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En las clases anteriores, estuvimos analizando las bases biológicas de lenguaje con el fin
de entender cómo el sistema nervioso permite la creación de nuevos significados y actos
dialécticos entre las personas. Ahora, en este nuevo apartado, estaremos explicando la
naturaleza del lenguaje con el fin de identificar sus funciones, procesos y desarrollo. A
continuación, estaremos analizando este tópico.
Este documento hace parte de la obra de Programación Neurolingüística (PNL), disponible bajo
licencia Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International (CC BY-NC-SA 4.0). “CS50's
AP® Computer Science Principles” licencia Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0
International (CC BY-NC-SA 4.0) modificado y adaptado por Edutin Academy
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Antes de entrar en materia con estos dos conceptos, sería interesante cuestionarnos ¿Cuál
ha sido la importancia del lenguaje y la comunicación para el hombre? Pues bien, el
lenguaje a lo largo de la historia de la humanidad, ha sido uno de los mecanismos cognitivos
que ha permitido configurar de manera compleja la interacción entre las personas. Su
complejidad es tan interesante, que los neurocientíficos del desarrollo se han interesado en
sus orígenes. En este sentido, desde una mirada evolucionista, los orígenes del lenguaje
se remiten alrededor de 10 millones de años. Durante el transcurso de la evolución, el
hombre no solo evolucionó en cuanto a su capacidad de estar en cuatro piernas, sino
también en la manera como se agrupaba socialmente.
No fue sino hasta hace 50.000 años que el ser humano logró convertirse en “homo sapiens
sapiens”; cuando comenzó a usar el lenguaje de forma sistemática. Es decir, que
comenzaron a usarse otros mecanismos de aprendizaje, almacenamiento y recuperación
para asimilar una variedad información, que aunque aparentemente no tuviera sentido, los
ayuda hacer construcciones gramaticales de mucha complejidad.
Es por esta razón, que la evolución progresiva del lenguaje permite en la actualidad la
creación de conexiones neurofisiológicas para crear sonidos y significados a gran escala, y
esto, es gracias porque las interacciones sociales impulsan y facilitan la naturaleza
bidireccional y comunicacional de los procesos de habla.
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Pero, ¿Qué funciones ejerce el lenguaje para permitir lo anterior? En general, el lenguaje
posee las siguientes funciones:
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Teniendo en cuenta la tabla citada con anterioridad, sería interesante cuestionarse ¿Qué
emplea el lenguaje para llevar a cabo estas funciones? En general, gracias al lenguaje,
podemos “codificar” y “decodificar” los mensajes, lo cual nos ayudará a materializar los
signos (tanto sonoros como escritos) que representan los objetos. La codificación y
decodificación de los mensajes es posible de hacer por medio de los siguientes procesos:
a) “Expresión”: se refiere a la habilidad del individuo para formular ideas con sentido
y empleando las estructuras gramaticales de forma apropiada.
b) “Comprensión”: se refiere a la habilidad del individuo para entender los
significados de las ideas, conceptos o palabras.
c) “Vocabulario”: se refiere al conocimiento léxico que posee el sujeto de las
palabras.
d) “Denominación”: se refiere a la habilidad del sujeto para asignarle nombres o
etiquetas a las personas, sucesos u objetos.
e) “Fluidez”: se refiere a la habilidad del sujeto para producir de forma espontánea,
efectiva y rápida los contenidos lingüísticos.
f) “Discriminación”: se refiere a la habilidad del sujeto para identificar, diferenciar e
interpretar los contenidos asociados con los sistemas lingüísticos.
g) “Repetición”: se refiere a la habilidad del sujeto para reproducir los mismos
sonidos, una vez de haber sido escuchados.
h) “Escritura”: se refiere a la habilidad del individuo para convertir las ideas en
palabras, imágenes o símbolos.
i) “Lectura”: se refiere a la habilidad del individuo para interpretar las palabras, los
símbolos o imágenes para manifestar o entender su significado por medio del habla.
Ahora bien, teniendo en cuenta lo anterior, sería también interesante cuestionarse ¿cómo
se desarrolla el lenguaje en los primeros años de vida? A continuación, lo estaremos
explicando de forma sintética.
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Es cierto que los niños al momento de nacer no pueden manifestar palabras gramaticales,
ni oraciones completas y menos significados. Sin embargo, desde el nacimiento, los
lactantes ya hacen uso de los sonidos mediante los llantos y los balbuceos. Cuando, el
bebé siente molestias por algún estimulo, manifiesta su incomodidad gritando, que
automáticamente para una madre, es una señal que su hijo necesite que lo cuiden.
Veamos la siguiente gráfica que permite detallar los principales hitos del desarrollo
lingüístico en los lactantes:
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Asimismo, durante este periodo, el niño comienza a desarrollar los “ademanes” para
manifestar sus intenciones, deseos y propósitos de manera más compleja. Los ademanes
se categorizan de la siguiente manera:
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Gracias a estos mecanismos, alrededor del año, los niños pueden manifestar su primera
palabra, algo que da inicio a lo que se conoce como “habla lingüística”, es decir, aquel
periodo que se inician cuando los bebés manifiestan sus primeras palabras con significados
articulados. Estas primeras palabras que manifiestan significados se denominan
“holofrase”. Por ejemplo, cuando le preguntan “¿Dónde está papa? Y el niño responde
¡ahí¡”. Esta respuesta simple demuestra ya su capacidad de desarrollar significados
comunicacionales y lingüísticos.
A los 24 meses, los niños comienzan a manifestar el “habla telegráfica”, el cual, se refiere
al uso y manifestación de las primeras oraciones simples, como por ejemplo, manifestar
que “abuelita está barriendo ahí”.
Bibliografía complementaria.
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