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Estrategias de
Enseñanza y Aprendizaje
Introducción
debates
Las formas de interactuar con el estudiantado son diversas. Del dinamismo e intenciones que
presenta cada forma de enseñar, han diversificado numerosas estrategias para lograr el o los ob-
jetivos que clase a clase nos proponemos lograr en nuestra comunidad educativa.
Dentro de las diversas necesidades pedagógicas existentes, la búsqueda de integrar las distin-
tas perspectivas de una temática, en un ambiente de respeto, es una de ellas. La estrategia de de-
bate en el aula permite a los y las estudiantes, mediante la argumentación basada en la búsqueda
de datos, hechos, teorías, etc. Enfrentar diversas opiniones de índole polémico (o no) de forma
dinámica y participativa.
Para realizar un debate, como docentes debemos posicionarnos como observadores y obser-
vadoras del diálogo y eventos importantes que suceden durante el debate, sin embargo, e inde-
pendiente de esto, debemos considerar algunos aspectos durante la planificación de la actividad
(Jerez, 2015).
• Definir lo que se quiere lograr con el debate: Por ejemplo, que los y las estudiantes
fomenten actitudes de considerar puntos de vista, respeto. Que mejoren su capacidad oratoria
en público, que hagan mejores cuestionamientos, que optimicen su tiempo en la búsqueda de
información, etc.
• Definir un tema, en forma de moción: La que permitirá la generación de posturas,
acorde a los objetivos prescritos por el currículo y a las actitudes que deseamos fomentar.
Ejemplo, “Debemos dejar de consumir alimentos derivados de organismos modificados genéti-
camente”.
• Organizar el tiempo: Coordinar instancias de debate que en su conjunto son parte de
una actividad mayor. Grupos conformados por más de cinco estudiantes, en pequeños debates
de 3 minutos donde cada integrante exprese sus ideas, dentro de 6 horas pedagógicas de clase
hay espacios de descanso, preparación y resolución de problemas emergentes.
• Establecer el orden de las presentaciones: Teniendo establecidos los grupos, podemos
establecer, por sorteo o elección libre, los grupos a favor y en contra de la moción.
• Permitir que el debate se realice con diferentes fases:
ra.
Foros
Dentro de las metodologías activas de aprendizajes existentes, nos encontramos con aquella
que se define como un espacio físico o virtual, donde sus participantes expresan sus ideas respec-
to a una temática común.
El foro en educación nos sitúa como modeladores de una metodología que fomenta el pen-
samiento crítico, y que invita a los y las estudiantes a participar de un ambiente rico en multicul-
turalidad, perspectivas e ideologías que inciden sobre el desarrollo de estructuras cognitivas, que
fortalece actitudes como “el respeto a los demás”, “honestidad en enfrentar debilidades”, “valorar
consensos” y otros (Lira, 2010).
Existen numerosas herramientas que nos permiten generar espacios de conversación me-
diante foros virtuales, sin embargo, debemos considerar aspectos favorables y desfavorables al
momento de decidir instaurarlos (Wilkins, 2002 en Fëdorov, 2006).
Ventajas:
• Flexibilidad: Los y las estudiantes en cualquier lugar y a cualquier hora, pueden acceder
al foro y dejar sus comentarios.
• Fomenta el pensamiento profundo: En la medida que el diálogo sea escrito, los espa-
cios para opinar fomentan habilidades de escritura y momentos de reflexión.
• Facilita la participación: Los y las estudiantes más introvertidos pueden comentar sin-
tiendo mayor libertad en comparación al aula convencional.
• Agiliza la resolución de problemas grupales: Existe evidencia que mejora el desarrollo
cognitivo, en comparación al trabajo individual.
• Almacenamiento: Podemos guardar, editar, seguir, imprimir o borrar una conversa-
ción.
Desventajas:
• Quienes participan, suelen sentirse aislados o aisladas al no haber otros que compartan
sus ideas u opiniones inmediatamente.
• En estos entornos, el lenguaje no verbal (expresiones faciales, tono vocal, gestos faciales,
etc.) no se expresan al momento dar opiniones a través de una fuente escrita.
• Es difícil notar el momento en que se “agota” una discusión en una plataforma virtual.
• Los tiempos de seguimiento y moderación de foros, toman un tiempo significativamen-
te alto al docente, más aún cuando está en proceso de alfabetización digital.
• Si no equilibramos bien el contenido de la plataforma, podemos sobresaturar a los y las
estudiantes con distintos materiales (lectura recomendada, un video, responder el foro).
Arango hace hincapié en la existencia de foros académicos, como espacios de diálogo prag-
mático, donde la exposición de ideas y argumentos no buscan persuadir, sino promover el inter-
cambio de ideas de entre los integrantes de la comunidad virtual, que también permite espacios
para interrogantes que fomentan la capacidad reflexiva y argumentativa de los y las participantes.
Teniendo en cuenta los objetivos propuestos por el currículo, podemos construir un foro que
invite a un grupo de estudiantes a conversar respecto de una temática coherente con el contenido
o habilidad que deseemos desarrollar, como el que representamos a continuación.
Esperando se encuentren bien, los y las invito a reflexionar respecto a esta pregunta:
¿Es el modelo atómico de Niehls Bohr, el definitivo que como humanidad reconoceremos como
eje central de la materia en el universo?
Para reflexionar acerca de esto, adjunto un breve video que resume las distintas concepciones
del átomo y la materia a lo largo de la historia.
Link: https://www.youtube.com/watch?v=za-nxN1QCrk
Luego de unos días, durante la clase se discute de forma presencial la conversación, de forma
que retroalimentamos el trabajo hecho por la comunidad virtual, destacando los puntos en co-
mún, y con ello activando conocimientos previos para la clase que está por comenzar.
Referentes bibliográficos.
Fëdorov, A. (2006). Foro virtual como una estrategia metodológica para el desarrollo del pen-
samiento crítico en la universidad. Innovación Educativa, 30(6), 62-72.
Lira, R.I. (2010). Las metodologías activas y el foro presencial: su contribución al desarrollo
del pensamiento crítico. Revista Electrónica “Actualidades Investigativas en Educación”, 10(1),
1-18.
El trabajo del o la docente en esta estrategia siempre será desde la guía a los y las estudiantes
en ayudarles a identificar los elementos conceptuales presentes en el caso, dialogar para conocer
las hipótesis y posibles causas del problema enunciado en el caso y reflexionar sobre la viabilidad
y validez de las posibles soluciones al caso propuesto. Es relevante que él y la docente al crear o
recrear determinado caso, indague en los detalles y conozca la situación a cabalidad. Debe pro-
curar evitar cualquier confusión que la lectura pueda generar en los y las alumnos y alumnas.
Para realizar un correcto uso de la estrategia, se recomienda considerar todas o algunas de las
siguientes etapas (Arias-Gundín, Fidalgo & García, 2008):
Presentación e identificación del caso: Puede ser oral o escrito, pero debe quedar en poder de
los y las estudiantes. Deberán analizarse cuáles son los aspectos centrales del caso, procurando
guiar la estrategia hacia una lectura crítica comprensiva de la situación propuesta que guíen a los
y las estudiantes a descubrirlo por sí mismo.
Relacionar, Desarrollar, Buscar y Decidir: El y la docente deberá hacer una relación teórica
explícita entre el caso y los elementos conceptuales que van a permitir comprenderlo y resol-
verlo. Hecha la relación, es necesario enlistar todas las soluciones posibles para resolver el caso
propuesto. Luego buscarán tensionar el conocimiento teórico/conceptual con la(s) solución(es)
elegida para analizar y decidir en equipo si la propuesta planteada resolverá el caso.
Aplicación e informe final: Los y las estudiantes ponen en ejecución la respuesta elegida para
dar solución al problema. Evalúan sus implicancias, dificultades y consecuencias de la implemen-
tación. Entregan un informe con la propuesta de solución al docente, quién deberá focalizar la
retroalimentación desde la indagación de cómo y por qué se llegó y se optó por esa decisión final
y si el grupo se siente cómodo con los resultados obtenidos.
Lluvia de ideas
El clima de participación y motivación generado por esta estrategia permite tomar decisiones
conscientes al grupo, genera un mayor compromiso con la actividad y un sentimiento de res-
ponsabilidad compartido por todos y todas, debido a que no se deben emitir juicios y que todo
aporte es válido.
El profesor y profesora selecciona un problema o tema, definiéndolo de tal forma que todos
y todas lo entiendan.
Solicita a los y las alumnos y alumnas que expresen sus ideas por turno, sugiriendo una idea
por persona.
Los aportes deben ser registrados en un medio común para que todos los y las estudiantes
conozcan lo que van mencionando sus compañeros o compañeras.
Si existiera alguna dificultad para que el grupo proporcione ideas, él y la profesor y profesora
debe propiciarlas con preguntas claves que busquen la identificación: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?
¿Por qué? ¿Quién?
Una vez que se ha generado un buen número de ideas, éstas deben ser evaluadas una por una.
El y la docente debe priorizar las mejores ideas.
Conclusiones
Los y las estudiantes evalúan la importancia de cada aporte de acuerdo con los comentarios
del grupo, pero tomando en cuenta el problema definido al inicio de la sesión. El y la profesor y
profesora deberá conducir al grupo hacia las conclusiones que estime conveniente según su ob-
jetivo de aprendizaje, pero siempre enfocando su trabajo a que estas sean “descubiertas” por los y
las estudiantes y no dadas por él y la docente.
Arias-Gundín, O., Fidalgo, R., & García, J.-N. (2008). El desarrollo de las competencias trans-
versales en magisterio mediante el aprendizaje basado en problemas y el método de caso. Revista
De Investigación Educativa, 26(2), 431-444. Recuperado a partir de https://revistas.um.es/rie/
article/view/94011
Escribano, A; Del Valle,A (coord.) (2010) El aprendizaje basado en problemas. Una propuesta
metodológica en Educación Superior. Madrid. Narcea. 2ª ed.
Paredes (2018). Estrategia didáctica lluvia de ideas para mejorar la producción de textos na-
rrativos en el área de comunicación de los estudiantes del tercer grado de educación secundaria
de la I.E. Nº 80316 “Divino Maestro” del distrito de Ayangay, provincia de Julcan, departamento
de La Libertad. (Tesis de maestría). Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.
La actualización de las Bases Curriculares (¿de 3ero y 4to medio?) establece que la formación
del/la estudiante debe enmarcarse en un contexto actual, con el fin de “formar personas integra-
les y ciudadanos autónomos, críticos y responsables, que desarrollen habilidades necesarias para
seguir aprendiendo a lo largo de sus vidas.” (Ministerio de Educación, MINEDUC, 2019). Para
poder llevar a cabo este objetivo, se debe tener en cuenta que las bases proponen estrategias de
enseñanza y aprendizaje que apuntan a que el/la estudiante gestione, organice y asiente su propio
aprendizaje, siendo el rol del profesor/a modelar y guiar este proceso.
Dos de las estrategias de enseñanza y aprendizaje que propone el Mineduc (2019) para un
aprendizaje significativo y profundo son: la estrategia de aprendizaje experiencial y la estrategia
de investigación. Estas posicionan al profesor o profesora en un rol de modelador o modeladora
y guía del aprendizaje autónomo, crítico y responsable de los y las estudiantes, lo que les permite
a estos y estas modificar su hacer, entender o sentir respecto a conocimientos, ideas, habilidades
y actitudes (Barón y Cadavid, 2012). Si bien ambos procesos están interrelacionados, es necesa-
rio establecer sus definiciones y características para contextualizar los procesos cognitivos que
subyacen en las y los estudiantes al momento de construir e implementar una estrategia de ense-
ñanza y aprendizaje.
Para lograr que la enseñanza y aprendizaje sea significativa y profunda, se debe considerar
que hay que pensar y organizar distintas variables: nivel de aprendizaje deseado, la brecha que
existe para dicho aprendizaje y cómo debemos enseñarlo en un sistema complejo, por lo tanto,
se debe ser consciente de estas para poder manejar y diseñar de manera efectiva una actividad
pedagógica.
Para implementar esta estrategia, hay que tener en cuenta que es una instancia en donde los y
las integrantes van a interactuar entre sí durante un tiempo y un espacio compartido, ya que este
tipo de enseñanza y aprendizaje se da en grupo.
Para la enseñanza y aprendizaje experiencial debemos decidir si este se llevará a cabo consi-
derando que el aprendizaje será individual a través de un grupo o si será grupal. En caso de que
el aprendizaje sea individual, el grupo será un medio para realizar las actividades, alcanzar cono-
cimientos y desarrollar habilidades que adquirirá cada miembro en forma individual. En cambio,
si decidimos que el aprendizaje será grupal, el grupo mismo no solo es el medio, sino también
el fin para que los y las estudiantes aprendan, es decir, la forma en que el grupo interactúe com-
partiendo conocimientos, reflexionando y la dinámica con la que lo hacen serán los objetivos de
aprendizaje, además de los contenidos mismos de la asignatura.
El Espiral del aprendizaje experiencial de Kolb (como se citó en AFS Intercultural Programs,
Inc., 2014), presenta cuatro etapas que completan el ciclo de aprendizaje, pudiendo comenzar por
cualquiera de ellas. El procesamiento continuo de cada etapa muestra cómo él y la estudiante se
acerca a una tarea específica.
Ventajas del ciclo de aprendizaje experiencial (AFS Intercultural Programs, Inc., 2014):
• Facilitar el aprendizaje de manera eficiente, ya que crea una mejor comprensión del
proceso de aprendizaje.
• Nos permite diseñar un marco para nuestras actividades.
• El profesor y profesora tiene un papel central en la implementación del ciclo de aprendi-
zaje.
El objetivo de la metodología de investigación en el aula apunta a que los y los propios estu-
diantes busquen soluciones a problemas o fenómenos mediante un proceso sistemático y crítico
(Hernández-Sampieri, Fernández y Baptista, 2014). Este tipo de metodología plantea actividades
en las que los y las estudiantes propongan preguntas, explicaciones y predicciones, planifiquen
una investigación, recojan y analicen datos, revisen diversas fuentes de información, realicen ob-
servaciones y comuniquen los resultados a los cuales llegan mediante estas actividades (Agencia
de Calidad de la Educación, 2016).
Debido a la importancia y necesidad del hombre por indagar, descubrir y averiguar sobre su
entorno, la “metodología de la investigación”, constituye una gran fuente de conocimientos; ya
que, al investigar, el sujeto reflexiona y cuestiona una situación, y es así como enriquece sus con-
cepciones de la realidad. (Gómez, 2012, p. 3)
• Focalización: profesores o profesoras y las o los estudiantes discuten lo que saben sobre
un tema.
• Exploración: los y las estudiantes consultan material concreto e información para res-
ponder una interrogante planteada.
• Reflexión: se organizan, analizan y comunican los procedimientos y resultados realiza-
dos.
• Aplicación: los y las estudiantes aplican lo aprendido en situaciones cotidianas y dan
paso a nuevas preguntas. (Agencia de Calidad de la Educación, 2016)
Enfoques de investigación
Dentro de los enfoques para la metodología de investigación, existen tres que representan
las mejores formas para investigar y generar conocimientos: cuantitativo, cualitativo y mixto. A
8. Recolección de datos.
9. Análisis de datos.
Barón, Edmundo y Cadavid, Juan Carlos. (2012). Facilitación del aprendizaje desde la expe-
riencia. Buenos Aires, Argentina.: Funlibre Entrenamiento y desarrollo. Recuperado de http://
blog.utp.edu.co/areaderecreacionpcdyr/files/2012/07/Aprendizaje-desde-la-Vivencia.pdf
Estrategias de discusión
Uno de los elementos claves del aprendizaje es la interacción social, que implica tanto una
oportunidad como un desafío para la construcción de conocimiento, dado que, involucra, entre
otras cosas, confrontar puntos de vista, afectar las creencias, negociar significados y acordar pro-
ducciones comunes (Marcelo,2001). En este proceso se movilizan habilidades de tipo cognitivo
y de tipo social que son cruciales en la construcción/reconstrucción colectiva. El diálogo y la
discusión en la sala de clases -física o virtual- se convierte, entonces en el principal mecanismo
• Elegir actividades abiertas y exploratorias que despierten el interés de los y las estudian-
tes. Estas actividades pueden prestarse para diferentes interpretaciones y formas de ser aborda-
das, de manera que pueda manifestarse diversidad de pensamientos.
• Realizar preguntas abiertas que conlleven a una fundamentación, es decir, preguntas
cuyas respuestas no sean cerradas y que permitan que otras personas las puedan refutar o com-
plementar.
• Planteamiento de controversias y/o polémicas donde se asuman roles para defender una
postura, por ejemplo, estudio de casos, narraciones o fragmentos de películas.
• Explorar diferentes alternativas de solución a las situaciones planteadas.
Edwars-Groves, C., Anstey, M., y Bull, G. (2014). Classroom Talk: Understanding dialogue,
pedagogy and practices. NEWTOWN, SYDNEY: PRIMARY ENGLISH TEACHING ASSOCIA-
TION AUSTRALIA.