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Base Jurisprudencia: Planes Reguladores, Construcción en Antejardines
Base Jurisprudencia: Planes Reguladores, Construcción en Antejardines
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Mediante el dictamen del epígrafe, esta Contraloría General atendió una presentación efectuada
por la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo de la Región de Valparaíso, a través
de la cual solicitó un pronunciamiento, en lo que interesa, sobre la aplicabilidad de los artículos
8°-en su acápite 8.2- y 24 del Plan Regulador Comunal de Viña del Mar (PRC), aprobado por el
decreto alcaldicio N° 10.949, de 2002, de la respectiva entidad edilicia, que regulan los
antejardines.
En el mencionado oficio se concluyó, por una parte, que lo dispuesto en el aludido artículo 8°,
acápite 8.2, acerca de que el “espacio de antejardín no podrá ser ocupado con productos,
instalaciones u objetos de exposición o acopio”, carece de sustento normativo, por cuanto no
procede que esos instrumentos de planificación regulen aspectos distintos a los indicados en la
normativa ahí consignada, y por la otra, en lo que atañe, que no se advierte reproche de
juridicidad que formular a la interdicción de estacionamientos establecida en el nombrado artículo
24, por enmarcarse dentro de lo que permite el artículo 2.5.8. de la Ordenanza General de
Urbanismo y Construcciones (OGUC), aprobada por el decreto N° 47, de 1992, del Ministerio de
Vivienda y Urbanismo.
A su vez, cabe anotar que en aquel pronunciamiento se hizo presente, también, “que de la
circunstancia de que la LGUC y la OGUC permitan en forma excepcional el uso o las construcciones
en el antejardín, en los términos que señalan, no puede sino colegirse que su utilización para la
exhibición de vehículos no se encuentra permitida, considerando además que dicha acción en
definitiva implica el estacionamiento de éstos en tales lugares, aspecto que se encuentra
específicamente regulado por esa preceptiva”.
Sobre el particular, es dable manifestar que el artículo 122 de la LGUC previene que en los
antejardines fijados en los planes reguladores solo podrán efectuarse las construcciones que
estén expresamente “admitidas en la Ordenanza General de esta Ley o en la ordenanza del
respectivo instrumento de planificación”, y que sin perjuicio de lo anterior, “podrán autorizarse
construcciones provisorias, conforme al artículo 124”.
Luego, que el citado artículo 2.5.8. de la OGUC especifica que “Siempre que el Instrumento de
Planificación Territorial no lo prohíba, en los antejardines se podrá consultar caseta de portería,
pérgola u otras de similar naturaleza, además de estacionamientos de visitas hasta en un tercio
de su frente”.
Finalmente, que el anotado artículo 24 del PRC prevé que “Se prohíbe la ocupación como
estacionamiento del área mínima de antejardín establecida por la presente Ordenanza para cada
zona. Sin perjuicio de lo anterior en predios con proyectos de vivienda, y que contemplen una
pendiente mayor al 20%, la Dirección de Obras Municipales podrá autorizar la ocupación parcial del
área de antejardín con un máximo de 2 estacionamientos. Dichos estacionamientos deberán ser
abiertos descubiertos y no ocupar más de 5 metros del frente de la propiedad”.
Ahora bien, resulta pertinente precisar que a diferencia de lo que parece entender el ocurrente,
no se aprecia en el dictamen impugnado una contradicción en sus conclusiones, toda vez que, por
una parte, se indica que las prohibiciones y requisitos establecidos en los referidos preceptos del
PRC -con excepción del impedimento de ocupar como estacionamiento el área mínima de
antejardín- se apartan de las materias susceptibles de ser reglamentadas por aquellos
instrumentos de planificación, y por la otra, se colige que no obstante ello, la utilización del
antejardín para la exhibición de vehículos, igualmente no se encuentra permitida, en razón de la
regulación que la LGUC y la OGUC efectúan respecto de la mencionada franja de terreno.
En ese orden de ideas, cabe reiterar que la preceptiva aplicable prevé un uso restrictivo de los
antejardines, limitando su utilización a casetas de portería, pérgolas u otras de similar naturaleza,
además de estacionamientos de visitas hasta en un tercio de su frente, y ello siempre que el
instrumento de planificación no lo prohíba.
De este modo, dado que la preceptiva atingente hace mención expresa al caso particular de los
vehículos, circunscribiendo su aparcamiento a la proporción antes aludida, no resulta factible
acudir a una distinción entre “estacionar” y “exponer” los mismos -como lo señala el requirente en
su presentación-, con el fin de entender, en ese contexto, la existencia de un régimen de libre
ocupación de ese espacio de terreno con vehículos.
Lo anterior, teniendo en consideración, también, que acorde con la acepción pertinente del
Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia, el término “estacionar” se define como
“Dejar un vehículo detenido y, normalmente, desocupado, en algún lugar”, acción que
precisamente se efectúa al situar dichos bienes en el antejardín para efectos de su exposición al
público.
Siendo así, y en atención, además, a que no se aprecia de qué manera lo planteado por el
reclamante desvirtúa lo concluido en el oficio de que se trata, toda vez que no se aportan
fundamentos o antecedentes de hecho o de derecho que no hubieren sido ponderados
previamente y que permitan variar el criterio sustentado, se ha estimado del caso no acceder a lo
solicitado en los términos indicados por el recurrente.