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INVESTIGACIÓN JURÍDICA

Bases para el desarrollo


de competencias
en investigación jurídica

2017
INVESTIGACIÓN JURÍDICA

Bases para el desarrollo


de competencias
en investigación jurídica

2017
Bases para el desarrollo de competencias en investigación
jurídica / José Orler ... [et al.]. - 1a ed. - Ciudad Autónoma
de Buenos Aires : Ediciones SAIJ, 2019.
Libro digital, PDF - (Materiales PFAVA para la enseñanza
del derecho)

Archivo Digital: descarga y online


ISBN 978-987-8338-16-3

1. Investigación. 2. Educación. I. Orler, José


CDD 346.001

ISBN: 978-987-8338-16-3
Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica
1ra edición: septiembre de 2019

Esta publicación, impulsada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación,


se realizó en el marco del Programa de Formación en Áreas de Vacancia
de la Abogacía (PFAVA) llevado a cabo por la Dirección Nacional de Relaciones
con la Comunidad Académica y la Sociedad Civil.

La edición estuvo a cargo de Ediciones SAIJ, perteneciente a la Dirección Nacional del


Sistema Argentino de Información Jurídica.

Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Sarmiento 329,


C.P. 1041AFF, C.A.B.A.
Correo electrónico: ediciones@saij.gob.ar

Esta publicación se encuentra disponible en forma libre


y gratuita en: www.bibliotecadigital.gob.ar
Los artículos contenidos en esta publicación son de libre reproducción en todo o en parte,
citando la fuente.

Distribución gratuita. Prohibida su venta.

IV | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


autores

JOSé ORLER

M A R í A D E L A S N I E V E S C E N I C A C E L AYA

J O S E F I N A N A PA L

A N D R é S S Z YC H OWS K I

MARíA INéS IBARRA

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | V


ÍNDICE

página

Manual de contenidos

Introducción............................................................................................................................................... 3
Módulo I. Debates Iniciales................................................................................................................ 5
1. ¿De qué hablamos cuando hablamos de investigación jurídica?......................... 5
2. ¿Para qué investigamos?......................................................................................................... 6
3. Investigar para producir conocimiento nuevo en el campo disciplinar del
derecho: modelos en disputa..................................................................................................... 7

Módulo II. Doctrina, legislación y jurisprudencia................................................................... 9


1. Introducción.................................................................................................................................... 9
2. Doctrina............................................................................................................................................ 9
3. Legislación.....................................................................................................................................12
4. Jurisprudencia............................................................................................................................35
Bibliografía................................................................................................................................................41

Manual de materiales didácticos

Introducción............................................................................................................................................ 45
Módulo A. Fundamentos...................................................................................................................47
1. La noción de estrategia...........................................................................................................47
2. La modalidad de taller como estrategia pedagógica..............................................47
3. El taller y los roles de los participantes......................................................................... 48
4. La construcción de competencias y la investigación jurídica............................ 49
5. Criterios de evaluación............................................................................................................51

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | VII


Índice

página

Módulo B. Actividades.......................................................................................................................53
Actividad N° 1: Representaciones iniciales.......................................................................53
Actividad N° 2: Investigadores y modelos en disputa.................................................53
Actividad N° 3: Los buscadores jurídicos.......................................................................... 54
Actividad N° 4: Los contextos y los discursos en la génesis de las normas .......56
Actividad N° 5: La ley de acceso a la información jurídica........................................57
Bibliografía...............................................................................................................................................59

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MANUAL DE CONTENIDOS
Introducción

J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

INTRODUCCIÓN

Este “Manual de contenidos” se articula con el “Manual de materiales didácti-


cos” que acompañamos, y ambos pretenden constituir insumos para los do-
centes que trabajan en el desarrollo de competencias en investigación jurídica
en nuestras facultades de Derecho.

El “Manual de contenidos” constituye la selección y desarrollo teórico de los


puntos indicados en el índice; y el “Manual de materiales didácticos” lo com-
plementa con una propuesta de trabajo áulico concreta, sus fundamentos y
sugerencias de funcionamiento –el formato de “taller”–, así como también con
propuestas de actividades prácticas para cada ítem aquí desarrollado.

Ambos textos están construidos desde la idea de que cualquier aspecto del
derecho cuya enseñanza se desee emprender debe ser problematizado y
asumido en la medida cabal de su diversidad y pluralidad.

Efectivamente, creemos que ninguno de los aspectos aquí desarrollados re-


sulta asumido pacíficamente por la doctrina, por ello hemos intentado expo-
nerlos desde nuestras adscripciones y convicciones –no podría ser de otro
modo– pero con la idea de dar cuenta de esa multiplicidad que enriquece y
constituye nuestro campo de estudio.

El recorrido propuesto es sencillo. Partimos en el Módulo I, “Debates iniciales”,


proponiendo una problematización del propio concepto de investigación y
de las disputas de índole ontológica y epistemológica del campo del derecho
que lo enmarcan, con la pretensión tanto de poner en agenda esas discusio-
nes habitualmente soslayadas, cuanto de generar algún tipo de imprescin-
dible reflexión al respecto. Reflexión que resulta primera tanto cronológica
como analíticamente, pero que necesariamente deberá trascender esos mo-
mentos y proyectarse en todo trayecto investigativo.

En el Módulo II, “Doctrina, legislación, jurisprudencia”, nos centramos en esas


tres fuentes de conocimiento del derecho que constituyen una fundamental
provisión de insumos para la tarea de investigación en el campo del derecho,
porque entendemos que la información por ellos provista deviene en aporte
inexcusable de la mayor especificidad y particularidad disciplinar. Dicho de
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J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

otro modo, la investigación en el campo del derecho se torna distintiva con la


utilización de estos materiales, y más allá de los matices y divergencias con
que son abordados tanto en modo como en contenido, constituyen clivaje y
común denominador de los distintos paradigmas del derecho y de la produc-
ción de conocimiento.

Cierra el texto el ítem “Bibliografía”, en el que consignamos la utilizada y a la


que adscribimos.

Por último, el presente es un texto de autoría múltiple, resultado de la mixtura


de voces que lo han enriquecido con aportes, referencias y críticas, espe-
cialmente quienes participaron de los talleres desarrollados en la Facultad
de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario –agosto de 2017– y en
la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de
La Plata –octubre de 2017– adonde recurrimos para “traducir” a la práctica
concreta propuestas de enseñanza que habíamos pergeñado teóricamente, y
que constituyeron verdaderas e indispensables “pruebas piloto” e instancias
de corrección y rediseño.

Los mismos, con la participación de docentes titulares y adjuntos, auxiliares,


ayudantes y adscriptos, de investigadores experimentados y también recién
iniciados, de diversas cátedras de nuestras facultades y de misceláneos refe-
rentes de la disciplina, resultaron herramientas de la mayor valía sin los cuales
este material no estaría hoy circulando.

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Debates iniciales

MóDULO I

debates iniciales

1. ¿De qué hablamos cuando hablamos de investigación jurídica?


El concepto investigación jurídica es polisémico y plural, y dentro del mismo
se incluyen habitualmente actividades y prácticas de lo más disímiles que es-
tán relacionadas con la propia concepción del derecho y también con la idea
que se tenga acerca del conocimiento como tal.

Las definiciones eruditas que podemos recoger de los distintos autores remi-
ten a la propia concepción de “investigación científica” que estaría caracteri-
zada por las especificidades del objeto de estudio que nos ocupa: el derecho.

Por ello, cuando hablamos de investigación jurídica hablamos de producir


conocimiento nuevo en relación al derecho, distinguiéndolo de los saberes
técnicos desplegados en las prácticas tribunalicias y legislativas.

Los docentes, ayudantes y adscriptos a la docencia de las facultades de Cien-


cias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata y de la Fa-
cultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario enumeraron como
actividades propias de la investigación jurídica –durante los talleres de agosto
y septiembre de 2017 que sirvieron de insumo al presente Manual–:
• Investigar es intentar descubrir respuestas que no se tienen en el derecho.
• Investigar es descifrar el sentido del derecho.
• Investigar en el campo jurídico es buscar información para desempeñar la
profesión del abogado.
• Investigar es buscar bibliografía y jurisprudencia para su aplicación.
• Investigar en el campo jurídico es construir conocimiento a partir de la for-
mulación de hipótesis.
• Investigar en el campo jurídico es recortar un problema jurídico de impacto
social.

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J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

• Investigar en el campo jurídico es estudiar con sistematicidad el impacto so-


cial de las normas.
• Investigar en el campo jurídico es construir un problema, problematizar lo
instituido.
• Investigar no solo es copiar y pegar, como vemos en algunos casos.
• La investigación jurídica consiste en una búsqueda sistemática en la ley y la
jurisprudencia.
• En derecho se investiga para interpretar las normas.
• La investigación jurídica es hermenéutica.
• La investigación en el derecho se realiza a partir de problemas que deben
tener cierta relevancia.

Ver Actividad N° 1: Representaciones iniciales, en Manual de materiales di-


dácticos.

2. ¿Para qué investigamos?


Por lo expuesto, es necesario establecer algunos acuerdos básicos iniciales que
nos permitan hacer el recorte de nuestro objeto de estudio y avanzar en su
caracterización y propuestas de abordaje. Partiremos entonces de una primera
distinción según el objeto que la actividad investigativa persiga, entendiendo
que la respuesta a la pregunta ¿para qué investigamos? establece una divi-
soria conducente (Samaja, 2006): investigamos para obtener insumos para la
intervención profesional en tanto operadores del derecho en cualquiera de los
ámbitos posibles de desempeño como soporte de nuestras argumentaciones
y de los intereses que circunstancialmente representamos, y en tal caso las
prácticas profesionales solo deben lograr una “... adecuada eficacia local, par-
ticular, lograda en los marcos del problema práctico que intentan resolver y
un tolerable respeto a las normas éticas y técnicas que rigen el campo de la
incumbencia profesional” (p. 35); o investigamos para producir conocimiento,
hacemos “investigación científica” propiamente dicha, y con ello deberemos
obtener resultados cognoscitivos novedosos, de carácter general –la preten-
sión universal del conocimiento científico requiere de una mayor problemati-
zación que excede estas páginas, pero podemos aproximar al respecto la idea
de que se trata de un conocimiento que excede lo meramente circunstancial–
y validados de acuerdo a estándares de la comunidad científica.
Por supuesto, nada obsta que los resultados de las prácticas profesionales
se incorporen a la investigación científica o viceversa, y es posible encontrar
puntos de contacto y de demarcación más difusos entre ambos.
Así:
a) Investigamos para producir insumos para el ejercicio de la actividad
profesional: esto es, efectuamos investigación de doctrina, legislación y
jurisprudencia como insumo práctico para la actividad litigiosa –escri-
bir demandas, redactar sentencias, etc.–, la actividad de consultoría, la

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Debates iniciales

actividad legislativa, la actividad forense, la elaboración de dictámenes,


el asesoramiento de clientes, etc. (habitualmente denominada “técnica
jurídica”).
Tiene un objetivo utilitario, puesto al servicio de la defensa de derechos e
intereses concretos.

b) Investigamos para producir conocimiento nuevo: esto es lo que podríamos


denominar “investigación científica propiamente dicha”, que está orientada
a abordar algún aspecto del conocimiento del campo disciplinar que resulta
desconocido, o que aún no tiene respuesta, o cuyo conocimiento existente
no nos satisface del todo. Doctrina, legislación y jurisprudencia constituyen
sus fuentes de información principales, aunque no excluyentes.
Posee un objetivo científico, académico, al servicio de la producción de
conocimiento disciplinar con pretensiones más o menos generales.

¿Para qué Investigar?


• Para el ejercicio profesional
INVESTIGACIÓN PROFESIONAL

• Para producir conocimiento nuevo


INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

3. Investigar para producir conocimiento nuevo en el campo dis-


ciplinar del derecho: modelos en disputa
Nos inclinamos por una caracterización de lo que llamamos “investigación
jurídica” como proceso de producción de conocimiento que porta las dificul-
tades generales de toda pretensión científica, así como otras propias de la
especificidad del campo.

Distinguiremos dos de ellas que involucran aspectos decisionales para el in-


vestigador y que, dada la definitiva implicancia que asumen en los procesos
de producción de conocimiento, una buena práctica investigativa obliga a
explicitar en todo proyecto.

3.1. Complejidades y disputas ontológicas


Efectivamente, la cuestión relativa a ese objeto de estudio llamado “derecho”
es uno de los puntos de partida de la investigación jurídica. La concepción del
derecho y los aspectos en ella involucrados constituyen un aspecto que no debe
soslayarse, dado que las respuestas a la pregunta por el derecho impactan en

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J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

los sentidos y características de los procesos de producción de conocimiento en


nuestro campo disciplinar (Orler & Varela, 2008; Orler & Davobe, 2013).

Se trata de la especial consideración de las particularidades del campo del de-


recho, con su conformación multiparadigmática y su difusa y reñida delimita-
ción ontológica, en torno a las cuales el investigador debe asumir una defini-
ción (Bourdieu & Teubner, 2000; Correas, 2006; Orler, 2017; entre otros).

3.2. Complejidades y disputas epistemológicas


Las concepciones acerca del conocimiento como tal, a las posibilidades y al
modo de conocer constituyen presupuestos del proceso de producción de
conocimiento, que cuando se trata del campo del derecho ponen en tensión
dos tradiciones que constituyen parte constitutiva de las disputas y aspectos
no resueltos del mismo: la tradición hermenéutica de la ciencia jurídica que
se expresa en prácticas de producción de conocimiento en torno a esfuerzos
interpretativos, con énfasis en el carácter argumental del derecho –que aquí
denominamos “investigación jurídica”–; y la tradición empírica de las cien-
cias sociales que aborda el derecho en tanto producto social y con formatos
de contrastación empírica –que denominamos “investigación sociojurídica”–
(Samaja, 2006; Van Hoecke, 2014; Orler & Varela, 2008; Kunz & Cardinaux,
2004; Salanueva, 1997, 2007; entre otros) .

Ambos modelos (con diversidades y matices a su interior) determinan sen-


das estrategias metodológicas particulares y herramientas también propias
de cada uno: los métodos hermenéuticos el primero —método exegético, mé-
todo de la Escuela Histórica, método de la Escuela del Derecho Libre, etc.—
(Marí, 2014; Fix-Zamudio, 2002; Zuleta Puceiro, 1980; Vernengo, 1977; etc.);
y los métodos empíricos de las ciencias sociales el segundo –cualitativos y
cuantitativos, etc.–.

Investigació n Científica
en el campo del Derecho
• Tradición hermenéutica
INVESTIGACIÓN JURÍDICA

´
• Tradición de las Ciencias Sociales
INVESTIGACIÓN SOCIO-JURÍDICA

Ver Actividad N° 2: Investigadores y modelos en disputa, en Manual de


materiales didácticos.

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Debates iniciales

MóDULO II

d octrina , le g islación
y j uris p rudencia

1. Introducción
Doctrina, legislación y jurisprudencia constituyen ámbitos de producción del
discurso jurídico de la mayor relevancia (Cárcova, 2008; Correas, 2004, entre
otros), por lo que proveen de información privilegiada y distintiva para la pro-
ducción de conocimiento en nuestro campo de estudio.

Investigación en
el campo del Derecho
ese
objeto
de estudio
llamado
DERECHO

JURISPRUDENCIA

LEGISLACIÓN

DOCTRINA

2. Doctrina
La producción teórica en el campo del derecho es denominada “doctrina”
y existe un generalizado consenso en cuanto a que está constituida por
las opiniones de los juristas –así la define en más o menos la mayoría de la
literatura al respecto–.
A los efectos del presente trabajo, partimos de su reconocimiento como in-
sumo central al momento de relevar información jurídica para la investigación
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J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

–algunos autores la refieren como “fuente de conocimiento” (Goldschmidt,


1978; Ciuro Caldani, 1995; Dabove, 2008, entre otros)– alejándonos de modo
premeditado de la discusión sobre las “fuentes” del derecho y el carácter ma-
terial o tan solo formal atribuido a la doctrina en tanto tal.
Entendemos que las disputas existentes en torno al derecho y los múltiples
aspectos que lo implican se constituyen desde la diversidad doctrinaria. Son
las diversas perspectivas doctrinarias las que dan forma y contenido a la pro-
ducción jurídica en cualquiera de sus versiones, y muy especialmente a la
legislación y a la jurisprudencia –que trataremos en los siguientes títulos–.
Se trata de las concepciones que de forma más o menos explicitada portan el
sentido de las normas y fallos, y de toda la producción discursiva del derecho,
que el investigador debe revelar(se). Parafraseando a Ruth Sautu (2003), de-
cimos que en el campo del derecho “todo es doctrina” para referirnos a esa
condición multiparadigmática del mismo, que por consecuencia implica cada
solución legislativa y cada decisión judicial con una opción doctrinaria seleccio-
nada entre otras múltiples. (1)
La doctrina constituye marco de referencia del investigador en su empresa cog-
noscitiva. Efectivamente, como toda investigación de cualquier campo discipli-
nar, la aproximación al objeto de la misma no se realiza desprovisto de teoría,
no existe un punto cero de conocimiento a partir del cual se dispara el proceso
de investigación, sino que el mismo está animado por concepciones, adscrip-
ciones, perspectivas que constituyen la lente desde la cual miramos la realidad
jurídica, y que una buena práctica de investigación exige que se expliciten.
La producción doctrinaria en nuestro campo de estudio es muy vasta y cir-
cula en múltiples formatos. Tomamos de Dabove (2008) la siguiente clasi-
ficación:
1) Según sus propósitos:
• Textos conceptuales.
• Textos operativos.
• Textos didácticos.
2) Según sus destinatarios:
• Académicos.
• De divulgación.
• Primarios.
3) Según su originalidad:
• Derivados.

 (1) En los próximos títulos mostramos formas prácticas y motores de búsqueda de


doctrina, legislación y jurisprudencia, con sugerencias y actividades para practicar y
debatir en los talleres.

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Debates iniciales

• Ensayos.
• Repertorios.
4) Según el tratamiento de la información:
• Compilaciones.
• Monografías.
• Informes de investigación.
• Publicaciones periódicas –revistas, anuarios, boletines–.
5) Según el formato de edición:
• Libros –manuales, compendios, tratados, tesis, tesinas–.
• Impresos.
6) Según el soporte empleado:
• Electrónicos.
El primero de los criterios remite a una útil distinción entre aquellos trabajos
que desarrollan teorías para explicar o comprender problemas jurídicos de
interés y relevancia –la doctrina propiamente dicha–, de los trabajos desti-
nados a materializar prescripciones –leyes, tratados, contratos, sentencias–
denominados de “técnica jurídica”. La autora, problematizando la relación
entre teoría y técnica científica, hace referencia al evidente difuso límite que
presentan ambos, pues en el campo del derecho los primeros dan sustento
y fundamento a los segundos, y los segundos constituyen operativizacio-
nes concretas de aquellos. Por otra parte, enumera los trabajos de índole
didáctica, en donde ambos aspectos deberían abordarse y exponerse con
esa pretensión –aportando a los procesos de enseñanza-aprendizaje del de-
recho–, dando cuenta de sus implicancias mutuas y de la pluralidad de pers-
pectivas que los anima.

En relación a la segunda clasificación propuesta, la misma distingue entre


aquellos textos dirigidos a la comunidad científica especializada del campo
disciplinar del derecho y los que están dirigidos al público en general.

La distinción según originalidad del trabajo remite a papers, tesis, tesinas


que contienen resultados novedosos entre los primeros, y a compilaciones,
monografías, reseñas, manuales destinados a la enseñanza del derecho en-
tre los segundos.

Por otra parte, los comentarios de legislación y jurisprudencia constituyen


una producción específica en nuestro campo disciplinar, utilizada por las re-
vistas jurídicas. Los mismos, en la clasificación arriba propuesta, se encuadran
habitualmente en los denominados “conceptuales” y suelen transitar por ese
fino límite que los separa de un modo no tan nítido de los trabajos “operati-
vos”, siendo generalizadamente utilizados con fines “didácticos” en la ense-

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ñanza del derecho (aunque no se hallen escritos con esa finalidad). Asimismo,
asumen tanto formatos “ensayísticos” y de expresión libre de la opinión jurídi-
ca, cuanto formatos de papers e informes de investigación. Tales comentarios
de legislación y notas a fallos resultan de la mayor relevancia, pues son un
verdadero canal de intercambio y debates, constituyéndose en foros en los
que se ventilan las disputas hermenéuticas del campo.

Algo similar ocurre con los registros –memorias, resúmenes, compilaciones


de ponencias, etc.– de congresos, seminarios, simposios y jornadas, algu-
nos de ellos portando propuestas legislativas o sugiriendo interpretaciones
normativas, que más allá de ser espacios de actualización e intercambio de
la comunidad de especialistas del derecho, resultan en algunos casos ver-
daderos ámbitos de legitimidad científica siendo del mayor peso sus con-
clusiones. (2)
Finalmente, nos interesa una última referencia a las denominadas “tesis” o
“tesinas” que vienen teniendo mayor presencia e importancia en el campo del
derecho en los últimos años, de la mano de la entrada en vigencia de Ley 24.521
de Educación Superior y las reformas en la Educación Superior de la década
de los 90 en nuestro país.
Particularmente son los requerimientos de la Coneau –Comisión Nacional de
Evaluación y Acreditación Universitaria– en relación a los estudios de posgra-
do y su acreditación los que han incorporado, mediante diversas resoluciones,
estos productos como requisitos, regulando también sus formatos y estable-
ciendo criterios para su confección y evaluación.
Las resoluciones 1168/97 y 490/00 del Ministerio de Educación de la Na-
ción –reforzadas en su sentido por innumerables decisiones institucionales
posteriores de diverso nivel: documentos de trabajo de Coneau, del Consejo
Interuniversitario Nacional, del Foro de Decanos de Facultades de Derecho de
Universidades Públicas en nuestro campo disciplinar específico, etc.– prescri-
ben que las tesis doctorales: “… tienen por objeto la obtención de verdaderos
aportes originales en un área de conocimiento”, y que la tesis debe ser “… un
trabajo inédito, original, creativo e individual que represente un aporte al co-
nocimiento del campo elegido”, respectivamente.

3. Legislación

3.1. Leyes
Cuando nos referimos a la legislación debemos precisar que con el término “ley”
habitualmente entendemos a aquella norma jurídica escrita que se caracteriza
por ser general (porque sobrevive a su aplicación en un caso concreto), abstracta
(porque es impersonal), obligatoria, coactiva.

 (2) Es el caso de las Jornadas Nacionales de Derecho Civil, de carácter anual, cuyas
conclusiones son habitualmente citadas en la producción jurisprudencial e integran los
fundamentos de fallos y decisorios.

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Debates iniciales

La doctrina diferencia a la “ley” en sentido material de la “ley” en sentido


formal (Jiménez de Aréchaga, 1999). La palabra “ley” en sentido material (o
amplio) comprende toda norma escrita emanada de autoridad estatal com-
petente, en sus diversas esferas (en un Estado federal como Argentina, por
ejemplo, la nacional, las provinciales y las municipales); mientras que “ley”
en sentido formal (o estricto) es exclusivamente la norma sancionado por el
Poder Legislativo de acuerdo al procedimiento previsto en la Constitución
Nacional a tal efecto. Concretamente, en la Segunda Parte, Título Primero,
Sección Primera, Capítulo Quinto “De la formación y sanción de las leyes”,
(arts. 77 a 84). De este modo, se excluyen de este concepto los actos ema-
nados de una o de ambas cámaras del Congreso no adoptadas de acuerdo
a las formalidades prescritas en esas normas constitucionales (y de manera
análoga en las constituciones provinciales).

Los códigos (por ejemplo, Código Civil y Comercial o Código Penal, en el


ámbito nacional; o Código Rural, en el ámbito provincial) son leyes en sentido
formal, de igual jerarquía que cualquier otra ley, en ese mismo sentido (Ro-
satti, 2016).

En el tradicional Estado legislativo de derecho la ley tenía un mayor “valor”.


Luego, con el Estado constitucional de derecho y más aún hoy, con el Es-
tado convencional de derecho, su importancia se ha relativizado en favor
de los instrumentos internacionales. Aunque ya hace tiempo (unos cinco
lustros) que los tratados están por encima de las leyes, el nuevo Código Civil
y Comercial (arts. 1°, 2° y 3°) impone una nueva manera de “leer” el derecho
privado de conformidad con los tratados internacionales de derechos huma-
nos de los que la República es parte. Recordemos, además, que el proyecto
originario incluía en esta manda a todos los tratados, no solo a los de dere-
chos humanos, en sintonía con la jerarquía que se deriva del art. 75, inc. 22,
primer párrafo, in fine, CN.

Las leyes –siempre en sentido formal– se pueden clasificar según emanen del
Congreso de la Nación o de las legislaturas provinciales o de la Ciudad Au-
tónoma de Buenos Aires; y las primeras, a su vez, pueden subclasificarse en
razón de su aplicación territorial en leyes locales y leyes nacionales.

Las leyes locales del Congreso de la Nación son aquellas que este dicta en
su carácter de legislatura local para la Capital Federal (art. 75, inc. 30 CN) en
tanto que las leyes nacionales del Congreso de la Nación son de aplicación en
todo el territorio nacional. Estas últimas, a su vez, se subclasifican en leyes de
derecho común y leyes de derecho federal.

Esta subclasificación está fundada en la materia o contenido de tales leyes.


Así, son leyes de derecho común el Código Civil y Comercial y el Código Penal,
por ejemplo. Estas leyes son aplicadas por todos los jueces del país. Mientras
que son leyes de derecho federal, por ejemplo, la de Nacionalidad (ley 346), el
Código Electoral Nacional (ley de facto 19.945) y la de Migraciones (ley 25.071).
Estas leyes son aplicadas exclusivamente por los jueces federales.

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J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

A fin de clarificar lo anterior, tenemos entonces:

Legislaturas de las provincias/CABA


Ley
Leyes locales
Congreso Nacional
Leyes nacionales

De derecho común De derecho federal

En la investigación jurídica, y en relación a las leyes, es relevante tener en


cuenta cuáles son los antecedentes, tanto en el país como en el exterior, que
ha dado origen a una ley (o proyecto de ley) que pretendemos analizar.

A modo de ejemplo, tomemos el caso del decreto PEN 70/2017 (BO, 30/01/2017)
que modificó la Ley 25.871 de Migraciones en lo que se refiere al ingreso y perma-
nencia de extranjeros en el país y su eventual expulsión. En sus considerandos, y
para avalar el cambio normativo, se invoca derecho comparado en general, y en
particular la Ley Orgánica 4/2000 sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros
en España; normas regionales de derechos humanos (la Convención Americana
sobre Derechos Humanos) y decisiones de la Corte IDH tanto fruto de su com-
petencia consultiva (OC-18/03, “Condición jurídica y derechos de los migrantes
indocumentados”) cuanto contenciosa (“Caso Vélez Loor vs. Panamá”, sentencia
del 23 de noviembre de 2010 y “Caso de Personas Dominicanas y Haitianas Expul-
sadas vs. República Dominicana”, sentencia del 28 de agosto de 2014).

También reviste vital importancia tener en cuenta el debate parlamentario


que se haya dado en el Congreso a la hora de adoptar, modificar o derogar
leyes. Para ello, se puede acudir al Diario de Sesiones de cada Cámara, dispo-
nible en Internet.

Fuente: Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación: http://www.diputados.gov.ar/secparl/


dtaqui/diario_sesiones/index.html

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Debates iniciales

Fuente: Diario de Sesiones del Senado de la Nación: http://www.senado.gov.ar/parlamentario/parlamen-


taria/actas

En sentido análogo, y en relación a la última y más importante reforma consti-


tucional, también en la web se puede obtener información sobre el debate en
la Convención Nacional Constituyente 1994: http://www1.hcdn.gov.ar/depen-
dencias/dip/Debate-constituyente.html
Para lograr más y mejor información habrá que prestar especial atención a la
conformación política de las Cámaras, bloques, grupos parlamentarios; cuál
fue la postura de las ONG involucradas con la temática en cuestión o de aca-
démicos –si es que hubo pronunciamientos al respecto–; cómo se siguió el
trámite en la prensa –qué se dijo, según qué medio–.
Por ejemplo, en relación al debate y sanción del Código Civil y Comercial, la
prensa escrita dio cuenta de la influencia de la Iglesia. Aquí presentamos la
tapa de un diario de circulación nacional que informaba que la presidente se
reunía en el Vaticano con el Papa (Clarín, 19 de septiembre de 2014), y luego
una página interior de un ejemplar del mismo periódico que a los pocos días
(Clarín, 29 de septiembre de 2014) daba a conocer que la sanción de dicho Có-
digo se destrababa una vez que el Poder Legislativo aceptaba modificar algu-
nos aspectos del proyecto originario que no eran del agrado de la Santa Sede.

Fuente: Clarín, 19 de septiembre de 2014 y Clarín, 29 de septiembre de 2014.

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 15


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Los reglamentos de ambas Cámaras establecen que las sesiones serán públi-
cas, por lo cual también es posible asistir en persona a los debates para recibir
esa información de manera no mediatizada.

Además, existe un canal legislativo (Senado TV) que es accesible a través de


Internet.

No obstante, es preciso aclarar que las sesiones podrán ser declaradas se-
cretas, previa resolución de la Cámara, aprobada por el voto de la mayoría
absoluta de la misma.

En relación al trámite legislativo se deberá examinar de quién fue el pro-


yecto: uno/varios legislador/es; Poder Ejecutivo; la ciudadanía a través de
la presentación de una iniciativa popular (art. 39 CN y ley 24.737). También
en qué Cámara se inició el tratamiento del proyecto (si se trata o no de una
materia que la Constitución establece cuál debe ser la Cámara de origen).
Además, si hubo reenvíos entre las Cámaras por haberse introducido modi-
ficaciones a un proyecto que ya había recibido “media sanción”; si se aprobó
en particular en Comisión –en los términos del art. 79 CN–; cuáles fueron los
dictámenes de las comisiones intervinientes; y cuál mayoría era necesaria
para la aprobación de la ley. Esto último porque la propia Constitución esta-
blece en algunos casos la necesidad de mayorías especiales, lo que implica
que se requieren consensos más difíciles. Así, las leyes de Iniciativa Popular,
Consulta Popular, Coparticipación Impositiva, Régimen Electoral, Partidos
Políticos, Comisión Bicameral Permanente y Consejo de la Magistratura re-
quieren el apoyo de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de
cada Cámara.

Asimismo, si se trata de un proyecto enviado por el Poder Ejecutivo al Con-


greso, es importante tener en cuenta los fundamentos que se esgrimen, tanto
para el caso que se pretenda la sanción de una ley (art. 77 CN) cuanto la apro-
bación de un tratado internacional (art. 75, inc. 22, párr. 1).

En este sentido, por ejemplo, en el mensaje del PEN al Congreso al enviar


el proyecto de ley de acceso a la información pública, se invocan las nor-
mas constitucionales involucradas, normas de instrumentos internacionales
que gozan de jerarquía suprema (Convención Americana sobre Derechos Hu-
manos, Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos) y de la Convención de la Naciones Unidas con-
tra la Corrupción, proyectos legislativos anteriores que no tuvieron éxito, el
decreto 1172/03 que hasta ese momento regulaba el instituto sin ajustarse a
los estándares internacionales en la materia, jurisprudencia de la Corte Inte-
ramericana de Derechos Humanos (“Caso Claude Reyes vs. Chile”, sentencia
del 19 de septiembre de 2006) y jurisprudencia de la Corte Suprema de Jus-
ticia de la Nación: el caso “Asociación por los Derechos Civiles c/PAMI”, del 4
de diciembre de 2012, donde el más alto tribunal del país reconoció por vez
primera el derecho de acceso a la información pública; y “CIPPEC c/Estado
Nacional - Ministerio Desarrollo Social - decreto 1172/03 s/amparo ley 16.986”,
16 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación
Debates iniciales

del 26 de marzo de 2014), en el que puso de manifiesto la necesidad de contar


con una ley que regule este derecho a nivel nacional e instó a los legisladores
a sancionarla.

También podemos referir el mensaje del PEN al Congreso al enviar el proyecto


para la aprobación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los
Derechos Humanos de las Personas Mayores, suscripta en Washington en 2015.
En este caso, luego de presentar una síntesis del contenido del instrumento en

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 17


J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

cuestión, se hace saber que al momento de su eventual ratificación, se formu-


lará una declaración interpretativa a uno de sus artículos y una reserva a otro;
y se concluye con un párrafo en relación a los méritos del instrumento cuya
aprobación se pretende.

La publicación es la última etapa del procedimiento legislativo (art. 83 CN),


inescindiblemente vinculado a la vigencia de las leyes. Se materializa en el

18 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

Boletín Oficial (https://www.boletinoficial.gob.ar/) que encuentra su raíz his-


tórica en el decreto del 24 de agosto de 1821 de Bernardino Rivadavia por el
que se creó el Registro Oficial para la difusión de todas “las leyes, órdenes y
decretos y actos de un efecto general”.

En relación a la entrada en vigor de las leyes, el art. 5° del Código Civil y Co-
mercial de la Nación (al igual que su precedente) establece que las mismas
rigen después del octavo día de su publicación oficial, o desde el día que ellas
determinen.

Pero, además, la publicación de las normas de carácter general es una exi-


gencia derivada del más genérico principio republicano de publicidad de los
actos de gobierno. Decía Juan Bautista Alberdi al respecto:
Otro medio de impedir que los delegatarios de la soberanía abu-
sen de su ejercicio en daño del pueblo a quien pertenece, es la
publicidad de todos los actos que lo constituyen. La publicidad es
la garantía de las garantías. El pueblo debe ser testigo del modo
cómo ejercen sus mandatarios la soberanía delegada por él. Con
la constitución y la ley en sus manos, él debe llevar cuenta diaria
a sus delegados del uso que hace de sus poderes. Tan útil para el
gobierno como para el país, la publicidad es el medio de preve-
nir errores y desmanes peligrosos para ambos. El pueblo debe ver
cómo desempeñan sus mandatos los legisladores. Las leyes deben
ser hechas a su vista, sancionadas en público... (Alberdi, 1928).

No obstante lo anterior, es preciso recordar que en Argentina hubo por dé-


cadas leyes secretas, tanto en épocas de facto como de iure, tal como puede
verse en el siguiente gráfico.

Gráfico 1. Leyes sancionadas por décadas

Los gobiernos militares producto de los golpes de Estado de 1930 y 1955 no


emplearon leyes secretas. En cambio, los posteriores de la llamada “Revolución

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Argentina” (1966-1973) y del autodenominado “Proceso de Reorganización Na-


cional” (1976-1983) fueron los mayores productores de leyes secretas: 118 sobre
las 146 de toda la historia institucional del país.
La ley 26.134 (BO, 25/08/2006) dejó sin efecto a todas ellas, ordenando pu-
blicarlas en el término de 60 días.
Por el contrario no se publicitaron los decretos secretos (delegados y DNU)
que “si bien son decretos en su forma, tienen alma y espíritu de ley”, alegaba,
sin éxito, para su inclusión en la normativa apuntada, el senador Ernesto Sanz
(UCR, Mendoza) en el debate parlamentario.

Fuente: Diario Judicial, 17 de agosto de 2006: https://www.diariojudicial.com/nota/53480

Fuente: Diario Judicial, 25 de agosto de 2017: https://www.diariojudicial.com/nota/53525

Distintas páginas web nos permiten buscar leyes –en sentido material–. En el
ámbito nacional, hay dos opciones principales, ambas en la órbita del Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos. En la primera solo se encuentra información
normativa, mientras que en la segunda también jurisprudencia y doctrina:

20 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

Fuente: página web de Infoleg: www.infoleg.gob.ar

Fuente: página web del SAIJ: http://www.saij.gob.ar

En relación a la esfera provincial, a continuación ejemplificamos con las pági-


nas de la provincia de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe.

Fuente: página web del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires: http://www.gob.gba.gov.ar/dijl

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Fuente: página web del Gobierno de la Provincia de Santa Fe: https://www.santafe.gov.ar/normativa

Actualmente, son muchos los municipios que también cuentan con página
web donde encontrar información jurídica, especialmente de índole normati-
va. Brindamos como ejemplos, las páginas de la Municipalidad de La Plata y
de la Municipalidad de Rosario.

Fuente: página web de la Municipalidad de La Plata: http://www.concejodeliberante.laplata.gov.ar/digesto/


buscalastlaw.asp

Fuente: página web de la Municipalidad de Rosario: https://www.rosario.gov.ar/normativa/ver/visualInterna.


do?accion=ir&limpiar=true

22 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

Otra cuestión importante a tener en cuenta es cómo impacta la doctrina en el


contenido de una ley (ver lo dicho en Módulo II, 1. “Doctrina”).

En este sentido, consignamos una noticia dada a conocer a través de la pági-


na web de la Cámara de Diputados de la Nación dando cuenta de la convoca-
toria que la Comisión de Asuntos Constitucionales de dicho cuerpo hiciera a
destacados constitucionalistas a efectos de conocer sus opiniones en ocasión
de debatir distintas propuestas en torno a la modificación de la ley 25.320
(BO, 12/09/2000), llamada “Ley de fueros”.

Fuente: página web de la Cámara de Diputados de la Nación.

Los constitucionalistas Alfonso Santiago, María Angélica Gelli, Jorge Vanossi y Alberto Bianchi acompañan
al Presidente y Secretario de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados.

Asimismo, la sanción de una ley puede ser consecuencia directa o indirecta de


fallos judiciales relevantes.

En relación a la jurisprudencia nacional, un ejemplo de enorme impacto legisla-


tivo para ejemplificar fue el caso “Sejean c/Saks de Sejean”, resuelto por la Cor-
te Suprema de Justicia de la Nación el 27 de noviembre de 1986 (Fallos: 308:
2268) en el que se declaró la inconstitucionalidad del art. 64 y concordantes de
la Ley 2393 de Matrimonio Civil, sancionada en el siglo XIX, en cuanto estable-

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cían la indisolubilidad del vínculo matrimonial y, por consiguiente, no permitían


una nueva aptitud nupcial para los “divorciados”. Al año siguiente, luego de un
intenso debate parlamentario, se sancionaba la ley 23.515 (BO, 12/06/1987) mo-
dificatoria de las normas referidas al matrimonio en el Código Civil.

A continuación, insertamos algunas imágenes periodísticas de la época, dando


cuenta tanto de la histórica decisión judicial como de la vida personal del actor
–el abogado y ex juez Juan Bautista Sejean– y de su nueva familia “legal”.

Fuente: Santander, A. (3 de junio de 20179. A 30 años de la Ley de Divorcio: la historia de amor que cambió
el Código Civil. Infobae. Recuperado de: https://www.infobae.com/sociedad/2017/06/03/ley-de-divorcio-a-
30-anos-de-la-historia-de-amor-que-cambio-el-codigo-civil/

24 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

También es sumamente relevante el impacto en la legislación de la “jurispru-


dencia internacional”, comprendiendo con este término a toda suerte de deci-
siones de organismos internacionales, pero, fundamentalmente, las de aque-
llos que son los encargados de fiscalizar el cumplimiento de los instrumentos
internacionales que gozan de jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22 CN), y
sobre todo, a partir del reconocimiento expreso por la Corte IDH del control
de convencionalidad (“Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile”, sentencia
del 26 de septiembre de 2006) que obliga a todas las autoridades del Estado,
de oficio, a cotejar las normas internas con las internacionales y a dejar las
primeras sin efecto en caso de que resulten incompatibles con las segundas.
En este sentido, y a modo de ejemplo, podemos mencionar dos decisiones de
órganos del Sistema Interamericano que llevaron a modificar el Código Penal.
Por una parte, luego de que Horacio Verbitsky fuera condenado por el delito de
desacato –art. 244 CP– al haber, supuestamente, injuriado al entonces ministro
de la Corte Suprema de Justicia, Augusto César Belluscio, a través de la publica-
ción de un artículo en el diario Página/12 en el cual el periodista se refería al juez
como “asqueroso”, el condenado realizó una denuncia contra el Estado argenti-
no ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos alegando la violación
de los arts. 8° (imparcialidad e independencia de los jueces), 13 (libertad de pen-
samiento y expresión) y 24 (igualdad ante la ley) de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (CIDH, “Horacio Verbitsky y otros contra Argentina”,
caso 11.012). El caso culminó con una solución amistosa (arts. 48 y 49 CADH)
del 20 de septiembre de 1994 (CIDH, Informe 22/94), luego de que la justicia
argentina revocara la sentencia en contra de Verbitsky y cancelara todos sus
efectos, y el Poder Legislativo derogara la figura del desacato a través de la ley
24.198 (BO, 03/06/1993). En su parte resolutiva, la Comisión señala que, en el
caso que una ley resultare incompatible con la Convención, el Estado Parte está
obligado, de conformidad con el art. 2°, a adoptar las medidas legislativas nece-
sarias para hacer efectivos los derechos y libertades garantizados por la misma.
Por otra parte, la publicación en 1989 de un libro titulado La masacre de San
Patricio, que analizaba el asesinato de cinco religiosos (tres sacerdotes y dos
seminaristas) pertenecientes a la orden palotina, ocurrido en Buenos Aires
el 4 de julio de 1976, durante la última dictadura militar, también devendrá
en un interesante caso de impacto de la jurisprudencia en la legislación.El
autor, Eduardo Kimel, criticaba la actuación de las autoridades encargadas de
la investigación de los homicidios, entre ellas, la de un juez en particular, quien
entabló una acción penal en contra del periodista e historiador por el delito de
calumnia, señalando que si bien la imputación deshonrosa hecha a un magistra-
do con motivo u ocasión del ejercicio de sus funciones constituiría desacato en
los términos del art. 244 CP ya derogado, la específica imputación de un delito
de acción pública “configura siempre calumnia”. La justicia le dio la razón y el
proceso penal concluyó con la condena de Kimel a un año de prisión y multa
de veinte mil pesos por el delito de calumnia. A posteriori, la Comisión Intera-
mericana de Derechos Humanos recibió una denuncia presentada por el Centro
de Estudios Legales y Sociales –CELS– y el Centro para la Justicia y el Derecho

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 25


J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

Internacional –CEJIL– en contra de la República Argentina por ser responsable


de la violación de los derechos a las garantías judiciales y a la libertad de expresión,
en relación con las obligaciones generales de respeto y garantía, y de adecuar
la legislación interna, consagrados en los arts. 8°, 13, 1.1 y 2°, respectivamente, de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CIDH, caso 14.450). La Co-
misión, luego de tramitar el caso y haber elaborado el Informe N° 111/06 (fondo),
en observancia del art. 50 CADH, lo remite en 2007 a la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. El tribunal, con sede en San José de Costa Rica, entendió
que el Estado violó el derecho a la libertad de expresión, consagrado en los
arts. 13.1 y 13.2, en relación con las obligaciones generales establecidas en los
arts. 1.1 y 2°, en perjuicio de Eduardo Kimel, así como el derecho a ser oído
dentro de un plazo razonable (art. 8.1), en relación con la obligación general
establecida en el art. 1.1; y el principio de legalidad (art. 9°), en relación con los
arts. 1.1 y 2°, siempre de la CADH (Corte IDH, “Kimel vs. Argentina”, sentencia
del 2 de mayo de 2008). También decidió que, además de reparar adecuada-
mente a la víctima, Argentina debía adecuar en un plazo razonable su derecho
interno a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de tal forma que
las imprecisiones legislativas –reconocidas por el propio Estado– se corrigiesen
para “satisfacer los requerimientos de seguridad jurídica” y, consecuentemente,
no se afectase el ejercicio del derecho a la libertad de expresión.

Placa conmemorativa de la Masacre de San Patricio en la iglesia homónima en el barrio de Belgrano (CABA).

Así fue que el PEN envió un proyecto de ley al Congreso para modificar las
figuras del Código Penal que se habían controvertido, lo que concluyó en la
sanción de la ley 26.551 (BO, 27/11/2009) que, entre otras novedades, esta-
blece que en ningún caso configurarán delito de calumnia (art. 109 CP) o de
injurias (art. 110 CP) las expresiones referidas a asuntos “de interés público”.

Aunque la apuntada modificación legislativa fue consecuencia directa de una


decisión de la Corte Interamericana –que le reclamaba al Estado argentino
la adecuación de su ordenamiento interno a los estándares internacionales–,

26 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

varios medios de prensa (nacionales e, incluso, internacionales) se hacían eco


de las palabras de la entonces titular del Poder Ejecutivo, quien, en momentos
en que se discutía la controversial “ley de medios” –luego Ley 26.522 de Ser-
vicios de Comunicación Audiovisual (BO, 10/10/2009)– se atribuía la autoría
intelectual de la modificación a la legislación penal.

Fuente: ámbito.com, 11 de septiembre de 2009: http://www.ambito.com/481809-gobierno-impulso-la-despe-


nalizacion-de-las-calumnias-e-injurias-contra-los-periodistas.

Fuente: : elmundo.es, 12/09/2009: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/11/comunicacion/1252694687.


html

Hoy, cuatro décadas después del crimen, la causa por el homicidio de 1976
se investiga como delito de lesa humanidad por el titular del Juzgado Cri-
minal y Correccional Federal N° 12 Sergio Torres y la Congregación Palo-
tina analiza su presentación como querellante en la causa (http://www.
telam.com.ar/notas/201607/153694-a-40-anos-de-la-masacre-de-san-patri-
cio-un-crimen-contra-religiosos-que-no-estaban-dispuestos-a-callar.html).

3.2. Decretos y decreto-leyes


A efectos de que cualquier investigación jurídica resulte certera, a la hora de
analizar la legislación involucrada, también se impone diferenciar las leyes
strictu sensu de los decretos-leyes, normas que se han impuesto en el siste-
ma jurídico argentino, en buena medida, por obra de las circunstancias, de la
necesidad de mantener la continuidad jurídica en momentos de quiebra de la

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 27


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normalidad constitucional y que desde que son publicados tienen el mismo


valor que una ley formal; no necesitan ser ratificados posteriormente por una
ley del Congreso y continúan vigentes hasta tanto una ley los derogue.

En efecto, durante los “gobiernos de facto” y ante la habitual disolución del


Congreso en esas circunstancias de discontinuidad constitucional, el Poder
Ejecutivo –de facto– se arrogaba atribuciones que le corresponden constitu-
cionalmente al Congreso. Así aparecen los decretos-leyes regulando materias
que, por su naturaleza, deben ser objeto de una ley formal.

La llamada “Revolución Argentina” (1966-1973) les dio denominación de “le-


yes” –a secas–, asignándoles una numeración correlativa a las leyes sancio-
nadas por el Poder Legislativo. Con ello, no solo es difícil en el ordenamiento
jurídico argentino distinguir –a priori– unas de otras sino, que además, de-
nominar a esas normas de facto “leyes” (lo que sigue ocurriendo a menudo
en la legislación, en la jurisprudencia y en la doctrina, más de tres décadas
de terminado el último gobierno de facto) sigue siendo una utilización lin-
güística que tenía –y tiene– una expresa y peligrosa voluntad legitimadora.

Así, por ejemplo, la importantísima reforma realizada en 1968 al Código Civil


de Vélez Sarsfield fue obra de la mal llamada “ley 17.771” que ha perdido vi-
gencia con el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. En cambio, conti-
núan en vigor, entre otras, las “leyes” 16.986 (acción de amparo), 19.549 (pro-
cedimiento administrativo), 21.499 (expropiaciones), 22.278 (régimen penal
de menores) o 22.421 (conservación de la fauna).

Un reglamento es una declaración unilateral realizada en ejercicio de la fun-


ción administrativa que produce efectos jurídicos generales en forma directa.
(Gordillo, 1967). En nuestro país, los reglamentos del Poder Ejecutivo (nacional,
provincial o incluso de intendentes municipales) se denominan “decretos”.

Al momento de investigar en torno a un decreto, es necesario tener en cuenta


los fundamentos que se explicitan y los artículos de la Constitución que se
invocan para su dictado (que se encuentran –o al menos, deberían encontrar-
se– en los “considerandos” del mismo) pues no siempre se corresponden con
el tipo o clase que efectivamente son.

Gráfico 2. Partes que conforman un decreto

28 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

También es frecuente que en un mismo decreto se tomen decisiones de dis-


tinta índole que ameritarían el dictado de distintos tipos de decreto, acrecen-
tando la confusión.
Además, es necesario verificar que los decretos estén refrendados por el/los
ministro/s que correspondan según la materia objeto del mismo; pero en el
caso de los de necesidad y urgencia que estén refrendados por todos los mi-
nistros del PEN y el Jefe de Gabinete (arts. 99, inc. 3 y 100 CN)
Se distinguen cuatro tipos de decreto en la Constitución Nacional: autónomos
(art. 99, inc. 1), reglamentarios o “de ejecución” (art. 99, inc. 2), delegados
(art. 76) y de necesidad y urgencia (art. 99, inc. 3).

Gráfico 3. Distintos tipos de decretos PEN

Ejemplos de decretos dictados durante 2017:


1) Decreto autónomo:
Decreto 571/2017 (BO, 27/07/2017), por medio del cual se removió a un
director del Banco Central de la República Argentina. Firman: Mauricio
Macri (Presidente), Marcos Peña (Jefe de Gabinete de Ministros) y Nicolás
Dujovne (Ministro de Hacienda).

2) Decreto de ejecución:
Decreto 206/2017 (BO, 28/03/2017), por el cual se reglamentó la Ley 27.275
de Acceso a la Información Pública (BO, 29/09/2016). Firman: Gabriela
Michetti (E/E), Marcos Peña (Jefe de Gabinete de Ministros) y Rogelio Fri-
gerio (Ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda).

3) Decreto delegado:
Decreto 923/2017 (BO, 10/11/2017) a través del cual, en virtud de la fa-
cultad que la ley 27.399 (BO, 18/10/2017) le otorgó para fijar anualmente

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hasta tres días feriados o no laborables destinados a promover la actividad


turística, que deberán coincidir con los días lunes o viernes, el Poder Eje-
cutivo estableció cuales serán esos días “puente” en 2018 y 2019. Firman:
Mauricio Macri (Presidente), Marcos Peña (Jefe de Gabinete de Ministros)
y José Gustavo Santos (Ministro de Turismo).

4) Decreto de necesidad y urgencia:


Decreto 513/2017 (BO, 17/07/2017) por medio del cual se modificó la Ley
de Ministerios estableciéndose que el Jefe de Gabinete de Ministros y vein-
te ministros secretarios tendrán a su cargo el despacho de los negocios
de la Nación (art. 100 CN), siendo las carteras: Interior, Obras Públicas y
Vivienda; Relaciones Exteriores y Culto; Defensa; Hacienda; Finanzas; Pro-
ducción; Agroindustria; Turismo; Transporte; Justicia y Derechos Humanos;
De Seguridad; Trabajo, Empleo y Seguridad Social; Desarrollo Social; Salud;
Educación; Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; Cultura; Ambiente
y Desarrollo Sustentable; Modernización; y Energía y Minería. Firman: Mauri-
cio Macri (Presidente), Marcos Peña (Jefe de Gabinete de Ministros) y todos
los ministros, hasta ese momento, diecisiete: Julio César Martínez (Ministro
de Defensa), Germán Garavano (Ministro de Justicia y Derechos Humanos),
Patricia Bullrich (Ministra de Seguridad), Alberto Jorge Triaca (Ministro de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social), Carolina Stanley (Ministra de Desa-
rrollo Social), Lino Barañao (Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva), Pablo Avelluto (Ministro de Cultura), Ricardo Buryaile (Minis-
tro de Agroindustria), Guillermo Dietrich (Ministro de Transporte), Esteban
Bullrich (Ministro de Educación), Andrés Ibarra (Ministro de Modernización),
Juan José Aranguren (Ministro de Energía y Minería), Oscar Aguad (Minis-
tro de Comunicaciones), Jorge Lemus (Ministro de Salud), Nicolas Dujovne
(Ministro de Hacienda), Luis Caputo (Ministro de Finanzas) y Jorge Faurie
(Ministro de Relaciones Exteriores y Culto).

3.3. Decisiones administrativas


Se denominan decisiones administrativas los actos del Jefe de Gabinete, inde-
pendientemente de su contenido normativo o no (art. 100, incs. 1, 2, 3 y 4 CN).

Un ejemplo del año 2017 en materia de nombramientos de empleados de la ad-


ministración (art. 100, inc. 3 CN) es el siguiente: decisión administrativa 603/2017
(BO, 09/08/2017), a través de la cual se designó a la Directora de Diseño
Tecnológico de la Dirección Nacional de Comunicación Digital de la Subse-
cretaría de Vínculo Ciudadano de la Secretaría de Comunicación Pública de la
Jefatura de Gabinete de Ministros.

En tanto que los ministros del PEN adoptan resoluciones concernientes a sus
respectivos departamentos (art. 103 CN). Un ejemplo del año 2017 en este senti-
do es la resolución 256-E/2017 (BO, 05/10/2017) del Ministerio de Agroindustria
por la que se incorpora al Registro Único de Operadores de la Cadena Agroin-
dustrial (RUCA) a los operadores del sector yerbatero, conforme las actividades

30 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

del Registro Unificado de Operadores del Sector Yerbatero del Instituto Nacional
de la Yerba Mate (INYM).
Las decisiones administrativas del Jefe de Gabinete, al igual que las resolucio-
nes ministeriales y otras normas (disposiciones, resoluciones de entes regula-
dores, circulares) también pueden consultarse en, al igual que constituciones,
leyes y decretos en: http://www.infoleg.gob.ar.

3.4. Tratados internacionales


En relación a los tratados internacionales, para conocer su estatus y saber con
certeza si fueron ratificados o no por el país, una vez aprobados por el Con-
greso de la Nación es conveniente acudir a páginas web de organizaciones
internacionales.
Si se trata de instrumentos internacionales sobre derechos humanos, se pue-
de buscar por tanto por instrumento cuanto o por país, en páginas en espa-
ñol, aunque en inglés/francés, en general hay más información disponible.
En esta materia resulta de gran valor la página web de la Oficina del Alto Comi-
sionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (UNHCHR/ACNUDH):
• En inglés: http://www.ohchr.org/EN/Pages/Home.aspx
• En español: http://www.ohchr.org/SP/Pages/Home.aspx
Si en el selector buscamos un instrumento cualquiera, vamos a visualizar si
un Estado lo firmó, en qué fecha y si lo ratificó y en qué fecha. Al buscar, por
ejemplo, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discri-
minación contra la Mujer, universalmente conocida por sus siglas en inglés,
CEDAW, adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 18 de di-
ciembre de 1979, vamos a poder verificar que Argentina la firmó el 17 de julio
de 1980 pero la ratificó recién el 15 de julio de 1985.
Esta información resulta relevante si tenemos en cuenta que la Corte Suprema de
Justicia de la Nación dijo en 1995 que los tratados internacionales son obligato-
rios desde su ratificación por el Estado argentino (caso “Frites”, Fallos: 318:2513).

Fuente: página web de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

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Si, por el contrario, optamos por buscar por país, y en selector, por ejemplo,
escribimos “Argentina,” vamos a visualizar todos los instrumentos internacio-
nales y sus protocolos facultativos y si el país los firmó, cuándo y si los ratificó
y cuándo.

Fuente: página web de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Buscando por país, además del estado de ratificación de los distintos ins-
trumentos, también se pueden consultar, por ejemplo, informes de relatores
especiales u observaciones sobre el país de cada uno de los Comités que
supervisan el cumplimiento del instrumento.

Pero recordemos que en español hay menos información, tal como podemos
apreciar en relación a Argentina:

Fuente: página web de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

En las páginas de Naciones Unidas también hay enlaces a los sistemas regio-
nales de protección de los derechos humanos, por ejemplo al interamericano,
para poder acceder a información de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

32 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

Vayamos directamente a la página de la Comisión Interamericana de Derechos


Humanos. Allí tenemos acceso a su “jurisprudencia” (casos, medidas cautela-
res, informes, relatorías).

Fuente: página web de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): http://www.oas.org/es/cidh/

Y también, por supuesto, a normas de carácter hemisférico: instrumentos in-


teramericanos (declaraciones, convenciones, protocolos), con indicación de
países signatarios y su estado de ratificación.

Fuente: página web de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): http://www.oas.org/es/cidh/

Por ejemplo, si seleccionamos uno de los instrumentos más recientes, la Con-


vención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores que entró en vigencia el 11 de enero de 2017, encontramos
que Argentina es signataria (arts. 99, inc. 1 y 11 CN) de la misma. Como vi-
mos antes, el Poder Ejecutivo ya envió al Congreso el proyecto para que sea
aprobado (art 75, inc. 22 CN), lo que aún no ha ocurrido. Por ello todavía no
aparece como ratificado por nuestro país, que es el último paso, en cabeza del
Poder Ejecutivo, luego de que sea aprobado por el Poder Legislativo.

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 33


J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

Fuente: página web de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): http://www.oas.org/es/cidh/

Ahora vayamos a la página de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.


Allí también podemos encontrar los instrumentos regionales, organizados por
generales y específicos sobre un tema concreto:

Fuente: página web de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: http://www.corteidh.or.cr/

En cuanto a los tratados de integración (art. 75, inc. 24 CN), por ejemplo, el
Mercosur, en la página web es posible encontrar la normativa pertinente: de-
cisiones y resoluciones, actas, acuerdos, etc.

Fuente: página web del Mercosur: https://www.google.com/search?q=mercosur&rlz=1C1GCEU_esAR845A


R845&oq=mercosur&aqs=chrome..69i57j0l5.2135j0j4&sourceid=chrome&ie=UTF-8

34 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

A su turno, la información acerca de los convenios colectivos de trabajo (ins-


trumentos de inexcusable conocimiento a la hora de investigar en derecho la-
boral y de la seguridad social) se puede encontrar en el buscador de la página
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social:

Fuente: página web del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social: https://convenios.trabajo.gob.ar/
ConsultaWeb/Aviso.asp

Fuente: página web del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social: https://convenios.trabajo.gob.ar/
ConsultaWeb/consultaBasica.asp

Ver Actividad N° 3: Los buscadores jurídicos, y Actividad N° 4: Los con-


textos y los discursos en la génesis de las normas, en Manual de mate-
riales didácticos.

4. Jurisprudencia
El término “jurisprudencia”, del latín ius (derecho) y prudentia (sabiduría),
refiere a conceptualizaciones amplias, restrictivas y técnicas (Shciele Manzor,
2008, p. 182). Desde el sentido más amplio que la identifica con “la ciencia del
derecho”, pasando por el que la considera como los “criterios de interpreta-
ción de las normas” establecidos por los órganos competentes para decidir
en un litigio, hasta llegar a la conceptualización más restrictiva –la que vamos
a considerar acorde a nuestros objetivos– que la define como el “conjunto de
Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 35
J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

fallos judiciales sobre una materia determinada” que se impone principalmen-


te por la autoridad del órgano del que emanen.

Sin adentrarnos en el debate entre “aplicación vs. creación” judicial por ex-
ceder el objeto del presente trabajo, afirmamos que la labor de los jueces
constituye el ejercicio hermenéutico por excelencia, en el que se definen los
alcances de los textos legales al amparo de la autoridad formal institucional
de los órganos jurisdiccionales.

Entre las funciones principales de la jurisprudencia podemos señalar las si-


guientes:

• De adaptación: de la ley a las variaciones constantes de las condiciones so-


ciales para las cuales se dictó y las necesidades sociales contemporáneas.
• De creación e integración: vinculada a la anterior función, para resolver los
vacíos legales en casos no previstos por la legislación.
• Uniformadora: unificación de criterios, ya que las decisiones de los órganos
que deciden el derecho suelen ser mantenidas por los propios órganos o por
otros de igual o inferior jerarquía.
Para cumplir con este objetivo puede acudirse a los recursos de casación y ex-
traordinario o los fallos plenarios con el fin de evitar sentencias contradictorias.

La jurisprudencia puede presentarse como contradictoria cuando ante casos


similares se falla en forma disímil, por lo que se toma como base jurispruden-
cial las sentencias de los tribunales de superior jerarquía. También pueden
ocurrir variaciones de la jurisprudencia a corto o largo plazo cuando los mis-
mos jueces deban decidir contra lo que hasta ese momento se tenía como
válido, debido a los constantes cambios sociales o económicos y la necesidad
de adaptación o adecuación a nuevas realidades.

4.1. Jurisprudencia como insumo para la investigación jurídica

Definitivamente la jurisprudencia constituye insumo fundamental para la in-


vestigación jurídica, tanto profesional –todo operador jurídico debe saber re-
mitir a la jurisprudencia en su interés y esfuerzo argumental– y también para
la producción del conocimiento.

En este último caso, el análisis jurisprudencial se aborda desde una perspec-


tiva más amplia que debería permitir:

• Identificar los intereses en pugna que motivaron las sentencias (demanda y


contestación de demanda, por ejemplo).

• Indagar sobre el contexto en que fueron dictadas las sentencias (particular-


mente la complejidad de todo el expediente que registra el caso).

• Analizar los votos de las mayorías y minorías de la decisión (en los casos de
tribunales colegiados).
36 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación
Debates iniciales

• Identificar la doctrina que asumen los jueces en sus motivaciones (habitual-


mente citada, a veces implícita).

• Distinguir la autoridad del órgano del que emane la sentencia (orden jerár-
quico), así como también la vigencia del fallo en cuestión (a medida que los
precedentes se alejan en el tiempo van perdiendo fuerza vinculante).

4.2. Búsqueda de jurisprudencia

Buscador Saij (Sistema Argentino


de Información Jurídica): http://www.saij.gob.ar/
Antes de la sanción de los decretos 1755, del 23 de octubre de 2008, que crea
la Dirección Técnica de Formación e Informática Jurídico-Legal, y el 1431, del
15 de septiembre de 2011, que cambia la denominación del sistema por la de
Sistema Argentino de Información Jurídica (SAIJ), el acceso a la información
jurídica argentina era muy limitado.

El buscador web “SAIJ” del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la


Nación permite brindar un mayor acceso integral, simplificado, libre y gratui-
to, y no solo a quienes trabajan diariamente con esta herramienta. La Direc-
ción Técnica de Formación e Información Jurídico-legal es la encargada de
entender en el ordenamiento, sistematización, actualización y edición de las
normas jurídicas, jurisprudencia y doctrina en la plataforma.

En el sitio encontramos una vasta selección de sentencias de relevancia jurí-


dica o actualidad, provenientes de tribunales nacionales, federales y provin-
ciales; ya sea en texto completo o sumarios, aunque aún quedan otros tantos
cuyo acceso es restringido. A algunos fallos no disponibles se puede acceder
a través de suscripciones a plataformas virtuales pagas, lo cual dificulta el
efectivo acceso gratuito e integral a la información jurídica.

Podemos afirmar que en la actualidad, si bien existen más herramientas que


facilitan el acceso a la información jurídica, estas no alcanzan a cubrir las ne-
cesidades de información jurídica completa y efectiva.

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 37


J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

Fuente: página web del Sistema Argentino de Información Jurídica: saij.gob.ar

Buscador “CIJ” (Centro de Información Jurídica), Agencia de Noticias


del Poder Judicial: http://cij.gov.ar/

38 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Debates iniciales

Fuente: página web del Centro de Información Jurídica: http://cij.gov.ar/

En general la búsqueda de fallos en la mayoría de las plataformas se hace


completando alguno o todos los campos. Cuantos más campos se completen,
más específica será la búsqueda.
• Jurisdicción: seleccionar la provincia o distrito donde está radicado el tribu-
nal que dictó la sentencia.
• Tribunal: indicar la cámara o el tribunal que realizó el pronunciamiento.
• Fecha: se puede hacer una búsqueda por rango o por fecha exacta del fallo.
• Expediente: se debe indicar en forma exacta.
• Carátula: se puede incluir toda o una fracción de la designación de las partes,
así como también del tipo de juicio.
• Palabras clave: para refinar la búsqueda, se puede indicar una o más palabras
(en este último caso, deben estar separadas por un espacio) o una o más
frases exactas. En todos los casos, la palabra clave deberá tener al menos
tres caracteres.

Buscador CSJN (Corte Suprema de Justicia de la Nación)


http://www.csjn.gov.ar

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 39


J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

Fuente: página web de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

Buscador de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia


de Buenos Aires: http://www.scba.gov.ar

Fuente: página web de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires

4.2.2. Direcciones de las páginas de tribunales internacionales


Buscador de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: http://www.
corteidh.or.cr/cf/Jurisprudencia2/index.cfm?lang=es
Buscador de la Corte Internacional de Justicia: http://www.icj-cij.org/
homepage/sp/
Buscador de la Organización de los Estados Americanos: http://www.oas.
org/main/spanish/
Buscador de la Organización Internacional del Trabajo: http://www.ilo.org/
global/lang--es/index.htm

Ver Actividad N° 5: La ley de acceso a la información, en Manual de ma-


teriales didácticos.

40 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


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42 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


M A N U A L D E M AT E R I A L E S
DIDÁCTICOS
Introducción

INTRODUCCIÓN

Este Manual de materiales didácticos tiene por objeto complementar el Ma-


nual de contenidos con una propuesta de desarrollo de “taller” a partir de
ciertos fundamentos y consideraciones que se explicitan en el Módulo I: “Fun-
damentos”.
Allí exponemos nuestra noción de “estrategia pedagógica” y las razones por
las que entendemos que la modalidad “taller” referida resulta adecuada, re-
firiendo también aspectos detallados de su instrumentación que nos parece
que hacen a una dinámica eficiente de la misma. Nos referimos especialmente
al concepto de formación de “competencias” que pretendemos impulsar, a los
roles de los participantes y a la evaluación de la participación en los talleres.
Por otra parte, en el Módulo II: “Actividades” presentamos una batería de tra-
bajos prácticos que denominamos de ese modo –“actividades”– pues la pro-
pia modalidad de taller es práctica. Las mismas están orientadas a promover
la reflexión y el debate grupal sobre los aspectos conceptuales que denomi-
namos “representaciones iniciales” y “modelos en disputa”; a ejercitar a los
estudiantes en la búsqueda de doctrina, legislación y jurisprudencia con las
actividades “buscadores jurídicos” y “contextos y discursos en la génesis de
las normas”; y finalmente a analizar la Ley de Acceso a la Información Pública
que nos parece relevante como marco y soporte normativo de la búsqueda de
información en el proceso de investigación.
Un último título con referencias bibliográficas utilizadas completa nuestra
producción.
Como señalamos en la introducción del Manual de contenidos, debe tenerse
presente que este texto es resultado de la mixtura de voces que lo han enri-
quecido con aportes, referencias y críticas, especialmente quienes participa-
ron de los talleres desarrollados en la Facultad de Derecho de la Universidad
Nacional de Rosario –agosto de 2017– y en la Facultad de Ciencias Jurídicas
y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata –octubre de 2017– adonde
recurrimos para “traducir” a la práctica concreta propuestas de enseñanza
que habíamos pergeñado teóricamente, y que constituyeron verdaderas e in-
dispensables “pruebas piloto” e instancias de corrección y rediseño.
Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 45
J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

Los mismos, con la participación de docentes titulares y adjuntos, auxiliares,


ayudantes y adscriptos, de investigadores experimentados y también recién
iniciados, de diversas cátedras de nuestras facultades y de misceláneos refe-
rentes de la disciplina, resultaron herramientas de la mayor valía sin los cuales
este material no estaría hoy circulando.

Finalmente. Como todo texto destinado a formadores, entendemos que estos


manuales hallarán su sentido en la dinámica de su propia deconstrucción.
Efectivamente, se trata de una propuesta, un compilado de sugerencias –sin
dudas insuficientes– que, destinado a la formación de competencias investi-
gativas en nuestros estudiantes de Derecho con la mediación de los docentes
a quienes va dirigido, no puede sino sobrevivir en la imprescindible revisión
y reconfiguración que esas otras prácticas docentes le habrán de propinar,
arrojando otros tantos mejores y más lúcidos productos que esperamos ex-
pectantes y a cuya futura deconstrucción habremos de aportar también.

46 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Fundamentos

MÓDULO A

F undamentos

1. La noción de estrategia
Lejos de plantear una secuencia programática estanca, la estructura organi-
zativa, las secuencias de contenidos, el cronograma, las actividades y eva-
luaciones constituirán, en su conjunto, estrategias de acción y, por lo tanto,
un conjunto de elecciones de sus protagonistas. En este sentido, se aleja
de la concepción como programa predeterminado, invariante a través del
tiempo.

Siguiendo las concepciones de Morin (1987), dimensionamos la noción de


estrategia, que “permite, a partir de una decisión inicial, imaginar un cierto
número de escenarios para la acción, escenarios que podrán ser modificados
según las informaciones que nos lleguen en el curso de la acción y según los
elementos aleatorios que sobrevendrán y perturbarán la acción” (pp. 4-8).

2. La modalidad de taller como estrategia pedagógica


Elegimos como estrategia de abordaje para la construcción de competen-
cias vinculadas a la investigación jurídica la modalidad de “taller”, concebi-
do como una estrategia integradora, compleja, reflexiva, en la que el que la
integración entre teoría y práctica constituye la fuerza motriz del proceso
formativo.

El taller promueve una comunicación constante con la realidad social, me-


diado por un equipo de trabajo altamente dialógico que incluye a todos los
participantes. Es un proceso en el que docentes y estudiantes desafían, en
conjunto, problemas y temáticas que se pueden ajustar perfectamente al
campo de la investigación jurídica. Constituye una modalidad que promueve
el aprendizaje cooperativo, aprendizaje fundamental en la construcción del
conocimiento profesional de abogados y abogadas.

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 47


J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

En la comunidad científica existe consenso respecto a que el conocimiento


es una construcción social. Diversos enfoques teóricos dentro de la psicolo-
gía de la educación plantean la relevancia del trabajo en grupo para la cons-
trucción de conocimientos, debido a que los aprendizajes no se producen
aisladamente sino en un contexto social. Los investigadores plantean que los
intercambios con otros (compartir información, confrontar puntos de vista
y perspectivas, colaborar en la resolución de problemas, intercambiar ideas,
socializar dudas e interrogantes) estimulan los aprendizajes significativos.

El aprendizaje cooperativo está ligado, a su vez, con el desarrollo de autono-


mía y, por consiguiente, con el deseo e interés por comprender e indagar la
realidad. Este compromiso con los propios aprendizajes, que implica la asun-
ción de una posición investigativa, constituye una condición necesaria para la
proyección de los estudiantes y destinatarios del taller como investigadores
críticos.

3. El taller y los roles de los participantes


El taller está concebido como un equipo de trabajo formado por un coordina-
dor o un grupo de coordinación, en donde cada uno de los integrantes hace
su aporte específico. El coordinador o facilitador pauta y orienta el encuentro,
pero al mismo tiempo adquiere, junto a los participantes, experiencia de las
realidades concretas sobre las que se desarrollan los talleres, ajustando y mo-
dificando la propuesta de acuerdo a las nuevas experiencias.

3.1. Caracterización de los roles

3.1.1. Coordinador
Tendrá como función guiar el proceso introduciendo dialógicamente los con-
tenidos teóricos y las actividades prácticas. Debe hacer especial hincapié en
recuperar las representaciones con las que cuentan los integrantes del taller
sobre investigación en el campo de las ciencias jurídicas y sociales. Presenta-
rá ejemplos y promoverá un clima de trabajo adecuado para el trabajo coo-
perativo.

3.1.2. Observador
Tomará nota del desarrollo del taller con el propósito de contar con otro re-
gistro para evaluar el proceso. Participará en las actividades grupales a solici-
tud del coordinador y de los estudiantes.

3.1.3. Estudiantes/destinatarios
Participarán activamente de los encuentros, compartiendo sus experiencias e
interactuando con las propuestas de los docentes.

La cantidad de estudiantes acorde para el acompañamiento personalizado en


función de la modalidad de taller es de 20 participantes.

48 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Fundamentos

4. La construcción de competencias y la investigación jurídica


La raíz de la palabra competencia es “ikano”, un derivado de “iknoumai”, que
significa llegar. El antiguo griego tenía un equivalente para competencia, que
es ikanótis (ικανοτης). Se traduce como la cualidad de ser ikanos (capaz), tener
la habilidad de conseguir algo, destreza. Epangelmatikes ikanotita significa
capacidad o competencia profesional/vocacional y se diferencia de dexiotis
(δεζι?της) que remite a inteligencia.

El uso de la noción de competencia en el desarrollo de la formación profesio-


nal es reciente. Comenzó a perfilarse en torno a los objetivos y contenidos del
aprendizaje, con el fin de propiciar el desarrollo personal de los estudiantes y
su posición en el dominio del conocimiento que mejor los prepare para fun-
cionar de manera efectiva en la sociedad. Se estructuró en la década del 60
en base a dos aportes: la lingüística de Chomsky y la psicología conductual
de Skinner. Chomsky (1970) propuso el concepto de competencia lingüística
como una estructura mental implícita y genéticamente determinada que se
ponía en acción mediante el desempeño comunicativo (uso efectivo de la
capacidad lingüística en situaciones específicas). En oposición a la propuesta
de Chomsky se encuentra la línea conductual. Esta segunda línea comenzó a
circunscribir el concepto en torno a un comportamiento observable, efectivo
y verificable, confluyendo así el concepto de desempeño en el de competen-
cia, y tuvo fuerte impacto en la selección de personal. La búsqueda se centra
en la posesión de competencias claves en los trabajadores en pos de la com-
petitividad de las empresas.

Desde mediados de la década de los 90 esta concepción también ha sido


implementada en instituciones educativas de varios países, buscando formar
personas con ciertas competencias que les posibiliten una mayor inserción
laboral. Las competencias serían aquellas características de una persona que
estarían relacionadas con el desempeño efectivo de un trabajo que pueden
ser comunes en otras situaciones.

En otra línea teórica se destacan la psicolingüística y la psicología cultural


quienes enfatizan la interacción de la persona con el entorno. En esta pers-
pectiva se inscriben las elaboraciones de Hymes (1996), quien plantea el con-
cepto de competencia comunicativa como el empleo efectivo del lenguaje
y de la lingüística en situaciones específicas de comunicación, teniendo en
cuenta las demandas del entorno.

En una vía diferente, pero dentro de un enfoque contextual, están los aportes
de la psicología cultural que tienen como principal representante a Vigotsky
(1985) y es retomado por autores como Torrado (1995, 1998). En esta línea se
ha propuesto que las competencias “son acciones situadas que se definen en
relación con determinados instrumentos mediadores” (Hernández, 1998).

Dichas acciones se dan a partir de la mente, esta se construye en relacio-


nes sociales y es actualizada por la cultura (Vigotsky, 1985; Bruner, 1992).
La psicología cultural le ha aportado al concepto de competencia el princi-

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 49


J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

pio de que la mente y el aprendizaje requieren de la interacción con otras


personas, estando la idoneidad influenciada por el mismo contexto (Tobón,
2006).

Otra línea disciplinar que ha hecho aportes significativos a las competencias


es la psicología cognitiva. Es de destacar la teoría de las inteligencias múlti-
ples de Gardner (1987, 1997) y sus aportes a la comprensión de las compe-
tencias en su dimensión cognoscitiva (véase Tobón, 2006). Sobresalen, por
otra parte, las contribuciones de Sternberg (1997) en torno a la inteligencia
práctica, la cual se refiere a la capacidad que han de tener las personas para
desenvolverse con inteligencia en las situaciones de la vida. Dentro de esta
línea y con el objeto de buscar una coherencia en las distintas competencias
surge el Proyecto Tuning.

Este proyecto fue creado para apoyar la creación de los ECTS (Sistema Euro-
peo de Transferencia de Créditos). Su objetivo es desarrollar una metodolo-
gía común para difundir el marco europeo de cualificaciones en la educación
superior dentro del contexto del proceso Bolonia. Se propone programas ba-
sados en resultados del aprendizaje, que son descriptos en términos de com-
petencias específicas, vinculadas con las materias y competencias genéricas.
Las competencias sirven como puntos de referencia para el diseño de cu-
rrículos y de evaluación para desarrollar programas de estudio comparables.
El Proyecto Tuning equipara resultados de aprendizaje y competencias, otor-
gando a estas últimas una objetividad que por sus características no poseería.

Concluyendo, el concepto de competencia es multidimensional, su significa-


do se vincula con el marco referencial en el que se inscriba, el uso específico
que se realice y las políticas en las que se incluya (Iglesias et al, 2010).

Nos posicionaremos desde una noción de competencia en articulación con


diversos conceptos. Perrenoud (1997) refiere que las competencias incluyen
esquemas, así como sus automatizaciones, pero no se reducen a ellos. Una
competencia presupone la existencia de recursos movilizables, no se con-
funde con ellos sino, por el contrario, se añade a ellos, encargándose de su
asociación para lograr una acción eficaz en una situación compleja. Las com-
petencias profesionales son privilegiadas y se desarrollan en el ámbito de
trabajo. En este sentido:

... la acción competente es una invención bien temperada, una


variación sobre temas parcialmente conocidos, una manera de
reinvertir lo ya vivido, ya visto, ya comprendido o manejado para
enfrentar situaciones suficientemente inéditas para que la sim-
ple repetición sea inadecuada y lo suficientemente familiar para
que el individuo no se sienta totalmente desprotegido (Perre-
noud, 1997).

Cuando nos referimos a la construcción de competencias para la investigación


jurídica no solo se ponen en juego saberes teóricos, sino saberes profesionales,

50 | Ediciones SAIJ < Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación


Fundamentos

técnicos y un saber hacer atravesado por toda una cultura, incluyendo la de las
propias universidades.
Las prácticas profesionales son formas de conocimiento intermedias entre
el conocimiento cotidiano y el científico. Lo cual requiere atender a “las pe-
culiaridades epistemológicas de las ciencias sociales, de los conocimientos
técnicos y de los saberes profesionales, en los que podemos encontrar tanto
un saber más académicos y disciplinar como un saber-hacer tácito” (García,
1997, p. 65). Una posición reflexiva en el marco de un proceso formativo den-
tro del campo de la investigación jurídica resulta por consiguiente sustancial.
Si bien los profesionales reflexionan en algún momento sobre su práctica, si
la reflexión no es metódica, no conduce a la toma de conciencia y a la posi-
bilidad de cambios. Un práctico reflexivo, plantea Perrenoud (1994), entra en
una espiral sin fin de perfeccionamiento, teorizando sobre su propia práctica,
preferentemente en equipo.
Por su parte, Schön pone de manifiesto la evidente escisión entre universida-
des y profesiones, entre la investigación y la práctica, entre el pensamiento
y la acción. Escisión que conlleva a la crisis de confianza en el conocimiento
profesional. En este sentido, el autor reconoce la insuficiencia de la perspecti-
va de la racionalidad técnica puesto que definir la práctica profesional como
la resolución de un problema a partir de la selección de los medios disponi-
bles excluye las situaciones reales que enfrentan los profesionales, signadas
por la incertidumbre, la inestabilidad, el conflicto de valores, el caso único
(Schön, 1998). En la ya clásica obra El profesional reflexivo, Schön nos ad-
vierte sobre los elementos de repetición que conllevan las prácticas profe-
sionales, en relación al tipo de persona y a la variedad de casos que supone,
aludiendo a su vez a la actividad experimental o repetitiva mediante la que se
incrementa una competencia. La propia estabilidad de la práctica comporta
un saber cada vez más tácito, automático, especializado. Es la reflexión la que
puede hacer emerger y criticar las comprensiones tácitas dando un nuevo
sentido a las situaciones (Schön, 1998).

5. Criterios de evaluación
Como criterios de evaluación sugerimos hacer foco inicialmente en la moda-
lidad diagnóstica, a través de la actividad de exploración de las representa-
ciones que sostienen los estudiantes en torno a qué es investigar y cómo se
investiga.

A continuación, presentamos un esquema para visualizar la modalidad forma-


tiva de la evaluación, que permitirá evaluar procesualmente la práctica docen-
te y la dinámica del taller.

• Evaluación por parte de los coordinadores:


• Clima áulico: es conveniente construir un espacio en donde los participan-
tes se autoricen a poner en juego sus representaciones sobre qué es inves-
tigar en ciencias jurídicas y sociales, cómo se investiga, cómo se recorta o

Bases para el desarrollo de competencias en investigación jurídica | 51


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construye un problema. Las intervenciones no deberán corregir abrupta-


mente estas ideas con el fin de construir aprendizajes significativos gra-
dualmente, desde la reflexión individual y colectiva).
• Participación: sugerimos valorar el lugar de las preguntas, indagando cómo
han construido dichos interrogantes e invitando a los demás participantes
a ensayar respuestas que retroalimenten la participación. En el marco del
taller es importante que todos los integrantes enuncien sus representacio-
nes/ideas/nociones sobre qué es investigar en el campo de las ciencias
jurídicas y sociales. Estas ideas podrán surgir por participación espontánea,
como a través de las actividades propuestas. Por último, sugerimos que los
participantes tengan un espacio de relectura de la Actividad N° 1: “Repre-
sentaciones iniciales” con el propósito de visualizar y evaluar los propios
aprendizajes, promoviendo la autoevaluación.
• Impacto de las actividades: ponderar las actividades que resultan más sig-
nificativas por las preguntas y discusiones que generaron.
• Las presentaciones con Power Point: invitar a los integrantes a evaluar el
aporte de estos recursos. Invitamos a compartir estas presentaciones con
los estudiantes y a pensar nuevas filminas.
• Las entrevistas grabadas: evaluar las perspectivas que abren el análisis de
diversas trayectorias en investigación.

6. Evaluación final y acreditación del taller


Proponemos dos modalidades alternativas:

1) Realización de una entrevista al director de un proyecto de investigación


del Programa de Incentivos.
2) Presentación de un proyecto de investigación.

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Actividades

MÓDULO B

actividades

Las presentes son actividades sugeridas para complementar el desarrollo del


taller según se sugiere en cada uno de los ítems de contenidos propuestos en
el Manual de contenidos. Han sido probadas, corregidas y rediseñadas en los
talleres ya dictados.

Actividad N° 1: Representaciones iniciales


Propósitos
1) Indagar las ideas previas sobre investigación jurídica.
2) Compartir trayectorias formativas.
3) Iniciar el taller a través de las voces de sus integrantes.

Consigna
a) Responder de manera individual y en forma escrita las siguientes preguntas:
• ¿Qué es investigar en ciencias jurídicas y sociales?
• ¿Cómo se investiga en nuestro campo científico?
• ¿Tiene experiencia en investigación?
• ¿Pueden mencionar alguna investigación de este campo?
b) Compartir las respuestas con los integrantes del taller.
c) Retomar estas respuestas al final del taller y reflexionar sobre las modifica-
ciones y aprendizajes suscitados a partir del desarrollo del taller.

Actividad N° 2: Investigadores y modelos en disputa


El material audiovisual necesario para esta actividad se encuentra en los si-
guintes links:
http://www.bibliotecadigital.gob.ar/files/orler/video-bigliardi_manual-orler.mp4
http://www.bibliotecadigital.gob.ar/files/orler/video-galarza_manual-orler.mp4
http://www.bibliotecadigital.gob.ar/files/orler/video-salanueva_manual-orler.mp4

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J. Orler - M. Cenicacelaya - J. Napal - A. Szychowski - M. Ibarra

Propósitos
1) Oír las voces de investigadores de trayectoria y sus consideraciones res-
pecto de la investigación jurídica.

2) Reconocer diversos enfoques y modelos en disputa.


3) Cotejar con las propias definiciones de investigación jurídica.

Consigna
a) En base a los siguientes videos en donde aparecen las voces de investiga-
dores que se inscriben en distintos modelos de investigación, identifique a
qué modelo representan.
b) Compartir las respuestas con los integrantes del taller.
c) Retomar estas respuestas al final del taller y reflexionar sobre las modifica-
ciones y aprendizajes suscitados a partir del desarrollo del taller.

Actividad N° 3: Los buscadores jurídicos

Propósitos
Existen distintos modos de buscar información jurídica que atañen al com-
promiso de diversas competencias. Sugerimos que la actividad se realice en
grupos heterogéneos, organizados de acuerdo al rol que desempeñan hacia
el interior de la institución. Cada grupo deberá interactuar con un buscador
jurídico.

Objetivos
1) Reconocer las posibilidades que brindan los buscadores jurídicos para el
acceso de información en el marco de una investigación jurídica.
2) Ponderar las posibilidades de acceso a legislación e investigaciones jurí-
dicas académicas.
3) Identificar posibles obstáculos en la búsqueda de información.
4) Reflexionar sobre la diversidad de búsquedas dependiendo de las inten-
cionalidades de una investigación.

Tiempo estimado para el trabajo grupal: 30 minutos.


Tiempo estimado para la puesta en común coordinada por los docentes a
cargo del taller: 30 minutos.

Consigna:
• Realizar un análisis de los buscadores jurídicos asignados a partir de las
dimensiones planteadas a continuación.
• Consignar por escrito la información relevada.

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Actividades

Dimensiones:

1) Intencionalidad de la búsqueda.

2) Exploración y descripción de lo encontrado.

3) Identificación de los diferentes lenguajes que presentan los buscadores:


a) Texto, tipologías.
b) Distintas fuentes.
c) Acceso a redes sociales.
d) Posibilidad de suscripción.
e) Alertas.

4) Actualización y organización de la información.

La actividad del grupo 1 se llevará a cabo con el buscador “SAIJ” –Sistema Ar-
gentino de Información Jurídica, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
de la Nación–. Link: http://www.saij.gob.ar/

El grupo 2 desarrollará la actividad con el Buscador “CIJ” –Centro de Infor-


mación Jurídica, Agencia de Noticias del Poder Judicial–. Link: http://www.cij.
gov.ar/inicio.html

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El grupo 3 realizará la actividad con la página de “Naciones Unidas, Derechos


Humanos, Oficina del Alto Comisionado”. Link: http://www.ohchr.org/SP/Pa-
ges/Home.aspx

Actividad N° 4: Los contextos y los discursos


en la génesis de las normas

Propósito
Para desarrollar una posición investigativa y crítica en el campo de las cien-
cias jurídicas es menester indagar los contextos y los distintos actores que
intervienen en la génesis de una norma. Sugerimos mantener los grupos con-
formados en el trabajo práctico anterior.

Objetivos
1) Identificar los discursos y las tensiones que contextualizan el origen y la
génesis de la normativa jurídica.
2) Desarrollar una posición investigativa crítica.
Tiempo estimado para el trabajo grupal: 30 minutos.

Tiempo estimado para la puesta en común coordinada por los docentes a


cargo del taller: 30 minutos.

Consigna
Identificar discursos del/de los autor/es de la norma “X” (legislador, Poder
Ejecutivo) y de otros actores (prensa, ONG, academia).

Opciones:
• Derechos de los pacientes (leyes 26.529 y 26.742).
• Tierras rurales (ley 26.737),
• Fueros (ley 25.320)

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Actividades

• Violencia contra las mujeres (ley 26.485).


• Identidad de género (ley 26.743).
• Narcotráfico (ley 23.737).

Actividad N° 5: La ley de acceso a la información jurídica

Propósito
Consideramos de suma importancia propiciar la reflexión sobre el derecho de
acceso a la información pública (ley 27.275 y decreto PEN 79/2017). Esta ley
constituye una herramienta destacada para la obtención de datos destinados
a la investigación en el campo jurídico. En este caso se propone conformar
nuevos grupos con el fin de promover el intercambio entre los integrantes de
los mismos y poner especial énfasis en el aprendizaje cooperativo.

Objetivos
1) Conocer la ley 27.275 y el decreto PEN 79/2017.
2) Analizar sus alcances y su incidencia para el desarrollo de competencias
en el campo de la investigación jurídica.
Tiempo estimado para el trabajo grupal: 20 minutos.

Tiempo estimado para la puesta en común coordinada por los docentes a


cargo del taller: 40 minutos.

Consignas
• Leer en grupo la ley 27.275 y el decreto PEN 79/2017. Reflexionar sobre sus
alcances en el campo de la investigación jurídica.
• Compartir los intercambios con todos los integrantes que conforman la co-
misión.

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