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Ser MAMÁ de un niño con autismo te rediseña tu propósito de vida, te exige una
reestructuración familiar y mental, no solo de ti, sino de quienes rodean tu hijo.
Ser MAMÁ de un niño con autismo te hace consciente de cosas que antes no
veías, te hace pensar en soluciones a situaciones que antes no te ocurrirían y que
con el paso del tiempo te vuelves experto. Ser MAMÁ de un niño con autismo te
rompe todas tus expectativas, pero te crea nuevas experiencias, en donde lo
impensado para ti, toma forma en tu vida y no vuelves a ser igual.
Cuando tu vida es tocada por un ángel con Autismo, te marca para siempre.
Sin duda, nada te prepara para ser una mamá de un niño con AUTISMO, cada
madre, cada niño, es diferente y eso lleva un sin fin de experiencias que te marcan
y que te enseñan y que de alguna u otra forma te hacen crecer y madurar como
persona.
Hoy por hoy soy una mejor persona. intento ser siempre la mejor versión de mí
misma para mi hijo, enseñándole a mi familia a mi hijo, a mis amigos y conocidos
que el Autismo saco lo mejor de mí, y mostrándoles esa cara amigable de este
síndrome.