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Módulo 3: Tronco cerebral y médula espinal

IN TR ODUCCIÓN AL MÓDULO

Introducción

UN IDAD 7: TR ON CO CER EB R AL

Introducción a la unidad

7.1 Reseña anátomo-funcional de las formaciones troncales

7.2 Participación en la integración sensomotora

7.3 Actividad céntrica bulbo protuberancial

7.4 Sistema nervioso periférico: pares craneales

7.5 Aspectos biopsicosociales de las patologías asociadas

Cierre de la unidad

UN IDAD 8: MÉDULA ESPIN AL

Introducción a la unidad

8.1 Medula espinal. Reseña anátomo-funcional

8.2 Patologías medulares del desarrollo: espina bífida

Cierre de la unidad

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Introducción

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En el presente módulo nos introduciremos al estudio de las dos estructuras nerviosas inferiores. El tronco cerebral y la médula espinal cumplen funciones vitales a
la hora de recibir estímulos externos e internos fundamentales para captar información vital para la supervivencia y el aprendizaje. A su vez, posibilitan implementar
respuestas motoras acorde a los estímulos percibidos. Incluiremos en el recorrido tanto lo normal como lo patológico.
Pisano, G. (2021). Neuropsicología Mapa conceptual Módulo 3. [Material de clase].

Objetivos del módulo

Describir el tronco cerebral anatómicamente.

Identificar su actividad funcional del tronco cerebral.

Relacionar los pares craneales con la lectura neuropsicológica de los mismos y las patologías concomitantes.

Describir la médula espinal.

Identificar su actividad funcional.

Relacionar con las patologías asociadas tanto a la estructura nerviosa como a los pares raquídeos que conectan con los músculos y la piel.

Entender la importancia que ambas estructuras tienen en el aprendizaje.

Contenidos del módulo


Unidad 7: Tronco cerebral
7.1. Reseña anátomo-funcional de las formaciones troncales: bulbo, protuberancia, mesencéfalo. 7.2. Participación en la integración sensomotora.
7.3. Actividad céntrica bulbo protuberancial.
7.4 Sistema nervioso periférico: pares craneales. Funciones y alteraciones.
7.5. Aspectos biopsicosociales de las patologías asociadas.

Unidad 8: Médula espinal

8.1. Medula espinal. Reseña anátomo-funcional. Participación en la integración sensomotora: actividad refleja. Sistema nervioso periférico: pares raquídeos.
8.2. Patologías medulares del desarrollo: espina bífida. Patologías sensitivas y motoras de origen central y periférico. Aspectos biopsicosociales de las patologías
asociadas.

Conductas sensitivas, sensoriales y motoras

Desde que nacemos, buscamos establecer nuestra homeotasis; es así como el bebé se relaciona con quien lo cuida y posibilita la satisfacción de sus
necesidades. En la medida que el sistema nervioso madura, va posibilitando las percepciones y las conductas motoras que se originan en los reflejos arcaicos. Es
gracias al SNC y SNP que podemos relacionarnos con otro, con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea; a partir de dicha dialéctica se desarrolla la

personalidad y las cogniciones.

En la imagen podemos ver diversidad de conductas sensitivas, sensoriales y motoras posibles en función de la edad de cada persona.

Conductas sensitivas, sensoriales y motoras [imagen]. Recuperado el 06 de julio de 2021, de https://media.istockphoto.com/photos/neighbors-talking-and-kids-playing-

picture-id1039931960.
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Introducción a la unidad

¿Qué es el tronco cerebral?

En esta unidad abordaremos el tronco cerebral (TC), estructura del neuroeje ubicada por encima de la médula espinal y por debajo del diencéfalo. Funcionalmente
se trata de un centro reflejo para cabeza y cuello, es una zona de pasaje de información ascendente y descendente, da origen a los pares craneales que inervan
cabeza y cuello y en el piso del cuarto ventrículo encontramos los centros que regulan la actividad cardíaca, la respiración y la digestión.

A su vez, abordaremos las patologías que promueven tanto el compromiso funcional como lesional de los pares craneales, desde un abordaje biopsicosocial. Este
aprendizaje nos posibilitará realizar diagnósticos diferenciales.

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7.1 Reseña anátomo-funcional de las formaciones troncales

El tronco cerebral -también llamado tallo encefálico- mide aproximadamente entre siete y diez centímetros; está integrado por bulbo, protuberancia o puente de
Varolio y mesencéfalo. Se ubica por encima de la médula espinal, por debajo del diencéfalo y por delante del cerebelo.

Está conformado por sustancia gris y blanca que se dispone en columnas como consecuencia del entrecruzamiento piramidal que fragmenta las astas anteriores
de la médula y conforma dos columnas en tronco, una somato-motora y otra víscero-motora; a su vez, el ascenso del lemnisco medio se enrosca, al llegar al
tronco, fragmentando así las astas posteriores en otras dos columnas, la cabeza compone la columna somato-sensitiva mientras la base forma la columna
víscero-sensitiva. Debido a que estos cruces se producen a ambos lados, en tronco encontramos 8 columnas que serán el origen real de los pares craneales.

El tronco cerebral puede ser descripto en tres caras: anterior o ventral, posterior o dorsal y sagital.

Comenzaremos por la cara anterior: figura 1, el TC tiene forma de cono que se va engrosando en la medida que asciende hacia los hemisferios cerebrales, la parte
inferior es el bulbo en su base encontramos el entrecruzamiento piramidal. La vía piramidal se originó en cada área 4 de los hemisferios cerebrales y sus axones

descienden por el mismo lado de origen hasta la parte inferior del bulbo en donde el 90% de los axones decusan y dan inervación motora al hemicuerpo
contralateral.

Se puede observar un surco central delimitado por las pirámides a ambos lados, sobre el cual se asienta la arteria basilar que dará irrigación al TC y sus
ramificaciones al cerebelo que se ubica detrás.

Hacia ambos lados de las pirámides, encontramos las olivas bulbares, los núcleos que las componen reciben fibras de la corteza frontal, parietal, temporal y
occipital. A su vez, recibe aferencias de la médula espinal, formando así un eslabón en el circuito espinocerebeloso, que se dirigen al arqui, paleo y neocerebelo.

Del surco preolivar emerge el doceavo par craneal, el hipogloso. Por tratarse del lugar desde donde se lo ve emerger, se lo denomina origen aparente. Del surco
retroolivar, emergen el IX glosofaringeo, X neumogástrico y XI espinal.

Si continuamos ascendiendo, nos encontramos con un surco que separa el bulbo de la protuberancia, llamado surco bulbo-pontino, origen aparente de los
siguientes pares craneales: VI motor ocular externo, VII facial y VIII auditivo.

Hacia arriba y a ambos lados de la protuberancia, vemos emerger al V par o trigémino con sus tres ramas: oftálmica, maxilar superior y maxilar inferior.

El surco pontomesencefálico separa externamente la protuberancia del mesencéfalo, por allí vemos emerger el par III motor ocular común y IV patético.

El olfatorio y el óptico, si bien son pares craneales, no se originan en TC.

El mesencéfalo se caracteriza por presentar internamente una serie de núcleos: locus niger, productor de Da; núcleos rojos, origen de la vía rubroespinal;
tubérculos cuadrigéminos, participan en los reflejos y una importante cantidad de sustancia reticular, cuya función es mudular.
Fig. 1: Cara anterior del tronco cerebral. Imagen recuperada en julio de 2021, de https://acortar.link/vk9q1N.

La cara posterior sólo se puede observar retirando el cerebelo; en la figura 2 podemos observar una placa de forma romboidal denominada piso del IV ventrículo,
allí encontraremos los centros que se describirán en la actividad céntrico vital, bulbo protuberancial.

Fig. 2: Cara posterior del tronco cerebral. Imagen recuperada en julio de 2021, de https://acortar.link/d0TkK8.

Por último, en un corte sagital en transparencia, figura 3, podemos observar el piso del IV ventrículo con su techo a dos aguas, a través de los velos medulares que

impiden que el líquido cefalorraquídeo (LCR) se expanda; sin embargo, es allí donde encontramos la cisterna magna de Magendie y los agujeros de Lushka, a
través de los cuales el LCR sale hacia la circulación externa que se produce por el espacio subaracnoideo. Por el efecto de transparencia, se pueden observar las
columnas de sustancia gris, las coloreadas en azul representan lo sensitivo tanto somático como vegetativo mientras que las coloradas representan lo motor,
somático y vegetativo.

Es precisamente en esas columnas donde se encuentra el origen real de los pares craneales.

Fig. 3: Corte sagital del tronco cerebral.

¿Qué es el tronco del encéfalo?

El video permite visualizar, de manera muy clara, la descripción funcional del tronco cerebral.

Qué es el tronco del encéfalo

UnProfesor [canal] (2019). Qué es el tronco del encéfalo. Recuperado el 06 de julio de 2021, de https://youtu.be/Np9bnqVeN5Q.
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7.2 Participación en la integración sensomotora

El TC y los pares craneales tienen una importante participación en la integración sensomotora, que nos posibilita interactuar con el mundo y aprender en la medida
que lo hacemos. Es a partir de los sentidos que incorporamos y procesamos información. El olfato, la visión y la audición son fundantes de lo psíquico y también de
lo cognitivo, a ellos se suma el tacto que a nivel de médula lo recogen todos los pares raquídeos, pero a nivel del TC, lo recoge sólo el trigémino.

Además, en TC podemos ubicar los siguientes reflejos:

Parpadeo: reflejo incondicionado que posibilita mantener hidratado el globo ocular.

Vómito o émesis: reacción incondicionada frente a la ingesta de un alimento en mal estado.

Ruboración facial: reflejo que emerge involuntariamente al sentir vergüenza.

Succión.

Tos: reflejo incondicionado frente a la presencia de partículas en garganta o mucosidad en las vías aéreas.

Estornudo: reflejo incondicionado frente a las partículas en el aire que ingresan a las vías aéreas superiores.

Reflejos vestíbulo-óculo-céfalo-giro: movimientos de la cabeza y del cuello, en especial de rotación, para seguir los objetos en el campo
visual, fundamental en el desarrollo perceptivo del bebé.

Reflejos tónico-laberínticos: la inclinación lateral de la cabeza aumenta el tono extensor del mismo lado y lo disminuye en el lado opuesto,
fundamental en el desarrollo postural y futura orientación del cuerpo en el espacio.

Reflejos tónico-cervicales: la extensión de la cabeza aumenta el tono extensor de las extremidades anteriores y disminuye el tono de las
inferiores; la flexión de la cabeza disminuye el tono extensor de las extremidades anteriores y lo aumenta en las inferiores; la rotación de la
cabeza provoca un aumento en el tono de los extensores del mismo lado del cuerpo hacia donde se dirige el mentón y una disminución en el
lado opuesto, como ya hemos mencionado precursor del esquema corporal y la coordinación viso-motora, que evaluamos con el test de
Bender.

Reflejos de enderezamiento o de control de la postura: como son los laberínticos; extensión de cabeza mientras se encuentra sostenido en al
aire, no importando la posición del resto del cuerpo. Los propioceptivos cervicales, promueven la activación de los propioceptores de la
musculatura del cuello, cuando se está en el aire, tienden a preparar el resto del cuerpo para el enderezamiento de sus partes y por último los
receptores cutáneos del cuello frente a la presión asimétrica sobre la superficie del cuerpo provoca el enderezamiento de la cabeza, las
reacciones de salto, por ejemplo cuando se está apoyado sobre un solo pie y se mueve el cuerpo, la respuesta es de salto para recuperar el
equilibrio.

Reflejos vestíbulo-oculares: la flexión de la cabeza contrae el músculo recto superior e inhibe el inferior, manteniendo la mirada; la extensión
de cabeza realiza una respuesta opuesta a la anterior; la rotación de la cabeza hace contraer el recto interno del lado hacia el que se rota la
cara y el recto externo del lado contrario.

Reflejos cócleo-oculares: un estímulo sonoro hace rotar los ojos hacia el lado donde se origina el sonido.
Reflejos visuo-oculares: reflejo de fijación visual, posibilita la fijación de la mirada, fundante de lo psíquico. Reflejo de acomodación.
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7.3 Actividad céntrica bulbo protuberancial

La actividad céntrico vital bulboprotuberancial se ocupa de regular los ritmos vitales en función de las necesidades somáticas y emocionales, condicionadas por el
contexto social en el cual el hombre está inserto. Por la especificidad y su relación con lo emocional es que es tan susceptible de modificaciones por acción de los
estados afectivos del hombre.

Por tal motivo, las emociones o estados tímicos del hombre deben tenerse en cuenta tal como lo aborda el enfoque biopsicosocial. Es así como podemos
comprender que la alegría nos genera taquicardia placentera y el miedo promueve taquicardia displacentera. El hombre, con sus emociones, puede modificar el

normal funcionamiento de los ritmos biológicos y vitales que posibilitan nuestra vida.

En ataques de pánico, podemos observar cómo el paciente -desde su percepción intrapsíquica del mundo- puede modificar su ritmo respiratorio, su ritmo cardíaco
e incluso el digestivo. Lo mismo sucede en la infancia: las emociones se expresan en el cuerpo, en la psique y en las cogniciones; nuestra función es diagnosticar
de qué se trata.

A partir de marzo de 2020 se vivió una situación que ha promovido una incertidumbre continua; no nos sorprendió escuchar casos de muerte por paro
cardiovascular, accidentes cerebrovasculares, personas normotensas que se tornan en hipertensas; inclusive, es parte de la praxis pediátrica tomar la presión
arterial a niños (esto, con anterioridad a la pandemia). Nos lleva a preguntarnos ¿cómo vivimos? ¿Qué les transmitimos a los niños? Algunas respuestas las
podemos encontrar en la relación entre emociones, psiquismo, cogniciones y sistema nervioso.

En el piso del IV ventrículo, se encuentran los centros que participan en el control cardiovascular, respiratorio y digestivo. Por tal motivo, se la considera actividad
céntrica vital; cualquier lesión que comprometa estos núcleos conlleva a la muerte de manera inminente. Nos referimos a la sustancia neurorreticular bulbo-
protuberancial:

1 Cardiovascular: en la zona superior, encontramos centros vasodilatadores y vasoconstrictores; en la intermedia, centros adrenalinosecretores,
y en la inferior, centros cardioaceleradores y cardiomoderadores.

2 Respiratorios: centro inspirador, centro espiratorio y centro neumotáxico que regula los dos anteriores.

3 Digestivos: centros gastrosecretores, pancreaticosecretores, intestinosecretores y hepáticobileares.

Según Hernández Perera, J. (2021):

“Se ha señalado que el nuevo coronavirus infecta el sistema nervioso central a través del bulbo olfatorio, diseminándose desde los
nervios olfatorios hasta el rinencéfalo y finalmente llegando al tallo cerebral a través de la diseminación transináptica. Por lo tanto, la
infección por virus en el centro respiratorio puede dar como resultado un síndrome de dificultad respiratoria aguda grave en estos
enfermos.

Varias investigaciones han apuntado que el SARS-CoV-2 invade el tronco del encéfalo en las primeras fases de la enfermedad,
provocando insuficiencia respiratoria, incluso cuando la influencia hipoxémica no ha surtido efecto. Este daño a nivel del centro
respiratorio afecta ineludiblemente la regulación de la respiración involuntaria, lo que lleva a un síndrome de dificultad respiratoria aguda
refractario a los tratamientos, que es la principal causa de muerte en pacientes con COVID-19.
Una de las recomendaciones hechas en esta publicación radica en la realización de exploraciones exhaustivas de los reflejos del tallo
cerebral, incluso en pacientes asintomáticos, como potenciales evocados auditivos y somatosensoriales del tallo cerebral,
electroencefalograma cuantitativo y Doppler transcraneal.”

- Hernández Perera, J. (2021)


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7.4 Sistema nervioso periférico: pares craneales

La Tabla 1 grafica cada par craneal, su función y la conducta.

Tabla 1. Funciones y conducta de los pares craneales.

PAR CRANEAL FUNCIÓN CONDUCTA

I. Olfatorio Sensorial Olfato

II. Óptico Sensorial Vista

III. Motor ocular Movimientos oculares, además de inervar músculos oculares tiene fibras
Motor
común preganglionares que posibilitan la acomodación de la pupila (Miosis)

IV. Patético Motor Inerva al oblicuo superior de los ojos.

Mixto Posee 3 ramas, da inervación sensitiva de la piel del rostro y sensibilidad dental. Sólo la
V. Trigémino (Predominantemente rama de maxilar inferior es mixta y posibilita el movimiento de la mandíbula, necesario
sensitivo) para hablar y masticar.

VI. Motor ocular


Motor Inerva el recto lateral de los ojos.
externo

Mixto
VII. Facial (Predominantemente Inerva los músculos de la cara posibilitando la gesticulación y los reflejos.
motor)

Posee 2 ramas: La rama coclear, asciende hasta corteza temporal posibilitando el

VIII. Auditivo Sensorial lenguaje. La rama vestibular va al cerebelo y posibilita el equilibrio, la orientación del
cuerpo en el espacio y reflejos posturales.

La parte sensitiva recoge sensibilidad visceral del paladar y del gusto del tercio posterior
IX. Glosofaríngeo Mixto de la lengua y a su vez la parte motora inerva con fibras preganglionares
parasimpáticas las glándulas salivales o parótidas.

X. Neumogástrico Mixto La parte sensitiva recoge información visceral de la faringe, laringe, pulmones,

o vago intestinos y epiglotis.


Las fibras motoras inervan la faringe, laringe, fibras parasimpáticas del corazón, vasos
sanguíneos, tráquea, bronquios, esófago, estómago e intestinos.

XI. Espinal Motor Inervación de los músculos trapecio y esternocleidomastoideo. P

XII. Hipogloso Motor Inervación motora de los músculos de la lengua

Pisano, G. (2021).
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7.5 Aspectos biopsicosociales de las patologías asociadas

Olfatorio
El nervio olfatorio es sensorial, participa en la percepción de aromas, fundante del vínculo materno-lactante y posteriores asociaciones que realizamos a lo largo de
la vida; por ejemplo, el aroma de una comida nos recuerda a una abuela, el perfume a una persona, etc. Su receptor es la mucosa pituitaria, ubicada en la parte
superior de los cornetes nasales. Este receptor traduce la información química de un olor en impulso nervioso que será captado por las neuronas que componen el

bulbo olfatorio, los axones de esas neuronas componen el nervio olfatorio que penetra por la base del cerebro y se ramifica hacia el área septal, complejo
amigdalino y a las áreas 28 y 29 de Brodman, donde se atribuye la representación cortical del olfato.

Se evalúa con esencias y sus alteraciones pueden ser:

Anosmia: (del griego an, privado; osmée, olfato. Hasta la aparición de la pandemia, era patognomónico de rinitis crónicas o propio de
fumadores crónicos; a partir de la pandemia, es un síntoma propio de estar cursando COVID 19 y confirma el compromiso del sistema
nervioso, de ahí la gran cantidad de secuelas que se siguen investigando, al igual que la comprensión de la casuística de mortandad que
conlleva este virus.

Hiposmias: que significa una disminución; característica de los consumidores de drogas inhaladas como ser la cocaína, por la destrucción de
receptores que el uso frecuente promueve.

Hiperosmia: implica percibir con mayor intensidad, suele manifestarse al inicio de una crisis migrañosa; si es unilateral, es propia de la histeria
y actualmente se observan casos en los cuales se observa como consecuencia de contaminación del aire (por ejemplo, en trabajos que se
relacionan con la fabricación de productos químicos que enrarecen el aire y por ser continuo, puede generar esto en algunos trabajadores).

Parosmias y Cacosmias: que suelen darse simultáneamente; es percibir aromas diferentes de los originales, y cacosmias, que implica
percibir malos aromas.

Desde un abordaje biopsicosocial, la sintomatología no convoca a realizar diagnósticos diferenciales, ya que las alteraciones descriptas pueden relacionarse con
epilepsias parciales, cuando el foco compromete las áreas 28 y 29; a su vez, pueden ser parte de la sintomatología del pródromo de un Gran Mal; pueden ser
correlato de un tumor o alucinación. Si fuera así, despierta interpretación delirante, por tratarse de un síntoma que se enmarca en el campo de la psicosis.
Cualquiera sea la causa o la sintomatología, requiere de un abordaje integrativista puesto que quien padece no sólo lo experimenta en lo orgánico, sino que lo
psíquico -al igual que lo cognitivo- queda implícito en la unidad hombre. Por ejemplo, la pérdida de olfato conlleva a la tristeza, porque se ha perdido algo que antes
tenía, con el agravante de que, según sea la etiología, genera una preocupación cognitiva de diversa intensidad según sea el diagnóstico. No es lo mismo recibir un
diagnóstico de rinitis, que de histeria, epilepsia, psicosis o tumor.
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Óptico
El nervio óptico sensorial participa en la percepción visual, al igual que el olfatorio; estos dos pares no emergen del TC. Sus receptores son las retinas, en las
cuales encontramos los conos y bastones, fotorreceptores responsables de la visión; los axones de las neuronas ganglionares de la retina componen el nervio
óptico, penetran en el cerebro y se cruzan el quiasma óptico un porcentaje de fibras siguen derecho y otro porcentaje cruza al hemisferio contralateral. Previo
arribar a corteza, realizan una escala en la región posterior de los tálamos ópticos y desde allí por corona radiada al lóbulo occipital, en el cual las áreas 17 darán la
configuración gestáltica de la imagen y en 17 y 18 se guarda registro mnémico o gnosias. Es decir, el ojo es la cámara y el lóbulo occipital, el cuarto de revelado.

En este caso, la evaluación corre por cuenta de un oftalmólogo o neurólogo, según sea el compromiso que ocasione la pérdida o lesión del nervio o de su receptor.
Las alteraciones son múltiples: alteración de la agudeza visual, daltonismo (si afecta los colores), ceguera, escotomas (éstos requieren diagnóstico diferencial
puesto que los puede provocar una alteración en la hemodinamia que irriga al ojo o ser consecuencia de una descarga epiléptica), hemianopsia y alucinaciones
visuales. Además de astigmatismo y miopía.

El nervio óptico es fundamental para crear un vínculo con la madre: la mirada es fundante de lo psíquico y es un acceso de estimulación muy motivador para el
aprendizaje. A su vez, sabemos el impacto que el simple hecho de utilizar anteojos tiene para un niño; en otras épocas lo llamábamos cargadas actualmente se
incrementó la violencia y lo denominamos acoso escolar o bullying: el impacto del mismo en el desarrollo de la personalidad de un niño es grave al punto de afectar
sus aprendizajes.

3, 4 y 6

 III. IV. y VI.: los tomaremos en conjunto debido a que son todos motores y se ocupan de inervar los músculos que componen los ojos. Las
lesiones en estos pares pueden generar parálisis oculares, trastornos en las pupilas (miosis o midriasis), estrabismo y nistagmus o
movimientos involuntarios de los ojos.

Trigémino
Es un nervio mixto, pero predominantemente sensitivo; posee 3 ramas: oftálmica, maxilar superior y maxilar inferior. Las tres recogen información sensitiva de los
receptores dérmicos que posibilitan la percepción de la sensibilidad general, es decir: temperatura, textura, presión y dolor. Sólo la rama de maxilar inferior es mixta;
es decir, se suma una rama motora que posibilita el movimiento en la mandíbula, necesario para hablar o masticar.

Si bien la evaluación corresponde al neurólogo, es importante para la psicopedagogía y para la psicología conocer el recorrido y la inervación del nervio, a los fines
de hacer un diagnóstico diferencial entre el compromiso neurológico del nervio y las manifestaciones histéricas que, como consecuencia de la conversión, pueden
emular la sintomatología.

Dentro de las lesiones, si bien existe la parálisis total o parcial del nervio trigémino, nos enfocaremos en la neuralgia del trigémino, también conocida como
prosopalgia, tic doloroso de la cara o dolor facial de Fothergill; consiste en dolores espontáneos localizados en el trayecto de una o varias ramas del nervio, siendo
la más frecuente según Fustinoni (1997 [1936]), luego la del maxilar superior, a continuación, la del maxilar inferior y por último la oftálmica. El dolor es intenso, de
inicio y terminación brusca, si bien su duración es breve; los accesos se repiten con alta frecuencia, y en los intervalos el paciente permanece asintomático. Con
frecuencia, los dolores se acompañan de contracciones musculares de la cara en forma de tics.

Pueden ser esenciales, sintomáticas o de origen psicógeno. Las causas de las sintomáticas pueden ser múltiples: caries, sinusitis, glaucoma, tumores del ganglio
de Gasser, esclerosis múltiple, etc. El dolor en estos casos no aparece súbitamente como en las esenciales, sino que es más lento y prolongado; además hay
alteraciones de la sensibilidad y de los reflejos. En cuanto a las de origen psicógeno o causalgias, el dolor no corresponde con la inervación de la rama
propiamente.

Facial
Se trata de un nervio mixto predominantemente motor, inerva todos los músculos de la cara. La patología que acompaña es la parálisis y se clasifica en central o
periférica.

La central se caracteriza porque quien la padece puede arrugar la frente, cerrar el ojo del lado de la lesión; es decir, que el cuarto superior del lado de la lesión no
está tan comprometido. En el cuarto inferior de la cara, observamos que la comisura del labio se desvía hacia el lado enfermo; el ojo, si bien lo puede cerrar está
menos abierto que el sano, los pliegues cutáneos se borran. La periférica se caracteriza por una lesión total o parcial del nervio facial desde que emerge del TC.

La sintomatología se compone por una parálisis completa del lado lesionado, se pierden las arrugas de la frente, aparece el signo de Bell, el ojo pierde el reflejo de
parpadeo y, si el sujeto quiere cerrar el ojo, el globo ocular gira hacia atrás (llamado signo de Bell), el lóbulo de la nariz se desvía hacia el lado sano, al igual que la
comisura labial y descendido motivo por el cual fluye saliva sin que el paciente lo pueda evitar. La apertura bucal es asimétrica, no puede silbar y cuando lo intenta
se abulta la mejilla. Las causas que la pueden provocar pueden ser metabólicas, infecciosas o tóxicas.

Auditivo
Se trata de un nervio sensorial que participa de la audición, su receptor es el órgano de Corti y está conformado por dos ramas. La rama vestibular se dirige al arqui-
cerebelo posibilitando el equilibrio y la posición del cuerpo en el espacio y la coclear participa de la percepción del sonido, asciende hasta los tálamos ópticos y
luego de esa escala accede a la corteza temporal.

La rama coclear se evalúa con audiometría; las alteraciones pueden ser hipoacusia, sordera, hiperacusia que acompaña auras migrañosas o en el pródromo de una

crisis temporal. También existen los acúfenos o percepciones subjetivas de silbidos, zumbidos, que no despiertan interpretación delirante, por tal motivo se las
diferencia de las alucinaciones auditivas.

La rama vestibular se indaga por anamnesis; el paciente refiere experimentar vértigo, siente que su cuerpo gira alrededor o en medio de los objetos que lo rodean o
los objetos alrededor de él. También experimenta acúfenos continuos o transitorios, sonido de vapor, silbidos o el repicar de campanas.
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Glosofaringeo
Se trata de un nervio mixto; las fibras aferentes viscerales provienen de las papilas gustativas del tercio posterior de la lengua, el velo del paladar y de las
amígdalas palatinas. Los primeros dos tercios del gusto los recoge el nervio lingual. Las eferencias viscerales inervan las glándulas parótidas o salivales, también
inervan los músculos constrictor superior de la faringe y estilofaríngeo. La lesión o compromiso de este nervio trae aparejada la siguiente sintomatología:
trastornos en el gusto, trastornos sensitivos de las amígdalas y faringe y alteración en la deglución.

Las causas pueden ser diversas, a las cuales se suma el COVID 19.

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Neumogástrico o Vago
Se trata de un nervio mixto, es uno de los más importantes y complejos de todos los pares craneales. Está conformado por: 1) Fibras aferentes somáticas que
provienen de la piel de la parte posterior de la oreja y del conducto auditivo externo. 2) Aferencias viscerales que provienen de la faringe, laringe, tráquea, esófago,

vísceras del tórax y abdomen. 3) Eferencias viscerales de tipo parasimpático que inervan vísceras torácicas y abdominales. 4) Eferencias viscerales que inervan
los músculos del velo del paladar, faringe y laringe.

Como nervio sensitivo, se ocupa de la sensibilidad de la faringe, el esófago, estómago, intestinos, de la glotis, tráquea y pulmones, además de la piel del pabellón
de la oreja y del conducto auditivo. En tanto, el nervio motor controla las fibras estriadas de la faringe y laringe y de las fibras lisas de los bronquios, del esófago,
estómago, intestino delgado y parte superior del grueso. A su vez, tiene eferencias que modulan la actividad cardíaca y fibras secretoras para el estómago,
páncreas y tráquea.

La importancia de este nervio es el alcance y la función parasimpática que ejerce, pudiendo así desactivar la alerta que la inervación simpática tiene sobre las
vísceras.

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Espinal
Se trata de un nervio motor que inerva dos músculos: el esternocleidomastoideo y el trapecio. Su lesión puede ocasionar una parálisis; sin embargo, su
compromiso funcional es mucho más frecuente y es conocido como contracturas musculares que imposibilitan el movimiento lateral de la cabeza hacia ambos
lados, lo que nos permite volver a introducir el efecto de las emociones en el sistema nervioso. A su vez, la mala postura lo suele comprometer hasta el punto de

generar una rectificación de cervicales.

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Hipogloso
Se trata de un nervio motor que inerva los músculos que posibilitan el movimiento bilateral de la lengua, fundamental para empujar el bolo alimenticio y para la
fonación del lenguaje. La lesión que acompaña es la parálisis, que puede ser unilateral cuando se afecta el recorrido del nervio desde su origen aparente, o bilateral
cuando la lesión es bulbar o central.
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Cierre de la unidad

¿Qué es el tronco cerebral?

El tronco cerebral es una estructura nerviosa muy importante porque, además de posibilitar el pasaje de información tanto ascendente como descendente, da
origen a los pares craneales que nos posibilitan ver, oír, percibir aromas, sonidos, sensaciones en la piel del rostro, guiñar un ojo, sonreír, hablar. A su vez, regula los
reflejos como ser el estornudo, la tos, la deglución, el vómito, etc. Por último, y no menos importante, regula la actividad céntrico vital; significa que entre el bulbo y
la protuberancia encontraremos los centros que regulan la actividad cardiovascular, respiratoria y digestiva.

Conclusión

Hemos recorrido el tronco cerebral, los pares craneales que de él emergen y las patologías asociadas a los mismos. Desde lo normal, podemos inferir la
importancia que tiene esta estructura, tanto en lo vincular como en el aprendizaje: sus pares sensoriales conforman nuestros sentidos, a través de los cuales
registramos información que proviene de nuestro medio. Dicha información es procesada e incorporada a nuestra memoria y, por ende, concluye en aprendizajes

que implican cambios cualitativos que no se explican ni por crecimiento ni por maduración del sistema nervioso. Algo más sucedió en ese proceso para que se
produzca un salto cualitativo que dé cuenta de que algo cambió en ese ser humano. Eso es el aprendizaje y el sistema nervioso su andamiaje.

Bibliografía

de referencia

Ardila, A., Arocho Llantín, J. L., Labos, E. y Rodríguez Irizarry, W. (2015). Diccionario de neuropsicología. 1ra edición. México: Editorial El Manual Moderno. Recuperado en junio de
2021, de https://biblioteca.ucatolica.edu.co/ucatolica/diccionario-neuropsicologia.pdf.

Fustinoni, O. (1997 [1936]) Semiología del sistema nerviosos. Buenos Aires: Ateneo.
Hernández Perera, J. C. (2021). Develando la participación del tronco encefálico en el desarrollo de dificultad respiratoria en pacientes con la COVID-19. Boletín Científico del
Cimeq. 2021 feb 28; 2 (1): 5. La Habana, Cuba. Recuperado en julio de 2021, de https://instituciones.sld.cu/bolcimeq/2021/02/28/develando-la-participacion-del-tronco-
encefalico-en-el-desarrollo-de-dificultad-respiratoria-en-pacientes-con-la-covid-19/.

Imbriano, A. (1965) Neurofisiología humana. Cap. VIII pp. 68-82. Buenos Aires: Salus.

Risueño, A. (2010) Neuropsicología. Cerebro. Psique. Cognición. Cap. 13, pp. 243-273.

de lectura obligatoria

Risueño, A. (2010) Neuropsicología. Cerebro. Psique. Cognición. Cap. 13, pp. 243-273.
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Introducción a la unidad

¿Por qué la médula?

La médula espinal es una estructura muy importante del neuroeje porque, a través de sus pares raquídeos, recoge la información somatosensitiva de la piel del
cuerpo, desde el cuello hasta los miembros inferiores. A su vez, inerva todos los músculos estriados o esqueléticos aportando tono muscular, regulación y
movimiento reflejo y voluntario. Sin esta información, la integración sensomotora que caracteriza los aprendizajes del primer estadio de Piaget se vería interferida
de una u otra forma; por tal motivo, también abordaremos las patologías asociadas, que pueden afectar en la infancia al igual que en otras etapas de la vida
humana.

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8.1 Medula espinal. Reseña anátomo-funcional

La médula espinal es la estructura nerviosa más antigua, se origina en el tubo neural embrionario y es la que presenta menos modificaciones. Se trata de una
estructura cilíndrica de unos 50 cm de largo, dependiendo de la talla y recubierta al igual que el resto del sistema por las tres meninges. Se encuentra dentro del
canal raquídeo o columna vertebral. Se extiende desde el foramen magnum donde se continua con el bulbo, hasta el borde inferior de la primera vértebra lumbar.
Presenta dos ensanchamientos: uno cervical, que origina el plexo que lleva el mismo nombre, que inerva la cintura escapular y miembros superiores, y otro
lumbosacro que origina el plexo lumbosacro que inerva cintura pélvica y miembros inferiores.

La médula está conformada por 31 segmentos: 8 cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y 1 coxígeo. Esos segmentos coinciden con la emergencia de los
pares raquídeos a través de agujeros que tienen las vértebras que componen el raquis. Tales segmentos se reflejan en la piel del cuerpo y permiten diagnosticar
por el compromiso de la sensibilidad, los reflejos y los movimientos voluntarios, la ubicación de las lesiones en médula.

Fig. 1: Corte transversal de la medula. Imagen recuperada en julio de 2021, de https://acortar.link/sw8n8l.


En un corte transversal, podemos observar que la sustancia gris se ubica a nivel central y la blanca es periférica. Si bien la forma no se modifica, sí se puede
observar que la dimensión tanto de la sustancia gris como la blanca se incrementa o decrece en diferentes cortes; es decir cervical, dorsal, lumbar o sacra. La
sustancia gris tiene forma de H o alas de mariposa, forma dos astas posteriores, dorsales o sensitivas, dos astas intermedias o vegetativas y dos anteriores,
ventrales o motoras. Por la especificidad de las neuronas, en cada asta encontramos distribuidos núcleos capaces de decodificar la información ingresante por la
raíz sensitiva y sus axones se ubicarán en los diferentes cordones que componen la sustancia blanca para dirigirse al centro o estructura que lo requiera.

Es así como en el asta posterior encontramos una zona marginal, también llamada de Lissauer, que recibe las raíces sensitivas de la sensibilidad general que
ingresa a médula y sus axones se ubican en el cordón posterior formando los fascículos de Goll y Burdach, también llamados Gracilis y Cuneatus. Tal como

podemos observar en figura 2. La sensibilidad general incluye: temperatura, textura, presión y dolor, las sensaciones se producen cuando un estímulo sobre la piel
estimula un receptor sensitivo o sensorial (sólo en TC). Llamamos a esta sensibilidad precisa, epicrítica y es consciente. Profundizaremos en vías de conducción.

Continuando con los núcleos, encontramos por debajo de la zona marginal, la sustancia gelatinosa de Rolando, especializada en recibir y decodificar la información
dolorosa, sus axones generan las vías ascendentes espino-talámica-lateral que conduce el dolor epicrítico y otro grupo forma el espino-talámico-ventral que
conduce el dolor protopático o difuso. Por debajo, encontramos otro núcleo denominado columna de Clarke; recibe aferencias de los músculos, articulaciones y
tendones, sensibilidad profunda inconsciente que será conducida por los axones que conforman los haces espinocerebeloso directo y cruzado que asciende por
los cordones laterales hacia el cerebelo.

En las astas ventrales, encontramos núcleos de sustancia reticular involucrados en la regulación del tono muscular y por último en las ventrales se encuentran las

motoneuronas alfa (Movimiento voluntario y reflejo) y motoneuronas gama (Tono muscular).

Fig. 2: Capas o meninges que protegen el cerebro y la médula espinal. Imagen recuperada en julio de 2021, de https://acortar.link/pkwxjD.

En la figura 2 también se puede observar la ubicación de los axones que componen los cordones periféricos de sustancia blanca. Se pueden identificar en verde los
ascendentes o sensitivos y en fucsia los descendentes o motores, ubicados en cordones laterales y ventral.

Entre las astas posteriores, se ubican los axones que conforman los fascículos de Goll y Burdach, también conocidos como Gracilis y Cuneatus; son ascendentes
y conducen la sensibilidad general, debido a que recogen la sensibilidad de la piel serán menos gruesos en los segmentos inferiores de la médula (Lumbosacro) y
se irán engrosando en la medida que segmento a segmento se van incorporando axones que conducen la información de su segmento llegando a tener un volumen
importante a nivel cervical.
Participación en la integración senso-motora

Para comprender este apartado, nos introduciremos en las vías de conducción, debido a que la función principal del sistema nervioso es posibilitar las relaciones
tanto con el mundo interno como con el mundo externo, posibilitando así una integración biopsicosocioaxiocognitiva.

Los sistemas sensoriales que estudiamos en TC nos permiten percibir, reconocer y valorar aspectos del mundo que se traducen en comportamientos adaptativos.
Es decir, que dichos sistemas no son copias pasivas y reflejas de los estímulos que nos afectan, sino que implican un procesamiento en el cual quedará
directamente involucrada la capacidad selectiva que será llevada a cabo por el sistema neurorreticular, que actúa en simultáneo con la sensibilidad y lo sensorial.

Sin sensibilidad, no tendríamos sensaciones a las cuales otorgarles un sentido y, por lo tanto, tampoco tendríamos conocimiento alguno. Los estímulos
impresionan sobre un receptor, dando lugar al fenómeno denominado sensación, que posteriormente al ser conducido, seleccionado y procesado, dará por
resultado una percepción que nos permite conocer; llamamos a ese tipo de sensibilidad consciente. Sin embargo, no siempre somos conscientes de los estímulos
recibidos; es decir, existe una gran cantidad de sensaciones capaces de condicionar reacciones sin llegar a ser conscientes, las llamamos inconscientes.

La sensibilidad y la sensorialidad provienen de los cinco sentidos que portamos: vista, oído, olfato y gusto, corresponden a los sensorial y el tacto a lo sensitivo o
sensibilidad general.

Todo lo sensorial remite a los pares craneales que posibilitan el olfato, la vista, el oído y el gusto; la sensibilidad general responde al tacto:

Vías de la Sensibilidad Superficial

Son todas ascendentes, aferentes y sensoriales (sólo en TC) o sensitivas (predominantemente en médula y en TC se suma la sensibilidad que recoge el V par o
trigémino, al lemnisco medio).

Sensibilidad táctil discriminativa o sensibilidad superficial consciente más sensibilidad profunda consciente:
Comprende la sensibilidad general que permite registrar estímulos diversos que se producen sobre la superficie de la piel; es decir, temperatura, textura, presión o
dolor. Cada una tiene receptores específicos distribuidos en la hipodermis. Se origina en los corpúsculos de Krause (Frío), Ruffini (Calor), Meissner (Tacto
epicrítico), discos de Merkel (Tacto protopático), Pacini (Presión) y en las terminaciones libres (Dolor). Desde allí, a través de neuronas sensitivas (Unipolares o
bipolares), el mensaje traducido a potenciales de acción será conducido centrípetamente hacia los ganglios raquídeos o sus homólogos en TC para los pares
craneales.

El axón de estas neuronas del ganglio raquídeo ingresa a la raíz posterior de la médula a través de la zona de Lissauer, ingresando así al cordón posterior (Sustancia
blanca) y se bifurca. La rama descendente termina en la sustancia gris del asta anterior y tiene función refleja. La ascendente, que se origina en Krause, Ruffini,
Meissner, Merkel y Pacini, constituye los fascículos de Goll y Burdach, que serán los responsables de conducir toda la información sensitiva discriminativa y
protopática de los 31 segmentos medulares y a nivel del TC se acopla la información trigeminal, para arribar finalmente a los tálamos ópticos que se encargarán a
su vez de recibir, decodificar, filtrar y retransmitir la información a corteza parietal (Áreas 3, 1 y 2 de Brodman).

En la medida que asciende, ésta vía se va engrosando en función de los axones que se van incorporando desde el nivel lumbar, dorsal y cervical. Eso hace que, a
diferentes niveles de la médula, los cortes presenten una diferente disposición de sustancia gris y blanca. Tal diferencia se basa en que Goll es más interno y está
conformado por fibras provenientes de miembros inferiores, lumbares y sacros. Mientras que Burdach ingresa a médula a niveles más cefálicos, es decir dorsal
superior y cervical, aportando así fibras provenientes de miembros superiores y parte del torso.
Además de la sensibilidad táctil discriminativa, estos fascículos recogen la sensibilidad profunda consciente, cuyos receptores son los husos neuromusculares,
los órganos tendinosos de Golgi y de los corpúsculos de Paccini.

Es así como la sensibilidad táctil discriminativa y profunda consciente son directas y no poseen sinapsis alguna. Siendo esta disposición de gran valor diagnóstico
en función de la sintomatología que pondrán de manifiesto a nivel medular.

Sensibilidad profunda inconsciente:


Los receptores propioceptivos son los mismos que los de la sensibilidad profunda consciente; es decir los husos neuromusculares (HNM). Las fibras aferentes
que conducen sus estímulos forman parte de los nervios periféricos que ingresan la información a médula a través de los ganglios raquídeos, algunos axones se
incorporan al cordón posterior; otras hacen sinapsis en la columna de Clarke, base del asta posterior medular, los axones de las neuronas que forman dichos
núcleos emergen hacia el cordón lateral homolateral formando el fascículo espinocerebeloso directo de Flechsig. Otro grupo de axones decusa para ascender por
el cordón lateral contralateral formando el fascículo espinocerebeloso cruzado de Gowers. Ambos conducen información propioceptiva inconsciente al cerebelo

para que pueda coordinar los movimientos, equilibrio, estática y marcha.

Por eso se ha clasificado a los músculos en 4 grupos:


1) Agonistas, son los que ejecutan la acción;
2) Antagonistas, se oponen a los anteriores por lo tanto deben relajarse frente a la acción;
3) Sinérgicos, ayudan a los agonistas y así reducen el esfuerzo que estos deben realizar.
4) Fijadores, dan lugar a la contracción y a la fijación de las articulaciones vecinas manteniendo así al cuerpo en posición adecuada para realizar el movimiento
correspondiente.
El resultado de dicha coordinación es el movimiento adecuado y adaptado al fin propuesto. Dicha coordinación se perfecciona con el desarrollo en función de la
mielinización y plasticidad por un lado y la repetición frecuente de los mismos movimientos, tal como se produce en el período sensoriomotor. Así se van logrando
las taxias y las praxias. Además, las impresiones visuales recogidas por la retina y el nervio óptico informan a los centros sobre los movimientos y contribuyen a
asegurar la coordinación. Lo mismo sucede con la información vestibular.

Sensibilidad epicrítica y profunda consciente (Incluye la sensibilidad muscular y ósea):


Asegura la discriminación fina, la localización precisa y la posibilidad de apreciar estímulos de poca intensidad. La capacidad de localizar y discriminar está más
desarrollada en algunas regiones de la piel como ser los labios, lengua y palmas de las manos. Este tipo de sensibilidad es la que posibilita, una vez que arriba a
corteza parietal, más aún cuando se produce la integración gnósica.

1 Topognosia: capacidad de localizar la sensación, también llamada sentido del lugar.

Sensibilidad profunda consciente: se origina en los músculos, tendones, huesos y articulaciones.


Posibilita:

2 Barestesia: sentido de presión, que consiste en la apreciación del peso ejercido sobre una parte del cuerpo. Las pequeñas presiones serán
captadas por los corpúsculos de Golgi mientras que las presiones intensas serán captadas por los corpúsculos de Paccini. Ambos ubicados
en la hipodermis.
3 Palestesia: sensibilidad de los huesos o del periostio a estímulos vibratorios.

Batiestesia: asegura el sentido de las actitudes segmentarias por medio del cual el hombre toma conocimiento de cuál es la posición exacta
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en que se encuentran las diversas partes de su cuerpo en relación con otras sin el auxilio de la vista. Se origina en la excitación de diferentes

receptores distribuidos por los músculos, articulaciones, tendones y ligamentos, a los cuales llamamos propioceptores.

Sensibilidad táctil epicrítica y profunda consciente combinadas posibilitan:

Estereognosia: permite el reconocimiento de un objeto a través de diferentes sensibilidades como ser la táctil, térmica, barestésica, etc.
Garantiza establecer la forma, contorno, estado y otras cualidades del objeto sin que medie la vista. Para algunos autores no se trata de una
sensación sino de una percepción puesto que requiere de una elaboración psíquica que implica la síntesis de muchas sensaciones.

Grafestesia: permite el reconocimiento de gesto gráfico, letra o número, realizado por el examinador sobre la palma de la mano del examinado
sin que medie la vista. El examinado reconoce la letra o número gracias a la sensibilidad táctil epicrítica.

La relación de las vías de sensibilidad táctil discriminativa y profunda consciente nos permiten introducirnos a los reflejos que a nivel medular
tienen un valor diagnóstico que aporta el conocimiento para ubicar la lesión.

Reflejos profundos: suelen estar abolidos a nivel de la lesión, es decir arreflexia profunda; exagerados por debajo, hiperreflexia profunda y son
normales por encima de la lesión.

Reflejos cutáneos: son normales por encima de la lesión y están abolidos o disminuidos por debajo de la misma.

Sensibilidad táctil protopática:


Se inicia en diversos receptores como ser los corpúsculos de Meissner, Pacini, Rufinni, Krause, etc. La neurona periférica se encuentra en el ganglio raquídeo y sus
homólogas en TC; esta neurona sensitiva a nivel medular tiene dos prolongaciones, una se dirige al receptor constituyendo así la raíz sensitiva del par raquídeo, la
otra ingresa a médula formando la raíz posterior raquídea.

Una vez que ingresan a médula, no hacen sinapsis en ese segmento medular, sino que ascienden algunas metámeras para hacer sinapsis con la segunda neurona
sensitiva ubicada en el núcleo Propio Esponjoso del asta posterior o en sus homólogos del TC. A su vez, tienen colaterales descendentes que forman circuitos
reflejos.

Los axones de las neuronas del núcleo propio cruzan y forman el fascículo espinotalámico ventral contralateral; al igual que Goll y Burdach, se irá incrementando
en la medida que asciende y se van anexando fibras que provienen de regiones más altas del organismo. A nivel del bulbo, estos fascículos se hacen más
profundos y se ubican por detrás de la Cinta de Reil. Siguen su trayecto hasta los tálamos óptico donde la 3° neurona será la encargada de irradiar la información a
través de la corona radiada hacia la corteza parietal (Áreas 3, 1, 2).

La vía de la sensibilidad protopática es cruzada desde la médula, de ahí que las lesiones en cualquier segmento darán por resultado sintomatología contralateral.
Esta vía proporciona información grosera, con menor información temporoespacial por lo tanto garantiza la función de alarma, de protección o integridad física y la
función de exploración que propicia el modo de exploración del mundo.
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Sensibilidad térmica y dolorosa:


En cuanto a la sensibilidad térmica, son los mismos receptores Krause (Frío) y Ruffini (Calor), si por adición se suma información tanto para el frío como para el
calor se torna dolorosa; mientras que las terminaciones libres son específicas para todo tipo de dolor.

La primera neurona se encuentra en el ganglio raquídeo, originando axones que son fibras muy finas que ingresan a médula para hacer sinapsis en la sustancia
gelatinosa de Rolando (2° neurona). cuyo axón cruza por la comisura gris anterior, para ubicarse en el cordón lateral formando el fascículo espinotalámico lateral.

De modo que, hasta el bulbo, las vías de la sensibilidad epicrítica, protopática y térmica dolorosa ascienden en forma separada no siendo tan fácil diferenciarla a
partir del TC, lo que hace que a nivel medular las lesiones sean claramente diferenciables, no siendo así a nivel del TC.

Todas ascienden hasta los tálamos ópticos donde encontramos la 3° neurona que por corona radiada irradia la información a corteza parietal, a 3, 2, 1 toda la
información epicrítica y a 5 y 7 la protopática.

Vías de la Movilidad

El movimiento puede ser voluntario o involuntario, ambos regulados por el tono muscular que los antecede y todos regidos por las eferencias corticales. Los actos
motores se pueden dividir en dos grupos: 1) Motilidad cinética y 2) Motilidad estática.

Dentro de la motilidad cinética, cabe distinguir dos tipos de movimiento: unos que se realizan independientemente de la voluntad del sujeto, son los actos motores
involuntarios; mientras que otros se realizan como consecuencia de la voluntad del hombre, son por tanto los actos motores voluntarios.

A su vez, existen distintas categorías de movimientos. En primer lugar, los reflejos: respuesta automática de carácter defensivo, resultado de la excitación
periférica de un receptor seguida de respuesta motora inmediata e involuntaria. En una categoría más elevada, se encuentran los movimientos automáticos,
también involuntarios, que acompañan a los voluntarios por ejemplo los que acompañan la marcha (Balanceo de brazos) o los que resultan de estados afectivos
por ejemplo el lenguaje postural o gestual.

El movimiento voluntario está siempre precedido de la representación mental consciente del movimiento a ejecutar.

En la realización de un movimiento ningún músculo obra aisladamente, sino que algunos se contraen otros se relajan; por lo tanto, requieren de la coordinación
cerebelosa. La vía piramidal, aparte de conducir las incitaciones motoras voluntarias, tiene normalmente una acción inhibitoria sobre la actividad refleja, los
movimientos automáticos y la estática. Por ende, la lesión de la vía piramidal deja al sistema nervioso periférico sin contrapeso; por lo tanto, se generan
fenómenos de liberación como ser hiperreflexia, hipertonía, etc.; a la vez que limita los movimientos voluntarios, fenómeno denominado parálisis.

Vía Piramidal o Movimiento Voluntario

Se origina en el área 4 de Brodman, en las células piramidales de los nidos de Betz. Se activan por estimulación de las neuronas retrorrolándicas (3, 1, 2); la
eferencias que recibe del prefrontal, del área 44 del lenguaje o centro de Exner de la escritura.

Los axones de las neuronas piramidales son extremadamente largos: descienden por delante de los tálamos ópticos, atraviesan el mesencéfalo o pedúnculos
cerebrales, la protuberancia y el bulbo, de donde toman la información motora los pares craneales motores o mixtos para finalmente culminar en la médula.
La vía piramidal desciende por el mismo lado del hemisferio que emerge hasta la parte inferior del bulbo, a nivel de las pirámides bulbares o entrecruzamiento
piramidal, se divide en dos contingentes de fibras; uno más voluminoso formado por el 90% de las fibras decusa y desciende por cordón lateral formando el haz
corticoespinal cruzado que inerva el hemicuerpo contralateral; mientras que el 10% restante desciende de manera homolateral por el cordón anterior para cruzarse
en cada segmento medular a los fines de sinaptar con las motoneuronas, ubicadas en las astas anteriores contralaterales.

En síntesis, la vía piramidal se compone de 2 neuronas: la primera, motriz central, constituida por las neuronas del área 4, multipolares de axón largo y mielinizado y
la segunda, periférica, formada por las células de los núcleos grises del TC y de las astas anteriores de la médula, ambas son radiculares de axón largo
mielinizadas, pero recordemos que en la periferia son las células de Schwann las que reemplazan a los oligodendrocitos que mielinizan el SNC.

Existe una cierta oposición funcional entre las neuronas piramidales centrales de las radiculares o periféricas. Las primeras envían solamente incitaciones para la
motilidad voluntaria, en tanto que inhibe, es decir fren la motilidad cinética y estática. Las segundas, periféricas o radiculares; por el contrario, son un agente
dinamógeno, ejecutor, debido a que cumple todas las ordenes que recibe de todo tipo de motilidad y además interviene en el trofismo muscular. De ahí que las
lesiones determinen diferentes consecuencias en función de que afecten lo central o lo periférico. Si la lesión es central, afecta la motilidad voluntaria y exalta las
otras; por el contrario, si es periférica, abolirá todas sean cinéticas o estáticas incluido el trofismo muscular.

Vías Extrapiramidales de Movimientos Automáticos, Asociados a la Marcha y Control del Tono


Muscular

A diferencia de la vía piramidal, este sistema se encuentra integrado por diversos niveles y su función es regular el tono muscular, los movimientos automáticos y
los asociados a la marcha.

Ya hemos recorrido el nivel cortical, subcortical y mesencefálico, nos concentraremos en el producto de todo el procesamiento que se comunica por sinapsis al

núcleo rojo, ubicado en mesencéfalo y que da origen al fascículo rubroespinal, que desciende por cordón lateral por debajo del corticoespinal, cuya función es
conducir a través del TC y a lo largo de toda la médula la regulación del tono muscular y la coordinación cerebelosa con la finalidad de que las neuronas radiculares
de los pares craneales y raquídeos puedan llevar dichas informaciones a los músculos esqueléticos, para que reciban en simultáneo: la orden de movimiento
voluntario, la regulación del tono que requiere y la coordinación cerebelosa para que dicho movimiento sea armónico, preciso y adecuado.

Médula Espinal y Nervios Raquídeos

El video explica y describe la médula espinal y los nervios raquídeos, de forma clara y sencilla.

Médula Espinal y Nervios Raquídeos Facil de Aprender | Neuroanatomia 2021


Psico Fácil [canal] (2018). Médula Espinal y Nervios Raquídeos Fácil de Aprender | Neuroanatomía 2021. Recuperador el 06 de julio de 2021, de https://www.youtube.com/watch?

v=BB2IZ6f6c2Y&ab_channel=PsicoFacil.

Médula y vías de conducción

En este video, el Dr. Greg Garza habla acerca de la sustancia gris, la sustancia blanca y las vías ascendentes y descendentes de la médula espinal.

NEURO 2. Médula Espinal - Sustancia Gris, Sustancia Blanca y Vías | Doctor Greg

Dr. Greg Garza [canal] (2016). Médula Espinal - Sustancia Gris, Sustancia Blanca y Vías Ep. 2. Recuperado el 06 de julio de 2021, de https://youtu.be/T601VMBfXUc.
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8.2 Patologías medulares del desarrollo: espina bífida

Tabla 1. Causas, cuadro clínico y sintomatología de las patologías.

CAUSAS CUADRO CLÍNICO SINTOMATOLOGÍA

-Período infeccioso con compromiso de vías respiratorias consecuencia de


Poliomielitis
ingreso del virus.

-Período paralítico
INFLAMATORIAS

-Período de retracción

-Período secuelar

Arterioesclerosis medular. -Endurecimiento de la arteria vertebral, según donde se produzca será la


sintomatología.

Hematomielia -Hemorragia por traumatismo.


VASCULARES

-Obstrucción de la luz arterial o desprendimiento de un émbolo.


Trombosis y embolia
medular

-Compromete cordón lateral y genera atrofia muscula progresiva. Comienza


Esclerosis lateral
con el síndrome de Aran-Duchenne.
amiotrófica (ELA)

-Desmielinizante, evoluciona por brotes y afecta vías sensitivas, motoras y


Esclerosis múltiple o en cognitivas.
DEGENERATIVAS o placas.

-Falla inmunológica que afecta los receptores colinérgicos del músculo.


NEURODEGENERATIVAS
Miastenia Gravis.

-Cansancio muscular que suele confundirse con depresión, también es


autoinmune.

Fibromialgia.
-Tumor que produce sintomatología sensitiva y motora, homo y contralateral,
Síndrome de Brown-
dependiendo de los segmentos que comprometa.
TUMORALES Sequard

-Infección por sífilis, se manifiesta por el chancro.


Neurosífilis-Tabes Dorsal

SIFILÍTICAS -Período asintomático.

-Sintomatología neurológica

Pisano, G. (2021).

Cabe aclarar la importancia que tienen las patologías en la formación profesional debido a que, si bien las vasculares y las tumorales son menos frecuentes y la
poliomielitis sólo está controlada como consecuencia de la continua vacunación con Sabin, aún quedan regiones en las cuales los niños no reciben su plan de
vacunación completo; de ahí que no estemos exentos de un rebrote tal como el acontecido en Argentina en la década del 1950. La afectación de polio no genera
compromiso de aprendizaje por lesión nerviosa sino por el tiempo de aislamiento y hospitalización que requiere debido a su contagiosidad. Buen ejemplo para
tender un paralelismo con respecto al aislamiento a consecuencia de la pandemia del COVID 19 y el efecto que dicho suceso genera sobre el aprendizaje en los
diferentes niveles del sistema educativo.

Otro grupo importante a tener en cuenta son las degenerativas, debido a que en los últimos tiempos se viene observando un incremento de las mismas y además
de las posibles tendencias heredofamiliares es claro que se enmarcan como autoinmunes; es decir, que hay personas que por no poder resolver conflictos
intrapsíquicos agreden su propio sistema inmunológico lo cual trae aparejado: ELA, Esclerosis múltiple, Miastenia gravis o Fibromialgia, en particular ésta última
como consecuencia de la desmotivación, el cansancio muscular que lleva al paciente a no poder o querer levantarse a que se diagnostique erróneamente como
cuadro depresivo, claramente no evoluciona porque el diagnóstico es otro y requiere de pregabalina y no de un antidepresivo.

Por último, hay que prestar atención a la sífilis, ya que desde que se creó la penicilina se creía que no había más casos; sin embargo, la dificultad en la prevención
primaria con respecto al uso de preservativos en la adolescencia denota un incremento importante de sífilis en este rango etario, sumado a la impulsividad que el
adolescente cursa en esa etapa de la vida.
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Cierre de la unidad

¿Por qué la médula?

La médula es la estructura más antigua en la ontogenia y que luego nos posibilita realizar movimientos voluntarios e involuntarios que responden a los estímulos
sensitivos que recibimos a través de toda la piel de nuestro cuerpo. La dinámica que se establece entre lo sensitivo y lo motor sienta las bases de período senso-
riomotor de Piaget, de la OPM y de nuestra vida de relación con nosotros mismos, con el mundo y los objetos, con los cuales establecemos diversos modos de
vinculación.

Conclusión

La médula es muy primitiva; sin embargo, no por ello es poco importante. Asegura los reflejos que constituyen la primera conducta humana sin la cual el hombre no
podría sobrevivir. A su vez, garantiza la sensibilidad y el movimiento del cuerpo, sin el cual un bebé no podría progresar ni aprender a partir de la exploración que
posibilita la maduración de la vía piramidal. Combinada con la información sensorial que proviene del TC, se integran en la OPM y la evolución del período

sensoriomotor fundante de la inteligencia práctica.

El conocimiento de la misma y sus segmentos nos permite diagnosticar compromisos orgánicos que a su vez impactarán en lo psíquico y cognitivo al tiempo que
interfieren en las interacciones sociales y por ende en el aprendizaje.

Bibliografía

de referencia

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Risueño, A. (2010) Neuropsicología. Cerebro. Psique. Cognición. Cap. 14, pp. 275- 297.

de lectura obligatoria

Risueño, A. (2010) Neuropsicología. Cerebro. Psique. Cognición. Cap. 14, pp. 275- 297.
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