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FICHAS DE LECTURA TRABAJO

SOCIAL Y SALUD MENTAL

Integrantes: Edward Sultant – Danitza Leighton


Profesor: Francisco Ojeda
Curso: Trabajo Social y Salud Mental
Jané-Llopis, E. (2004). La eficacia de la promoción de la salud mental y la prevención de los
trastornos mentales. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 89, 67-77.

Alrededor de 450 millones de personas en el mundo sufren cada año de algún problema
de salud mental y esta cifra continúa aumentando, lo cual trae consecuencias para la
salud, costos sociales y económicos, por esta razón una de las prioridades del siglo XXI
debe ser contribuir a reducir esta cifra a través de la promoción y prevención en salud
mental. Según la autora, la promoción y prevención en salud brinda una estrategia
adicional al tratamiento y presenta ejemplos donde muestra la importancia y la eficacia de
estas, además los estudios costo beneficio indican que el resultado económico es
importante. Indica también que es importante realizar evaluaciones de los programas
preventivos para determinar su eficacia y determinar qué elementos contribuyen al éxito
de los programas. A esos elementos, los denomina predictores los cuales se identifican
con la técnica meta-análisis que permite evaluar los resultados de las publicaciones
científicas de forma cuantitativa y explorar las relaciones entre moderación y mediación
de eficacia.

Los resultados y predictores que se presentan en el artículo no debe generalizarse a otros


problemas de salud o extenderse a otras poblaciones, se debe prestar mayor atención a la
calidad del estudio y se recomienda el desarrollo de un instrumento sistemático para
controlar los procesos de implementación

La lectura indica que la depresión es la segunda causa de enfermedad mental en el


mundo, ¿Cómo se debería abordar la prevención de esta enfermedad en países en vía de
desarrollo donde aún no se considera como una enfermedad? ¿De qué manera se puede
involucrar al entorno de la persona que sufre la enfermedad mental? tomando en cuenta
que esas personas son parte importante de la rehabilitación del sujeto de intervención. Es
por eso, la prevención y la promoción no solo debe apoyar al tratamiento, sino también
dar a conocer que son enfermedades que deben ser tratados como cualquier otra
enfermedad física.
Jané-Llopis, E. (2004). La eficacia de la promoción de la salud mental y la prevención de los
trastornos mentales. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 89, 67-77.
En conclusión, es importante que el entorno este en conocimiento de la existencia de las
enfermedades mentales para que puedan apoyar a sus familiares y evitar ponerles
etiquetas que solamente estigmatizan y no contribuyen a la rehabilitación.
Desviat, M. (2006). La antipsiquiatría: crítica a la razón psiquiátrica. Norte de salud
mental, 6(25), 8-14.

La antipsiquiatría es un movimiento filosófico originado en los años 60 -70 impulsado por


el doctor David Cooper y Ronald Laing como una lucha anti-institucional que rechaza la
razón de ser de la psiquiatría y recomienda eliminar los manicomios y los psicofármacos
para tratar las “enfermedades mentales”, rescatando la idea que las alteraciones mentales
no son enfermedades, buscando a su vez la desestigmatización por parte de la sociedad.

Saltre, en su libro critica de la razón dialéctica definiendo la “enfermedad mental como


una salida de la mente para poder tolerar situaciones intolerables” por lo cual la
antipsiquiatría manifiesta que se debe dejar en libertad a las personas con problemas
mentales para vivir la “locura” con espacio, en función a esto se crearon las casas
antipsiquiatricas entre 1965 y 1977 por las cuales pasaron 316 personas. En estas casas la
locura era vista como una oportunidad de morir y renacer a través de la regresión
metanoica, que si se llevaba con existo proponía un cambio o una sanación en donde la
psicosis era vista como una forma de creación artística y la esquizofrenia una forma
triunfante para no adaptarse al falso yo. Sin embargo, no fue posible determinar que la
antipsiquiatría pudiera afectar positivamente a una persona con trastorno mental ya que
la mitificación de la locura conlleva un riesgo de fomentar la irracionalidad, porque en la
realidad un “loco” no es un genio, sino una persona enferma, frágil, vulnerable y
estigmatizada por la sociedad, por lo cual la antipsiquiatría quedo reducida a un
movimiento contra-cultura que busca construir una realidad utópica. La antipsiquiatría
inglesa y la reforma psiquiátrica italiana de los años 60 son diferentes, no en la radicalidad
de la denuncia sino, en la operatividad ya que el objetivo fundamental de la reforma es el
cierre de los hospitales psiquiátricos y la creación de alternativas en la propia comunidad.

Pregunta: ¿De qué manera en un país capitalista como Chile se podría priorizar la salud
mental por sobre la productividad para evitar los psicofármacos?

Para eso, se debería revalorizar la dimensión humana por sobre lo económico y en donde
las empresas deberían contar con distintas actividades para fomentar en cuidado de la
salud mental.
Pérez Soto, C. (2012) Introducción: antipsiquiatras clásicos y de nuevo tipo. En C., Pérez
Soto (2012) Una nueva antipsiquiatría. Crítica y conocimientos de las técnicas de control
psiquiátrico (pp. 2-21). LOM editores, Santiago.

En una época de grandes cambios culturales y luchas sociales situada en los años 60’ uno
de los temas que estuvo dentro del marco social y político de la época fue la
Antipsiquiatría en donde pensadores y psiquiátricas de distintas partes del mundo
comenzaron a cuestionar la estructura clásica de los tratamiento psiquiátricos, el proceder
médico, las condiciones de vida de los usuarios que eran categorizados por un diagnostico
que los encasillaba bajo nombres prejuiciosos, entre otros aspectos. Algunos de los
psiquiatras más destacados de la época por sus aportes en el campo de la antipsiquiatría
son, David Cooper y Ronald Laing de Inglaterra, propulsores de las primeras críticas de la
razón psiquiátrica y las instituciones hospitalarias. Laing, por su parte, profundizó el
cuestionamiento científico-humanístico de las alteraciones mentales, específicamente de
la esquizofrenia y fue uno de los fundadores de la casa antipsiquiatría “Kingsley Hall”
perteneciente a “Philadelphia Association”. En Italia, el psiquiátrico-activista Franco
Basaglia, luchó por una psiquiatría democrática, aspirando a la desinstitucionalización de
los tratamientos psiquiátricos, rechazando el encierro y la medicación forzosa, apelando
por el cambio de la infraestructura médica de los manicomios para transformarlos en un
espacio de encuentro social y cultural, promoviendo la creación de redes comunitarias.
Como resultado de su lucha se decretó la ley 180 en Italia, estableciendo el cierre gradual
de los hospitales psiquiátricos para sustituirlos con centros y servicios basados en la
comunidad, contemplando los derechos y deberes de las personas con alteraciones
mentales y del comportamiento. Por otro lado, es fundamental debelar dos
acontecimientos que marcaron un antes y un después de la antipsiquiatría clásica de los
años 60’ y la actual; 1) el impacto de la revolución farmacológica, y con relación a esta, 2)
la movilización de los/as usuarios/as contra la medicación. Dichos sucesos son de gran
relevancia por su incidencia en la sociedad en general, siendo la medicalización un
fenómeno que abarca a gran parte de la población.

Pregunta: si la medicación es considerada como un aspecto normal de la vida cotidiana,


siendo parte de las críticas contempladas por la antipsiquiatría ¿Cómo se debe intervenir
Pérez Soto, C. (2012) Introducción: antipsiquiatras clásicos y de nuevo tipo. En C., Pérez
Soto (2012) Una nueva antipsiquiatría. Crítica y conocimientos de las técnicas de control
psiquiátrico (pp. 2-21). LOM editores, Santiago.
el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, comportamiento infantil el cual es
caracterizado usualmente por el uso a largo plazo de medicamentos estimulantes?

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