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MÉTODOS PARA LA
ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE
Introducción
Método de experimentación
Las formas de interactuar con él y la estudiante son diversas. Del dinamismo, estrategias e
intenciones que presenta cada método, han diversificado numerosas formas de lograr el o los
objetivos que clase a clase nos proponemos lograr con nuestra comunidad educativa.
Dentro de las diversas necesidades pedagógicas existentes, impera la necesidad de abordar te-
máticas complejas a partir de situaciones cotidianas, tangibles y de fácil acceso para las y los estu-
diantes, y por medio de estos, es nuestro deber hacer de aquellas instancias, independientemente
de la metodología, que sean recursos aprovechables durante el transcurso de las actividades en el
aula o fuera de ella.
Según García y Ladino (2008), el método de enseñanza por experimentación no supone una
serie de pasos a seguir para lograr este objetivo, sino una serie de consideraciones cuyas caracte-
rísticas son:
• El carácter curioso presente en la esencia del ser humano, clave para el desarrollo del
aprendizaje espontáneo.
• La compatibilidad de la estrategia en el desarrollo conceptual, a partir de situaciones
cotidianas.
• El fomento de espacios de autonomía creativa, que da sentido al trabajo estudiantil indi-
vidual y colaborativo.
• La flexibilidad como condición previa, para generar espacios de reflexión durante las
etapas de experimentación.
• La interdisciplinariedad, inclusión y diversidad. Estos aspectos resultan Importantes en
la forma de, quien aprende, da sentido a su proceso.
Si deseamos evidenciar la forma en que las variables participan en un fenómeno, es pertinente
reconocer que la experimentación tiene etapas, que durante cientos de años y con el aporte de
científicos de distintas épocas, se construyó y hoy llamamos “Método científico” y que errónea-
mente asociamos solo a las Ciencias Naturales, y, cuyas etapas incluyen (no hay, salvo en esencia,
un número concreto de pasos en literatura especializada):
1. Observación: De vital importancia en el quehacer científico, los y las estudiantes usan sus
sentidos para percibir su entorno en un ánimo de búsqueda y curiosidad.
3. Formulación de hipótesis: Hace referencia a una suposición que involucra a las variables
observadas y cómo se relacionan entre sí.
5. Análisis: Los datos (observaciones) obtenidos del protocolo experimental son contrasta-
dos con la problemática formulada.
En el ánimo de construir una propuesta metodológica, y considerando que, para muchos au-
tores, e incluso lectores, este método se limita a espacios de laboratorio y aparatos especializados
Indicadores:
• Desarrollan ideas originales por diversos medios para proyectos visuales con temas de
problemáticas juveniles.
• Discriminan entre distintos medios expresivos y materialidades de acuerdo con el tipo
de proyecto visual y su propósito expresivo.
• Realizan juicios críticos de ideas y selección de medios y materialidades para proyectos
con temas de problemáticas juveniles.
Teniendo en cuenta los objetivos propuestos por el currículo, podemos describir un procedi-
miento experimental que invito a un grupo de estudiantes a determinar una problemática juvenil
o social en común (cánones estéticos y selección de productos de consumo) y realizar observa-
ciones de manifestaciones estéticas (a través de la publicidad) que les rodean en la cotidianidad.
Teniendo un espacio de observación de unos días, se reunieron los grupos para presentar y
discutir sus observaciones, donde muchos y muchas manifestaron que existen tendencias pu-
blicitarias publicadas y que influyen en la forma en que elegimos productos y servicios, como lo
hacen los patrones de color en afiches publicitarios, llegando a la pregunta ¿qué tipos de patrones
de color en afiches inciden más sobre la elección de productos?
A partir de la evidencia, el grupo estudiantil determina una hipótesis descrita como “Los afi-
ches con patrones de color más vívidos tienen mayor incidencia sobre la selección de productos”.
Pensando en realizar un estudio que permita recolectar datos los y las estudiantes aprovechan la
“feria de las pulgas” escolar, para promocionar, en distintos stands, los mismos productos (libros)
y con un diseño de afiche idéntico, pero con patrones de color distintos. Luego de finalizada la
feria, se les invita a anotar los datos de selección previamente escogidos (sexo y edad de interesa-
dos, frecuencia de intercambios, etc.)
Compilando y analizando los datos de cada grupo (ellos escogen la forma, orientados por el
o la docente), discuten sus resultados, comprueban o rechazan su hipótesis, y revisan las posibles
respuestas o alcances de su investigación para futuras interrogantes de interés que forman parte
de sus conclusiones.
Como profesores y profesoras , debemos estar atentos al momento de elegir una metodología
y esta no es la excepción ya que, según describe Gil (1993), solemos caer en ciertas perspectivas
al momento de aplicar la experimentación en nuestras aulas, dentro de las que destacan.
La escritura heurística de la ciencia [SWH] propone que, a través de la escritura, los y las es-
tudiantes aprendan a argumentar, lo que, si bien es importante en ciencias, es una habilidad fun-
damental en la comunicación con enfoques reflexivos y críticos, que fomenta en el estudiantado
conectar instancias del método científico para darles sentido en su conjunto. Se trabaja a partir de
una pauta de trabajo, y se invita que en él los y las estudiantes indaguen en base a experimentos
que ellos y ellas mismos/as diseñan.
La indagación por argumentación guiada [ADI], está diseñado para que los y las estudian-
tes tengan instancias de analizar sus datos de forma autónoma y con métodos propios, y cuyos
avances reportados se revisan y discuten con grupos pares, de forma que también da espacios
Es así, como las y los docentes debemos asimilar al método científico y al método de experi-
mentación, no como un cúmulo de pasos, sino como un espacio de desarrollo del conocimiento
y la razón que invita a los y las estudiantes a desarrollar sus habilidades en virtud de sus intereses,
al trabajo colaborativo, y a abrir sus espacios de aprendizaje como instancias inter y transdiscipli-
narias situadas en un contexto común, y con profesores y profesoras que alinean estrategias que
abren espacios de esparcimiento, que invitan a la curiosidad desde lo tangible y cotidiano.
Referentes bibliográficos
García, G., Ladino, Y. (2008). Desarrollo de competencias científicas a través de una estrategia
de enseñanza y aprendizaje por investigación. Studiositas, 3(3), 7-16.
Las bases curriculares de nuestro país tienen como foco formativo central el desarrollo de ha-
bilidades para el siglo XXI en nuestros y nuestras estudiantes. Esta ruta pedagógica requiere que
los y las profesores y profesoras realicen un giro hacia propuestas, metodologías y estrategias que
ubiquen a los y las estudiantes en el centro de su aprendizaje permitiendo que los aprendices se
posiciones y empoderen como protagonistas de sus procesos reflexivos, creativos y adaptativos.
Este giro del currículo requiere que los y las docentes se conviertan en facilitadores del proceso
enseñanza y aprendizaje a través de modelos que impulsen a los y las estudiantes a resolver pro-
blemas con herramientas que le permitan tomar las decisiones más acertadas luego de un análisis
contextual de la problemática.
El Método de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), se presenta como una alternativa para
desarrollar un trabajo que busca la consecución de logro a partir de la reflexión, análisis y pro-
puestas de una problemática específica. La versatilidad de este modelo lo ubica también como
una metodología que permite y fomenta el trabajo interdisciplinario y colaborativo entre asigna-
turas y estudiantes.
El Método basado en Proyectos (ABP) puede definirse como una modalidad de enseñanza y
aprendizaje centrada en tareas a través de un proceso compartido de negociaciones entre los y las
participantes, siendo su objetivo principal la obtención de un producto final (García & Basilotta,
2017).Lo anterior promueve la autonomía de los y las estudiantes a través de una ruta previamen-
te delimitada por él y la profesor y profesora que genera que sean los propios alumnos y alumnas
quienes deben responsabilizarse por su propio aprendizaje, intercambiando la tradicional tran-
sacción contenido/evaluación por el desarrollo de posibles respuestas a un problema evaluando
el impacto de sus conclusiones a través de la investigación.
El ABP es una metodología que tiene como base teórica el constructivismo. Esta caracterís-
tica lo convierte en una herramienta flexible que permite un trabajo reflexivo e integrador, que
lo aleja de las clásicas metodologías donde los y las alumnos y alumnas responden al profesor
y profesora a través del rescate de un concepto o contenido específico que le permita atender el
requerimiento específico del docente, por el contrario, esta es una metodología investigativa que
fortalece la capacidad de los y las estudiantes a dar respuesta a problemáticas a través de un pro-
yecto evaluando permanentemente respuestas posibles a un problema que puede ser propuesto
por el y la profesor y profesora o que puede emanar directamente desde los y las estudiantes.
• Implementación
En esta etapa, cada miembro del grupo lleva a cabo las acciones con las que se comprometió.
El o la docente deberá estar atento o atenta a las dificultades y oportunidades que vayan surgien-
do, para orientar a los y las estudiantes en caso de que su plan necesite reajustes. Debe procurar
estimular a los y las estudiantes a realizar un proceso de autoevaluación grupal e individual sobre
los logros alcanzados.
Referentes Bibliográficos
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or, A., & Autor, A. (Año). Título de la tesis (Tesis de pregrado, maestria o doctoral). Nombre
de la institución, Lugar.
Resolver problemas es una de las actividades centrales del ser humano y se manifiesta en
tareas laborales, lúdicas, disciplinares o científicas. La resolución de problemas puede ser consi-
derada como un proceso que requiere poner en acción habilidades de tipo sociocognitivo dado
que involucra dos elementos: el nivel individual y el nivel colaborativo. Desde una perspectiva
individual la resolución de problemas es considerada como la capacidad de los individuos de in-
volucrarse en un procesamiento cognitivo, para comprender y resolver situaciones problemáticas
en las que un método de solución no es inmediatamente evidente (OCDE, 2010). En este sentido,
el proceso de resolución de problemas ocurre cuando un individuo intenta alcanzar una meta
para la cual existe un obstáculo, por lo tanto, demanda que el individuo haga uso de su conoci-
miento existente relevante para el problema y haga uso de sus conocimientos previos tanto sobre
el tema del problema como del proceso de resolución de problemas. El individuo debe entonces
identificar el obstáculo a la solución del problema, evaluar metas alternativas y acciones asocia-
das mediante el procesamiento de información y seleccionar, de esas alternativas, aquellas que
se orientan hacia la meta seleccionada (Marzano, 1988). Por otra parte, desde una perspectiva
colaborativa, la resolución de problemas se refiere a la capacidad de un individuo de involucrarse
de manera efectiva en un proceso donde dos o más agentes intentan resolver un problema com-
partiendo su comprensión del problema y uniendo conocimientos y esfuerzos para alcanzar la
solución (OCDE, 2015).
¿Qué es un problema?
A modo general, un problema puede verse como una situación nueva que requiere que los
individuos respondan con comportamientos nuevos (Pérez y Beltrán, 2015). De modo particular,
en el ámbito académico, un problema es cualquier tarea o actividad para la cual los y las estudian-
tes no tienen reglas establecidas ni memorizadas, o la percepción de que existe un medio para
encontrar la solución correcta (Van de Walle, 2009). En este sentido, un problema puede verse
como una terna situación-alumno/a-entorno, ya que el problema se da solo si el alumno y alum-
na percibe una dificultad (Charnay, 1994). De acuerdo con su estructura los problemas pueden
tener una estructura cerrada o una estructura abierta, lo cual impacta directamente en las accio-
nes a realizar sobre éstos. Específicamente, los problemas de estructura cerrada se caracterizan
por ser bien estructurados, dado que se componen de tareas claramente formuladas, en donde la
respuesta correcta siempre puede determinarse a partir de los datos que se necesiten y que apare-
cen en el problema. Por otra parte, los problemas de estructura abierta se caracterizan por estar
“mal estructurados”, debido a que faltan datos o supuestos y no hay procedimientos establecidos
que garanticen llegar a una respuesta correcta (Piñeiro, Pinto y Díaz-Levicoy, 2015). No obstante,
independientemente de la estructura, el individuo se enfrenta ante una situación novedosa para
la cual no se encuentran medios para solucionarla y por ello es necesario desarrollar múltiples
estrategias, con mayor o menor sofisticación, que le permiten encontrar una posible solución.
Muchas personas, a lo largo de la historia han mostrado una gran variedad de formas para
llegar a la solución de un problema, si es que existe. Uno de los más famosos es George Polya,
un abogado, economista, estadista, políglota, húngaro que escribió una forma como se podría
abordar cualquier problema, y a partir de ella lograr encontrar su solución. Si bien este método
que plantea Polya ha sido empleado por mucho tiempo, es él quien comienza a sistematizarlo, y
aunque existen distintas versiones (dependiendo de la traducción), acá presentamos solo una de
ellas (Zuluaga, 2002).
Comprender el problema. Implica identificar el contexto del problema, sus limitaciones, los
contenidos disciplinares que están involucrados, etc.
Elaborar un plan. Se refiere a elaborar una estrategia que conduzca a la solución del proble-
ma, vinculando los diferentes conocimientos -disciplinares o no- y el contexto en el que se
sitúa el problema.
Examinar la solución. Es importante verificar que la solución encontrada satisface las condi-
ciones del problema y responde las preguntas planteadas. También es conveniente verificar si
existen distintas soluciones o si la solución encontrada es única.
Charnay, R. (1994). Aprender (por medio de) la resolución de problemas. En C. Parra e I. Sais
(Eds.), Didáctica de matemáticas. Aportes y reflexiones (pp. 51- 64). Barcelona: Paidós.
OECD. (2010). PISA 2012 field trial problem solving framework - draft subject to possible
revision after the field trial. Paris: OECD Publications.
Piñeiro, J., Pinto, E., y Díaz, D. (2015). ¿Qué es la Resolución de Problemas? Revista
Virtual Redi-pe, 4 (2), 6-14.
Savery, J., y Duffy, T. (2001). Problem based learning: An instructional model and its cons-
tructivist framework CRLT technical report.Retrieved from http://crlt.indiana.edu/publications/
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Torp, L., y Sage, S. (2002). Problems as possibilities: Problem-based learning for K-16 educa-
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