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Durante la época colonial Chiapas formaba parte con la capitanía General de Guatemala y el límite
de Guatemala con México fue fijado por las montañas. El 28 de agosto de 1821 Chiapas declaró su
independencia y su adhesión a México. El 15 de septiembre de 1821 Guatemala declaró su
independencia y a principios de 1822 su adhesión a México. En 1823 se termina el imperio mexicano
y Chiapas y Guatemala se separan de México; Chiapas se reserva el derecho de adhesión a cualquier
Estado fronterizo; que se encontraba en Guatemala, recibe órdenes de reincorporar Chiapas y lo
hace por la fuerza; Guatemala protesta y Chiapas se separa nuevamente pero es obligada a
reintegrarse a México.
Ante las protestas de Guatemala se logra un plebiscito que tiene lugar en 1824, Guatemala protesta.
Como resultado de las protestas de Guatemala se somete el diferendo a un plebiscito. Hubo empate
pero al no estar presente Guatemala en la verificación lo perdió bajo la fe de las cifras dadas a
conocer por México; se sabe que Soconusco votó por su anexión a Guatemala. Guatemala decidió
enviar sus tropas y México hace lo propio.
En 1826 se celebra el Congreso de Panamá en el cual se plantea el asunto de Chiapas, pero ante las
exaltaciones contrarias, se olvida. En 1831 México propone a Guatemala un cambio: Soconusco por
El Petén. En 1842 el General Santa Ana ocupa militarmente Soconusco. En 1854 se nombra una
comisión mixta para fijar límites, Guatemala pretende la aplicación de la doctrina del Uti Possidetis
Iure. México defiende el Uti Possidetis de Facto. Fracaso. En 1877 se firma el Tratado Vallarta. Se
forma una nueva comisión de límites pero ambas partes sostienen las mismas posiciones. En 1880
Justo Rufino Barrios, presidente de Guatemala, deseando arreglar este asunto para dedicarse a la
Unión Centroamericana Tratado de Límites del cual se transcribe lo siguiente:
Decreto Número 27
Considerando:
Que conforme a las bases estipuladas se celebró en la capital de México, el veintisiete de septiembre
próximo anterior, el tratado definitivo de límites por los plenipotenciarios de ambas naciones.
Que el señor Presidente Constitucional ha dado cuenta a la Asamblea del uso que hizo de la
ilimitada autorización que se le diera, y en cumplimiento del artículo 54 de la Ley Constitutiva de la
República, se ha sometido a la aprobación de este alto cuerpo el Tratado definitivo de fronteras
entre Guatemala y México.
Que en esa convención celebrada con arreglo a los artículos preliminares suscritos el doce de agosto
en la ciudad de Nueva York, se han consultado los positivos intereses de Guatemala poniendo
término a la indecisión de sus límites con México y los males provenientes de esa incertidumbre.
Que elevadas razones de conveniencia pública exigían concluir la antigua contienda de esas
fronteras que turbaba la tranquilidad de las poblaciones limítrofes, mantenía recelos y desconfianza
entre dos naciones vecinas y hermanas y presidiaba serios conflictos entre ambos pueblos llamados
a vivir en la mejor concordia.
Por Tanto:
Fundamental de la República
Decreta:
Artículo único
La Asamblea Nacional Legislativa, satisfecha del uso que el señor presidente constitucional, general
J. Rufino Barrios, hizo de la facultad que le fue contenida por decreto de 28 de abril último, aprueba
en todas sus partes los siete artículos de que consta el Tratado Definitivo de límites entre Guatemala
y México, Firmado en la capital de esta segunda República por los ministros plenipotenciarios de
ambas, el veintisiete de septiembre del año en curso, y cuyo tenor literal es el siguiente:
Artículo I
La república de Guatemala renuncia para siempre a los derechos que juzga tener al territorio del
Estado de Chiapas y su distrito de Soconusco, y en consecuencia, considera dicho territorio como
parte integrante de los Estados Unidos Mexicanos.
Artículo II
La República Mexicana aprecia debidamente la conducta de Guatemala y reconoce que son tan
dignos como honrosos los fines que le han inspirado la anterior renuncia, declarando que, en
igualdad de circunstancias México hubiera pactado igual desistimiento. Guatemala, por su parte,
satisfecha con este reconocimiento y esta declaración solemne, no exigirá indemnización de ningún
género con motivo de la estipulación precedente.
Artículo III
Los límites entre las dos naciones serán a perpetuidad los siguientes: 1. La línea media del Río
Suchiate, desde un punto situado en el mar, a tres leguas de su desembocadura, río arriba, por su
canal más profundo, hasta el punto en que el mismo río corte el plano vertical que pase por lo más
alto del volcán de Tacaná y diste veinticinco metros del pilar más austral de la garita de Talquián,
de manera que esta garita quede en territorio de Guatemala. 2. La línea determinada por el plano
vertical definido anteriormente, desde su encuentro con el río Suchiate hasta su intersección con el
plano vertical que pase por las cumbres de Buenavista e Ixbul. 3. La línea determinada por el plano
vertical que pase por las cumbres de Buenavista, fijada ya astronómicamente por la comisión
científica mexicana, y la cumbre del cerro de Ixbul, desde su intersección con la anterior hasta un
punto a cuatro kilómetros adelante del mismo cerro. 4. El paralelo de latitud que pasa por este
último punto, desde él, rumbo a oriente, hasta encontrar el canal más profundo de río Usumacinta,
o el del Chixoy en el caso de que el expresado paralelo no encuentre el primero de estos. 5. La línea
media del canal más profundo, del Usumacinta en un caso, o del Chixoy.
Luego del Usumacinta, continuando por éste, en el otro, desde el encuentro de uno u otro río con
el paralelo anterior, hasta que el canal más profundo del Usumacinta encuentre el paralelo situado
a veinticinco kilómetros al sur del Tenosique en Tabasco, medidos desde el centro de la plaza de
dicho pueblo, 6. El paralelo de latitud que acaba de referirse, desde su intersección con el canal más
profundo del Usumacinta hasta encontrar la meridiana que pasa a la tercera parte de la distancia
que hay entre los centros de las plazas de Tenosique y Sacluc, contada dicha tercera parte desde
Tenosique; 7. Esta meridiana, desde su intersección con el paralelo anterior hasta la latitud de
diecisiete grados, cuarenta y nueve minutos; 8. El paralelo de diecisiete grados cuarenta y nueve
minutos, desde su intersección con la meridiana anterior indefinidamente hacia el Este.
Artículo IV
Los nacionales de cualquiera de las dos partes contratantes que, en virtud de las estipulaciones de
este tratado, queden para lo futuro en territorios de la otra, podrán permanecer en ellos o
trasladarse en cualquier tiempo a donde mejor les convenga, conservando en dichos territorios los
bienes que posean o enajenándolos y pasando su valor a donde quisieran, sin que por esto último
pueda exigírseles ningún género de contribución, gravamen o impuesto. Los que prefieran
permanecer en los territorios cedidos podrán conservar el título y derechos de nacionales del país
a que antes pertenecían dichos territorios, o adquirir la nacionalidad de aquel a que van a
pertenecer en lo de adelante. Más la elección deberá hacerse entre una y otra nacionalidad dentro
de un año.
Que en notas de fechas 21 de Septiembre y 15 de Octubre del mismo año, se convino asimismo en
la creación de una Comisión Mixta compuesta de un delegado por cada parte y de un tercero
neutral de reconocida competencia e imparcialidad; habiendo comisionado el Gobierno de
Guatemala al Ingeniero Florence Santizo, el Gobierno de El Salvador al ingeniero Jacinto Castellanos,
y la Unión Panamericana, a solicitud de ambos Gobiernos, al ingeniero Sidney H. Birdseye, tercero
neutral quien tendría voto decisivo en caso de discordia entre los ingenieros de Guatemala, y El
Salvador, en materia puramente técnica. Esta Comisión quedó encargada de la preparación de los
mapas preliminares, aprovechando las fotografías aéreas ya existentes; y practicar un prolijo
reconocimiento de la frontera y los estudios necesarios en el terreno, a efecto de establecerla con
exactitud adecuada, para amojonarla y hacer evidente su conocimiento.
Habiendo dado cuenta de su labor la comisión Mixta, y rendido sus informes a los respectivos
gobiernos, acompañados de los mapas exactos en que la línea divisoria fue localizada de entera
conformidad con las instrucciones recibidas se hace procedente hacer constar los límites
territoriales en un tratado solemne que, siendo ley de ambas Repúblicas, sea de obligatoria
observancia en una y otra, en la Seguridad de que tal demarcación no separará sino que, por el
contrato, acercará más a los guatemaltecos y salvadoreños en una convivencia de tranquilidad y
mutuo afecto, han resuelto formalizar el Tratado de Límites territoriales, y al efecto, han nombrado
sus respectivos plenipotenciarios, a saber.
La única línea jurídica que puede establecerse entre ambos países es la del Uti Possidetis de 1821
Si alguno de los países hubiese establecido, más allá de esta línea, intereses que deban tomarse en
cuenta, el tribunal podrá fijar la línea definitiva modificando la línea de Uti Possidetis de 1821, pero
acordando compensación al Estado que pierda.
Al presentar sus alegatos, tanto Guatemala como Honduras expusieron ampliamente la doctrina del
Uti Possidetis, ambos dan el mismo significado, a saber: las demarcaciones existentes bajo el
régimen colonial, es decir, los límites administrativos de las entidades coloniales de Guatemala y
Honduras que se transformaron en Estados independientes.
La discrepancia surge en cuanto a ¿Cuáles son aquellos límites?
Guatemala pretende que debe aplicarse el Uti Possidetis de Facto, es decir, lo que el propio Monarca
había establecido, permitido, consentido o tolerado entre Provincia y Provincia en 1821. Honduras
pretende aplicar el Uti Possidetis De Iure, es decir, independiente del dominio, efectivo o no.
Al fallar en la primera parte se equipara el Uti Possidetis al control administrativo; por consiguiente,
el Uti Possidetis de 1821 es la demarcación colonial (en donde realmente hubo control
administrativo por alguna de las Altas Partes); Se le dio, pues, razón a Guatemala. Sin embargo en
la segunda parte se dijo que hay zonas en que no se puede aplicar este principio; por ejemplo en
Cuyamel y la margen derecha del Motagua. Basados en la equidad y la justicia, se traza una línea
media hasta llegar a la confluencia del río Tinto con el Motagua, y desde allí se traza la línea en la
margen derecha del Motagua hasta el mar.
El caso de Belice estuvo de actualidad con cierta regularidad a lo largo de la vida política de
Guatemala, sin que ningún gobierno constitucional o de facto, posterior a la independencia, haya
podido lograr alguna “mínima concesión” de parte de Gran Bretaña, mucho menos de Belice como
Estado Independiente, miembro pleno de la Comunidad Internacional. La lucha de Guatemala
culminó, ominosamente para Guatemala, con la declaración de independencia de Belice en el año
1981. A parte de entonces ha resurgido con mayor ardor y convencimiento el reclamo de
Guatemala, quien ha planteado claramente su pretensión: la disputa no es de límites sino de
territorios, no se trata de fijar límites, sino de determinar territorio ya que, la pretensión
guatemalteca lo es por cerca de 11 mil kilómetros cuadrados.
Descubrimiento de Belice
Cristóbal Colón descubrió Belice en su cuarto viaje por América sin que haya tomado, o conste, que
haya tomado posesión formal en nombre de España.
Cabe preguntar, para fines de establecer en la actualidad un pretendido derecho mexicano, a quién
perteneció Belice durante el tiempo de la Colonia: ¿A Yucatán o a Guatemala? Este punto fue
resuelto por una “Cédula Real” que estableció el derecho de Guatemala afirmando que le pertenecía
Belice.
Incursión inglesa
Entre los siglos XV y XVlll España estuvo en guerra varias veces con Inglaterra; esto dio como
resultado un hostigamiento continuo por parte de los ingleses a los barcos españoles en alta mar,
especialmente los barcos que regresaban de América transportando riquezas de Europa.
Gran Bretaña otorgó a ciertos marineros lo que se llamó “Patente del Corso” que los hizo “Corsarios”
y que consistía en una autorización especial para que estos marineros atacaran y hostigaran
oficialmente a los barcos españoles en tiempo de guerra; cuando era tiempo de paz los señores
“Corsarios” perdían la autorización patente y se convertían en Piratas.
La patente de corso (del latín cursus), era un documento entregado por los monarcas de
las naciones o los alcaldes de las ciudades (en su caso las corporaciones municipales), por el cual el
propietario de un navío tenía permiso de la autoridad para atacar barcos y poblaciones de
naciones enemigas. De esta forma el propietario se convertía en parte de la marina del país o la
ciudad expendedora.
Los Piratas se dedicaron al trasporte, al comercio y al contrabando; enviaban a Europa madera y fue
así como en un envío se mezcló un ejemplar del “Palo de Tinte” que fue muy apreciado; el palo de
tinte existía en abundancia en Belice, y ante la demanda de Europa los piratas y otros comerciantes
ingleses se dedicaron a extraerlo y enviarlo a Europa.
Época de Tratados
París (1763)
Inglaterra se obliga a destruir todas las fortificaciones en América y especialmente las del Golfo de
Honduras.
Se limita exactamente el territorio dentro del cual Inglaterra puede ejercer su “derecho de corte de
palo de tinte”, a saber, desde el Río Hondo hasta el Río Belice.
El único objeto de los dos tratados anteriores fue amparar jurídicamente a los súbditos ingleses que
se encontraban irregularmente y que se dedicaban, sin ningún derecho, al corte de maderas y a la
explotación de otras riquezas naturales.
Su Majestad Britànica restituiría a la Corona Francesa y sus aliados, todas las posiciones y colonias
que les pertenecían respectivamente y habían sido ocupadas por las fuerzas durante el curso de la
guerra, a excepción de las islas Trinidad y Ceilán.
En base el principio “Uti Possidetis” (como poseías de acuerdo al derecho, poseerás), el territorio
usufructuado por los ingleses pasa a Guatemala libre de cualquier gravamen.
Este principio proviene del derecho romano, que autorizaba a la parte beligerante reclamar el
territorio que había adquirido tras una guerra.
El 19 de abril de 1850, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Middleton Clayton y el
Ministro Plenipotenciario del Reino Unido, Henry Lytton Bulwer firmaron el Tratado Clayton-Bulwer.
1. Ni uno ni el otro obtendrá jamás para sí mismo ningún predominio exclusivo sobre el Canal
(Canal de Centroamérica).
2. Ni uno ni el otro construirá ni mantendrá jamás fortificaciones que lo dominen o estén en sus
inmediaciones.
3. Las partes se valdrán de cualquier influencia que ejerzan respectivamente sobre cualquier Estado
o gobierno que posea o reclame jurisdicción o derecho sobre el territorio que atraviesa el Canal.
Que el establecimiento de su Majestad Británica, llamado Belice u Honduras Británica, sobre las
costas de la bahía de Honduras, limitado al norte por la provincia mexicana de Yucatán y al sur del
río Sarstún, no estuvo ni está comprendido en el tratado concluido entre las partes contratantes el
19 de abril de 1850; y que los límites occidentales del mencionado Belice, serán establecidos y
fijados por un tratado entre su Majestad Británica y la república de Guatemala, dentro de dos años
del cambio de ratificaciones de este instrumento , y que tales fronteras y limites no serán
ensanchados en ningún tiempo.
El gobierno de Guatemala tuvo conocimiento de esta situación, pero nada dijo ni hizo, con lo cual
otorgó de hecho su consentimiento. Y aún más: el gobierno guatemalteco lo consideró como una
posibilidad para solucionar los conflictos pendientes con Inglaterra.
Filibusteros 1857
Nicaragua cae en manos de los filibusteros (“que se hace del botín libremente”) era el nombre que
recibía aquel pirata que, en el siglo XVll, formaba parte de los grupos que actuaban en el mar de
las Antillas. Su característica especial, que lo diferenciaba de otros piratas, era que no se alejaban
de la costa, la bordeaban y saqueaban las localidades costeras.
El conflicto fue el resultado de una guerra civil que involucró a los bandos legitimistas y
democráticos en el territorio nicaragüense desde 1854-1855, que terminó en la toma del poder por
parte del filibustero William Walker.
Las conversaciones entre ambos funcionarios se desarrollaron una semana después, el 14 de abril,
y por fin, el día 30 se firmó el tan esperado tratado de límites. Ambas partes estuvieron plenamente
de acuerdo con el convenio y Justo Rufino Barrios (presidente en ese entonces) en representación
de Guatemala, lo ratifica el 1ro. de mayo del mismo año.
Algunos dicen que no fue un tratado de límites, sino una cesión de territorio disfrazada ya que en
el fondo se pide que se otorgue a Inglaterra el dominio sobre Belice, pero eso no se podía decir,
pues por el Tratado Clayton-Bulwer Inglaterra se había obligado a no adquirir territorios en
Centroamérica entonces se disfraza de manera que aparezca como reconocimiento de soberanía
existente y se trate solamente de “fijar límites”.
TRATADO ADICIONAL (1863)
En el año 1931 ocurrió un intercambio de notas entre la Gran Bretaña y Guatemala por medio de la
cual según la Gran Bretaña se reconocieron como fronterizos los monumentos establecidos en el
tratado de 1859 con lo cual la Gran Bretaña considera haber fijado la frontera entre ambos países.
Dicho intercambio de notas fue registrado por el gobierno de Su Majestad ante la Sociedad De
Naciones como un tratado entre ambos países, y en sus argumentaciones actuales, Belice le
adjudica el mismo una calidad de tratado independiente que fijó fronteras, Ya que, en ellas
Guatemala aceptó la ubicación y razón de ser de los dos monumentos de referencia, acordando
proseguir con la delimitación fronteriza. La demarcación se interrumpió indefinidamente.
En el año de 1933, el gobierno de Guatemala propuso a Su Majestad británica que en vista de los
frecuentes de incidentes diplomáticos y el incesante contrabando y Comercio ilícito en Los Cayos
Zapotillo, sería una adecuada solución a la discusión existente entre los dos gobiernos sobre el
diferendo territorial, de Guatemala pudiera súper vigilar los islotes del zapotillo volviendo a su
jurisdicción. El gobierno de Gran Bretaña Se dio por recibido y no contestó la propuesta anterior.
El origen del establecimiento de origen se remonta a los años 1783 y 1786, fechas en las cuales la
corona española con vino por medio de tratados celebrados con Gran Bretaña, que reconocían a
los súbditos de la corona británica la Facultad de cortar, cargar y transportar el palo de tinte y otras
maderas sin exceptuar la caoba y aprovecharse de cualquier otro fruto o producción de la tierra, en
el área comprendida entre los Río Hondo y Sibun.
La Convención de 1863
En estas circunstancias, mi gobierno cree que las incesantes gestiones que ha hecho durante un
largo número de años, agotado todos los medios posibles de llegar a un acuerdo, y que no le queda
otro recurso que el de protestar contra el desconocimiento de sus derechos… y qué hace contra la
creciente ocupación de hecho por parte de la Gran Bretaña de una parte integrante del territorio
Guatemalteco, declarando que mientras no exista un acuerdo perfecto sobre este punto entre los
dos países, dicha ocupación no puede perjudicar los derechos de Guatemala en ningún tiempo.
En el año 1931 Gran Bretaña y Guatemala intercambiaron correspondencia, que fue registrada
unilateralmente por el gobierno británico ante la Sociedad De Naciones atribuyéndole
indebidamente el carácter de tratado que fijó fronteras de acuerdo a proseguir con la delimitación
fronteriza Es evidente la doble moral del gobierno británico al negarse a cumplir las obligaciones
que le impone el artículo 7 de la convención de 1809 y considerarse también Librado de cumplir el
tratado de 1863 que a la vez pretender que la correspondencia de 1931 entra y obligaciones para
Guatemala en el año 1931 Gran Bretaña y Guatemala intercambiaron correspondencia que fue
registrada unilateralmente por el gobierno británico ante la Sociedad De Naciones, atribuyéndole
proseguir con la delimitación fronteriza. Es evidente la doble moral de gobierno británico al negarse
a cumplir las obligaciones que le impone el artículo 7 de la convención de 1859 y considerarse
también Librado de cumplir el tratado de 1863, y a la vez pretender que la correspondencia de 1931
entraña obligaciones para Guatemala. Dicha actitud no es digna de un estado y menos del imperio
británico Qué es el beneficio del territorio que le correspondía a Guatemala.
El derecho internacional de la época requería como el derecho internacional actual lo requiere, que
para los convenios sean válidos estos deben ser ratificados, es decir que el estado haya manifestado
su consentimiento en obligarse por el mismo, cumpliendo los requisitos internos cumpliendo
objetivamente los requisitos internacionales.
El intercambio de notas no fue ratificado conformidad con los derechos y se ha pretendido darle
una validez que no tiene.
La nota enviada por el entonces por el Canciller Carlos Salazar argumentando con fecha 22 de
septiembre de 1937 por medio de la cual responde al gobierno británica, “Deploro tener que
manifestar a vuestra excelencia que el gobierno de Guatemala está convencido de que en la
controversia pendiente han considerado también aspectos de diferentes índole, fuera de la jurídica
y de la interpretación legal. El incumplimiento del artículo Vll de la Convención del 59 y la falta de
ratificación del 63, han determinado para Guatemala pérdida material, perjuicios intangibles de
diferente carácter que puede comprobarse con la lectura de la correspondencia sostenida entre los
dos gobiernos desde a mediados del siglo pasado.
Se perdió una excelente oportunidad para resolver el diferendo territorial que existente por medio
del arbitraje por falta de acuerdo en el nombramiento del árbitro, porque para Guatemala el fallo
debería de basarse en equidad, y para Gran Bretaña debería ser basado en derecho.
La Constitución de Guatemala en el año 1945 Declaro que Belice era parte del territorio
guatemalteco y de interés general las gestiones para su incorporación. Esto provocó la inmediata
protesta británica, en el sentido de que Belice era territorio británico y sus fronteras habían sido
delimitadas por el tratado 1859.
El 9 de abril de 1946 por iniciativa del poder Ejecutivo, el Congreso de la República emitió un
Decreto número 224, en el que se reafirmó la caducidad de la Convención de 1859 por
incumplimiento de Gran Bretaña , y como consecuencia procedía la restitutio in integrum del
territorio de Belice a Guatemala.
El Decreto constituye un acto trascendental y sienta las bases para que la Constitución Política de
la República en 1985 establezca un procedimiento interno para darle solución definitiva al
Diferendo Territorial con Belice.
El conciliador propuesto en el año 1965 por el Gobierno de los Estados Unidos para mediar en la
disputa recomendó lo siguiente:
Que el gobierno del Reino Unido abandone todas sus pretensiones sobre Belice y que sea en un
tiempo Guatemala la que asista a Belice en la conducción de sus relaciones Internacionales.
Qué el Gobierno de Guatemala y el de Gran Bretaña ejercieran la defensa de Belice, hasta que sea
asumida totalmente por el gobierno de Guatemala.
Propuso una integración del territorio de Belice al de Guatemala que incluía libre tránsito de
productos y mercaderías destinadas a Guatemala, sin tarifas, tasas, impuestos u otras restricciones;
Puerto beliceño libres, libre movimiento de personas de ambas nacionalidades, libre comercio y
cooperación en el desarrollo y fortalecimiento de actividades, agrícolas, industriales, y comerciales
en Guatemala y Belice; integración de transporte y comunicaciones, protección y aprovechamiento
de los recursos naturales, intercambio cultural y educativo.
La creación de una entidad administradora binacional con una presencia internacional para llevar a
cabo esta integración total.
Las propuestas tuvo buena acogida entre los dos gobiernos, ´pero fueron objetadas por el pueblo
de Belice al ser conocidas.
La ausencia del fundamento histórico ni jurídico para que la ocupación de Inglaterra en Belice
tuviera la categoría de colonia, el proceso de descolonización que surge después de la segunda
Guerra Mundial. En el año 1960 la Asamblea General de la ONU, apoyó la independencia de los
territorios que hasta ese momento eran enclaves coloniales.
La Asamblea General de la Organizaciones de las Naciones Unidad por resolución 3432 en 1975,
con el voto en contra de Guatemala, resolvió apoyando la independencia de Belice.
Aunque Belice no le atribuía la calidad de colonia, porque proviene de una usurpación de territorio
por parte de Inglaterra en clara violación a la integridad territorial de Guatemala, la población de
Belice se desarrolló como parte de un grupo de naciones, que aspiraban la independencia y
autodeterminación.
Guatemala no solo fue perjudicada en la integridad de su territorio, primero por Gran Bretaña y
después por Belice, han mantenido una campaña que afecta nuestras relaciones internacionales
con algunos países, especialmente con países ex colonias, se identifican con la posición de Belice.
Propuesta de 1977.
En el año 1977, se hizo el esfuerzo entre los gobiernos de Guatemala y Gran Bretaña de alcanzar
una solución que incluyera un área territorial continental en el sur de Belice para Guatemala, como
compensación, para que se reconociera la independencia de Belice.
1. Guatemala reconoce al Estado de Belice como parte integrante de Centro América y respetara
su soberanía e integridad territorial de conformidad con las fronteras existentes y tradicionales,
previo a la conclusión del tratado respectivo.
3. Guatemala tendrá el uso y disfrute de los cayos de Ranguana y Zapotillo y derechos en las aguas
del mar adyacente a dichos cayos.
4. Guatemala tendrá derecho de facilidades de puerto libre en ciudad de Belice y Punto Gorda.
7. En áreas convenirse, se llegara a un acuerdo entre Guatemala y Belice para propósitos relativos
al control de la contaminación, la navegación y la pesca.
10. Belice tendrá el derecho a cualesquiera facilidades de puerto libre en Guatemala semejantes a
las que se provea Guatemala a Belice.
11. Guatemala y Belice suscribirán un tratado para cooperación para asuntos de seguridad mutua.
LA INDEPENDENCIA DE BELICE
El Gobierno de Belice asumió que había terminado el diferendo territorial existente, con el
reconocimiento de Estado por parte de Guatemala, lo cual era la forma más sencilla y cómoda de
continuar con la ocupación de hecho del territorio reclamado, manteniendo el statu quo que le
convenía evidentemente para efectos de aprovechamiento del territorio, y también porque mientras
el tiempo transcurría, consolidaba su posición con el objeto de argumentar la prescripción del
territorio a su favor.
Con este reconocimiento, Belice consideraba que el diferendo territorial con Guatemala había sido
terminado, y que el mismo necesariamente implicaba el reconocimiento de todo el territorio que
ocupaba. Pretendió que era una consecuencia lógica del reconocimiento, ignorando el contenido
de la declaración de Guatemala en la cual, si bien se reconocía la independencia del Estado de Belice
y el derecho de autodeterminación del pueblo beliceño, dejaba pendiente de resolver el diferendo
territorial.
En el año 1994, el Gobierno de Guatemala por medio de su Canciller Marihza Ruiz de Vielman
reactivó el Consejo Nacional de Belice, y luego de analizado el reconocimiento del Estado de Belice
por el Gobierno de Guatemala y sus implicaciones, envió una nota diplomática dirigida al Secretario
General de la O.N.U. que fija la posición de Guatemala en relación a la independencia de Belice y
del reconocimiento de su territorio.
En la misma, hace las reservas correspondientes y sostiene que existe un diferendo territorial; que
no existen por ende fronteras ente los países y que Guatemala no acepta el contenido de la Ley de
Espacios Marítimos de Belice, en la que unilateralmente se fijan las zonas marítimas que parten del
territorio continental e insular que Guatemala reclama, y que en violación a la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar pretende áreas que no corresponde en un espacio como
el Mar Caribe.
El diferendo territorial con respecto a Belice ha sido tratado forma consistente e institucional como
un tema permanente de Estado, por los distinto Gobiernos de Guatemala y continúan en su esfuerzo
por resolver el diferendo territorial por los medios que señala el Derecho Internacional.
Los jurista guatemaltecos Alberto Herrarte González y Gabriel Orellana Rojas plantearon una acción
de inconstitucionalidad en contra de la “Convención entre la República de Guatemala y su Majestad
Británica relativa a los límites de “Honduras Británica” de treinta de abril de mil ochocientos
cincuenta y nueve. “Esa acción constituye un valioso aporte al acervo jurídico de Guatemala sobre
el tema porque la Corte de Constitucionalidad invoca en la parte resolutiva de su sentencia que la
acción planteada se refiere a una Convención “cuya caducidad y nulidad in toto devino por legítima
denuncia de la parte inocente de su violación sustancial y como consecuencia carece de vigencia y
positividad para el Estado guatemalteco… En otras palabras, para el máximo tribunal constitucional
de Guatemala no es posible pronunciarse sobre la conformidad con la Constitución de Guatemala
de una Convención que ya no forma parte de nuestro sistema jurídico.
El diferendo territorial existente entre ambos estados puede ser resulto por los medios que señala
el Derecho Internacional es a decir a través de medios políticos de la solución de conflictos, o
jurídicamente ante una instancia judicial internacional.
La Clarinada de 1999
El esfuerzo realizado por el Gobierno de Guatemala fue intenso para logra que Belice aceptara
negociar con Guatemala. La Cancillería de Guatemala se manifestó constantemente en el sentido
que el diferendo territorial debería ser resuelto y que, en tanto ello no ocurriese, los límites entre
Belice y Guatemala no podía ser fijados, ya que no se reconocían los mismo y que básicamente era
kuna línea de referencia que no constituye una frontera internacional.
Esta nota diplomática que se le denominó “clarinada” por su autor el Doctor Alberto Herrarte
González, también es la prueba del trabajo que se estaba desarrollando en la Cancillería para
alcanzar una legítima transacción que solucionara el conflicto existente con Belice y que pese a las
presiones por parte de Belice y otros países para que Guatemala reconociera las supuestas
“Fronteras” de ese Estado, el gobierno de Guatemala estaba decidido a defender la existencia del
Diferendo Territorial
La posición del Gobierno de Guatemala, planteada el 18 de octubre de 1999, contempla que debe
revertírsele a Guatemala el territorio que correspondía a la República Federal de Centro América y
por sucesión a la República de Guatemala comprendido desde el rio Sibún al río Sarstún y las islas
adyacentes al territorio de Belice.
El 8 de junio de 200, el Gobierno d Belice a través de su canciller respondió la nota anterior. Si bien,
este estudio no pretende analizar el fondo de ninguna de las posiciones de la partes y los
argumentos que esgrimen cada una de ellas, es interesante en esta nota firmada por el Primer
Ministro de Belice, resalta que Belice plantea que su título sobre el territorio no viene de ningún
tratado firmando por Guatemala con la Gran Bretaña, aunque lo mención después como la base
para argumentar que se incluyan las islas como territorio beliceño proveniente del mismo tratado
de 1859, aunque es v evidente que la redacción de mismo no lo comprende.
También es importante destacar que el Gobierno de Belice no consideraba en ese momento que el
diferendo territorial fuera jurídico, ni que debiera someterse a una solución jurídica, lo cual modificó
más adelante, como producto del esfuerzo para resolver el diferendo territorial. Todavía en la nota
recién citada. Pretendía hacer una amable concesión a Guatemala al permitir su acceso a la alta mar,
lo cual es un derecho que el Derecho del Mar garantiza a todos los Estados. Hasta los que no tiene
costa.
A propuesta del Gobierno de Guatemala ante la actual de Belice de irrespetas los compromisos que
se iban alcanzado en cada reunión bilateral y también ante el crecimiento de incidentes en la zona
de adyacencia, se acudió a la OEA la que nos acompañaría a partir de ese momento hasta la a
actualidad. El Secretario General de la OEA cumplió con una función de buen oficiante y de
mediador entre los países y con ello se logró que el proceso tuviera mayor solidez y que se
encaminara hacia una solución jurisdiccional sin dejar a un lado la posibilidad de seguir trabajando
por alcanzar una solución negociada.
Esta mediación de parte de la OEA fue un proceso que deberá ser analizado en el futuro por la
enorme utilidad que tuvo para dos países del ámbito americano que tratan de resolver una disputa
que surgió por la intervención de un tercero, quien con su política imperialista y de fuerza dejo a
dos poblaciones inocentes sumidas en un conflicto que debemos resolver para encarar el futuro
bilateral que les espera en un mundo cada vez más competitivo y que requiere de los mayores
esfuerzos por parte de los países.
La organización de los Estados Americanos (OEA), fue el marco especial en que Guatemala y Belice
firmaran el Convenio de Medidas de Fomento de la Confianza, el 8 de noviembre de 200, que
contiene 12 medidas de carácter limitado y temporal, tendientes a evitar nuevos incidentes que
impidan continuar el proceso que busca la solución definitivo al diferendo territorial ente los dos
países” Dicho Acuerdo de Medidas de Fomento de la Confianza, por parte del Canciller de
Guatemala Gabriel Orellana Rojas, y el Embajador con rango de ministro de Belice, Assad Shoman.
Este documento es un logro para Guatemala porque contiene elementos que se consideran han
aportado seguridad en cuanto las posiciones de las partes y el reconocimiento sobra la existencia
de un diferendo territorial y los alcances del mismo, así como su naturaleza jurídica. El objetivo
primario de este documento fuel la defensa de los habitantes guatemaltecos en la áreas adyacentes
al territorio reclamando por Guatemala, que había venido siendo afectados por la posición de Belice
de ejercer soberanía, aunque con ello llegara a la violación clara de los derechos humanos de las
personas. La disminución de los incidentes fue radical, ya que desaparecía la excusa de Belice para
hacerlo y también porque ahora había una entidad independiente e imparcial observando la
ocurrencia de los incidentes: la misma OEA que posteriormente instalaría en esa área una oficina
en la zona de adyacencia.
El documento contiene el reconocimiento que existe un diferendo territorial, y que ese diferendo
se refiere a las áreas terrestres, insulares y marítimas. Este lenguaje nunca había sido aceptado por
Belice, que siempre se había mantenido, como lo hizo el Reino Unido, ignorando totalmente las
pretensiones de Guatemala y negando la existencia de que existiera un diferendo territorial. Por
otro lado, Guatemala reconoce la existencia de una línea que se llama adyacencia y que la misma
no constituye más que un marcador referencial y no es frontera internacional. En opinión del autor,
el lenguaje que se utilizó es muy favorable para los intereses de Guatemala.
Incluso en ese documento el Gobierno de Belice reconoce que la línea de adyacencia no representa
la frontera internacional entre Belice y Guatemala, y que, mientras no se resuelva el diferendo
territorial, no existen fronteras reconocidas entre ambos países, Asimismo, reconocen en forma
expresa que las maracas de referencia NO señalan la frontera internacional entre Guatemala y
Belice, y que los monumentos de referencia están siendo cuestionados y no son marcadores de
fronteras, con lo cual se refuta lo alegado por Belice en diversas oportunidades que los mismo son
marcadores definitivos entre los países.
2 Considero que el contenido del acuerdo anterior es un logro para Guatemala porque el mismo
Gobierno de Belice ha reconocido que aún no existe una línea de frontera marcada por los países
de mutuo acuerdo y, en consecuencia, que aún hay un diferendo territorial pendiente de resolver.
Previamente a la firma de las Mediadas de Fomento de la Confianza el Gobierno de Belice había
sostenido que sus fronteras estaban marcadas por lo establecido en la convención anglo
guatemalteca de 1859. Pero el hecho de aceptar que se estableciera la Línea de Adyacencia, significa
que Belice reconoció que ésta no es la línea de Frontera internacional entre los dos países, lo cual
deberá ser tomado en cuenta por la Corte Internacional de Justicia al momento de dictar la
sentencia correspondiente.
Unos meses antes de la firma de los acuerdos sobre medidas de fomento de la confianza a instancia
siempre del gobierno de Guatemala y ante la actitud del gobierno de Belice de negarse a hacerlo y
someterse a un tribunal internacional como se había planteado por escrito por parte de Guatemala
se inició el proceso de conciliación bajo los auspicios de la OEA el 15 de mayo del 2000 antes los
oficios del secretario general de la OEA, se acordó nombrar conciliadores cuyo papel sería el de
encaminar el proceso de negociaciones a una resolución final del diferendo territorial. La comisión
de conciliación estuvo integrada por dos conciliadores nombrados uno por cada estado y con la
participación del secretario general de la OEA como testigo de honor el plazo de la comisión venció
el día 31 de agosto del 2002.
Resolver el diferendo territorial existente con Belice y sosteniendo que por ser un diferente de
carácter jurídico debe ser sometido a instancias jurídicas internacionales la Corte Internacional de
Justicia o arbitraje internacional salvo que fuera resuelto satisfactoriamente por la vía conciliatoria.
El proceso de conciliación fue uno de los medios de solución pacífica que debe agotarse en la
búsqueda de una solución jurídica al diferendo territorial existente entre Belice y Guatemala ya que
el derecho internacional exige que previo a someter cualquier asunto a la Corte Internacional de
Justicia o a un proceso de arbitraje deben agotarse los medios pacíficos para resolver los conflictos.
Tanto el sometimiento del diferendo a una corte judicial internacional o la solución negociada en
la que se incluye la conciliación y otras formas de solución debe ser sometida al pueblo de
Guatemala mediante referéndum por el congreso de la República por lo que debe llenar
expectativas mínimas para lograr con éxito dicha consulta popular de lo contrario sería un fracaso
político.
Las propuestas de los conciliadores fueron entregadas a los gobiernos el día 16 de septiembre del
2012.
La conciliación cumplió una fase sumamente importante en el camino a lograr una solución al
diferendo territorial conforme a lo establecido por el derecho internacional y finalmente permitió
el camino para acudir a una Corte Internacional de Justicia. Para el gobierno de Guatemala fue un
gran logro a lo largo de este largo proceso de negociaciones una de cuyas etapas de la conciliación
ya que con ella se logró lo que nunca antes había tenido y es que exista la recomendación para los
dos países de acudir a una instancia jurídica internacional a resolver este diferendo territorial.
La comisión de Belice emitió con fecha 16 de junio de 2013 un análisis del contenido de las
propuestas de los conciliadores en donde se expone las razones legales de orden interno e
internacional que hacían inaceptables las mismas. Una recomendación Es que ignoraron la postura
de una de las partes estaba condenadas al fracaso y no me decían que fueran sometidas ni
aprobación del honorable Congreso de la República y mucho menos a la consideración del pueblo
de Guatemala en consulta popular. Por otra parte es importante tener presente que el gobierno de
Guatemala siempre se reservó el derecho de rechazar las recomendaciones Y por esa razón el
organismo ejecutivo ejerce ese derecho.
Este análisis fue el antecedente para que el 15 de agosto del 2013 el gobierno de Guatemala en
forma breve pero contundente por medio de una nota firmada por el viceministro de relaciones
exteriores dirigida al secretario general de la OEA rechazó las propuestas de los conciliadores y
estimó que debe continuarse con el esfuerzo de alcanzar un acuerdo negociado para el diferendo
territorial y de no ser esto último posible someter el mismo a una instancia jurídica internacional.
El 7 de septiembre de 2005 se firmó entre los gobiernos de Guatemala y Belice el acuerdo sobre un
marco de negociación y medidas de fomento de la confianza documento bilateral que dejo el
procedimiento para lograr que las partes Logren una solución del diferendo territorial existente.
Si bien el acuerdo no es suficiente para que las partes pudieran acordar a la Corte Internacional de
Justicia que los gobiernos de los países no tenían la facultad para hacerlo hasta que se cumplirán
los requisitos constitucionales de cada uno de los países que en el caso de Guatemala
necesariamente debe ser sometido por el honorable congreso de la República a la aprobación del
pueblo por medio de consulta popular. Este documento fue un documento celebrado con el fin de
que si bien se hiciera un último esfuerzo de negociar el diferendo territorial se comprendiera en el
mismo la posibilidad de que el secretario general de la OEA recomienda a los gobiernos someterlo
a una instancia jurisdiccional internacional lo cual finalmente se logró.
El proceso de negociación fue acordado por los gobiernos conforme al principio que indica que
nada está acordado hasta que todo está acordado por lo que los acuerdos alcanzados sobre temas
puntuales objeto del diferendo no entrarían en vigor mientras no exista un acuerdo definitivo sobre
la totalidad de las cuestiones relativas al mismo y siempre en conformidad con la legislación de
cada país.
También se tomó en cuenta en la disposición referida que los países no podrán utilizar en el futuro
las afirmaciones o argumentos planteados en este documento ni podrán interpretarse como
aceptación o renuncia por parte de las delegaciones o los gobiernos de sus posiciones.
Los Gobiernos de Guatemala y Belice inician conversaciones para encontrar una solución que
concluyen en el ACUERDO MARCO DE NEGOCIACIÓN Y MEDIDAS DE FOMENTO DE LA CONFIANZA
ENTRE BELICE Y GUATEMALA. Este acuerdo lo firmaron los representantes de Belice Assad Shoman,
Jefe Negociador de Belice y Embajador con Rango Ministerial, por Guatemala Jorge Briz Abularach,
Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala. Esta reunión tuvo lugar en la sede de la
Organización de Estados Americanos en Washington, D.C. el 7 de septiembre de 2005, juntamente
con el Secretario General José Miguel Insulza.
Dentro del Marco de Negociación, podemos hacer referencia al punto segundo, “Objeto del
proceso de negociación”, que textualmente dice: “El proceso de Negociación tiene por objeto
alcanzar un acuerdo para resolver el Diferendo Territorial en todos los temas que abarca el mismo,
que asegure su aprobación en ambos países dentro del marco constitucional y legal de cada una
de las Partes y que permita la efectiva implementación de dicho Acuerdo”.
El Acuerdo establece que mientras se negocia el Diferendo Territorial con asistencia de la OEA, si el
Secretario General determina que no es posible alcanzar un acuerdo sobre algunos asuntos,
recomendará a las partes que acudieran a la Corte Internacional de Justicia o a una Corte de
Arbitraje Internacional, que son dos instancias que el Derecho Internacional establece para la
solución de controversias.
Los conciliadores ante la posibilidad de recibir el rechazo a sus propuestas, envían una carta a los
cancilleres del gobierno de Guatemala y de Belice, “En consecuencia, recomendamos que, en el
caso desafortunado e improbable que las propuestas sean rechazadas por el pueblo de Belice o el
pueblo de Guatemala, las partes acuerden someter el Diferendo Territorial a la Corte Internacional
de Justicia para su determinación final y obligatoria, o a algún tribunal arbitral internacional que las
partes acuerden”.
Se decide acudir a la Corte Internacional de Justicia para resolver el Diferendo Territorial, haciendo
mención del artículo 62 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia que dice:
Artículo 62:
Si un Estado considerase que tiene un interés de orden jurídico que puede ser afectado por la
decisión del litigio, podrá pedir a la Corte que le permita intervenir.
El canciller del Gobierno de Guatemala, Gert Rosenthal envió una nota oficial de fecha 17 de
diciembre de 2007, en donde Guatemala acepta la recomendación del Secretario General de la OEA
de acudir a la Corte Internacional de Justicia, por considerarlo el camino más idóneo. Por su lado el
Gobierno de Belice en nota oficial enviada el 29 de mayo de 2008, manifiesta que sujeto a la
aprobación del pueblo beliceño, se tomará los pasos necesarios para actuar de conformidad con la
recomendación de la Secretaría General, en el sentido de someter la materia a la Corte Internacional
de Justicia.
Dictamen No. 06-2009, aprobado por la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, en los
artículo 3,4 y 5 del decreto de la iniciativa 3993, faculta al Presidente del Congreso de la República
para que en forma inmediata y en representación del Congreso de la Republica, presente al Tribunal
Supremo Electoral, la iniciativa de este Organismo para que se realice la convocatoria a Consulta
Popular sobre la aprobación del compromiso contenido en el Acuerdo Especial entre Guatemala y
Belice para someter a Reclamo Territorial, Insular y Marítimo de Guatemala a la Corte Internacional
de Justicia.
Así mismo facultar al Tribunal Supremo Electoral para que en coordinación con el Ministerio de
Relaciones Exteriores de Guatemala y sus similares del Gobierno de Belice, se aprueben los
mecanismos para que las consultas populares se lleven a cabo en forma simultánea en ambos países
en una fecha convenida entre las partes.
La pregunta que se someterá a consulta popular, es ¿Está de acuerdo que cualquier reclamo legal
de la República de Guatemala en contra de Belice sobre territorios continentales e insulares y
cualesquiera áreas marítimas correspondientes a dichos territorios sea sometido a la Corte
Internacional de Justicia para su resolución definitiva y que ésta determine las fronteras de los
respectivos territorios y áreas de las partes?