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ESTRATEGIAS PUBLICITARIAS

ESTRATEGIA

Una estrategia es el conjunto de acciones que se implementarán en un contexto determinado


con el objetivo de lograr el fin propuesto.

Una estrategia es plausible de ser aplicada y necesaria en diferentes ámbitos, como puede ser
el militar y el empresarial, por nombrar tan sólo algunos de los más comunes y corrientes para
nosotros.

En el campo puramente militar, la estrategia se entiende como el arte, de dirigir las


operaciones militares en un enfrentamiento armado y claro, llevarlas a buen puerto para
conseguir la victoria que es en este caso, el militar, el tan ansiado fin de la estrategia. La
persona que tenga a cargo una operación militar deberá ocuparse, como parte integrante de
la estrategia, del planeamiento y la dirección de la campaña bélica, así como también de la
disposición y el movimiento de las fuerzas propias, tanto en su propio campo como y lo más
importante, en territorio enemigo, que suele el terreno más peligroso y proclive a ser atacado
sino existe una buena planificación al respecto. Y junto con la táctica y la logística, se dice que
la estrategia es una de las tres patas que conforman el arte de la guerra.

Y por el otro lado, en el terreno empresarial, lo que suelen implementar las empresas para
cumplir efectivamente con la consecución de sus metas y fines, es lo que se denomina plan
estratégico, que no es otra cosa que un documento oficial que emitirá la propia empresa a
través del cual, sus responsables, plasmarán la estrategia que seguirán en el corto plazo, por
esto es que un plan de este tipo tiene una vida útil de aproximadamente unos 5 años como
máximo. En el plano financiero, la estrategia involucra el uso de los recursos disponibles en
inversiones variadas en el contexto del menor riesgo posible. Por otra parte, en el ámbito
laboral, la estrategia permite una mejor rentabilidad del recurso humano, en relación con la
producción de los empleados y su óptimo rendimiento.
Pero la estrategia, además de ser esencial en estos casos como expusimos, también lo es para
un juego, ya sea este un juego de tipo mesa como es el caso del ajedrez, en el cual la
inteligencia y la estrategia van de la mano. Con esta misma línea de pensamiento, estos
conceptos se aplican en un juego en equipo, como es el caso del fútbol, que implicará también
además del despliegue físico, la implementación de una estrategia, generalmente y siempre
en manos del entrenador, para ganar un partido. En este deporte en particular, la estrategia
suele ser más que relevante, ya que una correcta disposición sobre el campo de juego facilita
que incluso conjuntos que son más débiles puedan lograr una victoria sobre equipos de
menor nivel técnico y físico. Así, una estrategia de cuidado del balón y de adecuado
despliegue defensivo ha permitido que escuadras de escasa capacidad ofensiva lograran
empates o incluso triunfos en terrenos de juego enormemente difíciles y contra equipos de
poderío histórico. La homología entre la estrategia militar y la estrategia aplicada en un
partido de fútbol ha dado lugar a la aplicación de motes o apodos a los jugadores que
claramente se han originado de la jerga de la milicia (“mariscal”, “gladiadores” o, inclusiva y
con contudencia, “estratega”…)

TÁCTICA

Se conoce con el término de Táctica al conjunto de métodos utilizados para lograr la


concreción de un objetivo.
Casi siempre al concepto de táctica se lo suele confundir con el de estrategia y es porque hay
una muy delgada línea de separación entre ambos. Para poder utilizarlos correctamente y
no indistintamente como suele suceder es útil saber que la principal diferencia es que táctica
implica una acción más específica, por ejemplo, a instancias de un enfrentamiento militar,
reducir a punto cero las fuerzas militares rivales será la estrategia y la táctica es la acción
realizada en un lugar concreto, un ataque sorpresa a las instalaciones militares, entre otros.

En tanto y a propósito de esto, será en el ámbito militar en el cual más se emplea el concepto,
dado que originalmente allí la táctica será la acción o método que se emplea a la hora de
tener que enfrentar a un enemigo en el marco de una batalla o enfrentamiento bélico y que
este plan elegido sea el que mejores resultados se considera puede llegar a producir.
Pero, en la actualidad, la táctica ha dejado de ser un concepto eminentemente vinculado al
contexto militar y otros tantos campos de acción lo han adoptado como propio, añadiéndole
nuevas aristas pero manteniendo siempre la esencia del mismo.
La economía, el comercio, los juegos de cualquier tipo, el deporte, la navegación y la
negociación son algunos de los ámbitos que emplean activamente tácticas.
Por ejemplo, en materia económica, de negocios y hasta del comercio, la táctica será una de
las principales herramientas a disposición de gerentes, dueños, etc., con la cual se contará
para poder llevar a cabo un buen negocio, es decir, el empleo de la táctica, consciente,
meditada y previamente pensada para por ejemplo darle una nueva cara a un producto o
servicio que lleva ya largo tiempo en el tiempo y que necesita una renovación para recuperar
clientes o en su defecto, aquellos métodos estudiados para lograr el éxito inmediato en el
marco del lanzamiento de un producto o servicio, hoy en día, hacen de la táctica un elemento
esencial para el mundo de las finanzas, economía y comercial.
Asimismo, en el deporte, la táctica resulta ser un aspecto fundamental cuando se quiere
imponer al rival en algún juego, partido.
También, en las relaciones interpersonales y a instancias por ejemplo de la resolución de
conflictos la táctica será determinante, porque en una discusión, oír al oponente siempre
resultará ser una de las mejores tácticas a implementar.
Marketing táctico vs. marketing estratégico
Según lo visto hasta ahora, una estrategia es un plan para alcanzar una meta específica,
mientras que una táctica consiste en los medios que usas para alcanzar esta meta. En
negocios, la estrategia es una meta amplia, como el aumento en las ventas o en la
participación de mercado o la creación de una imagen particular para tu negocio. Las tácticas
para crear imagen o marca podrían incluir el uso de precios para establecerte como accesible
o de gama alta.

Marketing estratégico

El marketing estratégico consiste en la venta de tu producto de forma que alcances una meta.
Las metas pueden incluir aumento en ventas, ingresos, participación de mercado,
segmentación de mercado o la creación de una nueva marca o posicionamiento en el
mercado. Un ejemplo de una estrategia de marketing sería mantener tus ingresos actuales
con menos publicidad o usando menos ocasiones. A pesar de que las metas del marketing
estratégico pueden ser conceptuales, trata de hacerlas lo más específicas que puedas. Por
ejemplo, en vez de establecer una meta de aumento de ventas, establece un determinado
porcentaje de aumento o un segmento específico de mercado, como las mujeres, las personas
mayores o padres de familia. Parte del marketing estratégico incluye ajustar tus precios,
posicionamiento y productos o servicios actuales para ayudar a alcanzar tus objetivos.

Marketing táctico

Una vez que tengas metas, incluyendo estrategias específicas para cumplir tus metas,
determina cómo implementarás estas estrategias. Si deseas incrementar tus ingresos, una
táctica puede ser aumentar tus precios y rediseñar la marca de un producto o servicio. Si
deseas aumentar tu participación de mercado entre consumidores preocupados por su salud,
podrías empezar a patrocinar eventos deportivos o publicitar en revistas de salud y ejercicio.
Conoce a tus clientes
Para crear tácticas que apoyen tus estrategias de marketing, crea perfiles detallados de tus
clientes. Conoce las edades, géneros, estados civiles, ubicación geográfica, nivel de educación,
estado parental y otra información sobre tus clientes actuales, así como de los clientes que
desees atraer. Sin esta información, puede ser difícil crear estrategias e incluso más difícil
ponerlas en práctica. Conocer las características demográficas de tu cliente ayudará a escoger
los canales correctos de marketing, como los medios de publicidad, para alcanzar tus clientes.

Canales de marketing

Usa diversos canales de marketing para implementar las tácticas. La selección de los correctos
medios de publicidad, relaciones públicas, marketing deportivo y canales de distribución son
críticos para crear tácticas efectivas. Por ejemplo, si tu estrategia para aumentar ingresos es
posicionar y darle un precio de alta gama a tus zapatos pero vendes los zapatos en tiendas de
descuento, tu táctica no apoyará de manera efectiva a tu estrategia. Si una de tus estrategias
es aumentar las ventas entre mujeres solteras, patrocinar una maratón de mujeres de 5 km y
ligas de tenis pueden ser tácticas efectivas.

ESTRATEGIAS Y TÁCTICAS DE MARKETING

Las estrategias de marketing, también conocidas como estrategias de mercadotecnia,


estrategias de mercadeo o estrategias comerciales, consisten en acciones que se llevan a cabo
para alcanzar determinados objetivos relacionados con el marketing, tales como dar a
conocer un nuevo producto, aumentar las ventas o lograr una mayor participación en el
mercado.
Para formular o diseñar estrategias de marketing, además de tomar en cuenta nuestros
objetivos, recursos y capacidad, debemos previamente analizar nuestro público objetivo, de
tal manera que en base a dicho análisis podamos, por ejemplo, diseñar estrategias que nos
permitan satisfacer sus necesidades o deseos, o que tomen en cuenta sus hábitos o
costumbres.
Pero además de analizar nuestro público objetivo, también debemos previamente analizar la
competencia, de tal manera que en base a dicho análisis podamos, por ejemplo, diseñar
estrategias que nos permita aprovechar sus debilidades, o que se basen en las estrategias que
estén utilizando y que mejores resultados les estén dando.
Para una mejor gestión de las estrategias de marketing, éstas se suelen dividir o clasificar en
estrategias destinadas a 4 aspectos o elementos de un negocio: estrategias para el producto,
estrategias para el precio, estrategias para la plaza (o distribución), y estrategias para la
promoción (o comunicación). Conjunto de elementos conocido como las 4 Ps o la mezcla (o el
mix) de marketing.

Veamos a continuación algunos ejemplos de estrategias de marketing que podemos aplicar


para cada elemento que conforma la mezcla de marketing:

Estrategias para el producto

El producto es el bien o servicio que se ofrece o vende a los consumidores. Algunas


estrategias que podemos formular relacionadas al producto son:
agregarle a nuestro producto nuevas características, atributos, beneficios, mejoras, funciones,
utilidades, usos.
Cambiarle a nuestro producto el diseño, la presentación, el empaque, la etiqueta, los colores,
el logotipo.
Lanzar una nueva línea de producto complementaria a la que ya tenemos; por ejemplo, si
nuestro producto consiste en jeans para damas, podríamos lanzar una línea de zapatos o
carteras para damas.
Ampliar nuestra línea de producto; por ejemplo, aumentar el menú de nuestro restaurante, o
sacar un nuevo tipo de champú para otro tipo de cabello.
Lanzar una nueva marca (sin necesidad de sacar del mercado la que ya tenemos); por
ejemplo, una nueva marca para nuestro mismo tipo de producto pero dedicada a un público
con mayor poder adquisitivo.
Adicionarle a nuestro producto servicios complementarios; por ejemplo, la entrega del
producto a domicilio, la instalación del producto, el servicio técnico o de mantenimiento,
garantías, políticas de devoluciones.

Estrategias para el precio

El precio es el valor monetario que le asigna al producto al momento de ofrecerlo o venderlo a


los consumidores. Algunas estrategias que podemos diseñar relacionadas al precio son:
Lanzar al mercado un nuevo producto con un precio bajo con el fin de lograr una rápida
penetración, una rápida acogida o hacerlo rápidamente conocido.
Lanzar al mercado un nuevo producto con un precio alto con el fin de aprovechar las compras
hechas como producto de la novedad del producto.
Reducir nuestros precios con el fin de atraer una mayor clientela o incentivar las ventas.
Aumentar nuestros precios con el fin de lograr un mayor margen de ganancia.
Reducir nuestros precios por debajo de los de la competencia con el fin de bloquearla y
ganarle mercado.
Aumentar nuestros precios por encima de los de la competencia con el fin de crear en
nuestros productos una sensación de mayor calidad.
Ofrecer descuentos por pronto pago, por volumen o por temporada.

Estrategias para distribución

La distribución hace referencia a los puntos de venta en donde el producto es ofrecido o


vendido a los consumidores, así como a la forma en que es distribuido o trasladado hacia
dichos puntos de venta. Algunas estrategias que podemos establecer relacionadas a la plaza o
distribución son:
Hacer uso de intermediarios (por ejemplo, agentes, distribuidores, minoristas) con el fin de
lograr una mayor cobertura de nuestro producto.
Abrir un nuevo local comercial.
Crear una página web o una tienda virtual para nuestro producto.
Ofrecer o vender nuestro producto a través de llamadas telefónicas, envío de correos
electrónicos o visitas a domicilio.
Ubicar nuestros productos en todos los puntos de venta habidos y por haber (estrategia de
distribución intensiva).
Ubicar nuestros productos solamente en los puntos de venta que sean convenientes para el
tipo de producto que vendemos (estrategia de distribución selectiva).
Ubicar nuestros productos solamente en un punto de venta que sea exclusivo (estrategia de
distribución exclusiva).
Aumentar el número de vehículos distribuidores o de reparto.

Estrategias para la promoción o comunicación

La promoción o comunicación consiste en dar a conocer, informar o hacer recordar la


existencia del producto a los consumidores, así como persuadir, estimular o motivar su
compra, consumo o uso. Algunas estrategias que podemos aplicar relacionadas a la
promoción o comunicación son:
Ofrecer la oferta de adquirir dos productos por el precio de uno.
Ofrecer la oferta de adquirir un segundo producto a mitad de precio por la compra del
primero.
Trabajar con cupones o vales de descuentos.
Brindar descuentos especiales en determinados productos y en determinadas fechas.
Crear un sorteo o un concurso entre nuestros clientes.
Darle pequeños regalos u obsequios a nuestros principales clientes.
Anunciar en diarios o en revistas especializadas.
Anunciar en sitios de anuncios clasificados en internet.
Participar en una feria o exposición de negocios.
Habilitar un puesto de degustación.
Organizar algún evento o actividad.
Colocar carteles o afiches publicitarios en la fachada del local de nuestra empresa.
Colocar láminas publicitarias en los exteriores de los vehículos de nuestra empresa.
Alquilar espacios publicitarios en letreros o paneles ubicados en la vía pública.
Imprimir y repartir folletos, volantes, tarjetas de presentación
TIPOS DE ESTRATEGIAS PUBLICITARIAS

HISTORIA

En los años cincuenta, los publicitarios fijaban su atención en las características de los
productos y en los beneficios que obtenía el cliente con su uso y/o consumo.

Buscaban lo que Rosser Reeves denominó “la única proposición de venta” (USP).

A finales de los años cincuenta la tecnología complicó encontrar la UPS. Resultaba muy difícil
hallar una diferencia categórica entre los productos. Una avalancha de artículos
“segundones”, aterrizó sobre el mercado. La competencia se intensificó y no siempre era
honesta.

Los años 60 y 70 marcaron la era de la imagen. La reputación era más importante para la
venta de un producto, que las características intrínsecas de éste.

Uno de los arquitectos más representativos de esta era de la imagen fue David Ogilvy: “todo
anuncio es una inversión a largo plazo, en la imagen que se tendrá de la marca”.

Los años 80 marcaron el nacimiento del posicionamiento de los productos. Fue una época
representada por una sociedad sobrecomunicada, en la que se produjeron varias explosiones:
una de medios (para satisfacer la necesidad de comunicación); otra de productos (para
atender nuestras necesidades físicas y psíquicas); y otra publicitaria como consecuencia
lógica. A medida que la eficacia de la publicidad disminuía, su uso aumentaba, no sólo en
volumen, sino también en el número de usuarios.

Para vender ya no bastaba con anunciarse, sino que hacía falta algo más. Lo que se necesitaba
era un posicionamiento en la mente del consumidor, encontrar un hueco en su mente
saturada de mensajes publicitarios, con el fin de ubicar uno de forma diferencial, con las
ventajas y satisfacciones del producto en cuestión.

Los años 90 marcan la era de las estrategias. En esta época no sólo hay que encontrar un
hueco en la mente del consumidor, sino que hay que ser el primero en acceder a ella, a través
de las comunicaciones publicitarias, logrando así un posicionamiento fuerte, coherente y
constante, que se haga con todas las ventas del liderazgo.

ESTRATEGIAS PARA POSICIONARSE

La más normal es la de “ir en contra del líder”, que no significa un choque frontal, sino recurrir
a comparaciones con la competencia ya posicionada, conocida. Se trata de reposicionar a los
competidores. Esto se lleva a cabo desplazando su concepto de posicionamiento, al hacer ver
al consumidor algo de la competencia que le obligue a cambiar de opinión respecto a la
misma y ofrecer en su lugar la nueva idea.

La comparación es eficaz debido a que el consumidor, en el momento que ha de elegir un


producto, en el punto de venta, lo compara con aquellos que ocupan los primeros peldaños
de la escalera de su categoría. La publicidad le ofrece la comparación ya realizada al receptor y
le evita un trabajo. Por supuesto, se la ofrece resuelta a favor del anunciante.

Pero no olvidemos que la Asociación de Autocontrol Publicitario española no permite la


comparación directa entre marcas, tan sólo lo podemos realizar con la generalidad que
compone el mercado concreto. Ha de hacerse limpia y honestamente.

Podemos recurrir a otras estrategias tales como: el alto precio, no sólo para productos de lujo
que el consumidor asume, sino también para productos comunes (el turrón más caro del
mundo), o bajo precio, (el esfuerzo realizado por los productos de marcas blancas, para
aprovechar un hueco en los supermercados); el sexo (Marlboro que ha adquirido una posición
masculina para sus cigarrillos); la edad (posicionarnos segmentando por la edad nuestro
mercado: crema dentífrica para niños); recurrir al momento del día para el uso del producto
(la primera medicina nocturna para el resfriado, el desayuno de los campeones, zumosol
¡buenos días!...); observar la distribución (la primera marca de... que se distribuyó en
supermercados, caso de Febreeze)...

Ahora bien, si lo que se quiere es introducir una categoría de productos desconocida, hay que
colocar una nueva escalera en la mente humana. Pero la mente no tiene espacio para lo
nuevo, a menos que lo relacione con lo antiguo, y por asimilación, penetre en su esquema y,
por acomodación, surja uno nuevo, lo cual explica el aprendizaje.

Tipos de estrategias publicitarias.

ESTRATEGIAS COMPETITIVAS

Su objetivo es quitarle ventas a la competencia.

Estrategias comparativas. Tratan de mostrar las ventajas de la marca frente a la


competencia.
En España por la normativa dispuesta por la Asociación de Autocontrol no se permite la
comparación directa de marcas, aunque la Ley General de Publicidad sí la considera lícita,
siempre y cuando sea veraz en sus comparaciones y no atente contra las normas de
competencia leal.

Estrategias financieras. Se basan en una política de presencia en la mente de los destinatarios


superior a la de la competencia, acaparando el espacio publicitario. Recurren a una publicidad
muy convencional. Sus objetivos se expresan mediante porcentajes de notoriedad, cobertura
de audiencia...

Estrategias de posicionamiento. El objetivo es dar a la marca un lugar en la mente del


consumidor, frente a las posiciones de la competencia, a través de asociarle una serie de
valores o significaciones positivas afines a los destinatarios; o si es posible, apoyándonos en
una razón del producto o de la empresa, que tenga valor e importancia para los
consumidores.

Estrategias promocionales. Son muy agresivas. Los objetivos promocionales pueden ser:
mantener e incrementar el consumo del producto; contrarrestar alguna acción de la
competencia; e incitar a la prueba de un producto.

Estrategias de empuje (push strategy) para motivar los puntos de venta, los distribuidores y la
fuerza de ventas de la empresa, a empujar más efectivamente los productos o líneas de
productos hacia el consumidor (aumentando márgenes, bonos, mejor servicio, publicidad
cooperativa, subsidio para promociones...). Se trata de forzar la venta.

Estrategias de tracción, Estrategias de tracción (pull strategy) para estimular al consumidor


final a que tire de los productos, a través de una mejor aceptación de la marca, el concepto y
el producto. Incitarle a la compra.

Estrategias de imitación. Consisten en imitar lo que hace el líder o la mayoría de


competidores. Son peligrosas y contraproducentes, suelen fortalecer al líder.

ESTRATEGIAS PUBLICITARIAS DE DESARROLLO.

Su finalidad es potenciar el crecimiento de la demanda.

Estrategias extensivas. Pretenden conquistar nuevos consumidores.


En mercados de fuerte y rápido crecimiento se recurre a la distribución y a la publicidad, la
cual ha de crear una fuerte imagen de marca, para la futura supervivencia de la empresa.
En mercados maduros, la publicidad puede provocar o al menos apoyar una innovación
técnica, nuevos sistemas de distribución, disminución de los precios, o cambios de actitudes o
hábitos de consumo. La intención es la de activar los estados de estancamiento que
caracterizan a estos tipos de mercados.

Estrategias intensivas. Conseguir que los clientes actuales consuman más, es decir, que
aumente la venta por cliente.

Se suele plantear objetivos como incrementar el número de unidades compradas, aumentar la


frecuencia de compra, alargar la etapa de consumo...

Se suele exigir demasiado a la publicidad al enfocar los objetivos a corto plazo, cuando se sabe
lo largo y difícil que resulta el empeño de cambiar un hábito y costumbre.

ESTRATEGIAS PUBLICITARIAS DE FIDELIZACIÓN

Estas estrategias son complementarias a las anteriores. Tratan de retener a los consumidores
del producto, y mantener su fidelidad de compra y consumo. Es decir, lograr un mercado
cautivo, que garantice las ventas futuras con las correspondientes evoluciones de precio.

Objetivos publicitarios que se plantean son:

Resaltar la presencia de la marca, aumentando la cantidad y frecuencia de campañas


publicitarias.

Actualizar la marca, modificando el anagrama y/o logotipo de la empresa, para lograr un


nuevo posicionamiento de la misma, en su tarea de rejuvenecimiento, o bien, cambiando los
ejes de comunicación y tratamiento de las campañas.pe. endesa, chori, telefónica...

EN RESUMEN,

ELECCIÓN DE UNA ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN

AUTOR PENSAMIENTO IDEA


William Bernbach La comunicación debe ser Originalidad
directa. Sin tapujos y sin
esconder un ápice de la
verdad. Pero... se han de
decir las cosas de forma
artística ya que nos dirigimos
a seres con alma
Ernest Dichter Debemos centrarnos –por Empatía
encima de todo- en los
deseos humanos, para
canalizarlos inmediatamente
hacia el producto o el tema
de nuestra comunicación.

Claude Hopkins La comunicación debe ser Agresividad


incisiva y agresiva. Ha de
pretender siempre una
respuesta para mañana. El
largo plazo ya vendrá. No es
éste el problema de la
comunicación.
Henry Joannis La comunicación debe evitar Creatividad
la racionalización... la
información que quiere
transmitirse debe ser
traducida por la creatividad
“en otra forma” de decir las
cosas.
Robert Leduc Intentar evitar, por encima Garantía
de todo, los frenos del
receptor de la comunicación.
Ir a eliminar, en la medida de
lo posible, los recelos que
puedan interponerse a
nuestro mensaje.
Pierre Martineau La comunicación no se ha de Símbolos
sustentar en
argumentaciones racionales.
Las cosas han de decirse a
través de símbolos visuales
que sinteticen la idea básica
del mensaje.
David Ogilvy Es más importante “lo que Convicción
se dice” que la forma en que
se dice. La comunicación
debe centrarse en cosas
convincentes, que puedan
persuadir a la gente.
Roser Reeves Concentre su comunicación Unicidad
en una sola idea. Haga una
sola propuesta de compra.
No diga muchas cosas a la
vez, ya que la gente no las
asimilará.

Los conceptos claves de la estrategia de comunicación.


Conceptos cuyas definiciones aportarán soluciones comunicacionales que garanticen la
eficacia de la campaña. Los seis primeros deberían ser definidos por la empresa anunciante y
el resto, son propios de la agencia de publicidad.

1) PÚBLICO OBJETIVO. Exige tener definido el perfil del público en base a características
cuantitativas de tipo socio-demográfico y económico, y las de tipo cualitativo como sus estilos
de vida, valores, hábitos, aspiraciones.

2) PROBLEMAS. ¿qué problema queremos resolver con la publicidad? ¿qué necesidad del
consumidor resolverá el producto?

3) POSICIÓN. Analizar el posicionamiento decidido para el producto en la mente de nuestro


target.

4) PRODUCTO. Analizar la descripción completa del producto, informativas y persuasivas,


positivas y negativas, cómo será percibido...

5) PRIORIDAD, promesa, beneficio. De todos los atributos del producto ¿cuál es el principal,
en función de las características del mercado?

6) PRUEBA (REASON-WHY). ¿Qué pruebas ciertas podemos aportar para demostrar que el
beneficio prometido es real? ¿Por qué el consumidor debe confiar en que el producto real,
efectivamente le aportará ese beneficio?

7) PRESENTACIÓN. Tono y ritmo del mensaje. Demostraciones o usos del producto que
deberán necesariamente aparecer, testimoniales...

8) PUNTO DE DIFERENCIA. Creatividad. ¿qué elementos utilizar para diferenciar nuestro


mensaje? ¿cómo lograr que se nos recuerde más y de forma distinta, y al tiempo que el
consumidor se sienta motivado a adquirir nuestro producto?

9) PLATAFORMA DE DIFUSIÓN. ¿Qué medios y soportes utilizaremos? ¿de qué forma?

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