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delegación

de pastoral
vocacional

SAN MATEO
Autor: Jesús Vidal

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otras personas.”
DEJʶNDOLO TODO, SE LEVANTˈ Y LO SIGUIˈ.
Después de descubrir a Jesús como alguien a quien
A lo largo de la historia muchos cristianos que no sabían leer, merece la pena seguir, Mateo no puede callarse e invita a
han recibido las catequesis a través del arte. En nuestros días sus amigos para que conozcan a Jesús. Seguro que entre
muchas de estas maravillosas catequesis pasan por ser obje- esos amigos, están aquellos que, porque estaban contando
tos de pura contemplación. las monedas, no ven a Jesús.
Nosotros tampoco podemos estarnos quietos, así
que pensamos en algo que nos pueda ayudar a descubrir
mejor la llamada de Jesús en nuestra vida, y a contárselo a
nuestros amigos.

Hoy vamos a ver cómo en este cuadro tenemos una completa


catequesis sobre la vocación.

Una vez observado con atención el cuadro, vamos a comentar-


lo, y nos podemos fijar para empezar en:

@ qué personajes hay


@ qué hacen
@ qué posición toman en la acción.

Intentaremos también ver qué nos quiere mostrar Caravaggio


en este cuadro. ¿Encuentras algún parecido entre este cuadro
y algún pasaje de los evangelios?

TE PRESENTO A MATEO
“Jesús salió de la casa y vio a un publicano, llamado Mateo,
que estaba sentado en su oficina de impuestos, y le dijo:
“Sígueme”. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.”
Lc 5, 27-28
En efecto, ese personaje rodeado de sus amigos y “colegas”
es Mateo, el recaudador de impuestos al que Jesús llamó a

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que le siguiera.
Podemos ver ya los distintos elementos de esta catequesis del
Caravaggio.

En primer lugar, tenemos a Jesús, a la derecha del cua-


dro, señalando con el dedo a Mateo. Es un personaje jo-
ven y atractivo, que tiene iluminados el rostro y la
mano. Es muy significativa la mano de Jesús. ¿No te re-

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cuerda a otra mano pintada por un pintor italiano muy Santiago y Judas Iscariote que fue el traidor.” (Lc 6, 12-
famoso?. La mirada de Jesús es clara y firme. Conoce a 16)
Mateo desde siempre. Si te fijas en un detalle, Jesús
tiene los pies en sentido contrario a Mateo, comenzan- “Mas ya que habéis visto el poder del que llama, considerad
do a andar. también la obediencia del llamado. Porque Mateo no opuso ni
Pero en primer plano, delante de Jesús, casi tapándolo un momento de resistencia, ni dijo, dudando: ¿Qué es esto?
tenemos a Pedro. Es un personaje mayor (tiene el pelo ¿No será una ilusión que me llame a mí, que soy hombre tal?
canoso), con ropas pobres, y que se apoya en un bastón. Humildad, por cierto, que hubiera estado totalmente fuera de
Su mirada refleja la dureza del camino recorrido y el lugar.” (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. Sobre S. Mateo,
cariño más profundo. Podemos ver como dirige su mano 30).
en el mismo sentido de la de Jesús. Los pies están diri-
gidos a Mateo. “Hay también otra sentencia en la que Jesús dice: “Deja que
Empezando por la izquierda, en primer lugar tenemos a los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar la
dos personajes, un joven y uno viejo, que tienen los ojos buena nueva.” Los trabajos de este mundo por los bienes y ri-
fijos en el dinero que están contando. Parece que no se quezas son en el fondo preocupaciones por los muertos- “Tú
dan cuenta de la presencia de Jesús y Pedro ante ellos. sal de este trabajo de muertos de este mundo y anuncia la
En el evangelio podríamos identificarlos con los fari- alegría”, tal es el núcleo autentico de la llamada que el Señor
seos. dirige a quienes han de transmitir su palabra. Anunciar la ale-
A la derecha de Mateo tenemos otros dos personajes. gría: por eso a los servidores del evangelio los llama Pablo
El que está de cara a nosotros es el más jovencillo del “servidores de vuestra alegría”.” (“Servidores de vuestra ale-
cuadro. Tiene un brazo apoyado en Mateo, buscando se- gría”. J. Ratzinger)
guridad. Es el que tiene los ropajes más ricos. Mira en
la misma dirección que Mateo, pero parece desviar los Y AHORA, TU ¿QUʾ DICES?
ojos de los de Jesús. Podríamos identificarle con el jo-
ven rico del evangelio. El otro personaje estaba segura- “Mateo le obsequió después con un gran banquete en su
mente pagando los impuestos y al oír a Jesús se vuelve. casa al que también había invitado a muchos publícanos y a
Su cara tiene un gesto de sorpresa, preguntándose:
¿Quién puede ser este?. Tiene una mano apoyada en el
banco y otra buscando la espada.
En el centro del lado izquierdo del cuadro tenemos a
Mateo. Es el jefe de los recaudadores de impuestos, un
hombre rico y despreciado por el pueblo. Es también un
hombre mayor, sin aparente capacidad de sorpresa y
novedad en su vida. Se está señalando a sí mismo y tie-
ne los ojos “abiertos como platos”. Su cara está ilumi-
nada y nos muestra que algo nuevo ha pasado en su vida.

Después de haber contemplado el cuadro y sus personajes


pensamos y contestamos:
 ¿Con quién o quiénes me identifico? ¿Con qué rasgo?.

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favor de los demás; a seguir a Jesús y a continuar su misión; a ES UN TESTIGO DEL AMOR DE DIOS Y QUIERE LLEVARTE HASTA
anunciar el evangelio de la gracia, que el Reino de Dios ha lle- ÉL
gado en una persona: Jesucristo.
Ahora podemos dedicar un poco de tiempo a pensar en El primer fundamento de todo hombre es una llamada de
lo que hemos visto: amor del mismo Dios. Cada uno de nosotros existimos porque
 ¿Descubro en mi vida la llamada de Jesús? Dios nos ama y nos ha llamado a la existencia (Jr 1,5). Nuestra
¿Dónde la descubro? historia es una historia de amor con Dios, que en Cristo, sale a
 ¿A qué me siento llamado?, ¿Cómo creo que po- nuestro encuentro, como un día salió al encuentro de Mateo y
dría mejorar mi seguimiento de Jesús? nos llama a seguirle en el camino.
 ¿Cómo respondo a la pretensión de Jesús? Pero esa llamada no es una llamada abstracta, desde el
vacío. El cuadro muestra muy bien esto. La llamada de Jesús es
PARA QUE LE CONOZCAS Y GOCES DE SU AMISTAD siempre a través de Pedro, de la Iglesia. Ésta es pobre y puede
parecernos a veces vieja, pero trasparenta la autentica llamada
Para escuchar a Jesús es necesario que le prestemos de Cristo. Sólo en compañía de Pedro puede Mateo seguir a Je-
atención a Él. Para eso, como con nuestros mejores amigos sús, porque así lo ha dispuesto Jesús mismo.
cuando vamos a hablar de cosas intimas, es mejor separarnos Ante esta llamada se nos presentan muchas dificultades.
un poco del resto y hablar a solas con Él, escucharle. Podemos no verla, como los fariseos. Pero la llamada también se
Para eso te propongo algunos textos que hablan de Ma- dirige a ellos y sólo hace falta que alguien les levante la cabeza,
teo y de cómo vivió él ese encuentro con Jesús. Escúchale en para que la vean. Tal vez sean las comodidades y seguridades
ellos. de nuestra vida las que nos impiden seguir a Jesús. Alguna vez
hemos sentido cómo Jesús pone su mirada en nosotros, pero
“Jesús salió de la casa y vio a un publicano, llamado Mateo, hemos contestado que “hoy no, tal vez otro día”. O como al jo-
que estaba sentado en su oficina de impuestos, y le dijo: ven espadachín, Nos ha sorprendido la llamada y nos hemos
“Sígueme”. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Mateo le puesto en guardia. Tememos que pueda ser algo malo para noso-
obsequió después con un gran banquete en su casa al que tam- tros (“a ver si me van a comer el coco”), pero no podemos negar
bién había invitado a muchos publícanos y a otras personas. el atractivo de la llamada.
Los fariseos y sus maestros de la ley murmuraban contra los Pero la respuesta a todas nuestras dificultades la tene-
discípulos de Jesús y decían: - ¿Por qué coméis y bebéis con mos en Mateo. Es un hombre mayor, con la vida hecha, pero al-
publícanos y pecadores? Jesús les contestó: No necesitan mé- go nuevo entra en su vida. En su vida corriente, aparece algo
dico los sanos, sino los enfermos Yo no he venido a llamar a los que de repente le da una nueva luz. Con corazón sencillo, abier-
justos, sino a los pecadores para que se conviertan. ” (Lc 5, to, se deja sorprender por la novedad del amor de Dios, que le
27-32) llama. Y no puede menos que dejarlo todo al momento y seguir-
le. Porque una presencia como la de Jesús toca toda nuestra
“Por aquellos días, Jesús se retiró al monte para orar y pasó vida, y no podemos permanecer indiferentes a esa pretensión
la noche orando a Dios. Al hacerse de día reunió a los discípu- de Jesús de ser el centro de nuestra existencia. Por eso, Ma-
los, eligió de entre ellos a doce, a quienes dio el nombre de teo pone a Jesús por encima de todas las demás cosas y
apóstoles: Simón, a quien llamó Pedro y su hermano Andrés, “dejándolo todo, se levantó y lo siguió”.
Santiago y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás y Santia- Esta es la llamada personal que Jesús hace a Mateo, la
go el hijo de Alfeo, Simón llamado Celota, Judas el hijo de de ser apóstol. Jesús más tarde elegirá a Mateo entre esos
Doce que tuvieron una especial relación con él. Mateo se ve lla-
mado a dejar su trabajo, su familia, su vida, para entregarla en
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