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Dia de la Independencia 1821-1823

La declaración de Independencia de Guatemala se realizó de una manera intempestiva el 15 de


septiembre de 1821. La Junta Provisional pensó que un Congreso a ser instalado antes del 1 de
marzo de 1822 ratificaría esta declaración y decidiera la forma y destino de la nueva organización
política del territorio. Sin embargo, el 5 de enero de 1822, esta misma Junta declaró
precipitadamente que Guatemala se unía al Imperio Mexicano. Si dicho Imperio no hubiese
colapsado en marzo de 1823, acaso Centro América formaría parte del sur mexicano. Pero al
colapsar, Centro América quedó en libertad de continuar o cancelar esa anexión. Casi de inmediato,
canceló y durante la próxima década se lanzó a la aventura incierta de consolidarse.

El 1 de julio de 1823, las provincias de Centro América se declararon “libres e independientes de la


antigua España, de México y de cualquier otra potencia” y que intentarían formar una república
federal que se llamaría Provincias Unidas de Centro América. El anhelo de establecer una
monarquía católica en México había fracasado. Aún se estaba gestando la idea de intentar una
federación más amplia que tuviera su centro en Panamá, pero no había nada firme.

Escudo de las Provincias Unidas del Centro de América


Así que Guatemala (es decir, Centro de América como Reino) pasó de formar parte de un imperio
transcontinental, a un imperio americano, a quedarnos reducidos a intentar conservar la unidad
territorial a través de una nueva alianza política. ¿Buscaríamos una monarquía católica propia, una
república federal con varios estados o que cada Estado persiguiera sus propios intereses? ¿Qué
procedía? ¿Qué factor interno o externo nos brindaría la unidad en la diversidad?

Las diferencias geográficas, sociales y culturales entre, digamos, Costa Rica y Guatemala o El
Salvador o Nicaragua, no son tan diferentes a las que existen entre, digamos, entre Chihuahua y
Tabasco o Jalisco y Campeche. Sin embargo, México, en un espacio geográfico mucho mayor, logró
mantener unido su territorio por medio de una federación y Centro América fracasó. Las diferencias
entre los Estados, entre las clases sociales, o incluso las disputas personales en México eran muy
similares a las de Centro América.

Pero Centroamérica no era precisamente libre de perseguir su propia suerte. No hay que olvidar que
otros poderes europeos mantenían interés en su devenir. Con esa preocupación en mente, en
diciembre de 1823, el presidente James Monroe emitió un discurso que advertía a los otros poderes
europeos que no intervinieran en los asuntos propios del continente americano. Monroe quería evitar
que estos poderes se expandieran en América. A esta declaración, sintetizada en la frase “América
para los americanos”, se le conoce como la doctrina Monroe.

Durante la década siguiente, cada provincia de lo que fuera el Reino de Guatemala empezó una
transición hacia convertirse en un Estado y los Estados buscaron asociarse entre ellos para
conformar una nueva república federal. La proximidad de El Salvador, Guatemala y Honduras acaso
sirve para explicar su protagonismo en este intento, del cual Nicaragua y Costa Rica parecieran
haber guardado distancia.

¿Por qué la tendencia en Centro América fue hacia la fragmentación y no hacia la permanencia de la
unidad? ¿Qué nos pasó? ¿Por qué dejamos que los factores que nos diferenciaban fueran más
importantes que los factores que nos unían? ¿En algún momento fue Centroamérica para los
Centroamericanos?

A continuación, la que se considera el acta de declaración de independencia de Centroamérica de


1823:

Declaración de Independencia Absoluta de Centroamérica de 1823 (Versión contemporánea)


“Los representantes de las Provincias Unidas del Centro de América, congregadas en virtud de la
convocatoria, dada en esta ciudad de Guatemala, el 15 de septiembre de 1821 y renovada en 29 de
marzo de 1823, con el importante objeto de pronunciarse sobre la independencia y libertad de los
pueblos, nuestros comitentes sobre su recíproca unión: sobre su gobierno; y sobre todos los demás
puntos contenidos en la memorable acta del citado día 15 de septiembre, que adoptó entonces la
mayoría de los pueblos de este vasto territorio, y al que se han adherido posteriormente todos los
demás, que hoy se hallan representados en esta Asamblea General.

Después de examinar, con todo el detenimiento y madurez que exige la delicadeza y entidad de los
objetos con que somos congregados, así el acta expresada de septiembre de 21 y la de 5 de enero de
1822, como también el decreto del Gobierno Provisorio de esta provincia, de 29 de marzo último, y
todos los documentos concernientes al objeto mismo de nuestra reunión.
Después de traer a la vista todos los datos necesarios para conocer el estado de la población, riqueza,
recursos, situación local, extensión y demás circunstancias de los pueblos que ocupan el territorio
antes llamado Reino de Guatemala.

Habiendo discutido la materia: oído el informe de las diversas comisiones que han trabajado para
acumular y presentar a esta Asamblea todas las luces posibles acerca de los puntos indicados:
teniendo presente cuando puede requerirse para el establecimiento de un nuevo Estado; y tomando
en consideración:

PRIMERO:
Que la independencia del Gobierno Español ha sido y es necesaria en las circunstancias de aquella
Nación y las de toda la América: que era y es justa en sí misma y esencialmente conforme a los
derechos sagrados de la naturaleza: que la demandaba imperiosamente las luces del siglo, las
necesidades del Nuevo Mundo y todos los más caros intereses de los pueblos que lo habitan.

Que la naturaleza misma resiste la dependencia de esta parte del globo, separada por un océano
inmenso de la que fue su metrópoli, y con la cual le es imposible mantener la inmediata y frecuente
comunicación, indispensable entre pueblos que forman un solo Estado.

Que la experiencia de más de trescientos años manifestó a la América que su felicidad era del todo
incompatible con la nulidad a que la reducía la triste condición de colonia de una pequeña parte de
Europa.

Que la arbitrariedad, con que fue gobernada por la Nación Española, y la conducta que ésta observó
constantemente, desde la conquista, excitó en los pueblos él más ardiente deseo de recobrar sus
derechos usurpados.

Que, a impulsos de tan justos sentimientos, todas las provincias de América sacudieron el yugo que
las oprimió por espacio de tres siglos: que las que pueblan el antiguo Reino de Guatemala
proclamaron gloriosamente su independencia en los últimos meses del año 1821; y que la resolución
de conservarla y sostenerla es el voto general y uniforme de todos sus habitantes.
SEGUNDO:
Considerando por otra parte: que la incorporación de estas Provincias al extinguido Imperio
Mexicano, verificada solo de hecho en fines de 1821 y principios de 1822, fue una expresión
violenta, arrancada por medios viciosos e ilegales.

Que no fue acordada ni pronunciada por órganos ni por medios legítimos; que por estos principios la
representación nacional del Estado Mexicano jamás la aceptó expresamente, ni pudo con derecho
aceptarla; y que las providencias que acerca de esta unión dictó y expidió Agustín de Iturbide,
fueron nulas.

Que la expresada agregación ha sido y es contra de los intereses y de los derechos sagrados de los
pueblos, nuestros comitentes: que es opuesta a su voluntad; y que un concurso de circunstancias tan
poderosas e irresistibles exigen que las provincias del antiguo Reino de Guatemala se constituyan
por sí mismas y con separación del Estado Mexicano.

Nosotros, por tanto, los Representantes de dichas Provincias, en su nombre, con su autoridad y
conformes en todo con sus votos, declaramos solemnemente:

1. Que las expresadas provincias, representadas en esta Asamblea, son libres e independientes
de la antigua España, de México y de cualquiera otra potencia así del antiguo como del
Nuevo Mundo; y que no son ni deben ser el patrimonio de persona ni familia alguna.
2. Que, en consecuencia, son y forman Nación Soberana, con derecho y actitud de ejercer y
celebrar cuantos actos, contratos y funciones ejercen y celebran los otros pueblos libres de la
tierra.
3. Que las Provincias sobre dichas, representadas en esta Asamblea (y las demás
espontáneamente se agreguen de las que componían el antiguo Reino de Guatemala), se
llamarán, por ahora, y sin perjuicio de lo que se resuelva en la Constitución que ha de
formarse.

“Provincias Unidas del Centro de América”.

Y mandamos que esta declaratoria y el acta de nuestra instalación se publiquen con la debida
solemnidad en este pueblo de Guatemala, y en todos y cada uno de los que se hallan representados
en esta Asamblea: que se impriman y circulen: que se comuniquen a las Provincias de León,
Granada, Costa Rica y Chiapas y que, en la forma y modo, que se acordará oportunamente, se
comuniquen también a los Gobiernos de España, de México y todos los demás Estados
independientes de ambas Américas.

Dado en Guatemala, el 1 de julio de 1823.


José Matías Delgado, diputado por San Salvador, presidente.
Fernando Antonio Dávila, diputado por Sacatepéquez, Vice-Presidente.
Juan Francisco de Sosa, diputado suplente por San Salvador, secretario.
Mariano Gálvez, diputado por Totonicapán. Secretario.
Mariano Córdoba, diputado por Huehuetenango, secretario.
Simón Vasconcelos, diputado suplente por San Vicente, secretario.
Pedro Molina, diputado por Guatemala.
José Francisco Barrundia, diputado por Guatemala.
José Antonio Admitía, diputado suplente por Guatemala.
José Domingo Estrada, diputado por Chimaltenango.
Simeón Cañas, diputado por Chimaltenango.
Luis Barrutia, diputado por Chimaltenango.
Felipe Márquez, diputado suplente por Chimaltenango.
Julián Castro, diputado por Sacatepéquez.
José Antonio Alcayaga, diputado por Sacatepéquez.
J. Domingo Diéguez, diputado Suplente por Sacatepéquez.
Juan Miguel Beltraneja, diputado por Cobán.
José María Castilla, diputado por Cobán.
Cirilo Flores, diputado por Quezaltenango.
Francisco Flores, diputado por Quezaltenango
José Antonio Peña, diputado por Quezaltenango.
Francisco Benavente, diputado suplente por Quezaltenango.
Serapio Sánchez, diputado por Totonicapán.
José María Herrarte, diputado suplente por Totonicapán.
Francisco Javier Valenzuela, diputado por Jalapa.
José María Ponce, diputado por Escuintla.
José Antonio Larrabe, diputado suplente por Esquipulas.
Lázaro Herrarte, diputado por Suchitepéquez.
José Beteta, diputado por Salamá.
José Antonio Jiménez, diputado por San Salvador.
Pedro José Cuellar, diputado suplente por San Salvador.
José Francisco Córdoba, diputado por Santa Ana.
Marcelino Menéndez, diputado por Santa Ana.
Miguel Ordoñez, diputado por San Agustín.
Antonio José Cañas, diputado por Cojutepeque.
Leoncio Domínguez, diputado por San Miguel.
Mariano Beltraneja, diputado suplente por San Miguel.
Isidro Menéndez, diputado por Sonsonate.
Felipe Vega, diputado por Sonsonate.
Pedro Campo Arpa, diputado por Sonsonate.
Juan Vicente Villacorta, diputado por San Vicente.
Ciriaco Villacorta, diputado por San Vicente.
Francisco Aguirre, diputado por Olancho.
Guatemala como Federación

Tras la secesión con respecto a España en 1821 y la desaparición del Primer Imperio Mexicano en
1823, los representantes de los cabildos de lo que alguna vez fue la Capitanía General de
Guatemala se reunieron en marzo de 1824 en la Ciudad de Guatemala.

Como en la mayoría de los países iberoamericanos, la secesión de Centroamérica fue un movimiento


esencialmente criollo y no supuso una mejora inmediata de las condiciones de vida de
los campesinos centroamericanos. Fue promovida por la élite comercial de Guatemala y El
Salvador para enriquecerse con los nuevos lazos comerciales que esperaban adquirir
con Inglaterra, Francia, Holanda, Imperio Ruso y Estados Unidos, y no tanto por una revolución
social o política.

Cada Estado era libre y tenía autonomía para gobernarse y establecer sus leyes y códigos jurídicos,
además de elegir democráticamente su propio jefe de Estado. Los Estados miembros
eran: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. En 1836 se creó el Estado de Los
Altos, que se reincorporó a Guatemala antes de disolverse la federación centroamericana. En
1824 Chiapas se incorporó a México, quedando solo el Soconusco como un territorio neutral sin
anexión a ningún bando, y la Provincia de Bocas del Toro que fue tomada por la República de la
Nueva Granada en 1836

Provincias Unidas del Centro de América


El Congreso General de las provincias centroamericanas se instaló el 24 de junio de 1823 en
la Ciudad de Guatemala, en el 2 de julio el Congreso General tomó la denominación de Asamblea
Nacional Constituyente. En el 1 de julio, el Congreso dio el nombre de Provincias Unidas del Centro
de América a las provincias que componían el Reino de Guatemala y declaró que eran libres e
independientes de España y México y que no son patrimonio de familia alguna.
Constitución.

Artículo principal: Constitución de la República Federal de Centroamérica de 1824


El 22 de noviembre de 1824, la Asamblea Nacional Constituyente decretó la Constitución Política
de la República Federal de Centroamérica, compuesta por Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, Nicaragua y el actual estado mexicano de Chiapas (que duró poco dentro de
la misma).

Entre las principales innovaciones de dicha Constitución, cabe destacar su tratamiento de


los derechos humanos, en el cual destacaban, entre otros aspectos, la abolición de la esclavitud, la
consagración del derecho de asilo, las limitaciones de la pena capital, el establecimiento del jurado y
la supresión de los fueros. Se restringían considerablemente las facultades gubernamentales para
limitar los derechos civiles y políticos, incluso en caso de graves amenazas o ataques al orden
público, lo cual habría de ser un grave obstáculo para las autoridades. Por otro lado, mantuvo la
división entre un Congreso unicameral todopoderoso, un Ejecutivo con poderes limitados,
un Senado que actuaba como cuerpo intermedio y una Corte Suprema de Justicia, todos elegidos
popularmente conforme a un sistema de sufragio universal indirecto en cuatro grados.

El 23 de enero de 1825, la Asamblea Nacional Constituyente cerró sus sesiones. El 25 de enero, el


Estado de Costa Rica decretó su primera Constitución Política. El 6 de febrero, se instaló el primer
Congreso Federal de la República; dio principio a sus sesiones ordinarias el 25 de febrero.

República Federal de Centroamérica para el año de 1826


El Primer Congreso Federal escogió al presidente de la República Centroamericana entre los dos
candidatos: Manuel José Arce y Fagoaga y José Cecilio del Valle, ya que a pesar de la victoria de
Valle en el voto popular, se apeló el resultado. Para entonces Valle tenía desavenencias con algunos
prominentes conservadores del Clan Aycinena y éstos obstaculizaron su llegada al poder tras entrar
en componendas con los liberales y el propio Arce y Fagoaga. Arce fue declarado presidente de la
República, y Mariano de Beltraneja lo acompañó en la vicepresidencia. Luego se establecieron las
otras autoridades: Suprema Corte de Justicia, Primer Consejo Representativo y en cada estado se
estableció la Corte Superior de Justicia del Estado; la Asamblea Nacional promulgó la Constitución
centroamericana que se sancionó hasta el 29 de agosto de 1825, porque los centralistas que deseaban
un régimen único en la región y trataron de boicotear el sistema federal que había adoptado la
Constitución.

La nueva República tenía grandes proyectos, como un canal de navegación interoceánico entre
el Atlántico y el Pacífico, por el río San Juan, el lago de Nicaragua y el istmo de Rivas, entre el
Estado de Nicaragua y el Estado de Costa Rica. Sin embargo, al mismo tiempo, la federación
afrontaba grandes problemas; en oposición al proyecto federal de los liberales se encontraban
los conservadores, los representantes españoles de la Iglesia católica y los grandes latifundistas de
las aristocracias regionales; la población, en general, desconocía los beneficios de una integración
regional; las redes de transporte y las comunicaciones entre los Estados miembros eran
extremadamente deficientes. Además, se enfrentaba al problema de la falta de fondos para su
desarrollo y la intervención de naciones extranjeras (por ejemplo, Gran Bretaña y Estados Unidos).

Iglesia del Hospital de San Pedro en Antigua Guatemala.


Manuel José de Arce y Fagoaga, era un militar y político de El Salvador y
gobernó Centroamérica desde la Ciudad de Guatemala. Quiso conciliar a ambos bandos criollos,
pero como su puesto se lo debía a las componendas entre los liberales y conservadores en el Primer
Congreso le fue imposible tal realizar tal conciliación. Poco después de iniciada su gestión, los
criollos liberales de las provincias rompieron su apoyo atacándolo por la preferencia manifiesta
hacia el Clan Aycinena quienes vivía en la ciudad de Guatemala y lo influenciaban directamente.
Además de una constitución federal que le restringía poder al presidente y le otorgaba mucha
independencia a los Estados, Arce se encontró al mando de un país que no estaba acostumbrado a
gobernarse a sí mismo y que no sabía nada de regímenes municipales -puesto que los ayuntamientos
coloniales eran entes privilegiados de los criollos que defendían los intereses de estos
exclusivamente- ni mucho menos de asambleas.

Por otra parte, el estado financiero de la nueva República seguía lo establecido por los últimos días
de la colonia: derechos sobre el producto de las minas, alcabala, almojarifazgo, tributo para la Santa
Cruzada, impuesto sobre el tabaco, impuesto sobre el añil, impuesto sobre los juegos de naipes,
papel sellado y derechos sobre oficios. Además, después de la destrucción de la capital, Santiago de
los Caballeros de Guatemala, el rey Carlos III dispuso un situado de cien mil pesos que México
debía enviar anualmente. Luego de la independencia se suspendió la ayuda que llegaba de México, y
la Asamblea Nacional abolió el impuesto de la Santa Cruzada y los derechos de minas; con esto, los
ingresos del gobierno en 1825 ascendían a doscientos mil pesos, mientras que había gastos por más
de seiscientos mil pesos. Y para colmo de males, el país tampoco contaba con un ejército, pues
solamente quedaba el Batallón del Fijo, unos cuantos milicianos y una compañía de soldados.

Para 1826 había una franca pugna entre los dos partidos: los criollos liberales que querían el sistema
republicano y los criollos conservadores que preferían el absolutismo real español como forma de
gobierno. El problema consistía en que los liberales creían que la unión de los Estados era vital para
obtener el reconocimiento y respeto de las otras naciones y que dejando en libertad a los Estados de
elegir a sus propias autoridades se haría desaparecer el poder del Clan Aycinena de Guatemala sobre
los otros Estados y, por ende, el rencor que existía hacia los criollos de la Ciudad de
Guatemala desde la época colonial. Los liberales habían logrado hacerse del Congreso y
obstaculizaron la labor del presidente Arce, mientras que este los acusaba de herejes, no solo en la
capital sino en los pueblos en donde el fervor religioso estaba más acendrado lo que lo ayudaba a
agenciarse del respaldo popular para atacar a sus rivales. En Guatemala, las fricciones de los bandos
llegaron a un extremo insostenible y ocurrió el inevitable rompimiento entre el gobierno Federal y el
gobierno del Estado, dirigido por el liberal Juan Barrundia: a Barrundia lo hicieron prisionero por su
supuesta participación en una conspiración que habría sido descubierta a tiempo y luego se
disolvieron las autoridades del Estado, las cuales se habían trasladado a Quetzaltenango por no estar
a salvo en la Ciudad de Guatemala.

A pesar de que tanto los liberales como los conservadores no constituían por sí solos un grupo lo
suficientemente fuerte ni económica ni políticamente para hacer prevalecer sus ideas sobre el otro,
los conservadores del Clan Aycinena y de la Iglesia Católica vieron reforzada su posición porque se
apoyaron en la mayoría de la población anunciándoles y predicándoles que los liberales eran herejes
que querían acabar con la fe cristiana y las buenas costumbres. Gracias a la tradición colonial, la
sumisión a las creencias religiosas, la superstición y el fanatismo, los conservadores lograron
prevalecer; los liberales, por su parte propugnaban por ideas nuevas y revolucionarias que eran
totalmente ajenas a la población y que incluso arruinaron a algunos sectores, como el de los
tejedores.

Tras la destitución de Juan Barrundia, los conservadores tomaron el control en el Estado de


Guatemala, quedando como presidente el dirigente conservador Mariano de Aycinena y Piñol, pero
inmediatamente se iniciaron los intentos de invasión por parte de los gobiernos liberales del resto de
los Estados. Con el apoyo del Clan Aycinena, Arce y Fagoaga se convirtió en un dictador para tomar
el poder necesario para aplastar a sus rivales. Quien más lo apoyaba en hacer un gobierno fuerte era
el líder conservador Manuel Francisco Pavón Aycinena, quien creía que con ello los conservadores
lograrían estabilidad en la región y la preponderancia de su partido.
A inicios de 1827, el presidente Manuel José de Arce y Fagoaga envió al coronel conservador José
Justo Milla, bajo la comandancia del Segundo Batallón Federal, a Santa Rosa de Los
Altos en Honduras, con la misión de custodiar la Factoría de Tabacos. En realidad el objetivo era
colocar un ejército leal para derrocar al gobierno liberal de Dionisio de Herrera en Honduras. El
pueblo de Los Llanos no brindó apoyo al coronel Milla y se incorporó al ejército de Francisco
Morazán. Mariano de Aycinena y Piñol -presidente del Estado de Guatemala- era el único que se
inclinaba por atacar a San Salvador para destruir todo lo que daba origen a la contienda entre
liberales y conservadores, pero como Arce era el presidente de la Federación a este le correspondió
la decisión final. Por su poca habilitad militar, cuando por fin se decidió a actuar fue derrotado en
Milingo el 18 de mayo de 1827. Arce regresó a Guatemala a reorganizarse para una nueva batalla,
pero tras perder el combate, mostrarse lento y desconfiado de los oficiales guatemaltecos y por estar
de acuerdo con que el sacerdote Matías Delgado fuera nombrado obispo de El Salvador en completa
oposición al gobierno eclesiástico conservador de Guatemala su figura quedó por un lado
completamente. Finalmente, el 28 de septiembre de 1827 el vicepresidente guatemalteco Beltraneja
le comunicó que se le separaba del mando del ejército porque problemas de gobierno requerían su
presencia.

Ya firme en el poder en el Estado de Guatemala, el Clan Aycinena aprovechó la religión, cuyos


intereses económicos habían sido afectados por los legisladores liberales, para hacerse de la
voluntad popular. Apoyados por la población católica retiraron las reformas liberales iniciadas por
Barrundia y restituyeron la legislación española de antes de la Independencia; los legisladores
apoyaban al gobierno eclesiástico y el presidente Aycinena llegó al extremo de prohibir por medio
de un decreto aquellos libros que la Iglesia Católica definía como dañinos para el buen pensar
cristiano.

Guerra civil centroamericana.


Artículo principal: Guerra civil centroamericana
En marzo de 1827 el Estado de El Salvador envió tropas a Guatemala con la intención de tomar la
capital de la República Federal y derrocar a Manuel José de Arce y Fagoaga. No obstante, el general
Arce al mando del Ejército Federal derrotó a los salvadoreños en la batalla de Arrazola. Luego de
estos sucesos, el presidente de la república ordenó a 2000 soldados federales (incluyendo
guatemaltecos, nicaragüenses, costarricenses y hondureños) a las órdenes del general Manuel de
Arzú, invadir El Salvador. Este evento marcó el inicio de la guerra civil centroamericana.
En esta situación saltó a la fama el general hondureño Francisco Morazán, quien ganó la Batalla de
La Trinidad para los liberales el 11 de noviembre de 1827. Desde entonces, y hasta la derrota que le
infringió Rafael Carrera en Guatemala en 1840, Morazán dominó la escena política y militar
de América Central.

En abril de 1828 Morazán se dirigió a El Salvador con una fuerza de mil cuatrocientos hombres.18
Mientras que el ejército salvadoreño se enfrentaba a las fuerzas federales en San Salvador, Morazán
se colocó en la parte oriental del Estado.

El 6 de julio, Morazán derrotó a las tropas del coronel Vicente Domínguez en la hacienda El
Gualcho. El general Francisco Morazán se mantuvo peleando alrededor de San Miguel, derrotando a
cada pelotón enviado por el general Manuel de Arzú desde San Salvador.18 Esto motivó a Arzú a
dejar al coronel Montúfar a cargo de San Salvador y a ocuparse personalmente de Morazán. Cuando
el caudillo liberal se dio cuenta de los movimientos del general Manuel de Arzú, salió rumbo
a Honduras a reclutar más tropas.

Arco colonial en Antigua Guatemala.


El 20 de septiembre, el general Arzú estaba cerca del río Lempa con quinientos soldados en
búsqueda de Francisco Morazán, cuando se enteró de que sus fuerzas habían capitulado en San
Salvador.

Francisco Morazán regresó a El Salvador con un mayor ejército. El general Arzú se retiró
a Guatemala, dejando sus tropas bajo el mando del coronel Antonio de Aycinena. Este militar
conservador y sus tropas marchaban con rumbo a territorio hondureño, cuando fueron interceptados
por los hombres de Morazán en San Antonio. El 9 de octubre Aycinena se vio obligado a rendirse.
Con la capitulación de San Antonio, El Salvador quedó finalmente libre de tropas federales. El 23 de
octubre, el general Morazán hizo su entrada triunfal en la plaza de San Salvador.

Ante el desorden general, el presidente Manuel José de Arce y Fagoaga cedió a finales de 1828 el
gobierno de América Central al vicepresidente Mariano Beltranena y Llano. En abril de 1829, el
general Francisco Morazán tomó la Ciudad de Guatemala con el apoyo de tropas hondureñas,
salvadoreñas y nicaragüenses, y designó a José Francisco Barrundia y Cepeda como Presidente
Interino.

Gobierno liberal.
República Federal de Centroamérica para el año de 1836, con la capital en San Salvador, que cuenta
con su distrito federal.

Francisco Morazán ganó el voto popular en la elección presidencial de 1830, en contra del
conservador José Cecilio del Valle.

Con Morazán como presidente, los liberales habían consolidado su poder. De esta forma, el nuevo
mandatario y sus aliados se ubicaron en una posición inmejorable para implementar reformas, las
cuales estaban basadas en la ilustración.

A través de estas intentarían desmantelar en Centroamérica lo que consideraban instituciones


arcaicas heredadas de la época colonial, y que sólo habían contribuido al atraso en la región: se
promulgaron políticas de libre comercio; fue invitado el capital extranjero y los inmigrantes; fue
separada la Iglesia del Estado; se proclamó la libertad de religión; los diezmos fueron abolidos; se
permitió el matrimonio civil, el divorcio secular y la libertad de expresión; los bienes eclesiásticos
fueron confiscados, se suprimieron las órdenes religiosas, y se le retiró a la iglesia el control que
tenía sobre la educación;19 se pusieron a disposición las tierras públicas para la expansión de la
cochinilla; se construyeron escuelas, carreteras y algunos hospitales; entre otras políticas.

Con la puesta en práctica de estas medidas revolucionarias Morazán se convirtió en el primer


mandatario de América Latina que aplicó a su gestión un pensamiento progresista, lo que asestó un
duro golpe a los conservadores del Clan Aycinena en Guatemala. Pero más importante aún, se
despojó al clero conservador de sus privilegios, y redujo su poder, ya que muchos miembros
del clero regular y líderes del clero secular eran miembros del Clan Aycinena.

José Cecilio del Valle, tercer presidente de la República Federal de Centroamérica. Fue elegido pero
no llegó a ejercer el poder pues falleció antes de tomar posesión.En marzo de 1832, estalló otro
conflicto en El Salvador. El jefe de Estado José María Cornejo se había revelado en contra de
algunos decretos federales, lo que obligó al presidente Morazán a actuar de inmediato. Las tropas
federales marcharon a El Salvador donde vencieron al ejército de Cornejo el 14 de marzo de 1832.
El 28 del mismo mes, Morazán había ocupado San Salvador. A partir de entonces, comenzaron los
rumores sobre la necesidad de reformar la Constitución.

En las votaciones de 1834 se eligió como presidente al conservador José Cecilio del Valle. Sin
embargo, este falleció en Guatemala el 2 de marzo de ese mismo año. Esta confusión llevó a que
en 1835 se nombrara nuevamente a Francisco Morazán Presidente Federal hasta 1839. Por el poder
que habían adquirido los liberales de El Salvador, Morazán tuvo que trasladar la capital federal
a San Salvador en 1835. Gradualmente, la Federación empezó a derrumbarse.

Disolución.
Artículo principal: Disolución de la República Federal de Centro América

República Federal de Centroamérica en 1838, con el estado de Los Altos, y luego de que Nicaragua
se hubiese proclamado independiente.

Entre 1838 y 1840, los Estados entraron en otra guerra civil.

El 30 de abril de 1838, el Estado de Nicaragua se declaró soberano, libre e independiente,


separándose definitivamente de la Federación. El 30 de mayo siguiente el Congreso Federal autorizó
a los Estados a que se organizasen como tuviesen por conveniente. El 29 de octubre la
Municipalidad de Tegucigalpa que se declaró separada del gobierno del Estado de Honduras hasta
que la legislatura decrete la independencia del estado y ocupe de nuevo los puertos y rentas de la
federación y destituye al jefe intendente del departamento y se pone bajo la protección del gobierno
de Nicaragua. El 5 de noviembre, el Estado de Honduras se separa de la Federación. El 14 de
noviembre, el Estado de Costa Rica se separó.

El 25 de diciembre de 1838, el nuevo Estado de los Altos instaló su Asamblea Constituyente en la


ciudad de Totonicapán.

El segundo período constitucional de la Presidencia de la República del General Francisco Morazán


concluyó el 1 de febrero de 1839, siendo esta la fecha en que se debía considerar disuelto el pacto
federal de 1824 y fenecida la misión legal de los encargados del poder ejecutivo de la república. El
17 de abril de 1839, el jefe del Estado de Guatemala declara disuelto el pacto federal y la
independencia absoluta del Estado de Guatemala, esta declaración fue ratificada por la segunda
Asamblea Constituyente del Estado en el 14 de julio.

El 29 de enero de 1840, el general Rafael Carrera toma Quetzaltenango, la capital del Estado de los
Altos, dejando disuelto el mismo Estado. Guatemala absorbió el territorio del Estado de Los
Altos por el decreto del 26 de febrero. La Federación quedó disuelta y la Constitución abrogada de
hecho, aunque el Estado de El Salvador no lo aceptó hasta 1841. Los cinco estados de la federación
se erigieron en cinco repúblicas independientes. Sin embargo, durante el siglo xix hubo numerosos
intentos para restablecerla, manifestados en las conferencias unionistas centroamericanas.
Gobierno y política.

La constitución del 22 de noviembre de 1824 en su artículo 8 estableció al país como


una república con un gobierno «popular, representativo, [y] federal.» El poder legislativo de la
federación residía en el Congreso Federal compuesto de representantes llamados diputados y en
el Senado compuesto de miembros elegidos en razón de dos por cada estado. El poder ejecutivo de
la federación se ejercía por un presidente y se componía de secretarios de despacho organizados en
secretarías y designados por el congreso y a propuesta del presidente. El más alto poder judicial de
la federación recaía en la Suprema Corte de Justicia.
Historia Diferendo Territorial con Belice

Si bien Guatemala reconoció en el año 1992 la independencia del estado de Belice, este
reconocimiento se refiere a la autodeterminación del pueblo beliceño y dejó pendiente la
resolución del Diferendo Territorial.

En el año de 1994, a través de una nota diplomática, el Gobierno de Guatemala formuló


reserva ante la O.N.U. en el sentido de que dicho diferendo seguía sin resolverse, a lo que
el Gobierno de Belice respondió que estaba dispuesto a negociar cualquier reclamo
presentado por Guatemala.

Con fecha 18 de octubre de 1999, Guatemala reiteró a Belice formalmente la existencia


del Diferendo Territorial circunscribiéndolo en la forma ahí expresada, como una forma de
negociación, declarando finalizadas las reuniones técnicas para continuar con reuniones
bilaterales auspiciadas por la Secretaría General de la Organización de los Estados
Americanos.

Guatemala tomó la decisión de sustanciar un Proceso de Conciliación que finalizó en


septiembre de 2002. Dicho proceso fue un paso en la búsqueda de una solución jurídica al
Diferendo Territorial, ya que previo a someter cualquier asunto a la Corte Internacional de
Justicia o a un proceso de Arbitraje deben agotarse los medios políticos de solución de
conflictos que prevé el Derecho Internacional.

En nota de fecha 25 de agosto de 2003, Guatemala rechazó las Propuestas de los


Conciliadores porque sus recomendaciones conllevaban renuncia a derechos de la Nación
y no podrían conceptuarse como una transacción por la ausencia de concesiones
reciprocas de las partes, considerando además que las recomendaciones no eran
equitativas y lesionaban nuestro orden jurídico constitucional.

Si bien Guatemala rechazó las recomendaciones de los Conciliadores, expresó la voluntad


de emprender negociaciones directas con Belice y en esa virtud, el día 7 de septiembre de
2005 se firmó entre los gobiernos de Belice y Guatemala el “Acuerdo sobre un Marco de
Negociación y Medidas de Fomento a la Confianza”, que tenía como objeto permitir a las
Partes identificar de mutuo acuerdo los temas de hecho y de derecho objeto de la
negociación para resolver el Diferendo Territorial; identificar las posiciones de las Partes y
hacer un esfuerzo de avenimiento para alcanzar una solución ecuánime que implique
resolver en forma integral, definitiva, honorable y permanente el diferendo territorial en las
áreas terrestres, insulares y marítimas entre los dos países”.

El Acuerdo que contiene el Marco de Negociación también establece que, si el secretario


general de la OEA determina, que no es posible alcanzar un acuerdo sobre algunos
asuntos, podrá recomendar que las Partes acudan a las instancias jurídicas que el
Derecho Internacional establece para la solución de controversias, que son la Corte
Internacional de Justicia o una Corte de Arbitraje Internacional. Se acordó, por supuesto,
que las partes someterían la recomendación del secretario general a las instancias
apropiadas de sus respectivos países para su consideración y decisión.

Asimismo, en el Marco de Negociación quedó establecido que el secretario general


asistiría a las Partes para alcanzar un acuerdo sobre la instancia jurídica más adecuada,
sobre los temas a ser sometidos a la misma y, el procedimiento para llegar a dicha
instancia.

A través de los años se han hecho esfuerzos exhaustivos para lograr alcanzar una
solución negociada al añejo diferendo. Sin embargo, se reconoce que es complejo llegar a
un acuerdo debido a las posiciones encontradas de las Partes, por lo que, descartados los
medios políticos de solución de conflictos, sólo queda la posibilidad de una solución
judicial.

El sometimiento a la Corte Internacional de Justicia es el mecanismo judicial internacional


más recomendable para resolver el diferendo territorial existente entre Belice y Guatemala,
para lo cual se deben cumplir previamente con los requerimientos constitucionales
correspondientes.

El Gobierno del ex presidente Álvaro Colom planteó en sus lineamientos de política


exterior durante el Gobierno de 2008 a 2012, su firme decisión de darle una solución
definitiva al diferendo territorial existente entre Belice y Guatemala a través de los medios
que prevé el Derecho Internacional y de manera paralela, el desarrollo de las mejores
relaciones bilaterales entre ambos pueblos vecinos y hermanos, para enfrentar los retos
de un mundo cada vez más globalizado.

En ese sentido, previo a someter cualquier asunto a una instancia jurídica internacional las
Partes deberán celebrar un “acuerdo especial” (compromisorio), aceptando la jurisdicción
de la CIJ el cual debe incluir los temas y el procedimiento para acudir al tribunal.
El 8 de diciembre de 2008 se firmó, en la sede de la OEA, el Acuerdo Especial entre
Guatemala y Belice para someter el reclamo territorial, insular y marítimo de Guatemala a
la Corte Internacional de Justicia, considerado un logro histórico sin precedentes en las
relaciones bilaterales entre ambos países.

Con fecha 6 de febrero de 2009, la Presidencia remitió el Acuerdo Especial al Congreso


de la República para que apruebe someterlo al pueblo de Guatemala, a través de una
Consulta Popular convocada para el efecto por el Tribunal Supremo Electoral, la cual
deberá celebrarse simultáneamente en Guatemala y en Belice, sometiendo a la población
una sola pregunta igual en ambos países. Dicho Acuerdo fue conocido en primera lectura
por el Pleno del Congreso de la República el 14 de mayo de 2010.

En tanto ese proceso avanza, el Gobierno de Guatemala observa estrictamente la


disposición constitucional de promover relaciones sociales, económicas y culturales con la
población de Belice, desarrollando e intensificando las relaciones bilaterales entre ambos
países.

Con ese objeto se firmó el Acuerdo de Alcance Parcial entre ambos países, el cual ya
entró en vigor, instrumento que servirá para acercar aún más las excelentes relaciones
económicas que existen como vecinos y miembros del Sistema de Integración
Centroamericano-SICA.
El Gobierno de Guatemala está convencido de la importancia de intensificar la relación
bilateral mediante la realización de proyectos que sean de mutuo beneficio en las áreas
económica, ambiental, de seguridad, y otros que apoyen al desarrollo de nuestros
pueblos.
REVOLUCION DE 1944

La Revolución de 1944, también llamada Revolución de Octubre, fue un alzamiento cívico


y militar que tuvo lugar el 20 de octubre de 1944 en Guatemala, mediante el cual se
derrocó al presidente provisorio del país, Federico Ponce Vaides y se constituyó una Junta
Revolucionaria provisional, conformada por Francisco Javier Arana, Jorge Toriello Garrido
y Jacobo Árbenz Guzmán.

Hoy, el Congreso de la República se une a la conmemoración de los 70 años de aquella


gesta histórica, y ratifica su compromiso de legislar a favor del desarrollo integral del país y
procurar el bienestar común de sus habitantes. Esta fecha histórica se ve reflejado en los
murales del Salón del Pueblo, de esta alto Organismo, donde narra facetas de lo vivido.
En la Revolución del 1944, uno de los logros polémicos fue la implementación de la
reforma agraria. Otros logros, constituyen el reconocimiento y formación del derecho al
trabajo, la creación del Comité Nacional de Alfabetización, así como también las escuelas
tipo Federación, la Construcción de la Carretera al Atlántico y el Puerto de Santo Tomas
de Castilla.

Figuran también, entre los logros la creación del Comité Nacional de Alfabetización,
instauración de la formación Primaria obligatoria, creación del Banco de Guatemala,
surgimiento del Instituto de Fomento de la Producción (Infop) y la creación del Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

Además, la emisión del primer Código de Trabajo, se crea el Departamento de Fomento


Cooperativo, Guarderías y Comedores Infantiles, Banco Nacional Agrario, la Ciudad
Olímpica junto al Estadio La Revolución (hoy Doroteo Guamuch) y el edificio de la
Biblioteca Nacional y el Archivo nacional.

Otros logros, son la Universidad Popular; la Primera Facultad de Humanidades de la


Región, la Dirección de Bellas Artes, el Coro Guatemala, la Orquesta Sinfónica Nacional,
La Construcción de la Hidroeléctrica Jurún Marinalá, la cual quedó inconcluso debido al
derrocamiento del Gobierno Jacobo Árbenz Guzmán.
76 AÑOS DE HISTORIA
Como repaso, el escritor José Antonio Móbil, en su libro: La Década Revolucionaria 1944-
1954, señala que después de la renuncia del dictador Jorge Ubico, una junta militar se
hizo cargo del poder ejecutivo, la cual se disolvió el 4 de julio de 1944 para instaurar el
mando en el General Federico Ponce Vaides, en calidad de presidente provisional.
De julio a septiembre del mismo año, Ponce comenzó a dictar medidas coercitivas contra
la ciudadanía, apoyado por el Partido Liberal Progresista, con el objeto de perpetuarse en
el poder, relata el escritor citado.

Para que se diera esta revolución, hubo situaciones políticas previas y los principales
actores fueron profesionales, militares, estudiantes universitarios y maestros, a los que
pronto apoyaron otros sectores ciudadanos, principalmente de extracción urbana y el
resultado es lo que muchos han llamado “la primavera democrática”.

Al respecto, la Asociación de Amigos del País, relata el hecho histórico, así: “el foco militar
del alzamiento estuvo en el cuartel Guardia de Honor, bajo el comando del Mayor
Francisco Javier Arana. Aún, cuando se venía gestando desde antes, comenzó a
materializarse en los meses de mayo y junio del año citado, con acciones de rebeldía,
desobediencia civil y manifestaciones populares contra el régimen de Jorge Ubico, quien
gobernaba Guatemala desde 1931”.

EJÉRCITO Y CIVILES REVOLUCIONARIOS


Antonio Móbil, relata que el 20 de octubre de 1944 selló por primera vez en la historia
republicana de Guatemala la unión entre ejército y civiles revolucionarios. Luego de la
rendición de los dos bastiones militares defensores del gobierno de Federico Ponce, el
mandatario y su gabinete levantaron la bandera blanca del cese de hostilidades.
Para ello, refiere el escritor, fue necesario que los combatientes revolucionarios llegaran al
acuerdo de integrar un mando unificado integrado por Francisco Javier Arana,
representando a los jóvenes oficiales de la Guardia de Honor y Jacobo Árbenz Guzmán y
Jorge Toriello Garrido, en representación de los sectores militares democráticos
egresados de la Escuela Politécnica, así como a los estudiantes, obreros y políticos que
coadyuvaron a derrocar las tiranías de Ubico y Ponce Vaides.
Los dirigentes exigieron telefónicamente la renuncia escrita de Ponce, desde la embajada
de Estados Unidos. Después de solicitar la mediación del cuerpo diplomático y después de
cuatro horas de negociación, ambas partes acordaron los términos de la rendición del
gobierno y el cese total de hostilidades de las fuerzas militares que lo apoyaron.
El 20 de octubre, se dio un movimiento que marcó la historia de Guatemala, conocida
como la Revolución de 1944, el cual fue el responsable de derrocar al régimen dictatorial
del general Jorge Ubico, quien duró 14 años en el ejercicio del poder.

El diputado Osmundo Ponce, del bloque URNG-Maíz, presidente de la Comisión del


Menor y de la Familia del Congreso de la República, expresa que es un hecho histórico sin
precedentes puesto que se dio un paso a la modernidad, se pasó del trabajo forzado a
tener un código de trabajo que regulaba las relaciones laborales.

Además, se dio un paso importante en el desarrollo del país porque se construyeron


carreteras y se buscaba que Guatemala fuera económicamente independiente, pero lo
más trascendental e histórico es que se dio un paso importante a la democracia porque se
salió de una dictadura grotesca que reprimía a la población, enfatizó el congresista.
Presidente Juan José Arévalo 1945-1951

Presidente Juan José Arévalo


Juan José Arévalo Bermejo fue presidente de Guatemala, su gobierno se caracterizó por permitir la
libertad de prensa y haber creado el IGSS.

Juan José Arévalo Bermejo fue electo presidente de Guatemala de 1945 a 1951 tras la Revolución
de 1944. Fue el primer presidente popularmente electo en el país.
Nacimiento: 10 de septiembre de 1904, Taxisco, Santa Rosa, Guatemala.
Fallecimiento: 8 de octubre de 1990, ciudad de Guatemala.
Ocupación: Educador y político.
Predecesor: Jacobo Árbenz Guzmán, Jorge Toriello Garrido, Francisco Javier Arana, Junta Militar
de Gobierno.
Sucesor: Jacobo Árbenz Guzmán.

Antecedentes de Juan José Arévalo


• Realizó sus estudios primarios, antes de trasladarse a la capital para graduarse de maestro en
1922, en la Escuela Normal Central para Varones.
• En 1925 escribió su primer libro, que durante muchos años fue utilizado como texto de
lectura oficial en las escuelas e institutos del país.
• En 1927 obtuvo una beca del Gobierno para estudiar en la Universidad de La Plata en
Argentina, donde conoció a su futura esposa, Elisa Martínez.
• Laboró durante el gobierno de Ubico en el Ministerio de Educación.
• En 1937 volvió a Argentina para dar clases en la Universidad de Tucumán.
• Se le convoca para que se integre a movimientos que se daban en el país antes de la
Revolución y regresó a la nación en septiembre de 1944.

Gobierno
En las elecciones de 1944, considerada por los historiadores como las primeras elecciones
transparentes en Guatemala, Arévalo obtuvo más del 85% de los votos emitidos y consiguió la
Presidencia de la República el 15 de marzo de 1945.
Durante su gestión, conocida como el Primer Gobierno de la Revolución, se produjeron cambios
sociales de gran importancia en la vida de los guatemaltecos.

Su filosofía de un Socialismo Espiritual también conocida como Arevalismo fue contrario a esta
estructura de una república bananera que había prevalecido en Guatemala. A pesar de todo, su
gobierno tuvo dificultades internas y en el entorno internacional con los gobiernos de la época.

Al principio de su gobierno toleró la libertad de Prensa. Pero cuando esto fue aprovechado por la
derecha guatemalteca y la United Fruit Company para hacer campaña de desprestigio incesante,
tuvo serios altercados con el cuarto poder.

El gobierno de Arévalo compró el periódico Nuestro Diario, de Federico Hernández de León, para
contrarrestar la prensa negativa que en este se le hacía. Pretendía que el periódico publicara
editoriales de unos artículos partidistas escritos por altos funcionarios públicos.

Obras
En el gobierno de Juan José Arévalo se introdujeron reformas administrativas, educativas y
económicas, con sus leyes respectivas. Una de ellas fue la del Código de Trabajo.

Otra ley importante fue la ley orgánica de la Universidad de San Carlos. En esta se confirmó
autonomía declarada desde el 1 de diciembre de 1944 por la Junta Revolucionaria de Gobierno.

Entre las instituciones que se crearon durante el gobierno de Juan José Arévalo figuran:
• Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
• Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP).
• Facultad de Humanidades en la Universidad de San Carlos de Guatemala.
• Instituto de Antropología e Historia.
• Inició la construcción de la Biblioteca Nacional y del Archivo General de Gobierno. Este
actualmente es llamado Archivo General de Centro América del Conservatorio Nacional de
Música. También se realizó la reorganización del Ballet Guatemala, la Orquesta Sinfónica
Nacional y del Coro Nacional.
Exilio
Poco después de entregarle el poder al coronel Jacobo Árbenz Guzmán en 1951, Arévalo fue
nombrado por este como embajador itinerante. De esta cuenta, por los siguientes tres años Arévalo
pasó tiempo en Europa y en América Latina a expensas del gobierno guatemalteco.

Arévalo estaba en Chile cuando cayó Árbenz. Luego se trasladó a Uruguay en 1958 —en donde se
reunió brevemente con Árbenz y su familia.
Finalmente, aceptó una cátedra universitaria en Venezuela ese mismo año. Gozó de cierta libertad y
pudo expresarse a través de artículos periodísticos que el semanario Marcha recibió gustoso.

El 30 de marzo de 1963 los periódicos anunciaron que Arévalo había regresado a Guatemala. Había
llegado a liderar a quienes lo apoyaban. Pero dos días después ya estaba exiliado nuevamente en
México.

La razón de su nuevo exilio era que el 31 de marzo el ejército le dio un golpe de estado a Ydígoras
Fuentes, instaló a una junta militar dirigida por el coronel Enrique Peralta Azurdia, y canceló las
elecciones.

A mediados de la década de 1970, el Arévalo regresó a Guatemala. En diciembre de 1985, se reunió


con el presidente Marco Vinicio Cerezo Arévalo unas cuantas horas después de que este había
tomado posesión del cargo. Celebró la ocasión diciendo La revolución de octubre va a tener un
segundo capítulo.

Finalmente, murió en octubre de 1990 en un hospital de la ciudad de Guatemala a los 86 años de


edad, y fue enterrado en Taxisco, Santa Rosa. Fue el único presidente que recibió funeral de Estado.

Datos curiosos:
• Fue un prolífico escritor, cuyas obras versan sobre temas de pedagogía e historia de
Guatemala.
• Actualmente es considerado un prócer y padre de la patria, junto a Jacobo Árbenz.
• El 13 de mayo de 1947 se promulgó la ley de Emisión del Pensamiento en Guatemala, la
cual no censuraba ni coaccionaba el libre pensamiento en el país.
Presidente Jacobo Árbenz Guzmán 1951-1954.

Juan Jacobo Árbenz Guzmán tomó posesión del cargo presidencial el 15 de marzo de 1951. En
aquella ocasión se dirigió al pueblo con un emotivo discurso en el que destacó por su habilidad para
la oratoria.

Nacimiento: 14 de septiembre de 1913, Quetzaltenango, Guatemala.


Fallecimiento: 27 de enero de 1971, ciudad de México.
Ocupación: Militar y político.
Predecesor: Juan José Arévalo.
Sucesor: Carlos Enrique Díaz de jure y Carlos Castillo Armas de facto.

Antecedentes:
• La carrera política de Árbenz Guzmán tomó relevancia a partir del 20 de octubre de 1944,
por su participación en los movimientos de la Revolución de ese mismo año.
• Integró la Junta Revolucionaria que derrocó al gobierno, junto al mayor Francisco Javier
Arana y al civil Jorge Toriello Garrido.
• Fue propuesto como candidato electoral para la presidencia de la República por los partidos
Integración Nacional de Quetzaltenango, Renovación Nacional y Acción Revolucionaria.

Gobierno
Árbenz llegó al poder después de ganar las elecciones que se desarrollaron en 1950; los obreros,
campesinos, maestros y estudiantes le dieron todo su respaldo.

Cuando Árbenz inició su gobierno, los guatemaltecos parecían condenados a no prosperar. En 1950,
el 76 % de los habitantes poseían menos del 10 % de las tierras; mientras que un 22 % controlaban
el 70 %.

La United Fruit Company —UFCO— era dueña de más del 50 % de las tierras cultivables del país,
de las que únicamente cultivaba el 2.6 %; y los campesinos tenían sueldos miserables.
El gobierno de Arévalo intentó cambiar las estructuras judiciales arcaicas, consolidadas por el
mantenimiento de las viejas prácticas de manipulación, sumisión y formalismo.

La rápida incorporación de nuevos derechos, la aparición de un Parlamento legítimo y la dinámica


revolucionaria generaron tensión en un sistema judicial, el cual se encontraba atrapado en los vicios
de su estructura colonial.

Entre las reformas que se pusieron en marcha tras la caída del gobierno de Ponce Vaides se trató de
consolidar con la Constitución de 1945.

La reestructuración del ejército tuvo gran trascendencia: la suspensión del generalato simbolizó esta
transformación que se completó con una inquietud por modernizar, profesionalizar e
institucionalizar el Ejército.

Obras
Durante el período presidencial de Jacobo Árbenz se siguió con la misma tónica educativa que en el
gobierno de Arévalo. También se incrementó en gran manera la educación rural y la alfabetización
El plan inicial de la Escuela Normal Rural se extendió con la regionalización de las escuelas rurales,
de las cuales se fundaron seis en distintos rumbos del país.

El régimen de Árbenz se caracterizó por la lucha constante contra los grandes intereses económicos
de EE.UU. En particular la expropiación de los extensos terrenos de la poderosa UFCO, la IRCA y
la Bond and Share.

Los tres grandes proyectos de Árbenz fueron: la nacionalización de la empresa eléctrica que era
monopolio de los Estados Unidos, la construcción de la carretera al Atlántico, para romper el
monopolio de los Ferrocarriles de Centroamérica de los Estados Unidos y la reforma agraria, a
través del decreto 900. Esta benefició a más de 100 mil campesinos.

La década de la primavera fue un período democrático donde hubo:


• Mejoras salariales.
• Los profesores fueron dignificados.
• Creación del Seguro social, el código de trabajo.
• Desarrollo cultural.
• Programas de alfabetización.
• Doble jornada en los establecimientos públicos.
• Atención educativa a los adultos con la creación de la escuela nocturna.
• Creación de la facultad de Humanidades.
• Autonomía municipal y de la Universidad de San Carlos.
• Atención a los indígenas y campesinos, el desarrollo de una nueva Constitución Política.
• Participación de la mujer.

Renuncia
Desde hace quince días se ha desatado una guerra cruel contra Guatemala, de la cual aparentemente
no hay ningún gobierno responsable. La United Fruit Company, los monopolios norteamericanos, en
connivencia con los círculos gobernantes de Norteamérica, son los responsables de lo que nos está
ocurriendo.

Así comenzó el discurso con el cual el presidente Jacobo Árbenz Guzmán renunció a la presidencia
el 27 de junio de 1954, tras varios ataques aéreos, una incursión de 300 mercenarios desde suelo
hondureño encabezados por el coronel Carlos Castillo Armas y una campaña internacional de
señalamientos que fue inútil contrarrestar.

Jacobo Arbénz Guzmán murió en el exilio en 1971.

Datos curiosos
• Fue apodado como El soldado del pueblo.
• Su hija Arabella se suicidó en Colombia en 1965.
• En su gobierno se dio la creación del Código de Trabajo, pero mostró que el sistema judicial
tenía problemas para ajustarse a la rapidez del cambio.
• Por primera vez en la historia del país una Constitución concedía todo un capítulo y trece
artículos al tema del Ejército.
Contrarrevolución

La contrarrevolución en Guatemala se refiere a una serie de movimientos políticos y militares que


surgieron en el país en la década de 1950 y se intensificaron durante la década de 1960 en respuesta
a la Revolución Guatemalteca de 1944.

La Revolución Guatemalteca fue un movimiento liderado por civiles y militares que buscaba la
democratización del país y la redistribución de la tierra y la riqueza. Sin embargo, el gobierno
democrático que surgió después de la revolución fue derrocado en 1954 por un golpe de Estado
respaldado por los Estados Unidos.

A partir de ese momento, los movimientos contrarrevolucionarios comenzaron a ganar fuerza en


Guatemala. Estos movimientos estaban compuestos en su mayoría por la élite terrateniente y
empresarial del país, así como por elementos conservadores del ejército guatemalteco.

La contrarrevolución se caracterizó por la violencia y la represión política. Miles de personas fueron


asesinadas, desaparecidas o encarceladas durante esta época, y se produjeron violaciones
generalizadas de los derechos humanos.

El conflicto en Guatemala continuó durante décadas, y no fue hasta el final de la Guerra Fría que se
produjo un cambio significativo. En 1996, el gobierno guatemalteco y la guerrilla firmaron un
acuerdo de paz que puso fin al conflicto armado interno. Sin embargo, la lucha por la justicia y la
reparación para las víctimas del conflicto continúa hasta el día de hoy.

La contrarrevolución en Guatemala también fue impulsada por la Guerra Fría y la política


internacional de los Estados Unidos durante la época de la Guerra Fría. Los Estados Unidos,
preocupados por el creciente movimiento socialista y comunista en América Latina, apoyaron a los
movimientos contrarrevolucionarios en Guatemala y en otros países de la región.

En Guatemala, el gobierno de los Estados Unidos apoyó y financió la formación de grupos armados
y la creación de una fuerza de seguridad nacional para combatir a la guerrilla y a los movimientos de
izquierda. Estos grupos armados cometieron graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo
el asesinato y la desaparición forzada de miles de civiles.

La contrarrevolución también estuvo influenciada por la desigualdad social y económica en


Guatemala. Antes de la Revolución de 1944, el país estaba controlado por una pequeña élite
terrateniente y empresarial, que controlaba la mayoría de la tierra y la riqueza del país. La
Revolución buscó redistribuir la tierra y la riqueza, pero después del golpe de Estado de 1954, estas
reformas se revertieron y la élite recuperó su poder económico y político.

Además, la contrarrevolución en Guatemala también tuvo raíces en las tensiones étnicas y culturales
en el país. Los pueblos indígenas y las comunidades campesinas habían sido históricamente
marginados y oprimidos en Guatemala, y muchos se unieron a la lucha revolucionaria en busca de
justicia social y política. Los grupos contrarrevolucionarios, en su mayoría compuestos por la élite
criolla, representaban una amenaza para los movimientos indígenas y campesinos.

En resumen, la contrarrevolución en Guatemala fue un período de violencia y represión política que


surgió en respuesta a la Revolución de 1944 y que fue impulsado por la Guerra Fría, la política
internacional de los Estados Unidos y las tensiones sociales y étnicas en el país. La lucha por la
justicia y la reparación para las víctimas de este conflicto continúa hasta el día de hoy.

La Contrarrevolución de 1954 derrocó del poder al presidente Jacobo Árbenz, elegido en elecciones
generales el 15 de marzo de 1951 (Móbil, 2010).

En 1953, las posiciones en Guatemala estaban definidas en una alineación de fuerzas contrarias al
gobierno de Árbenz. Estas estaban compuestas, en primer lugar, por el gobierno estadounidense del
presidente Dwight Eisenhower y, en especial, su secretario de Estado, John Foster Dulles. Así como
también formaba parte el hermano de este, Allen Dulles, director de la Agencia Central de
Inteligencia -CIA- del país norteamericano.

En segundo lugar, siempre en contra del gobierno guatemalteco de turno, se encontraba la United
Fruit Company, propietaria principal de tierras en el país y entre cuyos accionistas se encontraban
los hermanos Dulles.
A la vez, acompañó la alta jerarquía de la Iglesia Católica, encabezada por el arzobispo Mariano
Rosell Arellano, quien había suscrito y divulgado la Carta Pastoral Contra los Peligros del
Comunismo en Guatemala y había impulsado el Congreso Eucarístico Nacional en 1950, como una
demostración de fuerza. El arzobispo Mariano Rosell Arellano había puesto en marcha una cruzada
de peregrinación del Cristo de Esquipulas para rogarle que terminara con el comunismo en
Guatemala.

También se encontraban en contra de Árbenz la mayor parte de los terratenientes del país, algunos
de ellos, agrupados en la Asociación Guatemalteca de Agricultores -AGA-, quienes veían el
proceso, de reforma agraria, como una amenaza contra sus intereses. Por último, ciertos regímenes
extranjeros, tales como el gobierno de Nicaragua, de la República Dominicana y Honduras,
fuertemente comprometidos con los intereses de la compañía bananera, no se encontraban a gusto
con el mandatario guatemalteco.

A favor de Árbenz se encontraban varios partidos políticos de distinta ideología -algunos de ellos
con cierta reticencia y diferencia de opinión-. Entre los que apoyaban al gobierno guatemalteco
decididamente se encontraba el Partido Guatemalteco del Trabajo -PGT-.

También lo respaldaban los sindicatos, ligas campesinas y comités de reforma agraria que, juntos,
conformaban los Comités de Defensa de la Revolución. A su vez se encontraba implícito el apoyo
del Ejército de Guatemala-

Por último, en apariencia, Árbenz y Guatemala contaban con el apoyo político formal de algunos
gobiernos de América Latina y de Europa Oriental. Sin embargo, no fueron reales, por lo
tanto, terminaron siendo factores en contra del propio gobierno de Árbenz-

Esta confrontación se daba en el marco de la Guerra Fría, que se hacía cada vez más áspera, en
cuanto al nivel ideológico. Era, asimismo, el momento de la Guerra de Corea, y dentro de los
Estados Unidos se daba el fenómeno del macartismo como persecución contra intelectuales y
artistas acusados de comunistas.
Cronología de acontecimientos
La primera confrontación seria con Estados Unidos se dio en el marco de la X Conferencia
Interamericana, realizada en Caracas durante marzo de 1954. En esta actividad diplomática, a pesar
del valiente discurso del canciller de la República de Guatemala -Ministro de Relaciones Exteriores-
, Guillermo Toriello, se adoptó una resolución en contra de Guatemala, condenándola, y de hecho
aislándola internacionalmente. Ya en esos momentos Estados Unidos trabajaba en la organización
de la Operación Éxito, que no era más que la planificación del derrocamiento del segundo y último
gobierno de la Revolución de 1944.

La Operación Éxito tuvo la característica de ser predominantemente política y propagandística. Con


sus auspicios se organiza al Ejército de la Liberación, bajo la jefatura del teniente coronel Carlos
Castillo Armas que, finalmente llegaría a romper con la revolución y lo dejaría en el poder tras la
renuncia de Árbenz.

Es así como su conjunción de desafectos al régimen, un grupo de agentes de la CIA, y grupos de


aventureros pagados por el gobierno del presidente hondureño, Anastasio Somoza conspiraron en
tierras hondureñas para preparar la invasión de Guatemala, precedida por insistentes ataques aéreos.
Contrariamentepuede pensarse, este grupo no sobrepasó los mil hombres.

El 7 de junio de 1954, el Ejército de Guatemala presentó al presidente Arbenz un pliego de veinte


preguntas que evidenciaban, en primer lugar, la inquietud de la institución sobre las posiciones
políticas y el liderazgo gubernamental de los integrantes del Partido Guatemalteco del Trabajo -
PGT- y, sobre todo, el nivel de influencia ideológica comunista ejercida en el mandatario.

El segundo tema del cuestionamiento era la posibilidad de dar armas a las milicias populares creadas
para defender a la Revolución de 1944. Desde principios de año, cuando el régimen, sintiéndose
amenazado, quiso comprar armas previniendo un ataque militar, se encontró con la negativa de
varios gobiernos. De esta manera, forzaría a adquirir algún armamento checoslovaco, lo cual
provocó temores en el Ejército ante la posibilidad de que estos fueran distribuidos entre la población
y quedaran fuera de su control.
Árbenz afirmó que la influencia del PGT no era crucial para su gobierno y negó que tuviese
intención de formar milicias populares. El Presidente cometió, no obstante, el error de no apreciar el
significado que tenía el cuestionamiento del Ejército, que también había sido sometido a una intensa
campaña ideológica sobre los peligros del comunismo. A pesar de las respuestas del Presidente, la
duda y el temor quedaron sembrados entre los miembros de la institución armada.

Durante el mes de junio de 1954 se vivía en Guatemala un clima de confrontación irremediable. En


el campo, las invasiones de tierra sucedían una tras otra, en tanto que, los mítines y las
manifestaciones de apoyo al régimen iba siendo cada vez menos. Los sermones y advertencias de la
Iglesia arreciaban. No tardaron en surgir las transmisiones de Radio Liberación, una emisora
establecida por los opositores de Árbenz, que divulgaban los pormenores de una invasión inminente,
por parte de un ejército con mucho armamento y un contingente de soldados, superior al de las
fuerzas armadas nacionales.

Algunos aviones volaron el cielo de la ciudad capital, ametrallando objetivos militares y dejando
caer propaganda contra el régimen, así como amenazas de muerte sobre sus colaboradores. Se
produjo una campaña de rumores de la más diversa índole, entre ellos una supuesta marcha de
campesinos para saquear la ciudad.

El gobierno denunció el complot internacional, incluso en las Naciones Unidas -ONU- y en la


Organización de los Estados Americanos -OEA-. Sin embargo, recibió como respuesta la retórica
del discurso ambiguo. Se decretó, en este contexto, la suspensión de las garantías constitucionales, y
se persiguió a los opositores del gobierno, logrando encarcelar a algunos de ellos. Se llevaron a cabo
cortes de energía eléctrica en toda la República para prevenir los ataques aéreos, pero con el efecto
psicológico negativo en la población, que nunca antes había sufrido esta clase de acciones. A todo
esto, se sumaba, tanto las noticias de la prensa mundial como las declaraciones del gobierno
norteamericano sobre los efectos del comunismo en el continente.

Los efectos psicológicos de la operación estaban plenamente logrados cuando Radio Liberación
anunció el inicio de la invasión en el norte y el oriente del país. Nunca antes la sociedad
guatemalteca se había visto confrontada tan radicalmente en su seno entre dos posiciones opuestas:
el supuesto comunismo y el anticomunismo, pugna que definía y llegaría a justificar cualquier
actitud que se tomara, por violenta que esta fuera.
Una vez iniciada la invasión, el Gobierno dio la orden de rechazarla. El Ejército nacional estaba en
la posibilidad material de hacerlo, pero, fuera de una escaramuza en Gualán, el enfrentamiento entre
las tropas no se dio, ya que los oficiales negociaron para detener el ataque a Chiquimula.

Las presiones y las amenazas del embajador estadounidense John Peurifoy eran diarias y se dirigían
contra el Gobierno y el ejército. Árbenz se encontró ante la evidencia de que, no era obedecido y de
que a su gobierno lo defenderían los sectores populares que le pedían armas, pero ya era demasiado
tarde para proporcionárselas, además de que no contaba con suficiente armamento. De haberse
efectuado la distribución de armamento, se hubiese desencadenado una verdadera guerra civil, pero
las pocas armas que se tenían nunca fueron repartidas. Arbenz confiaba en el Ejército de Guatemala.
La operación llegó a su desenlace cuando Árbenz decidió renunciar, la noche del 27 de junio de
1954 y transmitió esa decisión al pueblo por radio. El presidente entregó el mando al coronel Carlos
Enrique Díaz, Jefe de las Fuerzas Armadas, esperanzado en que la institución armada sabría
negociar un digno final de las hostilidades, sin que los guatemaltecos sufrieran las consecuencias,
rompiendo de esta manera el orden constitucional. El efecto fue verdaderemente desmoralizante. La
Revolución de 1944 fue interrumpida.

Rota la Constitución, no fue difícil echar por tierra el pacto de transición de mando, acordado entre
Arbenz y Díaz. Primero por el caos y la incertidumbre social que caracterizaban el plano político:
era evidente la presencia nula de los partidos políticos y del Congreso de la República, órgano que
se transformó en mero espectador, al perder la capacidad de actuación independiente.

Segundo, la ausencia de comunicación no fue solo entre los cuadros revolucionarios, sino entre la
Junta de Gobierno y los numerosos campesinos, que en Retalhuleu, Suchitepéquez y Escuintla
pedían armas y una estrategia a seguir para iniciar la resistencia. No hubo, como queda claro,
capacidad de acción ni de respuesta política a la embestida contrarrevolucionaria, encabezada por el
embajador Peurifoy, implacable en cuanto a cumplir el interés supremo de su país: derrocar al
comunismo a como diera lugar, aparentemente sus intereses eran más económicos que políticos.

Expulsado Díaz, tomó, fugaz e ilegítimamente, la presidencia el coronel José Angel Sánchez, quien
tuvo que entregar el mando a los coroneles Élfego H. Monzón, Mauricio Dubois y José Luis Cruz
Salazar. La Jefatura de esta nueva Junta quedaba en manos del coronel Monzón.
En El Salvador, Carlos Castillo Armas esperaba poder entrar triunfalmente al país. El problema de la
entrada triunfal del Ejército de la Liberación a la ciudad de Guatemala representaba el punto de
quiebre entre la nueva Junta de Gobierno y el caudillo. O más específicamente: entre Castillo Armas
y el coronel Monzón, quien aún con ser ferviente anticomunista y militar experimentado en el
campo político, guardaba cierta fidelidad a la institución armada. Esta situación permitió que
Castillo Armas tomase ventaja sobre el coronel Monzón, quien por presiones de Peurifoy,viajó a
San Salvador a reunirse con el líder rebelde, Castillo Armas. Durante el encuentro, Castillo Armas
no tuvo mayor problema para dejar en claro su deseo de entrar a Guatemala investido, con amplios
poderes personalizados. Castillo Armas recibió a Monzón con una especie de gabinete de gobierno,
conformado por abogados, empresarios y militares, quienes firmaron un pacto que puede resumirse
de la forma siguiente: se reconocía implícitamente el liderazgo de Castillo Armas al reestructurar la
Junta de Gobierno, permitiendo su incorporación, lo mismo que la del mayor Enrique Trinidad
Oliva. Por otro lado, se acordó combatir el comunismo, y el ejército tomó el control de las
instituciones públicas y del orden jurídico legal. La Junta Militar quedó integrada de la siguiente
manera: teniente coronel Carlos Castillos Armas, coronel Jose Luis Cruz Salazar, coronel Mauricio
Dubois, coronel Elfego Monzón y mayor Trinidad Oliva.

De esa manera, Castillo Armas salía victorioso, y el 3 de julio de 1954 era recibido en la ciudad
capital con los honores que había exigido para sí, al frente del Ejército liberacionista.
Conflicto armado en Guatemala

Durante todo el siglo XX, pero en particular, en sus últimos treinta años, la vida política y social de
Guatemala estuvo marcada por períodos de grandes pugnas que derivaron en una confrontación de
diferentes grupos de interés, caracterizada por el intervencionismo extranjero y el uso desmedido de
la fuerza del Estado a través de su brazo militarizado contra movimientos populares, insurgentes y
población civil.

Recrudecido a principios de 1980, el Ejército guatemalteco perpetró una serie de matanzas en forma
de masacres indiscriminadas que desplegaron su mayor crueldad contra los pueblos mayas.
Viéndose forzados a desplazarse fuera de Guatemala, permanecieron refugiados en México
alrededor de quince años para salvaguardar sus vidas y su legado histórico. Con la Firma de los
Acuerdos de Paz en 1996, miles de familias encontraron las garantas para un retornar masivamente a
Guatemala.

Esos acontecimientos involucran dos escalas las fuerzas globales y locales que, motivaron las
alianzas políticas y estrategias bélicas, y las experiencias incorporadas que contienen emociones,
reflexiones e impactos en la vida individual y social. En este artículo se busca reconstruir los
sucesos de ambas escalas, concatenando las dimensiones históricas y experienciales, con el objetivo
de aportar nuevos datos de análisis y reflexión en torno a la violencia ejercida sobre los pueblos
mayas en Guatemala.

Para la comprensión histórica de los sucesos que dieron pie a la violencia de Estado y el
desplazamiento forzado, se realiza una descripción densa de los componentes geopolíticos que
intercedieron en la gesta y desarrollo del conflicto armado en Guatemala, procurando articular la
escala global y la local. La dimensión experiencial se aborda desde los relatos, testimonios y
reflexiones que son parte de la memoria colectiva del pueblo maya-chuj, en torno a lo acontecido
durante el conflicto, el desplazamiento y el refugio en México.

La recolección de datos se realizó a partir de una investigación documental bibliográfica,


hemerográfica y de archivos escritos y audiovisuales. La memoria colectiva es abordada a partir del
trabajo etnográfico durante cuatro años 2015-2018, realizado en el marco de la investigación
doctoral sobre resiliencia comunitaria del pueblo maya-chuj. El trabajo de campo se sustentó en la
observación directa, y entrevistas semiestructuradas individuales y colectivas en aldeas del
municipio de Nentón, Huehuetenango en Guatemala, y en colonias del municipio de la Trinitaria en
México.

La temporalidad se enmarca entre 1970 y 2018. La descripción-problematización se agrupa en cinco


períodos 1 Antecedentes y generalidades del conflicto armado en Guatemala 1970-1981 2 Violencia
de Estado y el desplazamiento forzado en territorio maya chuj 1981-1983 3 Permanencia y refugio
en Chiapas, México del pueblo maya chuj 1983-1996. Acontecimientos en Guatemala durante el
periodo del Refugio 1983-1996 y Retorno y repatriación hacia Guatemala del pueblo maya chuj
1996-2016.

Antecedentes y generalidades del conflicto armado en Guatemala 1970 -1981.


Guatemala ha sido escenario de diferentes tensiones y enfrentamientos políticos desde su
conformación como República en 1847. A lo largo de su historia sociopolítica, se ha enfrentado a
constantes regímenes dictatoriales, así como a movilizaciones insurgentes, entre ellas la revolución
desencadenada en 1944 con diez años de duración, el derrocamiento de diferentes gobiernos, y el
conflicto armado iniciado en 1960 y sostenido por ms de treinta años.

Todo ello influenciado por intereses provenientes principalmente de la política exterior de gobiernos
de Estados Unidos de América EEUU, que desde un siglo atrás habían legitimado el
intervencionismo como parte de la Doctrina Monroe, y que, en medio de las tensiones de la
postguerra, alertados por la victoria cubana, recrudecieron en Latinoamérica sus estrategias de
contención para no perder el dominio comercial y político.

A principios de los años 80 del siglo pasado, la Guerra Fría en América Latina alcanzó un nuevo
auge, especialmente en Centroamérica. La intervención política y militar norteamericana se volvió
mucho ms directa y abierta de lo que había sido en otras épocas.

En Guatemala bajo el gobierno del militar y terrateniente Fernando Lucas García 1978-1982, se
brindó apoyo para la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional. Esta visión de
seguridad a partir de la militarización instauraba la noción de enemigo interno que construía una
otredad adversaria. En esta no solo entraban grupos guerrilleros señalados como comunistas, sino
cualquier grupo que tuviera ideas opuestas a las de los proyectos nacionales y sus gobiernos
militares.

Esa visión legitimó la intervención militar violenta en diferentes zonas de la paz, sobre todo en el
noreste habitado por poblaciones indígenas desarmadas y ajenas al conflicto. Documentos de
reconstrucción de la memoria histórica, análisis académicos de los acontecimientos de esa poca e
incluso reflexiones religiosas, han concluido y denunciado que ms que acabar con los grupos
armados peligrosos, el propósito de las intervenciones, se centró en generar condiciones favorables
para que el Estado entrara en la lógica moderna de sus aliados comerciales -EEUU principalmente-.

Es decir, que el gobierno guatemalteco constituido por antiguos grupos oligarcas y financiados por
capitales extranjeros, uso la fuerza militar para implementar el modelo moderno de sobreexplotación
de materias primas, y en su momento, el consumo masivo de bienes y servicios dentro el libre
mercado. Motivado por los beneficios económicos para sus grupos de poder y cargado de prejuicios
racistas, arremetió contra los pueblos indígenas y sus organizaciones culturales atrasadas, para en su
lugar implementar proyectos agroindustriales en sus territorios. La producción cultural indígena de
conocimiento en el manejo de la tierra, se transformó en un producto para el mercado, pero ya
desprovista de su connotación simbólica de relación con la misma.

Lo anterior se materializó en la ejecución de acciones de sometimiento e imposición deliberadas por


organismos dependientes del Estado -Violencia de Estado-, para profundizarlas directrices del
capitalismo a través de la transformación de los códigos simbólicos contenidos en la identidad
étnica. De ese modo se trasladó el conflicto social hacia reas rurales, involucrando a las
comunidades mayas del altiplano occidental.

La cúspide de esa violencia se dio entre 1982 y 1983, durante el gobierno golpista de Efraín Ros
Montt. Se calcula que en ese periodo ms de 250,000 personas fueron asesinadas, ms de 400 aldeas
fueron masacradas, y más de millón y medio de personas se desplazaron forzadamente.

Cabe mencionar que estos componentes también estaban presentes en las experiencias de otros
países de Latinoamérica. Como en Guatemala, el intervencionismo extranjero coludido con el poder
militar generó procesos transaccionales de formación ideológica y técnica contra el expansionismo
comunista que, al combinarse con movimientos locales, desembocaron en una desproporcionada
represión de grupos insurgentes y en la vejación de la sociedad civil.

Todo lo descrito se combinó con la impunidad jurídica, el cierre de espacios para la participación
social y de la libertad de expresión. Además, se integraron estrategias de sometimiento simbólico
mediante acciones de intimidación y terror, así como de adoctrinamiento religioso mediante la
expansión de religiones de corrientes teológicas cristianas protestantes evangélicas y pentecostales.

Con el fin de contravenir prácticas culturales relacionadas con la espiritualidad maya que favorecían
la cohesión comunitaria, y para menguar el control político-religioso de las autoridades tradicionales
como el alcalde Rezador o Los Principales. Por su parte, la iglesia católica participo a través de
discrepancias entre las posturas conservadoras y progresistas, apoyada en la teología de la
liberación, que originó algunas afinidades al movimiento guerrillero, especialmente, notorias en
parroquias localizadas en las montañas del noroccidente de la paz.

De 1954 a 1980 la economía guatemalteca experimentó un crecimiento económico importante, de


los mayores en toda América Latina, derivado en su mayor parte por la inversión norteamericana
para la producción de nuevos cultivos de exportación, además del café, caña de azúcar, algodón,
ganadera y cardamomo, sin embargo, ese crecimiento se caracterizó por un aumento de las
desigualdades sociales y los niveles de pobreza. El 20% ms rico de la población captaba casi el 60%
del ingreso, mientras que el 20% ms pobre apenas alcanzaba a percibir el 3%. Esto aunado a la
historia de explotación, marginación e injusticia social, propició movimientos sociales que pugnaban
por mejorar las condiciones de vida de la población en términos ms equitativos.

En un primer momento, alrededor de 1970, los movimientos se constituyeron en amplias luchas


populares, urbanas y rurales, y en huelgas magisteriales que apostaban por una lucha legal, desde los
sindicatos y partidos políticos. Estos brotes fueron fuertemente reprimidos gracias a la imperante
fuerza militar, y a la estrategia de silenciar impunemente cualquier forma de resistencia u oposición
al poder hegemónico establecido.

Frente a la derrota, a finales de la misma década, las demandas insurgentes tuvieron un proceso
reorganizativo en el que se integró una lucha armada, y afianzaron sus bases de operaciones en las
montañas del altiplano occidental. En ese segundo momento, influenciados por la experiencia
cubana, y con su apoyo político, logístico, de instrucción y entrenamiento, surgieron en la selva
norte de Quiche, agrupaciones armadas como el Ejército Guerrillero de los Pobres EGP, y la
Organización del Pueblo en Armas ORPA, que inició operaciones en la Boca Costa de San Marcos.

También, se crearon otros organismos políticos como el Comité de Unidad Campesina CUC, y el
Comité Guatemalteco de Unidad Patriótica CGUP. El primero, un grupo multiétnico cuya
organización estaba dirigida por indígenas en el occidente de la paz el segundo, un frente político
encargado de la realización de reuniones y foros de denuncia de la represión estatal que se viva. En
febrero de 1982 surgió la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca URNG como aglutinadora
de las organizaciones guerrilleras existentes.

En una desproporcionada contraofensiva, miles de soldados condujeron el conflicto de manera


sistemática por todo el altiplano, no solo contra las unidades guerrilleras, sino, sobre todo, contra
cientos de aldeas de pueblos originarios que nunca estuvieron armados. Con el objetivo de vigilar y
controlar la zona, incluyendo caminos y sociedad civil, en el que la insurgencia se movilizaba, el
Ejército guatemalteco instaló bases militares en las cabeceras municipales y aldeas dentro de los
departamentos de Huehuetenango y Quiche, ambos con mayoritaria población indígena.

Violencia de Estado y desplazamiento forzado en el territorio maya chuj 1981 -


1983.
En el departamento de Huehuetenango, sobre todo en los municipios con presencia chuj como San
Mateo Ixtatán y Nentón, desde 1960 y hasta antes del desplazamiento forzado de 1982, la tensión
entre mestizos e indígenas iba en aumento debido a las disputas por la implementación de proyectos
agroindustriales y forestales en territorios indígenas. Los reclamos por condiciones laborales y
salariales más justas, y a la ampliación de espacios de poder y decisión de lideres indígenas
cobraban ms fuerza.

Un punto cúspide de estas tensiones se dio a finales de la década de los años 1970, cuando grupos
chuj junto con autoridades locales se enfrentaron a la empresa nicaragüense Cuchumaderas, que
ganó una demanda para el desarrollo de proyectos forestales que había iniciada en la zona. Al
mismo tiempo, otro sector demandaba derechos laborales en una mina de sal negra, próxima a la
aldea Petanac y Guaisná, en San Mateo Ixtatn.
Esas afrentas incomodaron a los dueños de los capitales de las empresas instaladas en la región, por
lo que se incrementó la urgencia de controlar el territorio sometiendo a su población actividades que
fueron respaldadas por el gobierno nacional. Por otro lado, esos acontecimientos generaron puntos
de interlocución entre grupos organizados chuj y los planteamientos guerrilleros que promovían,
entre otras cosas, la justicia social y los derechos agrarios.

Aunque esas afinidades no se dieron de manera homogénea en la población, ni en aquellos más


alejados del centro político que representaban las cabeceras municipales. La versión oficial de los
mandos militares aludió a que esa relación era generalizada y requería de la incursión y represión
del Ejército en toda la región. Como ya se ha mencionado, versiones no oficiales señalaban que esa
intervención, aunque se justificaba en la lucha insurgente, pretenda la implementación de un
proyecto económico mediante la apropiación del territorio y de sus pobladores.

Habitantes chuj de la aldea de Yalanhb'ojoch, ubicada en Nentón, Huehuetenango, recuerdan el


contacto con la guerrilla:

La guerrilla anduvo primero haciendo sus discursos como era la idea que tienen, entonces la gente
también la entendió, ¿por qué estamos mal?, ¿por qué estamos hasta aquí’, si nuestros antepasados,
nuestros abuelos que vivieron antes vivieron en lugares ms fértiles, son ms mejores que los lugares
de aquí, pero con la idea de los terratenientes y como esto son extranjeros que vinieron, no son
nativos del continente. Entonces algunos muchachos que empezaron a participar en su discurso,
algunos ya al final si se estaban interesando de colaborar con ellos, pero en eso llegó el Ejército y
dijeron que no se poda, y ya la guerrilla empezó a pasar menos y los muchachos ya no se unieron
ms. También con el Ejército aquí ya desapareció este grupo que se les llamó el CCN Comité
Clandestino Local que era el encargado de juntar las colaboraciones para darle a la guerrilla.

Este relato tuvo lugar en 1980, cuando grupos guerrilleros recorran las aldeas buscando nuevos
aliados. Como claramente menciona, el discurso de la guerrilla tuvo impacto en algunos habitantes,
sobre todo en los ms jóvenes, pero eso involucró a todos los habitantes, y el vínculo fue
inmediatamente sofocado con la llegada del Ejército. Esto revela que si bien haba contactos con la
guerrilla, estos no estaban coludidos con sus estrategias armadas, argumento que posteriormente el
gobierno guatemalteco uso para justificar la intervención armada y violenta del Ejército.
Otra persona de la misma aldea recuerda el primer contacto con el Ejército de la siguiente manera:

La primera vez que vinieron el Ejército solo nos convocaron a una reunión donde nos platicó sobre
proyectos de agua potable, construcción de carreteras, crédito del banco Bandesa y fertilizantes
junio 1982. En ese tiempo dejaron organizadas las Patrullas de Autodefensa Civil que se quedaron
encargados de vigilar la aldea con palos puntiagudos y de ah regresaron a la misma dirección donde
vinieron.

Aunque en esta primera visita el Ejército fue con una actitud aparentemente de ayuda a los aldeanos,
en menos de un mes, entre julio y agosto de 1982, como parte de las operaciones denominadas
Zacualpa, el Ejército nuevamente se hizo presente en la zona, pero ya con una estrategia de
aniquilación. Esos acontecimientos quedaron marcados en la memoria de los habitantes de las
aldeas. Un testigo cercano lo describe de la siguiente manera.

Se fueron a San Francisco el Ejército y ya eran como las tres de la tarde y empezaron el ruido de las
bombas, fue cuando empezó la masacre el mismo 17 de julio de 1982. Entonces como estamos
patrullando en las PACs por todos lados, y nosotros estábamos ah exactamente por el campo de
futbol, yo estaba con mi papá y un mi hermano, yo apenas tena 14 años y ah estábamos porque ya
nos tomaban en cuenta en esa parte de las patrullas. Yo era pequeño pues, no tena edad para estar en
el servicio, pero ya me tocaba ese turno. Ah estábamos cuando empezó la matanza, y no sabíamos
que pasaba porque no podemos ver. Entonces lo que pensamos nosotros era que la guerrilla llegó a
enfrentarse ante el Ejército, eso era lo que pensamos, eso comentamos. Se escuchaba las balaceras y
el ruido de las bombas que explotaban, muy horrible. Y ya después como dilataron ah, en la noche
como ah estuvimos toda la noche haciendo vueltas alrededor de la comunidad, ya en la noche se
sentía el olor que vena de la gente que estaban quemando. Toda la noche estuvo quemando las casas.
Algunos informes realizados posteriormente señalaron a las cuadrillas del Ejército como caravanas
de la muerte, pues perpetraron masacres de arrasamiento como la de la finca de San Francisco en
Nentón. Las patrullas mencionadas en ambos relatos, se refieren a las Patrullas de Autodefensa Civil
PAC, que consistan en grupos de vigilancia conformada por habitantes de los centros poblados.
Concebidas como una manera de consolidar el poder del Ejército sobre las aldeas en disputa en la
montaña, movilizaron a los hombres para patrullar los caminos y resguardar a los habitantes de la
incursión guerrillera, permitiéndoseles actos de violencia contra sus coterráneos. Según datos
oficiales para 1985 existan casi 900,000 patrulleros civiles.
Los actos de violencia descritos tuvieron como consecuencia directa que aldeas completas chujes y
de otros pueblos mayas huyeran hacia México, y que otros buscaran refugio en localidades cercanas
a la cabecera departamental o en la ciudad capital. Muchos de los que se vieron forzados a
desplazarse a México buscaron llegar a los sitios de refugio cerca del lago Tziscao en Chiapas,
México, territorio ocupado por familiares o conocidos chuj.

Ya nosotros estábamos agarrando el rumbo para México. En el camino vimos tanta gente muerta,
mujeres tiradas desnudas, macheteados, niños aplastados en sus cabezas, un gran horror. Nosotros
quedamos durmiendo a en la frontera mexicana, ah bajo la lluvia tan fuerte. Ah organizamos para
mandar uno, dos, tres comisiones para ir a buscar nuestra posada, en qué colonia vamos a llegar, si
vamos a llegar en km 15 o en Tziscao o en Cuauhtémoc, o a ver dónde llegamos, pero gracias a Dios
a los Estados Mexicanos que algunos nos conocen otros no, nos recibieron con brazos abiertos desde
ese tiempo en el año 1982.
Constitución política 1985

La actual Constitución Política de la República es la ley suprema de la República de Guatemala, en


la cual se rige todo el Estado y sus demás leyes y recoge los derechos fundamentales de su
población. Fue creada el 31 de mayo de 1985 por la Asamblea Nacional Constituyente de ese año,
convocada por el entonces Presidente de facto de la República de Guatemala, general Óscar
Humberto Mejía Víctores, tras las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente celebradas el 1
de julio de 1984. Dicha Carta Magna se hizo efectiva el 14 de enero de 1986.

Fue suspendida el 25 de mayo de 1993 por el entonces presidente de la República de Guatemala


Jorge Antonio Serrano Elías; reinstaurada el 5 de junio de 1993 acto seguido del derrocamiento del
presidente; enmendada en noviembre de 1993. Las reformas constitucionales de 1993 incluyeron un
incremento en el número de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia de 9 a 13. Los períodos de
cargo para presidente, vicepresidente, y diputados del Congreso de la República de Guatemala
fueron reducidos de 5 a 4 años; para los magistrados de la Corte Suprema de Justicia de 6 a 5 años, y
se incrementaron los períodos de los alcaldes y concejos ciudadanos de 21/2 a 4 años.

El presidente y vicepresidente son elegidos directamente por medio de sufragio universal y están
limitados a un período. Un vicepresidente puede ser candidato a presidente después de 4 años fuera
del cargo, toda vez no haya ejercido el cargo de presidente por un tiempo mayor a un año. Los
magistrados de la Corte Suprema de Justicia son elegidos por el Congreso de la República de
Guatemala de entre los integrantes de una lista enviada por los decanos de las Facultades de
Derecho de la Universidades Privadas del país y la Universidad de San Carlos de Guatemala, la
Universidad Pública de Guatemala.

Guatemala se encuentra dividida administrativamente en 22 Departamentos administrados por


gobernadores designados por el presidente. La Ciudad de Guatemala y otras 339 municipalidades
son gobernadas por alcaldes o concejos elegidos popularmente.

Guatemala es un Estado libre, independiente y soberano, organizado para garantizar a sus habitantes
el goce de sus derechos y libertades. Su sistema de gobierno es republicano, democrático y
representativo.
La CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA es la ley suprema
de nuestro país, la cual fue emitida el 31 de mayo de 1985. Nuestra Constitución está conformada
por 281 artículos que establecen las obligaciones del Estado guatemalteco, la forma de organización
del país, así como todos los derechos y obligaciones que tienen los ciudadanos, el gobierno y los
órganos que lo conforman. Lo directamente relacionado con el Organismo Legislativo o Congreso
de la República se regula en el Capítulo II, artículos 157 al 181.

La LEY DE AMPARO, EXHIBICIÓN PERSONAL Y DE CONSTITUCIONALIDAD, tiene


por objeto desarrollar las garantías y defensas del orden constitucional y de los derechos inherentes a
la persona, protegidos por la Constitución Política de la República, las leyes y los convenios
internacionales ratificados por Guatemala.

La LEY ELECTORAL Y DE PARTIDOS POLÍTICOS, regula lo relativo al ejercicio de los


derechos políticos; los derechos y obligaciones que corresponden a las autoridades, a los órganos
electorales, a las organizaciones políticas; y lo referente al ejercicio del sufragio y al proceso
electoral.

La LEY DE EMISIÓN DEL PENSAMIENTO establece que es libre la emisión del pensamiento
en cualquier forma, y no podrá exigirse en ningún caso, fianza o caución, para el ejercicio de este
derecho ni ejecutarse a previa censura. Regula empresas editoriales, radiodifusión, televisión, radio
periódicos, delitos y faltas en la emisión del pensamiento, derechos de aclaración y rectificación, de
los jurados, del juicio, del Tribunal de Honor, de la reforma y vigencia de la Ley.

La LEY ORGÁNICA DEL ORGANISMO LEGISLATIVO norma las funciones, atribuciones, y


el procedimiento parlamentario de dicho Organismo. La potestad legislativa corresponde al
Congreso de la República, integrado por diputados electos directamente por el pueblo en sufragio
universal, por el sistema de la lista nacional y de distritos electorales

La LEY DEL SERVICIO CIVIL DEL ORGANISMO LEGISLATIVO regula los derechos y
obligaciones del Organismo Legislativo con su personal, con ocasión del trabajo; y crea los
procedimientos para garantizar al Estado la eficiencia, la ética y la honradez en el ejercicio de la
función pública, y al trabajador un régimen de respeto a su dignidad humana, de seguridad y de
justicia social.
El REGLAMENTO DE LA LEY DE SERVICIO CIVIL DEL ORGANISMO LEGISLATIVO
tiene por objeto desarrollar y precisar las normas contenidas en la Ley de Servicio Civil del
Organismo Legislativo, para la adecuada aplicación y regulación de las relaciones del Organismo
Legislativo

El MANUAL DE PROCEDIMIENTOS LEGISLATIVOS Y PRÁCTICA


PARLAMENTARIA constituye una guía técnica que recopila los principales procesos legislativos
y las prácticas parlamentarias que los complementan y que juntos establecen el procedimiento a
seguir para obtener los productos legislativos.

El MANUAL DE DESCUENTOS JUDICIALES DEL ORGANISMO LEGISLATIVO fue


creado con el objetivo de reglamentar los procesos administrativos para el cumplimiento de órdenes
de descuentos judiciales, emanadas por juzgados de orden civil y familiar del Organismo Judicial,
que afectan a los servidores públicos del Congreso de la República, lo cual requiere de la
participación administrativa y financiera de este Alto Organismo.

El PACTO COLECTIVO DE CONDICIONES DE TRABAJO, negociado y suscrito por el


Sindicato de Trabajadores del Congreso de la República, SINTRACOR y el Organismo Legislativo
de la República de Guatemala, tiene como propósito reglamentar las condiciones de trabajo con la
finalidad de obtener mayor eficiencia en el servicio público, así como mantener el bienestar y
seguridad para los trabajadores.
El Autogolpe 1992

El presidente Jorge Serrano Elías intentó copar los poderes del Estado bajo el pretexto de una
supuesta depuración.

Jorge Serrano Elías ganó las elecciones, al derrotar en segunda vuelta a Jorge Carpio Nicolle, del
partido Unión del Centro Nacional (UCN), y asumió el 14 de enero de 1991 sin un plan de trabajo
claro ni un gabinete sólido. Su agrupación, el Movimiento de Acción Solidaria (MAS), de derecha,
obtuvo una bancada débil en el Congreso y debió aliarse con el anterior partido oficialista, la
Democracia Cristiana Guatemalteca, y con su rival en las urnas, la UCN, un pacto que fue
denominado la Trinca Infernal, por sus constantes chantajes para apoyar determinados intereses del
Ejecutivo, que a su vez la utilizaba para sus propósitos, como la elección, en 1992, de una Corte
Suprema de Justicia afín.

En mayo de 1993 había protestas que degeneraron en bochinches, así como posibles investigaciones
sobre el vertiginoso crecimiento de la fortuna del presidente Serrano Elías, quien negaba los
señalamientos de corrupción.

En ese ambiente enrarecido, el 25 de mayo de 1993 Serrano Elías declaró disuelto el Congreso y el
Organismo Judicial. Dos años antes, el presidente peruano Alberto Fujimori había hecho lo propio
en Perú. Serrano también disolvió la Corte de Constitucionalidad (CC), suspendió al entonces
procurador de los Derechos Humanos, Ramiro de León Carpio, y a quien se intentó capturar, y
ordenó al Tribunal Supremo Electoral convocar a un referendo para legitimar la maniobra ilegal que
encabezaba. Asimismo, decretó la suspensión de garantías, incluida la libertad de expresión, e
impuso censores a los medios de comunicación.

Los censores se hicieron presentes en la Redacción de Prensa Libre, pero no se les permitió el
ingreso. En aquel momento trabajaba en la Secretaría de Comunicación Roxana Baldetti Elías,
vicepresidenta de 2012 a 2015, cuando tuvo que renunciar.
Serrano invocaba un supuesto proceso de depuración y recuperación del Estado para justificar su
acción inconstitucional. A través del acuerdo gubernativo “Normas Temporales de Gobierno”
suspendió derechos constitucionales.
Antecedentes
En el año 1993 Guatemala participaba de una joven democracia de siete años, debilitada
continuamente por frecuentes acontecimientos de violencia y corrupción. Las primeras
manifestaciones masivas de descontento popular se mostraron en marzo como protestas en contra de
incrementos a los precios de la energía y el transporte. La situación escaló posteriormente de cara a
la férrea oposición del sector estudiantil público del nivel medio, que veía un proyecto de uniforme
estudiantil como señal de militarización, en combinación con una oferta de transporte público
gratuito a la que daba poca credibilidad. Al 12 de mayo, el estudiante de 17 años Abner Adiel
Hernández fue asesinado en una violenta protesta frente al Congreso, como se comprobó en video,
por la seguridad personal de un diputado.2

El descontento público continuó creciendo llevando a un paro general convocado para mediados del
mes de mayo. Al mismo tiempo, una ola intensa de intimidaciones acosó al país, en la cual un
catedrático universitario fue asesinado a balazos, tres estudiantes fueron secuestrados en la vía
pública y los cadáveres de personas asesinadas al azar aparecían sin orejas. Finalmente, una moción
de la Alianza Cívica ante la Contraloría General de Cuentas para investigar las finanzas de Serrano,
quien se había hecho de lujosas propiedades en su corto tiempo de mandatario, fue la última acción
de la agitación ciudadana. El día posterior a este hecho, la radio nacional anunciaba el decreto de
golpe de Estado, que fue declarado inconstitucional en días posteriores por la Corte de
Constitucionalidad de Guatemala

Anuncio y caída
Entre las medidas anunciadas en cadena nacional se mencionaron, mediante el Decreto 1-93.
Disolvía el Congreso de la República, Corte de Constitucionalidad y Corte Suprema de Justicia,
destituyendo, además, al procurador general de la Nación y jefe del Ministerio Público, y solicitaba
al Tribunal Supremo Electoral a convocar, en 60 días, una Asamblea Nacional Constituyente. La
suspensión de más de cuarenta derechos constitucionales, así como de las Leyes de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad y de la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Desde la
temprana mañana, las casas del procurador de los Derechos Humanos, del presidente del Tribunal
Supremo Electoral y del presidente del Congreso fueron rodeadas por cordón policial. Asimismo, las
reuniones de más de tres personas fueron declaradas prohibidas si estas no contaban con
autorización. El Ejército fue desplegado controlando con tanques las entradas a la Ciudad de
Guatemala y a la Universidad de San Carlos. En la semana posterior al golpe, centenas de jóvenes
fueron reclutados a la fuerza.3

No obstante, la Corte de Constitucionalidad, presidida por Epaminondas González Dubón decretó el


mismo día ilegítimas e inconstitucionales las disposiciones de las denominadas Normas Temporales
de Gobierno. Igualmente, el Tribunal Supremo Electoral, presidido por Arturo Herbruger Asturias,
descartó la orden de Serrano de convocar inmediatamente a elecciones legislativas.4 La Prensa
independiente, en sus inicios censurada, logró sacar clandestinamente algunos ejemplares por la
tarde del 26 de mayo, los cuales luego fueron reproducidos y distribuidos en el país. En el diario
Prensa Libre, el procurador de los Derechos Humanos, que había escapado de la policía por el techo
de su casa, declaraba:

"Quizás sea el primer Procurador de los Derechos Humanos que trabaje en la clandestinidad, pero
soy un defensor de la Constitución y del sistema democrático. No puedo menos que luchar, junto
con los diferentes sectores sociales, por el retorno inmediato a la constitucionalidad. La sociedad
tiene derecho a la resistencia, a unirse y a pedir explicaciones sobre una disposición absurda e ilegal.
El Presidente Serrano ha cometido delitos en contra de la Constitución y al volver al orden
constitucional, lo lógico es que se le lleve a juicio."

Seguidamente, la población careciendo aún de garantías constitucionales y la comunidad


internacional intensificaron las protestas, y el respaldo del Ejército de Guatemala se fue
desvaneciendo, hasta que siete días después del golpe, Jorge Serrano Elías huyó del país con destino
a Panamá. El entonces vicepresidente Gustavo Espina Salguero tomó posesión del cargo por tres
días, hasta que el 5 de junio el Congreso eligió a Ramiro de León Carpio como nuevo Presidente de
la República y el 6 de junio, de León Carpio asumió como nuevo presidente de la República.
Acuerdos de paz 1996

Acuerdo de paz 1996 Guatemala vivió un conflicto armado interno, en el cual se manifestaron actos
de crueldad, desprecio a la vida y a la dignidad de la población guatemalteca, a través de métodos
han causado horror, por lo que el país ha buscado formas de no repetición y una justicia de
transición.

Después de 36 años de conflicto armado interno que vivió la población guatemalteca, finalmente el
29 de diciembre de 1996 se llevó a cabo en Guatemala la firma de la paz firme y duradera entre la
Unidad Nacional Revolucionaria Guatemalteca (URNG) y el Estado de Guatemala, acontecimiento
que puso fin al conflicto.

El Acuerdo de Paz Firme y Duradera, firmado el 29 de diciembre de 1996, introduce las bases
necesarias para un desarrollo en paz y augurar un futuro moderno para el país.

El acuerdo contiene 17 puntos, ante todo, declaraciones de voluntad política. La adhesión a los
principios orientados a garantizar y proteger la plena observancia y el respeto de los derechos
humanos, el compromiso de investigar las violaciones de los derechos humanos ocurridos en el
marco del enfrentamiento interno para contribuir a fortalecer el proceso de conciliación nacional y la
democratización en el país, el reconocimiento de la identidad y derechos de los pueblos indígenas
como base para la construcción de una nación multiétnica, pluricultural y multilingüe. Forma parte
del catálogo de objetivos políticos la necesidad de un desarrollo socioeconómicos participativo
orientado al bien común. Lograr una situación social más justa se relaciona con la necesidad de un
sistema fiscal más equitativo y eficiente. Erradicar la pobreza y el desempleo, mejorar la salud, la
educación y capacitación y la seguridad social son consideradas tareas prioritarias del desarrollo.
Otro aspecto planteado es la reforma del Estado y del Ejército.

Al costado encuentra los enlaces a 14 documentos que forman parte de los Acuerdos de Paz.

La importancia del Acuerdo de Paz Firme y Duradera radica en constituir el instrumento jurídico por
medio del cual se pone fin a un conflicto armado de más de tres décadas, el segundo más antiguo de
América Latina. O sea que constituye el medio formal por el que se logra hacer realidad la
dimensión negativa de la noción amplia de paz: la ausencia de conflicto armado. Así como sirve de
medio formal para dar culminación al enfrentamiento armado, también es el medio legal fundante
para el inicio de un proceso incesante de construcción de la paz en sentido amplio, o sea una paz con
dimensiones positivas.

El acuerdo es una síntesis de los instrumentos suscritos en la fase de pláticas directas del proceso de
paz guatemalteco. Es por ello, que puede observarse que en el acuerdo final se repiten, de manera
concisa, aspectos que fueron abordados por los acuerdos parciales suscritos con anterioridad, de esa
forma, no encontramos aspectos novedosos, respecto de los abordados durante el desarrollo del
proceso de paz.

El acuerdo se compone de dos partes bien diferenciadas, a saber: la parte considerativa o preámbulo;
y el cuerpo del instrumento que cuenta con cuatro capítulos.
Citando la parte considerativa del acuerdo, se puede advertir los principios que han fundamentado su
suscripción. Veamos:

"Considerando
Que con la suscripción del presente Acuerdo se pone fin a más de tres décadas de enfrentamiento
armado en Guatemala, y concluye una dolorosa etapa de nuestra historia.
Que a lo largo de los últimos años, la búsqueda de una solución política al enfrentamiento armado
ha generado nuevos espacios de diálogo y entendimiento dentro de la sociedad guatemalteca.
Que de aquí en adelante empieza la tarea de preservar y consolidar la paz que debe unir los
esfuerzos de todos los guatemaltecos.

Que para ese fin el país dispone con los Acuerdos de Paz de una agenda integral orientada a superar
las causas del enfrentamiento y sentar las bases de un nuevo desarrollo.
Que el cumplimiento de estos acuerdos constituye un compromiso histórico e irrenunciable.
Que para conocimiento de las generaciones presentes y futuras es conveniente recoger el sentido
profundo de los compromisos de paz".

Ya en el cuerpo del acuerdo de paz se contempló el capítulo I, destinado para definir los conceptos
básicos abordados durante el proceso de paz. Esta parte advierte, de manera concisa, los resultados
de las negociaciones respecto a temas particulares que fueron objeto de tratamiento en la mesa de
negociaciones, según el temario que se acordó en el Acuerdo del procedimiento para la búsqueda de
la paz por medios políticos.

El capítulo II se refiere a la vigencia e integración de los acuerdos logrados en el proceso de paz.


Aquí se establece que quedan integrados al Acuerdo de Paz Firme y Duradera los acuerdos parciales
que se suscribieron con base en el Acuerdo Marco sobre Democratización para la Búsqueda de la
Paz por Medios Políticos y los acuerdos que se suscribieron a raíz del proceso de pacificación
emprendido luego de suscribirse el Acuerdo Marco para la Reanudación del Proceso de
Negociación.
Los acuerdos integrados son:
• El Acuerdo Global sobre Derechos Humanos;
• El Acuerdo para Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el Enfrentamiento
Armado;
• El Acuerdo sobre el Establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las
Violaciones a los Derechos Humanos y los Hechos de Violencia que han causado
Sufrimiento a la Población Guatemalteca;
• El Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas;
• El Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria;
• El Acuerdo sobre fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad
Democrática;
• El Acuerdo sobre el Definitivo Cese al Fuego;
• El Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral;
• El Acuerdo sobre Bases para la Incorporación de URNG a la Legalidad; y
• El Acuerdo sobre Cronograma para la Implementación, Cumplimiento y Verificación de los
Acuerdos de Paz.

Con excepción del Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, que entró en vigencia a partir del 29
de marzo de 1994, el Acuerdo de Paz Firme y Duradera y el resto de acuerdos que fueron
integrados, tomaron vigencia desde el 29 de diciembre de 1996.

El capítulo III está destinado para hacer un reconocimiento a la contribución recibida de parte de la
Comisión Nacional de Reconciliación, de la Asamblea de la Sociedad Civil y de las Naciones
Unidas. En esta parte también se "valora" el acompañamiento del Grupo de Países Amigos del
Proceso de Paz.

El capítulo IV contiene dos disposiciones finales, una que se refiere a que la vigencia del Acuerdo
de Paz Firme y Duradera empieza en el momento de su suscripción; y, la otra, donde se establece
que al acuerdo se le dará la más amplia divulgación.

El acuerdo de Paz Firme y Duradera constituye un cuerpo legal complejo, puesto que el mismo no
sólo está compuesto por la parte considerativa y los cuatro capítulos subsiguientes, sino que,
además, lo integran los diez acuerdos suscritos en la fase de pláticas directas del proceso de paz y
que se enunciaron con anterioridad. Integrar todos los acuerdos es parte de la lógica de pretender
buscar soluciones integradoras a problemas complejos.

V.2 Características del acuerdo


A raíz de un detenido análisis realizado sobre el Acuerdo de Paz Firme y Duradera, se advierten
variadas características. Veamos:
• El acuerdo constituye el instrumento formal para dar finalización a un largo conflicto armado
y la base legal para el inicio de un proceso incesante de construcción de la paz, en sentido
amplio, o sea con dimensiones positivas;
• En cuanto a su forma, el Acuerdo de Paz Firme y Duradera es un instrumento jurídico
desarrollado con simplicidad. Es fácil de comprender y divulgar;
• El acuerdo constituye la síntesis de un conjunto de acuerdos particulares suscritos a lo largo
de un complejo proceso de paz;
• El acuerdo es un instrumento integrador de los acuerdos suscritos a lo largo del proceso de
paz;
• A excepción del Acuerdo Global sobre derechos humanos, el acuerdo es un instrumento
medio para la vigencia de los acuerdos suscritos en el proceso de paz;
• El acuerdo está fuertemente informado por una noción de vigencia integral de los derechos
humanos. Se informa, inclusive, en los principios que forman parte del contenido de los
derechos humanos de solidaridad. Ello indica que se ha basado en una concepción
maximalista de paz;
• El Acuerdo de Paz Firme y Duradera, conjuntamente con el Acuerdo sobre Cronograma para
la Implementación, Cumplimiento y Verificación de los Acuerdos de Paz, fue suscrito en la
Ciudad de Guatemala, hecho que puede considerase como símbolo de la confianza lograda
entre las partes del proceso; y El acuerdo, conjuntamente con los instrumentos que integra,
ha pasado a formar parte de los contenidos de programas de educación, conforme lo manda
una de las disposiciones finales del mismo.

V.3 Naturaleza del acuerdo

• Para determinar la naturaleza del Acuerdo de Paz Firme y Duradera es suficiente


categorizarlo como un acuerdo de pacificación, debiendo repararse que la paz que se ha
pretendido alcanzar con este instrumento pacificador, no se reduce a un armisticio, sino a un
estado de armonía tal, que permita al pueblo guatemalteco forjar un desarrollo no excluyente.
De tal forma, el acuerdo constituye un medio de oposición a expresiones de violencia directa
e indirecta.
• Ahora bien, si deseamos resaltar los rasgos que caracterizan al acuerdo, atendiendo a las
distintas modalidades que pueden asumir los acuerdos, conforme la posición que asumimos
en el parágrafo II.3.1, puede establecerse que ese instrumento jurídico es un acuerdo de
paz bilateral cerrado, o sea que se suscribió entre dos partes que estuvieron en conflicto, no
existiendo la posibilidad de ampliarse a la suscripción posterior de otro ente, pues sólo
fueron dos las partes en conflicto y sólo a ellos incumbía poner fin al conflicto armado en el
que se encontraban envueltos.
• Con el acuerdo se pone fin a un conflicto armado desarrollado dentro de límites geográficos
estrictamente internos. Sin embargo, el hecho de poner fin a un conflicto armado interno, no
es obstáculo para dejar de considerar que éste es un acuerdo que entraña repercusiones
internacionales. Si el acuerdo hubiese sido suscrito por las partes y, luego, no hubiesen sido
aprobado por el Congreso de la República, como correspondía según el procedimiento
normativo interno guatemalteco, se hubiera comprometido muy seriamente la
responsabilidad del Estado frente a la comunidad internacional. Los acuerdos no son
simplemente eventuales obligaciones políticas o morales, revestidos de buena fe, sino
compromisos vinculantes que tienen un particular carácter internacional, pues para
alcanzarlos se activaron mecanismos internacionales de mediación, de apoyo y de
verificación internacional. Desde el momento en que organismos internacionales, países
amigos y la comunidad internacional tuvieron participación en los acuerdos de paz,
tácitamente se aceptaron las repercusiones internacionales del conflicto.
• El acuerdo, además, tiene tanto contenidos sustantivos, estableciendo posibles soluciones a
las causas del conflicto armado y sentando las bases de transformación y modernización de
la sociedad, como contenidos procedimentales u operativos, pues el instrumento regula la
incorporación de los alzados en armas a la vida civil. Unificar estos dos contenidos forma
parte de la lógica de pretender encontrar "soluciones integradoras".
• En resumen, puede advertirse que el Acuerdo de Paz Firme y Duradera es un acuerdo de
pacificación bilateral cerrado que aborda tanto temas sustantivos como operativos y que
pone fin a un conflicto armado interno. En sí, constituye una agenda integral para superar las
causas del enfrentamiento armado y sentar las bases para un nuevo desarrollo.

V.4 Beneficiarios del acuerdo


El Acuerdo de Paz Firme y Duradera tiene como principal beneficiario al pueblo guatemalteco. Este
instrumento jurídico constituye la expresión del derecho de un pueblo a vivir y desarrollarse en paz.

Es obvio, que cuando en el acuerdo se pretende encontrar soluciones sociales integradoras, los
integrantes del pueblo guatemalteco son los principales favorecidos por la suscripción del mismo.
Ello hace advertir que, salvo contadas excepciones, los suscribientes del acuerdo, por iniciativa
propia o en virtud de los aportes efectuados por importantes instancias como la Asamblea de la
Sociedad Civil, trataron de recoger los intereses del pueblo para replantear fórmulas para motivar un
proceso de desarrollo que permita a los habitantes del país tener acceso a medios de satisfacción a
sus necesidades que contribuyan a alcanzar la plena dignificación de todos los integrantes del pueblo
y con ello negar la posibilidad de que los excluidos retomen las armas.

Si el acuerdo tiene como beneficiarios a todos los guatemaltecos, puede inferirse que el
guatemalteco, considerado individualmente, es igualmente beneficiario de este instrumento jurídico,
pues el instrumento también puede servir de fundamento para propiciar el desarrollo individual de
cada guatemalteco.

El Estado guatemalteco, quien en representación del pueblo guatemalteco ejercitó el derecho a la


paz, fue beneficiado por la suscripción del acuerdo. Este Estado ya no llevará sobre sus espaldas la
responsabilidad de dar seguimiento a una guerra sucia que provocó señalarlo reiteradamente como
violador de derechos fundamentales.

En el acuerdo se ha establecido un afortunado marco legal para replantear un nuevo proyecto de


país. Dentro de ese marco, Tania Palencia Prado considera que el Estado de Guatemala es el
principal beneficio del proceso guatemalteco de paz, veamos cómo fundamenta su posición:
"El Estado de Guatemala es el principal beneficiario de este largo ciclo de negociaciones de paz. Se
está reconstruyendo el marco legal e institucional para propiciar el surgimiento de redes de
intercomunicación entre el Estado y la sociedad sin las cuales no se sostienen ninguna fuerza
hegemónica de poder. El ejército ha dejado de ser esta fuerza de poder. Ha llegado al fin del período
durante el cual se mantuvo una ruptura casi absoluta entre los militares, los grupos de poder político
y los grupos de poder económico".

La humanidad, también, se ha beneficiado de que hayan culminado expresiones de violencia física y


se sienten las bases para acabar con expresiones de violencia estructural (que impliquen un estado de
violencia latente). El interés de la comunidad internacional por colaborar en la búsqueda de una
solución pacífica al conflicto armado guatemalteco testimonia que la culminación del conflicto no
sólo era del interés del pueblo o del Estado guatemalteco, sino de toda la comunidad internacional
organizada a quien se le ha atribuido la legítima representación de los intereses de la humanidad.

V.5 El acuerdo como expresión del efectivo ejercicio del derecho a la paz
Aunque en el Acuerdo de Paz Firme y Duradera no se establezca, de manera expresa, que el pueblo
guatemalteco tiene derecho a la paz, y menos que ese derecho tenga el carácter de derecho humano,
se puede inferir que el acuerdo constituye una expresión del ejercicio del derecho a la paz, toda vez
que se ha planteado alcanzar la paz cómo máximo valor humano y, además, en el mismo se han
abordado aspectos que dan contenido a este derecho humano, tal como la plena vigencia de los
derechos humanos como mecanismo eficaz para lograr la sostenibilidad de la paz.

Además, se han atacado las causas del mismo desde sus raíces; se ha tratado de negarle cabida a
todo tipo de violencia; se ha reafirmado el derecho de un pueblo a vivir en condiciones que permitan
su pleno desarrollo; y han impulsado las instancias de diálogo como manera de dar solución a los
conflictos. El acuerdo representa, para los guatemaltecos, la posibilidad de desarrollar un nuevo
estilo para solucionar conflictos.

La adopción de instrumentos jurídicos como el Acuerdo de Paz Firme y Duradera justifica la


emergencia del derecho a la paz, pues con ello este derecho se presenta no como un exceso de
abstracción, sino como una respuesta jurídica a expresiones de violencia, que efectivamente pueden
ser superadas, mediante mecanismos pacíficos.

V.5.1 Importancia de la suscripción del acuerdo y su contribución a reforzar el


derecho a la paz
El proceso de paz guatemalteco ha dado preeminencia a la vigencia (normativa y sociológica) de los
derechos humanos como mecanismo para propiciar el logro de una paz sólida. El respeto de los
derechos humanos ha sido considerado como contenido de la paz que se ha pretendido alcanzar. De
esa forma, la paz le quita justificación a toda violación a los derechos humanos, anteriormente la
sistemática violación de los derechos humanos se escudaba en la existencia de un conflicto armado.
El Acuerdo de Paz Firme y Duradera, en particular, constituye un importante aporte a la
consolidación del derecho humano a la paz, pues de manera especial reafirma los postulados que
dan contenido a este derecho humano colectivo. Además de ser el medio formal para poner fin a
expresiones de violencia directa, constituye la base para iniciar el proceso que logre poner fin a toda
expresión de violencia indirecta.

Retomando lo abordado en el subparágrafo II.5.1 donde se establecieron los aspectos que le otorgan
contenidos propios del derecho humano a la paz, se puede asumir que el Acuerdo de Paz Firme y
Duradera constituye una expresión del derecho a la paz por lo siguiente:
• El acuerdo es expresión del ejercicio del derecho a contribuir a los esfuerzos por la paz. Ese
derecho fue ejercitado por los actores directos (las dos partes y terceros -buenos oficiantes y
mediadores-) y actores indirectos (sectores miembros de la Asamblea de la Sociedad Civil)
que intervinieron en el proceso.
• El acuerdo es expresión del derecho de todo un pueblo, y de quien ejercita ese derecho en
representación del pueblo, de oponerse a actos de violencia o negar la posibilidad de que se
perpetren actos de violencia (física o estructural).
• El acuerdo, al abordar una variedad de aspectos estructurales, es expresión del derecho a
esforzarse por lograr un ambiente de paz que permita a los guatemaltecos, considerados
individualmente o como integrantes de un pueblo, dar satisfacción plena a sus necesidades y
el total respeto de los derechos humanos individuales y colectivos.

Es lógico pensar, entonces, que el Acuerdo de Paz Firme y Duradera, conjuntamente con los
acuerdos que integra, constituye un importante aporte en el camino hacia la consolidación de los
derechos humanos de solidaridad, y del derecho a la paz, de manera especial, pues en éste se han
abordado aspectos que dan contenido a estos derechos. Este acuerdo demuestra que el surgimiento
del derecho a la paz no constituye un exceso de idealismo, pues pueden crearse mecanismos eficaces
que hagan de la paz un valor alcanzable.
Caso de La Linea

El Caso de «La Línea» es un proceso judicial por corrupción en Guatemala iniciado el 16 de abril de
2015 cuando el Ministerio Público de Guatemala y Comisión Internacional contra la Impunidad en
Guatemala involucró a varios altos funcionarios del gobierno de Otto Pérez Molina, en funciones en
ese momento, incluyendo el capitán retirado Juan Carlos Monzón (secretario privado de la entonces
vicepresidencia) y directores de la Superintendencia de Administración Tributaria de Guatemala en
una sofisticada red de contrabando en las aduanas de ese país centroamericano.

Por este caso, en 2020, ya fueron condenados empresarios que usaron la estructura criminal para
evadir impuestos y se les impuso una pena de 3 años con 4 meses de prisión conmutables, también
una multa de Q.33 mil 333 e inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos siendo estos Miao
Miao, Zoumin Mai, Eder Eli Leiva Hernández, Antoun Batach Mksoud, Sookhwa Jung Kyung Rang
Hong, IL Kim, Mirna Lucrecia Montenegro Armas, Zhonlang Huang, Zhixiang Chen, Hugo Jo Hu,
María Olimpia Oliva Vivar, Fang Meiyu, Augusto René Castillo López, Jae Uk An.

Salvador González ,alias Eco, en febrero de 2017 fue condenado a 7 años de prisión totales,
divididos en tres crímenes: 2 años 8 meses por asociación ilícita, 2 años 9 meses 10 días por casos
especiales de defraudación aduanera, y 1 año 1 mes y 10 días de prisión por cohecho pasivo.

El 17 de enero de 2022 inició el juicio contra Otto Pérez Molina, Roxana Baldetti y otros implicados
dentro del caso y se extendió hasta octubre de ese mismo año, según información del Ministerio
Público la carpeta judicial del caso incluye 625 pruebas documentales (correos electrónicos,
informes financieros y estados de cuenta bancarias), de ahí que se fijaron tres días a la semana para
las audiencias.

El Caso de La Línea formó parte de la Alianza para la prosperidad del Triángulo Norte de la
América Central promovida por la administración de Barack Obama en Guatemala, El Salvador y
Honduras y que —aunque presentada como una estrategia para impulsar el desarrollo de la región
para paliar la crisis migratoria de Guatemala, Honduras y El Salvador— era parte de una estrategia
de los Estados Unidos para mantener su hegemonía histórica en Centroamérica, siendo ésta
amenazada por la construcción del Canal de Nicaragua que está realizando la empresa china «HK
Nicaragua Canal Development» y las exploraciones mineras en la región por parte de empresas
rusas.

Al momento de descubrirse el caso, Monzón se encontraba en Seúl, acompañando por la entonces


vicepresidenta Roxana Baldetti —a quien le fue conferido un doctorado honoris causa en esa ciudad
por su trabajo social―. Cuando se enteró de los cargos contra él, Monzón emprendió la fuga; otros
involucrados fueron capturados en Guatemala. Algunos de ellos obtuvieron su libertad al cabo de
unos pocos días debido a una medida sustitutiva que les otorgó la jueza guatemalteca Marta Sierra
de Stalling, aunque el Ministerio Público accionó inmediatamente para impugnar dicha medida y los
regresó a prisión, junto con la jueza Sierra de Stalling.

Tras pasar una semana de que se hicieron los anuncios, la atención se centró en las figuras de Pérez
Molina y Baldetti, al punto que se organizó una manifestación de protesta para exigir la renuncia al
derecho de antejuicio del presidente y la renuncia al cargo a la vicepresidenta el 25 de abril de 2015
en la Plaza de la Constitución y se corrieron rumores de una posible paralización de la Ciudad de
Guatemala el 27 de abril de 2015. Incluso cuando el presidente solicitó al secretario general de las
Naciones Unidas la extensión del mandato de la CICIG (Comisión Internacional contra la
Impunidad en Guatemala) hasta septiembre de 2017 como resultado de estas protestas, la presión
sobre el Gobierno no se aplacó porque ni el Ministerio Público ni la CICIG habían reportado
nombres de ninguna de las empresas que habrían utilizado los servicios de «La Línea» para
defraudar al fisco guatemalteco.

Se organizaron marcha multitudinarias por medio de las redes sociales, las cuales demostraron su
repudio hacia el Gobierno y hacia los partidos políticos del país. Es de destacar que estas
organizaciones fueron espontáneas, pues en Guatemala a pesar de que algunas acciones tengan a la
población a punto de un estallido social, no hay quien organice dicho estallido en forma efectiva por
falta de credibilidad a todos los actores políticos del país. Por otro lado, aunque no hubo
organización política que hiciera estallar todo el malestar acumulado, las élites tradicionales del
país, preocupadas por la situación actual y considerando que el polvorín social podría estallar
muchísimo más, organizaron una lucha frontal contra la corrupción de los funcionarios públicos y
obligaron a estos a extender la permanencia de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en
Guatemala, logrando que el malestar de la población se dirigiera hacia el Gobierno y en especial
hacia la entonces vicepresidenta, Roxana Baldetti Elías, quien fue obligada a renunciar el 8 de mayo
de 2015, aunque muchos consideraban que existía corrupción generalizada en el país desde hacía
décadas y que eso es lo que se debería de haber afrontado desde mucho tiempo atrás.

Se denunció que en el sistema político existía un grupo de personas a quienes les resultaba más
barato utilizar los servicios de estructuras como La Línea que realizar los pagos legales que deberían
hacerle al fisco por sus ganancias, con la excusa de que los impuestos se los roban los políticos
corruptos, y por lo tanto, preferían robárselos ellos a cambio de darles una parte a funcionarios de
gobierno. Esta corrupción llevaría a los empréstitos con intereses onerosos y a las medidas de
austeridad que el Gobierno se había visto obligado a emprender para cumplir con sus obligaciones
por la falta de recaudación eficiente, lo que agravaba la pobreza del resto de la población.

El 20 de mayo de 2015 se presentó un caso en contra de la junta directiva del Instituto Guatemalteco
de Seguridad Social (IGSS) cuyos integrantes fueron capturados por supuestas anomalías en un
contrato que el seguro social firmó con la empresa farmacéutica PISA, por medio de la cual se
brindaron servicios a pacientes con enfermedades renales. En total hubo dieciséis capturas, entre
ellas la del presidente de junta directiva del IGSS, Juan de Dios Rodríguez, quien fue detenido por
fraude y que había sido secretario privado de, Otto Pérez Molina; otro de los capturados fue Otto
Molina Stalling, hijo de la presidenta de la Cámara Penal de la Corte Suprema de Justicia de
Guatemala —CSJ—, Blanca Stalling. Otto Molina Stalling fungía como subgerente financiero del
IGSS en 2014, y fue detenido por asociación ilícita, cobro ilegal de comisiones y tráfico de
influencias. Según la investigación, los detenidos se concertaron «con el ánimo de obtener
beneficios económicos ilícitos a cambio de la adjudicación de un contrato millonario a la Empresa
PISA, que no llenaba los requisitos, ni contaba con estructura básica para brindar el servicio a
pacientes renales del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social» y se habrían quedado con el 15 %
del total del monto del contrato, el cual asciende a los 116 millones de quetzales. El 14 de octubre de
2021 la Corte Suprema de Justicia confirmó una sentencia absolutoria en contra de los acusados,
considerando que el Ministerio Público no presentó los indicios suficientes para emitir una condena.

El 21 de agosto de 2015, un juez giró una orden de captura contra la exvicepresidenta Roxana
Baldetti y una solicitud de antejuicio contra el presidente Otto Pérez Molina por los delitos de
cohecho pasivo, asociación ilícita y caso especial de defraudación aduanera. En la conferencia de
prensa que ambas entidades dieron ese mismo día, informaron que evidencias obtenidas durante los
operativos del 16 de abril de 2015 demostraron que Juan Carlos Monzón no era el líder de «La
Línea», sino que lo habrían sido el presidente y la exvicepresidenta; es más, sugirieron que ambos
habrían estado involucrados en la red desde antes de ser electos como gobernantes.

Baldetti fue enviada a prisión preventiva a la cárcel de Santa Teresa luego de pasar varios días en la
cárcel del cuartel de Matamoros y la ciudadanía convocó a un Paro Nacional cuando se escuchó la
voz del presidente, en una interceptación telefónica anterior, durante la audiencia legal que se le
estaba siguiendo a Baldetti y que lo incriminaban en el caso de defraudación aduanera. Finalmente,
el 2 de septiembre de 2015 Pérez Molina presentó su renuncia, la cual fue aceptada por el Congreso
de la República el 3 de septiembre, y ese mismo día fue juramentado el licenciado Alejandro
Maldonado Aguirre como el nuevo presidente de la República que había sido designado
vicepresidente ante la renuncia de Baldetti.

En un giro sorpresivo, el lunes 5 de octubre de 2015, Juan Carlos Monzón se entregó a las
autoridades y confesó ser miembro de la estructura, aunque no ser el líder de la misma, pues en el
gobierno del Partido Patriota, nada se hacía sin la autorización de Pérez Molina o Baldetti Elías; dijo
también que estaba dispuesto a colaborar, siempre y cuando se le diera protección a él y a su familia.

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