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Atención selectiva: definiendo el concepto

La atención selectiva, también llamada atención focalizada, hace referencia a la


capacidad de un organismo de focalizar su mente en un estímulo o tarea en
concreto, a pesar de la presencia de otros estímulos ambientales. En otras
palabras, es cuando una persona da preferencia a determinados estímulos y es
capaz de atender a los estímulos relevantes e inhibir los distractores. Su
función su función es esencial debido a la limitación de la capacidad atencional.

Para ejemplificarlo, puedes imaginar que tienes una estantería llena de


zapatos, y que, ya que vas a correr con unos amigos, necesitas las zapatillas
de “running”. Al tener que buscar el calzado que has que ponerte, esta tarea
requiere de atención selectiva, por lo que centras tu atención en las 'bambas'
para encontrarlas y usarlas.

La atención como selección

Consiste en la habilidad de discriminación de la información


relevante inhibiendo otros elementos estimulares no principales. Es decir, la
capacidad para separar los estímulos determinantes para la tarea en cuestión
de aquellos secundarios o irrelevantes. 

Dada la naturaleza limitada de la capacidad atencional, un fenómeno usual en


este tipo de habilidad es el hecho de “afinar en”, el cual consiste en seguir una
fuente de información cuando otras distintas compiten por atraer dicha
atención. 

La alteración de esta función también se conoce como “distractibilidad” y puede


aparecer en una gran diversidad de trastornos psicopatológicos como los de
ansiedad, episodios maníacos o los cuadros crepusculares (de sintomatología
similar a la epilepsia).

La atención como proceso activo del aprendizaje

El concepto de activación fisiológica o arousal se define como el nivel de


receptividad y responsividad que el sistema nervioso posee en un determinado
momento ante los estímulos ambientales. Dicha activación se manifiesta
mediante unos índices o correlatos fisiológicos y se expresa desde un punto de
vista conductual en el grado de actividad que tenemos en un momento
determinado: desde un nivel muy bajo cuando estamos dormidos, hasta un
nivel muy alto cuando estamos realizando un gran esfuerzo o nos hallamos
sometidos a una gran excitación.
El arousal se ha relacionado con diversos procesos psicológicos, pero de
manera muy especial con los procesos atencionales y emocionales. En efecto,
cuando el individuo se encuentra activado:

a) Posee unos niveles más altos de atención y es capaz de concentrarse


mejor.
b) Es más capaz de dar respuesta a una gran cantidad de información o
desempeñar tareas que exigen distintas habilidades.
c) Mantiene mejor la atención durante períodos de tiempo relativamente
amplios.
Eastbrook señaló que el arousal produce un estrechamiento del foco de la
atención sobre un número cada vez menor de índices de tarea, es decir, una
concentración intensa sobre algunos pocos de todos los estímulos relevantes
para una tarea. Sin embargo, parece que una activación intensa también va
unida a una mayor susceptibilidad a la distracción, de tal forma que los sujetos
afectados por niveles muy altos de activación, que llegan incluso a vivenciar la
situación como ansiosa, tienden a dejarse influir por un número mayor de
actividades de procesamiento irrelevantes para la tarea principal que ha de
desarrollar.

Condiciones de alta activación pueden estar asociadas al fenómeno conocido


como estrés. Se llama estrés a una respuesta global del organismo ante
condiciones percibidas como amenazantes. En condiciones como esas, el
organismo experimenta un nivel de activación general. En aquellas situaciones
de gran estrés y arousal en las que se requiere atender a índices ambientales
muy variados para tomar decisiones en cada momento, se produce un
deterioro, a veces fatal de la conducta. La razón de ello radica en el fenómeno
conocido como Ley de Yerkes-Dodson.

La vigilancia es un estado de atención. Según las diferentes disciplinas,


esta atención pertenece a un terreno en particular como por ejemplo el cuadro
de la prevención de riesgos (materiovigilancia, hemovigilancia, vigilancia
meteorológica...), a la intensidad de concentración sobre un sujeto particular en
psicología o, al contrario, sin objeto definido pero con una apertura al conjunto
de los elementos exteriores en filosofía. En neurlogía, define el estado de
consciencia de un individuo y se mide con ayuda de la escala de Glasgow.

La atención como vigilancia

Se define como el estado de hipersensibilidad o alta receptividad al entorno, así


como un tipo de dedicación atencional en tareas de larga duración en las que el
sujeto debe detectar un estímulo de baja frecuencia. En este tipo de
capacidad tienen especial relevancia los errores de comisión (detección de un
estímulo cuando no está presente) y omisión (procesamiento inadecuado de no
detección de una información presente). 

Esta habilidad se encentra principalmente alterada en sujetos esquizofrénicos,


en individuos con elevada puntuación en el rasgo ansiedad como en el TAG,
o Trastorno de Ansiedad Generalizada. Entre sus manifestaciones más
frecuentes se pueden diferenciar la hipervigilancia general (atender a cualquier
estímulo irrelevante para la tarea), hipervigilancia específica (atender de forma
selectiva a estímulos relacionados con información amenazante),
ensanchamiento de la atención (de forma previa ante la detección de
estimulación estresante o estrechamiento de la atención (en el procesamiento
de un estímulo amenazante, como sucede en sujetos paranoides).

La atención como expectativa


La capacidad de anticipación es una característica basada en la experiencia
previa que permite al sujeto una mayor eficacia a la hora de realizar una tarea
concreta. Esta habilidad se encuentra alterada, por ejemplo, en el tiempo de
reacción de los individuos esquizofrénicos. 

Según las investigaciones de Shakow (1962) estos últimos disponen de un “set


segmental” que les impide beneficiarse de los intervalos temporales
preparatorios en tareas que miden el tiempo de reacción. Por contra, los
sujetos sin psicopatología se caracterizan por poseer un “set general”, que
posibilita percibir la situación estimular de forma global y permite que el
individuo responda sin tener en cuenta los elementos irrelevantes de la
actividad.

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