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delegación

de pastoral
vocacional

Autor: Daniel Orozco ZAQUEO


“LO RECIBIÓ MUY ALEGRE
EN SU CASA”

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1-Punto de partida:
5-Y ahora, tú ¿qué dices?:
Te propongo para comenzar una actividad curiosa: ¿te
acuerdas cómo fue la primera vez que conociste a tu mejor ¿Qué tal? ¿Has escuchado al Maestro? No te preocupes
amigo o amiga? Intenta recordar cuándo, dónde, qué suce- si Jesús no te lo ha dicho todavía, basta que estés atento como
dió, que pensaste de él, qué sentiste... Zaqueo, subido al árbol. La llamada no se descubre de la noche
a la mañana, hay que ser paciente y esperar, estáte seguro de
Por si te ha costado, te propongo esta situación imagi- que Él hablará. Por cierto, para que no quede esto en una cate-
naria: seguro que hay alguien a quien te gustaría conocer quesis sin más que al minuto me olvido, estaría bien que de lo
bien porque es tu ídolo, bien porque le admiras mucho o has dicho en el tema o de tu oración sacases algún compromiso
oído hablar de él. ¿Qué pasaría si un día se encontrara conti- concreto. No lo dejes pasar, si no tienes esto en cuenta, puede
go y te dijera que quiere alojarse en tu casa? ¿Qué senti- que Jesús pase por tu lado y no le veas. Sé que no lo harás, sé
rías? ¿qué harías?. que cuando Él te llame y te haga ver su plan, como Zaqueo, “lo
recibirás muy alegre en tu casa”.
2-Te presento a... Zaqueo:

Algo parecido a lo que seguramente has sentido le su-


cedió a Zaqueo.Zaqueo era de Jericó, una ciudad importante
y era el jefe de los recaudadores de impuestos del distrito por
lo que se había enriquecido mucho y era visto mal por sus
conciudadanos. Se enteró de que bajaba Jesús de Nazaret a
su ciudad. Había oído hablar de él y quería conocerle. Lo que
pasó nos lo cuenta el evangelista Lucas en Lc 19, 1-10:

Jesús atravesaba la ciudad de Jericó. Había en la ciudad un


hombre llamado Zaqueo, jefe de publícanos y rico, que que-
ría conocer a Jesús. Pero, como era bajo de estatura, no po-
día verlo a causa del gentío. Así que echó a correr hacia de-
lante y se subió a una higuera para verlo, porque iba a pasar
por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, levantó los ojos y
le dijo:
-Zaqueo, baja enseguida porque hoy tengo que alojar-
me en tu casa.
Él bajó a toda prisa y lo recibió muy contento. Al ver esto, to-
dos murmuraban y decían:
-Se ha alojado en casa de un pecador.
Pero Zaqueo se puso en pie ante el Señor y le dijo:
-Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres y
si engañé a alguno le daré cuatro veces más.

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Jesús le dijo:
chas, verás cómo te indica la senda. Te doy algunos textos -Hoy la salvación ha venido a esta casa., porque también
para que puedas rezar con ellos: éste es hijo de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha veni-
do a buscar lo que estaba perdido.
Ø Textos bíblicos: Mc 3, 13-19; Mt 10, 1; Mc 1, 20; Gn 12,
1; Jer 1, 5-10; Hch 22, 4-21. Dialogamos sobre el texto:
Ø “Ser totalmente de Dios, entregarse a Él y a su servi-
cio por amor, he ahí la vocación no sólo de algunos - ¿Qué te parece el texto?
elegidos, sino de todo cristiano, consagrado o no, hom- - Comenta la actitud de Zaqueo.
bre o mujer. Cada uno está llamado al seguimiento de - Comenta la actitud de Jesús.
Cristo. Y cuanto más avanza uno por este camino tanto - Comenta la actitud de las demás personas.
más semejante a Cristo será. Y ya que Cristo personifi-
ca el ideal de la perfección (...), sus seguidores fieles 3- Es un testigo del amor de Dios y quiere llevarte hasta él:
son elevados cada vez más sobre los límites de la na-
turaleza”. (Edith Stein). Ya habéis visto todo lo que se escondió en aquel encuentro
tan fantástico. De Zaqueo nunca más se supo ni en el Evangelio
Ø “Formulad al divino Maestro, con seriedad y disponibili- ni en la Tradición. Pero estamos seguros de algo: nunca se olvi-
dad sincera, la pregunta: ¿Qué quieres que haga? daría de lo que experimentó en aquel día. Por primera vez, en su
¿qué proyectos tienes para mí? ¿de qué modo puedo vida había encontrado alguien que, ante su pecado, no experi-
responder a lo que la Iglesia me pide? El Señor no os mentaba horror ni desprecio, sino una infinita ternura y un deseo
dejará sin respuesta en lo profundo de vuestro cora- enorme de sanar sus heridas internas, en lugar de condenarlas;
zón; lo hará en el momento propicio y providencial”. alguien, que le ofrecía una nueva vida, la Vida.

“¡Escuchad la voz de Cristo! Cada uno de vosotros ha Zaqueo tenía sed de felicidad, de plenitud, se sentía vacío,
recibido de Él una llamada. Cada uno de vosotros tiene hasta aquel día en que se había encontrado con Jesús. Y lo que
un nombre que sólo Él conoce. La juventud es la edad le pasó a Zaqueo nos pasa a todos. Todos buscamos ser felices
en la que se busca la propia identidad para proyectar el y a veces lo hacemos por caminos equivocados. Buscamos que
futuro. Dejaos guiar por Cristo en la búsqueda de lo que el dinero, el poder, las salidas del fin de semana... nos den la fe-
puede ayudar a realizaros plenamente”. licidad, pero, en el fondo, como Zaqueo nos seguimos sintiendo
(Orar. Juan Pablo II). vacíos. Nos sentimos llamados a ser felices, pero ¿dónde está la
respuesta?

La respuesta nos la da Zaqueo: Jesucristo es el Camino, la


Verdad, la Vida. Jesús salió a su encuentro, fue hacia él, le miró
y le eligió para hospedarse en su casa. ¿Le eligió porque le co-
nocía? Parece que no, ¿porque era alguien con mucho mérito?
Pues tampoco, más bien a la gente le parecía lo contrario. Je-
sús, elige a Zaqueo porque lo ama, sin más, sin pedirle nada a
cambio. Jesús le muestra a Zaqueo que Dios le ama infinitamen-

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te y por eso le perdona y le da la posibilidad de emprender lo hizo de un modo concreto: repartiendo sus bienes y, segu-
una nueva vida. Espero que a ti esto no te suene a chino; ramente, ejerciendo su oficio, ahora de manera intachable.
deseo que tú también hayas experimentado que Jesús ha
pasado por tu vida y que te ha amado hasta la locura, has- Y me podrás preguntar ahora: ¿y esto que tiene que ver
ta dar la vida por ti (tú también estabas en su corazón conmigo? Te contestaré: igual que Zaqueo, te he mostrado
cuando él colgaba de la cruz y cuando resucitó). Ojalá ha- que tenemos una llamada a la plenitud que sólo podemos
yas vivido esto: que es seguir a Jesús lo que da la felicidad responder plenamente si seguimos a Jesús, si nos unimos a
para la que estamos hechos. Si no, búscale pacientemen- Él de una manera profunda, si, de alguna manera, lo ama-
te, súbete al árbol, aunque hagas el ridículo a los ojos de mos. Esta llamada, que como espero que hayas observado,
los demás que piensan que eso de creer en este siglo es es todo un plan de Dios para recuperar y hacer feliz a Za-
algo de tontos o de locos; súbete al árbol, abre bien los queo; también se te ha dirigido a ti. Es decir, Dios ha soñado
ojos de tu mente y de tu corazón y verás a Jesús venir ha- para ti desde toda la eternidad un proyecto concreto que, en
cia ti a proponerte que te vayas con él. Y no tengas miedo, lo fundamental, se parece al de Zaqueo, ya que quiere que
te juegas la felicidad. sigas a Jesús con toda tus fuerzas y todo tu corazón. Pero,
en cambio, para ti Dios tiene pensado un camino concreto
Pero, Zaqueo se encuentra que tiene que correspon- que has de descubrir. El de Zaqueo, ya te lo he dicho ¿cuál
der a ese amor. Zaqueo decide dar casi todos sus bienes a será el tuyo?
los pobres y restituir lo que había engañado. En realidad,
es para él un cambio total de vida, prácticamente supone Ahora te preguntarás, ¿qué caminos tengo? ¿dónde los
dejarlo todo por amor a aquel hombre que llama ahora, Se- encuentro? Estos caminos están en donde puedes encontrar-
ñor. Zaqueo cree en Jesús y le sigue. No sabemos si se te con Jesús, en la Iglesia, y son los que Jesús le ha entrega-
fue con Jesús y sus discípulos camino de Jerusalén, pero do a ella. Pregunta a tu catequista que te los dirá. Como toda
lo que sí decimos con certeza es que cumplió su promesa. llamada, como toda invitación, tú puedes decir que “sí” o que
Y con esto, Zaqueo se convirtió seguramente en un testigo “no”. Dios te da libertad para que elijas, pero, cuidado, te jue-
de Jesucristo. Sus conciudadanos pudieron ver con sus gas tu felicidad y la de mucha gente si por miedo, capricho...
ojos el cambio. Ya no sería el hombre entristecido, encerra- rechazas la llamada a un camino concreto que Dios te hace,
do en sus preocupaciones y fugitivo de todas las miradas. un Dios que desea lo mejor para ti. De ti depende...
No, ahora estaba alegre y cuando repartiese su dinero a
los pobres y pagase a los defraudados les contaría el por-
qué, narraría lo que le había pasado con ese hombre y les
contaría que Él es el Mesías, el Señor, el Hijo de Dios.

Del amor de Dios para con Zaqueo nace, pues, una 4-Para que le conozcas y goces de su amistad:
respuesta, una misión, un camino. Dios mismo le había da-
do la respuesta a la llamada que le hacía desde dentro a la No te asustes, Dios va a estar contigo y si le dejas ha-
plenitud: el camino de la Vida estaba en seguir a Jesús y él blar, él te dirá lo que quiere de ti. Para oír su voz, el lugar
principal es la oración. En ella tú y Dios dialogáis y si le escu-

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