Regulación Del Petitum y Requisitos Exigidos A Las Diferentes Partes Intervinientes en El Procedimiento Civil

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Regulación del petitum y

requisitos exigidos a las


diferentes partes intervinientes
en el procedimiento civil
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El petitum es la declaración de voluntad del demandante dirigida al
órgano jurisdiccional para que acuerde de conformidad a él.
Corresponderá a los sujetos procesales la configuración del objeto del
proceso, determinando, con suficiente precisión, qué tutela jurisdiccional
pretende, debiendo alegar y probar los hechos que fundamentan dicha
petición, aduciendo los fundamentos jurídicos correspondientes a la
pretensión de aquélla tutela.
El petitum
Con la locución latina “causa petendi”, o causa de pedir, se hace referencia a
cuáles son las pretensiones que el actor o quien inicia un juicio, pretende
conseguir a través de la incoación del procedimiento jurisdiccional concreto. La
petición es parte integrante del contenido sustancial de la pretensión, y por
tanto, delimitadora de los límites cualitativos y cuantitativos del deber de
congruencia del tribunal. El petitum es la declaración de voluntad del
demandante dirigida al órgano jurisdiccional para que acuerde de conformidad
a él.
Cuando hablamos de petitum nos referimos a la petición en concreto que las
partes están realizando en sede jurisdiccional. El petitum estará
íntimamente relacionado con el objeto del proceso puesto que es el reflejo de la
petición del actor. Esto entra en directa conexión con el artículo 399.1 de la
LEC que estipula que debe de fijarse con claridad y precisión lo que se pida. En
muchas ocasiones existirán fórmulas de petición ya prefijadas, normalmente las
acciones que conocemos propiamente del Derecho Romano, este tipo de
acciones facilitan la delimitación y comprensión de la petición que se está
realizando, pero el problema es que no existen para todos los casos de los que
podemos tener constancia.Lo que es totalmente ineludible es que lo se pida se
entienda.
A la petición se la deberá dotar de orden, separando las diferentes cuestiones
entre las que son principales y las que surjan subsidiariamiente en caso de ser
desestimadas las anteriores, esto guarda conexión con el artículo 399.5 de
la LEC.
El problema más grave podría surgir si se deduce que el actor ha realizado una
demanda defectuosa, esto es, una excepción procesal. Este tipo de excepción
será planteada por el demandado y podría suponer la finalización del proceso
si fuese estimada, puesto que se entendería que no hay derecho al mismo. La
tramitación de una demanda defectuosa implicaría el sobreseimiento del pleito,
tal y como se recoge en el artículo 424 de la LEC, aunque sólo podrá
decretarse cuando fuese totalmente imposible conocer las pretensiones del
actor, lo que normalmente resultaría difícil.
El petitum estará localizado en el en el “suplico” de la demanda. 
Tipos de petitum
La naturaleza de le petición podría clasificarse por regla general en dos
sentidos diferentes:
1. En un sentido inmediato: Cuando se realiza con la intención de que el
órgano jurisdiccional atienda la petición de una forma específica, esperando
una determinada actuación.
-El petitum busca la condena. Lo que se pretende es que el órgano judicial
obligue al demandado a satisfacer una determinada prestación, lo que
producirá el efecto de cosa juzgada y un título ejecutivo.
-El petitum busca una determinada declaración del órgano judicial.
Simplemente se busca la declaración de la existencia o inexistencia de un
determinado derecho.
-El petitum busca la creación, modificación o extinción de una determinada
relación jurídica.
2. En un sentido mediato: Cuando se realiza con la intención de una
declaración sobre un bien jurídico concreto, y que buscarán las mismas
pretensiones que en el inmediato. Así pues encontramos que:
-El petitum busca la condena. Relacionado con el artículo 1088 del CC, el bien
jurídico buscado será también una prestación pero entendida como de dar,
hacer o no hacer alguna cosa específica.
-El petitum busca una determinada declaración del órgano judicial. Como en el
caso anterior, que se declare la existencia o inexistencia de un derecho,
aunque casi siempre es entendido como la búsqueda de una declaración
positiva por la redacción del artículo 5 del Código Civil, sin embargo, esto no es
así. Normalmente el demandante que utiliza este petitum deberá alegar un
interés jurídico concreto y que cree una situación de certeza.
- El petitum busca la creación, modificación o extinción de una determinada
relación jurídica. En este caso se pueden dar dos situaciones distintas. La
primera, cuando se requiera con obligatoriedad la intervención de un órgano
judicial para la modificación de una determinada relación jurídica, sería por
ejemplo el caso de la capacidad. Por último, un proceso similar al anterior pero
que no requeriría de la intervención del órgano judicial sino de la capacidad de
alcanzar un acuerdo voluntario entre las partes.
En cualquiera de los dos sentidos, el petitum nunca define el objeto del proceso
en su totalidad, puesto que puede darse la circunstancia de que una misma
petición esté basada en distintas pretensiones.
La fundamentación del petitum conformada por la cita de una norma jurídica es
deficiente por el carácter indeterminado de la propia ley. La ley ha de servir
para atender la pluralidad de la casuística de los casos que puedan plantearse,
por lo que nunca puede explicar la realidad de la petición concreta que se está
haciendo, además de que el conocimiento de la norma es algo que se
presupone al propio tribunal
El petitum debería de incluir hechos concretos, delimitados en el tiempo y lo
más importante, que tengan relevancia jurídica y que estén en conexión con la
pretensión. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no todo hecho
relevante desde el punto de vista jurídico puede entenderse como relevantes
para la pretensión, si no para otras posibles pretensiones que valorará el juez. 
Jurisdicción y competencia
La jurisdicción es la capacidad para aplicar el Derecho, derivada del Estado a
los Tribunales, y la competencia es la delimitación de esa jurisdicción a
determinadas cuestiones procesales con preferencia a los demás órganos de
su clase (que se prefiera, por competencia del órgano jurisdiccional del
domicilio del demandado antes que cualquier otro juzgado de primera instancia,
por ejemplo).
La jurisdicción, dice el artículo 4 de la LOPJ que se extiende a todas las
personas, a todas las materias y a todos el territorio español, en la forma
establecida en la Constitución y en las leyes.
La capacidad para ser parte
La capacidad para ser parte estará íntimamente relacionada con los mandatos
del Código Civil, se exigirá que sea una persona en condiciones de actuación
en el tráfico jurídico ordinario. Aunque también sería necesario destacar el
concepto de "capacidad procesal", es decir, las personas que quieran ser parte
de un proceso deben mostrar una aptitud válida para formalizar sus actos
procesales e "implorarlos" correctamente. Esta aclaración es importante puesto
que no todos los que tengan la capacidad jurídica para ser parte de un proceso
tendrán la capacidad procesal para participar del mismo.
Normalmente, las partes son los titulares que surgen del conflicto de intereses
en una relación jurídica, aunque esto no tiene porqué ser siempre así, ya que
en algunas ocasiones puede que el proceso se inicie sin que el titular esté
presente, esto podría deberse a que podríamos estar ante una situación en la
que:
a) no ha iniciado el proceso una persona que no es titular de esta relación
b) la afirmación de una determinada persona en ser parte no era tal.
c) se incurrió en error.
La llamada "parte procesal" será aquella que busca el inicio del proceso, es
decir, la que tiene una pretensión y busca que se haga efectiva a través de
tutela judicial, la otra parte será conocida como "demandado o demandados".
Dentro de un mismo frente, podemos encontrarnos a varias personas que
defiendan una misma pretensión, esta situación será conocida como
litisconsorcio, que se puede dar en formas diferentes dependiendo de si existen
varios codemandados, condemandantes o una pluridad de sujetos en ambas
partes.
La capacidad para ser parte, podría definirse como la aptitud genérica para ser
titular de derechos, deberes y cargas procesales. Esta capacidad será
presumida por todos los que comparezcan en juicio mientras que no se
demuestre alguna restricción de ese capacidad dentro de las causas
establecidas en la Ley. "La capacidad para ser parte constituye un presupuesto
procesal de carácter absoluto, e insubsanable, del que depende la válida
constitución de la relación jurídica procesal" SAP Álava, Nº 279/2010, Sala de
lo Civil, Sección 1, Rec 11/2010 de 3 de Junio de 2010.
¿Quienes pueden ser parte en un procedimiento?
Así, el artículo 6 de la LEC  dispone que podrán ser parte en los procesos
ante los tribunales civiles:
- Las personas físicas. A las personas físicas se les presumirá capacidad
aunque es necesario y evidente recordar que "una persona fallecida carece de
personalidad y de capacidad para ser parte"  SAP Alicante, Nº 180/2016, Sala
de lo Civil, Sección 6, Rec 263/2016 de 12 de julio de 2016
- El concebido no nacido, para todos los efectos que le sean favorables en
conexión a lo establecido en el artículo 627 del CC
- Las personas jurídicas.  Que las personas jurídicas tengan capacidad para ser
parte en el proceso civil está en estrecha relación con el artículo 38 del Código
Civil que se refiere a la capacidad de ejercicio por parte de estas entidades de
acciones civiles o criminales, conforme a las leyes y reglas de su constitución.
"Tienen capacidad para ser parte en el procedimiento las personas jurídicas,
entre las que se encuentran las asociaciones de interés particular" (SAP
Valencia, Sec. 9ª, 20-4-2006, rec. 193/2006)
- Las masas patrimoniales o los patrimonios separados que carezcan
transitoriamente de titular o cuyo titular haya sido privado de sus facultades de
disposición y administración.
- Las entidades sin personalidad jurídica a las que la ley reconozca capacidad
para ser parte.
- El Ministerio Fiscal, respecto de los procesos en que, conforme a la ley, haya
de intervenir como parte.
- Los grupos de consumidores o usuarios afectados por un hecho dañoso
cuando los individuos que lo compongan estén determinados o sean fácilmente
determinables. Para demandar en juicio será necesario que el grupo se
constituya con la mayoría de los afectados.
- Las entidades habilitadas conforme a la normativa comunitaria europea para
el ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y de
los intereses difusos de los consumidores y usuarios.
Sin perjuicio de la responsabilidad que, conforme a la ley, pueda corresponder
a los gestores o a los participes, podrán ser demandadas, en todo caso, las
entidades que, no habiendo cumplido los requisitos legalmente establecidos
para constituirse en personas jurídicas, estén formadas por una pluralidad de
elementos personales y patrimoniales puestos al servicio de un fin
determinado.
¿Quienes pueden representar a las partes en un procedimiento?
En cuanto a la representación, dispone el artículo 7 de la LEC:
- Sólo podrán comparecer en juicio los que estén en el pleno ejercicio de sus
derechos civiles.
"Si una persona física presumiblemente en el pleno ejercicio de sus derechos
civiles es demandada y comparece en las actuaciones en nombre propio, no
hay razón alguna para cuestionar de oficio su capacidad para ser parte y para
comparecer en juicio" (SAP Barcelona, Sec. 16ª, 102/2005, de 18-2, cendoj:
08019370162005100050)." 
- Las personas físicas que no se hallen en el caso del apartado anterior habrán
de comparecer mediante la representación o con la asistencia, la autorización,
la habilitación o el defensor exigidos por la ley.
Por ejemplo, "La acción de reclamación de la paternidad es un derecho que
además de a la madre corresponde a la hija (arts. 131 y 132 CC), y como la
hija es menor actúa como representante legal la madre (arts. 129 y 162 CC), no
es pues una apoderada, sino una representante por ministerio de la ley que
integra la capacidad de la menor para pedir ésta (y por ésta la madre) la
declaración de filiación" STC, Nº 184/2008, Sala Primera, Rec. de amparo
3321-2007 de 22 de diciembre de 2008
- Por los concebidos y no nacidos comparecerán las personas que
legítimamente los representarían si ya hubieren nacido.
- Por las personas jurídicas comparecerán quienes legalmente las representen.
- Las masas patrimoniales o patrimonios separados a que se refiere el número
4 del apartado 1 del artículo 6 de la LEC comparecerán en juicio por medio de
quienes, conforme a la ley, las administren.
- Las entidades sin personalidad a que se refiere el número 5 del apartado 1
del artículo 6 de la LEC comparecerán en juicio por medio de las personas a
quienes la ley, en cada caso, atribuya la representación en juicio de dichas
entidades.
Las personas jurídicas en aquellos supuestos en los que no sea preceptiva la
intervención de procurador (art. 23 LEC) han de comparecer en juicio:
1) Según algunas Audiencias Provinciales, por medio de sus representantes
legales; mas si ellos no comparecen la representación debe venir atribuida a
quien ostente la cualidad de procurador legalmente habilitado para actuar ante
los Tribunales, por virtud de lo dispuesto en el art. 23 núm. 1 LEC (SAP Madrid,
Sec. 21ª, 200/2010, de 7-9, Nº Cendoj 28079370212010200199) 
Cuando la Ley se refiere a que su comparecencia en juicio se hará por medio
de quienes legalmente las representen se remite a las normas legales,
estatutarias o fundacionales que en cada tipo y supuesto de Sociedad
determinan a quien corresponde la representación de ella y, desde luego,
constituyen otro instrumento de representación del que puede valerse la
Sociedad pero no tienen los apoderados la naturaleza de órgano social (como
así ocurre con los Consejeros Delegados) ni, por tanto, son representantes
necesarios sino voluntarios (SAP Asturias, Sec. 7ª, 151/2006, de 30-11, Nº
Cendoj 33024370072006200070).
2) Según otras Audiencias Provinciales, no sólo a través de su representante
legal originario, sino también a través de sus representantes por delegación, sin
que se aprecie infracción alguna del art. 7.4 de la citada Ley procesal, porque
también sus apoderados voluntarios las representan con arreglo a la Ley.
- Por las entidades sin personalidad a que se refiere el número 7 del apartado 1
y el apartado 2 del artículo 6 de la LEC comparecerán en juicio las personas
que, de hecho o en virtud de pactos de la entidad, actúen en su nombre frente
a terceros.
Por ejemplo, en el caso de las comunidades de propietarios. "Siendo
demandada la Comunidad de Propietarios en la persona de su Presidente se
cumple con las prescripciones del art. 7.6 LEC en relación con el art. 13.3 de
la Ley de Propiedad Horizontal, a tenor del cual, el Presidente ostentará
legalmente la representación de la Comunidad en juicio o fuera de él" (SAP
Granada, Sec. 4ª, 31/2004 de 16-2, Nº Cendoj18087370042004200018)"
- Las limitaciones a la capacidad de quienes estén sometidos a concurso y los
modos de suplirlas se regirán por lo establecido en la Ley Concursal.
Por último en cuanto a la postulación, se exige, como regla general, que los
ciudadanos intervengan en un proceso a través de técnicos del Derecho, salvo
algunos casos concretos en los que podrán intervenir por sí mismos (escrito
iniciando procedimiento monitorio, por ejemplo).

 Procedimiento adecuado

En el caso de los procedimientos civiles, las normas para determinar el


procedimiento adecuado las encontramos en el Capítulo I del Título I del
Libro II de la LEC entre los artículos 248 al 255.
El proceso judicial es la exigencia constitucional del desarrollo de las
actuaciones que servirán a la satisfacción de los intereses jurídicos socialmente
relevantes. Los dos tipos de juicios que nos encontraremos serán el juicio
ordinario y el juicio verbal.

 Litispendencia

La litispendencia actúa desde el punto de partida del proceso ejerciendo su


efecto desde la misma interposición de la demanda, tal y como recuerda
el artículo 410 de la LEC
Listispendencia viene a significar “litigio pendiente”. Esta expresión determina
la existencia de un juicio pendiente entre las mismas partes y sobre la misma
materia. La litispendencia es una excepción procesal, que pretende evitar que
se dicten sentencias contradictorias. Así podemos entender que no sólo se
iniciará el proceso sino que el afán del derecho es que durante el proceso se
mantenga la misma posición con la que se inició el proceso, esto está en
directa conexión con el artículo 412.1 de la LEC.
Por lo tanto, cuando hablamos de esta figura jurídica estamos ante todo
refiriéndonos a una posible vinculación. Tal y como se aprecia en diferente
jurisprudencia "(...) ha de tomarse en consideración lo deducido en el primer
proceso y, además, lo que hubiera podido deducirse en él" SAP Murica, Nº
53/2017, Sala de lo Civil, Sección 5, Rec 49/2016 de 26 de Febrero de 2017.
Los principales efectos de la litispendencia serán:
-la necesidad de dictar una sentencia de fondo, exceptuando los siguientes
supuestos: 
Cuando el tribunal aprecie la pendencia de otro juicio o la existencia de
resolución firme sobre objeto idéntico, conforme a lo dispuesto en los apartados
2 y 3 del artículo 222 de la LEC, dará por finalizada la audiencia y dictará, en el
plazo de los siguientes cinco días, mediante un auto de sobreseimiento.
Sin embargo, no se sobreseerá el proceso en el caso de que, conforme
al apartado 4 del artículo 222 de la LEC, el efecto de una sentencia firme
anterior haya de ser vinculante para el tribunal que está conociendo del
proceso posterior.
Si el tribunal considerare inexistente la litispendencia o la cosa juzgada, lo
declarará así, motivadamente, en el acto y decidirá que la audiencia prosiga
para sus restantes finalidades.
No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, cuando la dificultad o
complejidad de las cuestiones suscitadas sobre litispendencia o cosa juzgada
lo aconsejen, podrá también resolver sobre dichas cuestiones mediante auto,
dentro de los cinco días siguientes a la audiencia, que proseguirá en todo caso
para sus restantes finalidades. Si fuese necesario resolver sobre alguna
cuestión de hecho, las actuaciones oportunas, que ordenará el tribunal, se
practicarán dentro del plazo antedicho.
-no será posible la existencia de un nuevo procedimiento cuando anteriormente
se haya realizado un proceso que ya contenga una resolución de esa
controversia, es decir, que ya exista una cosa juzgada. (artículo 416.1,2.LEC)
- se seguirá manteniendo el mismo juez en el procedimiento, que debe de
mantener la misma forma, aún existiendo cambios en los hechos o en las
normas. (artículo 411 de la LEC) Por ejemplo, en el caso de esta sentencia que
versa sobre la cuestión del cambio de la competencia por una cuestión
territorial:
"La necesidad de dotar de sentido a la perpetuación de la jurisdicción como
regla general supone que, independientemente de que pueda controlarse de
oficio la competencia territorial fijada por normas imperativas (y en el caso del
juicio verbal, por no admitirse la sumisión), la mera localización del demandado
en un lugar distinto del domicilio indicado en la demanda no justifique, sin más,
que el órgano que inicialmente declaró su competencia se inhiba a favor de los
órganos de esa otra demarcación (...)para que resulte competente un Juzgado
diferente de aquel que conoció de la petición inicial es necesario acreditar que
el domicilio actual conocido por hechos sobrevenidos ya era el real o efectivo
en el momento en que se presentó la demanda, de forma que si no se acredita
tal circunstancia, o si resulta probado que la alteración se produjo con
posterioridad, el Juzgado que conoció inicialmente perpetuaría su jurisdicción
por aplicación del citado artículo 411 LEC, aunque el emplazamiento o la
citación deban practicarse en el nuevo domicilio acudiendo al auxilio
judicial". AAP Barcelona Nº 32/2017, Sala delo Civil, Sección 4, Rec 1146/2016
de 9 de febrero de 2017
-seguirán estando legitimadas las mismas partes que al inicio de la
litispendencia.

 Cosa juzgada

La cosa juzgada es la institución jurídico-procesal consistente en la vinculación


de los órganos jurisdiccionales y de las partes del proceso por razones de
seguridad jurídica, a determinadas resoluciones judiciales firmes. Esta
vinculación en la inmutabilidad de las resoluciones en el mismo proceso en que
se han dictado y también en procesos posteriores, así como en tomar, como
punto de partida, lo dispuesto en la resolución cuando, en un proceso posterior
se plantea un objeto procesal vinculado.
Como es comprensible, supeditará a las partes del proceso, pero también
vinculará al órgano que la dicte en conexión con el artículo 207.3 de la LEC.
Nos encontramos en este caso con la llamada "fuerza de cosa juzgada formal"
y debemos diferenciarla de cosa juzgada material, puesto que la material
imposibilita que se inicie un proceso con el mismo objeto y lo que se dicte
servirá de precedente para otros procesos que persigan la resolución de un
mismo con un mismo objeto (artículo 222 LEC).
Establecer que una resolución tenga fuerza de cosa juzgada "supone
vinculación en otro proceso a la sentencia dictada en el primero y anterior, que
se manifiesta en dos aspectos o funciones, una función negativa, que implica la
exclusión de toda decisión jurisdiccional futura entre las mismas partes y sobre
el mismo objeto, es decir, sobre la misma; y una función positiva, la que
atiende a que la cosa juzgada vincula en el segundo proceso a que el juzgador
del mismo se atenga a lo ya juzgado cuando tiene que decidir sobre una
relación o situación jurídica de la que la sentencia anterior es condicionante o
prejudicial".
También es La cosa juzgada "consiste en la inatacabilidad del contenido de la
resolución judicial, de manera que imposibilita la apertura de un nuevo proceso
que se oponga a la decisión que goza de tal autoridad. No se trata de impedir
la apertura de nuevos procesos, sino de que en ellos se decida de modo
contrario a como fue anteriormente decidido"
En la diferente jurisprudencia que se ha dictado con respecto a la cosa
juzgada, encontramos claras alusiones a lo que se pretende garantizar
mediante su establecimiento:
"La cosa juzgada material que aparece exclusivamente ligada a las sentencias
firmes que juzgan y resuelven sobre el fondo del asunto tiende a garantizar la
seguridad y la paz jurídica, pues de no existir esta institución se prolongarían
indefinidamente los procesos generándose sucesivas resoluciones sobre
idéntica problemática que podrían resultar contradictorias, lo que vulneraría la
legítima expectativa de los ciudadanos que acuden a los tribunales de justicia a
obtener una respuesta única e inequívoca de los órganos encargados de
impartir justicia".
Ambos extractos pueden ser consultados en la SAP Soria, sección 1,  N
8/2014, Rec 1/2014 de 22 de Enero de 2014

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