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Vías nerviosas aferentes y eferentes:

Para entender los conceptos de lo aferente y lo eferente es muy útil imaginarse el


funcionamiento del sistema nervioso tal y como lo hacen los psicólogos cognitivos, que utilizan
la metáfora del ordenador como modelo descriptivo de las redes neuronales. Según esta
metáfora, tanto el cerebro como todo el sistema nervioso funciona de manera similar a como
lo hace un ordenador; tiene una parte de su estructura dedicada a estar en contacto con el
entorno que le rodea y otro que se dedica a trabajar con datos que ha almacenado y
procesado para obtener nueva información. Así, las neuronas del encéfalo y la médula espinal
serían esta parte "interna" del ordenador, mientras que los nervios que brotan de la columna
vertebral y llegan a los rincones más recónditos del cuerpo son la parte en contacto con lo
exterior.

Esta última parte del sistema nervioso, llamado sistema nervioso periférico, es donde se
encuentran las vías aferentes y las eferentes, que son los canales de entrada y de salida del
sistema nervioso central, respectivamente.

Así pues, por las vías aferentes viaja toda la información que entra a través de las neuronas
sensoriales, es decir, las que transforman la información que recogen los sentidos y las
transforman en impulsos nerviosos. En cambio, las vías eferentes son las encargadas de
propagar los impulsos eléctricos que están destinados a activar (o desactivar) ciertas glándulas
y grupos musculares. De este modo, si nos quisiéramos ceñir a un esquema explicativo simple
sobre lo que es una aferencia y una eferencia, diríamos que la primera informa al sistema
nervioso central sobre lo que ocurre en el resto del cuerpo y en los datos acerca del entorno
que este recibe, mientras que las neuronas eferentes se ocupan de "transmitir las órdenes" e
iniciar la acción.

Del mismo modo, la palabra aferencia sirve para designar a la información que viaja por estas
vías del sistema nervioso periférico, mientras que el término eferencia se utiliza para referirse
a la salida (o output) de datos que va desde el sistema nervioso central hasta fibras musculares
y glándulas encargadas de liberar todo tipo de sustancias y hormonas.

Las vías aferentes y eferentes hacen pensar en un funcionamiento jerarquizado del sistema
nervioso: mientras que unos grupos neuronales informan sobre lo que pasa en el resto del
cuerpo y transmiten órdenes para poner en práctica planes, estrategias y protocolos de
actuación, otros realizan la toma de decisiones y dan las órdenes que otras cumplirán. Sin
embargo, el funcionamiento de nuestro sistema nervioso no es tan simple como se puede
intuir en esta visión tan esquemática de los viajes que realiza la información nerviosa a lo largo
y ancho de nuestro cuerpo, por dos motivos básicos.

El primero es que las neuronas aferentes y eferentes no se limitan a transmitir información de


manera pasiva: también hacen que esta se transforme. Lo que llega a la médula espinal y a las
glándulas y los músculos es una ráfaga de datos cuya forma depende en buena parte de cómo
ha encontrado todas y cada una de las neuronas por las que ha viajado.

El segundo motivo es que, si bien es cierto que la toma de decisiones depende más del cerebro
que de las redes neuronales del sistema nervioso periférico, no está claro quién manda sobre
quién, porque todas ocupan un lugar en un ciclo de datos. A fin de cuentas, las neuronas
aferentes mandan una información al encéfalo sin la cual no se pueden iniciar planes de
acción, y el modo en el que las vías eferentes transmitan la información tendrá un impacto
sobre el cuerpo y el entorno que luego afectará a las neuronas aferentes y, por lo tanto, al
cerebro.

Vias aferentes:

Generalidades.

Las vías aferentes son cadenas de neuronas que trasmiten impulsos desde la periferia,
es decir. Desde los  receptores a los centros suprasegmentarios (Cerebro, Cerebelo). 
Los estímulos que trasmiten son:
-        Sensación táctil (presión)
-        Propiocepción (posición del cuerpo y movimiento)
-        Sensación térmica (calor y frío)
-        Dolor

 Se clasifican en 2 grandes grupos:


-        Vías Aferentes Viscerales
-        Vías Aferentes Somáticas

 Las vías Aferentes Somáticas se pueden subclasificar según el punto de inicio de la vía,
en:

-        Vías Aferentes De Origen Medular:


Los impulsos penetran a través de los nervios espinales y ascienden desde la
médula hacia el córtex cerebral.
-        Vías Aferentes De Origen Troncular:
Los impulsos penetran a través de los nervios craneanos.

Organización General

   Neuronas:

      -        1a : Ganglio sensitiva / Asociada a la raíz posterior de los nervios espinales

         -        2a :  Astas posteriores /O / Núcleo del tronco encefálico

     -        3a : Tálamo (info. Consciente corteza cerebral)/O / Cerebro (info. Inconsciente)


Vías eferentes:

Las vías Eferentes son cadenas de neuronas que trasmiten impulsos desde los centros
superiores hacia los receptores.

¿Qué tipo de información transmiten las vías eferentes?


A diferencia de la vía aferente que recibe los estímulos sensitivos de los receptores
localizados en distintas zonas del cuerpo; la vía eferente al salir de la médula se
encarga de enviar los impulsos nerviosos que activan los músculos y la función de las
vísceras.

¿De dónde provienen las vías eferentes?


Los núcleos de los tractos descendentes provienen tanto de la corteza cerebral como
del tronco del encéfalo. De acuerdo a la anatomía del sistema nervioso, esos tractos
salen de la corteza motora primaria, mesencéfalo, núcleos vestibulares, sustancia
reticular y de la médula.

¿Qué función cumplen las vías eferentes?


Aunque todos los tractos tienen funciones con respecto a los movimientos, todas
cumplen un rol diferente. A continuación, una breve descripción de la función de cada
vía descendente:

1. Vía piramidal. Es la principal encargada del movimiento, ya que controla tanto


los movimientos axiales, como del tronco y las extremidades. 
2. Rubroespinal. Controla el tono muscular.
3. Tectoespinal. Participa en los reflejos de ojos, cabeza y cuello. 
4. Vestibuloespinal. Mantiene la gravedad. 
5. Reticuloespinal. Participa en la postura y la locomoción. 
6. Rafespinal. Trabaja controlando la comunicación entre las neuronas sensitivas.
7.
 

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