa de Educación a Distancia
Curso: SP - NC - DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANO
Libro: Tema 04: La Reforma constitucional
Imprimido por: ANA CECILIA ARAYA CAPRISTAN
Día: sábado, 14 de diciembre de 2019, 10:03

Tabla de contenidos
 Bienvenida
 Logros de aprendizaje
 Organizador gráfico del tema
 4.1. Evolución en la historia constitucional peruana respecto a la Reforma
Constitucional.
 4.2. Definición de reforma constitucional.
 4.3. Justificación de la reforma.
 4.4. Fundamentos de la reforma.
 4.5. Funciones de la reforma.
 4.6. La Reforma Constitucional en el caso Mexicano
 4.7. La Reforma Constitucional en la Legislación Española, italiana y Alemania.
 Lecturas recomendadas
 Conclusiones
 Metacognición
 Referencias

Bienvenida
¡Bienvenidos!
 
Estimado estudiante, bienvenidos a nuestro cuarto tema de estudio, los
contenidos que a continuación desarrollaremos nos permitirá identificar la
Evolución histórica de la Constitución, Definición de reforma, Justificación de
la reforma, Fundamentos de la reforma, Funciones de la reforma, luego realiza
las actividades contempladas en el aula virtual, donde encontrarás un vídeo
complementario del tema.
Logros de aprendizaje
Durante este tema el estudiante:

 Estudia la evolución histórica de la Constitución


 Conoce la definición de reforma constitucional.
 Analiza la Justificación de la reforma constitucional.
 Analiza la Fundamentos de la reforma constitucional.
 Conoce las Funciones de la reforma constitucional.

Organizador gráfico del tema


Observemos detenidamente el siguiente mapa conceptual, es una síntesis de
los contendidos temáticos que estudiaremos, durante esta sesión de
aprendizaje.
¿Qué conceptos te llaman la atención?

4.1. Evolución en la historia constitucional


peruana respecto a la Reforma Constitucional.
4.1.1. Constitución de 1823: Constitución queda sujeta a la ratificación a
reforma de un congreso general compuesto de los diputados de todas las
provincias libres. Para la reforma los poderes de los diputados deberán
contener clausulas especiales que los autorice para ello.(Art. 191º-192º)
4.1.2. Constitución de 1826: Si pasados 4 años después de jurada la
Constitución, se advirtiera que algunos de sus artículos merece reforma, se
hará la proposición por escrito, firmada por 8 miembros de la cámara de
tribunos y apoyada por las dos terceras partes de los miembros presentes en la
cámara. (Art. 138).
4.1.3. Constitución de 1828: La propuesta de reforma debe surgir de la cuarta
parte que compone la cámara, su trámite es ordinario y su aprobación requiere
la convocatoria de Convención Nacional. No se establece mayoría calificada.
4.1.4. Constitución de 1834 y 1839: La propuesta de reforma podía ser
presentada en cualquiera de las cámaras, con el respaldo de un 1/3 de los
miembros. Resuelve el congreso por mayoría absoluta.
4.1.5. Constitución de 1856: El proyecto de reforma constitucional debe ser
aprobado en tres legislaturas distintas, previa discusión en cada una de ellas.
No se exige mayoría calificada.
4.1.6. Constitución de 1860: Se sanciona en un congreso ordinario y debía
ser ratificada en la siguiente legislatura ordinaria.
4.1.7. Constitución de 1920: Aprobación de reforma debe efectuarse en
congreso ordinario y ser ratificada en otra legislatura ordinaria. Se necesita la
aprobación de los 2/3 de los miembros de las cámaras.
4.1.8. Constitución de 1933: Debía ser aprobada por las cámaras en
legislatura ordinaria y debía ser ratificada por esta en otra legislatura
ordinaria. Para su aprobación se requiere la mayoría de votos.
4.1.9. Constitución de 1979: Se aprueba en legislatura ordinaria y ratificada
en otra legislatura ordinaria consecutiva. Aprobación y ratificación requiere
mayoría absoluta.

4.2. Definición de reforma constitucional.


 Actividad dirigida a modificar parcialmente una Constitución rígida,
utilizándose para tal efecto un procedimiento especial jurídicamente
preestablecido.
 Competencia extraordinaria que se encuentra indicada por el propio
ordenamiento constitucional (poder constituyente originario) a efectos de
conseguir una modificación.
 Ligada al proceso social que es dinámico y cambiante.
 Institución exclusivamente constitucional.

4.3. Justificación de la reforma.


La razonabilidad de la reforma se explica por:

 Una imperfecta acción constituyente originaria, es decir por omisión,


defecto o error por parte del legislador constituyente en la elaboración del
texto fundamental.
 Presencia de cambios en la sociedad política, por el surgimiento de un
desfase entre la norma y la realidad.
 Necesidad de defender la vigencia de la Constitución.

4.4. Fundamentos de la reforma.


La aspiración de la Constitución de establecer para el futuro un orden político,
jurídico y social, se vería frustrado si quedase a merced de posibles
alteraciones que cambiasen la organización del poder o vulnerasen los
derechos que en ella se fijan.
También es lógico pensar que la Constitución no puede quedar a la
disposición de poderes que deben su existencia a la misma, sería
contradictorio que la obra del poder constituyente esté sujeta a lo que
disponga el poder constituido.
Pero de la misma forma resulta improcedente, negar la posibilidad de reforma
de la Constitución, esto supondría que una generación podría establecer pautas
de una comunidad para siempre.
Jean-Jacques Rousseau manifiesta que no existe sociedad a quien no pueda
reconocerse el derecho a cambiar las condiciones generales de su existencia.
 
Thomas Jefferson también defendió que sería Antidemocrático negar a las
generaciones futuras la capacidad para decidir su propio modo de vivir.
(Burgoa Ignacio, 1994.)

4.5. Funciones de la reforma.


Tomando en consideración que la mayoría de las Constituciones actuales
prevén su propia reforma, continúan teniendo sentido, al menos teórico, las
siguientes palabras de Loewenstein:
“Una Constitución ideal sería aquel orden normativo conformador del
proceso político según el cual todos los desarrollos futuros de la comunidad,
tanto de orden político como social, económico y cultural, pudiesen ser
previstos de tal manera que no fuese necesario un cambio de normas
conformadoras”.
No obstante lo anterior, un texto constitucional, lo más que puede aspirar es a
servir de canalización, durante un cierto tiempo, de los conflictos sociales,
conteniendo disposiciones y cláusulas susceptibles de una plural
interpretación. Un ejemplo de ello es el caso de la Asamblea Constituyente
francesa de 1791, cuando declaró que “la nación tiene el derecho
imprescindible de cambiar su Constitución”, y la Constitución francesa de
1793 dispuso: “Una generación no puede sujetar con sus leyes a las
generaciones futuras”.
Pese a ello, todas las Constituciones nacen con una pretensión, más o menos
explícita, de permanencia e, incluso de perpetuidad. Pero la realidad
demuestra que los cambios constitucionales son relativamente frecuentes.
Estos cambios a que hemos hecho referencia no se producen necesariamente a
través de la reforma constitucional, ya que se pueden producir cambios no
articulados mediante las convenciones, usos y la propia interpretación
constitucional.
La reforma constitucional no puede ser considerada únicamente como un
mecanismo de cambio constitucional, por lo que podemos establecer que la
reforma cumple con dos funciones muy importantes:

 Como mecanismo de defensa de la propia Constitución: la reforma


constitucional implica el establecimiento de un procedimiento ad hoc para
su modificación, lo cual supone que la Constitución queda configurada
como Ley suprema, base de todo el sistema de garantías constitucionales.
 Como una manifestación del poder constituyente constituido:
Debido a que supone la existencia de un poder sujeto a límites. Por esta
razón, no es de extrañar la existencia de estos límites en los diversos
procedimientos de reforma, debiendo interpretarse que, como sucede en
nuestro caso, cuando éstos faltan hay que proclamar la existencia de
límites implícitos al poder de reforma.

Finalmente es necesario establecer que la reforma constitucional debe


garantizar tanto una estabilidad del texto constitucional (de ahí su mecanismo
de defensa) como su adecuación a los cambios sociales y políticos que se
produzcan. Esto nos conduce al problema de si los mecanismos de reforma
constitucional pueden ser considerados desde un punto de vista transformador.
Ciertamente, la técnica de la reforma constitucional puede implicar una
transformación progresiva del texto constitucional o, al menos, impedir
modificaciones de sentido contrario.
No obstante lo anterior, la función principal de la reforma constitucional, se
encuentra orientada a adecuar el texto constitucional a aquellas
transformaciones que se vayan produciendo; es decir, mediante ella se
trasladan al texto constitucional las transformaciones ocurridas en la realidad
constitucional, no siendo, propiamente, un motor de cambio, sino un cauce
adecuado para su expresión. (Cueva, 1982).
 

4.6. La Reforma Constitucional en el caso


Mexicano
 En un principio se podría responder con una obviedad diciendo que, cuando
cambien las condiciones de equilibrio de los factores reales de poder   que
concurrieron a su creación.
Lo anterior nos lleva a la necesidad de determinar si las condiciones de
equilibrio en que fue ordenada la Constitución han cambiado, y en su caso si
dichos cambios implican necesariamente una reforma integral al texto
constitucional.
En el supuesto de existir una variación importante de las condiciones políticas,
entre éstas y la Constitución y de no adecuarse al texto constitucional a las
mismas, se produce lo que Loewenstein llamó, “Mutación Constitucional”,
este autor señala que este “tipo de mutaciones se da en todos los países de
Constitución escrita”.
Volviendo al planteamiento inicial, de cuándo se puede determinar que es
necesaria una reforma integral al texto fundamental, es necesario reconocer,
que es difícil precisar en qué casos y bajo qué condiciones se justifica la
reforma de este tipo.
Los estudios comparativos a propósito de los cambios en los sistemas
constitucionales, sobre todo en los países de mayor desarrollo político,
aseguran que en un amplio número los casos se justifican cuando se trata de
un cambio total de régimen político, por ejemplo, cuando se pasa de una
monarquía a república, de la dictadura a la democracia, sobre todo si aquélla
estableció un régimen constitucional a su gusto y medida, como sucedió en
muchos países del continente americano en décadas pasadas y evidentemente
a mayor razón cuando por medio de una revolución violenta se derroca al
régimen prevaleciente.
Los casos citados, provocan la mayoría de las ocasiones que la Reforma
Constitucional sea total, pero no nos sirven para explicarnos los procesos de
reformas parciales y continuas del texto constitucional.
En el caso mexicano, de 1810 a 1857, se tuvo una Constitución en promedio
cada cinco años, cada una buscando derogar a la anterior; en ese periodo tuvo
nueve Constituciones, por ello se puede afirmar que a cada cambio de régimen
correspondió una ley fundamental; de república federal a central; de república
a monarquía, de gobierno congresional a dictadura constitucional, conocimos
hasta un imperio importado, el que también se dio su estatuto orgánico.
(González, M. y Caballero, J. 2002)
 Tratándose de las Constituciones de 1857 y de 1917, se optó por la reforma
parcial y sucesiva de los textos respectivos permaneciendo el cuerpo original.
La primera de ellas la de 1857 en los 60 años en que se conservó vigente
sufrió 71 reformas al texto original, su eficacia se vio interrumpida por la
Guerra de Reforma y la intervención francesa.
La Constitución Mexicana vigente de 1917, tampoco ha escapado a las
constantes reformas, ya que desde 1921, (año en que se realizó la primera
reforma al texto constitucional) a la fecha, se han realizado innumerables
reformas.
Es difícil tomar una posición tajante a favor o en contra de la reformabilidad
de la Constitución mexicana, a este respecto existen dos posiciones
irreductibles.
Por su parte están quienes se expresan radicalmente en contra de las reformas,
argumentando básicamente que sólo atienden a los intereses del poder público
y soslayan el fin último de la Constitución, que es establecer los principios
fundamentales que rigen a un sistema jurídico determinado. Quienes adoptan
esta posición, han demandado recientemente, que se realice una nueva
constitución argumentando que han sido tantos los cambios que la de 1917, ha
perdido su sentido original. Los que defienden la tesis contraria, aseguran que
las reformas a la Carta de Querétaro no han hecho sino actualizar el texto
originario y que, en todo caso, las modificaciones han reforzado el sentido
original que inspiró a los constituyentes de 1917, introduciendo aquellas
adiciones y reformas que escapaban a la regulación original. (González, M. y
Caballero, J. 2002)
Es por ende difícil, sino es que inconveniente, tomar una posición en torno de
sí las reformas realizadas han tenido un objetivo claro y congruente, dado lo
amplio y diverso que han sido tanto en su contenido como en sus
motivaciones.
Lo que es sin duda cierto es que las reformas realizadas han comprendido casi
todos los supuestos que la doctrina acepta como válidos para la reforma
constitucional.
Así hemos tenido reformas que han colmado lagunas de origen, las que han
ampliado derechos de los gobernados o facultades de los poderes públicos,
reformas explicativas y correctivas del texto original, como también ha habido
algunas innovadoras que actualizan el texto a las cambiantes condiciones
sociales.

4.7. La Reforma Constitucional en la


Legislación Española, italiana y Alemania.
4.1.1.      LA CUESTIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD EN
ESPAÑA, ITALIA Y ALEMANIA
En los párrafos siguientes describimos los rasgos básicos de esta institución y
su funcionamiento en España, Italia y Alemania.

 La cuestión de inconstitucionalidad en España

En el caso español, el artículo 163 de la Constitución precisa que "cuando un


órgano judicial considere, en algún proceso, que una norma con rango de
ley, aplicable al caso, de cuya validez depende el fallo, puede ser contraria a
la Constitución, planteará la cuestión ante el Tribunal Constitucional", antes
de que se dicte sentencia en el proceso ordinario. Se trata de un procedimiento
incidental y concreto de inconstitucionalidad. Esta solución fue recogida del
modelo establecido por la Constitución de Alemania de 1949 (Ley
Fundamental de Bonn), que permite conjugar dos principios constitucionales
básicos, la eficacia directa de la Constitución y el principio de respeto a la ley
por parte de los jueces ordinarios.
Es el propio Tribunal Constitucional español, el que determinara en la
sentencia 17/1981, que la cuestión de inconstitucionalidad es "un instrumento
puesto a disposición de los órganos judiciales para conciliar la doble
obligación en que se encuentran de actuar sometidos a la ley y a la
Constitución".
Dicha perspectiva argumentativa es plenamente válida al caso chileno en
virtud del artículo 6º inciso 1º de la Carta Fundamental. Los órganos del
Estado, por tanto, todos los tribunales, "deben someter su acción a la
Constitución y a las normas dictadas en conformidad a ella".
Así en el sistema constitucional español, la cuestión de inconstitucionalidad es
la que plantea ante el Tribunal Constitucional un juez o tribunal ordinario
cuando debe aplicar un precepto de rango legal y, de propia iniciativa o a
instancia de una de las partes, se considera de dudosa constitucionalidad. La
apreciación de la concurrencia de tales hechos es competencia exclusiva del
órgano judicial respectivo10.
La cuestión de inconstitucionalidad o juicio de vía incidental en Italia.
En el caso italiano, como señala uno de los autores clásicos, Paulo Biscaretti
di Ruffia, el procedimiento en vía incidental se encuentra regulado por el
artículo 1º de la ley constitucional de 1948 y por los artículos 23 a 30 de la ley
ordinaria de 195311.
La cuestión de constitucionalidad italiana respecto de un precepto con fuerza
de ley del Estado o de las regiones, puede plantearse en el curso de un proceso
ante el juez ordinario, ya sea por una de las partes o por el Ministerio Público,
en tal caso la autoridad jurisdiccional, "si el juicio no puede definirse
independientemente de la resolución de la cuestión y no estima que ella está
manifiestamente infundada, emite una ordenanza, con la cual, referidos los
términos y los motivos de la instancia, dispone la inmediata transmisión de los
autos al Tribunal Constitucional y suspende el juicio en curso"
 
 La cuestión de constitucionalidad puede ser planteada también de oficio por
el juez a quo. El tribunal correspondiente puede rechazar la excepción de
inconstitucionalidad por manifiesta irrelevancia o falta de fundamento,
debiendo motivarse adecuadamente. La sentencia del Tribunal Constitucional
que determina la inconstitucionalidad del precepto de rango legal produce
efectos erga omnes y ex nunc. A su vez, en aquellos casos en que se decide
que no está fundada la cuestión de inconstitucionalidad por el Tribunal
Constitucional, tal resolución vale sólo con los efectos de la preclusión para el
caso decidido, dejando abierta la posibilidad de que, en otros procesos, la
norma pueda volver a ser impugnada.
La cuestión de inconstitucionalidad o control concreto de preceptos legales en
Alemania
En Alemania, las cuestiones de inconstitucionalidad (Konkrete
Normenkontrolle) se plantean en aplicación del artículo 100, párrafo 1º,
número 2 de la Ley Fundamental y artículo 80 y siguientes de la ley relativa a
la Corte Constitucional Federal. En Alemania se parte de la concepción de que
toda ley que viole la Constitución es nula, por lo que todo juez debe examinar
si la ley que puede aplicar es válida. Si el juez llega a la convicción de la
inconstitucionalidad de la ley que va a aplicar con ocasión de la decisión de un
caso, no debe desconocer la ley, sino que "debe aplazar su decisión y
presentar la cuestión jurídica de validez de la ley ante el Tribunal
Constitucional Federal a fin de obtener una resolución de carácter
obligatorio". Luego de la decisión de la Corte Constitucional, la cual tiene
fuerza de cosa juzgada, el juez prosigue el proceso suspendido.
Esta perspectiva elimina normas legales inconstitucionales que eludieron el
control de constitucionalidad, ya sea porque los órganos políticos no
plantearon el tema al Tribunal Constitucional Federal, ya sea por falta de
dimensión política del tema o por razones de oportunidad política,
permitiendo que los jueces de oficio o a petición de parte inicien el proceso
que llevará a la decisión de la Corte Constitucional, dando plena fuerza
normativa a la Constitución.
La cuestión de inconstitucionalidad puede plantearse mientras la ley o norma
de rango legal se encuentre vigente. La cuestión puede plantearse a raíz de
cualquier tipo de procedimiento judicial y en cualquier instancia del mismo.
Una vez planteada la cuestión de constitucionalidad ante el Tribunal
constitucional por el juez ordinario, se suspende el plazo para dictar sentencias
hasta que el primero resuelva acerca de la constitucionalidad del precepto de
rango legal controvertido. El fallo del Tribunal Constitucional produce efectos
erga omnes, depurando el ordenamiento jurídico de normas inconstitucionales.

Lecturas recomendadas
Para saber más: Ponemos a tu disposición dos interesantes documentos que
encontrarás en internet y te ayudarán a ampliar el tema que hemos estudiado.
-  Documento 1: Reformas Constitucionales posibles y Reformas
Constitucionales Imposibles. Notas previas a la reforma de la Constitución,
Javier  García Fernández  
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4097821
-   Documento 2: La Reforma Constitucional, Carlos del Cabo Martìn
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6760668

Conclusiones
Podemos concluir este tema referido a Los Delitos Contra la Vida, el Cuerpo y
la Salud resaltando las siguientes ideas:

 La aspiración de la Constitución de establecer para el futuro un orden


político, jurídico y social, se vería frustrado si quedase a merced de
posibles alteraciones que cambiasen la organización del poder o
vulnerasen los derechos que en ella se fijan.
 Una imperfecta acción constituyente originaria, es decir por omisión,
defecto o error por parte del legislador constituyente en la elaboración del
texto fundamental.
 “Una Constitución ideal sería aquel orden normativo conformador del
proceso político según el cual todos los desarrollos futuros de la
comunidad, tanto de orden político como social, económico y cultural,
pudiesen ser previstos de tal manera que no fuese necesario un cambio de
normas conformadoras”.
 Finalmente es necesario establecer que la reforma constitucional debe
garantizar tanto una estabilidad del texto constitucional (de ahí su
mecanismo de defensa) como su adecuación a los cambios sociales y
políticos que se produzcan. Esto nos conduce al problema de si los
mecanismos de reforma constitucional pueden ser considerados desde un
punto de vista transformador

Tema 05: Órganos Constitucionales


Autónomos
Sitio: Programa de Educación a Distancia

Curso: SP - NC - DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANO

Libro: Tema 05: Órganos Constitucionales Autónomos

Imprimido
ANA CECILIA ARAYA CAPRISTAN
por:

Día: sábado, 14 de diciembre de 2019, 10:04

Tabla de contenidos
 Bienvenida

 Logros de aprendizaje

 Organizador gráfico del tema


 5.1. Teoría General de los Organismos Constitucionalmente Autónomos.

 5.1.1. Surgimiento de la noción de los órganos constitucionales autónomos.

 5.1.2. Definición de Organismo Constitucionalmente Autónomo

 5.1.3. Rasgos más relevantes de los órganos constitucionales autónomos

 5.1.4. Interacción entre los órganos constitucionales autónomos:

 5.2. Tribunal Constitucional.

 5.2.1. Orígenes

 5.2.2. Funciones

 5.2.3. Procesos Constitucionales

 5.3. Ministerio Público.

 5.4. Banco Central de Reserva del Perú.

 5.4.1. Definición

 5.4.2. Funciones

 5.4.3. Deberes

 5.4.4. Autonomía

 5.4.5. El Banco Central de Reserva

 5.5. Defensoría del pueblo.


o 5.5.1. Creación
o 5.5.2. Funciones

 5.6. La Contraloría General de la Republica


o 5.6.1. Misión
o 5.6.2. Atribuciones

 5.7. La Superintendencia de Banca, seguros y AFP.


o 5.7.1. Misión
o 5.7.2. Filosofía de Regulación y Supervisión
o 5.7.3. Principios de Regulación

 5.8. La Superintendencia de administración Tributaria.


o 5.8.1. Naturaleza
o 5.8.2. Funciones

 5.9. Jurado Nacional de Elecciones

 5.9.1. Naturaleza
o 5.9.2. Funciones:

 Lecturas recomendadas

 Conclusiones
 Metacognición

 Referencias

Bienvenida
¡Bienvenidos! 

Estimado estudiante, bienvenidos a nuestro quinto tema de estudio, los contenidos que a
continuación desarrollaremos nos permitirá identificar al Tribunal constitucional,
,Ministerio Publico , Banco central de reserva, Defensoría del pueblo, Contraloría
General de la república, Superintendencia De banca y Seguro, Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria, Jurado Nacional de Elecciones, luego realiza las
actividades contempladas en el aula virtual, donde encontrarás un vídeo
complementario del tema.

Logros de aprendizaje
Durante este tema el estudiante:

 Estudia la estructura del  Tribunal constitucional


 Conoce las funciones del Ministerio Publico.
 Analiza el rol del Banco central de reserva.
 Analiza las funciones de la Defensoría del pueblo.
 Conoce las Funciones de la Contraloría General de la república.
 Conoce las Funciones de la Superintendencia De banca y Seguro
 Describe la estructura de la Superintendencia Nacional de
Administración Tributaria.
 Analiza las funciones  Jurado Nacional de Elecciones

Organizador gráfico del tema


Observemos detenidamente el siguiente mapa conceptual, es una síntesis de
los contendidos temáticos que estudiaremos, durante esta sesión de
aprendizaje.
¿Qué conceptos te llaman la atención?

5.1. Teoría General de los Organismos


Constitucionalmente Autónomos.
.
5.1.1. Surgimiento de la noción de los órganos
constitucionales autónomos.
Si bien tradicionalmente se comprendía que un Estado estaba conformado por
tres poderes, concepción tradicional desde Montesquieu, en su obra “del
espíritu de las Leyes”; hoy en día pese a que la constitución peruana y con
poco rigor técnico equivocadamente insiste en el mismo postulado, se admite
que en sentido estricto, el poder del estado es UNO, que se divide en
diferentes funciones, cuyo ejercicio se confía a diversos organismos, en aras
de evitar su concentración. En ese orden de ideas el Poder del Estado es
dividido en un conjunto de funciones, las cuales son distribuidas a diferentes
entidades para que las ejerzan en condiciones de autonomía o dependencia.
 
La noción de órganos constitucionales autónomos, debe su origen a la
necesidad de explicar la naturaleza de esos nuevos elementos que obligan a
contar con organismos específicos para tal efecto y que a pesar de ser
esenciales a la estructura estatal, no encajan en la concepción tradicional de la
división tripartita del poder. En el Perú además de los equívocamente
denominados Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, contamos con entidades
cuya labor es de tal envergadura que no solo cuentan con autonomía
reconocida en el texto constitucional, sino que será la misma Constitución la
que nos precise las atribuciones que ostentan.

5.1.2. Definición de Organismo


Constitucionalmente Autónomo
Gierke y Jellinek, referían que estos son solo órganos estatales cuya existencia
es lo que determina su formación y cuya desaparición desorganiza
completamente al Estado.  Nosotros preferimos hablar de organismo.
Órgano.- Alude a toda aquella dependencia o repartición de un organismo, no
goza de autonomía y tiene como función el desarrollo de una actividad
determinada, ejem. La resolución de conflictos o gestión al interior del
organismo.
Organismo.- Alude a aquella entidad del estado que debe su existencia a la
constitución y a la ley, a la cual se la ha confiado la realización de una
actividad o de varias conexas entre sí en términos de autonomía.

5.1.3. Rasgos más relevantes de los órganos


constitucionales autónomos
Se caracterizan porque gozan de:

 De configuración directa e inmediata por la constitución, es decir que


son establecidos y determinados en sus aspectos esenciales y
fundamentales por la misma constitución.
 Participan en la dirección política del estado, es decir que tienen una
cuota de injerencia en la formación de la voluntad estatal.
 Son constitutivos de un modelo de estado asumido en un
ordenamiento dado, es decir que son calificados como troncales, su
desaparición traería como consecuencia la desorganización del aparato
estatal.
 Pertenecen al mismo rango jurídico político, quiere decir que ninguno
de ellos es parte integrante, dependencia u órgano del otro. Cada uno es
supremo.

Queda claro que si estamos ante un órganos constitucionales autónomos, cuyo


accionar lesiona un derecho fundamental o invade el ámbito de actuación de
otra entidad estatal de su mismo rango jurídico político, la institución que se
pronunciará será tanto la judicatura ordinaria, en los asuntos que le compete,
como el Tribunal Constitucional, en las materias que le son propias.

5.1.4. Interacción entre los órganos


constitucionales autónomos:
Tipos de relaciones que existen son:
a.- Conflicto competencial.- Es aquella discrepancia de corte jurídico que
surge entre dos organismos como consecuencia del no respeto del régimen de
distribución de competencias consagrado en el Ordenamiento Jurídico de un
Estado:
a.1.- Conflicto Positivo de Competencia.- Se manifiesta cuando dos o más
organismos recíprocamente afirman ser competentes para asumir la
realización de una labor concreta. Superando los límites regulados y
usurpando la potestad del otro.
 
a.2.- Conflicto Negativo de Competencia.- consiste en aquel escenario en el
cual los organismo involucrados niegan su potestad para ejercer una función
en el caso planteado. Ambos ostentan no ser competentes.
b.- Control.- Viene a ser la actividad de un sujeto, organismo u órgano, que
llamaremos controlante destinada a verificar o comprobar si la conducta,
comportamiento o el ejercicio de funciones realizada por otro sujeto,
organismo u órgano, que podríamos denominar controlado, se ajusta o no a los
parámetros establecidos para su ejecución, actividad de la cual podrá derivarse
una sanción.

5.2. Tribunal Constitucional.


.

5.2.1. Orígenes
Si bien se atribuye, sin discusión alguna, al célebre Kelsen, el haber sido el
mentor el creador del primer Tribunal Constitucional en el mundo (Cruz, 1987
p. 246-262); hoy, en rigor se debe igualmente señalar que ya había sido
propuesto desde Alemania por el padre de la Teoría del Estado y del cual
Kelsen se preciaba ser su discípulo (Kelsen, 2007 p. 82-84), aunque esta
cordial relación no prosperó (Aladar, 1976). Nos referimos a Georg Jellinek,
quien ya en 1885 había publicado para el editor vienés Alfred Hölder su breve
ensayo, titulado Ein Verfassungsgerichthof FürÖsterreich (un Tribunal
Constitucional para Austria). Profundo conocedor y atento observador de la
realidad constitucional austriaca, Jellinek había propuesto el término
“Verfassungsgerichtshof” concepto que, en el ensayo de jurista, encontraba
“su primera expresión completa”. (Lagi, 2007 p.162). Jellinek históricamente
sostenía que debería existir un órgano judicial con las características de un
Tribunal arbitral, de un “tercero neutral” y que esté lejos de la realidad política
de los partidos, para que la Constitución y su necesario respeto, no acabasen
por defender el “arbitrio del partido dominante y de las posiciones de los
partidos. (Lagi, 2007 p.162)
En el caso del Perú, la presencia primero de un Tribunal de Garantías
Constitucionales en la Constitución de 1979, y luego en la actual Constitución
de 1993 como Tribunal Constitucional, es similar a los otros modelos de un
órgano concentrado. El actual Tribunal mantiene, con todo, una particularidad
dentro de la singladura de la jurisdicción constitucional latinoamericana; y
Domingo García Belaunde ha acuñado una suerte de tipología sui géneris
denominada modelo “dual o paralelo de jurisdicción constitucional”, donde
coexisten tanto el modelo americano o difuso, con el concentrado (García,
2002). El Tribunal peruano tiene las siguientes competencias: conoce en
instancia única la acción de inconstitucionalidad; conoce en última y
definitiva instancia, las resoluciones denegatorias del hábeas corpus, amparo,
hábeas data y acción de cumplimiento; conoce los conflictos de competencia,
o de atribuciones asignadas por la Constitución conforme a ley (art. 202).
El Tribunal Constitucional es el órgano supremo de interpretación y control de
la constitucionalidad. Es autónomo e independiente, porque en el ejercicio de
sus atribuciones no depende de ningún órgano constitucional; se encuentra
sometido sólo a la Constitución y a su Ley Orgánica - Ley Nº 28301.
Al Tribunal Constitucional se le ha confiado la defensa del principio de
supremacía constitucional, es decir, que como supremo intérprete de la
Constitución, cuida que las leyes o actos de los órganos del Estado no socaven
lo dispuesto por ella. Interviene para restablecer el respeto a la Constitución
en general y de los derechos constitucionales en particular. El Tribunal se
compone de siete miembros elegidos por el Congreso de la República por un
período de cinco años. No hay reelección inmediata.

5.2.2. Funciones
Corresponde al Tribunal Constitucional:

 Conocer, en instancia única, la acción de inconstitucionalidad.


 Conocer, en última y definitiva instancia, las resoluciones denegatorias
de hábeas corpus, amparo, hábeas data, y acción de cumplimiento.
 Conocer los conflictos de competencia, o de atribuciones asignadas
por la Constitución, conforme a ley.

5.2.3. Procesos Constitucionales


El Código Procesal Constitucional, Ley Nº 28237, regula los procesos
constitucionales previstos en los artículos 200 y 202 inciso 3) de la
Constitución:
1.  Proceso de Hábeas Corpus
2.  Proceso de Amparo
3.  Proceso de Hábeas Data
4.  Proceso de Cumplimiento
5.  Proceso de Inconstitucionalidad
6.  Proceso de Conflicto de Competencia o de Atribuciones
7.  Proceso de Acción Popular
Los procesos constitucionales se clasifican en atención al objeto de protección
de cada uno de ellos. Existen tres clases:
Procesos de tutela de derechos.- Tienen por objeto la tutela jurisdiccional de
los derechos constitucionales y son los siguientes: proceso de hábeas corpus,
amparo, hábeas data y proceso de cumplimiento (acción de cumplimiento).
Procesos de control normativo.- Tienen por objeto proteger jurídicamente la
primacía de la Constitución respecto a las leyes o normas con rango de Ley,
en el caso del proceso inconstitucionalidad, y de la primacía de la
Constitución y de la ley respecto al resto de normas de jerarquía inferior a la
ley, en el caso del proceso de acción popular. En ambos procesos es el orden
jerárquico de las normas (principio de jerarquía de las normas) de nuestro
sistema jurídico el que constituye el objeto de protección de esta clase de
procesos (sistema de fuentes proscrita por nuestra Constitución Política).
Proceso de conflicto competencial.-Tiene por objeto la protección de las
competencias que la Constitución y las leyes orgánicas atribuyen a los poderes
del Estado, órganos constitucionales y a los gobiernos regionales y locales
(municipalidades). Está comprendido únicamente por el proceso de conflictos
constitucionales o de atribuciones. Son fines esenciales de los procesos
constitucionales garantizar la primacía de la Constitución y la vigencia
efectiva de los derechos constitucionales http://www.tc.gob.pe/tc_tribunal.php
visitada el 13/08/19 .
 
 

5.3. Ministerio Público.


5.1.1. Misión  
La Misión del Ministerio Publico es defender la legalidad y los intereses públicos
tutelados por la ley; prevenir y perseguir el delito; defender a la sociedad, al menor y a
la familia en juicio; velar por la independencia de los órganos jurisdiccionales y por la
recta administración de justicia.
5.1.2. Funciones    
El Ministerio Público cumple a través de los fiscales las siguientes funciones:
• Promover de oficio, o a petición de parte, la acción en defensa de la legalidad y los
intereses públicos tutelados por el Derecho.
• Velar por la independencia de los órganos jurisdiccionales y por la recta
administración de Justicia.
• Representar a la sociedad en los procesos judiciales.
• Conducir, desde su inicio, la investigación del delito.
• Ejercitar la acción penal de oficio o a petición de parte.
• Emitir dictamen previo a las resoluciones judiciales, en los casos que la Ley
contempla.
• Ejercer iniciativa en la formulación de las leyes y dar cuenta al Congreso, o al
Presidente de la República, de los vacíos o defectos de la legislación.

5.4. Banco Central de Reserva del Perú.


.
5.4.1. Definición
Los Bancos Centrales son instituciones presentes en la mayoría de los países y
tienen numerosos cometidos siendo su principal objetivo la promoción y
mantenimiento de la estabilidad financiera del país a través de políticas
económicas que ayuden a cumplir los objetivos económicos del país.
En otras palabras, los bancos centrales son los responsables de la política
monetaria de un país (o de un grupo como el caso del Banco Central Europeo)
con el principal objetivo de mantener estable los precios, mantener el valor de
la divisa (tipo de cambio frente a otras divisas) y mantener la estabilidad del
sistema financiero.
Los bancos centrales son entidades públicas que si bien deben ser autónomas,
se rigen por leyes que son aprobadas por el gobierno y sus directivos y
ejecutivos son nombrados por el mismo. No obstante cada vez se fortalece
más la independencia de los bancos centrales, sobre todo en los países
desarrollados. Las funciones y características de los bancos centrales les hacen
ser clave en el funcionamiento de la economía del país y tener una influencia
muy notable en las políticas económicas que lleven a cabo los gobiernos.

5.4.2. Funciones
Emisión Monetaria
El Banco Central asume la responsabilidad de administrar el sistema
monetario del país y como tal administrador es la única institución con
autoridad para emitir dinero, es decir, tienen el monopolio de la emisión de
dinero de curso legal. En algunos países el gobierno también puede emitir
billetes menores y monedas.

5.4.3. Deberes
A parte de sus funciones, un Banco Central tiene también sus deberes y
obligaciones. Como órgano público cabe destacar tres deberes básicos que
todo Banco Central debe cumplir:
Transparencia
Sobra decir que un Banco Central debe ser transparente. Como institución de
carácter público ha de poner a disposición del gobierno, ciudadanos y público
en general la información sobre sus evaluaciones, estrategias, procedimientos
así como las decisiones en política monetaria.
Reversión Del Beneficio
Los beneficios de los Bancos Centrales han de revertir en el país al que
pertenece en forma directa o aumentando los fondos de garantía que tome. 
Publicación de cuentas.
Como parte del deber de ser transparente, las cuentas de los Bancos Centrales
deben ser publicadas y estar disponibles no sólo ante las instituciones
públicas, sino también ante los ciudadanos. Para garantizar la transparencia y
claridad de estas cuentas se debe contar con auditores externos e
independientes al Banco Central encargados de la publicación y
comprobación de informes de actividades, balances y política.

5.4.4. Autonomía
El diccionario de la RAE, nos señala que el significado literal de autonomía es
“condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie”. Si
profundizamos más en el concepto encontraremos que, etimológicamente,
deriva de “autós” (uno mismo) y de “nomos”(ley), es decir, consiste en tener
la ley en uno mismo o, más precisamente, ser uno mismo su ley.
 
CUKIERMAN señala que, en la realidad histórica, se pueden encontrar dos
tipos de autonomías: la autonomía legal y la autonomía efectiva.
La autonomía legal es aquella que se da en una institución respondiendo a las
leyes que la rigen y que orientan su desenvolvimiento cotidiano. Esta
autonomía, generalmente, es precisada en la Constitución y en la Ley
Orgánica de la Institución.
La autonomía legal se refiere a la capacidad de un Banco Central de lograr la
estabilidad de precios, para ello toma un conjunto de indicadores que permiten
apreciar hasta qué punto el arreglo institucional bajo el cual opera un banco
central, es conducente al logro de la estabilidad de los precios. Un Banco
Central será más autónomo, cuanto menos independiente sea en fijar sus
objetivos, es decir, tendrá más autonomía si se le fija un único objetivo
(estabilidad de precios) por ley. De igual manera, será más autónomo cuanta
mayor libertad tenga en el diseño y ejecución de sus políticas, con excepción
de los límites impuestos para el financiamiento al gobierno

5.4.5. El Banco Central de Reserva


5.1.1.1. Definición Legal
El artículo 84 de la Constitución Política del Estado define al Banco Central
de Reserva “(…) una persona jurídica de derecho público.”
El Banco Central de Reserva del Perú se encuentra regulado por la
Constitución Política del Estado, por la Ley Nº 26123, Ley Orgánica del
Banco Central de Reserva del Perú y por el Estatuto del Banco Central de
Reserva, así como también por Circulares y otra normatividad.
5.1.1.2.            Finalidad
La justificación de la regulación del Banco Central de Reserva, de
conformidad con el artículo 84 de la Constitución Política del Estado “(…) es
preservar la estabilidad monetaria”.
 
La estabilidad monetaria es el principal aporte que el Banco Central puede
hacer a la economía del país pues, al controlarse la inflación, se reduce la
incertidumbre y se genera confianza en el valor presente y futuro de la
moneda, elemento imprescindible para estimular el ahorro, atraer inversiones
productivas y promover así un crecimiento sostenido de la economía.
Uno de los principales objetivos de los Bancos Centrales es mantener la
estabilidad de los precios, esto es, reducir la inflación. El principal
instrumento con el que cuentan para este cometido son los tipos de interés. Un
aumento en los tipos de interés reduce el aumento en la cantidad de divisa
disponible (masa monetaria) lo que frena el aumento de la inflación.
 
5.1.1.3.   Funciones
El Banco Central de Reserva del Perú asume las siguientes funciones: a)
regular la moneda y el crédito del sistema financiero, b) administrar las
reservas internacionales a su cargo; y, c) demás funciones que señala su Ley
Orgánica, de conformidad con el artículo 84 de la Constitución Política del
Estado.
 
5.1.1.4.Atribuciones
La Ley Orgánica del Banco Central de Reserva del Perú establece las
siguientes atribuciones:
• La emisión de billetes y monedas es facultad exclusiva del Estado, quien la
ejerce por intermedio del Banco.
• La acuñación de monedas con fines numismáticos o de inversión y convenir
su venta en los mercados del País o del exterior.
• La fijación de las tasas máximas de interés compensatorio, moratorio, y
legal, para las operaciones ajenas al Sistema Financiero.
• La fijación de los encajes adicionales que deben guardar las instituciones
financieras. Los fondos de encaje se componen del efectivo en poder de las
instituciones financieras y de los depósitos que ellas constituyan en el Banco.
• La concesión de créditos con fines de regulación monetaria. Sólo acceden a
ellos las instituciones financieras susceptibles de ser sometida al Régimen de
Vigilancia a que hace referencia la Ley General de Instituciones Bancarias,
Financieras y de Seguros, en tanto no se hallen sujetas a dicho régimen.
• La compra en el mercado secundario valores emitidos por el Tesoro Público.
• La realización de operaciones de mercado abierto con sus propios títulos y
con títulos negociables de primera calidad emitidos por terceros, con
excepción de acciones.
• La recepción de depósitos.
• La celebración de convenios y efectuar operaciones de créditos con
entidades del exterior, a fin de fortalecer la balanza de pagos.
• La realización con Bancos Centrales de otros países, o con las instituciones
que corresponda, así como con las instituciones financieras internacionales y
los bancos del exterior, las siguientes acciones: a) Recibir y efectuar
depósitos, en moneda nacional o extranjera; b) Celebrar convenios de crédito
y de pagos que contribuyan a facilitar principalmente el comercio exterior, así
como realizar las operaciones y funciones que se requieran para la ejecución
de tales convenios.
•  La compra y venta de divisas, oro y plata.
 
Prohibiciones
La Ley Orgánica del Banco Central de Reserva del Perú prohíbe la realización
de las actividades u operaciones siguientes:
• Conceder financiamiento al Tesoro Público, salvo en la modalidad de
adquisición en el mercado secundario de valores emitidos por el Tesoro
Público; en cuyo caso la tenencia de dichos valores no podrá superar en
ningún momento, valuados a su precio de adquisición, el cinco por ciento del
saldo de la base monetaria del cierre del año precedente.
• Extender avales, cartas - fianzas u otras garantías, y de emplear cualquier
modalidad de financiamiento indirecto, así como de otorgar seguros de
cualquier tipo. Las operaciones que efectúe en ejecución de los convenios de
pagos y créditos recíprocos no están afectas a la prohibición mencionada.
• Asignar recursos para la constitución de fondos especiales que tengan por
objeto otorgar créditos o efectuar inversiones para promover alguna actividad
económica financiera.
• Emitir títulos, bonos o certificados de aportación que sean de adquisición
obligatoria.
• Imponer coeficientes sectoriales o regionales en la composición de la cartera
de colocaciones de las instituciones financieras.
• Establecer regímenes de tipos de cambio múltiples.
• Comprar acciones, salvo las emitidas por organismos financieros
internacionales o aquellas que sea preciso adquirir para la rehabilitación de
empresas bancarias y financieras; participar, directa o indirectamente, en el
capital de empresas comerciales, industriales o de cualquier otra
índole. http://www.bcrp.gob.pe

5.5. Defensoría del pueblo.


.

5.5.1. Creación
Fue creada por la Constitución Política de 1993, como un organismo
constitucionalmente autónomo, para defender los derechos fundamentales,
supervisar el cumplimiento de los deberes de la administración estatal, así
como la eficiente prestación de los servicios públicos en todo el territorio
nacional.
La Defensoría atiende -en todo el país- quejas, consultas y pedidos de
ciudadanos que, por alguna causa, han experimentado la vulneración de sus
derechos. Elabora informes con recomendaciones o exhortaciones a las
autoridades, cuyo cumplimiento encuentra sustento en su poder de persuasión
y en la fortaleza de argumentos técnicos, éticos y jurídicos.
La Defensoría del Pueblo es, pues, un colaborador crítico del Estado que
actúa, con autonomía, respecto de cualquier poder público o privado, en
nombre del bien común y en defensa de los derechos de la ciudadanía. En
razón de ello, ejerce su mandato con objetividad, profesionalismo y
responsabilidad. Según el artículo 161 de la Constitución: La Defensoría del
Pueblo es autónoma. Los órganos públicos están obligados a colaborar con la
Defensoría del Pueblo cuando ésta lo requiere. Su estructura, en el ámbito
nacional, se establece por ley orgánica. El Defensor del Pueblo es elegido y
removido por el Congreso con el voto de los dos tercios de su número legal.
Goza de la misma inmunidad y de las mismas prerrogativas de los
congresistas. Para ser elegido Defensor del Pueblo se requiere haber cumplido
treinta y cinco años de edad y ser abogado. El cargo dura cinco años y no está
sujeto a mandato imperativo. Tiene las mismas incompatibilidades que los
vocales supremos.

5.5.2. Funciones
Según el artículo 162 de la Constitución: Corresponde a la Defensoría del
Pueblo defender los derechos constitucionales y fundamentales de la persona
y de la comunidad; y supervisar el cumplimiento de los deberes de la
administración estatal y la prestación de los servicios públicos a la ciudadanía.
El Defensor del Pueblo presenta un informe al Congreso una vez al año, y
cada vez que éste lo solicita. Tiene iniciativa en la formación de las leyes.
Puede proponer las medidas que faciliten el mejor cumplimiento de sus
funciones. El proyecto de presupuesto de la Defensoría del Pueblo es
presentado ante el Poder Ejecutivo y sustentado por un titular en  esa instancia
y en el Congreso. http://www.defensoria.gob.pe/defensoria.php

5.6. La Contraloría General de la Republica


.

5.6.1. Misión
Su misión es promover el desarrollo de una gestión eficaz y moderna de los
recursos públicos en beneficio de todos los peruanos.
Según el Artículo 82 Constitución Política del Perú: "La Contraloría General
de la República es una entidad descentralizada de Derecho Público que goza
de autonomía conforme a su Ley orgánica. Es el órgano superior del Sistema
Nacional de Control. Supervisa la legalidad de ejecución del Presupuesto del
Estado de las operaciones de la deuda pública y de los actos de las
instituciones sujetas a control. El Contralor General es designado por el
Congreso a propuesta del Poder Ejecutivo, por siete años. Puede ser removido
por el Congreso por falta grave”.

5.6.2. Atribuciones
✔ Presentar anualmente el informe de auditoría practicado a la Cuenta General de la
República (Art. 81).
✔ Supervisar la legalidad de la ejecución del Presupuesto del Estado, de las operaciones
de la deuda pública y de los actos de las instituciones sujetas a control (Art. 82).
✔ Realizar el control para que los Fondos destinados a satisfacer los requerimientos
logísticos de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional se dediquen exclusivamente para
ese fin (Art. 170).
✔ Facultad de iniciativa legislativa en materia de control (Art. 107).
 
Atribuciones de la CGR previstas en su Ley Orgánica (Artículo 22 de la Ley N° 27785)
✔ Tener acceso en cualquier momento y sin limitación a los registros, documentos e
información de las entidades, aun cuando sean secretos; así como requerir información a
particulares que mantengan o hayan mantenido relaciones con las entidades, siempre y
cuando no violen la libertad individual.
✔ Ordenar que los órganos del Sistema realicen las acciones de control que a su juicio
sean necesarias o ejercer en forma directa el control externo posterior sobre los actos de
las entidades.
✔ Supervisar y garantizar el cumplimiento de las recomendaciones que se deriven de
los informes de control emanados de cualquiera de los órganos del Sistema.
✔ Disponer el inicio de las acciones legales pertinentes en forma inmediata por el
Procurador Público de la Contraloría General de la República o el procurador del Sector
o el representante legal de la entidad examinada, en los casos en que en la ejecución
directa de una acción de control se encuentre daño económico o presunción de ilícito
penal.
✔ Normar y velar por la adecuada implantación de los Órganos de Auditoría Interna,
requiriendo a las entidades el fortalecimiento de dichos órganos con personal calificado
e infraestructura moderna necesaria para el cumplimiento de sus fines.
✔ Presentar anualmente al Congreso de la República el Informe de Evaluación a la
Cuenta General de la República, para cuya formulación la Contraloría General dictará
las disposiciones pertinentes.
✔ Absolver consultas, emitir pronunciamientos institucionales e interpretar la normativa
del control gubernamental con carácter vinculante, y de ser el caso, orientador.
Asimismo establecerá mecanismos de orientación para los sujetos de control respecto de
sus derechos, obligaciones, prohibiciones e incompatibilidades previstos en la
normativa de control.
✔ Aprobar el Plan Nacional de Control y los planes anuales de control de las entidades.
✔ Efectuar las acciones de control ambiental y sobre los recursos naturales, así como
sobre los bienes que constituyen el Patrimonio Cultural de la Nación, informando
periódicamente a la Comisión competente del Congreso de la República.
✔ Emitir opinión previa vinculante sobre adquisiciones y contrataciones de bienes,
servicios u obras, que conforme a ley tengan el carácter de secreto militar o de orden
interno exonerados de Licitación Pública, Concurso Público o Adjudicación Directa.
✔ Otorgar autorización previa a la ejecución y al pago de los presupuestos adicionales
de obra pública, y de las mayores prestaciones de supervisión en los casos distintos a los
adicionales de obras, cuyos montos excedan a los previstos en la ley de Contrataciones
y Adquisiciones del Estado, y su Reglamento respectivamente, cualquiera sea la fuente
de financiamiento.
✔ Informar previamente sobre las operaciones, fianzas, avales y otras garantías que
otorgue el Estado, inclusive los proyectos de contrato, que en cualquier forma
comprometa su crédito o capacidad financiera, sea que se trate de negociaciones en el
país o en el exterior.
✔ Designar de manera exclusiva, Sociedades de Auditoria que se requieran, a través de
Concurso Público de Méritos, para efectuar Auditorias en las entidades, supervisando
sus labores con arreglo a las disposiciones de designación de Sociedades de Auditoria
que para el efecto se emitan.
✔ Requerir el apoyo y/o destacamiento de funcionarios y servidores de las entidades
para la ejecución de actividades de control gubernamental.
✔ Recibir y atender denuncias y sugerencias de la ciudadanía relacionadas con las
funciones de la administración pública, otorgándoles el trámite correspondiente sea en e
lámbito interno o derivándolas ante la autoridad competente; estando la identidad de los
denunciantes y el contenido de la denuncia protegidos por el principio de reserva.
✔ Promover la participación ciudadana, mediante audiencias públicas y/o sistemas de
vigilancia en las entidades, con el fin de coadyuvar en el control gubernamental.
✔ Participar directamente y/o en coordinación con las entidades en los procesos
judiciales, administrativos, arbitrales u otros, para la adecuada defensa de los intereses
del Estado cuando tales procesos incidan sobre los recursos y bienes de éste.
✔ Recibir, registrar, examinar y fiscalizar las Declaraciones Juradas de Ingresos y de
Bienes y rentas que deben presentar los funcionarios y servidores públicos obligados de
acuerdo a Ley.
✔ Verificar y supervisar el cumplimiento de las disposiciones sobre prohibiciones e
incompatibilidades de funcionarios y servidores públicos y otros, así como de las
referidas a la prohibición de ejercer la facultad de nombramiento de personal en el
Sector Público en casos de nepotismo, sin perjuicio de las funciones conferidas a los
órganos de control.
✔ Citar y tomar declaraciones a cualquier persona cuyo testimonio pueda resultar útil
para el esclarecimiento de los hechos materia de verificación durante una acción de
control, bajo los apremios legales señalados para los testigos.
✔ Dictar las disposiciones necesarias para articular los procesos de control con los
Planes y Programas Nacionales, a efecto de visualizar de forma integral su
cumplimiento, generando la información pertinente para emitir recomendaciones
generales a los Poderes Ejecutivo y Legislativo sobre la administración de los recursos
del Estado, en función a las metas previstas y las alcanzadas, así como brindar asistencia
técnica al Congreso de la república en asuntos vinculados a su competencia funcional.
✔ Emitir disposiciones y/o procedimientos para implementar operativamente medidas y
acciones contra la corrupción administrativa, a través del control gubernamental,
promoviendo una cultura de honestidad y probidad de la gestión pública, así como la
adopción de mecanismos de transparencia e integridad al interior de las entidades,
considerándose el concurso de la ciudadanía y organizaciones de la sociedad civil.
✔ Establecer los procedimientos para que los titulares de las entidades rindan cuenta
oportuna ante el Órgano Rector, por los fondos o bienes del Estado a su cargo, así como
de los resultados de su gestión.
✔ Asumir la defensa del personal de la Institución a cargo de las labores de control
cuando se encuentre incurso en acciones legales, derivadas del debido cumplimiento de
la labor funcional, aun cuando al momento de iniciarse la acción el vínculo laboral con
el personal haya terminado.
✔ Establecer el procedimiento selectivo de control sobre las entidades públicas
beneficiarias por las mercancías donadas provenientes del extranjero.
✔ Ejercer el control de desempeño de la ejecución presupuestal, formulando
recomendaciones que promuevan reformas sobre los sistemas administrativos de las
entidades sujetas al Sistema.

5.7. La Superintendencia de Banca, seguros y


AFP.
.

5.7.1. Misión
La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP es el organismo encargado de
la regulación y supervisión de los Sistemas Financiero, de Seguros y del
Sistema Privado de Pensiones, así como de prevenir y detectar el lavado de
activos y financiamiento del terrorismo.  Su objetivo primordial es preservar
los intereses de los depositantes, de los asegurados y de los afiliados al SPP.
La SBS es una institución de derecho público cuya autonomía funcional está
reconocida por la Constitución Política del Perú. Sus objetivos, funciones y
atribuciones están establecidos en la Ley General del Sistema Financiero y del
Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca, Seguros y
AFP (Ley 26702).
Su misión es proteger los intereses del público, cautelando la estabilidad, la
solvencia y la transparencia de los sistemas supervisados, así como fomentar
una mayor inclusión financiera y contribuir con el sistema de prevención y
detección del lavado de activos y del financiamiento del terrorismo.

5.7.2. Filosofía de Regulación y Supervisión


El enfoque de la SBS es crear, a través de la regulación, un sistema de
incentivos que propicie que las decisiones privadas de las empresas sean
consistentes con el objetivo de lograr que los sistemas bajo supervisión
adquieran la solidez e integridad necesarios para mantener su solvencia y
estabilidad en el largo plazo.

5.7.3. Principios de Regulación


El enfoque de la SBS es crear, a través de la regulación, un sistema de
incentivos que propicie que las decisiones privadas de las empresas sean
consistentes con el objetivo de lograr que los sistemas bajo supervisión
adquieran la solidez e integridad necesarios para mantener su solvencia y
estabilidad en el largo plazo.
 
La SBS confía en el mercado como mecanismo de organización y asignación
de recursos, siempre que los incentivos dados por la regulación orienten a las
empresas a internalizar los costos sociales en sus decisiones. Para que este
enfoque se pueda desarrollar en la práctica, la SBS se apoya sobre la base de
cuatro principios básicos relacionados a (i) la calidad de los participantes del
mercado, (ii) la calidad de la información y análisis que respalda las
decisiones de las empresas supervisadas (iii) la información que revelan las
empresas supervisadas para que otros agentes económicos tomen decisiones y
(iv) la claridad de las reglas de juego.
 

 En cuanto a la calidad de los participantes del mercado, la regulación


de la SBS se basa en el principio de idoneidad. Si se desea que los
sistemas gocen de solidez e integridad, entonces es necesario asegurar
que quienes operan en el mercado sean personas de solvencia moral,
económica y que demuestren capacidad de gestión. Así, la regulación de
la SBS busca verificar que la dirección de las empresas supervisadas esté
en manos de personas idóneas. El principal énfasis de este principio se
encuentra en los requisitos de entrada al mercado.

 Respecto de la calidad de información y análisis empleado por las


empresas supervisadas, la regulación de la SBS se basa en el principio de
prospección. Esto quiere decir que, en la regulación de la SBS, se propicia
una visión prospectiva de los riesgos que enfrentan las empresas
supervisadas. Así, el énfasis está puesto en la necesidad de aplicar
sistemas que les permitan identificar, medir, controlar y monitorear sus
riesgos de una manera eficiente. Las empresas tienen libertad para
implementar los sistemas que crean más convenientes, pero la SBS
establece los parámetros mínimos que deben cumplirse para garantizar
un manejo prudente de los riesgos a que las empresas supervisadas están
expuestas.

 Finalmente, respecto de la claridad de las reglas de juego, la


regulación de la SBS se basa en el principio de ejecutabilidad. Este
principio persigue que las normas dictadas por la SBS sean de fácil
comprensión, exigibles y que puedan ser supervisadas. En esta dirección,
las normas de la SBS buscan cumplir con cuatro características básicas.

 
 En primer término, las normas deben ser de carácter general, es decir,
deben basarse en la exigencia de lineamientos generales y en la
definición de parámetros mínimos, dejando un margen prudencial para la
toma de decisiones por parte de las empresas supervisadas. En segundo
lugar, dichas normas deben estar bien acotadas, es decir, deben tener un
ámbito de acción claramente definido y éste debe girar en torno a algún
riesgo en particular. Asimismo, las normas deben ser claras, evitando
dejar lugar a interpretaciones erróneas. En cuarto y último término, las
normas deben establecer metas que puedan ser cumplidas por las
empresas
supervisadas. http://www.sbs.gob.pe/0/modulos/JER/JER_Interna.aspx?
ARE=0&PFL=0&JER=4

5.8. La Superintendencia de administración


Tributaria.
.

5.8.1. Naturaleza
La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria –
SUNAT, de acuerdo a su Ley de creación N° 24829, Ley General aprobada
por Decreto Legislativo Nº 501 y la Ley 29816 de Fortalecimiento de la
SUNAT, es un organismo técnico especializado, adscrito al Ministerio de
Economía y Finanzas, cuenta con personería jurídica de derecho público, con
patrimonio propio y goza de autonomía funcional, técnica, económica,
financiera, presupuestal y administrativa que, en virtud a lo dispuesto por el
Decreto Supremo N° 061-2002-PCM, expedido al amparo de lo establecido en
el numeral 13.1 del artículo 13° de la Ley N° 27658, ha absorbido a la
Superintendencia Nacional de Aduanas, asumiendo las funciones, facultades y
atribuciones que por ley, correspondían a esta entidad.
Tiene domicilio legal y sede principal en la ciudad de Lima, pudiendo
establecer dependencias en cualquier lugar del territorio nacional.

5.8.2. Funciones
Funciones y atribuciones de la SUNAT: Son funciones y atribuciones de la
Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria:

 Administrar, recaudar y fiscalizar los tributos internos del Gobierno


Nacional, con excepción de los municipales, así como las aportaciones al
Seguro Social de Salud (ESSALUD) y a la Oficina de Normalización
Previsional (ONP), y otros cuya recaudación se le encargue de acuerdo a
ley.
 Proponer al Ministerio de Economía y Finanzas la reglamentación de
las normas tributarias y aduaneras.
 Expedir, dentro del ámbito de su competencia, disposiciones en
materia tributaria y aduanera, estableciendo obligaciones de los
contribuyentes, responsables y/o usuarios del servicio aduanero,
disponer medidas que conduzcan a la simplificación de los regímenes y
trámites aduaneros, así como normar los procedimientos que se deriven
de éstos.
 Sistematizar y ordenar la legislación e información estadística de
comercio exterior, a fin de brindar información general sobre la materia
conforme a Ley, así como la vinculada con los tributos internos y
aduaneros que administra.
 Proponer al Poder Ejecutivo los lineamientos tributarios para la
celebración de acuerdos y convenios internacionales, así como emitir
opinión cuando ésta le sea requerida.
 Celebrar acuerdos y convenios de cooperación técnica y administrativa
en materia de su competencia.
 Promover, coordinar y ejecutar actividades de cooperación técnica, de
investigación, de capacitación y perfeccionamiento en materia tributaria y
aduanera, en el país o en el extranjero.
 Otorgar el aplazamiento y/o fraccionamiento para el pago de la deuda
tributaria o aduanera, de acuerdo con la Ley.
 Solicitar, y de ser el caso ejecutar, medidas destinadas a cautelar la
percepción de los tributos que administra y disponer la suspensión de las
mismas cuando corresponda.
 Controlar y fiscalizar el tráfico de mercancías, cualquiera sea su origen
y naturaleza a nivel nacional.
 Inspeccionar, fiscalizar y controlar las agencias de aduanas,
despachadores oficiales, depósitos autorizados, almacenes fiscales,
terminales de almacenamiento, consignatarios y medios de transporte
utilizados en el tráfico internacional de personas, mercancías u otros.
 Prevenir, perseguir y denunciar al contrabando, la defraudación de
rentas de aduanas, la defraudación tributaria, el tráfico ilícito de
mercancías, así como aplicar medidas en resguardo del interés fiscal.
 Desarrollar y aplicar sistemas de verificación y control de calidad,
cantidad, especie, clase y valor de las mercancías, excepto las que estén
en tránsito y transbordo, a efectos de determinar su clasificación en la
nomenclatura arancelaria y los derechos que le son aplicables.
 Desarrollar y administrar los sistemas de análisis y fiscalización de los
valores declarados por los usuarios del servicio aduanero.
  Resolver asuntos contenciosos y no contenciosos y, en este sentido,
resolver en vía administrativa los recursos interpuestos por los
contribuyentes o responsables; conceder los recursos de apelación y dar
cumplimiento a las Resoluciones del Tribunal Fiscal, y en su caso a las del
Poder Judicial.
  Sancionar a quienes contravengan las disposiciones legales y
administrativas de carácter tributario y aduanero, con arreglo a Ley.
  Ejercer los actos y medidas de coerción necesarios para el cobro de
deudas por los conceptos indicados en el inciso precedente.
  Mantener en custodia los bienes incautados, embargados o
comisados, efectuando el remate de los mismos cuando ello proceda en
el ejercicio de sus funciones.
 Adjudicar directamente, como modalidad excepcional de disposición
de mercancías, aquellas que se encuentren en abandono legal y en
comiso administrativo. La adjudicación se hará a las entidades estatales y
a aquellas a las que oficialmente se les reconozca fines asistenciales o
educacionales, sin fines de lucro.
  Desarrollar programas de información, divulgación y capacitación en
materia tributaria y aduanera.
 Editar, reproducir y publicar oficialmente el Arancel Nacional de
Aduanas actualizado, los tratados y convenios de carácter aduanero, así
como las normas y procedimientos aduaneros para su utilización general.
  Determinar la correcta aplicación y recaudación de los tributos
aduaneros y de otros cuya recaudación se le encargue de acuerdo a ley,
así como de los derechos que cobre por los servicios que presta.
  Participar en la celebración de Convenios y Tratados Internacionales
que afecten a la actividad aduanera nacional y colaborar con los
Organismos Internacionales de carácter aduanero.
 Crear, dentro de su competencia, administraciones aduaneras y
puestos de control, así como autorizar su organización, funcionamiento,
suspensión, fusión, traslado o desactivación cuando las necesidades del
servicio así lo requiera.
  Ejercer las demás funciones que sean compatibles con la finalidad de
la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria. http://www.sunat.gob.pe/institucional/quienessomos/index.h
tml

5.9. Jurado Nacional de Elecciones


.

5.9.1. Naturaleza
  Es un organismo constitucionalmente autónomo de competencia a nivel
nacional, cuya máxima autoridad es el Pleno, integrado por cinco miembros,
que son elegidos en diferentes instancias; su Presidente es elegido por la Sala
Plena de la Corte Suprema, los miembros son elegidos, uno por la Junta de
Fiscales Supremos, uno por el Colegio de Abogados de Lima, uno por los
Decanos de las Facultades de Derecho de las Universidades Públicas y uno
por los Decanos de las Facultades de Derecho de las Universidades Privadas.
Su conformación colegiada y la forma de elección, propicia su independencia
y una toma de decisiones basada en la deliberación.

5.9.2. Funciones:
a). Jurisdiccional: El Pleno, como máxima autoridad del JNE administra
justicia en materia electoral. Por mandato constitucional sus resoluciones son
dictadas en instancia final, definitiva y no son revisables.
✔      Inscribe candidatos/as a la Presidencia y Vicepresidencia de la
República y representantes ante el Parlamento Andino.
✔      Resuelve las apelaciones sobre inscripción de candidatos/as para los
cargos de Congresista, Presidente, Vicepresidente y Consejero Regional,
Alcalde y Regidor Municipal.
✔      Resuelve las apelaciones sobre tachas contra candidatos/as a la
Presidencia y Vicepresidencia de la República, representantes ante el
Parlamento Andino, Congresista, Presidente, Vicepresidente y Consejero
Regional, Alcalde y Regidor Municipal.
✔      Resuelve las apelaciones sobre actas electorales observadas y actas
impugnadas.
✔      Declara las nulidades, totales o parciales, de los procesos electorales, de
referéndum y otras consultas populares.
✔      Proclama los resultados electorales, a los/as candidatos/as electos/as y
otorga las credenciales correspondientes.
✔      Resuelve las apelaciones contra las resoluciones de la Oficina Nacional
de Procesos Electorales y el Registro Nacional de Identificación y Estado
Civil.
✔      Resuelve las apelaciones contra las resoluciones de la Oficina de
Registro de Organizaciones Políticas.
✔      Resuelve las apelaciones contra las resoluciones de los Jurados
Electorales Especiales (JEE).
✔      Se pronuncia en última instancia en los procesos de vacancia y
suspensión de autoridades regionales y municipales.
✔      Resuelve los Recursos Extraordinarios por afectación al debido proceso
a la tutela procesal efectiva, respecto de sus propias resoluciones.
✔      Los Jurados Electorales Especiales administran en primera instancia
justicia en materia electoral.
✔      Resuelve las impugnaciones de las elecciones de miembros del Consejo
Nacional de la Magistratura.
✔      Convoca a Referéndum y consultas populares.
 
b). Fiscalizadora: Mediante su Gerencia de Fiscalización Electoral, el JNE
garantiza el respeto a la voluntad ciudadana, fiscalizando:
✔      La legalidad del ejercicio del derecho de sufragio.
✔      La realización de los procesos electorales, de referéndum y otras
consultas populares, desde la convocatoria hasta la proclamación de los
resultados.
✔      La elaboración de los padrones electorales por parte de RENIEC, así
como su actualización y depuración final, previa a su aprobación en cada
proceso electoral.
✔      La capacitación de miembros de mesa por parte de la Oficina Nacional
de Procesos Electorales.
✔      La propaganda electoral que realizan los/as candidatos/as durante el
proceso electoral.
✔      El cómputo de votos que efectúa la Oficina Nacional de Procesos
Electorales.
✔      El desarrollo de las funciones de las encuestadoras.
✔      El comportamiento de los actores electorales (miembros de mesa,
electores/as, personeros/as, observadores/as, miembros de organizaciones
políticas, entre otros).
✔      La elaboración y distribución del material electoral.
✔      Las garantías del proceso electoral.
✔      La neutralidad de los funcionarios y organismos públicos.
✔      La elección de representantes ante: el Consejo de Coordinación
Regional (CCR) y Consejo de Coordinación Local (CCL), Juntas Vecinales,
Alcaldes/as y Regidores/as de Centros Poblados y otras elecciones de las
instituciones u organizaciones que así lo soliciten.
c). Normativa: El Jurado Nacional de Elecciones, a través de su Pleno:
✔      Presenta al Congreso de la República proyectos de ley en materia
electoral.
✔      Determina el número de escaños para el Congreso por cada distrito
electoral, así como el número de consejeros/as regionales de cada Consejo
Regional y de regidores/as de cada Concejo Municipal.
✔      Reglamenta la aplicación de las cuotas de género, jóvenes y de
representantes de
http://portal.jne.gob.pe/informacioninstitucional/quienessomos/Qu
%C3%A9%20es%20el%20JNE.aspx

Lecturas recomendadas
Para saber más: Ponemos a tu disposición dos interesantes documentos que
encontrarás en internet y te ayudarán a ampliar el tema que hemos estudiado.
- Documento 1. El tribunal constitucional peruano como supremo intérprete
de la constitución, Ernesto   Blume Fortini   
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5085306
- Documento 2: Las controversias constitucionales y los órganos autónomos,
José Ovalle Favela
 http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-
91932011000200004

Conclusiones
Podemos concluir este tema referido a Los Delitos Contra la Vida, el Cuerpo y
la Salud resaltando las siguientes ideas:

 La noción de órganos constitucionales autónomos, debe su origen a la


necesidad de explicar la naturaleza de esos nuevos elementos que
obligan a contar con organismos específicos para tal efecto y que a pesar
de ser esenciales a la estructura estatal, no encajan en la concepción
tradicional de la división tripartita del poder.
 En el caso del Perú, la presencia primero de un Tribunal de Garantías
Constitucionales en la Constitución de 1979, y luego en la actual
Constitución de 1993 como Tribunal Constitucional, es similar a los otros
modelos de un órgano concentrado.
 La Misión del Ministerio Publico es defender la legalidad y los
intereses públicos tutelados por la ley; prevenir y perseguir el delito;
defender a la sociedad, al menor y a la familia en juicio; velar por la
independencia de los órganos jurisdiccionales y por la recta
administración de justicia”.

 La estabilidad monetaria es el principal aporte que el Banco Central


puede hacer a la economía del país pues, al controlarse la inflación, se
reduce la incertidumbre y se genera confianza en el valor presente y
futuro de la moneda, elemento imprescindible para estimular el ahorro,
atraer inversiones productivas y promover así un crecimiento sostenido
de la economía

Tema 06: “Régimen Económico en la


Constitución Peruana”
Sitio: Programa de Educación a Distancia
Curso: SP - NC - DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANO
Libro: Tema 06: “Régimen Económico en la Constitución Peruana”
Imprimido
ANA CECILIA ARAYA CAPRISTAN
por:
Día: sábado, 14 de diciembre de 2019, 10:04

Tabla de contenidos
 ¡Bienvenida
 Logros de aprendizaje
 Organizador gráfico del tema
 6.1. Economía social de Mercado.
 6.1.1. Surgimiento de la Economía Social de Mercado.-
 6.1.2. Definición en el Texto Constitucional de 1993
 6.1.3. Contexto económico en la Constitución Política de 1993.-
 6.1.4. Reglas de juego en materia económica en la Constitución de 1993
 6.2. La Libertad de Empresa.
 6.2.1. Regulación Constitucional de la Empresa
 6.2.2. Rasgos característicos de la Empresa en la Economía nacional años 1970-
1993
 6.2.3. La Libertad de Empresa en la Constitución Política de 1993
 6.3. El rol subsidiario del Estado.
 6.3.1. El desarrollo teórico del principio de subsidiariedad del Estado
 6.3.2. El principio de subsidiariedad en la jurisprudencia de nuestro Tribunal
Constitucional:
 6.3.3. El principio de subsidiariedad en la Constitución Política del Perú de 1993
 6.4. Libre Competencia.
 Lecturas recomendadas
 Conclusiones
 Metacognición
 Referencias

¡Bienvenida
¡Bienvenidos!
 
Estimado estudiante, bienvenidos a nuestro sexto tema de estudio, los
contenidos que a continuación desarrollaremos nos permitirá identificar
Economía social de mercado, Libertad de empresa, Rol subsidiario del Estado,
Libre competencia, Protección al consumidor, luego realiza las actividades
contempladas en el aula virtual, donde encontrarás un vídeo complementario
del tema.

Logros de aprendizaje
Durante este tema el estudiante:

 Conoce la Economía Social de Mercado.


 Analiza la libertad de Empresa regulado en la Constitución.
 Analiza el rol subsidiario de la Empresa en el Mercado.
 Conoce la libre competencia.
 Conoce la regulación de Protección al consumidor. 

Organizador gráfico del tema


Observemos detenidamente el siguiente mapa conceptual, es una síntesis de
los contendidos temáticos que estudiaremos, durante esta sesión de
aprendizaje.
¿Qué conceptos te llaman la atención?

6.1. Economía social de Mercado.


.

6.1.1. Surgimiento de la Economía Social de


Mercado.-
Se trata en principio del modelo económico que surge en Alemania tras la
segunda guerra mundial impulsado por los economistas Armin Müller-
Armack, (1901 – 1978) Wilhelm Röpke (1899-1966) y Alexander Rüstow
(1885-1963), y los integrantes de la Escuela de Friburgo. En este sentido se
puede considerar al texto de Müller – Armack Dirección económica y
economía de mercado (Wirtschaftslenkung und Marktwirtschaft) escrita en
1946 como el trabajo pionero que acuña precisamente el término economía
social de mercado. Igualmente, junto con los economistas antes mencionados
podemos incluir a Walter Eucken. (Nieto, 2018. p.52)
Respecto a su ubicación ideológica podría decirse que se encontraba entre el
libertarismo de la escuela austriaca (Hayek,Von Misses) y el socialismo
siendo entonces vinculada al pensamiento social cristiano que se hallaba
presente en los movimiento políticos demócratas cristianos y con una gran
inspiración de las encíclicas papeles en especial de aquella que hacían énfasis
en el hombre y su vida social. (Rerum Novarum, Cuadragesimo Anno, Pacem
in Terris).  
La implementación de la economía social de mercado (soziale
marktwirtschaft) fue atribuida al Ministro de Economía alemán Ludwig
Erhard (1897 – 1977) , quien sería el padre de la reconstrucción económica
alemana a partir de 1948 acabando con el racionamiento de la guerra creando
también una nueva moneda en la República Federal Alemana. (Nieto, 2018.
p.53)         
En relación a nuestra historia y Constitución, la Economía Social de Mercado
se implementa también en nuestro país por medio de las Constituciones de
1979 y de 1993. , en el caso de la Constitución del 1993 su incorporación se
debió a las críticas severas que se efectuaron respecto a los enfoques
libertarios que se venían imponiendo durante el periodo del gobierno de
Fujimori (Kresalja & Ochoa 2012).
La economía social de mercado es representativa de los valores
constitucionales de la libertad y la justicia, y, por ende, es compatible con los
fundamentos axiológicos y teleológicos que inspiran a un Estado Social y
Democrático de derecho. En esta imperan los principios de libertad y
promoción de la igualdad material dentro de un orden democrático
garantizado por el Estado (…). Es decir, tanto como se opone a la economía
de planificación y dirección central, la economía social de mercado se opone
también a la economía del laissez faire, en donde el Estado no puede ni debe
inmiscuirse en el proceso económico (EXP. N.º 0008-2003-AI/TC),

6.1.2. Definición en el Texto Constitucional de


1993
Bernales (1993), al respecto señala que “(...) desde el punto de vista
normativo constitucional, que es el que nos corresponde exponer, la
expresión economía social de mercado permite en el plano constitucional
introducir correctivos al libre juego del mercado que orienten toda la
actividad hacia objetivos no sólo individuales sino también colectivos. El
tema está vinculado a otras normas también constitucionales, como la
definición de la República como social (artículo 43) y la importancia de la
solidaridad en la educación (artículo 14). Este es un gran eje hermenéutico
de principios generales contenidos en el texto mismo de la Constitución”. (p.
351)
 
El texto constitucional permite advertir que el papel del Estado en la economía
es la de orientar el desarrollo del país, excluyéndose de ésta manera el modelo
de economía centralmente planificada; lo cual no imposibilita que el Estado
fije objetivos y prioridades hacia los cuales orientará el desarrollo económico
del país, así como tampoco que establezca empresas públicas y como
actividad subsidiaria, según el artículo 60 de la norma constitucional. Desde
luego, no debe perderse de vista que la inserción en el vigente texto
constitucional del término “orientar” no excluye de ninguna manera al
término “regular”; por cuanto no es su intención la presencia de una libertad
absoluta en la económica, sino por el contrario, reafirma el rol del Estado en
tanto ente “orientador” del desarrollo del país.

6.1.3. Contexto económico en la Constitución


Política de 1993.-
De acuerdo con Krugman, la economía inevitablemente ocurre en un contexto
político y uno no puede entender al mundo tal como era hace unos pocos años
sin tomar en cuenta el hecho político fundamental de los años noventa: el
colapso del socialismo, no solamente como una ideología de gobierno, sino
como una idea con el poder para mover las mentes de los hombres. De manera
extraña, ese colapso comenzó en China. Ciertamente le tomó al resto del
mundo un tiempo largo darse cuenta de que 1,000 millones de personas
habían abandonado silenciosamente el marxismo. (Krugman ,2009 p.22)
 
Nuestro país durante el final de la década del ochenta estuvo marcado por la
crisis inflacionaria. De acuerdo con Carlos Boloña de 1983 a 1990, la
inflación promedio anual fue de 1,400% anual y de 1991 a 1992 de 98%
anual. La inflación subió de 61% en 1980 a 158% en 1985. Luego
experimentó una disminución a 63% en 1986 debido a la aplicación de
controles de precios; para más tarde manifestarse a través de una escalada que
llegó a 115% en 1987, 1,700% en 1988, 2,800% en 1989 y 7,650% en 1990.
Tras la aplicación del programa económico, la inflación se redujo a 139% en
1991 y 57% en 1992 (Boloña, 1995 p. 65)

6.1.4. Reglas de juego en materia económica en


la Constitución de 1993
Se caracterizan porque gozan de:

 Iniciativa privada libre dentro de una economía social de mercado.


 la libre iniciativa privada.
 mecanismos de orientación indirecta de la economía.  (impuestos,
aranceles y control monetario.

6.2. La Libertad de Empresa.


.

6.2.1. Regulación Constitucional de la Empresa


Es notorio un proceso cada vez más acentuado de “constitucionalizacion de la
empresa”; evolución que se explica por las siguientes razones:
En primer lugar, por la paulatina constitucionalizacion del derecho del trabajo,
cuyo contenido guarda numerosos puntos en común con la vida empresarial,
especialmente en la faz de las relaciones internas de la empresa (vida política
“en” la empresa);
En segundo lugar, el mismo constitucionalismo social que llevo a las cláusulas
de la Ley Fundamental los lineamientos básicos del derecho del trabajo y de la
seguridad social, ha subrayado la función social de la empresa, esto es, la
subordinación del bien común (particular) de la empresa, al bien común
nacional. Ello justifica emitir directivas constitucionales en torno a los fines,
el “modus operandi” y la estructura de la empresa, como en cuanto a sus
conexiones con los demás centros de poder y de producción (vida política
“de” la empresa).
En tercer lugar, resulta comprensible que si el Estado ha adoptado en
múltiples ocasiones el papel de empresario, el derecho constitucional
discipline lo fundamental del sentido, las condiciones y los objetivos de las
empresas estatales. Puesto que la Constitución regula el organigrama estatal
básico, es propio que se expida sobre el comportamiento de unas importantes
dependencias gubernativas, como son las empresas oficiales. ”. Flores P.
(1993)- “La empresa en la nueva Constitución”. Artículo publicado en
“Revista Peruana de Derecho de la
Empresa http://www.asesor.com.pe/teleley/131a.htm

6.2.2. Rasgos característicos de la Empresa en


la Economía nacional años 1970-1993
Torres y Torres Lara, en su discurso al instalar la Comisión Permanente de
Constitución, señalo como rasgos característicos de la empresa en el Perú
desde el año de 1970 hasta el año de 1993 los siguientes:

 El crecimiento hipertrofico de la empresa estatal, causante principal del


déficit y de la deuda externa.
 La adopción del modelo de la CEPAL sobre sustitución de
importaciones, causante de la pobre calidad de nuestros productos
manufacturados, entre otros graves desajustes.

 El excesivo intervencionismo del Estado en la actividad empresarial


con el resultado de más de 200 empresas públicas en 1990, con pérdidas de
US$ 6 millones de dólares diarios.
 La informalidad. Se dice que en 1992 el 70% de la empresa en el Perú
es informal.

 El empobrecimiento general del pueblo peruano; altos niveles de


desempleo; desnutrición, tuberculosis, etc.

 El aislamiento del Perú, desligado del mundo financiero internacional.

El mercantilismo que siempre reclamo auxilio, exclusivo y excluyente, pero


nunca entendió la palabra cooperación. (Torres y Torres Lara, 1993. P. A5).
En cuanto a la regulación constitucional de la empresa, nuestra vigente Carta
Política presenta una diferencia sustancial respecto a su precedente, según se
advierte en la omisión de una definición de empresa, así como la falta de un
tratamiento individualizado de la misma. La posición adoptada por el
Congreso Constituyente Democrático respondió a la concepción que de la
regulación constitucional de la empresa se debía hacer, sustentada en el
fracaso de su inclusión en la Constitución Política de 1979 y que ilustra en
forma destacable FLORES POLO  al señalar que “(...) la realidad desbordo a
la norma constitucional y a las leyes que la reglamentaron”.
 La Constitución Política de 1993, en correspondencia con el pensamiento de
sus creadores, evitó ofrecer una definición de la empresa, lo cual sin duda
alguna es el reflejo de la generalidad de la doctrina que considera que en los
textos legales no debe haber definiciones por cuanto la definición tiende a ser
superada o desfasada en breve tiempo por la realidad; dejando de lado lo que
se estableció como un concepto jurídico. No obstante ello, la vigente Carta
Política reguló algunos aspectos vinculados estrechamente con la empresa,
tales como las libertades de empresa, de comercio y de industria y el
pluralismo económico. Flores P.(1993)- “La empresa en la nueva
Constitución”. Artículo publicado en “Revista Peruana de Derecho de la
Empresa http://www.asesor.com.pe/teleley/131a.htm

6.2.3. La Libertad de Empresa en la


Constitución Política de 1993
En primer lugar, analicemos las libertades de empresa, de comercio y de
industria, consagradas por el artículo 59 de la Constitución Política de 1993
cuyo texto señala “El Estado estimula la creación de riqueza y garantiza la
libertad de trabajo y la libertad de empresa, comercio e industria. El ejercicio
de estas libertades no debe ser lesivo a la moral, ni a la salud, ni a la seguridad
pública. El Estado brinda oportunidades de superación a los sectores que
sufren cualquier desigualdad; en tal sentido, promueve las pequeñas empresas
en todas sus modalidades”.
Respecto de la libertad de empresa, según PAZ ARES y ÁGUILA-REAL ,
constituye la libertad “(...) que obliga al Estado a asegurar y proteger el
ejercicio de actividades económicas por los particulares de la forma menos
reglamentada posible, es decir, impone al Estado la obligación de maximizar
la libertad de actividad de los particulares en el ámbito económico compatible
con la protección de derechos e intereses constitucionales que pueden entrar
en conflicto con ella”. http://www.estig.ipbeja.pt/~ac_direito/libertad.pdf
Por nuestra parte, definimos la libertad de empresa como la libertad que
consagra la Constitución para que los particulares puedan desarrollar
libremente y sin obstáculo alguno, actividades empresariales, ya sea que
persigan o no fines lucrativos.
Respecto de la libertad de comercio consiste en la posibilidad de hacer
circular libremente los bienes en la sociedad. Es comprar y vender en el
mercado, tanto nacional como internacional, sujeto a las regulaciones y
limitaciones que se establezcan pero que, en ningún caso, podrán estorbar lo
esencial de esta libertad.
Respecto de la libertad de industria consiste en la posibilidad de ejercer
actividades productivas o de servicios sin más límites que los que establecen
la Constitución y las leyes.
El ejercicio de las libertades de empresa, de comercio y de industria no es
irrestricto, por cuanto pueden ser objeto de limitaciones cuando es lesivo a la
moral, a la salud, a la seguridad pública. Las libertades humanas jurídicamente
consideradas en el Estado de Derecho moderno, siempre han tenido un límite,
que es el derecho ajeno. Allí terminan los derechos propios y comienzan los
deberes para con los demás, que son una de las formas de la solidaridad.
En segundo lugar, analicemos el pluralismo económico, consagrado por el
artículo 59 de la Constitución Política de 1993 cuyo texto señala “El Estado
reconoce el pluralismo económico. La economía nacional se sustenta en la
coexistencia de diversas formas de propiedad y de empresa. Sólo autorizado
por ley expresa, el Estado puede realizar subsidiariamente actividad
empresarial, directa o indirecta, por razón de alto interés público o de
manifiesta convivencia nacional. La actividad empresarial, pública o no
pública, recibe el mismo tratamiento legal”.

6.3. El rol subsidiario del Estado.


No hay duda de que nuestra Constitución ha recogido el principio de sub
sidiariedad en materia económica. Lo que toca saber es cuál es la razón de la
imposición de esta regla, así como sus alcances. Veamos primero lo que se
entiende por subsidiariedad.
En este punto la doctrina acepta que con frecuencia el principio de
subsidiaridad se refiere a dos fenómenos diferentes: uno denominado
"subsidiariedad institucional, lo que significa que no deben centralizarse al
más alto nivel aquellas decisiones que puedan ser adoptadas con igual o
mayor eficiencia a un nivel político y administrativo inferior y, por
consiguiente, más próximo a los ciudadanos. Otro sentido diferente del
principio se refiere a las relaciones entre el individuo y el Estado. En este
orden, el principio contempla, no una cuestión organizativa sino sustancial:
cuál ha de ser el grado de intervención y protagonismo del Estado en la vida
económica y social de un país, y cuál debe ser el ámbito de libre actuación de
los ciudadanos y los grupos sociales intermedios". Es este último al que se
refiere el artículo 60 de nuestra Carta Política.

6.3.1. El desarrollo teórico del principio de


subsidiariedad del Estado
Fue formulado en la encíclica cuadragésimo año de Pío XI, que señala: "Es
ilícito quitar a los particulares lo que con su propia iniciativa y propia
industria pueden realizar para encomendarlo a una comunidad, así también es
injusto, y al mismo tiempo grave perjuicio y perturbación del recto orden
social, avocar a una sociedad mayor y más elevada lo que pueden hacer y
procurar comunidades menores e inferiores. Todo influjo social debe por su
naturaleza prestar auxilio a los miembros del cuerpo social, nunca absorberlos
y destruirlos”.
Posteriormente otras encíclicas papales han reiterado e incluso ampliado este
principio; así:
En Pacem in terris se afirma: "Manténgase siempre a salvo el principio de que
la intervención de las autoridades públicas en el campo económico, por
dilatada y profnda que sea, no solo no debe coartar la libre iniciativa de los
particulares, sino que, por el contrario, ha de garantizar la expansión de esa
libre iniciativa, salvaguardando, sin embargo, incólumes los derechos
esenciales de la persona humana”.
En Sollicitudo rei socialis se dice: "Es menester indicar que en el mundo
actual, entre otros derechos, es reprimido a menudo el derecho de iniciativa
económica. No obstante eso, se trata de un derecho importante no solo para el
individuo en particular, sino además para el bien común. La experiencia nos
demuestra que la negación de tal derecho o su limitación en nombre de una
pretendida "igualdad" de todos en la sociedad, reduce o, sin más, destruye de
hecho el espíritu de iniciativa, es decir, la subjetividad creativa del ciudadano.
En consecuencia, surge, de este modo, no solo una verdadera igualdad, sino
una "nivelación descendente". En lugar de la iniciativa creadora nace la
pasividad, la dependencia y la sumisión al aparato burocrático que, como
único órgano que "dispone" y ,"decide" -aunque no sea "poseedor"- de la
totalidad de los bienes y medios de producción, pone a todos en una posición
de dependencia casi absoluta, similar a la tradicional dependencia del obrero-
proletario en el sistema capitalista. Esto provoca un sentido de frustración o
desesperación y predispone a la despreocupación de la vida nacional,
empujando a muchos a la emigración y favoreciendo, a la vez, una forma de
emigración "psicológica”. 
 En Centésimus annus se expone: "Existe ciertamente una legítima esfera de
autonomía de la actividad económica, donde no debe intervenir el Estado. A
este, sin embargo, le corresponde determinar el marco jurídico dentro del cual
se desarrollan las relaciones económicas y salvaguardar así las condiciones
fundamentales de una economía libre, que presupone una cierta igualdad entre
las partes, no sea que una de ellas supere talmente en poder a la otra que la
pueda reducir prácticamente a esclavitud”.
Como se ve, la doctrina social de la Iglesia precisa y desarrolla el principio de
subsidiariedad del Estado, incluso en materia económica. Sin embargo, los
alcances de este principio son susceptibles de interpretación, pudiendo ir
desde un total abstencionismo estatal en la actividad empresarial hasta un
sistema que compatibilice la coexistencia de la iniciativa privada y la
actuación del Estado. Más adelante expondremos nuestro punto de vista
respecto de los alcances de la regla constitucional en esta materia. Por el
momento, digamos que para la doctrina social de la iglesia el principio de
subsidiariedad no hace abandono de la regla del bien común que persigue el
Estado, sino que, precisamente, y por el contrario, implica afirmar que un bien
común exige que el Estado no tiene directamente a su cargo lo que, con buen
resultado, puede ser realizado por los particulares.

6.3.2. El principio de subsidiariedad en la


jurisprudencia de nuestro Tribunal
Constitucional:
"El principio de subsidiariedad se constituye en un elemento de vital
importancia para el Estado democrático de Derecho, ubicándose entre la
esfera de la descentralización institucional y la autonomía de lo social, en
cuanto principio que inspira un proceso de socialización de poderes públicos.
Consecuentemente, el principio de subsidiariedad surge en el
constitucionalismo moderno como una técnica decididamente útil para lograr
la pacificación social o la resolución de los conflictos mediante el respeto
absoluto de los derechos y libertades individuales, y tiene como fin la
reestructuración del equilibrio entre lo público y lo privado según una
adecuada flexibilización que acentúa la concepción democrática del
ordenamiento estatal (.. .).
El principio de subsidiariedad no pone en discusión el papel y la importancia
del Estado; por el contrario, se orienta a valorado, procediendo a una
redefinición ya una racionalización de los roles en la dinámica de las
relaciones entre el Estado y los ciudadanos, entre lo público y lo privado (.. .).
A diferencia de la Constitución de 1979, que no establecía claramente la
subsidiariedad de la intervención de los poderes públicos en la economía, la
actual Constitución prescribe expresamente en su artículo 60 que "(...) Solo
autorizado por ley expresa, el Estado puede realizar subsidiariamente
actividad empresarial, directa o indirecta, por razón de alto interés público o
de manifiesta conveniencia nacional (.. .)". Se consagra así el "principio de
subsidiariedad" de la actuación del Estado en la economía, y se plantea el
reconocimiento de la existencia de una función supletoria del Estado ante las
imperfecciones u omisiones de los agentes económicos, en aras del bien
común.
En ese orden de ideas, las acciones del Estado deben estar vinculadas al
fomento, estimulación, coordinación, complementación, integración o
sustitución, en vía supletoria, complementaria o de reemplazo, de la libre
iniciativa privada. La subsidiariedad se manifiesta como el acto accesorio o de
perfeccionamiento en materia económica, que se justifica por la inacción o
defección de la iniciativa privada" .

6.3.3. El principio de subsidiariedad en la


Constitución Política del Perú de 1993
 Consagrado en el artículo 60, protege el espacio de libertad económica de la
persona, que todo sistema de economía social de mercado exige. Lo que no
significa un Estado débil y menos ausente de los espacios en los que es
necesaria su presencia, sobre todo para corregir las situaciones de desigualdad
o asimetría que inevitablemente se darán en el mercado. La regla del interés
general o el bien común, permite saber cuando y hasta donde ha de intervenir
el Estado en materia económica. Sin embargo, esta regla no puede ser un atajo
para facilitar o habilitar todo tipo de intervenciones, precisamente con este
propósito la Constitución ha establecido parámetros a tales intervenciones.
Subsidiariedad no significa que el Estado debe actuar lo menos posible o peor
aún, que no deba actuar, implica tan solo que su actuación es distinta, esta se
dará no como actor o competidor de los particulares, su tarea es proteger el
interés general no sustituir a los agentes en el mercado o recortarles su libertad
económica: No creemos que desde la perspectiva de nuestra Constitución se le
haya reservado al Estado un modesto papel en la economía. Ser el creador y
garante del orden público, el soporte de las instituciones, el regulador de la
actividad económica, no puede ser en modo alguno un discreto papel

6.4. Libre Competencia.


No existe un concepto univoco de competencia  y la concepción que se tiene
de ella obviamente ha evolucionado,  pasando desde el comportamiento
competitivo de los agentes, la economía de mercado, el interés publico, la
libertad de precios, etc. Para los clásicos  la competencia sigue siendo  la
lucha por algo, la competencia biológica, pero este carácter de licitación , de
pugna de carácter biológico es una concepción que debe ser superada para
pasar a otra que tenga tiene una visión social que va mas allá del individuo y
de la competencia biológica, es  aquí donde radica la idoneidad de la
competencia , donde los procesos de producción y consumo deben analizarse
desde el punto de vista social  que va mas allá de la captación de recursos  y
de dejar de lado a otros competidores.
Diderot en 1757 expresaba que la competencia es el alma y el acicate
dinámico de la industria y la fuerza motriz del comercio y en efecto, la
competencia es en esencia la forma que adopta el mercado para promover el
desarrollo económico y en ese contexto la libertad de empresa no significa que
se convierta en un elemento que lejos de promover la concurrencia se
convierte en factor de distorsión que tienda a falsear la competencia, por ello
es necesario redimensionar  las categorías clásicas del derecho que de una u
otra manera mediatizan  la nueva cosmovisión de la competencia en el
mercado actual, donde la figura del consumidor es de relevante importancia.  
En efecto, no es posible cerrar los ojos a una realidad, el mundo de Adam
Smith ya no está vigente, no es el nuestro. Las cosas han cambiado. Hoy las
empresas han crecido enormemente al punto de que sus economías son
mayores que las de muchos países  y su poder en el mercado es innegable. La
situación de inferioridad en la que se encuentran los consumidores es patente
y hace quimérico (rompe) el equilibrio de intereses que la ley busca.
(Gutiérrez, 2004, P. 4)
 
Es posible que el poder de estas empresas puedan de una u otra manera
romper ese equilibrio que la ley propone e impongan condiciones de
comercialización  que produzcan fallas en el mercado, haciendo que éste no
funcione  a la perfección como suponían los clásicos liberales.
Estas fallas de mercado producidas por eventuales abusos de los agentes
económicos, no pueden ser solucionadas por el propio mercado, eso es difícil
e inclusive utópico en un país como el nuestro, con democracia incipiente, una
economía de mercado relativa, informal  e imperfecta, estructuras sociales,
políticas y económicas atrasadas, y con profundos desniveles
socioeconómicos en un mismo mercado, con bajo nivel educativo y altas tasas
de analfabetismo, entre otras cosas que dificultan nuestro desarrollo.
  De ahí que solamente una adecuada interpretación de la Ley como la
efectuada por la Sala de Defensa de la Competencia, permitirá  a las
autoridades competentes, en nuestro caso el INDECOPI  sancionar esas
conductas y corregir las eventuales fallas del mercado, por lo tanto la
resolución comentada  es valida  y no significa de ninguna manera un
intervencionismo del Estado, porque solo se ha expresado que el Decreto
Legislativo 701 al hablar de abuso de posición de dominio en el mercado
incluye los actos exclusorios y los actos explotativos que tiendan a perjudicar
los derechos de los consumidores sin entrar en detalles de control o
intervención gubernamental y cualquier argumentación que exprese lo
contrario es falaz desde nuestro punto de vista.
Cabe señalar que aún en economías de mercado más desarrolladas,
excepcionalmente el Estado participa para corregir los efectos negativos que
la libre competencia pueda eventualmente producir afectando a los
consumidores.
Finalmente, la legislación antimonopólica si bien es cierto está dirigida a
promover la competencia y evitar la comisión de actos colusorios y
restrictivos; busca finalmente que los agentes económicos no presionen el
mercado y no afecten con su actividad empresarial los derechos  de los
consumidores que son quienes dan vida al mercado a través de sus decisiones 
e innumerables actos  de consumo.
Hoy en día y más aún con el actual contexto político, social y económico que
es poco propicio para el desarrollo del Derecho y la prosecución de sus fines
humanistas y solidarios y  presionados por  una concepción economicista  e
individualista a ultranza, no se puede dejar la suerte del consumidor librada al
libre mercado, al libre juego de la oferta y demanda, contrariando postulados
de países de capitalismo avanzado que paradójicamente hoy buscan el
fortalecimiento de las políticas de protección del consumidor.  En efecto si
revisamos la legislación de países europeos por ejemplo podemos verificar
una sólida legislación que defiende el interés de los consumidores, que no ha
significado una  afectación al desarrollo económico y comercial  de los
mismos, sino que por el contrario es una forma de promover la competencia  y
la ampliación de los mercados.
La economía social de mercado que ha sido establecida por nuestra
Constitución, funciona sobre la base de las relaciones existentes entre los
individuos, entre los que compran y los que venden. En efecto, el mercado
debe funcionar  con fuerzas equilibradas entre consumidores y proveedores, y
para que el mercado funcione correctamente y encuentre su propia dinámica,
el Estado debe fortalecer el marco legal e institucional y en  tal virtud, 
consideramos que la protección del consumidor desde todos sus puntos de
vista no debe significar barreras al libre comercio, a la libre competencia , al
desarrollo del mercado, etc. es decir que no sea la defensa tan exagerada que
termine finalmente trabando el desarrollo de la actividad económica que hoy
está creciendo; y en este sentido  creemos que el trabajo conjunto de
INDECOPI y de los propios operadores económicos y los consumidores
organizados debe garantizar en el futuro un mercado competitivo y
transparente  y transacciones de consumo eficientes

Lecturas recomendadas
Para saber más: Ponemos a tu disposición dos interesantes documentos que
encontrarás en internet y te ayudarán a ampliar el tema que hemos estudiado.
-          Documento 1.  ¿Hacia una economía social de mercado? La dimensión
societaria de la economía su articulación y desarrollo, Santiago García
Echevarría   
-          https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4954626
Documento 2: El derecho constitucional económico en el Perú, Manuel
Arnaldo Castillo Calle. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=4269071

Conclusiones
Podemos concluir este tema referido a la Economía Social de Mercado
resaltando las siguientes ideas:
-  La economía social de mercado es representativa de los valores
constitucionales de la libertad y la justicia, y, por ende, es compatible con los
fundamentos axiológicos y teleológicos que inspiran a un Estado Social y
Democrático de derecho.
- “El Estado estimula la creación de riqueza y garantiza la libertad de trabajo y
la libertad de empresa, comercio e industria. El ejercicio de estas libertades no
debe ser lesivo a la moral, ni a la salud, ni a la seguridad pública.
- El principio de subsidiaridad se refiere a dos fenómenos diferentes: uno
denominado "subsidiariedad institucional, lo que significa que no deben
centralizarse al más alto nivel aquellas decisiones que puedan ser adoptadas
con igual o mayor eficiencia a un nivel político y administrativo inferior y, por
consiguiente, más próximo a los ciudadanos”.
- El Estado facilita y vigila: la libre competencia. Combate toda práctica que:
el límite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni
concertación puede: autorizar ni establecer monopolios

Tema 07: Derechos Fundamentales


Sitio: Programa de Educación a Distancia
Curso: SP - NC - DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANO
Libro: Tema 07: Derechos Fundamentales
Imprimido por: ANA CECILIA ARAYA CAPRISTAN
Día: sábado, 14 de diciembre de 2019, 10:05

Tabla de contenidos
 Bienvenida
 Logros de aprendizaje
 Organizador gráfico del tema
 7.1. Concepto.
 7.2. Características
 7.3. Etapas de los Derechos Fundamentales.-
 7.4. Generación de los Derechos Fundamentales.
 7.5. Derecho a la Vida.
 7.6. Derecho a la Integridad Personal
 7.7. Derecho a la Igualdad.
 7.8. Derecho a la Libertad de conciencia.
 7.9. Derecho a la objeción de conciencia
 7.10. Derecho a la libertad de religión.
 7.11. Derecho a la libertad física.
 7.12. Derecho al libre tránsito.
 7.13. Derecho a la inviolabilidad del domicilio.
 7.14. El derecho a la intimidad.
 Lecturas recomendadas
 Conclusiones
 Metacognición
 Referencias

Bienvenida
¡Bienvenidos!
 
Estimado estudiante, bienvenidos a nuestro séptimo tema de estudio, los
contenidos que a continuación desarrollaremos nos permitirá identificar Los
Derechos fundamentales, concepto, características, etapas, derecho a la vida,
derecho a la integridad personal, derecho a la igualdad, derecho a la libertad,
luego realiza las actividades contempladas en el aula virtual, donde
encontrarás un vídeo complementario del tema.

Logros de aprendizaje
Durante este tema el estudiante:

 Conoce los Derechos Fundamentales.


 Analiza el Derecho a la Vida .
 Analiza el Derecho a la Libertad Personal.
 Conoce el Derecho a la Igualdad.
 Conoce el Derecho a la Intimidad. 

Organizador gráfico del tema


Observemos detenidamente el siguiente mapa conceptual, es una síntesis de
los contendidos temáticos que estudiaremos, durante esta sesión de
aprendizaje.
¿Qué conceptos te llaman la atención?

7.1. Concepto.
El fundamento de los derechos humanos radica en el concepto mismo de
dignidad humana, Novak (2005). Esta postura se encuentra estrechamente
ligada al pensamiento de Kant, quien utiliza como sinónimos los términos de
dignidad y personalidad, identificando al primero con la condición de persona.
Kant expresa que el hombre no puede ser tratado por ningún otro-ni siquiera
por el mismo-como un medio sino siempre como un fin y que justamente en
ello radica su dignidad.  En este sentido-concluye-, la dignidad supone en el
pleno desarrollo de la personalidad del ser humano, para lo cual resulta
imprescindible que este goce efectivamente de un conjunto de derechos
fundamentales.
En consecuencia, cuando nos preguntamos donde radica el fundamento de los
derechos humanos (esto es, el porqué) debemos responder que en la dignidad
humana, ya que no es posible hablar de ser humano sin dignidad, como
tampoco es posible hablar de una vida sin libertad, igualdad, integridad,
honor, etc. Entonces, los derechos humanos deben existir y ser reconocidos
porque esta es la única manera de garantizarse al individuo una vida digna y,
por tanto, su condición de ser humano.
En nuestra Constitución Política de 1993, en su artículo 1 establece que: “la
persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado”,
consecuentemente estos se obligan a defenderla y protegerla; por ello se
señala que el fundamento de los derechos es la propia naturaleza humana y
que su finalidad no es otra que favorecer el más pleno y completo desarrollo
de la persona humana en todas sus dimensiones. Para Fernández (1993), 
actualmente se postule una interpretación armonizadora de los derechos
fundamentales mediante el recurso prudencial al contenido jurídico
constitucional o esencial y a la finalidad de los derechos; en consecuencia, “el
reconocimiento de unos derechos fundamentales no es sino la manifestación
obligada de la primacía del valor constitucional último, la dignidad de la
persona humana, al que se vincula íntimamente el libre desarrollo de la
personalidad…es por ello mismo por lo que puede afirmarse que todos los
derechos que la Constitución proclama, de una u otra forma, se encaminan a
posibilitar el desarrollo integral de la persona exigido por la propia dignidad
de la misma.”
Existe consenso en señalar que la dignidad humana implica cuatro valores
esenciales –libertad, igualdad, seguridad y solidaridad- que a su vez han de
fundamentar los distintos derechos personales y de seguridad individual y
jurídica, el valor libertad fundamenta los derechos cívico-políticos y,
finalmente, el valor igualdad fundamenta los derechos económicos-sociales y
culturales”; a los que podríamos agregar que el valor solidaridad fundamenta
los denominados derechos humanos de tercera generación.
 
 Veamos con mayor detalle cada uno de estos valores, Novak (2005):

1. Libertad:

 Es la “condición imprescindible para la acción que permite alcanzar a cada


individuo los objetivos y fines morales que persigue y que son la expresión de
la dignidad humana”. Es así que la libertad es el referente central en donde se
van a apoyar los otros valores-igualdad, seguridad y solidaridad-, en tanto que
su importancia se deriva directamente de su conexión con los fines del hombre
mismo.
La definición dada presenta tres diferentes alcances:

 Libertad psicológica o de elección. Es la libertad de escoger entre un


universo de posibilidades. Esta libertad en innata al ser humano y, al igual
que el lenguaje o la capacidad de abstraer y de construir conceptos
generales, nos distingue de los demás animales.
 Libertad moral o autonomía moral. Es la libertad de elegir entre lo que
es correcto o no.
 Libertad social, política y jurídica.

1. Igualdad

Si bien el valor igualdad ha sido una exigencia constante, su definición,


características y alcance han sido observadas en forma diferente a través de la
historia, dependiendo de las variables religiosas, políticas, raciales,
socioeconómicas, entre otras. Actualmente, nadie duda de su investidura como
ideal político popular.
Al igual que en el caso del valor libertad, la igualdad presenta diversas
acepciones, siendo las más importantes:
-          Igualdad material o formal, la cual se identifica con el equilibrio de
bienes y situaciones tanto económicas como sociales, esta igualdad puede ser
entendida, a su vez, en dos sentidos:
-          Igualdad de oportunidades, base de los derechos económicos, sociales
y culturales.
-          Igualdad económica, equiparada con la igualdad de remuneración y de
propiedad.
-          Igualdad jurídica, identificada con el principio de igualdad ente la ley,
que significa “el reconocimiento de la identidad del estatuto jurídico de todo
los ciudadanos”.
 

1. Seguridad

La seguridad es el valor mediante el cual se  crean las condiciones mínimas-


tranquilidad y ausencia de temor- para que el hombre pueda ejercer su
libertad, frente a la posibilidad del abuso del poder. Es por tanto, un valor
procedimental y garantizador del valor libertad.
 

1. Solidaridad

La solidaridad como valor se basa en la persecución de una verdadera


sociedad en donde los individuos que la componen son conscientes de esta
visa en comunidad. Este valor tiene efectos políticos y jurídicos en la medida
en  que es un límite a la libertad individual y al Estado mismo. Es así que la
finalidad de este valor, como fundamento de los derechos, es contribuir a la
autonomía, independiente o libertad moral de las personas igual que de los
restantes valores.
En síntesis, estos cuatro valores no solo son el sustento de la dignidad humana
sino que:
(…) una relación armónica y ponderada de los cuatro (…), donde a veces unos
limitan los excesos de otros, y otros los impulsan y potencian, es la adecuada,
para un sistema de derechos humanos fundados en ellos.
 
Según Pérez Luño (1998), “Son un conjunto de facultades e instituciones que,
en cada momento histórico, concretan las exigencias de la dignidad, la libertad
y la igualdad humanas, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los
ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional”.
Esta definición abarca tres grandes dimensiones que merecen ser explicadas y
que responden, a su vez, a las escuelas más importantes sobre el concepto y
fundamentaciones de los derechos humanos. Así, en primer lugar y siguiendo
a la escuela historicista, esta definición reconoce el carácter evolutivo que
tienen estos derechos. Un desconocimiento de este rasgo  nos haría pensar
equivocadamente que los derechos humanos fueron entendidos de la misma
manera en todo momento histórico, lo que no calzaría con la realidad.
En segundo lugar, el autor- quien sostiene que el concepto de derechos
humanos tiene como antecedente inmediato la noción de los derechos
naturales en su elaboración doctrinal por el iusnaturalismo racionalista- nos
indica que a través de los derechos humanos se concretan las exigencias éticas
propias de la dignidad humana, como son la libertad y la igualdad, tomando
de esta manera el pensamiento de la escuela naturalista axiológica, tomando
de esta manera el pensamiento de la escuela naturalista axiológica, que se
sustenta en la existencia de valores innatos al hombre, los cuales por supuesto,
son previos al proceso de positivización.
Finalmente, esta definición no desconoce la necesidad de consagrar estos
derechos en normas positivas (escuela positivista) que no solo fijan las
conductas socialmente deseables sino que también establecen
responsabilidades y mecanismos de sanción a quienes infrinjan o violan estas
normas.
Por tanto esta definición acepta la dimensión jurídica de los derechos
humanos y entiende como una necesidad su positivarían tanto a nivel interno
como internacional.
Es importante señalar, que a los derechos fundamentales, también se les
denomina derechos humanos o derechos constitucionales. Debiendo afirmar
que todas las denominaciones antes descritas están referidas a la persona y que
su diferenciación radica en el instrumento donde se encuentran recogidos los
derechos. Cuando se dice derechos fundamentales se refiere a los derechos del
hombre recogidos en el ordenamiento interno, cuando decimos derechos
humanos se refiere a los derechos del hombre recogidos en declaraciones y
pactos internacionales y cuando decimos derechos constitucionales nos
referimos a los derechos del hombre puestos en la constitución.

7.2. Características
 Universales.- la dignidad no puede ser patrimonio de solo una parte de
ellos.
 Imprescriptibilidad.- la dignidad no tiene plazos.
 Inalienabilidad.- la dignidad no puede ser vendida ni cedida.
 Interdependencia y Complementariedad.- la dignidad no es divisible
sino absoluta.
 Inviolabilidad.- la dignidad no puede ser subordinada ni mediatizada
por el Estado amparado en su seguridad.

Estas características fueron confirmadas en el punto 5 de la Declaración y


Plan de acción acordados en la conferencia mundial de derechos humanos
celebrada en Viena del 14 al 25 de junio de 1993.

7.3. Etapas de los Derechos Fundamentales.-


Según la doctrina los derechos fundamentales, han pasado por tres periodos:
7.1.1.      Positivación: Se considera al tránsito del fundamento del derecho
natural en el derecho positivo.
7.1.2.      Generalización: es el ingreso de los derechos fundamentales en el
campo del derecho constitucional.
7.1.3.      Internacionalización: Supera el ámbito de protección nacional.

7.4. Generación de los Derechos


Fundamentales.
No se trata de la prioridad de una generación sobre otra, simplemente se trata
de una constatación fáctica basada en el proceso cronológico de su
consagración a nivel internacional.
Podemos distinguir tres generaciones:
7.1.1.      Primera Generación.- llamados derechos negativos, implican una
limitación al poder del Estado sobre el individuo, lo que se traduce en una
obligación de abstención del Estado. Estos son los derechos civiles y políticos,
los cuales se basan en os valores de seguridad y de libertad. Ejm.  De derechos
civiles: La vida, integridad, debido proceso, intimidad; mientras que los
derechos políticos, son aquellos derechos de participación política ejm:
derecho a votar y ser elegido, libertad de expresión, de reunión.
7.1.2.      Segunda Generación.- son los denominados económicos sociales y
culturales, los cuales se deducen del valor igualdad, también llamados
derechos positivos, ya que demandan una acción por parte del Estado que
connote la garantía de este derecho a través de la satisfacción de necesidades
de carácter económico, asistencial, educativo y cultural. El Estado actúa como
protector o promotor de estos derechos. Ejm: derecho al trabajo, seguridad
social, salud, cultura y educación.
7.1.3.      Tercera Generación.- fue producto de la llamada contaminación
ambiental, surgida a partir de la aparición de nuevas tecnologías, cuya
introducción en la sociedad si bien generó beneficios al mismo tiempo implicó
graves daños al medio ambiente. Ejm: derecho a la paz, derecho al desarrollo
y el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
 

7.5. Derecho a la Vida.


Como ya sabemos el Tribunal es un organismo constitucional autónomo,
quien es el supremo intérprete de la Constitución. Por ello en diversas
sentencias ha definido los derechos fundamentales, delimitando su contenido,
por ello a continuación detallaremos la definición dada por Tribunal
Constitucional, así como también complementaremos con las definiciones de
destacados constitucionalistas.
Señala FERNANDEZ SESSAREGO (2005) que “el derecho-deber a la vida –
o tal vez al vivir, como sería más pertinente expresar- es el derecho primario,
básico y natural que posee la persona. Por ello merece la protección de la
sociedad y del estado. El ser humano goza de este derecho, que le es inherente
simplemente por ser tal, por el hecho de haber sido concebido. El derecho
objetivo a la vida, recogido por los ordenamientos jurídicos, es la
consecuencia de una exigencia existencial. No se adquiere el derecho a la vida
porque el derecho positivo se lo atribuya a la persona, sino que se trata de un
derecho natural que aquel solo debe reconocer y proteger. El derecho a la vida
es el presupuesto indispensable de todos los demás derechos. Sin vida no cabe
el goce y disfrute de todos los derechos que son inherentes a la persona
humana. Tratándose de un derecho subjetivo, el ordenamiento jurídico protege
a la persona de cualquier amenaza, agresión o atentado que ponga en peligro
su vida y castiga, en su caso, a los homicidas. Es por ello que nadie puede ser
privado de la vida arbitrariamente, salvo en los casos excepcionales fijados
por la ley. En cuanto deber, la persona está obligada a mantener y cuidar de su
vida en tanto es un ente coexistencial destinado a convivir en sociedad, por lo
que se debe a los demás que son los que contribuyen y permiten el
cumplimiento de su destino personal, de su proyecto de vida...” 
En tanto el ser humano es un ser coexistencial, un ser que existe con los
demás, en sociedad, tiene derecho a vivir, a desarrollar su personal proyecto
de vida, y el Estado tiene el deber de proteger la vida desde la concepción,
sancionando el homicidio y el aborto, como ocurre en nuestro Código Penal
de 1991 a partir de los artículos 108 y siguientes, y el articulo 114 y
siguientes, respectivamente; o aboliendo la pena de muerte en concordancia
con lo dispuesto en los incisos 2) al 6) del artículo 4 de la Convención
Americana de Derechos Humanos y el artículo 6 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, con las excepciones establecidas en el artículo
140 de nuestra Constitución Política.
Sobre el derecho a la vida, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
señalado que “el derecho a la vida es un derecho humano fundamental, cuyo
goce es un prerrequisito para el disfrute de todos los demás derechos
humanos. De no ser respetado, todos los derechos carecen de sentido. En
razón del carácter fundamental del derecho a la vida, no son admisibles
enfoques restrictivos del mismo. En esencia, el derecho fundamental a la vida
comprende, no solo el derecho de todo ser humano de no ser privado de la
vida arbitrariamente, sino también el derecho a que no se le impida el acceso a
las condiciones que le garanticen una existencia digna. Los Estados tienen la
obligación de garantizar la creación de las condiciones que se requieran para
que no se produzcan violaciones de ese derecho básico y, en particular, el
deber de impedir que sus agentes atenten contra el…”
El Tribunal Constitucional ha señalado que en tanto la defensa y protección de
la persona humana es el fin primordial de la sociedad y del Estado, ”el
cumplimiento de este valor supremo supone la vigencia irrestricta del derecho
a la vida, pues este derecho constituye su proyección; resulta el de mayor
connotación y se erige en el presupuesto ontológico para el goce de los demás
derechos, ya que el ejercicio de cualquier derecho, prerrogativa, facultad o
poder no tiene sentido o deviene inútil ante la inexistencia de vida física de un
titular al cual puedan serle reconocidos” (Exp. Nº 2945-2003-AA, 20/04/04,
S1, fundamento jurídico 27). Asimismo, ha manifestado que el deber del
Estado no se limita solo a garantizar la existencia sancionando cualquier
conducta dirigida a poner fin a la existencia de un ser humano, con las
excepciones prescritas por la ley penal, sino que además el estado debe
garantizar una vida digna y saludable, pues ”el estado social y democrático de
derecho no tiende a proteger la vida bajo cualquier tipo de condiciones; por el
contrario, el estado debe proveer las condiciones necesarias para que el
derecho a la vida de las personas se realice con un mínimo de condiciones que
la tornen digna. En otras palabras, se protege la vida, pero con dignidad. En
esas circunstancias, se impone principalmente a los poderes públicos la
promoción de esas condiciones; de ahí que la vida ya no es posible de ser
entendida tan solo como un límite frente a los poderes públicos, sino también
del poder privado” (Exp. Nº 3330-2004-AA, 11/07/05, P, fundamento jurídico
53). 

7.6. Derecho a la Integridad Personal


El Tribunal Constitucional respecto al contenido esencial del derecho  la
integridad personal ha señalado que “el respeto al contenido esencial del
derecho a la integridad personal, tanto en lo que respecta al ámbito físico
como en lo que atañe al ámbito espiritual y psíquico de la persona, transita
entre aquellos atributos que constituyen la esencia mínima imperturbable en
la esfera subjetiva del individuo. Inclusive en aquellos casos en que pueda
resultar justificable el uso de medidas de fuerza, estas deben tener lugar en
circunstancias verdaderamente excepcionales, y nunca en grado tal que
conlleven el propósito de humillar al individuo o resquebrajar su resistencia
física o moral, dado que esta afectación puede desembocar incluso en la
negación de su condición de persona, supuesto inconcebible en un estado
Constitucional de derecho” (Exp. Nº 0010-2002-AI). Asimismo, refiriéndose
específicamente a la integridad física, ha manifestado que ”la integridad
física presupone el derecho a conservar la estructura orgánica del ser
humano; y, por ende, a preservar la forma, disposición y funcionamiento de
los órganos del cuerpo humano y, en general, la salud del cuerpo. La
afectación de la integridad física se produce cuando se generan
incapacidades, deformaciones, mutilaciones, perturbaciones o alteraciones
funcionales, enfermedades corpóreas, etc.” (Exp. Nº 2333-2004-HC,
12/08/04, Res., fundamento jurídico 2.1). Respecto a la integridad moral, ha
señalado que”el derecho a la integridad moral defiende los fundamentos del
obrar de una persona en el plano de la existencia y coexistencia social.
Dichos fundamentos manifiestan el conjunto de obligaciones elementales y
primarias que el ser humano se fija por mandato de su propia conciencia, y
los condicionamientos que ella recibe a través de la educación y cultura de su
entorno. (…) En efecto, la integridad moral se liga inescindiblemente al
atributo de desarrollar la personalidad y el proyecto de vida en comunidad
conforme a la convicción personal (religión, política, cultura, etc.). Debe
aclararse que la integridad moral no implica la idea de algo extraño o
superior a la persona para reconocer su existencia y defender su
intangibilidad, ya que se funda en el libre albedrio. Empero, es obvio que
estos fundamentos, en caso de o obrar, no deben colisionar con el orden
público.” (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., fundamento jurídico 2.2).
Finalmente sobre la integridad psíquica, ha explicado que”el derecho a la
integridad psíquica se expresa en la preservación de las habilidades
motrices, emocionales e intelectuales. Por consiguiente, asegura el respeto de
los componentes psicológicos y discursivos de una persona, tales como su
forma de ser, su personalidad, su carácter, así como su temperamento y
lucidez para conocer y enjuiciar el mundo interior y exterior del ser humano.
En ese sentido, se considera como un atentado contra este derecho la
utilización de procedimientos médicos como el llamado suero de la verdad,
que supone la aplicación de soluciones liquidas para explorar, sin expresión
de voluntad, el campo del subconsciente. Asimismo, se encuentran proscritos
los denominados lavados de cerebro o las hipnosis realizadas por vía
compulsiva o no avaladas por el libre albedrio. En la jurisprudencia son
recurrentes los actos de afectación psíquica en el ámbito educativo como
consecuencia de ciertas medidas correctivas a los educandos (ofensa verbal,
prohibiciones de ingreso y salida del recinto escolar, etc.); así como aquellos
que aparecen en el ámbito familiar (manipulaciones para el goce del régimen
de visitas, retardo no justificado de las prestaciones alimentarias,
etc).” (Exp. Nº 2333-2004-HC, 12/08/04, Res., fundamento jurídico 2.3).  
7.7. Derecho a la Igualdad.
El Tribunal Constitucional refiere que la igualdad como principio
constitucional que vincula a todos y se proyecta sobre todo el ordenamiento
jurídico nacional, “comporta que no toda desigualdad constituye
necesariamente una discriminación, pues no se proscribe todo tipo de
diferencia de trato en el ejercicio de los derechos fundamentales; la igualdad
solamente será vulnerada cuando el trato desigual carezca de una
justificación objetiva y razonable. La aplicación, pues, del principio de
igualdad, no excluye el tratamiento desigual; por ello, no se vulnera dicho
principio cuando se  establece una diferencia de trato, siempre que se realice
sobre bases objetivas y razonables.” (Exp. Nº 0048-2004-AI).
 De otro lado, la igualdad en cuanto derecho fundamental, derecho subjetivo
cuyo titular es el ser humano, señala el Tribunal Constitucional que “se
constituye, prima facie, en aquel derecho que obliga, tanto a los poderes
públicos como a los particulares, a encontrar un actuar paritario con
respecto a las personas que se encuentran en las mismas condiciones o
situaciones, así como a tratar de manera desigual a las personas que estén en
situaciones desiguales, debiendo dicho trato discriminatorio tener un fin
legítimo, el mismo que debe ser conseguido mediante la adopción de la
medida más idóneas, necesaria y proporcional.” (Exp. Nº 0004-2006-
PI)              
El Tribunal Constitucional también ha señalado que el derecho a la igualdad
tiene una doble faceta o dimensión: formal, referida a la igualdad en la
aplicación de la ley, y material, esto es, igualdad en la Ley. Respecto a la
igualdad en la aplicación de la ley refiere que “en su dimensión formal,
impone una exigencia al legislador para que este no realice diferencias
injustificadas; pero también a la administración pública y aun a los órganos
de la jurisdicción, en el sentido de que la ley no puede aplicarse en forma
desigual frente a supuestos semejantes (igualdad en la aplicación de la
ley).” (Exp. Nº 0606-2004-AA). Se configura como limite al actuar de
órganos públicos, tales como los jurisdiccionales y administrativos. Exige que
estos órganos, al momento de aplicar la ley, no deban atribuir una
consecuencia jurídica a dos supuestos de hecho que sean sustancialmente
iguales. En otros términos, la ley debe ser aplicada de modo igual a todos
aquellos que estén en la misma situación, sin que el aplicador pueda establecer
diferencia alguna en razón de las personas o de circunstancias que no sean las
que se encuentren presentes en la ley” (Exp. Nº 0004-2006-PI). En torno a la
igualdad en la ley, señala que “en su dimensión material, el derecho de
igualdad supone no solo una exigencia negativa, es decir la abstención de
tratos discriminatorios; sino, además, una exigencia positiva por parte del
estado, que se inicia con el reconocimiento de la insuficiencia de los
mandatos prohibitivos de discriminación y la necesidad de equiparar
situaciones, per se, desiguales. Tratar igual a los iguales y desigual a los
desiguales, pues, no se traduce en el derecho a ser objeto del mismo trato,
sino a que se realice un tratamiento diferenciado si es que dos sujetos no se
encuentran en una situación igual. Por tanto, el problema es determinar que
tratos diferenciados son constitucionalmente admisibles, lo que deberá
analizarse en cada caso concreto conforme al test de razonabilidad y
proporcionalidad.” (Exp. Nº 0606-2004-AA).
Diferenciación y discriminación: Como se ha señalado anteriormente, el
Tribunal Constitucional ha manifestado que el derecho de igualdad implica
tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales, lo que conlleva a realizar
un trato diferenciado, encontrándose prohibidos sin embargo los tratos
discriminatorios; en ese sentido ha señalado que debe distinguirse entre dos
categorías jurídico-constitucionales, esto es, la diferenciación y la
discriminación. Así, refiere que “la diferenciación está constitucionalmente
admitida, atendiendo a que no todo trato desigual es discriminatorio; es
decir, se estará frente a una diferenciación cuando el trato desigual se funde
en causas objetivas y razonables. Por el contrario, cuando esa desigualdad
de trato no sea ni razonable ni proporcional, estaremos frente a una
discriminación y, por tanto, frente a una desigualdad de trato
constitucionalmente intolerable.” (Exp. Nº 0048-2004-AI). “La
diferenciación debe perseguir una intencionalidad legitima, determinada,
concreta y específica, cuyo fin sea la consecución o aseguramiento de un bien
o valor constitucional, o de un bien o valor constitucionalmente aceptable. Es
decir, deberá asentarse en una justificación objetiva y razonable, de acuerdo
con certeros juicios de valor generalmente aceptados. En ese sentido, no cabe
hablar válidamente de un proceso diferenciador de trato, cuando este se basa
en supuestos de hecho o en situaciones subjetivas”. (Exp. Nº 0261-2003-
AA). “La discriminación es (…) el trato diferenciado que se da a una
persona por determinadas cuestiones, lo que imposibilita su acceso a
oportunidades esenciales a las que otros, en su misma condición tienen
derecho”. (Exp. Nº 0090-2004-AA).

7.8. Derecho a la Libertad de conciencia.


Sobre el derecho a la libertad de conciencia, el Tribunal Constitucional ha
manifestado que “supone el derecho de toda persona de formarse libremente
la propia conciencia, de manera tal que aquella formación se vea exenta de
intromisiones de cualquier tipo. El libre desarrollo de la personalidad del
individuo implica que en el transcurrir de la vida la persona vaya formándose
en valores o principios que den lugar a la generación de un propio cumulo de
criterios e ideas. El Estado Constitucional de Derecho resguarda que el
forjamiento de la propia conciencia no conlleve perturbación o imposición de
ningún orden. Ni siquiera de aquellos postulados éticos o morales que cuenten
con el más contundente y mayoritario apoyo social, pues justamente, una
condición intrínseca al ideal democrático lo constituye el garantizar el respeto
de los valores e ideas de la minoría.” (Exp. Nº 0895-2001-AA).

7.9. Derecho a la objeción de conciencia


Al respecto el Tribunal Constitucional ha señalado que “el derecho
constitucional a la objeción de conciencia (…) permite al individuo objetar el
cumplimiento de un determinado deber jurídico, por considerar que tal
cumplimiento vulneraria aquellas convicciones personales generadas a partir
del criterio de conciencia y que pueden provenir, desde luego, de profesar
determinada confesión religiosa. Así, la objeción de conciencia tiene una
naturaleza estrictamente excepcional, ya que en un estado Social y
Democrático de Derecho, que se constituye sobre el consenso expresado
libremente, la permisión de una conducta que se separa del mandato general e
igual para todos, no puede considerarse la regla, sino, antes bien, la excepción,
pues, de lo contrario, se estaría ante el inminente e inaceptable riesgo de
relativizar los mandatos jurídicos”. (Exp. Nº 0895-2001-AA).

7.10. Derecho a la libertad de religión.


Refiere Mosquera (2005) que “como derecho individual, la libertad de
religión ampara el libre ejercicio de las creencias, incluyendo aquí la
libertad de tener o no tener una creencia, -aspecto esencial de este derecho
que protege tanto a la manifestación positiva de religiosidad como a la
opción agnóstica o atea-, la libertad para cambiar de creencias, para
manifestar la opinión religiosa y también la contraria, la libertad para no
expresar la tendencia religiosa, -si es que la hubiese-, de una persona, para
finalmente alcanzar a la esfera de los actos de culto, seña de identidad propia
y singular de la libertad de pensamiento en su esfera religiosa, que ayuda en
muchas ocasiones a diferenciarla de la libertad ideológica o política. Al
mismo tiempo, ese derecho esencial de la persona a su libertad en materia
religiosa, tiene una vertiente colectiva. Que enlaza de modo directo con esa
manifestación de carácter cultural. Los actos de culto acostumbran a ser
actos de carácter colectivo, y las religiones tradicionales tienen como base de
acción los grupos y colectivos en que los fieles participan de las creencias
comunes.”
Respecto al contenido de la libertad de religión, el Tribunal Constitucional
manifiesta que ”La libertad de religión comporta el derecho fundamental de
todo individuo de formar parte de una determinada confesión religiosa, de
creer en el dogma y la doctrina propuesta por dicha confesión, de manifestar
pública y privadamente las consecuentes convicciones religiosas y de
practicar el culto. Como todo derecho de libertad, el derecho a la libertad
religiosa tiene una vertiente negativa, que garantiza la libertad de cada
persona para decidir en conciencia que no desea tomar parte en actos de la
naturaleza antes descrita”. (Exp. Nº 0895-2001-AA). ”El reconocimiento y
protección constitucional de la libertad religiosa comporta el establecimiento
de los cuatro atributos jurídicos siguientes : a) Reconocimiento de la facultad
de profesión de la creencia religiosa que libremente elija una persona; b)
reconocimiento de la facultad de abstención de profesión de todo creencia y
culto religiosa; c) Reconocimiento de la facultad de poder cambiar de
creencia religiosa; d) Reconocimiento de la facultad de declarar
públicamente la vinculación con una creencia religiosa o de abstenerse de
manifestar la pertenencia a alguna. Es decir, supone el atributo de informar,
o no informar, sobre tal creencia a terceros”. (Exp. Nº 3283-2003-AA,
15/06/04, P, fundamento jurídico 18).

7.11. Derecho a la libertad física.


El Tribunal Constitucional ha señalado que la libertad personal no es solo un
derecho fundamental, sino también un valor superior del ordenamiento
jurídico, cuyo ejercicio puede ser regulado y restringido por ley. Sobre su
contenido señala que el ser humano “es libre para realizar todo aquello que
no esté prohibido en virtud de una ley, ni obligado de hacer aquello que la ley
no manda”. (Exp. Nº 2235-2004-AA). Refiere también que en cuanto derecho
subjetivo, el derecho a la libertad personal “garantiza que no se afecte
indebidamente la libertad física de las personas, esto es, su libertad
locomotora, ya sea mediante detenciones, internamientos o condenas
arbitrarias. Los alcances de la garantía dispensada a esta libertad
comprende frente a cualquier supuesto de privación de la libertad
locomotora, independientemente de su origen, la autoridad o persona que la
haya efectuado. Garantiza, pues, ante cualquier restricción arbitraria de la
libertad personal”. (Exp. Nº 1091-2002-HC)

7.12. Derecho al libre tránsito.


El Tribunal Constitucional ha manifestado que el derecho a la libertad de
tránsito ”busca reconocer que todo nacional o extranjero con residencia
establecida pueda circular libremente o sin restricciones por el ámbito de
nuestro territorio patrio, habida cuenta de que, en tanto sujeto con capacidad
de autodeterminación, tiene la libre opción de disponer como o por donde
decide desplazarse, sea que dicho desplazamiento suponga facultad de
ingreso hacia el territorio de nuestro estado, circulación o transito dentro del
mismo, o simplemente salida o egreso del país”. (Exp. Nº 3482-2005-PHC)
Refiere también que “la facultad de un libre tránsito comporta el ejercicio
del atributo del ius movendi et ambulandi. Es decir, supone la posibilidad de
desplazarse autodeterminativamente en función a las propias necesidades y
aspiraciones personales, a lo largo y ancho del territorio, así como a
ingresar o salir de el, cuando así se desee. Se trata de un imprescindible
derecho individual y de un elemento conformante de la libertad. Más aun,
deviene en una condición indispensable para el libre desarrollo de la persona
(…) cuyo sentido más elemental radica en la posibilidad de transitar en las
vías y los espacios públicos”. (Exp. Nº 2876-2005-HC).

7.13. Derecho a la inviolabilidad del domicilio.


Para Mesías (2004), el ser humano en tanto centro de imputación normativa,
requiere ser ubicado en un espacio físico para imputarle derechos o deberes;
en ese sentido, nuestra legislación civil establece que el domicilio se configura
exclusivamente en atención a un elemento objetivo, esto es, la residencia real
y habitual en un lugar determinado; sin embargo la noción constitucional de
domicilio difiere de la civil en la medida que el domicilio además de ser el
lugar físico en el que habita una persona, es también el espacio en el que se
desenvuelve su libertad personal, se desarrolla su personalidad, se realiza su
vida priva o intima, por ello se excluye el ingreso a terceros. Por ello se señala
que “el derecho a la inviolabilidad del domicilio es un derecho de naturaleza
instrumental, pues coadyuva a la protección de otros derechos fundamentales.
En tal sentido, fue concebido en sus orígenes como una garantía para la
libertad personal frente al estado, referida principalmente a la prohibición de
aprehensión domiciliaria sin que medie orden judicial… No obstante lo dicho,
en estos tiempos el derecho a la inviolabilidad del domicilio no se reduce a la
protección de la libertad personal, pero mantiene aun su carácter instrumental
respecto de otros derechos. Así, a través de este derecho se optimizan tanto el
derecho de propiedad como, y principalmente, el derecho a la intimidad…Es
más directa la relación entre el derecho a la inviolabilidad del domicilio y el
derecho a la intimidad. En efecto, la inviolabilidad del domicilio protege ante
todo la privacidad de la persona pues evita la intromisión en aquel espacio en
el que los individuos ejercen su libertad mas intima, en el que no tienen la
necesidad de observar los usos o las convenciones sociales. Se evita con ello
no solo la lesión de la intimidad de la persona, sino de los diversos derechos
de la personalidad como a la identidad, a la imagen y voz, a la intimidad
familiar, etc.” Mesías (2004).La prohibición de ingreso, investigación y
registro del domicilio, alcanza tanto a los agentes estatales como a los
particulares; sin embargo, en el caso de los poderes públicos, la Constitución
admite supuestos de excepción, como son :
A)        La entrada legitima en el domicilio por asentimiento del titular, cierto
e inequívoco.
B)        El mandato judicial, previa existencia de un debido proceso,
prohibiéndose en consecuencia el allanamiento ilegal.
C)        La flagrancia delictiva, esto es, “aquella situación en que el
delincuente es sorprendido en el momento de delinquir o en circunstancias
inmediatas a la perpetración del ilícito, mientras no ha huido o no se le ha
perdido de vista. En tal caso, solo se permite el ingreso al domicilio si es
necesario para alcanzar los fines legítimamente previstos, como serian impedir
la consumación del ilícito penal, la huida del delincuente o la desaparición de
los efectos o instrumentos del delito”.
D)        El peligro inminente de perpetración de un delito, cuando se tiene el
conocimiento fundado de la comisión inminente de un hecho ilícito, no meras
sospechas, presunciones o prejuicios.
E)         Razones de sanidad o grave riesgo para la salud, la vida o la seguridad
de las personas.

7.14. El derecho a la intimidad.


Existe consenso en la doctrina constitucional en afirmar que el trabajo escrito
en 1890 por Samuel Warren y Louis Brandeis titulado The Right to
Privacy, sentó las bases de una nueva y fundamental institución jurídica
denominada privacy, que surge a partir de la afirmación del derecho que tiene
todo sujeto a mantener un ámbito de soledad y reserva. La elaboración
doctrinal de Warren y Brandeis nace de la afirmación del derecho que tiene
todo individuo a ser dejado en paz o a ser dejado solo (to be left alone). Según
Warren y Brandeis, la propiedad entendida como posesión de bienes
materiales debe dejar de ser la clave de protección de los individuos para dar
paso al principio de la inviolabilidad de la personalidad, que incluiría, además
de la protección a la propiedad intelectual y a la autoría artística, el respeto a
la intimidad frente al conflicto que surge con la libertad de información y más
concretamente con la libertad de expresión, del que hacen uso los medios de
comunicación masiva. Morales (2002)
 
El Tribunal Constitucional ha señalado que el derecho a la intimidad
consagrado en el artículo 2, inciso 7 de la Constitución Política, protege el
derecho a la vida privada, esto es el poder jurídico de rechazar intromisiones
ilegítimas en la vida íntima o familiar de las personas (Exp. 1797-2002/HD-
TC). Asimismo, con relación a la vida privada en tanto bien jurídico tutelado
por la Constitución, el Tribunal refiere que sobre la base del right to be alone
(derecho a estar en soledad), se ha estimado apropiado afirmar que es el
ámbito personal en el cual un ser humano tiene la capacidad de desarrollar y
fomentar libremente su personalidad. Por ende, se considera que está
constituida por los datos, hechos o situaciones desconocidas para la
comunidad que, siendo verídicos, están reservados al conocimiento del sujeto
mismo y de un grupo reducido de personas, y cuya divulgación o
conocimiento por otros trae aparejado algún daño. Finalmente, establece
que la vida privada es un derecho fundamental en primordial relación con la
intimidad, siendo que ésta última tiene una protección superlativa dado que
configura un elemento infranqueable de la existencia de una persona; la vida
privada, por su parte, la engloba y también incluye un ámbito que sí admite
algunas intervenciones que habrán de ser consideradas como legítimas,
vinculándose inclusive con otros derechos, como la inviolabilidad de
domicilio (Exp. 06712-2005/HC-TC).       
A partir del texto constitucional podemos delimitar el derecho a la intimidad y
señalar que es aquel derecho inherente a la dignidad del ser humano, a tener
un espacio en su existencia para el recogimiento, la paz interior, la soledad,
la quietud, rechazando las interferencias o intromisiones de la autoridad o de
terceras personas, en la vida íntima, así como la divulgación de hechos,
actividades, situaciones o acontecimientos reservados para sí, permitiendo
así un desarrollo físico, intelectual y moral, libre y autónomo de su
personalidad. El derecho a la intimidad al igual que todos los derechos de la
persona, se ha de delimitar también en concordancia con el interés público o
con la finalidad de todo ordenamiento jurídico de garantizar la convivencia
armónica de todos los miembros de la comunidad.
         MORALES (2002) señala que “..El derecho a la intimidad, al igual que
los demás derechos de la personalidad, pese a su trascendencia e
importancia para el ser humano, no son absolutos y, por lo tanto, es
necesario propender al equilibrio entre los justos intereses individuales y los
necesarios intereses generales que también deben ser protegidos por el
sistema jurídico. En ese sentido, debe tenerse claro que existen limitaciones
al derecho a la intimidad, donde este derecho cede frente a determinadas
situaciones consideradas de interés público, como serían los casos de
seguridad nacional, en situaciones de guerra u otra emergencia pública, de
desastre natural, bienestar económico del país, prevención de desórdenes o
crímenes, protección de la salud y la propia libertad de información, entre
otras…”.
Al respecto el Tribunal Constitucional ha manifestado que “debe tenerse
presente con respecto al derecho fundamental a la intimidad, también cabe la
distinción entre aquella esfera protegida que no soporta la limitación a
ningún orden (contenido esencial del derecho), de aquella otra que permite
restricciones o limitaciones, en tanto estas sean respetuosas de los principios
de razonabilidad y proporcionalidad (contenido “no esencial”), en Exp.  Nº
0004-2004-AI/TC.

Lecturas recomendadas
Para saber más: Ponemos a tu disposición dos interesantes documentos que
encontrarás en internet y te ayudarán a ampliar el tema que hemos estudiado.
- Documento 1.  Derechos fundamentales, Derechos Humanos,   Félix García
Moriyón   
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=498824
- Documento 2: Derechos lingüísticos y derechos fundamentales, Ramón Luis
Soriano Díaz.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=241670

Conclusiones
Podemos concluir este tema referido a la Economía Social de Mercado
resaltando las siguientes ideas:

 Los Derechos fundamentales Son un conjunto de facultades e


instituciones que, en cada momento histórico, concretan las exigencias de
la dignidad, la libertad y la igualdad humanas, las cuales deben ser
reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional
e internacional.

 “El derecho a la vida es el presupuesto indispensable de todos los


demás derechos. Sin vida no cabe el goce y disfrute de todos los derechos
que son inherentes a la persona humana. Tratándose de un derecho
subjetivo, el ordenamiento jurídico protege a la persona de cualquier
amenaza, agresión o atentado que ponga en peligro su vida y castiga, en su
caso, a los homicidas.

 la libertad personal no es solo un derecho fundamental, sino también un


valor superior del ordenamiento jurídico, cuyo ejercicio puede ser regulado
y restringido por ley.

Tema 08: Sistema interamericano de


Derechos Humanos
Sitio: Programa de Educación a Distancia

Curso: SP - NC - DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANO

Libro: Tema 08: Sistema interamericano de Derechos Humanos

Imprimido
ANA CECILIA ARAYA CAPRISTAN
por:

Día: sábado, 14 de diciembre de 2019, 10:06

Tabla de contenidos
 Bienvenida

 Logros de aprendizaje
 Organizador gráfico del tema

 8.1. Reseña y funcionamiento del sistema Interamericano

 8.2. Aspectos generales: Los supuestos de protección.

 8.3. Primera Fase: La Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

 8.4. Posibles peticionarios y orden jurídico protegido.

 8.5. Requisitos de admisibilidad.

 8.6. Análisis del fondo de la petición.

 8.7. El informe final de la comisión y su valor jurídico

 8.8. Los casos de violaciones masivas o sistemáticas de los derechos Humanos.

 8.9. Segunda Fase: La Corte Interamericana de Derechos Humanos.


o 8.9.1. Competencia Contenciosa
o 8.9.2. Presentación de la Demanda
o 8.9.3. El Procedimiento: La fase escrita y oral
o 8.9.4. Las medidas provisionales

 8.9.5. La Sentencia de la Corte

 8.9.6. Ejecución de la Sentencia

 8.9.7. Competencia Consultiva

 Lecturas recomendadas

 Conclusiones

 Metacognición

 Referencias

Bienvenida
¡Bienvenidos!
 
Estimado estudiante, bienvenidos a nuestro octavo tema de estudio, los
contenidos que a continuación desarrollaremos nos permitirá identificar la
estructura y funcionamiento del sistema interamericano de Protección de los
Derechos Humanos, aspectos generales, Primera fase, posibles peticionarios,
requisitos de admisibilidad. Análisis del fondo de la petición, casos de
violación de DD.HH. Segunda fase: La Corte Interamericana de Derechos
Humanos, luego realiza las actividades contempladas en el aula virtual, donde
encontrarás un vídeo complementario del tema.

Logros de aprendizaje
Durante este tema el estudiante:

 Conoce la Estructura y Funcionamiento del Sistema Interamericano de


Protección de los Derechos Humanos.  
 Analiza los requisitos de admisibilidad.
 Analiza el Derecho a la Libertad Personal.
 Conoce la casuística respecto a la violación de DD.HH.
 Conoce la Corte Interamericana de Derechos Humanos

Organizador gráfico del tema


Observemos detenidamente el siguiente mapa conceptual, es una síntesis de
los contendidos temáticos que estudiaremos, durante esta sesión de
aprendizaje.
¿Qué conceptos te llaman la atención?

8.1. Reseña y funcionamiento del sistema


Interamericano
Breve reseña de la estructura y funcionamiento del sistema Interamericano de
protección de los Derechos Humanos. 
La Convención Americana sobre Derechos Humanos contempla tres técnicas
de control en relación al respeto de los derechos fundamentales, a saber: los
Informes de los Estados partes, las Denuncias Interestatales y las Denuncias
Individuales.
Sobre lo primero, el artículo 43 de la Convención Americana establece que los
Estados partes están obligados a proporcionar a la Comisión Interamericana
los Informes que ésta requiera sobre el modo en el que su Derecho interno
asegura y garantiza la aplicación efectiva de las disposiciones de la
Convención. Dichos Informes son examinados por la Comisión, pudiendo ella
formular las recomendaciones que considere convenientes. Una obligación
similar está contemplada en el artículo 42 de este instrumento, cuando señala
que los Estados deberán remitir a la Comisión copia de los Informes y
estudios que en sus respectivos campos sometan anualmente a las Comisiones
Ejecutivas del Consejo Interamericano para la Educación, la Ciencia y la
Cultura.
Sin embargo, es a través de los otros dos mecanismos de control (esto es, las
denuncias) que el Sistema Interamericano realmente alcanza un grado de
eficiencia mayor en la protección de los derechos humanos.
8.2. Aspectos generales: Los supuestos de
protección.
El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos posee una
estructura dual, cuyos órganos son la Comisión y la Corte Interamericanas de
Derechos Humanos. La Convención Americana de Derechos Humanos
contempla tres diferentes supuestos en los que se pueden presentar denuncias
individuales o interestatales ante estos organismos, dependiendo de los cuales,
ambos podrán ejercer distintas competencias.
En el primer supuesto, las violaciones son cometidas por Estados miembros
deja OEA que no han ratificado la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, como sucede por ejemplo con Estados Unidos y Canadá. En este
supuesto, la Comisión Interamericana, a quien se dirige la petición, se rige por
la Carta de la OEA y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del.. Hombre, así como por las disposiciones generales (artículos 28 al 43 y 45
a 47) del Reglamento de la Comisión.
En el segundo supuesto, la violación es cometida por Estados Miembros de la
OEA que han ratificado la Convención Americana, pero no la competencia
contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, como sucede
por ejemplo con Jamaica. En este supuesto, la Comisión Interamericana se
regirá no solo por la Carta de la OEA y la Declaración Americana de
Derechos y Deberes del Hombre sino también por la Convención Americana
de Derechos Humanos y por el Reglamento de la Comisión.
 
Finalmente, en el tercer supuesto, la violación es cometida por Estados
Miembros de la OEA que han suscrito la Convención Americana y que
mediante declaración unilateral han aceptado la jurisdicción contenciosa de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, como sucede por ejemplo con el
Perú.  En este último supuesto el sistema de protección interamericano de
derechos humanos despliega toda su capacidad, al permitir no solo la
aplicación de los instrumentos antes referidos sino también la intervención de
la Comisión y Corte Interamericanas de Derechos Humanos

8.3. Primera Fase: La Comisión


Interamericana de Derechos Humanos.
Según La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es un órgano
autónomo de la Organización de Estados Americanos que tiene las funciones
principales de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos
y de servir como órgano consultivo de la Organización en esta materia.   La
Comisión, cuya sede se encuentra en Washington D.C, está compuesta de
siete miembros, elegidos a título personal por la Asamblea General de la
Organización.
Esta celebra al menos dos períodos ordinarios de sesiones al año y el número
de sesiones extraordinarias que considere necesario. Puede crear relatorías,
grupos de trabajo o comités, para el mejor cumplimiento de sus funciones,
debiendo la Comisión establecer en cada caso las características del mandato.

8.4. Posibles peticionarios y orden jurídico


protegido.
Conforme a los artículos 41 y 44 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, la Comisión tiene la función de actuar respecto de las peticiones y
comunicaciones que cualquier persona, grupo de personas, ONG legalmente
reconocida en uno o más Estados Miembros de la Organización, o Estado
Miembro de la OEA le plantee, relativas a violaciones de derechos humanos
cometidas por Estados miembros de la Convención.
Estas violaciones —tal como lo señala el artículo 23 del nuevo reglamento de
la Comisión— deberán referirse a alguno de los diferentes cuerpos normativos
que rigen el destino de la OEA, a saber: la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, el Protocolo Adicional sobre Derechos Humanos en Materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Protocolo Relativo a la
Abolición de la Pena de Muerte, la Convención Interamericana para Prevenir
y Sancionar la Tortura, la Convención Interamericana sobre la Desaparición
Forzada de Personas y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
Cometida entonces la violación por un Estado parte de cualquiera de los
instrumentos señalados en el acápite anterior, se puede dar inicio al
mecanismo de protección regional, mediante el planteamiento de una petición
a la Comisión para que investigue los hechos del caso en un procedimiento no
jurisdiccional.
Como ya lo hemos señalado, la acción puede ser iniciada por un particular
(petición) o por un Estado parte (comunicación). En el primer supuesto se
inicia un procedimiento individual, mientras que en el segundo se inicia un
procedimiento interestatal. Sin embargo, es importante señalar que este último
mecanismo de denuncias interestatales nunca ha sido utilizado en el sistema
interamericano.
La petición individual puede ser presentada por cualquier persona, grupo de
personas u ONG. En consecuencia, la petición no está limitada a la víctima,
sino que la legitimación activa es más amplia, incluyendo a cualquier persona.
En este orden de ideas, el consentimiento de la víctima no es un requisito de la
petición.
En la petición se debe señalar si los peticionarios desean que su identidad sea
mantenida en reserva frente al Estado. La petición debe además ser presentada
dentro de los 6 meses siguientes a la fecha en que el presunto lesionado ha
sido notificado de la decisión nacional que agota los recursos internos. Sobre
esto último, la Corte Interamericana se ha inclinado por considerar este plazo
como uno de prescripción, por lo cual el Estado demandado debe alegar su
vencimiento como excepción, de lo contrario puede convalidar expresa o
tácitamente el referido exceso.

8.5. Requisitos de admisibilidad.


Una vez recibida la petición por la Comisión, ésta deberá ser registrada en la
Secretaria Ejecutiva, quien tiene la responsabilidad de verificar que los
requisitos necesarios para la presentación de una denuncia se hayan cumplido
(revisión inicial); de lo contrario, puede solicitarle al peticionario que los
complete.
 
Entre los requisitos que se exigen para admitir la petición destaca el del
agotamiento de los recursos internos por parte del peticionario. Al respecto,
señala Cárdenas:
Este es un requisito a favor de los Estados, con el fin de evitar que su
soberanía se menoscabe al no permitir que sean ellos los que corrijan por sus
propios medios, las situaciones litigiosas dentro de sus marcos institucionales.
 
En efecto, frente a una violación de derechos humanos, es el órgano judicial
del Estado el encargado de reparar tal transgresión. Solo en caso de que el
aparato judicial del Estado no lleve adelante la reparación debida, se abre la
posibilidad de recurrir a la Comisión Interamericana. No debe olvidarse que
conforme al preámbulo de la Convención Americana la protección
internacional de los derechos humanos es "coadyuvante o complementaria de
la que ofrece el Derecho interno de los Estados Americanos". En este sentido,
el no cumplimiento de este requisito por el peticionario puede ser invocado
por el Estado denunciado en su escrito de excepciones preliminares, a fin de
que la demanda no sea admitida. Sin embargo, nada impide al Estado
denunciado renunciar a esta exigencia, tal como ha sido consagrado por la
jurisprudencia interamericana.
 
 
 
 
 
 
 
De otro lado, en el sistema interamericano, el agotamiento de recursos
internos no implica a diferencia del sistema europeo agotar los procedimientos
administrativos ni tampoco todos los recursos jurisdiccionales disponibles,
sino tan solo aquellos recursos judiciales que fueren adecuados y efectivos.
Sobre esto último ha señalado la Corte:
El artículo 46.1.a) de la Convención remite "a los principios del Derecho
Internacional generalmente reconocidos". Esos principios no se refieren solo a
la existencia formal de tales recursos, sino también a que estos sean adecuados
y efectivos, como resulta de las excepciones contempladas en el artículo 46.2.
Que sean adecuados significa que la función de esos recursos, dentro del
sistema del Derecho interno, sea idónea para protegerla situación jurídica
infringida. En todos los ordenamientos internos existen múltiples recursos,
pero no todos son aplicables en todas las circunstancias. Si, en un caso
específico, el recurso no es adecuado, es obvio que no hay que agotarlo. Así lo
indica el principio de que la norma está encaminada a producir un efecto y no
puede interpretarse en el sentido de que no produzca ninguno o su resultado
sea manifiestamente absurdo o irrazonable. Por ejemplo, un procedimiento de
orden civil, expresamente mencionado por el Gobierno, como la presunción
de muerte por desaparecimiento, cuya función es la de que los herederos
puedan disponer de los bienes del presunto muerto o su cónyuge pueda volver
a casarse, no es adecuado para hallarla persona ni para lograr su liberación si
está detenida.
Un recurso debe ser, además, eficaz, es decir, capaz de producir el resultado
para el que ha sido concebido. El de exhibición personal puede volverse
ineficaz si se le subordina a exigencias procesales que lo hagan inaplicable, si,
de hecho, carece de virtualidad para obligar a las autoridades, resulta
peligroso para los interesados intentarlo o no se aplica imparcialmente.
 
 
 
 
 
En cambio, al contrario de lo sostenido por la Comisión, el mero hecho de que
un recurso interno no produzca un resultado favorable al reclamante no
demuestra, por sí solo, la inexistencia o el agotamiento de todos los recursos
internos eficaces, pues podría ocurrir, por ejemplo, que el reclamante no
hubiera acudido oportunamente al procedimiento apropiado.
Ahora bien, no se exigirá el agotamiento de los recursos internos cuando:
 a) no exista legislación nacional para la protección de los derechos que se
alegan como violados,
b) no se haya permitido al presunto lesionado el acceso a la jurisdicción
interna o se le haya impedido agotarla, y,
 c) haya un retardo injustificado en la decisión sobre dichos recursos.
En todo caso, conforme lo dispone el reglamento de la Comisión, corresponde
al Estado denunciado probar la inexistencia de estas excepciones y no al
peticionario, en caso este último alegue la imposibilidad de comprobar el
requisito señalado.
La Comisión tampoco considerará una petición si la materia contenida en ella:
a) se encuentra pendiente de solución ante un organismo internacional
gubernamental, o b) reproduce sustancialmente otra petición pendiente o ya
examinada y resuelta por la Comisión. También declarará inadmisible la
petición cuando: a) no exponga hechos que caractericen una violación de los
derechos humanos o, b) sea manifiestamente infundada o improcedente.
Luego de concluida esta fase y habiéndose determinado que la Comisión es
competente para conocer del caso, se inicia el procedimiento de admisibilidad,
luego de haber informado al Estado denunciado de la petición formulada en su
contra, solicitándole la información respectiva.
 Para decretar la admisibilidad de la petición, la Comisión cuenta con un
Grupo de Trabajo sobre Admisibilidad, que se reúne antes de cada periodo
ordinario de sesiones a fin de estudiar la admisibilidad de las peticiones y
formular recomendaciones al plenario de la Comisión. Estas
recomendaciones, conjuntamente con los argumentos esgrimidos por el
peticionario y el Estado denunciado, sirven de base para la decisión final de la
Comisión, la misma que se materializa en informes de admisibilidad que son
públicos y que deben ser incluidos en su informe anual a la Asamblea General
de la OEA.
Si la petición expone hechos distintos, o si se refiere a más de una persona o a
presuntas violaciones sin conexión en el tiempo y el espacio, podrá ser
desglosado y tramitado en expedientes separados. Por el contrario, si dos o
más peticiones versan sobre hechos similares, involucran a las mismas
personas o si revelan el mismo patrón de conducta, las podrá acumular y
tramitar en un mismo expediente.  La praxis de la Comisión conduce a
sostener que la acumulación de expedientes es más frecuente que el desglose y
que ella se verifica aun cuando no haya identidad de peticionarios, siempre
que los hechos y las alegadas violaciones sean comunes y el Estado preste su
conformidad.

8.6. Análisis del fondo de la petición.


Luego de admitida la petición, ésta es registrada como caso y se inicia el
procedimiento sobre el fondo del asunto. Aquí se inicia el procedimiento
contradictorio ante la Comisión destinado a esclarecer los hechos del caso,
con una comunicación escrita a las partes,   en la cual se fija un plazo de dos
meses para recibir de los peticionarios y del Estado presuntamente infractor,
las observaciones que tengan a bien realizar. Una vez recibida la información
solicitada al Estado, la Comisión la comunicará al denunciante y le otorgará
un plazo de 30 días para que éste presente sus observaciones, y en caso de que
las mismas incluyan información adicional, ésta será transmitida al Estado y
se le concederá 30 días más para responder. De darse el caso que el Estado
denunciado no responda a la solicitud de información en el plazo otorgado, se
presumirán verdaderos los hechos alegados por el peticionario.
Para el esclarecimiento de los hechos también podrán realizarse audiencias e
investigaciones de ser necesarias.  Asimismo en esta etapa se determinará la
posibilidad de aplicar medidas cautelares a fin de evitar daños irreparables.
 
En cuanto a las Audiencias, estas pueden tener lugar cuando la Comisión así
lo decida o a petición de parte, una vez transcurridos los plazos para entregar
la información solicitada a fin de comprobar los hechos. En principio estas
audiencias son privadas a menos que la Comisión decida la presencia de
terceros y el Estado involucrado otorgue las garantías pertinentes a quienes
concurran a ellas. 
 
En relación a las visitas in loco, estas tienen por objeto que se efectivice el
principio de inmediación, para que el órgano encargado de decidir un asunto
cuente con los elementos necesarios para percibir directamente el material
fáctico. Estas visitas de carácter particular no deben ser confundidas con las
observaciones in loco de carácter general, que no apuntan a investigar un caso
concreto sino una situación de violación masiva y sistemática de los derechos
humanos y que son llevadas a cabo por una comisión especial. Para llevar
adelante estas visitas, la Comisión solicita al Estado que la invite, pero si no se
obtiene dicha invitación, la Comisión realiza la visita con la anuencia del
Estado.
 
 En lo que toca a las medidas cautelares, estas pueden ser decretadas por la
Comisión a iniciativa propia o a petición de parte, o solicitadas a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, cuando exista peligro inminente de que
el daño se vuelva irreparable.
 
Para concluir se debe precisar que durante toda la etapa de examen de la
petición, la Comisión se pone a disposición de las partes a fin de procurar un
arreglo amistoso. Se trata de una función conciliadora ejercida por la
Comisión, con el propósito de permitir al Estado denunciado una salida
política, con la que el peticionario se encuentre de acuerdo. Esta conciliación
opera incluso para los Estados miembros de la OEA que no sean partes de la
Convención. Si bien en algunos casos, los Estados han recurrido a la
conciliación tan solo para dilatar el procedimiento, y asimismo se han
presentado situaciones donde ha sido imposible arribar a una solución
amistosa debido a la naturaleza de la denuncia, el número de casos resueltos
mediante esta vía se ha incrementado notablemente en los últimos años. Sobre
el grado de discrecionalidad del cual goza la Comisión en los procedimientos
de solución amistosa, la Corte ha señalado:
Una interpretación de acuerdo con el contexto de la Convención, lleva al
convencimiento de que esa actuación de la Comisión debe intentarse sólo
cuando las circunstancias de una controversia determinen la necesidad o la
conveniencia de utilizar este instrumento, supuestos sujetos a la apreciación
de la Comisión.
[...] lo anterior significa que la Comisión posee facultades discrecionales, pero
de ninguna manera arbitrarias para decidir, en cada caso, si resulta
conveniente o adecuado el procedimiento de solución amistosa para resolver
el asunto en beneficio del respeto a los derechos humanos.
Sobre los objetivos que persigue este procedimiento de conciliación, la Corte
también ha precisado:
El procedimiento descrito contiene un mecanismo de intensidad creciente
destinado a estimular al Estado afectado a fin de que cumpla con su deber de
cooperar para la solución del caso. Se ofrece así al Estado la posibilidad de
resolver el asunto antes de verse demandado ante la Corre, y al reclamante la
de obtener un remedio apropiado de una manera más rápida y sencilla.
Para llevar a cabo este procedimiento de conciliación, la Comisión designa a
uno de sus miembros para que se encargue de las negociaciones entre las
partes, las mismas que se desarrollan de manera confidencial. Una vez
alcanzado el acuerdo, éste debe ser refrendado por la Comisión, siempre que
esté fundado en el respeto de los derechos humanos reconocidos en la
Declaración y Convención Americanas. El acuerdo debe además implicar una
satisfacción pecuniaria para el afectado así como la adopción por el Estado de
las medidas necesarias para evitar que hechos similares vuelvan a ocurrir. Este
acuerdo tiene carácter vinculante^ debe ser seguido de un informe de la
Comisión que pone término al procedimiento, debiendo ésta supervisar el
cumplimiento del acuerdo.
Asimismo, el peticionario puede desistirse en cualquier momento de su
petición, debiendo manifestarlo por escrito a la Comisión. Esta última podrá
archivar la petición o proseguir el trámite en interés de proteger un derecho
determinado.

8.7. El informe final de la comisión y su valor


jurídico
Luego de actuadas las pruebas sobre los hechos del caso y no habiéndose
alcanzado un acuerdo mediante la conciliación, la Comisión emite un informe,
cuyos efectos serán diversos según se trate de Estados partes o no de la
Convención Americana.
En efecto, en el caso de los Estados no partes de la Convención Americana, el
caso concluye con este informe de la Comisión que incluye tanto sus
conclusiones, como sus recomendaciones y el plazo para darles cumplimiento.
Si el Estado no cumple con lo establecido en el informe, la Comisión podrá
publicarlo, ya sea en su Informe Anual o en otra forma que estime
conveniente. Aquí, se agota el procedimiento.
En el caso de los Estados partes de la Convención Americana, la Comisión
elabora un informe sobre el fondo de carácter preliminar que incluye sus
conclusiones y recomendaciones, así como el plazo dentro del cual el Estado
debe cumplir estas últimas. Si transcurren 3 meses desde la notificación del
informe preliminar sin que el Estado haya cumplido con atender las
recomendaciones, o si la causa no hubiere sido sometida a consideración de la
Corte, la Comisión podrá emitir un segundo informe, esta vez con carácter
definitivo, que contenga su opinión, conclusiones finales y recomendaciones,
el mismo que será transmitido a las partes, quienes presentarán en el plazo
fijado por la Comisión, la información respectiva sobre el cumplimiento de las
recomendaciones. Posteriormente, la Comisión evalúa el cumplimiento de sus
recomendaciones con base a la información disponible y decide sobre la
publicación del informe definitivo y su inclusión en el informe anual o en
cualquier otro medio que considere apropiado.
Diferencias entre el primer y segundo informe de la Comisión, lo cierto es que
existen algunas diferencias. En primer lugar, mientras el informe preliminar
tiene carácter confidencial, el segundo no tiene tal carácter. En segundo lugar,
mientras el actual reglamento de la Comisión permite plantear recurso de
reconsideración sobre los informes preliminares dirigidos a los Estados no
miembros de la Convención y la Corte Interamericana ha admitido también
este recurso respecto de los informes preliminares dirigidos a los Estados
Miembros, este recurso no puede ser planteado tratándose de informes
definitivos.
Sobre el valor jurídico de los informes definitivos emitidos por la Comisión,
la Corte Interamericana ha señalado lo siguiente:
El término 'recomendaciones' usado por la Convención debe ser interpretado
conforme a su sentido corriente, de acuerdo con la regla general de
interpretación contenida en el artículo 31, 1 de la Convención de Viena sobre
Derecho de los Tratados, y al no haberse dado, a esta expresión un sentido
especial, no tendría el carácter de una decisión jurisdiccional obligatoria cuyo
incumplimiento comprometería la responsabilidad internacional del Estado;
en consecuencia, a juicio de la Corte, el Estado no incurriría en
responsabilidad internacional por incumplir con lo que considera una
recomendación no obligatoria.
Si bien la sentencia de la Corte precitada deja claramente establecido el
carácter de recomendación del informe de la Comisión, también debe quedar
meridianamente claro que si el Estado no adopta las recomendaciones
señaladas en dicho informe, la Comisión puede someter el caso a la Corte, de
manera tal de lograr su efectivo cumplimiento. En otras palabras, el Informe
de la Comisión no es vinculante ni ejecutable, salvo claro está que las
recomendaciones que incluye terminen plasmándose en una sentencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Ahora bien, luego de emitido el informe final por la Comisión Interamericana,
ésta notificará al peticionario dicho informe, con el propósito de darle la
oportunidad de presentar, dentro del plazo de un mes, su posición respecto del
sometimiento del caso a la Corte. En este sentido, el individuo no solo tiene la
posibilidad de opinar sobre el informe de la Comisión sino también sobre la
conveniencia de remitir el caso ante la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. No obstante, si bien el individuo puede opinar sobre la
conveniencia de someter el caso a la Corte, la decisión final corresponde a la
Comisión. Por ello, el artículo 44 del Reglamento de la Comisión permite que
ésta pueda no someter el caso a la Corte por decisión fundada en la mayoría
absoluta de sus miembros. Esto pone en evidencia la limitación de los
derechos procesales del peticionario, que si bien puede opinar sobre la
conveniencia de someter el caso a la Corte, no puede hacerlo ella misma o
comprometer a la Comisión a hacerlo.

8.8. Los casos de violaciones masivas o


sistemáticas de los derechos Humanos.
Más allá de las denuncias individuales, conviene precisar que la Comisión
Interamericana puede conocer situaciones de violación masiva o sistemática
de los Derechos Humanos por parte de un Estado miembro. Como señala
Buergenthal:
La Comisión usualmente inicia tal estudio cuando recibe numerosas
comunicaciones individuales u otras evidencias creíbles; de seguido por parte
de organizaciones no gubernamentales que sugieren que un gobierno está
cometiendo violaciones a los derechos humanos en gran escala.
Al recibir evidencias de esta violación masiva, la Comisión podrá llevar
adelante audiencias u observaciones de carácter general, lo que le permitirá
analizar en el terreno de los hechos la presencia o no de esta violación
generalizada. Posteriormente, podrá emitir un informe señalando sus
conclusiones y recomendaciones, el mismo que debe ser transmitido al Estado
en cuestión para que formule las observaciones que juzgue pertinentes, antes
de ser publicado, sirviendo esto último como un medio eficaz de presión a los
Estados miembros para el cumplimiento de tales recomendaciones.
 
Núñez (1994), afirma que los informes que publica la Comisión, en la
práctica, han logrado efectos positivos a pesar de que por sí mismos no
suponen consecuencias ejecutivas ni órdenes para los Estados señalados, sin
embargo si son una presión moral y política porque ponen en tela de juicio la
actuación de un gobierno hacia su población

8.9. Segunda Fase: La Corte Interamericana de


Derechos Humanos.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos está compuesta de 7 jueces,
nacionales de los Estados miembros de la Organización, de la más alta
autoridad moral y de reconocida competencia en materia de Derechos
Humanos, que ejercen sus funciones a título personal, siendo elegidos por la
Asamblea General de la OEA. La Corte se reúne en su sede en San José de
Costa Rica. en sesiones ordinarias y extraordinarias, desarrollando dos tareas
fundamentales: una de carácter contenciosa, destinada a resolver una denuncia
por violación de derechos humanos, y otra de carácter consultiva, destinada a
interpretar el verdadero sentido y alcance de una norma jurídica.

8.9.1. Competencia Contenciosa


Conforme al artículo 68.1 de la Convención Americana de Derechos
Humanos, la función jurisdiccional de la Corte tiene carácter opcional o
facultativo para los Estados partes, en tanto solo puede realizarse cuando los
propios Estados reconozcan de manera expresa como obligatoria la
competencia de la Corte, ya sea en forma incondicional, o bajo condición de
reciprocidad, por un plazo determinado o para casos específicos. Así lo ha
confirmado la Corte Interamericana en su Opinión Consultiva de 1983:
En materia contenciosa, el ejercicio de la competencia de la Corte depende
normalmente de una cuestión previa y fundamental, como es el
consentimiento de los Estados para someterse a su jurisdicción. Si ese
consentimiento ha sido otorgado, los Estados que participan en el proceso
toman técnicamente el carácter de partes en el mismo y se comprometen a
cumplir con la decisión de la Corte (artículo 68.1 de la Convención). En
cambio, mientras no exista tal consentimiento, la jurisdicción de la Corte no
podrá ejercerse, de modo que carece de sentido examinar los asuntos de fondo
que determinan la controversia sin antes haber establecido si las partes
involucradas han aceptado o no su jurisdicción.
De otro lado, las controversias planteadas ante la Corte pueden referirse a la
interpretación y aplicación de las disposiciones de la Convención Americana.
Sobre esto último ha señalado la Corte:
La Corte es, ante todo y principalmente, una institución judicial autónoma que
tiene competencia para decidir cualquier caso contencioso relativo a la
interpretación y aplicación de la Convención, y para disponer que se garantice
a la víctima de la violación de un derecho o libertad protegidos por ésta, el
goce del derecho o libertad condenados [...]. En virtud del carácter obligatorio
que tienen sus decisiones en materia contenciosa (artículo 68). La Corte
representa, además, el órgano con mayor poder conminatorio para garantizar
la efectiva aplicación de la Convención.
En consecuencia, a diferencia de la Comisión cuya competencia se refiere
únicamente a violaciones de los derechos humanos, la Corte puede también
interpretar, y aplicar: las disposiciones de la Convención, siendo entonces
posible que la Corte conozca de un caso que no verse sobre derechos humanos
sino por ejemplo sobre las inmunidades y privilegios diplomáticos de los
miembros de la Comisión.

8.9.2. Presentación de la Demanda


La demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos solo puede
ser planteada por la Comisión Interamericana o por los Estados parte; esto se
desprende del artículo 61.1 de la Convención Americana que establece que:
"solo los Estados partes y la Comisión tienen derecho a someter un caso a la
decisión de la Corte". En consecuencia, a diferencia del sistema europeo
donde el individuo cuenta con legitimidad activa ante la Corte Europea de
Derechos Humanos, luego de la reforma introducida a la Convención Europea
de Derechos Humanos por los Protocolos N.°s 9 de 1990 y 11 de 1994  , en el
Sistema Interamericano el individuo no tiene capacidad para accionar
directamente ante la Corte.
Sin embargo, luego de admitida la demanda por la Corte Interamericana, el
individuo cuenta con el Iocus standi in judicio en todas las etapas del proceso,
es decir, el individuo puede presentar sus solicitudes, argumentos y pruebas de
manera autónoma durante todo el juicio. Por esta razón, el propio Reglamento
de la Corte, señala que las partes en el proceso serán: La Comisión
Interamericana (demandante), el Estado (demandado) y el Individuo .Sobre

esta innovación del Reglamento de la Corte.


Esta histórica reforma introducida en el Reglamento de la Corte sitúa a los
distintos actores en perspectiva correcta; contribuye a una mejor instrucción
de proceso; asegura el principio del contradictorio, esencial en la búsqueda de
la verdad y la prevalencia de la justicia bajo la Convención Americana;
reconoce ser de la esencia del contencioso internacional de los Derechos
Humanos la contraposición directa entre los individuos demandantes y los
Estados demandados; reconoce el derecho de libre expresión de las propias
presuntas víctimas, el cual es un imperativo de equidad y transparencia del
proceso, y,  garantiza la igualdad procesal de las partes en todo el
procedimiento ante la Corte.
Esta reforma se basa en que el individuo es el sujeto final de todo derecho, por
tanto, al reconocimiento de derechos individuales debía corresponder la
capacidad procesal de vindicarlos. Es mediante la consolidación de la
capacidad procesal de los individuos que la protección de los Derechos
Humanos se torna una realidad.
De lo anterior queda claro que si bien el individuo aún no posee, dentro del
sistema interamericano, la capacidad procesal para demandar ante la Corte, sin
embargo, cuando el caso es admitido por ésta, el individuo goza de la misma
capacidad procesal que la Comisión o el Estado demandado. El avance
alcanzado en este punto por el nuevo reglamento de la Corte es resaltado por
Méndez al señalar:
[...] una vez que el caso ha llegado a la Corte, los peticionarios y las victimas
(si fueran distintos) deben gozar de plena capacidad para estar por sí o por
medio de sus letrados. Ello liberará las capacidades creativas de la Comisión
como de los representantes de las de la Corte. víctimas, y permitirá a unos y a
otros contribuir más eficazmente a la labor de la Corte.
 
 
Sin embargo, más allá de este importante avance, el Protocolo de Reformas a
la Convención Americana deberá encaminarse al otorgamiento del iusstandi a
favor del individuo durante todo el proceso, aclarando su participación de
manera plena y facultándolo procesalmente a poder interponer demandas
directamente ante la Corte, luego de cumplido el trámite ante la Comisión.
En todo caso, admitida la demanda, serán el .Estado demandado y el
Individuo las partes activas del proceso. El rol de la Comisión Interamericana
será más bien la de un órgano supervisor de la Convención Americana y
auxiliar.
Queda entonces claro que la Comisión actúa, al presentar un caso a la Corte,
como órgano del sistema de protección establecido por la Convención, en
función del objetivo de defensa de los Derechos Humanos que la inspira y
fundamenta. En palabras de la Corte, la Comisión cumple "en el proceso una
clara función auxiliar de la justicia, a manera de ministerio público del
Sistema Interamericano".

8.9.3. El Procedimiento: La fase escrita y oral


El proceso ante la Corte Interamericana cuenta con una fase escrita y otra oral.
La primera está conformada básicamente por la demanda y su contestación.
Así, una vez presentada la demanda, ésta será objeto de un examen preliminar
a fin de que se constate el cumplimiento de los requisitos que debe contener
toda demanda; esto es, indicar las pretensiones (incluyendo las reparaciones y
costas), las partes del caso, la exposición de los hechos, las pruebas oficiales,
los fundamentos de derecho y las conclusiones pertinentes, así como el
informe de la Comisión. En caso exista alguna omisión, se solicitará al
demandante subsane los defectos dentro de un plazo de 20 días. En todo caso,
en virtud del principio iura novit curia, la presentación incorrecta u omisión de
los fundamentos de derecho en la demanda no impiden que la Corte resuelva
el caso.
Luego de admitida la demanda, ésta será comunicada al Estado demandado así
como a la presunta víctima, sus familiares o representantes.  El Estado tendrá 2
 

meses para contestar la demanda, en la cual deberá declarar si acepta o no los


hechos y las pretensiones demandadas, podrá oponer las excepciones
preliminares y ofrecer los medios de prueba pertinentes. En el caso de las
excepciones preliminares, el nuevo Reglamento de la Corte dispone que éstas
serán resueltas con la sentencia y no en resolución separada; esto en función
del principio de economía procesal. Sobre las ventajas de esto último, señala
el actual Secretario de la Corte:
La Corte no es un tribunal permanente; viene cuatro veces a Costa Rica y el
convocar a una audiencia de excepciones preliminares significa dedicar solo la
audiencia de excepciones a ese caso en un período de sesiones. Si amerita
pasar al fondo del asunto junto con las excepciones y no es necesario hacer
audiencia pública, se está ahorrando, posiblemente, un año de tiempo en la
resolución del caso.
En el caso de la víctima, esta tiene un plazo de 30 días para presentar de
manera autónoma a la Corte sus solicitudes, argumentos y pruebas.
Terminada la fase escrita, la Corte abre la fase oral fijando la fecha de las
audiencias en" !as que participarán las víctimas, sus familiares o
representantes, los testigos, peritos, los delegados de la Comisión, los agentes
del Estado demandado, etc. La Corte pondrá en conocimiento de los Estados
los casos en que las personas requeridas para comparecer o declarar no
comparecieren o rehusaren deponer sin motivo legítimo, o que hayan violado
el juramento, para los fines previstos en la legislación nacional
correspondiente.
En cuanto a las pruebas que pueden ser ofrecidas por las partes, el reglamento
es claro en señalar que éstas deberán presentarse con la demanda y su
contestación, y en su caso, en el escrito de excepciones preliminares y su
contestación.
Asimismo, el Reglamento establece que las pruebas que fueran presentadas
ante la Comisión Interamericana serán incorporadas al expediente de la Corte,
salvo que se estime indispensable repetirlas, lo que favorece el principio de
economía procesal.
Los medios probatorios que pueden utilizarse no solo incluyen la prueba
directa (testimonial o documental) sino también la prueba circunstancial, los
indicios y las presunciones siempre que sirvan para inferir conclusiones
consistentes respecto de los hechos. También es posible ordenar inspecciones
judiciales o cualquier otra medida de instrucción que se considere necesario.
En procedimientos ante Tribunales Internacionales, y particularmente en las
disputas entre Estados, la controversia suele versar sobre el contenido del
derecho más que sobre los hechos; por consiguiente, las reglas en materia de
evidencia generalmente tienen una importancia secundaría. Sin embargo, en el
campo de los Derechos Humanos es a la inversa, de modo que la prueba de lo
que aconteció así como la prueba de los daños efectivamente causados reviste
una importancia trascendental.

8.9.4. Las medidas provisionales


Las medidas provisionales tienen un doble carácter: por un lado, otorgan
garantías que colaboran en la realización de la justicia en un caso en trámite, y
por otro, tienden a proteger derechos humanos fundamentales de las personas,
que podrían tornarse en irreparables, de no adoptarse alguna acción.
Las medidas provisionales solo pueden ser dictadas respecto de Estados que
estén sometidos a la jurisdicción de la Corte, estando facultado el Presidente
de este Tribunal a dictar estas medidas cuando la Corte no se encuentre
sesionando. Esta facultad del Presidente fue ejercida por primera vez a favor
de la magistrada peruana Delia Revoredo Marsano, mediante Resolución del 7
de abril de 2000. Luego, se planteó nuevamente en el caso Loayza Tamayo vs.
Perú, decretando el Presidente de la Corte medidas urgentes para evitar daños
irreparables a la víctima, en su Resolución del 13 de diciembre de 2000.
Sobre el carácter obligatorio de estas medidas, tanto la doctrina como la
jurisprudencia de la Corte se han manifestado en reiteradas ocasiones. Así,
Nieto Navia ha señalado:
La Corte ha acudido con frecuencia, para fundamentar sus medidas, al artículo
1.1 de la Convención que contiene la obligación general de respeto y garantía,
a cargo de los Estados partes, de los derechos consagrados en la Convención,
que no es sino aplicación de la norma pacta sunt servanda. [...] es obvio que si
hablamos de un tratado de protección de derechos humanos con estrictas
obligaciones a cargo de los Estados partes, hay que entender que esas medidas
tienen carácter obligatorio.
En este sentido, la Corte incluirá en su informe anual a la Asamblea General
de la OEA una relación de las medidas provisionales que haya dictado y no
hayan sido ejecutadas, formulando las recomendaciones que estime
pertinentes.
En nuestro continente, las medidas provisionales han sido muy útiles para
evitar que en muchos casos las violaciones a los derechos humanos se vuelvan
irreparables. Incluso, estas medidas han sido adoptadas cuando las medidas
cautelares no han sido atendidas por el Estado.
En el caso particular del Perú, se debe tener en cuenta para esta materia, la
Ley N.° 27775 - Ley que regula el procedimiento de ejecución de sentencias
emitidas por tribunales supranacionales, publicada el 07 de julio del 2002,
cuyo artículo 2 literal e) dispone que las medidas provisionales "deberán ser
de inmediato cumplimiento, debiendo el juez especializado o mixto ordenar su
ejecución dentro del término de 24 horas de recibida la comunicación de la
decisión respectiva".

8.9.5. La Sentencia de la Corte


Una vez actuadas las pruebas, la Corte designará a un juez relator para la
elaboración de un proyecto de sentencia, la cual una vez concluida es
aprobada por la mayoría de los miembros del Tribunal. La sentencia tiene que
ser razonada e incluye las opiniones disidentes o individuales, según el caso.
La sentencia tiene carácter obligatorio, definitivo e inapelable, existiendo sin
embargo la posibilidad de interponer un recurso de interpretación, el cual no
suspende la ejecución de la sentencia. Esta no solo debe establecer la
responsabilidad del Estado, sino también debe fijar las indemnizaciones y
pago de costas correspondientes así como garantizar al lesionado el goce de
sus derechos y libertades. Se trata de asegurar al sujeto lesionado o a los
familiares de éste, una reparación que si bien generalmente se traduce en una
indemnización, busca ser plena. Así lo ha señalado la Corte Interamericana:
Es un principio de Derecho Internacional, que la jurisprudencia ha
considerado incluso una concepción general de derecho; que toda violación a
una obligación internacional que haya producido un daño comporta el deber
de repararlo adecuadamente. La indemnización, por su parte, constituye la
forma más usual de hacerlo. La reparación del daño ocasionado por la
infracción de una obligación internacional consiste en la plena restitución
(restitutio in integrum), lo que incluye el restablecimiento de la situación
anterior, la reparación de las consecuencias que la infracción produjo y el
pago de una indemnización como compensación por los daños patrimoniales y
extramatrimoniales incluyendo el daño moral. La indemnización que se debe a
las víctimas o a sus familiares en los términos del artículo 63.7 de la
Convención, debe estar orientada a procurar la restitutio in integrum de los
daños causados por el hecho violatorio de los derechos humanos. El
desiderátum es la restitución total de la situación lesionada, lo cual,
lamentablemente, es a menudo imposible, dada la naturaleza irreversible de
los perjuicios ocasionados [...]. En esos supuestos, es procedente acordar el
pago de una 'justa indemnización' en términos lo suficientemente amplios para
compensar, en la medida de lo posible, la pérdida sufrida.
Sobre la expresión "justa indemnización" utilizada por el artículo 63.1 de la
Convención Americana, ha señalado la Corte:
La expresión 'justa indemnización' [...], es compensatoria y no sancionatoria.
Aunque algunos tribunales internos, en particular los angloamericanos, fijan
indemnizaciones cuyos valores tienen propósitos ejemplarizantes o disuasivos,
este principio no es aplicable en el estado actual del Derecho Internacional.
En todo caso, para el dictado de su sentencia, la Corte no está vinculada por la
decisión adoptada previamente por la Comisión:
[...] sino que está habilitada para sentenciar libremente, de acuerdo con su
propia apreciación. Obviamente la Corte no actúa, con respecto a la Comisión,
en un procedimiento de revisión, de apelación u otro semejante. Su
jurisdicción plena para considerar y revisar in toto lo precedentemente actuado
y decidido por la Comisión, resulta de su carácter de único órgano
jurisdiccional de la materia.
Emitida la sentencia por la Corte, el Estado responsable tiene la obligación de
reparar las consecuencias de su violación e indemnizar a las víctimas o a sus
familiares. De fijarse una indemnización, el artículo 68 de la Convención
Americana señala que el fallo se podrá ejecutar en el respectivo país por el
procedimiento interno vigente para la ejecución de sentencias contra el
Estado. No obstante, las indemnizaciones son renunciables, no así las
reparaciones, que son de obligatorio cumplimiento para el Estado que tiene el
deber de investigar y sancionar internamente a los responsables de la
violación cometida. Ambos temas, es decir, el establecimiento de
indemnizaciones y reparaciones serán resueltos en la sentencia de fondo.
Sobre las reparaciones se debe resaltar que la Corte Interamericana de
Derechos Humanos en más de una oportunidad ha declarado inválidos
determinados procesos judiciales internos, por no respetar las reglas del
debido proceso consagradas en la Convención Americana, ordenando se
realice un nuevo juicio. Así sucedió por ejemplo en el Asunto Castillo
Petruzzi y otros contra el Perú (Sentencia del 30 de mayo de 1999), donde no
solo se declararon nulas las sentencias del Tribunal Militar Especial de la
Fuerza Aérea del Perú del 14 de marzo de 1994, sino también se dispuso que
el juez militar remitiera al Fiscal Provincial de Lima encargado copias
certificadas de los actuados y que pusiera a disposición en calidad de
detenidos a los inculpados, de forma tal de iniciar un nuevo juicio en el fuero
civil.
De otro lado, la Corte Interamericana también ha declarado sin efecto
determinadas leyes internas de Estados Miembros al considerarlas
incompatibles con la Convención Americana de Derechos Humanos. Así, en
el /Asunto Barrios Altos contra el Perú (Sentencia del 14 de marzo de 2001),
la Corte dejó sin efecto las leyes de amnistía N° 26479 y 26492 dictadas por el
Congreso de la República del Perú, al considerarlas incompatibles con la
Convención Americana.
En este punto se debe resaltar la influencia notable que en la jurisprudencia de
la Corte Interamericana ha tenido la jurisprudencia del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos. Así, los principios de interpretación pro homine, o
dinámica, así como la doctrina del margen de apreciación, entre otros, han
sido consagrados por la Corte Interamericana a partir de la jurisprudencia del
Tribunal Europeo.
Finalmente, es importante señalar que el demandante puede desistirse, y si la
Corte estima que tal desistimiento es procedente, sobreseerá el caso y
declarará terminado el asunto. Asimismo, el demandante puede allanarse, y si
la Corte declara que procede el allanamiento, dictará sentencia declarando las
reparaciones y costas del caso. Nada impide tampoco que el caso se dé por
concluido por la Corte de darse una solución amistosa entre las partes durante
el proceso.

8.9.6. Ejecución de la Sentencia


Tal como lo hemos señalado, las sentencias de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos son de obligatorio cumplimiento. Sin embargo a
diferencia del sistema europeo que cuenta con el Comité de Ministros del
Consejo de Europa que se encarga de velar por la ejecución de las sentencias
del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el sistema interamericano no
existe un órgano contralor para la ejecución de las sentencias de la Corte.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos solo establece la
obligación de la Corte de señalar en su informe anual la relación de Estados
que vienen incumpliendo sus sentencias. Si bien la publicación puede tener un
efecto disuasivo, se han dado casos en los que los Estados han desconocido
los fallos de la Corte y el informe anual no ha tenido mayor efecto. Por esta
razón, se plantea la necesidad de llevar adelante una reforma de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos a fin de encargar al Consejo
Permanente de la OEA, máximo órgano político, la vigilancia del acatamiento
de las sentencias de la Corte.
 
En todo caso -como ya lo señalamos-, en el Perú se ha dictado la Ley N.°
27775 - Ley que regula el procedimiento de ejecución de sentencias emitidas
por tribunales supranacionales, que precisamente pretende facilitar el
cumplimiento por parte del Estado peruano de las sentencias dictadas por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Así, en su artículo 1 declara de
interés nacional el cumplimiento de tales sentencias, agregando en su artículo
2 que tales sentencias deben ser transcritas por el Ministerio de Relaciones
Exteriores del Perú al Presidente de la Corte Suprema, quien las remitirá a la
Sala en la que se agotó la jurisdicción interna, disponiendo su ejecución por el
juez especializado o mixto que conoció el proceso previo. En el caso de no
existir proceso interno previo, dispondrá que el juez especializado o mixto
competente conozca de la ejecución de la resolución.
Por otro lado, la ley citada se coloca en diversos supuestos de ejecución, en
función del contenido de la sentencia de la Corte. En este sentido dispone:
a)         Cuando la sentencia ordena el pago de una suma de dinero
determinada, el juez de ejecución dispondrá que se notifique al Ministerio de
Justicia para que cumpla con el pago ordenado en el término de 10 días
(Artículo 2b).
b)         Cuando la sentencia contiene una condena de pago de suma de dinero
por determinar, el juez de ejecución correrá traslado de la solicitud del
ejecutante al Ministerio de Justicia por el término de 10 días. El representante
del Ministerio de Justicia puede formular contradicción exclusivamente sobre
el monto pretendido. Formulada la contradicción o sin ella, el juez ordenará la
actuación de los medios probatorios pertinentes en audiencia de conciliación,
en un plazo no mayor de 30 días y pronunciará resolución dentro de los 15
días. La apelación será concedida con efecto suspensivo y será resuelta por la
Sala de la Corte Superior correspondiente en igual término (Artículo 2c).
c)         Cuando la sentencia contiene declaración de que la parte ha sufrido
daños  y  perjuicios  distintos  al  derecho  conculcado  o  como consecuencia
de los hechos materia de juzgamiento internacional y ha dejado a salvo el
derecho del mismo para hacerlo valer conforme a la jurisdicción  interna,  la 
parte  deberá  interponer  la  demanda Correspondiente siguiendo el trámite
del proceso abreviado previsto en el Título II de la Sección V del Código
Procesal Civil (Artículo 2d).
Finalmente, la Ley 27775 dispone que las pretensiones de la parte sobre
reparaciones distintas de la condena o declaración contenidas en la sentencia
del tribunal internacional se sujetan a la competencia y a la vía procedimental
señaladas en el Código Procesal Civil (Artículo 3.), y asimismo, que el juez de
ejecución dentro del plazo de 10 días de recibida la comunicación de la Corte
Suprema, deberá ordenar a los órganos e instituciones estatales concernidos, el
cese de la situación que dio origen a la sentencia referida, indicando la
adopción de las medidas necesarias. En el caso de que la sentencia del tribunal
internacional se refiera a resolución judicial, el juez competente deberá
adoptar las medidas que fueren pertinentes para la restitución de las cosas al
estado anterior a la violación (Artículo 4).

8.9.7. Competencia Consultiva


La Corte Interamericana de Derechos Humanos desarrolla paralelamente a su
función contenciosa una función consultiva, destinada a la interpretación de
ciertos instrumentos del sistema interamericano de Derechos Humanos, con el
propósito de señalar su verdadero sentido y alcance, y de esta manera lograr
un mejor cumplimiento de tales documentos. Aquí, por tanto, no se persigue
la sanción de un Estado sino guiar a este en la correcta aplicación de las
normas de derechos humanos. Al respecto, ha señalado la Corte:
La función consultiva de la Corte no puede desvincularse de los propósitos de
la Convención. Dicha función tiene por finalidad coadyuvar al cumplimiento
de las obligaciones internacionales de los Estados Americanos en lo que
concierne a la protección de los derechos humanos, así como al cumplimiento
de las funciones que en este ámbito tienen atribuidas los distintos órganos de
la OEA. Es obvio que toda solicitud de opinión consultiva que se aparte de
este fin debilitaría el sistema de la Convención y desnaturalizaría la
competencia consultiva de la Corte. Luego de lo cual, descarta:
[...] toda solicitud de consulta que conduzca a desvirtuar la jurisdicción
contenciosa de la Corte, o en general, a debilitar o alterar el sistema previsto
por la Convención, de manera que puedan verse menoscabados los derechos
de las víctimas de eventuales violaciones de los derechos humanos.
En tal sentido, el artículo 64 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y el articulo 59 del Reglamento de la Corte, facultan a este tribunal
a emitir opinión sobre los derechos sustantivos contenidos en dicho texto, en
otros tratados concernientes a la protección de los Derechos Humanos en los
Estados Americanos, y sobre la compatibilidad de los derechos consagrados
en tales instrumentos con los ordenamientos internos de los países miembros.
Sobre esto último, la Corte ha afirmado que la promulgación de una ley
contraria a la Convención Americana constituye una violación de iure de la
misma. Así, ha señalado:
Son muchas las maneras como un Estado puede violar un tratado internacional
y, específicamente, la Convención. En este último caso, puede hacerlo, por
ejemplo, omitiendo dictar las normas a que está obligado [...]. También, por
supuesto, dictando disposiciones que no estén en conformidad con lo que de él
exigen sus obligaciones dentro de la Convención. Si esas normas se han
adoptado de acuerdo con el ordenamiento jurídico interno o contra él, es
indiferente para estos efectos.
En relación a la expresión "otros tratados", sobre los cuales la Corte puede
emitir opiniones consultivas, este tribunal ha señalado que se refiere a toda
disposición concerniente a la protección de los derechos humanos, de
cualquier tratado internacional aplicable en los Estados Americanos, con
independencia de que sea bilateral o multilateral, de cuál sea su objeto
principal o de que sean o puedan ser partes del mismo, Estados ajenos al
sistema interamericano.
Adicionalmente, podríamos señalar que esta opinión puede ser dada a
solicitud de los países miembros de la OEA así como de sus órganos e
instituciones especializadas.
De todo lo expuesto hasta aquí resulta clara la distinción entre el
procedimiento contencioso y el consultivo que pueden ser seguidos ante la
Corte. Así, en el primero, la corte Interamericana no solo debe interpretar las
normas aplicables, establecer la veracidad de los hechos denunciados y decidir
los mismos pueden ser considerados como una violación de la Convención
imputable a un Estado parte, sino también, disponer que se garantice al
lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados, en el entendido de
que los estados partes en este proceso están obligados a cumplir el fallo de la
Corte. En cambio, en el procedimiento consultivo, la Corte no está llamada a
resolver cuestiones de hecho sino en este emitir su opinión sobre la
interpretación de una norma jurídica. La Corte, en este ámbito, cumple una
función asesora, de modo tal que sus opiniones “no tienen el mismo efecto
vinculante que se reconoce para sus sentencias en materia contenciosa”.

Lecturas recomendadas
Para saber más: Ponemos a tu disposición dos interesantes documentos que
encontrarás en internet y te ayudarán a ampliar el tema que hemos estudiado.
- Documento 1.  Una mirada al Sistema Interamericano de Derechos
Humanos,   Ariel Dulitzky
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1465871
Documento 2: El futuro del sistema interamericano de derechos humanos
, Claudio Grossman.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1309221
Conclusiones
Podemos concluir este tema resaltando las siguientes ideas:

 La Convención Americana sobre Derechos Humanos contempla tres


técnicas de control en relación al respeto de los derechos fundamentales,
a saber: los Informes de los Estados partes, las Denuncias Interestatales y
las Denuncias Individuales.

 El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos


posee una estructura dual, cuyos órganos son la Comisión y la Corte
Interamericanas de Derechos Humanos. La Convención Americana de
Derechos Humanos contempla tres diferentes supuestos en los que se
pueden presentar denuncias individuales o interestatales ante estos
organismos, dependiendo de los cuales, ambos podrán ejercer distintas
competencias.

 La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es un órgano


autónomo de la Organización de Estados Americanos que tiene las
funciones principales de promover la observancia y la defensa de los
derechos humanos y de servir como órgano consultivo de la Organización
en esta materia.   La Comisión, cuya sede se encuentra en Washington
D.C, está compuesta de siete miembros, elegidos a título personal por la
Asamblea General de la Organización.

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