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Miércoles 7 de octubre 2020.

RCCES MONTERREY.
Predicación: Tere Escamilla.

Tema:
“Jesús vino a
buscar y salvar
lo que estaba perdido”.
Preparación. Oro al Espíritu
Santo para que sea quien me
guíe.
1.- Cita bíblica de la
predicación: Lucas 19, 1-10.
1 Jesús entró en Jericó y comenzó a
atravesar la ciudad.
2 Había un hombre llamado Zaqueo, que
era jefe de los cobradores de impuestos
y muy rico.
3 El quería ver quién era Jesús, pero,
como era de baja estatura, no podía a
causa de la multitud.
4 Entonces, corriendo, se adelantó y
subió a un árbol para ver a Jesús,
porque iba a pasar por allí.
5 Cuando Jesús llegó a ese lugar, levantó
la vista, le dijo: «Zaqueo, baja de prisa,
porque hoy debo alojarme en tu casa.»
6 el bajó de prisa y le recibió con alegría.
7 Todos lo que lo vieron murmuraban
diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa
de un pecador.»
8 Pero Zaqueo, poniéndose de pie ante el
Señor, le dijo: «Señor, doy la mitad de
mis bienes a los pobres; y si he
extorsionado a alguien, le devuelvo
cuatro veces más.»
9 Jesús le respondió: «Hoy ha llegado la
salvación a esta casa ya que este
hombre es también un hijo de Abraham,
10porque el Hijo del hombre vino a buscar
y a salvar lo que estaba perdido.»
Palabra de Dios. Gloria a Ti Señor
Jesús.

(Factor de la predicación que


considero: Pastoral y Social).
Predicación narrativa.

2.- Contexto:
Versículos anteriores y posteriores:
Lucas 3, 12-14 Lucas 3, 16
Lectura Mensaje del Capítulo de
Lucas.

Citas bíblicas complementarias que


refuerzan el mensaje.
Gálatas 3, 13. Esdras 2, 9.
Nehemías 7, 14. Juan 12, 21. 1
Juan 3, 2-3. 1 Corintios 8, 3
Mateo 7, 1-5 Hechos 17, 30
Lucas 3, 12-14 Lucas 3, 16
Números 5, 5-9 Gálatas 3, 6-9

Palabras clave: Fe, Conversión, Fe


para estos tiempos, ser bendición para
los demás.

3.- Idea exegética. Conversión y


sanación de Zaqueo.

Tema: El texto habla sobre quién,


quiénes, cómo, Cuándo, dónde, por
qué
Jesús, Zaqueo, los murmuradores,
nosotros.
Complemento: ¿Qué está diciendo
sobre el Tema?

Tema + Complemento = Idea


exegética.
“Jesús vino a buscar y a salvar lo que
estaba perdido”. Lucas 19, 10.

4. Ideas de la Predicación:
-Vemos en Zaqueo un problema, pero
también una enfermedad.
-¿Quién es Zaqueo? Zaqueo es usted.
Somos nosotros esos Zaqueos.
-La posición de Jesús y la posición de
Zaqueo.
-La riqueza de Zaqueo y su inferioridad.
-Usted es ese Zaqueo, agregue su
descripción. Ladrón, Corrupto, avaro,
soberbio, ambicioso, codicioso, envidioso,
egoísta, con complejo de inferioridad a
pesar de ser rico, apegado a lo material, al
poder, al querer ser el primero, al querer
estar en la cumbre, etc.
5. Propósito.
-Si usted reconoce y acepta que es ese
Zaqueo, Hoy el Señor Jesús está entrando a
usted y Él mismo le hará entender, a la luz
del Espíritu Santo, cómo hoy cómo viene a
sanar su corazón y a salvarlo.
-Teresa baja pronto porque conviene que
me quede en tu casa.
De dónde tenemos que bajar? De esa
arrogancia, de esa soberbia, de esa
infidelidad, de esa lujuria, masturbación,
vicios, de creernos poderosos, de creernos
más ricos que los demás.
Eso pone al descubierto nuestras heridas
más profundas que quiere sanar Jesús.

-Jesús nos muestra en esta escritura que


tiene un Plan para cada uno de nosotros.
Para lo que estaba perdido.
Escudriñando la escritura.
Predicación narrativa.

INTRODUCCIÓN.
En la Palabra de Dios hubo muchas
conversiones, pero Lucas nos muestra el
caso de una conversión y una sanación
extraordinaria como es la de Zaqueo.

I.- ¿Quién era Zaqueo?


Su nombre hebrero de una raíz que significa
PURO POR LO QUE NOS DA A ENTENDER
QUE ERA JUDÍO. Esdras 2, 9 De los 760
descendientes de Zacay. Nehemías 7, 14
Varones del pueblo de Israel. De Zacay 760.

(V 1) Jesús entró en Jericó y comenzó a


atravesar la ciudad.
Jesús no estaba quieto. Jesús está
entrando, se está moviendo como lo hace
ahora.
Jericó. Esta ciudad había sido edificada bajo
la maldición, pero Cristo la honró con su
presencia, porque Su Evangelio quita la
maldición. (Gálatas 3, 13). Cristo nos
rescató de esa maldición, porque la
Escritura dice: Maldito todo el que cuelga
de un madero con el fin de que la bendición
de Abrahán llegue en Cristo Jesús a todos
los que no son judíos y para que nosotros,
mediante la fe, recibiéramos el Espíritu
prometido.

(V 2) Había un hombre llamado Zaqueo,


que era jefe de los cobradores de
impuestos y muy rico.

1.- Oficio.
En cuanto al oficio que desempeñaba hay
dos características, se nos dice que era un
jefe de los cobradores de impuestos. Y
también que era rico. Pero ninguna de estas
cosas es pecado.

2.- Posición económica.


Muy rico.
Jesús había declarado recientemente lo
difícil que es que un rico entre en el reino de
los cielos, pero aquí vemos el caso de un
rico que se había perdido y fue encontrado,
y no precisamente como el hijo pródigo,
quien volvió en sí después de verse reducido
a la mayor necesidad.
II. ¿Cómo llegó a encontrarse con Jesús?
(V3) El quería ver quién era Jesús, pero,
como era de baja estatura, no podía a
causa de la multitud.

1.- Tenía gran curiosidad por ver quién era


Jesús.
Es algo natural que los hombres deseen ver,
si les es posible, a aquellos cuya fama han
oído; así pueden decir después que conocen
personalmente a tal y tal señor. Pero a
quienes debemos desear ver, más que a
nadie es a Jesús. Como los griegos aquellos
que se acercaron a Felipe que era Betsaida
de Galilea según Juan 12, 21, hemos de
decir o pedir: |Señor, queremos ver a
Jesús|. Si ahora procuramos verlo con los
ojos de la fe, podremos disfrutar de su
presencia, con cuya vista seremos inmensa y
eternamente felices.
(1 Juan 3, 2-3). Queridos, ahora somos hijos
de Dios, pero aún no se ha manifestado lo
que seremos. Sabemos que, cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque
lo veremos tal cual es. Todo el que tiene
esta esperanza puesta en él va
purificándose, porque él es puro.

2.- No podía satisfacer esta curiosidad por


los medios normales, “pues era pequeño
de estatura”, y la multitud era grande.
Jesús no hacía milagros para mostrarse, sino
que, como uno de nosotros iba mezclando
con la multitud. Pero muchos que son
pequeños de estatura son grandes de
corazón y altos de miras.

3.- Para no quedar defraudado en su


curiosidad, Zaqueo como si fuera un niño…
(V4) Entonces, corriendo, se adelantó y
subió a un árbol para ver a Jesús,
porque iba a pasar por allí.

Quienes sinceramente quieren ver a Jesús,


usarán los medios apropiados para obtener
alguna visión del Él.
Quienes se ven a si mismos pequeños han de
aprovechar todas las oportunidades posibles
para levantarse, por medio de la meditación
y de la oración, a las alturas desde las que
se divisa la persona de nuestro amado
Salvador.

Zaqueo se siente curioso por Jesús. Algo le


llamó la atención, el no tenía miedo de
hacer el ridículo. Usted es quien está arriba
de ese árbol. Zaqueo, usted, tiene sed de
algo distinto.
III.- ¿Cómo se percató Jesús de él, hasta
llamarle por su nombre?
(V5) Cuando Jesús llegó a ese lugar,
levantó la vista, le dijo: «Zaqueo, baja
de prisa, porque hoy debo alojarme en
tu casa.»
Y la eficacia del llamado.
(V6) el bajó de prisa y le recibió con
alegría.

1.- Jesús se invitó a Sí mismo a casa de


Zaqueo.
(V5) Zaqueo se había subido al sicómoro
para ver a Jesús, pero poco se podía
imaginar que Jesús se anticipó a Zaqueo con
las bendiciones de su bondad, sobrepasó la
expectativa que Zaqueo tenía que verlo y le
animó en los pequeños comienzos que en
él veía. El que albergue algún deseo de
conocer a Cristo, será conocido de Él. (1
Corintio 8, 3) pero si ama a Dios ese ha sido
conocido por Dios.
El que solo deseaba ver a Jesús, fue
admitido a conversar familiarmente con Él.
A veces aquéllos que se reúnen a escuchar
la palabra de Dios solo por curiosidad,
sienten que su conciencia es despertada y
se marchan con el corazón cambiado.
Jesús le llama por su nombre “Zaqueo” y le
pide que se apresure a descender del árbol;
no debe dudar ni quedarse parado, sino
darse prisa, porque Jesús dese hospedarse
en su casa y pasar algunas horas con él.

2.- Zaqueo se sintió inundado de alegría al


recibir tal honor de hospedar a Jesús en su
casa.
(V6) el bajó de prisa y le recibió con
alegría.

Y la recepción que le tributó a Jesús en su


casa era de buen presagio de la que le iba a
tributar en su corazón.
Cuántas veces nos ha dicho Jesús:
“¡Ábreme!” (Cantares 5, 2)
¡Nosotros solo hemos buscado excusas para
no abrirle!
La presteza de Zaqueo debería de llenarnos
de vergüenza.
IV.- La ofensa que el pueblo recibió por
esta invitación de Jesús.
( v 7)Todos lo que lo vieron murmuraban
diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa
de un pecador.»

Aquéllos judíos prontos siempre a censurar


a Jesús .
¿Acaso no eran ellos pecadores? ¿No era el
objetivo de Jesús buscar y salvar a los
perdidos pecadores? Estos murmuradores
no tenían ninguna razón para hablar así:
1.- Porque, aún cuando Zaqueo era
publicano, y muchos de los cobradores de
impuestos eran malos, no quiere decir que
todos lo fueran.
2.- Aún cuando había sido pecador no se
podía asegurar que todavía lo fuera.
Solo Dios conoce el corazón y puede juzgar;
nosotros no podemos, ni debemos juzgar
(Mateo 7, 1-5) No juzguen, para que Dios
no los juzgue, porque él los juzgará de la
misma manera como ustedes juzguen, y la
medirá con la medida que ustedes midan.
¿Por qué miras la astilla en el ojo de tu
hermano y no adviertes la viga que tienes en
el tuyo? ¿o cómo dices a tu hermano: “Deja
que saque la astilla de tu ojo”, si tú tienes
una viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca
primero la viga de tu ojo, entonces verás
claro para sacar la astilla del ojo de tu
hermano.
Además Dios ofrece a todos lugar y tiempo
para arrepentirse (Hechos 17, 30) Pero
ahora Dios, pasando por alto el tiempo en
que fue desconocido , ordena a todos los
hombres en todas partes para que se
arrepientan, porque ya fijó el día en que
juzgará al mundo con rectitud, por medio
de un hombre que ha destinado para esto,
y lo acreditó ante todos resucitándolo de
entre los muertos.

y también nosotros debemos orar y esperar


que otros lleguen al arrepentimiento.

3.- Aún cuando todavía fuera pecador, no


podían reprochar a Jesús por ir a casa de él,
pues ¿a dónde ha de ir el médico sino a casa
del enfermo?
¿Quiénes están en este momento?
Jesús, usted y todos los murmuradores.

Hay varias personas involucradas en esto,


todos estamos juzgando porque nos
creemos santos pero tenemos los ojos
cegados.

V.- Las pruebas que Zaqueo dio


públicamente de que ya estaba
sinceramente arrepentido.
(V8) Pero Zaqueo, poniéndose de pie ante
el Señor, le dijo: «Señor, doy la mitad
de mis bienes a los pobres; y si he
extorsionado a alguien, le devuelvo
cuatro veces más.»

Por sus buenas obras podemos observar la


sinceridad de su fe y de su
Arrepentimiento.
“Puesto de pie” como quien quiere dar a
sus palabras firmeza y solemnidad.
Pronuncia como si fuera un voto a Dios y
dirigiéndose al Señor, no a la gente, dio
evidencia del cambio que se había
producido en su corazón, vemos el cambio
que anuncia en su conducta para el futuro.

1.- Zaqueo había hecho una buena


fortuna.
(V2) Había un hombre llamado Zaqueo,
que era jefe de los cobradores de
impuestos y muy rico.

Lo que no es de extrañar siendo jefe en un


negocio suyo, próspero, pero resuelve
emplear su fortuna conforme a la voluntad
de Dios, y hacer el bien a sus semejantes;
(V8) Pero Zaqueo, poniéndose de pie ante
el Señor, le dijo: «Señor, doy la mitad
de mis bienes a los pobres; y si he
extorsionado a alguien, le devuelvo
cuatro veces más.»
Como una forma de decir “Desde este
momento hago firme propósito de dar la
mitad de los bienes a los pobres a quienes
hasta ahora había tratado sin compasión;
de esta forma quiero compensarles por
haber descuidado durante tanto tiempo
mi deber de amar al prójimo como a mi
mismo. Esto lo dice como un fruto de su
arrepentimiento.

2.-Zaqueo es consciente de que no todo lo


que tiene lo ha adquirido por medios
honestos, por eso promete restituir lo mal
obtenido
(V8) Pero Zaqueo, poniéndose de pie ante
el Señor, le dijo: «Señor, doy la mitad
de mis bienes a los pobres; y si he
extorsionado a alguien, le devuelvo
cuatro veces más.»
a) Viene a confesar que ha obrado mal.
Los que estamos arrepentidos de
veras, hemos de reconocernos
culpables no solo ante Dios en
general, sino también en particular,
por lo que hemos defraudado,
perjudicado o injuriado al prójimo en
el desempeño de nuestros oficios y en
la forma en que hemos llevado los
negocios de este mundo con desdoro
de la honradez y de la justicia.
b) Admite que ha defraudado.
Seguramente mediante falsa
acusación, puesto que tenían de su
parte el poder al que servían lo cual
les daba la oportunidad de satisfacer
sus deseos de revancha mediante
falsas acusaciones. (Lucas 3, 12-14)
Juan les contestó a los cobradores de
impuestos que fueron a bautizarse.
“No sigan cobrando más de lo
establecido. También algunos
soldados le preguntaron: ¿Y nosotros
qué debemos hacer? El respondió: “
No extorsionen a nadie, no hagan
falsas denuncias y conténtense con
su salario.
Continúa diciéndole a Juan a todos
en (Lucas 3, 16). Yo los bautizo con
agua, pero viene el que es más
poderoso que yo , y él los bautizará
con el Espíritu Santo y fuego.

c) Promete restituir el cuádruple.


Yendo mucho más allá de lo que la
Ley demandaba en tales casos.
(Números 5, 5-9). El Señor habló así a
Moisés: Dirás a los Israelitas: “Si un
hombre o una mujer se hace culpable
perjudicando de cualquier manera a
otra persona y ofendiendo al Señor,
deberá reconocer el daño que causó
y restituir la suma correspondiente,
más una quinta parte. Se lo deberá
pagar a la persona perjudicada. Pero
si esta persona no tiene un pariente
cercano a quien se le pueda restituir,
la suma de la restitución pertenece al
Señor. Será entregada al sacerdote,
aparte del carnero expiatorio con el
que se hará la expiación por él.

Notemos que no dice: “Si me obligan


ante los tribunales, haré restitución”
(Hay quienes parecen honrados
cuando no tienen escape), sino que lo
hará espontáneamente.
Todos cuantos estamos convencidos
de que hemos causado perjuicio en la
persona o en los bienes del prójimo,
no podemos demostrar sinceridad de
arrepentimiento de otro modo que
haciendo restitución.
Zaqueo no piensa que ya está
perdonado su pecado de extorsión
con su promesa de dar a los pobres la
mitad de sus bienes; dar de lo que no
es nuestro, no es caridad, sino
hipocresía. Y no es nuestro lo que no
ha llegado a nuestras menos por
medios honestos.
VI.- Jesús da por buena la conversión de
Zaqueo.
Jesús hace referencia que Zaqueo es un
hombre dichoso
(V9) Jesús le respondió: «Hoy ha llegado
la salvación a esta casa ya que este
hombre es también un hijo de Abraham,
Una vez convertido es ya salvo.
Jesús ha venido a esta casa y con ella ha
traído salvación consigo. Pero esto no
es todo “Hoy ha venido la salvación a
esta casa”
a) Al convertirse Zaqueo, va a ser, más
que nunca, bendición para su casa,
pues va a traer a su casa los medios
de gracia; al ser caritativo con los
pobres va a traer bendiciones a toda
su familia.
b) Al ser Zaqueo llevado a Jesús, su
familia entra también en relación
con el Salvador (Gálatas 3, 6-9) Se
extiende en primer lugar a los
creyentes hijos de Israel (Hechos 2, 39)
(Hechos 14, 36).
Y este Zaqueo aunque publicano, es
israelita.
Ya era por nacimiento, hijo de
Abraham según la carne; pero, al ser
cobrador de impuestos, era tenido por
gentil. (Mateo 18, 17).
Sin embargo, al hacerse creyente con
sincero arrepentimiento se hace un
verdadero hijo de Abraham como si
nunca hubiera sido publicano.
2.- Lo que Jesús ha hecho, al entrar en
casa de Zaqueo estaba muy en
consonancia con el objetivo que le
había traído a este mundo.
(V10) porque el Hijo del Hombre vino a
buscar y a salvar lo que estaba
perdido.»
Es la misma razón que había expresado
para justificar su trato con los publicanos
en otra ocasión (Mateo 9, 13) Allí dice
“No he venido a llamar a justos, sino a
pecadores al arrepentimiento” Aquí dice:
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y
a salvar lo que se había perdido.
A) El deplorable estado de los humanos:
Estábamos perdidos. Todo el mundo
tras la caída original, es un mundo
perdido, como se pierde un viajero al
errar el camino en un desierto o como
se pierde un enfermo cuya
enfermedad es incurable.

B) El misericordioso designio del Hijo de


Dios: Vino a buscar y a salvar; es
decir, a buscar para salvar; pues una
cosa se puede perder de dos maneras:
1. Cuando está fuera de su lugar 2.
Cuando se hecha a perder en el lugar
donde está. De las dos maneras
estábamos perdidos: fuera de nuestro
lugar (Génesis 3,9) (Is 53, 6) (Lucas 15,
17)
“volviendo” y echados a perder
(Génesis 36, 7) (Isaías 53, 5) (Efesios 2,
1 ss).
Por eso Jesús emprendió, para
salvarnos un largo viaje (Mateo 18,
11-12) en tres largas etapas:
1.- Del cielo a la tierra.
2. -De ese anonadamiento a la
humillación más profunda de la Cruz
(Fil 2, 6-8).
3.- De la cruz a la gloria (Fil 2, 9-11).
Cuando nuestra causa estaba perdida sin
remedio, el Gran Abogado intervino para
ganarnos el pleito (1 Timoteo 2,5) (1 Juan
2, 1-2).
Cuando nuestra enfermedad estaba
desahuciada de todos los médicos, el Gran
Especialista en Medicina General y en
Cirugía Personal entró en el quirófano.
Su designio, desde el principio, fue salvar
(Mateo 1, 21), y para salvar, vino a buscar
lo que necesitaba ser salvo. Y empleó
todos los medios posibles y necesarios para
tal objetivo.
Y, como en el caso de Zaqueo, vino a
buscar y a manifestarse a los que no le
buscaban, ni preguntaban por Él (Romanos
10, 20). De modo que, si alguno no se
salva, no puede achacarlo a negligencia o
desamor por parte de Jesús, pues Jesús
podría decirle, como dijo Dios a Israel
“¿Qué más se podía haber hecho a mi viña,
que yo no lo haya hecho en ella?” (Isaías 5,
4).
ORACIÓN: CAMINAR – MIRAR – HABLAR -
ENTRAR.
Padre Santo,
Hoy, reunida tu ciudad, en un solo corazón y
en un mismo espíritu.
Así como Zaqueo, estamos curiosos, de ver
quién es Jesús que atraviesa la ciudad para
venir a nuestro encuentro, a sanarnos y
salvarnos.
Jesús llega a ese sitio, a nuestros corazones,
se muestra, así como se mostró a Zaqueo en
Jericó su ciudad,
Hoy llega a esta ciudad, a mostrarse,
porque sus planes eran mejores que
conformarnos con solo verlo desde un árbol.
Es Él quien viene a nuestro encuentro en
este momento. Jesús nos está buscando, le
está buscando a usted, está actuando en
cada uno de nosotros.
Padre envía tu Santo Espíritu a quitar
nuestra ceguera espiritual.
Hoy Jesús ha alzado su mirada hacia
nosotros, esos Zaqueos, pecadores, quizá,
esos murmuradores mostrando soberbia
heridos.
Él conoce nuestras heridas más profundas
que nos han segado, que han endurecido
nuestros corazones, hoy miras Jesús a
tantos heridos, y sabemos que nos miras
con compasión, así como miraste a Zaqueo.
En este preciso momento, el Señor me está
llamando por mi nombre.
Baja pronto de ese árbol le dice, anhela que
seamos prontos a su llamado como lo hizo
María para ir a servir a su prima Santa
Isabel. Nos está ANIMANDO a actuar.
Baja pronto porque conviene que HOY me
quede en tu casa. Y nuestro corazón se
alegra porque solo Jesús es el UNICO que
entra en la casa de un pecador, herido,
desviado.
Quizá haya murmuradores a su alrededor,
pero eso no le importa a Zaqueo, solo le
importa que Jesús se ha hospedado en su
casa.
Hoy con Jesús en nuestra casa, nos
humillamos ante Él reconociendo nuestro
pecado, mostramos nuestra conversión
sincera, con un deseo de restituir el daño
que hemos causado a los demás y Jesús
acepta su conversión diciéndole a usted.
Hoy ha llegado la Salvación a esta casa, a su
alma sedienta de Amor, porque el Hijo del
Hombre (Jesús) ha venido a buscar y salvar
lo que estaba perdido.

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