Está en la página 1de 2

Arqueo de Caja

C28-13-004

Una tarde de sábado en septiembre de 2012, Eugenio Morales, director de Zapaterías LUX
revisaba el reporte preparado por su auditor.
Al realizar el arqueo de caja de una de las sucursales, el auditor detectó que faltaban $500.
La cajera, se encontraba junto al auditor y se dio cuenta del suceso y recordó que había
prestado esa cifra a una de las vendedoras de piso, ya que esta última había enfrentado una
emergencia. De inmediato la cajera fue con la vendedora y le dijo que por favor le regresara
la suma prestada, ya que estaba justo en ese predicamento.
Como la vendedora no contaba en ese momento con el efectivo suficiente, sus compañeras
aportaron cada una según sus posibilidades hasta completar el faltante.
Eugenio quedó pensativo respecto a qué medidas tomar.

La empresa
Zapaterías LUX era una cadena de 16 zapaterías ubicadas en la ciudad de Guadalajara,
Jalisco. Su administración estaba centralizada en la matriz ubicada en el Centro Histórico
de la ciudad.
La empresa contaba con 95 empleados, un 80% de ellos tenía una antigüedad mayor a cinco
años y la mayoría eran mujeres. En cada tienda había una sola cajera por turno y tres
vendedoras.
Adicionalmente se contaba con un departamento de recursos humanos que se aseguraba de
brindar apoyo a los empleados incluyendo préstamos personales que debían ser autorizados
por el director general de las zapaterías.
Como parte de los sistemas de control, un auditor interno visitaba las sucursales de forma
aleatoria y elaboraba un reporte de sus observaciones. Carlos Vélez, el auditor, era un joven

Este caso fue escrito por el profesor Jorge Alfonso González González con el propósito de servir como
material de discusión en clases, no pretende ilustrar buenas o malas prácticas administrativas.

Derechos Reservados © Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey; Av. General Ramón
Corona No. 2514 Col. Nvo. México, Zapopan, Jalisco 45140, México. El ITESM, prohíbe cualquier forma
de reproducción, almacenaje o transmisión de la totalidad o parte de esta obra, sin autorización por escrito.

Centro Internacional de Casos Fecha de revisión: Octubre 4, 2005.


Campus Guadalajara Última revisión: Enero 22, 2013.
C28-13-004 Arqueo de caja

recién egresado, muy reservado que procuraba no entablar ninguna relación con los
empleados de la tienda, pues sentía que los empleados lo veían como “el chismoso”.

Los empleados
La cajera, Mariana López tenía seis años laborando en la empresa, era casada y tenía una
hija de 3 años. Había empezado como intendente y había recibido capacitación para cada
uno de los puestos que desempeñó después: almacenista, vendedora y posteriormente,
cajera.
Mariana declaró al auditor: “Me sentí comprometida a ayudar a Soledad, que ha sido mi
amiga y me ha apoyado siempre para llegar hasta donde estoy. La vi tan angustiada,
necesitaba ese dinero con urgencia.”
Soledad Rosas, era vendedora con una antigüedad de diez años. Había rotado por todas las
tiendas y en varias ocasiones había sido reconocida como la mejor vendedora. El director
había recibido comentarios de los clientes que mencionaban que su amabilidad y calidad en
el servicio era contagiosa.
Soledad tenía dos hijos, uno de cinco y otro de ocho años y estaba casada con un empleado
que laboraba como almacenista de las zapaterías. Ella pasaba por una emergencia y se le
ocurrió pedir ayuda a Mariana. Carlos llegó ese día a la zapatería y levantó el reporte.
Por la tarde, el director de la empresa, Eugenio, se enteró del incidente y se preguntó:
“¿Qué debo hacer? ¿Lo dejo pasar? ¿Es necesario emprender alguna acción? ¿Cuál?
¿Contra quién?”

También podría gustarte