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documental?
1. INTRODUCCIÓN
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no quién las realizó [R.N. 2065-2015, Lima]
Este trabajo tiene el objeto de centrarse solo en el aspecto tan discutido del
momento de su consumación. La postura que expondré, con seguridad, no está
exenta de críticas, sin embargo, espero superarlas con las armas de la lógica y
de las razones. No pretendo extenderme en un comentario genérico sobre este
tipo, por lo que partiré de la breve referencia acerca del bien jurídico protegido
y las conductas típicas, para luego pasar al abstruso asunto de
la consumación, eso sí, haciendo una descripción de sus elementos para, al
final, extraer algunas conclusiones.
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Así pues, debe entenderse que el recurso de la ley que fluye de la frase “si de
su uso puede causar algún perjuicio” constituye un elemento integrante del tipo
objetivo, cuya utilización es propia de la técnica legislativa empleada en la
construcción de los delitos de peligro y pretende remarcar la idoneidad que la
conducta de falsificación (la llamada acción falsaria) debe cumplir para ingresar
al tráfico jurídico, afectándolo[11].
5. TIPO SUBJETIVO
7. TENTATIVA EXPLICACIÓN
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dominio de la voluntad en aparatos organizados de poder.
9. CONCLUSIONES
El delito de falsificación de documentos es de peligro, basta para
su consumación la sola conducta falsaria idónea y capaz de
engañar; de tal manera que no es necesaria la causación de un
perjuicio objetivo para la perfección de este delito.
Actualización
Hace pocos días la Corte Suprema adoptó la posición expuesta en este artículo.
Pueden leer la sentencia casatoria haciendo click aquí.
[1] Los mismos que se ubican en el artículo 427 del Código Penal y cuyo texto
normativo declara:
“Art. 427.- El que hace, en todo o en parte, un documento falso o adultera uno
verdadero que pueda dar origen a derecho u obligación o servir para probar un
hecho, con el propósito de utilizar el documento, será reprimido, si de su uso
puede resultar algún perjuicio, con pena privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de diez años y con treinta a noventa días-multa si se trata de un
documento público, registro público, título auténtico o cualquier otro trasmisible
por endoso o al portador y con pena privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de cuatro años, y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa,
si se trata de un documento privado.
[3] En este sentido la tesis mantenida por Cobo del Rosal, Esquema de una
Teoría General de los delitos de Falsedad, CPN, 1995, p. 1995; quien admitiendo
la fe pública, no obstante, declara que “al mismo tiempo comportan, cuando
menos, una puesta en peligro de concretos bienes jurídicos (propiedad, honor,
objetividad e imparcialidad en la administración de justicia, etc.)”.
[4] Castillo Alva; opus cit.; p. 33, quien la define como “la certeza, firmeza o
consistencia, en que se desenvuelven el conjunto de las relaciones jurídicas como
consecuencias de la corrección y autenticidad de los actos que las crean,
modifican o extinguen”.
[5] Al que se le puede definir como “todo soporte material que exprese o incorpore
datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de
relevancia jurídica”; García Cantizano, Falsedades Documentales; Tirant lo
Blanch; Madrid; 1997; p. 45.
[11] En este sentido Castillo Alva, José Luis; La Falsedad Documental; Jurista
Editores; Lima; 2001; p. 194; de forma similar también Soler, Sebastián; Derecho
Penal Argentino; Tomo V; p. 345.
[12] En este delito debe entenderse que sólo pueden aceptarse el dolo directo de
primer grado y de segundo grado; mas no el dolo eventual. Entendiéndose por
esto que en las dos formas de dolo directo existe un conocimiento actual y sin
dubitaciones respecto de los elementos típicos y además de la intención de
engañar implícito en el propósito de utilizar el documento falsificado, lo que no se
da en el dolo eventual.
[13] El art. 427 es una ley penal en blanco, así pues, la definición de documento
público la encontramos en el artículo 235 del Código Civil, el mismo que ad
litteran declara: “Artículo 235.- Es documento público:
La copia del documento público tiene el mismo valor que el original, si está
certificada por Auxiliar jurisdiccional respectivo, notario público o fedatario, según
corresponda. Esta definición además ha sido asumida por el Tribunal
Constitucional, en la sentencia recaída en el Exp. núm. 03742-2007-PHC/TC,
fundamento 3.
[14] Su definición también se remite al Código Civil, así se declara: “Artículo 236.-
Documento privado.- Es el que no tiene las características del documento público.
La legalización o certificación de un documento privado no lo convierte en
público”. Esta definición además ha sido asumida por el Tribunal Constitucional,
en la sentencia recaída en el Exp. núm. 03742-2007-PHC/TC, fundamento 4.
[16] Es de esta opinión Arroyo de las Heras; opus cit.; p. 225 y ss. También Carlos
Creus, para quien “cuando se trata de un documento público el delito se consuma
con la sola acción de la creación total o parcial, o con la adulteración, ya que con
esos hechos surge la posibilidad de perjuicio”.
[18] Son de esta posición Bramont Arias y García Cantizano; citados por Castillo
Alva; opus cit.; p. 628.
[19] De este mismo parecer es Arroyo De las Heras, Alfonso; Editorial Bosch;
España; 2005; p. 207 y ss., al considerar correcto que la modalidad de uso del
documento falso tenga menor pena que la del falsificador, siendo que de esta
forma es como está tipificado en los artículos 391, 392 y 393 del Código Penal
Español.