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Seminario de Platón
Este texto será una crítica a la relatoría de la sesión 8 del Seminario de Platón, escrito por
David Silva, cuyo tratamiento giró en torno a los puntos 126a-134e del diálogo
Parménides. Para esto, la correlatoría se dividirá en tres partes: (1) Se ahondará en algunos
de los puntos presentados por Silva en su resumen del apartado del Parménides, (2) Se hará
una crítica de la segunda parte de la relatoría, y (3) se plantearán preguntas sobre las
cuestiones tratadas en el Parménides.
(1)
Me parece acertado el resumen hecho por Silva sobre el apartado leído, especialmente creo
conveniente la división del texto que realiza al final de la primera parte de la correlatoría.
En este apartado, voy a profundizar en algunos aspectos que, a mi juicio, fueron
presentados por el relator, pero requieren una mayor profundización, dado que son de gran
importancia para la comprensión de la cuestión planteada por Platón.
Como bien afirma Silva, en la primera parte del texto se muestra a Zenón haciendo una
crítica a la multiplicidad, para así sostener la tesis de su maestro Parménides que afirma que
“el todo es uno” (128b). El argumento de Zenón se centra en negar la posibilidad de la
desemejanza, lo que conlleva a la imposibilidad de la multiplicidad: Si x es desemejante
con y, entonces x es semejante con y en la medida en que comparten el ser desemejantes.
Por tanto, x es semejante y desemejante, y del mismo modo lo es y. Para Zenón, es
imposible que dos propiedades contrarias convivan en un mismo objeto, y al ser esto una
consecuencia necesaria de la desemejanza es necesario descartar su posibilidad. Por lo
tanto, la desemejanza es imposible.
¿Qué tiene que ver la semejanza con la multiplicidad? Es una condición suficiente de la
multiplicidad la existencia de desemejanza. Es importante resaltar que la multiplicidad se
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Como afirma María Isabel Santa Cruz2, el argumento de Zenón se sostiene en un supuesto:
“la indistinción entre cosa y propiedad, entre sujeto y predicado” (p.14). El argumento de
Sócrates se dirige a negar este supuesto, por lo que intenta separar la cosa y su propiedad.
¿Cómo se llega a esta separación? Por medio de la introducción de las formas: las formas
son las realidades perfectas, en este caso, la semejanza en sí y la desemejanza en sí. Un
objeto no es semejante ni desemejante por sí mismo, sino que lo es gracias a su
participación de la forma de lo semejante y la forma de lo desemejante.
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Esta distinción también es planteada por el relator. Sin embargo, me pareció importante hacerla explícita,
porque va a ser con base en estos dos tipos de multiplicidad que Parménides sostendrá que no es posible
que las formas permitan la multiplicidad. El fragmento en el cual se ve esta distinción es este:
“Bien podría decir, cuando pretendiese mostrar que soy múltiple, que unas son (as partes derechas de mi
cuerpo y otras las izquierdas, unas las anteriores y otras las posteriores, e, igualmente, unas las superiores y
otras las inferiores (yo creo, por cierto, que participo de la multiplicidad); y cuando pretendiese mostrar que
soy uno, podría decir que, del grupo de nosotros siete, yo soy un único hombre, porque participo también
de lo uno” (129d)
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Escritora de la Introducción al diálogo en la versión de Gredos.
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estoy de acuerdo con Silva en que Sócrates no da respuesta a esta cuestión, y se intentará
dar respuesta a esto en la última parte de la correlatoría.
Finalmente, considero que el relator realizó un buen tratamiento del argumento Socrático
sobre la posibilidad que las Ideas fueran pensamientos, del mismo modo los argumentos de
Parménides sobre el tercer hombre y la incognoscibilidad de las ideas. Sin embargo, es de
difícil interpretación la explicación dada por Silva sobre la posibilidad de las Formas como
“modelos de la naturaleza” (131d). Según este argumento, las formas son modelos naturales
a los cuales las cosas se le asemejan. El relator afirma que la respuesta de Parménides es:
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“Pero a Parménides no le convence esto, pues es posible que la Forma no sea semejante a
los objetos que participan de ella, ya que solamente se le asemejan” (Silva, 2019, p.3). La
manera en como considero es planteada la posición de Parménides es: Es posible que los
objetos, al solamente asemejarse a las formas, no participen de ellas. Esto se debe a que el
argumento de Sócrates cae también en el problema del tercer hombre. Cuando un objeto se
asemeja con una Forma, lo hace respecto a algo distinto a la Forma misma, lo cual implica
la existencia de un tercer objeto que le permite a ambas ser semejantes. A su vez, este tercer
objeto se asemeja a los otros dos respecto a algo distinto, por lo que es necesario un cuarto
objeto, y así continua hacia una secuencia al infinito. Por lo tanto, la secuencia al infinito
impide que las cosas participen de algo que les permita ser semejantes a las Formas.
(2)
El rescate a la existencia de las Formas realizado por Silva por medio de un acercamiento
desde Frege corre dos riesgos: en primer lugar, hacer una relación apresurada entre los
planteamientos Fregeanos y los Platónicos, por lo que en una primera parte se evaluará en
que medida se pueden relacionar los dos autores. En segundo lugar, puede suceder que, si la
relación entre Platón y Frege no es clara, la discusión sea trasladada desde Sócrates-
Parménides hacia Frege-Parménides. Cabe resaltar que mi acercamiento a Frege se sostiene
únicamente en mi interpretación de la explicación realizada por el relator.
Relación Platón-Frege
¿Qué pasaría en Platón utilizando el mismo ejemplo? Diría que “X es múltiple” porque este
objeto X participa de la idea de multiplicidad, no porque el objeto sea múltiple en sí mismo.
Entonces, la Forma otorga la multiplicidad al objeto, y por esto mismo, podríamos afirmar
que otorga el valor de verdad a la expresión “X es múltiple”. La necesidad de la Forma en
este caso es ontológica y epistemológica, porque sin la forma X no sería múltiple, y el
enunciado sería falso.
La afirmación de Silva con la cual relaciona a Platón y a Frege es: “Las formas son
pensamientos (sentido)3, Los objetos (referencias) participan de ellas en virtud de su valor
de verdad, siendo así significativos. Es decir que, la participación y relación entre Formas y
objetos está en el significado” (Silva, 2019, p.5). De este modo, los sentidos son Formas de
las cuales las referencias participan. Analicemos si esto es así: en Frege, la referencia X es
múltiple en sí misma, no necesita del sentido para ser múltiple. Para lo que sí que es
necesario el sentido es para que este enunciado sea cognoscible. Por lo tanto, las referencias
no dependen ontológicamente del sentido, sino solo epistemológicamente, en cuanto que
los enunciados de identidad no serían posibles sin él. Es más, para Frege el valor de verdad
del sentido depende de la referencia, por lo cual, gracias al significado, incluso se podría
decir que la existencia del sentido depende de la referencia.
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La razón por la que se relaciona al sentido con el pensamiento es porque entiendo al sentido como el
contenido de un pensamiento, por lo que pueden ser utilizados como sinónimos bajo la suposición de que
un pensamiento no es más que su contenido. Y esto también se sostiene en la definición de sentido dada
por Silva: “el Sentido es meramente un pensamiento que se tiene de un objeto”.
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(3)
En este apartado retomaré las cuestiones que dejé sin resolver en el primer apartado, y
adicionalmente plantearé nuevas preguntas. Se recomienda al relator al final de su escrito
realizar preguntas para la discusión en la sesión, pues hicieron falta en la relatoría.
¿Pueden las formas mezclarse entre ellas, es decir, ser semejantes y desemejantes?
Considero que no. Aceptar que las formas sean desemejantes es aceptar que hay formas que
participan de otras formas, por lo cual sería negar que las formas son realidades perfectas:
la forma debe ser en sí misma y no con relación a nada más.
¿Qué tipo de formas hay en el mundo de las Ideas? ¿Pueden existir formas de sustancias?
Esta es la cuestión que surge de la pregunta sobre si puede haber forma de hombre o de
fuego. En primer lugar, de aquí surge una nueva pregunta: si sustancia del hombre puede no
ser participar de una forma, ¿Qué es la sustancia del hombre? 4 En segundo lugar, intentaré
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“Es también más difícil admitir Formas de sustancias”. De aquí surge mi duda de por qué la discusión del
hombre es una discusión sobre la sustancia, no queda claro qué es la sustancia, si esta no es dada por la
participación de las formas.
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mostrar por qué debe existir forma de sustancias dadas las consecuencias de aceptar lo
contrario: Si no se aceptan las formas de sustancias es posible que las formas pierdan su
importancia. Si se afirma “el hombre es bueno” podemos decir que el hombre participa de
la idea de bueno, pero no podemos decir que el hombre participe de la idea del hombre. Por
lo tanto, el hombre es hombre por sí mismo, y lo único que está haciendo la Forma es
atribuirle el predicado “es bueno”. En definitiva, esto aumenta mi conocimiento sobre qué
es el hombre, pero no hace al hombre ser hombre. Pareciera que las formas nos amplían el
conocimiento de las cosas, pero la cosa puede seguir siendo lo que es con independencia de
esta.
¿Cómo conocemos qué es la basura? Si la basura no tiene una forma dada su imperfección,
hay dos posibles conclusiones: no sabemos lo que es la basura, o debemos aceptar que la
basura, al igual que el hombre, tiene una sustancia.
Referencias: