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INICIO: (Relato de la Historia), Jesús entro a Jericó. Allí vivía Zaqueo, un hombre muy
rico que era jefe de los cobradores de impuestos. Zaqueo salió a la calle para conocer a
Jesús, pero no podía verlo, pues era muy bajito y había mucha gente delante de él. Entonces
corrió a un lugar por donde Jesús tenía que pasar y, para poder verlo, se subió a un árbol de
higos. Cuando Jesús paso por allí, miro hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, bájate ahora mismo,
porque quiero hospedarme en tu casa”, Zaqueo bajo enseguida, y con mucha alegría recibió
en su casa a Jesús. Cuando la gente vio lo que había pasado, empezó a criticar a Jesús y a
decir: “¿Cómo se le ocurre ir a la casa de ese hombre tan malo?”, después de la comida,
Zaqueo se levanto y le dijo a Jesús: -señor voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que
tengo. Y si he robado algo, devolveré cuatro veces esa cantidad. Jesús le respondió: - desde
hoy, tú y tu familia son salvos, pues eres un verdadero descendiente de Abraham. Yo el hijo
del hombre, he venido para buscar y salvar a los que viven alejados de Dios.
INICIO: (Relato de la Historia) Jesús llego a un pueblo llamado Sicar, cansado del camino,
se sentó junto al pozo. Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de
beber. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. La mujer samaritana
le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque
judíos y samaritanos no se tratan entre sí. Respondió Jesús y le dijo: tú no sabes lo que
Dios quiere darte, y tampoco sabes quién soy yo. Si lo supieras, tú me pedirías agua, y yo te
daría el agua que da vida. Y La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es
hondo. ¿Cómo va a darme esa agua? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que
nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? Respondió Jesús y le dijo:
Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que
yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de
agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga
yo sed, ni venga aquí a sacarla. Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo
marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has
dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
DESARROLLO: Jesús te va a ir a buscar hasta en los lugares menos esperados a las horas
menos esperadas no es “coincidencia” es DIOS que está trabajando para hallarte, adonde tu
vallas ya esta Jesús esperándote, Jesús no va con el sistema social, no es igual al vecino o a
tu tío, él es amor, justicia y paz, a Cristo le importa que de tu boca salga la verdad que seas
sincero porque el ya lo sabe todo pero de ti debe salir sinceridad, después de que la mujer
samaritana le vio y hablo con Jesús, perdió sus miedos olvido su pasado no se escondió de
los demás, salió corriendo al pueblo diciéndole a todos que el salvador estaba allí y contar
las buenas nuevas, porque ella se sintió libre y perdonada, recuerda que Jesucristo todo lo
sabe de ti tanto lo malo como lo bueno pero él no te juzga no te critica no te rechaza, el te
quiere perdonar solo debes hablar con el pedirle perdón y hablar con el corazón, el quiere
escucharte y sentirte como hijo. Jesús sabe lo que vales, sabe la gran fuerza y valor que
llevas en el corazón pero es hora de que tú también lo sepas y lo compartas. Sigue el buen
ejemplo que Dios puso en la tierra ya que Jesús es nuestro ejemplo y guía para vivir.
INICIO: (Relato de la historia) Una noche, un fariseo llamado Nicodemo, que era líder de
los judíos, fue a visitar a Jesús y le dijo: -Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a
enseñarnos, pues nadie podría hacer los milagros que tú haces si Dios no estuviera con él.
Jesús responde – te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de
Dios. Nicodemo le pregunto: -¿Cómo puedo volver a nacer alguien viejo?, ¿acaso puede
entrar otra vez en el vientre de su madre? Jesús le respondió – te aseguro que si uno no nace
del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Todos nacen de padres
humanos, pero los hijos de Dios solo nacen de espíritu. Dios amo tanto a la gente de este
mundo, que me entrego a mí, porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la
gente, sino para salvarla.
DESARROLLO: Primero es importante que ustedes sepan que Nicodemo era un hombre
muy rico, respetado líder, y un estudiado de las escrituras, y a pesar de esto el necesitaba
de Jesús fue y le dijo que lo reconocía como hijo de Dios y venía a enseñarnos, ahora bien
si se preguntan que es ¿Nacer de nuevo? Así como Nicodemo se lo pregunto ya que no
entendía que significaba, ustedes también deben tener dudas ya que ninguno puedo volver a
ser bebe. Bueno nacer de nuevo significa: Jesús vino a la tierra a sanar y hacer milagros a
enseñarnos como vivir unos con los otros pero principalmente, vino a sanarnos por dentro a
curar nuestros corazones y esto se logra cuando perdonamos a quienes nos hacen daño,
cuando aceptamos a Jesús en nuestro corazón y este se llena de amor, ya que la palabra nos
enseña que Dios entrego a su único hijo por amor a nosotros, que luego Jesús se entrego en
la cruz por amor para perdón de nuestros pecados, y finalmente nosotros debemos
entregarnos a él y recibirlo en nuestro corazón por amor, dios nos ama a todos pero
depende de nosotros si lo aceptamos en nuestras vidas o lo rechazamos, una forma de
aceptarlo es por la oración de Fe y por medio del bautizo en agua el cual se realiza
sumergiéndonos totalmente en agua y con claro entendimiento de lo que está realizando.
Nuestra recompensa es la salvación esto quiere decir vida eterna en el cielo con papito
Dios.
INICIO: (Relato de la Historia), algunas madres llevaron a sus niños para que Jesús
colocara su mano sobre sus cabezas y los bendijera. Pero los discípulos las regañaron. Al
ver Jesús lo que estaban haciendo sus discípulos, se enojo con ellos y les dijo: -Dejen que
los niños se acerquen a mí. No se lo impidan, porque el reino de Dios es de los que son
como ellos. Les aseguro que quien no confía en Dios como lo hace un niño, no puede ser
parte del reino de Dios. Jesús tomo en sus brazos a los niños y poniendo sus manos sobre
ellos, los bendijo.