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El Ambiente Preparado es lo natural al hombre, es decir, que está formado a partir de lo que
la naturaleza le aporta y él modifica para subsistir e interrelacionarse.
Para el niño y la niña, la escuela debe ser el lugar donde vivir en plena libertad, en todos los
sentidos, tanto espiritual, como física y psíquicamente: trabajando cada día en la conquista
de la independencia.
Los espacios físicos deben ser amplios, luminosos, con áreas verdes… En el interior de los
salones, el mobiliario debe estar adecuado a la edad y tamaño del niño, las repisas ubicadas
de forma de que no se entorpezcan unas con otras. Todos los materiales tienen que estar a la
altura de del niño, ya que deben tener un fácil acceso, para lograr un trabajo autónomo que
le permita la conquista de sí mismo en una verdadera autorregulación. Asimismo, el salón
debe evitar los elementos distractores.
Para promover la actividad espontanea del niño, hay que proporcionarle materiales
ordenados y con una estructura que permita ir aprendiendo desde lo más simple hacia lo
más complejo. El orden externo favorece el orden interno de la persona, de igual modo,
debemos seguirla premisa “un lugar para cada cosa, y cada cosa en su lugar”. Lo cual se
encuentra estrechamente relacionado con el ciclo de trabajo:
1. Tomar el material que se desee siempre y cuando esté libre y haya sido presentado
de forma previa
2. Trabajar con este el tiempo deseado mediante un buen y correcto uso
3. Devolver el material a su lugar en las mismas condiciones que fue tomado
Los ambientes deberían estar diseñados para estimular el deseo del aprender, con presencia
de objetos naturales y diversidad de materiales, como si fuese un verdadero hogar bello,
iluminado y armónico. Se estimula el trabajo educando la voluntad a través de la libre
elección del trabajo.
Físicas:
Debe tener el suficiente espacio para permitir el movimiento libre del niño.
Tiene que ser seguro, esto significa que debe estar ausente de peligros que el niño
no pueda controlar.
Debe ser un lugar bello, estético, de colores suaves, atractivo para los sentidos y
armónico.
Ordenado y estructurado por Áreas, flexible, pero a su vez, estable. Flexible porque
se puede agregar o suprimir una actividad o cambiar un Área de lugar para dar
mayor accesibilidad a esta. Estable porque si se cambian constantemente las cosas,
el niño no tendrá puntos de referencia y se sentirá inseguro.
Debe tener una cantidad suficiente de actividades, esto depende del número de
niños y las necesidades de desarrollo de acuerdo a sus edades.
Contener actividades inteligentes, bien direccionadas y comprensibles para el nivel
de los niños.
Proporcionado a las dimensiones y fuerzas del niño (mesas, sillas, muebles,
materiales).
Que el mismo ambiente dirija al niño hacia el conocimiento y lo ayude
a ordenar sus ideas y aclare su mente.
Psico-afectivas:
Debe ser un ambiente espiritual donde exista respeto hacia el niño, esto se refleja en
la forma de hablarle y relacionarse con él.
Tiene que ser un ambiente de libertad, donde existan límites claros y precisos,
conocidos por todos, los cuales proporcionarán al niño seguridad y confianza.
El ambiente está al servicio del niño y la niña, es un complemento de la libertad, se
refiere a que debe estar planificado en su totalidad pensando en ellos.
Debe ser vital, es decir, que permite fluir todas las energías del niño.
Favorecer el desarrollo social de los niños, que sea lo más parecido a su hogar o
comunidad, motivo por el que se unen niños de distintas edades
Bibliografía