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Libros para nada

Colección dirigida por


Gustavo Bombini

Diseño: Oscar Díaz

Ilustraciones de
Paula Socolovsky,
Martín Kovensky
y Luis Pollini
“y si Dios moviera sus pechos dulcemente? dijo
¿y si Dios fuera una mujer?”

Juan Gelman
“Preguntas”

“En esos días andaba trabajando un lenguaje que


rompiera los huesos convencionales de la poesía.”

Joaquín O. Giannuzzi
“El poeta y la angina”
Relaciones na antología es una
. U forma de proponer
relaciones? La pregun-
esa piedra ¿tiene que ver con él? ta puede ser a veces,
el hombre de la zapatería de enfrente ¿tiene que ver con él? como en el poema de Juan Gel-
los millones de chinos indios angoleños que no conoce ¿tienen que ver man, la repuesta.
El personaje del poema se rela-
con él? ciona con esa piedra, con el
el sanantonio extraño bicho de Dios ¿tiene que ver con él? sanantonio, con el hombre de
la zapatería de enfrente, con los
millones de chinos, indios y
esa piedra tiene que ver con él angoleños que no conoce. En la
antología, Gelman se relaciona
el hombre de la zapatería de enfrente tiene que ver con él con otros poetas que posible-
los millones de chinos indios angoleños que no conoce tienen que ver mente no conoce.
La antología puede plantear
con él relaciones entre los autores
el sanantonio extraño bicho de Dios tiene que ver con él que incluye y, a la vez, entre
éstos y otros autores que no
están incluidos.
extraño bicho el sanantonio vuela corto es bella su caparazón La idea es dar un espacio (pro-
extraño bicho el humano poner relaciones) a aquellos
poetas y textos que no entran
extraña dicha la suya cuando hay
en el circuito de la enseñanza y
vuela corto es bella su caparazón y en el de otras instituciones
como la crítica, los suplemen-
tos literarios de los diarios y
tiene que ver con esa piedra las mismas antologías. Las
con el hombre de la zapatería de enfrente tiene que ver preguntas iniciales son ¿por
qué no entran?, ¿por qué las
con los millones de chinos indios angoleños la extraña dicha suya historias de la literatura por
aunque lo piense a solas sola

cierto resulta el vivir y cierta cada vida


al lado de él encima de él abajo de él el sanantonio
vuela corto es bella su caparazón y extraña
la dicha de él

Juan Gelman, Relaciones


Dudas ejemplo incluyen más muertos
que vivos (cuando no sólo
muertos)? , ¿por qué una litera-
En el invierno de Den Haag tura hecha de cadáveres en los
Benedictus Spinoza más diversos sentidos del tér-
mino?, ¿por qué leemos siem-
se preguntaba ¿Hay tiempo en pre cosas que no nos pasan?,
la eternidad? ¿por qué siempre los mismos
poetas en los suplementos?,
y pulía lentes etc., etc.
con manos chuecas Se podrían suponer algunas res-
y se decía en la eternidad no existe el puestas que aparecen insinuadas
en prólogos y aledaños:
tiempo 1) Estos poetas no se pueden
y pulía pulía con paciencia incluir (o estudiar) porque algu-
nos de ellos son muy jóvenes
bajo la luna rosa (los poetas del '60 andan nada
que se parecía a un sol más que entre los 50 y los 60
años). Por lo tanto no tienen
en ese invierno una obra acabada y es muy difí-
y maldecía a Dios cil ser objetivo con su produc-
cuando las lentes se rompían ción hasta el momento.
2) Estos poetas no hacen poe-
en las manos chuecas sía, traicionan el lenguaje poé-
cuando las holandesas de tetas tico. En sus textos no aparecen
los recursos tradicionales:
revoloteantes pasaban por sus lentes metáfora, metonimia, sinécdo-
con hilaridad que, hipérbaton, etc.; o al
moviendo sus tetas en revoltijo menos no es lo más relevante.
3) Estos poetas no hacen poe-
y nadie sabía si puteaba sía, escriben panfletos políticos
por las lentes
por las holandesas
por las tetas o por Dios
y nadie supo nunca
si ése era el motivo
por el que vomitaba a Dios en secreto
y se le decía a los rabinos
impasibles que Dios era naturaleza
por esas lentes que se
rompían en sus manos chuecas
por designio divino natural
O porque las tetas tan naturales
le provocaban vómitos a Dios (argumento que tiene que ver
O una gran hilaridad con el 2).
O SI era porque veía esas tetas 38) Otras por el estilo.
/ Entonces, qué buscar en un
multiplicada en la seriedad de las astillitas poema que en su forma de decir
de tetas inalcanzables que se le quedaban imita al lenguaje cotidiano.
Difícil tarea. Qué hacer con
en las manos en revoltijo y lo lastimaban estos textos que se parecen al
mientras el invierno caía tango pero no son el tango, que
se parecen a la consigna políti-
y la luna rosa como un sol caía
ca pero no son la consigna
y él era el vómito de Dios política. ¿Qué hacemos con
y no hacía otra cosa que pulir lentes estos textos que están cruzados
permanentemente por los dis-
que se astillaban y los rabinos cursos sociales?
casi lo condenan a la hoguera
Cuando digo discurso no me
sin remedio refiero solamente a aquél que se
y mis tetitas astillaron tus manos como lentes lee en la escuela a fin de año, o
al que elabora un político para
en derrota.
su campaña electoral; sino a
todos los enunciados orales y
escritos que se producen a partir
de determinada práctica social:
Ana Sebastián, Yuyo verde/Noticias la política, el periodismo, la
sexualidad, la conversación
cotidiana, y hasta la literatura
misma.
Por otra parte, los productores
de estos discursos pueden no
estar identificados con nombre
y apellido. Todos tenemos que
ver, en mayor o menor medida,
con la producción de los discur-
sos sociales.
Dos manos al bolsillo Retomando la banda: yo decía,
¿qué hacemos con estos textos
que están cruzados permanente-
> será verdad que las brujas se comen los chicos? mente por los discursos socia-
les, es decir por la consignas
que si me porto mal no voy a ir al cielo políticas, por el periodismo,
o los ratones me van a comer los pies? etc...? El problema acá es que
los poemas incluidos en la
antología cuestionan los lími-
mirá que yo no estoy contento tes entre los géneros (considera-
que en la juntura de la sangre tengo una espina dos como compartimentos
estancos, inamovibles). Al
y aún hay que salir de esta ceguera leerlos ya no podemos decir:
romper el aire con los besos y empezar otra vez esto es un poema, porque no es
un discurso político, porque no
dame tu mano
es una noticia periodística, por-
tengo una flor rota que no es una narración. En
dos ojos sin descanso dos manos al bolsillo y empezar otra vez realidad en estos poemas los
límites entre los géneros se
mirá que yo no estoy contento diluyen. El poema va a tener
que ver también con el cuento e
inclusive con el teatro.
y creo algunas cosas Uno de los elementos que nos
que habría que acostarse con un muñeco al lado permite ver claramente cómo se
E HAS

y no decir mentiras porque me puede salir una joroba diluyen estos límites es el uso
> TA

del lenguaje.
pero decíme Estamos acostumbrados a que
si tengo el corazón doblado un poco
A

en una novela o en un cuento


los personajes hablen como
vos me vas a querer igual? hablamos nosotros (al menos
en la narrativa contemporánea),

Roberto Santoro, Oficio desesperado


A. O A

Cumpleaños el mismo caso se da en el tea-


tro. Sin embargo, normalmen-
te, en la poesía el que habla
¿respirarías / calle / donde ahora habla distinto (con metáforas,
cae la tristeza? / ¿en lluvia? / con imágenes). Acá está pre-
sente la vieja diferencia entre
mamá trajo la tarde / lenguaje poético y lenguaje
voy a manchar los manteles / seguro / cotidiano.
Muchas veces se piensa que la
poesía tiene que ser lo diferente
y me gustará mucho el reto de la lengua hablada; pero en el
que me va a echar/ suavísima/ caso de estos poemas no es así.
Es más, el lenguaje poético
revolviéndome el alma recurre ahora al lenguaje coti-
con la cuchara de la sopa / diano: las imágenes tradiciona-
les no desaparecen por comple-
to, pero la forma de decir en el
lo último que hizo poema es notablemente dis-
tinta.
antes de morir En esta antología hay ausencias
fue tender un hilito (como en todas). Trato sin
para ponerme al sol embargo de cubrir un bache con
poetas argentinos desgraciada-
mente no muy difundidos (y a
veces ni siquiera mencionados)
que escriben sobre cosas de las
Juan Gelman, Interrupciones II que normalmente no se puede
hablar. Trato de aproximar, ade-
más, otras formas de pensar la
poesía distintas de aquéllas a
las que estamos acostumbrados.
“ay

si tuforma de lluvia me mojara”

Roberto Santoro
“Oficio desesperado”
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AN

Blues de las adolescentes Todos los textos incluidos tie-


nen una manera de relacionarse:
la forma de pensar su función
A la hora en la que yacen entornadas las ventanas de los chalets. en la sociedad.
A la hora blanca a la hora dorada Bajando un poco las aspiracio-
nes, el poeta va a perder las
a la dulce hora en que parten los veleros hacia las islas
alas y se va a convertir en un
las adolescentes salen del agua clara ciudadano que tiene un oficio:
las adolescentes se estiran sobre la arena escribir sobre las cosas que nos
pasan a todos, el cuerpo, el
las adolescentes tienen la voz húmeda amor, la política y otras yerbas.
las adolescentes escuchan al cálido blues de los mediodías Y el primero de los siempre
censurados es el cuerpo. Sin
las adolescentes maduran sus senos
embargo, el cuerpo tiene nume-
mientras las flores llenan todo de un rural aroma rosas apariciones en la poesía
mientras las cigarras, ah las cigarras cantan en lo alto de las palmeras. argentina. El poema de Raúl
González Tuñón pone en escena
el cuerpo femenino. El cuerpo
Jébele tiene quince años y ha ido a la playa. de Jébele es un cuerpo admirado
y deseado y como tal se con-
Ha ido a la reunión de estudiantes vierte en objeto del texto.
ha subido conmigo a un ómnibus En realidad la historia de los
ha estado hojeando libros y estampas cuerpos de mujeres en poemas
escritos por hombres es una
ha brotado de pronto del día su hermoso cuerpo de islas y de trópicos. larga historia. La poesía de
amor tiene como uno de sus
ejes la poesía sobre el cuerpo
Hace ya tiempo no mucho que no sé nada de ella de la mujer: por lo general
pero no puedo ver aire y plantas y agua y sol bello, admirado y algunas veces
tocado (es decir en contacto con
ni oír blues o graciosos vientos que mueven las veletas otro cuerpo). Raramente la poe-
sin acordarme de Jébele.

Su nombre bíblico me habla de frescos hules sobre las pequeñas mesas


de grava perfumada en las plazas abiertas cerca de los ríos
y a la hora en que vienen del fondo de los mediodías
las voces misteriosas de la tierra
y ya es imposible no desear la adolescencia
su gloria liviana y áspera
su ácido olor a fruta mojada.

Jébele tiene quince años y ha venido a la playa.


Yo veo cómo la acarician los elementos

13
y estoy lleno de tierra y agua y fuego sía escrita por hombres tiene
y pienso en algún mapa que he visto en donde ni mencionan como objeto al propio cuerpo.
Lo interesante en los textos
el nombre de las islas perdidas. seleccionados para esta antolo-
gía es ver qué pasa con la escri-
A la hora en que las islas salen a la superficie tura de las mujeres. ¿Por qué
los hombres no hablan de su
Jébele las recorre como una joven pantera. propio cuerpo —sino del cuer-
Está alerta y respira con todo su cuerpo po femenino— y las mujeres sí
lo hacen? No pretendo con esto
y ha ido a una reunión de estudiantes hacer una gran digresión sobre
y ha viajado en ómnibus conmigo escritura femenina o masculina,
simplemente marcar este dato
mientras desde el fondo de los mediodías que me sorprendió en el armado
subía un rumor lejano de ocultos archipiélagos. de la antología.
Quizás el hombre no necesite
meter su cuerpo en la poesía y
la mujer sí. Para ver esto un
Raúl González Tuñón, Todos bailan poquito mejor habría que tener
en cuenta cuál es el rol de la
mujer en la sociedad, cuáles
son sus luchas para ocupar
otros lugares y cuál es el espa-
cio que la sociedad le da al cuer-
po femenino. Ya que estamos,
pensemos en la mujer como
escritora.

14
E O0 q =opz 3 y yqQÁQRÁ qQORQPÁÓRQOOOOOOaOO.pDn.Dgn mn Dn na

En
En el modernismo (fin del
siglo XIX y principios del XX)
las mujeres como escritoras tie-
=> Yoera la que dormía
nen un espacio. ¿De qué habian
y despertaba estas mujeres en su poesía?
¡
con un hombre no a mi lado. Hablan casi siempre de sus sen-
sino en mi cabeza timientos. La poesía es básica-
mente confesional: la escritura
, ;
Ellos levantaban la persiana y me femenina se ocupa de los acon-
tecimientos privados, casi
hacían renegar por los rayos
- pe de los públicos bs140
del sol, cuando era de día, 0 ay algunos poemas On-
sina Storni que rompen con el
por lo tarde de la hora,
confesionalismo). Las mujeres
: : .
cuando las hojas del tilo rechinan no hablan en sus poemas de
política. Esté es
y agrietan entonces el aire.
intocable de los hombres. Sin
Yo me dormía pensando en
embargo, sí escriben poesía
la cara y el gesto erótica. Lapoesía de Delmira
Agustini (Uruguay: 1886-
del próximo hombre, y éste
. 1 a la pi
no llegaba nunca ni se atrevía/ na de a poesía masculina
momento (Darío y Lugones
a golpearme la puerta.
por ejemplo), la mujer blanca
La mañana era siempre igual:
A Ze p Pr
desinfectaba los delirios nocturnos
mujer que nunca
suavemente, y amontonaba
termina de

entregarse. En los textos de


ecos, almohadones desamparados. Alfonsina Storni, si bien se
mantienen algunas imágenes
(típicas del modernismo) como

Irene Gruss, El mundo incompleto

15
Una pasión cuerpo de mujer” /“lirio blan-
co”, la imagen femenina que se
construye es totalmente distin-
Como el que ta: la mujer habla de su cuerpo
ha dej ado y del cuerpo masculino, habla
E. de sus deseos y a veces separa
de vivir. amor y sexo.
En los poemas seleccionados
acá es notable cómo la mujer
Como el que
habla de su propio cuerpo:
apasionadamente cuerpo frente al espejo, cuer-
: po frente a otro cuerpo (bajo
ha dejado
otro cuerpo). El decir sobre el
de vivir. cuerpo o sobre el sexo no es
por otra parte desviado (como
el del modernismo), no se uti-
Como el que lizan, por lo general, imáge-
deja nes para hablar del cuerpo. El
decir es directo.
para la muerte
Quizás la mujer esté ocupando,
la pasión desde la escritura, espacios que
e ivir
no ocupa, o mejor dicho que
ocupa con dificultades, en la
sociedad. Por esta razón puede
Leónidas Lamborghini, Circus sen que entren el praia paepo
y el cuerpo del hombre en su
poesía, por esta razón puede ser
que ahora la poesía femenina se
ocupe de “lo público”, salga de
su cerco para hablar también de
Internado de Señoritas lo político.

Las Señoritas con una paloma en el hombro.


Las Señoritas con un álbum de tapas de cuero de Rusia.
Las Señoritas en una rotonda con fondo de Egipto pintado.
Las Señoritas en una ventana asomadas, lloviendo.
Las Señoritas con la Torre de Eiffel sobre la cabeza.
Las Señoritas con trajes azules de cuello volcado.
Las Señoritas en una carroza que va al Internado.
Las Señoritas en un dormitorio durmiendo.
Las Señoritas con virgo muriendo, muriendo, muriendo.

Raúl González Tuñón, Los caprichos de Juancito Caminador

16
ana
.
Soy una mujer sin problemas
. .
mjor
Dije antes: una antología es

- Todos lo saben nes. Y bien ¿cuáles son las


Ñ relaciones entre todos los textos
y entonces buscan mi compañía
E .
para charlas por las noches. incluidos en esta antolo gía?
Sin embar g0 yO CONnozco a algu
Había dicho: un modo de pen-
ien que quiere morir en paz
sar la función de la escritura en
consigo mismo la sociedad. Sin embargo, esto
y me produce estremecimientos, insomnio, sole es un tanto general y parec
dad, e
una escapada por la tangente.
porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,
Lo que en realidad relaciona a
dos o tres asesinat
. .
os inevitables y alguna entrega desmedid. a
.

-
estos autores es que sus

que no entra en mis planes.


sedeslizan en los márgenestextos
y
se definen a partir de éstos.
Sin:embargo yo sueño por las noches
=
En los márgenes podemos ubi-
con un jardín inmenso donde los muertos se
car la escrisura de RN
levantan para saludarme; lez Tuñón que, tal como lo
yo sueño con un hombre que me inquieta y como
. lo ignora explica Beatriz Sarlo, diseña en
me habla amigablemente del resto del mundo sus poemas un nuevo espacio:

y de mis múltiples amores, tan simpáticos, el puerto (zona de entrada y


tan apropiados como tema de conversación.
salida). Los puertos con sus
bares de luces no blancas y sus
borrachos, sus pescadores (como
Schiltigheim), sus fumadores de
, y m Opio y sus prostitutas. En los
]
Juana Bignozzi, Mujer de ciert o orden márgenes de la sociedad están
los ladrones y los crotos. El
poeta también se mezcla con
estas figuras marginales.
La poesía de Nicolás Olivari
también se despliega en los

17
Poderes mágicos márgenes: comparte con la de
González Tuñón determinados
personajes como la mujer sin
las palabras me abruman dinero que se prostituye y los

aa
respiro mal ladrones. Isaacson dijo que Oli-
vari es “el poeta de los lum-
(diagnóstico de pen” y se podría agregar que
paro cardíaco en

MM
González Tuñón es, en cierta
zona de su producción, “el

va
ciernes) poeta de los extranjeros, de los

un
inmigrantes”, que también son
habitantes de los márgenes.
pero sería insensato

a
Pero además de estos márgenes
detenerse ahora

a
que tienen que ver con un dise-
justo que acabo de cumplir trece

ws
ño de espacios y personajes no
convencionales dentro de la
me paso el día en el baño

a
poesía, están los márgenes de
desnuda

saña
la escritura.
Esta poesía se escribe en un
jugando a que soy lenguaje que no es el concebido
marilyn monroe tradicionalmente como poético.
No existen por supuesto la
rima y el metro y además se
imita (con diferentes intensida-
María Negroni, Per/canta des) al lenguaje hablado.
A mí siempre me resultó muy
seductor pensar qué tipo de poe-
sía circulaba en la época en que
apareció determinado texto o
libro como La calle del agujero
en la media de González Tuñón,
+ y hubo un día
en que te vi llegar
me traías mucha música
de tu corazón redondo
pero te quisiste bañar
y yO
sólo quería tocarte
olerte
como eras

Silvia Alvarez, Déjala correr, déjala correr

18
El amor absurdo La musa de la mala pata de O-
vari o Gotán de Gelman. Qué
se escribía en ese momento y
qué se leía como poesía. En el
Nos faltaban hechos.
primer caso, tendríamos que
Ni hacíamos el amor ni nos acomodábamos revisar los últimos coletazos
a tomar café. del modernismo que tenían un
No organizamos ningún campamento a peso importante en la década
del *20. Este era un modernis-
las Islas Canarias, y mo cargado de imágenes que en
en Puerto Madryn realidad ya no eran originales y
que daban como resultado una
ni nos reconocimos: los únicos testigos de esto especie de poesía excesivamen-
fueron los cormoranes. Bichos feos de por sí, te ornamentada. También (y
éstos nunca desaparecen) esta-
los cormoranes saltaban ban presentes los románticos a
gritaban ultranza y a destiempo, con sus
nuestra falta de hechos. textos lacrimógenos, repletos
de besos tibios, tardes que caen
Amantes insólitos, lentamente y cosas por el estilo.
nunca nos reunimos, ni por casualidad,
a oler la lluvia, ni a agitar banderas Antilirismo, anti-lagrimita (tener presente
ni a cerrar las ventanas aquello que decía Baudelaire: “la canalla
elegíaca”) anti-humanitarismo. Contra esas
ni a inventar, ni siquiera humedades, dureza, sequedad. Me doy cuenta
de que casi todo el tiempo he estado escribien-
inventar do “en contra'. En contra de esa estética y esa
ética tan fayuta la una como la otra.
algo cierto.
Leónidas Lamborghini, Reportaje al solici
tante descolocado

Irene Gruss, El mundo incompleto

19
Cuando aparece Gotán de Gel-
Mis reinos más oscuros man, en el año 1962, tiene a
sus espaldas la producción poé-
si agotara los recursos las mañas tica de los autores del *50:
invencionistas y surrealistas
contra vos / contra el deseo aún sobre todo. La vanguardia del
me quedaría el peligro "SO utiliza de algún modo la
premisa de escribir en contra de
la gramática, violentándola.
prefiero desnudarme Invierte la sintaxis de la frase y
la imagen se instala en primera
fila. Lo que hacen es concebir
quién sabe qué fogatas al lenguaje poético como lo
te alumbran diferente del lenguaje hablado.
La metáfora radicalizada es el
(te agigantan) ejemplo más claro de la consti-
tución del código poético en la
qué animales sueltos vanguardia.
El otro margen entonces, si
tenemos en cuenta esta pequeña
qué toldos “historieta” de la poesía que
estoy haciendo, es el tipo de
lenguaje poético que constru-
María Negroni, Per/canta yen los autores incluidos en la
antología. Este ha sido denomi-
nado por la crítica “conversa-
cional” o “coloquial”. El
poema es en realidad el reverso
del texto netamente vanguardis-
ta entendido en los términos
que ya propuse.
como una bala clavada
o aguijón pinchudo
este miedo
sin ancla boya
como la mancha de semen
en la sábana
que no lavé
y este olor a hombre encima
sobre mi piel
de mujer

Silvia Alvarez, Déjala correr, déjala correr

20
“Como el que
desde el rostro
del espejo
asoma un
rostro.”

Leónidas Lamborghini
“El espejo”

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