- Determinar el criterio o criterios que se usaran para evaluar las
alternativas.
Seleccionar el criterio o criterios que se usarán para evaluar las alternativas. Se
debe tomar en cuenta que independientemente de la alternativa que se escoja, ésta debe cumplir con el objetivo.
4.- Evaluar las alternativas.
Se realiza un estudio de cada una de las posibles alternativas de solución para el
problema, se deben identificar las ventajas y desventajas de cada una de acuerdo a los objetivos de la organización y asignar un valor ponderado.
5.- Elegir una alternativa
La quinta etapa en esta metodología de resolución de problemas tiene por objetivo
decidir cuál es la estrategia más efectiva para lograr el mejoramiento de la situación actual, y lo primero a destacar de este asunto es que no existe una única mejor alternativa. La mejor alternativa es aquella que relaciona el problema a resolver, es decir, que parte del reconocimiento de las mayores debilidades del sistema o de la situación y que, apoyándose en las fortalezas, reconoce ese “punto crucial” que posibilitaría una profunda transformación y acrecentaría la capacidad de lograr sus propósitos. El proceso de elección empieza sintetizando en un cuadro las distintas estrategias alternativas de solución que se han ido proponiendo y elaborando a lo largo de los pasos de la etapa anterior. Una visión sintética de estos aspectos involucrados puede obtenerse auxiliándose con el gráfico que permite observar el grado de generalidad e integralidad de las diversas estrategias elaboradas. Los siguientes términos pueden ayudar a tomar decisiones según el resultado que se busque:
Maximizar: tomar la mejor decisión posible.
Satisfacer: Elegir la primera opción que sea mínimamente aceptable satisfaciendo esta forma una meta u objetivo buscado. Optimizar: La que genere el mejor equilibrio posible entre distintas metas.