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3. Dimensión Cultural
Para elaborar un Plan de Comunicación Interna, el Método 6D
propone desarrollar la Dimensión Cultural, y para explicarla voy
a retomar la historia de los 3 hombres que levantaban una pared.
Como te contaba en el punto anterior, podríamos pensar
que aquella persona que sí sabía que estaba construyendo una
escuela y no simplemente poniendo ladrillos, iba a trabajar con
más motivación y foco ya que conocía cuál era el propósito de su
acción.
Es una verdad a medias. La realidad a veces es más compleja, y
por eso considero que es necesario dar un paso más y desarrollar
la Dimensión Cultural, porque para que un empleado se
comprometa con su organización, además de saber lo que tiene
que hacer (Dimensión Operativa) y por qué (Dimensión
Estratégica), tiene que estar de acuerdo con el modo en que
debe trabajar y alcanzar esos objetivos. Es decir, debe ser parte
y sentirse parte de la Cultura Organizacional.
Volvamos a la historia y pensá cómo cambiaría todo si, por
ejemplo, ese tercer hombre no se sintiera orgulloso del modo en
que se hacen las cosas en su trabajo, o no estuviera a gusto con el
estilo de liderazgo, las normas, o si sospechara que los fondos para
levantar esa escuela provinieron de una donación que hizo un
narcotraficante y que el gobernador del pueblo lo avaló.
Ocuparse de la Dimensión Cultural es fundamental en un Plan de
Comunicación Interna porque permite captar talento, potenciar
la productividad y generar lazos fuertes. Lo “cultural” es
muchas veces el “Factor X” que lo cambia todo dentro de una
empresa.
Si lo analizamos bien, vamos a descubrir que las organizaciones
que forman parte de un mismo sector hacen más o menos lo
mismo. Si son una automotriz: fabricar automóviles. Si son un
grupo de música: grabar discos y brindar conciertos. Si son un
banco: tomar depósitos y prestar dinero, etc. Lo que diferencia a
cada organización no es tanto lo que hace sino la forma en que
lo hace, lo que sueña y en lo que cree.
En todos estos años de trabajo, muchas veces presencié cómo
algunas personas ingresaban muy entusiasmadas a una empresa
porque les encantaba todo lo que habían dicho acerca de sus
tareas y sus objetivos (Dimensiones Operativas y Estratégicas),
pero al poco tiempo huían despavorida cuando descubrían y
sentían la “cultura” de la empresa.
La Dimensión Cultural engloba, por ejemplo, este tipo de
comunicaciones internas:
–Los valores, normas, códigos y principios.
–Lo que está permitido, lo que no, y por qué.
–Por qué se hacen las cosas como se hacen.
–Lo que qué significa ser una buena empresa, un buen líder, un
buen empleado, etc.
–Cómo se manejan los errores, los aciertos, cómo se aprende, etc.
Creo que el principal desafío a la hora de diseñar esta Dimensión
es que además de enunciar cuál es la “cultura”, la empresa tiene
que demostrarla con hechos. La Cultura no se construye sólo
con declaraciones sino con prácticas visibles, especialmente de los
líderes. La Cultura se “realiza” y no sólo se “verbaliza”.
El indicador de éxito de esta dimensión es que todos los
empleados tienen que saber cómo se hacen las cosas, tienen
que sentirse parte de la cultura y estar orgullos de ser parte de
ella.
4. Dimensión Motivacional
Llegamos a un punto muy relevante del Método 6D, que
denomino la Dimensión Motivacional, y que como su nombre lo
indica tiene por objetivo que las personas quieran hacer aquello
que la organización les indica.
Hasta este momento nuestro Plan de Comunicación Interna se
enfocó en que los empleados sepan lo que tienen que hacer, por
qué y cómo. Ahora tenemos que lograr que lo quieran hacer y lo
hagan.
La motivación es una ciencia en sí misma y creo que un error
muy frecuente es pensar que motivar es dar ánimo. Yo pienso
que motivar es dar motivos, y que la tarea del comunicador interno
es ayudar a la organización a descubrir cuáles son los motivos que
impulsan a los empleados y generar los mensajes (y hechos) que
los refuercen.
La Dimensión Motivacional engloba, por ejemplo, este tipo de
comunicaciones internas:
–Logros e historias que los hagan sentir orgullosos de formar parte
de la empresa.
–Perspectivas claras y consistentes.
–Oportunidades concretas de crecimiento.
–Espacios de intercambio social, informal y amistoso.
–Hechos que demuestran que la empresa es justa.
–Hechos que demuestren que la empresa es confiable y
transparente.
El indicador de éxito de esta dimensión es que todos los
empleados tienen que querer dar lo mejor.
5. Dimensión Feedback
6. Dimensión Propositiva
Un error frecuente cuando se piensa en cómo hacer un Plan de
Comunicación Interna es el de diseñarlo en un sólo sentido:
descendente. De este modo, más que Planes de Comunicación
terminamos teniendo Planes de Información que viajan en una
única dirección.
Por eso, la última Dimensión para elaborar un Plan de
Comunicación Interna se llama “Propositiva” y tiene como
objetivo abrir todos los espacios posibles para que las personas
puedan brindar sus ideas y sugerencias acerca de cómo mejorar las
tareas que desempeñan.
Es una dimensión similar a la del Feedback, salvo que la
comunicación viaja en sentido contrario, ya que lo que buscamos
es que la organización crezca, aprender y mejore gracias a las
propuestas de los empleados. También nos permite adelantarnos
a problemas mediante la detección temprana de emergentes. Y
desde luego estos espacios son “bombas energéticas” que motivan
muchísimo a los empleados porque los hacen sentir valorados y
escuchados.
El indicador de éxito de esta dimensión es que todos los
empleados puedan proponer cómo hacerlo mejor.