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INTRODUCCIÓN

Este trabajo de investigación ha despertado un gigante dormido respecto de crear


conciencia de cuánto daño hace la falta de información y orientación a la familia
dominicana en un tema que es transversal a todos, como lo es "los derechos del trabajador
fallecido".

Siempre cuando nos mueve la necesidad, la superación o simplemente la pasión a dar el


paso de buscar empleo, vemos la adquisición del mismo como algo exclusivo nuestro,
dejando de lado a los demás miembros de nuestra familia y esto constituye el principal
error, ya que dada cualquier situación que acarree con la muerte del trabajador, hay unos
derechos adquiridos que deberán de ser solicitados, o mejor dicho, exigidos por los
familiares y si éstos ignoran dichas prerrogativas, pues se quedan dichas conquistas a la
deriva igual que las garantías que debieron percibir la familia.

Parece un chiste de mal gusto pero es la cruda realidad. El trabajo que es la fuente de sostén
de la familia tiene unas garantías establecidas a través de la ley de seguridad social de la
República Dominicana y estas garantías persiguen sostener y amortiguar la inyección de
recursos provistas por el fallecido, para hacer llevadera la continuidad de la vida de sus
familiares.

Aquí estudiaremos y analizaremos cada uno de esos derechos y garantías, así como a quién
corresponde, de una forma llana y sencilla para edificar objetivamente.
Como sabemos el contrato de trabajo puede terminar sin responsabilidad o con
responsabilidad para las partes.

El contrato termina con responsabilidad para las partes por cuatro causas:

(a) desahucio.

(b) despido.

(c) dimisión y

(d) incapacidad o muerte del trabajador.

El tema que nos ocupara en esta ocasión será la parte (d) mencionada sobre incapacidad o
muerte del trabajador.

Cuando fallece el trabajador se extingue automáticamente el contrato de trabajo, y en ese


momento se genera para el empleador la obligación de pagar:

• El monto de los salarios adeudados.

• Las vacaciones no tomadas.

• Y una asistencia económica.

Muchas personas desconocen este beneficio establecido en la Ley, por lo que trataremos los
aspectos más importantes de este tema.

CÓDIGO DE TRABAJO DE LA REPÚBLICA DOMINICANA


Código de Trabajo de la República Dominicana es: un documento por el que se rige la ley
laboral dominicana, llevado a Cabo por una comisión redactora del trabajo. Creado bajo la
ley 16-92 promulgada el 26 de mayo de 1992.

Art. 82. Se establece una asistencia económica de cinco días de salario ordinario después de
un trabajo continuo no menor de tres meses ni mayor de seis; de diez días de salario
ordinario después de un trabajo continuo no menor de seis meses ni mayor de un año; y de
quince días de trabajo ordinario por cada año de servicio prestado después de un año de
trabajo continuo, cuando el contrato de trabajo termina:

Por la muerte del trabajador o su incapacidad física o mental o inhabilidad para el


desempeño de los servicios que se obligó a prestar.
En este caso, la asistencia económica se pagará a la persona que el trabajador hubiere
designado en declaración hecha ante el Departamento de Trabajo o la autoridad local que
ejerza sus funciones, o ante un Notario. A falta de esta declaración, el derecho pertenecerá
por partes iguales y con derecho de acrecer, al cónyuge y a los hijos menores del trabajador,
y a falta de ambos, a los ascendientes mayores de sesenta años o inválidos, y a falta de estos
últimos, a los herederos legales del trabajador. Si el trabajador estuviera incapacitado física
o mentalmente para recibir el pago de sus derechos, la asistencia económica será entregada
a la persona que lo tenga bajo su cuidado;

Art. 186.- Los empleadores deben fijar y distribuir, durante los primeros quince días del
mes de enero, los períodos de vacaciones de sus trabajadores. Deben, además, en el mismo
plazo, enviar al Departamento de Trabajo copia de la distribución y fijar otra en lugar
visible de sus talleres o establecimientos.

Art. 725. El empleador es responsable civilmente de los daños sufridos por el trabajador
como consecuencia de un accidente de trabajo.

Art. 6. Accidente de trabajo es toda lesión corporal, permanente o transitoria, que sufra el
trabajador en ocasión de la labor que ejecuta o como consecuencia de ésta.

Art. 727. Para que exista la responsabilidad por causa de accidente de trabajo no es
necesario que sea imputable al empleador culpa, negligencia o imprudencia.

Art. 728. Todas las materias relativas a los seguros sociales y a los accidentes de trabajo
están regidas por leyes especiales. No obstante, se dispone que la no inscripción del
trabajador por parte del empleador en el Instituto Dominicano de Seguros Sociales o la falta
de pago de las contribuciones correspondientes, obliga a este último a reembolsar el salario
completo correspondiente a la ausencia del trabajador, los gastos en que incurra por motivo
de la enfermedad o del accidente, o a cubrir la pensión no recibida a causa de falta del
empleador.

Ley 87-01 SISTEMA DOMINICANO DE SEGURIDAD SOCIAL (SDSS)


En cumplimiento del decreto 560-01, la Secretaría de Estado de Trabajo publica la versión
oficial de la Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS)
promulgada por el Poder Ejecutivo el 9 de mayo del 2001, en conmemoración del tercer
aniversario del fallecimiento del Dr. José Francisco Peña Gómez, su principal inspirador.

El objetivo de esta ley es establecer el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) en


el marco de la Constitución de la República Dominicana, para regular y desarrollar los
derechos y deberes recíprocos del Estado y de los ciudadanos en lo concerniente al
financiamiento.

Art. 51.- Pensión de sobrevivientes En caso de fallecimiento del afiliado activo, los
beneficiarios recibirán una pensión de sobrevivencia no menor al sesenta por ciento (60%)
del salario cotizable de los últimos tres (3) años o fracción, ajustado por el Índice de
Precios al Consumidor (IPC). El cónyuge sobreviviente menor de 50 años recibirá una
pensión durante sesenta (60) meses, o, en su defecto, el hijo menor hasta los 18 años. El
cónyuge sobreviviente mayor de 50 años y menor de 55 años tendrá derecho a setenta y dos
(72) meses de pensión y los sobrevivientes mayores de 55 años, a una pensión vitalicia. La
pensión de sobrevivencia será financiada con el monto acumulado de la cuenta personal del
afiliado más el aporte del seguro de sobrevivencia. Estas prestaciones serán revisadas cada
5 años. Serán beneficiarios:

a) El (la) cónyuge sobreviviente;

b) Los hijos solteros menores de 18 años;

c) Los hijos solteros mayores de 18 años y menores de 21 años que demuestren haber
realizado estudios regulares durante no menos de los 6 meses anteriores al fallecimiento del
afiliado;

d) Los hijos de cualquier edad considerados discapacitados de acuerdo al reglamento de


pensiones. Las prestaciones establecidas beneficiarán: a) Con el cincuenta por ciento (50%)
al cónyuge, o en su defecto, al compañero de vida, siempre que ambos no tuviesen
impedimento jurídico para contraer matrimonio; b) Con el cincuenta por ciento (50%) a los
hijos menores de 18 años edad, o menores de 21 si fuesen estudiantes, o mayores de edad
cuando estuviesen afectados por una incapacidad absoluta y permanente.

Párrafo I.- A falta de beneficiarios de estos grupos el saldo de la cuenta se entregará en su


totalidad a los herederos legales del afiliado. El Afiliado tendrá derecho a señalar sus
herederos de acuerdo a las leyes dominicanas.

Art. 52.- Pérdida de pensión de sobreviviente: El derecho a pensión de sobreviviente se


pierde:
a) Por contraer matrimonio o nueva unión de hecho, cuando disfrute de una pensión
mínima que haya sido complementada por el Fondo de Solidaridad Social. En ese caso, la
pérdida se limitará a la porción complementaria;

b) Por el cumplimiento de 18 años de edad, si son hijos solteros no estudiantes; y c) Por el


cumplimiento de 21 años de edad, en el caso de los hijos solteros estudiantes.

Art. 145.- Responsabilidad del empleador por daños y perjuicios

Sin perjuicio de otras sanciones que correspondiesen, el empleador público o privado es


responsable de los daños y perjuicios que se causaren al afiliado y a sus familiares, cuando
por incumplimiento de la obligación de inscribirlo, de notificar los salarios efectivos o los
cambios de estos, o de ingresar las cotizaciones y contribuciones a la entidad competente,
no pudieran otorgarse las prestaciones médicas, o bien, cuando el subsidio a que estos
tuviesen derecho se viera disminuido en su cuantía. La misma responsabilidad
corresponderá personalmente al gerente de la empresa o director de la institución.

Art. 181.- Infractores del Seguro Familiar de Salud y Riesgos Laborales Constituye un
delito la infracción a la presente ley y será objeto de prisión correccional y de sanción:

a) El empleador que no se inscriba o no afilie a uno o varios de sus trabajadores, dentro de


los plazos establecidos por la presente ley y sus normas complementarias; o que no
suministren informaciones veraces y completas o que no informaran a tiempo sobre los
cambios y novedades de la empresa.

Art. 187.- De los beneficiarios.

Son beneficiarios del Seguro de Riesgos Laborales:

a) El (la) afiliado(a);

b) Los dependientes señalados a continuación, en caso de pensión de sobrevivencia;

c) La (el) esposa(o) del afiliado(a) y del(a) pensionado(a) o, a falta de éste(a) la (el)


compañera(o) de vida con quien haya mantenido una vida marital durante los tres años
anteriores a su inscripción, o haya procreado hijos, siempre que ambos no tengan
impedimento legal para el matrimonio; d) Los hijos menores de 18 años del afiliado; esa
relacionados con las cotizaciones;

e) Los hijos menores de 21 años del afiliado que sean estudiantes;


f) Los hijos discapacitados, independientemente de su edad, que dependan del afiliado o
del pensionado.

Art. 190.- Riesgos que cubre el Seguro de Riesgos Laborales.

El Seguro de Riesgos Laborales comprende:

a) Toda lesión corporal y todo estado mórbido que el trabajador o aprendiz sufra por
consecuencia del trabajo que realiza;

b) Las lesiones del trabajador durante el tiempo y en el lugar del trabajo, salvo prueba en
contrario;

c) Los accidentes de trabajo ocurridos con conexión o por consecuencia de las tareas
encomendadas por el empleador, aunque estas fuesen distintas de la categoría profesional
del trabajador;

d) Los accidentes acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga,


cuando unos y otros tengan conexión con el trabajo;

e) Los accidentes de tránsito dentro de la ruta y de la jornada normal de trabajo;

f) Las enfermedades cuya causa directa provenga del ejercicio de la profesión o el trabajo
que realice una persona y que le ocasione discapacidad o muerte.

DIRECCIÓN DE INFORMACIÓN Y DEFENSA DE LOS AFILIADOS


A LA SEGURIDAD SOCIAL (DIDA).

Dirección de información y defensa de los afiliados a la seguridad social: es una entidad


pública autónoma y descentralizada, adscrita al Ministerio de Trabajo, dotada de
personalidad jurídica, a cargo de la provisión de información y gestiones de reclamos y
quejas de los afiliados creadas bajo la Ley 87-01. 

La titular de la DIDA, Nèlsida Marmolejos, llamó a la población a reclamar los derechos


que le otorga el Sistema Dominicano de Pensiones y a que cuando fallezca un pariente
afiliado, los beneficiarios se acerquen a la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), a
solicitar el beneficio por sobrevivencia. Marmolejos informó que los familiares de personas
fallecidas afiliadas al Sistema de pensiones que acudan a la AFP en busca de los beneficios
de este seguro, si no encuentran información puntual, acudan a las oficinas de la DIDA
ubicadas en las principales provincias del país, es decir, en Santiago, La Romana, San
Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís, Barahona, Azua y San Juan

La Ley de Seguridad Social en ningún lado establece que después que una persona tenga 60
años de edad o fallece con más de esta, los familiares pueden solicitar la pensión de
sobrevivencia, estos son aspectos que no están acorde al espíritu de la Ley de Seguridad
Social, y por ende ella como representante de los afiliados está totalmente de acuerdo en la
revisión y la modificación del contrato de las pólizas de seguros de vidas.

La Superintendencia de Pensiones (SIPEN), diera a conocer una información sobre las


ganancias colosales que acumulan las aseguradoras por las pólizas de seguro de vida. Ese
contrato autoriza a las aseguradoras a negar las pensiones de sobrevivencia, si ese derecho
no es reclamado antes de los dos años de la muerte del cotizante.

También, de acuerdo con el contrato, la familia del asegurado pierde la pensión, en caso de
suicidio o su intento, sin importar el estado de salud mental.es por ello que la licenciada
Miguelina Santana, opta por una modificación, y elevar el plazo para la prescripción a 5
años, en vez de dos.

La directora de la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA), Nélsida


Marmolejos, reveló que de 47 mil parientes de afiliados fallecidos, menos de siete mil
accedieron a la pensión.

Explicó que eso se debe a que hay como cinco causas o resoluciones que vulneran los
derechos de los familiares de los afiliados al sistema.

Marmolejos dijo que “es una situación bastante enojosa y que le quita crédito al sistema,
que no está diseñado para que nadie que se quede con un centavo, y no es que la AFP no le
pague y le devuelva a esa familia lo que tiene ahorrado ese afiliado, lo que pierde es el
derecho a pensión, que es lo que más necesitan porque es continua”.

Indicó que esa protección ahora mismo está siendo conculcada y es uno de los temas más
graves que tiene el sistema y, destacó al respecto, que incluso, han estado trabajando y
enviando propuestas a la Superintendencia de Pensiones.

Reveló que el contrato aprobado por el Consejo entre las aseguradoras y las AFP está
vencido hace cuatro años, pero que todavía se trabaja con el mismo.

“No es justo que a 13 años del Sistema de Seguridad Social fundado; a 11 años del Sistema
de Pensión corriendo; a 7 años del Sistema de Salud corriendo y usted pagando desde que
empezó en el 2003, a la hora de usted pensionarse le digan que hay que esperar que el
gobierno dé un dinero especial para que a usted le den su pensión, cuando la ley dice que
usted está pagando su Seguridad Social”, manifestó la directora de la DIDA.

Dijo que en lo que tiene que ver con los fondos de pensiones, “con relación de la nueva ley
tenemos solamente el derecho a pensión por discapacidad y sobrevivencia en lo que tiene
que ver con el régimen contributivo”.

El sistema todavía no ha madurado, ya que se está en la fase de acumulación y hay mucho


dinero en ello. Ahora tenemos algunas dificultades para poder acceder a los fondos de
pensiones, pero no tiene que ver necesariamente con las aseguradoras, sino con el
funcionamiento administrativo.

Marmolejos señaló que se debe actuar en contra de las denominadas empresas virtuales,
incluyendo una de capital extranjero dedica a reclutar y contratar a trabajadores con salarios
por debajo al mínimo y de esta forma evadir el monto real de las cotizaciones a las AFP lo
que está provocando distorsiones a ese sistema de la seguridad social.

La funcionaria insistió en la necesidad de que se sanciones de manera ejemplar a esos


evasores y se revise y modifique la Ley 87-01 sobre el Régimen de Seguridad Social en la
República Dominicana.

Inicialmente, el derecho se perdía si el afiliado pasaba de los 60 años y si el reclamo se


hacía después de los dos años del fallecimiento, tras reclamos de la DIDA, la edad se elevó
a 65 y desde el 2015 el tiempo de reclamo se subió de dos a siete años. En este caso
devuelven el dinero ahorrado.

En fallecimiento por accidente laboral, pese a que el empleador paga el seguro de riesgo
laboral por ese trabajador y entre ambos pagan seguro de pensiones, en el contrato póliza se
establece que si el afiliado muere por esa causa, sólo se le paga la pensión establecida en el
seguro de riesgos laborales y no así el de la AFP. Las trampas que impiden que las familias
del cotizante reciban el beneficio de sus aportes en caso de muerte, fueron descritas por
Nélsida Marmolejos, durante una conferencia dictada recientemente. “No nos dan dinero
para que la DIDA no pueda jugar efectivamente su rol de informar a las personas, porque
no les conviene que la persona conozca sus derechos y reclame”, señaló.

Las personas que están afiliadas activas en una Administradora de Fondos de Pensiones
(AFP) y fallecen, sus dependientes directo, esposo/a o compañero de vida, los hijos hasta
los 18 años si no son estudiantes y hasta los 21 si lo son, y los hijos con discapacidad sin
importar la edad, tienen derecho a una Pensión de Sobrevivencia. Así lo informó la titular
de la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social (DIDA)
Nélsida Marmolejos , quien aclaró que para el beneficio de esta pensión los deudos tienen
que reclamar ante la AFP antes de que se cumplan los 7 años del pariente haber fallecido,
en el caso de los fondos acumulados, no hay plazo de prescripción, pueden realizar el
reclamo no importa los años que hayan pasado. Marmolejos Dijo, que este plazo solo es
válido para las personas que fallecieron a partir del mes de abril del año 2015, fecha en la
que el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) por gestiones realizadas por la
dirección bajo su cargo, emitió la Resolución No. 369-02 que modificó el Contrato Póliza
existente entre las AFP y las Aseguradoras de Riesgo y que reglamenta el acceso de los
afiliados y sus descendientes a los beneficios que le otorga la ley en materia de pensiones.

“La Ley de Seguridad Social establece que si no hay dependientes directos para una
pensión de sobrevivencia el monto acumulado en la Cuenta de Capitalización Individual
(CCI) se entregara en su totalidad a los herederos legales del afiliado, regla que también
aplica en los casos de familiares directos que no solicitan la pensión de sobrevivencia antes
de los 7 años y que le prescribe el plazo establecido en la mencionada resolución”, dijo la
funcionaria en un comunicado.

Explica que ese plazo no debería caducar, ya que los derechos sociales son
imprescriptibles. “Lo que sucede en la práctica es que hay muchas limitaciones y trabas
para que los familiares de fallecidos obtengan esos fondo entre las que se encuentran tres
causas fundamentales: primero la falta de oficinas de las Administradoras de Fondos de
Pensiones (AFP) a nivel nacional, segundo la imposición de trabas burocráticas que
encarecen la gestión a través de las disposiciones del Contrato Póliza entre las AFP y las
Aseguradoras y tercero el desconocimiento de los beneficiarios de las responsabilidades
que tienen las AFP con ellos, tal como siempre hemos denunciado”, recalcó.

La directora Nélsida Marmolejos finalizo diciendo que El CNSS lo que ha hecho en esta
oportunidad es solicitar a la Superintendencia de Pensiones (SIPEN) “realizar gestiones
ante la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), a fin de que la misma otorgue
facilidades para que los derechohabientes de fallecidos que deben reclamar devolución de
fondos a una AFP, respecto del pago de impuestos, así como, las moras y multas que
contempla el Código Tributario” lo que contribuiría a disminuir parte de las trabas
existentes.

REQUISITOS EXIGIDOS POR LAS (AFP)


Las administradoras de fondos de pensiones (AFP) de Chile son instituciones financieras
privadas encargadas de administrar los fondos de cuentas individuales de ahorros para
pensiones. Establecidas bajo el sistema de capitalización individual, se basa en que cada
persona ahorra una parte de sus ingresos para sostener una pensión al momento de su
jubilación. Este ahorro supone generar utilidades como todo instrumento financiero de
ahorro.

Las AFP fueron creadas en 1993 y operan dentro del Sistema Privado de Pensiones (SPP),
el cual es supervisado y fiscalizado por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP
(SBS).

Las AFP exigen una serie de documentos que los beneficiarios de las pensiones por
sobrevivencia deben presentar para que el dinero sea entregado. Uno de los principales
requisitos es llenar el formulario expedido por cada AFP para estos fines, un extracto de
acta de defunción legalizada, carta de trabajo donde conste el tiempo y horario de trabajo
del afiliado fallecido.

Además de estos requerimientos, algunas de las AFP piden como necesario entregar una
copia de la cédula del fallecido.
Sin embargo, un detalle común en las aseguradoras es que los parientes presenten el acta de
nacimiento legalizada del cónyuge y de los hijos mayores de edad, acta de matrimonio
legalizada y en caso de unión libre un acto notarial.

Social (CNSS) ha establecido mediante resolución que las familias de los afiliados
fallecidos pierden el derecho a la pensión por sobrevivencia si no la reclaman en un plazo
de siete años. Este periodo está dispuesto en el contrato póliza determinado en el año 2015
por el CNSS.

Mientras que, cuando no existe una pensión por sobrevivencia, el saldo de la cuenta pasa a
ser masa sucesoral a favor de los herederos legales del afiliado fallecido, la cual debe ser
reclamada como herencia. Eso implica judicializar el reclamo.

PROPUESTA DE (ADAFP)
La Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP), fue
creada en el año 1998 con el propósito de agrupar como sector a las Administradoras de
Fondos de Pensiones (AFP), a fin de colaborar en la búsqueda conjunta de ideas, soluciones
y planes concretos de trabajo destinados a garantizar, eficientizar y mejorar el
funcionamiento del nuevo sistema de pensiones de la Republica Dominicana.

La Superintendencia de Fondos de Pensiones y la Asociación Dominicana de


Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP) han recomendado a los herederos de
los afiliados fallecidos que hagan las reclamaciones conforme lo establece el código civil y
la Ley de Sucesiones y Donaciones. Ese proceso implica que los beneficiarios tengan que
pagar un 3% a la Dirección Dirección de Información y Defensa de los Asegurados a la
Seguridad Social 19 General de Impuestos Internos (DGII), el cual va aumentando si se
hace fuera de plazo, a tal nivel que puede llegar hasta más del 50%.

Aclaró que la cuenta de un afiliado no se pierde, ya que el monto acumulado durante toda
su vida permanece en su cuenta de capitalización individual hasta que los familiares
cumplan con la legalidad para retirarlo.

Sostuvo que, al momento de contar con la información del fallecimiento de un afiliado, las
AFP hacen las gestiones para localizar a los familiares por las vías pertinentes y con la
información de contacto disponible, aun se materialice el trámite por parte de los herederos
mediante la solicitud ante las AFP.

RECLAMO DE HERENCIA
El abogado César Amadeo Peralta manifestó que el procedimiento para solicitar una
herencia se inicia con un acto de determinación de herederos. Esta es una especie de
declaración donde siete testigos certifican ante un notario quiénes son los beneficiarios.
Explicó también que muchas veces estos se determinan de manera administrativa cuando
hay un acuerdo. Explicó que la duración del proceso depende de los trámites presentados
por el abogado.

PROPUESTAS DE LA (DIDA)
Es el sistema de protección social público creado mediante la Ley 87-01 promulgada el 9
de mayo de 2001. Es de carácter universal, obligatorio, solidario, plural e integral a fin de
otorgar los derechos constitucionales a la población, para regular y desarrollar los deberes y
derechos recíprocos del Estado y los ciudadanos en lo atinente al financiamiento para la
protección contra los riesgos de vejez, discapacidad, cesantía por edad avanzada,
sobrevivencia, enfermedad, maternidad, infancia y riesgos laborales.

La Dirección de Información y Defensa del Afiliado (DIDA) ha planteado que no exista un


plazo fijo de siete años para que los herederos de los cotizantes fallecidos puedan
beneficiarse de una pensión por sobrevivencia.

Además, propone que se elimine el cobro de impuestos y se agilicen los trámites en caso de
que los recursos de los afiliados tengan que ser reclamados por sus parientes mediante un
proceso de herencia o sucesión.

Mientras que la Superintendencia de Pensiones (Sipen) ha manifestado que los


beneficiarios de los cotizantes fallecidos deben tener la información de que esos fondos
deben ser reclamados ante las AFP dentro del plazo etablecido por el CNSS.

Las estadísticas previsionales de la Superintendencia de Pensiones (Sipen) revelan que, al


30 de junio del 2019, familiares de afiliados fallecidos han solicitado 18,923 pensiones de
sobrevivencia. Pero de éstas, solo han sido otorgadas 7,890, mientras 267 continúan en
trámite.

Si hace el cálculo, se verá que los números no cuadran. Y esto es así, porque del total de
las solicitadas, 10,766 solicitudes fueron “declinadas”. Para más claridad, el 57% de las
solicitudes resultan negadas por las aseguradoras y administradoras de fondos de pensiones.
Pero, ¿son todos los que están y están todos los que son? No, son más, si se incluye a las
familias que no han realizado las solicitudes correspondientes a sus parientes fallecidos,
que en vida cotizaban al sistema.

En el boletín trimestral de la Sipen, correspondiente al 30 de junio del presente año, los


afiliados activos del sistema de capitalización individual suman más de 3.7 millones,
mientras que a esa fecha han fallecido 63,334 asegurados. De acuerdo con las explicaciones
del boletín, está última cifra “incluye a los afiliados fallecidos reportados pero que sus
beneficiarios aún no han solicitado beneficios por sobrevivencia”.

De estos, 8,750 familiares han reclamado los beneficios por sobrevivencia, lo que significa
que solo el 13% de las familias de los afiliados fallecidos son “beneficiarios del sistema”.
Así lo explica el boletín. Ese porcentaje solo incluye a los afiliados fallecidos cuyos
familiares “han solicitado beneficios por sobrevivencia”.

¿Qué pasa con el restante 87% de las familias de los afiliados fallecidos?

Que por desconocimiento no reclaman, o que cuando reclaman se enfrentan a una barrera
de obstáculos que dificultan o impiden el reclamo de ese derecho, mediante un contrato-
póliza hecho a la imagen y semejanza de los intereses de las aseguradoras y las
administradoras de fondos de pensiones. La Dirección de Información y Defensa de los
Afiliados a la Seguridad Social (DIDA), enumera esas barreras o “trabas”.

LAS TRABAS...
Tenemos muchas trabas, como las regulaciones ilegales que se han establecido en contra de
la ley que no permitan que tú accedas al disfrute de salario. Por ejemplo, una persona que
empiece a trabajar hoy, no sabe que está en una AFP, le dan un carnet y no le explican más
nada.

Primero, el plazo de prescripción de un derecho que debería ser imprescriptible. Hasta el


2015 ese plazo era de dos años, y por la presión social se llevó a 7 años. Si los derechos no
se solicitan antes, se pierden, y los beneficios quedan para las aseguradoras y las
administradoras de fondos de pensiones. No importa que los afiliados fallecidos hayan
trabajado toda su vida para alcanzar esos derechos.

Otra traba, según la DIDA, es la edad de cobertura, que es de 60 años para los fallecidos
hasta abril del 2015, y de 65 años a partir de esa fecha. Asimismo, otra traba es el acceso a
las oficinas de las administradoras de pensiones (AFP), y de las entidades responsables de
administrar el seguro de pensiones en el ámbito nacional. Esta traba “incrementa los gastos
de traslados de los sobrevivientes para reclamar las prestaciones, porque regularmente
deben hacer múltiples visitas a las mismas”, explica la DIDA.

Pero una vez que los familiares de los afiliados logran llegar a las oficinas, si es que llegan,
se evidencian las “trabas burocráticas que encarecen la gestión”, que consiste en la cantidad
de documentos legales a depositar”.

Menciona en primer lugar el “Acto de Determinación de Herederos” que implica pago de


impuestos sucesorales a la Dirección General de Impuestos Internos. También se les
reclaman “compulsas notariales”, que deben cumplir con formatos exactos. La compulsa
notarial es el acto sellado y firmado por una entidad autorizada, mediante el cual se trata de
darle validez legal a los documentos, aportándole un valor de oficialidad y rigor.

Entre estos tipos de documentos están las actas de nacimiento, de matrimonio y de


defunción legalizada. Nélsida Marmolejos, directora de la DIDA, resaltó las informaciones
recogidas de los boletines enviados por la Sipen a esta entidad, donde se evidencia la falta
de información de la población y la razón del número tan redu6678cido de personas
beneficiadas por pensiones de sobrevivencia.

CONCLUSIÓN

Al trabajar este interesante tema, descubrimos una infinidad de puntos que han quedado
ausentes en la elaboración de las distintas leyes especiales de la seguridad social

Tales como el cobro de la pensión por supervivencia, el cobro de dicha pensión en el


sistema subsidiado, la prescripción de los derechos a los beneficios, etcétera.

Pero asimismo vemos en el ambiente de algunas instituciones el interés de corregir dichos


desfaces y qué bueno que sea así, en definitiva lo que más queda al desnudo es la escasa
propaganda a estos tipos de información que serían de tanto beneficio para la familia
dominicana. Ya nuestro escueto trabajo constituye en sí mismo un soplo para apaliar la
desorientación que existe en el país de tan crucial tema. Esperamos haber satisfecho las
preguntas e inquietudes de nuestros lectores.
¡Muchas Gracias!

BIBLIOGRAFÍA

Ley núm. 1692, de 29 de mayo de 1992, por la que se promulga el Código de


Trabajo.    (Secretaría de Estado de Trabajo, Santo Domingo, República Dominicana, 1992,

Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) promulgada por el
Poder Ejecutivo el 9 de mayo del 2001.

Revista de la (DIDA).

Ley 379-19, que crea el Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos


Laborales (IDOPPRIL), adscrito al Ministerio de Trabajo.

El Sistema de Pensiones se establece con la Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de
Seguridad Social, crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social y sus Modificaciones.

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