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Aproximación crítica a la Inteligencia Emocional

como discurso dominante en el ámbito educativo


A critical approach to Emotional Intelligence
as a dominant discourse in the field of education

Dr. David MENÉNDEZ ÁLVAREZ‑HEVIA. Senior Lecturer. Manchester Metropolitan University, Reino Unido
(d.menendez‑alvarez‑hevia@mmu.ac.uk).

Resumen: importancia de las implicaciones emocionales


Este artículo presenta un análisis crítico para los educadores, a la vez que se trata la
de la Inteligencia Emocional como discurso problemática asociada al poder subjetivador
dominante, a través del cual se concretan for‑ de dicho discurso. Para concluir, se exponen
mas de entender, gestionar y aprender sobre argumentos que invitan a reflexionar y explo‑
las emociones en el ámbito educativo. En la rar formas alternativas de entender y plan‑
primera parte se discute el reciente interés tear lo emocional y la educación emocional.
por lo emocional y cómo la popularidad de las
ideas asociadas a la Inteligencia Emocional Descriptores: inteligencia emocional, dis‑
viene dada por su capacidad para asociarse curso, educación emocional, alfabetización
emocional, subjetivación, implicación emocio‑

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con otros discursos de gran influencia que
emergen desde las ciencias del cerebro (neu‑ nal de educadores, emocionalidad.
rología, psicología cognitiva, etc.). Como par‑
te de esta discusión se cuestionan algunas
de sus cualidades principales como son su Abstract:
revista española de pedagogía
neutralidad, su potencial para transcender This article offers a critical analysis of
planteamientos dualistas que imperan en las emotional intelligence (EI) as a dominant dis‑
concepciones tradicionales, así como su pro‑ course that establishes ways of understand‑
puesta de cambio de paradigma. La segunda ing, managing, and learning about emotions
parte del artículo examina la presencia e im‑ in the field of education. The first section
plicaciones del discurso de Inteligencia Emo‑ gives an overview of the recent interest in the
cional en el contexto educativo a través de emotional along with how the popularity of
los mecanismos de medición de inteligencia ideas associated with emotional intelligence
emocional y los programas de educación o al‑ derives from its ability to associate itself
fabetización emocional. También se discute la with other influential discourses that emerge

Fecha de recepción de la versión definitiva de este artículo: 01‑09‑2017.


Cómo citar este artículo: Menéndez Álvarez‑Hevia, D. (2018). Aproximación crítica a la Inteligencia Emocional
como discurso dominante en el ámbito educativo | A critical approach to emotional intelligence as a dominant
discourse in the field of education. Revista Española de Pedagogía, 76 (269), 7‑23. doi: https://doi.org/10.22550/
REP76‑1‑2018‑01
https://revistadepedagogia.org/ ISSN: 0034-9461 (Impreso), 2174-0909 (Online) 7
David MENÉNDEZ ÁLVAREZ‑HEVIA

from the brain sciences (neurology, cognitive emotional literacy. The importance of educa‑
psychology, etc.). As part of this discussion, tors’ emotional involvement is discussed, as
some of EI’s main qualities are questioned, is the problem of the subjectivating power of
for example, its neutrality, its potential to this discourse. It concludes with arguments
go beyond the dualist approaches that domi‑ that invite us to reflect and explore alterna‑
nate traditional conceptions, and its proposal tive ways of understanding and framing the
for a paradigm shift. The second part of the emotional and emotional education.
article examines the presence and impact
of the discourse of emotional intelligence in Keywords: emotional intelligence, discour‑
the field of education, in the form of mecha‑ se, emotional education, emotional literacy
nisms for measuring emotional intelligence subjectivation, educators’ emotional involve‑
and programmes of emotional intelligence or ment, emotionality.

1. Introducción y la emergencia de una parrilla televisiva


Sucesos relativamente recientes como dominada por programas sensacionalistas,
los atentados del metro de Madrid en 2004, que hurgan en los dramas sociales de for‑
las Torres Gemelas de Nueva York en 2001 ma superficial: reality‑shows en los que los
o el ataque a la sala Bataclan en París du‑ protagonistas se desnudan emocionalmente
rante 2015. Catástrofes naturales como sin ningún tapujo y documentales melodra‑
el terremoto de Haití en 2010, el tsunami máticos que llegan a ser presentados como
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de Japón en 2011 o el huracán Katrina en educativos. Ante esta perspectiva, no es de


2005. Cambios políticos como el vivido extrañar que la televisión se nos presente
en la Primavera Árabe entre 2010 y 2013, ante nosotros como «el reino de las emocio‑
el Brexit en 2016 o el reciente nombra‑ nes y las apariencias» (Ferrés, 1996, p. 23)
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miento de Donald Trump como presidente así como medio que promueve una cultura
de USA. Todos ellos, aunque distantes en ególatra y consumista que se ceba especial‑
el tiempo, se caracterizan por una fuerte mente con los más jóvenes (Gordo López y
presencia en los medios de comunicación, Burman, 2004). El uso y abuso emocional
su llegada a un público amplio y la inten‑ es característico de una sociedad a la que
sificación y polarización de sus elementos Mestrovicic (1997, p. xi), igual que Schlae‑
emocionales. La forma en la que han sido ger y Stedman, (1999, p. 20) definen como
presentados y afrontados públicamente post‑emocionalista, dada su forma frívola
está asociada a la exposición y manipula‑ y relativista de tratar la temática afectiva.
ción continua de aspectos emocionales que Este ejercicio de exaltación emocional res‑
transmiten múltiples mensajes (Yell, 2012). ponde a intereses simbólicos y materiales
A todo esto, debemos sumarle la saturación que conllevan la aparición de formas de ma‑
afectiva (y sexual) presente en películas, se‑ nipulación y control individual, social y cul‑
ries y novelas. Las revistas y periódicos en tural (Mestrovicic, 1997) y que tiene como
los que no falta el amarillismo periodístico fin último la colonización, domesticación e
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instrumentalización de una parte de nues‑ dicionalmente había permanecido en los


tro ser que aún permanecía esquiva. Coin‑ márgenes del conocimiento, pasando aho‑
ciden con Denzin (2007), quien ve en este ra a ser planteado como de especial inte‑
trato una característica constitutiva del mo‑ rés. Esta situación invita a una reflexión
mento postmoderno en el que nos situamos. profunda para entender lo que sucede en
la trastienda de esta disposición.
A finales de los 70 y principio de los 80,
autores como MacIntyre (1984) manifes‑ Este interés sobre lo emocional se pue‑
taban su preocupación al percibir que lo de asociar al éxito cosechado por la publi‑
emotivo desatendía la complejidad de los cación en 1996 del libro de Daniel Goleman
juicios morales, lo político y las proclamas originalmente titulado Emotional Intelli‑
sociales. En las últimas dos décadas he‑ gence: Why It Can Matter More Than IQ2.
mos podido observar cómo el interés por el La Inteligencia Emocional (IE) es presen‑
estudio de lo emocional y sus implicaciones tada como un conjunto de habilidades que
para el ámbito educativo han pasado a ser vienen en parte determinadas por nuestro
un tema central de investigación y debate. equipaje genético‑evolutivo, pero que a su
vez son susceptibles de cambio por medio
Analizando el número de publicaciones de procesos de aprendizaje. La capacidad
científicas que contienen el término emo‑ para controlar, adaptar y modificar nues‑
ción1 en el índice de publicaciones de Web tras emociones pasa a ser el eje central
of Science de Thomson Reuters durante del proyecto presentado por Goleman y de
los veinte años previos a 1996 nos encon‑ especial atractivo para el ámbito educati‑
tramos con 7175 publicaciones. En los si‑ vo donde recibe una muy buena acogida.
guientes 20 años, la cifra se dispara hasta Gran parte de la popularidad de esta obra

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las 92 483 publicaciones. De ahí que se ha‑ se puede explicar por la capacidad de su
ble de una revolución emocional que se tra‑ autor para diseminar la idea de la IE a
duce en implicaciones multidisciplinares través del género periodístico y anecdótico,
que traspasan el ámbito de la psicología, que a la vez se legitima alineándose con el
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filosofía o educación (Rosenthal, 2002; Re‑ trabajo científico de autores como Salovey
ddy, 2001; Squire, 2001). y Mayers (1990) Gardner (1993) y Le‑Doux
El interés por el mundo emocional no (1993, 1998). No obstante, para algunos
es algo nuevo. Siempre ha sido un tema autores el concepto de la IE no supone una
atractivo, por ejemplo, para filósofos y teó‑ novedad, sino la revisión y revitalización
logos que buscaban entender la transcen‑ de un conjunto de ideas que habían pa‑
dencia de la experiencia emocional, para sado desapercibidas dentro del ámbito de
la psicología, neurociencia y la educación
escritores que hacían de los arrebatos
(Damasio, 1996; Landy y Mayer, 2005).
afectivos el tema central de sus historias;
y para científicos que intentaban escapar Todas estas ideas que se agrupan alre‑
de eso que impedía la percepción objetiva. dedor de la concepción de la IE comparten
Lo que realmente llama la atención es la un marco teórico común, centrado en en‑
irrupción dentro del mundo académico y foques cognitivistas y constructivistas que
educativo moderno de un tema que tra‑ están influenciados por los últimos descu‑
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brimientos del campo de la neurociencia, 2. Inteligencia Emocional como


siendo esta alianza uno de los puntos cen‑ discurso
trales sobre los que se articulan algunas La IE se articula alrededor de 5 dimen‑
de las críticas sobre la IE. Por ejemplo, Ed‑ siones o habilidades: conocer las propias
wards, Gillies y Horsley (2016) nos invitan emociones, manejar las emociones, moti‑
a plantearnos esta relación como pornogra‑ varse a sí mismo, reconocer las emociones
fía cerebral, por ser sospechosa de un uso de los demás y establecer relaciones (Gole‑
superficial y decorativo del discurso neu‑ man, 1996, pp. 43‑44). A su vez, son agru‑
rocientífico y psicológico. Se trata entonces padas en dos categorías o competencias:
de una relación que pone más énfasis en su
a)  Personales: a las que corresponde‑
capacidad seductiva que en su capacidad
rían las tres primeras dimensiones.
explicativa o su contenido. ¿No explicaría
b)  Sociales: a las que pertenecerían
esto parte del éxito del discurso de la IE?
las dos últimas.
Este artículo cuestiona la relación
Examinándolas más a fondo, nos encon‑
de la IE con otros discursos dominantes
tramos entonces con dos categorías tradi‑
examinando cómo estos se entrelazan, se
cionalmente enfrentadas que se presentan
articulan y emergen en el contexto educa‑
ante nosotros en una relación armónica y
tivo, para así explicar su presencia. Para
complementaria. El problema que se nos
ello se plantea un enfoque discursivo en
presenta bajo este planteamiento, no es
el que la IE es presentada como discur‑
más que la reproducción de un plantea‑
so dominante dentro del marco educativo
miento dualista aplicado al entendimiento
actual (Boler, 1999; Hartley, 2003; Zem‑
de las emociones. La categoría personal
bylas, 2006; Fernández‑Berrocal y Ruiz
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representa el mundo interior, lo privado y


Aranda, 2008). Para entender la IE como
puramente emocional; mientras que la ca‑
discurso, se considera el contexto socio
tegoría social se asocia a lo público y menos
cultural, histórico y político en el que se
emocional. Se trata de una herencia ins‑
produce y se parte de la idea de que los
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crita en el pensamiento occidental sobre


discursos son prácticas que producen sig‑
la que se privilegia lo asociado a verdad y
nificados, forman sujetos y regulan con‑
razón, mientras que lo emocional, corporal
ductas dentro de sociedades e institucio‑
y subjetivo permanece en un plano secun‑
nes (MacLure, 2003).
dario (Boler, 1997; Game y Metcalfe, 1996;
A continuación se plantea y analiza la Greenspan, 2003). Como en una dialéctica
problemática asociada a la neutralidad antagónica, el discurso de IE no se presen‑
y armonía del discurso de la IE. Este se ta como ruptura arbitraria en la que un
muestra como universal y capaz de supe‑ extremo se impone sobre el otro, sino como
rar la tradición occidental dualista que una relación equilibrada y neutral entre
separa: cuerpo/mente; interno/externo; ambos polos. Por ello, el discurso de IE
personal/social. En otras palabras, la requiere de un análisis aún más exhausti‑
IE se presenta como capaz de resolver vo y profundo, ya que las relaciones entre
el conflicto epistemológico entre razón y sus términos no son neutras, y los inten‑
emoción. tos por ser representados como neutrales
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son sospechosos de enmascarar dinámicas ta de una idea aislada, que coge fuerza en
y prácticas que acaban perpetuando una el ámbito educativo por su potencial para
distribución de poder problemática, que ofrecer un cambio de paradigma. Por ello,
privilegia una realidad jerarquizada (Bur‑ poniendo en práctica el pensamiento de au‑
man y MacLure, 2005). tores postmodernos como Foucault (1997)
o Lyotard (1984), se puede cuestionar la
El discurso de la IE, a pesar de sus es‑
irrupción del discurso de la IE así como su
fuerzos por reclamar un nuevo orden entre
aprobación, argumentando que no respon‑
razón y emoción, no presenta una ruptura
de a un progreso científico neutral —sobre
con el pensamiento dualista, sino que lo
el que se sustenta la historiografía racio‑
alimenta. Se prioriza el conocimiento de lo
nalista y empirista— sino a dinámicas de
emocional a través del estudio de procesos
poder que dirigen el conocimiento, definen
cognitivos y neurofisiológicos sobre cual‑
posiciones y gestionan posibilidades.
quier otra forma de entender el fenómeno
emocional. A través de esta forma de cono‑ De esta forma, se explica que la IE
cimiento se proyecta y delimita el marco gane aceptación por su capacidad para ser
discursivo sobre el que se construye toda posicionada junto a otros discursos domi‑
práctica educativa asociada a la IE. Asi‑ nantes dentro del ámbito educativo. Para
mismo, nos encontramos que se priorizan ilustrar este argumento, a continuación
estructuras y posibilidades cognitivas que se plantea cómo la relación del discurso
se presentan como naturales, internas y de Inteligencia Emocional con las ideas
primarias; sobre planteamientos existen‑ constructivistas y cognitivistas que se de‑
ciales antropológicos que son entendidos sarrollan en el contexto educativo, va más
como artificiales, externos y secundarios. allá de la lógica científica y no represen‑

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Se limitan así otras formas educativas tan una ruptura real con el pensamiento
más independientes y transformadoras dualista.
para las que la enseñanza parte de las
Las ideas constructivistas tienen una
infinitas posibilidades humanas antes de
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fuerte presencia e influencia en el ámbito
considerar la naturaleza cognitiva del su‑
educativo moderno. Se trata de un enfo‑
jeto (Penalva, 2009). El dilema de cuerpo/
que teórico‑epistemológico que pretende
mente, emoción/razón y sus derivados son
dotar de una presencia transdisciplinar e
reconfigurados para seguir presentes.
individualizada al conocimiento y apren‑
El punto de partida de la discusión emo‑ dizaje, fomentando una mirada crítica. En
cional desde los planteamientos asociados su origen buscaba una ruptura con mode‑
a la IE es el cuerpo y más específicamente los tradicionales y promover un plantea‑
el cerebro, sus procesos y su naturaleza. miento alternativo. El constructivismo
Los planteamientos sobre el funciona‑ no es una idea homogénea, porque como
miento del cerebro, su evolución y los pro‑ menciona Coll: «bajo la denominación ge‑
cesos que ocurren en él se suceden no solo nérica de constructivismo encontramos
en el trabajo de Goleman, sino en las ideas en el ámbito de la educación una gama
previas y posteriores de otros autores que relativamente amplia de enfoques y pro‑
configuran el universo de la IE3. No se tra‑ puestas con marcadas diferencias entre
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sí» (1996, p. 153). A pesar de sus diferen‑ adaptarse a las demandas del contexto en
cias, las formas de presentarse las teorías el que uno se relaciona. La cientificidad
de la enseñanza constructivista tienen en del concepto de IE es también puesta en
común la confluencia de diversos enfoques duda por Manrique Solana (2015) al en‑
psicológicos, que combinan las contribu‑ tenderlo como una evolución de la teoría
ciones cognitivistas, neurofisiológicas y new age que lo sitúa entre el positivismo
de la psicología del desarrollo y social. Se y el innatismo. La forma de abordar cier‑
trata por lo tanto de las mismas fuentes tos elementos biológicos como naturales
de las que se nutre la IE para exhibirse y universales son especialmente cues‑
como un discurso científico desde el que tionados desde las perspectivas de pen‑
gana una posición privilegiada frente a samiento más vanguardistas, como por
otras formas de representar y entender ejemplo enfoques postestructuralistas y
el mundo emocional dentro del contexto feministas del nuevo materialismo (ver:
educativo. Esta asociación sirve a la vez Harding, 1986; Haraway, 1991; Ahmed,
para contrarrestar carencias epistemoló‑ 2004; Grosz, 2005). No se trata de negar
gicas y ontológicas asociadas a las ideas la corporeidad o materialidad de ciertos
de construcción social4 e IE. Sin embar‑ fenómenos, pero sí la forma en que la IE
go, también conlleva dejar en un segundo se presenta como un discurso que des‑
plano la exploración más exhaustiva de prende de la experiencia emocional su
cuestiones antropológicas, axiológicas y historicidad, carga ideológica y la poli‑
sobre todo políticas. El gran dilema que se tización de los cuerpos y los objetos. No
plantea aquí es que, sin cuestionar estos obstante, poder borrar estas huellas no
últimos aspectos, difícilmente el discurso supone que se eliminen los conflictos que
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de la IE será capaz de sobreponerse a los llevan asociados, sino que se perpetúan al


problemas asociados a un sistema dualis‑ seguir sosteniéndose sobre la misma base
ta y por lo tanto, seguirá siendo sospecho‑ que permanece inamovible.
so de participar en su perpetuación.
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La alianza entre la IE y las llamadas


La IE legitima su universalidad en ciencias del cerebro se puede entender
su relación con ideas cognitivistas desde de una forma más profunda a través del
las que se justifican procesos psicológicos estudio genealógico sobre la psicología
y estructuras biológicas básicas que son desarrollado por Nikolas Rose (1998), en
universales. No obstante, autores como conjunción con su análisis del uso de la
Matthews, Zeidner y Roberts (2002) pre‑ neurociencia para colonizar las ciencias
sentan evidencias que ponen en entre‑ sociales y humanas (Rose y Abi‑Rached,
dicho los planteamientos cognitivistas 2013). Desde esta perspectiva, esta alian‑
expuestos por Goleman. Por ejemplo, la za se entiende como parte de un proyecto
existencia de procesos neuronales que de construcción y gestión del yo, que tie‑
configuren el control emocional. Para es‑ ne una fuerte presencia en las sociedades
tos autores, la IE no es más que un cons‑ contemporáneas. El resultado de este pro‑
tructo que refleja las competencias y ha‑ yecto liderado por las disciplinas psy5 es
bilidades personales para relacionarse y la emergencia de una promesa difícilmen‑
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Aproximación crítica a la Inteligencia Emocional como discurso dominante …

te alcanzable. Se trata de la promesa de mente maleables. Hace que educadores


un yo coherente, acotado, individualizado y estudiantes acepten la idea de que son
que constituye nuestro universo interno y fundamentalmente ellos los principales
lo une a nuestro cuerpo. Como fin último responsables de sus éxitos o fracasos
aparece la posibilidad de descubrirnos a laborales, sociales o educativos. Este
nosotros mismos y a nuestro yo «autén‑ discurso les lleva a reconocer en su ha‑
tico». La IE es lo que Rose denominaría bilidad para manejar las emociones la
como «psicología de la vida cotidiana», o causa de sus problemas y crea la nece‑
en términos educativos, «pedagogía de la sidad y consiguiente demanda de herra‑
autorrealización» (1998, p. 17), que nos mientas y estrategias que les permitan
permite satisfacer el ansia de conocimien‑ operar sobre ellas. Para dar respuesta,
to sobre aquellos aspectos humanos que la IE se empaqueta de diferentes for‑
han sido históricamente presentados ante mas para ser accesible y consumible. Es
nosotros como determinantes de nuestro a través de este proceso de comodifica‑
yo más profundo. Como culmen, y tenien‑ ción que se responde a la demanda de
do en cuenta la preocupación actual por la herramientas educativas que permitan
situación laboral, la IE presenta un tram‑ desarrollarla. En el contexto educativo,
polín hacia el éxito profesional. Todo esto nos encontramos con la emergencia de
se exhibe a través de una explicación ac‑ material pedagógico que es consumido
cesible y actualizada, acompañada de las por instituciones educativas y profesio‑
técnicas necesarias para hacer posible el nales de la educación. Así, se les ofre‑
operar sobre ello. Así, el mundo emocional cen guías y manuales prácticos, progra‑
se abre a nuevas posibilidades que supe‑ mas educativos para diferentes niveles,

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ran el ámbito personal, social o educativo charlas coloquio, herramientas de eva‑
para poder ser redireccionado hacia inte‑ luación, cursos de formación, etc. Todos
reses productivos, empresariales y/o cor‑ ellos bajo el «paraguas de la inteligencia
porativistas. emocional» (Boler, 1999, p. 85), la firma

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de sus diferentes autoridades, la justifi‑
A continuación se explora la forma en cación científica y el gran éxito comer‑
la que el discurso de la IE se formaliza cial que le precede. Caben destacar dos
dentro del ámbito educativo. productos: los test de coeficiente emo‑
cional y los programas de alfabetización
emocional.
3. Presencia e implicaciones del
discurso de Inteligencia Emocional
en el contexto educativo 3.1.  Los test de medición de IE
Para Hartley (2003), la difusión del Aunque no existen evidencias que
discurso de la IE en el ámbito educati‑ apunten a que los test de medición emo‑
vo tiene un propósito básicamente ins‑ cional hayan tenido una gran presencia
trumental. Persigue servir al sistema dentro del ámbito educativo, su análisis
económico por medio de la creación de nos permite entender diferentes aspectos
trabajadores y consumidores emocional‑ asociados al discurso de la IE.
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David MENÉNDEZ ÁLVAREZ‑HEVIA

Se trata de herramientas6 estandari‑ dustria de la felicidad. Esta forma de me‑


zadas que responden a los mismos esque‑ dición emocional conlleva una nueva idea
mas de cientificidad que las pruebas de de normalidad y clasificación que implica
inteligencia tradicional. Buscan medir la la posibilidad de identificar a una elite
capacidad para desenvolverse en los cinco emocional, pero también de reconocer y
planos que definen el constructo de la IE. poder patologizar a una clase emocional‑
Se trata de una herramienta comerciali‑ mente inferior. Al igual que el CI, el CE es
zable de ingeniería social y que requiere una técnica o herramienta subjetivadora
de la participación de un tipo de expertos y reguladora con fines gubernativos que
para su desarrollo (científicos) y distribu‑ es capaz de operar a nivel individual y so‑
ción (principalmente psicólogos que utili‑ cial. Para Foucault (1990), estamos ante
zan estas herramientas con fines diagnós‑ una forma de ejercer poder que no nece‑
ticos, profesionales de RRHH en selección sita de recurrir al disciplinamiento o a la
de personal u orientadores educativos que contención legal. Se trata de la evolución
buscan respuestas a las demandas de pa‑ del poder soberano que ahora necesita de
dres y educadores). No obstante, también una complicidad grupal y de un discurso
nos encontramos en revistas y webs con que no solo se centre en el cuerpo, sino
herramientas menos refinadas y más po‑ que pase a organizar otros aspectos de
pulares que permiten ser aplicadas por las vidas sociales y productivas. Son los
uno mismo. individuos en masa los que acaban sien‑
do cómplices del ejercicio de esta forma de
El resultado del test es un Cociente poder: un poder continuo, científico y que
Emocional (CE) que es presentado como gestiona diferentes aspectos de nuestras
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un predictor de éxito social y profesional vidas a nivel individual y como pobla‑


aún más preciso que el tradicional Cocien‑ ción. Cabe preguntarnos entonces sobre
te Intelectual (CI). En un mundo marcado momentos y situaciones en los que esta
por una ideología neoliberal, para la que forma de poder traspasa los diferentes
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la educación es otro elemento del mercado agentes educativos. No debemos olvidar‑


global, no es de extrañar que no se ofrez‑ nos de acompañar esta pregunta de otras
ca gran resistencia ante una herramienta que se centren en examinar formas de
con un gran potencial comercial. Además, resistencia que permiten explorar nue‑
este tipo de herramientas de medición vos espacios en los que el discurso de la
permite racionalizar y comparar, permi‑ IE se difumina y se abre a nuevas formas.
tiendo la creación de nuevos parámetros La novedad que introduce el concepto de
de ordenación y clasificación. Este inte‑ CE respecto al de CI es que el primero es
rés por medir cómo la gente siente no es plástico y por lo tanto educable. De esta
exclusivo del mundo educativo, y como forma nos encontramos que para acompa‑
explica Davies (2015), en la última década ñar una tecnología que mide y clasifica,
hemos visto cómo gobiernos y corporacio‑ emerge otro tipo de producto: los progra‑
nes han mostrado un creciente interés en mas educativos entre los que destacan los
indicadores emocionales y de bienestar programas de alfabetización emocional o
que ha llevado a la emergencia de una in‑ aprendizaje socio‑emocional.
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Aproximación crítica a la Inteligencia Emocional como discurso dominante …

3.2. Los programas de educación y al- (LOMCE), aunque no menciona enfoques


fabetización emocional específicos, sí que considera que se debe
Los programas de educación emocional hacer un esfuerzo desde las administracio‑
se presentan como una herramienta edu‑ nes educativas para fomentar el desarrollo
cativa para el desarrollo de habilidades emocional. Esto no es una novedad, ya que,
relacionadas con la IE. Estos programas como menciona Buey (2002), este interés
han ido evolucionando y se pueden encon‑ ya era patente en leyes previas. En con‑
trar en múltiples formatos y adaptados traste, en otros contextos como el inglés,
para diferentes contextos. Por ejemplo, aunque existió un interés por la educa‑
los hay que toman la forma de cursos que ción de estos aspectos a través de iniciati‑
se ofertan a empresas para el desarrollo vas como Social and Emotional Aspects of
de habilidades emocionales que mejoren Learning (Aspectos Sociales y Emocionales
las relaciones laborales de sus trabajado‑ de Aprendizaje), las diferentes reformas
res o incluso, para que directivos apren‑ han llevado a que este interés se difumine
dan a gestionar de forma «más eficiente» (para más información ver: Wigelsworth,
el capital humano y emocional7. No obs‑ Humphrey y Lendrum, 2012).
tante, habría que preguntarse cuánto hay En lo que se refiere a los profesores,
de instrumental y cuánto hay de huma‑ los programas de educación emocional se
nista o búsqueda de desarrollo personal les ofrece como cursos o manuales de for‑
en la buena acogida que reciben estos pro‑ mación y tienen una doble función. Por un
gramas dentro del mundo de la gestión y lado, buscan la formación del profesora‑
dirección. Sobre todo, como se hace en la do para mejorar sus relaciones laborales
siguiente sección de este artículo, hay que y el desarrollo de su labor. Por otro lado,

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plantearse las implicaciones que estos buscan prepararlos para que perpetúen la
programas tienen para el proceso de sub‑ formación emocional de sus alumnos apli‑
jetivación de aquellos expuestos a estas cando los dictámenes de la IE. También
prácticas, siendo este proceso el que ex‑ nos encontramos con que algunas univer‑
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plica la emergencia y posibilidad de cons‑ sidades han llegado incluso a desarrollar
truir y manifestar diferentes identidades sus propios cursos y Masters en IE. Por
o formas de identificarse y ser reconocido. eso, podríamos afirmar que estamos ante
En el contexto educativo, estos progra‑ un mercado en expansión y con un gran
mas suelen presentarse en los centros como atractivo comercial.
actividades interdisciplinares o incluso Tomando como referencia los argu‑
extracurriculares para los estudiantes mentos desarrollados por Burman (2009),
(p. ej. Netlibrary, 2003; Humphrey et al., Zembylas (2005a, 2005b) y Boler (1999), a
2008; Cornwell y Bundy, 2009), llegando continuación se presenta de forma concisa
a ser un indicador de calidad y efectividad una tabla (ver Tabla 1) que revisa y sin‑
educativa (Hartley, 2003). Así nos encon‑ tetiza los principales problemas asociados
tramos que la última reforma educativa a los objetivos fundamentales que confi‑
española a través de la Ley Orgánica para guran los programas de alfabetización y
la Mejora de la Calidad Educativa de 2013 educación emocional.
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Tabla 1.  Problemas asociados a los objetivos fundamentales


que configuran los programas de alfabetización y educación emocional.

Objetivos fundamentales
de los programas de alfabetización Problemática asociada
y educación emocional

Enseñar las emociones como competen‑ El fenómeno emocional reducido a un conjunto


cias o habilidades. de habilidades predefinidas, cuantificables y nor‑
malizadas que se pueden desarrollar en el con‑
texto del aula.

Aprender a comunicarse mediante formas Se abre un espacio para la regulación y estanda‑


estandarizadas de expresión emocional. rización del potencial expresivo emocional.

Mostrar cómo la IE se fundamenta en Las variables históricas, culturales, políticas y


teorías científicas que comprenden psi‑ sobre todo biográficas, asociadas a las emociones,
cología, biología y neurología. son ignoradas. No se cuestiona su cientificidad
y las posibilidades que ofrecen otras disciplinas.

Aceptar la relación de la IE con éxito Simplificación del mundo social que sitúa en el
social, académico y profesional —la pro‑ individuo toda responsabilidad sobre su futuro, a
moción de la IE contribuye a solucionar la vez que menosprecia y no ayuda a cuestionar
principales conflictos educativos y so‑ la influencia de estructuras sociales y políticas
ciales. que condicionan socialmente.

Entender que a la armonía social se llega La problemática moral y ética es transformada


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por la regulación de emociones negati‑ en una problemática emocional.


vas y promoción de emociones positivas.

Reconocer la existencia de estructuras Nos lleva a plantearnos las siguientes cuestio‑


y reglas emocionales universales. nes: ¿Cómo se negocian las reglas emocionales?
revista española de pedagogía

¿Cómo son cuestionadas? ¿Quién puede cuestio‑


nar las normas y estructuras preestablecidas?

Fuente: Elaboración propia.

Los programas de alfabetización emo‑ cluye aquellas que no se encuadran dentro


cional junto a las técnicas de medición de de estos márgenes. Una parte fundamen‑
CE, presentan una de las formas en las tal de este proceso sucede por medio de la
que el discurso de la IE se hace práctico en regulación de la capacidad comunicativa y
el ámbito educativo. Es por medio de ellos asociativa que se realiza en parte por me‑
que el discurso de la IE adquiere su capaci‑ dio del entrenamiento (programas emocio‑
dad de operar sobre los sujetos, diseminan‑ nales) y la evaluación (CE) de protocolos
do e instaurando un marco de conocimien‑ expresivo‑emocionales normalizados. Se
to emocional que conlleva la normalización concreta en un lenguaje que no está exen‑
de formas de expresión, a la vez que ex‑ to de valores y jerarquías preestablecidas
16
Aproximación crítica a la Inteligencia Emocional como discurso dominante …

(p. ej. nombre de emociones, clasificacio‑ sus prácticas diarias se les exige un trato
nes, valoraciones, etc.) y que incluye jerga cercano y de cara a cara con el público.
especifica (p. ej., secuestro emocional, es‑ Esto conlleva una disciplina y exposición
tado de flujo, contagio emocional, etc.) aca‑ emocional en muchos casos fingida, sien‑
bando por configurar un espacio discursivo do este un aspecto fundamental de sus
gobernado por reglas emocionales que son interacciones laborales. La tesis principal
reconocidas e interiorizadas por aquellos de la autora sostiene que el producto final
que habitan ese espacio. es la comodificación y mercantilización de
las emociones con la subsiguiente emer‑
gencia de un grupo de «trabajadores emo‑
3.3.  Subjetivación a través de la IE cionalmente explotados» y que se carac‑
El conjunto de reglas o normas emo‑ teriza por una alta presencia femenina,
cionales tiene el potencial de influenciar condiciones precarias y alto riesgo para la
los procesos pedagógicos, decisiones sobre salud mental. Cabe decir que profesores y
la organización escolar y las interacciones educadores podrían ajustarse a esta cate‑
en el aula, así como la forma en la que goría, pero sería una sobresimplificación.
los diferentes participantes del proceso Existen estudios que intentan explicar
educativo conciben cómo deben/cómo no las consecuencias negativas asociadas a
deben vivir, entender y expresar sus emo‑ esta exposición emocional que se presenta
ciones (Zembylas, 2005a, 2005b). Estas en forma de estrés laboral o forma de de‑
acaban por ser un elemento constitutivo presión específica, técnicamente definida
sobre el que los profesores y alumnos arti‑ como burnt‑out (Lens y Neves de Jesus,
culan su identidad, en base a un discurso
1999; Lasky, 2000; Troman, 2000) pero
que se les presenta como emancipador y

año LXXVI, nº 269, enero-abril 2018, 7-23


también hay argumentos que nos hacen
que busca devolver a la educación su ca‑
entender que la implicación emocional del
rácter humanista dentro de un contexto
educador son fundamentales para enten‑
deshumanizador.
der el trabajo educativo y el desarrollo de

revista española de pedagogía


Esta forma de operar a nivel emocio‑ su identidad (Lortie, 1975; Nias, 1989,
nal ya había sido examinada anterior‑ 1996; Dinham y Scott, 1997; Hargreaves,
mente por autores como la socióloga mar‑ 1998). Por ejemplo, el trabajo de investi‑
xista‑feminista Arlie Hochschild (1979, gación de Hargreaves (2000) nos presenta
2003), quien hacía visible una forma de a una serie de profesores que valoran muy
explotación laboral a la que ciertos tra‑ positivamente el trabajo cercano con el
bajadores se veían expuestos al manipu‑ alumno. El sufrimiento que pueda venir
lar expresiones emocionales y exponerse asociado es en parte aceptado, ya que es
emocionalmente en su trabajo. El proble‑ conceptualizado como un elemento identi‑
ma no es la exposición emocional en sí, tario y característico de la labor educativa
sino el que esta acabe siendo manipulada (Zembylas, 2004). Los aspectos emociona‑
con fines corporativos y productivos (Co‑ les dejan de ser exclusivos de lo privado y
lley, 2006). La autora usa como ejemplos pasan a ser un elemento transversal que
el trabajo de las asistentas de vuelo, co‑ permite el flujo de lo privado hacia lo pú‑
bradores de deudas o vendedores que en blico y viceversa, hasta el punto de que
17
David MENÉNDEZ ÁLVAREZ‑HEVIA

sus diferencias se difuminan. El proble‑ narrativa principal que acaba circulando


ma no es por tanto el trabajo o exposición en el contexto educativo.
emocional a la que los profesionales de la
De las ideas presentadas previamen‑
educación se puedan ver expuestos, sino
te puede desprenderse que para superar
la forma en la que la emocionalidad y su
las problemáticas asociadas al discurso
potencial subjetivador son manipulados
externamente. De esta forma, el discurso de la IE, tendremos que plantear alter‑
de la IE como discurso emocional domi‑ nativas y formas de entender la emo‑
nante, es cómplice de contribuir a la pro‑ cionalidad que nos permitan reconocer
moción de sujetos adaptables a un sistema su carácter social y político. A partir de
liberal, mercantil y competitivo sobre el ahí, se podrá repensar el modo de abor‑
que se concreta la vida educativa y social. dar la educación emocional y los diferen‑
Por ello es importante que se examine a tes procesos de subjetivación que llevan
fondo la forma en que los profesionales de asociados. No podemos seguir ignorando
educación, especialmente los profesores, que lo emocional es afectivo, y que en lo
desafían e interrumpen la hegemonía de afectivo nos encontramos con elementos
este discurso. de poder (Deleuze, 2006). Por ello, y des‑
de este punto de partida, cabe proponer
una forma de entender la emocionalidad
4. Conclusión que no solo busque ser compatible con las
Finalmente, clarificar que los argu‑ últimas tendencias científicas asociadas a
mentos mostrados en este artículo no las ciencias del cerebro, sino que a su vez,
deben ser entendidos como incompa‑ valore y examine profundamente contra‑
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tibles con la idea de que lo emocional dicciones y relaciones de poder a través


juegue un papel importante en el ámbi‑ de las cuáles se determinan y gestionan
to educativo. Más bien lo contrario. Se experiencias emocionales y formas de ser.
trata de una llamada de atención para De esta forma, las reglas emocionales
revista española de pedagogía

que un tema tan complejo y con tan‑ pueden pasar a ser el producto de una ne‑
tas aristas, sea abordado de una forma gociación situada que permita cuestionar
más exhaustiva, profunda y sobre todo y apropiarse de nuevas formas de gestión
más crítica. La dimensión educativa de emocional. Aunque el poder de acción
las emociones existía de una forma más seguirá siendo limitado, se trata de que
discreta antes de la irrupción de la IE desde las iniciativas educativas, se pase
(Dixon, 2012; Newberry, Gallant y Riley, de consumir IE, a deconstruirla para re‑
2013) aunque es esta la que facilita que cuperar el mundo afectivo. Cabe destacar
los asuntos afectivos sean considerados la necesidad de promover prácticas que
como públicos y relevantes en diferentes emerjan en contextos específicos (p. ej.
ámbitos como el laboral o el educativo, aula, centro educativo, nivel educativo,
sin profundizar en su contingencia. El etc.) y que se concentren en las particu‑
estudio crítico de las implicaciones ne‑ laridades de estos espacios (p. ej. sociales,
gativas suele ser relegado a un segundo culturales, etc.) y sus habitantes (p. ej.
plano, acabando por ser excluidas de la educadores sociales, profesores, etc.). Ex‑
18
Aproximación crítica a la Inteligencia Emocional como discurso dominante …

plorando lo que hay de objetivo, univer‑ Notas


sal y científico en el discurso de la IE, se 1
La búsqueda se ha realizado usando la palabra
puede llegar al punto de partida que nos emoción en inglés: emotion.
2
Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than
permitirá discutir la principal problemá‑
IQ se traduce como Inteligencia Emocional: Por qué
tica asociada a dicho discurso: el tipo de importa más que el coeficiente intelectual aunque su
educador, profesor, alumno, ciudadano, traducción para el mundo hispanohablante se vio
que concibe y reprime. reducida a Inteligencia Emocional, desprendiéndose
del subtítulo. Este es el primero de otros muchos
Por lo tanto, un enfoque más crítico y trabajos en los que Goleman desarrolla su tesis so-
exhaustivo ante el uso postmoderno de la bre Inteligencia Emocional (p. ej.: Goleman 1999,
emocionalidad nos debe hacer entender 2003, 2011).
que ante nosotros se presenta una opor‑ Tanto Buey (2002) como Bisquerra (2006) pre-
3

sentan en su trabajo una clara explicación del


tunidad para teorizar ciertos elementos
concepto de emoción y de las diferentes fuentes y
culturales que darían pie a una explora‑ elementos que integran el concepto de IE dentro
ción del potencial ideológico, constitutivo del ámbito educativo.
y provocador de los aspectos emocionales 4
Para entender alguna de las criticas asociadas al
(Squire, 2001). Los argumentos emer‑ constructivismo en general ver: Hacking (2001); y
gentes de este ejercicio crítico podrían y para un análisis más específico dentro del ámbito
educativo Penalva (2008a, 2008b).
deberían transformarse en prácticas edu‑ 5
Las disciplinas psy son descritas por Rose como
cativas que permitan equipar a los estu‑ un grupo de disciplinas o ciencias (psicociencias:
diantes y educadores con herramientas psicología, psiquiatría, psi) que emergen a finales
intelectuales que les ayuden a entender la del S.XIX haciendo «visible e inteligible ciertos ele-
complejidad emocional, no solo como pro‑ mentos de las personas, sus conductas y sus rela-

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cesos cognitivos o neurobiológicos desde ciones» (1998, p. 1). Las disciplinas psy reclaman
su capacidad para entender el mundo interior de
los que se desprenden prácticas y normas
las personas y explicar cómo este determina sus
emocionales axiomáticas, sino como espa‑ conductas. Todo esto a través de la creación de un
cio abierto a múltiples posibilidades aún cuerpo de conocimiento y prácticas que crea una

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por definir que se pueden afrontar desde relación específica entre poder y subjetividad. Su
múltiples perspectivas. Igual hay que de‑ atractivo reside en su capacidad para controlar,
jar de plantearse que la infelicidad y el gobernar, disciplinar o normalizar a través de las
ideas de felicidad, libertad y realización‑encuentro
fracaso están causados por una mala ges‑ personal.
tión del mundo emocional. Tras más de 20 6
Las pruebas de medición de IE más extendidas
años de IE, cabe cuestionarse hasta qué son: ECI (Boyatzis, Goleman y Rhee, 2000), MEIS/
punto la IE ha contribuido a la instau‑ MSCEIT (Mayer et al., 2003) y EQ‑i (Bar‑On, 1997,
ración de una visión educativa humanis‑ 2000). Una lista detallada de estas herramientas
se puede encontrar en Gowing (2001) mientras
ta, o por el contrario, ha pasado a ser un
que Conte (2005) presenta una discusión más téc-
elemento que participa en la maquinaria nica sobre la validez de estas.
deshumanizadora sobre la que se desarro‑ 7
La idea de capital emocional puede ser entendida a
llan otras concepciones educativas. través del trabajo de Reay (2004), quien desarrolla
este concepto desde una perspectiva feminista y
tomando como marco teórico las ideas de Bour-
dieu. El capital emocional se genera a través de

19
David MENÉNDEZ ÁLVAREZ‑HEVIA

una forma de trabajo que genera devoción, gene- Coll, C. (1996). Constructivismo y educación es‑
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revista española de pedagogía

23
revista española de pedagogía
año LXXVI, nº 269, enero-abril 2018
Spanish Journal of Pedagogy
year LXXVI, n. 269, January-April 2018

sumario*
table of contents**

José Antonio Ibáñez-Martín Jordi Longás Mayayo, Elena Carrillo Álvarez,


75 años al servicio de la educación Albert Fornieles Deu y Jordi Riera i Romaní
75 years at the service of education 3 Desarrollo y validación del cuestionario
sobre condicionantes de éxito escolar
Estudios en alumnos de secundaria
Studies Development and validation of a questionnaire
David Menéndez Álvarez-Hevia about determinants of academic success
Aproximación crítica a la Inteligencia Emocional in secondary school students 55
como discurso dominante en el ámbito educativo
A critical approach to Emotional Intelligence
as a dominant discourse in the field of education 7 Notas
Notes
Javier Tourón, Deborah Martín,
Enrique Navarro Asencio, Silvia Pradas Carmen Caro Samada, Josu Ahedo Ruiz
y Victoria Íñigo y Francisco Esteban Bara
Validación de constructo de un instrumento La propuesta de educación moral
para medir la competencia digital docente de Kohlberg y su legado en la universidad:
de los profesores (CDD) actualidad y prospectiva
Construct validation of a questionnaire Kohlberg’s moral education proposal and
to measure teachers’ digital competence (TDC) 25 its legacy at university: present and future 85

* Todos los artículos están publicados en inglés en la página web de la revista: www.revistadepedagogia.org.
** All the articles are published in English on the web page of the journal: www.revistadepedagogia.org.
Jaume Camps Bansell y Elisabeth Vierheller Reseñas bibliográficas
Escuelas diferenciadas en España: Martínez, M., Esteban, F., Jover, G. y Payá, M.
un análisis cualitativo de las razones La educación, en teoría (Juan Luis Fuentes).
y percepciones de sus directivos Sarramona, J. Conservadores e izquierdistas
Single-sex schools in Spain: a qualitative analysis frente a la educación (José Antonio Jordán).
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a ser. Por una pedagogía de la interioridad
Pilar Martínez Clares y Cristina González Lorente
(Gema Pilar Sáez Suanes). Musaio, M. Realizzo
Orientación, empleabilidad e inserción laboral
me stesso. Educare i giovani alla ricerca delle
en la universidad a través de un
possibilità (Carmen Urpí Guercia).
Modelo de Ecuaciones Estructurales
Pérez-Pérez, C. Educación en valores para la
Career guidance, employability, and entering
ciudadanía. Estrategias y técnicas de
the workforce at University through a Structural
aprendizaje (José L. González-Geraldo). 175
Equation Model 119

Olga Duarte Piña


Informaciones
La Enseñanza de la Historia: innovación
Conferencia TEPE 2018 sobre «Reclutamiento
y continuidad desde Rafael Altamira
y educación de los mejores docentes: política,
Teaching History: innovation and continuity
profesionalismo y pedagogía». I Congreso
since Rafael Altamira 141
Internacional sobre «Educación del Carácter
Josefina Sánchez Rodríguez, en Latinoamérica: Retos y Oportunidades».
Talía Cristina Morillo Lesme y IX Congreso Internacional de Psicología y
Concepción Riera Quintana Educación (CIPE) sobre «Psicología, Educación
Evaluación de las necesidades afectivas y Neurociencias. Construyendo puentes
en niñas y niños adoptados: manifestaciones para el desarrollo humano». V Congreso
en su expresividad psicomotriz Internacional EDO (CIEDO) sobre «Liderazgo
Evaluating the affective needs of adopted children: y gestión del talento en las organizaciones».
demonstrations of psychomotor expressiveness 157 Una visita a la hemeroteca (Eva Ramírez Carpeño).
Una visita a la red (David Reyero). 191

Instrucciones para los autores


Instructions for authors 201

ISSN 0034-9461 - Depósito legal: M. 6.020 - 1958


e-ISSN 2174-0909  Rev. esp. pedagog. (Internet)
INDUSTRIA GRÁFICA ANZOS, S.L. Fuenlabrada - Madrid

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