Está en la página 1de 9

Contenido

Introducción

Calificadoras de riesgo ............................................................................................ 2

Títulos valores que requieren de una calificación obligatoria ............................. 3

Diferencias entre una calificación de corto plazo y una de largo plazo .............. 3

Escala de calificación de corto plazo ..................................................................... 3

Escala de calificación de largo plazo y cuál es su definición .............................. 4

Un sistema de códigos para categorizar la solvencia de República Dominicana


................................................................................................................................... 5

Historia de las calificadoras de riesgos ................................................................. 5

Calificadoras De Riesgo y Comportamiento Bursátil ........................................... 6

Calificación de riesgo y sociedades calificadoras de riesgo según la Ley de


Mercados de Valores de la República Dominicana ............................................... 8

Conclusión
Bibliografía
Calificadoras de riesgo

Las calificadoras de riesgo son agencias privadas que analizan los activos de
empresas y Estados-nación. Estas agencias son contratadas para calcular el riesgo
de inversión en un producto financiero cualquiera (acciones en empresas, compra y
venta de bonos).

Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch son las principales calificadoras, con sedes en
Nueva York. Conforman el oligopolio en este ramo desde la década de 1970.

Aunque son entes privados, la legislación norteamericana las incluye en sus


dictámenes: para hacer una inversión cualquiera el empresario tiene que pasar
primero por la calificación de estas agencias, que cobran miles de dólares para ofrecer
reportes y análisis. A partir de la década de 1980 se exporta este sistema de
calificación hacia la Unión Europea y toda la zona de influencia económica-política del
bloque occidental.

Las calificadoras de riesgo supervisan los presupuestos de la Unión Europea y de


otros países bajo la influencia de Wall Street y la City (Londres). Forman parte de la
geometría económica al servicio del FMI, el Banco Mundial y la Comisión Europea.

No sólo el FMI y el Banco Mundial son los estamentos que rigen a las calificadoras,
sino también una asociación de banqueros y de fondos de inversión de alto riesgo
están detrás de estas agencias. Goldman Sachs, Deutsche Bank, JP Morgan, Bank
of America, Citizens Financial Group, Citi Group, son grandes bancos asociados a las
calificadoras, así como los fondos de inversión SAC Capital Advisors y Soros Fund
Management.

Las calificadoras de riesgo son sociedades cuyo objeto social exclusivo es la


calificación de valores o riesgos relacionados con la actividad financiera, aseguradora,
bursátil y cualquier otra relativa al manejo, aprovechamiento e inversión de recursos
captados del público. Una calificadora de riesgo es un agente que propende por la
profundización y madurez del mercado de capitales a través calificaciones objetivas
e independientes, incorporando metodologías de prácticas que promueven entre
emisores e inversionistas altos estándares de transparencia y de gobierno
corporativo.

2|Pag
Títulos valores que requieren de una calificación obligatoria
Todas las empresas en República Dominicana que desean emitir bonos deben contar
con una calificación de riesgo local, las cuales deben estar supervisadas por la SIV.
En la actualidad hay tres calificadoras de riesgo registradas: Fitch Ratings, Feller Rate
y Pacific Credit Rating.

También, hay otra manera de conocer el grado de riesgo actual de cada tipo de
instrumento financiero, y es mediante la Comisión Calificadora de Riesgos y Límites
de Inversión (CCRLI) de la Superintendencia de Pensiones (Sipen).
Aunque el mercado de valores dominicano es relativamente nuevo, desde el inicio ha
contado con las calificadoras de riesgo. Fitch Ratings, autorizada en 2007; seguida
por Feller Rate, en 2005 y, la más reciente, Pacific Credit, en 2016. Las tres
registradas con un capital suscrito y pagado de RD$3,000,000 millones.

Diferencias entre una calificación de corto plazo y una de largo


plazo
Las calificaciones de corto y largo plazo representan una evaluación de la
probabilidad de un incumplimiento en el pago tanto de capital como de sus intereses.
La diferencia se basa en que la calificación de corto plazo se asigna a una deuda con
vencimientos originales de un (1) año o menos. Una calificación de largo plazo se
refiere a deuda con vencimientos mayores a un (1) año.

Las escalas de calificación se dividen en grado de inversión o de no inversión. Las


calificaciones en grado de inversión reflejan la capacidad de repagar oportunamente
capital e intereses y las calificaciones en grado de no inversión sugieren la
probabilidad de incumplimiento de las obligaciones.

Escala de calificación de corto plazo


La escala de calificación de corto plazo otorgada por BRC Investor Services es
numérica antecedida de las iniciales de la compañía (BRC) e indica la probabilidad
de repago oportuno, tanto del capital como de los intereses en un periodo de un año
o menos.

En grado de inversión, las escalas para corto plazo son: BRC1+; BRC1; BRC2+;
BRC2 y BRC3; siendo BRC1+ la escala más alta y BRC3 la más.

En grado de no inversión, las escalas son: BRC4; BRC5 y BRC6; donde BRC4 es la
escala más alta y BRC6 es la escala más baja.

3|Pag
Escala de calificación de largo plazo y cuál es su definición
La escala de calificación de largo plazo otorgada por BRC Investor Services es
alfabética, con letras mayúsculas e indica la probabilidad de repago oportuno, tanto
del capital como de los intereses en un periodo mayor a un año.

Las escalas de largo plazo en grado de inversión son: AAA, AA+, AA, AA-,A+, A, A-,
BBB+, BBB, BBB-; donde AAA es la escala más alta y BBB- la más baja.

En grado de no inversión están BB+, BB, BB-, B+, B, B-, CCC, CC; siendo BB+ la
escala más alta y CC la más baja.

Una calificación D se asigna cuando la obligación cae en incumplimiento y E si no se


tiene suficiente información para calificar.

4|Pag
Un sistema de códigos para categorizar la solvencia de República
Dominicana
Las calificadoras de riesgo cuentan con una escala propia de nomenclaturas,
mediante las cuales expresan las notas otorgadas a las entidades, gobiernos o
instrumentos financieros. En la actualidad, estas agencias calificadoras se expresan
con letras que van desde AAA, nota más alta, hasta la E, para la más baja.
Estos códigos van asociados a categorías que dependen tanto del plazo de pago del
crédito como de la naturaleza de la institución que se evalúe.
Por ejemplo, Fitch Ratings califica los créditos nacionales a corto plazo, desde AAA a
D y largo plazo, con notas desde F1 hasta D; fondos de inversión e inmobiliarios,
desde Fl1 hasta Fl5 y Fll1 hasta Fll6, respectivamente; sector de seguros AAA hasta
E; activos de inversión, desde más alto estándares hasta estándares i; y el riesgo y
crédito de fondos tienen notas, desde AAA hasta CCC y S1 a V-NR, respectivamente.

Además, Pacific Credit evalúa la responsabilidad fiduciaria y los proyectos de


infraestructura con notas que van de AAA hasta D.
Feller Rate, además de las evaluaciones a instrumentos cotidianos, dentro de su lista
de vocabulario tiene el ‘creditwatch’, una revisión especial para señalar la dirección
potencial de una calificación, centrándose en eventos y tendencias de corto plazo que
motivan que ésta quede sujeta a una observación especial por parte de la calificadora.
Según su portal, los instrumentos que aplican a esta evaluación son los casos de
fusiones, adquisiciones, recapitalizaciones, acciones regulatorias, cambios de
controlador o desarrollos operacionales anticipados.

Historia de las calificadoras de riesgos


La calificación de valores tuvo su origen a finales del siglo XIX en Estados Unidos de
Norteamérica con la consolidación de un sistema de información crediticia que era
utilizado por inversionistas e instituciones financieras del país. A comienzos del siglo
XX, con el desarrollo de la industria ferroviaria y con la importancia que obtuvo la
emisión de bonos para su financiamiento, se crearon nuevas empresas calificadoras
para estudiar la calidad de estos instrumentos.

Estas circunstancias dieron la condición para que varias de las firmas más
importantes existentes hoy día, en algunos casos bajo otros nombres, en los Estados
Unidos de Norteamérica,dieran sus primeros pasos en el campo de la evaluación de
riesgo.

En 1990 Moodys inició sus funciones calificando bonos corporativos de acuerdo al


riesgo de incumplimiento de las obligaciones de las compañías emisoras, en 1916 y
1922 hicieron lo mismo las empresas que formaron a Standard and Poor's (standard
statistic bureau y poor's publishing Co ),mientras que Fitch Publishing Co. empezó en

5|Pag
1993. Si bien es cierto que la empresas calificadoras existían desde principios del
siglo xx, no es sino a partir de la década de los 70 en que este rubro se toma bastante
activo e importante.Esto se debe a la mayor participación de las empresas y gobiernos
en operaciones financieras internacionales. A partir de ello empiezan a desarrollarse
una serie de modelos teóricos y técnicas para evaluar sistemáticamente el riesgo
asociado a operaciones financieras o de inversión. Para 1972 se funda la primera
agencia calificadora fuera de los Estados Unidos y es la ;Canadian Bond Rating
Services en Montreal, Canadá luego en Japón, en 1979, esta labor se inicia con la
conversión del servicio de información sobre bonos del diario ;Nikon keisai shimbum
en una sociedad calificadora de valores, y en Europa la primera firma de esta
naturaleza surge en España en 1985 en la figura de Renta 4 S.A, en América Latina
la primera calificadora de valores se autoriZó en Chile en 1988 y fue a la agencia
Clasificadora de Riesgo Humphreys Ltda, que era una filial de Moodys para el análisis
de riesgo. Luego Humphreys abre Humphreys en Argentina en 1993 segundo país de
la región en donde se constituyó otra empresa similar, fue en México en 1990.

Calificadoras De Riesgo y Comportamiento Bursátil

Las calificadoras de riesgo son una pieza importante de la crisis global. Si bien hay
unas 130 calificadoras de crédito en el mundo, sólo 3 dominan el mercado: Standard
& Poor’s, Moody’s y Fitch.
Su tarea es poner nota, una opinión, a títulos de deuda de empresas (corporativos) o
de Estados (soberanos), en base a su capacidad para ser pagados. Esas notas son
muy sopesadas por quien invierte en esos bonos.

S&P, la mayor y más antigua, con una trayectoria más que centenaria, tiene base en
Nueva York y pertenece a The McGraw-Hill Companies, poderosa editorial y
proveedora de información financiera. Moody’s también pasó los cien años y sus
dueños son Davis Selected Advisers y Berkshire Hathawa, cuyo máximo ejecutivo es
el multimillonario Warren Buffet. Y Fitch nació en 1913 en Nueva York como las otras
dos, pero, tras fusionarse con una inversora británica en 1997, también tiene sede en
Londres. Su propietaria actual es la sociedad francesa Fimalac.

Las tres fueron cuestionadas varias veces. Por ejemplo, la energética Enron, antes
de quebrar en 2001 (la mayor bancarrota del mundo entonces) tenía las mejores
notas, como los tenían, en 2008, el banco Lehman y los bonos hipotecarios cuyos
colapsos gatillaron la actual crisis global, cuando estas agencias ponían las mejores
notas a papeles que ni siquiera cotizaban aún en bolsa. Y lo mismo pasó con títulos
de los bancos de Islandia que se hundieron en 2009.

6|Pag
Algunos ejemplos concretos: S&P calificó con tres A (la mayor nota del ránking) bonos
hipotecarios emitidos por el banco Credit Suisse, que supusieron pérdidas por más
de US$ 340 millones.

Moody’s provocó casi una crisis diplomática cuando, en 2002, puso una peor
calificación a Japón que a Bostwana , paupérrimo país africano al que el gobierno
nipón ayuda. Y en la ristra de crisis de los años 90, que terminó con la de Argentina
en 2001 e incluyó a Rusia, países del sudeste asiático, México, Brasil y Turquía, S&P
y Moody’s sólo bajaron las notas de bonos próximos a colapsar (lo que hubiera
prevenido mejor a los inversores) en 4 de las 17 crisis , según estudió el Banco de
Inglaterra.

En el caso de México, dos días antes de que el país azteca devaluará su peso y
provocará el llamado “efecto tequila”, S&P tenía una excelente opinión de los bonos
mexicanos, al borde del máximo de investment grade o triple A.

Ese año, el PBI azteca cayó más de 6%.

Cuando arrancó la crisis actual, en 2008, un informe del Cefid-Ar, un centro de


estudios argentino que financian la banca pública y cooperativa, criticó a estas
agencias por tener “una estructura oligopólica y un gran estímulo para apoderarse del
mercado”. Además, dijo, “son contratadas por aquellos que necesitan vender los
productos riesgosos. Esto las lleva a tener gran incentivo para otorgar calificaciones
favorables incurriendo en una conducta de riesgo moral”.

Según el Banco de México, 75% del ingreso de las calificadoras proviene de


comisiones cobradas a sus clientes para calificarlos.

Cuando la crisis en curso obligó al Grupo de los 20 a prometer más regulaciones, se


pensó que estas agencias serían más vigiladas.

El Banco de Basilea, que fija normas a los bancos centrales, tuvo opiniones muy duras
contra ellas. La propia SEC, órgano que vigila los mercados de capitales en EE.UU.,
anunció controles. Y Europa evaluó la posibilidad de crear una agencia propia para
medir riesgos.

Nada avanzó. Al contrario, la crisis de la zona euro, con foco en Grecia y Portugal,
volvió a primera plana a las calificadoras (así como también al igualmente cuestionado
FMI).

Las tres agencias son un virtual oligopolio. Otras competidoras pesan mucho menos,
como la china Dagong, que se animó a bajarle la nota a Estados Unidos por su
astronómica deuda pública. Pero no tienen la influencia del trío en “los mercados”.

Algunos analistas creen que, erradas tantas veces, ahora sobreactúan y prefieren
anticipar crisis por si eventualmente ocurren.

7|Pag
Pero para otros, con la creciente concentración de riqueza en la cúpula de sociedades
y personas físicas, las agencias forman parte de un sistema cada vez más viciado e
incapaz de asumir responsabilidad y, menos aún, pérdidas.

Calificación de riesgo y sociedades calificadoras de riesgo según


la Ley de Mercados de Valores de la República Dominicana

Las metodologías de calificación empleadas por las sociedades calificadoras de


riesgo deberán están registradas ante la Superintendencia de Valores. Un resumen
de dichas metodologías, su uso o delegación en terceras personas en la realización
de la debida diligencia en el desempeño de sus funciones y su historial de
calificaciones, son publicados por la calificadora en su página web. La calificación de
riesgo debe considerar los aspectos propios del emisor, la emisión y lo relativo al
riesgo país.

Las sociedades calificadoras de riesgo tienen como objeto realizar calificaciones de


riesgo de sociedades y valores, y deben obtener la autorización de inscripción en el
Registro por parte de la Superintendencia de Valores.

Toda sociedad calificadora de riesgo debe contar con un comité de calificación,


integrado por al menos tres (3) miembros, quienes calificarán los valores.
Reglamentariamente se establecerán los requisitos que deberán cumplirse para ser
considerado como miembro del comité de calificación.

Las sociedades calificadoras de riesgo no podrán:

1) Ofrecer asesoría para realizar una determinada oferta pública de valores.

2) Participar en el capital de los participantes del mercado de valores, y

3) Participar en la estructuración de oferta pública, asesoría de inversiones,


reestructuración financiera, adquisición, fusiones y escisiones de sociedades.

Las sociedades de calificación adoptarán todas las medidas necesarias para velar
porque la emisión de una calificación de riesgo sea realizada de forma independiente
y no se vea afectada por ningún conflicto de intereses, ni ninguna relación comercial
que involucren a la propia sociedad emisora de la calificación, sus administradores,
analistas, empleados, o cualquier otra persona física cuyos servicios estén puestos a
disposición o sometidos a control de la sociedad calificadora o cualquier persona que
tenga, directa o indirectamente con ella un vínculo de control, en cumplimiento con lo
establecido reglamentariamente.

Las sociedades calificadoras de riesgo tiene prohibido, que los miembros de su


consejo de administración, empleados, miembros del comité de calificación y todo el

8|Pag
personal en general, utilizar información a la que tengan acceso en razón de su
actividad, para beneficio personal, de la propia calificadora o de terceros. Tampoco
podrán divulgar información que hubieren conocido en el ejercicio de sus actividades,
con excepción de la calificación del valor.

9|Pag

También podría gustarte