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Cuando vas a comprar al supermercado, a una tienda de ropas o cualquier otro negocio, antes de cerrar
la transacción el vendedor o cajera nos pregunta: ¿Cómo lo vas a abonar?
Hay muchas formas de pagar: con dinero en efectivo, cheque, tarjeta de débito, tarjeta de crédito, entre
otras.
Nos centraremos en los casos en que la empresa vende la mercadería, pero el comprador no abona en el
momento; la empresa adquiere por la venta un derecho a cobrar en un plazo determinado el monto de la
compra.
2.1.1 Concepto
La definición técnica del rubro “Créditos” se encuentra en la Resolución Técnica No. 9 de la FACPCE
(1987): “Son derechos que el ente posee contra terceros para percibir sumas de dinero u otros bienes o
servicios (siempre que no respondan a las características de otro rubro del activo). Los créditos por
ventas de los bienes y servicios correspondientes a las actividades habituales del ente deben
discriminarse de los que no tengan ese origen”.
Los créditos representan derechos a cobrar por parte de la empresa. Si el derecho a cobrar surge por la
prestación del servicio habitual o por la venta de las mercaderías de la empresa se clasifican como
“créditos por ventas”. En cambio, cuando no responden a ventas de bienes o prestaciones de servicio
habituales, se encuadran en del rubro “otros créditos”.
Por ejemplo, si un local de ropa deportiva vende zapatillas y le abonan con tarjeta de crédito se
considerará este derecho a cobrar como un crédito por ventas ya que el derecho nace por la venta de un
bien habitual. En cambio, si la misma empresa posee un derecho a cobrar al Estado porque tiene crédito
por algún impuesto abonado, este derecho a cobrar queda encuadrado dentro de otros créditos.
Finalmente, los créditos pueden ser “corrientes” si son exigibles dentro del plazo de un ejercicio anual o
“no corrientes” si lo exceden.
Cuenta corriente
Dentro de las formas de pago a plazo, se encuentra la “cuenta corriente”. Este tipo de cuenta indica que
la empresa recibirá el dinero de la venta en un plazo determinado. Existen contratos que establecen las
condiciones de venta que regirán entre las partes. Si dos sujetos realizan transacciones frecuentes, es
común que acuerden un plazo de pago en sus facturas; generalmente se pactan las condiciones al inicio
de la relación y queda documentado en un acuerdo bilateral, otras veces, no existe el contrato que fija las
condiciones, sino que se basa en la confianza entre dos sujetos. En este caso, la factura se emitirá con la
condición de cuenta corriente especificando el plazo de pago y el cliente la firmará aceptando el plazo.
La cuenta corriente como forma de pago hace referencia a los
movimientos de nacimiento o cancelación de derechos a cobrar
entre dos sujetos que han pactado el pago a plazo. Es distinto a
la cuenta corriente bancaria vista en “Caja y Bancos”
En la cuenta corriente, el derecho a cobrar se refleja en la cuenta “Clientes” o “Deudores por ventas”. Al
ser una cuenta de activo aumenta por el DEBE y disminuye por el HABER. Por ejemplo:
En este caso, el día de la venta debemos reconocer el nacimiento del derecho a cobrar debitando la
cuenta respectiva y como contrapartida reconocer la venta; el día de cobro, el derecho a cobrar de la
empresa desaparecerá reconociendo el ingreso de dinero. En tabla 1 podemos observar la registración
contable.
Para el ejemplo, no consideramos la existencia de un posible interés por el pago a fecha. Pero, como ya
hemos comprendido el manejo inicial, reflejemos ahora una situación que se presenta en muchas
ocasiones: el interés.
El interés es el aumento del precio por el solo hecho de comprar a plazo. Cuando vas a un negocio,
seguramente a veces te dicen: $ 100 de contado o $110 en tarjeta. En este caso la empresa está
cobrando un interés por venta a plazo.
Es común que las empresas cobren un interés cuando venden a plazo y, como en contabilidad se refleja
la realidad, es importante segregar estos componentes financieros (intereses) que pueden ser implícitos o
explícitos. Son explícitos cuando se informa directamente el recargo; por ejemplo, las ventas a plazo
tienen 10% de interés. Son implícitos cuando no se informa del interés por venta a plazo, pero si se paga
de contado se obtiene un 10% de descuento.
Retomando el ejemplo anterior, si la venta de contado hubiese sido por $ 1.900, tendríamos $ 100 de
interés en esta transacción. El derecho a cobrar que tiene la empresa sigue siendo por los $ 2.000, pero
la venta debe reconocerse por el precio de contado, $ 1.900.
Recordemos que la contabilidad se basa en el concepto de partida doble: la suma de los débitos debe ser
igual a suma de los créditos y, en este caso, faltan $ 100 en el HABER. ¿Qué falta registrar? Justamente
omitimos aún registrar los intereses. Estos intereses, ¿representan una ganancia para la empresa? Aún
no, el plazo no ha transcurrido por lo que esos intereses no han sido ganados por la empresa. Entonces,
recurrimos a una cuenta que se denomina “intereses ganados no devengados”; esta es una cuenta
“regularizadora de activo”, o sea, va a restar de nuestro activo. Al ser una cuenta regularizadora su
comportamiento es opuesto a las cuentas de activo, en otras palabras, aumentará por el HABER y
disminuirá por el DEBE. Esta cuenta ayuda a reflejar la realidad de la empresa.
En tabla 2 podemos observar la correcta registración contable del mismo caso anterior, pero suponiendo
que la venta de contado hubiera sido $ 1.900.
El cheque común contiene una sola fecha, la de emisión. En cambio, el cheque de pago
diferido contiene dos fechas: la fecha de emisión y la fecha de pago. Esta última indica a
partir de qué día puede cobrarse el cheque.
Cuando estamos frente a cheques comunes -o los cheques de pago diferido están ya en fecha para ser
cobrados o depositados- los mismos integran el rubro caja y bancos. En cambio, cuando los cheques aun
no pueden ser cobrados o depositados (por ejemplo, se emiten el día de la venta a pagar a 30 días desde
dicha fecha) se registran en una cuenta del rubro créditos, ya que la empresa tiene el derecho a cobrar,
pero debe aguardar a la fecha de pago. El tratamiento contable es similar al estudiado en el caso de
clientes.
Tarjetas de crédito
Son una forma muy utilizada para comprar a plazo; se le otorga a una persona una tarjeta para que
pueda realizar sus compras en un pago o en cuotas. La emisora de la tarjeta (por ejemplo, Visa,
American Express, MasterCard) es quien abona al vendedor el importe pactado y luego le cobra el
consumo al beneficiario de la tarjeta.
Vamos a estudiar la transacción desde el punto de vista de la empresa, que es quien vende -esto es-
quien posee el derecho a cobrar la venta realizada.
El derecho a cobrar lo tiene la empresa, pero no con el sujeto que compro sino con la empresa emisora
de la tarjeta. Las tarjetas de crédito abonan el monto a la empresa en un plazo determinado y es usual
que deduzcan una comisión. Es importante devengar la comisión en el momento de recibir la liquidación
de la tarjeta.
Las tarjetas de crédito a veces son confundidas con las tarjetas de débito, pero no funcionan de igual
manera. En el caso de una tarjeta de débito, el pago se realiza de manera inmediata y no a plazo; el
dinero se debita directamente de la cuenta bancaria del titular de la tarjeta. Asimismo, la tarjeta de débito
no permite pagar en cuotas; la única opción es el pago total de la compra.
Por ejemplo, una empresa vende el 1° de octubre mercaderías por $ 10.000 con tarjeta de crédito y
ofrece a sus clientes la posibilidad de pagar de contado con un 10% de descuento del precio de lista. El
1° de diciembre la tarjeta de crédito abona a la empresa $ 9.900 por dicha compra y se acredita el dinero
en su cuenta bancaria (ya descontó la comisión pactada).
Al momento de la venta debemos registrar el derecho a cobrar -el monto de la venta a precio de contado-
y reconocer los intereses como una cuenta regularizadora, ya que no se han devengado aún.
Recordemos que el
derecho a cobrar lo tiene con la emisora de la tarjeta, no con el cliente. Al cobrar a la tarjeta debemos
devengar el resultado de su comisión. En tabla 3 podemos observar la correcta registración del caso
planteado.
Pagarés
Existe otra forma de venta a plazo: la deuda documentada. En este caso interviene un documento que se
denomina “pagaré”. No es más que un documento por el cual un sujeto se obliga a pagar a otro sujeto un
monto determinado, en fecha y lugar establecido. El interés se pacta en el mismo documento. El pagaré
se puede adquirir libremente en una librería.
Puede ser a sola firma (la promesa de pago solo está avalada por la firma del deudor), con garantía
personal o real. El tratamiento contable es el mismo que vimos en el caso de cuenta corriente, pero la
cuenta clientes debe reemplazarse por “documentos a cobrar”.
La garantía de contar con este documento es que son ejecutables. Si no se abonan en la fecha pactada,
se pueden “ejecutar”. En caso de poseer garantía, contra el garante o en caso de a sola firma, se realiza
un trámite breve en tribunales para exigir el pago.
01/11: La empresa vende mercaderías por $ 10.000 con pagaré a 30 días. El interés
pactado es del 10%.
Documentos a
01/11 $ 11.000
cobrar
@ Intereses
01/11 Ganados No $ 1.000
Devengados
Fecha Cuenta Debe Haber
@ Documentos a
01/12 $ 11.000
cobrar
Intereses Ganados
01/12 $ 1.000
No Devengados
@ Intereses
01/12 $ 1.000
Ganados
Otros créditos
Hasta ahora hemos analizado distintas formas de venta a plazo, un tipo de venta que se registra dentro
del rubro créditos. Existe también otro tipo de derechos a cobrar que, al no estar asociado directamente a
una venta o provisión de servicio a plazo, se registran en “otros créditos”.
Bonificaciones
Son descuentos que se aplican en las ventas por la cantidad comprada. Es usual que al comprar cierto
volumen de mercaderías el cliente solicite una “bonificación” o, en algunas ocasiones, se establece como
un incentivo para vender mayor volumen. Las bonificaciones se pueden otorgar además a ciertos
clientes, por ejemplo, por su antigüedad o para incentivar su permanencia.
Para la empresa que vende, este descuento representa una disminución en el precio de venta por
cuestiones comerciales. El precio no disminuye provocado por un componente financiero, sino que
representa un mayor sacrificio económico que impacta negativamente en las ventas. Para comprenderlo
mejor, analicemos un caso:
La empresa TERMOS S.A. se dedica a la venta de productos regionales. El 15 de marzo vende 1.000
termos en cuenta corriente a 30 días a $ 50 por termo. Por haber comprado 1.000 termos, la empresa
le concede a su cliente una bonificación del 5% en el precio de venta.
El monto de “ventas” será de 1.000 termos x $ 50 cada uno, que totaliza $50.000. Como se ofrece una
bonificación, debemos restar el 5% directamente del monto de ventas, esto es, $ 2.500. Entonces, las
ventas pasaran a ser $ 47.500. La registración contable se muestra en tabla 5. Como podemos
observar la bonificación impacta directamente en las ventas; no se segrega porque no responde a un
componente financiero.
Tabla 5. Ejemplo de bonificaciones
Devoluciones
Tienen lugar cuando el cliente retorna la mercadería adquirida a la empresa por algún motivo. La
devolución puede estar motivada, por ejemplo, por falta de calidad del producto, no cumplir alguna de las
condiciones pactadas, o por mercadería defectuosa.
Esta devolución disminuye el derecho a cobrar que posee con el cliente -ya que no va a pagar dicha
mercadería- e impacta también en las ventas, por otra parte, las ventas ya fueron registradas al momento
de vender por el total de mercaderías entregadas al momento de la venta. Por esto motivo, se utiliza una
cuenta que denominamos “devoluciones de ventas” en donde registramos el efecto que posee esta
devolución. Esta cuenta es de movimiento. Las cuentas de movimiento deben quedar neutralizadas a la
fecha de cierre de ejercicio, o, en otras palabras, quedar con saldo cero.
¿Qué hacemos entonces al cierre de ejercicio? Cancelamos el saldo de esta cuenta de movimiento
directamente contra ventas, así reflejamos correctamente lo ocurrido en el ejercicio.
Las cuentas de movimiento deben quedar con saldo cero al cierre de ejercicio.
Para afianzar estos pasos, veamos el siguiente ejemplo:
01/10: Vendemos 1 mochila a $ 200 y dos cartucheras a $ 50 cada una en cuenta corriente
a 30 días. Ambos precios son iguales a los precios de contado y la empresa decide no
cobrar interés por el plazo.
10/10: El cliente nos devuelve la mochila ya que no cumple con la calidad pactada.
Al momento de realizar la venta, registramos la operación completa ya que le empresa no sabe que se le
devolverá mercadería. La contabilidad refleja la venta total de la mochila más las dos cartucheras. En el
momento de recibir la devolución, la registramos disminuyendo el derecho a cobrar de la empresa;
cuando el cliente abona su cuenta corriente solo queda el saldo por la mercadería no devuelta. Por
último, no debemos olvidar que las devoluciones de ventas reflejan en realidad menores ventas por lo
que se ajustara la cuenta ventas.
¿Qué debe hacer la empresa frente a esta situación? El primer paso es categorizar sus créditos de
acuerdo con la mora de sus clientes. La mora es el retraso de un cliente en abonar su deuda una vez
vencido el plazo pactado.
Con los sistemas informáticos es simple determinar los saldos vencidos de clientes que no han sido
cobrados. Cada empresa escoge su política con respecto a la mora de sus clientes, tanto en los pasos a
seguir como en cuántos días de mora se consideran para cada paso; algunas comienzan con llamados,
luego cartas o correos electrónicos y finalmente se solicita a un abogado o estudio jurídico el cobro del
crédito.
Esta clasificación se conoce contablemente como “depuración de deudores” y se realiza por lo menos al
cierre de ejercicio. Las cuentas contables utilizadas serán “deudores morosos” para mostrar los saldos de
clientes que no han sido cobrados y cuya fecha de vencimiento ya operó, y “deudores en gestión judicial”
para los casos en que los créditos ya están en vías de cobro judicial. El asiento contable en caso que se
presenten situaciones de mora y/o solicitudes de cobranza vía judicial refleja una disminución en el saldo
de clientes y un incremento en cada una de estas cuentas:
Deudores morosos $
@ Clientes $
Sin embargo -a pesar de todos los esfuerzos- puede ocurrir que un crédito se considere “incobrable”; ni la
empresa ni los abogados consideran que el crédito puede cobrarse judicialmente o de alguna otra
manera1.
1 Por ejemplo, si el cliente desaparece fehacientemente, se declara en quiebra, el mismo cliente nos manifiesta que no
01/04: Nos confirman que el cliente ha declarado su quiebra y no se podrá cobrar el saldo.
El caso planteado se presenta en las situaciones en las que la empresa no puede anticipar esta
posibilidad -que el crédito se convierta en incobrable- ya que tanto la venta como la incobrabilidad tienen
lugar en el mismo ejercicio.
En otras ocasiones, la empresa sí puede anticipar la posibilidad de incobrabilidad del total o saldo parcial
de un crédito al finalizar el ejercicio ya que -al cierre de ejercicio- no se ha declarado aún la incobrabilidad
del crédito, pero existen grandes indicios de no cobrarlo. Por ejemplo, en el caso de los créditos que ya
están en gestión judicial el abogado interviniente -si bien no tiene certeza de cuál será el monto por
recuperar- puede anticipar (basado en sus conocimientos) cuál es el porcentaje que estima poder cobrar
del crédito.
La empresa cuenta al cierre de cada ejercicio con una herramienta que le permite “ajustar” el monto de
sus créditos deduciendo lo que estima no cobrar (muy probablemente). Como aún no ha ocurrido el
hecho de incobrabilidad, la empresa utiliza una cuenta regularizadora de activo que denominamos
“previsión para deudores incobrables”. Recordemos que las cuentas regularizadoras restan al rubro;
aumentan por el HABER y disminuyen por el DEBE.
Le previsión de incobrables refleja los saldos ciertos de clientes con posibilidad alta de incobrabilidad.
Este importe es una estimación y puede calcularse contablemente siguiendo distintos criterios. A modo
de ejemplo podemos mencionar: aplicar un porcentaje diferenciado de acuerdo con la antigüedad de las
cuentas (el 20% de las cuentas cuyo vencimiento transcurrió hace 2 años, el 10% de las cuentas que
vencieron hace 1 año), analizar las cuentas más importantes y estadísticamente aplicar el resultado en el
total, aplicar un porcentaje sobre los saldos totales o ventas.
Por ejemplo, al cierre del ejercicio la empresa decide constituir una previsión del 10% del saldo total de
clientes que asciende a $ 100.000 luego de evaluar su cartera. En este caso la previsión se constituye
para reflejar los saldos de créditos a la fecha de cierre que la empresa estima cobrar. La previsión puede
utilizarse o no en el siguiente ejercicio de acuerdo con la existencia real de incobrabilidad de créditos. La
constitución de la previsión planteada se expone en tabla 8.
Durante el transcurso del ejercicio siguiente pueden presentarse tres situaciones: que la incobrabilidad
sea exactamente igual a la estimada, sea mayor o sea menor. En el primer caso, la cuenta regularizadora
se utilizará completamente y como contrapartida se disminuirá el saldo de la cuenta que representa el
derecho a cobrar (por ejemplo, deudores morosos). En el segundo caso, la pérdida es mayor a la
esperada; utilizaremos todo el saldo previsionado y además debemos reconocer un resultado negativo
mayor utilizando la cuenta “quebranto deudores incobrables”. En el último caso, la pérdida es menor a la
esperada; entonces haremos uso parcial del saldo previsionado y además debemos reconocer un
resultado positivo representado por “recupero de previsión incobrables”.
Para comprender las diferencias que existen en cada situación, practiquemos cada uno de los casos.
Vamos a considerar para todos ellos que la previsión constituida es la expuesta en la Tabla 8, o sea $
10.000.
Caso 1
–
La previsión estimada al cierre del ejercicio anterior es exactamente igual a la incobrabilidad del ejercicio
en curso.
10/06: Se cobran $ 90.000 de créditos del ejercicio anterior, confirmándose la
incobrabilidad del 10% que asciende a $ 10.000.
En este caso, debemos reconocer el ingreso de la cobranza, dar de baja la previsión y cancelar el saldo
del derecho a cobrar. Para simplificar la situación, consideramos que todos los saldos a cobrar a la fecha
de cierre del ejercicio anterior se encuentran en la cuenta “clientes” y que el total del saldo se cobra en la
misma fecha. La registración contable correcta se expone en tabla 9.
Caso 2
–
la previsión estimada al cierre del ejercicio anterior es menor a la incobrabilidad del ejercicio en curso.
10/06: Se cobran $ 85.000 de créditos del ejercicio anterior, confirmándose la incobrabilidad del
15% que asciende a $ 15.000.
Ahora debemos reconocer la pérdida que genera la mayor incobrabilidad de créditos, hacer uso del total
de la previsión del cierre de ejercicio anterior y cancelar el saldo del derecho a cobrar. Para simplificar la
situación, consideramos que todos los saldos a cobrar a la fecha de cierre de ejercicio anterior se
encuentran en la cuenta “clientes” y que el total del saldo se cobra en la misma fecha. La registración
contable correcta se expone en tabla 10.
En este caso, debemos reconocer el recupero de la previsión a través de un resultado positivo, hacer
uso parcial de la previsión del cierre de ejercicio anterior y cancelar el saldo del derecho a cobrar. Para
simplificar la situación, consideramos que todos los saldos a cobrar a la fecha de cierre de ejercicio
anterior se encuentran en la cuenta “clientes” y que el total del saldo se cobra en la misma fecha. La
registración contable correcta se expone en tabla 11.
2.2.1 Concepto
La Resolución Técnica Número 9 de la FACPCE (1987) define a los bienes de cambio como “… los
bienes destinados a la venta en el curso habitual de la actividad del ente o que se encuentran en proceso
de producción para dicha venta o que resultan generalmente consumidos en la producción de los bienes
o servicios que se destinan a la venta, así como los anticipos a proveedores por las compras de estos
bienes.”.
Podemos destacar de la definición anterior: que son bienes, que el objetivo es venderlos y que pueden
estar listos para vender o para ser vendidos luego de un proceso de producción.
Algunas se denominan empresas comerciales y venden un producto adquirido sin alterarlo (por ejemplo,
un local de venta de indumentaria que compra ropa a un mayorista y la vende a consumidores finales, o
sea venta minorista). En este caso los bienes de cambio representan las mercaderías, las prendas de
vestir que tiene a la venta el local; se dedican a comprar y vender los mismos bienes en el mismo estado
en que se adquieren.
Otras empresas fabrican sus mercaderías, se las conoce como empresas industriales. Siguiendo con el
mismo rubro, el local de venta de indumentaria puede adquirir tela e hilos y luego de un proceso de
producción (en donde cortarán la tela, la coserán y demás) la ponen a la venta. En este caso el rubro
bienes de cambio tendrá mercaderías terminadas listas para vender (remeras, pantalones) prendas en
producción (por ejemplo, tela cortada con molde de remera que aún resta coser) y materiales que
permiten fabricar la ropa (telas e hilos).
Finalmente mencionaremos empresas que se dedican a la prestación de servicios (por ejemplo, un
estudio contable que provee servicios de auditoría contable a sus clientes) y empresas agropecuarias con
una actividad diferenciada en las normas contables: agrícola o ganadera.
Es importante comprender ante qué tipo de empresa estamos para poder entender cómo se valúan los
bienes de cambio para reflejar fielmente a la realidad.
En el caso de empresas industriales, el costo está dado por el valor de las materias primas más la mano
de obra directa y los gastos indirectos de fabricación. Por ejemplo, en una empresa que fabrica
bombones las materias primas son el chocolate y el dulce de leche; la mano de obra las horas del
personal que se necesita para operar las máquinas que los fabrica y los gastos indirectos la energía que
utilizan las máquinas.
A fin de conocer el valor de costo de incorporación al patrimonio nos focalizaremos en las empresas
comerciales donde el costo será igual al precio de compra de contado más todos los gastos necesarios
para comprarlos (por ejemplo, flete de mercaderías, costos de importación, seguros) y no incluimos
componentes financieros (intereses).
¿Por cuánto ingresaran los bienes de cambio a nuestro patrimonio? Primero calculemos el valor de
contado de la venta. Si cada remera cuesta $ 45 y la empresa adquiere 100, debe pagar $ 4.500.
Podemos deducir entonces que de los $ 5.000, $ 4.500 corresponden al precio de venta de contado y $
500 a un componente financiero (interés). Además, debemos sumar al valor de costo de nuestros bienes
de cambio los gastos necesarios. ¿Es necesario abonar el flete para poder traer las remeras al local y
ponerlas a la venta? Sí. Entonces adicionamos al valor de costo los $ 1.000 del costo del flete; quedan
valuados a $ 4.500 (precio de venta de contado) + $ 1.000 (gasto necesario: flete). Deben segregarse
además los $ 500 de los intereses. La registración contable se expone en tabla 12. Cabe destacar que los
intereses, hasta que se devengan, se exponen en una cuenta regularizadora de pasivo. Al ser una cuenta
regularizadora, el comportamiento es a la inversa de las cuentas normales de pasivo; en otras palabras:
la cuenta regularizadora de pasivo aumenta por el DEBE y disminuye por el HABER. Al llegar el cierre de
ejercicio o el devengamiento del interés, se contabiliza el resultado negativo. La cuenta proveedores es
una cuenta de pasivo que refleja el monto adeudado a quien le provee la mercadería.
En este caso, desde el punto de vista contable, la adquisición de las mercaderías implica un menor
sacrificio económico por parte de la empresa, por lo tanto, se debe reflejar un menor valor de costo de
incorporación de los bienes de cambio.
Por ejemplo, si la empresa adquiere el 1° de marzo 1.000 remeras con cheque al día cuyo precio es $ 45
de valor de contado, -pero por la cantidad adquirida le bonifican $ 5 por remera- el valor de costo de los
bienes de cambio para la empresa será de $ 40 por remera. La registración contable se expone en tabla
13.
Descuentos financieros
Cuando la disminución en el precio está motivada por la forma de pago elegida, los descuentos se
consideran financieros y no comerciales. Si nos ofrecen un descuento, por ejemplo, por pago de contado,
nos están indicando que el pago a plazo contiene un interés implícito. Como el valor de costo de los
bienes de cambio siempre se realiza por el valor de contado, los intereses deben segregarse como en el
ejemplo visto en tabla 12.
Las empresas pueden contar con un sistema -que les permita conocer la existencia de la mercadería-
permanente o no. En ambos casos es necesario determinar el costo de ventas de la empresa.
El costo de ventas es justamente cuánto fue el costo de la mercadería vendida. Toda empresa persigue
un fin de lucro, la intención de generar dinero. El principal ingreso está dado por sus ventas y es
necesario conocer cuánto es el costo de esa mercadería vendida para poder conocer el margen bruto de
la empresa. Analicemos entonces por separado ambos casos.
más las compras que se realizan durante el ejercicio menos el costo de la mercadería que se encuentra
al cierre del ejercicio.
El método supone que toda unidad existente al inicio del ejercicio más la comprada es vendida, excepto
por lo que queda en stock al cierre. Si bien es un método sencillo y de fácil aplicación, no arroja
información de costo actualizada durante el ejercicio ni permite identificar faltantes o excedentes de
mercadería. El método se conoce como método por diferencia de inventarios.
Compras
–
Cada vez que ingresa mercadería al patrimonio de la empresa se utiliza una cuenta denominada
“compras” por el valor de costo de la mercadería (valor de contado más los gastos necesarios). Esta
cuenta compras es una cuenta de movimiento y al cerrar el ejercicio debe quedar con saldo igual a cero.
Apliquemos la formula en un caso concreto: la empresa ABC S.A. posee un saldo inicial de mercaderías
de $ 50.000. Durante el ejercicio realiza compras por el valor de $ 100.000, quedando en existencia final
mercaderías por $ 30.000.
El costo de mercaderías vendidas en este caso es igual a $ 50.000 (mercadería existencia inicial) más $
100.000 (compras) menos $ 30.000 (mercadería existencia final); el costo de ventas es de $ 120.000. La
registración contable que se expone en tabla 14 nos muestra cómo se reconoce el resultado negativo del
costo de ventas, anula la cuenta compras (ya que al cierre de ejercicio no debe quedar saldo) y por último
disminuye el rubro bienes de cambio en $ 20.000. Justamente, el inventario físico valuado indica que al
cierre existen mercaderías por $ 30.000, por lo que es correcto disminuir el saldo inicial de $ 50.000 en $
20.000 para que arroje un saldo final de mercaderías de $ 30.000.
+ COMPRAS
Para calcular este costo de la mercadería vendida existen tres métodos distintos; la empresa puede optar
por cualquiera de los métodos de costeo, pero debe mantener el método seleccionado. Estos son:
PEPS (Primero en entrar, primero en salir) o por sus siglas en inglés FIFO (First in, first out).
UEPS (Último en entrar, primero en salir) o LIFO (Last in, first out).
PEPS
–
El sistema de costeo PEPS o FIFO establece que las mercaderías que salen del inventario deber ser
valuadas al costo de las primeras compras en existencia en el inventario.
La empresa XYZ S.A. se dedica a la compraventa de mesas. El día 1° de junio compra 10 mesas a $ 80
cada una. El día 10 de junio adquiere 5 unidades a $ 100 cada una. El día 15 de junio vende 11
unidades a $ 120 cada una. El día 20 de junio compra 30 unidades a $ 110 cada una. El día 25 de junio
vende 7 unidades a $ 140 cada una.
Para analizar el caso, recordemos que en el registro de inventario permanente solo consideramos los
costos de los bienes. Los precios de venta no se tienen en cuenta en este momento. En la tabla 15
podemos observar un resumen del registro de inventario.
En este caso en particular, el stock final es de 27 unidades y su valor es de $ 2.790. Quedan valuadas a
$ 110 todas las unidades en este caso, ya que no ha quedado stock de compras anteriores. El costo de
venta surge de sumar el costo asignado a las ventas y asciende a $ 1.630.
Si queremos conocer la ganancia bruta de la empresa debemos considerar los precios de venta por las
cantidades vendidas en cada fecha y a ese monto restarle el costo de ventas. Recordemos que esta
diferencia nos muestra la ganancia bruta, no considera los otros resultados que tiene que afrontar la
empresa a lo largo del ejercicio.
UEPS
–
El sistema de costeo UEPS o LIFO establece que las mercaderías que salen del inventario deber ser
valuadas al costo de las últimas compras en existencia en el inventario.
Si registramos las mismas transacciones de la empresa XYZ S.A. por este método, el resultado es el
que se expone en tabla 16.
PPP
–
El sistema de costeo PPP establece que las mercaderías que salen del inventario deber ser valuadas al
costo promedio ponderado por las unidades en stock. Se realiza el cociente entre el valor del inventario
dividido la cantidad de unidades en existencia.
Si registramos las mismas transacciones de la empresa XYZ S.A. por este método, el resultado es el
que se expone en tabla 17.
Para calcular el costo de las salidas de mercaderías, el 15 de junio debemos sumar el valor del
inventario ($800 + $ 500) y a dicho valor dividirlo en el total de unidades (10+5). El costo promedio
ponderado será entonces de $ 1.300/15 unidades y da como resultado $ 86.67. En este caso en
particular, el stock final sigue siendo de 27 unidades, pero su valor es de $ 2.896. El costo de venta
surge de sumar el costo asignado a las ventas y asciende a $ 1.704.
Tabla 17. Método de inventario permanente PPP
Fuente: Elaboración propia.
Como podemos observar cada método arroja un resultado de costo de ventas diferente y así también la
valuación de la existencia. En un país con precios crecientes, aplicando el sistema PEPS o FIFO el costo
de ventas es menor y la valuación de las existencias de mercaderías final es mayor, ya que el costo
queda valuado a los primeros precios y las mercaderías en stock quedan valuadas a los precios de las
últimas compras. El caso contrario se da utilizando el sistema UEPS o LIFO. Trabajando con el PPP nos
encontraremos justamente en una situación media, promedio. En tabla 18 podemos comparar cómo
quedan los valores de costo de ventas y valuación de mercaderías utilizando cada sistema respecto del
ejemplo planteado.
C O NT I NU E
Lección 4 de 6
Video de habilidades
Fuente: Instituto I.E.F. [Instituto I.E.F. ]. (18 de mayo 2016). PREVISIÓN Y RECUPERO DE DEUDORES
Verdadero.
Falso.
SUBMIT
SUBMIT
Al momento de contabilizar la mora en los deudores, ¿qué se debita y acredita?
SUBMIT
SUBMIT
SUBMIT
Lección 5 de 6
Cierre
Créditos
–
Los créditos representan derechos a cobrar por parte de la empresa. Si el derecho a cobrar surge por la
prestación del servicio habitual o por la venta de las mercaderías de la empresa se clasifican como
“créditos por ventas”. En cambio, cuando no responden a ventas de bienes o prestaciones de servicio
habituales, se encuadran en del rubro “otros créditos”.
Bonificaciones y devoluciones
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Bonificaciones: son descuentos que se aplican en las ventas por la cantidad comprada. Es usual que al
comprar cierto volumen de mercaderías el cliente solicite una “bonificación” o, en algunas ocasiones, se
establece como un incentivo para vender mayor volumen.
Devoluciones: tienen lugar cuando el cliente retorna la mercadería adquirida a la empresa por algún
motivo. La devolución puede estar motivada, por ejemplo, por falta de calidad del producto, no cumplir
alguna de las condiciones pactadas, o por mercadería defectuosa.
Técnicas de inventario
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El inventario de las mercaderías es el detalle de la cantidad de mercadería que se encuentra en una
empresa en un momento determinado.
Las empresas pueden contar con un sistema -que les permita conocer la existencia de la mercadería-
permanente o no. En ambos casos es necesario determinar el costo de ventas de la empresa.
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Referencias
Resolución Técnica No. 9 FACPCE (2005). Normas particulares de exposición contable para entes
comerciales, industriales y de servicios. Recuperado de
http://www.facpce.org.ar:8080/NORMASWEB/index_argentina.php?c=1&s c=1&p=3
C O NT I NU E